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CORPORACIÓN UNIVERSITARIA RAFAEL NUÑEZ

DERECHO CONSTITUCIONAL GENERAL

SUPREMACÍA DE LA CONSTITUCIÓN

BRAVO MONRROY LUIS ALFONSO

CASTRO AMESQUITA MAURICIO DE JESUS

LOPEZ GONZALEZ WALTER ENRIQUE

RESTREPO PATERNINA MARLON

VILORIA CAICEDO RAFAEL MANUEL

PROFESORA

DRA. MONICA HERAZO

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

DERECHO NOCTURNO

II SEMESTRE

CARTAGENA DE INDIAS

2017
INTRODUCCIÓN

Antes de entrar propiamente a desarrollar e indagar los temas establecidos en el


Capítulo V del libro Teoría Constitucional e Instituciones Políticas del autor
VLADIMIRO NARANJO MESA, realizaremos unas breves consideraciones. La
primera de ellas es, que desde la antigüedad hasta hoy, el concepto de Aristóteles
sobre qué es una Constitución, ha sido punto de referencia, pues distinguió tres
aspectos:

1. Como realidad, dado que la Constitución es la vida misma del Estado, es vital
para la existencia de la polis griega.

2. Como organización, la realidad obliga a la conducción organizada, y la


Constitución se convierte en el gobierno mismo, garantizando la vida del Estado.

3. Como lege ferenda, la Constitución debe ser objeto de estudio permanente,


para que garantice su calidad, es decir, de ser la mejor (Cfr. Calzada Padrón,
1990: 138).

El concepto de Constitución que abarca muchos aspectos, no sólo jurídicos, sino


también sociales y políticos. Se ha desarrollado, en palabras de Noción de
supremacía constitucional. Justicia y jurisdicción constitucional 373 Vergottini, “una
noción deontológica de la Constitución (en cuanto modelo ideal de organización
estatal), una noción sociológico-fenomenológica (en cuanto modo de ser del
Estado), una noción política (en cuanto organización basada sobre determinados
principios de orientación política) y, en fin, particularmente, una noción jurídica.
Esta última se identifica con el ordenamiento estatal o, de modo más estricto, con
la norma primaria sobre la que se funda tal ordenamiento” (Vergottini, 1985:131).

Las Constituciones regulan sus propias enmiendas, reformas y sustituciones, que


las harán más o menos rígidas o flexibles. Es indispensable indicar que en toda
Constitución existen las llamadas normas programáticas (o de principios) y las
denominadas normas operativas (Cfr. Petzold Pernía, 2001: 2).

Las primeras, que son aquellas dirigidas a “señalar lo que podrá o deberá disponer
en ciertas hipótesis tesis o en ciertas materias… por la consiguiente actividad
legislativa de los parlamentos futuros” (Crisafulli citado por Petzold Pernía, 2001:
2) y las segundas “que son aquellas directamente aplicables a los casos concretos
por parte del operador jurídico (juez o funcionario de la Administración Pública)”
(Petzold Pernía, Op.cit.: 2).

En síntesis no podemos hablar de una diferencia sustancial entre normas


programáticas y las operativas, ya que, tanto unas como otras podrán tener
caracteres actuales u operativos y caracteres programáticos
LA SUPREMACÍA DE LA CONSTITUCIÓN

Es un principio teórico del Derecho constitucional que postula, originalmente,


ubicar a la Constitución de un país jerárquicamente por encima de todo el
ordenamiento jurídico de ese país, considerándola como Ley Suprema del Estado
y fundamento del sistema jurídico. Según cada país los tratados
internacionales ratificados por el país que es de igual rango (rango constitucional)
o superior a las leyes e inferior a la constitución. 

NOCION DE SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL

Diversos autores han coincidido en los aspectos históricos y significantes cambios


desarrollados en el tiempo, concerniente a la supremacía constitucional,
puntualizando y/o concluyendo que la constitución es norma de norma, en este
sentido, explicamos esos aspectos de varios autores:

Hans Kelsen concebía a la Constitución como suprema por ser esta la que
fundaba a todo el sistema jurídico. La norma suprema es la que establece cómo
se deben crear todas las normas jurídicas del sistema. Para que estas puedan ser
vigentes y válidas, deben contener otro requisito también previsto por la
Constitución: señalar cuál es el órgano competente para expedirlas.
El orden jurídico, especialmente aquel cuya personificación constituye el estado,
no es por tanto, un sistema de normas coordinadas entre sí, que se hallasen, por
así decirlo, una al lado de la otra, en un mismo nivel, si no que se trate de una
verdadera jerarquía de diferentes niveles de normas.

