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constitucionales, de manera tal que se impide puedan ser derogados por el Congreso.
que en 1789 consagró los postulados de la libertad, la igualdad y la fraternidad. La revolución tuvo
tanta trascendencia en el ámbito social de la Europa continental de esa época que produjo una
profunda mutación en los conceptos jurídicos imperantes. Dichos postulados fueron exaltados por los
revolucionarios a tal punto que los simbolizaron en los tres colores de la bandera francesa ( bleu,
blanc, rouge), traducidos el azul en la igualdad, el blanco en la libertad y el rojo en la fraternidad. Con
Europa, pasó a principios del siglo XIX al continente americano. Una de las consecuencias fue la
los derechos fundamentales del hombre en su aspecto personal, sino en el aspecto comunitario.
Este movimiento liberal se propuso organizar el Estado sobre la base de un fin muy concreto:
proteger la libertad y los derechos del hombre. Limitar el Estado y asegurarle seguridad al individuo
frente a él fueron los modos en que se intentaba procurarlo. Cuando irrumpió el constitucionalismo
social, la óptica cambió. Pero no se trataba de abolir o menospreciar lo que de rescatable se admitía
en el anterior movimiento, sino de ampliarlo con nuevos contenidos; había que añadir, no amputar.
cuando directamente se pliega a él, la pérdida de los contenidos liberales del constitucionalismo
clásico nos coloca ante una situación distinta: se deja de lado la valoración de la libertad y de los
derechos individuales, que desaparecen de la finalidad del Estado, para reemplazarlos por pautas
populares".
fundamentalmente en:
Esta revolución de los derechos sociales se materializa luego de la primera Guerra Mundial,
universal con la reforma de la carta fundamental alemana, llevada a cabo en la ciudad de Weimar en
1919. Este movimiento se maneja con una pluralidad de lineamientos que, sin pretender agotar
Por un lado, el constitucionalismo acusa una tendencia a marcar la función social de los
derechos individuales; por el otro, se preocupa por estructurar un orden social y económico a efectos
de que la remoción de obstáculos permita a todos los hombres una igualdad de oportunidades, así
En 1931 se reforma la Constitución española, que declara entre sus postulados que " España
es una nación libre formada por trabajadores de toda clase". Con posterioridad encontramos
OEA. (Organización de los Estados Americanos), que se constituyeron apenas finalizada la Segunda
convención de Santa Fe en 1957, que introdujo el artículo 14 agregado (artículo 14 bis) y reformó el
artículo 67 inciso 11, que con la reforma de la convención constituyente reunida en Paraná y en
Rosario en 1994, pasaría a ser artículo 75 inciso 12. Nuestra Constitución liberal de 1853 había
surgido en una atmósfera que estaba muy lejos, en el tiempo, de la que iba luego a respirar el
constitucionalismo social del siglo XX. Es imposible pretender que los contenidos de esta
aparecieran expresamente en las normas de aquella. Pero entiéndase bien que la omisión de
normas como las que hoy abundan en constituciones contemporáneas no quiere decir que la
postulados del constitucionalismo social. De todos modos, es harto sabido que el curso histórico del
tiempo y de las circunstancias fue plasmando en nuestro derecho casi todos los requerimientos
sociales y económicos del siglo pasado sin necesidad de reformas constitucionales y mucho antes
de que estas se llevaran a cabo en 1949 y 1957. Y lo que es fundamental, el derecho judicial fue, en
la generalidad de los casos, favorable a la constitucionalidad de las normas que, sin destruir nuestra
Repasemos: las normas escritas de nuestra constitución formal han completado el enunciado
del derecho de trabajar del primitivo artículo 14 con los del art. 14 bis a partir de la reforma de 1957.
"El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que
descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital y móvil; igual
remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas con control
El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social que tendrá carácter de integral e
administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir
trabajadores (Derecho Individual del Trabajo); la segunda, a los gremios (Derecho Colectivo del
2) jornada limitada
4) retribución justa
b) y colaboración en la dirección
3) derecho de huelga
garantías mínimas para el trabajo, fundadas en los principios de solidaridad, cooperación y justicia.
