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ALGUNOS ELEMENTOS DE TRADICIÓN INDÍGENA VISTOS

EN EL CONVENTO AGUSTINO DE HUATLATLAUCA,


PUEBLA
José Alejandro Vega Torres1

Introducción

E
n una anterior ocasión, tuve la oportunidad de hablar de la pintura mural de
Huatlatlauca2. En aquella vez, diserté sobre la presencia del nombre de Je-
sús como un elemento iconográfico investido de un poder de invocación sa-
grado. En este momento, quiero comentar una serie de elementos simbólicos que con
probabilidad tienen relación con la antigua iconografía indígena y que encontramos en
diferentes partes del convento agustino de Santa María de los Reyes de esta localidad.
Mi intención es tratar de dar una interpretación simbólica de los mismos. De esta for-
ma, me referiré a elementos tales como la presencia de chalchihuites, de un león ru-
giente con la vírgula de la palabra; como también me referiré a la presencia del color
azul maya del que, se ha comprobado su aplicación y existencia en los muros de este
edificio religioso.

Ubicación
El convento de Huatlatlauca se encuentra en el centro del Estado de Puebla localizado
en el municipio del mismo nombre, en los paralelos 18º 35’ 48” y 18º 45’ 54” de latitud
Norte, con meridianos de 97º 54’ 54” y 98º 9’ 54” de longitud Este. La región colinda
con los siguientes municipios: “…al norte con los municipios de Santo Domingo y
Huehuetlán, La Magdalena Tlautlauquiltepec y San Juan Atzompa; al sur con Santa
Catarina Tlatempan y Chigmecatitlán; al este con Molcaxac y Zacapala, y al oeste con
Teopantlán y Coatzingo” (Vid. Rosquillas Quiles, 2007).

1 Arqueólogo por la Escuela Nacional de Antropología e Historia y Maestro en historia del arte por la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Docente de la Escuela
Nacional de Antropología e Historia (ENAH). catedra77@ yahoo.com.mx
2 “La Presencia del sagrado nombre de Jesús en el convento agustino de Huatlatlauca, Puebla” Antilha
Nº3, septiembre-diciembre, 2012, pp.9-29.

