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Asignatura: Evaluación escolar y de la calidad educativa

Ensayo

“La metodología de evaluación como mecanismo de aseguramiento de la calidad y valor agregado en


los procesos de acreditación de Instituciones de Educación Superior ante la FIMPES: un enfoque
estratégico”

Autor: Mtra. Mónica Castelló Barajas


Resumen

Recientemente las certificaciones han cobrado una relevancia significativa en todos los ámbitos
de la vida de las civilizaciones contemporáneas. La educación no es ajena y es una preocupación constante
por evaluar, analizar e investigar por parte de diversos autores. Hoy en día la evaluación es cada vez más
compleja y busca implementar mecanismos que reúnan los estándares de calidad pertinentes.

La certificación es una necesidad que garantiza los requerimientos necesarios para el correcto
funcionamiento. En este sentido, el ensayo pretende valorar los enfoques actuales de acreditación
enfocados a las instituciones de educación superior (particulares) FIMPES cuyo propósito es una generar
estrategias y medias preventivas.

Introducción

Se analizará los métodos de evaluación utilizados por la Federación de Instituciones Mexicanas


Particulares de Educación Superior (FIMPES), en los procesos de acreditación, con el objetivo de prestar
atención en los retos que enfrenta el nivel superior a mediano y largo plazo.

La revisión del tema se presenta en tres apartados que van de lo general a lo particular. En el
primero, se establecen los antecedentes y el marco normativo que acompañan a los procesos de
acreditación. El segundo apartado está dirigido a los mecanismos de evaluación durante la acreditación.
Visión estratégica de la metodología de evaluación en un proceso de acreditación. En tercer lugar, se
realiza una reflexión de los procesos empleados y su metodología. Finalmente, se concluye el análisis
desarrollado en el presente documento.

 Planteamiento del problema

Durante las últimas décadas, se ha venido incrementando el número de instituciones educativas


particulares lo que ha ocasionado que algunas de ellas estén reguladas en la parte legar, sin embargo, no
es así cuando se trata de la parte académica. En este sentido, dichas instituciones deberán acreditarse si
desean mantenerse en el mercado de la educación superior. Es decir, debe acreditar que la educación que
ofrecen reúne los estándares de calidad requeridos en la enseñanza superior.

Si bien es cierto que estas instituciones particulares ofrecen un incremento en la matrícula de alumnos
interesados en su formación profesional (abren un espacio) y permiten la diversificación mediante
programas y planes de estudio que dan respuesta a las necesidades del mercado laboral y cuyo aval es a
través del REVOE de la SEP, Surgen las siguientes disyuntivas, estas instituciones ¿realmente satisfacen
las necesidades sociales? ¿son adecuados sus programas, recursos y el desempeño docente?

Desarrollo de la investigación.

Son muchas las variables que se analizan durante una acreditación, lo que vuelve a la evaluación en
un sistema complejo. Si además contextualizamos la educación en un mundo globalizado, nos daremos
cuenta que es necesario responder con rapidez a los cambios de la sociedad contemporánea. Según la
UNESCO (1998). La segunda mitad del siglo XX pasará a la historia como la época de expansión y la
más espectacular a escala mundial. Pues el número de matriculados se multiplico por más de seis veces.

Según Tuirán (2012). en México, el ciclo escolar 2006—2007 alcanzó alrededor de 2 millones 525
mil estudiantes (sin incluir el posgrado), en 2011—2012 se situó en cerca de 3 millones 274 mil y para esa
fecha, se preveía que en 2012—2013 se alcanzará una cifra cercana a 3 millones 500 mil” Este escenario,
deja en claro la necesidad de desarrollar acciones tendientes a garantizar que las instituciones educativas
presenten atributos asociados a su eficacia administrativa y la eficiencia que garantice la calidad de los
servicios que ofrecen.

En respuesta y dada la necesidad, surge la articulación de sistemas de acreditación, los cuales se


presentan como estándares o criterios orientados al deber ser, y enmarcados en procesos de evaluación
donde las evidencias presentadas se convierten en el insumo que permite verificar el cumplimiento o no
de los parámetros establecidos.

Justificación

La acreditación educativa precisa adoptar mecanismos de evaluación que proyecten información


medible y cuantificable de los procesos educativos, en ocasiones, establecer juicios de valor objetivos
hacia variables cualitativas. Debemos partir, de identificar dos conceptos fundamentales que son la
evaluación y la acreditación.

