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DERECHO PÚBLICO PROVINCIAL Y MUNICIPAL

DERECHO PÚBLICO PROVINCIAL Y MUNICIPAL

UNIDAD TEMATICA I
PARTE PROPEDÉUTICA

I - CARACTERIZACIÓN, UBICACIÓN Y CONTENIDOS. AUTONOMÍA. FUENTES.


El Derecho Público Provincial es “la rama de las ciencias jurídicas que trata de la organización de
Gobierno autonómico de las provincias, dentro del Estado Federal, determinando, a la vez, los
objetos, forma y condiciones en el ejercicio de la autoridad local” ( Arturo BAS: fundador de la
Cátedra en 1907).
El Derecho Público Provincial estudia con más detenimiento los poderes de las provincias (los
conservados y los concurrentes). Entre ellos la facultad de darse sus propias instituciones para
organizar el Estado Provincial mediante el Poder Constituyente en el Art. 5 de la Constitución
Nacional. Determina y organiza cada uno de los poderes, pero antes se encarga de regular los
principios fundamentales en que se asienta el gobierno de provincia y, en particular, ampliar los
derechos y garantías de los individuos reconocidos ya en la Constitución Nacional, también las
relaciones interprovinciales y con el Gobierno Federal.
Derecho Público, Provincial y Municipal: es la rama de la Ciencia Jurídica, de marcado carácter
público, que aborda el conocimiento de las instituciones provinciales y municipales, además de las
relaciones dadas en el marco de un Estado Federal.
Es la rama del Derecho Público que estudia las instituciones, disposiciones o legislaciones que
regular las relaciones entre un Estado Federal y sus miembros (provincias), entre los distintos
poderes de los Estados locales, entre éstos últimos y los municipios y finalmente la relación de los
poderes municipales (Zucherino).
El Derecho Público Provincial argentino nace de la singularidad histórico-institucional de cada
provincia y de la necesidad política de ordenar jurídicamente la trama de los diversos
comportamientos provinciales sin detrimento de los contenidos indeclinables de los mismos ni de la
unidad nacional. Realizando, en palabras de Alberdi, la unidad federativa.
El Derecho Público, Provincial Argentino es el que, dentro del Derecho Público Nacional tiene por
objeto estudiar las acciones y relaciones entre los diversos ordenes jurídico-políticos del Estado
Federal, regular su dinámica, organizar sus gobiernos, reconocer y garantizar a sus habitantes
como sujetos simultáneos de la Nación, Provincias y Municipios, un régimen constitucional de
libertad.(Pérez Guilhou)
AUTONOMÍA: Tiene un objeto y un método propio.

Objeto: a) Problemática de las relaciones entre el Estado Federal y las Provincias, relaciones de las
Provincias entre sí, relaciones de las provincias y los municipios y de éstos últimos entre sí.
b) Teoría y práctica de las instituciones provinciales. C) Desenvolvimiento de las instituciones
municipales. Todo lo dicho hasta aquí avala la existencia de un objeto específico de la asignatura.

Objeto = conocimiento.

Método: va encaminado a “buscar la verdad en las ciencias” (Descartes). Consideramos la


integración en el método de elementos políticos, jurídicos, históricos, económicos y sociales en
general a los fines de permitir un más acabado examen de nuestra disciplina, cubriendo así su
teoría y la práctica general de sus instituciones. (Zucherino).
FUENTES: La primera y más importante es la Constitución Nacional, por ser la Ley Fundamental y
punto de partida del Estado Federal, al instituir dos esferas bien definidas de gobierno: una con
poderes enumerados que interesan al todo, y otra con poderes residuales que incumben al interés
local.
El derecho público provincial existe y tiene razón de ser justamente por esa descentralización del
poder. También son antecedentes y fuentes importantes de nuestra materia, las instituciones locales
anteriores de cada provincia; asimismo las particularidades de cada una. La Constitución Provincial
es otra fuente, como también las leyes tanto nacionales como provinciales y que sean consecuencia
de aquélla (Art. 31). Por último es fuente la Doctrina y Jurisprudencia, en particular la de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, que como intérprete final de la Constitución ha fijado reglas
precisas en el deslinde de los poderes de ambas esferas de gobierno. (Frías)

FUENTES NORMATIVAS:
1) Constitución Nacional (Art. 31)
2) Leyes Federales. (Art. 31)
3) Constituciones Provinciales
4) Cartas y Leyes Orgánicas Municipales
5) Jurisprudencia.
FUENTES INFORMATIVAS:
1) Derecho Comparado.
2) Doctrina.

II - FORMAS DE GOBIERNO. CONCEPTO Y CLASIFICACIONES.


Las constituciones provinciales recientes – dictadas luego de 1983- usan, unas la expresión forma
de gobierno, y otras, sistema político, para referirse a las notas que perfilan la estructura del poder y
sus fines en la comunidad política (Hablan de “Forma de Gobierno” las constituciones de Buenos
Aires, La Rioja, Córdoba, Catamarca, Santiago del Estero y de “Sistema Político”: San Juan, Salta,
Jujuy, San Luis y Río Negro).
“Forma” es el concepto usado por nuestra Constitución Nacional en su Artículo 1, no obstante que el
Artículo 5, entre las obligaciones que impone a las provincias, habla de sistema.
Cuando se hablaba de “forma de gobierno” generalmente, se refería – y se refiere aún hoy – al
número de personas que gobernaba, el origen de su poder y los fines a que apuntaban con su
conducción. De ahí la duradera vigencia en tal tema de la vieja clasificación de los gobiernos – de
Aristóteles- en democráticos – el de los demás-, aristocráticos – el de un grupo-, y monárquicos – el
de uno-, si apuntaban al interés general, y las correlativas de demagogia, oligarquía y tiranía, si
apuntaban al interés particular del que ejerce el poder.
Sistema político: se refiere a los perfiles del orden que se ha querido instaurar, dejando para cada
provincia la tarea de configurar su propio régimen político con su quehacer institucional cotidiano.
El Sistema Republicano, Representativo y federal es la forma de gobierno para la República
Argentina. (Frías).
En virtud del contenido de la Constitución Nacional y del espíritu que la anima, nuestra forma de
gobierno presupone una democracia representativa, aunque la Ley Suprema no la enuncie
expresamente (Zarini: Art. 1º C. Nac.).

Clasificaciones
Monarquía: poder supremo del Estado en una sola persona.
Tiranía: se actúa a favor del interés particular.
Aristocracia: poder supremo del Estado en pocas personas.
Oligarquía: se actúa a favor del interés particular.
Democracia: poder supremo del Estado en muchas personas.
Demagogia: se actúa a favor del interés particular.
Nuestros Constituyentes, adoptaron la Forma Republicana de Gobierno, según surge del Art. 1 de la
Constitución Nacional.
República: se opone a la forma Monárquica de Gobierno.
En Democracia, el legítimo poder de gobierno se subdivide en Poder Legislativo, Ejecutivo y
Judicial, los que respectivamente, crean las leyes, controlan su cumplimiento y sancionan a quienes
las violan, no pueden desconocerse los derechos humanos y sociales: el estado de derecho.
Igualdad ante la ley. Es la comunidad política organizada sobre la base de la igualdad de todos los
hombres cuyo gobierno es simple agente del pueblo, elegido por el pueblo de tiempo en tiempo y
responsable ante él de su administración.

Características de la forma Republicana:


1) Soberanía del pueblo: expresada mediante el voto (sufragio)
2) Separación de los poderes del Estado (interdependencia de las funciones)
3) Periodicidad en la función pública.
4) Información Pública de los actos de gobierno (publicidad).
5) Igualdad legal de los ciudadanos.
6) Responsabilidad de los funcionarios públicos: político (Juicio Político), administrativa, civil, penal.
Formas de Organización del Estado. Concepto y clasificación.

Unitarismo y Federalismo.
El Unitarismo supone la existencia de una organización política del Estado de neto corte
centralizador. Así, todo el poder se halla concentrado en un lugar geográfico desde el cual se ejerce
autoridad sobre la totalidad del territorio del Estado.
El Federalismo en general se presenta como una organización política del Estado con tendencia a
la descentralización.
Descentralización política y descentralización administrativa: Concepto y distinción.
Nuestra Constitución responde a su vez a un tipo de ordenamiento jurídico: la descentralización.
Esta descentralización surge de un movimiento espontáneo del poder, que, según las distintas
comunidades, tiende a concentrarse o desconcentrarse, conforme operen sobre él fuerzas
centrífugas o centrípetas.
Caracterización general: El fenómeno de la descentralización política se compadece en sus
presupuestos básicos con el sistema federativo. En ella coexisten las estructuras de gobierno del
Estado Federal central, las Provincias y los Municipios. Al contrario, la centralización política
significa adoptar el sistema opuesto, esto es, el unitarismo, que supone la existencia de un solo
núcleo centralizado del poder.
El tema de la Centralización y Descentralización administrativa supone determinar si el Estado sea
Central o Local, procede a autoadministrarse por intermedio de sus propios órganos o si lo hace
valiéndose de instituciones de tipo autárquico.
En el primer supuesto descrito estamos frente a la centralización administrativa, en el restante
hallamos la descentralización administrativa.
Alberdi creía advertir el germen de la descentralización política y administrativa argentina en la
institución de los cabildos (antecedentes hispánicos). Sarmiento y Alberdi afirmaban que el Cabildo
es la institución madre de nuestras libertades democráticas. Esta afirmación no es totalmente
correcta, puesto que el pueblo no intervenía en la elección de los miembros del cabildo, quienes
eran designados por los funcionarios salientes y luego el Virrey debía aprobar los nombramientos.

EL FEDERALISMO.
En este sistema, el poder se descentraliza de forma tal que existen varios estados: el Estado
Federal o nacional y los otros Estados, que son los Estados miembros que se encuentran
descentralizados y que reciben el nombre de provincias. El Estado Federal o Nacional es soberano,
mientras que las provincias son unidades autónomas, independientes unas de otras, que componen
nuestra federación. Que las Provincias no son soberanas se desprende de los artículos 5 y 31; que
son autónomas surge de los artículos 121 a 123. A partir de la Reforma de 1994, debe sumarse la
autonomía de la Ciudad de Buenos Aires (Art. 129 CN). La Constitución regula las competencias del
Estado Federal o nacional y de los estados locales o provinciales y coordina sus relaciones,
estableciendo un régimen indisoluble.
Entre los órganos, nacionales, provinciales y locales o municipales, hay relaciones de poder que se
ponen de manifiesto en autoridades, competencias, dominios y jurisdicciones diversas. Relaciones
que se engloban en el término genérico de FEDERALISMO. Sin Federalismo no hay Derecho
Público Provincial.
La Constitución es una Ley de participación, otro elemento de la forma federal.

Confederación y Estado Federal:


Confederación: los Estados confederados tienen los derechos de nulificación y secesión. Se trata de
una facultad de veto que tienen los Estados confederados sobre los procedimientos o actos del
Estado Confederacional Central. De esta forma un Estado Confederado puede rechazar una
resolución del Estado Confederacional Central, por considerarla incompatible con las prescripciones
constitucionales. Es así como puede propiciar la “nulificación del acto”. Si tres de las cuartas partes
de los Estados confederados aceptan el acto como enmienda de la Constitución, el Estado
confederado disidente puede admitirlo o retirarse –secesión- de la unión confederal.
Derecho a la Secesión: “un derecho natural del que ningún poder ni fuerza puede privar al pueblo de
cada Estado”.
Conforme a lo reseñado resulta notorio que la unión americana del Norte era de tipo
confederacional, caracterización que debe limitarse a 1865 –año final de la Guerra de Secesión
pues a partir de allí fueron dejados sin efecto los derechos de Nulificación y Secesión.
Desde entonces se debe admitir que los Estados Unidos de América participan de las
características del Estado Federal, y que sus Estados integrantes han dejado de ser Estados
confederados de un Estado confederacional para revistar como estados miembros de un Estado
Federal.
Carácter de Soberanos o autónomos de los Estados integrantes. En la variante del Estado Federal,
la autonomía de los Estados miembros se conecta con la presencia de las reglas de sujeción, que
colocan naturales límites a este carácter autonómico para así permitir la supremacía de las
instituciones federales, de la carta constitucional federal y del ordenamiento jurídico federal.

Diferencias:
Confederación: se fundamenta en un tratado.
Estado Federal: hace lo propio por medio de una Carta Constitucional. Conforme exista o no
delegación de competencias del conjunto de Estados integrantes a favor del Estado Central.

III – SOBERANÍA, AUTONOMÍA Y AUTARQUÍA EN EL ESTADO FEDERAL. CONCEPTOS.


Soberanía: Concepto: En el aspecto interno, la Soberanía supone la potestad suprema de otorgarse
una organización jurídico-institucional.
En el caso específico del Estado Federal, la soberanía es atributo exclusivo del Estado Federal
Central, única institución que en dicho ámbito carece de autoridad superior a ella.
La Soberanía es la capacidad que tiene el Pueblo para dictarse una Constitución, sin más límites
que sus propias determinaciones. Se trata de un poder supremo para actuar sin límites de ninguna
naturaleza, salvo la necesidad de adaptación a los entornos de su propio sistema de existencia,
necesidad que no se puede dejar de respetar, bajo el riesgo del actuar utópico o de que sus
determinaciones no consigan el reconocimiento de la comunidad internacional. Es decir, que la
Soberanía como idea puede ser absoluta, pero como ejercicio deberá respetar los
condicionamientos interno y externos a los cuales todo subsistema debe acomodarse. El pueblo no
puede ignorar su propia historia. El Pueblo es el asiento de la Soberanía, según el Art. 33 de la
Constitución Nacional, de modo tal que los derechos implícitos o no enumerados que puedan
inferirse de dicha norma, no son únicamente derechos de carácter individual sino derechos públicos,
es decir, aquellos que tienen sujeto activo a la sociedad como ente moral o colectivo.
En nuestro Estado Federal, la Soberanía la ejercen los poderes federales, es decir, el Poder
Constituyente nacional y nunca los poderes constituyentes provinciales. (Quiroga Lavié).

Autonomía: Es la facultad que tienen las provincias de un Estado Federal a los fines de darse sus
propias instituciones en el marco de su constitución provincial y reconociendo en todos los casos la
sujeción jurídica natural que la obliga frente al Estado Federal Central.
Autonomía Institucional: Conforme al Art. 5, las provincias dictarán para sí una Constitución, y según
el Art. 122, “se dan sus propias instituciones locales y se rigen por ellas”.
Para BAS la autonomía provincial consiste en la “facultad de organizarse, en las condiciones de la
Ley Fundamental, dictando sus instituciones con absoluta prescindencia de todo otro poder y de
ejercer dentro de su territorio el poder absoluto y exclusivo de legislación y jurisdicción, con relación
a todo asunto no comprendido en las atribuciones delegadas por la Constitución al Gobierno
Federal, respetando las garantías y limitaciones que la misma establece”.

Autocefalía: es la capacidad de una comunidad de darse sus propias autoridades sin intervención
de una instancia ajena a su propia comunidad.

Autarquía: es el derecho de autoadministrarse. Bielsa ha establecido los caracteres de la Autarquía:


1) Existencia de personalidad jurídica.
2) Presencia de fin y funciones públicas
3) Tenencia de ingredientes patrimoniales y financieros.
4) Subordinación controlada al poder central.
Distribución de Competencias en el Estado Federal
En el juego de los principios de participación y autonomía se desemboca en un reparto de
competencias entre los distintos órdenes de gobierno: el nacional y el provincial, el central y el local:
1) “Exclusivas del gobierno federal”: intervención federal, declaración del estado de sitio (Art. 23, 75
inc. 29 y 99 inc. 16); relaciones internacionales; dictar los Códigos de Fondo o de derecho común y
las leyes federales o especiales, etc. En general, y como principio, la casi totalidad de competencias
asignadas a los órganos del gobierno federal por la CN (Art. 75, 99 y 116), pueden considerarse
exclusivas del gobierno federal.
2) “Competencias exclusivas de las provincias”: dictar la constitución provincial; establecer
impuestos directos; dictar sus leyes procesales, y asegurar su régimen municipal y su educación
primaria, etc. Esta masa de competencias se encuentra latente en la reserva del Art. 121, y en la
autonomía consagrada por el Art. 122. Como principio, las competencias exclusivas de las
provincias, se consideran prohibidas al Estado federal. Las competencias exclusivas de las
provincias se desdoblan en: a) Las “no delegadas” al gobierno federal, y b) Las expresamente
“reservadas” por pactos especiales.
3) “Competencias concurrentes”: pertenecen en común al Estado federal y a las provincias:
impuestos indirectos internos y las que surgen del Art. 125 concordado con el Art. 75 inc. 18 e inc.
30.
4) “Competencias excepcionales del Estado federal”: son las que “en principio” y habitualmente son
provinciales, pero alguna vez y con determinados recaudos entran en la órbita federal. Así, el
establecimiento de impuestos directos por el Congreso, cuando la defensa, seguridad común. (Art.
75 inc. 2).
5) “Facultades compartidas por el Estado federal y las provincias”: no deben confundirse con las
“concurrentes”, porque las “compartidas” reclaman para su ejercicio una doble decisión integratoria:
del Estado federal y de cada provincia participante (una o varias). Ej., la fijación de la capital federal,
la creación de nuevas provincias (Art. 3 y 13), etc.

UNIDAD TEMATICA II
PARTE HISTORICA

Nuestro régimen pertenece al tipo de estado federal. Sus orígenes lo encontramos en la resistencia
del las gobernaciones, intendencias al centralismo del virrey español.
Desaparecido Moreno la Junta Grande aunque contaba con diputados del interior en su seno, tendió
al centralismo que se acentúo aun más con el primer triunvirato. Así reaccionaron los pueblos del
interior y aparecieron los caudillos, cuya primera figura fue José Artigas.
Alberdi verdadero inspirador de la carta fundamental de 1853 conocía la añeja controversia
unitarismo- federalismo. Y así hace un estudio de las bases enumerando los antecedentes federales
y unitarios. Allí deduce la imposibilidad de adoptar uno de los dos sistemas en forma pura. De ello
proviene su idea de un régimen mixto, dotado de principios generales de federalismo. Sin embargo
el resultado final fue la constitución de 1853 que convierte el ingrediente unitario en principio básico.
Pero curiosamente la convención provincial bonaerense, que reviso la constitución nacional en
1860, produjo reformas de tal entidad al punto de dar origen a una nueva carta fundamental.
La fuerte tendencia a la centralización ha sido promovida por las propias provincias que fueron
delegando en el Estado central diversos derechos de carácter económico (V. gr. percepción de
impuestos directos), con lo que lograron amputar buena parte de sus autonomías.

▪ Estados federales de excelencia.


A) República de Suiza: Es el ejemplo mas admirable, su esquema es armónico e inalterable y
continua regido por la carta constitucional de 1846, obra del jurista italiano Pellegrino Rossi. La
estructura helvética interna presenta la existencia previa a la unión federal de 22 cantones
autónomos, los que operan como verdaderos estados miembros.
B) Estados Unidos de América: con el dictado de la carta constitucional en 1787, la estructura se
transformo en una confederación basada en una constitución (1865) a partir de entonces y una
posterior reforma constitucional el esquema del país funciono como un estado federal basado en
una constitución.
C) República federal Alemana (hoy Alemania Unida) este sistema lucia como valioso. La
incorporación en bloque de la antigua republica democrática alemana (lo que significa la
reunificación del país teutón) abre un paréntesis interrogativo en su futura evolución.

▪ Estados Federales con incongruencia entre el sistema y el comportamiento:


A) República Argentina: Se trata de un sistema federal que muestra inclinación hacia el unitarismo,
del cual nuestro país es un lamentable ejemplo. La idea federalista que fue básica en los
pensamientos de Artigas y Dorrego, pasó por las miras unitarias de Alberdi (1852) y apareció en
1853 una constitución que sentaba el principio del federalismo, que luego se destruía con sus
contenidos por excepción unitarios.
Aparecen así varias características negativas.
a) La omnidependencia de todo el país con respecto a la ciudad de Bs. As.
b) La permanente intencionalidad del Estado federal en punto a intervenir en la autonomía de sus
estados miembros (intervención federal).
c) La propensión de la dirigencia de los estados miembros a someter sus asuntos a resolución entre
autoridades federales.
B) Brasil: El caso propio de Brasil es de resultados cercanos.

▪ Estados federales estructuralmente disminuidos:


A) Canadá: En esta situación constitucional la disminución que sufre el sistema federal tiene su
origen en el procedimiento adoptado para efectivizar la correspondiente distribución de
competencias, porque las facultades residuales quedan en poder del Estado federal central.
B) India: Aquí hay un federalismo empequeñecido. Los estados miembros de la federación Hindú
están privados de la facultad de dictarse su propia constitución.
1.3.3. Venezuela: es similar al caso anterior. No hay función judicial propia de los estados
miembros, siendo toda la administración de justicia de carácter federal.

▪ Los Estados federales en apariencia:


Se trata de supuestos de descomposición política.
El caso mexicano nos muestra una etapa de crisis de un régimen virtualmente partido único, que
desde la década de los años 30 posibilito el protagonismo exclusivo del PRI, factor que concentro el
poder haciendo un tópico en los hechos del federalismo que se pregonaba en los textos
constitucionales.
En la órbita soviética Lenin se declaraba partidario del llamado “Centralismo democrático”.
En cuanto a Checoslovaquia, Yugoslavia y la U.R.S.S están actualmente en proceso de mutación.

I - EL FEDERALISMO ARGENTINO. ANTECEDENTES. ETAPAS. DOCTRINA.


Historia del Federalismo Argentino.
▪ Periodo colonial: La casa de los Austrias, iniciada por Carlos I en 1516 y concluida por Carlos II en
1700, implanto un férreo concepto de centralización política y administrativa, hecho que elimina la
posibilidad de un federalismo de origen estatal.
Pero aparecen las evidencias, la oposición al centralismo y también la figura de Domingo Irala,
caudillo popular.
Alberdi y Sarmiento tienen a los cabildos como fuente manifiesta de democracia y federalismo, pero
Zucherino no lo acepta, puesto que el pueblo no intervenía en la elección de los miembros del
cabildo, quienes eran designados por los miembros salientes y luego el virrey debía aprobar los
nombramientos.
La casa de los Borbones, produjo atisbos de descentralización, basando esta postura en el hecho
de la Real Ordenanza de Intendentes con la que Carlos III parcializo el territorio del virreinato del río
de La Plata. Pero Zucherino sostiene que no puede confundirse una simple división de distritos
administrativos con una autentica descentralización política.
España enviaba en general como adelantados, virreyes, etc. a personas que se hallaban
marginadas de la corte, con lo que al llegar a América estos constituían cortes que no permitían el
ingreso de criollos.
En el caso particular del Virreinato del Río de La Plata, hay dos causas básicas y dos sectores que
dan su apoyo inicial a la revolución de mayo: 1) Por un lado una clase dirigente criolla que se ve
desplazada socialmente (generadora del proceso de mayo) y 2) por otro aparecen los pueblos del
interior desplazados económicamente.
▪ Periodo independiente: Es la época en que surgen los caudillos. Hay un grupo que planifico y otro
que acompaño. Esta división ya apunto en el cabildo abierto el 22 de mayo de 1810 cuando un
grupo pugno por la destitución del virrey. La intervención del pueblo a favor de la tesis más
revolucionaria, conducida por French y Berutti dio preponderancia al secretario Moreno quien
abogaba por decretar la independencia.
Cuando llega el Deán Fúnes del interior se une a Saavedra para disminuir la influencia del los
morenistas. Los diputados del interior solicitan su ingreso a la junta; Moreno replica que el asunto se
debía regir por el reglamento del 25 de mayo que disponía peticionar a las provincias el envío de
representantes para integrar un congreso.
La votación de la que participan los propios diputados del interior fue contraria a Moreno, que
renuncia y muere en alta mar al alejarse hacia Inglaterra.
La fracción porteña comenzó desde la Junta grande un gobierno centralista, centrado en Saavedra y
el Deán Fúnes. La creciente oposición a la política centralista de la junta grande se torno inaplicable
luego de la derrota del ejército del norte en Huaqui. El Deán Fúnes elimina a Saavedra quien va a
reorganizar las tropas del Norte. Crean luego el primer triunvirato, donde comienza a dominar la
figura de Rivadavia, el triunvirato disuelve la junta conservadora.
Pero los antiguos Morenistas se reunifican por medio de la segunda sociedad patriótica que fue
apoyada por Monteagudo a la que se sumo la presencia de San Martín y la formación de la Logia
Lautaro que pronto se enfrentó con el triunvirato.
Luego Belgrano enfrento a los realistas y los vence en 1812, lo que da por tierra con el primer
triunvirato.
El segundo triunvirato pone en practica los principios Morenistas-sanmartinianos. Se convoca a la
Asamblea de 1813, a la que Artigas envía diputados.
Como los de la fracción porteña entendían que gran parte del peligro provenía de la Logia Lautaro
tratan de dejarla sin orientación y enviaban a San Martín a Santa Fe. Así el bando porteño se negó
a declarar la independencia, no logro sancionar una constitución e instauro tan solo el directorio
supremo (primer ejecutivo unipersonal). El primer directorio a cargo de Posadas (acentúa su
propuesta centralista), pero comienza a atisbarse el federalismo con el estatuto de 1816 y en 1815
así mismo comienzan las sesiones de Tucumán, donde se discute la forma de gobierno a
adoptarse.
Predominan dos tendencias: la monarquía, sostenida por Belgrano que quería imponer una
monarquía incaica y la republicana.
El Congreso de Tucumán, reaccionando de la inercia revolucionaria de los últimos años y ante una
situación internacional adversa, tanto en Europa como en América procedió a declarar la
independencia.
Tendencias que se debatían:
Teoría Ortodoxa: La postura de Fray Santa Maria de Oro sostenía la necesidad de la consulta del
pueblo, pero no porque fuera republicano. El congreso eligió como director supremo a Pueyrredon
quien comete aciertos y errores, pero nuevamente la tendencia centralista aparece con la
constitución de 1819, pero los pueblos del interior, sobre todo del litoral se resistieron. Renuncia
Pueyrredon y lo sustituye Rondeau. En 1820 el directorio cae y toman situación López y Ramírez.
Se elige entonces como gobernador de Bs As a Sarratea que firmo unto con López y Ramírez el
Tratado de Pilar. Ramírez vence a Artigas pero en su contra se firma en Bs As el tratado de
Venegas, es vencido por López y por Bustos y luego fallece. Pero le quedaba a los porteños la
influencia de J.Busto. Llegando Rivadavia al poder se trato de manejar los destinos del país desde
Córdoba. Se llega en esta época al acuerdo del cuadrilátero. Luego se elige titular a Las Heras,
cuyo principal objetivo era servir a la organización nacional. Pero pronto el grupo rivadaviano
domina la asamblea y seguidamente se nombra a Rivadavia como presidente, que se sigue
dedicando a centralizar, comenzando por dictar la ley de capitalización. En 1826 se dicta otra
constitución unitaria que rechazan las provincias del interior. Rivadavia renuncia y asume
provisoriamente López. Hasta la reunión de la convención Nacional, sobre pautas que no se
concretan porque se disolvió el congreso.
Luego se nombra a Dorrego que intento unir al país bajo el federalismo, pero es depuesto y fusilado,
el efímero gobierno de Lavalle y Viamonte fueron puente para que llegara al poder J. M. de Rosas.
Rosas advierte que Rivadavia había cometido dos errores 1) carencia de apoyo popular y 2) falta de
flexibilidad en su trato con el interior.
Rosas advierte lúcidamente esto y comienza a lograr consenso popular, lo que hizo a través de la
predica federalista. Llega al gobierno en 1829 y acepta el pacto en 1831. Facundo Quiroga le pide
que organice la Nación y Rosas entre 1835 y en 1852 en ningún momento de tranquilidad para
ordenar la Nación. La Ley de aduanas mantiene la exclusividad.
Aparecen dos grupos jóvenes de gran importancia.
Echeverría (Generación de 1837)base de la futura organización del país y Urquiza.
Como Urquiza comienza a gobernar y trata de llegar a la organización prometida se promueve la
vuelta al pacto federal; se lleva a los gobernadores rosistas a San Nicolás y Leiva da forma al
histórico acuerdo.
Se comienza a perfilar la figura de Alberdi. Comienza a crecer vertiginosamente Bs. As. este
deterioro culmino con la derrota en Pavón.

Alberdi: antecedentes.
Antecedentes unitarios en la época colonial: unidad de origen español en la población Argentina.
▪ Unidad política de gobierno porque todas las provincias, formaban parte de un solo estado.
▪ Unidad de legislación civil, comercial y penal. En el procedimiento todos están sometidos a la Real
Audiencia, unidad territorial.
▪ Unidad de costumbres y de idiomas.

Antecedentes Unitarios en la época colonial y revolucionaria.


Campaña del desierto: Aparece el tema del desierto, Alberdi “gobernar es poblar”. Sarmiento
“Gobernar es primero educar y luego poblar”. Necesidad de respeto a las autonomías provinciales;
los pactos diversos; el acuerdo de San Nicolás.
Sistema Mixto en las bases:
Tópico del poder ejecutivo; toma como antecedente valido la existencia en la época de un poder
ejecutivo omnipotente.
Cuestión capital de la república; sostiene que el gobierno único debe residir en Bs As.
Ideal de progreso: sugiere poblar el territorio con ingleses.
Posición de Sarmiento y del Valle: Niegan la existencia de antecedentes validos que sirvan de base
al federalismo argentino, Sostienen como antecedente válido a la constitución Norteamericana (no
lo acepta Zucherino como antecedente).

Es así real que el sistema implementado por España en nuestro país no da pie al federalismo.
Tesis de Ramos Mejía.
Afirma que nuestro criterio federativos herencia del pueblo hispano. Los fenicios introducen en
España un gobierno basado en cuerpos colectivos que deja lugar a las libertades municipales. Los
romanos no derriban el reducto municipal. Luego se traslada el cabildo a Hispanoamérica. Pero
Zucherino dice que en realidad cuando los cabildos se instalan aquí es en pos de la defensa común
contra el poder real. Cuando los españoles venidos a menos en las cortes españolas sometieron
aquí a los indios y no permitieron el acceso a los criollos a la corte virreinal comenzaron las
revoluciones americanas.
Posición de Zucherino: Antecedentes del federalismo en la historia del país.
Sostiene que hay antecedentes federalistas en la época colonial, con el espíritu localista de reacción
popular contra el centralismo y en la etapa revolucionaria, por la protesta encarnada por los
caudillos.
En relación al régimen federativo acota que hay tres elementos básicos: orden político (nacido de la
puja entre provincias); orden económico (intereses de cada región); orden social (liberalismo
europeo en choque con las localidades mas provincianas).
Sostiene la existencia de antecedentes federativos en la historia del país en general. En la época
hispánica, en virtud del espíritu localista de reacción popular contra el centralismo de la capital
virreinal. En la etapa revolucionaria la protesta popular se encarna en los caudillos. Estos
antecedentes federativos tienen larga primacía entre sus similares unitarios por lo cual Zucherino
rechaza el sistema mixto que propugna Alberdi. No comparte el pensamiento de Sarmiento y del
Valle quienes consideran que la constitución de EEUU es el primer antecedente a tener en cuenta.
Conceptúa a la tesis de Ramos Mejía como inaplicable por lo de transplantar la experiencia hispana
en cuanto a los cabildos a la realidad político-social del país.
El interior acompaño en su mayoría a la gesta de mayo de 1810, pero al hacerlo los hombres del
interior pensaban que se prestaban a luchar contar la monarquía y un sistema centralista, pero en el
seno de la ciudad portuaria dos idearios se conjugaban: el uno era el de Moreno, que pretendía una
autentica revolución que nos diera independencia; el otro que tenia por cabeza a Cornelio Saavedra
que estaba integrado por ricos comerciantes porteños miembros del cabildo y la administración
virreinal. Aquí solo se iban a cambiar solo algunas cabezas pero el aparato quedaría igual en su
esencia. Al ser derrotado Moreno los pueblos del interior captan que todo era igual, que cualquier
sistema de gobierno era sometido para las provincias a través de Bs. As.
Así surgieron las montoneras y aquellos que luchaban en contra de los realistas, se dieron la vuelta
y dijeron contra la ciudad puerto y desataron la Guerra Civil.

II - PACTOS PREEXISTENTES: CONCEPTO; CLASIFICACIÓN Y CONTENIDOS.


Referente a este tema hay diferentes posiciones y cabe preguntarse ¿Los pactos preexistentes
comprenden también a los tratados con potencias extranjeras anteriores a la sanción de la
constitución?
Teoría totalizadora: Algunos autores sostienen que si, González Calderón los clasifica en tratados
internacionales donde incluye el tratado con Inglaterra de 1815 y el tratado con Francia de 1840 y
pactos interprovinciales, a los de Pilar (1820) Cuadrilátero (1822) tratados firmados entre 1827 y
1830, Pacto Federal de 1831 y el acuerdo de San Nicolás de 1952.
Teoría restrictiva: Dice que los pactos preexistentes son solo los acuerdos interprovinciales. Cabe
preguntarse también que extensión se debe dar a la categoría de pactos preexistentes, con relación
a nuestros acuerdos Inter estaduales.
Teoría genérica: sostenida por Demichelli, los divide en;
- Ciclo Monárquico constitucional (1811-1814)
- Ciclo de iniciación oriental (1813-1814)
- Ciclo del Litoral (1815-1822)- sub. ciclo de reconstrucción de la liga federal de 1815- sub. ciclo del
tratado de Pilar.
- Ciclo del Interior (1821 a 1822)
- Ciclo de Acefalía (1827)
- Ciclo de recuperación federal (1827-1828)
- Ciclo de liga unitaria del interior (1830)
- Pactos preliminares
- Actos Liga federal del Litoral (1831)
Teorías intermedias que se subdivide en( amplia , sostenida por Galletti) y donde intervienen el
tratado de Pilar y el de Venegas, el de cuadrilátero, el pacto federal y el acuerdo de San Nicolás.
Esa teoría sostiene que un pacto preexistente para ser tal debe tener concepto de Nación
preexistente, llamado a congreso por provincias con carácter general constituyente, (restrictiva
sostenida por Sagarna), los pactos preexistentes son los que se ocupan de las formas que las
provincias pueden dar a la organización. Tratado de Cuadrilátero; pacto federal; acuerdo de San
Nicolás; y (la absolutamente restrictiva que sostiene Alberdi), donde entra el pacto federal de 1831.
Teoría de Zucherino: Este sostiene que los pactos preexistentes son los que han venido a concretar
la unión nacional que haya venido a dotar al congreso a promover una estructura jurídica
totalizadora. Los tratados con las potencias extranjeras no integran las categorías de pactos
preexistentes; para la cátedra.
Entiende como pactos antecedentes, el tratado de Pilar, destinado a eliminar de la política a Artigas;
El Tratado de Venegas dirigido a la supresión política de Ramírez, Y el tratado de Cuadrilátero para
dejar de lado a Bustos. Y entiende como pactos preexistentes; al Federal de 1831; al protocolo de
Palermo de 1852 y el Acuerdo de San Nicolás.
A continuación pasaremos a referirnos en forma detallada a cada uno de los pactos antecedentes y
luego a los preexistentes.
▪ Pactos Antecedentes:
Tratado de Pilar: Sarratea asumió el mando y de inmediato parte hacia Pilar donde se reúne con
Estanislao López y Francisco Ramírez, con quienes firma un tratado por el cual los gobernadores de
Bs As, Sta Fe y Entre Ríos, se obligan a organizar el país bajo el sistema federal,
comprometiéndose a invitar al resto de las provincias a un congreso a reunirse en el Convento de
San Lorenzo en la provincia de Santa Fe (art1). Establece por su Art. 2 que el mismo día de la firma
del pacto, cesaran las hostilidades y los ejércitos de Entre Ríos y Santa Fe se retiraran a sus
respectivas provincias. Por el Art. 3 recuerdan a las provincias de Bs As(los gobiernos de Sta Fe y
Entre Ríos), el estado difícil y peligroso en que se encuentran las demás provincias con la amenaza
de invasión portuguesa desde Brasil y que oprime la banda oriental (provincia aliada), y solicitan su
ayuda (resulta sugestivo que la norma se limite a acordar la defensa de las provincias litorales
firmantes y no se arbitren los medios para formalizar la ayuda de la invadida banda oriental. Y el Art.
4 se pronuncia a favor del sistema intermedio de libre navegación para las provincias ribereñas.
Los Art. 5, 6, 7, 8 y 9 solo agregan circunstancias de menor importancia; pero el art. 10 si es el Art.
clave del pacto; en el se establece que el pacto será comunicado a Artigas y que la incorporación de
la Banda Oriental a las demás provincias federales será mirada como un dichoso acontecimiento; en
este art. se vuelve a adjudicar a Ramírez la calidad de gobernador de Entre Ríos, ahora agravado al
desconocer el protectorado de Artigas sobre las provincias litorales y reconocerlo solo como mero
gobernador de un territorio virtualmente ocupado por los lusitanos como era entonces la Banda
Oriental.
De todos modos Artigas; cuando se entera del triunfo de Cepeda espera que Ramírez al firmar el
convenio entre los vencedores y Bs. As. incluya la formal declaración de guerra contra los
portugueses; cuando lee la copia que le envía Ramírez del Tratado de Pilar, estalla en ira Artigas,
porque piensa que aquel lo ha traicionado. Esto hace que desaparezca Artigas del escenario de la
política Nacional.
Tratado de Benegas: Se firmo entre los diputados por Bs. As.; Dr. Mariano Andrade y Matías Patrón
y los Santafesino Dr. J. F .Seguí y Sr. Pedro Tomas de Larrachea.
Aquí estamos en presencia de un tratado de paz entre ambas provincias, que sita en su Art. 1 la
posibilidad de concretar luego un congreso nacional; reaparece desarrollado el tópico de la
organización nacional, pero surge desde Córdoba la pretensión de regentear el Congreso; del
caudillo cordobés J .Bustos que quiere llevar el centro de gravitación a su propia provincia. Por la
cláusula 3 se da pie para establecer a López a todos los elemento para enfrentar a Ramírez ya que
es libre el comercio de armas municiones y artículos de guerra.
En el art. 7 aparece la manifiesta influencia de Bustos en la realización del acuerdo y surge en forma
implícita una intente en contra de un gran ausente Ramírez. Este al anoticiarse del tratado de
Venegas comienza a comprender el engaño porteño que lo llevo contra Artigas y ahora intenta
lanzarlo en su contra a López y Bustos. Advierte que el Tratado del Pilar ya no se respeta por
cuanto cumplió su finalidad terminar con Artigas. En lo sucesivo se acatara el Tratado de Venegas
ahora destinado a eliminarlo a él de la escena política.
Tratado de Cuadrilátero: Firmado por Bs As el ministro de guerra coronel mayor de la Cruz; por
Santa Fe el secretario de gobierno Dr. J. F. Seguí; por entre Ríos el presidente del congreso
provincial Don Casiano Calderón y por Corrientes el cura de las ensenadas Don Juan. N. Gotilla.
Desaparecido Ramírez del entorno político, quedaba por cumplir el compromiso contraído en el
Tratado de Venegas de enviar diputados a Córdoba; para concretar la reunión del Congreso. Ello
implicaba dejar a Bustos como árbitro final de la organización nacional. Bs. As. hizo marchar con
marcado disgustos a sus representantes hacia Córdoba. En tanto la administración Ramírez a
través del ministro Rivadavia buscaba apoyo en López, para neutralizar a Bustos.
Este tratado ya en su primer Art. de la pauta directriz para procurar la dilatación de la reunión del
congreso nacional dando a demás la impresión de tener por inexistente el congreso convocado en
Córdoba en el Art. 4 ya van preparando el terreno frente a una posible reacción de Bustos. Después
de varias cláusulas destinadas a prevenir conflictos se arriba a una norma (la nº 7), de típico cuño
armamentista, que trae a primer plano los intereses del momento, esta ves contra Bustos lo cual
también hace que este pacto no se pueda considerar como preexistente, y quede en la clasificación
de antecedentes.
El Art. 13 encierra la disposición básica del tratado, se nota en ella la común voluntad de hacer
fracasar el congreso de Córdoba a través del sometimiento de las provincias del litoral que se
someten a la actitud de Bs. As retirando sus diputados del congreso citado. Unas vez finalizados
estos pactos, que Zucherino así como Bernard consideran antecedentes pasaremos a enumerar los
preexistentes donde entran el Pacto federal de 1831, el protocolo de Palermo de 1852 y el Acuerdo
de San Nicolás de 1852.
▪ Pactos Preexistentes:
Pacto Federal de 1831: Se firma entre los diputados Domingo Cullen en representación de Santa
Fe; J. M .Rojas y Patrón por Bs. As., y Antonio Crespo por Entre Ríos.
En este pacto se trata de robustecer la imagen de unidad entre las provincias aliadas y así se
declara la validez plena de todos los acuerdos anteriores que hubieran propendido a asegurar la
misma. Se recepta el sistema de río cerrado en uso exclusivo de las provincias signatarias, se
consagra la igualdad de derechos de los naturales de las provincias contratantes cualquiera sea el
estado provincias aliado de su residencia.
A partir del Art. 12 se refiere a la organización nacional se habla de firmar una comisión
representativa; una de cuyas atribuciones (inc. 5 Art. 16, punto clave de este tema), es verdadera
norma programática de organización nacional ya que invita a todas las provincias a reunirse en
federación por medio de un congreso federal general.
Protocolo de Palermo: por Bs. As. Vicente López; por entre Ríos Brigadier J. J de Urquiza; por
Corrientes, general Benjamín Virasoro y por Santa Fe Dr. M. Leiva.
Oportunidad Histórica de su firma
Derrotado Rosas en Caseros en 1852, Urquiza se propuso cumplir el compromiso que signo su
campaña: Dar al país su organización definitiva tantas veces postergada.
En este texto se reseña la evolución del manejo de las relaciones exteriores a lo largo de nuestras
vidas independientes anteriores. De ello surge acordar en forma provisoria hasta la reunión de un
congreso general el manejo de las relaciones exteriores en el general Urquiza.
Este protocolo reactiva el pacto funcional de 1831, permitiendo poner en funcionamiento el Art. 16
inc. 5 que sería el fundamento de la tarea organizativa del país. Esto hace que también este pacto
sea considerado preexistente.
Acuerdo de San Nicolás: Firmado por Entre Ríos y Catamarca, por Urquiza; por Bs As Vicente
López por Corrientes Virasoro; por San Luis Gral. Pablo Lucero, por San Juan Gral. Nazario
Benavides; por Tucumán Gral. Celedonio Gutiérrez, por Mendoza Pedro Pascual Segura; por
Santiago del Estero Manual Taboada; por La Rioja M. V. Bustos; y por Santa Fe D. Crespo.
Otorgada la firma del protocolo de Palermo había resurgido la antigua liga del Litoral, solo restaba
convocar a las restantes provincias para la tarea de organización nacional. Se decidió hacerlo en las
personas de sus respectivos gobernadores, todo ello llevaría a la firma del histórico acuerdo, de
donde se reconoce el pacto federal como estatuto basal de la organización nacional.
Se establece la libertad de circulación económica en todo el territorio nacional, eliminando así las
cuentas secas y anteriores.
Se establece el tiempo de instalación del congreso y modalidades de elección de diputados; se
estatuye la igualdad de derechos de todas las provincias y por eso la igualdad de representación de
sus diputaciones ante el Congreso. Establece así mismo la sanción de la constitución a través de la
mayoría de sufragios se dispone la concesión de inmunidades a los diputados durante el ejercicio
de sus mandatos; se impone al encargado de las relaciones exteriores la obligación de velar por la
buena marcha del congreso; se cita al congreso en la ciudad de Santa Fe; por el Art. 12 se estatuye
toda la programática posterior al dictado de la constitución completando así el proceso de
organización nacional. Se otorgan amplios poderes a Urquiza; por si fueran necesarios para
establecer la paz y el orden; se denomina a Urquiza como director provisorio de la confederación
Argentina.
El encargado de las relaciones exteriores debía proveer gastos y dietas de diputados; abrir y
controlar el congreso por sí o por un delegado; debía representar la soberanía y conservar la
individualidad nacional; conservar la paz interior; asegurar las fronteras durante el periodo
constituyente; defender la república de cualquier pretensión extranjera y velar por el cumplimiento
del acuerdo.
Debía Urquiza reglamentar la navegación de los ríos interiores: las rentas fiscales; la administración
de correos; la creación y mejora de aminos públicos y de postas de bueyes para transporte de
mercaderías.
También el acuerdo disponía que las provincias debieran adoptar con lo producido por las aduanas
exteriores, a formar un fondo para sufragar los gastos de administración hasta la instalación de las
autoridades nacionales a quienes exclusivamente competiría el establecimiento permanente de los
impuestos nacionales.