mediante las leyes. En segundo lugar, las pautas siguientes trazan los aspectos sustanciales que las
leyes han de proteger. Cada uno de dichos aspectos configura un derecho individual en razón del
trabajo, pero la doctrina no reconoce a muchos de esos derechos más que el alcance de estar
protección de las leyes implica para el gobierno, en su triple actividad funcional de legislación,
condiciones dignas y equitativas. La pauta es muy genérica y se vincula con la propia dignidad
pero se podría añadir que ellas se satisfacen también mediante comodidad, higiene y decoro
del lugar donde el trabajo se presta, y mediante la debida atención de las situaciones
personales del trabajador (se incluyen las derivadas de la edad, maternidad, capacidad
disminuida, etc.). En suma, esta pauta apunta a un aspecto material u objetivo (lugar o modo
b) Jornada limitada: se basa en la necesidad del reposo cotidiano por razones de salud y de
la jornada laboral con carácter general o especial, según la condición del trabajador (mujeres y
con similar fundamento. Se halla previsto en diferentes normas. Las vacaciones pagas son
otra de las limitaciones al trabajo continuo, ya conocidas y legisladas en nuestro derecho con
d) Retribución justa: significa suficiencia en el emolumento retributivo; pero más allá de una
justa juega doblemente: por un lado frente al empleador que debe pagarlo y por otro frente al
Estado que debe protegerlo, mediante leyes, y que debe hacerlo posible a través de su
e) Salario mínimo, vital y móvil: para determinar con precisión la justicia de la remuneración, la
norma constitucional hace referencia al salario mínimo, o sea aquel por debajo del cual una
retribución no se compadece con la justicia. El salario mínimo lleva dos aditamentos: ha de ser
vital, concepto que remite a la suficiencia para subsistir; y ha de ser móvil, es decir reajustable
a medida que aumenta el costo de la vida o el proceso de inflación. La vitalidad y la movilidad
procuran asegurar la capacidad adquisitiva del salario y su equivalencia con las necesidades
f) Igual remuneración por igual tarea: la formulación de este derecho tiene una razón histórica,
ya que tendió a eliminar los salarios inferiores por razón de sexo, o sea a obtener la misma
paga para el hombre y la mujer cuando realizaban el mismo trabajo. Cuando el art. 14 bis
incorporó esta cláusula tuvo el propósito de impedir las discriminaciones arbitrarias, aplicando
obvio afirmar que este derecho tiene un ámbito muy especial de vigencia: pueden invocarlo
los trabajadores que con igualdad de tarea se desempeñan para un mismo empleador, o
dentro del régimen de un mismo convenio colectivo. Pero no parece que pueda extenderse
más allá para trazar comparaciones entre trabajadores de empleadores distintos o regidos por
convenios diferentes.
justo la utilidad originada por el aporte que capital y trabajo hacen a la producción, a la
estricto del asalariado, y puede llegar hasta formas de sociedad entre patronos y trabajadores
reglamentado este derecho, pero su formulación a nivel constitucional obliga a pensar si los
legislador en materia de duración en la relación de trabajo. Quiere decir que lo menos que
propugnada rige la relación de empleo privado; para el empleo público la norma se formula de
otra manera (estabilidad del empleado público). En el empleo privado la ley debe
acto patronal unilateral, sino poner a cargo del empleador que despide el cumplimiento de
i) Estabilidad del empleado público: el derecho propio que para el empleado público contempla
el art. 14 bis es el de la estabilidad. Esta palabra, cuyo alcance ha sido objeto de análisis
doctrinario, apunta al derecho a no ser privado del empleo. La norma se inclina a la estabilidad
propia o absoluta, es decir a la que de ser violada abre la opción entre la reincorporación o el
pago de las retribuciones por todo el tiempo que la relación de empleo debió subsistir. Este
ciudadano en tanto que trabajador a agruparse con sus pares para lograr mejores condiciones
laborales. La fórmula descarta con evidencia el sistema del unicato sindical para acoger la
pluralidad sindical. O sea, no es constitucional un sistema que reconoce un solo sindicato por
actividad o por gremio. La ley N° 14.455 regula el régimen de las asociaciones profesionales
organiza dos grandes tipos de asociaciones: las meramente inscriptas y las que están
reconocidas con personalidad gremial. La personalidad gremial, como propia del derecho
La mención que de los gremios hace el artículo 14 bis de la Constitución nacional tiene por objeto
forman parte del objeto de estudio del derecho colectivo del trabajo, dentro de cuyo ámbito serán
analítica y profundamente estudiados. Sin perjuicio de ello es imperativo hacer aquí unas breves
referencias.
a) La huelga es el derecho gremial más importante y reconoce como sujeto activo al sindicato
con personalidad gremial que declara y conduce la huelga. El otro sujeto activo es el
hombre que no declara ni conduce la huelga, pero sí participa de ella. El sujeto pasivo es
múltiple y tiene como obligación principal respetar la decisión del sujeto activo declarante y
2) el empleador
3) los particulares ajenos al conflicto
adhieren
desde el punto de vista de la conducta individual de los trabajadores, sino desde el sindical o
colectivo. Esta calificación se lleva a cabo a los fines de encauzar el conflicto durante su
pendencia.