La evaluación es un proceso que genera información mediante aproximaciones sucesivas a un


objeto de estudio, que en el marco de una acreditación es inherente al desempeño de toda la institución
encaminado al alcance de estándares de calidad previamente definidos.

Por su parte la acreditación es un procedimiento cuyo propósito es confrontar el grado de


acercamiento del objeto analizado con un conjunto de normas convencionalmente definidas por
especialistas y órganos colegiados de reconocido prestigio académico, por ello, conduce necesariamente
al reconocimiento público de que una institución o un programa educativo satisface determinados
criterios de calidad y es, bajo estas normas, confiable (Pallán, C. 1995).

Por lo tanto, La metodología de evaluación genera los insumos para determinar el estado actual
de un objeto de estudio dado, mientras que la acreditación establece estándares y criterios de
cumplimiento en el marco normativo del deber ser que confiere la política educativa.

1. Antecedentes y marco normativo de los procesos de acreditación

En México, la acreditación y certificación educativa iniciaron en la década de los 80 del siglo


pasado, cuando se presentó el Programa para la Modernización Educativa del que se desprendió la
Comisión Nacional de Evaluación de la Educación Superior CONAEVA, sustentada en tres ejes que
sento el precedente sobre el cuál se articula una acreditación educativa (COPAES, 2010).

a) La evaluación institucional (autoevaluación),


b) La evaluación del Sistema y los subsistemas de educación superior y
c) La evaluación interinstitucional de programas académicos y funciones de las
instituciones, empleando como mecanismo la evaluación de pares calificados de la
comunidad académica.

Los CIEES, organismos de carácter no gubernamental, fueron creados con fines orientados al
diagnóstico de programas que, sin llegar a la acreditación, arrojan información del estado actual de un
programa académico, tomando como base indicadores. Una década después en el año 2001, emitieron
un reporte de las instancias susceptibles de ser acreditadas bajo la regulación establecida para ese año ya
por el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior A. C. (COAPES).

El COPAES es un organismo con facultades otorgadas por la Secretaria de Educación Pública,


Inició sus operaciones en el año 2000 y funge como regulador de las instancias acreditadoras de los
programas de educación superior.

Fue constituido con una estructura tal, que permite estandarizar las acciones de diferentes
organismos afiliados, la Secretaria de Educación Pública, la Asociación Nacional de Universidades e
Instituciones de Educación Superior de la República Mexicana, A. C. (ANUIES), la Federación de
Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior, A. C. (FIMPES), la Federación de Colegios
y Asociaciones de Médicos Veterinarios Zootecnistas de México, A.C., el Colegio de Ingenieros Civiles
de México, A. C., el Instituto Mexicano de Contadores Públicos, A. C., la Barra Mexicana, Colegio de
Abogados, A. C., la Academia Mexicana de Ciencias, A. C., la Academia Nacional de Medicina de México,
A. C. y la Academia Nacional de Ingeniería, A. C.

La aparición del CONAEVA, CIEES y COPAES, y las bases sobre los cuales articularon sus
funciones, permiten evidenciar la línea que siguen los procesos de evaluación caracterizada por un
enfoque holístico, sistemático y estratégico.

2. Análisis de los métodos de evaluación en la acreditación FIMPES, un comparativo entre la


versión II y la versión III.

La Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES), es un


organismo sin fines de lucro constituido actualmente por 114 instituciones de educación superior del
país, fue creada en el año de 1982. De 1994 a la fecha, la acreditación FIMPES ha operado
ininterrumpidamente.

FIMPES ha presentado tres versiones del autoestudio. El presente ensayo analiza las semejanzas
y diferencias entre la segunda versión y la tercera. El análisis de la metodología empleada por ambas
versiones, permitirá comprender la evolución hacia una visión estratégica de los procesos de acreditación.

Es siguiente cuadro comparativo facilita la comprensión en las diferencias y semejanzas


empleadas en los dos métodos empleados:
Análisis de Versiones Semejanzas Diferencias

Número y nomenclatura El autoestudio está integrado por 10 Comités: Filosofía El Comité 3 denominado en la versión II Normatividad,
de los Comités institucional, Planeación y efectividad, Normatividad, gobierno y administración, es denominado en la versión III
Programas académicos, Estudiantes, Personal administrativo, sólo Normatividad.
Apoyos académicos, Recursos físicos y Recursos financieros.