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Antecedentes históricos del sitio dos durante el Posclásico Tardío ayuda-
Huatlatlauca, cuyo vocablo proviene de ron a que durante el siglo XV, los mexi-
la lengua náhuatl, quiere decir “águila cas pudieran dominar los valles y mese-
colorada” o lugar de la cabeza ro- tas centrales de Puebla (Íbid.:46). Según
ja” (Rosquillas Quiles, 1986:13); en el la relación de Quatlatlauca de 1579, es-
Códice Mendozino su toponímico está te poblado tributó a los señores de Te-
representado con la cabeza de un hom- nochtitlán importantes cargamentos de
bre con el cráneo rasurado y pintado de cal, cañas, algodón, e incluso servicio
color rojo (Íbid.:46). Para Rosquillas Qui- personal que se enviaba bajo el mando
les, Huatlatlauca se asocia con la histo- del señor principal de Huatlatlauca, cuyo
ria de los valles centrales de Puebla y nombre se registra como Ocelotzin
Tlaxcala referida en la Historia Tolteca- (Acuña, 1985:203). Es importante tam-
Chichimeca. En ésta se relata la irrup- bién mencionar que, Huatlatlauca pudo
ción de grupos chichimecas en los valles fungir como parte de un importante co-
centrales de Puebla-Tlaxcala durante el rredor comercial; cuyas evidencias se
siglo XII; los cuáles se mezclaron con nos revelan gracias a la presencia de
los grupos olmeca-xicalancas que ya an- cerámica de Cholula y de tipo mixteco
tes habían ocupado estos lugares: “La que se puede encontrar en la zona sur
llegada de los chichimecas inaugura una del sitio (Rosquillas Quiles, 1986:47).
época de grandes transformaciones étni- Hortensia Rosquillas Quiles (Ibíd.) nos
cas, políticas y territoriales, en los valles menciona que para el momento de la
de Puebla-Tlaxcala y en sus zonas limí- conquista; la región estaba dominada
trofes. Estos grupos chichimecas partici- por una avanzada mexica enclavada en
pan determinantemente en el futuro de Tepeaca, Puebla; por lo que para Cor-
Cholula, el asentamiento más importante tés, era importante conquistarla pues
de la zona, así como de los pueblos cir- constituía un corredor comercial impor-
cunvecinos” (Íbid.:13). Huatlatlauca apa- tante para esta área llamada por el con-
rece también como aliado de otros sitios quistador como Segura de la Frontera.
como Cuauhtinchan y de Totomihuacan; La autora en su texto titulado La apro-
las guerras existentes entre estos pobla- piación de la tierra en los señoríos de
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Huatlatlauca y Huhuetlán en el estado para evitar su entrada a Tepexi; Cortés
de Puebla (1520-1650); menciona un recibe a don Gonzalo, su sometimiento y
dato importante acerca de este momen- las conquistas que promete hacer en los
to de la conquista en la región aludida. sitios al sur de Tepexi” (Castillo Tejero,
Cortés inicia con sus tropas la conquis- 2004:179).
ta de otras regiones poblanas como Te-
pexi, que para 1520 Huatlatlauca estaba El periodo virreinal en Huatlatlauca
en manos de dicho señorío, algunos ca- Descrita en la Relación de Quatlatlauca
ciques como Don Gonzalo Matzatzin, de 1579, se dice que este poblado hacia
tratan de hacer alianzas con Cortés. En finales del siglo XVI; estaba constituido
el caso de Tepexi, documentos como la por cinco barrios: Santo Tomás, San Je-
Probanza de Don Gonzalo Matzatzin, rónimo, Santa María, Santiago y
menciona que dicho dirigente trató de Huehuetlán. El pueblo fue dado en en-
impedir la llegada de los conquistadores comienda al conquistador Juan de Santa
a su poblado y a cambio promete a Cor- Clara según la relación mencionada
tés la conquista de la mixteca; trato que (Acuña, op.cit:197,202). Rosquillas Qui-
es aceptado por el conquistador. Este les además; menciona que el nombre
hecho sucedió en Molcaxac poblado del encomendero fue Bernardino de
muy cercano a Huatlatlauca; además se Santa Clara, lo que difiere de la Rela-
menciona que las tropas conquistadoras ción de Quatlatlauhca. A este encomen-
pasaron por un paraje llamado “puente dero se le tributó ropa, tordillos, mantas,
de Dios” hacia Tenochtitlán, que hasta la maíz y frijol (Cf. Rosquillas Quiles,
fecha es el principal acceso a Hua- 1986.:47). La misma investigadora men-
tlatlauca (Klaus Jäcklein, citado por Hor- ciona; sin embargo, que la encomienda
tensia Rosquillas, ibíd.:31-33).De este en Huatlatlauca estuvo dividida en dos
mismo hecho nos menciona lo siguiente encomenderos. Del primero del cual no
Noemí Castillo Tejera: “En la probanza se tiene noticia de su nombre y Bernar-
se menciona que una segunda embaja- dino de Santa Clara, a la muerte de este