aplicación se extiende no solamente a las partes que lo celebran sino a todos los trabajadores
y empleadores que realizan la actividad regulada por el convenio (efecto erga omnes) y
c) El último de los derechos sindicales reconocidos por la Constitución nacional a los gremios es
aceptarse pone fin a la controversia con un laudo que, conforme a la ley N° 14.250, tiene los
d) Por último la segunda parte del art. 14 bis de la Constitución nacional dice que "los
gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo". Es una tutela al trabajador
en razón de la función gremial que cumple. A esta garantía se le asigna el rótulo de "fuero
sindical" y tiende a proteger al trabajador que es representante gremial. Este derecho reviste
calificado como práctica desleal, cuya existencia es declarada y sancionada por la autoridad
administrativa. Para poder aplicar alguna sanción o suspensión al trabajador amparado con la
tutela sindical, previamente el empleador debe recurrir al juez laboral y pedir la exclusión de la
tutela sindical, lo que implica que se le levanta la inmunidad para poder actuar en
consecuencia.
La tercera parte del artículo 14 bis está dedicada a la seguridad social, que de esta manera se
la eleva a rango constitucional, absorbe el llamado derecho de la previsión social y se maneja con
dos columnas vertebrales: el principio de integralidad, que tiende a asumir todas las contingencias
sociales, y el principio de la solidaridad, que tiende a hacer participar a todos en la financiación del
obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y
económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir
pensiones móviles, que se otorgan en razón de una actividad laboral, sea en relación de
dependencia, sea independiente o por cuenta propia. Las pensiones derivan de la jubilación a favor
Por último, el artículo que se analiza está dedicado a la protección integral de la familia
mediante la defensa del bien de familia, la compensación económica familiar y el acceso a una
vivienda digna. El bien de familia se relaciona con el acceso a la vivienda digna en cuanto supone un
inmueble donde habita el núcleo familiar y al que se rodea de determinadas seguridades en razón de
sufragar la subsistencia de los que están a su cargo y para los cuales tiene obligación alimentaria.
vigentes luego de las posteriores reformas, que prevén las reelecciones de los cargos políticos. Así,
la constitución de San Juan (reformada en 1986) consagra la democracia participativa; los derechos
de la niñez; las garantías de la juventud y del medio ambiente; la protección de los discapacitados y
La Constitución de San Luis, que rige desde el 8 de abril de 1987, protege la familia, la
vivienda, a la seguridad social y al seguro de salud, entre otros. Por su parte, la de la provincia de
Salta protege la familia (art. 31), la infancia (art. 32), la juventud (art. 33), la ancianidad (art. 34) y los
discapacitados (art. 35), y establece el derecho a la vivienda (art. 36), la seguridad social (art. 37), el
derecho a un nivel de vida digna (art. 22), así como a la asociación, el trabajo, la industria y el
comercio (art. 26). Además, incluye el régimen de la salud (arts. 70 a 76); la protección de la familia
(art. 77), de la minoridad, de la juventud y de la tercera edad (arts. 78 a 82), etc. Por su parte, la de
derechos sociales referidos al trabajador (arts. 23), a la mujer (art. 24), a la niñez (art. 25), a la
juventud (art. 26), a los discapacitados (art. 27), a la ancianidad (art. 28) y al consumidor (art. 29),
entre otros, en tanto que la de Jujuy, que rige desde el 17 de noviembre de 1986, en su capítulo
tercero consagra los derechos y deberes sociales. Entre ellos menciona la protección a la familia (art.
