MONICIÓN

Queremos reunirnos en oración en este paso del tiempo. Cada

momento es gracia, cada año que termina y cada año que comienza
es una oportunidad que se nos ofrece para poner nuestras vidas en
Las manos de Dios y junto a Él releer nuestra historia.
Queremos unirnos a la oración de la Iglesia que enciende sus
lámparas para despedir un tiempo significativo. Normalmente no
pensamos mucho en el tiempo, pensamos más en lo que tenemos
que hacer o en lo que hemos hecho. Y andamos muy deprisa y muy
agobiados. Ahora vamos a detenernos y vamos a pensar el valor del
tiempo, de cada momento.
En esta celebración vamos a orar; queremos agradecer, alabar,
queremos pedir perdón, queremos cantar, esperar... Pero lo que
realmente queremos es sentir el paso de Dios por nuestras vidas. No
como un paso fugaz, sin consecuencias, sino un paso liberador,
enamorado, y como no, un paso doloroso, pero siempre dejando
huella.

CANTO

1.- A veces me pregunto por que yo?

y solo me respondes porque quiero
es un misterio grande que nos llames
así, tal como somos, a tu encuentro
entonces redescubro una verdad
mi vida nuestra vida es un tesoro
se trata entonces solo de ofrecerte
con todo nuestro amor esto que somos

QUE TE DARE QUE TE DAREMOS

SI TODO TODO, ES TU REGALO.
TE OFRECERE, TE OFRECEREMOS
ESTO QUE SOMOS
ESTO QUE SOY, ESTO TE DOY.

2.- esto que soy esto es lo que te doy

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esto que somos es lo que te damos
tu no desprecias nuestra vida humilde
se trata de poner todo en tus manos.
aquí van mis trabajos y mi fe
mis mates mis bajones y mis sueños
y todas las personas que me diste
desde mi corazón te las ofrezco.

QUE TE DARÉ…..

2.- Vi tanta gente este día señor

me conmovió el latir de tantas vidas
y adivine tu abrazo gigantesco
y se que sus historias recibías
por eso tu altar luce vino y pan
son signos y homenajes de la vida
misterio de ofrecerte y recibirnos
humanidad que Cristo diviniza.

LECTURA (Ecl. 3, 1-8)

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo

tiene su hora: Tiempo de nacer y tiempo de morir; tiempo de plantar
y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar y tiempo de sanar;
tiempo de destruir y tiempo de construir; tiempo de llorar y tiempo
de reír; tiempo de estar de duelo y tiempo de bailar; tiempo de
esparcir piedras y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar y
tiempo de dejar de abrazar. Tiempo de buscar y tiempo de perder;
tiempo de guardar y tiempo de arrojar; tiempo de romper y tiempo de
coser; tiempo de callar y tiempo de hablar; tiempo de amar y tiempo
de aborrecer; tiempo de guerra y tiempo de paz.

BALANCE DEL AÑO

Cada año puede ser año de gracia, y cada hora, hora de gracia,
y cada segundo, segundo de gracia. Dejemos que estas campanadas
nos interpelen y nos hagan un año más revisar nuestra vida.

CAMPANADAS DE PERDÓN:

Es una de las palabras que más cuesta pronunciar. Pero

sabemos que necesitamos repetirla. Hemos hecho sufrir. Nos hemos
equivocado. Hemos sido injustos y egoístas. No hemos sabido
escuchar. No hemos sabido orar. No hemos sabido responder, la falta

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de paciencia, y los miedos y la pasividad, y la desesperanza... Tantas
llamadas de Dios y no hemos sabido escuchar. Tantas llamadas de
Dios y no hemos querido abrir.

MISERICORDIA (Salmo 50, recitado a dos coros)

Ant: La bondad y el amor del Señor duran por siempre.

Ayúdame, Dios mío, por tu bondad

Perdona mi culpa, tú sabes cómo soy.
Yo sé que no miras lo que está mal,
sino lo bueno que es posible.
Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me das sabiduría.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,

renuévame por dentro con espíritu firme;
no me dejes vagar lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.