III - LAS PROVINCIAS ARGENTINAS. CONCEPTO INSTITUCIONAL Y FORMACIÓN. CARTAS


PROVINCIALES ANTERIORES A 1853.
Concepto Institucional: Debe entenderse por provincias argentinas a los estados miembros que
integrando al Estado Federal Central gozaban de autonomía, lo que les permite el dictado de sus
propias cartas fundamentales y la organización de sus instituciones, todo ello enmarcado en las
pautas generales que les impone el ordenamiento jurídico federativo.
Las provincias detentaron desde los días de la emancipación hasta 1853 el carácter de verdaderas
personas de Derecho público.
Formación:
En 1776 Carlos III decide la creación del Virreinato del Río de La Plata con capital en Bs. As. En
1782 el territorio queda dividido en ocho gobernaciones. Ellas son:
1) Buenos Aires (Compuesta por Bs. As.; provincias del litoral y la totalidad de la Patagonia).
2) Córdoba del Tucumán (Córdoba; la Rioja; Cuyo; Mendoza; San Luis; San Juan)
3) Salta de Tucumán (Santa; Santiago del Estero; Tucumán; Jujuy; Catamarca)
4) Paraguay (Parte Oriental del territorio paraguayo)
5) Cochabamba (ubicada en el alto Perú actual territorio boliviano)
6) Chuquisaca (Ubicada en el alto Perú)
7) Potosí (parte del territorio boliviano y chileno)
8) La Paz (ubicada en el Alto Perú)
▪ Gobiernos militares subordinados (Montevideo; Chiquitos; Misiones y Moxos).
Después de la revolución de mayo; los pueblos del interior se fueron adhiriendo con la esperanza de
concretar un gobierno que respetara las necesidades de sus localismos. A partir de la creación del
directorio se hizo presente la tendencia unitaria, que a veces se unió con el intento de instalar una
monarquía.
Esta situación da nacimiento a protestas y aparecen los caudillos.

Proceso de disolución de gobernaciones- Intendencias.


▪ Gobernación – Intendencia de Bs. As.
Buenos Aires: La provincia de Buenos Aires adquiere su autonomía luego de la caída de las
autoridades nacionales en Cepeda: se designa entonces gobernador a Manuel de Sarratea.
Santa Fe: La sublevación de Fontezuela, en contra de Alvear promueve en Santa Fe en inicio a
favor de su autonomía. En el año 1815 la provincia se declara tal y concreta la designación de
Antonio Candiotti como gobernador.
Ignacio Álvarez Thomas envía un ejército en su contra que es derrotado por Mariano Vera y
Estanislao López.
En 1816 por el pacto de Santo Tomé Bs. As. reconoce la autonomía santafesina. En 1818
Estanislao López concreta la autonomía provincial en forma definitiva; auque Pueyrredon organiza
un nuevo intento de sostener a la provincia, pero todos los intentos fracasan y Santa Fe encara la
labor constitucional y en 1819 sanciona su estatuto provisorio.
Entre Ríos: En cuanto a esta provincia, en 1815 Posadas crea la provincia como forma de poner
freno a la influencia Artiguista. Bajo el directorio de Pueyrredon se tuvo noticias en Bs. As. de que
algunos jefes artiguistas se pronunciarían a favor de la causa territorial. Se decidió enviar tropas
para retomar el control del suelo entrerriano. En 1817 el capitán artiguista Hareñu hizo pública su
adhesión al directorio.
Pueyrredon despacho entonces un contingente al mando de Montes de Oca, que fue derrotado por
Ramírez.
Reincidió Pueyrredon y envió a Marcos Balcarce que nuevamente derroto a Ramírez. Poco después
el propio Ramírez ya gobernador declaro la autonomía provincial.
En 1820 proclama la republica de Entre Ríos.
Al morir depuse de López Jordán, conduce la provincia Lucio Mansilla. Durante su mandato en
1822, se sanciona el estatuto provisorio.
Corrientes: mereció su sublevación a rango de provincia en 1814, la derrota de artigas sometió a
Corrientes a la influencia de Ramírez quien incorporo esta provincia a la república de entre ríos,
pero su muerte la libero de esa incorporación. Bajo el gobierno de Atienza ve la luz el reglamento
provisorio constitucional de 1821.
Territorios Nacionales: referente a las restantes provincias de esta gobernación ya en la etapa
constitucional, fueron organizadas en territorios nacionales y recién en nuestro siglo adquirieron
categorías de provincias.
▪ Gobernación-Intendencia de Córdoba del Tucumán:
Córdoba: logra su autonomía en 1820 con Bustos, quien logra su designación como gobernador
autónomo y el año siguiente inspira la sanción del reglamento provisorio para Córdoba.
La Rioja - Cuyo: consigue su separación de Córdoba en 1820: Cuyo dejo de pertenecer a esta
gobernación intendencia a fines de 1813 cuando la asamblea de ese año creo la gobernación
intendencia de Cuyo y en 1820 las tres provincias que la componen logran su autonomía.
(Mendoza; San Luis; San Juan).
▪ Gobernación-Intendencia de Salta del Tucumán:
En 1814 se crea la Gobernación intendencia de Tucumán que comprendía los territorios de
Tucumán; Catamarca y Santiago del Estero) con lo que se separó de la gobernación intendencia de
Salta de Tucumán.
Tucumán logra su constitución de la republica de Tucumán en 1820. Santiago del Estero lo mismo y
Catamarca en 1821.
Salta sanciona su estatuto en 1821 y Jujuy es la última provincia que se separa y elabora su primer
estatuto en 1835.

Ahora ampliamos conceptos sobre la formación de las provincias.


Buenos Aires: Tuvo el papel mas importante y trascendente en la organización institucional. Como
ciudad portuaria, desde los primeros tiempos de la conquista, debió gravitar en los acontecimientos
del Río de La Plata.
Después de la batalla de Cepeda se elige como gobernador a Sarratea, a quien sucedieron los
generales Balcarce y Soler. Asegurándole la situación por acción de Dorrego, que abrió el camino
para la junta de representantes, eligiéndose como gobernador a Martín Rodríguez.
En 1829 asume J. M. de Rosas que en 1852 es derrotado por Urquiza.
Buenos Aires, luego de un lapso de segregación se anexa como provincia al resto de la
confederación por el pacto de San José de Flores de 1859.

Córdoba: Bustos retuvo en sus manos los destinos de Córdoba; reúne una asamblea que declara la
soberanía y libertad de la provincia, sin subordinación a ninguna otra, sin perder de vista la
aspiración común de la unión nacional.

UNIDAD TEMATICA III


EL PODER CONSTITUYENTE EN EL ESTADO FEDERAL

I - PODER CONSTITUYENTE. CONCEPTO. TITULARIDAD. CLASIFICACIONES.


- Para Bidart Campos: Poder Constituyente es la competencia, capacidad o energía para constituir o
dar constitución al Estado, es decir, para organizarlo, para establecer su estructura jurídico-política.
- Para Quiroga Lavié: es una relación social que como tal, integra el campo de estudio de la
sociología. Es la relación social de mando y obediencia a través de la cual la sociedad establece la
distribución y el modo de ejercicio monopólico de la fuerza en ella. El Poder Constituyente, dice, es
un ser social y no un deber ser; es proceso político y es producto jurídico, es un dato verificable
empíricamente y no un objeto captable metafísicamente.
- Para Zuccherino: es aquella determinación emanada del pueblo (Poder Constituyente originario) o
de la Constitución anterior (Poder Constituyente derivado) que es soberana en el caso del Estado
Federal Central (Poder Constituyente de 1º grado) y autónoma en el supuesto de los Estados
miembro (Poder Constituyente de 2º grado) encaminada a concretar el basamento de un
ordenamiento jurídico por medio del dictado de la Primera Carta Fundamental o de la revisión total o
parcial de la Const.
- Para Messineo: es “una facultad de acción, que deriva del derecho originario de la colectividad a
proveer a su organización política y jurídica, estableciendo e imponiendo, como regla obligatoria de
conducta, una Constitución”. Es aquel poder o voluntad creadora al que toda comunidad echa
mano, en un momento histórico determinado para organizarse política y jurídicamente a través de
una norma fundamental que le da validez y sustento al Estado que con ella se crea.
- Para Sánchez Viamonte, el poder constituyente, como función, entra en reposo, pero permanece
vivo y operante en las disposiciones constitucionales en las cuales adquiere estabilidad. Su ejercicio
no se agota. Permanece en estado de latencia, apto para ponerse de nuevo en movimiento cada
vez que sea necesaria la revisión de la Constitución o la reforma parcial de ella.
El poder constituyente puede ser originario o derivado. Es originario cuando se ejerce en la etapa
fundacional del estado, para darle nacimiento y estructura. Es derivado cuando se ejerce para
reformar la constitución (Bidart Campos).
Para Quiroga Lavié, si el llamado poder constituyente derivado se sujeta a normas y limitaciones
cuando reforma la constitución, lo hará porque le resulta conveniente o porque, por razones de
oportunidad política no juzga beneficioso apartarse de ellas.
Para este autor, no hay diferencias entre el poder constituyente originario y derivado, en el sentido
de que uno sea supremo y otro no. La diferencia sólo existe de hecho: si el poder constituyente
cumple con las disposiciones constitucionales que regulan su acción, se lo denomina derivado
(procesalmente); y si no lo hace, se lo denomina originario. El derivado puede modificar en “el todo
o en partes” a la constitución y provocar una revolución igual que el originario.
También cabe reputar poder constituyente originario al que se ejerce en un estado ya existente (o
sea después de su etapa fundacional o primigenia) cuando se cambia y sustituye totalmente una
constitución anterior con innovaciones fundamentales en su contenido.
El poder constituyente originario tiene como titular al pueblo o la comunidad, porque es la
colectividad toda la que debe proveer a su organización política y jurídica en el momento de crearse
el estado. La noción responde a la búsqueda de la legitimidad en el uso del poder constituyente
originario.
El preámbulo de nuestra constitución de 1853-1860 acoge este principio definitorio cuando incluye
la fórmula de “nos los representantes del pueblo...”.
Esa residencia o titularidad del poder constituyente en el pueblo sólo debe reconocerse en potencia,
en el sentido de que no hay nadie investido para ejercerlo; y no habiendo una forma concreta
predeterminada por Dios ni por la naturaleza para constituir a cada estado, la decisión queda librada
al conjunto de hombres que componen la comunidad. El ejercicio “en acto” de ese poder
constituyente se radica “en razón de eficacia” en quienes, dentro del mismo pueblo, están en
condiciones, en un momento dado, de determinar la estructura fundacional del estado y de adoptar
la decisión fundamental de conjunto. Son, las condiciones socialmente determinantes en razón de
lugar y de tiempo, las que espontáneamente confieren eficacia histórica a la voluntad de un hombre
o de un grupo, con suficiente base de participación y de consenso de toda la comunidad.

II - PODERES CONSTITUYENTES DE PRIMERO, SEGUNDO Y TERCER GRADO: CONCEPTOS


Y DISTINCIONES.
El Estado Federal se caracteriza por la coexistencia de dos órdenes jurídicos superpuestos: el de
cada uno de los Estados miembros y el del Estado Nacional que ellos integran.
Para Fernando Luna, Dardo Pérez Giulhou y Bidart Campos la Constitución que responde al tipo
tradicional historicista es aquí y ahora, actualmente, Constitución; tiene vigencia y funciona como
Constitución real o material, haciendo sobrevivir el pasado en el presente, manteniendo actuales
ciertas estructuras que arrastran su vigencia desde el pasado...
El poder Constituyente es De Primer Grado cuando es ejercido por el Estado Federal Central, ya
sea para dictar su primera Carta Fundamental (Poder Constituyente Originario) o para proceder a su
reforma (Poder Constituyente Derivado).

P. Const. Cuando emana del pueblo y propende al dictado de la


ORIGINARIO primera Constitución del Estado Federal Central.
P. Const. DE
PRIMER GRADO

P. Const. Cuando surge de la Carta Fundamental anterior y se


DERIVADO encamina a su reforma total o parcial.
(En todos los
casos es soberano)

El Poder Constituyente De Segundo Grado supone una determinación autónoma de los Estados
Miembros, ejercitada en forma individual por cada uno de ellos, con la finalidad de sancionar su
primera Constitución (P. Const. Originario) o a los efectos de procurar su enmienda total o parcial
(P.Const. Derivado).
En el caso argentino sirven de límite a las Constituciones Provinciales los requisitos del artículo 5º
de la C.N.

P. Const. Cuando emana del pueblo y propugna al dictado de la


ORIGINARIO primera Constitución del Estado Miembro.
P. Const. DE
SEGUNDO GRADO

P. Const. Cuando surge de la Constitución Estadual anterior y


DERIVADO tiende a su reforma total o parcial.
(En todos los casos
es autónomo)

El tópico referido a la existencia o no de un Poder Constituyente De Tercer Grado que se refiere


concretamente a la esfera municipal, se vincula con una añeja controversia: la que enfrenta los
Municipios de Delegación (Tesis Tradicional) con los Municipios de Convención (Tesis Moderna).
Zuccherino se define por ésta última siguiendo así las huellas de Lisandro de la Torre, la
Constitución Santafesina de 1921 y de Adolfo Korn Villafañe y la Escuela de La Plata. En definitiva,
los Municipios de Convención ofrecen la figura de un Poder Constituyente de Tercer Grado.

Poder P. Const. Cuando emana del pueblo y se propone el dictado de


Constituyente ORIGINARIO la Primera Carta Orgánica por parte del Municipio
DE TERCER respectivo.
GRADO

P. Const. Cuando surge de la Carta Orgánica anterior del


(En municipios DERIVADO Municipio y tiende a su enmienda total o parcial.
de Convención
es autonomo)

La validez y la vigencia.
La validez constitucional es el criterio para determinar la pertenencia de una Constitución dentro de
un sistema u ordenamiento jurídico. Una Constitución es válida cuando pertenece a un determinado
ordenamiento.

III - LÍMITES DEL PODER CONSTITUYENTE. LA REFORMA CONSTITUCIONAL. CONTENIDOS


DE LAS CARTAS PROVINCIALES ARGENTINAS.
Distinción previa.
James Bryce clasifica las Constituciones en Rígidas y Flexibles. Las primeras son aquellas Cartas
que vedan su enmienda por vía de un procedimiento legislativo ordinario. Por el contrario,
Constitución Flexible es aquella pasible de modificación por el referido procedimiento. La rigidez de
la constitución puede ser orgánica si la enmienda constitucional debe concretarse a través de un
órgano especial, distinto de los legislativos (Convención, Asamblea, etc.). La rigidez formal, se
concreta la reforma queda a cargo de los órganos comunes, pero conforme a un procedimiento
agravado.
Bidart Campos habla de mutaciones constitucionales. Las leyes que se dictan en un momento
determinado, por solemnes que sean, no resisten la influencia de la vida que las retoca, las pule, las
transforma y también las abroga.
Mutación constitucional: es el fenómeno que se produce en los estados cuyas constituciones
escritas, sin someterse a la reforma formal, adquieren un sentido nuevo, un contenido distinto, una
interpretación diferente, o llegan a perder vigencia por un uso contrario según el autor
“desconstitucionalización” .
Mutación por adición: Ciertos usos y costumbres constitucionales implantan una práctica no prevista
por sus disposiciones.
Mutación por disminución: Se produce cuando ciertos ámbitos de la constitución escrita pierden
vigencia.
Mutación por interpretación: Opera por el uso de normas constitucionales con un sentido distinto al
que surge de la finalidad perseguida por la constitución.
Mutación por desconstitucionalización: Importa una mutación casi total, la constitución escrita pierde
vigencia como totalidad, como complejo normativo.
Para Bidart Campos, la reforma formal de la constitución atiende a los procederes normados y las
mutaciones constitucionales implican un ejercicio material del poder constituyente, y por ende, en
sentido lato también es una reforma constitucional.

Sistemas de reformas constitucionales.


1) El que se efectúa por las propias Legislaturas locales y que fuera el sistema adoptado en 1949,
con motivo de la reforma de la C.N., oportunidad en la cual se dispuso autorizar a las Legislaturas
provinciales a modificar totalmente sus constituciones para adaptarlas a los “principios,
declaraciones, derechos y garantías” que se consagraban en esa reforma nacional.
2) Sistema de reforma por Convenciones, que es el dominante en nuestro país.
3) Reforma efectuada por la Legislatura, pero “ad referéndum” del pueblo; que se aplica en algunas
provincias argentinas para la modificación de uno o dos artículos.
4) Sistema de reforma por Convenciones “ad referéndum” del pueblo, que se aplica en algún Estado
norteamericano.
5) Reforma por iniciativa popular y “ad referéndum” del pueblo.

Reforma total o parcial.


La reforma total o parcial ha sido prevista por todas las Constituciones provinciales, mediante un
procedimiento que consta de dos etapas, ante las legislaturas y ante las Convenciones
reformadoras y, eventualmente, una tercera etapa que es intermedia y consiste en la aprobación por
parte del pueblo de la convocatoria a la Convención.
Primera etapa ante la Legislatura.
Corresponde a la Legislatura declarar la necesidad de la reforma total o parcial de la Constitución, la
cual debe ser aprobada por una mayoría de dos terceras partes de los miembros de cada Cámara,
en los regímenes bicamerales, o de la Cámara en aquellos casos en que el sistema sea unicameral.
En cuanto a la posibilidad de que la declaración de necesidad de reforma sea vetada por le Poder
Ejecutivo, algunas constituciones provinciales expresamente lo prohíben; otras, en cambio, lo
admiten.
Respecto al contenido de la reforma, varias constituciones exigen que con la declaración de
necesidad se fijen los temas, puntos o artículos que se proponen para su reforma a la Convención
(Art. 111 Const. de Río Negro).
Segunda etapa ante la Convención Constituyente.
La reforma propiamente dicha se lleva a cabo ante una convención especial constituida a ese efecto
a la que comúnmente se denomina “Convención Constituyente” o “Convención reformadora” y cuyo
modo de integración, condiciones de elegibilidad, incompatibilidades, inmunidades y privilegios son
establecidos por las propias constituciones.
Es común, también, que las constituciones locales establezcan el lugar o sede de las deliberaciones
de la Convención, también, en algún caso, se ha facultado expresamente a las mismas
Convenciones a establecer la sede (Río Negro, Art. 116, aunque el lugar de la primera sesión debe
determinarse por la ley de convocatoria, Art. 111).
La fijación del lugar de reunión, sea por la Constitución como por la ley de convocatoria, importa un
límite a las facultades de la Convención reformadora y que de ninguna manera puede soslayarlo o
modificarlo, como bien lo ha dicho el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro en fallo recaído el
30 de diciembre de 1987.
En cuanto al plazo de duración de las sesiones, dentro del cual la Convención debe producir la
pertinente reforma, ha sido fijado por algunas Constituciones (Neuquen, Art. 292, de 3 meses
prorrogables por otro período por la misma Convención). La Constitución de Río Negro (Art. 112) ha
dispuesto un plazo máximo de doscientos cuarenta (240) días cuando se trate de reforma total y de
ciento cincuenta (150) días, para el caso de reforma parcial, ambos plazos prorrogables por la
propia Convención en un máximo de la mitad de ambos términos.
Las Convenciones reformadoras tienen límites formales y materiales que circunscriben la tarea que
deben cumplir, por ser un poder subordinado, no pudiendo “desligarse del ordenamiento anterior de
donde encuentra su legitimidad y a la vez en la medida en que sea ejercido dentro del marco
constitucional, tomando ahora el concepto de constitución material, tendrá, además de validez,
vigencia”.
Tales limitaciones formales y materiales, surgen de la Constitución de la Nación (Art. 5 y 31), y de
las propias constituciones provinciales y leyes que declaran la necesidad de la reforma, a más de
aquellos contenidos pétreos.
En cuanto a los límites formales dispuestos por las propias constituciones provinciales, están
referidos a los plazos de duración de las sesiones, el modo de integración de las convenciones, etc.,
pero es posible que también se incluyan limitaciones sustanciales que impiden la modificación de
ciertos principios o normas (por Ej., en Bs. As., el Art. 31 “La libertad de enseñar y aprender no
podrá ser coartada por medidas preventivas”).
Las leyes que declaran la necesidad de la reforma constitucional también pueden poner límites
formales y materiales a la actividad de las convenciones.
Algunas constituciones provinciales exigen que la ley de declaración de necesidad de reforma debe
especificar los temas, puntos o artículos que se proponen a la Convención para ser modificados y,
consecuentemente con esta exigencia, algunas prohíben a las convenciones apartarse del temario
propuesto (Río Negro, Art. 117).
Al distinguir entre reforma total y parcial, se entiende que en esta última debe indicarse las
disposiciones sobre las que versará la reforma, de lo contrario ambas se confundirían y la previsión
del constituyente no tendría sentido.
La Convención reformadora ejerce poder constituyente derivado por delegación del pueblo,
depositario originario de tal potestad, y debe ejercerlo dentro de los límites de su mandato.
Por ello entiende Fernando Luna, junto a Salvador Dana Montaño que la pretendida soberanía que
en algunos casos han esgrimido las convenciones reformadoras para apartarse del temario
propuesto para ser modificado, “constituye un malísimo, un pésimo antecedente, o precedente que
no dejará de ser invocado en le futuro por todas las mayorías, naturales o accidentales, por
coaliciones circunstanciales... para legalizar de algún modo las violaciones más groseras a los
principios elementales que rigen la vida y el funcionamiento de los órganos representativos de esta
naturaleza.
Tercera etapa intermedia: consulta popular.
Algunas constituciones provinciales han previsto, para el caso de reforma total o parcial, una tercera
etapa que es intermedia entre la declaración de necesidad de la reforma hecha por la Legislatura y
la reforma propiamente dicha que debe realizar la Convención y consiste en someter a la opinión del
pueblo sobre si apoya la convocatoria a la Convención Constituyente (Art. 221, Mendoza).
Al respecto señala Pérez Guilhou en referencia a la Constitución de Mendoza, que es importante
“recordar que los mecanismos complicados y difíciles que prevé la Constitución provincial para su
reforma haciéndola rígida, no responden a un prurito de formalismo, sino a una valoración de
esencia y profundidad del sistema republicano que pretende salvar el principio de legalidad y
continuidad”.
Es evidente que esta instancia, constituye un acto de verdadera democracia participativa que abre
canales de comunicación entre la sociedad y el poder y que legitiman las decisiones de éste.
Reforma de sólo uno o dos artículos.
Diversas constituciones provinciales admiten la posibilidad de que la reforma a uno o dos artículos
se efectúe por las legislaturas con ratificación posterior del pueblo mediante referéndum.
La reforma de un artículo y sus concordantes, es el sistema seguido por Río Negro, Art. 119, con la
salvedad que este procedimiento de reforma no puede ser utilizado para la modificación de la
primera parte de la Constitución, referida a “Declaraciones Generales-Derechos-Garantías y
responsabilidades”, ni tampoco respecto de la sección correspondiente a la reforma constitucional.
Simples enmiendas que no alteren el espíritu de la Constitución, adoptado por Neuquén, Art. 300,
de lo que se infiere que es posible modificar más de dos artículos mediante este procedimiento,
pero cuidando que no se altere el espíritu que encierra esa Constitución.
No debe olvidarse que toda modificación constitucional debe ser de interpretación restrictiva: dado
la trascendencia e importancia del acto que se realiza, en función de la jerarquía de la norma que se
pretende reformar, y también para salvar los principios de estabilidad, continuidad y legalidad.
Inconstitucionalidad de una reforma constitucional.
Una reforma constitucional, ¿puede ser declarada inconstitucional? Este problema ha sido debatido
en el campo de la doctrina, y fue objeto de controversia, especialmente en los Estados Unidos de
América, en donde a la luz de la jurisprudencia y de la opinión de diversos autores, últimamente es
apoyada ampliamente la tesis de que es posible declarar la inconstitucionalidad de una reforma a la
Constitución.
Recién con fecha 20/09/1963, en el caso “Guerrero, Juana Ana Soria de, c/ Bodegas y Viñedos
Pulenta Hnos.”, la Corte Suprema de Justicia ha debido encarar la cuestión de inconstitucionalidad
de una reforma, con referencia a la de 1957, que añade a la ley fundamental el Art. 14 bis. La
impugnación se hizo en razón de entender que ese artículo no había quedado válidamente
incorporado a la Constitución, prevista en el reglamento de esta última para aprobar el acta y la
versión de la sanción. La Corte consideró el problema como no judiciable, con el voto en disidencia
del doctor Luis M. Boffi Boggero, que estimaba que la cuestión era “justiciable”.
Dentro de nuestro sistema institucional, corresponde al Poder Judicial la función de controlar la
constitucionalidad de las leyes, convirtiéndose así en el verdadero guardián de la Constitución. De
acuerdo con esto, se pregunta el profesor Rodolfo Berardo: ¿Podrá el Poder Judicial declarar
inconstitucional ya no una ley sino una reforma a la ley fundamental de la Nación o de una
provincia? Para responder a este interrogante debemos encarar su estudio desde dos puntos de
vista:
a) considerar el aspecto de forma (procedimiento), y
b) el aspecto de fondo (contenido de las reformas constitucionales).

Tomaremos para su análisis la C.N., aunque lo que sostenemos es también válido para las
constituciones provinciales (Berardo).
a) En el Art. 30 C.N. se dispone: “La Constitución puede reformarse en el todo o en cualquiera de
sus partes. La necesidad de reforma debe ser declarada por el Congreso con el voto de dos
terceras partes, al menos, de sus miembros; pero no se efectuará sino por una Convención
convocada al efecto”. O sea, la reforma debe hacerla una Convención. La declaración del Congreso
no obliga a la Convención; según unos autores, los poderes de ésta son plenos y absolutos, en el
sentido de que, por ser elegida popularmente, investida por la soberanía nacional, con el mandato
especial de resolver sobre la reforma de la ley fundamental, procede con plena libertad, sin ser en
manera alguna trabada por la declaración previa del Congreso. Y, en cambio, son limitados, según
otros, en cuanto ella no puede revisar más puntos que aquellos comprendidos en la ley de reforma.
La Constitución es la ley suprema de la Nación, y, por consiguiente, a sus prescripciones deben
ajustarse necesariamente las normas inferiores. Las normas constitucionales son preferentemente
formales en el sentido de que primero establecen el procedimiento para la producción de normas
inferiores; en consecuencia, si estas normas inferiores no han sido producidas de acuerdo con la
forma que señala la superior, carecen de validez.
Con arreglo a lo expuesto, si se introduce una reforma a la Constitución violando el procedimiento
que la Constitución señala, resulta afectada la validez lógica de la reforma y entonces los jueces
podrían declarar inconstitucional la reforma introducida.
Sin embargo, conforme a nuestro derecho vigente a través del derecho judicial, no hay control
judicial de constitucionalidad de la reforma, porque la jurisprudencia de nuestra corte tiene
establecido que se trata de una cuestión política no judiciable: tal fue lo resuelto en el caso
“Guerrero de Soria c/ Bodegas Pulenta”, fallado el 20 de septiembre de 1963.
En el derecho público provincial hay pautas favorables a la justiciabilidad de una reforma de la
constitución provincial ( Mendoza en 1.989, Tucumán en 1.990).
b) Entramos a tratar la cuestión de fondo de una reforma constitucional.
La C.N., ha sido hecha para asegurar la unión y la armonía; a tal fin, era indispensable que ella
fuese suprema, y de este modo lo establece en el Art. 31, cuando dice que es ley fundamental de la
Nación, o sea que no hay ninguna superior a ella, y por lo tanto todas las leyes, ya sean nacionales
o provinciales, deben estar de acuerdo y en concordancia con lo que prescriben sus disposiciones.
Frente a esta norma suprema de la Nación, si se propicia una reforma y ésta vulnera el fondo, es
decir, la esencia de la Constitución, nos preguntamos (Berardo): ¿Puede dicha reforma ser
declarada inconstitucional?
Reformar una Constitución es modificar o enmendar la Constitución vigente. Es ésta una facultad
extraordinaria, y como dice Carl Schmitt, dicha facultad no es ilimitada. En el marco de una
regulación legal-constitucional, toda competencia es limitada. Agrega este autor que “una facultad
de reformar la Constitución atribuida por una normación legal-constitucional significa que una o
varias regulaciones legales-constitucionales pueden ser sustituidas por otras regulaciones legales
constitucionales, pero sólo bajo el supuesto de que queden garantizadas la identidad y continuidad
de la Constitución considerada como un todo”. Cuando las constituciones determinan dentro de su
mismo articulado, limitaciones al contenido de cualquier ulterior reforma, todo se reduciría a la
observancia de normas constitucionales expresas y categóricas. En estos casos, la ley que convoca
a la Asamblea Constituyente para considerar la reforma de esos artículos carecería de validez, pues
dicha reforma no puede encararse por vía constitucional, ya que esa misma ley suprema, de la cual
deriva la validez del ordenamiento jurídico inferior, se encarga de establecer para siempre que
determinadas normas no podrán dictarse. Para modificar ese artículo el ordenamiento establece la
forma que debe seguirse, pero además está dando un contenido que la norma inferior no debe
desconocer.
Pero si esas reformas no afectan la “identidad y continuidad de la Constitución considerada como un
todo”, es decir, atienden exclusivamente al derecho positivo encerrado dentro del orden legal de la
Constitución, no al derecho natural, porque eso sería excederse de los límites del problema y
abarcar toda la ciencia del derecho, o sea que pasaría a ser una teoría general del derecho. El
derecho natural lo debemos utilizar para interpretar una norma constitucional, puesto que el derecho
natural, al incorporarse al positivo, nos da su sentido.
Decimos que una norma es válida cuando a sido creada conforme a las estructuras normativas que
regulan la producción misma de las normas jurídicas. Siempre nos estamos refiriendo a un
ordenamiento legal cuya “identidad” o unidad debe ser respetada. En consecuencia, si una reforma
se encuentra en pugna con el ordenamiento legal que la propia Constitución ha impuesto, con sus
principios fundamentales, esa reforma puede ser declarada inconstitucional. En caso contrario, o
sea, en el de aceptar esa reforma, estaríamos frente a una desnaturalización del ordenamiento
legal; ya no podríamos hablar de reforma sino de supresión o destrucción de la Constitución.
La actual Constitución de Catamarca, en el Art. 291, dice que “cualquier enmienda o reforma
constitucional realizada en violación de una o más de las disposiciones precedentes será
absolutamente nula, y así podrá ser declarado por la Corte de Justicia, aun de oficio”. Dice Frías
que “la competencia que a la Corte de Catamarca le atribuye esa Constitución sobre la reforma
constitucional la obliga a revisar el proceso constituyente, que ha sido considerado por la
jurisprudencia constitucional, como cuestión política, excepto del control jurisdiccional. Estas
innovaciones, acogidas a la autonomía provincial, son atípicas dentro del sistema argentino.
Pero su principal interés debiera ser rendir las pruebas de la aplicación auspiciada del control
jurisdiccional. O dentro del sistema «judicialista» o por la creación de una Corte Constitucional”.

EL NOVÍSIMO CICLO CONSTITUYENTE PROVINCIAL A PARTIR DE 1985.


A partir de 1985 y sin reformarse la constitución federal, muchas provincias dictaron constituciones
nuevas o reformaron sustancialmente las que tenían.
Este ciclo constituyente se trata de un fenómeno inédito en nuestro proceso federal, porque la
iniciativa innovadora surgió en y de las provincias. Son más de 10 las que tienen hoy textos nuevos.
Entre ella figura la pcia. de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur que dictó su primera
constitución en 1991.
Se trata de constituciones de largo articulado detallista, que incluso en la parte dogmática
sobreabundan en declaraciones de derechos.

UNIDAD TEMATICA IV
GARANTIA FEDERAL E INTERVENCIÓN FEDERAL

I - GARANTÍA FEDERAL. CONCEPTO. LA CONSTITUCIÓN NACIONAL ESTUDIO DEL ART. 5º.


REFORMA DE 1.860.
La garantía federal y la intervención federal son dos instituciones íntimamente vinculadas, al punto
que una, la intervención Federal, es consecuencia de la otra.
La Garantía Federal es el instituto por medio del cual el Estado Federal Central se compromete a
asegurar y proteger la permanencia de sus Estados Miembros como tal, por medio del respeto a su
autonomía.
El tema en la Argentina. La C.N.
El Art. 5º de la C.N. de 1853. Establecía: “Cada Provincia confederada dictará para sí una
Constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios,
declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; que asegure su administración de justicia, su
régimen municipal y la educación primaria gratuita; las constituciones provinciales serán revisadas
por el Congreso antes de su promulgación. Bajo estas condiciones el Gobierno Federal garante a
cada Provincia el goce y ejercicio de sus instituciones”.
Lo subrayado en su texto fue suprimido en 1860. Ello resulta lógico en función de:
1) En punto a la gratuidad de la enseñanza primaria por ser idea propia de las Constituciones
Francesas. Era en suma, una posición extraña a nuestro pensar y a las necesidades argentinas
en la materia.
2) Referente al examen de las Cartas Provinciales por parte del Congreso Nacional, representaba
una verdadera negación del federalismo que manda resolver toda cuestión relativa a las
autonomías provinciales en el marco de sus propias competencias y con la intervención de sus
propias instituciones.

El Art. 5º de la C.N. de 1860. Se presenta como más aceptable en general.


1) El sistema Representativo Republicano. El precepto busca la homogeneidad de las instituciones
de los Estados Miembros entre sí y con relación al Estado Federal Central. De ello no debe
inferirse que exige que las mismas se hallen calcadas sobre similar patrón. Ej., la posibilidad de
establecimiento, en el marco de una Carta Provincial, de un sistema judicial de única instancia,
puesto que la doble instancia no es requisito incluible aquí (Zuccherino).
2) Los Principios, Declaraciones y Garantías de la Constitución Nacional. La obligatoriedad
impuesta a las Cartas Provinciales en relación a la citada materia, han inclinado el ánimo de
ciertos autores a sostener que todo enunciado en tal sentido de las Constituciones Estaduales
era sobreabundante e innecesario. Para Zuccherino, nada impide a las Cartas Provinciales
perfeccionar y actualizar los ya clásicos contenidos de la Parte Dogmática de la Constitución
Nacional, e incluso ampliar la nómina con nuevos derechos.
3) Asegurar su Administración de Justicia. La preocupación del Constituyente es loable. Intenta
instaurar en la conciencia del Legislador Constitucional Provincial, por medio de esta obligación,
la necesidad de respeto cierto a la trascendente labor jurisdiccional, lo que impone al
Constituyente Estadual el diagramar un auténtico Poder Judicial Independiente.
4) El Régimen Municipal. Supone una verdadera norma programática, toda vez que de la misma se
desprende en esta materia tan sólo un enunciado que asume características de principio
generalísimo. El término “Régimen Municipal” debe ser entendido como “Gobierno Municipal”.
De allí la posibilidad de contar con Municipios de Convención.
5) La Educación Primaria. El Constituyente advirtió sabiamente que sin educación el gran principio
del voto popular se transforma en utopía y en ella naufraga irremediablemente todo intento de
democracia.

II) Intervención Federal: Concepto. Antecedentes argentinos. Análisis del Art. 6º. Reforma de
1.860. Clasificación de los distintos tipos de Intervención Federal consagrados en la Constitución
Nacional. Etapas: a) declarativa: desarrollo; b) ejecutiva; desarrollo.
La Intervención Federal comporta el recurso extremo para hacer realidad la efectiva presencia de la
Garantía Federal. Como toda medida de corte excepcional se halla limitada en el tiempo y sólo se
produce para eliminar situaciones anómalas, concretando así, el retorno a la normalidad institucional
en el Estado Miembro afectado.
El derecho constitucional Argentino. Antecedentes.
El Pacto Federal de 1831.
Este tratado basal de nuestra organización nacional estatuye una suerte de embrión del instituto. Su
art. 13 refiriéndose a supuestos de invasión interior, efectuada por alguna Provincia ajena al Pacto,
o de ataque exterior, producido por Potencias Extranjeras, todo ello sobre alguna de las Provincias
signatarias, dispone la ayuda por parte de las restantes firmantes.

El Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos de 1852.


Este tratado, con mejor técnica que el anterior, se ocupa del instituto. Su Art. 14 contempla las
figuras de la hostilidad entre Provincias y de sublevaciones internas dentro de las mismas,
autorizando al Director Provisorio a restablecer la paz y a sostener a las autoridades provinciales
legítimamente constituidas, debiendo los demás gobernadores prestar su ayuda.

El proyecto de Alberdi de 1852.


Era de neto corte centralizador del poder en términos generales, situación reiterada en relación a
este punto.

Los textos constitucionales:


La C.N. de 1853 en su Art. 6.
Resultó un texto provisto de términos genéricos e imprecisos, propenso en suma al avasallamiento
de las autonomías provinciales. En el mismo se mandaba: “El gobierno federal interviene con
requisición de las Legislaturas o Gobernadores Provinciales, o sin ella, en el territorio de cualquiera
de las Provincias, al solo efecto de restablecer el orden público perturbado por la sedición, o de
atender a la seguridad nacional amenazada por un ataque o peligro exterior”.
C.N. de 1860 (Art. 6).
La Convención Revisora Bonaerense llevó contra la norma de 1853 una serie de objeciones que
sintetizamos en las siguientes:
1) Vaguedad de la terminología. La misma abría el camino a la arbitariedad del Poder Central sobre
los Poderes Provinciales.
2) Carencia de sentido legal en la palabra “orden”. El vocablo cuestionado impide determinar el
objeto de la Intervención Federal.
3) Impropiedad en el uso del vocablo “perturbado”. Toda perturbación que no asumiere caracteres
de destructora del orden es inválida a los fines de fijar lo indispensable de la Intervención
Federal.
4) Cuestionamiento de la facultad del Poder Central de Intervenir sin requisición.

El texto de 1860 comporta un serio esfuerzo en pro del respeto de las autonomías provinciales y, en
su consecuencia, una orientación de la institución acorde con su verdadera finalidad. Dispone el
mismo: “El Gobierno Federal interviene en el territorio de las Provincias para garantir la forma
republicana de gobierno, o repeler invasiones exteriores, y a requisición de sus autoridades
constituidas para sostenerlas o restablecerlas, si hubiesen sido depuestas por la sedición, o por
invasión de otra Provincia”.

Clasificación de los tipos de Intervención Federal surgidos del art. 6 C.N.


Clasificación doctrinaria:

Por derecho del Estado En casos en que el Se produce sin


Fed. Central Estado Miembro no necesidad de
(Reconstitutiva y cumpliera con las requisitoria de las
Represiva) obligaciones que dan autoridades
derecho al goce de la provinciales.
Garantía Federal.
Por obligación del Por ataque exterior. Sin requisitoria.
TIPOS DE
Estado
INTERVENCIÓN
FEDERAL SEGÚN LA
DOCTRINA
Fed. Central (Protectora) Por disturbio interno o Con requisitoria.
Por invasión de otra
provincia.

Clasificación extractable del Art. 6 C.N.

Es reconstructiva y
Para garantizar la represiva
Por decisión del Forma Republicana de Gobierno
TIPOS DE
Estado
INTERVENCIO Federal Central Para repeler invasiones exteriores
NES (“per se”)
FEDERALES
DEL ART. 6 En ambos casos
Por decisión del Ante sedición p/ser sostenidas o
Estado Fed. Central restablecidas. Ante invasión de
a REQUISITORIA otra Prov. p/ser sostenida o restab.
de las autoridades es protectora.
provinciales.

Intervención Federal por decisión “per se” del EFC.


1) De tipo reconstructivo y represivo: Para garantizar la forma republicana de gobierno. Es la
especie más utilizada y desnaturalizada por la práctica a lo largo de la historia de nuestro país.
Ello obliga a concretar una conceptualización necesariamente restrictiva de sus causales
habilitantes.
– Conflicto que destruya o deteriore gravemente el clásico principio de la separación de los poderes
del Estado.
– Desconocimiento o violación de derechos otorgados por la C.N.
– Desnaturalización del régimen electoral.
– Violación del principio que impone la periodicidad en el ejercicio de la función pública de tipo
electivo.
– Desprecio de la regla que impone la responsabilidad de los funcionarios públicos.
– Desatención del deber de asegurar la administración de justicia.
– Incumplimiento de la manda de protección del régimen municipal.
– Descuido de la imposición de atender y apoyar el normal desarrollo de la educación primaria.

2) De tipo protector: Para repeler invasiones exteriores.Se trata de una especie que se explica por
sí sola. Ella se da en casos de penetración de contingentes militares extranjeros en el territorio
de alguna Provincia. Va de suyo la calidad de protectoras que asumen estas intervenciones.

Intervención Federal por decisión del EFC a requisitoria de las autoridades provinciales.
1) Supuesto de Sedición.
Aquí el EFC interviene la Provincia afectada ante requisitoria de sus legítimas autoridades, para
sostenerlas o restablecerlas en el ejercicio de sus funciones, de las que han debido ser privadas u
obstaculizadas por disturbio interno. De su mismo enunciado nace su condición de Intervención
Protectora.
2) Supuesto de invasión de otra Provincia.
Estamos frente a una especie en que el EFC interviene la Provincia correspondiente a requisición
de sus legítimas autoridades, para sostenerlas o reponerlas en el ejercicio de sus funciones, ante
una privación u obstaculización nacida de un conflicto interprovincial. La índole de la figura lleva a la
caracterización de la misma como protectora.

La llamada intervención federal preventiva. En el curso del año 1962 el PEN procedió a la
Intervención “per se” y mediante decreto, de todas aquellas Provincias donde hubieran resultado
victoriosos candidatos de extracción justicialista. Ello en las elecciones del 18 de marzo de aquel
año. Adujo la necesidad de garantir la forma republicana de gobierno y extendió la medida no sólo a
las autoridades provinciales y municipales por entonces en ejercicio, sino también a las electas. De
allí se ha querido inferir la existencia de una especie de Intervención Federal por decisión “per se”
del EFC y del tipo Preventivo. Zuccherino se opone rotundamente a tal criterio por resultar del
mismo:
1) Una verdadera desnaturalización del instituto de la Intervención Federal. Su télesis última es
proteccionar la garantía federal a las Provincias, no avasallar sus autonomías por motivaciones
políticas circunstanciales.
2) Un despropósito en materia de lógica jurídica. Por cuanto el EFC no puede racionalmente,
custodiar la forma republicana de gobierno en relación de gobernantes futuros. Se juzga a
gobernantes antes de que sean tales.