Al ser la Constitución la norma fundante, se encuentra en la cúspide del sistema


jurídico. De la norma fundamente emana la validez de todo acto jurídico y, por
consecuencia, existe una adecuación connatural —formalmente hablando— de
dichos actos hacia ella, ya que estos se encuentran vigentes como consecuencia
de los principios de validez antes mencionados pues, de lo contrario, cualquier
norma jurídica que no cumpla con las formalidades previstas a nivel constitucional
para su creación será considerada como inválida. Por ende, la adecuación de los
actos a la Constitución, es decir, su constitucionalidad, dependerá únicamente del
cumplimiento de los procesos formales de creación normativa, pero no de la
observancia de contener y respetar principios y derechos fundamentales, o de
cualquier otro tipo de contenido material. Uno de los problemas que trae consigo
ubicar a la Constitución como única fuente generadora de todas las normas
jurídicas es determinar si solo aquellas que emanen de esta son válidas, o bien,
también aquellas que existen o pertenecen al sistema, habiendo tenido un origen
distinto —ya sea total o parcialmente— al resto de las normas 1

Como consecuencia de la visión piramidal del sistema jurídico de Kelsen, en la


cual la Constitución es la fuente de toda la estructura normativa, surgió la visión
jerárquica del Derecho. Esto es, que toda norma jurídica se encuentra inmersa en
una relación jerárquica en donde cada regla guarda un orden de prelación, tanto
de forma ascendente como descendente. Bajo este parámetro, la Constitución
encabeza la jerarquía normativa del sistema jurídico, siguiéndole en orden
aquellas normas jurídicas que, según el valor que se les haya otorgado, poseen un
rango gradualmente menor2. Si bien a partir de Kelsen el positivismo adquirió la
idea de que los sistemas jurídicos se componen de modo estructural, el concepto
de jerarquía normativa per se puede llevar a confusiones, por ser una idea —como
lo afirma Guastini— no unívoca23. En todos los sistemas jurídicos existen
múltiples formas de vinculación entre las normas, sin que haya una forma definida
y única de jerarquía. Guastini habla de cuatro tipos de jerarquías: 1) estructurales
o formales, 2) materiales, 3) lógicas y 4) axiológicas24.

1
Cfr. Riccardo Guastini, Distinguiendo, Barcelona, Gedisa, 1999, p. 376
2
Según una opinión muy difundida, los ordenamientos jurídicos son sistemas normativos: a)
provistos de una estructura jerárquica, b) en cuyo vértice figura una norma “última” y “suprema”.
Riccardo Guastini, Distinguiendo, ob. cit., p. 376
Copete Lizarralde, dice que el fundamento de la superlegalidad de la constitución
está en el reconocimiento que ella hace de los derechos de las personas,
encauzando y limitando la actividad legitima del Estado, cuyo fin es la persecución
del bien común.

Para el profesor García De Enterría, la supremacía de la constitución se


fundamenta en varias razones que él explica así “primero, porque la constitución
define el sistema de fuentes formales del derecho, de modo que solo por dictarse
conforme a lo dispuesto por la constitución una ley será válida o un reglamento
vinculante, concluyendo que es la primera norma de producción, la fuente de las
fuentes.

Mientras tanto Saa Velasco, aduce que la constitución es el más alto escalón de la
jerarquía de un sistema, y su superioridad con relación a las demás normas pasa
a ser su característica formal.se nos presenta, entonces, la constitución como la
ley suprema o fundamental, como la ley de leyes, según la acertada expresión de
Alberti, como el fundamento obligado de todas las demás normas jurídicas.

Para Bidart Campos, la supremacía constitucional apunta a la noción que la


constitución formal revestida de superlegalidad, obliga a que las normas y actos
estatales y privados se ajustan a ella. Ello envuelve – dice – una formulación del
deber ser: todo el orden jurídico – político del estado debe ser congruente o
compatible con la constitución formal.