Estructura de los Comités Los debes trabajados en la versión II son similares a lo que En la versión II, la Institución debía demostrar que contaba
señala la versión III, que en esta última aparecen sintetizados con las evidencias que mencionaba en su reporte y que daban
en enunciados concretos. cumplimiento de forma aislada a cada Comité. En el caso de la
versión III, se establece una transición, donde la valoración
está dada en medir la implementación de las evidencias
marcadas en los criterios.
El nombre de “debes” asignado a la redacción de los
indicadores en la versión II, es modificado por el de criterios
en la versión III, que en sentido estricto confiere mayor
amplitud al concepto y que recae en la integración de las
evidencias presentadas.

En ambas versiones la Institución redacta un reporte donde A diferencia de la versión II, la versión III está dividida en dos
Metodología
indica los mecanismos empleados para cumplir con el partes, los criterios de capacidad y los de efectividad con los que
indicador, asimismo menciona las evidencias que garantizan se busca alcanzar la integridad.
su cumplimiento. La metodología en la versión III difiere de la II en lo que
La Institución es libre de establecer la metodología que según corresponde a las fases. Durante el primer año la Institución
sus características le permita integrar el reporte y recabar las debe demostrar que cumple con los criterios de capacidad, para
evidencias. lo que se programa una primera visita. Cada Comité contiene
La Institución puede alcanzar la acreditación en un lapso de criterios de capacidad, los cuales son ponderados y representan
2 años. el 40% de la valoración del autoestudio.
La versión II trabajó mediante guías que permitían a las Una vez presentadas las evidencias de capacidad durante el
instituciones identificar que se esperaba en cada uno de los primer año, el segundo será empleado para trabajar en lo que
debes. refiere a los criterios de efectividad. La segunda visita evalúa
Para el caso de la versión III, se cuenta también con un tanto los de capacidad como los de efectividad para sustentar la
documento orientador constituido por una Matriz de que integridad.
permite valorar la consistencia y en la que básicamente se
articula el trabajo estratégico. La matriz permite identificar
mediante el cruce de indicadores la relación entre cada uno
garantizado la congruencia entre lo que se menciona en
cada uno de ellos y haciendo un especial énfasis en la
cultura corporativa institucional.

Fuente: Castelló (S/F)

Es importante señalar, la manera en que la versión III orienta el trabajo de las instituciones
apoyándoles para alcanzar los requisitos solicitados antes de ser auditados. La Matriz de impacto, (en
formato Excel), permite trabajar siguiendo una metodología fundamentada en cruces que garantiza la
congruencia en los resultados y se concreta en un modelo estratégico al integrar todas y cada una de las
áreas institucionales en los resultados.

3. Visión estratégica de la metodología de evaluación en un proceso de acreditación.


Los primeros estudios de la calidad tuvieron origen en la disciplina administrativa y sus
principales defensores Juran y Deming en la década de los 50 del siglo pasado, enfatizaron en determinar
criterios de medición basados en los requerimientos del cliente.

El reconocido padre de la administración moderna, Peter Drucker, define la administración


estratégica como un razonamiento analítico y un compromiso de recursos para la acción. Sin embargo,
sólo cuantificar no es planificar. Algunos aspectos más importantes de la administración estratégica no
se pueden cuantificar” (Drucker, 1983).

Cuando el discurso planteado por Drucker es llevado a la gestión y práctica de la acreditación


educativa, el razonamiento analítico al que remite el autor, se traduce en la valoración integral que
supone analizar cada indicador. El proceso requiere invertir recursos materiales y humanos, así como
tiempo para medir variables susceptibles de cuantificarse, pero también indicadores de índole
cualitativo.

Este concepto surge en la época taylorista y fordista pero (Crosby, 1987), lo supera
estableciendo que las cualidades deben ser cuantitativas y cualitativas, y superar las expectativas del
cliente. Aplicado al terreno educativo (Mora, 1991) señala que “la calidad en la educación debe definirse
en función de su capacidad para alcanzar adecuadamente los beneficios que cabe esperar de ella,
agrupando dichos beneficios en dos categorías básicas: beneficios de carácter individual y beneficios de
carácter social”.