Otro aspecto clasificatorio.


En atención a su amplitud, las Intervenciones Federales pueden ser clasificadas en:
a) Amplias: que afectan a los tres poderes del Estado provincial.
b) Restringidas: interesan a alguno o algunos de estos Poderes en especial.

ETAPA DECLARATIVA.
Comprende todos los actos conducentes y todas situaciones a resolver para poner en marcha la
Intervención Federal.

Naturaleza que reviste el acto de Intervención.


La Corte Suprema de Justicia de la Nación, tiene dicho desde largo tiempo que el acto de
intervención es de naturaleza política y por ello es propio de los Poderes Políticos del Estado
Federal Central. De esto se infiere su carácter de cuestión política no justiciable. Es el criterio que
informa el voto de la mayoría del Alto Tribunal en el célebre caso “Cullen, J. M. c/ Llerena, B.”,
fallado en 1893 y la opinión de Rafael Bielsa.
Zuccherino y Bidart Campos no participan de la idea y pese a no desconocer la raigambre política
del instituto, reconocen en el Poder Judicial la facultad de someter a revisión la utilización de tan
delicada función, siempre que el caso sea llevado a sus estrados. Es la postura que informa el voto
en disidencia del miembro de la Corte Nacional doctor Luis V. Varela en el caso citado “Cullen c/
Llerena”.

Poderes que detentan el derecho de intervención.


La C.N. no lo establecía expresamente. Sin embargo la mayoría de los autores nacionales (Joaquín
V. González, Linares quintana, Bidart Campos, Zucherino) reconocía tal derecho al Congreso
Federal. Es también el criterio de la Corte Suprema, especialmente en el caso “Orfila, Alejandro”,
fallado el 12 de abril de 1929.

Autoridades constituidas con derecho a requisitoria.


Mitre advertía que “una cosa quiere decir constituido en autoridad, y otra autoridad constituida”.
1) Los tres poderes que conforman el Estado Provincial. En este punto es criticable la idea de
Sarmiento, pues pensaba que sólo podían requerir la Intervención los Poderes Ejecutivo y
Legislativo.
2) Una Convención Prov. Reformadora de la Const. Estadual. Resulta natural este reconocimiento,
toda vez que este órgano es la autoridad constituida por excelencia.

Para atribuir calidad de autoridad constituida, es factor determinante el hecho de que la misma haya
sido o no reconocida por alguna autoridad del EFC.
También procedería la Intervención ante supuestos de disturbio intestino o invasión de otra
Provincia que hubieren ocasionado la caducidad de toda autoridad constituida estadual, operando
con ello la imposibilidad material de requisitoria.

¿Qué calidad asume el Interventor Federal?


Se trata de un representante directo del PEN. La CSJN en el recordado caso “Sarmiento, Carlos c/
Interventor Nacional en la Provincia de Bs. As.”, fallado en 1893, le dio calidades de Representante
Directo del Presidente de la Nación y negó que asumiera caracteres de autoridad provincial.
El Comisionado Federal concreta una gestión de neto corte político al poner en ejecución las
finalidades que informan el objeto básico de la Intervención y a la vez genera un obrar administrativo
al habilitar los medios tendientes a lograr el normal desplazamiento de la maquinaria provincial.

¿Quién designa al Interventor Federal?


El art. 99, inc. 7º (“...por sí sólo nombra y remueve... los empleados cuyo nombramiento no está
reglado de otra forma por esta Constitución”). De allí se desprende la atribución del Presidente de la
Nación de designar y remover a todos los funcionarios de la Administración Nacional, salvo los que
tengan otro mecanismo de nombramiento reglado por la Carta Fundamental. Y ésta última no fija
ningún procedimiento especial para la designación de Interventores Federales, por lo que el caso
cae bajo esta regla.

¿Quién expide sus Instrucciones al Interventor Federal?


Corresponde hacerlo a su mandante, esto es el Poder Ejecutivo, quien en la práctica lo hace por la
vía del Ministerio de Interior. Las Instrucciones deberán ser de conformidad a la ley respectiva que
habilite la Intervención Federal.

Conclusiones de esta etapa.


Una metáfora propuesta por Rivarola, R., refleja en profundidad la estrecha colaboración requerida
entre los Poderes Legislativo y Ejecutivo para llevar a buen puerto su difícil misión, la Intervención
Federal es políticamente hablando: “la operación que el Gobierno Federal ejecuta para extirpar un
mal funcionamiento en el órgano Gobierno de Provincia. Su eficacia depende, como en cirugía, de
dos circunstancias: el acierto en el diagnóstico, que corresponde principalmente al Congreso, y la
habilidad del cirujano, que es el Presidente de la Nación”. Zuccherino agrega, para permitir la
entrada en la cuestión del Poder Judicial, que si el enfermo o su familia lo requieren se dará lugar a
la consulta médica pertinente.

ETAPA EJECUTIVA.
Analizamos aquí la intervención Federal puesta en marcha.

¿Cómo procede el Interventor a poner en práctica la Intervención Federal sobre los poderes
provinciales?
En caso de una intervención amplia o sea aquella que afecta a los tres Poderes del Estado
Provincial. Todos los actos producidos por las autoridades intervenidas con anterioridad a la
asunción del cargo por parte del Comisionado revisten validez.
La Intervención Federal hace cesar al gobernador en el momento de tomar posesión de sus
funciones el Interventor, quien sustituye al citado mandatario provincial.
La Legislatura Estadual es disuelta por decreto del Interventor, por el que se declara la caducidad
de todos los mandatos de sus miembros.
El Poder Judicial, también por decreto de la Intervención, es declarado en Comisión, con lo que se
quita a sus magistrados integrantes la clásica garantía de inamovilidad, pudiendo así el
Comisionado Federal proceder a la remoción de la totalidad o de parte de sus miembros.

Atribuciones que detenta el Interventor Federal:


En principio ellas surgen de la ley que declara la Intervención Federal. Dichos contenidos han de ser
interpretados con criterio rigurosamente restrictivo. El Comisionado debe ajustarse en el ejercicio de
sus funciones a las siguientes pautas:
1) Cumplimentar y hacer cumplimentar la Constitución y las leyes provinciales, siempre que ellas no
entren en colisión con la ley y las instrucciones a que debe ajustar su cometido.
2) Representar a la Provincia en forma pública y privada, para permitir la continuidad de su
personalidad jurídica.
3) Asumir la responsabilidad sobre el conjunto de derechos y obligaciones del Estado Intervenido
(continuidad de la autonomía provincial).
4) Coexistir con los Poderes Provinciales Constituidos restantes en supuesto de Intervención
limitada (uno o dos poderes).
5) Respetar el principio de inamovilidad de los jueces, si la Intervención no comprende al Poder
Judicial Provincial.
6) Observar el debido respeto por la Legislatura si ella no ha sido alcanzada por la Intervención. Si
la legislatura es disuelta, Bidart Campos reconoce al interventor cierta competencia para
reemplazarlo, incluso dictando decretos leyes, pero sólo para suplir el funcionamiento de la misma.
7) Respaldar el gobierno municipal, que no debe ser objeto de Intervención, salvo en el supuesto de
encontrarse alteradas las pautas básicas de su obrar autónomo.
8) Responde civil y penalmente por su obrar.
9) Puede ver cuestionados sus actos como Comisionado que pongan en ejecución la Intervención,
por ante la justicia federal.
10) Puede ver controvertidas sus decisiones, tomadas en calidad de sustituto de la autoridad
provincial respectiva, por ante la justicia estadual correspondiente.

III - TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA INTERVENCIÓN FEDERAL EN LA ARGENTINA. BALANCE


CRÍTICO. DOCTRINA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. LAS
CONSTITUCIONES PROVINCIALES Y SUS REFERENCIAS AL INSTITUTO.
Es ésta una materia que nuestras literatura histórica y constitucional invariablemente han
descuidado. La omisión perjudica el conocimiento de la evolución política Argentina, estrechamente
ligada al sistema de las Intervenciones, y el entendimiento de ese régimen, determinado por los
actos reales más que por la exégesis de textos.
La práctica del Art. 6 de la Constitución revela que, la mayoría de las veces en que el poder central
puso en movimiento el extraordinario mecanismo de la Intervención Federal en las Provincias, no se
ajustó ni a la letra ni al espíritu del precepto, que fue incluido en el código político de la Nación en
defensa y no en detrimento de la autonomía local.
En nuestra opinión la historia del instituto de la Intervención Federal en Argentina, es el reconto más
válido del Calvario de nuestro federalismo. En todo ello han colaborado inconsciente y deliberante
las mismas Provincias, haciendo verdad en los hechos la expresión sarmientina de que cualquiera
que sea el rótulo que se le ponga, la Argentina sería siempre unitaria, a lo que Zuccherino agrega, si
su Capital está en Buenos Aires.

V) Las Constituciones Provinciales argentinas y sus referencias al instituto y la práctica de la


intervención Federal. Normas expresas de las Constituciones de Río Negro y Neuquén.
Lo pernicioso de la evolución de la interpretación incorrecta del instituto bajo estudio, ha movido a
las Provincias a instrumentar diversos recursos defensivos a través de los contenidos de sus
respectivas Cartas Fundamentales. El movimiento se concreta con la formación de las nuevas
Provincias Argentinas surgidas de los antiguos Territorios Nacionales.
Constitucionalmente es discutible y hasta negable la validez de tales normas, toda vez que la
Intervención Federal es una figura propia del EFC y en el cumplimiento de sus funciones el
Comisionado debe ajustarse básicamente a la ley declaratoria y a las instrucciones recibidas,
aunque con ello deje de aplicar la Constitución y la legislación provincial.

Provincia de Neuquén.
Su Constitución, del 28 de noviembre de 1957, trata el punto en su art. 101, inciso 45, al reglar las
atribuciones del Poder Legislativo. Entre ellas señala las de anular, revisar o ratificar toda
disposición emanada de Intervenciones Federales o agentes del Poder Ejecutivo Nacional que haya
producido afectación de los destinos o del patrimonio provincial, por un lapso de tiempo mayor que
el correspondiente a sus mandatos que reputa de tipo transitorio.

Provincia de Río Negro.


La Constitución del 10 de diciembre de 1957, se ocupaba de la cuestión en su artículo 20 con
técnica reputable como deficiente. La cuestión no fue modificada por la reforma de 1988, que sólo
cambió su numeración (actual Art. 13) y agregó un párrafo (“Los funcionarios y empleados
designados por la intervención federal quedan en comisión el día en que ésta cesa en sus
funciones”). Pretende limitar las facultades del Comisionado Federal a la realización de actos de
contenido administrativo, salvo aquellos que se originen en un Estado de necesidad.
Dana Montaño ha acotado en forma correcta el olvido que tal norma parece producir en relación de
las naturales atribuciones de índole política que detenta el Interventor.
Zuccherino entiende que tales contenidos son de franco tono inconstitucional en referencia a la
Constitución Nacional y el ordenamiento jurídico federal.
En relación de los citados actos administrativos del Comisionado dispone su validez sólo en el caso
de ser conformes a la Carta Fundamental y a la legislación provincial, aclarando que la pertinente
nulidad podrá declararse a petición de parte. En suma, una expresión normativa de defectuosa
concepción.

Reglamentación del Instituto: Facultad del gobierno Federal, alcances. Facultad de las provincias,
alcances. Necesidad de la reglamentación federal. Sujeto activo: clasificación, limitación temporal,
determinación del objeto. Revisión judicial, su vinculación con la problemática del control judicial del
Estado.

Para Zuccherino, tantas desviaciones en esta materia, son producto de la falta de una Ley Orgánica
de las Intervenciones Federales que el Congreso Nacional debiera dictar como desarrollo válido de
la norma programática del Art. 6 C.N.
Ya en dos ocasiones se intentó este laborío, ambas bajo la Presidencia de Mitre en 1866,
ejercitando en ellas el Poder Ejecutivo su derecho de veto. Eran épocas de continuas Intervenciones
Federales, muchas de las cuales carecían notoriamente de asidero legal en el marco constitucional.
Estados Unidos de Norteamérica cuenta, desde 1795, con una ley al respecto que tarifa
expresamente las facultades del Poder Ejecutivo en la materia.
La intervención del gobierno federal no se dirige en contra, sino en favor de las autoridades
provinciales. La reforma de 1860 agregó como causal de Intervención la garantía de la republicana.
Todos los principios establecidos en el Art. 5 deben tener expresión en las constituciones
provinciales. La trasgresión al orden impuesto por el Art. 5 y 31, debe determinar el control judicial
de constitucionalidad, el cual ha tenido vigencia en la jurisprudencia. Las condiciones establecidas
en el art. 5 de la Constitución están dirigidas al acto constituyente provincial y a la Constitución
misma, y no como exigencias al posterior funcionamiento de las instituciones.
La supremacía de la Constitución de la Nación sólo puede ser asegurada por la Corte Suprema y
según las previsiones de los arts. 5, 31, 116, 117 y 122.
Los tribunales se han referido a las cuestiones políticas como causas no justiciables. Sin embargo,
la misma Corte ha sostenido que si bien no es requisito constitucional que haya más de una
instancia, sí debe haber al menos una.
La exclusión del control jurisdiccional de las cuestiones políticas transgrede la garantía de la
defensa en juicio (Art. 18), y el Art. 116, que otorga a la Corte Suprema de Justicia de la Nación y
demás tribunales inferiores, el conocimiento y decisión de las controversias sobre puntos regidos
por la Constitución.
La negativa reiterada de la Corte para intervenir en esta materia, ha dejado desprotegidas a las
provincias y sometidas a las decisiones políticas del Congreso y del Poder Ejecutivo según los
casos, sin posibilidad de ejercer control alguno sobre sus determinaciones.
Ello ha incidido para que algunas provincias hayan previsto, en sus constituciones, distintas
disposiciones tendientes a limitar los efectos de la intervención, resguardando sus instituciones y
autoridades legítimamente constituidas. Estas disposiciones no tienen el vigor suficiente como para
restablecer las distorsiones producidas por la aplicación de la norma del Art. 6.
El régimen republicano en el Estado de derecho, debe ser garantizado por la intervención de la
CSJN, como único medio de resguardar, además del principio que se trata de proteger, otros de
igual jerarquía, y entre ellos la autonomía de las provincias (Luis Cordeiro Pinto).

La reforma de 1994.
Sólo el Congreso de la Nación puede disponer la intervención, como potestad reservada, como
consecuencia de la regla que en tal sentido ha introducido la reforma de 1994 en el inciso 31 del
artículo 75. Exclusivamente en caso de receso del Congreso lo hará el Poder Ejecutivo, pero le
corresponde a aquél aprobar o revocar la intervención decretada.
Si el Congreso estuviera en sesiones, el Ejecutivo sólo podrá apelar al decreto de necesidad y
urgencia cuando fuera evidente la imposibilidad de seguir los trámites ordinarios legislativos para
disponer la intervención (artículo 99, inciso 3).
De este modo, la reforma ha venido a dar por terminada la negativa serie de antecedentes que
registra la historia de las intervenciones federales en la Argentina: de hecho, centenares de
intervenciones dispuestas por decreto del Ejecutivo, no obstante que la Corte en el caso Orfila,
dispuso que era función propia del Congreso hacerlo.
La Constitución guarda silencio frente a la cuestión de los efectos que produce la intervención
federal. Toda ley de intervención debe disponer plazo a la misma, de modo tal que, a su finalización,
se normalice la vida institucional de la provincia. Frente a la consagración de la autonomía municipal
por parte de la Constitución reformada, debe considerarse que una intervención federal no puede
autorizar a ningún interventor a disponer, a su vez, la intervención de ninguno de los municipios.
La ley debe disponer con precisión los poderes del interventor (a falta de ley general sobre
intervención federal), así como los fines que se buscan con la medida. El interventor, que puede
disponer medidas económicas o administrativas de carácter conservatorio, en función de los fines
de la intervención (F. 268:497), representa al Gobierno federal, pero también a la provincia
intervenida (F. 54:550 y 206:341): sus actos obligan a ésta, siempre que se ajusten tanto al derecho
federal como al local, pero si hay contradicción prevalece el primero (Art. 31). Por el incumplimiento
de las funciones del interventor conoce la justicia federal.
Finalmente, digamos que la Corte Suprema, en el antiguo caso Cullen, sostuvo que la intervención
federal era una típica cuestión política, por ende, no justiciable (F. 54:420). Pero ahora, luego de la
reforma constitucional, si la intervención la dispone el Ejecutivo, no encontrándose en receso el
Congreso, es obvio que la medida debe ser anulada por la Justicia. Si es dispuesta por el Ejecutivo
en receso del Congreso y éste guarda silencio, también cabrá que la Justicia efectúe un control de
razonabilidad, con los mismos argumentos que hemos expuesto aplicables al silencio legislativo
frente a los decretos de necesidad y urgencia (cuando corresponda debe operar la
inconstitucionalidad por omisión del Congreso, con efectos de nulidad, frente a la clara disposición
según la cual “se excluye en todo caso la sanción tácita o ficta” Art. 82 ). Pero si la intervención
es dispuesta por el Congreso, solamente una muy flagrante contradicción entre el supuesto que
invoca el Congreso y la realidad de los hechos podrá otorgarle fundamento al control judicial.

UNIDAD TEMATICA V
LAS COMPETENCIAS Y FACULTADES EN EL ESTADO FEDERAL ARGENTINO

I - AUTONOMÍA PROVINCIAL: CONCEPTO. FACULTADES: CARACTERIZACIÓN Y


CLASIFICACIÓN.
La Constitución Argentina de 1853-60, establece la forma Federal de Estado. Ella importa en
relación entre el poder y el territorio en cuanto el poder se descentraliza políticamente con base
física, geográfica o territorial. El federalismo es la forma opuesta a la unitaria que centraliza
territorialmente el poder del Estado. (Bidart Campos).
La autonomía provincial consiste en la “facultad de organizarse en las condiciones de la ley
fundamental, dictando sus instituciones con absoluta prescindencia de todo otro poder, y de ejercer
dentro de su territorio el poder absoluto y exclusivo de legislación y jurisdicción, con relación a todo
asunto no comprendido en las atribuciones delegadas por la C. N. Al gobierno federal, respetando
las garantías y limitaciones que la misma establece”.
Autonomía Política: el presupuesto de la autonomía provincial puesta de manifiesto en la posibilidad
de darse su propia constitución (Art. 5 y 123 C.N.) y de elegir a sus autoridades (Art. 122). El poder
constituyente provincial, es un poder condicionado por el ordenamiento superior. Las provincias a
partir de las constituciones de 1853, pasaron “de poder o voluntad constituyente” a “poderes
constituidos”, en virtud de lo cual, éste poder que ejercen es secundario o de segundo grado. Por
efecto de lo mismo, frente a un apartamiento de la relación subordinación por parte del poder
subordinado, cabe la declaración de inconstitucionalidad o la procedencia de una intervención
federal, con el objeto de anular “las normas emanadas del poder constituyente local y establecer la
vigencia de la plena conformidad del ordenamiento local con la CN”. Esta autonomía política se
pondrá de manifiesto en toda su plenitud en la medida en que vaya acompañada de una autonomía
económica. Este es en primer lugar, un Deber impuesto al gobierno nacional, el cual debe a través
de la actividad del congreso “proveer lo conducente al adelanto y bienestar de todas las provincias”
(Art. 75 inc. 18 CN). Es también un Derecho que tienen las provincias expresamente reconocido en
los términos del Art. 125 CN que fija los medios que servirán para promover el desarrollo económico
provincial y finalmente el Congreso, está obligado a acordar subsidios del tesoro nacional a las
provincias cuyas rentas no alcancen, según sus presupuestos, a cubrir sus gastos ordinarios (Art.
75 inc. 9 CN).
Las provincias son las unidades políticas que componen nuestra federación. Con el nombre de
provincias, nuestra historia constitucional y nuestro derecho constitucional, designan a los Estados
miembros de nuestro Estado Federal.
Las provincias no son soberanas, pero son AUTÓNOMAS, que no son soberanas se desprende de
los Arts. 5 y 31, que son autónomas se desprenden de los Arts. 5 y 121.

II - LOS CONFLICTOS INTERPROVINCIALES. EXAMEN DEL ART. 127 CONSTITUCIÓN


NACIONAL.
Según el Art. 117, la Corte conoce en todos los asuntos en los que alguna provincia fuese parte
(como actora o demandada), y su competencia la ejercerá en forma originaria y exclusiva.
En las causas entre dos o más provincias, no es preciso que exista un conflicto entre ellas, regulado
por el derecho para que corresponda la jurisdicción originaria de la Corte: basta que haya quejas de
una contra otra o recíprocos reclamos, pues ello es lo que se desprende del Art. 127: las quejas
entre las provincias deben ser sometidas a la Corte Suprema de la Justicia de la Nación y dirimidas
por ella. (Quiroga Lavié )
Teniendo presente que las provincias son Estados autónomos dentro del Estado federal, con
personalidad de derecho público, y en consecuencia pasibles de estar en juicio, ya sea ante los
tribunales federales o ante los tribunales provinciales, según los casos.
Desde la sanción de la Constitución, han perdido vigencia las fuerzas armadas no regulares –
milicias – y no existen las cruentas luchas entre provincias, que caracterizaron un período de
nuestra organización nacional.
Por otra parte, la convención constituyente de 1994, suprimió el anterior inciso 24 –ya en desuso del
ex Art. 67, que se refería a las milicias provinciales, denominadas también “guardias nacionales”,
que eran fuerzas armadas no regulares, que antiguamente se formaron con oficiales y soldados, no
permanentes ni profesionales, sobre la base de los ejércitos que cada provincia tenía antes de la
vigencia de la Constitución de 1853-60.
Esas milicias provinciales, según el anterior Art. 67 inc. 24 (hoy derogado), podían ser convocadas
por el congreso en tres casos: a) para hacer cumplir las leyes del Estado federa, b) para contener
insurrecciones o levantamientos, y c) para repeler invasiones.
Como consecuencia de lo expuesto, a raíz de nuestra experiencia histórica y con el propósito
fundamental de “consolidar la paz interior” (preámbulo), este Art. 127 prohíbe a las provincias
declararse o hacerse la guerra entre sí, y somete los conflictos interprovinciales a la competencia y
decisión, originaria y exclusiva, de la CSJN.
La fijación de las cuestiones de límites, escapan a la competencia judicial y constituyen atribución
del Congreso (Art. 75 inc. 15). Pero compete a la CSJN dirimir los conflictos de límites, surgidos
después de haber sido fijados o modificados legalmente. Por ello la CSJN ha resuelto que la
facultad conferida al Congreso (Art. 75 inc. 15) de fijar el límite de las provincias, no excluye la
jurisdicción de ese tribunal, en los casos de los Arts. 116, 117 y 127 CN, para entender en
cuestiones suscitadas entre provincias sobre la tierra que pretenden poseer o que se encuentran
dentro de sus respectivos confines, siempre que la resolución que haya de dictarse, no implique
forzosamente la determinación de los límites referidos o la modificación de los determinados por el
Congreso. Se trata, para Quiroga Lavié, de una jurisdicción dirimente de conflictos y no
necesariamente judicial, de lo contrario los conflictos “no tendrían solución sino por la vía vedada de
la guerra interprovincial”. Cuestiones de límites a partir de que ellos ya hayan sido fijados por el
Congreso; determinación del aprovechamiento del caudal de un río interprovincial compartido, como
sucediera con el Atuel, que se disputaron La Pampa y Mendoza; cuestiones vinculadas a la libre
circulación de personas o de bienes: ésos u otros casos similares, al margen de la normativa que
puedan invocar las provincias en conflicto, deben ser sometidas a la Corte, como consecuencia de
la jurisdicción que le abre el Art. 127, diferente a la originaria dispuesta en el Art. 117. Esta última sí
supone un pleito civil donde una provincia es parte, a partir de pretensiones fundadas en normas
jurídicas explícitas existentes en dicho ordenamiento.
Néstor Sagüés sostiene que no sería preciso que existiera ninguna pretensión de una provincia
fundada en un acto antijurídico de otra, sino que la simple violación a reglas de cortesía
interprovincial, o la mera diferencia política entre provincias, siempre que ello pudiera causarle
perjuicio a la demandante, habilitaría la presente jurisdicción. La Corte ya no funcionaría como un
tribunal de derecho, sino como una instancia política dirigida a facilitar la convivencia entre las
provincias argentinas.

Los gobernadores, agentes naturales del gobierno federal


El Art. 128 estatuye que “Los gobernadores de provincia son agentes naturales del Gobierno federal
para hacer cumplir la Constitución y las leyes de la Nación”.
Para Zuccherino, la calidad de agentes naturales que asumen los gobernadores al solo efecto de
hacer cumplir la CN y las leyes federales quede, a los fines de determinar lo correcto de su
cumplimiento, al arbitrio del único poder no político, esto es el Judicial.
En estos términos acepta los contenidos de la norma. El gobernador no sería en los términos
constitucionales el agente único y forzoso. Por el contrario, el Poder Central cuenta con atribuciones
varias, ya estudiadas, para crear cargos nacionales en los EM (conf., Arts. 75, inc., 20 y 99, incs., 2,
4, 7).
Para Quiroga Lavié, la condición de agentes naturales del gobierno federal para hacer cumplir la
legislación nacional, no se refiere solamente a la realización de los actos de ejecución pertinentes.
En forma implícita esta norma habilita a los gobernadores a dictar los reglamentos ejecutivos
necesarios para cumplir dicho mandamiento constitucional: se trata de su poder reglamentario de
las leyes nacionales, válido solamente en el ámbito de cada provincia, pero respecto del cual no
podrá la jurisprudencia sostener que puedan llenar los vacíos legislativos, creando nuevos derechos
y obligaciones, como impropiamente ha sostenido, en el ámbito nacional, la Corte Suprema a partir
del caso Delfino. Se tratará solamente de reglamentos ejecutivos.
Si un gobernador omite los respectivos actos de ejecución de la legislación provincial, cabe la
intervención judicial mediante mandamientos de ejecución dispuestos por un tribunal federal.
Para Sagüés el Art. 128 el gobernador-ejecutor sólo está obligado a efectivizar la Constitución
nacional y las normas federales respetuosas de ella. No es agente natural para cumplir con leyes
nacionales inconstitucionales. La norma conduce también a aplicar el principio de lealtad federal: los
gobernadores deben contribuir, honesta y sinceramente a la vigencia de las normas federales en el
ámbito de sus provincias.
El gobierno federal podría recurrir a otros ejecutores, de haber renuencia en algún gobernador,
porque éste es su agente natural, pero no agente indispensable, como correctamente lo recuerda
Montes de Oca.

III - LA JURISDICCIÓN FEDERAL EN LAS PROVINCIAS: EL ART. 75, INC. 30 CN. DOCTRINAS.
LEGISLACIÓN. JURISPRUDENCIA.
La jurisdicción es la suma de facultades divisibles en las diversas materias de gobierno.
Según el Art. 75 inc. 30: Corresponde al Congreso... “Ejercer una legislación exclusiva en el
territorio de la capital de la Nación y dictar la legislación necesaria para el cumplimiento de los fines
específicos de los establecimientos de utilidad nacional en el territorio de la República. Las
autoridades provinciales y municipales conservarán los poderes de policía e imposición sobre estos
establecimientos, en tanto no interfieran en el cumplimiento de aquellos fines”. Éste inciso ha sido
modificado por sustitución del anterior art. 67 inc. 27, y ha excluido la enumeración de
establecimientos, con la terminología antigua que empleaba la norma derogada. Mantiene la
competencia del Congreso para legislar exclusivamente sobre las jurisdicciones federalizadas, que
son el distrito federal y los lugares o establecimientos de utilidad nacional en el territorio de la
República. Este inc. se aproxima a una solución definitiva sobre el problema del deslinde entre la
jurisdicción federal y provincial en los establecimientos de utilidad nacional. Su reacción original
sembró polémicas doctrinarias y una jurisprudencia cambiante (González Calderón). La
interpretación extensiva y la aplicación pro-centralización, que como constante se hizo de las
normas constitucionales, coadyuvó a la quiebra del sistema federal. Así, en el orden dominial, el
viejo inc., so-pretexto de legislación exclusiva, impidió a las provincias el ejercicio de los poderes
reservados. Fueron durante la Presidencia de Onganía que se reglamentó ese inciso. Se dictó la
Ley 18.310 el 08 de Agosto de 1969. Con ella se tendía, mediante la precisa determinación de tal
jurisdicción Federal y Provincial, a poner punto final a los conflictos que se repetían frecuentemente
en los distintos lugares que el Estado Federal había adquirido en las provincias con determinados
fines de utilidad pública provocando inútiles rozamientos con los gobiernos provinciales. La Ley
establecía que la Jurisdicción ejercida por la Nación sobre las tierras adquiridas en las provincias,
era exclusiva sólo en los casos de cesión dentro de los procedimientos constitucionales que
produjeran la desmembración de territorio con pérdida de dominio eminente, o en los casos de
transmisión por compra u otra forma legal, de lugares destinados a fines de defensa nacional.
Se trataba de adquisiciones hechas por la Nación, de tierras situadas en las provincias para
establecimientos de utilidad nacional destinados a servir a objetivos expresamente encomendados
al gobierno federal por la Constitución y las leyes nacionales. Imperarían también la jurisdicción y
leyes nacionales en aquellos casos en que esos usos de utilidad pública nacional se efectuaran por
gestión privada en virtud de una concesión otorgada por la administración nacional. Las provincias
mantenían su jurisdicción en lo no comprendido en ese uso, y podían ejercer los actos que de ellas
se derivaran, en tanto, no interfirieran directa o indirectamente en las actividades normales que la
utilidad nacional implicara, siempre que no hubieran hecho renuncia expresa de ese poder mediante
el procedimiento establecido en la respectiva Constitución Provincial.

Los Límites: “Necesidad” y “fines específicos”


La Nación muchas veces entendió que los establecimientos de utilidad nacional eran realmente de
su propiedad, y no solamente les aplicaba el Derecho Federal, sino que les aplicaba también el
derecho procesal nacional.
El límite que antes no existía, y que la Constitución le impone, es dictar la legislación necesaria para
el cumplimiento de los fines específicos en esos establecimientos. Para Dromi, la necesidad, como
causa y el fin específico, como motivo final, están marcando dos límites concretos de razonabilidad
a esta determinación de la legislación excluyente o exclusiva. Podrá legislar, en tanto y en cuanto
esa legislación sea necesaria y lo justifiquen los fines específicos de la utilidad común. De lo
contrario, lo que se estaría permitiendo sería una grosera invasión en los territorios provinciales,
promoviéndose “una sucursalización generalizada” de dependencias nacionales en dichos
territorios. Como ejemplo, la Jurisdicción de la Provincia de Neuquén ha sido cercenada por
empresas de utilidad nacional, como YPF, Gas del Estado, Parques Nacionales, Hidronor, Agua y
Energía Eléctrica, Unidades Militares, etc.. Estos límites a la jurisdicción federal en los
establecimientos de utilidad nacional, siguen la orientación que había señalado la Jurisprudencia
argentina minoritaria, con los votos de Pedro Frías a favor de los poderes locales de policía de
imposición sobre estos establecimientos. Consecuentemente la Constitución ahora preserva las
autoridades provinciales y municipales, el poder de policía y el poder impositivo. En más de una
oportunidad, la Nación no ha pagado los servicios a los Municipios: los servicios de alumbrado
público, limpieza y barrido de calles, porque entendía que al ser jurisdicción nacional se le aplicaba
la legislación exclusiva, que consideraban que no debían pagarse esas tasas; entonces, los vecinos
además de tener que pagar sus propios servicios, debían compartir el pago del alumbrado público
de todos los amplios terrenos que ocupaban las empresas nacionales.
Cree el Autor que declarar expresamente que las provincias y los municipios conservan el poder de
policía local, es otro dato indiscutible de provincialización, de municipalización, de que la Argentina
es un país federativo.

UNIDAD TEMATICA VI
LA PARTE DOGMÁTICA EN LAS CARTAS PROVINCIALES ARGENTINAS

I.- LAS DECLARACIONES DE LOS PRINCIPIOS GENERALES. CONCEPTO. EJEMPLOS


Al comenzar esta unidad temática, me parece conveniente recordar que se debe entender por
declaraciones, derechos y garantías.
▪ Declaraciones: Son todas aquellas expresiones de tipo solemne que una carta constitucional
produce y que sirven para determinar sus principios ideológicos genéricos por ejemplo una forma de
gobierno.
▪ Derechos: Son aquellas facultades que la carta reconoce básicamente a las personas. Ejemplo
derecho a enseñar y aprender
▪ Garantías: Son aquellas figuras instauradas para asegurar a las personas el ejercicio básico de
sus derechos. Ej. Acción de amparo
▪ Las declaraciones de principios generales: Las determinaciones fundamentales sobre la forma de
gobierno las relaciones entre la Iglesia y el Estado y las delimitaciones de las facultades de gobierno
generales y locales entre otras más.

1.- La forma de gobierno en la organización de Estado Argentino: En este punto la carta federal ha
sido terminante y en su artículo 1 establece la forma representativa. (Representativa: democracia
representativa, en la cual el pueblo gobierna a través de los representantes que elige; en punto a lo
representativo cabe señalar la aparición en los planos estadual y municipal de diversas formas
semidirectas). Y republicana (republicana: comunidad política organizada sobre la base de la
igualdad de todos los hombres cuyo gobierno es simple agente del pueblo, elegido por el pueblo de
tiempo en tiempo y responsable ante el pueblo de su administración: supone una base democrática,
con requisitos esenciales: igualdad ante la ley, elección popular de las autoridades, división de
poderes, periodicidad de mandatos, responsabilidad de los funcionarios públicos, publicidad de los
actos de gobierno, consagración de los derechos y garantías).
Por vía del art. 5 de la carta federal se impone a los Estados miembros en el dictado de sus
respectivas cartas, la obligación de respeto al sistema representativo republicano, todos los estados
miembros se ajustan en su obra constitucional a esta manda.
2.- El Estado Argentino frente a la cuestión religiosa: Entre las posiciones extremas sobre la actitud
del Estado frente al poder espiritual o religioso, como son la “sacralidad” y la “laicidad”, el sistema
argentino opta por el régimen secular privilegia la religión católica, pero respecta la libertad de
cultos, sin imponer la unidad religiosa. En su art. 2 establece el Estado argentino sostiene el culto
católico apostólico romano. El verbo sostener empleado en su texto, no se refiere al apoyo material
representado por recursos financieros, significa una adhesión espiritual al catolicismo, la
consagración constitucional de un sentimiento histórico que, a su vez es el de la mayoría del pueblo
argentino y la vinculación moral existente entre el Estado y la Iglesia Católica. Ello no significa que
la Iglesia sea oficial ni que el catolicismo sea una religión del Estado. Tampoco este artículo afecta
al libertad de culto, que consagra específicamente el art.14 de la C.N.
3.- Declaración de los derechos: Es la suma de facultades que las cartas fundamentales reconocen
a las personas. Sólo agregaremos aquí que tal listado no debe ser simplemente una mera
enunciación teórica. Para evitarlo se ha de dotar a los citados derechos y sus respectivas garantías
de la condición de directamente operativos.

II - LOS DERECHOS: CARACTERIZACIÓN, RELATIVIDAD Y TIPOLOGÍA. PRINCIPIOS DE


LEGALIDAD Y RAZONABILIDAD. LA IGUALDAD Y LAS LIBERTADES.
Mencionaremos aquí una serie de particularidades de ellos, relativas tanto a su índole como a su
funcionalidad.
a) Sujetos activos y pasivos: En punto a sujeto activo, entendemos por tal a las personas en
general, comprensivo el término de las de existencia física y de existencias ideal. La extensión de
dichos beneficios tanto a los argentinos como a los extranjeros, resulta coherentes por el art. 20 de
CN. La totalidad de los derechos reconocidos y conferidos asumen carácter de relativos. El sujeto
pasivo se advierte con sólo indicar que estos derechos tienen oponibilidad erga omnes, o sea, que
el Estado y toda otra persona están obligados a su respeto. En nuestro país los estados miembros
son también sujetos pasivos en este caso según el art. 5 CN.
b) Relatividad de los derechos: El art.14CN cuando expresa que el goce de los derechos acordados
se efectiviza de conformidad a las leyes que reglamentan su ejercicio. A ello se une, en tutela de la
no desnaturalización de los derechos por vía de reglamentación, el art.28 cuando impone a las leyes
reglamentarias la obligación de no alterarlos. Para el caso de que esto último no ocurra quedará la
vía del poder judicial para obtener el efectivo respeto de los derechos afectados por el legislar
reglamentario.
Finalmente digamos que la característica de relativos es propia de todos aquellos derechos que se
exteriorizan en relación del yo productor. Por tanto la libertad de pensamiento, que no cuenta con la
característica de exteriorizarse por lo menos como tal, asume el carácter de único derecho de tipo
absoluto.
TIPOS DE DERECHOS: Nuestro sistema jurídico reconoce los enumerados o reconocidos en forma
expresa y los no enumerados o reconocidos en forma implícita. La carta federal enuncia la mayoría
de los primeramente citados en los Art. 14 y 14 bis, en tanto deja la formula genérica del Art. 33
para los segundos, en este último concepto se debe incluir por ejemplo, el derecho de reunión.
Algunas de las constituciones estaduales han procedido a enumerar el citado derecho de reunión
así: Buenos Aires (art.12), Formosa (art. 26), Misiones (art. 11)

LOS PRINCIPIOS DE LEGALIDAD Y RAZONABILIDAD: El art. 19 de la C.N nos trae en esta


materia dos grandes enunciados uno expreso y otro inferido a saber:
a) Expreso: Nadie puede ser obligado a hacer lo que la ley no manda, ni privado de los que ella no
prohíbe.
b) Inferido: Todo lo que la ley no prohíbe se debe entender como legítimamente permitido.
Estos dos principios instrumentan el concepto de que el ordenamiento jurídico argentino es un
ordenamiento para la libertad, dado que ella impera en todas aquellas áreas, no directamente
afectadas por la ley. La causa de este principio se halla en la necesidad de obediencia de los
gobernados a sus gobernantes y de estos últimos a la ley. Se persigue el objetivo es la seguridad
del gobernado. A pesar de lo reseñado la idea de legalidad que hemos desarrollado hasta aquí
quedaría en un mero enunciado si no le acopláramos el principio de razonabilidad. Esta regla
impone la obligatoriedad de justicia a la idea de legalidad antedicha. Con ello se elimina la
posibilidad de que los gobernados puedan ser sometidos a una ley calificable como injusta.
Para nuestro entender se debe reputar como razonable en los justos términos del Art. 28 a toda
norma que guarde acuerdo con las declaraciones, derechos y garantías que la propia carta
contiene.

La libertad y la igualdad como base de las declaraciones de derechos:


Resulta lógico afirmar que estos dos principios constitucionales la base del ordenamiento
constitucional y por ende, de los derechos por él reconocidos. Sin los citados, las facultades
conferidas asumirían un franco papel decorativo, carente de gravitación. Esto impone un estudio en
lo que sigue:
▪ La Libertad: La libertad en general. Entendemos por libertad a la prerrogativa que toda criatura
humana tiene para procurarse un activo concretar de su naturaleza y destino personal, en el marco
de los condicionamientos que le impone su vida en sociedad.
Madariaga expresa: Nada hay que rinda más al hombre que el vislumbrar su poder creador, y ello
ha de concretarse tan solo mediante la libertad.
Caracterización de la libertad jurídica: Amancio Alcorta entendía por tal la facultad que tiene todo
hombre de desenvolverse ejercitando sus derechos individuales de un modo conciente y autónomo
bajo la garantía de la ley. La libertad establecida en términos jurídicos produce su propio
afianzamiento a la raíz de su efectiva vigencia. Jurídicamente la libertad toma en el plano formal
conciencia, de sus propias limitaciones no bien se vincula con el ya estudiado principio de legalidad.
En función de ello aparece concretado que todo aquello que la ley no prohíbe se halla permitido, y
todo aquello que la ley veda está prohibido.
En este punto de nuestro análisis nos hallamos frente a dos facetas de la libertad: la libertad civil, la
libertad política. Existe entre la libertad civil y la libertad política una relación de género a especie.
En efecto la libertad política debe encaminar sus miras a asegurar la libertad civil.
La libertad política: se define y concreta al participar el ciudadano en la tarea gubernativa. Es
expresión de las personas obrando en conjunto como componentes del Estado.
La libertad civil: se expresa por un conjunto de otras libertades que se manifiestan por medio de
derechos. Por ejemplo libertades de enseñar, de aprender, de trabajar, entre otras muchas.
Aquí el tema de la libertad toma contacto con los derechos individuales. Acertadamente indica Bidart
Campos: La diversificación de la libertad jurídica en sectores también jurídicos que son las
libertades individuales. La constitución nacional ha constitucionalizado en su Preámbulo y en sus
artículos 14 y 14 bis principalmente la libertad.
En el plano estadual no es menos numerosa la lista, y como ejemplo se puede señalar con
legitimidad y en la primera línea el Estatuto Provisorio Constitucional de Entre Ríos de 1822 y la
Carta de Mayo de San Juan de 1825.
Posteriormente a la organización del país los Estados miembros siguieron las huellas de la carta
federal. En tal sentido mencionaremos dentro de las cartas tradicionales, a la bonaerense de 1934
que en su Art. 9 protege expresamente la libertad.
▪ La Igualdad. Concepto: La igualdad se expresa en términos tales que existe no sólo equiparación
de derechos para todos los integrantes del cuerpo social sino también de oportunidades. Así lo
establece en acertada concepción el Art.9 de la constitución de misiones.
Con mayor amplitud la carta santafesina de 1962 en su art. 8 impone al estado miembro el asegurar
la igualdad, eliminando todo obstáculo social o económico que pueda interferir en tal cometido. En
similares términos se expresa el art.12 de la constitución neuquina.
El punto es tratado por el art. 16 cuando manda que la República Argentina: “no admite
prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales, ni títulos de nobleza,
Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos, sin otra condición que la
idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas.
Concepto que repite el art.10 de la carta bonaerense de 1934 al indicar que los habitantes de la
Provincia (Estado miembro) son iguales ante la ley y ésta debe ser una misma para todos y tener
una acción y una fuerza uniforme.
Este criterio que campea también en muchas de las constituciones modernas argentinas así: Chaco,
Formosa, Misiones, Neuquén, y Río Negro. En una misma línea de pensamiento pero con mayor
acierto enfoca, la cuestión la carta chubutense, que declara la igualdad, rechazando todo privilegio u
otra forma de distingo, proviniere ella de raza, religión, clase social, partido político o sexo.