SUPREMACÍA FORMAL Y SUPREMACÍA INFORMAL

La supremacía material significa que el orden jurídico del estado depende por
completo de la constitución, la supremacía material de la constitución resulta del
hecho de que ella organiza las competencias. En efecto, al crear las competencias
ella es necesariamente superior a los individuos - los gobernantes - que están
investidos de esas competencias. Del hecho de la supremacía material de la
constitución se derivan importantes consecuencias: a) en primer lugar, ella
asegura para todos los participantes un refuerzo de la legalidad ya que todo los
actos contrarios a esta deben ser considerados desprovistos de valor jurídico. b) la
supremacía material de la constitución se opone también a que el órgano investido
de una competencia determinada delegue su ejercicio a otra.

La supremacía formal de la constitución surge fundamentalmente, del hecho de


que sus normas han sido consagradas mediante procedimientos especiales,
diferente a los de la ley ordinaria y de que para modificar tales normas se
requieren de procedimientos especiales.
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD DE LAS LEYES

Este control puede estar a cargo de un órgano jurisdiccional, como afirma


loewenstein "el control de la constitucionalidad  es, esencialmente, control político
y cuando se impone frente a los otros detentadores del poder es en realidad una
decisión política.

CONTROL POR UN CUERPO POLITICO

Otorga el control de la constitucionalidad de las leyes a un cuerpo político se


considera por algunos conveniente ilógico, ya que su función se acomoda mejor a
la del parlamento. Sin embargo el control por un cuerpo político y más
concretamente por el propio parlamento ha sido adoptada por muchos estados
sobre todo en Europa donde la han practicado países como Bélgica, Dinamarca,
Finlandia, Holanda, aunque el modelo esencial ha sido Francia. 

CONTROL POR UN ORGANO JURISDICCIONAL

Este sistema consiste en  que un juez o tribunal es a quien corresponde el control
de la constitucionalidad de la ley. Se considera que el órgano jurisdiccional debe
ser el guardián natural de la legalidad no solo entre particulares sino también
frente al estado. El control jurisdiccional puede revestirse de diferentes formas
entre ellas se destacan el control por vía de acción y el control por vía de
excepción.

 Control por vía de acción. Consiste en que se establece un proceso contra


la ley ante un tribunal determinado al cual se le solicita examinar su validez
constitucional, esto puede tener lugar frente a un tribunal ordinario aunque
generalmente se da frente a un tribunal especial.

 Control por vía de excepción. En este sistema el proceso ya no es ofensivo


para invocar la inconstitucionalidad de la ley es necesario que esta haya
sido aplicada es decir que no interviene sino de manera incidental a
propósito de un proceso y a título de excepción presentada en una de las
partes. El objeto de la excepción no es pues la anulación sino la no
aplicación de la ley en el proceso establecido.   

CONTROL CONCENTRADO

Llamado también, Justicia Constitucional "ad doc" o "modelo europeo" nacido en


la mente brillante del austríaco Hans Kelsen, quien postuló, la existencia de un
Tribunal especial para la defensa de la Constitución, es llamado también Control
Europeo; este sistema de control se encarga a una magistratura (especial), del
fuero común, donde su labor se centra, en la correcta aplicación de la
Constitución, es un órgano de sumo interprete, es el único a nivel de una Nación
que podrá expulsar una ley declarando su inconstitucionalidad, el mismo que
tendrá efectos erga omnes; es decir; aunque no hayan participado directamente ni
indirectamente en la controversia; caso de una petición de inconstitucionalidad sus
efectos le serán alcanzados.

Las características del sistema concentrado

a) El control concentrado, está dirigido por un Tribunal colegiado especializado y


autónomo.

b) El fallo que declara la inconstitucionalidad de una ley expulsa la ley del


ordenamiento jurídico, quedando derogado dando una forma de legislación
negativa.

c) La demanda de inconstitucionalidad es planteada vía acción directa, que es


resuelto en forma genérica, por ello se dice que es erga omnes.

d) Causa efecto erga omnes, alcanzando incluso a los sujetos que no hayan
participado en la pretensión de inconstitucionalidad, de ello se reluce el carácter
vinculante (stare decisis).

e) La legitimación activa para solicitar la inconstitucionalidad de una ley, se


encuentra, condicionada a ciertos límites a tomar en cuenta respecto a los sujetos
que van a interponer la acción.

