Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
GRUPO 16
Samanta Guzmán
Cintia Salvador
Julieta Proboste
Agustín Otondo
Prehistoria y antigüedad
Las complejas situaciones de supervivencia que debieron afrontar las primeras
sociedades humanas ha llevado a pensar que las personas con discapacidad
eran abandonadas o muertas por ser consideradas una carga durante los
traslados de campamento en busca de presas o mejores tierras, o cuando era
necesario huir de los desastres naturales.
Modernidad
La Revolución Francesa –que comenzó en 1789- estuvo influenciada por las
obras de pensadores de la Ilustración, quienes llevaron a la sociedad a
examinar la vida y el mundo con base en la experiencia humana. Como
resultado las personas con discapacidad comenzaron a ser vistas como
responsabilidad pública en la naciente sociedad industrial. Ya no eran
concebidas como “diferentes” sino que de acuerdo a los ideales de Libertad,
Igualdad y Fraternidad se empezó a pensar en la posibilidad de que
pudieran llevar una vida “normal” si se le proporcionaban los medios
adecuados.
Situación Comunicacional
Al comunicarnos con personas con discapacidad, debemos tener en cuenta
que antes que nada son seres humanos que merecen todo el respeto y
consideración al igual que otros y que por poseer rasgos diferentes a los
nuestros no nos vamos a dirigir a ellos de manera despectivas, haciéndoles
sentir menos que nosotros, por ello debemos considerar algunas actitudes ante
personas con discapacidades y por tal razón, tomaremos en cuenta algunas
sugerencias practicas tales como:
• Utilizar la expresión "personas con discapacidad", en lugar de discapacitado.
• Considerar cuidadosamente las palabras utilizadas para describir o
caracterizar a las personas con discapacidad, evitando palabras despectivas o
frases peyorativas.
• No destacar la discapacidad de una persona, o no ser que sea, pertinente o
tema central de la información. Debe prevalecer su condición de persona sobre
la circunstancia de discapacidad. Si debemos informar sobre sus limitaciones,
al que resaltar al tiempo sus cualidades y capacidades.
• Cuando nos presentan a una persona con discapacidad normalizar el
saludo, si es un niño hacerlo como cualquier otro, si es un adulto saludarle
como hacemos con otra persona habitualmente. No es necesario hacer nada
especial. A veces en nuestro empeño de ser cercano elevamos la voz a
personas ciegas al hablarles, abrazamos prolongadamente a personas con
discapacidad intelectual. Las normalidades de trato es la mejor regla.
• No ponerse nerviosos si en una conversación se utilizan expresiones que
parezcan tener que ver con la discapacidad como, por ejemplo, "nos vemos
luego", "vamos corriendo", son expresiones corrientes que utiliza todo el mundo
y que, normalmente, no molesta a las personas con discapacidad.
2- REPERCUSIONES DE LA SORDERA EN LAS FUNCIONES
SENSORIALES Y MOTORAS
Los resultados de los estudios realizados hasta ahora con sordos profundos
prelocutivos, con escaso dominio de la lengua oral y/o lengua de señas
(semilingüe), muestran menor amplitud y diversidad en el juego simbólico,
reflejan retraso en el acceso a las operaciones lógicas complejas, menor
habilidad en la representación mental de la realidad, en la formalización del
pensamiento, en la formulación de hipótesis, en la planificación de estrategias,
en la abstracción y en la memoria verbal. Señalan, asimismo, importantes
dificultades académicas y un pobre nivel lector. Esta última afirmación está
enmarcada en la falta de estimulación temprana y la implementación tardía o
nula de la lengua de señas desde los primeros estadios del desarrollo
cognitivo.
Las personas sordas referidas rinden igual que los oyentes cuando se hallan en
niveles superficiales de procesamiento, cuando existe suficiente referencia a
los elementos físicos concretos. Se muestran menos eficaces, cuando se exige
un alto nivel de procesamiento de la información, cuando la tarea consiste en
descubrir conceptos o relaciones, manejo de material no significativo, y cuando
se requiere mayor abstracción y formalización. Todo esto tiene estrecha
relación con la ausencia, desde temprana edad, de medios accesibles de
información, adaptados a sus necesidades lingüísticas.
¿Por qué experimentan estas dificultades?, ¿cómo podrían revertirse? Nos
encontramos con tres explicaciones fundamentales:
Las dificultades que encuentran los niños sordos se deben al uso parcial o
ausente de su lengua natural, la lengua de señas, y de la lectoescritura del
español, los que actúan de mediadores simbólicos adecuados para una
correcta manipulación mental. La posesión de una lengua pobre, parcializada,
origina importantes inconvenientes: le impide comunicarse con precisión, le
dificulta de apropiarse del pensamiento de los demás, y le entorpece la
representación mental de la realidad, la formalización del pensamiento y el
acceso al pensamiento hipotético. El empobrecimiento comunicativo–lingüístico
por la falta de acceso a la lengua de señas y a la alfabetización en español,
termina por ocasionar serias dificultades de aprendizaje y por no facilitar
suficientemente determinados procesos mentales.