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La conducta del cristiano (Ef 4:17 - 5:20)ty3

por Pedro Puigvert


Sermones sobre la Iglesia basados en Efesios 4-6
Al comienzo de este capítulo el apóstol dice que somos llamados a
ser un pueblo y por eso debemos cultivar la unidad. Ahora continúa
desarrollando la idea y considera que como somos llamados a ser un
pueblo santodebemos cultivar la pureza. Unidad y pureza son dos
características indispensables del pueblo de Dios. Los creyentes formamos
parte de un cuerpo, la Iglesia, que debe manifestar un estilo de vida o una
conducta que realmente evidencie de que somos nuevas criaturas

1. La conducta anterior a la conversión (vv. 17-19)


Desde el principio mismo de su argumento Pablo quiere que los lectores se den
cuenta del contraste entre lo que habían sido como paganos y lo que eran
ahora como cristianos, entre su vida vieja y su vida nueva. Destaca sobre todo
el factor intelectual en la manera de vivir "ya no andéis", por medio de palabras
como "mente", "entendimiento", "ignorancia" y "corazón".¿Cuál es el origen de
la oscuridad de las mentes paganas? Si comparamos estos tres versículos con
Ro. 1:18-32 observamos un paralelismo total que podemos resumir en cuatro
estados:

1. Obstinación (v. 18). "La dureza de su corazón" dice Pablo. La


palabra que utiliza esporosis, un término que procede de poros que era
una clase de mármol o en los escritos médicos un callo o una formación
ósea de las articulaciones. Junto con la palabra osteo, hueso se ha
formado el nombre "osteoporosis" que es la enfermedad de los huesos
que con la pérdida de calcio se vuelven quebradizos. Por lo tanto, el
verbo poroun significa petrificar, endurecerse y como resultado se vuelve
insensible. ¿No consiste acaso la conversión en el cambio que  Dios opera
en un corazón de piedra para volverlo un corazón de carne, o sea,
sensible? (Ez. 11:19).
2. Oscuridad (vv. 17-18). Viene dada por tres situaciones: la
vanidad de la mente, el entendimiento entenebrecido y la ignorancia que
en ellos hay. La primera es el vacío,
la nada, la segunda las tinieblas y la tercera tiene una causa moral, la
dureza. Este es el estado en que nos encontrábamos cada uno de
nosotros hasta que la luz del evangelio iluminara nuestro corazón y el
Espíritu Santo nos regenerara para darnos vida.
3. Muerte (v. 18). Se refiere a la vida verdadera cuya fuente es Dios
y sin la cual el  hombre queda en muerte. Como había escrito antes
estábamos muertos en delitos  y pecados (2:1).
4. Desenfreno (v. 19). Es la etapa final y la consecuencia de lo
anterior: la dureza de corazón lleva primero a la oscuridad de la mente,
luego a la muerte del alma bajo el juicio de Dios, y finalmente a la vida
vacía. Cuando habíamos perdido toda sensibilidad  nos entregamos a
laaselgia (lascivia) que significa indecencia pública de tipo vergonzoso
para cometer toda clase de impureza. Quizás pensamos que nosotros no
habíamos caído en tal desenfreno, pero seguro que había otras cosas
semejantes en nuestra vida. 
b. La conducta a partir de nuestra conversión (vv. 20-24).
El v. 20 que actúa como bisagra entre el texto anterior y el actual, en nuestra
versión no muestra adecuadamente el agudo contraste del "mas vosotros". Es
más fuerte en la NIV: "no fue ésta la enseñanza que vosotros recibisteis acerca
de Cristo". En contra de la insensibilidad, oscuridad, y desenfreno paganos,
Pablo despliega un proceso completo de educación moral cristiana utilizando
tres expresiones paralelas que se centran en tres verbos: "aprender", "oír" y
"ser enseñados" con referencia a la verdad que está en Jesús. ¿Cuál es la
verdad que libera a los cristianos y guía a la rectitud?