EL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD EN EUROPA

Es por demás ilustrativo, realizar una breve visión panorámica sobre el


surgimiento, desarrollo y formas de control de constitucionalidad en la historia
institucional europea, para lo cual recurrimos, entre otras fuentes consultadas, al
estudio y al pensamiento del distinguido constitucionalista francés Louis Favoreu
en su magnífica obra "Los Tribunales Constitucionales"

Durante el siglo XIX: sólo se aceptó en los sistemas políticos europeos, el control
de constitucionalidad por el propio órgano legislativo o parlamento, pues era el
órgano que investía la legitimidad de su representación democrática y expresaba
la voluntad del pueblo, del soberano, la cual se manifestaba jurídicamente a través
de la Ley.

Durante el siglo XX: Nadie podría dudar de que uno de los acontecimientos
institucionales más trascendentes de este siglo, fue la aparición y desarrollo del
control jurisdiccional de constitucionalidad y de la pertinente justicia constitucional,
a través de órganos específicos, ya se llamen Tribunal Constitucional, Consejo
Constitucional, Tribunal Supremo Constitucional, etc .
Desde sus orígenes que se remontan a 1920, la historia nos muestra claramente
tres etapas diferenciadas, aun cronológicamente y que podemos reseñar de la
siguiente manera:

1) Primera Etapa: Cuando bajo la inspiración de Hans Kelsen en su proyecto


austríaco de 1920, se constituyen tanto el Tribunal Constitucional Checoslovaco
(Constitución del 29 de febrero de 1920) y del Alto Tribunal Constitucional de
Austria (Constitución del 1º de octubre de 1920), y una década después, cuando
en la España Republicana se constituye el Tribunal de Garantías Constitucionales
(Constitución de 1931).

2) Segunda Etapa: Para ella debemos avanzar hasta la segunda postguerra


mundial y el nuevo movimiento constitucionalista que sancionan las nuevas
constituciones en diversos países. 1) El Tribunal Constitucional Italiano de la
Constitución de 1948; 2) El Tribunal Constitucional Alemán de la Ley Federal de
Bonn de 1949; 3) El Consejo Constitucional Francés de la Constitución de 1958 de
particulares connotaciones; 4) El Tribunal Constitucional Turco de la Constitución
de 1961; y 5) El Tribunal Constitucional Yugoslavo de la Constitución de 1963.

3) Tercera Etapa: Avanzando una década más, llegamos a nuevas creaciones de


Tribunales Constitucionales con motivo de la sanción de las siguientes
significativas Constituciones: 1) El Tribunal Constitucional Portugués, fruto de la
Constitución de 1976 con las modificaciones de 1982; 2) El Tribunal Constitucional
Español de la Constitución de 1978; 3) Con muy especiales particularidades, el
Tribunal Especial Superior Griego; 4) El Tribunal de 21 21 Arbitraje en Bélgica, de
1983; 5) Los Tribunales establecidos en sus pertinentes Constituciones por
Polonia en 1985; Hungría en 1989; Checoslovaquia, Rumania y Bulgaria en 1991.

EL CONTROL CONSTITUCIONAL EN COLOMBIA

El control de constitucionalidad se remota a la constitución Nacional de 1886, y se


hace especial énfasis en las reformas constitucionales 1910,1945 y 1968, desde
entonces hasta llegar a la gran reforma constitucional de 1991, que creó y puso en
cabeza de un órgano especializado la facultad de guardar la supremacía e
integridad de la Carta Política Nacional.

En un principio, con la constitución de 1886, el Presidente de la Republica 3 tenía la


facultad de objetar los proyectos de ley que el Congreso Nacional pusiera a su
consideración para efectos de sanción presidencial. De acuerdo con el artículo 87
3
No podemos perder de vista el contexto histórico y político de la Constitución de 1886. Recordemos que
fue allí donde la Republica de Colombia retomó el sistema político de poder Centralista, ya que venía de ser
un estado Federal con la constitución de 1863 (Carta Política de Rionegro)
de esa constitución, el Presidente devolvería a la cámara los proyectos de ley
objetados, para que estas promuevan segundo debate. Luego de este debate, el
presidente debía sancionar, sin reparar alguno, dichos proyectos cuando hubieren
sido aprobados por la mitad más uno de los miembros de cada cámara
parlamentaria.

Sin embargo, y muy a pesar de no mencionarlo expresamente la anterior Carta


Política, considero que las objeciones presidenciales a los proyectos de ley a que
se referían los artículos 85 a 89 ejúsdem eran por razones de inconveniencia y no
por motivos de inconstitucionalidad.

