Sei sulla pagina 1di 646

2006

Universidad de la República | Facultad de Medicina


Departamento de Bacteriología y Virología
Instituto de Higiene

ISBN 9974-31-194-2
Sumario > Temas de
Bacteriología y
Sección I. Aspectos generales
Biología viral
Morfología y estructura bacteriana
Fisiología y metabolismo bacteriano
Genética bacteriana
Métodos de estudio de bacterias y virus. Métodos diagnósticos
Inmunidad contra los agentes infecciosos
Virología Médica
Interacciones huésped-parásito. Flora normal
Sección II. Principales procesos infecciosos

Bacteriología y Virología Médica


Infecciones de piel y tejidos blandos
Infecciones respiratorias
Gastroenteritis 2da edición corregida
Infección urinaria
Bacteriemias, sepsis y endocarditis
Infecciones del sistema nervioso central
Infecciones de transmisión sexual
Infecciones hospitalarias
Sección III. Etiopatogenia microbiológica
Género Staphylococcus
Géneros Streptococcus y Enterococcus
Principales grupos de bacilos y cocos gramnegativos exigentes
Principales grupos de bacilos gramnegativos no exigentes
Principales grupos de bacilos grampositivos aerobios

Departamento de Bacteriología y Virología


Bacterias anaerobias
Mycobacterias
Chlamydia, Mycoplasma y Rickettsia
Leptospira
Virus respiratorios > Temas de
Retrovirus y VIH

Instituto de Higiene
Virus de las hepatitis
Enterovirus
Agentes virales de gastroenteritis. Rotavirus
Herpesvirus
Agentes de infecciones emergentes, Hantavirus, dengue, BSE
Sección IV. Control de poblaciones microbianas
Inmunoprofilaxis Vacunas
Esterilización, desinfección y antisepsia
Principales grupos de antibióticos
Principales mecanismos de resistencia antibiótica
Métodos de estudio de la sensibilidad antibiótica
Antivirales Universidad de la República
Facultad de Medicina
2006
Universidad de la República | Facultad de Medicina
Departamento de Bacteriología y Virología
Instituto de Higiene

ISBN 9974-31-194-2
Sumario > Temas de
Bacteriología y
Sección I. Aspectos generales
Biología viral
Morfología y estructura bacteriana
Fisiología y metabolismo bacteriano
Genética bacteriana
Métodos de estudio de bacterias y virus. Métodos diagnósticos
Inmunidad contra los agentes infecciosos
Virología Médica
Interacciones huésped-parásito. Flora normal
Sección II. Principales procesos infecciosos

Bacteriología y Virología Médica


Infecciones de piel y tejidos blandos
Infecciones respiratorias
Gastroenteritis 2da edición corregida
Infección urinaria
Bacteriemias, sepsis y endocarditis
Infecciones del sistema nervioso central
Infecciones de transmisión sexual
Infecciones hospitalarias
Sección III. Etiopatogenia microbiológica
Género Staphylococcus
Géneros Streptococcus y Enterococcus
Principales grupos de bacilos y cocos gramnegativos exigentes
Principales grupos de bacilos gramnegativos no exigentes
Principales grupos de bacilos grampositivos aerobios

Departamento de Bacteriología y Virología


Bacterias anaerobias
Mycobacterias
Chlamydia, Mycoplasma y Rickettsia
Leptospira
Virus respiratorios > Temas de
Retrovirus y VIH

Instituto de Higiene
Virus de las hepatitis
Enterovirus
Agentes virales de gastroenteritis. Rotavirus
Herpesvirus
Agentes de infecciones emergentes, Hantavirus, dengue, BSE
Sección IV. Control de poblaciones microbianas
Inmunoprofilaxis Vacunas
Esterilización, desinfección y antisepsia
Principales grupos de antibióticos
Principales mecanismos de resistencia antibiótica
Métodos de estudio de la sensibilidad antibiótica
Antivirales Universidad de la República
Facultad de Medicina
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 9

SECCIÓN I
Aspectos generales

1. Biología viral

2. Morfología y estructura bacteriana

3. Fisiología y metabolismo bacteriano

4. Genética bacteriana

5. Métodos de estudio de bacterias y virus. Métodos diagnósticos

6. Mecanismos defensivos del huésped contra los agentes infecciosos

7. Interacciones huésped parásito. Flora normal

>>
10 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 11
Página 11

1 Biología viral
Juan R. Arbiza

Introducción
Hasta fines del siglo XIX se había avanzado en la etiología de muchas enfermedades infecciosas,
sin embargo, quedaban muchas enfermedades en el hombre, animales y plantas en las cuales
no se identificaba un microorganismo causal. En el siglo XX se descubrieron los virus como
causantes de enfermedades infecciosas para las cuales no se había encontrado una bacteria, un
hongo o un protozoario como responsable. Fue el desarrollo de nuevas técnicas como los cul-
tivos celulares, el avance en la microscopía y el advenimiento, a fines del siglo XX, de técnicas
de biología molecular que han permitido aislar e identificar los virus; además han permitido
un avance extraordinario en el conocimiento molecular de la biología de los mismos.
Sin embargo, los virólogos tienen un doble desafío para el futuro: controlar los virus que
ya se conocen, para los cuales no existen fármacos o vacunas efectivas hasta el momento y;
aislar, identificar, caracterizar y controlar los virus emergentes o reemergentes (virus de la
inmunodeficiencia humana, Ebola, Hantavirus, etc.).

Características generales
Las primeras características que diferenciaron a los virus de otros microorganismos fueron:
el tamaño, estimado por su capacidad de atravesar filtros que retienen a las bacterias y la
incapacidad para reproducirse en medios biológicos inertes como medios de cultivo para
bacterias, requiriendo para su propagación de animales o cultivos celulares. Hoy se sabe que
estas características no alcanzan para diferenciar a los virus de otros agentes biológicos, dado
que existen bacterias cuyo tamaño puede ser similar al de los virus más grandes y algunas
bacterias como Chlamydias y Rickettsias, son parásitos intracelulares obligatorios.
La organización y composición de las partículas virales ofrecen características que los
diferencia de otros microorganismos. Los virus poseen un solo tipo de ácido nucleico de
pequeño tamaño con respecto a otros agentes biológicos, rodeado por una cáscara o cápside
formada por numerosas copias de una proteína o de un número limitado de ellas. Algunos
grupos de virus presentan por fuera de la cápside una envoltura lipídica de origen celular en
la que se insertan glicoproteínas. No presentan sistemas enzimáticos propios, por lo tanto no
son capaces de replicarse por sí solos y requieren de células animales, vegetales o bacterias
para cumplir su ciclo de reproducción; esto define su parasitismo celular obligatorio.
Este tipo de reproducción particular que tienen los virus, es la característica que justifica
su lugar en la escala biológica. A diferencia de las células, en el momento de su multiplicación,
12 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

los virus no aumentan de tamaño para su posterior división, por el contrario, ls partícula viral
se desintegra y luego se sintetizan cada uno de sus componentes que se reúnen por ensamblaje.
Esta forma de multiplicación en la cual se producen réplicas del virus progenitor, es conocida
con el nombre de replicación viral y se diferencia del proceso de división celular usado por
células procariotas y eucariotas.
Se pueden citar dos definiciones de virus. La primera propuesta por Lwoff (1957): “en-
tidad estrictamente celular y potencialmente patogénica con una fase infecciosa. Posee un
solo tipo de ácido nucleico, es incapaz de crecer y reproducirse por fisión binaria y carecen de
enzimas para producir energía”. La segunda, pertenece a Luria y Darnell (1967): “los virus son
entidades cuyo genoma se replica dentro de células vivas usando su maquinaria de síntesis.
Esto determina la formación de elementos especializados que permiten la transferencia del
genoma viral a otras células”.

VIROIDES
Son virus simples constituidos por ácido ribonucleico (ARN) circular de muy bajo peso
molecular, sin cápside protectora. Producen enfermedades hasta el momento conocidos
exclusivamente en plantas.

PROVIRUS
El genoma viral se puede integrar al genoma celular por un proceso de recombinación genética,
directamente en los virus ácido desoxirribonucleico (ADN) o previa transcripción inversa en
los virus ARN. El genoma viral integrado al celular recibe el nombre de provirus.

PRIONES
Ciertos agentes causantes de afecciones degenerativas del sistema nervioso central del hombre,
han sido clasificados como virus no convencionales, dado que no ha sido posible determinar
una estructura similar a virus en el material infectante, ni el tipo de ácido nucleico de dichos
agentes. Son extremadamente resistentes a sustancias que inactivan los virus comunes. Al-
gunos han propuesto que corresponderían a viroides patógenos del hombre.
Los priones han sido descritos en los últimos años como causantes de muchas enfermedades
del sistema nervioso comentadas anteriormente, principalmente el scrapie en el ganado ovino
y la encefalopatía espongiforme bovina (BSE) o comúnmente conocida como síndrome de la
“vaca loca”. En el hombre serían los agentes relacionados con la enfermedad de Creutzfeld-
Jacob y Kuru. Son estructuralmente más simples que los virus y están formados solo por
proteínas. Cuando se descubrieron, parecía que se podía producir una gran revolución en el
conocimiento de la biología, porque la idea de que una proteína pudiera autorreplicarse sería
opuesta al dogma central de que la información genética es transmitida desde el ácido nucleico
a la proteína. El hallazgo de los priones y el avance en el conocimiento de su biología podrán
dilucidar muchas enfermedades aún sin resolver. Muchas son las investigaciones que se realizan
en estos momentos y las hipótesis propuestas para explicar la biología y permanencia de estas
proteínas extremadamente resistentes a sustancias que inactivan a los virus comunes.

Morfología y estructura de los virus


TAMAÑO Y FORMA
Existe gran variedad de tamaño y forma de los virus hasta hoy estudiados. Se puede obser-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 13

var un tamaño entre 28 nm en los virus más pequeños denominados picornavirus (pico de
pequeño) hasta 300 nm en los virus más grandes que se conocen como son los poxvirus (ver
figura 1).
La forma también es muy variada, pudiéndose observar formas icosahédricas o helicoidales
en virus que no tiene envoltura por fuera de la cápside, hasta formas esféricas, filamentosa
o pleomórficas en los virus con envoltura o muy complejos como el virus de la rabia (ver
figuras 2 y 6).

ESTRUCTURA
Como ya se mencionó la estructura de un virus está basada en su simplicidad, a pesar de esto
existe cierta diversidad que es usada para la clasificación de estos microorganismos.

Virus desnudos
La estructura de los virus más simples está compuesta por un solo tipo de ácido nucleico
(ADN o ARN) rodeado de una cáscara proteica que se denomina cápside (del griego capsa
que significa caja). De la reunión de las subunidades proteicas codificadas por el genoma
viral, que se ensamblan según principios geométricos, se forman diferentes tipos de simetrías
(icosahédrica o helicoidal). (Ver figura 2 y 3b) Esta estructura básica de ácido nucleico y
cápside recibe el nombre de nucleocápside y constituye en los virus desnudos la partícula
viral completa o virus. Esta se diferencia del término virión que es usado para las partículas
virales o virus potencialmente infecciosas.
Cuando se observa al microscopio electrónico una cápside viral, pueden observarse es-

E. coli
Poxvirus

Rhabdovirus

Herpesvirus

Adenovirus

Parvovirus

1000 nm Fig. 1
Figura 1.
14 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

A- Icosahedro desnudo Figura 2.


B.
Helicoidal
desnudo

C. Icosahedro envuelto

nucleocápside

nucleocápside

protómeros (proteína)
capsómeros (proteína)
D. Helicoidal ácido nucleico
envuelto espículas (glicoproteínas)
envoltorio (proteínas y
lípidos)

tructuras morfológicas denominadas capsómeros que resultan de la unión por enlaces de las
subunidades proteicas. La forma de distribución de los capsómeros así como el número de
ellos depende de cada tipo de virus.

Virus envueltos
La estructura de las partículas virales de los virus denominados envueltos, está formada
además de la nucleocápside por una envoltura de origen celular que la rodea (ver figuras 2 y
3a). Dicha envoltura se obtiene en el proceso de liberación por gemación (brotamiento) como
se esquematiza en la figura 4. En ésta se insertan glicoproteínas de origen viral que reciben
el nombre de espículas o glicoproteínas de superficie y que tienen un papel importante de
reconocimiento de receptores específicos de la superficie celular, en el paso inicial de relación
con la célula huésped para la multiplicación viral.

Ácidos nucleicos
El ácido nucleico que lleva la información genética y que constituye el genoma viral puede
tener varias formas. Como ya se mencionó, una partícula viral tiene en su estructura un solo
tipo de ácido nucleico (ADN o ARN), pero la forma de estos puede ser de doble o simple
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 15

Figura 3.

a)

b)

cadena, segmentado o no, circular o lineal, determinando una gran diversidad de utilidad en
la taxonomía viral (ver figura 5).
En la figura 6 se representa un cuadro con los principales virus animales, con sus diferentes
estructuras (con envoltura o sin ella, con simetría helicoidal o icosahédrica) y la composición
del ácido nucleico. Estas dos características se combinan de diferentes maneras para deter-
minar varios grupos de virus.

Multiplicación viral
Una partícula viral puede encontrarse en dos estados: activa o inactiva. Para demostrar el
estado inactivo basta incluir una suspensión de virus en un medio de cultivo y observar que
son incapaces de cumplir actividades metabólicas necesarias para su multiplicación. Se deduce
de ello, que los virus carecen como ya se mencionó anteriormente de maquinaria enzimática
que les permita autorreplicarse, aún cuando se les brinde nutrientes que serían adecuados
para la propagación de las bacterias más exigentes.
Pero si una partícula viral es incorporada a células vivas sensibles, se comporta en forma
activa y por lo tanto tomará el comando de la maquinaria enzimática de la célula huésped,
logrando así su replicación.
16 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Virion Figura 4.

Proteína
Membrana vírica
Plasmática

Nucleocápside

Figura 5.
RNA DNA
a)
Simple cadena

a) b)
Simple cadena
Doble cadena
b)
Doble cadena

c) c)
Doble cadena
fragmentado
Circular
(simple y doble cadena)

La multiplicación de los virus animales, vegetales y bacteriófagos es similar en sus prin-


cipios pero, cada una de ellas tiene sus particularidades. Esto se basa principalmente en las
diferencias entre las células que infectan.
El desarrollo del conocimiento sobre la multiplicación de los virus animales ha sido posible
por el uso (en el laboratorio) de muchos sistemas de aislamiento de virus en los cuales se
puede estudiar el proceso de multiplicación viral. En un principio fueron animales y huevos
embrionados los sistemas más usados, pero actualmente se han sustituido por cultivos celu-
lares que ha favorecido el conocimiento de las etapas de la multiplicación viral. Existe gran
variedad de cultivos de células, cultivos primarios o líneas celulares que pueden ser subculti-
vadas indefinidamente. Dichas líneas se asemejan mucho a las células transformadas debido
a su gran potencial de crecimiento y a su aneuploidía. Habitualmente se las usa para aislar
virus, pero no se recomiendan para la producción de vacunas virales humanas, dado que los
virus propagados en esas líneas pueden adquirir características genéticas oncogénicas. Los
cultivos primarios resultan de la dispersión de células diploides de un tejido, por digestión
enzimática de la sustancia intercelular; también son poco recomendadas para la producción
de vacunas, ya que pueden tener virus latentes propios de la especie de la que provienen.
Los embriones de gallina y sus anexos siguen siendo muy usados porque ofrecen diferentes
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 17

DESNUDOS
ENVUELTOS

tipos celulares a los que se puede llegar por diferentes vías (intraamniótica, intraalantoidea,
en saco de yema, etc.).

INFECCIÓN VIRAL
La infección viral puede ser productiva o, en oposición abortiva. Esta última cumple un ciclo
incompleto en el que no se forman partículas virales infecciosas.
Una infección productiva culmina con la generación de una progenie viral infecciosa;
este proceso requiere una serie de pasos o etapas que son diferentes en los distintos tipos de
virus. Las etapas fundamentales de la infección viral son: adsorción, penetración, denudación,
eclipse, replicación, maduración y liberación.

Adsorción
Intervienen muchos factores. En principio existe una atracción por fuerzas iónicas. A pH neu-
tro, los virus y las células tienen cargas negativas, por lo tanto son necesarios iones positivos;
18 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 7.

a) Fusión b) Viropexis

Cell Cell

dicho requerimiento lo cumple los iones de magnesio. Otro factor importante en esta etapa
es la interacción de sitios específicos de la partícula viral con receptores celulares específicos.
Esto determina la especificidad de algunos virus para crecer en células de origen específico;
por ejemplo: el virus de la poliomielitis solo puede crecer en células humanas y de primates.
Otros virus presentan estructuras en su superficie que les permiten cumplir con esta etapa
de forma muy especializada. Estas son glicoproteínas que reconocen receptores celulares
específicos. Hoy se pueden aislar esos elementos como complejos virus y célula.
Luego de adsorbidos a una célula, los virus pueden ser recuperados conservando sus
caracteres de partícula libre potencialmente infectante. Los poliovirus pueden ser separados
de las células con soluciones salinas a altas concentraciones o con detergentes; los mixovirus
(virus de la gripe) que usan también una estructura especializada, se separan de las células
huéspedes por acción de la neuraminidasa.

Penetración
La penetración de los virus una vez adsorbidos, puede realizarse de diferentes maneras, por:
viropexis, penetración o fusión (ver figura 7).

Viropexis
Es un proceso de fagocitosis, en el que se produce una invaginación de la membrana plasmática;
así el virus queda englobado en una vesícula dentro del citoplasma celular. Es el mecanismo
más común de penetración de los virus.

Penetración
En algunos virus, la penetración acontece por simple cruce de la membrana plasmática; así
la partícula viral queda directamente incluida en el citoplasma.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 19

Fusión
Otro tipo de penetración se da por fusión de la envoltura viral con la membrana plasmática.
También en este caso el virus es directamente incorporado al citoplasma.

Denudación y eclipse
En esta etapa el virus se desintegra, dejando libre su ácido nucleico que comanda su propia
replicación, además de la síntesis de las proteínas necesarias para integrar nuevas partículas.
La manera en la que un virus pierde la cápside y su envoltura (si la tiene), es característico
de cada grupo viral. En los poliovirus parece existir una integración con los constituyentes
celulares tales como los receptores. En otros virus como los poxvirus y los reovirus el proceso
es más complejo. Los poxvirus pierden parte de su envoltura en las vacuolas fagocíticas,
mientras que un ARN mensajero (ARNm) es sintetizado por una transcriptasa que termina
con la producción de una enzima nueva que completa la denudación. Los reovirus penetran
en los lisosomas donde las enzimas proteolíticas eliminan la cápside y promueven la trans-
cripción del genoma.
Los fenómenos descritos (adsorción, penetración y denudación) finalizan con la desin-
tegración de las partículas virales, pero no siempre el proceso progresa hasta la replicación
viral. Si interrumpimos el ciclo en esta etapa llamada eclipse, el ácido nucleico liberado de
sus envolturas puede recobrarse por disrupción de la célula huésped, pero habría perdido su
capacidad de infectar (algunos autores opinan que aún puede recobrarse intacto). Si el pro-
ceso normal continúa, comienza la replicación del ácido nucleico y la síntesis de las proteínas
estructurales y no estructurales necesarias para la producción de virus.

Replicación del ácido nucleico


La replicación es un fenómeno muy heterogéneo porque existe mucha variedad de ácidos
nucleicos de origen viral; se recordará que los hay de ADN y de ARN de una o dos hebras,
segmentados o no, etc. Siempre el genoma viral es el elemento capaz de gobernar su auto-
rreplicación y de trasmitir la información estructural y funcional a la progenie resultante de
una infección. No obstante la diversidad señalada, en la replicación intervienen elementos
comunes que vale la pena destacar tales como la formación de un ARNm capaz de traducir
en el ribosoma celular las proteínas codificadas por el genoma viral. Además, sea cual sea el
ácido nucleico, siempre se diferencian dos conjuntos de genes, los precoces y los tardíos. Los
primeros serían los encargados de codificar proteínas necesarias para la copia de la molécula
de ácido nucleico y, los tardíos serían los encargados de codificar las proteínas estructurales
y las proteínas para el ensamblaje.
La replicación puede producirse en el núcleo o en el citoplasma de la célula, eso dependerá
del tipo de ácido nucleico que constituye el genoma viral. Los virus que contienen ARN se
replican en el citoplasma, mientras que los que tienen ADN se replican en el núcleo; excepto
el virus de la viruela que, aunque son virus ADN, su replicación se realiza en el citoplasma.
Los virus ADN sintetizan por medio de una polimerasa, ARNm que pasa al citoplasma
donde se producirá la síntesis proteica; de estas proteínas algunas tienen funciones estruc-
turales y formarán los capsómeros que al unirse entre sí constituirán la cápside. Otras pro-
teínas tendrán funciones enzimáticas, de polímeros y se introducirán en el ácido nucleico
promoviendo la replicación del ADN viral. El tipo de replicación es semiconservadora y los
intermediarios replicativos, serán lineales o cíclicos dependiendo si la molécula de ADN es
lineal o cíclica respectivamente.
Como ejemplo de virus ADN podemos citar al grupo de los herpesvirus, quienes pierden la
20 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

cápside en el citoplasma y penetran al núcleo iniciando la replicación del ácido nucleico. Hay
síntesis de ARNm inducidos por el virus, enzimas relacionadas a la síntesis y fragmentación
del ADN. Los pasos biosintéticos descritos pueden relacionarse con el desarrollo de cuerpos
de inclusión nucleares y la formación de partículas virales.
Los virus ARN tienen un interés especial por la diversidad de formas de replicación que
presentan; esto depende de que el ARN pueda actuar como mensajero, denominado de po-
laridad positiva. De lo contrario, al ARN que posea la secuencia de bases complementarias
a las del ARNm se le denomina de polaridad negativa.
Cuando consideramos un ARN con polaridad positiva, éste actúa como mensajero
entrando en el ribosoma celular e iniciando una traducción de polimerasas, necesarias para
iniciar la replicación del ácido nucleico. Luego actuará la parte tardía del ARN traduciendo
proteínas para la formación de la cápside y ensamblaje de la partícula viral. Un ejemplo de
este tipo de replicación son los poliovirus, que tienen como genoma un ARN de hebra única
con ácido poliadenílico en un extremo. Dicho ácido sirve inicialmente como molécula de
ARNm para la síntesis de replicasa de ARN, produciéndose el intermediario replicativo de
ARN, útil para la síntesis de moléculas de ARN virales de los descendientes. La replicación
del ARN viral es independiente de las síntesis de ADN de la célula huésped.
Por el contrario, si el ARN es de polaridad negativa, la molécula no tiene función mensajera
y por lo tanto sintetiza una molécula complementaria a la original con función mensajera,
que entra al ribosoma. En este grupo de virus aparece un nuevo concepto en la estructura
viral porque, para sintetizar una copia se necesita una transcriptasa ARN dependiente que
no se encuentra en las células. Por consiguiente, en estos virus además del genoma y las
proteínas estructurales, son sintetizadas otras proteínas que luego serán incorporadas a la
partícula viral.

Maduración y liberación
Hay virus cuya única cubierta es la cápside, virus desnudos, en oposición a los que poseen
envoltura por fuera de la cápside, virus envueltos. Es conveniente considerarlos por separado
en esta etapa, que es la finalización de la formación de una progenie viral.
Para los virus desnudos, el fenómeno de maduración consiste en la unión de los capsó-
meros para formar la cápside y la posterior unión de esta con el genoma. Parece existir una
diferencia en la maduración de este grupo de virus dependiendo si el ácido nucleico del
genoma es ADN o ARN. Para los primeros, la síntesis del ADN se realiza con anticipación
a la aparición de los elementos estructurales, mientras que para los segundos, se ha demos-
trado con aminoácidos radioactivos que las cadenas polipeptídicas se reúnen rápidamente
en capsómeros y éstos en cápside. Además se destaca que existe concordancia con la síntesis
de la molécula de ARN.
La liberación en este grupo de virus depende mucho del tipo de virus y de las caracte-
rísticas de la célula huésped. Los poliovirus son liberados rápidamente de las células HeLa o
HEp-2; dicha liberación se realiza por rotura de vacuolas superficiales. En los virus ADN que
maduran en el núcleo, el tiempo de liberación es mayor que en el ejemplo anterior, porque
la liberación se produce por autolisis celular.
En los virus con envoltura, la maduración es más compleja (ver figura 4). Además de
la unión del ácido nucleico con la cápside, el virus debe rodearse de la envoltura. Luego de
haberse formado la cáspide, la partícula se aproxima a la membrana plasmática y se produce
la evaginación de la membrana y luego el desprendimiento del brote. El brotamiento puede
ser explicado por relación entre las proteínas de la membrana plasmática y la nucleocápsi-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 21

de. Generalmente, la liberación de la partícula se produce al finalizar el brotamiento de la


membrana celular.

ALTERACIONES CELULARES PRODUCIDAS POR INFECCIÓN VIRAL


Las células pueden responder de diferentes formas ante una infección viral: sin alteración
aparente; con efecto citopático, es decir muerte de la célula por lisis celular e hiperplasia,
como en los poxvirus o; solo con hiperplasia, como en la transformación viral en células
malignas.

Efecto citopático
El efecto citopático consiste en alteraciones morfológicas de las células, que resultan en la
muerte celular. Este efecto es diferente dependiendo el tipo de virus. En cultivos infectados
con adenovirus, las células se redondean y se agrupan como un racimo de uvas. En cambio,
las células infectadas con poliovirus también se redondean pero se retraen y se lisan liberan-
do muchos virus. El virus sincicial respiratorio, produce fusión de las membranas celulares,
originando grandes sincicios.

Cuerpos de inclusión
Los cuerpos de inclusión son acúmulos intracelualres de material nuevo. Algunos se producen
por acumulación de viriones o de subunidades virales no reunidas. Estos cuerpos de inclusión
pueden romper la estructura celular o cambiar la función y producir la muerte celular. Otros
corpúsculos pueden desarrollarse en lugares donde existe síntesis viral, pero no tienen viriones
detectables; por ejemplo los corpúsculos eosinófilos intranucleares en las células infectadas
por virus del herpes simple.

Transformación celular
Algunos virus son productores de tumores o de leucemia. Pueden presentar muchos efectos
en las células: estimulación de la síntesis de ADN celular (virus del polioma); alteraciones
de la superficie evidenciadas por especificidades antigénicas nuevas (distintas de aquellas
pertenecientes a las subunidades de los viriones); aberraciones cromosómicas y alteraciones
del crecimiento celular. Este cambio de una célula normal a una maligna, ha sido llamado
transformación.

Bibliografía
• Davis B, Dulbecco R, Ginsberg H. Microbiologia. San Pablo, Brasil Harper and Row, 3ra ed. 1985.
• Fields B, Knipe D. Virology. New York. Raven Press,2nd ed.. 1990.
• Joklik WK, Willett HP, Amos DB, Wilgert CM. editores, Zinsser Microbiología. 20ª ed. BsAs. Panamericana;
1994.
22 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 23
Página 23

2 Morfología y
estructura bacteriana
M. Pírez, M. Mota

Introducción e importancia del tema

En las últimas décadas se han hecho importantes avances en el estudio de la ultraestructura


bacteriana, lográndose una identificación bioquímica de muchas fracciones subcelulares; estos
avances han permitido ubicar a las bacterias en el reino Procaryotae.
El conocimiento de las diferentes estructuras y composición ha permitido comprender
como muchas bacterias se relacionan con el hombre, ya sea como integrantes de la flora
normal o como agresoras para el mismo.
El descubrimiento de que muchas estructuras bacterianas bien identificadas son inmu-
nógenos importantes, permitió el desarrollo de vacunas que han sido verdaderos avances en
la medicina de los últimos años. Ejemplo de ello son las vacunas contra microorganismos
causantes de meningoencefalitis supurada como Haemophilus influenzae tipo b y Neisseria
meningitidis (meningococo) A, B y C.
El conocimiento de la composición bioquímica de las diferentes estructuras bacterianas,
junto al conocimiento del metabolismo bacteriano, permite hoy la comprensión del mecanismo
de acción de los diferentes antibióticos.
Recientemente, los avances de la genética bacteriana hicieron posible el desarrollo de
técnicas de biología molecular con aplicaciones a nivel de la investigación científica y el
diagnóstico.
La observación al microscopio óptico con distintas coloraciones y de los cultivos bacte-
rianos, tienen un rol importante en la identificación de las bacterias y su ubicación taxonó-
mica.

Definición y ubicación taxonómica


Las bacterias son microorganismos unicelulares que se reproducen por fisión binaria. La ma-
yoría son de vida libre, a excepción de algunas que son de vida intracelular obligada, como
Chlamydias y Rickettsias. Tienen los mecanismos productores de energía y el material genético
necesarios para su desarrollo y crecimiento.
Las bacterias integran el reino procariota (pro de primitivo y cariota de núcleo).
Todos los organismos vivos se pueden dividir en dos tipos celulares: eucariotas y procario-
tas. Tienen estructuras en común como la membrana celular, los ribosomas encargados de la
síntesis proteica y el ácido desoxirribonucleico (ADN) portador de la información genética.
24 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Los organismos multicelulares, animales y plantas, están constituidos por células eucariotas
(eu de verdadero). Los protistas, los hongos y las algas que se organizan de forma unicelular,
multicelular o en colonias (como los protistas), también poseen células eucariotas.
Dentro de este esquema, las bacterias son microorganismos unicelulares procariotas. En
este reino, según criterios evolutivos, diferenciamos el grupo de las eubacterias y el de las
arqueobacterias. Este último comprende bacterias sin peptidoglicano como las anaerobias que
viven en condiciones ácidas calientes, las que viven en condiciones salinas y las que reducen
el anhídrido carbónico (CO2) a metano. Por lo tanto éstas viven en las profundidades del
mar, en las aguas saladas y en las fuentes ácidas. Las eubacterias, en cambio, viven en el sue-
lo, el agua y los organismos vivos; entre ellas se encuentran las bacterias de interés médico,
las bacterias verdes fotosintetizadoras, las cianobacterias o algas verdeazules y las bacterias
púrpuras fotosintetizadoras. A continuación nos referiremos a las eubacterias simplemente
como bacterias.
Como característica principal, los procariotas no poseen compartimientos intracelulares
delimitados por membranas, por lo que carecen de membrana nuclear, a diferencia de los
eucariotas. También es importante destacar que el ADN procariota es circular y cerrado,
mientras que el eucariota se organiza en cromosomas individuales y se asocia a proteínas de
tipo histonas. Las bacterias poseen una pared celular compuesta por peptidoglicano (a ex-
cepción de los Mycoplasmas) mientras que las células eucariotas no tienen este tipo de pared
(la pared celular de los vegetales es de celulosa). La reproducción en los eucariotas puede
ser tanto sexuada como asexuada, mientras que los procariotas se reproducen por división
simple (forma asexuada). El tamaño de la célula eucariota es mayor que el de la procariota.
Los procariotas no poseen citoesqueleto, a diferencia de los eucariotas. Otra diferencia es la
presencia de fimbrias o pilis en las bacterias. Los procariotas pueden poseer flagelos, mien-
tras que los de los eucariotas si los poseen, éstos tienen una estructura más compleja. Por
último mencionar que mientras las células eucariotas se reproducen por mitosis, las células
procariotas lo hacen por fisión binaria. En dicho proceso la célula crece, se forma un tabique
y finalmente se desprenden dos células nuevas. En este proceso se produce también la repli-
cación del ADN, de forma que las células hijas contienen cada una un duplicado idéntico
del genoma de la progenitora.

TAMAÑO
El tamaño de las bacterias oscila entre las 0.5 y 3 µm, pudiendo llegar en algunos tipos a 10
µm. Las bacterias de interés médico tienen un tamaño entre 0.4 y 2 µm. Solo son visibles
entonces, al microscopio óptico o microscopio electrónico. Para observarlas con el microscopio
óptico se usa el objetivo de inmersión (100X), sumergiendo esta lente en una gota de aceite
(aceite de inmersión) en el preparado a observar. A modo comparativo, una célula eucariota
mide más de 5 µm (un eritrocito tiene un diámetro de 7µm), mientras que un reovirus mide
menos de 0.1µm. Su tamaño pequeño determina una relación entre la superficie y el volumen
elevada, con alta tasa metabólica.

MORFOLOGÍA
Microscópica
La forma de las bacterias al microscopio está determinada por la rigidez de su pared celular.
Básicamente, se diferencian según su forma en cocos (esféricas u ovaladas), bacilos (cilíndrica
o de bastones; rectos o curvos) y espirilos (espiral); dentro de estas últimas se encuentran:
Treponema, Borrelia y Leptospira (ver figura 1). Las espirilos varían en el número de vueltas,
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 25

Figura 2. Morfología: 1. cocos; 2.


diplococo; 3. cocos en cadenas;
4. cocos en racimos; 5. cocos en
tetradas; 6. cocobacilos; 7. bacilos;
8. bacilos bordes redondeados; 9.
bacilos bordes rectos; 10. bacilos
fusiformes; 11, 12. bacilos curvos;
13 al 15. espiroquetas

desde pocas (Borrelia) a muchas (Treponema). Las bacterias pueden mantenerse unidas unas con
otras después de la división celular, pero conservando siempre la independencia celular. Si el
plano de división es único, podemos encontrar diplococos o cocos en cadena (microorganismos
del género Streptococcus). Si los planos de división son muchos, los cocos pueden agruparse
en tétradas o en racimos (Staphylococcus). Los bacilos pueden ser muy cortos (cocobacilos) o
muy largos. Sus extremos pueden ser redondeados o rectos; pueden estar aislados, en cadenas,
en filamentos o formando letras chinas (Corynebacterium). Los bacilos curvos pueden tener
forma de coma (Vibrio cholerae).
La morfología bacteriana debe ser observada con el microscopio óptico o el microscopio
electrónico, dado el tamaño pequeño de estos microorganismos. El más usado en el laboratorio
es el microscopio óptico de campo claro, pero existen otros como el microscopio óptico de
campo oscuro en los que los organismos aparecen brillantes en fondo oscuro. Este micros-
copio permite la visualización de bacterias difíciles de colorear como el Treponema pallidum,
agente de la sífilis.
Las bacterias pueden observarse sin tinción (examen en fresco) si se las coloca en glicerol
o soluciones no acuosas que aumenten el índice de refracción o con tinción usando distintas
coloraciones que mejoran su visualización ya que son células incoloras. Dichas tinciones se
basan en la afinidad que presentan los colorantes por las estructuras bacterianas. Los colo-
rantes catiónicos por ejemplo, son atraídos por los componentes de carga negativa como los
ácidos nucleicos y los polisacáridos. Ejemplo de este tipo son: el azul de metileno, el cristal
violeta y la safranina.
26 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

El examen en fresco no es el más usado para observar la morfología bacteriana porque las
bacterias tienen citoplasma incoloro y su índice de refracción no difiere mucho del vidrio y del
agua. Con esta técnica se puede verificar la existencia de bacterias y evidenciar su capacidad
para moverse. El examen en fresco también puede ser usado con técnicas especiales como
la tinción con tinta china que nos permite determinar la presencia de cápsula rodeando la
bacteria. También puede usarse en el microscopio de campo oscuro por ejemplo para observar
Treponemas o Leptospiras con su movimiento característico.
Las coloraciones que se usan para teñir los preparados de bacterias, se pueden dividir en:
simples, diferenciales y especiales. Las primeras, por ejemplo el azul de metileno, nos permiten
observar la existencia de bacterias, su morfología, su agrupación, la presencia de esporos y la
existencia de otros tipos celulares. Las diferenciales (por ejemplo la coloración de Gram y la
de Ziehl Nielseen) además de lo anterior, permiten la diferenciación de las bacterias porque
usan diferentes colorantes que se comportan distinto según el microorganismo en cuestión.
Las tinciones especiales se usan para objetivar distintas estructuras como la cápsula, el núcleo,
los flagelos, los esporos, etc.
Antes de la coloración hay que realizar la preparación y la fijación del frotis. La prepa-
ración del frotis consiste en extender homogéneamente la muestra (por ejemplo un cultivo
bacteriano) o una suspensión de la misma sobre una lámina. Una vez preparado el frotis debe
secarse y fijarse (por ejemplo con calor).
Con la fijación del frotis se pretende obtener la muerte de los microorganismos, la adhesión
a la lámina y la conservación de su morfología. Después de preparar y fijar el frotis, se puede
realizar cualquier tipo de coloración (simple o diferencial).
La coloración de Gram es la más usada en bacteriología; debe su nombre a quién la des-
cribió en 1884. Es una coloración diferencial, dado que las bacterias pueden clasificarse según
su respuesta en grampositivas o gramnegativas. Las primeras se tiñen de color azul violeta
y las segundas adquieren un color rosado o rojo. La diferente reacción de las bacterias a la
coloración de Gram se relaciona con diferencias fundamentales de la envoltura celular de
estas dos clases de células.
En el cuadro 1 se muestran los colorantes usados, su tiempo de aplicación y la diferente
coloración que adoptan las bacterias grampositivas y gramnegativas en cada paso de la co-
loración de Gram.
Cuadro 1. Tinción de Gram

Solución Tiempo de Bacterias Bacterias


aplicación grampositivas gramnegativas
Colorante: cristal violeta 30 s Violeta Violeta
Mordiente: lugol 1min Violeta Violeta
Decolorante: alcohol 10-15 min Violeta Incolora
acetona
Colorante de contraste: 1min Violeta Rosada
safranina

Macroscópica
La mayoría de las bacterias se multiplican rápidamente y son visibles como colonias cuando se las
siembra en medios de cultivo sólidos adecuados. Requieren una incubación de aproximadamente
24 horas en una atmósfera que favorezca su desarrollo, a temperatura óptima. Existen excepciones
como M. tuberculosis, que requiere para su desarrollo de dos a ocho semanas de incubación.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 27

Una colonia está constituida por los descendientes de una o unas pocas células. Las
características de la colonia también dependen de la movilidad de la bacteria. El tamaño
puede variar desde 0.5 mm (Haemophilus sp. o N. gonorrhoeae) a más grandes como las ente-
robacterias. La forma de la colonia puede ser circular (Staphylococcus), irregular o filamentosa
(Bacillus). Los bordes pueden ser ondulados (característicos de los bacilos largos como Bacillus
anthracis), en sierra o dentados (Yersinia pestis) o lisos (por ejemplo Proteus vulgaris o Esche-
richia coli). La superficie de la colonia también es orientadora y puede ser: plana, convexa,
mamelonada, umbilicada (S. pneumoniae). En relación al pigmento que adquieren, éste puede
ser: verde (P. aeruginosa), amarillo (S. aureus), grisáceo (N. meningitidis). También es diferente
el comportamiento frente a la luz: brillante (Streptococcus) u opaca (Staphylococcus). Pueden
presentar olores particulares como el frutal de P. aeruginosa o el putrefacto de los anaerobios.
Por último hay que destacar la consistencia: mucoide (M), liso (S) o rugoso (R). Las colonias
M tienen aspecto acuoso, brillante, propio de las bacterias capsuladas o que forman cubiertas
polisacáridas como Klebsiella pneumoniae, Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae. Los
polímeros capsulares pueden ser específicos de grupo y son generalmente antigénicos. Entre las
bacterias patógenas, las formas capsuladas suelen ser más virulentas. Por otra parte, las colonias
S son de aspecto homogéneo, de textura uniforme y son características de microorganismos
de tipo salvaje recientemente aislados de su hábitat natural como las enterobacterias. Las
colonias R son de aspecto granulado, en general son cepas mutantes que carecen de proteínas
o polisacáridos de superficie. Las formas R de enterobacterias, por ejemplo, generalmente no
son virulentas, en oposición a la mayor resistencia de las bacterias procedentes de colonias S
de tipo salvaje. Un cuarto tipo de colonia es la L y se asocia a la ausencia de la pared celular
como resultado de la exposición a antibióticos; en general estas formas vuelven a sintetizar
la pared celular una vez que el fármaco se extrae del medio.

