¿CÓMO EL CONOCERME ME PERMITE RELACIONARME CON LOS DEMÁS?

Actualmente, la importancia de desarrollar habilidades sociales se ha hecho más notoria, y

es que al pasar de los años la estabilidad emocional se ha hecho pilar para la formación de

personas exitosas, partiendo de que al sentirse en tranquilidad con sí mismo, es mucho más

fácil relacionarse con las demás personas, permitiendo así, que la mayoría de los aspectos

personales se encuentren en armonía y así llegar a un estado de plenitud.

Según Extremera y Fernández (2004) citado en el documento guía de esta primera

actividad, la inteligencia emocional permite controlar, entender los sentimientos y aumenta

la capacidad para resolver los problemas. Pero, ¿cómo se llega a controlar y entender los

sentimientos si no es mediante un reconocimiento de sí mismo? Me explico, ¿cómo se

puede manejar un sentimiento del cuál no se logra reconocer su origen y su capacidad?

Bueno, no debe ser más que mediante procesos que permitan dimensionar el impacto de los

sentimientos en el actuar de cada quien, uno de estos procesos puede ser el

autoconocimiento que permite la identificación de estos impactos en la vida propia y a su

vez en la vida de las personas con las que se relacione, poniendo un ejemplo, al observar

una persona que mediante su lenguaje corporal manifiesta llanto, silencio prolongado o

decaimiento, se puede interpretar como alguien con sentimientos de tristeza, ya que son

signos que se han asociado al sentimiento. Este hecho, permite hacer uso de otras

herramientas como la asertividad, dando lugar a una mejor comunicación en la que la

empatía juega un papel importante, donde el expresarse y manifestar posturas no implica el

agredir o minimizar las circunstancias de la otra persona.

Por otra parte el autoconocimiento puede relacionarse con la autoestima, en la medida que

alguien se conoce no solo en sus emociones, si no en la mayoría de sus aspectos, como: sus
fortalezas y debilidades, permitiéndole, no solo conocerlas si no trabajar en ellas ya sea

para potenciarlas o corregirlas si es el caso, de este modo se es posible llegar a la

resiliencia, pero, ¿qué es la resiliencia? Según la información recopilada en el material de

formación, es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y

sobreponerse a ellas. Si alguien reconoce sus límites, sus fortalezas y además posee la

capacidad de resiliencia, lo convierte en un ser que aunque no sea capaz de todo por su

propia cuenta tenga la facultad de pedir apoyo y así sobrellevar las situaciones que se le

presenten. No es el hecho de ser autosuficiente si no, como se menciona antes, reconocer

los límites y sacar provecho para la optimización de las cualidades.

En conclusión estos procesos permiten elevar el nivel de conciencia, primero, haciendo un

proceso personal, de introspección donde el conocerse es un pilar básico que permite

alcanzar niveles altos de resiliencia, de mejora continua, haciéndole un ser dinámico y

pleno, y como segundo, saliendo de sí mismo permitiéndose así contemplar otras realidades

y en la medida de las propias capacidades ser también un apoyo para otras personas que lo

requieran, guardando la empatía, la asertividad y demás cualidades constructoras de

sociedad.