45), a la paternidad y la maternidad (art. 46) y a la niñez (art. 47); asegura las garantías para la
juventud (art. 49), establece los derechos y los deberes del trabajador (arts. 51 y 52) y los derechos
gremiales (art. 54), y regula la policía del trabajo (art. 55), la Justicia del trabajo (art. 56), la medicina
En las constituciones provinciales se da respuesta a uno de los fines específicos del Estado
de las necesidades que el Estado debe atender en relación con el hombre y con la sociedad, y con
los principios que informan la relación de trabajo, reconociendo derechos mínimos, referidos tanto al
social
La Constitución de Tucumán:
de la liberal de 1853, pero, a pesar de su marcado tinte individualista, fue la primera en consagrar el
normas acordes con los tiempos actuales. Entre las modificaciones introducidas está el nuevo
artículo 40, que establece la obligación de la Provincia de proteger determinados derechos. Entre
favorecer la participación laboral de la madre sin que afecte tareas propias del hogar, y la protección
de la mujer embarazada antes y después del parto, en el caso del inciso 3. En el inciso 5 se
el inciso 7 se determina que el hombre y la mujer tienen iguales derechos, conforme su naturaleza
psicofísica y su competencia; se establece además expresamente que la mujer no podrá ser objeto
de discriminación en el campo del trabajo subordinado. Este nuevo art. 40 termina disponiendo que
todos los ciudadanos de la provincia tienen el derecho de trabajar libremente sin necesidad de
A medida que evolucionó, el Derecho del Trabajo ha dejado de ser mera legislación,
entendida como una dispersión de leyes referidas a sus institutos, para conformar un todo
sistemático, una verdadera rama diferenciada del Derecho. Esta expresión, que pertenece al
laboralista Justo López, ha originado que la doctrina no sea uniforme en oportunidad de referirse a la
En primer lugar hay que señalar que no todos los autores analizan esta cuestión, y los que lo
hacen parecen no tomar en igual sentido la palabra autonomía; así, podemos diferenciar tres teorías
o posiciones distintas:
a) En primer lugar están los que niegan que esta rama del Derecho tenga autonomía, entre los
que se enrolan los doctores Víctor Álvarez y Mario Deveali. Sostienen que el Derecho es uno
solo, de una perfecta unidad, y que si bien en el curso de la historia se desprenden del tronco
común algunas ramas que posteriormente forman secciones especializadas, no quiere decir
esto que ha aparecido una nueva ciencia jurídica (Álvarez). Es bien ilustrativo el ejemplo que
ofrece Deveali, el de un gran río que a cierta altura de su curso se divide en muchos brazos y
estos a su vez en otros menores, muchos de los cuales vuelven a juntarse después de cierto
recorrido autónomo al río del cual se habían separado, llevándole la contribución del agua y
b) Otros autores sostienen enfáticamente la autonomía del Derecho del Trabajo, y advierten
en él una afirmación científica y legislativa, caracterizada por una bibliografía peculiar, a lo que
agregan una autonomía didáctica, y una verdadera sustantividad política y económica. En esta
posición está Guillermo Cabanellas. Por su parte, la Dra. Norma Moreno, en su obra "Derecho
del Trabajo", al mencionar los caracteres de esta disciplina, afirma que es un derecho
autónomo en cuanto tiene autonomía didáctica, científica y legislativa, pero no por ello está
desvinculado de los demás, especialmente del Derecho Civil, ya que todo lo que no está
c) Entre estas teorías extremas puede encontrarse otro grupo de autores: Jorge Rodríguez
Mancini distingue entre la autonomía absoluta (con el significado de aislamiento de todas las
otras zonas del derecho) y la autonomía relativa (que no admite dicho aislamiento), y toma el
Derecho Laboral como una especialidad dentro del tronco común del Derecho. Concluye que
es una rama especial o autónoma del ordenamiento jurídico, del cual forma parte.
Ya en las Leyes de Indias encontramos normas laborales, en especial las que amparaban al
indígena que trabajaba en las minas y en las encomiendas; pero la verdadera evolución del actual
Derecho del Trabajo en nuestro país la encontramos en la legislación del siglo pasado, que se
vinculaba especialmente con la actividad rural. Los códigos rurales preveían algunas disposiciones
sobre el trabajo, pero estaban dirigidas a asegurar la normal explotación del campo, y a este objetivo
subordinaban todas las situaciones en que pudiera encontrarse el trabajador. El Código Civil de 1867
tenía reglamentada la locación de servicios como una especie en el título de los contratos; en esta
figura se encuadraba originariamente la relación laboral por influencia del código de Napoleón, de
1804. El Código de Minería, de 1895, incluía disposiciones referentes a mujeres y niños, y prohibía
La evolución del Derecho del Trabajo argentino ha sido diferente de la del Derecho europeo.
El tardío proceso de industrialización de nuestro país determinó que, salvo en lo relativo al régimen
fundamentales del Derecho del Trabajo se desarrollaran después de 1930; que por razones políticas
creciera el derecho tutelar después de 1943, acompañando un cambio en la economía del país, y
que una fecunda labor jurisprudencial sobre la ley 11.729 (que modifica el mencionado Código de
Comercio) fuera recogida en 1974 por la ley N° 20.744 (Ley de Contrato de Trabajo). Esta ley
conserva su fisonomía originaria pese a los cortes de que fue objeto en 1976 por la ley N° 21.297, y
Código de Comercio para todo el país. En este texto se legislaba sobre la estabilidad del empleado
indemnización.
Pero, sin duda, la historia de la legislación laboral argentina comienza en 1905 con la sanción
de la ley N° 4.066, que reglamentaba el descanso dominical o hebdomadario (se aplicó primero en la
Capital Federal, se amplió a los territorios nacionales y por último fue extendida a toda la Nación).