Estructura bacteriana
Las diferentes estructuras bacterianas que observamos (ver figura 2) las podemos dividir, según
sean constantes en las células o no, en estructuras permanentes o variables. Dentro de las
primeras se destaca: la pared celular, la membrana celular, los ribosomas y el material genético.
Las estructuras variables son: los flagelos, las fimbrias o pilis, la cápsula y los esporos.

Figura 2. Diagrama de la pared bacteriana. Grampositiva a la derecha y gramnegativa


a la izquierda
28 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Estructuras variables, son aquellos que existen en algunas bacterias pero no en todas; un
mismo grupo bacteriano o una misma cepa bacteriana las puede presentar o no, dependiendo
de las condiciones en donde se desarrolle. Las estructuras variables no resultan esenciales
para la vida de la bacteria.
Además podemos clasificar las estructuras bacterianas en internas o citoplásmicas y ex-
ternas o de la envoltura celular. Dentro de las internas destacamos el material genético, los
ribosomas y los cuerpos de inclusión. La envoltura celular engloba la membrana plasmática,
la pared celular que la recubre, la cápsula y los apéndices como fimbrias o pilis y flagelos.
Contiene los sitios de transporte para nutrientes, interviene en la relación huésped parásito,
es blanco de las reacciones del sistema inmune y puede contener estructuras tóxicas para el
huésped.

ESTRUCTURAS INTERNAS O CITOPLASMÁTICAS


Están inmersas en el citoplasma, solución acuosa y viscosa que contiene solutos orgánicos e
inorgánicos y elementos especializados como los ribosomas y los cuerpos de inclusión.

Material genético
Ácido desoxirribonucleico cromosómico
El ADN tanto procariota como eucariota se compone de dos cadenas helicoidales de nu-
cleótidos de purina y de pirimidina, unidos entre sí por enlaces de hidrógeno, formando una
doble hélice según el modelo de Watson y Crick.
Las bacterias no poseen membrana nuclear, nucléolo ni aparato mitótico y nunca confi-
guran una masa cromosómica definida. Esto las diferencia de las células eucariotas. Aunque
no existe un núcleo delimitado, hay una zona nuclear o nucleoide.
Su material genético está constituido por una molécula de ADN circular enrollado sobre
sí mismo, asociado a proteínas básicas que no constituyen verdaderas histonas.

Plásmidos
Constituyen el material genético extracromosómico. Están constituidos por secuencias cortas
de ADN circular bicatenario, que pueden existir y replicarse independientemente del ADN
cromosómico y son heredados por las células hijas. Aunque no son esenciales para la vida de
la bacteria, generalmente proveen a ésta una ventaja selectiva, por ejemplo: resistencia a los
antibióticos, nuevas capacidades metabólicas, patogénicas (cuando codifican para factores de
virulencia como toxinas, etc.) u otras numerosas propiedades. Pueden transferirse de bacteria
a bacteria mediante un proceso denominado conjugación.

Ribosomas
Libres en el citoplasma, están compuestos por proteínas y ácido ribonucleico (ARN); su
coeficiente de sedimentación es de 70S (a diferencia de la célula eucariota que es de 80S)
con dos subunidades de 50S y de 30S. Pueden presentarse aislados o como polirribosomas,
asociados a ARN mensajero (ARNm) y a ADN cromosómico. Un mismo ARNm puede ser
traducido por varios ribosomas simultáneamente durante la síntesis proteica. Los ARNm
bacterianos difieren en el número de proteínas para las que codifican. Algunos representan
un único gen (monocistrónicos), otros, la mayoría, tienen secuencias que codifican para más
de una proteína (policistrónicos).
Su función es la síntesis proteica y su cantidad aumenta cuando la bacteria crece en medios
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 29

ricos. Su alto contenido de sustancias ácidas los hace sensibles a la tinción con colorantes
positivos o básicos como el cristal violeta y el azul de metileno.

Cuerpos de inclusión
Son gránulos de material orgánico o inorgánico, algunas veces rodeados de membrana. En
general funcionan como almacenamiento de compuestos energéticos que son usados como
fuente de energía (polisacáridos, lípidos, polifosfatos). El glucógeno constituye el principal
elemento almacenado por las enterobacterias (40% de su peso). Algunas pseudomonas acu-
mulan carbono como ácido poli-α-hidroxibutirato y las micobacterias contienen gránulos de
polifosfato. Con frecuencia las inclusiones pueden verse directamente con el microscopio de
luz sin tinciones especiales.

ESTRUCTURAS EXTERNAS O DE LA ENVOLTURA CELULAR


Membrana celular
Es una estructura vital para la bacteria. Representa una barrera que separa el interior del
exterior celular.
Consiste en una bicapa lipídica similar a otras membranas biológicas, compuesta por
fosfolípidos anfipáticos; no posee esteroles a diferencia de las eucariotas (con la excepción de
los mycoplasmas). La membrana se halla estabilizada por puentes de hidrógeno, interacciones
hidrofóbicas y cationes como el calcio y el magnesio que se combinan con los fosfolípidos car-
gados negativamente. Insertas en ella se encuentran múltiples proteínas transmembrana, que
facilitan el transporte de sustancias hidrofílicas a través de ésta. Como las bacterias no poseen
membranas internas todos los sistemas de fosforilación, oxidación y transporte de electrones
(citocromos) para la producción de energía se encuentran a nivel de la membrana celular.
Los mesosomas son invaginaciones de la membrana plasmática que forma vesículas, túbulos
o lamelas. Aunque se han investigado durante años, su función exacta aún se desconoce;
pueden estar involucrados en la formación de la pared celular durante la división celular o en
la replicación del cromosoma y su distribución a las células hijas. Algunos autores consideran
que los mesosomas son artefactos generados durante la fijación química de las bacterias para
su observación en el microscopio electrónico. Es necesario realizar más investigaciones para
solucionar esta polémica.
La membrana celular cumple la función de barrera osmótica, tiene permeabilidad selec-
tiva y permite el ingreso de nutrientes y la salida de desechos por mecanismos de transporte
activo y pasivo. En ella se encuentran los sistemas de fosforilación oxidación y el transporte de
electrones para la producción de energía; además tiene las enzimas necesarias para la síntesis
de lípidos, de la pared celular (por ejemplo, el bactoprenol), de la cápsula, etc. Finalmente la
membrana contiene moléculas receptoras especiales que ayudan a las bacterias a detectar y
responder a sustancias químicas del medio externo.

Pared celular
Ubicada por fuera de la membrana plasmática, es una estructura vital para las bacterias que
la poseen. Los fármacos que bloquean su formación producen la lisis y muerte de las bacterias
susceptibles. Excepto los mycoplasmas todas las bacterias tienen una pared celular que les da
forma y las protege de la lisis osmótica. La pared celular de muchos microorganismos patógenos
tiene componentes que contribuyen a su patogenicidad. La pared puede proteger a la célula
de las sustancias tóxicas y es el sitio de acción de algunos antibióticos.
Después de que Christian Gram en 1884 desarrollase la tinción que lleva su nombre, se
30 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

comprobó que las bacterias podían clasificarse en dos grupos principales, según su respuesta
a esta coloración. Las bacterias grampositivas se tiñen de color azul violeta y las gramnega-
tivas adquieren un color rosa o rojo. La diferencia estructural verdadera entre ambos grupos
se puso de manifiesto con el desarrollo del microscopio electrónico. La pared de una célula
grampositiva está formada por una única capa homogénea de 20 a 80 nm de grosor de pepti-
doglicano o mureína, situada por fuera de la membrana celular. Por el contrario, la pared de la
célula gramnegativa es más compleja; posee una capa de 2 a 7 nm de grosor de peptidoglicano
rodeada por una membrana externa.
En las microfotografías electrónicas se observa un espacio entre la membrana plasmática
y la externa de las bacterias gramnegativas y, a menudo entre la membrana plasmática y la
pared celular en las grampositivas. Dicho espacio se denomina espacio periplásmico y está
ocupado por un gel, el periplasma. El espacio periplásmico de las bacterias gramnegativas
contiene muchas proteínas que participan en la captación de nutrientes, por ejemplo enzimas
hidrolíticas (proteasas, lipasas, fosfatasas, β-lactamasas) que convierten las macromoléculas
en productos más pequeños que pueden ser metabolizados por la bacteria. El espacio peri-
plásmico contiene también enzimas que participan en la síntesis del peptidoglicano y en la
modificación de compuestos tóxicos que podrían lesionar la célula. En especies patógenas,
también encontramos a ese nivel factores de virulencia como colagenasas, hialuronidasas y
proteasas. Es posible que las bacterias grampositivas no tengan un espacio periplásmico visible
y secretan enzimas denominadas exoenzimas, que corresponderían a las periplásmicas de las
bacterias gramnegativas.
El peptidoglicano o mureína es un gran polímero compuesto por muchas subunidades
idénticas. (Ver figuras 3 Y 4). El polímero contiene dos aminoazúcares: N-acetilglucosamina
y ácido N-acetilmurámico; unidos entre sí en la posición β1-4. El esqueleto de este polímero
está formado por residuos alternantes de N-acetilglucosamina y ácido N-acetilmurámico.
Una cadena peptídica de cuatro aminoácidos D- y L- alternantes está conectada a un grupo
carboxilo del ácido N-acetilmurámico. Los tetrapéptidos de una y otra cadena de peptidogli-
cano se unen entre sí por puentes peptídicos.
Existen diferencias en el espesor de esta capa de peptidoglicano. Las bacterias gramposi-
tivas tienen una capa gruesa de 0,02 a 0,06µm en forma de capas múltiples, mientras que las
bacterias gramnegativas y las ácido alcohol resistentes tienen una capa fina de peptidoglicano,
de 0,01 µm aproximadamente.
En el momento de la división celular se debe formar una nueva pared celular. En la pared
de la célula en división, enzimas producidas por la misma bacteria (autolisinas), forman como
brechas en la “vieja pared”. (Ver figura 5). Es en esas brechas o aberturas donde se agrega el
peptidoglicano de la nueva pared en formación.
A nivel del citoplasma, se forma un precursor o unidad monomérica con uridin-difosfato
ácido N-acetilmurámico (UDP-N-AcM). Los aminoácidos son adheridos secuencialmente al
UDP-N-AcM hasta formar una cadena de pentapéptidos con dos D-alanina terminales.
La segunda etapa en la síntesis de la pared celular se produce en la membrana plasmática,
donde se encuentra el transportador lipídico: bactoprenol. El pentapéptido N-acetilmurámico
se transfiere desde el UDP al bactoprenol y luego una molécula de N-acetilglucosamina se
une al complejo pentapéptido N-AcM a través de este último. El bactoprenol transporta el
bloque formado a través de la membrana plasmática.
Cuando llega al espacio periplásmico estos bloques de disacáridos son colocados en las
brechas ya formadas y unas enzimas denominadas ligasas unen los monómeros a una cadena
de peptigoglicano en crecimiento. El paso final y fundamental para una correcta función de
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 31

Figura 3. Estructura del peptidoglicano. Diagrama esquemático de un segmento de


peptidoglicano que muestra las cadenas de polisacáridos, cadenas laterales tetrapeptídicas
y puentes peptídicos

Figura 4. Entrecruzamientos en el peptidoglucano. Arriba: peptidoglucano de E. coli


con enlace directo, típico de muchas bacterias gramnegativas. Abajo: ppetidoglucano de
S. aureus. NAM: N-acetilmurámico; NAG: N-acetilglusamina; Gly: glicina
32 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

la pared es la unión de las cadenas de peptidoglicano entre sí. Dicho paso se conoce como
transpeptidación y consiste en la unión de cadenas peptídicas adyacentes, mediante la for-
mación de una unión peptídica entre una D-alanina de una cadena y una L-lisina o ácido
diaminopimélico (DAP) de otra cadena. Esta reacción de entrecruzamiento se hace con la
participación de transpeptidasas también denominadas penicilin binding proteins (PBP), ya
que son el sitio blanco de acción de la penicilina y otros antibióticos β-lactámicos. Éstos se
unen a las PBP impidiendo la transpeptidación, provocando la lisis osmótica de las bacte-
rias. Esto se produciría aparentemente por la semejanza estructural entre la penicilina y el
dímero D-ala-ala reconocido por las PBP que hace que en presencia de penicilina, las PBP
se “confundan” y elaboren un complejo penicilina-enzima que resulta letal para la bacteria
(en lugar del complejo D-ala-enzima).

Figura 5. Diagrama de la biosíntesis del peptidoglucano. PEP, fosfoenolpiruvato; MurNAc


y MN, ácido N-acetilmurámico; GlcNAc y GN, N-acetilglucosamina; C55, bactoprenol.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 33

Estructura de la pared celular de las bacterias grampositivas


La gruesa pared celular de las bacterias grampositivas está constituida principalmente por
peptidoglicano. Se cree que ésta gruesa capa de peptidoglicano es la determinante de que
estas bacterias retengan el cristal violeta de la coloración de Gram.
Sin embargo, estas células contienen también una gran cantidad de ácido teicoico: poli-
sacáridos que se unen al ácido N-acetilmurámico o a los lípidos de la membrana plasmática.
En este último caso se denomina ácido lipoteicoico. Tanto los ácidos teicoicos como los
lipoteicoicos, tienen la función de estabilizar la pared celular. Además los ácidos teicoicos
tienen un rol en la virulencia de estos microorganismos, porque actúan como antígenos de
superficie que se unen a receptores específicos en las células del huésped.
La superficie externa del peptidoglicano de las bacterias grampositivas está generalmente
cubierta de proteínas. Los diferentes grupos de bacterias grampositivas y las diferentes es-
pecies difieren en la composición de sus proteínas y de ácidos teicoicos; ésto es útil para la
clasificación serológica y la identificación bacteriana.

Estructura de la pared celular de las bacterias gramnegativas


Si observamos la pared de las bacterias gramnegativas al microscopio electrónico podemos
observar tres zonas: la membrana plasmática, el espacio periplásmico que incluye una fina
capa de peptigolicano y la membrana externa. Esta última, exclusiva de las bacterias gramne-
gativas, es una bicapa lipídica que difiere de otras membranas por su capa externa, que está
constituida por una molécula anfipática: el lipopolisacárido (LPS) o endotoxina. Además del
LPS, la membrana externa contiene fosfolípidos y proteínas que la unen al peptidoglicano.
El LPS está constituido por tres partes: el lípido A, el polisacárido central o del core y la
cadena lateral O. (Ver figura 6). La región del lípido A está inmersa en la membrana externa y
el resto de la molécula del LPS sobresale de la superficie celular. El core o polisacárido central
está unido al lípido A. La cadena O u antígeno O, consiste en unidades repetidas de una subu-
nidad tetrasacárida y es muy variable en su composición entre las diferentes familias, especies
y aún dentro de la misma especie de bacterias gramnegativas; en cambio, el polisacárido del
core es constante para un mismo género bacteriano. El polisacárido O por su variabilidad es
usado frecuentemente para la clasificación serológica de las bacterias.
La mayoría de las bacterias sintetizan moléculas de LPS con un antígeno O de longitud
completa, algunas especies fabrican moléculas cortas de antígeno O y otras casi no lo sintetizan.
Las formas con poco o ningún antígeno O se conocen como rugosas, en oposición a las formas
lisas productoras de antígeno O de tamaño completo. Macroscópicamente se observan como
colonias de bordes rugosos (LPS truncado) o colonias lisas (LPS completo).
Una de las funciones más importantes de la membrana externa es servir como barrera
protectora. Evita o disminuye la entrada de sales biliares, antibióticos y otras sustancias
tóxicas que podrían destruir o lesionar la bacteria. La membrana externa es más permeable
que la plasmática y permite el pasaje de pequeñas moléculas como glucosa y otros monosacá-
ridos. Dicho pasaje se debe a la presencia de porinas, proteínas integrales o transmembrana
que forman canales estrechos por los cuales pasar moléculas menores de 600 a 700 dalton.
Moléculas mayores como la vitamina B12 pueden atravesar la membrana externa por trans-
portadores específicos. Esta membrana externa previene la pérdida de constituyentes como
las enzimas periplásmicas.
En la figura 7 se esquematiza la estructura de la envoltura de una bacteria grampositiva
y de una gramnegativa.
34 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 6. Estructura
del LPS de Salmo-
nella. Abe, abecuo-
sa; Gal, galactosa;
Glc, glucosa; GlcN,
glucosamina; Hep,
h e p t u l o s a ; K D O,
2-ceto-3-desoxioc-
tonato; Man, mano-
sa; NAG, N-acetilglu-
cosamina; P, fosfato;
Ra, L-ramnosa.

Fundamento de la coloración de Gram


Es probable que la diferencia entre las bacterias grampositivas y gramnegativas se deba a la
naturaleza física de sus paredes celulares. El peptidoglicano no se tiñe por sí mismo, más bien
parece actuar como barrera de permeabilidad para evitar la pérdida de cristal violeta. Durante
el proceso de coloración las bacterias se tiñen primero con cristal violeta y luego se tratan
con yoduro para favorecer la retención del colorante. En la decoloración con etanol, se cree
que el alcohol contrae los poros de la capa gruesa de peptidoglicano y se retiene el complejo
colorante yoduro; así las bacterias adquieren color violeta. Por el contrario, la capa de pepti-
doglicano de las bacterias gramnegativas es muy fina, con menos enlaces y con poros de mayor
tamaño. Además, es posible que le tratamiento con alcohol extraiga suficientes lípidos de la
membrana externa como para aumentar su porosidad. Por estos motivos el alcohol elimina
más fácilmente el complejo cristal violeta yoduro en las bacterias gramnegativas.

Funciones de la pared celular


Otorga rigidez y da forma a las bacterias y las protege de la lisis osmótica. Su importancia
clínica deriva de su susceptibilidad a la acción de los antibióticos, dado que éstos actúan
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 35

Figura 7. La estructura de envoltura de un microorganismo grampositivo (izquierda) y


un microorganismo gramnegativo (derecha). No se muestran las cápsulas y los apéndices
ni las proteínas de superficie, como la proteína M de los etreptococos. Obsérvese la cantidad
20 veces mayor peptidoglicano en el microorganismo grampositivo. La membrana externa
de la envoltura del microorganismo gramnegativo muestra moléculas de polisacáridos del
antígeno O cubriendo la capa externa

sobre un blanco que no es propio del hombre y que es vital para la vida bacteriana (poseen
toxicidad selectiva). También actúa como filtro, impidiendo el ingreso de algunas moléculas
y permitiendo la entrada de metabolitos imprescindibles y agua. Contiene determinantes
patogénicos, como el lípido A del LPS y estructuras antigénicas que sirven para identificar y
clasificar a la bacteria (antígeno O de las enterobacterias o polisacárido C del Streptococcus
sp.). Podríamos decir entonces, que la pared bacteriana es un gran mosaico de antígenos que
son usados en la clasificación y en la identificación bacteriana.
También antígenos de la pared celular (antígeno O del LPS y proteínas de la membrana
externa), han sido ensayados como inmunógenos en la producción de vacunas; por ejemplo la
vacuna antimeningocócica para el grupo B. La porción central del LPS o core, que es invaria-
ble entre las diferentes bacterias y no es tóxica, también se ha ensayado como inmunógeno.

Principales efectos del lipopolisacárido o endotoxina


El LPS es termoestable, resistente incluso a la esterilización con autoclave. Su actividad
endotóxica se asocia al componente lipídico A, liberado cuando la célula se lisa como con-
secuencia de la fagocitosis o de la acción antibióticos (de ahí el nombre de endotoxina). Hoy
se sabe que la gravedad del cuadro clínico depende de la cantidad de endotoxina circulante,
pudiendo determinar desde un simple cuadro infeccioso con fiebre hasta sepsis, falla mul-
tiorgánica y muerte.
Pequeñas cantidades de endotoxina provocan reacciones de alarma: fiebre, activación del
complemento por la vía alternativa, activación de los macrófagos y estimulación de linfocitos
B. En grandes dosis produce shock e incluso la muerte.
Cuatro tipos de células constituyen el blanco primario de la endotoxina: los fagocitos
36 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

mononucleares (macrófagos del bazo, de la médula ósea, de los alvéolos pulmonares y de la


cavidad peritoneal, monocitos de la sangre periférica y células de Kupffer), los neutrófilos,
las plaquetas y los linfocitos B. Es probable que éstas células tengan receptores de endotoxina
específicos.
La endotoxina también actúa como pirógeno, por lo tanto causa fiebre cuando se acumula
suficiente cantidad de bacterias gramnegativas en los tejidos como para hacer contacto con
la circulación. La fiebre se produce porque la endotoxina induce la liberación de ciertas pro-
teínas conocidas como pirógenos endógenos desde los fagocitos mononucleares. Los mejor
conocidos son la interleuquina-1 (IL-1) y el factor de necrosis tumoral (TNF). Las bacterias
grampositivas también inducen fiebre, pero como carecen de endotoxina, son los componentes
de la pared celular los que causan liberación de la IL-1 y del TNF.
La endotoxina activa el complemento por la vía alternativa. Esto trae como consecuencia
la producción del complejo de ataque a la membrana, la quimiotaxis de los fagocitos (C5a
fundamentalmente) y la opsonización (C3b). La activación del complemento conduce también
a un aumento de la permeabilidad vascular (mediado por las anafilotoxinas C3a y C5a) y a la
liberación de enzimas lisosómicas desde los neutrófilos (desgranulación). Todos estos efectos
producen la respuesta inflamatoria.
La endotoxina activa los macrófagos, es decir los estimula para que aumenten la producción
de enzimas lisosómicas, aceleren la velocidad de la fagocitosis y secreten algunas hidrolasas
hacia el medio. La acción de los macrófagos activados incluye la destrucción de ciertas células
cancerosas, por lo que el estudio de los derivados de endotoxina como potenciales agentes
antitumorales es un tema de muchas investigaciones.
Cuando se libera la IL-1, la endotoxina induce la división de los linfocitos B. Estos ma-
duran a células productoras de anticuerpos y aumentan la resistencia a las infecciones por
aumento del nivel de anticuerpos.
Cuando se administran grandes cantidades de endotoxina, se produce un shock endo-
tóxico, con frecuencia letal, que se manifiesta por caída severa de la presión arterial y un
fenómeno denominado coagulación intravascular diseminada (CID), entre otros. El CID es el
resultado del depósito de trombos en los vasos de pequeño calibre, con el consiguiente daño
en las áreas privadas de irrigación sanguínea; el consumo de plaquetas, así como de factores
de la coagulación (II, V y VII) excede la velocidad de producción la que conduce a hemorra-
gias internas y falla orgánica (fundamentalmente en pulmón, riñón e hígado). La endotoxina
contribuye a la coagulación de la sangre de tres formas: activa el factor de Hageman o factor
XII de la coagulación, quien activa la vía intrínseca de la coagulación; provoca la liberación
de gránulos de las plaquetas que están involucrados en la coagulación y provoca la liberación
de proteínas básicas de los neutrófilos que estabilizan los coágulos de fibrina.
Hoy se cree que los mediadores claves de la hipotensión inducida por la endotoxina son
el TNF y la IL-1. Un punto de vista previo sostiene que la caída de la resistencia de los vasos
periféricos se debe a la acumulación de aminas vasoactivas (histamina y quinina).
Las bacterias grampositivas no poseen endotoxina, pero pueden producir un cuadro
similar al del shock endotóxico de las bacterias gramnegativas. Las mismas citoquinas que se
liberan ante la presencia del LPS, son liberadas ante la presencia de la pared de las bacterias
grampositivas, produciendo los mismos efectos. A la luz de las investigaciones actuales, los
fragmentos de peptidoglicano y de ácidos teicoicos, juegan un papel semejante al del LPS.
Si se inyectan a animales tienen efectos similares a los producidos por la endotoxina de los
microorganismos gramnegativos.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 37

Estructura de la pared celular de las bacterias ácido-alcohol resistentes


Nos referiremos como modelo de este grupo al género Mycobacterium. Además del peptido-
glicano, la pared celular de las micobacterias tiene muchos glicolípidos como el complejo
lipídico arabinogalactano y los ácidos micólicos, éstos últimos solo son encontrados en las
Mycobacterium y las Corynebacterium spp. Esta gran cantidad de lípidos hace que las bacterias
ácido alcohol resistentes no se tiñan o lo hagan mal con la coloración de Gram. Para teñirla, se
recurre a coloraciones con fucsina (colorante rojo), con calentamiento del colorante y luego
de este procedimiento resisten la decoloración de una mezcla de alcohol y ácido, que consti-
tuye la tinción de Ziehl Nielseen. Esta gran cantidad de lípidos de la pared, 10% del total del
peso de la micobacteria, la protege de la acción deletérea de los componentes del fagolisoma
y, probablemente, sea la razón por la que las micobacterias pueden sobrevivir dentro de los
macrófagos. Los componentes de la pared de las micobacterias también tienen la capacidad
de estimular al sistema inmune, tanto es así que se usa para aumentar la producción de anti-
cuerpos cuando se inyecta antígenos proteicos, o sea, se usa como adyuvante. El adyuvante
de Freund tiene como componente básico pared de micobacterias.
De todo lo expuesto se desprende la importancia del conocimiento de las diferentes paredes
celulares de las bacterias (grampositivas, gramnegativas y ácido alcohol resistentes) a la hora
de estudiar mecanismos de agresión, sensibilidad a los antibióticos, taxonomía, clasificación
bacteriana, identificación, etc.

Cápsula
Cuando existe está ubicada por fuera de la pared celular. Las bacterias producen material
capsular que, cuando se asocia íntimamente a la superficie celular recibe el nombre de cápsula.
Si su adherencia es débil y de grosor variable, se conoce como limo.
Generalmente es de naturaleza polisacárida (a excepción de la cápsula del Bacillus anthracis
que es peptídica).
No es una estructura vital para la célula, su pérdida no se relaciona con la pérdida de
viabilidad celular, pero sí con cambios de la morfología colonial y con la pérdida de la viru-
lencia bacteriana.
La virulencia de algunos patógenos se correlaciona con la presencia de cápsula, como
por ejemplo: Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae tipo b. La cápsula protege a
la bacteria de la fagocitosis, principal mecanismo de defensa que pone en juego el huésped
ante la presencia de bacterias capsuladas. Una respuesta efectiva para defenderse de este tipo
de bacterias implica la producción de anticuerpos que se unan específicamente a la cápsula
facilitando la opsonización y la fagocitosis.
De su capacidad antigénica se desprende el uso de la cápsula para la producción de
diferentes vacunas que estimulan la formación de anticuerpos específicos. Ejemplos de ellas
son las vacunas: anti neumocócica, anti Haemophilus influenzae tipo b y anti meningocócica
A, B y C.
Las bacterias que producen cápsula forman en los medios sólidos colonias acuosas,
mucoide (M) o lisas (S), en cambio, las cepas rugosas (R) no producen cápsula. La pérdida
de la capacidad de formar cápsula por mutación S a R se correlaciona con la pérdida de la
virulencia y el aumento de la susceptibilidad a la destrucción por los fagocitos; aunque no
afecta la viabilidad. Muchas cepas bacterianas producen cápsula o limo cuando son aisladas
en cultivo por primera vez a partir de un huésped. Con los reaislamientos sucesivos, dejan
de producirla, lo que indicaría que la presencia de la cápsula no ofrece ventaja selectiva in
38 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

vitro. Su producción está regulada genéticamente, de forma que las bacterias la presentan
cuando es necesaria para la supervivencia dentro del huésped.
La presencia de cápsulas también se puede demostrar por tinción negativa con tinta
china. La tinta china no penetra la cápsula pero delimita un contorno refringente alrededor
del cuerpo bacteriano en un fondo oscuro.
Los antígenos capsulares son muy útiles en la clasificación e identificación de diferentes
bacterias, por ejemplo: Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae, Neisseria meningitidis,
etc.

Fimbrias o pilis
Son estructuras filamentosas, proteicas, que se diferencian de los flagelos por su diámetro
(menor a 8 nm) y por no poseer estructura helicoidal; no cumplen funciones de movilidad.
Son estructuras variables, no vitales para las bacterias que las poseen.
Los pili comunes cumplen funciones de adherencia a receptores específicos y superficia-
les, esto es importante en las especies de relevancia clínica porque median la adherencia de
muchas bacterias a determinados epitelios, jugando un papel fundamental en la colonización.
Por ejemplo, las cepas de Neisseria gonorrohoeae patógenas son aquellas que poseen fimbrias
que se adhieren específicamente al epitelio uretral del hombre o al epitelio del cérvix uterino
de la mujer. Las cepas de E. coli capaces de causar infección urinaria tienen fimbrias que les
permiten adherirse específicamente al epitelio del aparato urinario. También la E. coli ente-
ropatógena (EPEC) tiene fimbrias que le permiten adherirse al epitelio intestinal para luego
producir los cambios que determinarán la diarrea.
Existen otras estructuras llamadas pilis sexuales que son más largos y poca cantidad (dos
o tres por célula). Estos intervienen en el intercambio genético entre bacterias, de allí su
nombre. El apareamiento de dos bacterias y la transferencia de ADN a través del pili sexual se
conoce como conjugación. Se transfiere material genético de una célula donadora (que posee
un plásmido F que codifica el pili sexual, entre otras cosas) a una receptora. En general el
material transferido es un plásmido o una porción de cromosoma movilizada por un plásmido.
Una vez unidas las bacterias los pilis sexuales se retraen, permitiendo que las células se unan y
pase el ADN de la donadora a la receptora, formándose una verdadera unión (puente) entre
las membranas de las células para el pasaje del ADN. La célula receptora está estrechamente
emparentada con la donadora y posee un receptor específico para los pilis sexuales.

Flagelos y filamentos axiales


Los flagelos son filamentos proteicos, helicoidales, delgados y rígidos, de longitud y diámetro
uniforme, responsables de la movilidad de la bacteria. Los flagelos son tan delgados que no
pueden observarse directamente con un microscopio de campo claro, deben teñirse con téc-
nicas especiales para aumentar su grosor. La estructura detallada de un flagelo puede verse
solo con el microscopio electrónico; así es que se ha demostrado que el flagelo bacteriano está
compuesto de tres partes: el filamento, el gancho y el cuerpo basal. El primero sobresale de la
superficie de la bacteria y se une a ese nivel con el gancho, que está fijo al cuerpo basal. Éste
último está anclado en la membrana plasmática y está compuesto por un cilindro y dos o más
juegos de anillos contiguos a la membrana plasmática, el peptidoglicano y, en las bacterias
gramnegativas, a la membrana externa (ver figura 8).
El filamento tiene forma de hélice rígida y la bacteria se mueve cuando ésta gira, como
las hélices de un barco. La dirección de la rotación flagelar determina la naturaleza del mo-
vimiento bacteriano: la rotación de los flagelos en dirección contraria a las agujas del reloj
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 39

Figura 8. Esquema comparativo de la estructura del flagelo en gramnegativas

permite el movimiento de avance, mientras que la rotación en el sentido de las agujas del
reloj hace que las células den vueltas.
Los flagelos pueden variar en número, desde uno a cientos. Las especies bacterianas
difieren por sus modelos de distribución de flagelos. Las monotricas (trichous: pelo) tienen
un solo flagelo que si se sitúa en un extremo de la bacteria y se denomina polar. Las bacterias
anfitricas (amphi: en ambos lados) tienen un flagelo en cada polo bacteriano. En cambio, las
lofotricas (lopho: mechón) poseen un grupo o penacho de flagelos en uno o ambos extremos.
Por último, en las bacterias peritricas (peri: alrededor), los flagelos se distribuyen uniforme-
mente en toda la superficie bacteriana. Los modelos de distribución de los flagelos son útiles
para identificar a las bacterias.
Los flagelos no son necesarios para la vida bacteriana. Su síntesis está regulada por las
necesidades nutricionales o el estado energético y ocurre por la adición de monómeros de
flagelina al extremo distal de los flagelos en crecimiento. La síntesis del filamento es un
ejemplo excelente de autoensamblaje, es decir que la información necesaria para construir
el filamento está en la propia estructura de la subunidad de flagelina; no colaboran enzimas
especiales u otros factores. Las bacterias flageladas pueden buscar nutrientes o evitar los
tóxicos siguiendo los gradientes; la función flagelar se debe a respuestas quimiotácticas y la
energía para el movimiento proviene de una corriente de protones.
La movilidad y, por lo tanto, la presencia de flagelos, constituye un factor de virulencia.
El antígeno flagelar recibe el nombre de antígeno H. Las bacterias flageladas reaccionan
con antisueros específicos para flagelos, provocando una aglutinación típica.
Las espiroquetas (Treponemas, Leptospiras y Borrelias) se mueven en onda helicoidal; dicho
movimiento les permite penetrar en medios viscosos. Estas bacterias tienen filamentos axiales
que no se extienden de un polo a otro de la célula, sino que se originan en polos opuestos y
se superponen en el centro de la célula, sin presentar conexiones entre sí.
40 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

ESPOROS
Algunas bacterias grampositivas pueden formar una estructura especial inactiva de resistencia,
denominada endospora o espora. Se desarrollan dentro de células bacterianas vegetativas
(por eso la denominación de endospora) de los géneros Bacillus y Clostridum entre otros.
Estas estructuras son resistentes a situaciones vitales estresantes como el calor, la desecación,
la radiación ultravioleta, los ácidos y los desinfectantes químicos. Debido a su resistencia y
al hecho de que varias especies de bacterias formadoras de esporas son agentes patógenos
peligrosos, las esporas tienen gran importancia en microbiología alimentaria, industrial y
médica. El conocimiento de estas formas altamente resistentes al calor (pueden sobrevivir a
la cocción durante una o más horas) fue esencial para el desarrollo de métodos adecuados
de esterilización para medicamentos, alimentos, medios de cultivo microbiológicos, etc. En
el ambiente las endosporas permiten la supervivencia de las bacterias cuando la humedad o
los nutrientes son escasos.
Se pueden observar con el microscopio óptico y electrónico. Como las esporas son im-
permeables a la mayoría de los colorantes, se observan como áreas incoloras dentro de las
células coloreadas. Existen además coloraciones especiales para teñir los esporos. La situación
de la espora en la célula madre o esporangio, es característica para una especie bacteriana
determinada, siendo esto importante para la identificación de la bacteria. Las esporas pue-
den estar en el centro de la bacteria (C. perfringens), próxima a un extremo o subterminal
(C. botulinum) o en el extremo, terminales (C. tetani). A veces la espora es tan grande que
deforma el esporangio (C. botulinum).
Dentro de una célula vegetativa se produce una espora única, que se diferencia de la
célula madre en su morfología y composición, en el aumento de la resistencia a los ambientes
adversos y en la ausencia de actividad metabólica evidente. El proceso incluye la formación
de numerosas cubiertas y la captación de calcio con síntesis de ácido dipicolínico. Al final de
la esporulación queda una partícula deshidratada que contiene ADN genómico. Ese ADN se
vuelve resistente a la desecación, al calor extremo, a la radiación y al ataque por la mayoría
de las enzimas y agentes químicos. Pueden permanecer en esta forma por años o convertirse
nuevamente en la forma vegetativa idéntica a la que les dio origen; este proceso recibe el
nombre de germinación de la espora. La germinación se produce por el calentamiento suave
o la presencia de nutrientes determinados; la espora capta agua, se hincha, se desprenden sus
cubiertas y se forma la célula vegetativa idéntica a la original. El ciclo vital de una bacteria
productora de esporos se ilustra en la figura 9.
La estructura de la espora es compleja y se distinguen de afuera hacia adentro: el exosporio,
capa delicada y delgada; la cubierta, compuesta por muchas capas de proteínas, puede ser
gruesa; la corteza, constituida por peptidoglicano modificado, con menos enlaces que en la
célula vegetativa, puede ocupar la mitad del volumen celular; la pared celular de la espora
rodeando al protoplasto y el protoplasto, conteniendo las estructuras celulares normales como
ribosomas y un nucleoide.
Aún no se ha determinado por que la espora es tan resistente al calor y otros agentes
letales. El 15% del peso seco de la espora consiste en ácido dipicolínico que forma complejos
con iones de calcio. Quizá el complejo dipicolinato cálcico estabilice los ácidos nucleicos de
las esporas. Recientemente se han descubierto en endosporas, proteínas pequeñas, solubles
en ácido que se unen específicamente al ADN, lo saturan y lo protegen del calor, la radia-
ción, la desecación y las sustancias químicas. La deshidratación del protoplasto parece ser
muy importante en la resistencia al calor. La corteza puede eliminar osmóticamente el agua
del protoplasto y proteger así a la célula del calor y la radiación. En resumen, la resistencia
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 41

Figura 9. Esquema del proceso de esporulación

al calor de las endosporas se produce por: estabilización del ADN por dipicolinato cálcico y
proteínas solubles en ácido, deshidratación del protoplasto y mayor estabilidad de las proteínas
celulares en bacterias adaptadas a crecer a temperaturas elevadas, entre otras.
La formación de esporas, esporogénesis o esporulación, comienza cuando cesa el creci-
miento debido a una falta de nutrientes. Los cambios que ocurren durante la esporulación son
el resultado del cese de la función de ciertos genes vegetativos y de la expresión de nuevos
genes. La formación de esporos se regula negativamente: la célula elabora un represor; a partir
de algún componente del medio, que impide la iniciación de la esporulación. Cuando este
compuesto se agota, se libera la inhibición y se inicia la esporulación. El factor específico que
regula la iniciación de la esporulación es el trifosfato de guanosina (GTP). La disminución
del pool de GTP es suficiente para iniciar la esporulación en algunas especies bacterianas
estudiadas.
La transformación de esporas inactivas en células vegetativas es casi tan compleja como la
esporulación. Se producen tres fases: activación, germinación y crecimiento. La primera es un
proceso reversible que se produce generalmente por calentamiento o por sustancias químicas.
Una endospora no germinará satisfactoriamente, incluso en un medio rico en nutrientes, si no
ha sido activada. En la germinación termina el estado de reposo de la espora. Es un proceso
irreversible desencadenado por la exposición del esporo activado a algunos nutrientes y otros
estimulantes (alanina, otros aminoácidos, nucleósidos y glucosa). Se caracteriza por hincha-
zón de la espora, rotura o absorción de la cubierta de ésta, pérdida de la resistencia al calor
y otros factores estresantes, pérdida de la refractariedad, liberación de los componentes de
la espora y aumento de la actividad metabólica. Por último, en el crecimiento, el protoplasto
de la espora sintetiza nuevos componentes, emerge a partir de los restos de la cubierta de la
espora y se transforma nuevamente en una bacteria activa.
42 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Bibliografía
• Prescott, Harley, Klein. Microbiología. Mc Graw-Hill Interamericana de España. 4ª ed. 1999.
• Schaechter M, Medoff G, Eisenstein BI, Guerra H. Microbiología. Mecanismos de las enfermedades infec-
ciosas. Ed Panamericana. 2ª ed. Buenos Aires 1993
• Joklik WK, Willett HP, Amos DB, Wilgert CM. editores, Zinsser Microbiología. 20ª ed. BsAs. Panamericana;
1994.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 43
Página 43

3 Fisiología y
metabolismo
bacteriano
G. Varela, G. Grotiuz

Las bacterias son los organismos más pequeños que tienen la maquinaria requerida para el
crecimiento y la replicación. Están compuestas, como las células eucariotas, por proteínas,
polisacáridos, lípidos, ácidos nucleicos, entre otros. Estas macro-moléculas pueden formar
parte de estructuras celulares más complejas, como la pared celular y la membrana plasmática.
El crecimiento bacteriano se define como el aumento ordenado de todos los constituyentes
químicos de la célula. Es un proceso complejo que supone la replicación de todas las estruc-
turas y componentes celulares a partir de nutrientes exógenos.
El conocimiento de la fisiología y del metabolismo bacteriano tiene algunas aplicaciones
prácticas. En principio permite conocer el modo de vida y el hábitat de diferentes especies
bacterianas. El ser humano actuando como huésped, ofrece una variedad de nichos ecológicos
que se diferencian entre sí por aspectos físicos y químicos (temperatura, concentración de
oxígeno, pH, presión osmótica, etc.), en los cuales pueden crecer y multiplicarse distintas
especies bacterianas según sus requerimientos nutricionales, ambientales y atmosféricos.
Además, permite formular medios de cultivo para el aislamiento e identificación de los pató-
genos participantes. Desde un enfoque terapéutico, nos permite conocer y entender el modo
de acción de algunos antibióticos que bloquean una vía metabólica o la síntesis de alguna
macromolécula esencial para la bacteria.
El término metabolismo se refiere al conjunto de reacciones químicas que se producen en
la célula y tiene tres funciones específicas. La primera es obtener energía química del entorno
y almacenarla, para luego usarla en diferentes funciones celulares. La segunda es convertir
los nutrientes exógenos en unidades precursoras de los componentes macromoleculares de la
célula bacteriana. Y la tercer función es formar y degradar moléculas necesarias para cumplir
funciones celulares específicas, por ejemplo: movilidad y captación de nutrientes.
El metabolismo se produce por secuencias de reacciones catalizadas enzimáticamente y
se divide en anabolismo y catabolismo. El proceso por el cual la célula bacteriana sintetiza
sus propios componentes se conoce como anabolismo y resulta en la producción de nuevo
material celular; también se denomina biosíntesis. La biosíntesis es un proceso que requiere
energía, por lo tanto las bacterias deben ser capaces de obtenerla de su entorno para crecer
y, eventualmente, multiplicarse. El conjunto de reacciones degradativas de los nutrientes
para obtener energía o para convertirlos en unidades precursoras de la biosíntesis, se conoce
como catabolismo.
Así, hemos visto dos tipos de transformaciones químicas que ocurren simultáneamente
en la bacteria, por lo tanto el metabolismo es el resultado colectivo de ambas reacciones.
44 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Las catabólicas resultan en la liberación de la energía química contenida en los nutrientes,


mientras que las anabólicas la consumen. Por lo tanto, la energía liberada como resultado de
las reacciones de oxidación reducción del catabolismo, debe ser almacenada y transportada
de alguna manera. Una de ellas es como compuestos con uniones fosfato de alta energía;
dichos compuestos luego se usan como intermediarios en la conversión de la energía conser-
vada en trabajo útil. El compuesto fosfato de alta energía más importante en los seres vivos
es el trifosfato de adenosina (ATP). Éste se genera en la célula bacteriana por dos procesos
diferentes: fosforilación a nivel del substrato y fosforilación oxidativa.