1. Despojarse del viejo hombre (v. 22). En nuestra versión han


traducido los verbos de esta porción como si fueran imperativos cuando en
el original son infinitivos. Es decir, como si el hecho de despojarse y
revestirse fuera un mandamiento. Si lo comparamos con el pasaje paralelo
de Colosenses vemos que el acto de despojarse es algo que pertenece al
pasado coincidiendo con nuestra conversión. Por tanto, la idea es que
como ya nos hemos despojado de la vieja naturaleza, lo que ahora nos
corresponde es vivir de acuerdo con la nueva, es decir, conforme a la
verdad que está en Cristo.

2. Vestirse del nuevo hombre (v. 24). Así como hemos


abandonado nuestra vieja naturaleza y nos hemos vestido la nueva como
un ropaje de luz que es creación de Dios ahora hemos de vivir conforme a
ella en justicia y santidad, es decir, con toda rectitud moral y apartados de
aquella vida de desenfreno que era propia de nuestra condición. Pablo
pinta el retrato de dos hombres, uno viejo y corrompido, y otro nuevo
creado según Dios, los cuales son incompatibles.

3. Renovarse en el espíritu de nuestra mente (v. 23). Mientras los


verbos despojarse y vestirse estaban en pasado consumado, éste se halla
en el presente, lo que indica que además del rechazo del viejo y la
asunción del nuevo, en la conversión está implícita una renovación diaria
continua. Si la degradación pagana se debía a la vanidad de nuestras
mentes, entonces la justicia cristiana depende de la renovación constante
de nuestras mentes.

b. Ejemplos de conducta cristiana (25-32)


Como hemos dejado nuestra vieja naturaleza y vestido de la nueva, nuestra
conducta nueva debe ser completamente coherente con la clase de persona
que hemos llegado a ser. 

1. Desechar la mentira y hablar la verdad (v.25). El creyente debe


ser conocido como una persona honesta, confiable, cuya palabra no se
pone en duda: la razón es que los demás son nuestro prójimo a los que
debemos amar y además en la iglesia somos miembros los unos de los
otros y no podemos mentirnos, sino decir la verdad.
2. Si os airáis, no pequéis (w. 26-27). Está tomado del Sal. 4:4; en
RVR parece una orden, pero no es así ya que restringe el enojo. El uso del
condicional implica algo así como el enojo cristiano, pero cuidado porque
en el v. 31 la "ira" es una de las cosas que debemos quitar de nosotros.
Hay una ira mala y una buena, la de Dios que surge de su justicia. Cuando
se trata de enfrentarnos al mal debe haber ira santa y no transigir. No dar
lugar al diablo, porque la línea de separación entre la ira correcta e
incorrecta es muy fina y el diablo se aprovecha.

3. No hurtar, sino trabajar (v. 28). El octavo mandamiento prohíbe


el hurto, pero el apóstol va más allá de la prohibición y extrae
implicaciones positivas. Es necesario que trabaje con sus manos para
ganar su sustento y además deberá compartir con el que tiene necesidad.
En lugar de vivir de la comunidad, contribuirá a ella.

4. No utilizar la boca para el mal, sino para el bien (w.29-30). El


habla es una de las capacidades humanas que reflejan nuestra semejanza
con Dios. Así que no debemos pronunciar palabras corrompidas. Pablo
usa el término sapros (corrompida) que se utiliza en griego para hablar de
los árboles y las frutas en descomposición. Cuando se aplica al habla
sugiere algún tipo de daño en el que escucha. En lugar de ello debemos
utilizar palabras que edifiquen, es decir, para ayudar a los demás a crecer
y no dañarlos. Antes había dicho que no demos lugar al diablo y ahora que
no contristemos al Espíritu Santo.

5. Quitar todo tipo de actitud y acción desagradable (vv. 31-


32). El cristiano debe caracterizarse por una conducta semejante a la Dios
y Cristo (4:32), siendo benignos, misericordiosos y perdonadores. Por
tanto, debido a la misericordia de Dios y a sus acciones generosas hacia
nosotros, debemos ser imitadores de Dios. Así como un niño imita a sus
padres, también nosotros debemos imitar a nuestro Padre Dios, como
Jesús dijo (Mt. 5:45,48).