Esta afirmación no importa desconocer algunos antecedentes de gran importancia, como la ley
Nacional del Trabajo de 1904 ni el informe Bialet Massé, que significó una fuente importante de
En 1907 el Congreso de la Nación aprobó la ley N° 5.291 sobre protección de la mujer y de los
menores que trabajan. El mismo año se creó por ley N° 8.999 la Dirección de Trabajo de la Nación,
que en 1912 quedó convertida en el Departamento Nacional del Trabajo. Tres años después se dictó
responsabilidad del empleador (hoy derogada por la nueva Ley de Riesgos de Trabajo N° 24.557, del
indudable significación como antecedente del cambio de actitud que se produce en el Estado con
protección del salario y en 1929, la ley N° 11.544, que reglamenta la jornada laboral y que aún rige.
En 1934 se dictó la ley 11.729, de particular importancia ya que puso término a la vigencia de
la locación de servicios que hasta entonces regía la relación obrero-patronal, y ofrece elementos
para caracterizar el contrato de trabajo, nueva figura jurídica que será la base del Derecho del
Trabajo argentino. El mismo año se dicta la ley N° 11.933 sobre maternidad, y en 1939 los viajantes
de comercio son reglados por la ley N° 12.637, sustituida en 1958 por la N° 14.546. En 1940 se
reforma por primera vez la ley de accidentes de trabajo (N° 9.688), que incorpora a los trabajadores
rurales.
La revolución del 4 de junio de 1943 dio inicio a un cambio profundo de orientación política y
social, que se puso a tono con la evolución operada en las naciones desarrolladas. Se establecieron
normas sobre aprendizaje (dec. 14.538/45), vacaciones (dec. 14.740/45), sueldo anual
complementario, suspensiones y despidos (dec. 33.302/45). En 1944 y por la ley N° 12.948 se
crearon los Tribunales del Trabajo, con lo cual se lograba autonomía jurisdiccional en materia
(dec. 23.852/45), las cuales, gracias al fuerte apoyo político recibido, se afianzaron
En 1949 se dictó una Constitución, anulada luego por la revolución de 1955, en la que se
había incluido un artículo que, en diez incisos, establecía los "derechos del trabajador"; estos
conciliación y arbitraje en conflictos colectivos de trabajo. En 1956, entre tanto, se habían regulado la
situación del personal doméstico (decreto N° 326/56), y el régimen de feriados y días no laborales
(decreto 2.446/56)
bis y del 67 inciso 11 (que, se recuerda, con la reforma de la Convención Constituyente de Paraná y
Rosario de 1994 pasó a ser art. 75 inciso 12); en 1959 se ratificó por ley N° 14.932 la Convención
Internacional N° 87 sobre libertad sindical y en 1966 se estableció por ley N° 16.936 el arbitraje
obligatorio.
sociales por ley N° 18.610 (que será reemplazada luego por la N° 22.269) y del sistema de
comprobación y juzgamiento de las infracciones a las normas laborales (ley N° 18.693). Además se
crean, por ley N° 18.694, un régimen uniforme de sanciones, y por ley N° 18.695, el régimen
procesal para la aplicación de sanciones por infracción a las leyes laborales; ambas normas están
aún vigentes.
profesionales (ley N° 22.105), derogado en 1988 por la ley N° 23.551, aún vigente.
En 1980 se aprobó el régimen nacional de trabajo agrario (ley N° 22.248) y en el mismo año
se sustituyó el régimen de obras sociales por ley N° 22.269. En 1981 se derogaron los estatutos
protección de los minusválidos (ley N° 22.431). En 1984 se dictaron normas para la liquidación del
sueldo anual complementario (ley N° 23.071) y se amplió la ley N° 20.703, que instituye el telegrama
proyecto de código del trabajo, realizado por el entonces senador Ricardo J. Cornaglia, que
finalmente no fue aprobado por el Congreso. Posteriormente se dictaron normas importantes, como
infantil y protección del trabajo adolescente); la 26.727 (nuevo régimen del trabajo agrario), entre
otras.