Metabolismo productor de energía


En los seres vivos, la utilización de la energía potencial contenida en los nutrientes se pro-
duce por reacciones de oxidación reducción. Químicamente la oxidación esta definida por
la pérdida de electrones y, la reducción por la ganancia de los mismos. En bioquímica, estas
reacciones frecuentemente incluyen también la transferencia de átomos enteros de hidrógeno,
por lo tanto se conocen con el nombre de reacciones de deshidrogenación. En las reacciones
de este tipo hay sustancias que ceden electrones (dadoras) y otras que los aceptan (acepto-
ras). En las bacterias de interés médico los sistemas de oxidación reducción transforman la
energía química de los nutrientes en una forma biológicamente útil; dichos procesos incluyen
la fermentación y la respiración. En la primera, tanto la molécula dadora como la aceptora
de electrones, son compuestos orgánicos. En cambio, en la respiración hay un aceptor final
exógeno, que cuando es el oxígeno se denomina respiración aerobia y cuando es un compuesto
inorgánico, respiración anaerobia.

FERMENTACIÓN
En ésta los electrones pasan del dador, un intermediario formado durante la degradación
del substrato, hacia un aceptor constituido por algún otro intermediario orgánico también
generado durante el catabolismo del substrato inicial. Por lo tanto, este proceso de oxidación
reducción no requiere el aporte exógeno de un aceptor final de electrones.
Aunque hay distintos tipos de fermentaciones, todas llevan a una oxidación parcial de
los átomos de carbono del substrato inicial y liberan, por lo tanto una pequeña parte de la
energía potencial contenida (Ver figura 1). El rendimiento energético de este proceso es
menor que el de la respiración.
En las bacterias se encuentran las tres vías centrales del metabolismo intermediario de
los hidratos de carbono: la glucolítica o de Embden Meyerhof Parnas, la de pentosa fosfato o
shunt de las pentosas y la de Entner-Doudoroff.
La vía glucolítica que degrada la glucosa se divide en tres etapas principales. La primera
es preparativa, con reacciones que no son de oxidación reducción, sin liberación de energía
y con formación de dos intermediarios de tres átomos de carbono cada uno. En la segunda
etapa, sí ocurren reacciones de oxidación reducción con liberación de energía, formación de
ATP por fosforilación a nivel del substrato (el ATP se genera en un paso enzimático espe-
cífico) y producción de dos moléculas de piruvato. En la tercer etapa, nuevamente ocurren
reacciones de oxidación reducción y se generan los productos finales de la fermentación, que
varían según la bacteria en cuestión. Solo una pequeña parte de la energía libre que poten-
cialmente puede derivar de la degradación de una molécula de glucosa queda disponible por
esta vía, dado que los productos finales son compuestos en los que el carbono se encuentra
todavía en estado reducido.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 45

Figura 1. Rol central del piruvato en las fermentaciones

Por cada molécula de glucosa que entra a esta vía, se forman cuatro moléculas de ATP
y como se consumen dos en la primer etapa, el balance neto es de dos moléculas de ATP
por cada molécula de glucosa fermentada. El destino final del metabolito clave, el piruvato,
depende de los procesos empleados para la regeneración del dinucleótido de nicotinamida
adenina (NAD) a partir del dinucleótido de nicotinamida adenina reducido (NADH) y así
mantener el equilibrio de oxidación reducción.
Aunque la vía glucolítica es la más importante en las células eucariotas y procariotas, no
es la única. La vía de las pentosas es una ruta multifuncional para la degradación de hexosas,
pentosas y otros hidratos de carbono. Para los fermentadores heterolácticos es la principal
fuente productora de energía, aunque la mayoría de las bacterias usan esta vía como fuente
de dinucleótido de nicotinamida adenina fosfato reducido (NADPH) y de pentosas para la
síntesis de nucleótidos.
La vía de Entner-Doudoroff es la ruta principal para la degradación de la glucosa en las
bacterias aerobias estrictas como Neisseria y Pseudomonas. Como sucede en la vía de las pen-
tosas, aquí solo se produce una molécula de ATP por molécula de glucosa degradada.
El ácido pirúvico derivado de la glucosa, es un compuesto clave en el metabolismo fer-
mentador de los hidratos de carbono. En su formación, el NAD es reducido a NADH y éste
46 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

debe oxidarse nuevamente a NAD para alcanzar el equilibrio final de oxidación reducción.
Las bacterias se diferencian de las células eucariotas por la forma en que eliminan el piruvato;
en las bacterias la oxidación incompleta es la regla y se acumula gran cantidad de metabolitos
finales de la fermentación. El estudio y el conocimiento de las fermentaciones bacterianas
tiene importancia práctica, porque proporciona productos industriales que son útiles en el
laboratorio para identificar las diferentes especies. Entonces, según los productos finales,
tenemos diferentes tipos de fermentación: alcohólica, homoláctica, heteroláctica, del ácido
propiónico, ácido mixta, de butanodiol y del ácido butírico.

Fermentación alcohólica
Es el tipo de fermentación más antigua que se conoce. Produce etanol a partir de glucosa.
Aunque ciertas bacterias producen alcohol, éste es elaborado por otras vías.

Fermentación homoláctica
Todos los miembros del género Streptococcus, Pediococcus y muchas especies de Lactobacillus
fermentan la glucosa fundamentalmente a ácido láctico con poca acumulación de otros
productos finales. En esta reacción el piruvato se reduce a ácido láctico por acción de la
enzima láctico deshidrogenasa, actuando el NADH como dador de electrones. Esto ocurre
en la tercer etapa de la vía glucolítica.

Fermentación heteroláctica
En este tipo de fermentación solo la mitad de la glucosa se convierte en ácido láctico, el resto
se transforma en una mezcla de anhídrido carbónico (CO2), ácido fórmico, ácido acético, etc.
En esta fermentación se emplea fundamentalmente la vía de las pentosas y se produce en las
bacterias del género Leuconostoc y Lactobacillus.

Fermentación del ácido propiónico


Es característica de algunas bacterias anaerobias como el Propionibacterium (bacilo gramposi-
tivo, no esporulado). Este tipo de fermentación tiene la ventaja de que genera una molécula
más de ATP.

Fermentación ácido mixta


Es característica de la mayoría de las enterobacterias. Bacterias como Shigella, Salmonella y E.
coli fermentan las hexosas a través del piruvato a ácido láctico, ácido acético, ácido succínico
y ácido fórmico.

Fermentación de butanodiol
Varias bacterias como Enterobacter, Serratia y Bacillus producen 2,3-butanodiol durante la
fermentación de la glucosa. Este deriva de la condensación de dos moléculas de piruvato en
una molécula neutra de acetoína que luego es reducida a 2,3-butanodiol.

Fermentación del ácido butírico


Se ve en bacterias del género Clostridium (bacilo grampositivo, anaerobio y esporulado).
Si bien hasta ahora nos hemos referido solo a la fermentación de hidratos de carbono como
procedimiento para obtener energía, debemos destacar que otros compuestos orgánicos pueden
ser fermentados, por ejemplo: aminoácidos (alanina, glicina). En Clostridium proteolíticos, la
fermentación de aminoácidos más característica es la reacción de Stickland.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 47

Anteriormente hemos discutido el metabolismo de los hidratos de carbono en ausencia


de un aceptor externo de electrones y hemos visto que solo una pequeña parte de la energía
potencial contenida en el substrato es liberada. Esto se debe a que la diferencia entre los po-
tenciales de oxidación reducción entre la molécula dadora inicial y la aceptora final es muy
pequeña. Otras bacterias tienen la capacidad de oxidar completamente el substrato inicial a
CO2 por el proceso conocido como respiración.

RESPIRACIÓN
Es el proceso por el cual un substrato es oxidado completamente a CO2 y agua, con participa-
ción de una cadena de electrones ubicada en la membrana plasmática, en la cual el aceptor
final es el oxígeno molecular u otro compuesto inorgánico (nitratos, sulfatos, anhidrido
carbónico, etc.)–anaerobia–. Los primeros pasos en la respiración de la glucosa son idénticos
a los de la glucólisis, pero mientras en esta última el piruvato es convertido en productos
finales de la fermentación (ácido láctico, ácido propiónico, etc.), en la respiración es oxidado
completamente a CO2 mediante el ciclo de Krebs (ver figura 2). Por cada molécula de piruvato
oxidada en este ciclo, se generan tres moléculas de CO2. Al igual que en la fermentación, los
electrones generados en el ciclo de Krebs, pasan a coenzimas que tienen NAD. Sin embargo,
en la respiración aerobia, los electrones del NADH son transferidos al oxígeno para regenerar
NAD a través de un sistema transportador, en lugar de cederlos al piruvato.

SISTEMAS TRANSPORTADORES DE ELECTRONES Y GENERACIÓN DE TRIFOSFATO DE


ADENOSINA
Estos sistemas están compuestos por transportadores (carriers) de electrones, asociados a la
membrana plasmática y tienen dos funciones básicas: aceptar electrones de un donador y
cederlos a un aceptor y conservar energía liberada durante ese transporte en forma de ATP
por fosforilación oxidativa.
Existen varios tipos de enzimas de oxidación reducción y proteínas transportadoras de
electrones, entre los que se destacan las NAD-deshidrogenasas, las flavoproteínas y los ci-
tocromos. Las flavoproteínas contienen un derivado de la riboflavina como grupo prostético
que se reduce y se oxida alternativamente. La riboflavina, conocida como vitamina B2, es
necesaria como factor de crecimiento por algunas bacterias. Los citocromos son proteínas
que tienen anillos porfirínicos con hierro y también se oxidan y se reducen alternativamente.
Hay diferentes tipos de citocromos que se distinguen por sus potenciales de reducción. Se los
designa con letras a, b, c, etc. También están las quinonas, sustancias liposolubles relacionadas
con la vitamina K, que participan en el transporte de electrones.
Para entender como se genera el ATP durante el transporte de electrones, debemos recodar
su orientación con respecto a la membrana plasmática de la célula bacteriana. La cadena está
ubicada como ya dijimos en la membrana plasmática, de tal modo que durante el proceso de
transporte hay una separación física entre protones y electrones. Los protones quedan fuera
de la célula, mientras que los electrones quedan dentro de ésta; en consecuencia se genera
un gradiente de pH y un potencial eléctrico a través de la membrana plasmática, estando el
lado externo ácido y cargado positivamente y el interno alcalino y cargado negativamente. A
pesar de su tamaño pequeño, ni los hidrogeniones, ni los hidróxidos atraviesan libremente la
membrana; por lo tanto, el equilibrio no puede establecerse espontáneamente. Dicho estado
energético de la membrana plasmática, similar a una batería, puede ser usado por la célula
para realizar un trabajo útil, por ejemplo, movilidad o síntesis de ATP. Para la síntesis de ATP
un componente fundamental del proceso es una ATPasa de membrana; enzima que cataliza
48 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 2. Ciclo de Krebs


la reacción reversible entre difosfato de adenosina (ADP) y ATP. Operando en una dirección
y usando el gradiente de protones generado durante el transporte, dicha enzima cataliza la
formación de ATP a partir de ADP y fosfato inorgánico. Existe una variedad de agentes
químicos llamados desacopladores que inhiben la síntesis de ATP durante el transporte de
electrones sin alterar el propio proceso de transporte. Ejemplos de estos agentes son el dicu-
marol y el dinitrofenol. Son sustancias liposolubles que impiden la formación del gradiente
de pH y el eléctrico, favoreciendo el pasaje de protones a través de la membrana; de este
modo inhiben la síntesis de ATP. La polimixina B (un antibiótico) se adhiere específicamente
a la superficie externa de la membrana, alterando su estructura y propiedades osmóticas. Se
produce entonces la pérdida de metabolitos y la inhibición de algunos procesos bioquímicos
que tienen lugar a ese nivel, como el transporte de electrones y la síntesis de ATP, entre
otros. Otras sustancias, por ejemplo: cianuro o azida de sodio, bloquean el propio sistema de
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 49

transporte y se denominan inhibidores. Tanto los desacopladores como los inhibidores son
venenos celulares que actúan en células eucariotas y procariotas.

BALANCE ENERGÉTICO DE LA RESPIRACIÓN


El resultado neto de las reacciones del ciclo de Krebs es la oxidación completa del piruvato a
CO2 con formación de cuatro moléculas de NADH y una de dinucleótido de flavinadenina
(FADH). El NADH y el FADH pueden ser oxidados nuevamente por el sistema transportador
de electrones. Un total de 15 moléculas de ATP son sintetizadas en cada vuelta del ciclo,

Figura 3. Glucólisis
50 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

por lo tanto, dado que cada molécula de glucosa rinde dos de piruvato, 30 moléculas de ATP
son sintetizadas por cada molécula de glucosa que entra al ciclo de Krebs (ver figura 3). Esto,
sumado a las seis moléculas de la reoxidación del NADH y las dos del vía glucolítica, da un
total de 38 moléculas de ATP por molécula de glucosa respirada. Además de sus funciones
como mecanismo generador de energía, el ciclo de Krebs sirve como productor de metabolitos
claves para la biosíntesis.
La reducción del oxígeno forma radicales libres que son muy tóxicos para la bacteria. Entre
los más importantes se encuentra el superóxido. Éste es eliminado por las bacterias aerobias
y tolerantes del oxígeno, por la enzima superoxidodismutasa que cataliza la formación de
peróxido de hidrógeno, también tóxico. El peróxido de hidrogeno es degradado por enzimas
como catalasa y la peroxidasa, a oxígeno molecular y agua. Estas enzimas están ausentes en las
bacterias anaerobias estrictas, explicando en parte la susceptibilidad que tienen al oxígeno.
En las bacterias aerobias obligadas, el oxígeno es el aceptor final de electrones. Sin
embargo, las bacterias anaerobias facultativas pueden usar, en ausencia de oxígeno, otros
compuestos inorgánicos como aceptores finales de electrones, por ejemplo: nitrato, fumarato,
sulfato, etc.

REGULACIÓN DEL METABOLISMO


Cada reacción metabólica está regulada no solo con respecto a otras reacciones, sino también
con respecto a la concentración de nutrientes en el medio. La regulación se realiza a diferentes
niveles: en la actividad enzimática y en la síntesis de las enzimas. En la primera, regulación de
la actividad enzimática, se produce: activación de enzimas alostéricas, inhibición por retroa-
limentación, activación alostérica y cooperatividad. La inducción enzimática y la represión
por productos finales, son mecanismos de regulación de la síntesis de enzimas.
En las bacterias anaerobias facultativas la fermentación (como única vía de producción
de energía) es bloqueada en presencia de oxígeno, asegurando que el suministro de energía
se produzca por respiración, que consume menos glucosa y acumula menos lactato. En este
fenómeno denominado efecto Pasteur, la enzima fosfofructoquinasa es activada o inhibida
según la relación entre el ATP y el ADP, regulando así el consumo de glucosa. Este es un
ejemplo de regulación de la actividad enzimática por una enzima alostérica. El ejemplo clásico
de regulación de la síntesis de enzimas lo constituye el operón lactosa. Hay tres enzimas que
participan en la utilización de la lactosa (ß-galactosidasa, galactósido permeasa y galactósido
transacetilasa), las cuales tienen un promotor único. En ausencia de lactosa, la transcripción
para estas enzimas está bloqueada por un represor que se une al promotor inhibiendo la acción
de la ARNpolimerasa. Cuando se agrega lactosa al medio, ésta se une al represor, bloqueando
de este modo su unión al promotor y permitiendo la acción de la ARNpolimerasa y la síntesis
de las tres enzimas anteriormente mencionadas.

Crecimiento bacteriano
Puede ser definido como el aumento ordenado de todos los constituyentes químicos de la
célula. Las condiciones físicas y químicas del medio donde el microorganismo se encuentra
afectan marcadamente sus actividades. La comprensión de como influye el ambiente sobre
el crecimiento nos ayuda a explicar la distribución de los microorganismos en la naturaleza y
hace posible diseñar estrategias que favorezcan el crecimiento o que nos permita controlarlo.
Las bacterias como grupo, son extremadamente versátiles y tienen gran capacidad para utilizar
una amplia gama de nutrientes que van desde compuestos inorgánicos simples, a compuestos
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 51

orgánicos más complejos. Los nutrientes se pueden dividir en dos clases: esenciales, sin los
cuales la célula no puede crecer y no esenciales, se usan cuando están presentes pero no son
indispensables. Algunos nutrientes son usados solo como precursores de macromoléculas
celulares, otros solo como fuente de energía sin ser incorporados directamente al material
celular y otros cumplen las dos funciones al mismo tiempo. También se pueden clasificar como
macro y micronutrientes según la cantidad requerida.

MACRONUTRIENTES
El carbono es el mayor constituyente de la célula bacteriana, por lo tanto no llama la atención
que requiera más carbono que cualquier otro nutriente. Según la forma en que lo usa, existen
fundamentalmente dos tipos de bacterias: autótrofas y heterótrofas. Las primeras son capaces
de sintetizar todos sus componentes orgánicos a partir de compuestos inorgánicos como el
CO2. Como ejemplo de este grupo citamos las bacterias del suelo, que carecen de interés
médico. En cambio, las heterótrofas usan sustancias orgánicas como fuente de carbono. En
este grupo se encuentran todas las bacterias de interés médico.
La glucosa, por ejemplo, es usada como fuente de carbono y de energía. También existen
bacterias que pueden usar otras sustancias orgánicas como fuente parcial o exclusiva de car-
bono. Entre las bacterias más versátiles se encuentran las del género Pseudomonas, muchas
de las cuales pueden usar más de cien compuestos orgánicos.
Después del carbono, el elemento más abundante en la célula es el nitrógeno que repre-
senta entre el 12 y el 15% del peso seco. Es el constituyente principal de las proteínas y los
ácidos nucleicos. La mayoría de las bacterias son capaces de usar el amonio como fuente de
nitrógeno, mientras que otras pueden usar los nitratos. La reducción de nitratos, se puede
lograr por dos mecanismos diferentes: reducción asimiladora, en la cual se reduce por la vía
del nitrito y reducción desasimiladora, donde el nitrato sirve como aceptor final de electrones.
La primera está bastante extendida entre las bacterias, mientras que la segunda solo es común
en bacterias anaerobias y anaerobias facultativas.
El fósforo es usado para la síntesis de ácidos nucleicos y de fosfolípidos. La mayoría de las
bacterias lo usan en forma inorgánica como fosfato (PO4=). Los fosfatos orgánicos si bien
están distribuidos ampliamente en la naturaleza, para ser usados deben ser atacados primero
por fosfatasas, enzimas que clivan estos compuestos liberando el fósforo inorgánico.

MICRONUTRIENTES
Aunque requeridos en cantidades muy pequeñas, los micronutrientes son importantes para
la nutrición de la bacteria. Entre estos destacamos el cobalto, el cobre y el manganeso.

FACTORES DE CRECIMIENTO
Son sustancias que deben ser aportadas preformadas, porque la bacteria que los requieren no
pueden sintetizarlos a partir de los nutrientes ya sea por falla o ausencia de una vía metabólica
determinada. Estas sustancias incluyen vitaminas del complejo B, aminoácidos, purinas y piri-
midinas. Las bacterias que no necesitan factores de crecimiento, se denominan prototróficas
y, las que sí los requieren, auxotróficas para ese factor.

REQUERIMIENTOS ATMOSFÉRICOS Y AMBIENTALES


Oxígeno
Las exigencias de oxígeno de una bacteria en particular, reflejan el tipo de metabolismo pro-
52 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

ductor de energía. Según su relación con el oxígeno, existen bacterias: anaerobias obligadas,
anaerobias facultativas, aerobias obligadas y microaerófilas.
De las primeras (anaerobias obligadas), existen las estrictas y las aerotolerantes. Las bac-
terias anaerobias obligadas estrictas, crecen en ausencia de oxígeno, el cual es muy tóxico e
incluso letal cuando la exposición es breve. Las segundas (aerotolerantes) también crecen solo
en ausencia de oxígeno, pero toleran su presencia un poco más que las anteriores; por ejemplo:
Clostridium sp. Las bacterias anaerobias facultativas, son capaces de crecer en presencia o en
ausencia de oxígeno. Ejemplo de éstas son las bacterias de la familia Enterobacteriaceae. Las
aerobias obligadas, requieren oxígeno para su desarrollo. Dentro de este grupo se encuentran
la Pseudomonas. Por último, las microaerófilas crecen mejor con presiones de oxígeno bajas
(3 a 5%); las concentraciones altas (21%) inhiben su crecimiento.
En las bacterias aerobias, anaerobias facultativas y anaerobias aerotolerantes, la enzima
superoxidodismutasa impide la acumulación del radical superóxido; esta enzima está ausente en
los anaerobios estrictos. El peróxido de hidrógeno formado por la acción de la superoxidodis-
mutasa es destruido con rapidez por la enzima catalasa o peroxidasa, como ya se mencionó.
En el laboratorio de microbiología los requerimientos atmosféricos de oxígeno, pueden
determinarse cultivando la cepa en caldo tioglicolato. Este medio contiene muchos nutrientes,
siendo un caldo de enriquecimiento apropiado para casi todas las bacterias de interés médico.
El ácido tioglicólico actúa como agente reductor que disminuye el potencial redox del medio,
generando un gradiente de concentración de oxígeno a lo largo del tubo. En la superficie del
medio, la concentración es similar a la atmosférica y va disminuyendo gradualmente hasta
que en el fondo del tubo no existe oxígeno disuelto. Las bacterias aerobias estrictas podrán
crecer en la superficie del caldo, las microaerófilas crecerán en la franja inmediata que está
debajo de la superficie. Las anaerobias facultativas crecerán en todo el tubo, mientras que
las anaerobias lo harán en el fondo del mismo.

Anhídrido carbónico
Algunas bacterias como Neisseria y la Brucella, tienen muchas enzimas con baja afinidad
por el CO2 y requieren una concentración más elevada (10%) de la que habitualmente está
presente en la atmósfera (0.03%).
Estos requerimientos atmosféricos mencionados deben ser tenidos en cuenta cuando se
realiza el cultivo de estas bacterias.

Potencial de oxidación reducción


Es un requerimiento físico del medio de cultivo. Éste es un factor crítico para determinar si
se desarrollará o no el inoculo sembrado en dicho medio. Para la mayoría de los medios de
cultivo en contacto con el aire, el potencial de oxidación reducción es de +0,2 a +0,4V, a
pH 7. Las bacterias anaerobias obligadas son incapaces de crecer a menos que el potencial
sea tan bajo como -0,2V. Para establecer dichas condiciones en un medio de cultivo se puede
eliminar el oxígeno, recurriendo a sistemas de cultivo anaerobio o agregando al propio medio
compuestos que contengan sulfidrilo, por ejemplo el tioglicolato de sodio.

Temperatura
Es uno de los factores ambientales más importantes que influyen en la proliferación y mante-
nimiento de la vitalidad de los microorganismos. Cada bacteria tiene su propia temperatura
mínima por debajo de la cual no puede proliferar, temperatura óptima en la cual el crecimiento
es mas rápido y temperatura máxima por encima de la cual no puede multiplicarse. Así, es
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 53

posible distinguir tres grupos de microorganismos según el rango de temperatura en el que es


posible su multiplicación: psicrófilas, crecen entre -5 y 30ºC, temperatura óptimo de 15ºC;
mesófilas, crece entre 10 y 45ºC, con el óptimo a los 30ºC y termófilas, que crecen entre 25
y 80ºC, con el óptimo en 55ºC.
En el laboratorio se puede determinar la temperatura óptima de crecimiento, sembrando
el microorganismo en estudio en un medio de cultivo adecuado e incubándolo a diferentes
temperaturas, para después evaluar los rendimientos obtenidos en las distintas condiciones.
Si bien la mayoría de los microorganismos de interés medico son mesófilos, pueden existir
diferencias entre las temperaturas de crecimiento óptimas de los mismos, siendo para la
mayoría de 35 a 37ºC.

Concentraciones de hidrógeno
Cada microorganismo tiene un rango de pH en cual puede crecer y un pH óptimo bien
definido. Según en el pH que se obtenga mayor rendimiento, encontramos microorganismos
acidófilos, neutrófilos (la mayoría de interés médico) y alcalófilos, que crecen bien en pH
ácidos, neutros y alcalinos respectivamente.
Para la mayoría de las bacterias de interés médico, el pH óptimo es de 7,2 a 7,6. Sin em-
bargo, hay microorganismos humanos como M. tuberculosis que resisten valores muy bajos
de pH.
Como los microorganismos al multiplicarse y realizar sus funciones metabólicas, suelen
modificar el pH del medio, éste puede prepararse con amortiguadores de pH (buffer), los
cuales mantiene el pH relativamente constante.

Condiciones osmóticas y disponibilidad de agua


El agua es un requerimiento esencial para todo ser vivo y la disponibilidad de ésta es un factor
importante que afecta el crecimiento de los microorganismos en sus ambientes naturales. Esta
disponibilidad no depende solamente del contenido de agua que haya en el ambiente, porque
algunas sustancias y superficies pueden absorber moléculas de agua y por consiguiente reducir
la disponibilidad en el ambiente. Las sales y los azúcares disueltos en agua, condicionan la
disponibilidad de la misma porque las moléculas de agua se asocian y no quedan disponibles
para ser usadas por los microorganismos. La disponibilidad de agua se expresa generalmente
como actividad acuosa o potencial de agua.
Generalmente los microorganismos se encuentran en ambientes con menor cantidad de
solutos que en el interior celular, por lo tanto el agua tiende a entrar a la célula por osmosis.
Por el contrario, si se encuentran en medios de baja actividad acuosa, el agua tenderá a
salir de la célula, por lo tanto perderá agua. Así, encontramos microorganismos que pueden
crecer en altas concentraciones salinas (halófilos) como las que están en el agua de mar, en
altas concentraciones de azúcar (osmófilos) como las que hay en una jalea o en ambientes
muy secos (xerófilos). Estos generalmente captan agua de dichos ambientes, gracias a las
altas concentraciones de solutos en su interior. La concentración de solutos con actividad
osmótica dentro de la célula bacteriana es superior a la concentración del exterior celular.
Con excepción de las bacterias del género Mycoplasma y de las formas lister (L) que no tienen
pared celular, la mayoría de las bacterias tienen tolerancia osmótica que les permite soportar
grandes cambios de osmolaridad.

Captación de nutrientes
La concentración de solutos en el interior de una célula bacteriana es mayor que en el medio
54 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

extracelular. Esto es aplicable tanto al medio natural como a la mayoría de los medios de
cultivo usados en el laboratorio. La principal barrera para el paso de solutos entre la célula y
el medio externo es la membrana celular. Las bacterias están rodeadas de membranas semi-
permeables, compuestas por una mezcla compleja de proteínas, lípidos y glucoproteínas, que
restringen el ingreso de la mayoría de los solutos. Sin embargo, tienen sistemas que permiten
el transporte de sustancias pequeñas a través de dichas membranas. Las moléculas de mayor
tamaño primero deben ser degradadas a moléculas más pequeñas por enzimas (exoenzimas)
producidas por la propia bacteria y secretadas al exterior celular. En las bacterias gramnega-
tivas estas exoenzimas se encuentran fundamentalmente en el espacio periplásmico (espacio
virtual ubicado entre la membrana externa y la membrana plasmática), mientras que en
las bacterias grampositivas están ancladas en la membrana plasmática. Dichas enzimas son
activas sobre: proteínas, polisacáridos, lípidos y ácidos nucleicos, entre otros. Bacterias como
S. aureus, S. pyogenes, y C. perfringens, elaboran algunas de estas enzimas que contribuyen
a la virulencia, destruyendo los componentes vitales de los tejidos del huésped infectado.
Pueden ser constitutivas (se sintetizan siempre) o inducibles (se sintetizan solo cuando está
presente su substrato).
Con excepción del agua y el amonio que ingresan a la célula por difusión pasiva en respuesta
a un gradiente de concentración a ambos lados de la membrana, el resto de los metabolitos
lo hacen por sistemas de transporte más específicos.
Tanto las porinas, como los canales de maltosa, no requieren consumo de energía. Los
primeros son sistemas inespecíficos que permiten el ingreso de moléculas pequeñas (peso
molecular menor o igual a seis mil dalton). Las porinas son proteínas ubicadas en la membrana
externa de las bacterias gramnegativas, que forman canales o poros permitiendo el pasaje de
las moléculas pequeñas e hidrofílicas.
En la difusión facilitada, una proteína asociada a la membrana celular facilita el equilibrio
a ambos lados de la misma, actuando en conjunto con una quinasa citoplasmática dependiente
de ATP. Estas proteínas de membrana se denominan permeasas y muchas son inducidas por
el substrato a ser transportado. Cuando la sustancia es fosforilada por la quinasa citoplasmá-
tica, queda atrapada dentro de la célula. La difusión facilitada se parece a la difusión simple,
porque el substrato se mueve por un gradiente de concentración (de mayor a menor), por
lo tanto el propio proceso de transporte no requiere energía. La diferencia que tiene con la
difusión pasiva, es que está mediada por una proteína transportadora, es más rápida y tiene
mayor especificidad de substrato.
El transporte activo permite que los solutos ingresen a la célula en contra de un gradiente
de concentración, consumiendo energía metabólica.
Como ejemplo citaremos al sistema de la ß-galactósido permeasa, mediante el cual la
lactosa (disacárido) es concentrado dentro de una bacteria como E. coli. El transporte de la
lactosa se produce por una permeasa específica (proteína M); dicha reacción implica gasto de
energía. La energía se usa para disminuir la afinidad de la permeasa por la lactosa en la parte
interna de la membrana celular, favoreciendo su rápida liberación dentro del citoplasma. Si la
generación de energía es bloqueada por el agregado de azida de sodio al sistema, la permeasa
cataliza la difusión facilitada de la lactosa, cesando el transporte cuando la concentración
del disacárido sea la misma a ambos lados de la membrana.
En medios aerobios y a pH neutro, la baja concentración de hierro no permite alcanzar
un desarrollo óptimo. Las bacterias han desarrollado varios sistemas para obtener cantidades
adecuadas de dicho elemento. Los sideróforos son ligandos de bajo peso molecular cuya función
es suministrar hierro a la célula. Aunque existe una variación importante en la estructura de
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 55

los distintos tipos de sideróforos conocidos, la mayoría son de dos tipos: catecoles: la entero-
bactina es la más estudiada; e hidroximatos: producidos por algunos hongos. La enterobactina
es un poderoso quelante que E. coli produce rápidamente cuando existe déficit de hierro y
la secreta al medio externo.

Crecimiento de las poblaciones bacterianas


El paso esencial para iniciar el estudio de una cepa bacteriana, es el cultivo. Este paso es
importante para proveer de una población de bacterias que puedan ser analizadas mediante
pruebas bioquímicas, serológicas, genéticas y de susceptibilidad a los antibióticos. El cultivo
es el proceso de propagación de los microorganismos en el laboratorio, que se obtiene apor-
tando las condiciones ambientales adecuadas y los nutrientes necesarios para el crecimiento
bacteriano. Debemos recordar que algunas de las bacterias que causan infecciones en seres
humanos no son capaces de crecer en medios artificiales inertes.
Es necesario conocer cuales son los requisitos básicos de la bacteria en cuestión para su
cultivo en el laboratorio (nutrientes, requerimientos atmosféricos y ambientales), así como
los requisitos del o de los tipos bacterianos que se necesite recuperar.
La siembra de un material que contiene bacterias en un medio sólido adecuado con la
técnica de aislamiento permite, luego de un período adecuado de incubación, la recuperación
de millones de bacterias agrupadas en colonias aisladas. Éstas pueden ser aisladas nuevamente
en un nuevo medio para obtener un cultivo puro.
El crecimiento se define como el aumento del número de bacterias en una población
determinada (ver figura 4). Es importante diferenciar entre el crecimiento de una célula
individual y el de una población. Dicho crecimiento celular es el resultado del aumento del
tamaño de la célula, seguido de su división. El crecimiento de una población, en cambio, es el
resultado del aumento del número total de células, que puede ser cuantificado directamente
(contando el número de células) o indirectamente (por ejemplo, midiendo la masa celular).
El recuento de células totales puede determinarse por recuento microscópico en una cámara
con áreas de volumen conocido, contando las células por unidades. Este recuento, considera
la totalidad de las células presentes en la muestra (viables y no viables). Para realizar un
recuento de las células viables, es necesario hacer un cultivo en medio sólido para contar el
número de unidades formadoras de colonias (UFC) presentes en un volumen conocido de la

Figura 4. Curva de crecimiento bacteriano


56 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

muestra. Dicha técnica puede realizarse por siembra en la superficie de un medio apropiado
o por siembra incorporada en agar.
El crecimiento de las poblaciones bacterianas en un sistema de cultivo cerrado (sin entrada
ni salida de los componentes del sistema), está limitado por el agotamiento de los nutrientes
o bien por la acumulación de productos tóxicos del metabolismo. Cuando las bacterias se
siembran en el laboratorio en un medio líquido (por ejemplo en un tubo de ensayo), se trata
de un sistema cerrado de cultivo. Si se toman muestras a intervalos regulares en diferentes
tiempos de incubación y se realiza un recuento del número de células viables por mililitro
de cultivo, la representación gráfica de los datos (conteo de células viables en función del
tiempo) dará la curva de crecimiento característica que consta de cuatro fases: latencia,
exponencial, estacionaria y muerte.

FASE DE LATENCIA
Las bacterias transferidas de un cultivo en fase estacionaria a un medio fresco, sufren un cambio
en su composición química antes de ser capaces de iniciar la multiplicación. Hay aumento
de los componentes macromoleculares y de la actividad metabólica, casi sin división celular,
asociado a un incremento de la susceptibilidad a los agentes físicos y químicos. Por lo tanto,
la mal llamada fase de latencia implica intensa actividad metabólica.