Enséñame a vivir la alegría profunda de tu salvación,

Hazme vibrar con espíritu generoso:
entonces mi vida anunciará tu grandeza,
enseñaré tus caminos a quienes están lejos,
los pecadores volverán a ti.
Hazme crecer, Dios, Dios, Salvador mío,
y mi lengua cantará tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.

Los sacrificios no te satisfacen:

si te ofreciera ritos sólo por cumplir, no los querrías.
Lo que te ofrezco es un espíritu frágil;
un corazón quebrantado y pequeño, tú no lo desprecias.

Señor, por tu bondad, favorece a tus hijos

haznos fuertes en tu presencia.
Entonces te ofreceremos lo que somos, tenemos, vivimos y soñamos,
y estarás contento.

Ant: La bondad y el amor del Señor duran por siempre.

Primera Campanada: Mira la vida con sencillez y amor.

• Por cuantas veces no somos limpios de corazón y no miramos
con los ojos de Dios. Por la palabra inútil, por el amor
desperdiciado. Perdón, Señor.

Segunda Campanada: Ten buen humor pase lo que pase.

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 • Por cuantas veces dejamos que los agobios y las prisas nos
envuelvan dejando en nosotros un talante frío, indiferente,
triste. Por vivir sin entusiasmo. Perdón, Señor.

Tercera Campanada: Haz algo por el otro y serás feliz.

• Por cuantas veces hemos dejado de pensar en el pobre, en la
hermana de Comunidad y nos hemos dejado llevar por
nuestro egoísmo y comodidad. Por las obras vacías o el
trabajo mal hecho. Perdón, Señor.

Cuarta Campanada: Perdona y pide perdón.

• Por las veces que nos costó pedir perdón a alguien o
perdonar. Perdón, Señor.

(Peticiones de perdón espontáneas)

CANTO PODARE
PODARE, LAS RAMAS SECAS QUE HAY EN MI
PODARE, LO MUERTO QUE HAY EN MI
TUS AGUAS CORRERÁN, SEÑOR,
SALTARAN PO MI, CANTARAN POR MI.

CAMPANADAS DE AGRADECIMIENTO

Nos cuesta pero no nos cansemos de dar gracias. Por eso en

este momento repasemos despacio las bendiciones recibidas. Todo es
gracia en nuestra vida, y la vida es todo gracia. El Dios providente se
ha manifestado constante y generoso. Se ha valido de los signos de
los tiempo, también de las personas que nos han ayudado, nos han
servido, nos han querido. Recordemos los encuentros, los gestos, las
palabras, las llamadas, las oraciones, las correcciones, los estímulos.

Quinta Campanada: Agradece lo vivido como don de Dios.

• Por los momentos en que he sentido la alegría y la felicidad,
el amor y el encuentro. GRACIAS SEÑOR

Sexta Campanada: Valora lo pequeño, llegarás a lo grande.

• Por las pequeñas flores encontradas en mi camino que me
han hecho sentir el aroma de la ternura de Dios en mi vida.
GRACIAS SEÑOR.

Séptima Campanada: Atenta, Dios te habla cada día

• Por la Palabra que día a día recibo desde la Eucaristía, y los
escritos de los fundadores, porque me ayudan a encontrar el
camino correcto. GRACIAS SEÑOR.

Octava Campanada: Di “sí” al paso de Dios por tu vida.

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 • Por la llamada que cada amanecer recibo para seguir al Señor
en el Servicio de los pobres en la Compañía, porque ella es la
ilusión en mi camino y en mi entrega. GRACIAS SEÑOR.

(Acción de gracias espontánea)

A TI OH DIOS TE ALABAMOS (Recitado a dos coros)

A Ti, Señor, te reconocemos.

A Ti, eterno Padre, te venera toda la creación.
Los ángeles todos, los cielos y todas las potestades te honran.

Los querubines y serafines te cantan sin cesar:

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo.
Los cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu gloria.

A Ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles,

la multitud admirable de los profetas,
el blanco ejército de los mártires.

A Ti la Iglesia santa, extendida por toda la tierra te proclama: Padre

de inmensa majestad.
Hijo único y verdadero, digno de adoración.
Espíritu Santo, Defensor.

Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.