da de don Gonzalo de Tepexi es envia- último en 1537; pronto Huatlatlauca se
da a Cortés cuando está en Molcaxac convirtió en corregimiento (Ibíd.:42).
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Así mismo, este poblado es descrito en La fecha de construcción del conven-
otros documentos. En los Papeles de La to
Nueva España se menciona que La construcción del convento de Santa
Huatlatlauca estaba conformada por María de Los Reyes Magos; es aún in-
cinco barrios y que el sitio es un lugar de cierta y difiere entre lo propuesto por
topografía accidentada y de clima muy cronistas y autores. Rosquillas Quiles
caluroso (Vid. Del Paso y Troncoso, menciona que no se sabe cuándo los
1905, T.I:112). franciscanos, primeros en construir el
En la crónica que escribió el agustino convento, llegaron a la zona: “Des-
Fray Juan de Grijalva en cambio; se conocemos la fecha en que llegaron los
describen las partes más fértiles cerca- franciscanos a Huatlatlauca, el tiempo
nas al río Atoyac (Fray Juan de Grijalva, de su permanencia y el año en que la
1985:267). Así mismo, se hace referen- abandonaron, pero podemos suponer
cia de que el proceso misional en la zo- que todavía estaban ahí en 1566, cuan-
na comenzó antes de 1550 con la labor do llegaron los agustinos” (Rosquillas
de la orden franciscana que Grijalva Quiles, 1986:104).
menciona en su crónica (Ídem.). George Kubler por su lado, menciona
Fray José Sicardo por su lado, mencio- que la fecha en la que los agustinos to-
na lo siguiente de Huatlatlauca: maron posesión del convento puede ubi-
“También se encargó nuestra religión del carse entre los años de 1566 a 1569;
pueblo de Huatlatlauca, que había sido pero se reporta actividad constructiva de
administrado de los padres franciscanos, 1560 a 1570, Kubler agrega: “En 1571,
y es del obispado de Puebla, de donde no se había construido ningún estableci-
dista 12 leguas hacia la parte sur, la tie- miento pero ya había frailes residentes
rra es muy seca por estar fundado el en 1581” (Kubler, 1983:68, 616). Fray
pueblo sobre peña, pero son sus vertien- José Sicardo, de acuerdo a las observa-
tes las más fértiles para sembrados y ciones de esta crónica por Hortensia
frutales” (Sicardo, 1966:210). Rosquillas, refiere que el convento estu-
vo, con probabilidad, construido para
1580 fecha en la que: “Se determinó dar
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voto a las casas de Zacualpan y de les que hablaban algunas lenguas indí-
Huatlatlauca para las elecciones Provin- genas como el otomí y el náhuatl; ellos
ciales y Definidores, y respecto de estar son fray Agustín Aguilar de Salmanqués,
hecha mención del convento de de quien ya se ha hablado y quien ma-
Huatlatlauca” (Sicardo, op.cit:256). Co- nejara ambas lenguas indígenas, tam-
mo dato adicional de la fecha en la que bién menciona a fray Juan Medina quien
este convento pudo comenzar su exis- llega a Huatlatlauca en 1599; otros frai-
tencia y función, dice Hortensia Rosqui- les como Francisco de San Miguel y fray
llas que existe en el mismo convento un Juan Manuel quienes comenta la estu-
documento en el que se nombra a Fray diosa, hablaban solamente náhuatl
Agustín Aguilar de Salmanqués como (Rosquillas Quiles, 1986:107-108).
fundador del convento; evento que suce-
dió en el año de 1567 y que pudiera Descripción del convento de Santa
marcar el inicio de la vida monástica en María de Los Santos Reyes,
manos agustinas (Rosquillas Quiles, Huatlatlauca
1986:16). Se sabe poco de las activida- La única descripción que del conjunto
des que los frailes desempeñaban en el conventual de Huatlatlauhca se halla he-
lugar; en los Papeles de la Nueva Espa- cho; es la elaborada por Gurría Lacroix
ña se menciona que residían en el con- en 1962 para el Boletín del INAH; en él
vento sólo dos frailes y que administra- dice lo siguiente:
ban los sacramentos tanto en “lengua “...Domina al pueblo el convento
mexicana”; como en algunos casos en fundado por franciscanos y adminis-
otomí (Del Paso y Troncoso, op.cit:204). trado posteriormente por agustinos
También se sabe poco de los nombres [...] La iglesia de buenas proporcio-
de los frailes que estuvieron evangeli- nes presenta una portada que es sin
zando en Huatlatlauca; sin embargo, duda alguna del siglo XVI. El primer
Rosquillas Quiles menciona en su citada cuerpo de gran sencillez con dos
investigación, La apropiación de la tierra columnas de cada lado que sostie-
en los señoríos de Huatlatlauca y nen una gran cornisa. El segundo,
Huhuetlán, los nombres de algunos frai- de influencia mudéjar tiene un alfiz