1) La que va desde 1906 a 1948 se caracteriza por el dictado de numerosas leyes que regulaban
distintos institutos de la relación laboral. No se puede hablar todavía de Derecho del Trabajo, porque
2) La segunda va de 1948 a 1976, lapso en el cual aparece el Convenio Colectivo de Trabajo como
3) La tercera va de 1976 a 1983. Fue una etapa política que incidió considerablemente sobre las
normas laborales y significó una involución en el Derecho del Trabajo: se suspendió el derecho de
4) La cuarta etapa comienza en 1983 y se extiende hasta 2002, cuando el país sufrió la crisis
económica, política y social con la que terminó el gobierno de Fernando de la Rúa. En un primer
momento esta fase se caracterizó por la reanudación de la actividad legislativa, y con ello, por el
dictado de numerosas leyes que reinstauraban la vigencia del principio protectorio suspendido por la
dictadura, por ejemplo, la ley 23.551, que garantiza el pleno ejercicio de los derechos sindicales
previsto por la Constitución nacional. Dentro de esta etapa, la última década del siglo XX se
caracterizó por el proceso conocido como “flexibilización laboral”, cuya característica fue la
derogación de los derechos de los trabajadores, acorde con la política de economía abierta
numerosas normas que implicaron un retroceso, muchas veces con complicidad del movimiento
sindical. Fue una época de mucha corrupción estatal. Varios autores la denominan “década
protección de los derechos humanos a nivel mundial, lo que se refleja en nuestro país con el dictado
Cualquiera de las leyes laborales sancionadas en esta etapa es un fiel reflejo de lo manifestado. Este
período también fue acompañado en igual sentido por la doctrina de los autores modernos, quienes
resaltan la vigencia y la reconquista de los derechos de los trabajadores; entre ellos podemos citar a
Umberto Romagnoli ("Del derecho del trabajo al derecho para el trabajo"); a Angel Blasco Pellicer
("El proceso laboral y la efectividad de la tutela judicial"), a Antonio Martin Valverde ("Contrato de
Trabajo y derechos fundamentales"), a Aparicio Tovar y Rentero Jover ("Juez laboral imparcial, pero
no neutral" y a Rolando Gialdino ("El trabajador y los derecho humanos"), entre otros.
de Justicia, en los famosos casos “Vizzotti”, “Castillo”, “Balaguer”, “Parra Vera”, “ATE.”, entre muchos
otros. En varios casos ha declarado inconstitucionales normas contenidas en el régimen general (art.
245 de la Ley de Contrato de Trabajo) y en los regímenes especiales, como la Ley de Riesgos del
Hubo varios intentos de codificar esta materia; el primero ocurrió en 1904, con el proyecto de
ley nacional del trabajo, que nunca fue sancionado. Con posterioridad a la reforma constitucional de
1957 y a la introducción del entonces artículo 67 inciso 11 (hoy 75 inciso 12), que incluyó entre las
atribuciones del Congreso dictar los códigos de fondo, como el de trabajo y seguridad social, los
destacados laboralistas Mariano Tissembaum, Luis Alberto Despotín y Rodolfo Nápoli elaboraron un
proyecto que tampoco llegó a sancionarse, pero que sirvió de fuente inspiradora para el dictado de la
actual Ley de Contrato de Trabajo. Parte de la doctrina coincide en señalar que precisamente esta
dictarlo, ya que un código se caracteriza por responder a una orientación firme que imprime un
conjunto ordenado de normas sino un instituto que promueve la vivencia social en un ámbito de
seguridad pública.
3) Fuentes del Derecho del Trabajo:
A la palabra fuente se le pueden asignar por lo menos dos acepciones: una vulgar y otra
jurídica. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, fuente significa manantial
de agua que brota de la tierra, o aquello de donde procede algo; se remite a lo que es principio,
origen o fundamento de algo. Jurídicamente se la puede definir como la forma de producción por
medio de la cuales se crean las normas jurídicas. A partir de este concepto se las puede clasificar
en materiales y formales.
a) Materiales: son los factores o elementos que contribuyen a fijar el contenido de la norma jurídica
e impulsan su creación. Están constituidas por los grandes acontecimientos sociales, culturales,
políticos y económicos que ejercen influencia sobre el legislador para el dictado de la norma. Victor
Álvarez afirma que son todos los acontecimientos y aspectos relacionados con el trabajo, y de este
con la economía, el Estado y la vida total de la sociedad. Los grandes acontecimientos que provocó
la revolución industrial (concentración de trabajadores, los accidentes, los salarios bajos, las huelgas,
b) Formales: se refiere a los medios admitidos por el propio ordenamiento jurídico para la
formulación de nuevas normas; se pueden concebir como actos u órganos de creación de normas.
Derecho del Trabajo y la seguridad social. Esta categoría alcanzada se debe valorar como
una de las piedras angulares del orden constitucional. En la actualidad, el trabajo tiene
2) Los tratados internacionales, de destacada importancia en el Derecho del Trabajo. Para ser
incorporados al derecho positivo nacional necesitan ser ratificados por ley del Congreso.
es el bien común. Pueden ser nacionales, federales y provinciales, según sea su ámbito de
aplicación.
4) Los decretos reglamentarios, que son dictados por el poder administrador sobre la base de
algunos casos existe la posibilidad de que el Poder Ejecutivo cree normas de derecho por
delegación del Poder Legislativo (por ejemplo la fijación del salario mínimo, vital y móvil).