FASE EXPONENCIAL
Las células se dividen a velocidad constante, determinada por la naturaleza intrínseca de la
bacteria y por las condiciones del medio. Existe gran aumento del número total de células
viables, que puede ser expresado en forma exponencial. Próximo al final de esta fase, se
produce la liberación de exotoxinas por las bacterias que las producen.

FASE ESTACIONARIA
Eventualmente el agotamiento de los nutrientes o la acumulación de productos tóxicos
determina el cese del crecimiento. Hay pérdida de células por muerte, la cual es balanceada
por la formación de nuevas células. Cuando esto ocurre, el conteo total de células aumenta
levemente aunque el de las bacterias viables permanece constante. Hacia el final de esta
etapa, puede ocurrir la esporulación en aquellas bacterias que poseen este mecanismo de
resistencia.

FASE DE MUERTE
Luego de la fase estacionaria, la tasa de muerte se incrementa, el número de bacterias viables
disminuye rápidamente y, por lo tanto la curva de crecimiento declina.
Las características de la curva de crecimiento pueden variar, dependiendo de las caracte-
rísticas propias del microorganismo, del estado metabólico del inoculo, del medio de cultivo
y de las condiciones de incubación. Las condiciones físicas y químicas del medio donde el
microorganismo crece afectan las actividades de éstos. La comprensión de cómo influye el
ambiente en el crecimiento, nos ayuda a explicar la distribución de los microorganismos en
la naturaleza y hace posible diseñar métodos que permitan estudiar y controlar el crecimiento
bacteriano.
Además, existen sistemas de cultivo abiertos que son poco usados en el laboratorio de
microbiología clínica. El cultivo continuo (con aporte y salida de nutrientes y requerimientos
a una tasa constante), permite mantener a las bacterias en una misma fase de crecimiento
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 57

durante un largo período de tiempo (por ejemplo en la fase estacionaria o en la exponencial).


Dicha técnica es interesante por ejemplo para los procesos productivos.

Medios de cultivo
Son una mezcla equilibrada de nutrientes requeridos a concentraciones que permiten el
crecimiento de los microorganismos. Deben contener todos los nutrientes necesarios en
cantidades apropiadas a los requerimientos de los microorganismos y en condiciones de pH,
presión osmótica, oxígeno disuelto, etc., adecuados para el crecimiento. Aunque los diferentes
microorganismos tienen distintas propiedades fisiológicas y requerimientos nutricionales, la
composición química de las células es constante en todo el mundo vivo.
Los medios más simples están compuestos por una base mineral se puede suplementar
con una fuente de carbono, de energía, de nitrógeno y con algún factor de crecimiento re-
querido. Los medios deben esterilizarse antes de ser usados. Esta esterilización generalmente
se realiza con calor húmedo, pero algunos medios con componentes sensibles al calor pueden
filtrarse.
Existen muchos medios con diferentes utilidades que pueden ser clasificados de la siguiente
manera. Según su consistencia en: líquidos, semisólidos y sólidos. Los medios sólidos son usados
para el aislamiento bacteriano, mientras que los líquidos son útiles para el enriquecimiento
de una población bacteriana de interés. Según su composición: definidos (de composición
química conocida, medios simples) y complejos (con agregados de sustancias no definidas,
por ejemplo extracto de levadura). Según la cantidad de nutrientes: pobres (por ejemplo el
agar simple) y ricos (por ejemplo el agar sangre). También pueden clasificarse en medios:
diferenciales, que permiten diferenciar algunas propiedades distintivas del grupo bacteriano
(por ejemplo el uso de lactosa en agar CLED); y selectivos, que permiten el desarrollo de
algunos microorganismos pero no de otros (por ejemplo el Mac Conckey para la selección de
bacterias gramnegativas). También existen los medios especiales para el transporte de muestras
o cepas, o aquellos específicos para identificar alguna vía metabólica determinada.

Bibliografía
• Forbes BA, Sahm DF, Weissfeld AS. editors. Bailey & Scott´s. Diagnostic Microbiology. 11th. ed. St. Louis,
Missouri. Mosby. 2002.
• Joklik WK, Willett HP, Amos DB, Wilgert CM. editores, Zinsser Microbiología. 20ª ed. BsAs. Panamericana;
1994.
58 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 59
Página 59

4 Genética bacteriana
L. Betancor, M. Gadea, K. Flores

Introducción

Las bacterias son microorganismos con una capacidad extraordinaria de adaptación a diferentes
condiciones ambientales. Para comprender la esencia de esta capacidad es importante conocer
sus bases genéticas, es decir como está organizada la información genética, como realizan y
regulan su expresión y que mecanismos de variación génica poseen.
La capacidad infecciosa de las bacterias patógenas radica en que poseen la información
génica necesaria para colonizar los tejidos del huésped, invadirlos y/o producir sustancias
tóxicas que causarán la enfermedad.
Por otro lado, el conocimiento del funcionamiento genético de las bacterias, sumado al
hecho de que son de fácil manejo en el laboratorio y que tienen crecimiento rápido, ha per-
mitido usarlas para sintetizar productos útiles a la medicina, tanto para el diagnóstico como
para la prevención y tratamiento de algunas enfermedades. Estas posibilidades se han visto
incrementadas con el desarrollo de la ingeniería genética y la disponibilidad de técnicas de
biología molecular.

Estructura del genoma bacteriano


Toda la información genética esencial para la vida de la bacteria está contenida en una única
molécula de ácido desoxirribonucleico (ADN) de doble cadena y circular, cerrado por enlace
covalente. Dicha molécula se denomina cromosoma bacteriano. Muchas bacterias poseen
además ADN extracromosómico, también circular y cerrado, denominado ADN plasmídico
por estar contenido en los plásmidos. Éstos, portan información génica para muchas funciones
que no son esenciales para la célula en condiciones normales de crecimiento.
En términos bioquímicos la composición y estructura de los ácidos nucleicos bacteria-
nos, es la misma que para cualquier célula. Conviene recordar brevemente, que los ácidos
nucleicos son macromoléculas compuestas de nucleótidos unidos en forma covalente por
medio de enlaces fosfodiester entre los carbonos de las posiciones 3´ y 5´ de dos residuos
de azúcares adyacentes. Esta estructura forma un esqueleto de azúcares y fosfatos constante
en toda la macromolécula. La variación entre los nucleótidos que constituyen la cadena de
ácido nucleico, esta dada por sus bases nitrogenadas; para el ADN son: adenina (A), timina
(T), citocina (C) y guanina (G) y para el ácido ribonucleico (ARN) son en lugar de timina,
el uracilo (U). La A y G se denominan bases púricas o purinas, mientras que T, U, y C se
60 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

denominan bases pirimidínicas o pirimidinas. Así, una cadena o hebra de ácido nucleico,
tendrá una estructura primaria determinada por la secuencia de las bases que la componen.
El ADN como macromolécula, esta compuesto por dos cadenas nucleotídicas o hebras
antiparalelas que se enlazan entre sí formando una doble hélice. Los enlaces entre ambas
hebras de ADN están determinados por puentes de hidrógeno entre las purinas de una ca-
dena, con las pirimidinas de la otra. Entonces, la A forma dos puentes de hidrógeno con la
T, mientras que la C forma tres puentes de hidrógeno con la G. Dicho fenómeno se conoce
como complementariedad de bases, es decir que la A es complementaria a la T y la C lo es
para la G (ver figura 1). Estos enlaces mantienen estable la estructura de doble hélice de
ADN, en la cual se pueden distinguir pares de nucleótidos o pares de bases (pb). Estos pb
pueden usarse como unidad de tamaño o longitud para las moléculas de ADN, de esta manera
podemos decir por ejemplo que el ADN cromosómico de Escherichia coli tiene un tamaño de
4,2 millones de pb o lo que es lo mismo de 4.200 kilobases (Kb).
Todas las células deben enfrentarse al problema de como lograr contener en su estructura
moléculas tan grandes como el ADN. Volviendo al ejemplo de E. coli, los 4.200 Kb de su
genoma implican una longitud de 1,3 mm es decir unas mil veces la longitud de la célula. Las
bacterias no poseen histonas asociadas a su genoma y en consecuencia no tienen la posibilidad
de compactar su ADN en estructuras tipo nucleosomas como las células eucariotas. Por lo
tanto, deben compactar su ADN de otra manera. Esto se logra porque el ADN circular cerrado
es capaz de adoptar una estructura terciaria denominada superenrollamiento, que implica el
enrollamiento del eje de la doble hélice sobre si mismo (ver figura 2). Este superenrollamiento
se dice que tiene sentido negativo porque tiene el sentido contrario al enrollamiento de una
hebra de ADN sobre la otra. Esto supone para la bacteria una fuente de almacenamiento
de energía para ser usada en muchos procesos fisiológicos que la requieren, por ejemplo la
separación de las dos hebras de ADN necesaria para la replicación y la transcripción.
El cromosoma bacteriano es suficientemente largo como para formar muchos lazos cir-
culares, que como tales pueden superenrollarse formando una serie de dominios topológicos
independientes. Esta organización en dominios colabora a la compactación general del genoma
bacteriano e impide que, con la ruptura de una hebra (en cualquier sitio del cromosoma) se
pierda el superenrollamiento total, manteniendo la energía almacenada.
Las bacterias poseen enzimas (topoisomerasas) capaces de alterar la estructura del ADN,
modificando su superenrrollamiento. Estas topoisomerasas actúan agregando o eliminando
vueltas superhelicoidales y cumplen un rol importante en los procesos de replicación y trans-
cripción del ADN. Además, es interesante mencionar que algunas de las topoisomerasas
como la ADNgirasa, son blanco de acción de los antibióticos del grupo de las quinolonas,
como el ácido nalidíxico.

Los plásmidos son ADN extracromosómico


Como ya dijimos, muchas bacterias poseen información génica contenida en moléculas de
ADN distintas a las del cromosoma bacteriano, denominadas plásmidos. Estos, son moléculas
circulares de ADN de doble cadena que constituyen una unidad de replicación independiente
del cromosoma. Por esto puede encontrarse más de una copia del mismo plásmido dentro de
la célula bacteriana. En general los plásmidos de mayor tamaño se encuentran en una o unas
pocas copias, mientras que los más pequeños pueden estar en hasta cien copias por célula
(plásmidos multicopia).
Aunque el ADN plasmídico no porta información genética esencial para la vida de la
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 61

Figura 1. Estructura
!CIDODEOXIRIBONUCLEICO!$. del ADN. Apareamiento
de dos hebras de ADN
basado en la comple-
CADENADEAZÞCAR FOSFATO mentariedad de bases. A
(adenina) se aparea con
T (timina) por medio de
0 ! 4 2 puentes de hidrógeno,
3 mientras que C (cito-
3 PUENTESDEHIDRØGENO cina) se aparea con G
0 (guanina) por medio de
' # 3 puentes de hidrógeno,
0
3 formando los llamados
“pares de bases”.
3
0

0 4 !
3
3
0

0 ! 4
3
3
0

0 # '
PARDEBASES 3
3
0

0 ' #
3
3
NUCLEØTIDO 0

bacteria, sí porta genes que le confieren nuevas propiedades fenotípicas y que en algunos casos
le son útiles para su adaptación al crecimiento en determinados ambientes.
Muchas bacterias potencialmente patógenas para el hombre, solo son capaces de com-
portarse como tales cuando portan un plásmido que contiene genes que le permiten expresar
moléculas de adhesión a los tejidos del huésped o sintetizar sustancias tóxicas para éste.
Como ejemplo la toxina tetánica producida por Clostridium tetani, está codificada plasmí-
dicamente.
En otros casos, los plásmidos contienen genes que codifican enzimas capaces de degradar
algunos antibióticos, permitiendo que la bacteria sobreviva a la acción de los mismos. Por
ejemplo la producción de β-lactamasas por cepas Neisseria gonorrhoeae, Staphylococcus aureus
y Haemophylus influenzae está codificada plasmídicamente.
Los plásmidos pueden clasificarse según distintos criterios, por ejemplo por su tamaño,
su número de copia o el tipo de genes que contiene (plásmidos de virulencia, plásmidos de
resistencia a antibióticos, etc.). También pueden clasificarse en grupos de incompatibilidad;
62 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

DISOCIACIØNLOCAL Figura 2. Super-


enrollamiento del
ADN. Una molécula
de ADN circular
relajado puede ser
“retorcida” para
formar una molécula
superenrrollada
negativamente. Esta
reacción es catal-
izada por una enzima
“girasa”, mientras
que la reacción
inversa lo es por una
“topoisomerasa”.

!$.SUPERENROLLADO
CÓRCULORELAJADO

se dice que dos plásmidos pertenecen al mismo grupo de incompatibilidad si son incapaces
de coexistir en la misma bacteria. Muchos plásmidos, en general los de mayor tamaño (que
pueden portar hasta 50 o 100 genes), suelen ser capaces de transferirse de una bacteria a
otra mediante un proceso llamado conjugación (véase mas adelante). Estos plásmidos de
conjugación codifican todos los factores necesarios para su transferencia. Algunos plásmidos
mas pequeños, no conjugativos, pueden ser movilizados, es decir que poseen la secuencia
necesaria para permitir su transferencia, pero ellos mismos no codifican las proteínas necesarias
para ser transferidos. Por último, otros plásmidos no se transfieren en absoluto. La adquisi-
ción de ADN plasmídico por una cepa bacteriana, puede realizarse por medios distintos a la
conjugación como transformación, la transducción mediada por fagos o la incorporación en
el cromosoma, como veremos mas adelante.

Genes "saltarines" de las bacterias


Los elementos transponibles son segmentos de ADN capaces de moverse desde una posición
a otra en el genoma. Es decir que pueden transponerse o “saltar” desde un sitio determinado
del genoma, separándose del resto del ADN, hasta otro sitio distinto al cual se integran.
También pueden transponerse desde el cromosoma a un plásmido o viceversa o a distintos
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 63

sitios dentro de la misma molécula de ADN. Los elementos transponibles están ampliamente
distribuidos en la naturaleza, tanto en virus, como en células procariotas y eucariotas. Exis-
ten dos tipos de elementos transponibles: las secuencias de inserción (elementos IS) y los
transposones (Tn).
Los elementos IS son segmentos pequeños de ADN, de aproximadamente 1 a 2 Kb que
contienen la información genética mínimamente necesaria para la transposición. Poseen
secuencias específicas en ambos extremos del fragmento que consisten en repeticiones
invertidas una respecto de la otra. Estas secuencias, son reconocidas específicamente por
enzimas codificadas en el mismo elemento IS, denominadas transposasas, responsables de la
integración del elemento al sitio blanco del genoma.
Los Tn son segmentos de ADN que además de portar la información necesaria para la
transposición, contienen genes que pueden codificar diferentes propiedades fenotípicas. Dentro
de éstas se destaca la resistencia a ciertos antibióticos, como es el caso de la resistencia de alto
nivel a la gentamicina que tienen algunas cepas de Enterococcus sp. Algunos plásmidos poseen
uno o mas Tn que portan determinantes de resistencia a antibióticos; la capacidad de estos
elementos para transponerse de un plásmido a otro, proporciona a la bacteria gran flexibilidad
para desarrollar resistencia, dado que dichos plásmidos son generalmente conjugativos, por
lo que pueden transferirse entre distintas bacterias.
La inserción de un elemento transponible puede producir diferentes efectos sobre la
expresión de la información génica como impedir la funcionalidad de un gen o activar la
expresión de otro.

Replicación del ADN bacteriano


El genoma completo de una célula, sea procariota o eucariota, debe replicarse con exactitud
una vez por cada división celular. Por lo tanto, la iniciación de la replicación compromete a
la célula a una división posterior. Si se inicia la replicación, la división consiguiente no debe
ocurrir hasta que se haya completado la replicación y, de hecho el final de la replicación
puede disparar la división celular.
Las bacterias, a diferencia de las células eucariotas, son capaces de replicar su ADN a lo
largo de todo su ciclo celular.
Se denomina replicón a cada unidad de replicación del ADN que contiene todos los
elementos requeridos para regular este proceso.
El cromosoma bacteriano se replica a partir de un único origen que se mueve linealmente
hasta completar la duplicación total de la molécula, por lo que constituye un replicón. Esto
facilita la regulación que está centrada en la etapa de iniciación; una vez que la replicación
del cromosoma se inicia en su origen, todo el cromosoma será duplicado. Los plásmidos,
constituyen replicones independientes del cromosoma, generando una replicación por ciclo
celular que se coordina con la replicación genómica (plásmidos unicopia) o permitir varias
replicaciones por ciclo (plásmidos multicopia).
El sitio de ADN que se está duplicando, se llama horquilla de replicación. La replicación
puede ser unidireccional o bidireccional, según se formen una o dos horquillas en el origen.
Generalmente, los cromosomas bacterianos tienen replicación bidireccional, mientras que
algunos plásmidos pueden replicarse unidireccionalmente. En la replicación unidireccional,
una horquilla sale del origen y progresa a lo largo del ADN. En la bidireccional, se forman
dos horquillas que se alejan del origen en direcciones opuestas hasta que se encuentran
completando la duplicación. Esto permite a la bacteria duplicar su ADN mas rápido que si
64 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 3. Replicación del ADN. El proceso


de replicación del ADN es semiconservativo,
ya que cada nueva molécula posee una
hebra sintetizada “de novo” apareada a su
complementaria proveniente de la molécula
que le dio origen. El poroceso genera dos
moleculas de ADN idénticas.

.EWSTRAND

el proceso fuera unidireccional, pudiendo replicar mas de mil pb por segundo. Es importante
destacar que, aunque la velocidad de replicación es muy elevada, la fidelidad de la misma
también es grande, siendo la frecuencia de mutaciones espontáneas del orden de una cada
107 a 1011 pb replicados.
La replicación es semiconservativa porque cada molécula de ADN posee una cadena del
ADN original y una nueva. Esto resalta la importancia de la complementariedad de bases en
la estructura del ADN (ver figura 3).
Las enzimas encargadas de catalizar el proceso de replicación, se denominan ADN po-
limerasas. Si bien en E. coli se conocen tres tipos distintos, la responsable de la mayoría de
los procesos de replicación es la polimerasa III, mientras que las polimerasas I y II cumplen
principalmente funciones de reparación de rupturas o de errores en las moléculas de ADN.
También participan otras enzimas, como las helicasas responsables de “desenrollar” el ADN
en el origen o cerca de él, paso indispensable para iniciar la replicación.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 65

Figura 4. Colaboración de proteínas en la horquilla de replicación. La ADN polimerasa


III necesita para iniciar la síntesis un cebador o primer que es sintetizado por una ARN
polimerasa especial. Algunas proteínas desenrrollan la hélice de ADN y otras se unen a
los fragmentos de ADN unicatenario para estabilizarlo. Como la polimerasa solo sintetiza
ADN en dirección 5’ a 3’, una de las cadenas se sintetiza en forma discontinua, dejando
una serie de fragmentos de ADN y de huecos sin replicar. La ADN polimerasa I rellena los
huecos y una enzima ligasa sella los fragmentos entre si.
CADENANUEVA
!$.POLIMERASA
@
PROTEÓNASDEUNIØN
AL!$.
#ADENAMOLDE @
HELICASA
PRIMER @
MOLÏCULAORIGINAL
@ @ !$.PRIMASA
FRAGMENTODE
!$.POLIMERASA
/KASAKI

Esquemáticamente, podemos decir que la replicación consta de tres fases: iniciación,


elongación y terminación. La primera se produce desde el origen del replicón donde se forma
la o las horquillas de replicación, gracias a la acción de las helicasas que “desenrollan” el ADN.
De esta forma se constituye una porción monocatenaria de ADN que estará en condiciones
de formar un complejo con proteínas de unión al ADN, encargadas de estabilizar la cadena
sencilla, evitando la formación de puentes de hidrógeno. Se sintetiza un corto oligonucleótido
de ARN con un grupo 3´ oxidrilo libre, que actuará como cebador o primer, en el cual la
ADN polimerasa agrega los nucleótidos.
La elongación consiste en el avance de la horquilla de replicación, conforme se van
agregando nucleótidos a la nueva cadena, siguiendo un orden establecido por las reglas de
complementariedad de bases (A con T y C con G), entre la cadena “molde” y la nueva. En
esta etapa participa fundamentalmente la ADN polimerasa III. Todas las polimerasas cono-
cidas agregan nucleótidos en dirección 5´- 3´ para el crecimiento de la cadena y requieren
una cadena de ADN molde, un cebador y los nucleótidos. (Ver figura 4).
La terminación se produce después de que ambas horquillas de replicación han atravesado
la mitad del cromosoma en direcciones opuestas y se encuentran en la región terminal del
genoma. En esta región, existen secuencias de ADN que actúan como bloqueadores para el
avance del las horquillas, por lo tanto se asegura que la replicación termine en esa pequeña
porción del genoma.

Expresión de los genes procariotas


TRANSCRIPCIÓN Y TRADUCCIÓN
La expresión genética de todas las células depende de los procesos secuenciales de transcrip-
ción y traducción que, en conjunto transfieren la información contenida en una secuencia
de nucleótidos de un gen, a una secuencia de aminoácidos de una proteína. Esto implica que
a partir de la dotación génica portada por la célula (genotipo), se expresarán un conjunto de
características evidenciables y que constituirán el fenotipo celular.
Durante la transcripción, las reglas del apareamiento de bases son aplicadas por la ARN
66 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 5. Comparación entre la expresión de los genes eucariotas y procariotas. Los


ARNm procariotas son a menudo poligénicos, es decir que contienen información para mas
de una proteína. El extremo 5’ se traduce cuando todavía se está transcribiendo el extremo 3’.
Los ARNm eucariotas son monogénicos y requieren de modificaciones postranscripcionales
antes de atravezar la membrana nuclear y llegar al citoplasma donde son traducidos.

! %5#!2)/4!3 " 02/#!2)/4!3

$.!
#)4/0,!3-!
42!.3#2)0#)œ.
.·#,%/
M2.!
INTRONS EXONS
$.! 42!$5##)œ.
PROTEÓNA

GEN
TRANSCRIPTOPRIMARIO 42!.3#2)0#)œ.

2.! CAP
!!!!

M 2.! !!!!

M 2.! !!!!
42!$5##)œ.
PROTEÓNA

polimerasa para sintetizar un producto complementario a una cadena del ADN usada como
molde, que es el ARN. Una de las clases mas importantes de ARN es el llamado mensajero
(ARNm), que porta la información para la síntesis de proteínas. La ARN polimerasa bacteriana,
es distinta de la que tienen las células eucariotas; de hecho, algunos antibióticos que tienen
como sitio blanco de acción la ARN polimerasa (por ejemplo la rifampicina) son efectivos
exclusivamente ante células procariotas.
La ARN polimerasa reconoce un sitio específico en el ADN, llamado promotor, al cual se
une iniciando la transcripción. Un mismo transcripto, ARNm, puede contener la información
correspondiente a más de un gen, por lo tanto se traducirá luego en más de un polipéptido.
El conjunto de genes que son transcriptos en un único ARNm y que por tanto se expresan
en conjunto se denomina operón. (Ver más adelante).
Los genes procariotas no poseen intrones como los eucariotas, es decir que una vez
transcripto el ARNm, éste será traducido directamente en una secuencia polipeptídica, sin
necesidad de realizar ningún procesamiento después de la transcripción.
Otra diferencia importante con la expresión de los genes eucariotas, es que como las
bacterias no tienen un compartimento nuclear definido, los procesos de transcripción y tra-
ducción están acoplados. Es decir que mientras se está sintetizando una molécula de ARNm,
el ARN naciente puede tomar contacto con los ribosomas e iniciar la síntesis proteica (ver
figura 5). Ésto es una ventaja para la bacteria y constituye una importante causa de su elevada
capacidad para adaptarse a diferentes ambientes, porque le permite responder rápidamente a
los estímulos sintetizando las proteínas necesarias, en el momento adecuado.
La traducción es un proceso por el cual el ARN ribosómico, el ARN de transferencia
(ARNt) y muchas proteínas ribosomales, realizan la “lectura” del código genético. Dicho
código está “escrito” en tripletes de nucleótidos o codones portados por el ARNm; de la
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 67

“escritura” de la secuencia correspondiente de aminoácidos, surge el producto polipeptídico.


El ribosoma desempeña un rol fundamental, reuniendo al ARNm y a los ARNt cargados de
aminoácidos.
La estructura y composición de los ribosomas procariotas (ARN y proteínas), difiere en
cierta medida de los ribosomas eucariotas. Tienen menor masa y por lo tanto, menor coefi-
ciente de sedimentación (la subunidad mayor 50 S y la menor 30 S, ambas suman 70 S).
Estas diferencias entre los ribosomas procariotas y eucariotas, igual que otras diferencias en la
expresión génica (polimerasas, topoisomerasas, proteínas, mecanismos regulatorios y factores
de elongación), tienen una serie de implicancias. Una de éstas es la sensibilidad diferencial
de procariotas y eucariotas a toxinas y antibióticos. Por ejemplo los macrólidos, los amino-
glucósidos, el cloramfenicol y otros son antibióticos que actúan en el ribosoma bacteriano o
en el proceso de síntesis proteica; en cambio, algunas toxinas bacterianas como la diftérica,
actúan selectivamente en la síntesis proteica eucariota.
Existen dos sitios en el ribosoma: el aceptor (sitio A), donde los ARNt cargados se asocian
en primer lugar y el sitio peptídico (sitio P), donde se sujeta la cadena polipeptídica en creci-
miento. En cada adición de aminoácidos, el ARNm avanza un codón y el nuevo aminoácido
se traslada del sitio A al P, incorporándose a la proteína en formación.
Como el código genético es universal, el significado de los codones es similar al de los
eucariotas, aunque cabe mencionar que existen algunas diferencias en los codones que de-
terminan la iniciación y la terminación de la traducción, así como en la preferencia de uso
de ciertos codones.
Como en los procesos de replicación y transcripción, el paso inicial de la traducción es
un importante punto de regulación.

Regulación de la expresión génica de las bacterias

Las bacterias tienen muchos mecanismos para controlar la expresión de sus miles de genes,
con cual logran que el producto de un gen determinado, solo se sintetice cuando es nece-
sario y, en lo posible en la cantidad óptima. Esto les confiere una importante capacidad de
adaptación a cualquier cambio de concentración de nutrientes del medio en que habitan,
activándose determinadas vías metabólicas solo cuando son necesario. Así, las bacterias evitan
sintetizar enzimas cuando falta el sustrato correspondiente, pero siempre están preparadas
para fabricarlas cuando aparece dicho sustrato en el entorno.
Un importante mecanismo de regulación desarrollado por las bacterias, se basa en la
activación o desactivación de la transcripción de un grupo de genes cuyos productos tienen
funciones relacionadas y que están organizados en una región del genoma que permite regular
su expresión. Esta forma de organización genética se denomina operón y le permite a la célula
administrar en forma óptima sus reservas energéticas.
Un operón consiste en: un promotor, sitio blanco de la regulación; genes adyacentes que
codifican cada una de las enzimas de una vía metabólica y una secuencia de terminación de
la transcripción. Así, todos los genes constituyentes de un operón son transcriptos de forma
coordinada como ARNm policistrónico, es decir multigénico. Dicho ARNm es traducido
secuencialmente en proteínas por los ribosomas.
La iniciación de la transcripción puede regularse positiva o negativamente. Los genes bajo
control negativo se expresan constantemente, excepto que sean inhibidos por una proteína
represora que evitará la expresión del gen por su unión a una secuencia específica del ADN,
68 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

denominada operador. Este operador impide que la ARN polimerasa inicie la transcripción
en el promotor.
Aquellos genes cuya expresión se encuentra bajo control positivo, no serán transcriptos
excepto que esté presente una proteína activadora que se une a una secuencia específica del
ADN y ayuda a la ARN polimerasa en los pasos iniciales de la transcripción.
Los operones pueden ser inducibles o reprimibles. Se considera inducible, cuando la
introducción de un sustrato en el medio aumenta la expresión de las enzimas necesarias para
su metabolismo. Éstos solo funcionan en presencia de una pequeña molécula, el inductor.
Por otro lado, en el mecanismo de regulación por represión, disminuye la síntesis de algunas
enzimas cuando existen cantidades suficientes de los productos terminales de la vía metabólica
correspondiente. Esto se denomina represión por producto final; los metabolitos terminales
son moléculas llamadas correpresores (ver figura 6).
Un ejemplo clásico es el operón lactosa (lac), descrito en E. coli. Contiene un conjunto
de genes cuyos productos son las enzimas responsables de la degradación de la lactosa. En
ausencia de lactosa en el medio, el operón es reprimido por la unión de una proteína represora
a la secuencia del operador, esto impide la acción de la ARN polimerasa. La adición de lactosa
al medio anula dicha represión, dado que el propio azúcar actúa como inductor uniéndose a

! ).$5##)œ.'¡.)#! Figura 6. Mecanismos de regu-


lación de la expresión génica. a)
'%.%342!.3#2)04/3 Inducción: Un gen regulador (reg)
2EG0/'ENES
codifica para una proteína repre-
sora en su estado activo que se
une al operador (O) bloqueando
M2.! la unión de la ARN polimerasa al
2EPRESOR 2EPRESOR promotor (P). En presencia del
ACTIVO )NDUCTOR
INACTIVO inductor, la proteína represora es
inactivada y el operador se en-
'%.%3./42!.3#2)04/3 cuentra disponible para el inicio
de la transcripción. b) Represión:
2EG0/'ENES
El gen regulador codifica para
una proteína represora en su
estado inactivo. En ausencia de
la molécula correpresora, ocurre
la transcipción. En presencia del
correpresor, la proteína represora
es activada para su unión al opera-
" 2%02%3)œ.'¡.)#! dor, bloqueando de este modo la
'%.%3./42!.3#2)04/3 transcripción.
2EG0/'ENES

2EPRESOR
ACTIVO

2EPRESOR
INACTIVO #ORREPRESOR

'%.%342!.3#2)04/3
2EG0/'ENES

M2.!
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 69

la proteína represora e impidiendo que ésta continúe asociada al operador. Este mecanismo
de control negativo, asegura que el operón lac se transcriba solo cuando hay lactosa en el
medio. Sin embargo, existe un mecanismo para aumentar al máximo la expresión del operón
lac, basada en un mecanismo de control positivo mediado por proteínas activadoras. En E.
coli existe una proteína llamada proteína activadora del gen por el catabolito (PAC), que
forma un complejo con el monofosfato de adenosina cíclico (AMPc) y adquiere la capacidad
de unirse a una secuencia específica del ADN presente en el promotor. La unión del complejo
PAC-AMPc al ADN, potencia la unión de la ARN polimerasa al promotor y permite aumentar
la frecuencia de iniciación de la transcripción. Así, no solo se regula la síntesis, sino también
la cantidad que se sintetiza, según los requerimientos de las enzimas responsables de la de-
gradación de la lactosa. Este tipo de mecanismo regulador de la transcripción, se encuentra
en muchas bacterias para diferentes vías metabólicas.
También existen operones que son regulados en la terminación de la transcripción por
un mecanismo especial llamado atenuación qu es característico de las vías biosintéticas de
aminoácidos y se basa en el acoplamiento entre transcripción y traducción. Este es el caso del
operón triptófano (Trp), en el cual el promotor codifica un pequeño péptido que contiene do
Trp en posición crítica. Cuando hay suficiente cantidad de este aminoácido en el medio, el
péptido se sintetiza rápidamente a partir del promotor que es transcripto y luego traducido.
Esto provoca un cambio en la conformación del ADN correspondiente al operón, que per-
mite reconocer una señal de terminación de la transcripción entre el promotor y los genes
estructurales; sitio donde la ARN polimerasa se separa del ADN y termina la transcripción.
Por el contrario, cuando no hay suficiente Trp, el péptido no podrá sintetizarse y la ARN
polimerasa continuará transcribiendo los genes del operón. Así, la célula solo sintetizará el
aminoácido, cuando no haya suficiente cantidad de éste en el medio para ser usado en las
vías biosintéticas.
No solo en la transcripción existe regulación, también existen en la traducción y luego de
ella. La velocidad de la traducción de las diferentes secuencias de ARN transcriptos, puede
variar más de mil veces según el sitio de unión del ribosoma con el mensajero. Generalmente,
el control de la traducción se basa en la obstrucción del sitio de unión del ribosoma, ya sea por
la unión de una proteína al ARN ribosómico en ese sitio o por el apareamiento de bases de
éste con otro fragmento de ARN. Este es el mecanismo usado para la regulación de la síntesis
de las proteínas ribosomales, cuyos genes también se encuentran organizados en operones.
Por último, existe también la regulación postraduccional que la bacteria usa para inactivar
enzimas innecesarias. Si bien existen mecanismos para suprimir la producción de enzimas
cuando no son necesarias, hay que considerar que estas enzimas tienen una vida media rela-
tivamente larga y que en algunas ocasiones es más redituable energéticamente inactivar las
enzimas de una vía biosintética, que asumir el gasto de ATP correspondiente al funcionamiento
de dicha vía cuando el producto está disponible en el medio.

Mecanismos de variación genotípica


Como vimos, las bacterias tienen mecanismos que les permiten cambiar su expresión génica
favoreciendo la síntesis de los productos de ciertos genes y reprimiendo la de otros. Estos
mecanismos pueden llamarse de variación fenotípica, ya que implican una serie de cambios
en el fenotipo celular o de la población bacteriana. También existen mecanismos de variación
genotípica, que serán igualmente traducidos en cambios fenotípicos, pero que se basarán en
una modificación de la información genética contenida en la célula.
70 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Básicamente, existen dos formas de variación genotípica en las bacterias. Por un lado,
en el genoma se producen cambios debidos a mutaciones y por otro, las bacterias pueden
intercambiar material genético y sufrir recombinación.

MUTACIONES
Una mutación es un cambio heredable en la secuencia de bases de los ácidos nucleicos que
constituyen el genoma de un organismo; ésta se produce en condiciones naturales con baja
frecuencia y se deben fundamentalmente a errores en los procesos de replicación del ADN.
Además de las mutaciones espontáneas, pueden ocurrir mutaciones inducidas, provocadas
por agentes mutagénicos (químicos, físicos o biológicos) que proporcionan una herramienta
para introducir cambios en el genoma bacteriano en el laboratorio. La mayoría de estos errores
o alteraciones introducidos en el genoma, son corregidos por los mecanismos de reparación
del ADN, pero algunos escapan a la corrección y pueden originar cambios heredables que
proporcionan una diversidad genética. Dada la baja frecuencia de mutaciones, solo los mi-
croorganismos con alta tasa de crecimiento, pueden alcanzar cifras suficientemente altas
como para que sean detectables. Las mutaciones en las bacterias, frecuentemente afectan
propiedades fácilmente reconocibles como requerimientos nutricionales, morfología o resis-
tencia antibiótica.
Algunas mutaciones pueden conferir al mutante una ventaja frente a la cepa que le dio
origen, bajo ciertas condiciones ambientales, de manera que la progenie de dicha célula mu-
tante es capaz de superar el crecimiento de la cepa original y sustituirla. Este es el caso de las
mutaciones que confieren resistencia a los antibióticos, en las que el mutante resistente se
seleccionará en un ambiente en el que las bacterias estén expuestas al antibiótico en cuestión.
Este tipo de mutaciones se denominan selectivas. En cambio, frente a una mutación no selec-
tiva la bacteria no adquiere beneficios en relación a su progenitor, por ejemplo la pérdida de
pigmento de las colonias de Serratia marcescens que se observa cuando se cultivan en agar.
Las mutaciones puntuales, son aquellas que implican un cambio en una única base; pueden
provocar que se cambie un aminoácido por otro en el producto proteico (mutación por cambio
de sentido). Otras veces no se traducen en ningún cambio (mutación silenciosa), dado que
como sabemos existe más de un codón para cada aminoácido. También puede suceder que
el codón se convierta en una señal de terminación (mutación sin sentido) y en ese caso se
traducirá una proteína incompleta no funcional.
Las deleciones y las inserciones producen cambios más notorios en el ADN, provocando
la pérdida o la incorporación de cualquier número de pares de bases. Por lo tanto, siempre
que éste no sea múltiplo de tres se producirán mutaciones por desplazamiento del marco de
lectura, que suele provocar la pérdida total del fenotipo.
Muchas mutaciones que originan un producto proteico defectuoso, pueden ser suprimi-
das por un segundo evento de mutación en otro sitio del genoma (mutaciones supresoras),
restaurándose el fenotipo original.

TRANSFERENCIA DE GENES ENTRE BACTERIAS


La recombinación genética es el proceso mediante el cual los elementos genéticos contenidos
en el genoma de diferentes individuos se combina. Esto permite que el individuo origine al-
guna nueva función que pueda dar como resultado una adaptación a los cambios en el medio
ambiente. Este es un evento evolutivo importante y las células tienen mecanismos específicos
que aseguran que dicha recombinación se efectúe. A diferencia de los eucariotas donde la
recombinación genética ocurre en asociación a la reproducción sexual, en los procariotas
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 71

comprende una serie de mecanismos independientes del evento de reproducción celular.