Tú eres el Hijo único del Padre.
Tú, para liberar al hombre aceptaste la condición humana
sin desdeñar el seno de la Virgen.

Tú, rotas las cadenas de la muerte,

Abriste a los creyentes el reino del cielo.
Tú te sientas a la derecha de Dios en la gloria del Padre.
Creemos que un día has de venir como juez.

Te rogamos, pues, que vengas en ayuda de tus siervos,

a quienes redimiste con tu preciosa sangre.
Haz que en la gloria eterna nos asociemos a tus santos.

Salva a tu pueblo, Señor y bendice tu heredad.

Sé su pastor y ensálzalo eternamente.
Día tras día te bendecimos y alabamos tu Nombre para siempre,
por eternidad de eternidades.
Dígnate, Señor, en este día guardarnos del pecado.

Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros
como lo esperamos de Ti.
En Ti, Señor, confié, no me veré defraudado para siempre.

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CANTO Gracias
GRACIAS POR LA FE,
GRACIAS POR LA VIDA,
GRACIAS POR SENTIR QUE ME QUIERES DÍA A DÍA.
GRACIAS POR SENTIRTE,
CUANDO MAS SUFRÍA
GRACIAS POR BAÑARME EN EL MAR DE TU ALEGRÍA.

CAMPANADAS DE COMPROMISO

La tentación siempre es mirar hacia atrás pensando que

cualquier tiempo pasado fue mejor, pero hoy miremos hacia delante.
Dios no se cansa de regalarnos y darnos nuevas oportunidades.
Pensemos en la manera de mejorar nuestra vida de oración, nuestra
vida fraterna, nuestro servicio a los Pobres. Dejemos que estas
últimas campanadas nos interpelen para ser aún más fieles a la
vocación que hemos sido llamadas y que eso redunde en una vida de
entrega incondicional.

Novena Campanada: Vive el presente con esperanzas y

creatividad.
• Quiero saltar la tentación, esforzarme por el “Aquí y Ahora”
hoy tú te haces presente. AYÚDAME SEÑOR

Décima Campanada: Confía, Dios te encomienda cosas

grandes.
• “El más pequeño de estos, será el más grande en el reino de
los cielos” Tu quieres que las pequeñas cosas sean realizadas
con amor y primor, yo quiero ser fiel a la misión
encomendada. AYÚDAME SEÑOR.

Undécima Campanada: Dios cuenta contigo.

• Un día me llamaste y hoy me continúas llamando. Yo quiero
mantenerme fiel no defraudarte jamás. AYÚDAME SEÑOR

Duodécima Campanada: Ama la vida, ama al mundo, ama a

Dios.
• Amar en tiempos de luchas, de prisas, de desordenes es muy
difícil. Quiero ser portadora del amor y la ternura de Dios en
medio de este mundo. AYÚDAME SEÑOR.

Hecho este balance del año, debemos reconocer y agradecer la

luz de Dios en nosotras, Él ha puesto en cada corazón su Luz para que
podamos iluminar a otros.
• ¿Cuál es la luz con la que quiero enriquecer esta Comunidad o
el Servicio encomendado?

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GESTO: Cada hermana enciende su vela y comparte qué luz
quiere poner ella en este nuevo año que empieza.

“Quiero iluminar a mi Comunidad y a los pobres a los que

sirvo con la luz de mi... constancia, alegría, esperanza, etc.”

REZAMOS JUNTAS LA ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO

CANTO MAGNIFICAT

ORACIÓN FINAL (Todas juntas)

Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el

mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año quiero darte
gracias por todo aquello que recibí de TI.

Gracias por la vida y el amor, por la alegría y el dolor, por cuanto fue
posible y por lo que no pudo ser.

Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar, las
cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.

Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las

amistades nuevas, los más cercanos a mí y los que estén más lejos,
los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los
que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

En las próximas horas iniciaremos un nuevo año y detengo mi vida

ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días
que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos. .

Hoy te pido para nuestras comunidades y familias la paz y la alegría,

la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría. .

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes
un corazón lleno de comprensión y generosidad. .

Abre mi ser a todo lo que es bueno, que mi espíritu se llene sólo de

bendiciones para poder derramarlas a mi paso.

AMÉN

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