Análisis del Art.16 de la CN: “No admisión de prerrogativas de sangre, nacimiento, ni de títulos de
nobleza: La norma constitucional ha venido a recoger una tradicional idea argentina en materia
cristalizada en una decisión que en tal sentido tomó la Soberana Asamblea General Constituyente
de 1813. El criterio que la informa es de conformidad con el requerimiento de la dignidad
republicana.
“No admisión de fueros personales”·: Anula los antiguos privilegios. Por ellos determinadas
personas (eclesiásticos, universitarios y militares) debían ser juzgados en sus delitos, en sus pelitos
por jueces especiales elegidos entre sus pares o iguales. Este artículo 16 consagra, pues, la
igualdad ante la justicia que consolida el Art.18 Otorga los mismo jueces a todos los habitantes y
prohíbe el juzgamiento por comisiones especiales.
Sin embargo no han quedado suprimidos los fueros reales o de causa, establecidos por la
naturaleza de las cosas o de los actos. El fuero real de materia o de causa, no es un privilegio
personal otorgado a quien así es juzgado, no lo diferencia de los demás habitantes. Es una
jurisdicción que juzga a determinados hombres en razón de la cuestión o materia de juicio y no en
razón de la persona. Por eso el fuero militar es un fuero real y no personal, que existe únicamente
cuando el hecho que se juzga por tribunales militares afecta a las fuerzas armadas como institución.
La competencia penal de los tribunales militares la establece el congreso nacional en su Art. 75 inc
27. Al hacerlo debe ceñirse razonablemente a lo que es materia específicamente militar. Si el
congreso al establecer esa competencia, sobrepasa lo que es de neta y estricta índole castrense, la
justicia militar legalmente regulada se vuelve arbitraría y en consecuencia inconstitucional, Por otra
parte cabe señalar que la jurisdicción militar no integra el poder judicial que la extensión de la
jurisdicción a los civiles viola la constitución y que a partir de la ley 23049 de 1984 las sentencias de
los tribunales militares quedan sujetas a revisión por un tribunal judicial.
Admisibilidad de empleo: Hace accesible los empleos sin otra condición que la idoneidad. Suprime
la arbitrariedad o el favoritismo para el ingreso a la administración pública. Coloca a todos sobre un
pie de igualdad a fin de que la capacidad y la justicia sirvan para seleccionar a los servidores
públicos, principios olvidados en nuestro país.
La condición jurídico constitucional de los extranjeros: El libérrimo concepto que campea en el
Preámbulo y el art.20 de la C.N., otorgante de todos los derechos civiles a favor de los extranjeros,
ha sido seguido por gran parte de las cartas estaduales...
La constitución bonaerense manda el art. 30 que los extranjeros gozarán en el territorio de la
Provincia (estados miembros) de todos los derechos civiles del ciudadano y de los demás que esta
constitución les acuerda.
La constitución chubutense veda expresamente la sanción de leyes y el dictado de reglamentos que
lleven por finalidad el disminuir la condición de ellos.
La carta neuquina prohíbe diferenciar en materia de derechos civiles y gremiales entre naturales y
extranjeros.
Como excepción la carta correntina que siguiendo las huellas remotas del reglamento provisorio de
1821 ya estudiado en el capítulo inicial de esta obra, produce una solución que tenemos por
inconstitucionalidad. En efecto su art. 24 veda el acceso a los cargos públicos de los extranjeros,
salvo aquellos de tipo administrativo que requieran título profesional o los referentes al ejercicio de
la docencia.

Igualdad en el Plano fiscal: El párrafo final del art. 16 es sumamente claro al respecto. De todas
formas, resulta de utilidad transcribir aquí las acertadas reglas de Segundo Linares Quintana en
punto a la división en categorías de los contribuyentes, diciendo al respecto.
 Igualdad de tratamiento para todos los contribuyentes agrupados en similar categorías.
 Diferenciados razonables y reales deben fundar el criterio clasificatorio de las categorías.
 Inexistencia de discriminaciones de tipo arbitrario sobre categorías o personas en especial.
 Proporcionalidad de la prestación tributaria en referencia a la capacidad contributiva del oblante.
 Equidad en el tratamiento diferencial fijado.
 Generalidad y uniformidad de la prestación tributaria.

En este sentido expresa el art. 39 de la carta bonaerense que ningún impuesto establecido o
aumentado para sufragar la construcción de obras especiales, podrá ser aplicado, interina o
definitivamente a objetos distintos determinados en la ley de creación , ni durará por más tiempo
que el que se emplee en redimir la deuda que se contraiga.

ESTUDIO PARTICULARIZADO DE LAS LIBERTADES: LOS DERECHOS DE LA PERSONA


A) DERECHO A LA VIDA: Es la facultad fundamental de todo hombre tiene de gozar de su
existencia desde el mismo momento de su concepción y hasta el instante preciso de su muerte,
entendida esta como de tipo natural.
Los textos constitucionales: La C.N. no enumera en forma expresa este derecho, pero del contexto
de sus normas surge su calidad de fundamental, amparado por el Art.33. Además la tradición
argentina en la materia desde la gesta de mayo así lo asegura. Ciertas cartas estaduales, producen
un reconocimiento expreso en tal sentido. Así la constitución bonaerense en su Art. 9, otras con más
modernos contenidos, se expresan como la de Córdoba Art. 19 inciso 1 y la de Salta (Art. 10)
reconociendo el derecho a la vida desde la concepción. La Constitución de Córdoba implica el
reconocimiento del derecho al honor y a la propia imagen Art. 19 inciso 2. Un tercer grupo concreta
un reconocimiento del derecho a la salud que nace sucedáneo necesario de la facultad bajo estudio,
así la neuquina art. 287, santacruceña Art. 57, santafesina Art. 19.
B) DERECHO A LA PROTECCIÓN DE LA FAMILIA: Caracterización: Facultad básica de todo
hombre de formar y contraer matrimonio y formar a partir de allí el núcleo esencial de sus afectos y
a la vez de la sociedad. La carta federe al de 1860 trae como única referencia al tema la facultad
otorgada al extranjero en su art.20 de casarse conforme a las leyes. La constitución de 1949 es la
que introdujo una extensa conceptualización, esta temática en forma plena en el constitucionalismo
argentino. Luego de su derogación la reforma de 1957 en su art. 14bis, recoge esta problemática al
mandar que el estado por ley deberá otorgar protección integral a la familia. Las cartas estaduales
reconocen este derecho, chaqueña art. 32, chubutense art. 44, misionera art. 37, santacruceña Art.
56.
Las más modernas constituciones estaduales concretan el enunciado de un verdadero listado a
semejanza de la carta federal de 1949, entre otras más las cuales reconocen los derechos de
ancianidad, familia, infancia y maternidad. El frustrado proyecto bonaerense en su Art. 28 hacia lo
propio con la familia, la maternidad, la infancia y la juventud , las personas con discapacidad la
seguridad social , la vivienda familiar , la salud, el sistema educativo.
Con sentido amplio existen constituciones que últimamente han adoptado originales
reconocimientos a saber: derechos emergentes de la ecología, y los deberes de conservación del
medio ambiente, los derechos de los aborígenes (Río Negro Art. 42) los derechos de protección al
consumidor (R. Negro Art. 30).
C) DERECHO A LA INVIOLABILIDAD DEL DOMICILIO DE LA CORRESPONDENCIA, Y DE LOS
PAPELES PRIVADOS. Tratase de la facultad que asiste a todo ser humano de gozar del respeto
natural de aquellos elementos que conforman el soporte válido para el desarrollo de su personalidad
más intima y elemental. El art. 18 CN dice el domicilio es inviolable, como también la
correspondencia epistolar, y los papeles privados, y una ley determinará en qué casos y con qué
justificativos podrá proceder a su allanamiento y ocupación. La totalidad de las cartas estaduales
reconocen este derecho. Buenos Aires en su Art. 21 (domicilio) Art. 20(correspondencia) En el
mismo sentido se expresan las constituciones chaqueñas Art. 12, chubutense Art. 25, fueguina Art.
41, rionegrina Art. 21 el Art. 20 de la carta bonaerense manda que la correspondencia epistolar es
inviolable. El frustrado proyecto de reforma extendía la protección a cualquier forma de
comunicación personal por medio que sea Art.20. Existe en el plano estadual una fuerte corriente en
punto a negar la validez en juicio de correspondencia.
D) DERECHO A PROFESAR LIBREMENTE SU CULTO O DE NO PERTENECER A RELIGIÓN
ALGUNA: La facultad que tiene cada ser humano de tomar posición en materia religiosa y de
conducirse de conformidad a la decisión adoptada. Las normas constitucionales. Art. 14 CN así lo
establece, en relación a los extranjeros hace lo propio el art. 20, este último adoptando los
contenidos de los tratados de Inglaterra de 1825 y con Francia de 1840, en relación con las cartas
estaduales podemos dividir el estudio en diversos periodos.
1.- Etapa anterior a 1853: la total unilateralidad de las constituciones estaduales durante este
periodo, sólo excepcionalmente la carta de mayo en su art. 17 reconoce la más amplia libertad de
cultos.
2.- Etapa de 1853 a 1957: Algunas cartas se limitaron a fijar su adhesión al culto católico, dando por
sobreentendida su admisión a la libertad de cultos, la mayor parte de las constituciones adoptaron lo
de la CN, así la sanjuanina de 1856, entrerriana de 1860 y la bonaerense. En este sentido en su Art.
6 y 7 de la carta de 1934. El primero manda que es inviolable en el territorio de la provincia el
derecho de todo hombre de rendir culto a Dios Todopoderoso libre y públicamente, según los
dictados de su conciencia.
3.- Etapa de 1957 en adelante: la mayoría de las nuevas cartas acoge el derecho con amplitud de
términos que la propia CN, Chubut llega a constitucionalizar el derecho al cambio de creencia
religiosa, además de la tradicional libertad de cultos.
E) DERECHO A LA ENSEÑANZA Y AL APRENDIZAJE: Es la facultad de todo hombre de impartir
sus conocimientos a sus semejantes o de recibirlos de parte de éstos. Resulta en el decir de
Aristóteles la más noble función del espíritu.
Nuestra CN ha hecho honor al hondo significado que encierra la frase del sabio, por eso en su Art.
14 reconoce este derecho. Los autores de nuestra CN le otorgaron la importancia que merece tanta
trascendencia individual y social. Las principales disposiciones de la constitución sobre educación
son los Art. 5, 14, 75 inc. 18, que establecen respectivamente la obligación de las provincias de
atender a la educación primaria, el derecho de los habitantes de enseñar y aprender y la atribución
del congreso de organizar la educación en todos los niveles, están estas disposiciones enderezadas
a promover el bienestar general.

III. – GARANTIAS. CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN. HABEAS CORPUS. AMPARO


Las garantías que hemos de estudiar aquí son todos aquellos medios o procedimientos procesales
sumarios de protección o reintegración de los derechos y libertades expresa o implícitamente
reconocidos por la constitución.
Juan Francisco Linares habla de cuatro conceptualizaciones del vocablo a saber:
1.- garantías en sentido estrictísimo: (solo abarca los procedimientos sumarios, v. gr. Acción de
amparo),
2.- garantías en sentido estricto: (se suman los medios judiciales protectores de la libertad, así la
demanda de inconstitucionalidad)
3.- garantías en sentido amplio: comprensivo también de las políticas (ej. independencia del poder
judicial)
4.- garantías en sentido amplísimo: totalizador de todas las instituciones liberales en el asunto v. gr.
la constitución en su conjunto.

ESTUDIO PARTICULARIZADO DE LAS GARANTIAS:


1) JUICIO PREVIO: Es uno de los elementos integrales del debido proceso legal, impone que
ninguna persona puede ser condenada penalmente sin habérsele practicado las instancias
procesales que conforman el proceso criminal pertinente. La recepción en las cartas
constitucionales el principio deriva de la famosa declaración francesa de 1789 y de allí ha pasado a
un sinnúmero de cartas, entre ellas argentina de 1853–1860. Las constituciones estaduales lo
adoptan por lo general en forma expresa. En dichos textos se considera culpable solamente a
aquellas personas que han sido declaradas tales en fallo que registre calidades de firme.
2) LEY ANTERIOR AL HECHO DEL PROCESO: Se fija que ninguna persona podrá ser condenada
en sede penal por medio del fundamento generado por una ley posterior al suceso que motive la
apertura de la causa. Se impide así la retroactividad de la ley penal, salvo el caso que fuere más
benigna para el encausado, en cuyo supuesto sí cabe la retroactividad. Su recepción en las cartas
constitucionales: Ya vimos el contenido de la carta federal vigente, las cartas estaduales en general
recogen la idea siguiendo dicho modelo, las tradicionales y a la constitución de 1949, las más
modernas. Algunas de ellas aceptan expresamente la retroactividad de la ley más benigna por
ejemplo Neuquén art. 35.
3) JUECES NATURALES: Son aquellos magistrados judiciales que han recibido por leyes federales
o estaduales la jurisdicción y la competencia respectiva para intervenir en la causa que se trate. Su
presencia en las cartas constitucionales: El sentido de dicho requisito es imposibilitar el juzgamiento
por vía de comisiones especiales que alteran lógicamente el criterio de imparcialidad que debe ser
intrínseco de la tarea judicial. En el art. 13 de la carta bonaerense, trae una requisitoria a favor del
juez competente. El art. 17 de la constitución chaqueña prohíbe que toda persona sea sacada de la
jurisdicción de los jueces cuyos cargos tengan existencia legal antes del hecho de la causa.
4) COMISIONES ESPECIALES: Aquí se trata de todo tribunal o juez creado o dotado de jurisdicción
y competencia para el caso. Su aparición en el texto constitucional el art. 15 de la carta bonaerense
se ocupa particularmente del tema para prohibir las referidas comisiones o tribunales especiales. El
Art. 17 de la constitución chaqueña se expide por la misma postura pero es más amplio al agregar la
prohibición de investigar por intermedio de las referidas comisiones, además de fijar la veda para
juzgamiento.
5) EXIMICIÓN DE LA DECLARACIÓN CONTRA SI MISMA: Tratase en el caso de impedir que la
persona sea coaccionada a manifestarse en contra de su persona, de sus derechos o de sus
intereses. Por ello el texto constitucional veda, más adelante pero dentro del mismo Art. 18 la
aplicación de azotes o tormentos.
Los textos constitucionales. En referencia a la expresión de la carta federal en esta materia se
genera una interesante controversia que trata de dar respuesta a la pregunta: ¿está limitada al
proceso penal o no?
Tesis limitativa: Es el criterio sostenido por Linares Quintana y el que predomina en las cartas
estaduales así Bs. As art 25, Río negro art 8, Santa cruz art 22.
Tesis amplia: Es la propiciada por Bidart Campos y Quiroga Lavie, quien señala que donde la ley no
distingue no se debe distinguir.
Volviendo al tema general: agregaremos finalmente que algunas cartas estaduales extienden este
beneficio a los familiares de grado mayor de parentesco, v. gr. Santa Cruz.
6) PROTECCIÓN CONTRA EL ARRESTO INJUSTIFICADO. PRESENCIA DEL HABEAS CORPUS:
Se trata de proteger a las personas de cierto tipo de detenciones que configuran un abuso de poder.
Para nuestra opinión, que sigue a Linares Quintana aparece en está cláusula el instituto del habeas
corpus en la C.N. Las normas constitucionales, el hecho de que la carta federal no aclare el tipo de
autoridad que debe librar la citada orden, ha motivado una discrepancia en los textos estaduales. En
efecto, unas tienen al igual que la C.N., texto indeterminado en relación al punto por ej. La riojana.
Otras indican que la autoridad en el caso debe ser la judicial v. gr. Buenos Aires. Esta última
constitución es precursora al disponer que nadie podrá ser detenido sin que proceda la indagatoria
sumaria que produzca plena prueba o indicio vehemente de un hecho que merezca pena corporal,
salvo en caso flagrante, en que todo delincuente puede ser detenido por cualquier persona y
conducido inmediatamente a presencia del juez. Art. 13. Muchas otras cartas adoptan similar
solución por Ej., Neuquén y La Pampa. Otro aspecto donde la constitución bonaerense ha marcado
rumbo es fijar la perentoriedad de la obligación de poner a la persona detenida a disposición del
juez competente Art. 17
7) INVIOLABILIDAD DE LA DEFENSA: Es la posibilidad otorgada a toda persona de hacer valer su
derecho ante el órgano que corresponda. El concepto es amplio y conforme a ello no sólo ha de
ejercerlo frente autoridad estatal, sino de otros niveles y jerarquías. Es reconocible el ejercicio de la
defensa, limitándonos en la ejemplificación de la esfera estatal, no sólo en el ámbito judicial sino
también en el administrativo. En este punto es sumamente elogiable la constitución chaqueña que
en su Art. 17 fija la defensa en las instancias judicial y administrativa.
8) PROHIBICIÓN DE PROCESAR Y PENAR MÁS DE UNA VEZ POR EL MISMO DELITO: Nos bis
in ídem: Con ella se asegura que la persona responda una sola vez por una misma acción u omisión
de tipo delictuoso. En tal sentido se puede ejemplificar con las siguientes cartas Bs. As. Art. 25.
Misiones Art. 25, Santa Cruz Art. 21, Tierra del fuego Art. 34.
9) DIGNIDAD DEL RÉGIMEN CARCELARIO: No encontramos mejor definición que transcribir el
propio mandato constituyente sobre este punto. Estatuye que las cárceles de la nación serán sanas
y limpias para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ella, y toda medida que a
pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará responsable
al juez que la autorice. Las cartas estaduales siguen y aún amplían la manda y la carta federal,
modelo en su género se puede indicar el art. 30 de la Constitución de Chubut, que tiene a las
cárceles como lugares de readaptación y trabajo y asegura al penado el cumplimiento de sus
necesidades naturales y culturales.
10) HABEAS CORPUS: La historia del hombre es la historia de la lucha por la libertad y por la
vigencia de los demás derechos. Nace para ser libre y realizarse en plenitud, combate primero a fin
de obtener su libertad y el goce efectivo de sus derechos luego para conservarlos y finalmente para
recuperarlos si los ha perdido. Por ello se ha advertido la necesidad de otorgar remedios
adecuados, rápidos y eficaces para asegurar la vigencia de los derechos y en primer lugar la
libertad física y ambulatoria que es fundamental para el ejercicio de los demás.
Una persona puede sufrir lesión, privación, perturbación o amenaza de su libertad física y
ambulatoria con o sin derecho. Privación de libertad con derecho sería la detención de un
delincuente o del presunto autor de un hecho ilícito. Amenaza ilegítima cuando ese delincuente o el
sospechoso de un ilícito, aún en libertad son requeridos y buscados por la justicia.
Pero cuando se lesiona o amenaza arbitrariamente la libertad física y ambulatoria con detenciones o
traslados, vigilancias, impedimentos abusivos, etc., sin causa justa, sin causa legal, por autoridad
incompetente o competente pero sin forma legal, procede el habeas corpus como remedio
específico, rápido y eficaz para la defensa.
11) AMPARO: Es la garantía protectora de todo tipo de libertades, excepción hecha de la del tipo
físico. Su existencia es consecuencia natural del rol restrictivo que en general se confiere al habeas
corpus. Tratase de una acción otorgada contra obrares de autoridades o de particulares que atenten
contra los derechos reconocidos constitucionalmente o legalmente. Pueden ser atentados ya
producidos o amenazas de atentar que entrañen peligro inminente. Dana Montaño dice al respecto
que sí bien el habeas corpus es una garantía especifica y por antonomasia de la libertad individual
no se debe olvidar que la figura del amparo es la garantía jurisdiccional para la protección de los
derechos humanos. Bidart Campos dice: la acción destinada a tutelar los derechos y libertades que
por ser diferentes de la libertad corporal o física escapan a la protección judicial del habeas corpus.
En el campo del derecho público argentino creemos estar frente a un auténtico derecho de las
personas a la jurisdicción, género que incluiría naturalmente la acción bajo estudio como especie.

UNIDAD TEMATICA VII


ESTRUCTURA DEL PODER LEGISLATIVO EN LAS CONSTITUCIONES PROVINCIALES
ARGENTINAS

I - COMPOSICIÓN. UNICAMERALISMO O BICAMERALISMO: DEBATE Y RECEPCIÓN


CONSTITUCIONAL.
Dentro de nuestro régimen federal, el sistema bicameral, en lo que respecta al orden nacional, es de
su propia esencia, ya que los diputados representan al pueblo de la Nación, en tanto que los
senadores son los representantes de las provincias (art. 44 CN).
Por el contrario, en las provincias, que son entes autónomos, estas razones no existen. No es
obligatorio para las provincias adoptar para la organización de su Poder Legislativo el régimen
bicameral. Teniendo en cuenta lo dispuesto por los arts. 5 y 122 CN, las provincias son libres de
determinar el sistema de una o dos Cámaras para su Poder Legislativo.
Entre 1820 y 1853, la organización de las Legislaturas provinciales fue de tipo unicameral. En los
primeros años posteriores a 1853, la única provincia de sistema bicameral era Buenos Aires, que lo
había implantado en 1854. Las restantes provincias continuaron rigiéndose por su régimen
unicameral, pero poco a poco varias de ellas cambiaron su orientación y terminaron consagrando el
sistema bicameral. Hoy parecería que la tendencia unicameral vuelve a tener predominancia, sobre
todo en las provincias de menores recursos económicos y más despoblados. Todas las nuevas
provincias han consagrado el sistema unicameral. (Berardo)
Las provincias pueden a su libre arbitrio consagrar su organización libremente, adecuándola a la
realización de los fines del gobierno. Bas decía que la división de la Legislatura en dos instancias
introducía cierto equilibrio, provocaba la doble discusión y dificultaba la precipitación en la sanción
de las leyes. Por ello auguraba que las provincias que habían adoptado el sistema unicameral
pronto habrían de abandonarlo, “cuando el desarrollo de la riqueza y, con ella, la complicación y el
interés en las funciones del gobierno, impongan mayores discusiones y criterios diferentes
ampliando el campo de las deliberaciones. Estas predicciones no resultaron acordes con la realidad.
La experiencia parlamentaria que hemos vivido en el país nos inclina a pensar que resulta
injustificable a esta altura de los acontecimientos el mantenimiento de un sistema bicameral a nivel
provincial , sea por los mayores costos que esto irroga al erario público o por la demora en que se
incurre mediante el doble examen de los proyectos legislativos; la existencia de dos cámaras no ha
mejorado el aspecto formal de la legislación, ni impedido el dictado de normas producto del
apresuramiento o de la improvisación. (Frías)
En razón de que las provincias deben, al dictar sus constituciones guardar la subordinación y
coherencia de sus respectivos ordenamientos con el ordenamiento del estado federal, han de
reproducir la división de poderes y, por ende, organizar su “poder legislativo”, que se denomina
“legislatura”. Pero ¿tienen que calcar el bicameralismo federal en el orden local? ¿El Bicameralismo
hace parte del sistema representativo republicano, o de los principios, declaraciones y garantías de
la constitución federal que conforme al art. 5 las provincias están obligadas a resguardar para
merecer la validez de sus ordenamientos propios y gozar de la garantía federal? Creemos que no.
El Bicameralismo no hace parte esencial de nuestra estructura constitucional del poder, y si tiene
razón propia en el orden federal –precisamente por la forma federativa de nuestro régimen – no la
tiene de la misma índole en las provincias donde sus constituciones pueden establecerlo o
suprimirlo como una mera técnica organizativa de sus legislaturas. Por eso son perfectamente
constitucionales las cartas de provincias que consagran el unicameralismo.

II - LAS LEGISLATURAS BICAMERALES: ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO.


ATRIBUCIONES. LA ASAMBLEA LEGISLATIVA.
También en ésta materia se han adoptado criterios diversos entre las provincias que aún mantienen
la institución senatorial para fijar la base de la representación.
Las preferencias se distribuyen entre aquellas que han tomado como base para la elección de
senadores un criterio demográfico.

Buenos Aires 42 senadores , ampliable hasta 50


Corrientes 13 senadores, ampliable a 20
Mendoza Como límite no exceder de 40

Otras han dispuesto la elección de un senador por Departamento

Entre Ríos
Salta
Santa Fe
Catamarca

Córdoba adopta un sistema mixto demográfico geográfico, fija un senador por cada departamento
que no exceda de 60.000 hab.: dos senadores para aquellos Departamentos que tengan entre 60 y
100.000 hab.; tres senadores para los que tengan más de 100.000 hab. La representación de las
minorías en los departamentos que elijan 3 senadores siempre habrá un representante minoritario.
Córdoba para elección de sus senadores aplica 3 sistemas electorales: 19 voto uninominal o por
circunscripciones en aquellos departamentos que elijan un senador, 2) el de lista completa en
aquellos que eligen 2 senadores y 3) voto restringido o lista incompleta en los que eligen 3
senadores.

La Cámara de Diputados: bases de su organización; forma de elección.


Todas las provincias que adoptan el sistema bicameral hablan de una Cámara de Diputados y una
de Senadores. En las provincias de sistema unicameral, a la Cámara única se la denomina Cámara
de Diputados, Cámara de Representantes o Legislatura.
Casi todas las Constituciones provinciales, tanto las de régimen bicameral como unicameral,
determinan un número fijo de diputados o, en su caso, establecen un número máximo y otro mínimo
para los integrantes de la Cámara. (art. 44 Const. de Córdoba, y 69 Const. de Bs. As.). Alguna
Constitución, tal la de Salta, no fija el número de diputados ni establece un límite máximo o mínimo,
lo cual deja librado a la ley. Tampoco fija un número determinado la Constitución de Tucumán.
Los diputados provinciales son elegidos por el voto del pueblo en todas las provincias, pero
aplicando sistemas electorales distintos. Tres son los sistemas: el de los dos tercios, el de
proporcionalidad y el de circunscripciones uninominales.

Requisitos de elegibilidad de los diputados, duración del mandato y renovación.


Por lo general, los requisitos se refieren a la edad, a la ciudadanía y a la residencia en la provincia si
no se es natural de ella. Con respecto a la edad las distintas constituciones las fijan en 22 o 25 años
como mínimo, y alguna dice simplemente “ser mayor de edad”.
Por lo general, las constituciones provinciales fijan en 4 años el período de mandato, renovándose
la cámara por mitades cada 2 años, y receptan el principio de la reelección. La constitución de
Córdoba, empero, establece que la cámara de diputados se renovará totalmente cada 4 años.
Es de destacar que las constituciones de las provincias bicamerales, disponen que la cámara de
diputados tiene, como competencia exclusiva, la facultad de acusar ante el senado a determinados
funcionarios y magistrados, en tanto otras otorgan como facultad exclusiva de la cámara de
diputados, la de iniciar las leyes sobre impuestos y las demás contribuciones.

El senado: bases de su organización, formas de elección; requisitos de elegibilidad; mandato y


renovación.
A veces el número de integrantes del senado está determinado en las constituciones provinciales,
otras, no se fija número. Algunas constituciones provinciales establecen que habrá un senador por
departamento.
Las constituciones provinciales establecen en sus normas las bases para ser elegido senador; estas
bases están referidas a la ciudadanía en ejercicio, a una determinada edad –generalmente, 30 años
como mínimo–, y a la necesidad de ser oriundo del departamento o poseer una residencia inmediata
en éste, que suele fijarse en dos años.
En todas las constituciones provinciales se admite la reelección, fijando algunas el mandato en
cuatro años, con renovación por mitades cada dos años.
En todas las Constituciones provinciales se admite la reelección, fijando algunas el mandato en
cuatro años, con renovación por mitades cada dos años; otras Constituciones lo establecen en seis
años. Algunas de ellas determinan que se renueve totalmente el Senado al término del período
legal. Las Constituciones de las provincias bicamerales establecen como de competencia exclusiva
del Senado juzgar en juicio político a los funcionarios o magistrados acusados por la Cámara de
Diputados, así como el prestar acuerdo para el nombramiento de magistrados y determinados
funcionarios.

Presidencia del Senado.


La presidencia del Senado es ejercida por el vicegobernador de la provincia. Sin perjuicio de ello,
entre los miembros de este cuerpo se elige un presidente provisorio, encargado de reemplazar en la
presidencia del Senado al vicegobernador en caso de ausencia o cuando éste ejerza funciones de
gobernador.

Derecho parlamentario. Quórum. Sesiones preparatorias, ordinarias, de prórroga y extraordinarias.


El derecho parlamentario es la parte del derecho constitucional que se refiere a la composición,
funcionamiento y privilegios de los cuerpos legislativos. En las provincias ello está referido a las
Legislaturas, sean éstas bicamerales o unicamerales.
Para que las Cámaras puedan constituirse, funcionar y tomar decisiones se necesita quórum. El
quórum es el número requerido de legisladores a los fines antes expresados.
Todas las Constituciones establecen que para su funcionamiento las Cámaras, necesitan mayoría
absoluta de sus miembros, es decir la mitad mas uno, pero también pueden reunirse con un número
menor para acordar medidas contra los ausentes.
En cuanto a las decisiones que tomen, a veces se requiere la simple mayoría, en otros casos los
dos tercios e incluso la unanimidad, como lo dispone, por ejemplo, la Constitución de Córdoba en su
Art. 83, inc. 26, cuando se trata de cesión que “importe desmembramiento de territorio o abandono
de jurisdicción”.
Las sesiones de las Cámaras se dividen en preparatorias, ordinarias, de prórroga y extraordinarias.
Las primeras en el tiempo son las preparatorias y están contempladas en los reglamentos de las
Cámaras. Tienen por objeto admitir a los electos, ya que cada Cámara es juez de las elecciones,
derechos y títulos de sus miembros en cuanto a su validez. Se incorporan entonces los legisladores
que prestan el juramento de rigor y se eligen las autoridades de los cuerpos legislativos.
Las sesiones ordinarias tienen plazo determinado de varios meses, fijado en las constituciones
provinciales y un período de receso.
Las sesiones de prórroga, como su nombre lo indica, son las que se prolongarán más allá del
vencimiento del plazo de las sesiones ordinarias. En el orden de nuestro derecho público provincial,
la prorroga puede determinarse por propia sanción legislativa. Además, puede prorrogar las
sesiones el Poder Ejecutivo, como lo establecen, entre otras.
Las sesiones extraordinarias se convocan por llamado del Poder ejecutivo o por autoconvocatoria
ante el pedido de determinado número de legisladores. Durante las sesiones extraordinarias las
cámaras solo se ocuparan del asunto o asuntos que se fijaron en la convocatoria.

Simultaneidad de sesiones; suspensión de sesiones.


La generalidad de las Constituciones provinciales determina, en las provincias de régimen
bicameral, que ambas Cámaras empiezan y concluyen sus sesiones simultáneamente, y que
ninguna de ellas mientras esté reunida podrá suspender sus sesiones por más de tres días sin la
autorización o consentimiento de la otra Cámara.
En las provincias de régimen unicameral tampoco pueden suspenderse las sesiones durante el
período ordinario por más de tres días hábiles consecutivos, salvo causa de fuerza mayor, sin
contar con el voto favorable de dos tercios de los legisladores o sin dar cuenta de ello al Poder
Ejecutivo.

Juramento.
Este acto formal es exigido por todas las Constituciones provinciales, y los legisladores deben
cumplirlo en el momento de su incorporación. Diversas son las fórmulas que se emplean.

Asambleas Legislativas.
Es la reunión conjunta de ambas Cámaras en los sistemas bicamerales, con determinados fines
expresamente establecidos en la Constitución, ya sea en normas dispersas de la ley fundamental o
en un capítulo especial.
Podríamos decir que las Asambleas Legislativas se reúnen, por lo general, para las siguientes
alternativas: a) Apertura y clausura de las sesiones. b) Recibir el juramento al gobernador y al
vicegobernador de la provincia. c) Consideración de la renuncia de los senadores electos al
Congreso de la Nación, antes de que el Senado tome conocimiento de su elección.
Privilegios parlamentarios; fundamento; individuales.
Son prerrogativas especiales de las que gozan los legisladores. Se estiman establecidos no en
interés particular del legislador sino de la Legislatura, y tienen por finalidad asegurar la
independencia y jerarquía del Poder Legislativo.
Se dividen en personales o individuales y colectivos. Los primeros son: a) la inmunidad de opinión;
b) la inmunidad de arresto; c) la inmunidad de querella o proceso.
Privilegios colectivos.
Entre estos privilegios podemos señalar los siguientes: 1) la facultad que tiene cada Cámara de
dictar su propio reglamento. Así, la Constitución de Córdoba. De la facultad que tiene cada Cámara
de dictar su reglamento, dentro de esta clasificación surge; 2) La facultad o poder disciplinario que
tienen las Cámaras para corregir a sus miembros por desórdenes de conducta en el ejercicio de sus
funciones, o hacer arrestar a las personas ajenas a su seno por falta de respeto o conducta
desordenada e inconveniente; 3) Cada Cámara es juez de las elecciones, derechos y títulos de sus
miembros en cuanto a su validez; 4) Las Cámaras pueden interpelar a los ministros; 5) Las
Cámaras pueden pedir informes al Poder Ejecutivo sobre la renta pública o cualquier otro punto que
sea conducente al mejor desempeño de sus funciones.

Remuneración. Incompatibilidades legislativas.


En cuanto a la remuneración que corresponde a los legisladores, a la que se le da el nombre de
“dieta”, distintas son las variantes. Mientras algunas Constituciones provinciales guardan silencio
acerca del tema, como por ejemplo las de Mendoza, Salta o Tucumán, otras dicen que los servicios
de los legisladores serán remunerados con la dotación que fije la ley y destacan que “no podrá
aumentarse a favor de los que estuviesen en ejercicio de sus funciones”.
El cargo de legislador es incompatible con el de empleado a sueldo de la Nación, de la provincia o
municipio.
Por lo general, se exceptúan las funciones docentes en el nivel secundario o terciario, así como el
ejercicio profesional, pero tampoco puede desempeñar la función de legislador quien por propio
derecho, o como gerente, apoderado, representante o abogado de empresas, tenga contrato de
carácter oneroso con el Estado nacional, provincial o municipal.

Formación y sanción de las leyes; iniciativa.


Las Constituciones de las provincias de régimen bicameral establecen en sus textos que las leyes
pueden tener principio en cualquiera de las dos Cámaras por proyectos presentados por alguno o
algunos de sus miembros o por el Poder Ejecutivo. Las Constituciones de varias de estas provincias
determinan que corresponde solo a la cámara de diputados la iniciativa leyes sobre impuestos.
En los regímenes unicamerales la iniciativa puede corresponder a la cámara o al Poder Ejecutivo.
En algunas también puede presentar proyectos el Poder Judicial, pero solamente referidos a la
justicia. La Constitución de Neuquén establece, además, que las leyes pueden tener origen en la
“iniciativa popular” (art.102).

Casos que se pueden plantear en las legislaturas bicamerales.


En el tratamiento de un proyecto de ley en las legislaturas bicamerales, pueden darse las siguientes
posibilidades:
1) Presentado un proyecto en una de las cámaras que llamaremos de origen (sea tratado sobre
tablas o después del informe de la comisión respectiva), y aprobado por la cámara de origen pasa a
la otra cámara para su discusión. Aprobado por esta, pasa al Poder Ejecutivo para su examen, y si
también obtiene su aprobación, se promulga como ley. Se reputa aprobado por el Poder Ejecutivo
todo proyecto no devuelto en un determinado plazo, generalmente 10 días.
2) Si alguna de las cámaras desecha totalmente el proyecto de ley, no podrá volver a tratárselo en
las sesiones del año.
3) El proyecto aprobado en la Cámara de origen pasa a la revisora. Si ésta le introduce
modificaciones, vuelve a la de origen, y si aquí se aprueban las correcciones por mayoría absoluta,
pasa al Poder Ejecutivo para su promulgación.
4) Si la cámara de origen no estuviera de acuerdo con las modificaciones introducidas por la cámara
revisora e insiste en su proyecto, vuelve por segunda vez a la cámara revisora y si aquí fueren
nuevamente aprobadas con una mayoría de los 3/3 de sus miembros, el proyecto pasará otra vez a
la cámara de origen y no se entenderá que ésta reprueba dichas correcciones si no concurren para
ello el voto de las 2/3 partes de sus miembros presentes. Es decir que si en la cámara de origen se
tiene esta mayoría, prevalece su criterio.
5) El proyecto puede ser desechado en todo o en parte por el Poder Ejecutivo, es decir, se lo veta.Si
así sucediere, vuelve con sus objeciones a la Cámara de origen; esta lo discute de nuevo y si lo
confirma con la mayoría de los 2/3 de votos, pasa a la Cámara revisora. Si aquí se sanciona por
igual mayoría que en la anterior, pasa al Poder Ejecutivo para su promulgación.
6) Si las cámaras difieren sobre las objeciones planteadas por el Poder Ejecutivo, el proyecto no
podrá volver a tratarse en las sesiones del año.
7) Si un proyecto es aprobado por una sola de las cámaras en un año, no puede ser tratado por la
otra cámara al año siguiente. En tal caso se estima como asunto nuevo y sigue la tramitación como
un proyecto presentado por primera vez.

Casos que se pueden plantear en las legislaturas unicamerales.


1) La sanción de todo proyecto requiere el voto favorable de la mayoría absoluta, es decir, la mitad
mas uno de los diputados presentes. Aprobado por la cámara, pasa al poder ejecutivo por 10
días dentro de los cuales podrá formular observación, es decir, vetarlo.
2) Si no hay veto se concreta la promulgación.
3) El proyecto que en la Cámara fuere rechazado, no podrá ser tratado de nuevo durante ese año.
4) Observado el proyecto por el Poder Ejecutivo, vuelve a la Cámara, la que puede aceptar las
correcciones formuladas.
5) La Cámara puede no aceptar las observaciones e insistir en su proyecto originario. En tal caso,
la simple insistencia, sin necesidad de determinada mayoría, obliga a la promulgación. Algunas
exigen que la insistencia sea con los dos tercios de los votos presentes.
6) Si no se alcanzara la mencionada mayoría para insistir con el proyecto, ni tampoco se aceptaran
las modificaciones propuestas por el Poder Ejecutivo, aquél no podrá tratarse nuevamente en las
sesiones de ese año.

Atribuciones de las Legislaturas.


La división y el equilibrio de los poderes determinan que el Poder Legislativo provincial tenga una
serie de facultades o atribuciones, así como las tienen los otros poderes que integran el gobierno.
Podríamos decir que en las provincias (al igual que en el orden nacional) la tendencia ha sido crear
Ejecutivos fuertes. Con todo, las atribuciones de las Legislaturas provinciales son bastante amplias.
Las Legislaturas provinciales bicamerales o unicamerales tienen, en líneas generales, las siguientes
atribuciones:
1) Intervenir en la sanción de las leyes.
2) Crear la legislación impositiva, fijando impuestos y contribuciones.
3) Dictar la ley de presupuestos y establecer el cálculo de recursos.
4) Crear y suprimir empleos.
5) Autorizar cesiones de parte del territorio provincial y/o fijar divisiones territoriales.
6) Conceder indultos y amnistías.
7) Legislar sobre la responsabilidad de los funcionarios.
8) Aprobar o rechazar la cuenta de inversión.
9) Aprobar, observar o rechazar tratados con el Estado Central o las demás provincias.
10) Organizar la carrera de la administración pública.
11) Autorizar al Poder Ejecutivo a contratar empréstitos.
12) Establecer bancos y crear entres autárquicos.
13) Decretar la realización de obras públicas.
14) Conceder subsidios.
15) Disponer sobre tierras públicas.
16) Legislar sobre expropiación por causas de utilidad pública.
17) Legislar sobre educación.
18) Legislar en materia electoral.
19) Organizar el régimen policial.
20) Dictar la ley orgánica municipal.
21) Legislar sobre jubilaciones y pensiones.
22) Nombrar senadores nacionales (antes de 1994)
23) Determinar las formalidades con que se ha de llevar el Registro Civil de las personas.
24) Movilizar o aprobar la movilización de las milicias por parte del Poder Ejecutivo provincial.
25) Dictar leyes de fomento y bienestar.
26) Prestar acuerdo para la designación de ciertos funcionarios y magistrados.
27) Intervenir en el juicio político.
28) Conceder primas o recompensas de estímulo.
29) Conceder o no autorización al gobernador o vicegobernador para salir temporariamente de la
provincia o de su capital.
30) Declarar la necesidad de introducir reformas en la Constitución provincial.
31) Dictar los códigos de procedimientos.
32) Legislar sobre salud pública.

III - LAS LEGISLATURAS UNICAMERALES: ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO.


ATRIBUCIONES.
Ver punto anterior.

UNIDAD TEMATICA VIII


EL PODER EJECUTIVO EN LAS CONSTITUCIONES PROVINCIALES ARGENTINAS

I - EL PODER EJECUTIVO PROVINCIAL: CONCEPTO, COMPOSICIÓN Y FUNCIONAMIENTO.


Concepto:
Es el poder del estado que en el esquema clásico de la división de poderes, está investido de un
conjunto de atribuciones que lo facultan para ejecutar las leyes, representar al estado en su
conjunto e instrumentar todas las disposiciones necesarias para realizar las tareas de gobierno.
No debe interpretarse que el poder ejecutivo es un simple ejecutor de las disposiciones legislativas y
está subordinado a ellas, ya que, muy por el contrario, su posición en la división de poderes tiene tal
importancia que ha llevado a muchos constitucionalistas a afirmar que es el órgano preponderante
del estado. Por otra parte, en los últimos tiempos existe una tendencia general en casi todos los
países por lo que se observa un deterioro progresivo del legislativo y un fortalecimiento del
ejecutivo. Además, las funciones del ejecutivo son tan amplias que lo llevan a intervenir en casi
todos los aspectos de la organización estatal. (Diccionario Consultor Político)

Características.
El Poder Ejecutivo es realmente lo que el vulgo (considerando al Poder Ejecutivo con un criterio
positivo y experimental) llama “el gobierno”, aunque, como es lógico, no corresponde que nadie se
exprese así, cuando los regímenes políticos como el nuestro están asentados sobre el clásico
principio de separación, independencia y equilibrio de los poderes. Lo cierto es que el Poder
Ejecutivo se consustancia con el hecho de ser el poder que está más en contacto con la población y
el que en las provincias orienta sus destinos.
La Constitución nacional, en su Art. 5, impone a las provincias asegurar, entre otras condiciones, la
forma representativa republicana de gobierno, lo que implica asegurar la división e independencia
de los poderes. La tradición argentina ha consagrado el Poder Ejecutivo unipersonal, aunque nada
obsta a que pueda implantarse el sistema de Ejecutivo colegiado.
Siempre se ha hablado (y consagrado en las constituciones provinciales) del sistema del Ejecutivo
unipersonal. Dos excepciones podríamos anotar a esta regla: la primera es la idea de Alberdi,
plasmada en su proyecto de Constitución para Mendoza. Dicho proyecto, en el Art. 31, dice que el
Poder Ejecutivo será ejercido por un gobernado, por un Consejo de Gobierno y por uno o más
secretarios que el gobernador elegirá según la ley.
La otra excepción es la de Córdoba, y data del 1 de diciembre de 1855. En esa fecha, el entonces
gobernador de la provincia, don Roque Ferreyra, dictó un decreto refrendado por su ministro
Justiniano Posse. Por ese decreto se creó un “Consejo Consultivo de Gobierno” cuyas funciones
fundamentales eran, según lo consignaba el art. 1, “ilustrar al gobierno en los asuntos que sometiere
a su consideración y proponerle todo proyecto o mejora que a su juicio creyere de utilidad pública”.
El consejo era muy numeroso.
En realidad, este Consejo, cuya gestión nos es desconocida porque no hemos encontrado ningún
antecedente de su actuación, constituía al parecer una especie de junta asesora que colaboraba
con el gobernador y que, en verdad, no integraba el Poder Ejecutivo, pero vale la cita como
antecedente histórico.
Salvo lo expuesto, toda nuestra evolución institucional ha estado, en lo referente a este poder,
marcada por el Ejecutivo unipersonal, y así lo han receptado, sin excepción, todas nuestras
Constituciones provinciales. (Rodolfo Berardo)
II - EL GOBERNADOR: SUS ATRIBUCIONES. ACEFALÍA.