Lo anterior en vista de que el articulo 90 in fine facultó taxativamente al Gobierno


para objetar los proyectos de ley por razones de inconstitucionalidad. Este último
artículo señalaba textualmente que:

Exceptuase lo dispuesto en el artículo 88 el caso en que le proyecto fuere


objetado por inconstitucionalidad. En este caso, si las Cámaras insistieren, el
proyecto pasará a la corte suprema, para que ella, dentro de seis (6) días, decida
sobre su exequibilidad. El fallo afirmativo de la carta obliga al Presidente a
sancionar la Ley. Si fuere negativo, se archivará el proyecto

Como vemos, la corte suprema de justicia era la competente para ejercer el


control de constitucionalidad sobre los proyectos de ley objetados como contrarios
a la Constitución por el jefe ejecutivo.

Es de advertir que para ese entonces aun la Corte Suprema no tenía en su


organización interna la famosa Sala Constitucional. El control constitucional lo
ejercía, pues, la Sala Plena de esa corporación.

Ahora bien, el control de constitucionalidad que ejercía la Corte no se circunscribía


únicamente a los proyectos de ley objetados por el gobierno como
inconstitucionales, sino que tambien ejercia control sobre los proyectos de actos
legislativos objetados por el presidente en los mismos términos.

A comienzos del siglo XX en Colombia se expide la primea gran forma que en


materia de control de constitucionalidad se le imprime a la Constitución de 1886.
Nos referimos al Acto Legislativo número 03 de 1910. Este acto reformatorio
estableció en su artículo 41 que:

Decidir definitivamente sobre la exequibilidad de los actos legislativos que hayan


sido objetados como inconstitucionales por el gobierno, o sobre todas las leyes o
decretos acusados ante ella por cualquier ciudadano como inconstitucionales,
previa audiencia del Procurador General de la Nación.
Es aquí donde surge el control constitucional por vía de acción. Ello significa que
fue a partir de ese momento cuando cualquier ciudadano tenía la facultad de
demandar ante la corte cualquier norma jurídica (leyes-decretos) por ser contraria
al texto de la Carta Política de 1886. Algunos constitucionalistas 4 han afirmado,
con certeza, que éste fue el gran aporte de Colombia al derecho constitucional
moderno.

La segunda gran reforma que se hizo a la constitución de 1886, en cuanto al tema


que estamos tratando, fue el Acto Reformatorio número 01 de 1945. En él se le
asignó a la Corte Suprema de Justicia la facultad de conocer, además de las
competencias mencionadas, de las demandas por inconstitucionalidad incoadas
por los ciudadanos contra los decretos dictados por el Ejecutivo en ejercicio de las
atribuciones de que trataban los ordinales 11 y 12 del Artículo 69 y el artículo 117
de la Constitución Nacional. Es decir, ya la Corte no tenía competencia para
conocer de la inconstitucionalidad de todos los decretos del Gobierno sino
solamente de los acabados de mencionar.

CREACIÓN DE LA CORTE CONSTITUCIONAL COLOMBIANA

La Corte Constitucional fue creada por la actual Constitución Política, vigente


desde el 7 de julio de 1991. La Corte es un organismo perteneciente a la rama
judicial del Poder Público y se le confía la guarda de la integridad y supremacía de
la Carta Política. 

La gran evolución y estudio que ha tenido el tema del Control de


Constitucionalidad en Colombia se debe en gran parte a la jurisprudencia
constitucional producida por la nueva Corte Constitucional.

El Control constitucional en Colombia es un control difuso funcional: Opera como


una combinación entre los dos modelos de control: el modelo concentrado, pues
existe un órgano encargado de realizar el control a partir de la iniciativa ciudadana;
y el modelo difuso, pues en Colombia opera la excepción de inconstitucionalidad.

El control constitucional en nuestro país es democrático, ya que consagra la


acción pública para acudir a un órgano jurisdiccional para que se pronuncie sobre
la validez de una determinada disposición que se estima violatoria dela Carta
fundamental.

4
Puede mencionarse a los profesores Alfonso López Michelsen, aspectos del Control de Constitucionalidad
en Colombia: Manuel Gaona Cruz, estudios Constitucionales, y Vladimiro Naranjo Mesa, Teoría
Constitucional e Instituciones Políticas.
Nuestro modelo recoge todos los modelos clásicos de control lo que hace que sea
uno de los mejores del mundo.

