Miguel Angel Aldhair Alvarez Guido

Resumen de Nietzsche

Nietzsche trata de realizar un recorrido por el origen de las palabras como “bueno” y “malo”,
explica que en un comienzo, las acciones no egoístas eran alabadas y llamadas buenas por
aquellos a quienes resultaban útiles, pero luego, ese origen de alabanza se olvidó, y tales
acciones egoístas, por efecto del hábito, se seguían alabando como buenas. Para
Nietzsche, esta teoría no corresponde con la realidad, fueron los buenos los nobles, los
poderosos, los hombres de posición superior quienes se sintieron y se valoraron a sí
mismos, y obraban como “buenos” en contraposición a todo lo bajo, vulgar y plebeyo.
El origen de la antítesis “bueno-malo” nace de esa distinción entre la nobleza como especie
superior en relación con una especie inferior. Incluso el origen del lenguaje sería una
exteriorización del poder de los que dominan y que solían decir: “esto es esto y aquello”, es
decir, que lo que dicen es tomado como lo bueno.

El filósofo encuentra que las designaciones de “bueno” en diversas lenguas tienen idéntica
metamorfosis conceptual, en todas partes, lo noble, lo aristocrático, son conceptos básicos
a partir del cual se desarrolló por necesidad el término “bueno” en un sentido de
“anímicamente noble” o de índole elevada. Incluso en el alemán schlecht ​(malo) es idéntica
a ​schlicht ​(simple), es decir, en su origen designaba al hombre simple, vulgar, pero no como
alguien a quien evitar, sino solamente como contraposición al noble.
Esa palabra se convierte en el distintivo de la aristocracia,se convierte en una delimitación
frente al ​mentiroso hombre vulgar. En el gaélico encuentra que el término fin es distintivo de
la aristocracia, que podría significar “bueno”, noble, puro, siendo su origen “cabeza rubia”,
en contraposición a los habitantes primitivos de piel morena y cabellos negros.
En cuanto al latín ​bonus ​(bueno), Nietzsche lo trata como “guerrero”, eso si es que puede
derivar ​bonus de ​duonus (bellum=duellum=duen-lum)​. ​Bonus sería el varón de la disputa,
de la división: el guerrero. Justamente era aquello que constituía en la Antigua Roma la
“bondad” de un varón. Incluso rastrea que en la palabra alemana ​gut hay cierta relación con
lo divino, como en ​den Göttlichen.

Además, la casta suprema solía ser también la casta sacerdotal, y aquí es donde empiezan
a contraponerse los términos “puro” e “impuro” como distintivos estamentales, y es también
aquí, donde más tarde se desarrollan lo “bueno” y “malo” ya no en un sentido estamental.
El puro es el hombre que se lava, que se abstiene del consumo de ciertos alimentos que
pueden enfermarle, que no se acuesta con mujeres sucias de pueblo bajo.
Nietzsche menciona a los judíos, pueblo sacerdotal, quienes se atrevieron a invertir la
identificación aristocrática de los valores (bueno-noble-poderoso-bello-feliz-amado de Dios),
ellos mantenían con odio esa inversión, expresaban que “los miserables son los buenos; los
pobres,los impotentes, los bajos son los únicos buenos; los que sufren, los indigentes, los
enfermos,los deformes, son los únicos piadosos y los únicos benditos de Dios”, dice que
con los judíos comienza ​la mortal rebelión de los esclavos.​ El filósofo expresa que los
señores están liquidados y que la moral vulgar ha vencido, todo se judaiza o se aplebeya.
Para Nietzsche, esa moral comienza cuando el resentimiento se vuelve creador y engendra
valores. Toda moral noble nace de un ​sí triunfador dicho a sí mismo, la de los esclavos dice
no a un “fuera”, a un “otro” a un “no yo”. La moral de los esclavos necesita de un mundo
opuesto y externo, necesita de estímulos exteriores para actuar, es decir, que su acción es
reacción.

Es el noble quien concibe el concepto “bueno” de un modo previo y espontáneo, lo concibe

a base de sí mismo y a partir de él se forma una idea de lo “malo”. Lo “malo” tiene origen
noble, lo “malvado “ proviene del odio no saciado, es decir, mientras que el primero tiene
origen posterior a partir de lo “bueno” en el noble, lo segundo tiene comienzo original. El
malvado es el noble, pero visto desde el ojo venenoso del resentimiento.

Nietzsche va a escribir más adelante, en el parágrafo 12, que se la ha perdido miedo al

hombre, y al hacerlo, se ha perdido también el amor a él, el respeto y la esperanza en él,
todos se han cansado del hombre. A todo esto lo llama nihilismo. Y es que los valores no
son de los esclavos, sino de los aristócratas, lo que busca Nietzsche es negar los valores
del cristianismo, apartarnos de esos valores y recuperar los verdaderos.