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Positivismo, Neopositivismo, Postpositivismo

Waleska Perdomo Cáceres - waleskaperdomo@hotmail.com

Noviembre 2016

Introducción

El positivismo fue un movimiento que se impuso en Europa entre 1830 y 1880. Su


creador, Comte (1868) fue un defensor acérrimo de una doctrina donde la ciencia cumple
una característica fundamental: la ciencia es el único tipo de pensamiento eficaz. Lo
medible, lo observable y lo calculable de las ciencias naturales son simplemente. Es
irreductible, no negociable para esta corriente, que el espíritu humano avance en la
ciencia, asumiendo también lo metafísico. Esto no es posible, lo intangible jamás podrá
alcanzar el fondo de las cosas, pues solo lo medible en las leyes de la naturaleza es lo
reconocible.

Positivismo, Neopositivismo, Postpositivismo

La corriente positivista se inicia en los anales del siglo XIX, surgiendo para darle
legitimidad y rigurosidad al estudio científico naturalista del ser humano. Comte (1868) da
origen a una “filosofía positiva”. Esta doctrina va más allá de la ciencia, toma en cuenta la
sociedad y sus normas para reformar la sociedad, conduciéndola a una nueva etapa
positiva. Este enfoque ha recibido diversos nombres en su evolución histórica: positivismo
lógico, empirismo lógico, neopositivismo.

Siguiendo el devenir positivista, el neopositivismo surge durante el primer tercio


del siglo XX para emerger como la visión filosófica que proviene del empirismo moderno
en la experiencia del Círculo de Viena. Su característica fundamental es la reducción de
que la ciencia es como la vida común del hombre. Esto es un avance, el conocimiento
vulgar es asumido como que puede generar ciencia. Sin embargo, aun con el
Neopositivismo se depende del principio dogmático donde las realidades existentes tienen
validez si son verificables; el avance obtenido en esta postura es que las enunciaciones
lógico-matemáticas que no pueden verificarse, pero que son verdad si sus fundamentos
son verdaderos.

Los fundamentos verdaderos de la postura ontológica del postpositivismo, se


gestan hacia fines del siglo XIX y se desarrollan entre 1950 /1960. Este es el denominado
“realismo crítico”. Por lo que Arnold (2000), comenta que el concepto de realidad asumido
por el postpositivimo, varía. Se admite que la realidad solo puede ser imperfectamente
comprensible por diversas razones: la primera es que los mecanismos intelectuales
humanos son defectuosos y la segunda, que los fenómenos son inexplicables hasta cierto
punto.

Entonces, el Postpositivismo progresa en su pensamiento fudamental en que el


conocimiento humano no está basado en fundamentos sólidos e inmodificables; sino que
es conjetural. Podemos tener razones para evaluar las creencias y esas razones pueden
ser modificadas o eliminadas a luz de investigaciones posteriores.

De hecho, la transformación del paradigma positivista llega a tal punto que


grandes mentes de las ciencias, de distintas disciplinas han contribuido en su evolución tal
como Dilthey, Wundt, Brentano, Ehrenfels, James, Husserl, Weber (sociología),
Wittgenstein, Bertalanffy, Toulmin, Hanson, Kuhn, Feyerabend, Lakatos, Polanyi, Popper,
entre otros.

Referencias

Comte, A. (1868). The positive philosophy of Auguste Comte. W. Gowans.

Comte, A., & Marías, J. (2000). Discurso sobre el espíritu positivo. Alianza

Tarski, A., & Oller, C. (2015). Verdad y demostración.

Martínez, M. (2006). Validez y confiabilidad en la metodología cualitativa. Paradigma,


27(2), 07-33. Recuperado en 19 de noviembre de 2016, de
http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1011-
22512006000200002&lng=es&tlng=es
Arnold, M. (2000). Explorando caminos transilustrados más allá del neopositivismo. Cinta
de Moebio. Revista de Epistemología de Ciencias Sociales, (7).

Guba, E., & Lincoln, Y. (2002). Paradigmas en competencia en la investigación cualitativa.


Por los rincones. Antropología de métodos cualitativos en la investigación social. Sonora-
México: El Colegio de Sonora, 113-45.

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