Son tres controles por vía de acción:

 La acción pública de inconstitucionalidad


 La acción pública de nulidad
 La acción de tutela.

EL SISTEMA COLOMBIANO DE CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD

Vino a reforzar la constitución de 1991 con la creación de la Corte Constitucional.


A primera vista pareciera que se hubiera adoptado el sistema de control
“concentrado” pero en realidad el control sigue siendo “difuso” en el sentido de que
sigue vigente la excepción de inconstitucionalidad que puede impetrase, como se
explicó, ante cualquier autoridad judicial o incluso administrativa, así como la
intervención del Consejo de Estado en las demandas de inconstitucionalidad
contra los decretos de los cuales no conoce la Corte Constitucional.

Sus funciones, descritas en el artículo 241 de la Constitución, consisten en decidir


sobre las demandas de constitucionalidad que promuevan los ciudadanos contra
las leyes, los decretos con fuerza de ley dictados por el Gobierno y los actos
legislativos reformatorios de la Constitución; resolver sobre la constitucionalidad
de la convocatoria a un referendo o a una Asamblea Constituyente para reformar
la Constitución; decidir sobre la constitucionalidad de los referendos sobre leyes,
las consultas populares y los plebiscitos del orden nacional; ejercer el control
constitucional sobre los decretos legislativos dictados por el Gobierno al amparo
de los estados de excepción; decidir definitivamente acerca de las objeciones por
inconstitucionalidad que el Gobierno formule contra proyectos de ley y de manera
integral y previa respecto a los proyectos de ley estatutaria aprobados por el
Congreso; resolver acerca de las excusas para asistir a las citaciones realizadas
por el Congreso en los términos del artículo 137 de la Carta; decidir sobre la
exequibilidad de los tratados internacionales suscritos por el Estado colombiano y
de las leyes que los aprueben y revisar las decisiones judiciales relacionadas con
la acción de tutela de los derechos constitucionales prevista en el artículo 86 de la
Constitución. 

La Corte, como cabeza de la jurisdicción constitucional, conoce de manera


exclusiva de los asuntos de constitucionalidad cuyo análisis le confía la Carta
Política y establece, en su condición de intérprete autorizado, las reglas
jurisprudenciales sobre el alcance de las normas contenidas en la Constitución.
Según lo dispuesto en el artículo 239 de la Constitución y el artículo 44 de la Ley
270 de 1996 Estatutaria de la Administración de Justicia, la Corte Constitucional
está integrada por nueve magistrados, nombrados por el Senado de la República
para períodos individuales de ocho años de ternas designadas por el Presidente
de la República, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado.

(Artículo 239 de la Constitución Política). Corte Constitucional La Corte


Constitucional tendrá el número impar de miembros que determine la ley
(Conforme al artículo 44 de la Ley 270 de 1996 –Estatutaria de la Administración
de Justicia- La Corte Constitucional está integrada por nueve (9) Magistrados.)

Los Magistrados de la Corte Constitucional serán elegidos por el Senado de la


República para períodos individuales de ocho años, de sendas ternas que le
presenten el Presidente de la República, la Corte Suprema de Justicia y el
Consejo de Estado. (Artículo 239 de la Constitución Política y 44 de la Ley 270 de
1996.) Los Magistrados de la Corte Constitucional no podrán ser reelegidos.

Modalidades de control Constitucional en Colombia

El control de constitucionalidad en Colombia tiene diferentes modalidades que lo hacen


objeto de variadas clasificaciones, comprende mecanismos por vía de acción y por vía
de excepción, además el control puede ser previo o posterior.

No obstante lo dicho, en Colombia está instituida una autoridad jurisdiccional, la Corte


Constitucional, como principal guardián de la supremacía e integridad constitucional,
esta preceptiva se desprende del artículo 241 de la Constitución Política.

BIBLIOGRAFIA

Alexy, Robert, El concepto y la validez del derecho, 2 ed., Barcelona, Gedisa,


2004.
Alexy, Robert, Tres escritos sobre los derechos fundamentales y la teoría de los
principios, Bogotá, Ed. Universidad Externado de Colombia, 2003.

DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO, Enrique Gaviria Liévano Quinta. Edición


Editorial TEMIS 1998.

Derecho Internacional Público, MONROY CABRA, Marco. Cualquier edición.

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