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en cuyo encuadramiento hay tres ar-
cos trilobulados. La torre, también
mudéjar, es similar a la de Actopan.
Hacia el lado izquierdo se encuentra
la capilla abierta, cuyo arco está aho-
ra cegado. Del lado derecho se en-
cuentra la portería. El templo es de
una sola nave, con techumbre plana,
sostenida por enormes vigas de ma-
dera, todas bellamente labradas y po-
licromadas… El claustro presenta
ocho series de arcos de medio punto,
hechos de cantería y en el centro un
brocal de pozo...” (Gurría Lacroix,
1962:3-4).
Sin embargo, considero necesario abun- Fig.1. Fachada del convento de
Huatlatlauca. Foto: Alejandro Vega.
dar más en la descripción de este con-
junto conventual (Fig.1). Este conjunto
está enmarcado por una barda perime- cuentran capillas posas y la cruz atrial

tral que conforma los límites de su atrio. ha desaparecido.

Las medidas de esta barda son de 50 m. La fachada principal que se ubica al

por cada lado. Cabe destacar que la bar- Oeste presenta diseños muy sencillos.

da, modificada al gusto del siglo XVIII, El primer cuerpo está constituido por co-

está formada por arcos invertidos y no lumnas pareadas con sus predelas y

presenta el almenado de otros conven- fustes lisos. Un arco de medio punto,

tos; sin embargo, pienso que estos re- decorado con los santos nombres de

mates existieron pues en la esquina no- Jesús y de María se inscriben en la en-

roeste del atrio están los vestigios de trada principal de la iglesia. El segundo

almenas pequeñas que alguna vez pu- cuerpo, soportado por una cornisa denti-

dieron coronar estas bardas. No se en- culada, lo conforma un alfiz cuyo perí-

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metro lo adornan algunos diseños fito- sentó una espadaña (Estrada de Gerle-
morfos que parecen flores de diversos ro, 1986b:626). La iglesia es de una so-
pétalos; de cuyo centro surge una vaina la nave la cual mide 46 m. de largo. Su
en forma de gancho, elementos de los ábside de forma cuadrada, orientada al
cuales hablaremos posteriormente. En este, tiene las dimensiones de 7 m.
este segundo cuerpo se encuentran tres aproximadamente por cada lado. La na-
arcos lobulados, los cuales presentan ve está techada con vigas de las cuales,
ciertas arquivoltas y lo que parecen po- las del sotocoro, están labradas con ele-
mas isabelinas; así mismo, cabe desta- mentos pasionarios, ángeles, letras y
car que Estrada de Gerlero piensa que elementos fitomorfos de posible factura
en esta parte, justo a nivel de coro, exis- indígena (Reyes Valerio, 2000:239).
tió la capilla abierta que ella llama de El convento ubicado al sur, está presidi-
Loggia (Vid. Estrada de Gerlero, do por una portería la cual posee cuatro
1986a:628). Así mismo, se encuentran arcos que la vestibulan. El claustro, de
sosteniendo estos arcos un par de co- dos niveles, está techado con viguería,
lumnas abalaustradas adornadas con cada corredor mide aproximadamente
hojas de acanto y otras dos cuyo fuste 16 m.; está flanqueado por cuatro arcos
es retorcido. de cada lado y al centro, entre los mis-
La portada la conforman en general ele- mos, a manera de entradas, un quinto
mentos arquitectónicos clásicos; sin em- arco de menor tamaño; que permiten el
bargo, la fachada no tiene un estilo ar- acceso al pozo y a los parterres o jardi-
quitectónico en particular. Quiero desta- neras. Las columnas de cada arquería
car que a mi parecer la torre del campa- son achaparradas y robustas; miden
nario, ubicada en la porción sur, me pa- aproximadamente 1.11 m. desde la base
rece muy posterior y fue adosada de hasta el capitel de las mismas. Algunas
manera descuidada; el trazo de la torre de las columnas tienen labrados en sus
se inclina sobre la nave y se pueden ob- bases follaje parecido a las hojas de
servar diferencias en el uso de los mate- acanto. Los fustes de las columnas pre-
riales constructivos. Me parece que esta sentan molduras a manera de anillos;
iglesia, acorde con su austeridad, pre- así mismo encontré restos de estuco y
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pintura roja en ellas. En el centro del grande de cal para su convento; el total
claustro bajo aún se encuentra el pozo utilizado en este convento fue de 22 to-
que abastecía al convento. La pintura neladas (Ibíd.: 378, cuadro VIII).
mural de este sitio consta de una serie El claustro alto se conforma por cuatro
de santos y mártires que ahí están re- andadores techados con vigas. Los mu-
presentados; Rosquillas Quiles ha podi- rales de este sitio son los más afectados
do identificar a varios de estos persona- por la acción de la humedad, la intempe-
jes; entre ellos a Santa Mónica, San Ni- rie y el vandalismo. Cuenta con 8 celdas
colás Tolentino, San Guillermo, así co- de diversas dimensiones; de lo anterior
mo a otros mártires que solo aparecen se debe tomar en cuenta que el claustro
en la iconografía de este convento: San funcionó como centro educativo lo que
Rústico, San Rodato, San Columbano, puede explicar la diversidad de dimen-
San Bonifacio y San Severo (Rosquillas siones de los mismos. Reyes Valerio
Quiles, 1997:49). Importante es mencio- pudo identificar el ciclo pictórico que en
nar que toda esta “flor santa” es presidi- general pertenece a la pasión de Cristo
da por un patrocinio de San Agustín; qui- (Ibíd.:462); podemos ver como el ciclo
zá la fuente de inspiración de este mural comienza en el corredor sur del claustro
fue un grabado contemporáneo que se alto, se inicia con la oración del huerto,
encuentra en el libro de Alonso de la Ve- la flagelación, Ecce Homo, camino al
racruz, editado en 1557, llamado De la calvario y finalmente la crucifixión. Los
Física. La pintura mural de esta sección corredores están rematados por una se-
es la mejor conservada. El total de me- rie de grutescos que representan el san-
tros cuadrados pintados en este conven- to nombre de Cristo sostenido en forma
to, según Rosquillas Quiles, es de 400 de panoplia por unos personajes tenan-
m2 (Reyes Valerio, op.cit:380, cuadro tes; es posible reconocer elementos
IX.); aunque Reyes Valerio calculó que abalaustrados a manera de guardapol-
la superficie pintada es de 419 m2, una vos. Otros temas intercalados a la pa-
cantidad no muy diferente a la calculada sión de Cristo; son una Thebaida y una
por Rosquillas. Los constructores de representación en el muro norte de este
Huatlatlauca no utilizaron una cantidad claustro, que representa a un triunfo de
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la muerte. fitomorfos aludidos quizá puedan estar
refiriéndose a una flor nativa de nombre
Una flor de honor en la fachada prin- Oceloxóchitl (flor de tigre) representada
cipal también en los muros del convento de
Hemos comentado anteriormente que en Malinalco; Estado de México, usada pa-
el segundo cuerpo, se encuentran algu- ra elaborar coronas y guirnaldas honorí-
nos diseños fitomorfos que parecen flo- ficas en tiempos prehispánicos (Vid.
res de diversos pétalos; de cuyo centro White Olascoga, 2005:82-83). La identifi-
surge una vaina en forma de gancho cación hasta ahora es una proposición;
(Fig.2). Estas flores de posible factura sin embargo, aún habrá que investigar la
indígena se asemejan a los elementos importancia de esta flor en la región, si
vegetales que se encuentran en la base se cultivó en la zona o en su caso si fue
de la escultura del dios Xochipilli que se traída de otras partes.
encuentra en el Museo Nacional de An-
tropología de la ciudad de México; pro- El chalchihuite y el león rugiente
bablemente se traten de la flor llamada En diversos templos del siglo XVI se han
“Flor del tigre” (Tigridia pavonia). Según encontrado elementos de la tradición
Laura White Olascoaga, los elementos plástica indígena; los cuales son ya nu-