Estos mecanismos son llamados transformación, transducción y conjugación.
La transformación es el proceso por el cual ciertas bacterias (llamadas competentes),
son capaces de incorporar ADN exógeno proveniente de otras bacterias, que está libre en
el medio.
La virulencia del Streptococcus pneumoniae está relacionada con la presencia de una
cápsula polisacarídica a su alrededor. Las bacterias con cápsula tienen un aspecto liso (S)
cuando se cultivan en placas de agar y son capaces de matar a los ratones que son inyectados
experimentalmente con una suspensión bacteriana. Las colonias con bordes rugosos (R)
de S. pneumoniae, carecen de cápsula y no son letales al infectar ratones. Frederick Griffith
en 1928 observó por primera vez la transformación cuando mezcló bacterias S muertas con
bacterias R vivas y encontró que al inyectar la mezcla en ratones, también resultaba letal.
De esto concluyó que las cepas R habían sido transformadas en bacterias S, ahora capaces
de fabricar el polisacárido capsular virulento.
La capacidad de captar el ADN exógeno, conservarlo en forma estable e interaccionar
con él, se denomina competencia. Este fenómeno depende de la presencia de un sistema de
captación de ADN específico asociado a la membrana. (Ver figura 7). Ejemplos de bacterias
con competencia natural son Haemophilus influenzae, Neisseria sp., Streptococcus pneumoniae
y ciertas especies de Bacillus. Aunque la mayoría de las bacterias no presentan capacidad
natural para captar ADN, es posible inducir en el laboratorio la competencia, generando
por distintos medios distorsiones en la membrana celular; por ejemplo con pulsos eléctricos
(electroporación) o con cambios osmóticos y térmicos. Estos procedimientos son muy usados
para introducir experimentalmente ADN extraño, por ejemplo un plásmido, en una bacteria
y así transformarla para que adquiera un fenotipo de interés. Las bacterias también pueden
ser transformadas con ADN viral, en cuyo caso el proceso se llama transfección.
La transducción es la transferencia de ADN de una bacteria a otra por intermedio de
un bacteriófago. Existen dos formas de transducción la especializada y la generalizada. La
primera ocurre cuando un fago temperado porta genes bacterianos adquiridos durante un
ciclo infeccioso anterior y al infectar una nueva bacteria e integrar su genoma al cromosoma
bacteriano, incorporará a éste la información genética correspondiente a la bacteria infectada
previamente. La transducción generalizada se produce por partículas virales defectuosas que
se originan como cápsides vacías durante la replicación viral y que luego incorporan ADN
de una bacteria; así, al infectar una nueva bacteria podrá introducir en ella dicho material
genético.
La conjugación se basa en el intercambio unidireccional de información genética desde
una bacteria donante a otra receptora mediante un contacto real. (Ver figura 8). Los plásmi-
dos son los elementos genéticos que con mayor frecuencia se transmiten de esta forma. La
capacidad de conjugación depende de la presencia en la bacteria de plásmidos conjugativos
que contienen los genes necesarios para tal proceso. Un ejemplo muy conocido de plásmido
conjugativo es el plásmido F de E. coli que codifica las proteínas necesarias para la conjugación,
incluyendo el pili sexual. Éste, es una estructura especializada esencial para el contacto entre
la bacteria donadora y la receptora. Generalmente, los plásmidos conjugativos solamente
causan la transferencia de su propio material genético pero en ocasiones el plásmido puede
integrarse al cromosoma bacteriano y en el momento de conjugar se transferirá no solo a sí
mismo, sino también a los genes cromosómicos que se encuentran tras él. Teóricamente todo
el cromosoma podría ser transferido lo que requeriría más de dos horas, pero la unión entre
las bacterias por medio del pili persiste menos tiempo. Las cepas bacterianas con el plásmido
72 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 7. Modelo para el proceso


de transformación natural. Para la
#ROMOSOMA
inducción del estado competente se
requiere de un factor de competen-
cia (FC). El DNA exógeno bicatenario
se une a las células competentes en
dos pasos diferentes, la unión laxa
&#
y la fuerte. Fragmentos de DNA
monocatenarios son transportados
al interior celular unidos a proteínas.
Estos complejos DNA-proteínas fa-
#ÏLULA
cilitan la recombinación posterior
COMPETENTE
de los fragmentos exógenos en el
cromosoma huésped.
$.!EXØGENO

5NIØNLAXA

5NIØNFUERTE

4RANSPORTEDE$.!

2ECOMBINACIØN

F tienen gran capacidad de recombinación por lo que se denominan cepas hfr por su sigla
en inglés (high frecuency of recombination). Debemos recordar que este es un mecanismo muy
efectivo para la transferencia de genes de resistencia antibiótica.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 73

Figura 8. Transferencia del plásmido F mediante conjugación. Una célula F+ es capaz


de sintetizar un pili especial (factor F) que le permite iniciar el proceso de conjugación para
transferir el plásmido F a una célula receptora F-.

&

CÏLULA& LASCÏLULASENTRANENCONTACTO CÏLULA&


YCOMIENZANLACONJUGACIØN

@ %LPLÉSMIDO&SEREPLICA
& PRODUCIENDOUNFRAGMENTO
@ UNICATENARIOAL

%L!$.MONOCATENARIOESTRANSFERIDO
@
@
SESINTETIZALAHEBRA
COMPLEMENTARIA

,ASCÏLULASSESEPARAN
LUEGODELATRANSFERENCIA

& &

3EOBTIENENCÏLULAS& H

Aportes de la biología molecular y la genética bacteriana a la


medicina
Una de las contribuciones más importantes de la ingeniería genética de bacterias, es su uso
para desarrollar vectores o vehículos que permitan el clonado de cualquier secuencia de ADN.
Los vectores más usados con este fin son los plásmidos bacterianos.
74 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Clonar implica introducir un fragmento de ADN en un vector. Los vectores de clonación


deben permitir la inserción de un fragmento de ADN extraño y ser capaces de replicarse
normalmente dentro de la bacteria. Como vimos, los plásmidos tienen la capacidad de auto-
replicarse y son elementos génicos factibles de ser transferidos entre bacterias e introducidos
en una cepa deseada, por lo tanto constituyen buenos vectores de clonación. Actualmente
existen varios tipos de vectores, algunos plasmídicos (como el pBR322 o el pUC) y también
virales (como el bacteriófago lambda) o, los más modernos llamados cósmidos que combinan
algunas de las ventajas de los plámidos con las de los fagos.
Para clonar un gen cualquiera en un plásmido, es necesario primero cortar el ADN plasmí-
dico y el ADN del cual procede el gen a clonar, para luego ligarlos de la forma deseada. Para
esto, se utilizan enzimas de restricción. Muchas bacterias sintetizan estas enzimas, que son
capaces de cortar hebras de ADN (extraño a la propia bacteria), en secuencias nucleotídicas
específicas. Por ejemplo, una cepa determinada de E. coli, produce una enzima denominada
EcoRI, que reconoce la secuencia GAATTC y la corta (ver figura 9). Después que EcoRI ha
cortado el ADN, quedarán bases sin aparear que estarán disponibles para aparearse con otro
fragmento de ADN que tenga las bases complementarias. Si cortamos dos fragmentos de
ADN con esta enzima y mezclamos los productos de esa reacción, se obtendrá un producto
recombinante por combinación de los dos ADN originales.
Estas enzimas que han sido purificadas hace tiempo y que hoy se producen comercial-
mente, son usadas para clonar genes en por ejemplo un plásmido bacteriano. De esta manera,
es posible incorporar en un plásmido bacteriano un gen eucariota que codifique para una
proteína determinada que nos interese producir en grandes cantidades, siempre que se co-
nozca su secuencia nucleotídica y se disponga de enzimas de restricción que sean capaces de
cortar específicamente el fragmento que contiene el gen. Una vez obtenido el fragmento de
ADN de interés y cortado el plásmido que será usado como vector con las mismas enzimas

Figura 9. Mecanismo
de acción de la en-
donucleasa EcoRI. La
%CO2) enzima EcoRI reconoce
la secuencia GAATTC
en el DNA de doble
cadena. En ese sitio
es capaz de cortar el
DNA dejando extremos
2ESTRICCIØN cohesivos. Esto permite
restringir dos moléculas
de DNA diferentes y lu-
ego ligarlas (utilizando
una enzima ligasa), para
producir una molécula
,IGACIØN de DNA recombinante.

!$.2ECOMBINANTE
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 75

de restricción, estaremos en condiciones de ligar ambos fragmentos de ADN, valiéndonos


de las propiedades de complementariedad de bases del ADN; así se construye el plásmido
recombinante. Este plásmido podrá ser introducido por transformación en una cepa bacte-
riana apropiada y se podrá producir la proteína de interés en un cultivo bacteriano de E. coli,
purificándola luego a partir del cultivo (ver figura 10).
Usando estos procedimientos de clonado y expresión de genes, actualmente se producen
muchas proteínas que son usadas en el tratamiento de algunas enfermedades humanas (por
ejemplo la diabetes), al producir hormonas humanas como la insulina, la hormona de creci-
miento o el interferón, en bacterias recombinantes obteniendo cantidades suficientes como
para su aislamiento y uso terapéutico.
Además, la disponibilidad de antibióticos naturales para el tratamiento de las infecciones
bacterianas no es infinita, por lo que otra importante área de investigación se centra en la
aplicación de la ingeniería genética a la creación de nuevos antibióticos. Por manipulación
genética se intenta producir mutaciones específicas en los genes encargados de la codificación
de proteínas con efecto antibiótico o producir moléculas de antibióticos híbridos, logrados
por técnicas de ADN recombinante.
Otra importante aplicación de la biología molecular a la medicina, es la producción de
vacunas recombinantes. Este procedimiento se basa en la expresión en bacterias de genes
propios de patógenos contra los que se desea vacunar, por ejemplo virus, parásitos u otras
bacterias. El procedimiento consiste básicamente en el clonado de genes que codifican para
antígenos de superficie del virus o del parásito contra el que se desea vacunar. Estos antígenos
serán expresados en la cepa recombinante y purificados a partir del cultivo de la misma cepa,
usándose luego como inmunógenos. Así, clonando los genes apropiados en los microorga-
nismos adecuados, podrán producirse grandes cantidades del antígeno puro. Este método
proporciona la ventaja de que evita trabajar con microorganismos patógenos. El desarrollo
de la vacuna contra la hepatitis B representa el primer éxito de las vacunas recombinantes.
Ésta, es producida en una levadura que ha sido transformada previamente con un vector
recombinante que contiene el gen del antígeno de superficie del virus.
Estos métodos pueden usarse también para la producción de vacunas vivas, es decir vacunas
que son administradas con virus o bacterias vivas que han sido manipuladas genéticamente
para perder su virulencia, pero que mantienen intactas sus propiedades inmunogénicas.
Además, estos microorganismos denominados atenuados, pueden usarse como vectores de
genes de otros gérmenes patógenos para producir vacunas que inmunicen contra más de
una enfermedad infecciosa a la vez. Estos procedimientos son motivo de investigación en los
laboratorios de desarrollo de vacunas en todo el mundo.

Biotecnología aplicada al diagnóstico clínico


Otro uso de la producción de antígenos a escala industrial en bacterias, es para realizar
pruebas diagnósticas que detecten anticuerpos específicos contra antígenos microbianos en
el suero de pacientes. En estos casos, interesa clonar en una bacteria de rápido crecimiento
como E. coli, el gen que codifica para un antígeno determinado del microorganismo contra
el cual se desea detectar la respuesta inmune desarrollada por el paciente. De esta manera, se
producirá el antígeno proteico en cantidad suficiente como para “capturar” los anticuerpos
en la técnica elegida para la prueba diagnóstica, ya sea por enzimoinmunoensayo (ELISA),
inmunofluorescencia, aglutinación de partículas de látex u otras. Un ejemplo de esto, es el
reciente desarrollo de una técnica de ELISA para la detección de anticuerpos dirigidos contra
76 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 10. Clonación de un fragmento de DNA en un plásmido. Un gen de interés


puede ser clonado en un plásmido. Para eso, el DNA plasmídico y el DNA exógeno son
tratados con la misma enzima de restricción y mezclados en presencia de una enzima
ligasa. El producto de la ligación es introducido en una cepa bacteriana por transforma-
ción, y se seleccionan los clones recombinantes por la resistencia al antibiótico portada
por el plásmido.

!$.%842!™/

).3%2#)œ.

0,£3-)$/

-%2#!$/2$%
2%3)34%.#)!!
!.4)")/4)#/3

!$.
2%#/-").!.4%

).42/$5##)œ.%.
#¡,5,!(/30%$!$/2!

3%,%##)œ.$%,!3#¡,5,!315%#/.4)%.%.!$.2%#/-").!.4%
0/2#2%#)-)%.4/%.02%3%.#)!$%!.4)")/4)#/
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 77

el antígeno del core del virus de hepatitis B, habiéndose este antígeno clonado y expresado
en E. coli.
Las bacterias patógenas se comportan como tales porque poseen ciertos genes, tanto en
cromosomas como en plásmidos, que le confieren la capacidad de expresar determinadas ca-
racterísticas fenotípicas denominadas factores de virulencia o determinantes de patogenicidad.
El estudio detallado de la genética bacteriana, ha permitido identificar algunos de estos genes
y hoy somos capaces no solo de identificar a una bacteria como patógena cuando la aislamos
produciendo enfermedad, sino también cuando encontramos en ella los genes responsables
de la expresión de determinantes de patogenicidad. Esto es importante cuando no alcanza
con identificar a nivel de especie una cepa bacteriana aislada de una muestra biológica pa-
tológica, para afirmar que esa bacteria es el agente causal del proceso infeccioso. Este es el
caso de las enfermedades diarreicas causadas por ciertas cepas de E. coli. Como sabemos, E.
coli es parte de la microflora normal del aparato intestinal del hombre y por supuesto esas
bacterias no actúan como patógenos en el intestino. Sin embargo, algunas cepas especiales
de la misma especie, cuando colonizan el aparato gastrointestinal, a través de la ingesta de
alimentos o agua contaminados, son capaces de multiplicarse y causar un proceso infeccioso
que se manifiesta con diarrea. Estas cepas productoras de diarrea, difieren en su carga gené-
tica de las pertenecientes a la flora normal en que poseen genes que codifican para factores
de virulencia, por ejemplo pueden ser capaces de producir toxinas cuyo blanco de acción es
el enterocito o producir determinadas proteínas de membrana externa para adherirse a la
mucosa intestinal.
Entonces, cuando en una enfermedad diarreica hay que establecer el diagnóstico clínico
microbiológico, por ejemplo en un lactante (edad en la que E. coli es el primer agente causal
de diarrea), no alcanzará con identificar fenotípicamente como E. coli a una cepa aislada
en el coprocultivo, sino que habrá que determinar la presencia de ciertos determinantes
de patogenicidad para afirmar que se trata de una cepa patógena. Una opción para esto es
identificar la presencia de los genes que codifican para estos determinantes. Para esto se han
desarrollado técnicas de hibridación por sondas, que se basan en las propiedades de com-
plementariedad de bases del ADN. Una sonda, es un fragmento de ADN complementario a
una región de un gen que nos interesa identificar, la cual ha sido previamente marcada con
algún indicador que pueda ser detectado luego de la hibridación. El marcado puede realizarse
incorporando nucleótidos radioactivos o biotinilados o marcados con digoxigenina. Si en un
cultivo bacteriano interesa saber si posee el gen X, cuya secuencia es conocida, podremos
construir una sonda específica para dicho gen, extraer el ADN del cultivo y mezclarlo con
nuestra sonda. Esto se realiza en condiciones que puedan desnaturalizar la estructura de doble
cadena de ADN, para permitir que la sonda logre hibridar con su secuencia complementaria.
Así, podremos evidenciar si nuestro cultivo posee o no el gen buscado, porque de estar presente
encontraremos la marca correspondiente a la sonda incorporada en la estructura del ADN.
Esta técnica puede usarse aplicando la sonda directamente sobre una muestra clínica, por
ejemplo una sección tisular y en ese caso se denomina hibridación in situ.
Hoy se disponen de muchas sondas específicas de ADN usadas para el diagnóstico de
muchas enfermedades bacterianas. La hibridación por sondas y otros métodos para detectar
un gen en particular, es útil para realizar el diagnóstico etiológico de las infecciones produ-
cidas por microorganismos cuyo cultivo es dificultoso, ya sea por crecimiento lento como
en Mycobacterium sp., o por tener requerimientos especiales de cultivo y aislamiento como
Chlamydias sp., Rickettsias sp. o virus.
El mayor problema diagnóstico usando hibridación por sondas, es la baja sensibilidad de
78 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

la técnica, dado que es necesario que en la muestra existan suficientes copias del gen bus-
cado como para que la marca correspondiente a la sonda sea detectada. Generalmente, las
técnicas de hibridación in situ con sondas no radioactivas, son capaces de detectar más de
200 copias del gen. Por esto, muchas veces la sensibilidad de la técnica no es suficiente como
para descartar aquellas muestras en las que se obtienen resultados negativos.
Uno de los más interesantes avances en diagnóstico clínico, ha sido el desarrollo de un
método que permite amplificar el número de copias de un determinado fragmento de ADN
de interés. Esta técnica, llamada reacción en cadena de la polimerasa (PCR), permite generar
millones de copias exactas de un fragmento de ADN a partir de una copia original en dos o tres
horas. La PCR se basa en las propiedades de replicación del ADN la cual puede reproducirse
in vitro si se coloca el ADN molde en una mezcla de ADN polimerasa, nucleótidos y cebadores
específicos (primers) para las regiones del fragmento que se desea amplificar. Esta mezcla, se
coloca en condiciones de pH y osmolaridad tales que permitan el funcionamiento adecuado de
la polimerasa. Primero se coloca la mezcla a altas temperaturas (94 o 95ºC) para lograr que el
ADN se desnaturalice, es decir que se separen ambas hebras. Luego se somete a temperaturas
adecuadas para que los cebadores hibriden con el ADN molde (entre 40 y 55ºC, según la
secuencia de los cebadores). En una tercera etapa, se coloca a la temperatura adecuada para
que la polimerasa de ADN actúe catalizando la replicación. Las polimerasas que se usan para
estos fines, deben ser capaces de tolerar las altas temperaturas de desnaturalización del ADN,
por lo que la enzima utilizada proviene de una bacteria termófila. La polimerasa más usada
en PCR, proviene de Thermus aquaticus (Taq polimerasa) cuya temperatura óptima es 72ºC.
Hoy se usa ésta y también otras enzimas, producidas en forma recombinante en E. coli.
Estos cambios de temperatura se realizan en un termociclador, que es capaz de variar entre
rangos muy amplios de temperatura en tiempos muy cortos. Este ciclado de temperaturas,
por ejemplo: 94ºC por un minuto, 45ºC por un minuto y 72ºC por un minuto y medio, se
repite aproximadamente 30 veces. Así, se logra que en cada ciclo se duplique el número de

Figura 11. Reacción en cadena de la polimerasa (PCR). El ADN molde se desnaturaliza


(aprox. 94 °) y los primers se unen en sus secuencias complementarias en los extremos de
la región a amplificar ( aprox. 55°, según la secuencia de los primers). Luego la polimerasa
sintetiza una nueva hebra de ADN a partir de cada primer copiando la cadena molde ( a 72°).
Asi se completa un ciclo, repitiendose el proceso unas 35 veces, amplificando la secuencia
de interés en forma exponencial.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 79

copias de cada una de las hebras del ADN molde,


con lo que se logra un crecimiento exponencial (ver
figura 11).
Este procedimento puede aplicarse directamente
a una muestra clínica, para determinar la presencia
o ausencia de un microorganismo en particular,
mediante la detección de una secuencia específica
en su ácido nucleico.
Para revelar el resultado del ensayo, la mezcla de
reacción debe ser sometida a electroforesis en gel de
agarosa o de poliacrilamida. En esta, el ADN migra
desde el polo negativo al positivo en diferentes grados
según el peso molecular, es decir su tamaño en pares
de bases. El fragmento a amplificar es por supuesto
de tamaño conocido, por lo que podrá determinarse
la presencia del gen buscado en la muestra, porque
se habrá amplificado en la reacción y aparecerá una
Figura 12. Corrida electroforética banda del tamaño correspondiente en el gel (ver
en gel de agarosa, para revelar figura 12).
una reacción de PCR. En el carril de Los geles deberán ser revelados para que desa-
la derecha se observa un marcador de
peso molecular y en los dos carriles
rrollen una reacción de color visible que nos ayude
anteriores el producto de la amplifi- a determinar la presencia o ausencia de la banda de
cación del tamaño esperado. En el interés. En los geles de agarosa, el revelado se hace
primer carril la muestra no contenía la generalmente con bromuro de etidio, que es un agen-
secuencia de interés.
te intercalante del ADN, es decir que su molécula
se intercala entre las bases del ácido nucleico. Este
procedimiento colorea el gel porque el bromuro de etidio fluoresce bajo luz ultravioleta; por
lo tanto cuando el gel se expone a la luz ultravioleta, se evidenciará o no la banda correspon-
diente. En los geles de poliacrilamida, el revelado puede realizarse con nitrato de plata.
El resultado de la PCR también puede evidenciarse, combinado la PCR con una técnica
de hibridación por sondas. Esto se logra transfiriendo el ADN del gel a una membrana (por
ejemplo de nitrocelulosa) y ponerla en contacto con una sonda específica. En este caso el
revelado lo brinda la marca de la sonda. Este procedimiento de transferencia de ADN a una
membrana combinado con hibridación por sondas, se denomina Southern Blott.
Aunque hemos centrado el interés de estas técnicas de detección de ácidos nucleicos para
el diagnóstico de las enfermedades infecciosas, también son usadas para diagnosticar algunas
enfermedades neoplásicas y hereditarias.
La aplicación de la biotecnología molecular a la medicina, representa un campo de in-
tensa investigación y vertiginoso desarrollo. La prevención, el tratamiento y el diagnóstico de
muchas enfermedades que hasta hace pocos años resultaba imposible, hoy son una realidad y
cada vez la biología molecular aporta más conocimientos y tecnología aplicables a la mejora
de la calidad de vida y la salud humana.

Bibliografía
• Schaechter M, Medoff G, Eisenstein BI, Guerra H. Microbiología. Mecanismos de las enfermedades infec-
ciosas. Ed Panamericana. 2ª ed. Buenos Aires 1993
80 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

• Joklik WK, Willett HP, Amos DB, Wilgert CM. editores, Zinsser Microbiología. 20ª ed. BsAs. Panamericana;
1994.
• Lewin B. Genes VII. Ed. Reverté, 7 ed. 2000.
• Murray PR. Baron EJ. Jorgensen JH. Pfaller MA. Yolken RH Editors. Manual of Clinical Microbiology. 8th.
ed. Washington, D.C. ASM Press. 2003.
• Watson JD, Tooze J, Kurtz DT. ADN recombinante. Introducción a la ingeniería genética. Ed. Labor.
1988.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 81
Página 81

5 Métodos de estudio
de bacterias y virus
Métodos diagnósticos
D. Sandín, G. Algorta

Introducción

Uno de los propósitos de la microbiología médica es trabajar en asociación con la clínica


para brindar un diagnóstico y un manejo adecuado de las enfermedades infecciosas, además
de prevenir la diseminación de la infección a otros individuos. Generalmente es importante
documentar la presencia de la infección, determinar su naturaleza específica y orientar la
terapéutica adecuada en forma temprana en el curso de la enfermedad.
La buena calidad de este trabajo lleva implícita, entre otras, actividades propias del la-
boratorio: criterio de selección de exámenes a solicitar por los médicos clínicos; recolección,
rotulado y transporte de las muestras; evaluación de las muestras y pruebas de laboratorio;
procedimientos que verifican los resultados y el uso apropiado por los médicos de los resultados
para el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades infecciosas.
Existen muchos métodos para realizar el diagnóstico de las infecciones microbianas en el
laboratorio. Estas incluyen examen directo, aislamiento por cultivo, detección de antígenos y
ácidos nucleicos y pruebas serológicos para detectar la respuesta de anticuerpos del individuo
a la infección.
No existe un único abordaje que cumpla todos los requerimientos del diagnóstico micro-
biológico, por lo tanto hay que implementar una combinación de métodos. La elección de los
mismos dependerá de los diferentes factores que incluyen el conocimiento de las patogénesis
de los agentes sospechosos, el estado de la enfermedad y la disponibilidad y utilidad de los
diferentes métodos para la infección particular.

Estrategia en la elección de los métodos


El laboratorio de microbiología deberá tener a disposición del clínico todas las pruebas ne-
cesarios para el diagnóstico y la atención de los pacientes a servir. Pero no todas las pruebas
pueden ser realizadas en el laboratorio, por lo tanto éste deberá decidir cuáles se realizarán
allí, cuáles se enviarán a un laboratorio de referencia y cuál será ese laboratorio.
Las necesidades de los pacientes dictarán el número y la variedad de métodos que el
laboratorio ofrecerá. Basado en estudios numéricos históricos y predictivos de las pruebas
solicitados, el laboratorio puede discontinuar pruebas poco usadas que resultan costosas y
de baja calidad. Por otra parte, antes de decidir implementar una nueva prueba diagnóstica,
ésta deberá ser seleccionada previamente. El conocimiento de la población influirá en esta
82 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

decisión, porque una prueba varía según su eficiencia para detectar un resultado positivo en
relación con la prevalencia de esa enfermedad en la población. Generalmente las medidas de
performance de una prueba incluyen sensibilidad, especificidad y valores predictivos positivo
y negativo.
Inherente a la determinación de la sensibilidad y la especificidad de una prueba, el gold
standard o patrón de oro, es el parámetro con el que se compara la prueba. Esto no siempre
es posible de realizar. Existen, por ejemplo, nuevas pruebas de detección de antígenos como
los ensayos para virus sincicial respiratorio que pueden ser más sensibles e igual de específicos
que el cultivo convencional. En tales circunstancias no debe juzgarse la performance de una
prueba contra métodos standard.
Cuando se dan las condiciones para una comparación con un gold standard, la sensibilidad
y la especificidad de un método es independiente de la población de pacientes a analizar.
Así, los laboratorios no necesitan realizar grandes estudios de evaluación de nuevas pruebas
y usarán evaluaciones que fueron realizadas por microbiólogos competentes y respetados que
fueron publicados en la literatura científica. La elección de una prueba deberá basarse en la
performance publicada y la utilidad detectada por el laboratorio, según la prevalencia percibida
desde el laboratorio de la enfermedad en cuestión.
Es conveniente definir en este momento los conceptos de sensibilidad y especificidad. La
sensibilidad de una prueba diagnóstica puede tener diferentes definiciones. Puede explicar
la habilidad de una prueba para detectar pequeñas cantidades de lo analizado (por ejemplo
los anticuerpos). Otra definición de sensibilidad determina que es la habilidad de un método
para detectar casos positivos (ausencia de falsos negativos). También puede ser definida
como la probabilidad de que una prueba sea positiva cuando la enfermedad está presente o
la proporción de personas con infección que reaccionan positivamente en la prueba diagnós-
tica realizada. Por ejemplo, una prueba diagnóstica será más sensible, cuando detecte mayor
número de personas infectadas o enfermas. La sensibilidad de una prueba se calcula según
la siguiente fórmula:
Reactivos positivos x 100
Reactivos positivos + falsos negativos
La especificidad de una prueba es la habilidad que tiene para identificar correctamente a
todos los negativos (ausencia de falsos positivos). Otra definición es la probabilidad de que
una prueba sea negativa cuando la enfermedad no está presente o la proporción de personas
sin la infección o enfermedad que reaccionan como negativas. Por ejemplo, una prueba es
más específica cuando tiene menos reacciones positivas entre las muestras de personas que
no tienen la enfermedad. La especificidad se calcula según la siguiente fórmula:
No Reactivos x 100
No Reactivos + Falsos positivos
Por otro lado, la eficacia de una prueba es la habilidad general de detectar correctamente
todos los positivos y los negativos. Es una combinación de sensibilidad y especificidad y brinda
una idea de la eficacia total de una prueba.
Hay que considerar que no es lo mismo aplicar una prueba a una población con alta
prevalencia de determinada enfermedad que a otra población con una baja prevalencia de la
misma. Es interesante conocer los valores predictivos de estas pruebas. El valor predictivo,
es la probabilidad de tener la enfermedad determinada por el resultado de la prueba. Existen
dos tipos, el positivo y el negativo.
El valor predictivo positivo, es la probabilidad de tener la enfermedad si el resultado de
la prueba es positivo y se calcula con la siguiente fórmula:
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 83

Reactivos positivos x 100


Reactivos positivos + falsos positivos
El valor predictivo negativo, es la probabilidad de no tener la enfermedad si el resultado
de la prueba es negativo y se calcula con la fórmula:
No Reactivos x 100
No Reactivos + falsos negativos
Los valores predictivos de las pruebas lo determinan la sensibilidad, la especificidad y la
prevalencia de la enfermedad en la población en la que se aplica dicha prueba.

Recolección y transporte de las muestras


La utilidad de un procedimiento analítico está directamente influido por la calidad de la
muestra. La primera apreciación a realizar es si la muestra es representativa de la enfermedad
que se considera. Por ejemplo, si el paciente tiene una neumonía es incorrecto realizar un
exudado faríngeo para aislar el germen causal, porque las muestras respiratorias altas no son
representativas de infecciones del aparato respiratorio inferior; los microorganismos que causan
estas infecciones son habitantes normales de la flora nasofaringea. En esta enfermedad, el
microorganismo también se puede aislar en la sangre del individuo, porque son enfermedades
que pueden cursar con bacteriemia; también en el líquido pleural si están presentes. Tampoco
es correcto en enfermos con otitis media, buscar el microorganismo causal en el exudado
nasal por las mismas razones. Pero en este caso (otitis media), el microorganismo se puede
aislar en el líquido del oído medio por punción de la membrana timpánica.
Los materiales provenientes de sitios normalmente estériles, siempre son muestras exce-
lentes cuando se realizan en condiciones adecuadas.
Para estudiar las bacteria anaerobias, nunca se deben recoger muestras contaminadas
con flora normal, porque generalmente los anaerobios forman parte de la flora normal y
su aislamiento en muestras recogidas en contacto con piel o mucosas son imposibles de
interpretar.
Para la recolección de las muestras, el médico debe considerar que para realizar una bue-
na recolección es fundamental la transmisión correcta de las indicaciones, las cuales deben
ser racionales. Esto es importante para que el personal que recoge la muestra (enfermeras,
técnicos de laboratorio, etc.), sepan y entiendan lo que deben hacer. En la selección de la
muestra hay que considerar la representatividad como ya fue mencionado. Además, siempre
hay que preparar el sitio de extracción de la muestra. Si se realiza por punción, habrá que
realizar la desinfección correcta de la piel; si es un examen de orina, la limpieza de la región
y recolección del chorro medio, etc.
Es importante destacar que es frecuente recibir en el laboratorio de microbiología muestras
inadecuadas por diferentes razones. Describiremos algunas de estas solicitudes irracionales. Los
hemocultivos se reciben como muestras únicas o más de tres en 24 horas. Las muestras únicas
de sangre dificultan la interpretación en el laboratorio, porque se aíslan microorganismos de
la flora normal de piel y no se puede evaluar si éstos son por contaminación de la muestra
en el momento de la extracción o porque dicha bacteria en la causante de la enfermedad del
paciente. En la mayoría de las situaciones no se necesita realizar tomas seriadas que recargan
innecesariamente el trabajo del laboratorio y no aportan datos nuevos de interés. Las muestras
de heridas o secreciones respiratorias para estudio bacteriológico, pueden ser inadecuadas
cuando existe predominio de células epiteliales sobre la otra población celular y no son re-
presentativas del estudio que se pretende. Para el estudio de virus respiratorios, se considera
84 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

que la muestra fue incorrecta si en los aspirados nasofaríngeos no se obtuvieron células. Otras
muestras inadecuados para estudio son: muestras de objetos y superficies inanimados, exu-
dados de lesiones de boca, contenido intestinal, abscesos perirectales, colostomía, exudados
de lesiones de decúbito y puntas de sondas vesicales o catéteres pleurales.
A continuación se mencionan los requisitos necesarios para una correcta recolección de
las muestras. En principio dicha recolección debe realizarse antes del inicio de la antibioticote-
rapia. Un ejemplo demostrativo es la realización de la punción lumbar en la meningitis aguda
supurada. En esta situación, luego del diagnóstico clínico se realiza la punción lumbar para el
diagnóstico citoquímico y bacteriológico; luego y antes de obtener los resultados, se inicia el
tratamiento antibiótico. Posteriormente, cuando se tienen los resultados, en las mejores de
las situaciones se podrá adecuar la terapéutica o adoptar otras conductas pertinentes.
Como los antibióticos no tienen efectos sobre los virus, se puede obtener una muestra para
cultivo viral aún cuando el tratamiento antibacteriano ya se hubiera iniciado. También es útil
averiguar si el paciente ha recibido vacunas virales o tratamiento antiviral recientemente.
La muestra se dirigirá a buscar el microorganismo en el sitio donde esté y se buscará que la
muestra esté exenta de contaminación externa; para esto es necesario que el técnico brinde al
paciente la instrucciones al respecto. También hay que considerar la etapa de la enfermedad,
por ejemplo para aislar Salmonella typhi en la fiebre tifoidea, se podrá aislar en una muestra
de sangre obtenida en los primeros días de enfermedad, con el pasar del tiempo la posibilidad
de recuperación del germen disminuye y habrá que recurrir a otras muestras como materia
fecal que tienen menor significación clínica.
Para los virus, las mejores muestras generalmente son las que se obtienen al inicio de la
enfermedad (dentro de las primeras 72 horas), cuando el virus se excreta a concentraciones
relativamente elevadas y todavía no se ha unido a anticuerpos. Después de transcurridos siete
días, habitualmente no vale la pena realizar cultivos virales cuando se trata de huéspedes
inmunocompetentes. No obstante, en inmunocomprometidos y en infecciones virales per-
sistentes o crónicas, el virus puede aislarse durante períodos prolongados.
La muestra deberá tener un volumen suficiente para su procesamiento, además de ser
recogida en recipiente rotulado y limpio por fuera. Es imperativo que la muestra se acompañe
de datos clínicos. El envío debe realizarse rápidamente preservando la muestra de tempera-
turas extremas y de la desecación. Para ello se usan medios de transporte. Los hisopos son de
diferentes materiales: algodón, alginato, etc. Existe la posibilidad de que algunos sean tóxicos
para algunas especies bacterianas y se desaconseja su uso en algunas muestras. Generalmente
los hisopos de algodón son de uso generalizado, considerando que pueden contener ácidos
grasos no saturados inhibidores de N. gonorrhoeae, por lo que se recomiendan los de alginato
de calcio o de dacron para muestras uretrales.
A continuación detallaremos algunos ejemplos de recolección y transporte de muestras
clínicas.
• Hisopados conjuntivales: frotar la conjuntiva palpebral con un hisopo estéril humedecido
con solución salina estéril. Colocar el hisopo en 3 o 4 ml de medio de transporte.
• Hisopados de lesiones y vesículas cutáneas: recolectar la muestra dentro de los tres días de
la erupción de la vesícula. Primero, se lava suavemente la superficie de la vesícula o la
lesión con etanol al 70%, luego se aspira el fluido vesicular con una jeringa de tuberculina
y se coloca el aspirado en 3 o 4 ml de medio de transporte. En las lesiones cutáneas o
vesículas abiertas, frotar con un hisopo y colocarlo en 3 o 4 ml de medio de transporte.
El hisopado de las vesículas puede ser colocado en el medio de transporte que ya tiene el
fluido vesicular.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 85

• Aspirado nasofaríngeo: es la muestra de elección para los virus respiratorios. Se introduce


una sonda nasogástrica (SNG) por las fosas nasales hasta la rinofaringe y se aspira el moco
en un tubo colector especial. El contenido de la SNG se lava con medio de transporte
para virus que se recoge en el tubo colector.
• Hisopados nasales: introducir suavemente un hisopo de algodón seco en la nariz. Dejar
el hisopo en la nariz durante algunos segundos para que las secreciones sean absorbidas.
Colocar el hisopo dentro de 3 o 4 ml de medio de transporte.
• Hisopados faríngeos: frotar las amígdalas y la faringe con un hisopo de algodón seco. Co-
locarlo en 3 o 4 ml de medio de transporte.
• Hisopados rectales: introducir un hisopo de algodón humedecido, 2 o 3 cm dentro del
canal anal y realizar movimientos rotatorios. Colocar el hisopo en 3 o 4 ml de medio de
transporte.
• Heces: recolectar 2 o 4 g de la muestra en un recipiente limpio.
• Orina: recolectar 10 a 15 ml de orina recientemente emitida en un recipiente estéril y
enviarla directamente al laboratorio.
• Líquido cefalorraquídeo (LCR): recolectar al menos 0,1 ml de LCR (mejor 2 o 3 ml).
Transportarlo al laboratorio inmediatamente.
• Sangre con anticoagulante (para cultivo viral o inmunofluorescencia): recolectar sangre
entera en un tubo que contenga heparina, citrato o EDTA (quelante de calcio) y enviarla
directamente al laboratorio. La entrega rápida (2 a 6 horas) al laboratorio es esencial.
• Suero (para pruebas serológicas): recolectar la muestra de sangre en un tubo estéril que
no contenga anticoagulantes. Enviar la muestra al laboratorio (no congelar).
Los medios de transporte son diferentes para estudio viral o bacteriano.

Métodos
El cultivo y la identificación de los patógenos específicos a partir de los materiales recogidos
de los pacientes en los que se sospecha una infección es la mejor herramienta diagnóstica
disponible, aunque no la más rápida. En algunas situaciones dicho estudio resulta difícil o
incluso imposible, por ejemplo en rickettsiosis y en la sífilis.
En algunos casos puede ser necesaria la serología u otros métodos, ya sea por que no se
conocen las condiciones necesarias para su cultivo in vitro o por los riesgos que implica la
manipulación de estos microorganismos.
Hoy se dispone de técnicas para detectar y cuantificar muchos marcadores específicos de
enfermedades infecciosas. Por un lado, se usan técnicas inmunológicas para cuantificar las
inmunoglobulinas específicas o detección de antígenos en los tejidos; por otro, la introducción
de la genética molecular en el laboratorio clínico, ha sido un gran avance al respecto.
MÉTODOS DIRECTOS
Son aquellos que detectan: al microorganismo por microscopia, al microorganismo por cultivo,
a los antígenos del microbio y los ácidos nucleicos (reacción en cadena de la polimerasa).
Para la detección de antígenos se usan técnicas inmunológicas como la inmunofluorescencia
(IF), el enzimoinmunoanálisis (EIA) y los test de aglutinación.