Formas de elección:
Casi todas las Constituciones tienen establecido el sistema de la elección directa del gobernador,
consagrado por simple mayoría de votos. Dos Constituciones establecían el sistema de elección
indirecta por medio de un Colegio Electoral: la de Corrientes y la de Tucumán. Empero, todo el
sistema quedó unificado con las leyes electorales nacionales N° 19.862 y la 19.905, de 1972 y 1973,
respectivamente, que dispusieron la elección directa para los gobernadores de provincia. Una vez
más, por ley nacional se modificaron principios de Constituciones provinciales, con el consiguiente
desmedro del federalismo. Como dice Frías, “la institucionalización después de un gobierno de facto
concluye siempre con la sustitución (por simplificación) del sistema electoral local”.
Requisitos de elegibilidad:
Todas las Constituciones provinciales exigen la calidad de ser argentino nativo o por opción, con
determinado número de años de residencia en la provincia que lo elige para aquellos candidatos no
oriundos de ella, y tener 30 años de edad, como mínimo.

Incompatibilidades de los gobernadores provinciales:


La primera prohibición o incompatibilidad para los gobernadores de provincia surge del Art. 65 de la
Constitución nacional, cuando dice que éstos no podrán ser miembros del Congreso por la provincia
a su mando. El convencional Seguí cimentó dicha exclusión “fundándose en la libertad del voto y en
el temor de que, por obtenerlo, los gobernadores violentasen al pueblo”. Además, como dice
González Calderón, “existía otra razón institucional derivada de la naturaleza de nuestro régimen
político: si los gobernadores son la personificación de la autonomía de las provincias, elegidos por
sus pueblos sin intervención del gobierno federal, como reza el art. 122, ¿cómo podrían estar
sometidos a la jurisdicción que cada una de las Cámaras nacionales ejerce sobre sus miembros?”.
Creemos que por muchas razones, incluida la de falta de tiempo, el gobernador en ejercicio debe
tener incompatibilidad absoluta.

Juzgamiento de la elección:
Varias constituciones provinciales determinan que la Legislatura es juez de la elección de
gobernador y vicegobernador. La Asamblea Legislativa proclama y diploma a los ciudadanos que
hayan sido elegidos gobernador y vice.

Juramento de los gobernadores:


El juramento, que es una solemne promesa donde se pone por testigos a Dios, la Patria, el honor,
etc., constituye una tradición en el orden institucional para asumir cargos de determinadas
categorías.
Cuando se lo presta, quien lo hace asume ante sus conciudadanos un formal compromiso de actuar
dignamente en el cumplimiento de sus funciones; se obliga a ser leal y honrado, y a respetar y hacer
respetar la Constitución y las leyes.

Recepción del cargo de gobernador:


En lo referente a la recepción del cargo, las Constituciones establecen algunas normas sobre el
particular. La Constitución de Bs. As. dice en su art. 139, que los ciudadanos que resulten electos
gobernador y vicegobernador deberán comunicar al presidente de la Asamblea Legislativa y al
gobernador de la provincia en ejercicio, la aceptación del cargo dentro de los cinco días siguientes a
aquel en que les fue comunicado su nombramiento. Y por el art. 140, aceptado el cargo por los que
hayan resultado electos, el presidente de la Asamblea Legislativa fijará y les comunicará la hora en
que habrán de presentarse a prestar juramento el primer día hábil posterior a la integración de las
Cámaras. Igual comunicación se hará al gobernador de la Provincia.

Ausencia del gobernador:


Tanto el gobernador como el vicegobernador deben residir en la capital de la provincia y no pueden
ausentarse de ella, sin permiso de las Cámaras, por un lapso mayor que el fijado por la
Constitución, el cual varía de una a otra (10, 15 o 30 días). Generalmente, también se establece en
las Constituciones que no pueden ausentarse del territorio de la provincia, en ningún caso, sin la
autorización correspondiente del Poder Legislativo, ya que lo contrario confiere el cargo a su
sucesor legal.

Acefalía:
Todas las Constituciones provinciales dedican normas para el caso de que quedare acéfalo el Poder
Ejecutivo. Es parecido en las provincias el orden seguido para que determinados funcionarios
alcancen la titularidad del Poder Ejecutivo. El sucesor natural del gobernador es el vicegobernador
en las provincias que cuentan con esa institución; en su defecto, el presidente provisorio del Senado
y luego el presidente de la Cámara de Diputados, en las provincias de régimen bicameral.
En algunas provincias de régimen unicameral también puede darse esta situación en caso de
muerte, destitución, renuncia, ausencia, suspensión, etc., del gobernador y del presidente de la
Legislatura que lo reemplaza.
El vicegobernador.
Ya hemos dicho que el Poder Ejecutivo es unipersonal; en consecuencia, el vicegobernador no
integra este poder, aun cuando puede llegar a ser titular del Poder Ejecutivo, como acabamos de
ver, ya que está colocado en primer término para reemplazar al gobernador por los motivos y en los
casos que las distintas Constituciones provinciales contemplan.
Sin perjuicio de ello, el vicegobernador preside el Senado en las provincias de régimen bicameral.
En las provincias de régimen unicameral preside la Legislatura.
Los requisitos para ser elegido vicegobernador son los mismos exigidos al candidato a gobernador.
(Rodolfo Berardo)

III - LOS MINISTROS SECRETARIOS: CONCEPTO, DESIGNACIÓN, ATRIBUCIONES,


RESPONSABILIDADES.

Cuestión previa.
Existe una tradicional controversia sobre si los ministros secretarios integran o no la composición del
Poder Ejecutivo estadual. Dos corrientes se han perfilado para dar solución a la antedicha cuestión:
- Tesis afirmativa: sostiene que los ministros conforman, junto al gobernador, la estructura del Poder
Ejecutivo. Se basan principalmente en que los decretos emanados de este poder carecen de validez
si no llevan la firma del ministro respectivo.
- Tesis Negatoria: entiende que el Poder Ejecutivo es unipersonal y, por lo tanto, los ministros se
hallan fuera de su composición. Fundamentándose esta postura en: 1) Toda negativa del ministro
respectivo a la firma de algún decreto da lugar a que el gobernador pueda producir su remoción y la
sustitución pertinente. 2) Las cartas constitucionales hablan en su mayoría de los ministros como
personas encargadas de ayudar al titular del Poder Ejecutivo en el despacho de los asuntos de la
administración estadual. 3) Los antecedentes histórico-constitucionales en la materia.
En punto a las novedades concretadas por las cartas estaduales pertenecientes al ciclo abierto en
1986, sorprende que ninguna convención constituyente se lanzara por el renovador camino que
pudo suponer la instrumentación de un Poder Ejecutivo estadual de estructura parlamentarista.

Requisitos. Atribuciones. Responsabilidades:


En general se imponen como requisitos para ser designado ministro los indicados para aspirar a la
diputación. En cuanto a las atribuciones cabe anotar:
a) Refrendar con su firma las resoluciones del Poder Ejecutivo.
b) Expedirse por sí sólo en punto al régimen económico de su departamento de Estado y al dictado
de resoluciones de mero trámite.
c) Concurrencia a las sesiones de la cámara con participación en las discusiones pero careciendo
de voto.
d) Presentación a la Legislatura de una memoria sobre el estado de la administración de su
ministerio dentro de los 30 días posteriores a la apertura del período legislativo.
Relacionadas con las responsabilidades ministeriales cabe indicar: Buenos Aires (Art. 154) los
somete a la posibilidad del juicio político por las causas que lo puedan configurar y por abuso de su
posición oficial para practicar especulaciones comerciales.
UNIDAD TEMATICA IX
LOS ÓRGANOS Y ORGANISMOS DE LA CONSTITUCIÓN.

1 - FISCAL DE ESTADO: CARACTERIZACIÓN. DESIGNACIÓN. MANDATO. ATRIBUCIONES.


REMOCIÓN.
Es conveniente precisar cuales de las cartas magnas provinciales legislan sobre esta figura y en
que casos, metodológicamente, lo han ubicado.
No existe disposición constitucional sobre esta figura en las constituciones de las provincias de
Corrientes, Santa Cruz y Tucumán. Recordemos que la Constitución tampoco dedica norma alguna
al instituto, creándose esta figura por ley, siendo desempeñada por varios órganos, como el
Procurador General del Tesoro y la Fiscalía de investigaciones administrativas.
Entre las que han creado normas especiales a la figura del Fiscal de Estado, todas en general. Lo
han colocado luego del trámite de las declaraciones, derechos y garantías, al tratar específicamente
de las autoridades de la provincia. Algunas de ellas han unido el instituto en cuestión a alguno de
los poderes del Estado, legislándola como una parte o capítulo.
Así se encuentra legislada, unida al tratamiento del P.E. ya sea como órgano que lo integra o
compone, disponiendo o no del mismo, las Constituciones de Bs. As., Catamarca, Córdoba, Entre
Ríos, Río Negro, Sta. Fe, Chaco, Chubut, Misiones y Santiago del Estero.
Otras, metodológicamente la normaron al tratar sobre el P.L., tales como Mendoza y Salta.
Excepcionalmente Río Negro ha colocado una parte de las funciones que desempeña la Fiscalía de
Estado, al legislar sobre el P.L. (Art. 164, 165 y 166 de la Constitución) y otra parte al legislar sobre
el P.E (Art. 190, 191, 192, 193, 194 y 195).
Un conjunto más o menos vasto, de cartas magnas, si bien lo tratan al legislar las autoridades de la
provincia, no lo han incluido juntamente con las normas referidas a los tres poderes. Le dan una
vida independiente y en capítulos o secciones distintas, ya sea titulándolo órgano controlador o
como figura específica. Tales constituciones son Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, San Juan,
San Luis, Tierra del Fuego, Nqn.

Caracterización y recepción en las cartas estaduales:


Está concebido en la mayoría de las constituciones que tratan su figura, como el representante
natural de los derechos del Estado miembro, Nqn Art. 136, Río Negro Art. 190.
Se fija en dichas cartas su condición de parte legítima en los juicios contencioso-administrativos y
en aquellos en que se controvierten intereses del estado miembro respectivo. De esa forma Nqn Art.
136 habla genéricamente de la defensa de los intereses del Estado miembro ante los tribunales de
justicia.
Algunas cartas lo facultan a recurrir de toda ley, reglamento, decreto, contrato o resolución
contrarios a la constitución estadual o a los intereses patrimoniales y derechos del estado miembro,
Ej., Catamarca, Chaco, Entre Ríos etc.
En otros casos se le adjudica condiciones de parte en todo juicio que se forme ante el tribunal d
cuentas Ej., Nqn, Art. 136.

Perfil del órgano.


Evidentemente y como ya se podrá advertir, no existe un perfil claro que permita dar un concepto
válido para todo el derecho público provincial.
Existe coincidencia en que el cargo es desempeñado por una sola persona, es decir es unipersonal.
Excepcionalmente la Constitución de Salta legisla en el sentido de permitir la existencia conjunta de
procuradores fiscales encargados de intervenir en juicios que afecten bienes o intereses del estado
(Art. 169). Pero salvo en este caso, todas las instituciones provinciales se refieren a que “habrá un
fiscal de Estado o El fiscal de Estado”.
La persona que desempeñe el cargo necesariamente debe ser abogado. En esto también existe
coincidencia. Ello resulta obvio, puesto que es un cargo relacionado netamente con lo jurídico, para
lo cual se necesitan conocimientos de derecho, sin los cuales sería de desempeño imposible.
El hecho de que sea desempeñado por una sola persona a quien se le otorga una representación
de carácter constitucional, determina que no necesite que se le otorgue mandato o poder de juicio,
para intervenir en los procesos judiciales en cumplimiento de su función. A lo sumo podrá requerirse
el acta de nombramiento y solo hasta que el desempeño del cargo se haga notorio y público, ya que
sus atribuciones vienen de la propia Constitución, y no son delegadas por ningún otro órgano o
funcionario.
Otro aspecto no siempre fácil de resolver, es quién lo reemplaza cuando se ausenta de su cargo,
atento que sus funciones no son delegables, ni posee previsto constitucionalmente un subrogante.
Además entendemos que tampoco puede otorgar poder para que otro ejerza en representación las
funciones constitucionales otorgadas, que exigen la posesión de requisitos especiales. Cada
legislación provincial ha resuelto el problema de la vacancia momentánea del órgano de formas
varias:
Pueden darse 3 perfiles más o menos definidos:
1-En el que aparece semejante a un miembro del Ministerio Fiscal, dependiente del P.J., pero
exclusivamente sobre el patrimonio del fisco. Así parece más o menos delineada en las
Constituciones de Formosa, Entre Ríos, y La Rioja.
2- Otras en las que el perfil indicado en primer lugar se suma al de Asesor del Gobernador, mas o
menos unidos a la figura del P.E. ej., Salta, Santa Fe, Catamarca, Jujuy, Río Negro.
3-En tercer grupo colocamos aquellas que le otorgan un perfil aproximado a un órgano extrapoder
de contralor de legalidad de los actos y actividades de la administración, o de la constitucionalidad,
tales como Mendoza y La Pampa.

Funciones atribuidas:
En general, las funciones específicas que se le atribuyen cada constitución, dependen del perfil del
órgano que de haya delineado.
Entre ellas pueden mencionarse:
1) La defensa de los intereses del fisco: En algunas se precisa o lita la defensa de los intereses del
tipo patrimonial, es decir, cuando la provincia puede ver menoscabados sus bienes en alguna forma.
Esta función del Ministerio fiscal se ejercita, fundamentalmente ante el P.J, asumido “iure propio”, la
representación de los intereses patrimoniales del Estado provincial. En otros términos, la Fiscalía
representa el interés fiscal, tanto cuando aparece fundando una demanda, como cuando hace una
denuncia. Esta actividad la despliega al lado de los mandatarios convencionales del Estado. La gran
complejidad de esta función de control fiscal puede captarse fácilmente, no bien se cae en cuenta
que la defensa judicial del patrimonio estatal no es sino uno de sus aspectos, ya que aquel
comienza, preventivamente en sede administrativa con motivos de la formación de la voluntad
estatal, extendiéndose a su propia expresión formal.
Esta función puede desarrollarla en todos los fueros y materias (civil, comercial, penal, laboral, etc.).
También en ciertos casos el control se ejerce ante el Tribunal de Cuentas u organismos similares.
Con referencia a los sujetos, no solo abarca al P.E y la administración central, sino también a todas
las entidades autárquicas y autónomas, centralizadas y descentralizadas, tanto sociedades del
Estado, empresas del Estado, municipalidades etc.,
2) otra función que algunas Constituciones le otorgan es la de asesorar legalmente al P.E, como así
también ser cabeza del Cuerpo de asesores. hemos manifestado nuestra opinión contraria a la
atribución de esta función al Fiscal de Estado, considerándola contradictoria con la anteriormente
señalada. Sin embargo algunas Constituciones, como Catamarca, Salta o Jujuy así lo prevén.
3) controla la legalidad de los actos de la administración: Por este fin se le faculta intervenir en los
procesos judiciales, ya sea demandando o defendiendo al interés del Estado en los procesos
contenciosos administrativos, acción de inconstitucionalidad o nulidad y de lesividad. En algunas
constituciones sólo puede hacerlo en forma pasiva, es decir cuando el Estado es demandado. Se le
atribuye la calidad de parte legítima. En otras cartas magnas le da la facultad para actuar tanto
activa, como pasivamente, es decir, tanto para demandar como para ser demandado en el ejercicio
de las acciones de inconstitucionalidad o nulidad o procesales administrativas.
4) también se le han otorgado facultades de investigación. La licitud de la conducta de los
funcionarios y empleados de la administración se encuentra bajo control de Fiscalía de Estado. La
trascendencia que ha adquirido el control de licitud de la conducta de los individuos que integran los
órganos del Estado, frente a la sucesión de denuncias e imputaciones públicas contra funcionarios
estatales, va de la mano con la necesidad de brindar al órgano controlante una amplitud de criterio
que le permita elegir en cada caso el medio técnico que mejor se adapte a las características de la
conducta investigada y del ámbito administrativo en que tuvo proyección.
Es interesante la forma en que legisla sobre el tema la Constitución de Río Negro. Impone esta
función al Fiscal de Investigaciones Administrativas legislado dentro del capítulo de los órganos de
control externo en la sección del P.L. (Art. 164, 165 y 166). Por otra parte, al legislar sobre el P.E
dentro del capítulo de los órganos de control interno al Fiscal de Estado, atribuyéndole el resto de
las funciones ( Art. 190/195).
5) Gestionar el cobro o pago de los juicios contra el Estado provincial: En realidad, esta función es
una derivación de la custodia de los intereses patrimoniales del Estado. Solo la Constitución de
Mendoza lo legisla. Para el desempeño de esta función es necesario proveer al organismo de un
departamento contable, apto para el control de las liquidaciones judiciales, pedidos de fondos y
todas aquellas funciones que permitan el ejercicio de esta actividad.

Condiciones para el ejercicio del cargo.


En general la mayoría relaciona los requisitos para ser Fiscal de Estado con las Condiciones
requeridas para el desempeño de los cargos previstos en el P.J. se lo aproxima por tanto, con la
figura del Ministerio Público, como una magistratura especial de contralor de orden público respecto
de los intereses del Estado.
El grupo mas importante de estas cartas magnas requiere, a quien desempeñe el cargo de Fiscal de
Estado, que reúna las mismas condiciones que para ser miembro del STF o Corte Suprema. Así lo
establecen las provincias de San Juan, Río Negro, Buenos Aires, Formosa, La Rioja, Mendoza,
Neuquen, Tierra del Fuego, Catamarca, Jujuy, San Luis y Santa Fe.
Otras solicitan los requisitos exigidos para ser juez de cámara, tales como Santiago del Estero. En
cambio exigen las mismas condiciones para ser jueces de primera instancia, las provincias de La
Pampa, Chaco, Salta y Misiones. Algunas exigen iguales requisitos que para desempeñar el cargo
de Procurador, ya sea del Tribunal Superior, como lo hacen Chubut y Entre Ríos.
Únicamente la provincia de Córdoba no refiere las mismas condiciones para el desempeñó del
cargo a las magistraturas, sino que requiere que sea un abogado de por lo menos 10 años de
ejercicio profesional.
El hecho de exigir las mismas condiciones que para las magistraturas en muchos casos también
determina las mismas prerrogativas, incompatibles y prohibiciones que posee este sector del poder.
Por lo que, tanto en lo que se refiere a su remoción como a ciertos privilegios, se encuentran
especialmente protegidos y equiparados a estos funcionarios.

Modo de designación.
Al respecto existen en el Derecho Público Provincial variadísimos sistemas de designación de este
particular funcionario estatal.
Recordemos que la moderna doctrina distingue el sistema de selección del candidato (concurso de
antecedentes, consejos creados al efecto etc., la facultad de proposición y el acto de designación.
Para el fiscal de Estado, en general, solo en pocas Constituciones, San Juan por ej., se diferencia el
sistema para la selección de candidatos, el sujeto a a quien le compete la proposición y quien, en
definitiva lo debe designar.
Puede afirmarse que en ningún caso son elegidos por el voto popular. Tanto en la selección del
candidato, como en su designación, interviene en la mayoría de los supuestos del P.E, otorgándole
el acuerdo el P.L en pleno o al menos algunas de sus cámaras.
Así por Ej., lo designa el P.E con acuerdo de la Legislatura en los sistemas legislados por Tierra del
Fuego, Jujuy, Misiones, Santa Fe, Neuquén, Río Negro y Santiago del Estero.
En cambio lo designa el P.E, con acuerdo del senado en Mendoza, Catamarca, San Luis.
En otras lo nombra el P.E con acuerdo de la cámara de diputados, sistema elegido por La Rioja,
Chaco y La Pampa.
Solamente en Córdoba y Salta lo es por el P.E exclusivamente. Formosa sujeta a la selección,
proposición y designación a la forma en que se realice con los miembros del STJ.
San Juan es caso único, es designado por la cámara de diputados a propuesta del Consejo de la
Magistratura.
Como podrá advertirse la forma de designación tiene relación con el perfil del órgano que la
constitución de que se trate le haya dado.
Respecto a la posibilidad de ser nombrados o redesignados solo lo permiten las provincias de
Santiago del Estero, La Rioja y Santa Fe.
Evidentemente que la permanencia en el cargo no está legislada de forma estable e inamovible sino
solo por un período de tiempo, circunstancia ésta que permite que el mandato pueda ocuparlo
nuevamente. La redesignación aparece como imposible cuando se prevé el cargo con caracteres de
inamovilidad.

Duración del cargo.


Mientras más se acerca ésta figura al perfil de un Asesor del Gobernador y mas unido se encuentre
al P.E., el cargo se convierte en periódico, estableciéndose concretamente el lapso de duración que,
generalmente coincide con el período por el que el que es designado el gobernador que lo nombró.
A la inversa, mientras se lo considera ligado a la figura del órgano de contralor al tipo del Ministerio
Público se le brinda características de inamovilidad y estabilidad.
Sin embargo en la práctica se ha podido comprobar que la inamovilidad tampoco convierte el cargo
inestable. Generalmente este funcionario, a pesar de que tiene otorgada estas garantías, cuando el
gobernador o el partido al cual pertenece se retiran del gobierno, presenta la renuncia. En realidad
debería requerírsele imparcialidad y escasa relación con la política de turno, como garantía de un
más estricto y eficiente control.
Legisla en este cargo con características de estabilidad mientras dure buena conducta. Las
constituciones de Bs. As, Chubut, Entre Ríos, Mendoza, San Juan, Neuquén y La Pampa.
En cambio le han otorgado periodicidad determinando un lapso de tiempo que se establece en 4
años, las provincias de La Rioja, Santiago del Estero y San Luis.
Que se mantendrá en el cargo mientras dure el gobernador que lo nombra las provincias de, Río
Negro, Jujuy y Santa Fe.

Remoción:
En las cartas magnas que caracterizan al fiscal de Estado como periódico otorgándole un lapso de
duración, el tema de remoción es simple ya que, finalizado el período terminan las funciones. Solo
en Salta la remoción queda a cargo del P.E, pero este tema de la remoción adquiere mayor
relevancia en las legislaciones que le otorguen características de estabilidad legislando que el
funcionario es inamovible. Optaron por esta forma las provincias de San Juan, La Pampa, La Rioja,
Mendoza, Neuquén, Tierra del Fuego, Buenos Aires, Chubut, Entre Ríos y Santa Fé. La forma de
remoción es decidida de diversa forma. La mayoría opta por el juicio político (entre ellas Río Negro,
San Juan, Santa Fé, Santiago del Estero, etc.).
Otras a través del Jury de enjuiciamiento, como en Neuquen, Córdoba, Santa Fé, etc.
Otras como la Provincia del Chaco, regula que la remoción se efectúe por el Poder Ejecutivo con
acuerdo de Diputados.

II - CONTADOR Y TESORERO DE LA PROVINCIA. CONCEPTO. DESIGNACIÓN. MANDATOS.


ATRIBUCIONES. REMOCIÓN.
Su recepción en las cartas estaduales.
Se trata de este punto: Bs. As (Art. 144) habla de contador y subcontador, tesorero y subtesorero,
Catamarca se refiere a contador general y tesorero del Estado miembro, Corrientes se ocupa del
contador y el tesorero, Chaco igual a Bs. As., Chubut, de similares contenidos constitucional, la
constitución correntina, igual la de Entre Ríos, Formosa habla de contador y tesorero general, La
Pampa igual que Catamarca, Mendoza sigue la idea predominante, Misiones igual que Bs. As.
Neuquen igual que Catamarca, Río Negro solo se refiere al contador, Santiago del estero sigue el
criterio mayoritario. Tierra del fuego habla de contador general y el tesorero.

Requisitos y modalidades de la elección, termino del mandato, causas.


Las modalidades de la designación. En la constitución bonaerense indica que el Senado presenta al
P.E. una terna alternativa y éste último en función de ella concreta la designación, Catamarca fija los
nombramientos a cargo del P.E y con acuerdo del Senado. En igual sentido Corrientes, Chaco
estatuye las designaciones por parte del P.E con acuerdo de la cámara de diputados, Chubut,
establece los nombramientos por el P.E, con acuerdo de la legislatura, Entre Ríos fija en el P.E. la
facultad de producir las designaciones, pero impone el acuerdo del Senado. Formosa, igual que
Chubut. La Pampa por el P.E. con acuerdo de la Cámara de diputados, Mendoza sigue el criterio de
Bs. As. Misiones por el P.E. con acuerdo de la Cámara de Representantes. Neuquen trae la misma
solución que la carta chubutense, Río Negro en idéntica forma.
En relación al término de permanencia en los cargos:
Bs. As fija 4 años y habilita a la reelección, Chubut establece 6 años y permite la reelección, Jujuy
impone que ese mandato será ejercido mientras dure el gobernador. Entre Ríos determina 8 años y
acoge la posibilidad de reelección. La Pampa inamovible mientras dure su buena conducta,
Misiones remite a la ley para tal determinación. Santiago del estero estatuye que duran 4 años en
sus funciones, pudiendo ser renombrados. Neuquén igual que La Pampa.

Causas de remoción.
Corrientes las deriva para su determinación al texto de la Ley de Contabilidad. Chaco estatuye la
remoción por decisión del P.E. con acuerdo de la Cámara de diputados. Formosa dispone la
remoción por vía de Juicio Político, conforme a las causas que pueden originar este último. La
Pampa igual que Formosa, Mendoza. Misiones produce la remisión a la ley general. Neuquén hace
lo propio, pero a la Ley de Contabilidad, Río Negro concreta la remisión por vía y procedimientos de
juicio político, Santiago del Estero habilita la remoción por mal desempeño de las funciones por vía
del P.E. y con acuerdo de la Legislatura.

Atribuciones.
1) Contador. Debe producir el control a priori del gasto, observar si es de conformidad a la ley que lo
rija, y en su consecuencia autorizar o no el pago respectivo. Así Bs. As., Catamarca, Corrientes,
Chaco, Chubut, Entre Ríos, Formosa remite a una ley especial, Misiones, Neuquén, Río Negro,
Santiago del estero.
2) Tesorero. No podrán concretar pagos que previamente no hubieran sido autorizados por la
Contaduría. Así, Bs. As., Corrientes, Chaco, Mendoza, Misiones, Neuquen, Santiago del estero, la
orden está implícitamente dirigida al tesorero.

III - TRIBUNAL DE CUENTAS, CONCEPTO, COMPOSICIÓN, DESIGNACIÓN, MANDATOS,


ATRIBUCIONES Y REMOCIÓN.
A) Institucionalización de los tribunales de cuenta como órganos constitucionales:
1) No existe mejor garantía de estabilidad institucional, que el ejercicio verdaderamente relevante de
un régimen contralor, que en los aspectos económicos financieros de la función de los servicios
públicos de la administración centralizada, desconcentrada, descentralizada, autárquica y
autónoma, caen dentro de las atribuciones de los Tribunales de Cuentas.
Esta función de tutela de la hacienda pública, debe ser ejercida con y verdaderamente
independencia funcional, siendo indispensable para ello, que sus facultades no sean delegadas ni
revocables, en razón de la naturaleza de los intereses que debe proteger y por lo tanto, su función
debe ser propia y autónoma, para lo cual se requiere que la fuente normativa de atribución de ese
derecho a la Constitución.
El 1º Congreso Nacional de Tribunales de Cuenta celebrado en Salta en el año 1966, ya había
recomendado la creación y organización en el plano constitucional de una Institución Fiscalizadora
con funciones jurisdiccionales de carácter independiente y de igual rango que el P.L., P.E. y P.J.
Este criterio fue reiterado en el 5º Congreso celebrado en Misiones en el año 1974, en oportunidad
de propiciar la consagración de los mismos en aquellos estados provinciales que todavía no
existían. Los aportes doctrinarios determinaron el contenido perceptivo que debían consagrarse en
la Constitución ya sea de la Nación o de las Provincias, para el funcionamiento del órgano con las
garantías mínimas que le aseguran su independencia necesaria para cumplir su objetivo de eficiente
control.
Según frías, la norma constitucional debe organizar el Tribunal de Cuentas sobre las bases de:
1- autonomía funcional y financiera,
2- designación, enjuiciamiento, inmunidades, remuneración y régimen provisional iguales a los
miembros de la Corte de Justicia,
3- competencia originaria para observar la cuenta de inversión,
4- competencia originaria y exclusiva para aprobar o desechar la inversión de fondos y cuando así
se establezca su recaudación.
5- competencia originaria de los juicios de responsabilidad sobre los mismos agentes. En todos los
casos de su competencia con las acciones y recursos extraordinarios que establezca la ley.
Del nuevo constitucionalismo provincial, podemos destacar que los Tribunales de Cuentas creados
se encuentran compuestos por un número variado de miembros, 3 Catamarca de 3 a 7 en Córdoba,
2 en Formosa, 5 en Jujuy, 5 en La Rioja, 3 en Río Negro, de 3 a 7 en Salta , 5 en San Juan, etc.
Respecto de su integración, en todos los casos se destacan la composición mixta, abogados y
contadores o universitarios en materia económica, contable o administrativa.
Existiendo función jurisdiccional y control de legalidad en el juicio de cuentas se ha receptado el
recto juicio que no obstante la materia contable, deben existir miembros letrados, especializados en
derecho, componiendo el tribunal.
Se ha politizado el nombramiento de los miembros, en Córdoba son elegidos por el pueblo de la
provincia, en San Luis 3 de los miembros por la Cámara de Senadores a propuesta de la mayoría
del P.E y 2 por la Asamblea Legislativa 1 a propuesta de la mayoría el otro por la minoría, etc.
En Catamarca, Formosa, Jujuy, Río Negro y Santiago del Estero, las designaciones se operan con
propuesta del P.E. y acuerdo legislativo, para asegurar la independencia de criterio de los
miembros, las reformas establecieron en todos los casos como criterio de estabilidad, que estos
solo pueden ser removidos por las causales y el procedimiento establecido para los jueces
destacando que respecto de la duración en los cargos , la Constitución de Córdoba estableció 4
años, La Rioja 6 años, Jujuy estableció la inamovilidad, San Juan el presidente, vicepresidente y el
vocal designado por el P.E. conservan sus cargos mientras dura su buena conducta y cumplan las
obligaciones legales y donde los 2 restantes vocales elegidos a propuesta de los 2 bloques en orden
subsiguiente al partido mayoritario duran en su cargo el mismo período que los diputados, pudiendo
ser reelectos.
En cuanto a sus atribuciones se puede señalar que en general constituye un control externo de
legalidad, limitada a la hacienda pública provincial y aún municipal, con competencia para controlar,
aprobar o desaprobar las cuentas de percepción e inversión de los fondos públicos y formular en su
caso, los cargos correspondientes. Como excepción se destaca la Constitución de salta que dice “el
tribunal de Cuentas tiene a su cargo el control externo de gestión económica, financiera y
patrimonial de la hacienda provincial y municipal”. Todas las provincias institucionalizaron los
Tribunales de Cuentas como órganos constitucionales.

A) Independencia funcional:
1- atendiendo a la actividad dinámica y compleja que desarrollan los distintos órganos que se
desenvuelven en la esfera de los poderes públicos, no cabe duda que el mejor sistema para
garantizar el efectivo control de las cuentas de la administración de los fondos públicos, resulta el
que a través de órganos que gozan de autonomía funcional.
Para ello, el sistema ideal resulta aquel que acuerda a estos órganos carácter extrapoder.
De esta forma se asegura, la independencia total del órgano juzgador, respecto de los organismos,
funcionarios, empleados y administradores de la hacienda estatal y para estatal, que se encuentran
bajo su control.
Garantiza a su vez, la total independencia de criterio en los funcionarios que integran el Tribunal que
tienen a su cargo el juzgamiento de las cuentas que devienen de la actividad de aquellos.
La independencia funcional tiene la ventaja de asegurar el imperio necesario para afirmar y
mantener la inviolabilidad de función en relación a los poderes del Estado.
No puede haber por ello contra sus resoluciones sólo pueden ser revisadas judicialmente por las
cortes de justicia, mediante las acciones y recursos jerárquico alguno, por no existir órgano superior,
revisor de la decisión emanada del órgano de control.
La legitimidad y justicia de sus resoluciones sólo pueden revisadas judicialmente por las Cortes de
Justicia, mediante las acciones y recursos por ante ellas previstas por la Constitución y las leyes
que las reglamenten.
En el marco de su carácter extrapoder, se encuentran inscriptos los Tribunales de Cuentas de las
Provincias, con excepción de Corrientes y Tucumán.
En cambio en la Nación, la ley 24.156 a instituido como sistema de control externo, la auditación,
fiscalización y control de la gestión presupuestaria, económica, financiera , patrimonial y legal a
cargo de la Auditoria General de La Nación, ente con personería jurídica propia y autarquía
funcionalmente y financiera, dependiente del Congreso de la Nación ( Art. 116 de la Ley).
2- Factores importantes para completar y asegurar la intangibilidad de la independencia funcional
son, la autarquía financiera y la facultad del Tribunal de dictar su propia organización definiendo su
estructura, incluyendo la facultad de nombrar, promover y remover a su propio personal.
El propósito de la participación del Tribunal en la preparación de su presupuesto anual, ello
pretende vedar al P.E. toda facultad de modificación no consensuada con el ente de fiscalización,
quedando limitado a elevar al P.L para su consideración y resolución definitiva, el proyecto
elaborado, agregando al presupuesto general. Ello con las observaciones que estime conveniente
por el P.L. en el proceso de formación y sanción de la Ley de Presupuesto. Acordaron la facultad de
proyectar su propio presupuesto, las constituciones de Catamarca, Córdoba, Chubut, Formosa,
Jujuy, San Juan, etc.
3- en cuanto a la facultad de nombrar y remover a su personal, se ha discutido respecto de la
constitucionalidad de esta disposición, ya que es atribuida al P.E. por la Constitución en el artículo
99 inc. 7.
Mendoza por imperio quién designa y remueve a su personal. Situación similar tiene Chaco, La
Pampa, Jujuy, La Rioja, Río Negro y Santa Fe.
La constitución de Catamarca, Córdoba, Formosa, Chubut, San Juan, San Luis, contienen
disposiciones específicas para los Tribunales de cuentas donde facultan expresamente a estos
órganos a designar y remover su personal.
El P.E. es el órgano que designa y remueve incluso al personal de los tribunales de Cuentas, en la
Constitución de Buenos Aires, Entre Ríos, Misiones, Neuquén y Santa Cruz.
4- Todo ello, respecto de la independencia funcional de órganos, que a mi juicio no queda
finalmente asegurada si paralelamente a ello, no se asegura la independencia funcional de los
miembros que la integran.
La independencia de los miembros se concreta a mi criterio, consagrando por los mismos, la
garantía de inamovilidad mientras dure su buena conducta y buen desempeño, pudiendo ser
removibles en consecuencia, solo por resolución del Jury de enjuiciamiento o el juicio político.
Lo establecen las constituciones de Mendoza, Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, Chubut, La
Pampa, Entre Ríos, Misiones, San Juan, San Luis, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
Establecieron la remoción de los miembros por juicio político las constituciones de Formosa, Jujuy,
La Rioja, Neuquén, Río Negro, Salta y Santa Fe.
FUNCION JURISDICCIONAL: La jurisdicción es el poder público, que una rama del gobierno
ejercita, de oficio o a petición de partes, instruyendo un proceso, para esclarecer la verdad de los
hechos que afectan al orden jurídico actuando la ley en la sentencia y haciendo que esta sea
cumplida.
Enunciado el concepto, analizamos sus elementos:
Poder Público: que una rama del gobierno ejercita de oficio o a petición de parte, vincula la
jurisdicción con el ejercicio de la acción, al agregar instruyendo un proceso, establece la forma
necesaria que asume la función de su ejercicio y finalmente, el interés que deba proteger la
jurisdicción que se concreta en el esclarecimiento de los hechos que afectan el orden jurídico, la
actuación de la ley en la sentencia y cumplimiento de ésta.
Se advierte que en países como el nuestro, organizados con la división tripartita de los poderes,
toda la jurisdicción es función judicial y los activos jurisdiccionales cabe realizarlas los jueces.
Aunque no así, ya que quedan zonas amplias donde el Poder Legislativo y Ejecutivo ejercen
facultades jurisdiccionales.
Respecto de las ramas ejecutivas de los gobiernos, nacionales provinciales y comunales, destaca
que ejercen, generalmente por medio de la policía la función netamente jurisdiccional de juzgar y
castigar las faltas. Y también mediante la contaduría, tribunales administrativos de cuentas y otros
organismos análogos. La de juzgar a quienes han administrado fondos públicos y aún imponerles
penalidades.
Conclusiones: La división tripartita del poder, tal como está consagrado en la constitución, permite
sostener con criterio estricto, que sólo el Poder Judicial pude ejercer funciones jurisdiccionales. La
actividad que se desarrolla en la administración de los poderes ejecutivo y legislativo, no revisten los
caracteres jurisdiccional, imparcialidad, independencia del órgano ejecutor y fundamentalmente
definitividad de la decisión o cosa juzgada en sentido formal y material.
El Art. 95 de la CN, prohíbe al presidente ejercer funciones judiciales, que están atribuidas a la corte
y tribunales inferiores por imperio del artículo 100 CN.
La jurisdicción es única e indivisible y por ello, la distinción entre función judicial y función
jurisdiccional administrativa no se ajusta al marco constitucional argentino, habida cuenta que
nuestro país ha adoptado un régimen judicialista, al igual que los Estados Unidos lo que lleva
entonces a identificar la función jurisdiccional con la judicial.
Conforme a los expuesto concluyo que en el Régimen jurídico Argentino los órganos administrativos
aún los de carácter extrapoder solo ejercen función asimilable a la jurisdiccional, habida cuenta que
sus resoluciones no pueden configurar cosa juzgada es decir, carecen de carácter de res judicata,
acto jurisdiccional, lo que significa que sobre determinada materia o circunstancia no se volverá a
contener.
La Resolución que dicta un tribunal de cuenta, como tribunal administrativo, puede adquirir el
carácter de resolución firme aún fuerza ejecutoria, si ha sido consentida o no recurrida, pero sólo
adquirirá el carácter de cosa juzgada cuando sea confirmada por sentencia judicial luego de las
acciones y recursos previstos por la CN, y las leyes (en Mendoza, la acción procesal administrativa
y los recursos extraordinarios de inconstitucionalidad y revisión).
Resta por último señalar con la única finalidad que el interprete no se confunda que cuando los
administrativos utilizan la expresión cosa juzgada administrativa solo están refiriendo a la
irrevocabilidad administrativa del acto por haber alcanzado el carácter de firme con carácter de
definitivo que causa estado y habrá incluso, la posibilidad de su ejecución, pero no obsta a que
dicho acto no pueda ser revocado o anulado por vía de acción de recurso judicial.
No obsta la envergadura de los fundamentos de quienes sostienen los fundamentos de una u otra
postura dicho debate se encuentra ya apaciguado por la jurisprudencia rectora de la Corte Suprema
de Justicia de la Nación, que más allá de posiciones dogmáticas y académicas ha reconocido las
facultades jurisdiccionales de los órganos de administración en los términos y con los límites que
surgen del caso “Fernández Arias contra Poggio”.
En dicha sentencia la Corte Suprema, fundada en un criterio de conveniencia señaló que el principio
de división de los poderes debe ser interpretado como algo dinámico y dentro de este concepto
cabe recordar a los órganos administrativos fusión jurisdiccional para lograr una pronta resolución
en determinados casos de contenidos económico y social con incidencia directa sobre los intereses
colectivos , siempre y cuando dicho pronunciamiento quede sujeto a control judicial suficiente , que
es donde se concreta en definitiva , el poder jurisdiccional.
A partir de de las conclusiones del fallo corresponde determinar el alcance del concepto control
judicial suficiente.
La regla del “control judicial suficiente” debe ser la revisión máxima a través del ejercicio de acción
(demandas o recursos) que den lugar a procesos de pleno conocimiento. Puede limitarse el mismo
por vía de disposición legal y tengan instrumento en la instancia original, un procedimiento completo
que asegure la garantía de la defensa en juicio.

UNIDAD TEMATICA X
EL PODER JUDICIAL EN LAS CARTAS PROVINCIALES ARGENTINAS

I - EL PODER JUDICIAL: CONCEPTO. NÚMERO DE INSTANCIAS. FUEROS.


INAMOVILIDAD DE LOS MAGISTRADOS. REMOCIÓN.
La Constitución Nacional asigna al Poder Judicial el carácter de Poder Estatal independiente, al
adoptar la forma Republicana de Gobierno (Art. 1), respondiendo así a la división de poderes o
funciones del Estado. La función jurisdiccional que en forma exclusiva y excluyente es atribuida al
Poder Judicial, está referida a dos aspectos fundamentales:
1- Al de las relaciones puramente privadas, que para los romanos consistía en dar a cada uno lo
suyo.
2- Al de las relaciones de Derecho Público, que atañen no sólo a asegurar la convivencia pacífica de
los ciudadanos, mediante la imposición de penas a quienes violen las leyes sino también a la
estructura institucional y al problema de la libertad frente a la autoridad.