5) Las resoluciones administrativas, que consisten en delegación de facultades legislativas a
un ministro o a un órgano administrativo, y por ello la norma creada necesita para su validez
6) Las convenciones colectivas de trabajo: después de la ley estatal rigen como normas
válidas; son acuerdos que emergen de la autonomía colectiva de los grupos de trabajadores y
geográfica.
7) Laudos con fuerza de convenios colectivos de trabajo: son fuentes formales del Derecho
trabajo pactados entre el empleador y sus empleados. Para que produzcan efectos de
realidad social. Es la conducta habitual de los hombres cuando se quiere establecer lo que,
10) Voluntad de las partes, que mediante el acuerdo de sus voluntades, crean una relación
jurídica y, además pueden pactar las condiciones en que dicha relación se ha de realizar con
la exclusiva limitación que surge del orden público laboral. Es una facultad propia de la
normas reguladoras.
11) Jurisprudencia: si bien las sentencias judiciales sólo resuelven casos individuales, la
Textualmente dice:
laboral, como el Código Civil y los principios generales que menciona la norma citada. Adviértase
que no se han mencionado fuentes de rango superior, como la Constitución nacional, los tratados
internacionales y los decretos reglamentarios, que revisten gran significación en la regulación del
contrato de trabajo.
A la palabra interpretar también se le pueden asignar por lo menos dos acepciones: una
vulgar y otra jurídica. Según el diccionario de la Lengua Española, significa explicar o declarar el
descubrir el verdadero pensamiento del legislador o la verdadera finalidad que tiene una norma
jurídica o disposición reglamentaria. Aplicar una norma para resolver una cuestión, especialmente
cuando esa tarea está a cargo del juez que debe dirimir un conflicto, exige averiguar cuál es la
norma vigente, y una vez determinada, su sentido y su alcance. Sin duda, aplicar e interpretar la
norma son actividades íntimamente relacionadas; la interpretación es una actividad que tiende a
determinar los alcances y los efectos jurídicos que establece la norma que, se considera, debe
aplicarse al caso.
general. En principio, la ley laboral debe ser lo suficientemente clara y precisa como para evitar al
juzgador la duda al momento de resolver; recién en caso de duda del alcance de la norma se
recurrirá a los principios de esta rama del derecho para descubrir su verdadero sentido. Para
interpretar la ley en materia laboral hay que investigar primero cuál norma es la aplicable, pues no se
trata, como en el derecho común, de llenar las lagunas de la ley, sino de mejorarla en beneficio de
los obreros para responder a los fines del Derecho del Trabajo. Estos se traducen en un ideal de
justicia, que consiste en dar satisfacción a las necesidades vitales de los trabajadores. En todo caso,
debe recordarse que las normas de orden público dictadas con mira a la tutela de esos derechos
limitan los efectos de las normas civiles, por ejemplo, en lo relativo al reconocimiento de
instrumentos públicos.
En el derecho laboral constituye un principio clásico que las situaciones dudosas deben ser
Contrato de Trabajo, que al respecto dice: "En caso de duda sobre la aplicación de normas legales o
convencionales prevalece la más favorable al trabajador…". Las normas del derecho común deben
ceder ante la cambiante realidad del Derecho Laboral, en continua evolución y transformación, e
1) Principio protectorio (art. 9 de la LCT): la razón fundamental que da sentido al Derecho del
Trabajo como rama jurídica especial la constituye el hecho de que las partes ligadas por la relación
no se hallan en un mismo plano de igualdad, por lo cual, librado el diálogo entre ellas a sus propias
fuerzas, se seguiría normalmente una imposición por parte de la que tiene más capacidad de
legislador adopta criterios que incorpora al ordenamiento jurídico a fin de evitar las consecuencias de
ese desnivel y, sólo una vez superados los mínimos o máximos que constituyen el llamado orden
público laboral admite la vigencia plena del principio de la autonomía de la voluntad en el negocio
laboral.
Este principio informa todo el Derecho del Trabajo; constituye una directiva al legislador para
que este la recoja y la concrete en las instituciones laborales. El art. 14 bis de la CN establece que
"el trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes", y a continuación indica las
garantías que operan en favor del trabajador. Es la médula del Derecho Laboral, y su fin es tutelar al
trabajador privado, que hace su tarea en un estado de subordinación jurídica. Las reglas que derivan
a) "In dubio pro operario" : significa que en caso de duda se estará a favor del trabajador y
deriva del principio análogo del Derecho Penal "in dubio pro reo". Constituye el último remedio
b) La norma más favorable: entre dos normas susceptibles de ser aplicadas a un caso
c) La condición más beneficiosa, significa que la norma posterior debe respetar siempre la
condición más beneficiosa que se incorporó al patrimonio del trabajador, con la única
limitación de la irrazonabilidad que configure un privilegio irritante que afecte el bien común.