MÉTODOS INDIRECTOS
Son aquellos que reconocen la respuesta inmune (humoral o celular) que desarrolla el hués-
ped. Se basan en la detección de anticuerpos específicos mediante técnicas inmunológicas
(EIA, IF, western blot, etc.).
86 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

DIAGNÓSTICO MICROSCÓPICO DE LAS ENFERMEDADES INFECCIOSAS


El microscopio de luz es una de las herramientas más útiles en el diagnóstico bacteriológico.
Aún hoy con el desarrollo de métodos más rápidos (muchos requieren instrumentos sofisticados
o caros), la simple visualización microscópica de muestras clínicas es todavía la forma más
rápida y específica de orientar el diagnóstico clínico. Basta recordar la utilidad del examen en
fresco para la visualización de algunas bacterias, por ejemplo el examen en fresco con campo
oscuro para Treponema y las muestras fijadas y teñidas con coloraciones simples o diferenciales,
como la coloración de Gram o de Ziehl Neelsen.
Existen distintos tipos de microscopios ópticos o de luz. El más usado en el laboratorio
de bacteriología es el microscopio de campo claro (de luz transmitida), el resto (de campo
oscuro, de contraste de fases, de luz ultravioleta) tienen uso más restringido.
El microscopio de luz consta de dos sistemas de lentes convergentes: el objetivo (próximo
al objeto de estudio) y el ocular (próximo al ojo del observador). Posee un objetivo de bajo
aumento (10X), uno de mediano aumento (40X) y uno de alto aumento (100X o lente de
inmersión). Este último es el más usado en bacteriología, porque al sumergir el lente en el
aceite que recubre el preparado aumenta el poder de resolución a 0,2 micras, siendo posible
observar la mayoría de los tipos bacterianos. El microscopio posee además una fuente de luz
(incluida o externa al instrumento), un condensador móvil, un espejo que refleja la luz y un
diafragma que permiten regular el paso de la luz concentrando los rayos luminosos sobre
el objeto. Por último, tiene una platina para colocar la lámina de estudio y un mecanismo
de ajuste para enfocar el sistema de lentes sobre el objeto. Dicho mecanismo consta de un
macrométrico (de ajuste grosero) que coloca al objeto próximo al foco y un micrométrico (de
enfoque fino) que permite el enfoque del objeto.
La microscopia óptica es un método sencillo y rápido que muchas veces orienta al diag-
nóstico etiológico. Nos informa la cantidad y morfología bacteriana, además de la presencia
de determinados tipos celulares presentes en el preparado que validan o no la muestra para
el análisis microbiológico; por ejemplo: las células epiteliales en muestra de secreciones
respiratorias.
El examen microscópico puede realizarse en fresco u obteniendo un frotis fijado y colorea-
do. El examen en fresco permite apreciar la existencia de bacterias y la presencia de movilidad
de las mismas y características de esta. Esto último muchas veces orienta a la identificación
de una cepa bacteriana o al diagnóstico etiológico.
Algunas bacterias como las espiroquetas tienen un diámetro muy pequeño como para
ser observadas en un microscopio de luz transmitida, por lo cual se usa el microscopio de
campo oscuro que permite distinguir sus propiedades morfológicas y de movilidad. En este
microscopio, la luz pasa a través de un condensador que proyecta luz transversalmente sobre
la muestra, de modo que el haz de luz incide oblicuamente sobre la superficie del microorga-
nismo siendo reflejado. Los rayos desviados son los que penetran en el objetivo y hacen que
los cuerpos bacterianos se observen rodeados de un halo brillante.
La microscopia de fluorescencia tiene los mismos principios de óptica, las diferencias están
relacionadas con la generación y transmisión de la luz útil para la excitación de colorantes
fluorocromos o de fluorescencia natural de los microorganismos. Algunos producen luz después
de absorber luz ultravioleta; otros lo hacen luego de haber tomado un fluorocromo, por ejemplo
las bacterias ácido alcohol resistentes. Por último, otros producen luz luego de la unión del
antígeno a un anticuerpo conjugado previamente con un colorante fluorescente, este método
es muy usado en virología y será expuesto con las técnicas Inmunológicas; también es muy
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 87

usado en el diagnóstico de algunas enfermedades bacterianas, poe ejemplo Chlamydia spp. y


virus sincicial respiratorio.
La microscopia electrónica usa electrones en lugar de luz. Dicho método de estudio es
útil por ejemplo para el diagnóstico de virus causantes de gastroenteritis. Con el microscopio
electrónico se puede observar la morfología de los viriones presentes en las muestras clínicas.
La limitación de este método, además del costo del microscopio, es que necesita una concen-
tración elevada de viriones (aproximadamente 109 partículas virales por ml, dependiendo del
virus) en la muestra, por lo tanto decimos que es poco sensible. Por esto es una técnica poco
usada, más aún con el desarrollo de técnicas alternativas de similar utilidad. El microscopio
electrónico nos permite, por ejemplo, obtener resultados positivos rápidos de muestras de
materia fecal de pacientes con diarrea. Rotavirus, Adenovirus, Coronavirus y Calcivirus
pueden ser visualizados e identificados como causantes de esta enfermedad. Por ejemplo,
Rotavirus posee una forma característica en doble rueda y un tamaño distintivo (70 nm de
diámetro) y se los encuentra en concentraciones de hasta 1011 partículas virales por gramo
de heces. También en otras muestras, como líquido vesicular, biopsia de tejidos, verrugas,
orina o suero es posible obtener resultados positivos mediante coloración negativa. Si la
concentración de virus en la muestra clínica es baja y por tanto no son visibles directamente
por el microscopio electrónico, se pueden usar técnicas que aumentan la visualización, por
ejemplo la inmunoelectromicroscopia. Ésta consiste en el agregado de anticuerpos específicos
antivirales y la formación de agregados de partículas que son visibles con mayor facilidad que
las partículas solas (ver figura 1).

AISLAMIENTO Y CULTIVO DE MICROORGANISMOS VIABLES


El cultivo es aún el gold standard y una herramienta importante de diagnóstico. Permite
además, identificar el microorganismo aislado, realizar estudios de sensibilidad a los antibióticos
y antivirales y tipificar el microorganismo con fines epidemiológicos.

Figura 1. Microfotografía electrónica de virus visualizados en heces de pacientes


con diarrea. A- Adenovirus. B- Rotavirus.
88 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Para el microbiólogo el problema es decidir cuál o cuáles de los microorganismos aislados


en una muestra clínica están involucrados en la enfermedad en cuestión.
Son pocos los microorganismos a los cuales el término “patógeno” puede aplicarse inva-
riablemente, definiendo patógeno aquel microorganismo que siempre que se encuentra estará
causando una enfermedad infecciosa. La mayoría pueden integrar la flora del huésped que es
dinámica en su composición. Por lo tanto, es interesante definir los sitios estériles y los que
poseen flora, aunque no existen categorías claras que delimiten entre especies patógenas e
inocuas. Las conclusiones se basarán en los criterios establecidos para un buen procesamiento
del material.
Como regla general, la elección de métodos y medios de cultivo se ajusta a la naturaleza,
al origen de la muestra y a los interrogantes que se pretende responder. Por ejemplo para
una muestra de pus drenada de un absceso: ¿Cuáles microorganismos están presentes como
agentes causales? Se supone que cualquier microorganismo presente puede ser el causal y
que el tratamiento dirigido hacia él debe resultar beneficioso. La estrategia a seguir debe ser
recuperar cualquiera y todos los microorganismos presentes. El método será utilizar varios
medios de cultivo y enriquecimiento. En contraste con este enfoque abierto, algunos cultivos
se realizan para determinar si un patógeno particular está presente o no. Por ejemplo en un
exudado faríngeo: ¿Cuáles microorganismos están presentes como agentes causales? S. pyogenes.
La estrategia a aplicar debe ser investigar un único agente tratable y cultivable. Por lo tanto
el me´todo será usar medios de cultivo solo para S. pyogenes. De esto se desprende que existe
muchos medios de cultivo con diferentes propósitos. Por un lado, existen los medios simples
que permiten el desarrollo de microorganismos con gran capacidad metabólica, que con pocos
nutrientes son capaces de extraer todo lo necesario para multiplicarse. Por el contrario, existen
medios complejos que agregan diferentes sustancias necesarias a algunos microorganismos.
Los medios de cultivo también pueden definirse como determinados, aquellos que tienen su
composición químicamente definida o aquellos no bien definidos. Para el cultivo pueden usarse
medios de cultivo diferenciales que ponen en evidencia alguna característica metabólica de
algún grupo de bacterias. También pueden usarse medios selectivos que inhiben el desarrollo
de algunos microorganismos, permitiendo el desarrollo particular de otros. Por último, los
medios de enriquecimiento son medios líquidos que facilitan el desarrollo de algunos micro-
organismos inhibiendo la flora asociada y modificando la relación cuantitativa entre estos. El
aislamiento posterior en medios sólidos permite la recuperación de estas bacterias.
En el laboratorio de bacteriología clínica cuando se realizan estos cultivos, hay que consi-
derar su sensibilidad para las diferentes muestras. No es lo mismo el diagnóstico de infección
urinaria por urocultivo (técnica de sensibilidad alta), que el diagnóstico de neumonía por
cultivo de esputo (técnica de sensibilidad muy baja).
Otro elemento importante a considerar es la valoración de resultados positivos. ¿El
microorganismo aislado de un sitio normalmente estéril, es un contaminante?; ¿forma parte
de la flora normal de otros sitios en el huésped? Un ejemplo interesante es cuando se realiza
una única muestra de hemocultivo y se aísla S. epidermidis, éste es un aislamiento en sangre
normalmente estéril de un microorganismo que normalmente habita la piel del ser humano.
Es imperativo en estas situaciones tener más de una muestra para poder interpretar estos
resultados y definir si es una contaminación accidental o el microorganismo aislado es el
responsable de la enfermedad.
Las pruebas de identificación de las bacterias aisladas y los estudios de sensibilidad se
describen en los capítulos respectivos.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 89

Cultivos celulares
El aislamiento de un virus como técnica gold standard, permitía medir todas las otras pruebas
de diagnóstico viral; pero hoy con el desarrollo de nuevas técnicas de biología molecular,
el cultivo ya no es la técnica más sensible. Asimismo, el aislamiento de virus tiene elevada
sensibilidad y especificidad; pero como solo se amplifica el virus, aumenta la sensibilidad sin
disminuir la especificidad. Sin embargo, existen algunas desventajas en el aislamiento del
virus. El proceso suele ser lento (días a semanas para la identificación) y en consecuencia
puede no estar disponible a tiempo para influir en el tratamiento del paciente. Además, es un
proceso dificultoso y caro. Por otra parte, requiere el uso de sistemas de cultivo adecuados,
por ejemplo necesitan muchas líneas celulares para la detección óptima de virus. Los cultivos
celulares son los biosubstratos más usados para la propagación de los virus.
Un cultivo celular es obtenido de explantes de órganos o de embriones de animales. Estas
células obtenidas asépticamente se disocian por acción de una enzima (tripsina) que rompe el
cemento intercelular. La suspención de células libres así obtenidas, se coloca en la superficie
plana de un recipiente de vidrio o de plástico, donde se adhieren y multiplican formando
una capa fina de células que se llama monocapa celular. Ésta crece en un medio de cultivo
complejo que contiene albúmina, vitaminas, sales, glucosa, etc., en un sistema buffer. Se
previene la contaminación bacteriana agregando antibióticos adecuados al medio de cultivo.
Los cultivos celulares en monocapa son los más usados, aunque hay otros sistemas (cultivos
en suspensión, explantos, cultivos de órganos, cultivos en microcarriers, etc.).
Los cultivos celulares se dividen en primarios, diploides y líneas celulares continuas.
Los primeros se obtienen a partir de células, tejidos u órganos tomados directamente del
organismo y pueden subcultivarse una o dos veces. Las líneas celulares diploides, crecen en
pasajes sucesivos hasta aproximadamente 50 subcultivos y conservan, por lo menos en un
75%, el cariotipo correspondiente a la especie de que provienen. Las líneas celulares conti-
nuas, permiten un número finito de subcultivos y son heteroploides. Para considerar que se
ha logrado establecer una línea continua, esta debe haber sido subcultivada por lo menos
70 veces. Estas líneas celulares continuas ofrecen las siguientes ventajas: disponibilidad para
todos los investigadores de stocks de células idénticas, ya sea congeladas en ampollas o en
monocapa en botella de cultivos, con la posibilidad de reconstituirlas cuando sea necesario.
Facilidad relativa del pasaje y mantenimiento en todos los laboratorios. Libre de contamina-
ción con agentes extraños.
Los distintos cultivos celulares varían en cuanto a su susceptibilidad a los diferentes virus,
ya que existe una relación específica entre el huésped y el virus, que está en relación con los
datos clínicos y el tipo de muestra para inocular. Así por ejemplo la línea celular HEp-2, son
células heteroploides humanas derivadas del carcinoma laríngeo y se recomiendan para virus
sincicial respiratorio y Adenovirus.
La MRC5, es una línea diploide fibroblástica de pulmón embrionario humano, que se
usa para el aislamiento del Citomegalovirus, el virus sincicial respiratorio, herpesvirus , Echo
virus, etc. La MDCK, es una línea celular diploide de riñón canino que se recomienda para
el aislamiento del virus Influenza.
Luego de inoculado el cultivo celular, se incuba a 35-37º C por un período de hasta 14
días en promedio, esperando la aparición del efecto citopático, la toxicidad o la degeneración
celular. El cultivo se observa al microscopio a las 24, 48, 72 horas y luego 2 veces por semana.
Se usan cultivos celulares no inoculados para control y comparación con cualquier cambio
morfológico observado en los cultivos inoculados. El efecto citopático es la visualización de
cambios morfológicos más o menos característicos en las células inoculadas producidas por
90 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

la acción del virus en el cultivo celular. Así, por ejemplo, el virus sincicial respiratorio forma
sincicios o células gigantes en HEp-2. Los Adenovirus, forman células redondeadas con forma
de racimo en HEp-2, dejando áreas libres de células.
Cuando los virus no producen efecto citopático, se puede recurrir a técnicas que ponen
en evidencia la presencia de este en el cultivo. Las más usadas son: hemadsorción, hemaglu-
tinación y tinciones con anticuerpos monoclonales. (Ver figura 2). Hay virus que durante
su multiplicación intracelular expresan en la membrana de la célula huésped elementos
estructurales virales llamados hemaglutininas, glicoproteínas capaces de unirse a receptores
específicos en la membrana de glóbulos rojos de diferentes especies animales. Por lo tanto,
si se agregan glóbulos rojos a un cultivo inoculado, se puede evidenciar la infección de esas
células a través de la unión de los glóbulos rojos a la superficie celular. Dicho fenómeno se
conoce como hemadsorción. En la hemaglutinación, las hemaglutininas pueden evidenciarse
en el sobrenadante de los cultivos usando el mismo fundamento que para la hemadsorción.

MÉTODOS ALTERNATIVOS
Otros métodos que pueden usarse en forma alternativa a los cultivos, tienen algunas ventajas
y desventajas respecto a éstos. La especificidad puede ser imperfecta. Además, pueden ser
incapaces de estudiar el patógeno en cuestión, como lo permite el aislamiento del microor-
ganismo. Por otra parte, pueden ser más sensibles, permitiendo llegar a un diagnóstico con
cultivos negativos. Además se realizan en menos tiempo; son más rápidos.

Inmunoquímicos
Estos ensayos se basan en la detección de anticuerpos (Ac) específicos que permiten señalar
a determinado microorganismo presente en una infección. La otra posibilidad es la detección
de antígenos (Ag) solubles en los materiales a estudiar. Son todas reacciones de tipo antígeno
anticuerpo (Ag-Ac).
La especificidad de los antisueros de uso corriente en el laboratorio suele ser muy variada.
Generalmente, los microorganismos son un mosaico de antígenos expuestos. Según su espe-
cificidad podemos encontrar tres tipos de inmunoglobulinas: policlonales, monoespecíficas y
monoclonales. Por ejemplo supongamos que dos bacterias A y B son diferentes; que la bac-
teria A presenta en su superficie tres Ag diferentes y que la bacteria B posee un Ag idéntico
al de la bacteria A, un Ag propio y único y, un Ag que reacciona en forma cruzada con A.
Un antisuero policlonal contra la bacteria A, la reconocerá en todos sus Ag, pero también
reconocerá a B por el Ag idéntico al de A y por aquel que tiene reacción cruzada con A.
Si pensamos en un antisuero monoespecífico contra el Ag en que B tiene reacción cruzada
con A, también reconocerá las dos bacterias, tanto por reconocimiento específico, como por
reacción cruzada. Por último, un Ac monoclonal solo reconocerá a la bacteria A, dado que
no hay posibilidades de reacción cruzada.
Es importante destacar que generalmente, todas las pruebas mejoran la especificidad y
sensibilidad con los Ac monoclonales, pero su uso debe ser valorado junto a las necesidades,
los costos, etc.
Aunque existen técnicas diferentes para la detección de Ag o de Ac, todas se basan en
diferentes formas de evidenciar una reacción Ag-Ac. La contrainmunoelectroforesis (CIE)
fue una de las primeras técnicas en usarse. Ésta se basa en la carga negativa que presentan los
Ag bacterianos en medio alcalino, cuando son sometidos a una corriente eléctrica; en cambio,
los Ac permanecen neutros. Esta técnica es poco usada en la actualidad porque es menos
sensibles que otras que se desarrollaron posteriormente y de mayor costo económico.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 91

Figura 2. Representación esquemática de un ensayo de aglutinación.

Técnicas muy usadas y de fácil realización son las que se basan en aglutinación de partí-
culas, por ejemplo la aglutinación de látex o la coaglutinación que usa S. aureus y su proteína
A fijadora de inmunoglobulinas. La prueba de aglutinación es un método sencillo, de un solo
paso. Además es una técnica rápida y barata. Los ensayos de aglutinación dependen de la
fijación inicial de Ac o de los Ag específicos sobre eritrocitos o partículas de látex. Luego este
reactivo se incuba con la muestra clínica, en la que se investiga el Ag o los Ac y las partículas
se aglutinan si el Ag o Ac adecuado se encuentra presente. La prueba de aglutinación ha
sido usada para detectar el Ag (el más importante) de Rotavirus en heces, mostrando buena
sensibilidad cuando se lo compara con el EIA para Rotavirus. También se ha usado para
detectar Ag de Adenovirus. (Ver figura 2)
Las técnicas de análisis inmunoabsorbente ligado a enzima (ELISA) que usan Ac unidos
a enzimas que catalizan reacciones colorimétricas, son de uso corriente. Los ELISA para la
detección de Ag se basan en la “captura” del Ag por Ac específicos unidos a una fase sólida,
generalmente el pocillo de una microplaca o una esfera de plástico pequeña. El Ag viral
presente en la muestra clínica se combina con el Ac fijado a la fase sólida y el Ag viral se
detecta mediante la adición de otro Ac específico conjugado a una enzima. La enzima con-
jugada suele ser peroxidasa o fosfatasa alcalina. En la reacción con peroxidasa el substrato
es un peróxido capaz de oxidar un compuesto químico incoloro, que en su forma oxidada
tiene un color característico. Si la enzima es fosfatasa, la desfosforilización es la responsable
directa de la aparición del color.
En los últimos años los EIA indirectos se han aplicado al diagnóstico de Ac virales. En esta
técnica los Ag virales se inmovilizan en una fase sólida (esferita, policubetas para microtitula-
ción u otros elementos de plástico) y se agregan los sueros en estudio; se incuban, se lavan y se
revela la reacción Ag-Ac por el agregado de una inmunoglobulina antiespecie conjugada con
una enzima, seguida por el substrato apropiado para ésta. Con esta técnica se pueden procesar
muchas muestras en forma rápida y automatizada, sin requerir de un observador experimen-
tado para leer los resultados, dado que estos se leen con espectrofotómetros especialmente
diseñados. Por lo tanto, dicha técnica se considera más objetiva (ver figura 3).
Las técnicas inmunomicroscópicas que usan la fluorescencia (IF), también son usadas
para la detección de Ag o Ac. Es una de las técnicas más antiguas y de uso más difundido en
el laboratorio clínico. El principio básico de la IF directa se ilustra en la figura 4. Las muestras
clínicas apropiadas son recolectadas y colocadas en un portaobjetos donde se dejan secar
92 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 3. Esquema para la detección de antígenos por enzimo inmuno ensayo directo

Figura 4. Esquema de inmu-


nofluorescencia indirecta
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 93

y se fijan. Luego se agregan Ac específicos marcados con isotiocianato de fluoresceína que


difunden a través de la membrana celular y se combinan con los Ag virales expresados en
las células. La reacción Ag-Ac se observa con el microscopio de fluorescencia por la apari-
ción de fluorescencia de color verde manzana. Esta técnica se puede usar para identificar
rápidamente el virus directamente en la muestra (por ejemplo en las células del lavado nasal
o de un hisopado nasofaríngeo) o para confirmar el efecto citopático observado en cultivos
celulares. Esta técnica se llama IF directa.
Además con el uso de Ac monoclonales específicos para los Ag inmediatos de Citomegalo-
virus, es posible determinar la presencia de dicho virus en cultivos celulares algunos días antes
de que se pueda reconocer el efecto citopático. Sin embargo, la eficacia de la técnica depende
mucho de la calidad de los reactivos, del microscopio de fluorescencia y de una persona con
experiencia para llegar a un diagnóstico certero; además de la recolección y preparación de la
muestra adecuada. Aun así, la técnica realizada en manos expertas resulta útil para identificar
algunos virus como los respiratorios, dado que proporciona un diagnóstico etiológico en una
jornada de trabajo. También pueden estudiarse muchas muestras simultáneamente.
El advenimiento de los Ac monoclonales ha incrementado la especificidad y en algunos
casos la sensibilidad de estos ensayos. Los Ac monoclonales conjugados con isotiocianato
de fluoresceína pueden usarse para identificar el virus sincicial respiratorio, Influenza A y B,
Parainfluenza 1,2 y 3 y Adenovirus entre otros. También permite subtipificar especies virales
como por ejemplo el virus herpes simple de tipo 1 y 2. Esta técnica requiere solo dos a cuatro
horas y se le ha reportado una sensibilidad del 70-80 % comparada con los cultivos celulares
para la identificación del virus herpes simple, 80-95% para el virus sincicial respiratorio y
71% para Influenza A.
La tinción con inmunoperoxidasa es similar a la de IF y es la técnica de elección en algunos
laboratorios. El procedimiento requiere algunos pasos adicionales, dado que en este caso el
Ac monoclonal esta marcado con una enzima que requiere la adición de un substrato, para
evidenciar la reacción por un cambio de color visible micro y macroscópicamente.
La IF indirecta es un método rápido y confiable para la determinación de Ac en el suero
del paciente. El principio de la técnica se ilustra en la figura 4. Se basa en la unión del Ac
presente en el suero del paciente, con los Ag expresados en la superficie y el citoplasma
de las células infectadas, que han sido fijadas a un portaobjeto de vidrio. Como control de
especificidad se usan células no infectadas. Primero se incuba el suero del paciente con las
células infectadas y no infectadas; luego se realiza un lavado con solución amortiguadora y se
agregan Ac contra la inmunoglobulina G humana conjugada con isotiocianato de fluoresceína.
Éste último es una sustancia que se vuelve fluorescente a la exposición de la luz ultravioleta
y emite una luz de color verde característica. El conjugado se unirá a los Ac del paciente si
la reacción es positiva, leyéndose la prueba en un microscopio de fluorescencia. La presencia
de Ac se evidencia por la aparición de fluorescencia en el citoplasma y la superficie de las
células infectadas, mientras que las células control no fluorescen, generalmente se ven de
color rojo. (Ver figura 4).
El radioinmunoensayo (RIA) fue originalmente aplicado para identificar el Ag de super-
ficie de la hepatitis B (HBsAg) y el Ac anti-HBsAg. Estos ensayos tienen buena sensibilidad
y especificidad, pero la aparición del EIA con mayor tiempo de conservación de los reactivos,
costo más bajo y ausencia de residuos radioactivos, ha reemplazado las técnicas de RIA en la
mayoría de las situaciones en las que se requiere la detección de Ag viral.
La técnica de western blot (WB) tiene muchas aplicaciones en el diagnóstico virológico.
Son particularmente útiles para el diagnóstico del virus de la inmunodeficiencia humana
94 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 5. Esquema de Western blott para la detección de anticuerpos

(VIH). Dicha técnica se basa en la separación electroforética de proteínas virales que son
posteriormente inmovilizadas en papel de nitrocelulosa, con el objeto de determinar la pre-
sencia de Ac específicos contra cada una de esas proteínas. Se realiza esquemáticamente en
tres pasos. En el primero se realizan cultivos celulares de grandes cantidades de virus que
luego son tratados químicamente para su disgregación e inactivación. Los Ag resultantes del
lisado viral se separan por electroforesis en gel de poliacrilamida. A continuación se realiza
una transferencia (blotting o electrotransferencia) de los Ag separados a membranas de
nitrocelulosa. Por último se coloca el suero del paciente en la membrana de nitrocelulosa
y se agregan Ac anti-inmunoglobulina humana unida a una enzima (peroxidasa o fosfatasa
alcalina); finalmente se agrega el substrato enzimático para la visualización de las bandas
reactivas con un producto final coloreado. Esta técnica es similar a un EIA, aunque menos
sensible pero más específica. En la práctica, solamente el tercer paso se realiza en los labo-
ratorios de diagnóstico, dado que los equipos comerciales proveen tirillas con los Ag; esto
facilita la estandarización de las determinaciones. (Ver figura 5)
La interpretación de las pruebas serológicas que detectan Ac tienen como concepto
central, el aumento del título. El título de Ac es la recíproca de la mayor dilución del suero
del paciente, en que los Ac son aún detectables. Los pacientes con muchos Ac tienen títulos
altos, ya que los Ac serán detectables aún en diluciones altas del suero. Los pacientes con
respuesta humoral íntegra, aumentarán el título de Ac durante la enfermedad. Por lo tanto,
se deben realizar dos extracciones de suero con un intervalo de dos semanas para poder
detectar las modificaciones en el título, la cual tiene que ser cuatro veces (dos diluciones)
mayor para considerarse significativa. En algunas infecciones serán necesarios períodos de
tiempo mayores para evidenciar dichos cambios. Una forma alternativa es la detección de
inmunoglobulina M (IgM) específica.
Como método directo, la detección de Ag es de uso corriente en el laboratorio para el
diagnóstico de agentes de meningitis, para la detección de Ag de S. pyogenes en la faringe y
para muchos virus (sicicial respiratorio, Rotavirus, virus de la hepatitis).
Como método indirecto para la detección de Ac contra el microorganismo se usa en:
brucelosis, fiebre tifoidea, infecciones por Chlamydia o Mycoplasma, infecciones virales como
hepatitis, VIH, virus herpes y enfermedades eruptivas como sarampión, rubéola, paperas y
dengue.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 95

Basados en los ácidos nucleicos


En los últimos años, ha ganado aceptación en el laboratorio clínico el uso de técnicas basadas
en la detección de ácidos nucleicos. La combinación del reconocimiento de fragmentos de
ácidos nucleicos por medio de sondas y la amplificación previa continúan en desarrollo.
Actualmente es posible extraer secuencias específicas de un fragmento de ácido desoxi-
rribonucleico (ADN) por medio de endonucleasas de restricción. Luego estas secuencias
extraídas se pueden desnaturalizar y marcar con una enzima o con un isótopo radioactivo.
A estas cadenas marcadas, que tienen una secuencia de ADN conocida se llaman sondas
de ácidos nucleicos. Hoy se están produciendo sondas de ácidos nucleicos sintéticas, y así se
obtienen sondas de oligonucleótidos de alta especificidad que están disponibles en el mercado
y son las más usadas en los laboratorios.
Hibridación molecular con una sonda marcada. Las hibridaciones pueden ser: ADN-
ADN, ARN-ARN y ADN-ARN. Primero tratan las muestras con reactivos que solubilizan
y desnaturalizan los ácidos nucleicos. Luego se añade un fragmento de ADN marcado,
complementario al ADN viral o bacteriano y se incuba en condiciones que posibiliten la
hibridación. Finalmente la muestra se pasa por una columna que contiene un gel que separa
la sonda ligada al ADN hibridado, de la no hibridada. Dependiendo de como este marcada
la sonda, se detectará la hibridación. Si está marcada con un isótopo radiactivo se puede
hacer una lectura en un contador gamma, en la cual la cantidad de radiación medida en la
columna es directamente proporcional a la cantidad de ADN presente en la muestra problema.
También se puede realizar la electroforesis del ADN hibridado con la sonda marcada, en gel
de poliacrilamida y detectar la radioactividad emitida por la sonda mediante la aplicación
de una placa de rayos X (autoradiografía). Si está marcada con una enzima se detecta por
colorimetría. Citomegalovirus, Papilomavirus y virus Epstein-Barr, han sido identificados
usando sondas de ácidos nucleicos (ver figura 6).
La amplificación de ácidos nucleicos mediante la reacción en cadena de la polimerasa
(PCR), es otra técnica alternativa a los cultivos. Primero se realiza la amplificación de los

Figura 6. Hibridación de AND con una sonda marcada


96 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

fragmentos de ADN a hibridar, con la reacción en cadena de la polimerasa que aumenta


notablemente la sensibilidad de las técnicas de detección de ADN.
Aunque todavía son costosos, estos métodos de microbiología molecular, ya tienen su
espacio en el laboratorio clínico. Son útiles en la investigación de algunas bacterias como
Mycobacterium tuberculosis, Rickettsia sp., Mycoplasma. También se usan para la detección de
genes que le confieren a la bacteria resistencia a algunos antibióticos, por ejemplo la meticilino
resistencia de S. aureus y las betalactamasas de N. gonorrhoeae. En virología han introducido
importantes cambios en el diagnóstico de enfermedades, tales como la encefalitis herpética y
otras enfermedades neurológicas virales, la infección por VIH del recién nacido y la infección
por Papilomavirus humano.
La PCR fue desarrollada por Saiki et al., para aumentar el número de moléculas de ADN
blanco en las muestras. Tiene una sensibilidad tan alta que puede amplificar una única molé-
cula de ADN y una sola copia de genes puede ser extraída de mezclas complejas de secuencias
genómicas y visualizada como bandas diferentes en geles de agarosa. Esta técnica consiste, en
una amplificación de secuencias específicas del ADN. Se basa en el uso de secuencias cortas
de nucleótidos sintéticos llamados primers o cebadores, que se hibridan específicamente con
cada una de las cadenas de ADN previamente desnaturalizadas, llamadas moldes o templados.
Para que la reacción se produzca se usa una enzima llamada Taq pol (ADN polimerasa ter-
moestable obtenida de la bacteria Thermus aquaticus) y deoxinucleótidos trifosfatos. La función
natural de la ADN polimerasa consiste en reparar y replicar el ADN. Los deoxinucleótidos
trifosfatos se necesitan como ladrillos para la construcción. El nucleótido al cual se una la
polimerasa será complementario al de la base en la posición correspondiente de la cadena
templado. Se sintetiza así una cadena simple de ADN, complementaria y alineada a cada
cebador. Se realiza una serie repetida de ciclos, cada uno compuesto por tres pasos básicos:
desnaturalización a altas temperaturas (95ºC) del ADN de doble cadena; acoplamiento de los
cebadores, la temperatura se desciende a 55 - 72ºC y elongación del cebador, aquí se eleva la
temperatura a 72ºC permitiendo la incorporación de los deoxinucleótidos. Mientras tanto se
van deplecionando los cebadores y los deoxinucleótidos y se van sintetizando nuevas cadenas
de ADN. Al final se consiguen miles de copias de ADN del fragmento de ADN limitado por
los cebadores. Los fragmentos de ADN obtenidos se pueden identificar por varias técnicas:
visualización en geles de agarosa o poliacrilamida con tinción con bromuro de etidio y examen
con luz ultravioleta o hibridación con una sonda marcada. La combinación de la PCR y las
sondas de ácidos nucleicos marcadas promete ser el método más sensible para la detección e
identificación de los virus (ver figura 7).
En conclusión decimos que para elegir un método diagnóstico, además de la sensibilidad
y la especificidad, hay que considerar aspectos operativos de las técnicas a usar tales como el
costo, la complejidad técnica del ensayo, el volumen necesario y preparación de la muestra,
el tiempo que requiere el proceso y la disponibilidad comercial de los reactivos de calidad
reconocida. Además, se debe considerar el nivel de complejidad del laboratorio y la disponi-
bilidad tecnológica y de recursos que requiere cada técnica.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 97

Figura 7. Esquema de PCR

Bibliografía

• Joklik WK, Willett HP, Amos DB, Wilgert CM. editores, Zinsser Microbiología. 20ª ed. BsAs. Panamericana;
1994.
• Koneman EW, Allen SD, Janda WM, Schreckenberger PC, Winn WC (h). editores. Diagnóstico Microbio-
lógico, Texto Atlas Color. 5ª ed. Bs As. Panamericana. 1999.
98 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

• Forbes BA, Sahm DF, Weissfeld AS. editors. Bailey & Scott´s. Diagnostic Microbiology. 11th. ed. St. Louis,
Missouri. Mosby. 2002.
• Murray PR. Baron EJ. Jorgensen JH. Pfaller MA. Yolken RH Editors. Manual of Clinical Microbiology. 8th.
ed. Washington, D.C. ASM Press. 2003.
• Rose NR. Hamilton RG. Detrick B. editors. Manual of Clinical Laboratory Immunology, 6th. ed. Washington,
D.C. ASM Press. 2002.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 99
Página 99

6 Inmunidad contra los


agentes infecciosos
J. Chabalgoity, M. Pereira, A. Rial

Introducción
A lo largo de su vida, un individuo está expuesto a muchos agentes infecciosos; sin embargo,
en la mayoría de las situaciones la enfermedad es la excepción más que la regla.
La mayoría de los microorganismos infecciosos no logran ingresar al individuo, gracias a
las barreras físicas y químicas que éste presenta. La barrera física más importante es la piel;
la integridad de ésta, junto a la secreción de mediadores químicos, evita el ingreso de micro-
organismos patógenos. Asimismo, las mucosas poseen una serie de atributos (secreciones,
flujo ciliar) que dificultan el ingreso de microorganismos por esa vía. Además, la existencia
de poblaciones microbianas no patógenas residentes (flora normal), también impide la colo-
nización de las mucosas por agentes infecciosos.
La mayoría de los microorganismos que logran evadir estas barreras y producir infección,
son destruidos en pocas horas por mecanismos no específicos de inducción rápida (inmuni-
dad innata). Sin embargo, si un agente infeccioso es capaz de superar esas primeras líneas de
defensa, se activará, en la mayoría de los casos, un tipo de respuesta de defensa (inmunidad
adaptativa), altamente especializada y específica. Ésta logrará, en la mayoría de las situacio-
nes, controlar la infección y suprimir la enfermedad. Además, de este proceso resultará la
generación de memoria inmunológica, que permitirá al individuo en el próximo contacto con
el mismo agente, responder más rápida y efectivamente (ver figura 1).
La importancia fundamental que tiene el sistema inmune en la sobrevida de los individuos,
está evidenciada por las enfermedades que padecen los individuos con alguna disfunción de
este sistema. Por otro lado, la correcta regulación de la homeostasis del sistema inmune es
central, porque la exacerbación de la respuesta puede provocar enfermedad en el individuo.
Así, la inmunopatología es una consecuencia frecuente de la respuesta inmune contra muchos
agentes infecciosos.
En este capítulo describiremos, en términos generales, las características centrales de
la respuesta inmune innata y adaptativa, analizando las características fundamentales de la
respuesta inmune desarrollada contra distintos microorganismos.
La inmunología como ciencia ha tenido gran desarrollo y existen excelentes libros de texto
básicos en esta materia que deberían ser consultados para un conocimiento más detallado.
100 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 1

Inmunidad innata e inmunidad adaptativa

Una respuesta inmune efectiva del huésped frente a organismos extraños requiere de la
acción coordinada y conjunta del sistema inmune innato y adaptativo. Durante muchos
años se estudió ambas formas de inmunidad como entidades separadas, las cuales actuaban
en forma secuencial. Sin embargo, hoy se sabe que ambos mecanismos son dependientes de
un único sistema integrado.
La respuesta inmune innata brinda la primer línea de defensa contra los microorganismos
invasores pero además provee el contexto biológico y las señales que instruirán al sistema
inmune adaptativo para montar su respuesta. Así, los eventos ocurridos en el contexto de la
inmunidad innata, determinan el perfil del tipo de respuesta adaptativa que se desarrollará
contra el agente patógeno. Asimismo la respuesta inmune adaptativa recurre a mecanismos
efectores y mediadores característicos de la inmunidad innata para eliminar los microorga-
nismos.

INMUNIDAD INNATA
El objetivo de la inmunidad innata es evitar la instalación del proceso infeccioso; si éste se
produce, dicho mecanismo inmunitario logra establecer un ambiente para que se desarrolle
una respuesta adaptativa. Los mecanismos efectores de defensa de la inmunidad innata están
compuestos por células que cumplen funciones defensivas (fagocitosis, citotoxicidad) y factores
solubles (citoquinas y quemoquinas, interferones, complemento) que controlan y destruyen
los microorganismos que ingresan.
Estos mecanismos si bien son generales y durante mucho tiempo se los consideró inespecí-
ficos, hoy se sabe que incluyen mecanismos de reconocimiento acoplados a sistemas de seña-
lización intracelular, que permiten identificar el tipo de agente patógeno que está ingresando
a la célula. Ello permite activar una respuesta rápida y efectiva contra el microorganismo,
además de definir el perfil de respuesta inmune adaptativa que se generará contra el agente
patógeno si éste logra sobrepasar la primera línea de defensa.

Los fagocitos poseen receptores que reconocen componentes microbianos


El reconocimiento de los microorganismos por el sistema inmune innato, está determinado
por receptores conocidos como "Pattern Recognition Receptors" (PRRs) que reconocen
patrones moleculares conservados: "Pathogen Associated Molecular Patterns" (PAMP),
compartidos por grandes grupos de microorganismos. Como ejemplos de esos patrones aso-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 101

Figura 2.
102 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

ciados a patogenicidad mencionamos el lipopolisacárido (LPS) en bacterias gramnegativas


y los proteoglicanos de la pared de bacterias grampositivas. Existen receptores de superficie
en las células del sistema inmune innato, que reconocen estos patrones y activan las vías de
señalización celular que iniciarán una serie de eventos coordinados en la inmunidad innata
(ver figura 2). Entre estos receptores se encuentran los llamados "Toll Like Recpetors" (TLRs);
son una familia de receptores conservados en términos evolutivos, altamente especializados
en transducir señales. Son esenciales para traducir el reconocimiento de componentes
microbianos en activación del sistema inmune. En la actualidad hay ya descritos 10 TLRs
diferentes, que inetractúan con una gran cantidad de PAMPS, como LPS (TLR-4), peptido-
glicanos (TLR-2), o secuencias de ADN (TLR-9). Esta es además un área de gran acrtividad
de investigación en la actualidad.
Los macrófagos tisulares residentes tienen un rol crítico en el inicio de la respuesta inmune
innata en el tejido. Dichos fagocitos profesionales expresan PRRs, reconocen antígenos extra-
ños como patógenos y desencadenan la respuesta inmune innata mediante la activación de uno
o más TLRs. La activación de TLRs en macrófagos tisulares residentes y células dendríticas
(DCs), induce la liberación de mediadores inflamatorios (incluídas las quemoquinas) y modula
la expresión de receptores de quemoquinas en las DCs. Los eventos mediados por TLRs son
esenciales, tanto para el reclutamiento de DCs a los sitios de entrada de patógenos, como
para su posterior migración a los nódulos linfáticos regionales para activar a los linfocitos T
vírgenes específicos para el antígeno, iniciando así la respuesta inmune adaptativa. Además,
las quemoquinas liberadas por las células tisulares residentes después de su activación guiarán
a esas células T activadas desde el nódulo linfático al sitio de entrada o de replicación del
microorganismo. Por lo tanto, las quemoquinas son un factor central que une eventos de la
inmunidad innata y adaptativa. Estas sustancias pueden dividirse en inflamatorias y constitu-
tivas. Las quemoquinas inflamatorias son inducidas o reguladas positivamente por estímulos
inflamatorios (LPS, peptidoglicanos, ácidos teicoicos, motivos CpG) y son responsables del
reclutamiento de células inflamatorias. Como ejemplo de éstas citamos: interleuquina 8 (IL-
8), MIP-1α, MIP-1β, RANTES, exotaxina, proteína quimiotáctica monocítica 1 (MCP-1) y
proteína inducible por IFN-γ (IP-10). Las quemoquinas constitutivas (SLC, ELC, TARC) están
presente solo en médula ósea, timo y órganos linfoides secundarios. Son las responsables del
control homeostático de los leucocitos y de dirigir el encuentro de las células que necesitan
interaccionar para generar una respuesta inmune: DCs y células T y B.
En conclusión, la discriminación de los microorganismos a través de los TLRs y la posterior
producción de un conjunto de quemoquinas determinadas, podría ser el primer punto en el
cual el sistema inmune delimita su respuesta ante agentes patógenos específicos. Por otro lado,
demuestra que los microorganismos determinan la naturaleza de la respuesta inmune por la
activación diferencial de TLRs y los patrones de expresión de quemoquinas que determinarán
los tipos celulares reclutados.