Fig.2. Posible representación de la


flor de tigre. Foto: Alejandro Vega.

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merosos. En el caso de Huatlatlauca se las cuales brotan la sangre del salvador
han podido reconocer algunos de ellos. (Fig.3). Al respecto Pablo Escalante ha
En la nave de la iglesia de este conjunto investigado a profundidad este tema; el
conventual se encuentra un hermoso chalchihuite desde tiempos prehispáni-
artesonado labrado en madera; todo el cos representaba lo precioso, lo bello, lo
perímetro de la techumbre de la nave valioso:
está circunscrito por el cordón francis- La pluma, especialmente la de quet-
cano y entre las enormes vigas que sos- zal, y la cuenta de jade […] el chal-
tienen al mismo; se encuentran unos pa- chihuite, fueron los símbolos más
neles labrados con distintos elementos. utilizados por las culturas del México
Vemos entre ellos a motivos vegetales, Antiguo para referirse a lo valioso y
la tiara papal, personajes antropomorfos estimado […] Su presencia en los
a manera de niños o puttis parecidos a códices es una señal inequívoca de
los que aparecen en los grutescos de riqueza y poder; aparecen en los to-
diversas pinturas murales de distintos cados, en el vestido, en tapetes y
conventos. Llama nuestra atención dos
representaciones que se encuentran en
este artesonado; me refiero a la repre-
sentación de un escudo franciscano y a
un león que rugiente emite lo que parece
una vírgula de palabra a la manera indí-
gena.
El escudo franciscano que se encuentra
en la nave de la iglesia; se muestra ya
con una formula que los artistas indíge-
nas utilizaron para representarlo; se tra-
ta del escudo en cuya tarja aparece, la
llaga central de la que emergen tres cla- Fig.3. Escudo franciscano con Chalchihui-
tes. Nave principal. Foto: Alejandro Vega.
vos y a los lados, sustituyen a las cuatro
llagas restantes, cuatro chalchihuites de
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muebles, y también en la arquitectu- sangre sacrificial que se comparó en
ra: con mucha frecuencia un friso tiempos coloniales con la derramada por
con círculos concéntricos decora las Cristo:
fachadas de los palacios… Además de su uso metafórico para
(Escalante, 2002:71). indicar gran estimación y valor de
Lo vemos también representado en los una cosa, el chalchihuite, la cuenta
murales teotihuacanos o bien en Templo de jade, tiene un significado primario
Mayor de la ciudad de México; concreta- más específico; representa para las
mente en los Templos Rojos, norte y culturas indígenas de Mesoamérica,
sur, o bien en la etapa uno del Templo el líquido sagrado…ya aparece rela-
Mayor en donde observamos círculos cionado indistintamente relacionado
concéntricos de color negro representa- con el agua y la sangre sacrificial…
do en sus muros. En códices aparece Numerosas representaciones de las
asociado a edificios, tal y como en diver- cinco llagas de Cristo reemplazaron
sas viñetas del códice Florentino o bien la herida con forma de ranura o elip-
en el códice Osuna; distinguiendo no só- sis por el chalchihuite… (Ibíd.:72-
lo la importancia de los edificios sino co- 73).
locándolos como edificios preciosos y El otro elemento que nos compete es la
sagrados. En este caso, en el del escu- representación del León que también se
do franciscano de Huatlatlauca; los chal- encuentra labrado en los paneles del
chihuites en el lugar de las llagas de artesonado de la nave de Huatlatlauca
Cristo, designan lo precioso del líquido (Fig.4). En ellos podemos observar a un
que derramo en su martirio, su sangre, felino que ostenta una melena; sin em-
que es preciosa y por ella salvó al mun- bargo, de sus fauces sale una especie
do. Estos escudos también podemos de gran coma; que en tiempos prehispá-
verlos en conventos como el de Huexot- nicos representa el habla o bien la emi-
zingo o bien en las capillas pozas de sión de sonido. Como se sabe, la ima-
Calpan; ambos en Puebla. Recordemos gen del Léon fue ampliamente comenta-
que desde tiempos prehispánicos el da en diversos bestiarios de la época
chalchihuite ya designaba el agua o la medieval; muchos de ellos basados en