Conclusión. La conducta cristiana está fundada en Dios, Padre, Hijo y


Espíritu. Aunque esté separado por un nuevo capítulo y los traductores
hayan puesto el título de un nuevo epígrafe, en realidad estos versículos
forman parte de todo el argumento que comienza en 4:17 y termina en 6:9.
Como vimos en la exposición anterior, el cristiano debe comportarse de
manera diferente a como lo hacía antes de su conversión y el apóstol pone
unos ejemplos de lo que no debemos hacer. Ahora continúa dándonos
unas pautas no opcionales sobre el modo en que de debemos conducirnos
por medio del imperativo "andad". Pero primero, emplea la conjunción
causal "pues" para unir lo que va a decir con lo dicho anteriormente.

b. Andar en amor (vv.2-7).

El modelo de conducta en amor es Cristo, el cual se entregó en el sacrificio de


la cruz como ofrenda por todos nosotros. Esta autoentrega por los demás es
agradable a Dios, como olor fragante y llama la atención que el amor sacrificial
por los otros se transforma en sacrificio agradable a Dios. El tipo de conducta
que señala Pablo tiene una base teológica, es decir, está basada en Dios pues
tenemos que imitar al Padre, aprender de Cristo y no contristar al Espíritu. Al
mismo tiempo señala una perversión:

1. La corrupción del amor (v.3). Del amor genuino pasamos a lo


opuesto, la fornicación (porneia) de donde viene pornografía y a toda
inmundicia, cubriendo juntas toda clase de pecado sexual, en otras
palabras, toda relación sexual fuera del marco del amor establecido por
Dios, el matrimonio, que lógicamente es el de un hombre y una mujer,
porque la Biblia no contempla otro tipo de matrimonio. A ello une Pablo la
avaricia que en este contexto se tratadla degradación de usar el cuerpo de
otro para la propia satisfacción egoísta. Así que no sólo no debemos caer
en estas prácticas inmorales, sino ¿si siquiera deben ser objeto de
conversación como corresponde a los que forman parte del pueblo santo
de Dios. Ésta era una demanda muy alta en Asia, ya que lo común era la
inmoralidad, debido al culto a Artemisa, la Diana de los efesios, diosa de 
la fertilidad cuya adoración consistía en orgías sexuales.

2. La degradación del amor (v.4). De la inmoralidad pasamos a la


vulgaridad. Las palabras deshonestas son aquellas en que se pronuncian
obscenidades y las necedades y truhanerías aluden a las historias que se
cuentan que tienen como motivo aspectos relativos al sexo con una doblez
de sentido, es decir, para expresarlo coloquialmente, son los chistes
verdes, que como dice John Stott "es la forma más baja del ingenio".
Cuando se tiene una mente sucia se expresa mediante una conversación
sucia. Todas estas cosas no convienen, sino que por contra debe haber
acciones de gracias. El contraste entre la vulgaridad y las acciones de
gracias es que la primera se centra en nosotros y las segundas en Dios
como el antídoto apropiado a aquélla. Una es la actitud pagana y la otra la
actitud cristiana.

3. La exclusión del reino (vv..5-7). Después de denunciar las


acciones y las palabras, el apóstol pasa a mencionar a las personas que
las practican por cuanto el ejercicio es una señal de que las tales todavía
no se han despojado de su antigua manera de vivir. Las personas
inmorales  por lo general no sufrirán las consecuencias de sus actos aquí
en la tierra, pero no tendrán posibilidad de heredar en el reino de Cristo y
de Dios. Convertir la perversión sexual en un ídolo excluye de tener parte
en el reino perfecto de Dios. Los destinatarios conocían estas cosas
"sabéis esto", por tanto, nadie os engañe, es decir, les previene contra las
palabras vanas de los falsos maestros que intentaban persuadirlos de lo
contrario, una posible referencia a los maestros gnósticos que no daban
valor a lo que se hacía con el cuerpo. Cuidado con aquellos que se llaman
cristianos y que dicen hoy que si dos personas se aman y son del mismo
sexo no importa lo que hagan. La verdad es que por todas estas cosas
viene la ira de Dios sobre los desobedientes. Cierra este argumento con la
prohibición de participar en las cosas que hacen. El apóstol no está
prohibiendo la asociación con ellos, sino que prohíbe el compartir sus
prácticas porque se corre el riesgo de compartir su condenación como se
le advirtió a Lot en Sodoma.
b. Andar en luz (vv. 8-14)