Importancia de la respuesta inmune innata


Durante muchos años se ha acumulado información de la importancia de la respuesta inmune
adaptativa, evaluando fundamentalmente las enfermedades asociadas a las deficiencias de
los componentes de la misma. Se conoce mucho menos sobre la importancia de la respuesta
inmune innata, porque las deficiencias de ésta son muy raras. Sin embargo, experimentos
realizados con animales transgénicos que presentan algún tipo de deficiencia en los compo-
nentes de la respuesta innata, sugieren que este tipo de respuesta no es redundante con la
inmunidad adaptativa y tiene un rol esencial en la sobrevida de los individuos.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 103

Figura 3.

INMUNIDAD ADAPTATIVA
Cuando un microorganismo logra evadir los mecanismos de la respuesta inmune innata y en el
individuo se acumula una cantidad de antígeno mayor a un umbral determinado, se activarán
los mecanismos de la inmunidad adaptativa. Dicho proceso provocará la activación de las
células con alta especificidad por el microorganismo en cuestión, y de mecanismos efectores
específicos contra el agente patógeno. Esta respuesta demora varios días en activarse y está
mediada por linfocitos T y B específicos para el microorganismo, que se activan y proliferan
induciendo mecanismos efectores que eliminan el agente infeccioso y generan memoria
inmunológica (ver figura 3).
Como ya se mencionó, hoy se sabe que la activación de inmunidad adaptativa y el tipo
de respuesta generada, depende de eventos inducidos como consecuencia del proceso de
reconocimiento y señalización de la inmunidad innata.
La respuesta inmune adaptativa se inicia en los nódulos linfáticos que drenan el sitio de
infección, cuando las células T naive circulantes encuentran su antígeno específico. El antígeno
es capturado en el tejido por DCs que se activan y se transforman en células presentadoras
de antígeno (APC) profesionales y lo llevan hacia los nódulos linfáticos regionales.
Cuando llegan al nódulo, las DCs activadas presentan el antígeno a células T naive que
se activarán y diferenciarán a células efectoras. Estas células activadas abandonan el nódulo
y migran hacia el sitio de inflamación dirigidas por citoquinas y quemoquinas; allí realizan la
actividad efectora de la inmunidad celular o permanecerán en el órgano linfático para participar
en la inmunidad humoral por activación de linfocitos B específicos por el antígeno. El tipo
de respuesta que se genere estará determinada en gran parte por el ambiente de citoquinas
generadas desde la inmunidad innata y durante la presentación antigénica, esto determinará la
expansión de células T de tipo 1 o 2 (células Th1 o Th2). Dependiendo de que tipo de células
T se expandan, será el tipo de inmunidad y los mecanismos efectores que se activarán.
104 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Las DCs representan el tipo de APC más importante en todo el sistema inmune. Constitu-
yen una población de células muy heterogénea, habiéndose identificado muchas subpoblacio-
nes tanto en humanos como en ratón. Sin embargo, todas derivan de un precursor CD34+ de
médula ósea. Son células con alta capacidad migratoria, que circulan entre la sangre, los tejidos
periféricos, la linfa y los órganos linfáticos. Las DCs circulan en la sangre como precursores
hasta que ingresan a un tejido determinado, en el cual se transforman en DCs inmaduras
(iDCs) residentes. Su rol principal en los tejidos y en las mucosas es monitorear los antígenos
del microambiente, para después migrar hacia los nódulos linfáticos regionales para presentar
los péptidos antigénicos procesados a las células T. Las DCs, no solo son fundamentales en la
generación de una respuesta inmune, sino que también cumplen un rol fundamental en los
procesos de regulación de naturaleza cualitativa de esa respuesta, así como en la inducción
de tolerancia inmune ante antígenos inocuos. Por todo esto, es que actualmente se considera
que la DC es una célula clave en la regulación de la homeostasis del sistema inmune.

Respuesta inmune contra microorganismos


Las respuestas inmunes contra los microorganismos, aunque múltiples y variadas, presentan
algunas características generales. La primera es que la defensa efectiva contra los microor-
ganismos está mediada por mecanismos efectores tanto de la inmunidad innata como de la
adaptativa. Muchos microorganismos han desarrollado mecanismos que les permiten sobrevivir
a la respuesta inmune innata y la protección contra ellos requiere la participación activa de la
inmunidad adaptativa. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, el tipo de respuesta
adaptativa está determinada en gran parte por eventos ocurridos durante la respuesta innata.
Los agentes infecciosos pueden diferir mucho en sus patrones de invasión y de colonización,
así como en la inmunogenicidad de sus antígenos. Por lo tanto, una respuesta inmune efectiva
contra microorganismos distintos, puede requerir la activación de distintos tipos de mecanis-
mos efectores tanto en la respuesta inmune innata como en la adaptativa.
La supervivencia y la patogenicidad de los microorganismos en el huésped están crítica-
mente influenciadas por su capacidad de evadir o resistir la inmunidad protectora, para lo
cual ellos han desarrollado diferentes estrategias.
Otra característica en común es que en muchas infecciones el daño tisular y la enfermedad
producida puede ser causada por la propia respuesta inmune del huésped contra el patógeno,
más que por el microorganismo en sí mismo.

INMUNIDAD FRENTE A BACTERIAS EXTRACELULARES


Las bacterias extracelulares pueden causar enfermedad por dos mecanismos distintos. El
primero es la inflamación que provoca destrucción de los tejidos en el sitio de infección.
Como ejemplo de esto citamos las infecciones supuradas producidas por Staphylococcus sp.
y Streptococcus sp.
El segundo mecanismo es la producción de toxinas con distintos efectos nocivos. La
endotoxina de las bacterias gramnegativas es un potente estimulador de la producción de
citoquinas y activador de los macrófagos. Muchas exotoxinas son primariamente citotóxicas,
pudiendo matar por distintos mecanismos a las células a las que se fijan. Otras interfieren
con las funciones celulares esenciales, por ejemplo la toxina diftérica inhibe la síntesis pro-
teica bloqueando la función del factor de elongación 2, necesario para la síntesis de todos
los polipéptidos. Otro ejemplo serían algunas toxinas clostridiales como las producidas por
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 105

Figura 4.

Clostridium perfringens histotóxico, que provocan una extensa necrosis de los tejidos, desa-
rrollando gangrena gaseosa.

Inmunidad innata
Los mecanismos fundamentales de la inmunidad innata operantes contra bacterias extrace-
lulares son la fagocitosis, la respuesta inflamatoria y la activación del complemento.
Los fagocitos pueden unirse a bacterias extracelulares mediante una serie de receptores;
dicha interacción, junto con la señalización intracelular realizada por los TLRs, activa los
fagocitos incrementando su capacidad fagocítica y microbicida. De ahí que la resistencia de
las bacterias a la fagocitosis y a la digestión dentro de los macrófagos, es un determinante
importante de la patogenicidad y virulencia de las mismas. La activación de los fagocitos
también provoca la secreción de citoquinas proinflamatorias como el factor de necrosis tu-
moral (TNF-a) y las interleuquinas IL-1, IL-6 e IL-8, que inducen la adhesión de neutrófilos
y monocitos al endotelio vascular en el sitio de la infección, seguida por la migración, acu-
mulación local y activación de las células inflamatorias que eliminan las bacterias (ver figura
4). Sin embargo, la producción de grandes cantidades de citoquinas puede ser perjudicial y
de hecho son responsables de algunas manifestaciones clínicas de las infecciones por bac-
terias extracelulares. El daño de tejidos normales adyacentes es un efecto colateral de estos
mecanismos de defensa. La consecuencia más grave inducida por la secreción descontrolada
de citoquinas, es el shock séptico que puede presentarse con coagulación intravascular disemi-
nada, falla multiorgánica y muerte, propio de algunas infecciones por bacterias gramnegativas
(desencadenado por el LPS) y grampositivas (donde el peptidoglicano y los ácidos teicoicos
desencadenan efectos similares).
La activación del complemento en ausencia de anticuerpos, también tiene un rol im-
portante en la eliminación de estas bacterias. El peptidoglicano de las paredes celulares de
las bacterias grampositivas y el LPS de las paredes celulares gramnegativas, activan la vía
106 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

alterna del complemento promoviendo la formación de C3 convertasa. Las bacterias que


expresan manosa en su superficie, pueden unir una lectina (MBL), homóloga a C1q, que
activa el sistema de complemento por la vía de las lectinas. Como resultado de la activación
de este sistema, se genera C3b que opsoniza a las bacterias y mejora su fagocitosis. Además,
la activación de la cascada del complemento podría terminar en la formación de un complejo
de ataque a membranas que lisa a las bacterias.
Figura 5.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 107

Inmunidad adaptativa
La inmunidad humoral es la principal respuesta específica protectora contra estas bacterias. Los
polisacáridos de las paredes celulares y de las cápsulas de estos microorganismos constituyen
uno de los componentes más inmunogénicos de las mismas y son el prototipo de antígeno
T independiente. Dichos antígenos estimulan a las células B que generan una respuesta de
inmunoglobulina (Ig) M específica, aunque también pueden generarse otros isotipos de Ig.
Probablemente sea la liberación de citoquinas la que promueva el cambio de isotipos de
cadena pesada de la Ig.
Los anticuerpos producidos contra los antígenos de superficie (polisacarídicos o proteicos)
y las toxinas bacterianas, estimulan tres tipos de mecanismos efectores (ver figura 5):
1. Las IgG opsonizan a las bacterias favoreciendo la fagocitosis; éstas se unen a los receptores
Fc γ presentes en los monocitos, los macrófagos y los neutrófilos.
2. Las IgG y las IgM neutralizan las toxinas bacterianas impidiendo que se unan a sus células
blanco, promoviendo su fagocitosis. Por ejemplo, la inmunización pasiva con anticuerpos
dirigidos contra la toxina tetánica, es un tratamiento que podría salvar la vida del paciente
en una infección aguda por Clostridium tetani.
En la mucosa respiratoria y gastrointestinal, la IgA secretoria tiene un rol importante en
la neutralización de toxinas y en la prevención de la colonización de dichos tejidos.
3. Tanto la IgG como la IgM activan el sistema del complemento, que conducen a la forma-
ción, en la superficie bacteriana, de un complejo de ataque a la membrana (MAC), cuya
función lítica es importante sólo para eliminar algunos microorganismos. Los individuos
con deficiencia en los componentes tardíos del complemento (C5 a C9), involucrados
en la formación del MAC, tienen mayor sensibilidad a la infección por determinados mi-
croorganismos como especies de Neisseria; aunque no a otras infecciones bacterianas.
La principal respuesta de las células T frente a las bacterias extracelulares, está mediada
por los linfocitos T CD4+ que fueron activados por los antígenos bacterianos, presentados
por moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) clase II. Estos linfocitos
actuaran como células T helper secretando citoquinas que estimulan la producción de anti-
cuerpos específicos y activando las funciones fagocíticas y microbicidas de los macrófagos.
Algunas toxinas bacterianas (superantígenos) pueden estimular inespecíficamente a las células
T, en consecuencia se liberan grandes cantidades de citoquinas y mediadores inflamatorios
que finalizan con la producción del síndrome de shock tóxico. Como ejemplos de estos supe-
rantígenos mencionamos: la toxina del síndrome del shock tóxico de S. aureus (TSST) y la
exotoxina pirógena de S. pyogenes.
La inflamación aguda y el shock (tóxico o séptico) son dos consecuencias nocivas de la
defensa contra las bacterias extracelulares. Una complicación tardía de las respuestas inmunes
humorales frente a infecciones bacterianas, puede ser debida a la producción de anticuerpos
productores de enfermedad. Son ejemplos conocidos de este fenómeno las enfermedades pos-
testreptocóccicas, que pueden darse como secuelas de infecciones producidas por S. pyogenes
(fiebre reumática y glomerulonefritis difusa aguda).

Evasión de mecanismos inmunes por bacterias extracelulares


La virulencia o patogenicidad de estas bacterias se relaciona con atributos que favorecen
la colonización e invasión de los tejidos del huésped y que les permiten resistir a la acción
del sistema inmune. Éstos incluyen: proteínas de superficie bacteriana con propiedades de
adhesinas, mecanismos antifagocitarios e inhibición del complemento o inactivación de sus
productos. Por ejemplo, algunos microorganismos como N. meningitidis, H. influenzae y S.
108 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

pneumoniae, secretan proteasas de IgA (anticuerpo presente en las mucosas que colonizan);
S. pyogenes y S. agalactiae, presentan proteasas de C5a.
Las cápsulas de muchas bacterias grampositivas y gramnegativas, confieren resistencia
a la fagocitosis; además algunas tienen residuos de ácido siálico que inhiben la activación
de la vía alterna del complemento. Por lo tanto, la producción de cápsula constituye un
mecanismo importante de evasión inmune y las bacterias encapsuladas son más virulentas
que cepas carentes de cápsula.
Muchas bacterias que causan meningitis (N. meningitidis, S. pneumoniae, H. influenzae)
son capsuladas. Las cápsulas constituyen un elemento común y esencial de estas bacterias,
que les permite sobrevivir en la sangre. Después de una fase de bacteriemia en la cual las
bacterias evaden la fagocitosis y resisten la acción bactericida del complemento, llegan al
espacio subaracnoideo y se multiplican activamente en un ambiente donde los mecanismos
de defensa son inefectivos. El huésped tiene algunos mecanismos para oponerse al efecto
antifagocítico de las cápsulas bacterianas; pero éstos sólo son efectivos luego del desarrollo
de anticuerpos anticapsulares específicos que opsonizan al microorganismo para mejorar la
fagocitosis y activan al complemento. En el individuo no inmunizado, mientras se desarrolla
una respuesta adecuada de anticuerpos específicos, la bacteria puede multiplicarse en la
sangre e invadir las meninges causando una meningitis aguda supurada. Por lo antedicho es
que las vacunas desarrolladas contra estos microorganismos tienen antígenos capsulares de
la bacteria como componente principal.
Otro mecanismo usado por las bacterias para evadir la respuesta inmune adaptativa, es la
variación genética de antígenos de superficie. Muchas bacterias como Escherichia coli y Neisseria
gonorroheae, presentan pili (estructuras implicadas en la adhesión bacteriana a las células del
huésped, constituidos por la proteína pilina). En las N. gonorroheae, los genes que codifican
la pilina consisten en uno o dos loci de expresión y diez a veinte loci silenciosos, cada uno
conteniendo seis secuencias codificantes llamadas minicassettes. La variación antigénica de
la proteína pilina resulta de una alta tasa de conversión entre loci silenciosos y de expresión.
Así, es posible crear más de 106 combinaciones cuyos productos proteicos son antigénicamente
distintos. Este mecanismo de variación antigénica ayuda a la bacteria a “escapar” de los an-
ticuerpos específicos, aunque el significado principal para el microorganismo sea seleccionar
el pili que mejor se adhiera a las células epiteliales del huésped.

INMUNIDAD FRENTE A BACTERIAS INTRACELULARES


Algunas bacterias son capaces de sobrevivir y replicarse dentro de células del huésped. Ciertas
bacterias patógenas como Mycobacterium y Listeria monocytogenes, son capaces de sobrevivir y
multiplicarse aún dentro de los fagocitos. Como estas bacterias están en un nicho inaccesible
a los anticuerpos circulantes, su eliminación requiere mecanismos inmunes distintos a los ya
vistos para las bacterias extracelulares.

Inmunidad innata
Los mecanismos centrales de la inmunidad innata frente a estas bacterias son la fagocitosis
y la acción de células natural killer (NK). Sin embargo, las bacterias intracelulares son resis-
tentes a la degradación dentro de los fagocitos mononucleares. Dicha resistencia contribuye
en gran medida a que algunos patógenos intracelulares como M. tuberculosis sean capaces de
permanecer por largos períodos en el huésped, recidivar luego de curas aparentes y establecer
infecciones crónicas de difícil erradicación.
Por otro lado, las bacterias intracelulares inducen la activación de células NK, ya sea
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 109

Figura 6.

directamente o mediante la producción de citoquinas (específicamente interleuquina 12 o


IL-12) derivadas de macrófagos. Las células NK activadas secretan interferón (IFN-γ), que es
a su vez un potente activador de los macrófagos, mejorando su capacidad fagocítica y micro-
bicida. Este proceso podrá retrasar el crecimiento de la bacteria; sin embargo, la resolución
definitiva de la infección requiere de la inmunidad adaptativa. En tal sentido, se considera
que las células NK son las células claves para la contención de las bacterias intracelulares
mientras se desarrolla la inmunidad adaptativa.

Inmunidad adaptativa
La principal respuesta inmune protectora contra las bacterias intracelulares es la inmunidad
mediada por células. Muchos antígenos proteicos de estas bacterias estimulan las respuestas
de células T CD4+ y CD8+ y ambos tipos celulares contribuyen al desarrollo de inmunidad
protectora contra las bacterias intracelulares. Una función efectora central para eliminar
estos microorganismos es mediada por macrófagos activados por citoquinas (particularmente
IFN-γ), derivadas de células Th1 activadas (ver figura 6). Por otro lado, las células T CD8+
activadas pueden actuar como linfocitos citotóxicos sobre células infectadas, que presentan
antígenos bacterianos en el contexto de MHC clase I.
Las diferencias en el tipo de respuesta mediada por células T, puede explicar las distintas
manifestaciones clínicas que determina la infección por un microorganismo en individuos
diferentes. En algunas situaciones, esto se ha explicado por el entorno de citoquinas secretadas
en el transcurso de la respuesta, que determina la expansión de un grupo de células Th1 o
Th2, que inducen mecanismos efectores distintos. Mientras una respuesta de tipo 1 favorece
la inmunidad celular y determina niveles bajos de anticuerpos, una respuesta de tipo 2 deter-
minará lo contrario (altos títulos de anticuerpos y baja inmunidad celular).
Por otro lado, como ya se mencionó, estas bacterias han desarrollado mecanismos que las
hacen resistentes a la fagocitosis y que persisten por largos períodos aún en individuos con
inmunidad celular efectiva. Dicha persistencia genera una estimulación antigénica crónica, que
puede conducir a la formación de colecciones locales de macrófagos activados (granulomas)
que rodean los microorganismos impidiendo su diseminación. La inflamación granulomatosa
es una característica histológica propia de muchas infecciones producidas por micobacterias
y que se asocia con necrosis y fibrosis, conduciendo a lesiones funcionales severas. Así, la
110 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

respuesta inmune del huésped es la causa principal de la lesión tisular y la enfermedad en


muchas infecciones por bacterias intracelulares como las micobacterias.
La respuesta inmune montada frente a este tipo de infecciones puede variar entre los
individuos, siendo determinante de la progresión de la enfermedad y del pronóstico clínico.

Evasión de mecanismos inmunes por bacterias intracelulares


La mayoría de las bacterias se inactivan cuando son fagocitadas por macrófagos y leucocitos
polimorfonucleares. Sin embargo, muchos microorganismos han desarrollado estrategias para
sobrevivir y replicarse en estas células. Algunos usan los mecanismos fagocíticos preexistentes
para su internalización, como Mycobacterium sp. y Legionella pneumophila, que se unen a frag-
mentos C3b del complemento lo que favorecen su captación por las células fagocíticas.
Una vez dentro de la vacuola fagocítica, algunos patógenos disuelven la membrana vacuo-
lar y acceden al citoplasma celular rico en nutrientes, evadiendo los mecanismos bactericidas
del fagocito; por ejemplo Shigella flexneri, algunas Rocketsias y L. monocytogenes; ésta última
produce una hemolisina (listeriolisina O) que forma poros en la membrana del fagosoma.
Otros microorganismos como Mycobacterium y Legionella, son capaces de inhibir la actividad
bactericida de los fagocitos impidiendo la fusión del fagolisosoma (impiden la acidificación
del fagosoma) y algunos como Coxiella burnetti, sobreviven a los agentes bactericidas liberados
en el fagolisosoma (incluso requieren de factores allí presentes como señales que disparan su
multiplicación intracelular).
Los principales factores de virulencia bacterianos que permiten resistir la fagocitosis
y facilitan la sobrevida intracelular incluyen las cápsulas y la producción de enzimas que
destruyen la membrana vacuolar, que degradan proteínas lisosómicas, o que neutralizan los
radicales tóxicos del oxígeno.

INMUNIDAD FRENTE A LOS VIRUS


Los virus son microorganismos intracelulares obligados, que generalmente ingresan a las
células susceptibles usando como receptores las moléculas normales de superficie celular. Por
ejemplo: el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se absorbe a la célula por medio de
una glicoproteína de la envoltura viral (Gp 120) que se une al receptor CD4 de superficie,
en este proceso también participan como coreceptores otras moléculas de superficie celular.
Los rinovirus (virus causante del resfrío común) se unen a moléculas de adhesión intercelular
(ICAM-1) expresadas en las células de muchos tejidos como las del epitelio respiratorio.
Cuando el virus está dentro de la célula huésped, causa lesión celular por diferentes me-
canismos. La replicación viral puede interferir con la síntesis proteica celular y provocar la
muerte de la célula por lisis, liberándose muchas partículas virales nuevas (virus citolíticos).
Otros virus pueden causar infecciones latentes y permanecer quiescentes por largos períodos
de tiempo, sin conducir a la muerte inmediata de la célula huésped.
La inmunidad contra los virus debe ser capaz de actuar en las distintas poblaciones de
células infectadas (dado que distintos virus infectan distintas células). Dicho mecanismo
inmunitario opera a dos niveles: previo a la invasión celular, en la etapa inicial de la infección
y después de la invasión cuando los virus son inaccesibles a los anticuerpos y fagocitos.

Inmunidad innata
En primer lugar, la infección viral estimula la producción, por parte de las células infectadas,
de IFN tipo 1 (que comprende dos grupos serológicamente distintos, el α y el β). El IFN tipo
1 tiene muchas acciones biológicas. En principio inhibe la replicación viral estimulando la
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 111

Figura 7.

síntesis de enzimas celulares que interfieren con la replicación del ácido ribonucleico (ARN)
o desoxirribonucleico (ADN) viral. Su acción antiviral también es ejercida sobre las células
vecinas no infectadas, que quedan así protegidas de la infección. Además, el INF tipo 1 inhibe
la proliferación celular por inducción de las mismas enzimas mencionadas anteriormente y de
otras que actúan inhibiendo la síntesis de aminoácidos. También aumenta el potencial lítico
de las células NK cuya función principal es matar las células infectadas por virus. Por último,
modula la expresión de moléculas MHC, aumentando la expresión de las moléculas MHC
clase I e inhibiendo las de clase II. Así mejora la eficiencia de los linfocitos T citolíticos que
reconocen antígenos extraños asociados a moléculas MHC de clase I.
En segundo lugar, las células NK lisan muchas células infectadas por virus, constituyendo
uno de los mecanismos efectores principales en los estadíos iniciales de la infección viral.
(Ver figura 7). Además del IFN tipo 1, el IFN-γ, el TNF y la IL-2, aumentan el potencial
lítico de estas células.

Inmunidad adaptativa
La inmunidad específica contra virus está mediada tanto por mecanismos celulares como
humorales.
En las etapas iniciales de la infección, los anticuerpos específicos antivirales son muy
importantes. Los dirigidos contra las proteínas de envoltura o de las cápsides virales que
participan en la adsorción, impiden la unión con el receptor celular y por lo tanto el ingreso
a la célula susceptible; éstos son llamados anticuerpos neutralizantes. Además, opsonizan a
112 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

los virus, mejorando las funciones fagocíticas, aunque también pueden facilitar la infección
de aquellas células portadoras de receptores Fc. La IgA de las mucosas es importante en la
neutralización de virus que ingresan al organismo por vía respiratoria o digestiva; de hecho
la inducción de inmunidad secretoria es una de las bases para el desarrollo de vacunas orales
o nasales. Desafortunadamente, la vacuna oral contra la poliomielitis es una de las pocas
que lo ha logrado.
La activación del complemento también puede participar de la inmunidad mediada por
anticuerpos, principalmente lisando virus envueltos y promoviendo la fagocitosis.
La inmunidad humoral es un componente importante de la respuesta inmune contra los
virus, pero no es suficiente para erradicar muchas infecciones virales. Los anticuerpos tienen
efecto protector, sólo en las primeras etapas de la infección viral; además, es importante
destacar que su capacidad neutralizante in vitro, tiene poca correlación con la capacidad
protectora in vivo y que es difícil transferir inmunidad antiviral a animales no inmunes sólo
con anticuerpos purificados.
Un mecanismo fundamental de la inmunidad específica contra las infecciones virales
establecidas está constituido por los linfocitos T citotóxicos, fundamentalmente los linfocitos
T CD8+ que reconocen antígenos virales asociados a moléculas MHC clase I, sintetizados
en el interior de las células infectadas. En este momento es importante recordar que las
moléculas MHC de clase I están en la superficie de cualquier tipo celular. Para su diferencia-
ción y activación, los linfocitos T citotóxicos requieren dos tipos de señales; la primera es el
reconocimiento específico del antígeno en la célula blanco en asociación al MHC clase I y la
segunda son citoquinas producidas por las células T helper CD4+ que reconocen antígenos
virales asociados a MHC clase II.
Los linfocitos T citotóxicos diferenciados, ejercen su efecto antiviral por tres mecanis-
mos:
a) lisis de las células infectadas por liberación de gránulos que contienen, entre otras ma-
cromoléculas, una proteína formadora de poros (perforina o citolisina);
b) estimulación de enzimas intracelulares que degradan los genomas virales;
c) secreción de citoquinas, más específicamente IFN-γ y linfotoxina (LT), en menor grado
IL-2. Aunque estas células producen citoquinas, no lo hacen en cantidades suficientes
o en los tipos necesarios para generar la diferenciación completa de sus precursores en
linfocitos T citolíticos activos y diferenciados; de ahí la necesidad de las citoquinas pro-
ducidas por las células T helper CD 4+ mencionadas anteriormente.
En algunas infecciones virales esta respuesta inmune es la causante de la lesión tisular.
Por ejemplo, en la infección producida por el virus de la hepatitis B, la lesión hepática está
mediada principalmente por la respuesta inmune celular generada. De hecho, los individuos
con deficiencias en las células T, padecen una enfermedad con menor daño hepático, pero
con mayor tendencia a la cronicidad y los inmunocompetentes padecen una enfermedad con
lesiones hepáticas más severas, pero raramente se produce la enfermedad crónica.

Evasión de los mecanismos inmunes por los virus


Variación antigénica
En muchos virus se ha identificado un gran número de tipos serológicamente diferentes.
La capacidad viral de variar antigénicamente es uno de los mecanismos de evasión más
difundido e ilustrado por muchos virus. En el VIH, por ejemplo, se observa una importante
variabilidad genética, fundamentalmente en los genes env, debida a los errores cometidos
por la enzima transcriptasa reversa viral que pueden conducir a cambios de hasta un 30%
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 113

en regiones hipervariables de la Gp 120. Otro ejemplo conocido es el virus Influenza, en el


cual la variación antigénica puede ser de dos tipos: menor o deriva antigénica, resultado de
mutaciones puntuales en genes que codifican para HA y NA; y mayor o cambio antigénico,
que obedecen a sustituciones o reordenamientos de segmentos enteros de ARN viral que
producen un nuevo virus para el que la población general no tiene inmunidad, ocasionando
pandemias de gripe.

Supresión de respuesta inmune


Este mecanismo queda ejemplificado por aquellos virus capaces de infectar células del sistema
inmune, linfocitos o macrófagos, alterando su función e inhibiendo la inmunidad adaptativa.
Este fenómeno de supresión inmune es visto en infecciones causadas por VIH, virus Epstein
Barr, citomegalovirus y virus del sarampión, entre otros.
Otros mecanismos de evasión inmune viral incluyen: la expresión limitada de antígenos en
las membranas celulares (arenavirus, rabdovirus); la persistencia viral en sitios poco accesibles
a la respuesta inmune (papilomavirus, citomegalovirus); la inhibición de expresión de moléculas
MHC clase I (adenovirus); etc.

Conclusiones
El sistema inmune permite que los individuos sobrevivan al contacto con diferentes tipos de
patógenos. Los mecanismos iniciales de defensa provistos por la inmunidad innata permiten
eliminar muchos de los agentes infecciosos y sientan las bases para el desarrollo de una res-
puesta inmune adaptativa con alto grado de especificidad por el patógeno que logra quebrar
esa primer línea de defensa. Los mecanismos efectores relevantes para eliminar distintos tipos
de microorganismos, varían según las características de virulencia y patogenicidad de éste. La
resolución de una infección se acompaña de la muerte de la mayoría de las células efectoras
y de la generación de células de memoria.
Muchos microorganismos han desarrollado sistemas que le permiten evadir la respuesta
inmune. El conocimiento detallado del sistema inmune y de la patogenesis de los agentes
infecciosos, nos permite diseñar alternativas para estimular artificialmente el sistema inmune
y así poder responder efectivamente frente a ellos. Las vacunas son el ejemplo más importante
de ello. Los avances en el conocimiento de la inmunobiología y la patogénesis microbiana,
permiten un diseño más racional de estas aproximaciones y puede resultar en el desarrollo de
nuevas vacunas contra agentes patógenos que hasta ahora han resultado elusivos.

Bibliografía
1. Abbas, Litchman. Cellular and Molecular Immunology. 5th ed. --: Elsevier Science; 2003.
2. Campbell J, Butcher E. Chemokines in tissue-specific and microenvironment-specific lymphocyte homing.
Curr. Op. Immunology 2000; (12): 336-41.
3. Galucci S, Matzinger P. Danger signals: SOS to the immune system. Curr. Op. Immunology 2001; (13):
114-9.
4. Janeway C, et al. Immunobiology. The immune system in health and disease. 5th ed. --: Garland Publishing;
2001.
5. Lipscomb M, Masten B. Dendritic cells: Immune regulators in healt and disease. Phsyiol Rev 2002; (82):
97-130.
114 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

6. Luster A. The role of chemokines in linking innate and adaptive immunity. Curr. Op. Immunology 2002;
(14):129-36.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 115
Página 115

7 Interacciones
huésped-parásito.
Flora normal
M. Torres

Introducción y definiciones

El cuerpo humano presenta una gran superficie cutánea y mucosa por la que están en con-
tacto con el medio ambiente. En esta superficie existen diversos sectores con diferentes
características de humedad, temperatura, pH y disponibilidad de nutrientes, en los cuales
residen microorganismos
La flora humana normal es el conjunto de microorganismos que conviven con el huésped
en estado normal, sin causarle enfermedad. Su composición es característica para la especie
humana, tanto en el tipo de microorganismos que la componen como en su número y distri-
bución en el organismo. La flora normal coloniza las superficies cutáneas y mucosas.
Sin embargo, hay que mencionar que en el organismo en condiciones normales existen
sitios estériles, como la pleura, las meninges, la cavidad peritoneal, el pericardio, etc. Esto
debe ser tenido en consideración al realizar un estudio microbiológico. Las técnicas usadas
para obtener una muestra biológica de un sitio con flora normal, son diferentes a las usadas
para sitios estériles. También son diferentes los medios de cultivo que se usarán para sembrar
dichas muestras (generalmente requerirán medios que inhiban el crecimiento de la flora
normal) y la interpretación de los cultivos. Por ejemplo, si se aisla un microorganismo del
líquido cefalorraquídeo, siempre es anormal si se tomaron las precauciones necesarias para no
contaminar la muestra; en cambio, en un exudado faríngeo se aislarán diferentes microorga-
nismos, los cuales deberán ser valorados cuidadosamente para destacar los que son habitantes
normales de ese sitio y los que no.
La flora basal es la característica de cada sector del organismo y está constituida por bac-
terias que siempre están presentes en dicho sitio. Por ejemplo Staphylococcus epidermidis en la
piel y E. coli en el intestino. En cambio, la flora transitoria es variable de un ser humano a otro
y está compuesta por bacterias que colonizan en forma intermitente un determinado sector.
Esta flora transitoria puede incluir bacterias potencialmente patógenas para el individuo u
otras personas que entran en contacto con él. Hay que destacar que la flora transitoria de la
piel puede ser eliminada con el lavado de manos.

Importancia de la flora normal


La flora humana normal representa un importante mecanismo de defensa del huésped. (Ver
cuadro 1). Contribuye al desarrollo de la respuesta inmunológica, como ha sido demostrado en
116 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

modelos animales que nacen y son criados en condiciones estériles (individuos axénicos). Estos
animales presentan un pobre desarrollo de los componentes de su sistema inmunitario.
La flora normal, además, ayuda a evitar la colonización de la piel o las mucosas por bac-
terias que pueden ser patógenas.
Generalmente los microorganismos para iniciar la infección deben primero colonizar los
epitelios. Allí, seguramente compiten con los integrantes de la flora normal por factores tales
como receptores celulares y nutrientes.
Cuadro 1. Importancia de la flora normal

Efectos directos Producción de bacteriocinas


Producción de metabolitos tóxicos
Reducción del potencial de óxido reducción
Consumo de nutrientes esenciales
Competencia por receptores
Efectos indirectos Aumento de la producción de anticuerpos
Estímulo de la fagocitosis
Aumento de la producción de interferón
Deconjugación de ácidos biliares

FLORA NORMAL DE LA CAVIDAD ORAL


Existen diversos nichos dentro de la cavidad oral y pueden reconocerse diferencias en la com-
posición si se estudia la flora de los dientes, la lengua, la mucosa yugal o el surco periodontal.
La flora oral es de tipo mixto, con asociación de bacterias aerobias y anaerobias.
Las bacterias que se adhieren a la superficie dental en forma permanente, lo hacen por
diferentes polímeros de origen bacteriano como dextranos y levanos, sintetizados a partir de
hidratos de carbono de la dieta. La cantidad de bacterias anaerobias es máxima en el surco
gingival. Los dientes presentan superficies de adherencia que tienen la particularidad de no
renovarse periódicamente, como lo hacen los epitelios.
Formando parte de esta flora predominan diferentes especies de Streptococcus α-hemolíti-
cos. A nivel de la placa dentaria se hallan el Streptococcus mutans y el Streptococcus sanguis. El
Streptococcus mitis se adhiere tanto a los dientes como a las mucosas y el S. salivarius predomina
en la mucosa lingual. El frotis realizado de saliva o hispoados de mucosa oral muestran células
epiteliales y cocos grampositivos en cadenas. Esto suele verse en muestras de expectoración
mal recogidas e indican contaminación por flora oral.
Entre las bacterias anaerobias grampositivas pueden hallarse Actinomyces sp. en la placa
dentaria y algunas especies de Lactobacillus en menor cantidad. La mayoría de las gramne-
gativas son anaerobias como, Bacteroides del grupo melaninogenicus y especies del género
Fusobacterium. También pueden encontrarse espiroquetas del género Treponema distintas de
T. pallidum. Los cocos grampositivos anaerobios pertenecen a los géneros Peptococcus, Peptos-
treptococcu y Ruminococcus entre otros. Además pueden aislarse especies de Mycoplasmas y
levaduras del género Cándida.
Como es un complejo ecosistema, existen muchas interrelaciones complejas también entre
los distintos integrantes. En la placa dentaria, las bacterias se hallan en altas concentraciones,
formando colonias microscópicas y ubicándose en estratos.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 117

La flora de la cavidad oral está involucrada en la patogenia de enfermedades como las


caries y la periodontitis. En el desarrollo de la caries dental intervienen no solo las bacterias,
sino también factores como el pH ácido resultante de la descomposición de hidratos de car-
bono de la dieta, etc. La periodontitis resulta de la agresión de la flora normal a los tejidos de
sostén del diente. Los microorganismos de la boca también causan procesos como los abscesos
periodontales y de cuello.
Los pacientes con válvulas cardíacas enfermas, pueden desarrollar endocarditis bacteriana,
en la que están implicados los Streptococcus α-hemolíticos. Esta enfermedad generalmente
es una infección endógena, causada por bacterias de la cavidad oral que pasan al torrente
sanguíneo por manipulaciones odontológicas y colonizan las válvulas cardíacas alteradas.
La actinomicosis cérvico facial es una enfermedad que tiene como agente etiológico
algunas especies de Actinomyces provenientes de la cavidad oral.

FLORA NORMAL DEL APARATO DIGESTIVO


El tubo digestivo alberga un gran número de bacterias. También en este nivel se pueden
reconocer distintos nichos ecológicos. La flora normal intestinal contribuye a la síntesis de
vitaminas K y de vitaminas del complejo B, además de ayudar en los procesos digestivos.
También compiten con los microorganismos patógenos por los nutrientes y los receptores; y
elaboran bacteriocinas.

Estómago
En condiciones fisiológicas y sin alimentos, el pH gástrico es extremadamente ácido, aproxi-
madamente 2. Con los alimentos éste aumenta aproximándose al pH neutro.
La densidad de bacterias en el estómago es relativamente baja y se compone de microorga-
nismos de la flora orofaríngea que han sido deglutidos, como los Streptococcus α-hemolíticos,
los Lactobacillus sp., los cocos anaerobios, la Cándida sp. y otros capaces de resistir el medio
ácido.

Intestino delgado
En el duodeno se mantiene el pH que limita el crecimiento de microorganismos. El peristaltismo
representa un mecanismo importante que mantiene un número bajo de bacterias.
La bilis tiene propiedades antimicrobianas que inhibe a muchos microorganismos.
Otras sustancias, como la lisozima y la inmunoglobulina A (IgA) secretoria, también
contribuyen a mantener un número reducido de bacterias.
La cantidad de bacterias aumenta gradualmente hacia el íleon. En los sectores distales del
intestino delgado, la flora normal se asemeja a la colónica. En el íleon terminal se alcanzan
concentraciones de 106 a 108 bacterias por ml de contenido intestinal, con predominio de
anaerobios.