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comentarios tanto de Aristóteles y de hasta que el padre, en el tercer día,
Plinio el Viejo; como de Orígenes le da calor con su aliento […]
(Charbonneau Lassay, 1997:38). Desde De tal manera lo reanima […]
la época clásica y luego transmitida al Así ocurrió con Jesucristo […]
Medioevo, se pensaba que los cacho- (Guillermo de Normandía; citado por
rros del Léon nacían muertos y que sólo Charbonneau, Ibíd.:39).
el padre al rugir poderosamente podría Esta idea del León que resucita a sus
traer a la vida a los cachorros hasta el cachorros con su rugir al tercer día y
tercer día; esto trajo consigo la analogía que fue comparado con Cristo, fue se-
de la muerte y resurrección de Cristo guido y comentado por San Epifanio,
que ya Guillermo de Normandía descri- San Anselmo, San Yves de Chartres,
be en su Bestiario Divino: San Brunon de Asti, San Isidoro; entre
…Cuando la leona pare otros (Ídem.).
su cría cae a tierra, muerta; Louis Reau por su lado, comenta que
para vivir no tendrá más fuerza también el León, además de ser el sím-
bolo de la resurrección por excelencia,
es también el símbolo de la encarnación
(Vid, Reau, 1996). Pero también es
símbolo de la doble naturaleza de Jesús
como de la vigilancia (Vid. Charbon-
neau, ibíd.:40-41). En nuestro caso, el
León de Huatlatlauca representa al León
que resucita a su hijos con su llamado,
es la alegoría a la vez del hijo de Dios
resucitado al tercer día; en este caso,
este León fue representado por los artis-
tas indígenas de Huatlatlauca con vírgu-
Fig.4. León con vírgulas de la Palabra. Nave
las muy notorias, utilizando un elemento
principal. Foto: Alejandro Vega.
de su repertorio cultural para así referir
el rugir del León-Cristo; al respecto dice
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el evangelio de san Juan: ya, muy usual desde tiempos prehispá-
“Porque ésta es la voluntad de mi Pa- nicos en los muros de este convento. El
dre: que todo aquél que ve al Hijo y azul maya es posible verlo en los mura-
cree en él; tenga vida eterna, y yo les; por ejemplo, de Cacaxtla, en los
mismo lo resucitaré en el día fi- cuales incluso se ha visto un uso de di-
nal” (Juan, 6:40). ferentes tipos o gradaciones de azul
(Vid. Chiari; Giustetto y Carson, 2008).
El azul de lo precioso En sus incansables estudios sobre el
Otro aspecto fundamental a destacar es pigmento azul maya, el maestro Reyes
la producción de pintura mural que con- Valerio, menciona que con seguridad
tiene el convento de Huatlatlauca. Como estos murales fueron hechos al fresco y
mencioné anteriormente, las pinturas que encontró la aplicación del azul maya
mejor conservadas son las del claustro en los murales del convento; datos que
bajo que representa en lo general a san- confirmó el químico Manuel Sánchez del
tos mártires y ermitaños, incluso algunos Río: “En el convento, primero francis-
de ellos pertenecientes a la primitiva cano y luego tomado por los agustinos
iglesia cristiana como es el caso del mi- en Huatlatlauhca, hay uno de los ejem-
sionero irlandés; san Columbano, activo plos casi, casi completos de la pintura
en el siglo VI. Sin embargo; las pinturas mural del siglo XVI, con azul maya des-
del claustro alto, aunque muy deteriora- de luego” (Reyes Valerio; citado por
das, son las que llaman nuestra aten- Sánchez del Río, 2008:57).
ción. En este claustro encontramos dos
pinturas que representan la primera, una Los indígenas ante la muerte
Tebaida (Fig.5), la segunda un triunfo de En el claustro alto, en el muro noreste,
la muerte. En ambas encontramos un encontramos un mural que representa el
aspecto fundamental; en ellas encontra- triunfo de la muerte (Fig.6). En este ve-
mos la preponderancia del uso de un mos la representación de 33 personajes
color azul muy notorio; gracias a los es- que representan a papas, reyes, empe-
tudios de Constantino Reyes Valerio, radores, frailes e indígenas. La composi-
pudo detectar el uso del color azul ma- ción comienza con una muerte de gran-
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Fig. 5. Thebaida. Claustro alto. Fragmento en el que reconocemos el
uso del azul maya. Foto: Alejandro Vega.