Independencia del Poder Judicial


-Se refiere a la individualidad el Juez en el momento mismo de ejercer su función jurisdiccional y en
la cual se torna necesario considerar múltiples aspectos para su acabada comprensión.
-Se refiere a todo lo inherente a la estructura orgánica de la justicia y al modo de situarse dentro de
la organización del Estado, considerado como un todo.
a) Independencia funcional: significa que el Juez está exento de toda subordinación jerárquica y que
consiste, en que ningún órgano jurisdiccional de rango superior puede influir, censurar ni corregir la
aplicación e interpretación de las leyes hechas por sus inferiores, con la sola excepción del
supuesto de que obren como órganos de alzada en virtud de mediar recursos contra la decisión del
inferior. Es un medio para garantizar justicia mediante el ejercicio de múltiples instancias y que es el
reflejo de la dialéctica del debido proceso legal, reconocido por la Constitución Nacional.
Inamovilidad: La garantía de inamovilidad hace parte de los elementos que conforman el sistema
Republicano de gobierno, pues así se aseguran:
1 - Para afirmar su condición de Poder Independiente.
2 - Para preservar su carácter de poder No político, no sujeto a los vaivenes naturales de la política.
El Art. 5 de la C.N. establece: “Cada provincia dictará para si una Constitución bajo el sistema
representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la
Constitución Nacional; y que asegure su administración de justicia, su régimen municipal, y la
educación primaria. Bajo de estas condiciones, el Gobierno federal garante a cada provincia el goce
y ejercicio de sus instituciones”.
Lo que implica la obligatoriedad de las provincias de seguir el modelo de la constitución nacional en
lo que ha división de poderes se refiere. Con ello, queda claro la obligación de las provincias de
crear, junto al Poder Ejecutivo y Legislativo, el poder Judicial. En lo que a la jurisdicción y
competencia de la justicia provincial, se refiere y surge de los Artículos 75, inc.12: “Dictar los
códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y Seguridad Social, en cuerpos unificados
o separados, sin que tales códigos alteren las jurisdicciones locales, correspondiendo su aplicación
a los tribunales federales o provinciales, según que las cosas o las personas cayeren bajo sus
respectivas jurisdicciones; y especialmente leyes generales para toda la Nación sobre naturalización
y nacionalidad, con sujeción al principio de nacionalidad natural y por opción en beneficio de la
Argentina; así como sobre bancarrotas, sobre falsificación de la moneda corriente y documentos
públicos del Estado, y las que requiera el establecimiento del juicio por jurados.” Art. 116:
“Corresponde a la Corte Suprema y a los tribunales inferiores de la Nación, el conocimiento y
decisión de todas las causas que versen sobre puntos regidos por la Constitución, y por las leyes de
la Nación, con la reserva hecha en el inciso 12 del artículo 75; y por los tratados con las naciones
extranjeras; de las causas concernientes a embajadores, ministros públicos y cónsules extranjeros;
de las causas de almirantazgo y jurisdicción marítima; de los asuntos en que la Nación sea parte; de
las causas que se susciten entre dos o más provincias; entre una provincia y los vecinos de otra;
entre los vecinos de diferentes provincias; y entre una provincia o sus vecinos, contra un Estado o
ciudadano extranjero”.
La función jurisdiccional y la división de poderes: La CN, asigna al poder Judicial el carácter de
poder estatal independiente, al adoptar la forma republicana de gobierno (Art.1), respondiendo así a
la doctrina de la división de poderes, o funciones del estado.
La función jurisdiccional que en forma exclusiva y excluyente es atribuida al Poder Judicial, está
referida a dos aspectos fundamentales: al de las relaciones puramente privadas, que para los
romanos consistía en dar a cada uno lo suyo; y al de las relaciones de derecho público, que atañen
no solo a asegurar la convivencia pacífica de los ciudadanos, mediante la imposición de penas a
quienes violen las leyes, sino también a la estructura institucional y al problema de la libertad, frente
a la autoridad.
Calamadrei: Expresa que todas las constituciones democráticas modernas, proclaman como
garantía esencial de la justicia, la independencia de los jueces y de la magistratura. Esta
independencia solo puede asumir su pleno significado en las democracias, que se apoyan en el
principio de la separación de los poderes.
El problema de la independencia:
Art. 109: “En ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el
conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas”.
Independencia del Poder Judicial:
1- Se debe considerar todo lo inherente a la estructura orgánica de la justicia y al modo de situarse
dentro de la organización del estado, considerado como un todo.
Ya en el campo del derecho público provincial, la mayoría de las cartas locales contienen preceptos
expresos a afianzar la independencia de la magistratura,
2- Se refiere, concretamente, a la individual del juez en el momento mismo de ejercer su función
jurisdiccional, y en la cual se torna necesario considerar múltiples aspectos para su acabada
comprensión, tales como:
A) Independencia funcional: El juez está exento de toda subordinación jerárquica y que consiste, en
síntesis, en que ningún órgano jurisdiccional de rango superior, puede influir, censurar ni corregir, la
aplicación e interpretación de las leyes hechas por sus inferior, con la sola excepción del supuesto
de que obren como órganos de alzada, en virtud de mediar recursos, contra la decisión del inferior.
Esto es un medio para garantizar la justicia, mediante el ejercicio de múltiples instancias y que, no
es más que el reflejo de la dialéctica del debido proceso legal, reconocido por la CN.
B) Imparcialidad: No resulta ajena la independencia del juez, el tema de la imparcialidad cuya
presencia es ineludible, en el momento mismo de administrar justicia y que no es sino la falta de
designio anticipado o de prevención a favor o en contra de personas o cosas en el acto mismo de
juzgar. Los constituyentes provinciales, casi sin excepción, han tratado de asegurar la imparcialidad
de los jueces con la inclusión en los textos de las cartas locales de un régimen de
incompatibilidades como instrumento idóneo para poder garantizarla.
C) Inamovilidad: Con distintos alcances o matices las 23 constituciones provinciales regulan, el tema
de la permanencia de los magistrados y funcionarios judiciales en sus cargos. En general, todas
garantizan la estabilidad de los jueces por el periodo que han sido designados. Se pueden distinguir
algunas variantes que permiten clasificar las constituciones provinciales en tres grupos:
- 1) En el cual se enrolan la mayoría de las constituciones (16 constituciones) y que garantizan la
inamovilidad mientras dure la buena conducta de los magistrados, lo que implica que únicamente
podrán ser removidos de sus cargos, mediante el juicio político o “jury” de enjuiciamiento, según se
trate de miembros de tribunales superiores o cortes, para el primer supuesto; o de magistrados
inferiores para el segundo. (Buenos Aires, Art. 166).
- 2) Las constituciones determinan que la designación de los magistrados y funcionarios es por un
periodo determinado.
- 3) Su característica esencial radica en que los magistrados son designados por un periodo
determinado, vencido el cual podrán ser confirmados por nuevo acuerdo en cuyo caso
permanecerán en sus cargos mientras dure su buena conducta.
Tanto en el primero como segundo periodo, son inamovibles, y solo podrán ser removidos por el
juicio político o “jury” de enjuiciamiento, según se trate de los miembros del más alto tribunal de la
provincia o de magistrados inferiores.
- Crítica: el sistema adoptado por los dos últimos grupos de constituciones ha merecido severas
críticas por parte de la Doctrina Nacional, crítica que podemos sintetizar en la opinión de Zavalía
cuando analiza el sistema adoptado por la Constitución de San Juan y afirma que ello contraría las
exigencias más elementales del concepto científico de la división de poderes, y que somete al
riesgo de que los jueces traten de asegurar su reelección llevando complacencia para con el Poder
Ejecutivo a límites exagerados que perjudican el prestigio de la administración de justicia.
A lo expresado por Zavalía, Frías, agrega que lo que se pretende con la designación temporaria es
someter al magistrado a prueba a los efectos de analizar su desempeño para su posterior
confirmación, ello implica, por un lado, la posibilidad de pérdida de la imparcialidad por el juez; y por
el otro el desconocimiento o desconfianza de los demás mecanismos que las propias constituciones
establecen para asegurar una correcta administración de justicia, tales como el Juicio Político o el
“Jury” de enjuiciamiento, según el caso.
D) Intangibilidad de las remuneraciones: Rodolfo BERARDO califica como principio fundamental que
asegura la independencia del Poder Judicial, la irreductibilidad de los sueldos de los magistrados
mientras permanezcan en sus funciones. El autor, citando a Joaquín V. González, afirma que este
principio se propone asegurar a quienes ejercen el Poder Judicial la subsistencia al abrigo de todos
los cambios que el poder discrecional del Congreso o de las Legislaturas provinciales pudieran
introducir al dictar la ley de presupuesto, y conseguir así una sucesión de hombres ilustrados y
honestos, exentos de pasión de lucro y de los poderosos impulsos de la necesidad, que los llevaría
a buscar ilegítimas ganancias o a descuidar las funciones públicas, por los oficios privados.
Tribunales superiores o Cortes de justicia: Las constituciones provinciales sin excepción comienzan
el tratamiento de las secciones correspondientes al Poder Judicial, prescribiendo que este será
desempeñado o ejercido por una suprema corte de justicia (Buenos Aires Art. 160 “El Poder Judicial
será desempeñado por una suprema corte de justicia, cámara de apelación, jueces y demás
tribunales que la ley establezca”.
De los textos constitucionales se desprende como primera medida, que los órganos máximos de la
administración de justicia provincial lo constituyen las mencionadas cortes o tribunales superiores,
cuyas competencias están expresamente determinadas en las cartas provinciales, y que según la
doctrina y la jurisprudencia mayoritaria, no pueden ser aumentadas, disminuidas ni modificadas,
sino por una reforma constitucional.
II - LA JUSTICIA PROVINCIAL: ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO.
Frente al Artículo 5 de la Constitución Nacional cabe preguntarse si la doble instancia asume para
las Constituciones Provinciales el carácter de requisito obligatorio. Zucherino: es negativa.
Conviene admitir que los móviles de garantía de revisión que inspira la presencia de la doble
instancia se superan con la imposición a la instancia única de las requisitorias de oralidad en el
proceso y colegiación en el órgano.
1) Doble instancia.
2) Única instancia.
3) De acuerdo a la Legislación específica de la Provincia.

A) COMPOSICIÓN: Como un ejemplo más del libre ejercicio de las facultades de darse sus propias
instituciones Art. 121 CN, sin otro límite que el de asegurar la administración de justicia Art.5 CN, las
constituciones provinciales en lo que ha composición se refiere han adoptado distintos sistemas que
permiten efectuar, algunas diferenciaciones, partiendo de la propia denominación de sus más altos
tribunales.
Las diferencias más significativas se pueden hallar en cuanto a la composición de los más altos
tribunales. Ellas nos permiten distinguir tres sistemas claramente diferenciados: 1) Un primer grupo
en el cual el número de miembros está expresamente establecido en el texto constitucional. 2) Un
segundo grupo formado por las constituciones que dejan la determinación del número de
integrantes de los tribunales superiores o cortes a la ley (Buenos Aires). 3) Por último, las cartas que
adoptan un sistema “mixto”, en cuanto establecen un número mínimo, cuya determinación final
queda librada a la ley.
B) ATRIBUCIONES: Sobre este punto las constituciones provinciales sin excepción establecen en
forma taxativa las competencias y atribuciones de las cortes o tribunales superiores. La
competencia se define como el poder jurisdiccional que la constitución o la ley o los reglamentos o
acordadas, atribuyen a cada fuero o a cada tribunal. Las cartas provinciales disciernen a los más
altos tribunales provinciales competencias expresas, en cuanto actúan como máximos órganos
jurisdiccionales, y atribuciones en la medida en que les son necesarias, para el ejercicio del
“gobierno” del Poder Judicial que está a su cargo.
Es preciso apuntar que todas las constituciones determinan dos tipos de competencias: 1) una
originaria en cuanto, como órganos jurisdiccionales, los altos cuerpos deben dirimir cierto tipo de
cuestiones en forma exclusiva y excluyente y única instancia; y 2) la de alzada o grado, que implica
el ejercicio de una facultad revisora de la sentencias dictadas por los tribunales inferiores y que
llegan a esa máxima sede por medio de los recursos que la constitución o las leyes procesales
establecen.

ORIGINARIAS DE GRADO O ALZADA


1) En las acciones de 1) En los recursos de inconstitucionalidad
inconstitucionalidad
2) En las cuestiones de competencia 2) En los recursos extraordinarios que las leyes de
entre los poderes públicos y las que procedimiento acuerden en contra de las sentencias
se susciten entre tribunales inferiores definitivas de los tribunales inferiores.
con motivos de sus jurisdicciones
respectivas.

3) En las causas contencioso – 3) En apelación o consulta, en los casos de aplicación


administrativas. de pena capital.
4) En las cuestiones que se susciten
entre las autoridades de la provincia y
una municipalidad; entre dos
municipalidades o entre poderes de
una misma municipalidad.
5) En la recusación de sus miembros.
6) En los casos de reducción de
penas previstos en el Código penal.
* ORIGINARIAS:
1) En las acciones de inconstitucionalidad: En cuanto conoce y resuelve acerca de la
constitucionalidad o inconstitucionalidad de leyes, decretos o reglamentos que estatuyan sobre
materias regidas por las constituciones provinciales y se controvierta por parte interesada.
Buenos Aires: Constitucionalidad de normas. Art.161 inc.1: “Ejerce la jurisdicción originaria y de
apelación para conocer y resolver acerca de la constitucionalidad o inconstitucionalidad de leyes,
decretos, ordenanzas o reglamentos que estatuyan sobre materia regida por esta constitución y se
controvierta por parte interesada”.
Respecto de esta materia cabe destacar que la mayoría de las Cortes o tribunales superiores,
interpretando los respectivos dispositivos constitucionales, limitan su competencia sólo a aquellos
casos en que se solicita el amparo de un derecho o garantía reconocido en forma originaria y
autónoma por las constituciones provinciales quedando excluidas de ella los supuestos en que el
cuestionamiento se efectúa a la luz de las normas de la Constitución Nacional, en cuyo caso la tarea
de dirimir el conflicto corresponde a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, por ser ésta su
custodio natural.
Frías señala el autor que el Control Jurisdiccional está limitado:
a) Porque no puede ser ejercido de oficio, sino que exige “un conflicto judicial y un peticionante
cuyos derechos se encuentran realmente afectados”.
b) Porque la declaración de inconstitucionalidad se agota en el caso y no invalida la norma.
c) Porque se excluye el control de las cuestiones políticas, llamando tales por ahora las que
encierran el ejercicio de facultades privativas según la naturaleza peculiar de cada poder.
2) En las cuestiones de competencia entre los poderes públicos de la provincia y en los que se
suscitan entre tribunales inferiores con motivo de sus jurisdicciones respectivas.
Competencia originaria y exclusiva: Buenos Aires Art. 161 Inc.2 ”Conoce y resuelve originaria y
exclusivamente en las causas de competencias entre los poderes públicos de la provincia y en las
que se susciten entre los tribunales de justicia con motivo de su jurisdicción respectiva”.
En la mayoría de las constituciones provinciales se ha legislado en un mismo inciso las cuestiones
de competencia planteadas entre los poderes del Estado, como las suscitadas entre los tribunales
inferiores con motivo de sus jurisdicciones respectivas.
Desde el punto de vista constitucional, las cuestiones de competencia se refieren a las controversias
entre los tribunales de justicia, mientras que los conflictos, a los desacuerdos entre los poderes
públicos con motivo del ejercicio de sus privilegios, atribuciones o facultades. A las primeras, las
resuelven la Cortes o tribunales superiores en su carácter de tribunales de justicia stricto sensu,
mientras que los segundos son dirimidos por el mismo órgano, pero ya como tribunal de
constitucionalidad, en cuanto encargado de preservar la regularidad de las funciones de los poderes
del Estado y el normal cumplimiento de sus fines.
Sin embargo, ambos supuestos presentan un denominador común: se halla afectado el orden
público, el cual, según el caso de que se trate, tiene distinto grado y naturaleza. Así, en los
conflictos de poderes estamos en presencia de una alteración del orden público, pero de distinta
entidad: éste tiene naturaleza institucional. La originalidad responde, esencialmente, a la necesidad
de preservar las autonomías provinciales, en cuanto que las cuestiones de naturaleza institucional
deben ser solucionadas dentro de su propio ámbito, evitando así la injerencia del orden federal por
medio de remedios no siempre convenientes a los Estados Provinciales, tal como sucede con la
Intervención Federal.
3) En las causas contencioso-administrativas: Buenos Aires: Art. 166: Administración de Justicia.
Fuero Contencioso-administrativo: “Los casos originados por la actuación u omisión de la Provincia,
los Municipios, los entes descentralizados y otras personas, en el ejercicio de funciones
administrativas, serán juzgados por tribunales competentes en lo contencioso-administrativo, de
acuerdo a los procedimientos que determine la ley, la establecerá los supuestos en que resulte
obligatorio agotar la vía administrativa”.
Esta competencia, que la casi totalidad de las constituciones provinciales –a diferencia de la
nacional- le atribuyen en forma originaria y exclusiva a las cortes o tribunales superiores, no es más
que el litigio, con y de la administración pública en cuanto constituye una faz natural de la actividad
jurídica del Estado y que presupone un conjunto de limitaciones en el ejercicio del Poder en la
medida en que se instituye a favor de los particulares, derechos y garantías para lo cual es
indispensable crear los instrumentos jurídicos que lo amparen, ya que de otro modo el sistema
constitucional quedaría incompleto, si después de haber sometido la administración a la ley , no se
hubiere sometido a la justicia. Frías dice que el sistema contencioso administrativo, ubica una parte
de sus elementos como ciencia del proceso, y la otra como materia sustancial del derecho
administrativo. El procedimiento corresponde a técnicas de cada proceso, que siempre deben
responder a la sustancia creadora del derecho. La materia de fondo, como es del derecho
administrativo, corresponde a las normas de la actividad de la administración. En suma: todo el
problema del contencioso se reduce al estudiar el procedimiento de los litigios que corresponden a
las actividades de la administración.
4) En las cuestiones que se suscitan entre las autoridades de la provincia y una municipalidad, entre
dos municipalidades, o entre los poderes de una misma municipalidad: Art. 196 Constitución de
Buenos Aires: ”Los conflictos internos de las municipalidades sean que se produzcan entre los
departamentos ejecutivos y deliberativos, sea que ocurran en el seno de este último, los de las
distintas municipalidades entre si, o con otras autoridades de la provincia, serán dirimidos por la
suprema corte de justicia”. Esta competencia atribuida a las cortes o tribunales superiores, responde
a idéntica significación en lo que a su naturaleza jurídica se refiere a la ya expresada al analizar los
conflictos de poderes. Ella implica un claro reconocimiento, del carácter autonómico del municipio y
que tiende, en definitiva a consolidarlo mediante la designación de los más altos tribunales de
provincia, como juez de sus conflictos, como modo de evitar situaciones que obstaculicen su normal
funcionamiento y que en la última de las hipótesis podrían llegar a determinar la intervención del
gobierno federal (Art. 5 y 6 CN).
Debemos entender por conflicto a la contienda suscitada entre autoridades de una misma
municipalidad -departamento ejecutivo y consejo deliberante- de dos municipalidades, o de una
municipalidad con las autoridades de la provincia, por una opuesta inteligencia respecto del alcance
de las facultades que respectivamente se atribuyen. De este concepto podemos distinguir los
conflictos internos de los externos. Aquellos son los suscitados entre las autoridades de una misma
municipalidad, mientras estos los planteados entre las autoridades de dos municipalidades o una de
estas con las autoridades provinciales.
5) En la Recusación de sus miembros: Competencia ésta de naturaleza eminentemente procesal y
que debe ser estudiada a la luz de los principios que informa dicha ciencia.
6) Privativamente en los casos de reducción de penas autorizadas por el Código Penal: Sólo
algunas constituciones atribuyen esta competencia a las cortes o tribunales superiores. Cabe pues,
sintéticamente analizar: se trata de la hipótesis de aplicación de la ley más benigna en los casos
que medie modificación del Código Penal, en lo que al quantum de las penas se refiere, a favor de
aquellas personas sobre las que ha recaído la condena.

* DE GRADO O ALZADA:
1.- En los recursos de inconstitucionalidad: Esta competencia atribuida a los más altos tribunales de
la provincia reconoce el mismo fundamento que el supuesto de la acción inconstitucional con la
única variante, que procede contra sentencias de los tribunales inferiores en dos supuestos: cuando
en el pleito se haya cuestionado, la validez de una ley, decreto, ordenanza o reglamento, bajo la
pretensión de ser contrarios a la constitución, y la decisión en última instancia haya sido por su
validez; y cuando en el pleito se haya puesto en cuestión la inteligencia de alguna cláusula de la
Constitución, y la resolución de los jueces y tribunales de última instancia haya sido contraria a la
validez del titulo, derecho, garantía o exención que sea materia del caso y que se funde en dicha
cláusula.
2.- En los recursos extraordinarios que las leyes procesales otorguen en contra de las sentencias
definitivas de los tribunales inferiores (Const. Buenos Aires)
Sin mayores variantes las leyes de procedimientos provinciales (Art.75 inc.12 CN) establecen
recursos según la materia de que se trata, contra la sentencias definitivas dictadas por los tribunales
de última instancia. A modo de ejemplo podemos mencionar los de casación, revisión,
inaplicabilidad de la ley, etc.

Atribuciones: Las cartas provinciales además de las competencias analizadas disciernen a sus más
altos tribunales un cúmulo de atribuciones conducentes al ejercicio del gobierno del Poder Judicial.
Sabido es que en la dialéctica de la “división de poderes” se asigna a cada uno de ellos una función
específica que los caracteriza y diferencia de los otros. Así, el Poder Legislativo, dictar leyes; al
ejecutivo de aplicarlas y ejercer la administración central; y al judicial la de ejercer la jurisdicción. A
los efectos de posibilitar el equilibrio y la independencia de los poderes, se atribuye a cada uno de
ellos funciones cuya finalidad esencial es la de contribuir o posibilitar el ejercicio de las específicas
del poder de que se trate. Tal el caso del Poder Ejecutivo que además de su rol primordial del poder
administrador, ejerce una actividad legislativa y judicial impropia, como es la de dictar la
reglamentación general de las leyes y las de funcionamiento de sus dependencias, para ejemplificar
el primer caso, y la del segundo la de juzgar las conductas de sus empleados pudiendo incluso
llegar a aplicar sanciones; ello por cierto, sin perjuicio de la posterior revisión jurisdiccional. Del
mismo ocurre con el Poder Legislativo. En relación al Poder Judicial las constituciones otorgan a las
cortes o tribunales superiores como máximos órganos judiciales la tarea de ejercer el gobierno dicho
poder, a cuyo efecto los dotan de las siguientes atribuciones:
A) Representa al Poder judicial ante los demás poderes del Estado: De las veintitrés constituciones
solo nueve disciernen esta función, al menos en forma expresa, a los tribunales superiores o cortes.
Más ello no implica que aquellas que no la prevén carezcan de ella, ya que es inherente a su
calidad de máximo órgano tanto desde el punto de vista jurisdiccional como de gobierno, el ostentar
la representación del Poder Judicial ante los Poderes Públicos.
B) Ejerce la superintendencia de toda la administración de justicia: Cuando las constituciones
provinciales, disciernen a los tribunales superiores o cortes, esta denominada “facultad de
superintendencia” hacen referencia a la tarea de vigilancia y control que sobre toda la
administración de justicia deben llevar a cabo dichos tribunales, actividad que lleva implícita la
potestad disciplinaria, esto es la de aplicar sanciones a los magistrados, funcionarios y empleados
en cada caso de incumplimiento de los deberes a su cargo.
C) Nombra y remueve a empleados y funcionarios inferiores: Const. Buenos Aires. Respecto de
esta atribución, propia de quien ejerce la suprema administración del Estado, alcanza solo al
nombramiento y remoción de los empleados y funcionarios inferiores de la administración de
justicia, esto es a todos aquellos que no estén sometidos al jury de enjuiciamiento. Como excepción
al principio general enunciado podemos señalar el caso de los jueces de paz legos, cuya
designación en la mayoría de las constituciones es facultad privativa de los poderes políticos; pero
su remoción está a cargo de los tribunales superiores o cortes. En lo que a nombramiento se refiere
esta facultad alcanza solo hasta los cargos de secretarios de las distintas instancias presentando
algunas constituciones, particularidades que merecen ser destacadas. Buenos Aires Art.
167:”Corresponde a las Cámaras de Apelación el nombramiento y remoción de los secretarios y
empleados de su dependencia” en la cual las cámaras de apelaciones nombra a sus propios
empleados.
D) Dicta reglamentación interna: Art. 164 Constitución de Buenos Aires:”La suprema corte de justicia
hará su reglamento y podrá establecer las medidas disciplinarias que considere conveniente a la
mejor administración de justicia“. Esta facultad tiene los más diversos alcances, ya que va desde el
dictado del reglamento de licencias y disciplinario del Poder Judicial, hasta el funcionamiento de los
auxiliares de la justicia tales como los martilleros judiciales, peritos, etc. La doctrina interpreta que
esta potestad reglamentaria tiene contornos más amplios en cuanto los tribunales superiores o
cortes mediante actos de carácter general denominados acordadas pueden incluso dictar normas de
tipo procesal, en caso de laguna, vacío u oscuridad de los códigos de procedimientos.
E) Eleva proyectos de procedimiento y organización del Poder Judicial a la Legislatura: Resulta
obvia esta facultad, habida cuenta que los miembros del Poder Judicial, como encargados de hacer
aplicación de las leyes procesales, son los que con mayor facilidad pueden detectar la necesidad de
algún tipo de reforma a los Códigos, o bien, en materia de organización del Poder Judicial, con la
propuesta de modificaciones a las leyes orgánicas.
F) Fija Proyectos de Presupuesto del Poder Judicial: Como nota a destacar del listado precedente,
se advierte que esta atribución a las Cortes o Tribunales superiores, sólo es discernida por las
nuevas constituciones provinciales, es decir, por aquellas dictadas a partir de 1957.
G) Remueve a los Jueces de Paz: Así lo dispone la Constitución de Buenos Aires Art. 173: “Los
Jueces serán nombrados en la forma y bajo los requisitos establecidos para los de 1º Instancia. Se
les exigirá una residencia inmediata previa de dos años en el lugar en que deba cumplir sus
funciones. Conservarán sus cargos mientras dure su buena conducta y su responsabilidad se hará
efectiva de conformidad con los dispuesto en el Capítulo V de la presente Sección”.
H) Eleva memoria anual a la Legislatura o al Poder Ejecutivo: Constitución de Buenos Aires Art.
165: “Debe pasar anualmente a la Legislatura una memoria o informe sobre el estado en que se
halla dicha administración, a cuyo efecto puede pedir a los demás tribunales de la Provincia los
datos que crea convenientes y proponer en forma de proyecto las reformas de procedimiento y
organización que sean compatibles con el estatuido en esta Constitución y tiendan a mejorarla”.La
memoria anual a que se refieren los preceptos constitucionales implica, en definitiva, poner en
conocimiento de los demás poderes del Estado, especialmente el Legislativo, la marcha y
desenvolvimiento del Poder Judicial. Esta Obligación que se impone a los más altos cuerpos de la
Justicia, no se debe interpretarla como un menoscabo a la independencia orgánica, habida cuenta
que ello significa el ya admitido juego de controles a que están sometidos, recíprocamente, los
poderes del Estado.
I) De los Recursos de queja por denegación o retardada justicia: Sobre esta atribución rondan
discrepancias respecto de si se trata en definitiva un recurso procesal en el cual las Cortes o
tribunales superiores actúan como órganos jurisdiccionales, o bien, de una potestad más que
ejercen como titulares del Gobierno del Poder Judicial, habida cuenta que el supuesto en análisis,
en las dos hipótesis que plantea, pueden dar lugar a la aplicación de sanciones al magistrado de
que se trata, las cuales, sin duda, habrán de ejercerse en uso de la facultad disciplinaria, y que
pueden llegar a provocar, según la gravedad de los hechos, el juicio de destitución en la forma y
condiciones prescritas por las constituciones.

ATRIBUCIONES:
1- Ejercicio de la Jurisdicción originaria y de apelación para entender y resolver sobre la
Constitucionalidad o inconstitucionalidad de leyes, decretos o reglamentos.
2- Ejercicio de competencia Originaria y exclusiva en punto a controversias entre los poderes
públicos del Estado miembro, entre Tribunales de Justicia y demás supuestos. Inconstitucionalidad.
3- Ejercicio de competencia Originaria y exclusiva en materia contencioso-administrativa.
4- Ejercicio de conocimiento y resolución por apelación ante casos de inaplicabilidad de ley de
nulidad y demás.
5- Nombra y remueve directamente a los Secretarios y empleados del Tribunal y a propuesta de los
magistrados inferiores hace lo propio con iguales funcionarios de sus respectivas dependencias.
Propone la creación de cargos y llenado de vacantes.
6- Produce su reglamento, el de los Tribunales inferiores y tiene la potestad disciplinaria.
7- Conoce en cuestiones de recusación y responsabilidad civil de sus propios miembros y de los
Tribunales inferiores.
8- Organiza el control de la estadística judicial sobre expedientes.
9- Tiene la superintendencia de toda la administración de justicia.
10- Prepara el Presupuesto anual de la administración de justicia.
11- Ejerce jurisdicción exclusiva sobre el régimen carcelario.
12- Promueve ante la Cámara de Diputados leyes sobre organización de tribunales, creación de
servicios administrativos conexos, asistencia judicial, justicia de paz y Códigos de Procedimientos y
de lo contencioso-administrativo.

Designación de funcionarios y magistrados. Los sistemas en el Derecho Público Provincial:


Hay distintas formas de designación de magistrados y funcionarios, lo cual permite efectuar una
sistematización de ellos, a los efectos de lograr una mayor comprensión sobre el punto. El primer
sistema es el que corresponde a la mayoría de las constituciones provinciales, y consiste en que la
designación de los magistrados y funcionarios compete en forma exclusiva y excluyente a los
poderes denominados políticos (poder ejecutivo y legislativo). Diecisiete de las veintitrés
constituciones se adscriben a el, con algunos matices diferenciales que responden esencialmente a
las particularidades con que cada constitución ha estructurado los poderes públicos.
Las cartas provinciales que establecen el sistema bicameral, en la estructura del poder legislativo,
como regla general determinan que las designaciones las hará el poder ejecutivo, con acuerdo del
senado.
La constitución de Buenos Aires, Art. 175 “Los jueces de la suprema corte de justicia, el procurador
y el subprocurador general, serán designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del senado,
otorgado en sección pública, por mayoría absoluta de sus miembros”. Art. 181”Para ingresar al
Poder Judicial debe justificarse dos años de residencia inmediata en la provincia”.
Las provincias con estructura parlamentaria unicameral, disciernen la facultad de prestar el acuerdo
a los miembros del poder judicial a la legislatura, a la cámara de diputados o representantes, según
la denominación que las constituciones le asignen al Poder Legislativo.
En general, las hasta aquí descritas, son las atribuciones que las Constituciones Provinciales
disciernen a los tribunales superiores o Cortes. Cabe, sin embargo, destacar que alguna de ellas
expresan, en mayor o menor medida, un listado de potestades, a más de las referidas, pero que en
términos generales resultan redundantes, puesto que son inherentes al órgano que ejerce el
gobierno y titularidad de un poder del Estado.

Sistema Financiero del Poder Judicial: “Primera Reunión Nacional del Poder Judicial de la Nación y
de las Provincias”, llevada o cabo en la Ciudad de La Falda, provincia de Córdoba del 30-11 al 02-
12-1978. Cabe destacar que a dicha reunión asistieron los miembros de la Corte de Justicia de la
Nación, en representación del Poder Judicial de la Nación, y los titulares de los Tribunales
Superiores o Cortes de todas las provincias argentinas.
En las referidas conclusiones, se declara necesario que por las vías institucionales pertinentes:
1- Se asigne un porcentaje mínimo del Presupuesto General de la Nación y de las Provincias,
adecuado a las necesidades y realidad de cada caso, con destino a los gastos, inversiones, y
demás erogaciones del Poder Judicial de las distintas jurisdicciones.
2- Se autorice a la creación de otras fuentes de recursos que tiendan a complementar la asignación
referida en el punto anterior.
3- Se reconozca al Poder Judicial la atribución de confeccionar su propio proyecto de presupuesto,
el que no podrá ser modificado sin su efectiva participación.
4- Se instrumente un sistema que asegure la oportuna disponibilidad de sus recursos.

III - LA JUSTICIA DE PAZ: ORGANIZACIÓN. MODALIDADES. FUNCIONAMIENTO. DERECHO


MUNICIPAL.
Con excepción de la Constitución de Santa Fe, las demás provincias argentinas instituyen la justicia
de Paz, con algunas variantes; tal el caso de la distinción entre Juez Letrado y Lego (Misiones,
Santiago del Estero, etc.), o bien sólo reconociendo la existencia de estos últimos la mayoría. La
Justicia Lega sólo existía en Tierra del Fuego. Las nuevas constituciones ponen mayor énfasis en la
Justicia de Paz Letrada, dejando librada a la ley la regulación de aquélla.
Si bien las Constituciones Provinciales derivan a la ley la determinación de las competencias de los
Jueces de Paz letrados, podemos decir, a mero título ejemplificativo, que ellas recaen sobre juicios
contenciosos, sucesorios y de concurso civil hasta determinado monto o cuantía, además de todas
aquellas cuestiones relacionadas con las locaciones, y actuando, en algunos casos, como órgano
de alzada de las resoluciones dictadas por los jueces de paz legos.

Justicia de Paz según las Constituciones Provinciales:


a) Sistema de designación:

a) A propuesta de Municipalidades (Santa Cruz, Buenos Aires – La Rioja –


Jujuy – Salta )
b) Con acuerdo del Senado (Córdoba, Misiones, Santiago del Estero) o
I - Por el Poder Cámara de Representantes
Ejecutivo c) Con acuerdo de Corte de Justicia (Catamarca y Tucumán)
d) A propuesta en terna de Suprema Corte (Mendoza)

Formosa
II- Directamente
por Superior
Tribunal
a) A propuesta de las Municipalidades: Chubut, Misiones, Neuquén, Río
III. Por el Negro, San Juan, San Luis
Superior b) A propuesta del Poder Ejecutivo: Santiago del Estero
Tribunal o Corte c) A propuesta de la Junta Calificadora

IV- Electivos La Pampa


Chaco , Entre Ríos
V- Dejan librados
a la Ley

b) Sistema de Remoción: La gran mayoría de las Constituciones Provinciales atribuyen a los


Tribunales Superiores de Justicia o Cortes, la función de remover a los Jueces de Paz Legos o
Letrados, según se trate, por las mismas causales determinadas para el Jury de Enjuiciamiento,
previo sumario, por cierto, y respetando las reglas del debido proceso.
De esta generalidad se apartan aquellas Constituciones que proporcionan a los Jueces de Paz la
misma garantía de inamovilidad de que gozan los demás magistrados judiciales; por tanto, el único
medio de remoción para ellos es el Jurado de enjuiciamiento para algunos casos, mientras que para
otros se rige por el procedimiento de Juicio Político.
c) Duración en el Cargo: Sistemas. Podemos distinguir en las Constituciones Provinciales tres
sistemas claramente diferenciados:
1) Dejan librado a la ley: Buenos Aires: Art. 173.
2) Período establecido en la Constitución.
3) Inamovibles mientras dure su buena conducta.

UNIDAD TEMATICA XI
EL MUNICIPIO. DERECHO MUNICIPAL Y DE GOBIERNO MUNICIPAL

I - EL MUNICIPIO: CARACTERIZACIÓN.
Diversas posiciones doctrinales al respecto.
Posada: lo define desde tres ángulos diferentes: 1) Sociológico. 2) Político. 3) Jurídico.
1- En la faz Sociológica caracterizaba al Municipio describiéndolo como “el núcleo social de vida
humana total, determinado o definido naturalmente por las necesidades de la vecindad”.
2- Político: es una organismo con un sistema de funciones para los servicios, que se concretan y
especifican más o menos intensa y distintamente, en una estructura: gobierno y administración
municipales propios, desarrollados en un régimen jurídico y político más amplio, regional o nacional.
3- Jurídico: es una expresión de valor estrictamente histórico, aplicada a un fenómeno que se ha
producido en los diferentes países de manera distinta, planteándose y desenvolviéndose su
problema de modo muy diverso.

Diferentes posiciones doctrinales al respecto.


Antonio María HERNÁNDEZ: el Municipio es “la sociedad organizada políticamente, en una
extensión territorial determinada, con necesarias relaciones de vecindad, sobre una base de
capacidad económica, para satisfacer los gastos de gobierno propio y con personalidad jurídica
pública estatal”.
Zucherino: El Municipio “es la unidad básica autónoma y fundamental generada naturalmente en
función de la suma de intereses y necesidades determinados por la vecindad y provista por la ley de
la categoría de persona jurídica de Derecho Público”.
“Unidad básica”: se está frente a la mínima e irreductible manifestación de los grados de
descentralización política admitidas por una estructura del tipo Estado Federal.
“Unidad autónoma”: carácter autónomo del municipio.
“Unidad fundamental”: es posible el Federalismo.
“Generada naturalmente”: nacimiento espontáneo que le otorga un neto e incontrovertible carácter
de instituto previo a todo ordenamiento jurídico positivo.
“La suma de intereses”: factor determinante del florecer del municipio.

I - BASE TERRITORIAL: CONCEPTO Y TEORÍAS.


Concepto: La base territorial del municipio puede ser caracterizada como el asiento geográfico de la
institución bajo estudio. Se trata de su localización espacial, de su determinación territorial, en
suma.
Teorías:
1) Teoría del Municipio-Partido: se desarrolla con una base territorial que en su mayor parte asume
los caracteres de rural. En la Ciudad principal –denominada cabecera de partido – se instala el
municipio, y en los núcleos de población restantes funciona una delegación municipal, cuyo titular –
con el título de delegado municipal – es elegido por el intendente municipal del partido. Esta forma
de designación acrecienta aún más el centralismo y genera la reacción de ciudades que sin ser
cabecera de partido rivalizan con la tenida por principal en importancia. Ej. Bernal frente a Quilmes.
2) Teoría del municipio-ciudad: propone limitar la base territorial municipal al ejido urbano o en el
peor de los casos y como la mayor de las concesiones, hasta el lugar donde arriben los servicios
públicos prestados por el municipio. La ideación comprende a lo urbano y a lo suburbano.
3) Teoría del Municipio Distrito: doctrina intermedia entre las dos expuestas con anterioridad. Esta
tesis propugna integrar lo urbano, lo suburbano y lo rural dentro de la base territorial municipal
mediante la aplicación de un original sistema. Así es como en la ciudad predominante por su real
importancia instala el municipio, en tanto, en todos los núcleos poblacionales sometidos a su esfera
de influencia coloca una comuna conducida por una comisión vecinal elegida por el pueblo. Con tal
estructura se supera nítidamente el criticado y criticable sistema de las delegaciones municipales
que tanto ha contribuido al descrédito del sistema del municipio-partido, a la vez que se dota al
municipio de mayor representatividad, descentralización y participación popular.

I - EL DERECHO MUNICIPAL
Concepto: Es una rama de la ciencia jurídica de marcado carácter público que aborda el
conocimiento de las instituciones y relaciones municipales.
Villafañe: es una rama científicamente autónoma del Derecho Público político, con acción pública
que estudia los problemas políticos, jurídicos y sociales del urbanismo, y que guarda estrecho
contacto con el Derecho Constitucional, con el Derecho Público Provincial, con el Derecho
Administrativo, con el Derecho Impositivo, con el Derecho Rural, con la historia constitucional y con
la ciencia del urbanismo.

I - CONTROVERSIA SOBRE SU AUTONOMÍA: TEORÍAS.


Tesis Negatorias: desde diversos sectores de la ciencia jurídica se ha impugnado la existencia de
un derecho municipal de contenido autónomo:
1- Derecho Municipal como parte del Derecho Administrativo: es el conjunto de principios que lo
rigen son de índole administrativa y provenientes de dicho derecho. Se trataría de pautas de
derecho administrativo que se tornan aplicables en área municipal: Derecho Administrativo
Municipal.
2- El Derecho Municipal como integrante del Derecho Constitucional: estudiando el esquema
institucional en conjunto necesariamente se examina la temática municipalista.
3- El Derecho Municipal como contenido del Derecho Provincial: sólo puede sostenerse válidamente
en el marco de un Estado Federal. Dentro de la disciplina del derecho provincial operaría como
sector especializado.
4- El Derecho Municipal como ingrediente del Derecho Político: se basa la idea en que el Derecho
Municipal en función de “sus antecedentes de carácter universal, por la naturaleza de sus relaciones
de carácter político y por las proyecciones que puede alcanzar, bien merece ser considerado como
una de las tantas ramas que integran el Derecho Político”.
Tesis Afirmativa:
1) Villafañe dice que el Derecho Municipal se presenta como una rama autónoma del Derecho
Público Político, provisto de instituciones y disposiciones propias.
Afirmar la existencia de un Derecho Municipal Político, con autonomía científica propia importa
afirmar que las Municipalidades se definen ostensiblemente como poderes del Estado, dotados de
autonomía política, o sea, como Repúblicas Representativas.
2) Zucherino: Tesis Integradora: la materia municipal se integra, sin perder su condición de
autónoma, junto a la materia provincial, también poseedora de autonomía en la unidad totalizadora
que al solo efecto docente supone el Derecho Provincial y Municipal. Ello no implica una pérdida de
sus autonomías científicas, sino el reconocimiento de que entre ambos derechos autónomos existe
una interrelación evidente.
II - EL GOBIERNO MUNICIPAL EN LA ARGENTINA. ANTECEDENTES. EVOLUCIÓN
HISTÓRICA: ETAPAS.

Antecedentes:
El Cabildo: Por “Cabildo” se entendía cabeza de la Ciudad y de ella surgían sus atribuciones en
materia de sanidad y servicios públicos, ornato y toda otra forma de progreso.
Autoridades: sus integrantes. Componían la institución los siguientes cargos:
1) Los regidores: su denominación viene de la facultad de regir que el Cabildo tenía en referencia a
los destinos de la ciudad. Su número era 6 en la mayoría de los casos, elevado a 12 en supuestos
de ciudades importantes. Cabe consignar que en Buenos Aires la cantidad nunca pasó de 10. Sobre
ello se centró la corruptela de la venta de cargos capitulares que desnaturalizando el sentido del
instituto, terminó con su raigambre hispánica de Democracia. Quien aspiraba a tal cargo debía
contar con 18 años como mínimo y estar afincado en la ciudad correspondiente.
2) Los Alcaldes ordinarios: eran quienes ejercían la atribución judicial. Generalmente eran dos: el
alcalde de 1º Voto y el Alcalde de 2º Voto. Estos cargos se mantuvieron al margen del impropio
sistema de venta y su elección se practicaba anualmente. Nuevamente se requería aquí tener la
calidad de vecino afincado, y en cuanto a la edad se establecía una mínima de 26 años.
3) El fiel ejecutor: se trata del encargado de vigilancia de precios y de comercios.
4) El Alférez real: se ocupaba de la custodia, paseo y guarda del estandarte real.
5) El Síndico procurador: representaba a la ciudad ante el Cabildo.
6) El Alguacil Mayor: procedía a ejecutar los mandamientos expedidos por la corporación. Además,
desempeñaba la jefatura de la cárcel que de ordinario se anexaba al edificio capitular.
7) Los alcaldes de hermandad: las oficiaban de policía de seguridad en los lugares de campaña.
8) El Alcarife: era el funcionario dedicado a conducir el rubro obras públicas.
9) El Escribano: se trataba del encargado de confeccionar actas de las sesiones de la corporación.
10) El Tesorero: se ocupaba de la administración del erario municipal.

Presencia de los CABILDOS: 1) ETAPA HISPÁNICA. 2) ETAPA INDEPENDIENTE.