La problemática de calidad, en un proceso de acreditación subyace en la complejidad del objeto


evaluado, así como en la postura que presentan los participantes frente al fenómeno en dos principales
sentidos:

a) La valoración misma de su propio desempeño en la institución y

b) Los efectos e impacto del servicio en la consecución de los objetivos y metas


organizacionales.

Cuando se menciona el término servicio, se integran todas y cada una de las áreas de una
Institución, donde el trabajo integrado puede o no favorecer la dinámica institucional.

Según la autora, esta incompatibilidad se manifiesta en la metodología de los CIEES, el trabajo


de CENEVAL se sustenta en la aplicación de exámenes en contraste con la FIMPES, versión III, que
dadas la visión holística con la que asume la revisión y la relación de cruces entre indicadores se presenta
como una de las opciones más apegada al enfoque estratégico que permea actualmente la gestión de las
organizaciones.

Para COPAES, la finalidad es evaluar el proceso educativo. La diferencia radica en las fases de la
evaluación que atienden la metodología empleada. Las CIEES se concentran en la fase inicial, es decir
en el diagnóstico; por su parte el CENEVAL es procedimental, es decir, aplica pruebas y con base en
ellas genera evidencias y la FIMPES, integra ambas fases orientadas al objetivo de valorar la
implementación.

Es justamente lo que determina un valor agregado para FIMPES, que presenta una evaluación
holística. cabe mencionar que metodológicamente:

a) Las evidencias que solicita deben seguir rúbricas que otorguen al proceso mayor objetividad y
eviten ambigüedades.
b) Es importante establecer parámetros de lo que en un momento dado puede o no ser
considerado evidencia.

A la fecha se solicitan fotografías, minutas y cualquier cantidad de archivos que documentan las
actividades. La realidad es que cuando se trata de valorar el proceso de enseñanza—aprendizaje y su
pertinencia, este tipo de evidencias son ambiguas y no permiten siquiera acercarse al estado real del objeto
analizado.

Los procesos de enseñanza—aprendizaje requieren evaluaciones concretas y la valoración de su


pertinencia precisa no sólo evidencias materiales, sino todas aquellas que demuestren que con el tiempo
y de manera improvisada la Institución observa las mismas características que cuando es auditado.

FIMPES sugiere el desarrollo de un Manual que:

 Tenga como propósito homologar la operación en la mínima expresión del proceso de


evaluación, representada en los mecanismos y herramientas.
 Sugiere consolidar una filosofía orientada a la evaluación constante como herramienta que en si
misma favorezca el crecimiento y desarrollo de las organizaciones.
 Esta cultura debe eliminar el trabajo mecanizado en el que cae una Institución, que busca a toda
costa, cumplir con los criterios marcados por la acreditación y deja de lado las ventajas que
supone en sí mismo el proceso relacionadas con la comunicación institucional y el trabajo en
equipo.
 Los Rectores y Directores deben desarrollar competencias en su personal partiendo del liderazgo
transformacional, manifiesto en la asunción de nuevos retos por parte de los colaboradores, que
no sólo identifican la misión y objetivos de la Institución, sino que la comparten al sentirse parte
de ella.
 Este liderazgo transformacional en las Instituciones educativas es definido por (Bass & Avolio,
2002) como “aquel que motiva a las personas a hacer más de lo que ellas mismas esperan y como
consecuencia, se producen cambios en los grupos, las organizaciones y la sociedad los que
representan a su vez, un beneficio para la colectividad”
 Las Instituciones del siglo XXI requieren la cultura orientada a la transformación basada en las
competencias del recurso humano, en el cual recae la responsabilidad de generar crecimiento y
generar valor agregado a los procesos en los que participan.

Crítica:

Las acreditaciones han servido para incrementar principalmente los ingresos en las instituciones de
educación superior. En el caso de las instituciones públicas, para captar más ingreso público ya sea del
gobierno local o federal. En el caso de las instituciones particulares, para captar mayores recursos mediante
el incremento en la matrícula (clientes) debido a que ofrecen un certificado que avala la calidad de las
instalaciones y programas de estudio. Es decir, las certificaciones se han convertido en la fuente de prestigio
ante los competidores que ofrecen el mismo bien.