des dimensiones, la cual tiene un arco y con una especie de trenzado al frente.
su flecha; la muerte caza a los distintos Los indígenas aquí representados son
personajes de la sociedad novohispana; muy parecidos estilísticamente a los que
comenzando con los estamentos socia- se encuentran en el códice Florentino.
les más elevados, papas, reyes, conti- Sabemos que este tema, se representó
nua con los frailes y personajes civiles ampliamente durante la Edad Media y
vestidos a la usanza de la época de Feli- que precisamente contenía como tema
pe II; terminando con mujeres y hombres moral la omnipresencia y triunfo de la
indígenas los cuales llevan sus ropas, muerte ante la vanalidad del poder hu-
en el caso de los hombres indígenas, mano: “Apareció en Francia entre los
combinados con la indumentaria occi- siglos XIV y XV, en la Danse Macabre
dental; como es la camisa con lechugui- recordada en los versos de Jean La
lla con la tilma. Las mujeres portan su Fevre de 1376 […] La danza macabra
huipil y el peinado femenino indígena es una representación especialmente
tradicional que es el cabello recogido pictórica, en la que se ha distinguido
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desde el siglo XIV, grandes artistas ale- detectado por la arqueóloga Brenda
manes como Durero, Alfred Rethel y so- Chávez Molotla en los “hombres o puttis
bre todo Hans Holbein […]” (Rosquillas, tenates” del claustro alto de Huatlatlau-
2006:15). Sin embargo, en el caso de ca: La tradición pictórica imperante en
este convento, este triunfo se contextua- nuestra área de estudio a la llegada de
liza en sus propios términos al incluirse los españoles fue la Mixteca-Puebla, la
la figura del indígena como parte de esta cual Pablo Escalante Gonzalbo define
composición. como una tradición estilística e iconográ-
Otro aspecto importante en la identifica- fica mesoamericana del Posclásico, que
ción de elementos indígenas hasta aquí se extendió por las zonas centro y sur
enumerados; es la presencia de lo que del estado de Puebla (de Huejotzingo a
Pablo Escalante Gonzalbo llama el Tehuacán), el actual estado de Tlaxcala,
“Mixteca-Puebla”; estilo que también es las Mixtecas (Costa, Sierra y Baja) y el