1- Etapa hispánica: Nace en América. Inmigración a suelo americano.
2- Etapa independiente: de 1810 a 1821 y de 1822 a 1852.
a) Período de 1810 a 1821: A partir de la Revolución, la institución pasa a ser dominada por el grupo
de comerciantes porteños (centralismo portuario), colaboradores del 1º Triunvirato y de la 2º elite
directorial. Su actitud contraria al Federalismo. Instituciones nacidas como continuidad de funciones
propias hasta entonces del Cabildo. Así, la Justicia Ordinaria de 1º Instancia, dotada de las
competencias que antes tenían los alcaldes ordinarios; la Justicia de Paz, con las atribuciones de
los antiguos alcaldes de hermandad; la policía de control de precios de mercados que reunía las
facultades capitulares desempeñadas por el fiel ejecutor en su mayor parte. Sin embargo, el ciclo de
los Cabildos no puede darse por finalizado en todo el país por su intempestivo eclipse bonaerense.
En efecto, el resto de los estados miembros en su mayoría respetan la institución y algunos llegan a
ocuparse de ella en sus cartas anteriores a 1853.
b) Período de 1822 a 1852: La Ley Bonaerense comentada, a pesar de no cerrar el ciclo de los
Cabildos en la historia argentina, impone una división en su tratamiento. A partir de este momento la
institución se refugia en los Estados del anterior donde logró sobrevivir y hasta ser considerada en
algunos reglamentos de la época.
c) Evolución posterior: De los Gobiernos patrios de la Constitución Nacional de 1853 y las Leyes del
6 de Mayo de 1853 y su similar bonaerense del 11 de Octubre de 1854.
El Artículo 5 de la Constitución Nacional de 1853 habla del “REGIMEN MUNICIPAL”.
- Ley del 06 de Mayo de 1853: La Comisión que preparó tal cuerpo legislativo indicó en el mensaje
que lo acompañaba, su esperanza de que el criterio elegido fuera tomado como modelo para
establecer todos los municipios de la Confederación. Con ello señalaba su vocación de proyectar la
autonomía municipal que la ley consagraba, a todos los ámbitos legislativos del país.
- Constitución del Estado de Buenos Aires de 1854 y la Ley Orgánica de los Municipios Nº 35 del 11
de Octubre de 1854: Esta dedica al sistema municipal un solo artículo, que luego de imponer su
establecimiento en todo el Estado delega en la ley la fijación del sistema electoral; las facultades y
obligaciones; y la determinación de sus recursos económicos-financieros.
La Ley Orgánica va a regir a la ciudad de Buenos Aires, cuyo Municipio se instaló en Abril de 1856.
El cuerpo legal bajo examen divide sus contenidos, tratando primero del Municipio de la Capital y
luego de los Municipios de campaña.
* Tratamiento otorgado al municipio de la Capital: la ley sigue el criterio de su similar del 06 de Mayo
de 1853 y la fija en el límite de las 11 Parroquias tradicionales de la ciudad.
* Tratamiento conferido a los Municipios de campaña: fija como base territorial el partido, unidad
comprensiva en general de grandes despoblados y pequeños poblados instalando la institución
municipal y adquiriendo así jerarquía de cabecera del partido respectivo.
Presidente del Municipio: El gobierno Municipal se integra con un Juez de Paz y 4 miembros más
con calidades de propietarios y vecinos. El 1º era designado por el Poder Ejecutivo Bonaerense a
propuesta en terna del propio municipio, configurando así una elección indirecta. Los restantes
componentes eran elegidos en forma directa por el pueblo del Partido correspondiente.
El Código Civil: Vélez otorgó a los Municipios condición de personas de existencia ideal o jurídica de
existencia necesaria, artículo 33 inc. 3 del Código Civil.

II - EL GOBIERNO MUNICIPAL EN EL DERECHO COMPARADO: SISTEMAS.


A) El Sistema Francés: La gran Revolución de 1789 procedió a dividir el territorio en
Departamentos.
Éstos últimos a su vez fueron parcelados en distritos, y éstos en comunas. En cada circunscripción
se instaló un consejo y un síndico procurador –electos por el pueblo – y un directorio, nombrado por
el ya referido Consejo.
La Carta Constitucional de 1958 fija como divisiones territoriales del Estado Francés a:
1) Los Departamentos.
2) Las comunas, como entidades con personalidad jurídica, con competencia propias en cuestiones
departamentales y locales respectivamente.
1) Departamentos: estaba integrado por un Prefecto – elegido por el presidente de la Nación en
Consejo de Ministros – y el Consejo general departamental, nombrado por la población
departamental mediante el sufragio.
2) Comunas: el sistema se estructura sobre la base de un organismo colegiado denominado
Asamblea Deliberante o Concejo Municipal y un Órgano Unipersonal llamado Alcalde.
La elección de sus miembros se concreta por votación popular de los habitantes de la comuna, su
mandato es por 6 años y su número oscila entre 9 y 37 integrantes.
El Alcalde es nombrado por la Asamblea deliberante o Concejo Municipal, está encargado de la
ejecución de las decisiones del Cuerpo Colegiado, es el agente del Estado en la Comuna, asume
las funciones de Jefe de Personal del Municipio y es el Encargado de la Policía Comunal y de su
similar judicial local.
B) El Sistema Inglés: Nacido con la Revolución de 1689, por efectos de su aplicación el gobierno
local quedó en poder de consejos electivos, sobre los cuales pesaba un muy escaso control del
Estado. 1933: Consejo Municipal como cabeza de gobierno local. Sus integrantes surgen de la
votación popular y cuentan con un mandato de 3 años.
El Consejo Municipal elige a una comisión permanente de Administración: dicha Comisión es
presidida por un funcionario llamado mayor, tiene facultades ejecutivas y judiciales, ambas en el
plano local. Dada estas características, el Sistema Inglés es denominado como el Consejo y el
Mayor (Lord Mayor).
C) El Sistema Bicameral europeo: es el característico de las modernas democracias del viejo
continente. Se integra con dos organismos colegiados y uno unipersonal, todos dotados de
personalidad propia. De esta forma aparece la Asamblea u organismo colegiado más numeroso,
que en Italia y Portugal recibe la denominación de Concejo Municipal y en España de Ayuntamiento.
La integración de ella se concreta generalmente por medio del voto popular. Es la poseedora de las
facultades normativas. Paralelamente, existe otro organismo denominado Cámara Menor, cuya
característica es ser menos numerosa en su composición que la Asamblea nombrada
anteriormente.
Su estructura difiere en los diversos Estados europeos.
España presenta las siguientes divisiones territoriales:
1- Las Provincias. 2- Los Municipios. 3- Los entes locales menores. 4- Los Cabildos insulares.
Italia: 1- Regiones. 2- Provincias. 3- Comunas.
D) El Sistema Unipersonal Europeo: se generó en Italia bajo el Gobierno de Benito Mussolini (Ley
Municipal de 1934) y en Alemania con Adolfo Hitler (Ley de 1935).
E) Los Sistemas Norteamericanos:
1) El Sistema de Alcalde y el Consejo: Los funcionarios son elegidos mediante el voto popular.
2) El Sistema de la Comisión: la idea consiste en entregar el gobierno municipal a una comisión
compuesta por 5 integrantes, elegidos por el sufragio popular y sobre quienes pesa el recurso de
revocatoria o recall para casos de mal cumplimiento de las funciones encomendadas. El mandato se
extiende entre 2 y 4 años.
F) El Sistema Presidencialista: su aplicación en la Argentina y Latinoamérica: El sistema parte de la
base de distinguir las atribuciones normativas y las propias de gestión. Lo tocante a las funciones
normativas se encomienda a un organismo colegiado, generalmente denominado Concejo
Deliberante o Departamento Deliberativo o Departamento Deliberante.
La elección de los miembros de este Concejo es por vía del voto popular. Las funciones de gestión
están a cargo de un órgano unipersonal que recibe nombres diversos según los Estados donde el
Sistema se aplica= Intendente: Argentina. Alcalde: Cuba.

III - DOCTRINAS ARGENTINAS SOBRE EL MUNICIPIO, EL DERECHO MUNICIPAL Y EL


GOBIERNO MUNICIPAL: 1) JUAN BAUTISTA ALBERDI; 2) JOAQUÍN VÍCTOR GONZÁLEZ;
3) LISANDRO DE LA TORRE
1) Juan Bautista ALBERDI: se expresaba a favor de la autonomía municipal. “La Patria local, la
patria del Municipio, del Departamento, del Partido, será el punto de arranque y de apoyo de la gran
Patria Argentina.
Sostenía Alberdi la necesidad de la existencia de un poder municipal efectivo, a efectos de lo cual
estima que la institución municipal debe ser independiente.
2- Joaquín Víctor GONZÁLEZ:
3- Lisandro de LA TORRE: Tesis doctoral de 1888:
a) Tiene al Municipio como institución natural. Enseña que la institución municipal primaria se
generó espontáneamente de conformidad a la naturaleza de las cosas.
b) Indica al Municipio como un poder del Estado. Admite que el Municipio es parte integrante de la
descentralización política propia del Estado Federal.
c) Reconoce la autonomía municipal: indica que los municipios no han de ser meras oficinas
dotadas de una regulación apática, para puntualizar luego que “la independencia de la comuna tiene
la ventaja de abandonar los individuos a la responsabilidad de sus actos”.
d) Basa la composición del cuerpo electoral municipal en los contribuyentes.

III - LA TEORÍA DE LA REPÚBLICA REPRESENTATIVA MUNICIPAL: ADOLFO KORN


VILLAFAÑE.
LA ESCUELA DE LA PLATA.
Las Provincias para gozar de la garantía federal deben acogerse a lo establecido en el artículo 1 y 5
de la Constitución Nacional.
Como segundo grado de descentralización política pasando de lo general a lo particular, el
Municipio debe en su esfera local, reeditar la imagen de la República Representativa. Todo debe
darse en él para insertarse armónicamente, con afinidad en la provincia y en la Nación según la
pauta dogmática esencial de la Constitución.
Villafañe: los Municipios son instituciones de grado Constitucional.
El Municipio debe reproducir en su jurisdicción las pautas que conforman la República
Representativa conforme a la Constitución Nacional.
Doctrina del Dr. Villafañe: se trata de la corriente de pensamiento que sostiene que el municipio,
dentro de su esfera jurisdiccional, debe reproducir exactamente las pautas básicas que conforman
la república representativa conforme a los contenidos de la Constitución Nacional. República
Representativa Municipal. Artículo 1 y 5 de la Constitución Nacional.
UNIDAD TEMATICA XII
PROBLEMÁTICA DE LA AUTONOMÍA MUNICIPAL

I - LA AUTONOMIA MUNICIPAL: CONCEPTO. TIPOS Y CLASIFICACIÓN.


Autonomía: significa la posibilidad de un ente de otorgarse su propia ley, supone un notorio orden
de subordinación, en relación de un ente de grado superior. Linares Quintana: “en sentido jurídico”
la autonomía denota siempre un poder legislativo. El Poder Legislativo de las entidades autónomas
debe desenvolverse dentro de los límites que el poder soberano ha fijado a la autonomía, por lo que
la entidad autónoma no puede establecer leyes o normas en oposición con las establecidas por el
ente soberano.
Bauzá indica que “autonomía” es la facultad que tienen algunos entes de organizarse, de darse sus
propias normas de gobierno y de administración dentro de ciertos límites.
Zucherino: Es la facultad poseída por un ente a los fines de darse sus propias instituciones dentro
de los marcos de sujeción jurídica natural que lo obligan en relación de otro ente de gradación
superior.
Constitución Nacional – Art. 123: Cada provincia dicta su propia constitución, conforme a lo
dispuesto por el artículo 5º asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido
en el orden institucional, político, administrativo, económico y financiero.
En virtud de lo sostenido por el Primer congreso interamericano de municipios de la Habana de
1938, legislaciones como la constitución de Venezuela de 1961 y lo expresado por Arturo Iturrez, se
afirma que puede existir autonomía, que se califica como “municipal”, para distinguirla de la propia
de los estados, provincias, etc. En los estados federales, puede ser de dos tipos:
a) Autonomía Plena: cuando comprende los cuatro aspectos que integran la autonomía:
institucional, político, administrativo y financiero.
b) Autonomía Semiplena o Relativa: Cuando alcanza a los aspectos político, administrativo y
financiero.
- El aspecto Institucional: Supone la posibilidad del dictado por parte del municipio de su propia
carta orgánica.
- El aspecto Político: Entraña la base popular, electiva y democrática de la organización y gobierno
comunal.
- El aspecto Administrativo: Importa la posibilidad de la prestación de los servicios públicos y demás
actos de administración local, sin interferencia alguna de autoridad, de otro orden de gobierno.
- El aspecto Financiero: Comprende la libre creación, recaudación e inversión de las rentas para
satisfacer los gastos de gobierno propio y satisfacer sus fines, que no son otros que el bien común
de la sociedad local. Lo ideal en este sentido sería el reconocimiento de poderes impositivos
originarios o inherentes.

I - AUTONOMÍA MUNICIPAL Y AUTARQUIA MUNICIPAL


Autarquía: Linares Quintana: “Facultad de administrarse”. Bauza: “La autarquía es un concepto
propio del derecho administrativo y significa la facultad de una entidad o de un ente de administrarse
a sí mismo, facultad derivada de la Ley que le concede la Autarquía”
Para afirmar el criterio de que los municipios son autónomos y no autárquicos, se efectúa una
comparación entre ambos conceptos, marcando las siguientes diferencias:
1) Por su creación: Es distinto el origen de un municipio y de una entidad autárquica, porque el
primero tiene una base sociológica. En nuestro país, el origen es legal, en las personas autárquicas,
mientras que en los municipios es constitucional en virtud del artículo 5 de la Constitución Nacional.
2) Por la mutación o desaparición: ello no puede ocurrir al municipio, pero sí a la persona
autárquica, previa sanción legal o dictado de decreto reglamentario, para una nueva organización
administrativa o porque se cumplieron los fines de la persona.
3) Por los fines: En el ente autárquico, son los indicados por la ley, siempre parciales, específicos,
mientras que en el Municipio, son muchos más amplios cualquiera que sea el sistema de fijación de
competencia del municipio.: El de facultades enumeradas (anglosajón), el de facultades no
enumeradas (Europeo continental) o el mixto.
4) Por las resoluciones que adoptan: en los entes autárquicos, son eminentemente administrativas,
mientras que los municipios son leyes locales (ya sean materiales o formales), que traducen el
ejercicio de un poder político y, por tanto, la idea de gobierno.
5) Por la personalidad: Los municipios son poder público y tienen una personalidad jurídica de
carácter público (código civil, art. 33 inc. 1). En el texto vigente según la reforma 17711, también las
personas autárquicas tienen dicha personalidad, pero el legislador consigno el inciso 2,
manteniendo en el 1 a los municipios, junto al estado nacional y a las provincias. O sea que el
legislador diferenció al municipio y la persona autárquica, del mismo modo que antes, Vélez
Sarsfield, lo había efectuado en la vieja redacción del inciso 3 del Art. 33, con relación a las
instituciones mencionadas en el inciso 5, ya que atribuyó a las comunas una personalidad jurídica
de existencia necesaria. Asimismo, el Art. 2344 se refiere al patrimonio municipal, terminando de
definir la personalidad de la institución, que en consecuencia, ha merecido un tratamiento distinto de
las personas autárquicas.
6) Por el alcance de las resoluciones: En los entes autárquicos son limitadas a las personas
vinculadas a la misma (universidad, bancos, etc.), mientras que en el municipio comprenden a toda
la ciudadanía radicada en su jurisdicción.
7) Por la creación de otras entidades autárquicas: Que es facultad de los municipios en virtud de
muchas leyes orgánicas, mientras que ello no acontece en las entidades autárquicas.
8) Por la elección de sus autoridades: En el municipio siempre en alguno de sus departamentos
existe la participación electiva y popular, mientras que ese sistema no es utilizado normalmente en
las personas autárquicas.
9) En cuanto a la integración de la administración central: El municipio esta excluido, en tanto que la
entidad autárquica integra la administración, sea central o provincial.
El municipio por su naturaleza debe ser autónomo, ya sea en forma plena o semiplena.

II - MUNICIPIOS DE CONVENCIÓN Y MUNICIPIOS DE DELEGACIÓN: A) CARACTERIZACIÓN,


FUNDAMENTOS Y PROBLEMÁTICA DE LOS MUNICIPIOS DE DELEGACIÓN;
B) CARACTERIZACIÓN, FUNDAMENTOS Y VENTAJAS DE LOS MUNICIPIOS DE
CONVENCIÓN.
Municipios de Convención:
Son aquellos que cuentan con la facultad del dictado de su propia Carta Orgánica, surgiendo así el
Poder Constituyente de Tercer Grado o Municipal natural complemento para la plena exteriorización
de la autonomía municipal. Admitido el ejercicio del Poder Constituyente, es decir, la plena
autonomía vecinal, y sobre el esquema ideal de la República Representativa, se encuentran
resueltos casi todos los asuntos que hacen a la problemática del municipalismo. Entre ellos la
jurisdicción o ámbito territorial y de las competencias, atribuciones o facultades del ente o gobierno
municipal.
Bauzá define a la Autonomía Municipal como “el derecho de la ciudad al gobierno propio, a ejercerlo
con independencia de cualquier poder, a elegir sus autoridades y a dictar, de conformidad con las
leyes fundamentales del Estado, una Carta Orgánica que establezca su organización político-
administrativa y determine el límite del ejercicio de sus facultades propias, debidamente
garantizados por la Constitución Nacional en los aspectos políticos, administrativos y económicos”.

Municipios de Delegación:
Son aquellos que reciben su Carta Orgánica de parte del Poder Legislativo provincial, dando lugar
con ello a la estructuración de la idea de la Autarquía Municipal, criterio que se compadece con este
tipo de Municipios.
Fue el criterio de la CSJN, sin embargo les reconoció el ejercicio de facultades impositivas en el
caso F.C.S. c/Municipalidad de la Plata (1911).
Bernard expuso los perjuicios de este tipo de Municipios al afirmar que si se parte de la base de
considerar a los Municipios como Municipios de Delegación, vale decir, que les viene de fuera,
impuesta, en calidad de entes autárquicos y no autónomos, interpretando lo de Régimen del Art. 5
CN como normatividad uniformadora a cargo del órgano legislativo provincial, de tal suerte que los
Municipios no son gobiernos locales strictu sensu sino delegaciones locales del Poder Central, se
destruye la imagen de la República Representativa conformadora de los tres órdenes u
ordenamientos del federalismo: Estado Nación, Estado Provincia, Estado Municipio.
III - EL RÉGIMEN MUNICIPAL EN LA CONSTITUCIÓN NACIONAL ARGENTINA, HISTORIA
CONTENIDOS DE LA CARTA Y PROYECTOS DE REFORMAS PROPUESTOS. EL NUEVO ART.
123 DE LA CN. SU ANÁLISIS DESDE LA ÓPTICA DE LA ÚLTIMA JURISPRUDENCIA DE LA
CORTE.

El gobierno municipal en la Constitución federal argentina


El Art. 5 de la CN, impone a las provincias una obligación-facultad en punto a asegurar el sistema
municipal. Surgía la necesidad de interpretar la citada norma constitucional. La doctrina
municipalista argentina sostuvo, que dicha expresión debe ser tenida como equivalente de gobierno
municipal.

La autonomía municipal
El nuevo texto constitucional consagra, en forma explícita, la autonomía municipal. El artículo 123
dispone que "cada provincia dicta su propia constitución [...] asegurando la autonomía municipal y
reglando su alcance y contenido en el orden institucional, político, administrativo, económico y
financiero". Esto significa que la autonomía municipal consagrada en la Constitución es sólo un
principio, cuyo desarrollo y especificación depende, a su vez, de lo que dispongan los respectivos
poderes constituyentes de cada provincia.
En ese sentido, la reforma de 1994 fue parca: no se habilitó, para todos o algunos de los municipios
del país, el ejercicio del poder constituyente de tercer nivel, es decir del nivel municipal, como ya lo
tienen decidido varias provincias argentinas (Córdoba, Santiago del Estero, La Rioja, Río Negro).
Deberá ser cada provincia la que decida el punto. Pero, de todos modos, aun los textos
constitucionales de aquellas provincias que no adopten la carta municipal (caso de Buenos Aires
después de la reforma de 1994), no podrán desconocer que las municipalidades son las que dictan
sus propias leyes (ordenanzas) por cuerpos legislativos democráticos, y eligen sus autoridades por
el mismo método. Ese es el piso o base normativa implicada en el concepto de autonomía municipal
consagrada en la Constitución Nacional. (Quiroga Lavié).

III) La CSJN y los Municipios: Evolución de la naturaleza jurídica de los mismos.


Análisis de los casos: DOROTEO GARCÍA c/PROVINCIA DE SANTA FE; FFCC del SUD
C/MUNICIPALIDAD DE LA PLATA; OBRAS SANITARIAS C/PROVINCIA DE TUCUMÁN;
RIVADEMAR, Ángela C/MUNICIPALIDAD DE ROSARIO.

El Municipio y la CSJN
En un primer período, la doctrina de la Corte reconoció la autonomía municipal (en García Doroteo
c/provincia de Santa Fe, de 1870); para luego volcarse por muchas décadas a la tesis de la
autarquía administrativa, expresando en reiteradas oportunidades que: “Las municipalidades no son
más que delegaciones de los poderes provinciales, circunscriptos a fines y límites administrativos
que la Constitución ha previsto como entidades del régimen provincial y sujetas a su propia
legislación” (caso “Ferrocarril del Sud c/Municipalidad de La Plata” en 1911, “Ambros Palmegiani
SA c/ Gennaro Fernández SA”, de 1987).
Una vez más, la realidad, ha urgido la necesidad de un cambio en el criterio sustentado por este alto
Tribunal. La tendencia del poder municipal de fortalecerse frente a los poderes centrales, el clamor
generalizado de revitalizar el poder de los municipios con el fin de mejorar la satisfacción de los
intereses ciudadanos, que ya ha encontrado eco, en las nuevas constituciones provinciales, a través
del reconocimiento del carácter de autonómico de los municipios: ha obtenido también el
reconocimiento de la CSJN, en el conocido fallo “Rivademar, Angela c/ Municipalidad de
Rosario”(de 1989), que en el considerando 8) expresa que diversas constituciones provinciales han
sostenido la autonomía, plena o semiplena, de la institución municipal, razón por la que, no puede
afirmarse de modo uniforme, para todo el territorio de la Nación, la autonomía o la autarquía de la
misma, debiendo reconocer que los municipios, poseen diversos caracteres que no se avienen con
la noción de autarquía, tales como: su origen histórico-jurídico reconocido constitucionalmente, su
base sociológica constituida por la población comunal, su carácter de persona jurídica necesaria, la
imposibilidad constitucional de su supresión, y el carácter de legislación local de sus ordenanzas.
Si bien el Alto Tribunal no reconoce literalmente la autonomía, podemos sí afirmar que ha
abandonado expresamente la doctrina de la autarquía.
En el fallo “Municipalidad de Rosario c/Provincia de Santa Fe s/Ordinario” (04/06/1991), no se ha
variado explícitamente la línea jurisprudencial iniciada en Rivademar.
* La autonomía municipal: a) Concepto, tipos y clasificación; b) La Autonomía municipal frente a la
Autarquía Municipal. Grados de descentralización política y administrativa.
Concepto: Siguiendo el criterio de Marienhoff que refleja el de la mayoría de los autores, autonomía
significa: que el ente tiene el poder para darse su propia ley y regirse por ella, lo que denota un
poder de legislación que ha de ejercitarse dentro de lo permitido por el ente soberano (Buy Montero,
Pérez Guilhou).
- Según Linares Quintana y Zucherino “en sentido jurídico, la autonomía denota siempre un Poder
Legislativo. El Poder Legislativo de las entidades autónomas debe desenvolverse dentro de los
límites que el poder soberano ha fijado a la autonomía, por lo que la entidad autónoma no puede
establecer leyes o normas en oposición con las establecidas por el ente soberano”. Es la facultad
que detentan los Estados miembros en un Estado Federal a los fines de darse sus propias
instituciones en el marco de su Constitución provincial y reconociendo en todos los casos la sujeción
jurídica natural que los obliga frente al Estado Federal.
Tipos y clasificación: La autonomía se clasifica en:
1) Autonomía ABSOLUTA: se la puede descomponer en cuatro grandes facetas:
a) Autonomía institucional: es aquella en la cual la institución municipal posee la facultad de ejercer
el poder constituyente de tercer grado o municipal, del cual se deriva su derecho de dictarse su
propia carta orgánica.
b) Autonomía Política: supone el derecho del municipio a organizar y desarrollar su propia carta
orgánica.
c) Económico-Financiera: implica la autosuficiencia del municipio en el plano de sus recursos y su
manejo propio en punto a erogaciones.
d) Autonomía Administrativo-Funcional: implica el poder de la institución de producir sus
organigramas organizativos propios y de manejar por sí y ante sí sus incumbencias en relación a la
materia municipalista.
2) Autonomía RELATIVA o RESTRINGIDA: son aquellos municipios que sólo tienen AUTONOMÍA
POLÍTICA, ECONÓMICO-FINANCIERA y ADMINISTRATIVO-FUNCIONAL. Carecen de autonomía
institucional, es decir, son municipios autónomos, pero no de convención.
* Autonomía Frente a la Autarquía
La Autarquía es un concepto propio del Derecho Administrativo y significa la facultad de una entidad
o de un ente de administrarse a sí mismo, facultad derivada de la ley que le concede la autarquía.
Es el derecho de autoadministrarse. (Zucherino)
* Autores como Bidart Campos, Dana Montaño, Frías, Hernández, Sagües, Vanossi, Zucherino, etc.,
se pronuncian en favor de la autonomía municipal por considerarla más acorde con el espíritu de la
CN.
* Por el contrario, Bielsa, Cassagne, Fiorini, Marienhoff, Villegas Basavilbaso y Linares Quintana se
inclinan por considerarlo, desde el punto de vista jurídico, una entidad autárquica territorial. (Buj
Montero)
* Corriente favorable a la Autarquía Municipal: Sus seguidores tienen a los Municipios como entes
administrativos autárquicos, excluyendo naturalmente toda connotación de índole política en esta
temática y rechazando ab initio la posibilidad de existencia de autonomía en el plano municipal.
Afirman la condición de simples delegaciones de los Poderes provinciales que asumen los
Municipios y reivindican su tipología de ente administrativo. Esta es la posición de la Corte Suprema
en forma constante, desde el caso “Castro c/ Provincia de Bs. As.” Fallado en 1902. Es también el
criterio de la mayor parte de los cultores del Derecho Administrativo. De los mismos se destaca la
postura reiteradamente expuesta por Rafael Bielsa, que ha llegado a decir que la crisis producida en
los Municipios Sudamericanos se debe a una hipertrofia generada por el reconocimiento de su
autonomía.
Frente a esta afirmación contundente cabe preguntarse si no es exactamente al revés y conforme a
ello no resulta lógico entender que el avasallamiento reiterado y contumaz de las autonomías
municipales nos ha llevado a la crisis que actualmente soportan.
Los partidos de la idea bajo estudio, argumentan además sobre la base de que los Municipios
carecen de la facultad de dictarse su propia Carta Orgánica y de que se hallan sometidos a un
control, lo que resulta dato esencial de la autarquía.
Toda esta fundamentación se compadece en forma natural con la estructura de los Municipios de
Delegación, pero carece de validez frente a la idea moderna de los Municipios de Convención que,
introducida en nuestro país por la Constitución Santafesina de 1921, tiene en la actualidad
receptación en numerosas Cartas.
* Corriente favorable a la Autonomía Municipal: estos autores sindican al Municipio como una
entidad autónoma, munida de una índole política. Se basan en los siguientes argumentos:
1) Los antecedentes históricos sobre la materia, sean ellos coloniales o de nuestra etapa
independiente.
2) La autoridad de Alberdi quien, en la obra primaria sobre el Derecho Público Provincial Argentino,
expresó al Municipio como detentador de un auténtico Poder Político y señaló la existencia de la
soberanía municipal.
3) Las enseñanzas de José Manuel Estrada, quien entendía a los Municipios como una concreción
de soberanía distinta en relación del Estado Federal y las provincias.
4) Los razonamientos de Lisandro de la Torre, encaminados a asegurar la autonomía de los
Municipios y los derechos comunales que son receptados por la Carta Santafesina de 1921,
creadora en el país de los Municipios de Convención, verdadero soporte de una real autonomía.
5) El pensamiento de Adolfo Korn Villafañe, quien rebate a la idea de autarquía, señalando como un
error de singular magnitud a la creencia de que el Régimen Municipal se genera en las Cartas
Provinciales. Por el contrario, forma el carácter de institución de grado constitucional federal que el
Municipio reviste de conformidad a la norma del art. 5 CN. La propia facultad impositiva otorgada a
los Municipios es tan representativa de su autonomía como podría serlo la detentación de un Poder
Constituyente de Tercer Grado.

Los grados de descentralización política y administrativa


Los criterios divisorios entre autonomía y autarquía para la doctrina y jurisprudencia argentinas
pueden resumirse con esta pregunta: ¿se trata de una diferencia en cuanto al “origen” de las
potestades o capacidad jurídica de un ente, o se trata de una diferencia en cuanto al “contenido” de
esas potestades o capacidad jurídica?
- La diferencia por el origen del poder
Marienhoff defiende este criterio. El poder autónomo es poder originario, tanto en sentido lógico (no
obtenido por delegación) como cronológico (nace con el propio ente, no pudiendo obtenerse en
forma sobreviniente). El poder autárquico es el típico poder delegado, más allá de la amplitud o
restricción de sus contenidos. Bajo estas premisas concluye éste autor, que sólo las provincias
tienen poder originario en el Estado argentino y por lo tanto a ellas les es reconocida la autonomía.
Los municipios, cuya existencia constitucional se reconoce y se asegura (art. 5°), en la medida en
que no se han reservado poderes especiales sino que se les ha diferido su régimen al ámbito
provincial, poseen autarquía (mayor o menor de acuerdo a las constituciones y leyes provinciales
respectivas).
- La diferencia por el tipo (cualidad) o el “quantum” (entidad) del poder
Esta corriente estima que la diferencia entre autonomía y autarquía remite al contenido de las
atribuciones de un ente. Dos criterios: uno cualitativo que considera que el tipo o naturaleza de las
potestades propias de la autonomía resultan sustancialmente diferentes de los que corresponden a
la autarquía y un criterio cuantitativo que establece una diferencia de quantum o de grado entre
ambos institutos. Así, en el fallo “Rivademar c/ Municipalidad de Rosario” (21-3-89), la CSJN, reseñó
estas ocho diferencias cualitativas que, excediendo el marco propio de la autarquía, ingresan en la
autonomía:
a) El origen constitucional y no meramente legal del ente;
b) La base sociológica (poblacional) del ente;
c) La imposibilidad constitucional de supresión del ente;
d) La capacidad legisferante (en sentido lato) del ente;
e) El alcance general de la normativa generada por el ente;
f) El carácter de persona jurídica de Derecho público del tipo necesario (y no sólo posible y
contingente), según la vieja clasificación de Vélez Sarsfield al art. 33 del Código Civil del ente;
g) La posibilidad de crear entes autárquicos, para lo cual se debe ser algo distinto a un ente
autárquico, y
h) La elección popular de las autoridades del ente.
El municipio es un ente constitucional, necesario, de base territorial, con sustractum sociológico, con
un conjunto amplio de finalidades y cometidos y con medios suficientes para llevarlos a cabo.
Difícilmente todas estas características o atributos puedan ser congregados por un ente de los
clásicamente llamados autárquicos.
El otro subcriterio dentro de esta segunda corriente de pensamiento establece que la diferencia
entre lo autónomo y lo autárquico es una diferencia de grado o de quantum de atribuciones. Así
suelen distinguirse ambas capacidades jurídicas en razón de la posibilidad de que el ente bajo
examen pueda darse su propio estatuto orgánico en el marco del Derecho no originario
(autonormatividad constituyente).
Esta concepción “cartista” se sitúa en las antípodas del criterio que diferencia lo autónomo de lo
autárquico en razón del origen del poder, en la medida en que el reconocimiento de la
autonormatividad constituyente a un ente puede ser sobreviniente a su gestación o reconocimiento,
por lo que es posible aquí adquirir autonomía “en cualquier momento”. (Rosatti)
* La Autonomía Municipal de la Historia: a) En el plano universal. Antigüedad y tiempos modernos;
b) En la Argentina: etapa Hispánica e Independiente.

a) En el plano universal. En la antigüedad:


En los primeros tiempos de la vida civilizada del género humano, hay algo en el aislamiento de cada
Ciudad, en su actitud de autosuficiencia, que recuerda, muy rudimentariamente a la idea de
autonomía. Así, la Ciudad-Estado de los griegos.
En Roma, el Imperio, en su caracterización última, fue una superestructura organizativa de
ciudades, respetando las autonomías de las ciudades que iba conquistando.
En España, si bien fue provincia del Imperio Romano, se discutió si después de la invasión de los
godos el Municipio perduró. Los que afirman su existencia, se basan en la gesta de la Reconquista
contra los moros, en la que se los beneficiaba con los Fueros por parte del Monarca, base
autónoma de las ciudades hispanas. Luego los Reyes se dieron progresivamente a la tarea de
desconocer los privilegios antes acordados, liquidando la orgullosa autonomía de las ciudades
hispanas.
Los tiempos modernos:
Es significativo el ejemplo que ofrecen los Estados Unidos de Norteamérica. Si bien su constitución
de 1787 no hace referencia concreta a la autonomía municipal, pesaba sobre las ciudades
norteamericanas la rica herencia inglesa. Allí, los Reyes produjeron concesiones en este sentido a
favor de las ciudades, pero con el correr del tiempo el sistema se consolidó en estructura de
auténtica autonomía.

b) En Argentina. La etapa colonial:


La institución nos llega de la España de los Austrias Mayores, pero su caracterización asume aristas
muy particulares, porque a América llegaron muchos vencidos del movimiento de los Comuneros o
sus descendientes, para dar vida nuevamente a la resistencia a través de la institución municipal.
Sin embargo la actitud libertaria terminaba allí, en su resistencia a la Corona, puesto que en su
mecanismo interno, en su composición, en su trato con el pueblo y en sus actitudes hostiles a los
criollos, la institución marca pautas claras de neto corte antidemocrático.
Etapa independiente:
Ya Francisco Ramos Mejía decía que la Revolución de Mayo es de típico cuño comunal. En efecto,
ella se concreta a través de la única posibilidad relativamente democrática que la institución ofrecía,
el Cabildo Abierto.
Los años posteriores mostrarían al Cabildo Portuario como expresión de los intereses y apetencias
de los comerciantes porteños, que a la sazón lo habían copado. Así resultó un infaltable elemento
de apoyo para la segunda elite, directorial y centralista a los fines de llevar a la práctica esquemas
de sometimiento sobre las provincias del Interior.
La evidente desnaturalización de las funciones en que cayó la institución en el crítico año 1820,
movió a Rivadavia a promover y obtener del gobernador Rodríguez la supresión de los Cabildos. De
todas formas la disposición afectó a un triste remedo de la orgullosa institución de la Colonia. Por
ello, si bien es criticable el temperamento adoptado, se debe hacerlo por otras motivaciones. No
debió en ese momento optarse por la supresión, sino por el re encauzamiento y modernización de la
institución que la llevara a cumplir con su verdadero cometido.
La institución municipal reaparece en Buenos Aires en 1852. Urquiza por decreto reconoce en forma
expresa al instituto como de índole natural y fruto espontáneo de la convivencia social.
Poco después, el 4 de Mayo de 1853, el Congreso Constituyente reunido en Santa Fe procedió, de
conformidad a los términos del artículo 3 de la Constitución Nacional de aquel año, a dictar la Ley de
Capitalización y dos días después la ley que establecía la Municipalidad de la Ciudad de Buenos
Aires, que organiza su gobierno como una República Representativa Municipal.
Con el Proyecto Constitucional de Alberdi para Mendoza y las enseñanzas de Luis Vicente Varela y
José Manuel Estrada, la idea de la autonomía municipal se mantiene presente frente a una
orientación general de las Cartas Provinciales, que al establecer Municipios de Delegación, se
inclinan por la tesis contraria de la autarquía municipal. La primacía de esta última corriente continúa
inalterable hasta 1921, oportunidad en que la Constitución Santafesina, ha recepcionado una larga
lucha de Lisandro de la Torre a favor de la autonomía municipal, que arranca en sus días de
juventud, acoge la idea citada y estatuye los Municipios de Convención. Esta carta, derogada
ilegalmente por decreto del Gobernador Mosca en el mismo año de su sanción, se proyecta a la
consideración pública en 1932 cuando es reimplantada bajo el gobierno de Luciano Molinas,
situación que es revertida en 1935, al ser intervenida federalmente la Provincia bajo la Presidencia
de Agustín Pedro Justo. No obstante su siembra sería fecunda en forma mediata.
Los años posteriores marcan la continuidad de una supremacía de la corriente defensora de la
autarquía municipal, por lo menos en el aspecto referido a los textos constitucionales provinciales.
Por el contrario, en el terreno doctrinario a una vigorosa defensa de la autarquía del Municipio
ensayada por Bielsa y Greca, sucede la reacción saludable de Korn Villafañe, dando lugar así a la
formación y formulaciones de la Escuela de La Plata, notoriamente enrolada en la defensa de la
tesis de la autonomía.
El activo movimiento constitucionalista generado por la formación en Provincias de los antiguos
Territorios Nacionales concreta el resurgimiento más significativo del criterio de la autonomía, a
través de las nuevas Cartas dictadas. Así se enrolan decididamente en esta línea: Chubut,
Misiones, Neuquén y Río Negro, a las que se unen nuevas Constituciones de antiguas Provincias, v.
gr.: Catamarca y Santiago del Estero. En las mismas, además de consagrarse la autonomía
municipal, se otorga a los Municipios de la facultad del dictado de sus respectivas Cartas Orgánicas.

Otro grupo de Constituciones se limita a declarar la autonomía del Municipio.


* La autonomía Municipal en el Derecho Comparado: a) La cuestión de las Constituciones
Provinciales argentinas.
La autonomía municipal en las constituciones estaduales argentinas:
1) La constitución santafesina de 1921: Su idea municipalista consagró la autonomía absoluta de la
institución, al introducir el sistema de municipios de convención. Procedió a clasificar los municipios
en tres categorías -en relación al número de sus habitantes-, la primera de las cuales, núcleos con
más de 25.000 almas, contaba con la facultad en el dictado de su propia carta orgánica. Las
restantes categorías recibían, su estructuración por vía de la propia Constitución y de las leyes
orgánicas a dictar por parte de la Legislatura estadual.
2) Las actuales cartas estaduales: núcleos fundamentales:
- Constituciones que admiten la autonomía municipal absoluta: Córdoba (carta de 1987, en el Art.
180 y mención del Preámbulo); Chubut (de 1957); Neuquén (de 1957, en los Arts. 184 y 187); Río
Negro (carta de 1988 en el Art. 225); Tucumán (de 1990); etc.
- Constituciones que acogen solamente la autonomía municipal relativa o restringida. Chaco,
Formosa, Santa Cruz (de 1957) y La Pampa (de 1960).
- Constituciones que omiten la autonomía municipal: Buenos Aires (de 1934), Entre Ríos (de 1933),
Mendoza (de 1916, con diversas reformas), Corrientes (de 1960) y Santa Fe (de 1962).

III - EL RÉGIMEN MUNICIPAL EN LA CONSTITUCIÓN NACIONAL ARGENTINA, HISTORIA,


CONTENIDOS DE LA CARTA Y PROYECTOS DE REFORMAS PROPUESTOS. EL NUEVO ART.
123 DE LA CN. SU ANÁLISIS DESDE LA ÓPTICA DE LA ÚLTIMA JURISPRUDENCIA DE LA
CORTE.
El gobierno municipal en la Constitución federal argentina
El art. 5 de la CN, impone a las provincias una obligación-facultad en punto a asegurar el sistema
municipal. Surgía la necesidad de interpretar la citada norma constitucional. La doctrina
municipalista argentina sostuvo, que dicha expresión debe ser tenida como equivalente de gobierno
municipal. (Z)

La autonomía municipal
El nuevo texto constitucional consagra, en forma explícita, la autonomía municipal. El artículo 123
dispone que "cada provincia dicta su propia constitución [...] asegurando la autonomía municipal y
reglando su alcance y contenido en el orden institucional, político, administrativo, económico y
financiero". Esto significa que la autonomía municipal consagrada en la Constitución es sólo un
principio, cuyo desarrollo y especificación depende, a su vez, de lo que dispongan los respectivos
poderes constituyentes de cada provincia.
En ese sentido, la reforma de 1994 fue parca: no se habilitó, para todos o algunos de los municipios
del país, el ejercicio del poder constituyente de tercer nivel, es decir del nivel municipal, como ya lo
tienen decidido varias provincias argentinas (Córdoba, Santiago del Estero, La Rioja, Río Negro).
Deberá ser cada provincia la que decida el punto. Pero, de todos modos, aun los textos
constitucionales de aquellas provincias que no adopten la carta municipal (caso de Buenos Aires
después de la reforma de 1994), no podrán desconocer que las municipalidades son las que dictan
sus propias leyes (ordenanzas) por cuerpos legislativos democráticos, y eligen sus autoridades por
el mismo método. Ese es el piso o base normativa implicada en el concepto de autonomía municipal
consagrado en la Constitución Nacional. (Quiroga Lavié)

* Municipios de Convención y Municipios de Delegación:


a) Caracterización, fundamentos y problemática de los Municipios de Delegación;
b) Caracterización, fundamentos y ventajas de los Municipios de Convención.

Municipios de Convención: Son aquellos que cuentan con la facultad del dictado de su propia Carta
Orgánica, surgiendo así el Poder Constituyente de Tercer Grado o Municipal natural complemento
para la plena exteriorización de la autonomía municipal. Admitido el ejercicio del Poder
Constituyente, es decir, la plena autonomía vecinal, y sobre el esquema ideal de la República
Representativa, se encuentran resueltos casi todos los asuntos que hacen a la problemática del
municipalismo. Entre ellos la jurisdicción o ámbito territorial y de las competencias, atribuciones o
facultades del ente o gobierno municipal.
Bauzá define a la Autonomía Municipal como el derecho de la ciudad al gobierno propio, a ejercerlo
con independencia de cualquier poder, a elegir sus autoridades y a dictar, de conformidad con las
leyes fundamentales del Estado, una Carta Orgánica que establezca su organización político-
administrativa y determine el límite del ejercicio de sus facultades propias, debidamente
garantizados por la Constitución Nacional en los aspectos políticos, administrativos y económicos.

Municipios de Delegación: Son aquellos que reciben su Carta Orgánica de parte del Poder
Legislativo provincial, dando lugar con ello a la estructuración de la idea de la Autarquía Municipal,
criterio que se compadece con este tipo de Municipios.
Fue el criterio de la CSJN, sin embargo les reconoció el ejercicio de facultades impositivas en el
caso F.C.S. c/Municipalidad de la Plata (1911).
Bernard expuso los perjuicios de este tipo de Municipios al afirmar que si se parte de la base de
considerar a los Municipios como Municipios de Delegación, vale decir, que les viene de fuera,
impuesta, en calidad de entes autárquicos y no autónomos, interpretando lo de Régimen del Art. 5
CN como normatividad uniformadora a cargo del órgano legislativo provincial, de tal suerte que los
Municipios no son gobiernos locales strictu sensu sino delegaciones locales del Poder Central, se
destruye la imagen de la República Representativa conformadora de los tres órdenes u
ordenamientos del federalismo: Estado Nación, Estado Provincia, Estado Municipio.