El apóstol amplía lo que ha dicho antes sobre el compromiso, con las


inmoralidades de la gente pagana. Toda la porción encierra un rico simbolismo
sobre las tinieblas y la luz. La oscuridad representa ignorancia, error y maldad,
la luz representa la verdad y la rectitud, ideas que ya estaban en 4:18. Antes,
los destinatarios eran como los paganos, tinieblas, ahora son luz en el Señor
porque el cristiano no tiene luz propia, sino que la recibe de Cristo. De acuerdo
a lo que son así deben comportarse, como hijos de luz. (v.8).
1. El fruto de la luz (w.9-12). ¿Cuál es la consecuencia práctica de
ser luz? Pues dar el fruto adecuado que se presenta en una
tríada. La frase "fruto del Espíritu" que está en pocos mss. Es una
asimilación a Gá. 5:22, pero los mejores tienen "fruto de luz"
porque Pablo sigue con la metáfora. Si vivimos en bondad,
justicia y verdad comprobaremos lo que es agradable al Señor.
Pero al vivir en luz, forzosamente chocaremos con aquellos que
viven en tinieblas y en modo alguno podemos participar de lo que
hacen. Es más, nuestra actitud va en la línea de demostrar lo que
son y, por tanto, reprenderlas, quizás sin decir nada porque es
suficiente no participar como hace la luz con las tinieblas. Las
malas obras deben ser denunciadas, porque es vergonzoso
hablar de lo que ellos hacen en secreto.

2. La manifestación de la luz (vv. 13-14). Como las tinieblas


ocultan las realidades del mal, la luz las hace visibles y eso siempre es
bueno. Entonces se ve el mal tal como es. Por otro lado la luz cambia lo
que ilumina y quiere decir que los cristianos al llevar una vida recta actúan
como un freno y de alguna manera influyen en lasque hacen mal. Cierra su
argumento con una cita de Is. 60:1 arreglada, que algunos toman como
parte de un himno bautismal que recuerda nuestra conversión.

b. Andar en sabiduría (vv. 15-20).

Pablo añade una exhortación general a que nos comportemos como personas
sabias en oposición a necias o impías y lo hagamos con diligencia, es decir, es
una cuestión que debe preocuparnos y atender convenientemente. Por tanto,
hay que aprovechar el tiempo (kairós) y no malgastarlo en cosas vanas, sino
aprovechar cada oportunidad. Como sinónimos de la sabiduría y la necedad,
ahora coloca la insensatez y el entendimiento.

1. En la plenitud del Espíritu (vv.. 18-20). Primero nos presenta


nuestro deber: no embriagarnos; segundo buscar la plenitud del Espíritu y
luego describe cuatro consecuencias de esta condición espiritual,
hablando, cantando, alabando y dando gracias. Debemos notar que la
frase está en imperativo "sed llenos "y no es una propuesta sino un
mandamiento, es obligatorio y no optativo. Esta frase está en plural, o sea
va dirigida a toda la iglesia y no a unos pocos privilegiados. En tercer lugar
se halla en voz pasiva: ser llenados por el Espíritu. No es por una técnica o
por un método, sino por dejarse llenar de él. ¿Cómo? En el pasaje paralelo
de Col. 3:16, dice que la Palabra de Cristo more en abundancia en
nosotros. Obedecer la Palabra es dejarse llenar por el Espíritu. Por último,
la frase está en tiempo presente y esto es importante porque significa que
se trata de una acción continuada y no algo que sucede una sola vez. Las
consecuencias serán: la comunión fraternal, la adoración y la gratitud y si
tomamos el v. 21 el sometimiento mutuo.
Conclusión. 
Aquí termina el apóstol la parte práctica de su carta que trata de la conducta
del cristiano en general como miembro de la nueva comunidad. Después se
referirá al matrimonio y la familia. Hemos visto que el contraste entre la vida
nueva y la antigua debe ser patente si somos verdaderamente hijos de Dios,
andando en amor, luz y sabiduría llenos del Espíritu Santo.

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