0 valutazioniIl 0% ha trovato utile questo documento (0 voti)
20 visualizzazioni1 pagina
Existen más de cuarenta quesos franceses y 23 españoles que disfrutan de Denominación de Origen para protegerlos de imitaciones y preservar su identidad regional, como el queso manchego. Los quesos son alimentos nutritivos ricos en proteínas, grasas, calcio y vitaminas que se deben almacenar correctamente en el refrigerador y servir de diferentes formas, ya sea crudos o cocinados en diversos platos típicos.
Existen más de cuarenta quesos franceses y 23 españoles que disfrutan de Denominación de Origen para protegerlos de imitaciones y preservar su identidad regional, como el queso manchego. Los quesos son alimentos nutritivos ricos en proteínas, grasas, calcio y vitaminas que se deben almacenar correctamente en el refrigerador y servir de diferentes formas, ya sea crudos o cocinados en diversos platos típicos.
Existen más de cuarenta quesos franceses y 23 españoles que disfrutan de Denominación de Origen para protegerlos de imitaciones y preservar su identidad regional, como el queso manchego. Los quesos son alimentos nutritivos ricos en proteínas, grasas, calcio y vitaminas que se deben almacenar correctamente en el refrigerador y servir de diferentes formas, ya sea crudos o cocinados en diversos platos típicos.
Algunos quesos —más de cuarenta en Francia— disfrutan de una Denominación de
Origen. La gran mayoría de quesos se identifican con la zona geográfica de la que
proceden. En España hay 23 quesos protegidos, entre los que destaca el queso manchego, una de las grandes señas de identidad de la región de La Mancha. Existe una gran variedad de marcas que comercializan quesos industriales que lo imitan, pero no pueden indicar que se trata de queso manchego, aunque estén fabricados en La Mancha. Las denominaciones de origen sirven para proteger las variedades que desde tiempos antiguos se producen en una zona determinada, contra productores de otras zonas que quisieran aprovechar el buen nombre que han creado los originales. Los quesos son energéticos y ricos en proteínas. Los de pasta prensada contienen más lípidos que los de pasta blanda. Los quesos también son ricos en calcio (hay más en los de pasta prensada cocida que en los de pasta blanda). También son ricos en vitaminas B2, B12 y A. El índice de materia grasa se calcula a partir del extracto seco. En la mayor parte de los países, aparte de Francia, este índice se calcula a partir del peso total del queso. Por tanto, los quesos son alimentos de gran valor nutricional. Constituyen una fuente concentrada de nutrientes tales como proteínas, grasas, minerales como el calcio, fósforo y magnesio y vitaminas como A, B12 , riboflavina y niacina, siendo un alimento perfectamente recomendable para incluir en una dieta variada y equilibrada. Los quesos se conservan en la parte baja del refrigerador, bien envueltos. Es preciso sacarlos una hora antes de servirlos. Los de pasta blanda, si no están completamente hechos, mejoran si se colocan unos días en un lugar fresco. Los quesos azules deben estar ligeramente húmedos. Cuando un queso se ha empezado, su superficie de corte debe protegerse del desecamiento, dejando respirar al mismo tiempo al queso. Es preciso envolverlo en plástico autoadherible o en papel de aluminio, aunque practicando unos orificios pequeños. Los quesos se sirven sobre todo como prolongación de la comida, y se presentan con la ensalada o antes del postre. Por lo general se proponen al menos tres quesos: uno de pasta cocida, uno de pasta verde y otro de pasta blanda con corteza enmohecida o lavada. El vino es el mejor acompañamiento del queso, aunque la cerveza y la sidra combinan bastante bien con determinados quesos. En cocina se utilizan numerosos quesos, como ingrediente de base o como condimento. Se pueden emplear crudos (canapés, pastas, ensaladas compuestas, rebanadas) o, más a menudo, cocidos (crêpes, hojaldres, pizzas, salsas, suflés, sopas). Existe una gran variedad de platos típicos a base de queso: aligot, croque-monsieur, croûte, fondue, gougère, goyère, imbrucciata, keshy yena, patranque, raclette, truffade, welsh rarebit. El queso fresco se emplea sobre todo en pastelería.