* La CSJN y los Municipios: Evolución de la naturaleza jurídica de los mismos. Análisis de los casos:
DOROTEO GARCÍA C/PROVINCIA DE SANTA FE; FFCC del SUD C/MUNICIPALIDAD DE LA
PLATA; OBRAS SANITARIAS C/PROVINCIA DE TUCUMÁN; RIVADEMAR, ANGELA
C/MUNICIPALIDAD DE ROSARIO.
El Municipio y la CSJN:
En un primer período, la doctrina de la Corte reconoció la autonomía municipal (en García Doroteo
c/Provincia de Santa Fe, de 1870); para luego volcarse por muchas décadas a la tesis de la
autarquía administrativa, expresando en reiteradas oportunidades que: "Las municipalidades no son
más que delegaciones de los poderes provinciales, circunscriptos a fines y límites administrativos
que la Constitución ha previsto como entidades del régimen provincial y sujetas a su propia
legislación" (caso "Ferrocarril del Sud c/Municipalidad de La Plata", 1911, “Ambros Palmegiani SA
c/Gennaro Fernández SA”, de 1987).
Una vez más, la realidad, ha urgido la necesidad de un cambio en el criterio sustentado por este alto
Tribunal. La tendencia del poder municipal de fortalecerse frente a los poderes centrales, el clamor
generalizado de revitalizar el poder de los municipios con el fin de mejorar la satisfacción de los
intereses ciudadanos, que ya ha encontrado eco, en las nuevas constituciones provinciales, a través
del reconocimiento del carácter de autonómico de los municipios: ha obtenido también el
reconocimiento de la CSJN, en el conocido fallo “Rivademar, Angela c/Municipalidad de Rosario”(de
1989), que en el considerando 8) expresa que diversas constituciones provinciales han sostenido la
autonomía, plena o semiplena, de la institución municipal, razón por la que, no puede afirmarse de
modo uniforme, para todo el territorio de la Nación, la autonomía o la autarquía de la misma,
debiendo reconocer que los municipios, poseen diversos caracteres que no se avienen con la
noción de autarquía, tales como: su origen histórico-jurídico reconocido constitucionalmente, su
base sociológica constituida por la población comunal, su carácter de persona jurídica necesaria, la
imposibilidad constitucional de su supresión, y el carácter de legislación local de sus ordenanzas.
Si bien el Alto Tribunal no reconoce literalmente la autonomía, podemos sí afirmar que ha
abandonado expresamente la doctrina de la autarquía.
En el fallo “Municipalidad de Rosario c/Provincia de Santa Fe s/Ordinario” (04-06-1991), no se ha
variado explícitamente la línea jurisprudencial iniciada en Rivademar.

UNIDAD TEMATICA XIII


EL RÉGIMEN MUNICIPAL EN LOS ESTADOS MIEMBROS DEL ESTADO FEDERAL
ARGENTINO

I – EL RÉGIMEN MUNICIPAL DE LAS PROVINCIAS ARGENTINAS. ANTECEDENTES Y


EVOLUCIÓN. ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO .CLASIFICACIONES
El tema se vincula con anteriores desarrollos de esta materia:
a) Periodo de 1820 a 1852: Antiguas gobernaciones-intendencias que producen el nacimiento de los
estados miembros del estado Federal Argentino. Sobre ellos pesa toda la rica herencia de los
cabildos, ya examinada, de las contradicciones de su evolución en suelo americano, de su diferente
función de 1810 en el interior y en Buenos Aires. Esta última nota distintiva, genera la supresión de
las instituciones capitulares bonaerenses en 1821, por un lado, y la supervivencia de los cabildos en
el interior, de lo que son buena prueba el Reglamento Provisorio Cordobés de 1821, el Reglamento
constitucional Catamarqueño de 1823, y el Estatuto Jujeño de 1839.
b) Periodo de 1853 a 1920: Se trata del lapso en que las cartas provincias se dan a la tarea de
compilación del artículo 5 de la constitución federal de 1853, reiterada por similar norma de su igual
de 1860. Pese a la existencia de precedentes valiosos, incluso en el obrar del propio constituyente
(la ley del 06 de mayo de 1853), la tendencia de las cartas provinciales fue favorable a la idea de
autarquía en los municipios.
c) Periodo de 1921 a nuestros días: La primera etapa –de 1921 a 1956– esta dominada por la
reacción que en referencia a una autonomía municipal absoluta supone la carta santafesina de
1921, en su primera vigencia, y en su retorno entre los años 1932 y 1935. Poca repercusión tuvo su
innovación en los textos de las constituciones tradicionales. Solo unas pocas hablaron en forma
referencial de autonomía. A partir de 1957 su batallar florece en las constituciones de los nuevos
estados miembros, proceso que se consagra definitivamente a partir de 1986. En muchos casos con
reconocimiento de autonomía absoluta. Así: Catamarca, Córdoba, Chubut, Jujuy, La Rioja,
Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, San Luis, Santiago del Estero y Tucumán.
En otros supuestos la renovación se limita a consagrar la autonomía relativa (Chaco, Formosa, La
Pampa y Santa Cruz). Sin embargo la continuidad de la idea de autarquía se exhibía en las
constituciones de Buenos Aires. Algunas constituciones modernas han llegado a producir
manifestación expresa a favor del origen sociológico –previo a todo derecho positivo– de ella, la
institución municipal. Es por ejemplo -el caso de la constitución de Córdoba de 1987- Su artículo
180 primera parte establece al respecto que “esta constitución reconoce la existencia del municipio
como una comunidad natural”. Córdoba parte de un enunciado en su preámbulo, en el cual se
compromete a “asegurar la autonomía municipal”, para luego adoptar la autonomía de grado
absoluto, al disponer en su artículo 180 el reconocimiento de “su autonomía política, administrativa,
económica e institucional”.

I - ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO. CLASIFICACIONES:


Las cartas provinciales, destinan a los municipios en general, sin atender mayormente a la división
en categorías, de los municipios, que algunas practican, según veremos.
1.- Convocar a elecciones municipales: Constitución Provincial Buenos Aries (Art. 192, inc. 1);
2.- Proponer a la Provincia ternas para nombramientos de jueces de paz Constitución Provincial
Buenos Aries (Art. 192, inc. 2)
3.- Nombrar funcionarios municipales: Constitución Provincial Buenos Aires (Art. 192, inc. 3);
4.- Tomar a su cargo el ornato, la salubridad, establecimientos diversos, cárceles y demás.
Constitución Provincial Buenos Aries (Art. 192, inc. 4);
5.- Votar su presupuesto y los recursos correspondientes. (Constitución Provincial Buenos Aries,
Art. 192 inc. 5);
6.- Dictar ordenanzas y reglamentos. Constitución Provincial Buenos Aires (Art. 192, inc. 6);
7.- Constituir consorcios de municipalidades en otros municipios y establecer cooperativas.
Constitución Provincial Buenos Aries (Art. 192, inc. 8);
8.- Contratar empréstitos Constitución Provincial de Buenos Aires (Art. 193 inc. 3);
9.- Imponer multas y demás sanciones;
10.- Contratar para efectuar obras o servicios públicos;
11.- Disponer de los bienes municipales;
12.- Ejercer facultades implícitas;
13.- Otorgar concesiones de usos de bienes públicos;
14.- Disponer de instalaciones propias;
15.- Asegurar el expendio de artículos alimenticios;
16.- Crear y fomentar establecimientos de instrucción primaria y demás de cultura intelectual y
física;
17.- Publicar una memoria anual sobre el estado de la administración. Constitución Provincial de
Buenos Aires (Art. 193, inc. 1);
18.- Conceder licencias comerciales;
19.- Elaborar planes reguladores;
20.- Crear tribunales de falta;
21.- Municipalizar servicios públicos;
22.- Organizar y coordinar servicios de previsión y asistencia social.

II - EL REGIMEN MUNICIPAL DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES. CONSTITUCIÓN DE 1934


a) Características del municipio para la carta de 1934.
1- El Gobierno Municipal: sistema elegido y estructura general: Del Art. 181 surgen los siguientes
caracteres fundamentales:
1) La adopción del sistema presidencialista, compuesto de 2 Departamentos, uno ejecutivo
(intendente), otro deliberativo (Consejo Deliberante).
2) La recepción de la forma popular directa de elección para ambos departamentos.
3) La condición de unipersonal que asume el Departamento Ejecutivo y de colegiado que registra su
similar Deliberativo.
A ello se debe agregar, para cumplir con el imperativo constitucional federal de la República
Representativa municipal, la presencia de un departamento judicial, para el caso representado por
la Justicia de Paz, que con algunas modificaciones, asumiría tales funciones en plenitud; por Ej.: las
modalidades de la designación de los Jueces de Paz, que al otorgar dicha atribución al Poder
Ejecutivo provincial, ante propuesta en terna del Consejo Deliberante, promueve cierta
dependencia, que si bien es atenuada por la intervención del Departamento Deliberativo Municipal,
sería conveniente de eliminar.
2- El partido como base territorial del municipio bonaerense:
II - LEY ORGÁNICA DE MUNICIPALIDADES. DECRETO LEY Nº 6769/58 Y SUS
MODIFICATORIAS.
El Municipio en la Ley Orgánica Bonaerense.
**VER LEY APARTE.

UNIDAD TEMATICA XIV


EL URBANISMO Y EL DERECHO MUNICIPAL

I - EL URBANISMO: CONCEPTO. TIPOS. CLASIFICACIONES.


Zucherino: “El Urbanismo es la ciencia creada para ocuparse integralmente del conjunto de
problemas que se generan del vivir en la ciudad moderna y de encontrar a los mismos adecuada
solución. Toda la problemática del urbanismo trasciende y hasta signa en algunos aspectos el obrar
del derecho municipal, al punto de establecer una activa vinculación entre ambos términos”.
Alcides Greca: dice que es “la ciencia que procura la obtención de las mejores condiciones de vida
para las agrupaciones humanas”.
Villafañe: el urbanismo es la “doctrina de la racionalización de la vida de las grandes urbes”.
“Fenómeno colectivo que integra en su sentido las diferentes disciplinas que tienen que ver con el
comportamiento del hombre en su medio”.
Hace referencia a las disposiciones generalmente de orden municipal, cuya finalidad es “asegurar”
el desarrollo adecuado, técnico, arquitectónico, higiénico, de las ciudades. Se trata de un problema
social que cada día adquiere mayor importancia a causa del acrecentamiento de las poblaciones,
del extraordinario incremento de los medios de transporte urbano y de la apetencia generalizada de
mayor bienestar en todo ambiente donde ha de convivirse.
Derecho Urbano: delimita el carácter y función de la propiedad, es el que define las instituciones
capaces de distribuir equitativamente los beneficios y cargas económicas que el proceso urbano
genera, el que consagran los organismos actuantes y su grado de competencia y alcance, el que
canaliza la inversión pública y privada, el que guía las etapas de participación orgánica de la
comunidad, el que crea los resortes legales, burocráticos, para dirigir lo espontáneo, el que fija a
través de diversos planes, los lineamientos del ordenamiento territorial en consideración a las
pautas técnico-éticas, físicas, económica-sociales. Planifica la ocupación programada del suelo.

Derecho Municipal: es una rama científicamente autónoma del derecho público político, con acción
pública que estudia los problemas políticos, jurídicos y sociales del urbanismo y que guarda
estrecho contacto con el derecho administrativo, con el derecho impositivo, con el derecho rural, con
la historia institucional y con la ciencia del urbanismo.
Es la rama del derecho público institucional con acción pública que estudia los problemas políticos,
jurídicos y sociales del urbanismo.
URBANISMO: conjunto de conocimientos encaminados al estudio de la creación y
desenvolvimiento, reforma y progreso de los poblados en lo referente a las necesidades materiales
de la vida humana.
Ajustes normativos=
PLANEAMIENTO: Comprende distintas disciplinas que pretenden lograr la convivencia armónica de
los habitantes de un lugar.
Causas de Desarrollo físico de la ciudad=
PLAN REGULADOR: tiene por finalidad el encauzamiento del desarrollo físico de la ciudad y su
entorno mediante ajustes normativos a la reglamentación vigente en tal sentido.
ZONIFICACIÓN: Operación que se realiza solamente en un plano urbano con el fin de asegurar a
cada función y a cada uno su lugar adecuado: vivienda, comercio, creación, ampliación, distribución
de espacios verdes, superficie, volumen edificable, vías de comunicación, etc.

II - PROBLEMÁTICA DE LA CIUDAD MODERNA. CONFLICTOS. SOLUCIONES. DEFENSAS. SU


APLICACIÓN A LA TEMÁTICA DEL CONURBANO BONAERENSE.
a) Las grandes concentraciones de población que caracterizan a la ciudad moderna (contaminación
ambiental, ruidos molestos, tráfico y consumo de estupefacientes).
b) Las constantes migraciones internas de la campaña a la ciudad: población que abandona el
campo para radicarse en las ciudades.
c) La irrefrenable tendencia de la ciudad-coloso a expandirse mediante el copamiento de las áreas
adyacentes de población.

SOLUCIONES:
Práctica efectiva de tareas de planeamiento y zonificación.
El urbanismo es una actividad interdisciplinaria que contempla los problemas de la urbe bajo
distintos conos de luz. El análisis de los tres aspectos básicos del planeamiento urbano –el técnico,
el económico y el social– que deben coordinarse entre sí, requiere la presencia del jurista. Cualquier
estudio que se haga, cualquier solución que se proyecte con criterio unilateral, puede conducir a
graves errores.
Mientras las ciudades crecían a un ritmo rápido e intenso, los municipios se sumieron en una
cómoda siesta medieval. En consecuencia, el urbanismo debe actuar principalmente para corregir
los desaciertos cometidos. Los hechos superaron las previsiones y desbordaron las normas. Ahora
se trata de enmendar las normas, de encauzar los hechos y de regular conductas, para que vuelva
a renacer la armonía en el caos.

III - PLANEAMIENTO: EL PLAN REGULADOR Y DE EXTENSIÓN DE PUEBLOS Y CIUDADES.


CONCEPTO Y APLICACIONES. LA ZONIFICACIÓN.
El planeamiento nos enfrenta con la existencia del derecho de propiedad, piedra angular de nuestra
civilización.
La Constitución Nacional en el Art. 17 declara que la “propiedad es inviolable”. “La expropiación por
causa de utilidad pública debe ser calificada por ley y previamente indemnizada”. Por su parte, el
Código Civil le asigna los caracteres de “absoluta”, “exclusiva” y “perpetua”.
La regulación de la propiedad por razones urbanísticas es posible ya que conforme al artículo 14,
todos los derechos están sujetos a las leyes que reglamenten su ejercicio.
En 1970, en “Río Belén c/Provincia de Buenos Aires”, la Corte Suprema de Justicia declaró que
entre los poderes “no delegados” a la Nación por las Provincias –Artículo 121– se encuentra el de
“dictar normas de policía sobre urbanismo y planeamiento tendientes a la mejor distribución de
ciudades y pueblos, de manera de satisfacer el interés general que a ellas incumbe proteger”. Por
ello, no siendo la propiedad un derecho absoluto, no corresponde indemnizar al propietario por la
cesión de una fracción que exige el decreto sobre subdivisión de tierras, “pues se trata de una
restricción razonable en miras del interés general”.
La tarea de todo urbanista debe comenzar en el estudio de los problemas que presenta el núcleo
urbano que se proyecta, o que existe, tal cual es, así como también el Área o Región donde el
núcleo se encuentra engarzado.
Primero: conocer, después proyectar buscando soluciones integrales, no parciales. Esto reclama la
confección de un plan.
Este plan regulador comienza con la división primaria del suelo en áreas rurales, semiurbanas y
urbanas. Luego deberá contemplarse la ZONIFICACIÓN, la creación, ampliación y distribución de
los espacios verdes, las superficies y volúmenes edificables y las vías de comunicación internas y
radiales externas.
Planes reguladores: una tarea de análisis integral de las necesidades del núcleo urbano de la
actualidad y de planeamiento de su natural expansión futura.
A ello se une en primerísimo plano la tarea de ZONIFICACIÓN, que dotará al plano de la
indispensable división en zonas, de conformidad a la actividad a desarrollar en cada una de ellas.
Tal tarea deberá ajustarse a una serie de pautas de significación.
La planificación urbanística tiene por objeto establecer el trazado urbano, la utilización del suelo,
determinar zonas de viviendas y establecimientos industriales, áreas libres y espacios verdes, el
sistema vial y la circulación, de modo de lograr el mayor bienestar colectivo y la mayor funcionalidad
del centro urbano.
Aplicación Práctica:
1) Producir una calculada distribución de espacios verdes centros administrativos, sectores
comerciales, concentraciones culturales y educacionales, lugares destinados a residencias y demás
que conforman a una ciudad guardando en todos los casos un pensado equilibrio técnico.
2) Lograr una adecuada composición del centro urbano mediante una estructura que garantice vías
rápidas de circulación y movimiento mediante un tránsito cómodo, ágil y fluido.
3) Plantear la radicación de industrias fuera del llamado cinturón urbano y fijar los medios de
erradicación de las ya existentes dentro de él planeando su reinstalación en la periferia de la ciudad.
Con ello se contribuirá decisivamente en la transformación de un medio urbano habitualmente
nocivo para la salud de sus habitantes por su alto grado de contaminación ambiental, en un medio
sano e higiénico.
4) Asegurar la forma de erradicación de poblaciones precarias marginales por medio del traslado de
sus habitantes a viviendas decorosas cuya construcción también se preverá. A la vez se trazarán
los mecanismos de seguridad que impidan la formación de nuevos poblados del tipo de los que se
tiende a erradicar.
5) En relación a las viviendas a construir en el caso anterior, que generalmente responden al tipo
monobloque, se ha de tener en cuenta el fenómeno sociológico de la comunicación que lleva a los
moradores de cada edificio a efectuar sus compras comerciales generalmente fuera de los negocios
instalados en él, razón por la cual habrá de orquestarse el fácil acceso a comercios de otros
edificios similares o del centro comercial más próximo que registre la ciudad.
6) Se tratará de instrumentar bocas de acceso y de salida de la ciudad de tipo rápida, simple y
dotada de seguridad y señalización según su importancia.
“Hacer posible la convivencia sin menoscabo de la integridad física, espiritual y mental del ser
humano”. (Bercaitz).
ZONIFICACIÓN: Esquema de organización del área urbana en base a normas y controles
necesarios para ordenar el espacio urbano con relación a sus actividades principales y las
conexiones entre las mismas de acuerdo con criterios de compatibilidad y crecimiento orgánico.
Plano de zonificación: documento gráfico en el cual se expresan las distintas áreas o sectores en
que se ha dividido la planta urbana según usos predominantes, y para cada una de las cuales se
establecen normas respecto a la densidad máxima de población admisible, los usos predominantes
y complementarios permitidos, los factores de ocupación del suelo y el parcelamiento del terreno
correspondiente.
ZONA: Área de características homogéneas a la cual se le asigna un uso y ocupación del suelo
determinado y una subdivisión mínima.
El potentoso desarrollo de las grandes urbes de nuestro país y la necesidad de que en los centros
de población que se van formando, se prevea su adecuado desenvolvimiento futuro, ha impuesto la
adopción de una serie de medidas que tienden a establecer un verdadero “plan regulador”.
Dentro de este concepto se propende a que los centros de población vivan o se desenvuelvan de
conformidad con las exigencias de la higiene, seguridad y estética públicas. (Plan regulador).
Ya el poder municipal no puede ceñir su esfera de acción al simple trazado de calles y a la altura de
edificios, así como a las condiciones de seguridad e higiene que éstos han de tener. Se impone la
adopción de ese plan tendiente a sancionar normas que, si bien restringen el dominio privado,
implican satisfacer lo que hoy se presenta como de evidente necesidad pública: formar cada vez
más higiénicas y más bellas las ciudades y tratar de respetar las perspectivas artísticas, los lugares
y monumentos históricos y las condiciones económicas, geográficas, etc. de las poblaciones.
De ahí la necesidad de dividir en “zonas” las ciudades, sea de inmediato, sea como previsión para el
futuro. Las leyes y ordenanzas suelen prever, tanto en los centros de población a formar como en
aquellos existentes que han de ser “urbanizados”, barrios o “zonas” residenciales, industriales,
comerciales, comerciales, así barrios o “zonas-jardines”, zonas destinadas al deporte, asiento de
universidades, hospitales, mercados, etc..
En el Caso Di Ture se analizó el valor constitucional de una ordenanza que prohibía dentro de la
zona de influencia de un mercado, el ejercicio del comercio sobre productos o frutos que debían ser
objeto de tráfico mercantil que se realizaría en dicho mercado.
Esa medida persigue fines de higiene y estética edilicias, así como el contralor sobre las ventas y la
más fácil concentración de artículos destinados a la alimentación. La consecución de tales fines
requiere contar con medios indispensables para satisfacerlos: uno de ellos, es el de establecer una
“zona prohibida” o “zona de influencia” alrededor del mercado.
La “zonificación” o el establecimiento de radios “prohibidos” surgen por la necesidad de preservar la
salud e higiene públicas, o de afianzar la estética edilicia, o por tener en cuenta las exigencias del
“plan regulador” del desarrollo de las ciudades.
Así la doctrina de la Corte Suprema entiende que se viola la ley suprema nacional, cuando con el fin
de adoptar pretendidas medidas tendientes a preservar la salud pública, en el fondo se cercena por
completo la libertad de industria y de comercio.
Los centros de población, para que respondan a las exigencias “urbanísticas” han de desarrollarse
en base a límites razonables, que deben observar los titulares de derechos de dominio sobre
inmuebles, así como cualquier poseedor de los mismos. Tales restricciones se inspiran en el interés
público y constituyen materia del derecho administrativo.
Lo que es derecho privado se encuentra en una ligazón indestructible con lo que es de derecho
administrativo: legislar separadamente importa sustraer de la esfera del derecho civil y, por ende, de
la “competencia” del legislador nacional, nada menos que una institución básica y fundamental de
ese ius civile: el derecho de dominio.
Las restricciones administrativas impuestas al dominio forman parte del derecho local y,
particularmente del derecho administrativo. El legislador ha interpretado con todo acierto el derecho
constitucional cuando estableció en el Art. 2611 del Código Civil “que las restricciones impuestas al
dominio privado sólo en el de interés público, son regidas por el Derecho administrativo”. Es en esta
norma donde el derecho municipal halla su piedra básica.
Se habla, a veces, de restricción administrativa allí donde puede existir un verdadero “ataque”
legítimo al dominio, el cual requiere, en nuestro derecho constitucional, el justo resarcimiento
(artículos 14 y 17 de la Constitución Nacional).
Es un problema de medida, de proporción, de razonabilidad, decir donde terminan las restricciones
administrativas y donde media un “ataque” a la propiedad privada, sea o no impuesto por la pública
utilitas.
El Derecho Administrativo dice que la propiedad “ha de ceder en cierta medida, a los intereses de la
actividad irresistible de la administración” y que “la extensión de la propiedad, como el de la libertad,
es una idea convencional, cuya determinación depende de los hábitos y de la opinión común”.
Asevera también que “la restricción por causa de utilidad pública” implica, “una cierta medida”: la
propiedad no debe sufrir gravemente, ni fuera de proporción. Sólo así mediará ese equilibrio entre
los dos principios que aquí se hallan en juego: “la propiedad debe ser sagrada” –inviolable– y “el
poder público debe moverse libremente”.
Las restricciones administrativas reconocen larga data. Ferreira, autor de Derecho Administrativo, al
ocuparse de la “higiene pública” y después de expresar que “la salud pública es el bien mayor de la
sociedad”, se refería a las “medidas generales” para conservarla, o sea “a lo que se llama policía
sanitaria que generalmente está bajo la inmediata inspección de la municipalidad”. Así, enseña
cómo una de esas medidas puede consistir en impedir que haya “fábricas, barracas u otros
establecimientos nocivos dentro de la población”. En pocas palabras: la administración, en
protección de la “higiene pública” y en ejercicio de la “policía sanitaria” ha de recurrir a “todas las
medidas positivas y preventivas para evitar el mal”.
Esta amplitud de facultades comprende el “abasto público” de las sustancias alimenticias de primera
necesidad, como la carne, el pan, los granos y aún las semillas de tales sustancias.
Antonio Sáenz expresaba en 1823 al referirse a “la policía de los estados” que en su acepción
general comprende en este concepto aquellos actos que tienen por objeto conservar la tranquilidad
y sanidad y proveer a los abastos, aseo y decencia de los pueblos”. De aquí que “la sanidad de los
alimentos que se venden en los mercados y en las plazas es uno de los objetos que más debe
interesar a la Policía” y, por ello, “las prohibiciones han de ser a este respecto severas y muy bien
observadas, por la facilidad de introducirse abastos de mala calidad y capaces de atraer epidemias
y enfermedades en los habitantes”.
La separación de la vivienda, por una lado, de la industria por el otro; la necesidad de prever el
desarrollo adecuado, de la zona comercial; el hecho de que la salubridad pública imponga un marco
conveniente para la instalación de mercados, hospitales, etc., o para que el suelo se use en forma
racional, asegurando luz y aire a los habitantes, tanto en los lugares públicos como en los edificios
privados; todo ello explica la legislación y los reglamentos.
En sustancia: las restricciones administrativas que tengan por objeto preservar la higiene y
salubridad públicas, no ofenden la libertad de trabajo, industria y comercio, garantizada por la
Constitución Nacional. La responsabilidad del Estado no se halla comprometida, siempre que no
medie una preocupación –sea única, sea coexistente con todos objetivos – de índole fiscal, o sea de
aumento de las siempre necesitadas áreas administrativas.
Pero si no es así; sí la medida es racional, proporcionada, y se justifica suficientemente en razón del
poder de policía de la salubridad, o del poder de policía edilicio, entonces, ni hay responsabilidad del
Estado, ni existe una lesión a la ley suprema nacional.
UNIDAD TEMATICA XV
INCUMBENCIAS FUNDAMENTALES DEL MUNICIPIO

I - PODER DE POLICÍA MUNICIPAL: CONCEPTO. APLICACIONES, CLASIFICACIÓN.


Poder de Policía: Es la facultad legislativa de regular la amplitud y límites de los Derechos
individuales expresamente consagrados o implícitamente reconocidos en la Constitución de un
Estado (Elisa Méndez).
Con palabras y concepto muy distintos Meyer declara que se trata de la actividad ejercida por la
administración pública para asegurar, por los medios del Poder Público, el buen orden de la cosa
pública contra las perturbaciones de los particulares.

Poder de Policía (Diccionario Jurídico): Instituto consagrado a la posesión y ejercicio de una facultad
reglamentaria de los derechos y garantías reconocidos constitucional y legalmente y que se expresa
de ordinario mediante limitaciones a los demás y garantías nunca implicantes de desconocimiento o
desnaturalización de ellos.
Son limitaciones dirigidas a garantizar “la seguridad que tienen los individuos dentro de un Estado
para desarrollar sin inconvenientes su personalidad”.
El Instituto sólo abraza las temáticas de:
- SEGURIDAD
- SALUBRIDAD
- CONSERVACIÓN DEL ORDEN.
Impone por medio de la ley y de conformidad con los principios constitucionales, limitaciones
razonables al ejercicio de los derechos individuales, a los que no puede alterar o destruir.

- Es la actividad ejercida por la administración pública para asegurar, por los medios del Poder
Público, el buen orden de la cosa pública contra las perturbaciones de los particulares (Dromi).

- Es la función de gobierno por la cual opera el principio de limitación de forma tal que los derechos
de los particulares se restringen a favor del interés público.

- “Función de Gobierno”: no administrativa, sino del legislador. No cabe limitación alguna de los
derechos particulares (Art. 14 C. N.), sino a través de ley. A través de la FUNCIÓN administrativa se
ejecuta el Poder de Policía.

- “Por la cual se opera el principio de limitación”: por ello, como este surge del principio
constitucional (los derechos no son absolutos Art. 14 y 28 CN), se encuentra asegurada la
supremacía de la Constitución sobre este poder. El Poder de Policía es una facultad derivada de la
Constitución.
- “De forma tal que los derechos de los particulares se restringen a favor del interés público”: esta
restricción no puede exceder el límite de la “razonabilidad” y está sujeta al Control Judicial.
1) Fin público.
2) Circunstancias Justificantes.
- Hace cesar efectos perturbadores del orden público.
Caracteres del Poder de Policía:
a) De Gobierno: (legislativa y no administrativa).
b) No sancionatoria ni nulificante: no se aplican sanciones ni se decretan nulidades, se impide o se
remueven los efectos de la violación a los derechos. “Promover el bienestar general”.

El Poder de Policía lo ejerce la Nación o las Provincias en el ámbito de sus respectivas


jurisdicciones (seguridad y orden – paz y poder – solidaridad y cooperación). Quiroga Lavié.

Postura de la Corte Suprema de Justicia desde 1922:


Poder de Policía en los Municipios: El ejercicio del poder de policía por parte de los municipios en
materias de su competencia y en aquellos en que ejercieran facultades concurrentes y en la forma
en que corresponda en la que actúan por delegación de la Nación a la Provincia sobre la
Constitución Nacional, leyes, se extiende a todo el ámbito de sus respectivos territorios sin
excepción de ninguna especie.

I - CLASIFICACIÓN:
A) Policía Municipal de SEGURIDAD: cuidado de valores esenciales:
1- Correcto fluido del tránsito (Policía de tránsito).
2- Edificación (Policía edilicia).
3- Protección de las calidades de vida (Policía de ruidos molestos).

Modus operandi:
- Preventiva
- Represiva

B) Policía Municipal de SANIDAD e HIGIENE: Resguardo de la salubridad pública, tanto en su


conservación como restablecimiento. La acción del cuidado de la salud es una función individual
privadísima, pero esto no obsta la intervención de los gobiernos:
a) Dado el carácter colectivo de los males que perturban.
b) Índole expansiva de esos males.
c) Necesidad de atención colectiva común:
1- Policía Alimentaria o BROMATOLÓGICA.
2- Policía de SANIDAD AMBIENTAL Área de Incumbencia.
3- Policía de HIGIENE EDILICIA.

C) Policía de MORALIDAD y COSTUMBRES: campo de acción: espectáculos públicos. Seguridad e


higiene en las instalaciones. Ruidos molestos que el espectáculo ocasione.

D) Policía Municipal de INDUSTRIA: Policía de establecimientos industriales. El ejercicio de toda


industria lícita está limitado por dos vías:
1) Limitación genérica: tales labores deben cumplirse sobre disposiciones que reglamentan su
ejercicio.
2) Limitación específica: que la actividad sea lícita:
a- Policía de control de seguridad industrial.
b- Policía de sanidad ambiental en fábricas.
c- Policía de higiene ambiental en los establecimientos industriales
d- Policía de control de ruidos molestos.
No creemos que el poder de policía estricto (por razón de seguridad, moralidad y salubridad
públicas), consista solamente en dictar normas (o legislar) en esas materias con efecto limitativo de
los derechos. También es poder de policía cada acto de autoridad concreto que se cumple con
aquel fin (Por ejemplo: Clausurar un establecimiento insalubre, denegar un permiso de reunión
peligrosa inspeccionar un local público, impedir la entrada al país de un grupo de extranjeros
condenados en otro estado, etc. (Bidart Campos).

NATURALEZA JURÍDICA
Tesis amplia: Poder de Policía significa toda limitación de derechos individuales por cualquier
objetivo de bienestar. Parece que como principio su ejercicio es propio del estado federal. La
reglamentación de esos Derechos, previstas en los artículos 14 y 28 de la Constitución Nacional,
incumbe al Estado Federal, y dentro de él, al Congreso. La Corte Suprema, en la medida en que ha
justificado la validez de restricciones a los derechos individuales en el ejercicio de ese llamado
Poder de Policía mediante leyes del Congreso, corrobora nuestro aserto.
Tesis restringida: Poder de Policía significa exclusivamente limitación de derechos individuales nada
más que por razón de salubridad, moralidad y seguridad públicas. En el derecho judicial emergente
de la Jurisprudencia de la Corte encontramos la afirmación de que el Poder de Policía es
competencia primariamente Provincial, considerando que son incuestionables las facultades
policiales de las provincias para defender el orden, la tranquilidad, la seguridad, la moralidad y la
salubridad públicas. La Corte dice que es incuestionable que el Poder de Policía corresponde a las
Provincias, y que el Estado Federal lo ejerce dentro del territorio de ellas sólo cuando le ha sido
conferido o es una consecuencia de sus facultades constitucionales.
Cada vez que en el orden Federal y con relación al bien común de toda la población es necesario
limitar los derechos por razones de salubridad, moralidad y seguridad públicas, la competencia es
Federal.

BIDART CAMPOS
El Poder de Policía es la potestad del Estado de reglamentar los derechos del individuo para
posibilitar y asegurar la normal convivencia de una sociedad, pertenece por regla al Estado
Provincial. “Es la potestad jurídica en virtud de la cual el Estado, con el fin de asegurar la libertad, la
convivencia armónica, la seguridad, la moralidad, la salud y el bienestar general de la población,
impone por medio de la ley limitaciones razonables al ejercicio de los derechos individuales, a lo que
no puede alterar”. Su fundamento es constitucional: Art. 14, y contiene a su vez un límite a la
facultad reglamentaria (Art. 19 y 28). Es ejercido en sus respectivas jurisdicciones por el poder
público (Nación, Provincias y Municipios) en la medida de su competencia. Aclaramos que no toda
limitación a los derechos individuales es Poder o función Policial, sino aquella que se vincula con la
actividad administrativa del Estado o Municipio y entes descentralizados. El ámbito de la libertad
puede ser restringido, según la Constitución, por limitaciones vinculadas, como por ejemplo, con la
potestad impositiva, punitiva (Código Penal), servicios personales como acontecía con el Servicio
Militar Obligatorio, etc.

Constitución Provincial de RÍO NEGRO: Custodia de los ecosistemas naturales: Artículo 85: “La
custodia del medio ambiente está a cargo de un organismo con Poder de Policía, dependiente del
Poder Ejecutivo, con las atribuciones que le fija la ley. Los habitantes están legitimados para
accionar ante las autoridades en defensa de los intereses ecológicos reconocidos en esta
Constitución”.

El Poder de Policía Municipal en los lugares sometidos a la Jurisdicción Federal en los territorios de
las Provincias:
Análisis del anterior Artículo 67 inc. 27 de la Constitución Nacional de 1860, norma donde se unen
elementos de Derecho Constitucional, Derecho Federal, Derecho Provincial y Derecho Municipal en
singular disenso. Es que la referida norma constitucional ha producido, una aguda controversia
doctrinal, cuyas resonancias se han dejado sentir en la Jurisprudencia del más alto tribunal del país
y aún en la suerte corrida por la polémica Ley 18.310 del año 1969.
¿Están o no federalizados los lugares sometidos a la jurisdicción federal en los territorios de sus
provincias?
¿La expresión “legislación exclusiva” que emplea el art. 67 inc. 27, de la Constitución Nacional, es o
no sinónimo de “jurisdicción exclusiva”?

II - SERVICIOS PÚBLICOS MUNICIPALES: CONCEPTO. CLASIFICACIÓN. MODALIDADES.


Teoría orgánica: Servicio público es la actividad satisfecha por la propia administración pública por
si o por medio de concesionarios.
León DUGUIT: “toda actividad del Estado cuyo cumplimiento debe ser asegurado, reglado y
controlado por los gobernantes debe ser reputada como servicio público”.
Maurice Hauriou: “es un servicio técnico, prestado al público de una manera regular y continuada,
para la satisfacción del orden público, y por una organización pública”.
Teoría funcional: esta corriente doctrinal entiende que el Servicio Público se define en referencia a
la característica de la necesidad que procura satisfacer.
Rafael Bielsa: “Servicio Público es una actividad pública o privada, regulada por la ley con el objeto
de satisfacer en forma más o menos continua necesidades colectivas”.
Benjamín Villegas Basavilbaso: “servicio público es una actividad directa o indirecta de la
administración pública, cuyo objeto es la satisfacción de las necesidades colectivas por un
procedimiento de derecho público”.

I - CLASIFICACIÓN:
Servicios Públicos propios: Son aquellos que revisten una significación tal en los aspectos
económicos y financieros, o por su decidido carácter social o por lo generalizado de su uso, que
requieren ser prestados directamente por el Estado o por vía de concesionarios.
Se trata de toda acción o prestación concretada por el municipio o por el sistema de concesionarios
y destinada a satisfacer necesidades colectivas de un modo más o menos continuo. Los ejemplos
de servicios públicos municipales prestados por el municipio son abundantes, y así cabe anotar: los
servicios sanitarios en hospitales, dispensarios y salas de primeros auxilios municipales; los
servicios de alumbrado, barrido y limpieza en el área municipal; las líneas municipales de transporte
colectivo y el servicio de inhumaciones y cementerio, entre otros mucho más.
Servicios Públicos impropios o privados: Los servicios impropios o privados son prestados por los
particulares bajo el sistema de autorizaciones y permisos. Importan aquí básicamente los caracteres
de obligatoriedad y uniformidad de la tarifa. Es una facultad que tiene características públicas y
“debe ser” prestado por particulares. Ej. Taxi: servicio público prestado por particulares, “aunque de
acuerdo a disposiciones reglamentarias establecidas por la Administración Pública”. En particular, la
injerencia estatal se manifiesta en tres ámbitos concretos de la actividad:
a) La habilitación del vehículo y de los conductores.
b) La determinación del horario y las modalidades de prestación.
c) La fijación del precio del servicio.

* Habilitación: El Municipio habilita para la prestación de rodados con los que se explotará el
servicio, así como a los conductores, guardas, inspectores, etc. Los rodados deben cumplir con
ciertos requisitos: seguridad técnica, mecánica, frenos, neumáticos, tapizados, dispositivos contra
incendios, etc. En relación con el personal se hacen exámenes psicofísicos y teórico-prácticos
previos. Se consideran invalidantes las siguientes condiciones: cardiopatías, marcapasos, agudeza
visual, sordera, hipoacusias severas, psicosis y neurosis, demencias, epilepsias, etc. Así se
recomendará el control sobre el estado de fatiga del conductor, 8 horas de trabajo, la declaración
jurada de enfermedades, debe tener las dos manos completas, no rigidez, no amputaciones de pies
ni piernas.

* Respecto de las condiciones del vehículo, se fiscalizan sus características técnicas –conforme lo
consignado en los pliegos de licitación –, la existencia de información general –indicaciones
reglamentarias y de utilidad para el usuario – y las condiciones vinculadas con la comodidad de los
utilizadores del servicio –desinfección, higiene –.
* En cuanto al comportamiento del Conductor, se analiza su conducta personal en el servicio –
vestimenta y aseo – y su grado de cumplimiento-incumplimiento de las normas de tránsito vigentes.
En torno a la empresa concesionaria, se fiscaliza su infraestructura administrativa. En lo referente a
la prestación del servicio, su documentación jurídico-contable, número de vehículos afectados,
frecuencia de recorrido asignado.

III - EDUCACIÓN Y CULTURA EN EL MUNICIPIO. LAS ESCUELAS MUNICIPALES.


La extensión de la labor educacional de los municipios se expresa por la presencia efectiva de las
escuelas municipales. Éste es un deber insoslayable, porque nos viene de los tiempos de la etapa
hispánica como un verdadero mandato histórico. Es así efectivamente. El municipio debe asumir la
función educacional. Las escuelas municipales son la proyección educacional de la sistemática
nacida de la idea de la república representativa municipal.

III - EL INTERMUNICIPALISMO. CONCEPTO Y APLICACIONES.


El Intermunicipalismo se estructura sobre las seguras bases del regionalismo municipal. Desde allí
surge el importante aspecto de la cooperación intermunicipal. El marco brindado por la región
municipal es un buen principio para ello, por ser naturalmente el ámbito de desarrollo del
intermunicipalismo.
Dentro de ella se da un complejo y fluido panorama de interrelaciones municipales que resulta
imperioso atender debidamente.
Regionalismo municipal es la localización espacial en la cual se generan y desarrollan las
interrelaciones municipales que dan vida al intermunicipalismo.
Bases de mejoramiento del regionalismo municipal por aplicación del intermunicipalismo.
a) La planificación, a nivel regionalismo municipal, tanto en lo político, como en lo económico-social
y en lo ambiental-territorial.
b) Establecimiento de pautas acordadas de participación de todos y cada uno de los municipios en
el proceso de regionalismo municipal.
c) Fijación de dinámicas de desarrollo en el regionalismo municipal.
d) Trazado de perfiles de racionalización y de modernización de las estructuras municipales, en el
marco del regionalismo municipal y sobre finalidades tales como reestructuraciones administrativas,
optimizaciones de los aparatos de servicios, perfeccionamientos de los esquemas tributarios y
modificatorios de los organismos municipales.

INTERRELACIONES:
1) En lo territorial:
Tanto en el Municipio como en la región existe una base territorial, una localización espacial. Son
inconcebibles el Municipio y la región sin asentamiento en determinados lugares.
En el país, con fecha 30-09-1960 se dictó la Ley 16.964, que creó el Sistema Nacional de
Planeamiento y Acción para el Desarrollo, reglamentada por Decreto 1907, instituyéndose 8
regiones: 1) PATAGONIA. 2) COMAHUE. 3) Cuyo. 4) Centro. 5) Noroeste. 6) Noreste. 7)
Pampeana.8) Área Metropolitana. La mayoría de las regiones comprendían territorios de varias
provincias.
Destacada la influencia del Territorio respecto del municipio y la región, analizaremos la relación
entre ambos. En tal sentido, casi siempre el Municipio integra determinada región, que abarca otras
zonas urbanas y rurales, aunque, dentro de la región es preeminente el papel de los asentamientos
urbanos. Sin embargo, hay casos en que el Municipio es de tal magnitud que es una región, o la
mayor parte de ella, o varios municipios constituyen una región. Se trata de la metrópolis o
megalópolis, siendo un ejemplo al respecto la del Gran Buenos Aires, que forma una de las regiones
en que dividió el país el Sistema Nacional de Planeamiento y Acción para el Desarrollo, instituido
por la Ley antes citada.
2) En lo económico: Estas interrelaciones entre Municipio y región son importantes y profundas por
las siguientes razones: a) La actividad económica se asienta espacialmente. b) En las regiones hay
islas económicas, los polos que normalmente son las ciudades, o sea, las infraestructuras
sociológicas de los municipios. c) Por la importancia de las funciones económicas de las ciudades.
d) Porque el proceso de urbanización es una de las variables fundamentales de la estructura
regional.
El modelo de desarrollo nacional que se adoptó en el curso de una de las últimas décadas,
determinó un reordenamiento socioeconómico territorial que se caracterizó: a) Por una progresiva
concentración de población de tipo escalonada, es decir, generada fundamentalmente del medio
rural a los centros urbanos menores y desde éstos hacia otros de mayor jerarquía. b) Por una
concentración industrial en las regiones de mayor desarrollo relativo. c) Por un progresivo
fortalecimiento de los órganos centrales de decisión política.
3) En lo institucional:
a) Regionalización en nuestro país. La región debe servir a la mejor integración del país pero no
constituir un nuevo nivel de gobierno. La Reforma constitucional de 1994, con el claro objetivo de
fortalecer el Federalismo, otorgó rango supremo a la Región.
El Art. 124 establece: “Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social y
establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines y podrán también celebrar
convenios internacionales en tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no
afecten las facultades delegadas al Gobierno federal o al crédito público de la Nación; con
conocimiento del Congreso Nacional. La ciudad de Buenos Aires tendrá el régimen que se
establezca a tal efecto.
Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su
territorio”.
No se puede dejar de advertir la vinculación entre los procesos de globalización, integración y
regionalización, pues el proceso global obliga a la integración, ésta no puede concebirse sin la
regionalización. Nuestro país está avanzando en el gran desafío del MERCOSUR, pero ello requiere
una Argentina integrada interiormente, y entonces hay que promover la regionalización para el
desarrollo económico y social.
La regionalización también importará la integración de las “zonas” de cada provincia y, en
consecuencia, se deberán promover las relaciones intermunicipales. Asimismo el proceso de
descentralización también comenzado exigirá el fortalecimiento de los gobiernos locales para que
con eficacia puedan prestar nuevos servicios y cumplir con el nuevo rol de desarrollo económico.
b) Las relaciones intermunicipales:
Buenos Aires: Art. 192: “Son atribuciones inherentes al régimen municipal, las siguientes: ...8)
Constituir consorcios de municipalidades”.
La mayoría de las leyes supremas provinciales permiten expresamente las relaciones
intermunicipales y con otros organismos provinciales.

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