Fig. 6 La muerte cazadora. Claustro alto. En este fragmento observamos


el uso del azul Maya en el fondo del mural. Foto: Alejandro Vega.

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Valle de Oaxaca y en áreas como el Va- bien se sabía que existía la presencia de
lle de México (Escalante 2010:48; citado la plástica indígena en este convento; no
por Chávez Molotla, 2013). se había enumerado esos posibles ele-
La arqueóloga Chávez Molotla ha identi- mentos que hasta aquí he podido co-
ficado un rasgo esencial en el estilo mentar. Con estos ejemplos es posible
“Mixteca-Puebla” que es la representa- decir que el sincretismo que existió en
ción de la oreja “tipo hongo” que se idén- este y otros conventos del país fue po-
tica en la representación de orejas de deroso y deliberado; más allá de la ima-
los mencionados grutescos de Huatla- gen tradicional de la destrucción de la
tlauca: raíz indígena pensada como fragmenta-
Entre los rasgos diagnósticos para de- ria. Al respecto, Pablo Escalante Gon-
tectar la presencia de esta tradición en zalbo ha explorado estas similitudes en-
las representaciones humanas, el autor tre las ideas religiosas del mundo
propone la oreja en forma esquemática prehispánico como el del colonizador
similar al corte transversal de un hongo cristiano. Estas similitudes, para Esca-
(Escalante Gonzalbo, 2010:50; citado lante, fueron provocadas e incluso bus-
por Chávez Molotla, 2013). Este rasgo cadas por los frailes en el proceso de
fue identificado en los putti del grutesco generar una mejor y eficiente cristianiza-
de Huejotzingo, muestro aquí también ción de los indígenas. En su texto Cristo,
un putti del convento de Huatlataluhca, su sangre y los indios; el autor menciona
Puebla, con la oreja hongo y algunos que los frailes buscaban equivalentes de
ejemplos de este rasgo en códices todo tipo e incluso también semejanzas
prehispánicos para ilustrar la similitud en lingüísticas que refieran a diversas ana-
la representación de la oreja (Ibíd.:40- logías en estructuras de pensamiento
41). que tuvieron su reflejo en la cultura ma-
terial que se estaba gestando: “Cuando
Conclusiones los frailes tradujeron al náhuatl las Sa-
Como hemos visto hasta el momento gradas Escrituras, emplearon metáforas
son varios los elementos de tradición y recursos literarios que eran comunes
indígenas presentes en Huatlatlauca. Si en la lengua indígena y al hacerlo intro-
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dujeron en el discurso de la evangeliza- Universidad Nacional Autónoma de
ción algunos símbolos propios de la cos- México. México.
movisión mesoamericana” (Escalante
2002:72). De esta forma, en el caso del Castillo Tejero, Noemí
convento de Huatlatlauca, vemos los 2004 “Tepexi el viejo, Puebla. Un seño-
elementos de tradición de la plástica in- río popoloca del posclásico en las
dígena ampliamente integrados al dis- fuentes y la arqueología” en Ho-
curso total del convento. De esta forma menaje a Jaime Litvak King. Insti-
hemos encontrado estos elementos tan- tuto Nacional de Antropología e
to en la nave, portada principal o bien en Historia-Instituto de Investigacio-
la paleta cromática de sus murales; a la nes Antropológicas. Colección
vista de todos y sin esconderse. Estoy Científica Nº 458. México. Pp. 173
consciente de que estos elementos enu- -194.
merados son apenas una muestra de lo
mucho que puede existir en este con- Charbonneau Lassay, L.
vento y sus capillas aledañas. Hoy es 1997 El bestiario de Cristo. El Simbolis-
posible decir; que en Huatlatlauca existió mo animal en la antigüedad y la
la presencia de la plástica tanto de los Edad Media. Vol. I. Sophia Peren-
grupos del centro de México cómo tam- nis. España.
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