2) Principio de Irrenunciabilidad (art. 12 de la LCT): establece que “será nula y sin valor toda
convención de partes que suprima o reduzca los derechos previstos en esta ley...”. Como
empleado de privarse del ejercicio de los derechos que le confieren las normas de orden público
laboral. Dicha situación se refiere también a la indisponibilidad de los derechos, ya sea por cesión o
por cualquier otra forma jurídica. Este principio, derivado del principio protectorio, declara
irrenunciables los derechos de los trabajadores contenidos en la norma laboral y surge como
excepción de los principios rígidos del Derecho Civil (autonomía de la voluntad de las partes
dispone que en caso de duda las situaciones deben resolverse en favor de la continuidad o de la
subsistencia del contrato. Entre los caracteres del contrato de trabajo se menciona que es de “tracto
sucesivo”, es decir, que la relación no se agota mediante la realización instantánea de cierto acto,
sino que dura en el tiempo. Se comprende que la vinculación laboral no es corta sino prolongada, y
que le otorga seguridad y tranquilidad al trabajador. Se consagra con este principio la tendencia
actual del Derecho del Trabajo de atribuir a la relación laboral la más larga duración, desde todos los
4) Principio de la primacía de la realidad (art. 14 de la LCT): dispone que "será nulo todo contrato
por el cual las partes hayan procedido con simulación o fraude a la ley laboral, sea aparentando
normas contractuales no laborales, interposición de personas o de cualquier otro medio. En tal caso,
la relación quedará regida por esta ley". Este principio defiende la primacía de los hechos sobre las
formas. Se manifiesta en la imperatividad del tipo legal del contrato y de la relación de trabajo como
derivación del principio protectorio. Esta figura protege de la gran variedad de figuras ilícitas que se
pueden instrumentar para impedir la consecución de la finalidad de la ley laboral, que consiste en
imponer condiciones mínimas y máximas, fuera de las cuales no se puede contratar. Se trata de
fomentar la primacía de la verdad real sobre la verdad formal, doctrina reiterada de todos los
la razón y encuadrado en ciertos patrones de conducta, que son elegidos por ser lo más lógico; así
también en sus relaciones laborales el hombre procede y debe proceder conforme a la razón. Esto
constituye un límite formal y elástico aplicable a las áreas de comportamientos donde la norma no
6) Principio de la buena fe (arts. 63 y 11 de la LCT) : disponen que "las partes están obligadas a
obrar de buena fe, ajustando su conducta a lo que es propio de un buen empleador y de un buen
trabajador, al celebrar, ejecutar o extinguir el contrato o la relación de trabajo". Este principio general
del Derecho adquiere en el del trabajo una mayor relevancia que en otras ramas jurídicas. En virtud
de la distinta naturaleza del trato, no siempre su violación tiene las consecuencias que se siguen en
la relación laboral. En la buena fe se distinguen dos elementos; uno de carácter subjetivo, referido a
la intención de actuar correctamente, y otro objetivo: se trata de hacerlo en consonancia con los usos
imperantes en el lugar. En cuando al contrato, la buena fe obliga a un obrar honesto, leal, prudente,
veraz, diligente y fiel al compromiso contraído, desechando todo engaño o perjuicio y evitando
7) Principio de trato igualitario (arts. 17 y 81 de la LCT): imponen tomar medidas para evitar un
trato perjudicial para el trabajador que individualmente no goza de capacidad de diálogo suficiente
frente a su empleador y por lo tanto puede ser víctima de injusticias. De acuerdo con ello se
establecen medios de protección, a fin de asegurar un trato equitativo, y se incluye el que tiene como
finalidad evitar discriminaciones arbitrarias, que repugnarían no sólo a la justicia conmutativa, sino
también a la social, y por ende, al orden de la comunidad. El art. 17 de la Ley de Contrato de Trabajo
es muy gráfico: “por esta ley se prohíbe cualquier tipo de discriminación entre los trabajadores por
"Cuando una cuestión no pueda resolverse por aplicación de las normas que rigen el contrato de
trabajo o por las leyes análogas, se decidirá conforme a los principios de la justicia social, a los
generales del derecho del trabajo, la equidad y la buena fe". Este proceder debe observar el
juzgador en caso de una laguna en el ordenamiento jurídico laboral; si falta de texto legal, o si este
es insuficiente o ambiguo, es obligatorio resolver la cuestión aplicando los principios que enumera
este artículo.
El primer medio que prevé la LCT es la analogía, que consiste en un proceso lógico tendiente
aplicable o no a la solución de la laguna legal. Además, habrá que determinar si dichos principios
Definiciones
La justicia social ha sido entendida como el deber de protección de los económicamente más
La buena fe es la conciencia, de quien realiza un acto, de que este es verdadero, lícito y justo.