El propósito del derramamiento del E.S.

J.J. Churruarín

Dios no hace nada sin propósito, y menos derramar su Espíritu.

Este derramamiento está en proceso y proceso creciente. Pentecostés solo ha sido el comienzo.
Añorar hoy la iglesia primitiva es ignorar 2000 años de trato de Dios con la Iglesia, la cual es
llamada a ser preparada sin mancha ni arruga. Efe 5.27
Dios no va para atrás, va para adelante, nosotros hemos de obrar de igual manera y apuntar a
donde él apunta.
Hab 3.2 El profeta oye la palabra y teme, esto le llevó a orar.
El avivamiento no es el ideal de Dios, es un "servicio de emergencias". Avivar es despertar al
dormido. Los avivamientos son muy necesarios, pero no es ese el propósito definitivo de Dios.
1Co 11 Antes de tomar la Sta. cena somos llamados a examinarnos.
Dios tiene como objetivo una iglesia fuerte, sana y preparada; y además que esto sea la constante.
La persona es morada de Dios en el Espíritu. Efe 2.22 , 1Cor 6.19 , 1Pe 2.5
La visita no es el dueño de la casa (el E.S.), pero por otro lado le pertenecemos, hemos sido
comprados por la sangre de Cristo.
En la actualizad (yo creo que siempre), está de moda la corriente del éxito. Dios me dice que
soy más que victorioso, y la experiencia personal por la que pueda estar pasando, no determina mi
identidad, vivo en su promesa y palabra. Mas no por ello voy a ser lo que Dios no dice que soy, soy
lo que la Palabra dice que soy.
Los motivadores que hacen uso de la palabra para hacernos creer "victoriosos", se olvidan que
nosotros no tenemos que hacer nada de lo que ya Cristo ha hecho por mí, por ello se están
apuntando técnicas para "provocar" esa victoria o alcanzar el éxito que Cristo ya ha alcanzado para
nosotros.
Sanidad Interior. En Cristo hemos sido hechos nuevos, todas las cosas viejas pasaron y todas
han sido hechas nuevas. OjO con lo que Dios ha hecho y nosotros podemos querer "rehacer".
El punto de partida no es el hombre ni sus métodos o habilidades, es de la obra, la acción del
E.S. y para ello hay que darle libertad absoluta.
Rechazamos la mediocridad, pero también rechazamos una multitud amorfa, que no tiene forma
de Cristo Efe 4.11-13 En esta multitud amorfa, no existe sentido de pertenencia ni de cuerpo. El
crecimiento es anómalo (gigantismo), todo crece, pero no obedece a un crecimiento adecuado.
Queremos cantidad, pero también queremos calidad.
"Dime cuantos bautizas y te diré cuanto creces".
Luc 19.44 Hay un tiempo de Dios para todo, y puede ser desperdiciado. A Juan Bautista y a Jesús
los seguían multitudes, sin embargo, desperdiciaron el momento "el tiempo" de la visitación.
La gran comisión comienza curiosamente por la fuerza, por la persecución a los cristianos. Son
esparcidos y levantan iglesias donde van.
Los discípulos tuvieron que dejarlo todo para seguir al Maestro, y cuando este ascendió se
quedaron solo con el E.S., suficiente para hacer la tarea de la gran comisión.
Luc 4.18-19 El propósito del derramamiento del E.S. Isa 52.7
Isa 35.3-6 Este es el desenlace, el propósito del derramamiento del E.S. Toca al ser humano
integralmente.
Dios no agota su obra en la salvación, continúa el proceso de perfeccionamiento.