Por otro lado, la estandarización de los procesos y modelos de enseñanza tienen la desventaja de ser
incluyentes cuando en realidad cada institución posé un público selecto y con características sociales,
culturales y económicas diferentes. No es lo mismo una institución pública en el municipio de
Chimalhuacán, Estado de México, que una institución particular en Coyoacán, Ciudad de México. Si bien
es cierto que ANUIIES certifica a instituciones públicas y FIMPES a instituciones particulares, también
podemos encontrar características diferentes que deben ajustarse a los requerimientos de la acreditadora
en cuestión.

Finalmente, es importante tener presente, que algunas instituciones carecen de ética, en este sentido, las
empresas que ofrecen un servicio educativo están interesadas en certificarse, con la finalidad de
incrementar su ganancia. No obstante, una cosa es necesitar la acreditación y otra es realmente contar con
los elementos necesarios para certificarse. En este proceso, el maquillaje en las variables fundamentales es
invariablemente necesario e incluyo redituable.
4. Conclusiones

El ensayo pretende analizar la evolución que han experimentado los procesos de acreditación de
las instituciones educativas particulares. Se mencionan los objetivos y el contexto bajo el que evalúa la
institución acreditadora FIMPES, en dos de sus versiones (la II y III).

Dicha institución supone estructurar una metodología en base al cumplimiento de la cultura


organizacional, generar acciones y objetivos que permitan estratégicamente fortalecer tanto la estructura
organizacional e infraestructura de cada institución educativa. Pretende homologar la calidad de la
enseñanza en base a estándares internacionales que aseguren el desempeño educativo de sus clientes.

Finalmente, el fenómeno de la globalización ha permitido la estandarización a nivel mundial en


tan solo poco tiempo, por esta razón, las certificaciones se han vuelto cada vez más una necesidad y un
mecanismo regulador en beneficio de los espacios educativos que el gobierno federal no es capaz de
cubrir o en las condiciones que ciertos grupos de la población consideran deben cubrirse.

Las instituciones que consigan hacerlo podrán ir más allá del posicionamiento y añadir un valor
agregado a la gestión, Los efectos del proceso de acreditación no impactan únicamente los procesos
administrativos y académicos, sino que atañen también al desarrollo organizacional y la comunicación.
Cabe señalar que la gestión estratégica a la cual contribuye el proceso de acreditación apunta a fortalecer
el rol de los Rectores y Directores, en quienes recae la responsabilidad de dar seguimiento al proceso.

Es importante establecer un diálogo entre distintas disciplinas que instituto de investigación


enfocados al estudio de la educación y de la relación entre la universidad y la sociedad. Desde mi opinión
las universidades privadas casi no hacen investigación; es como si la investigación solo estuviese destinada
a para las instituciones de educación públicas, no dudo que las empresas también hagan esta actividad
pero en menor escala, la mayoría de las universidades privadas se han convertido en empresas con fines
de lucro y han olvidado su compromiso de alimentar a la sociedad. Desafortunadamente se han invertido
las cosas: en lugar de que busquemos recursos para las escuelas, para educar, es al revés se educa para
obtener recursos.

Es imprescindible que las Instituciones de educación superior fomenten la cultura de la


evaluación, no sólo como medio de acreditación que se traduzca en beneficios por su impacto social sino
y más bien por la mejora continua que supone ser consciente de las fortalezas y debilidades que enfrentan.
Fuentes de consulta

Bass B. y Avolio B. (2002) Developing potential across a full range of leadership: cases on transactional
and transformational leadership / edit. by Bruce J. Avolio, Bernard M. Bass Mahwah,
N.J. : Lawrence Erlbaum Associates.

COPAES. (2010). COPAES. Obtenido de Consejo para la Acreditación de la Educación Superior


A.C.: http://www.copaes.org.mx/FINAL/ambito_internacional.php

COPAES. (s/f). COPAES. Obtenido de Manual del procedimiento para el reconocimiento de


organismos acreditadores de programas académicos de nivel superior:
http://www.copaes.org.mx/home/docs/docs_acred/2_Manual_procedimientos.pdf

Drucker, P. F. (1983). El cambiante mundo del directivo. México: Grijalbo.

UNESCO. (1998). Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI. Visión y acción.
París: UNESCO.

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