Intestino grueso
Las bacterias representan aproximadamente el 40% del peso seco de la materia fecal. El au-
mento del contenido bacteriano probablemente se explica por: disminución del peristaltismo,
aumento del pH cercano al fisiológico y disminución del contenido de agua.
Pasando la válvula ileocecal los microorganismos de la flora normal alcanzan concentracio-
nes de 107 a 109 bacterias por ml, llegando al máximo en el recto con 1011 bacterias por ml.
Sin duda, es el mayor y más complejo ecosistema microbiano del organismo y se estima que
en él conviven más de 500 especies diferentes de bacterias, con predominio de las bacterias
118 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

anaerobias. Estos corresponden en su mayoría a los géneros Bacteroides y Fusobacterium entre


los bacilos gramnegativos y especies de Peptostreptococcus, Sarcina y Veillonella entre los cocos.
Los bacilos grampositivos están representados por especies de Bifidobacterium, Actinomyces,
Bacillus, Lactobacillus y Clostridium. Entre los anaerobios facultativos predominan las entero-
bacterias, siendo E. coli la que predomina, seguida de especies de Klebsiella, Proteus, Entero-
bacter y Citrobacter. Entre los cocos grampositivos pueden hallarse especies de Enterococcus,
Streptococcus y Staphylococcus.
La adquisición de la flora normal se inicia en el momento del nacimiento; en el recién
nacido los microorganismos que inicialmente colonizan el aparato digestivo provienen del
periné y de la vagina de la madre. Generalmente se trata de E. coli, Klebsiella sp. y especies
de Enterococcus; más raramente especies de Clostridium.
En lactantes alimentados a pecho se aíslan Bifidobacterium sp. Con la introducción de la
alimentación artificial aumenta el número y la diversidad de los microorganismos normales
del intestino. Al año de vida la flora digestiva normal es idéntica a la del adulto.
A continuación se menciona la importancia que tiene la flora normal del intestino. En
primer lugar, es de destacar que determina el desarrollo correcto de la mucosa intestinal;
además interviene en el metabolismo de sustancias como el ácido fólico, la biotina y las vita-
minas B12, K y E. También favorece la producción de IgA y contribuye a la inmunotolerancia,
dado que constituye un importante estímulo antigénico. Las bacterias que forman la flora
normal del intestino cumplen un rol importante en la constitución del ciclo enterohepático
de algunos fármacos. También tiene efecto de barrera, porque al ocupar nichos ecológicos
impide el establecimiento de otras bacterias potencialmente patógenas. Este fenómeno se
conoce como interferencia bacteriana. Las bacteriocinas son sustancias segregadas por las
bacterias normales del intestino; dichos productos son tóxicos para bacterias de otros géneros
distintos a los normales. Por último cabe mencionar que la flora normal del aparato digestivo
interviene en infecciones oportunistas o endógenas en circunstancias como: obstrucciones
mecánicas y perforación del aparato digestivo. En este caso, los microorganismos pasan al
peritoneo causando una enfermedad grave.
La gran diversidad de la flora fecal puede ser fácilmente objetivada realizando un frotis de
materia fecal normal, tiñéndolo con coloración de Gram y observándolo al microscopio. Se
observarán muchas bacterias grampositivas y gramnegativas, tanto bacilos como cocos.

FLORA NORMAL DE LA VAGINA


Fue una de las primeras en ser reconocida en 1892 por Döderlein quien describió el patrón
biológico normal que se observa en la mujer en edad genital activa. La composición de la
flora normal depende del contenido estrogénico.
El estímulo hormonal determina la proliferación de las células epiteliales que aumentan
su contenido de glucógeno. Este es utilizado por Lactobacillus spp., siendo el ácido láctico el
producto final del metabolismo, el cual provoca un descenso importante del pH. La acidez
resultante inhibe el crecimiento de muchas bacterias. En la mujer en edad genital activa pre-
dominan distintas especies de Lactobacillus, otros bacilos grampositivos y en menor cantidad
cocos grampositivos (Streptococcus spp., Enterococcus spp., etc.). También pueden encontrarse
algunos Actinomyces, bacilos gramnegativos anaerobios como Bacteroides y distintas especies
de enterobacterias. El Streptococcus agalactiae (grupo B) se aísla en un porcentaje variable a
esta edad, que aunque no suele producir enfermedad en la mujer, su presencia implica riesgo
para el recién nacido en el que puede causar una enfermedad severa.
Durante la gestación, a medida que progresa el embarazo, aumenta la densidad de Lacto-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 119

bacillus y disminuye la de bacilos gramnegativos anaerobios y facultativos; el resultado es un


mecanismo que reduce el riesgo de bacteriemia grave durante el parto y el puerperio.
Algunas levaduras, como Candida albicans y otras, pueden formar parte de la flora va-
ginal normal. Estos hongos eventualmente, por alteraciones del ecosistema pueden causar
síntomas.
En la etapa prepuberal predominan los microorganismos de origen cutáneo y perineal: S.
epidermidis, Propionibacterium spp. y pueden aislarse levaduras en escaso número, al igual que
enterobacterias y bacilos gramnegativos anaerobios.
En la mujer postmenopáusica, gracias al cesar del estímulo hormonal, la flora de la vagina
retorna al patrón que tenía en la infancia.
La flora vaginal protege frente a la infección vaginal, especialmente durante el embarazo
y suministra la flora normal al recién nacido.
El exudado vaginal es el estudio bacteriológico indicado para el diagnóstico de la infección
genital y comprende el estudio directo y el cultivos de los fluidos vaginales. En la mujer sana
en edad genital activa, el examen directo mostrará células epiteliales planas acompañadas de
Lactobacillus: bacilos grampositivos grandes. En condiciones patológicas esta imagen se pierde
y es reemplazada por la presencia de polimorfonucleares, levaduras con pseudofilamentos, G.
Vaginalis, flora de tipo anaerobia, etc.

FLORA NORMAL DEL APARATO RESPIRATORIO


El aparato respiratorio se divide en dos sectores anatómicos: alto y bajo. En el individuo
normal únicamente las vías respiratorias altas (fosas nasales y faringe) están colonizados por
flora normal. Los senos paranasales, el oído medio, la tráquea, los bronquios pulmonares y
la pleura son estériles.
En las fosas nasales la estructura anatómica tortuosa generan una corriente de aire tur-
bulenta. Cuando el aire choca contra las mucosas, se calienta y las partículas grandes que
éste contiene son retenidas por el mucus y los pelos de las narinas. En sectores más bajos los
microorganismos que ingresan por esta vía llegan al tejido linfoide del anillo de Waldeyer.
El sistema mucociliar, la capa de moco y los reflejos como la tos, el estornudo y la bronco-
constricción son otros mecanismos de defensa importantes. La mucosa respiratoria también
es rica en IgA.
En el tejido pulmonar existen macrófagos alveolares que contribuyen a la defensa del
huésped, fagocitando las bacterias y otras partículas.
En la faringe la flora normal está compuesta principalmente por Streptococcus α-hemolí-
ticos. El estudio bacteriológico de un hisopado faringoamigdalino es habitualmente indicado
para diagnosticar faringitis bacteriana. Una vez realizado el cultivo en placas de agar sangre
ovina, el bacteriólogo debe ser capaz de diferenciar la flora normal, compuesta principal-
mente por Streptococcus con hemólisis viridans, de potenciales patógenos como Streptococcus
β-hemolíticos.
En las fosas nasales se encuentran microorganismos característicos de la piel: Staphylococ-
cus epidermidis y especies de Corynebacterium. Alrededor de 20 a 30% de los individuos son
portadores nasales sanos de S. aureus, porcentaje aumenta en personas diabéticas sometidas
a hemodiálisis y en el personal de salud. En preescolares es habitual la colonización nasal por
Streptococcus pneumoniae y especies de Haemophilus.
En la faringe se encuentran además diferentes especies de Lactobacillus, Propionibacterium,
Corynebacterium, Moraxella, etc. Los anaerobios superan en diez veces a los aerobios y se aíslan
120 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Peptoestreptococcus spp., Bifidobacterium spp. y Actinomyces spp. Los bacilos gramnegativos que
se encuentran, generalmente son Fusobacterium spp. y Bacteroides spp.
En las criptas amigdalinas se produce acumulación de materia orgánica que disminuye el
potencial de óxido reducción, por lo tanto el número de anaerobios puede ser muy elevado.
Algunos individuos albergan S. pneumoniae y Haemophillus influenzae, sin que ello signifique
enfermedad. También pueden encontrarse especies no patógenas de Neisseria y Streptococcus
β-hemolíticos no pertenecientes al grupo A. En condiciones normales no existen bacterias
más allá de la glotis.
La flora orofaríngea está implicada en infecciones pulmonares, causadas por la aspiración
de estos microorganismos. Generalmente esto ocurre en pacientes que tienen alterados los
reflejos de defensa debido a alteraciones de la conciencia, etc. En las infecciones bronquiales
o pulmonares, el estudio de la expectoración puede resultar útil si el paciente logra obtener
una buena muestra mediante el esfuerzo de tos. Hay que ser cauteloso en la lectura de esta
muestra, porque la misma se contaminará en diferentes grados por la flora oral. Como ya
se dijo, si se observa al microscopio, se podrá diferenciar una muestra inapropiada formada
principalmente por saliva, de una muestra adecuada, compuesta principalmente por leucocitos
polimorfonucleares y escasas o ninguna célula epitelial

FLORA NORMAL DE LA PIEL


La piel del ser humano es un extenso y heterogéneo territorio con diferencias en su estructura
y condiciones ambientales, lo que determina diferencias en la densidad y composición de
su flora normal, según el área considerada. La mayoría de los microorganismos colonizan el
estrato córneo, que es relativamente impermeable.
Los mecanismos de defensa que presenta la piel están representados por: el recambio
celular continuo de las capas superficiales del epitelio, el pH bajo debido a metabolitos de las
glándulas sebáceas y los macrófagos de la piel.
Como se mencionó, en el personal hospitalario la flora transitoria puede estar integrada
por bacterias que potencialmente pueden causar enfermedad a los pacientes. El lavado de
manos es la medida profiláctica más importante para evitar la transmisión de infecciones.
La composición de la flora normal, tanto en sus aspectos cualitativos como cuantita-
tivos, puede estar influida por factores climáticos, condiciones de higiene, etc. Dentro los
microorganismos que constituyen la flora normal de la piel, predominan los grampositivos.
La flora basal se compone de Staphylococcus spp. (generalmente S. epidermidis), Micrococcus
spp. y Corynebacterium spp. El Propionibacterium acnes es un bacilo grampositivo anaerobio
que coloniza las glándulas sebáceas. Esta bacteria posee lipasas que degradan los lípidos
secretados por esas bacterias. Los metabolitos resultantes son principalmente ácidos grasos
insaturados con actividad antimicrobiana. La flora transitoria está integrada por S. aureus y
en menor cantidad, por bacilos gramnegativos (Enterobacterias, Acinetobacter) en regiones
como axilas, ingle y periné.
Esta flora cutánea participa en el desarrollo de infecciones cuando se producen soluciones
de continuidad en la piel. Muchas infecciones como foliculitis o forunculosis tienen origen
en los folículos pilosos o glándulas. Otras infecciones ocasionadas por bacterias de la flora
normal, se producen cuando se colocan catéteres percutáneos u otros dispositivos que implican
la ruptura de la barrera cutánea.
La flora del conducto auditivo externo es similar a la de la piel. Hay que destacar que a
diferencia del anterior, el oído medio es estéril.
La flora normal de la piel puede objetivase mediante cultivos en medios apropiados.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 121

FLORA NORMAL DE LA CONJUNTIVA


La conjuntiva ocular carece de flora basal, porque no se producen interacciones estables entre
esta mucosa y los microorganismos.
El saco conjuntival puede contener algunos microorganismos que proceden de la piel
circundante o del contacto mano ojo. La secreción lacrimal efectúa un continuo barrido de
las partículas que se depositan en la conjuntiva. Esta secreción es rica en lizosima, enzima
que destruye las bacterias, especialmente las grampositivas. El parpadeo, las pestañas y las
cejas contribuyen a evitar el ingreso de partículas al saco conjuntival.
Las bacterias que pueden encontrarse son Staphylococcus spp. , Corynebacterium spp., Strep-
tococcus α-hemolíticos y Bacillus spp. El uso de lentes de contacto se asocia a la colonización
por bacterias de los géneros Serratia y Pseudomonas.
Las bacterias de la conjuntiva pueden causar infecciones graves como úlceras de córnea
y endoftalmitis. Éstas, generalmente, están precedidas por traumatismos de córnea o perfo-
raciones del globo ocular.

FLORA NORMAL DEL APARATO URINARIO


Excepto la uretra anterior, el aparato urinario es estéril. La orina contribuye a mantener la
vía urinaria libre de microorganismos, gracias al arrastre de la orina durante la micción, al
pH ácido de la orina y a la alta osmolaridad que presenta.
La uretra anterior está colonizada por bacterias provenientes del periné. Dichas bacterias
son eliminadas al inicio de la micción, propiedad que se usa para obtener la muestra por chorro
medio para el urocultivo, evitando así la contaminación.
En la mujer, la menor longitud de la uretra y la proximidad de ésta con el ano explican,
al menos en parte, la mayor incidencia de infección urinaria.
122 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 123

SECCIÓN II
Principales procesos
infecciosos
8. Infecciones de piel y partes blandas

9. Infecciones respiratorias

10. Gastroenteritis

11. Infección urinaria

12. Bacteriemias y sepsis

13. Infecciones del sistema nervioso central

14. Infecciones de transmisión sexual

15. Infecciones hospitalarias

>>
124 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 125
Página 125

8 Infecciones de piel y
tejidos blandos
G. Varela

Generalidades

Comprenden un conjunto heterogéneo de procesos infecciosos, con o sin respuesta infla-


matoria local o sistémica evidente. Está formado por una gran variedad de cuadros clínicos
con compromiso, gravedad y evolución diferentes. El número de agentes asociados a estos
procesos es importante e incluye fundamentalmente bacterias, tanto de origen endógeno
como exógeno, y en menor proporción virus.
Las vías de ingreso de estos agentes a los sectores afectados son: la inoculación directa
(más frecuente), la vía hemática o linfática, o por contigüidad.
No resulta fácil hacer una clasificación de estos procesos basada exclusivamente en su
topografía, ya que se trata de situaciones dinámicas y con frecuencia los planos comprome-
tidos son varios, como veremos más adelante. En este capítulo no trataremos infecciones
que presentan manifestaciones cutáneas como por ejemplo: sífilis, chancro blando, herpes
genital, condilomas acuminados (ver capítulo 14), lepra. Tampoco veremos las infecciones
que cursan con bacteriemia (como endocarditis, meningitis) que pueden presentar lesiones a
nivel cutáneo. No haremos mención a enfermedades virales como sarampión, rubéola, varicela
zóster, si bien debemos destacar que las lesiones a nivel cutáneo presentes en estas enferme-
dades pueden servir como puerta de entrada para diferentes agentes bacterianos asociados a
infecciones de piel o tejidos blandos propiamente dichas. (Ver capítulos 6 y 7)
Aproximación a la definición de tejidos blandos: son los tejidos, órganos y espacios ubi-
cados entre la piel y los huesos. Incluyen de afuera hacia adentro: piel (epidermis y dermis),
tejido celular subcutáneo con el panículo adiposo, fascias y aponeurosis, y el tejido muscular
(con logias inextensibles en algunos casos). Esta distribución por sectores tiene variaciones
cualitativas y cuantitativas, de acuerdo a la región anatómica estudiada (pared abdominal,
escroto, manos, etc.).
La piel constituye casi el 20% del peso corporal de un sujeto adulto. Está compuesta de
dos capas: epidermis la más externa, y la interna denominada dermis. La epidermis está divi-
dida en varios estratos: germinal, espinoso, granuloso y por último el estrato córneo (el más
externo, en contacto directo con el medio ambiente). Por debajo de la epidermis se encuen-
tra la dermis, constituida entre otros, por proteínas fibrosas tipo colágeno, fibras elásticas y
mucopolisacáridos. Es rica en vasos sanguíneos y linfáticos, glándulas sudoríparas y sebáceas,
fibroblastos, macrófagos y células cebadas. Las glándulas anexas (sudoríparas y sebáceas) y
los folículos pilosos se encuentran en esta capa, a pesar de que su origen es ectodérmico.
126 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

La piel está en contacto con el medio ambiente y expuesta a una gran variedad de micro-
organismos, incluidas las bacterias que integran la flora normal (basal y transitoria). Ofrece
innumerables nichos ecológicos para el desarrollo de distintos microorganismos, debido a la
variedad de microambientes con características fisicoquímicas diferentes que posee (axilas,
pliegues inguinales, cuero cabelludo, etc.). También está sometida a cambios estructurales y
funcionales relacionados con la edad del sujeto, el estado hormonal, la higiene personal, y a
factores exógenos como por ejemplo el clima (temperatura, humedad, etc.).

Impétigo
Se trata de una infección superficial de la piel, sobre todo de la epidermis, aunque raramente
puede comprometer la dermis y tejidos subcutáneos. Se manifiesta inicialmente por la aparición
de vesículas rodeadas por un halo de tipo inflamatorio, que pasan luego a pústulas, y por último
a costras. Las lesiones son sumamente pruriginosas, el rascado facilita la diseminación a otras
zonas del cuerpo y a otros individuos susceptibles. La mayoría de los casos ocurren en niños de
dos a cinco años, afectando principalmente la cara, con distribución periorificial (boca, nariz)
y también las extremidades, sobre todo inferiores, más expuestas a pequeños traumatismos.
Es una enfermedad altamente contagiosa, frecuente en zonas con clima tropical y en niños
con higiene personal deficiente. Traumas menores, picaduras de insectos y otras lesiones
cutáneas actúan como factores predisponentes alterando la integridad de la barrera cutánea.
Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes (de distintos serotipos M) son los agentes más
frecuentemente asociados a impétigo. En el caso de Streptococcus pyogenes, la colonización
faríngea precede al desarrollo de la enfermedad en dos a tres semanas y es más frecuente
en los meses fríos; en cambio en los casos asociados a Staphylococcus aureus la colonización
previa es sobre todo en el ámbito nasal. Son frecuentes los casos debidos a infecciones mixtas

Impétigo por Streptococcus pyogenes


TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 127

por S. aureus y S. pyogenes. Streptococcus del grupo C y G se asocian raramente a impétigo y


Streptococcus agalactiae (grupo B) se ha recuperado de casos que ocurren en recién nacidos.
Algunos casos de impétigo estreptocócico pueden dar como complicación no supurada una
glomerulonefritis difusa aguda. (Ver capítulo 17)

DIAGNÓSTICO ETIOLÓGICO
El frotis del contenido de las vesículas o pústulas teñido por la técnica de Gram muestra la
mayoría de las veces cocos grampositivos agrupados en cadenas o racimos. El cultivo en placas
de agar sangre ovina al 5% del contenido de las vesículas o pústulas, puede mostrar colonias
sospechosas de Staphylococcus aureus, Streptococcus pyogenes o ambas. Para una descripción
detallada de los procedimientos de laboratorio utilizados en el diagnóstico etiológico, ver
capítulos 16 y 17.

TRATAMIENTO
Es tópico, aplicando directamente sobre las lesiones antisépticos (iodóforos u otros), o anti-
bióticos (mupirocina, bacitracina, etc.). En casos de impétigo generalizado o extenso deben
administrarse antibióticos por vía general, que actúen sobre los diferentes agentes etiológicos
potenciales (por ejemplo: cefalosporinas de primera generación). Debe prestarse especial
atención a las cepas de S. aureus resistentes a meticilina. (Ver capítulo 16) El tratamiento con
antibióticos por vía general no disminuye la incidencia de glomerulonefritis.

IMPÉTIGO BULLOSO
Es una forma de impétigo producida por cepas de S. aureus pertenecientes habitualmente al
fagotipo 71, ocurre sobre todo en recién nacidos y niños pequeños. Es debido a la acción a nivel
de la piel de dos exotoxinas exfoliativas (toxina exfoliativa A y B, ver más adelante síndrome
de piel escaldada) producidas por la cepa infectante. Raramente ocurre sobreinfección de las
lesiones con cepas de Streptococcus. La curación sin cicatrices es la regla.

Ectima
Es una afección cutánea similar al impétigo, aunque el compromiso es más profundo y la
evolución es más lenta. Se observa sobre todo en las extremidades inferiores, es frecuente en
niños y ancianos. Las lesiones se ulceran y luego se recubren de una costra amarilloverdosa.
Generalmente están rodeadas de una sobreelevación violácea. Los agentes responsables más
comunes son Streptococcus pyogenes y Staphylococcus aureus. El tratamiento es el mismo que
para el impétigo. En algunos casos de bacteriemia por Pseudomonas aeruginosa u otros bacilos
gramnegativos, pueden aparecer lesiones cutáneas denominadas ectima gangrenoso. Son
ulceraciones circulares, induradas, indoloras, con una éscara central de color negro grisáceo
característico, rodeadas de un halo eritematoso; son producidas por la necrosis hemorrágica
y la reacción inflamatoria que ocurre en la zona afectada.

Eritrasma
Es una infección superficial de la piel, producida por cepas de Corynebacterium minutissimum
(bacilos grampositivos, aerobios-anaerobios facultativos, no esporulados, inmóviles, catalasa
positivos y ampliamente distribuidos en la naturaleza). Se manifiesta por manchas de color
pardo rojizo, similares a las producidas por los dermatofitos; son más frecuentes en hombres
128 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

y personas obesas con diabetes mellitus. Son muy pruriginosas, con escasa descamación y
lenta evolución. Puede haber períodos asintomáticos y épocas de exacerbación. Las lesiones
predominan en la región gentiocrural. Los macrólidos por vía oral son el tratamiento de
elección.

Foliculitis
Es la inflamación aguda de causa infecciosa del sector distal (más superficial) del folículo
piloso y de las glándulas apócrinas asociadas. Generalmente existe compromiso de varios
folículos al mismo tiempo. Las lesiones son de tipo papular con un punto central sobreelevado
y purulento. Tiene distribución variable, con predominio en la cara y axilas. Puede haber
compromiso de los folículos pilosos del conducto auditivo externo. La foliculitis de las pesta-
ñas se conoce con el nombre de “orzuelo”. Una forma particular, denominada “sicosis de la
barba”, se caracteriza por la afectación crónica de los pelos de la barba. Staphylococcus aureus
es el agente etiológico más frecuente, aunque se han descrito casos adquiridos en piletas de
natación causados por cepas de Pseudomonas aeruginosa. En pacientes inmunocomprometidos
los casos de foliculitis por Pseudomonas aeruginosa pueden evolucionar a cuadros más graves
como el ectima gangrenoso. Otros bacilos gramnegativos pueden asociarse a foliculitis en
personas con acné, sobre todo luego del tratamiento con antimicrobianos.

Forúnculo
En este caso el proceso inflamatorio es más profundo que en la foliculítis, puede haber com-
promiso de la grasa subcutánea y de la glándula sebácea asociada. Habitualmente ocurre en
un solo folículo, aunque pueden estar comprometidos varios a la vez, como veremos más
adelante a propósito de carbunco por Staphylococcus. Se manifiesta como un nódulo rojo y
doloroso, que luego se hace fluctuante y purulento. Eventualmente, puede abrirse al exterior
a través del folículo afectado. Son más frecuentes en zonas húmedas, calientes y expuestas a
roce frecuente, como por ejemplo cuello, cara, axilas, pliegues inguinales y nalgas.
Entre los factores predisponentes para el desarrollo de forúnculos se destacan: estado
de portador nasal de cepas de S. aureus, obesidad, tratamiento prolongado con corticoides,
defectos en la serie blanca (neutrófilos), estrés y probablemente diabetes mellitus. Como con-
secuencia de la manipulación incorrecta de la lesión puede haber diseminación hematógena
(bacteriemia) con aparición de focos metastáticos (osteomielitis, endocarditis, etc.). Especial
cuidado debe tenerse con los forúnculos próximos a la nariz y labio superior, por la eventual
diseminación hemática al seno cavernoso a través de las venas emisarias facial y angular.

Ántrax estafilocócico
Es un proceso más extenso y grave que compromete simultáneamente varios folículos pilosos.
Habitualmente ocurre en la región de la nuca, espalda o muslos, donde la piel es más gruesa
y menos extensible. Aparecen múltiples abscesos separados por tejido conectivo que luego
drenan a la superficie a través de los propios folículos. En ocasiones puede haber bacteriemia
con focos metastáticos secundarios (endocarditis, osteomielitis, etc.). El agente etiológico más
frecuente en ambos casos (forúnculos y carbunco) es Staphylococcus aureus.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 129

Carbunco cutáneo (pústula maligna). Causado por Bacillus anthracis

TRATAMIENTO
La mayoría de los forúnculos se curan con medidas locales como aplicación de calor húmedo
para provocar el drenaje espontáneo. Puede ser necesario el drenaje quirúrgico. En casos con
compromiso de capas más profundas (celulitis) debe agregarse tratamiento con antibióticos
adecuados. (Ver capítulo 16)

Carbunco cutáneo (pústula maligna)


Es causado por cepas de Bacillus anthracis (bacilo grampositivo, esporulado, aerobio) que puede
causar infecciones en animales herbívoros y seres humanos. Es una enfermedad profesional,
se observa fundamentalmente en personas que tienen contacto estrecho con animales con-
taminados (veterinarios por ejemplo), o sus productos (clasificadores de lana, esquiladores,
etc). Los esporos ingresan por heridas en la piel, luego germinan y las formas vegetativas se
multiplican activamente a nivel local. En el sitio de inoculación aparece una pápula indolora
que progresa rápidamente a una úlcera rodeada de vesículas y por último a una lesión necrótica
de color negro. El carbunco cutáneo es la forma más frecuente de ántrax, y sin tratamiento
adecuado tiene una mortalidad cercana al 20%. El diagnóstico etiológico se realiza por el
aislamiento e identificación de Bacillus anthracis a partir de la lesión. Penicilina, doxiciclina
o ciprofloxacina se utilizan para el tratamiento de este proceso.

Erisipela (Fuego de San Antonio)


Es un tipo característico de celulitis superficial y recidivante; con participación de la epider-
mis, la dermis, el tejido celular subcutáneo y compromiso importante de los vasos linfáticos.
Es común en niños pequeños y ancianos. Las lesiones son más frecuentes en los miembros
inferiores, aunque se observan algunos casos de erisipela facial, con afectación del dorso nasal
y mejillas. Las probables puertas de entrada a nivel de los miembros inferiores son: heridas
130 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

quirúrgicas, úlceras, abrasiones, psoriasis, dermatitis o infecciones fúngicas. Como factores


predisponentes locales se destacan entre otros: alteraciones en el retorno venoso y linfático;
a nivel general el alcoholismo, el síndrome nefrótico, la diabetes mellitus y alteraciones de la
sensibilidad táctil protopática. La infección puede extenderse en profundidad y comprometer
fascias musculares (fascitis necrotizante). El agente etiológico más frecuente es Streptococcus
pyogenes, raramente se asocia a infección por Streptococcus del grupo C o G. Streptococcus
agalactiae (grupo B) se ha recuperado en casos de erisipela en recién nacidos. El estudio
bacteriológico (directo y cultivo) tiene poca aplicación en esta enfermedad, ya que la tasa
de recuperación, aún estudiando los bordes de la lesión con o sin instilación previa de suero
fisiológico estéril, es baja. La bacteriemia ocurre en menos del 10% de los casos y a partir de la
faringe solo se recuperan cepas de Streptococcus en aproximadamente el 20% de los casos.

TRATAMIENTO
Se realiza con penicilina G o macrólidos en pacientes alérgicos.

Procesos por acción de exotoxinas a nivel cutáneo (producidas


localmente o en un foco alejado)

SÍNDROME DE PIEL ESCALDADA (SPE)


Se debe a la infección por cepas de S. pyogenes productoras de exotoxinas exfoliativas A y
B, termoestable y termolábil respectivamente, con actividad serinproteasa, que digieren las
uniones estrechas intercelulares (desmosomas) del estrato granuloso. No se produce citólisis
y no hay respuesta inflamatoria. Ocurre en niños pequeños, y es raro en adultos. La riqueza
relativa de GM4, receptor conocido para las toxinas exofilativas, en los niños pequeños ex-
plicaría en parte este hecho. La infección o colonización por la cepa toxigénica ocurre sobre
todo a nivel del cordón umbilical.

Tratamiento
Consiste en medidas generales de sostén (recordar algunas de las funciones conocidas de
la piel: termorregulación, balance hidroelectrolítico, barrera defensiva, etc.). Existen for-
mas incompletas de SPE, causadas también por cepas de S. aureus productoras de toxinas
exfoliativas. El compromiso cutáneo es menor con una erupción eritematosa generalizada
(escarlatina estafilocócica).

ESCARLATINA
Es un exantema eritematoso difuso que comienza en el tronco y luego se extiende a los
miembros. Respeta la zona perioral, plantas y palmas. Es causada por cepas lisogénicas de S.
pyogenes (también, aunque más raramente, por cepas del grupo C o G) productoras de exo-
toxinas pirógenas estreptocócicas, también conocidas como toxinas eritrogénicas (Spe). La
infección ocurre frecuentemente a nivel faríngeo y puede ser asintomática. Hasta el momento
se han descrito siete toxinas inmunológicamente diferentes (A-J menos D, E, I). Pertenecen
al grupo 1 de toxinas bacterianas y pueden actuar como “superantígenos”. (Ver más adelante
síndrome de shock tóxico). Las cepas de Streptococcus pyogenes asociadas a cuadros invasivos
graves y rápidamente letales, con manifestaciones de síndrome de shock tóxico producen
freceuntemente SpeA.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 131

SÍNDROME DE SHOCK TÓXICO (SST)


Es una enfermedad sistémica, con compromiso cutáneo, causada por la infección con cepas
de Staphylococcus aureus productoras de TSST-1 (toxina del síndrome de shock tóxico-1).
Se trata de una exotoxina proteica, termoestable e integra junto a otras toxinas bacterianas
(toxinas estreptocócicas pirogénicas, enterotoxinas estafilocócicas) el grupo I, conocidas
también como “superantígenos”. Estas moléculas tienen la capacidad de estimular en forma
inespecífica a los macrófagos (células presentadoras de antígenos, con el receptor CMH II) y
linfocitos T, con liberación excesiva de citoquinas (IL-2, FNT, etc.) responsables en parte de
las manifestaciones sistémicas observadas en este síndrome. La colonización o infección con
estas cepas toxigénicas puede ocurrir a nivel de la vagina (uso de tampones hiperabsorben-
tes) o de heridas (accidentales o quirúrgicas). Las manifestaciones cutáneas (aparte de las
de la herida y el conjunto de manifestaciones sistémicas) son: exantema generalizado de tipo
escarlatiniforme, y en los casos de SST causados por cepas de Streptococcus pyogenes puede
observarse descamación severa de la piel de palmas y plantas.

VERRUGAS COMUNES
Plantares, planas, son causadas por la infección localizada de la epidermis con ciertos tipos de
Papillomavirus (4, 63, 26, 27, 29, 41, 57, 65, entre otros). Los virus se replican en las células
del estrato escamoso, estimulando la proliferación celular con engrosamiento de la capa
basal, espinosa y granulosa. La curación es espontánea, aunque puede haber recidivas. La
trasmisión es por contacto directo.

MOLUSCO CONTAGIOSO
Son lesiones bien delimitadas, blanquecinas, a veces agrupadas y con umbilicación central
causadas por Poxvirus (Molluscum contagiosum); trasmitido por contacto directo o a través de
fomites. Es frecuente en niños y en adultos sexualmente activos (promiscuos). En pacientes
con SIDA se observa una forma generalizada con compromiso de zonas extensas de piel.

CELULITIS
Es un proceso inflamatorio agudo y difuso que compromete tejidos más profundos (celular
subcutáneo) con manifestaciones clínicas locales (dolor, rubor, calor, edema) y sistémicas
(decaimiento general, fiebre, etc.). Puede afectar distintos sectores del cuerpo (cabeza, tronco,
miembros) dando diferentes cuadros clínicos. Es una enfermedad grave, con tendencia a la
diseminación local o general por vía linfática o hemática. En algunos casos, la valoración
quirúrgica es fundamental para establecer el grado de compromiso y la vitalidad de los tejidos
afectados. Los agentes responsables pueden alcanzar el sitio de infección por diferentes vías:
directamente a través de soluciones de continuidad en la barrera cutánea (cirugía, picaduras,
heridas, etc.); por contigüidad (a partir de un foco infeccioso contiguo o próximo); y menos
frecuentemente por vía hematógena (a partir de un foco infeccioso distante).

Agentes etiológicos
Bacterias aerobias o aerobias-anaerobias facultativas (Staphylococcus aureus y Streptococcus
pyogenes) son las especies bacterianas más frecuentemente asociadas a casos de celulitis.
Streptococcus del grupo C y G también producen estos cuadros. Streptococcus grupo B se ha
recuperado de casos de celulitis en recién nacidos. Haemophilus influenzae (bacilo gramnegativo
pleomórfico, exigente desde el punto de vista nutricional, no esporulado, encapsulado), es
responsable de algunos casos de celulitis facial en niños pequeños (menores de cinco años)
132 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

no vacunados. La evolución es rápida, la bacteriemia es frecuente y muchos de estos niños


presentan manifestaciones clínicas de otros focos infecciosos (meningitis). Streptococcus
pneumoniae (coco grampositivo, lanceolado, encapsulado, catalasa negativo, no esporulado)
y bacterias anaerobias que integran la flora oral, también se asocian con casos de celulitis
facial en niños pequeños. En algunos casos la etiología es mixta o polimicrobiana. Varias de
las enzimas, toxinas y otras estructuras bacterianas, se vinculan con la patogenia de estos
procesos. Proteinasas, hialuronidasa, estafiloquinasa, toxinas citolíticas (alfa, beta, gama,
delta, etc), cápsula y estreptolisinas entre otras, se relacionan con el daño celular, tisular y
la diseminación de la población bacteriana. En los capítulos correspondientes a los agentes,
estos y otros atributos de virulencia conocidos se tratan en detalle, así como sus mecanismos
de resistencia a los antimicrobianos.

Otros agentes menos frecuentes


Erysipelothrix rhusiopathiae, bacilo grampositivo, anaerobio facultativo, ampliamente distribuido
en la naturaleza, es responsable de casos de celulitis de manos en personas que manipulan peces
de agua salada, carne de aves, carne vacuna y cueros. Puede haber bacteriemia y endocarditis.
Aeromonas hidrophyla, bacilo gramnegativo, ubicuo, con metabolismo de tipo fermentativo,
vinculado a casos de celulitis en personas con abrasiones cutáneas mínimas y contacto pro-
longado con agua dulce. Serratia, Proteus, y otras bacterias de la familia Enterobacteriaceae,
pueden producir celulitis en sujetos inmunocomprometidos.

Diagnóstico etiológico
Se puede intentar recuperar el o los agentes involucrados por cultivo de diferentes muestras
representativas del proceso (aspirado de borde de la lesión, biopsia, etc.) o a partir de hemo-
cultivos. Sin embargo, el rendimiento microbiológico es bajo, aproximadamente se obtienen
resultados positivos en el 20% a 30% de los casos estudiados.

CELULITIS CON NECROSIS TISULAR


Lo característico en estos casos es la gran destrucción de tejidos, la rápida evolución y el pro-
nóstico más grave; sumado a la necesidad urgente de realizar distintos tratamientos quirúrgicos.
Se conocen también con el nombre de gangrenas infecciosas (para diferenciarlas de las de
origen vascular), afectan tejido subcutáneo, piel suprayacente y en ocasiones hay compromiso
de fascias (fascitis necrotizante) y tejido muscular (miositis). Según el sector comprometido
de forma predominante y los agentes bacterianos participantes, definiremos algunos procesos:
celulitis anaerobia por bacterias del género Clostridium, celulitis por otras bacterias anaerobias,
fascitis estreptocócica necrotizante, celulitis necrotizante sinérgica progresiva.

CELULITIS ANAEROBIA POR CLOSTRIDIUM


Generalmente no hay compromiso de la fascia ni del músculo. Comienza de forma insidiosa
y luego evoluciona rápidamente. Está causada habitualmente por cepas de Clostridium per-
fringens (bacilo grampositivo, esporulado, anaerobio aerotolerante, ubicuo e integrante de la
flora intestinal de los seres humanos). El agente ingresa a través de heridas (accidentales,
quirúrgicas, etc.) contaminadas con esporos bacterianos. La presencia de cuerpos extraños
y tejidos desvitalizados en la profundidad de la herida crea un ambiente adecuado para la
germinación y posterior multiplicación de las formas vegetativas. (Ver capítulos 3 y 21) Las
manifestaciones locales incluyen: edema, rubor y dolor moderados. No hay un cuadro tóxico
importante. Debido a la producción de gas puede haber crepitación en la región afectada.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 133

Celulitis por Clostridium perfringens luego de una fractura expuesta de miembro


superior.

La tinción con la coloración de Gram del pus que drena por la herida puede mostrar la
presencia de bacilos grampositivos característicos (relativamente cortos y de bordes rectos).
La exploración quirúrgica es fundamental para descartar el compromiso muscular y de las
fascias subyacentes.

Tratamiento
Limpieza quirúrgica con debridamiento y drenaje, y administración de antimicrobianos
adecuados.

CELULITIS POR OTRAS BACTERIAS ANAEROBIAS


Clínicamente es similar a la anterior, sin embargo las cepas responsables son bacterias
anaerobias no esporuladas (cocos grampositivos, bacilos gramnegativos) pertenecientes a
diferentes géneros. En muchos casos la infección es polimicrobiana y con participación de
bacterias aerobias y anaerobias facultativas (Staphylococcus, Streptococcus, Enterobacteriaceae).
El pronóstico es bueno si el diagnóstico y el tratamiento adecuado son precoces.

FASCITIS ESTREPTOCÓCICA NECROTIZANTE


Incluye dos entidades según los agentes infecciosos responsables: a) Tipo I: se trata de una
infección mixta, en la que participan por lo menos una especie anaerobia (bacilos gramnega-
tivo o cocos grampositivos) y una o más cepas aerobias (Streptococcus, bacilos gramnegativos:
Pseudomonas y otros); b) Tipo II: es el cuadro conocido como gangrena estreptocócica y el
agente etiológico más frecuente es Streptococcus pyogenes, solo o en combinación con S. aureus.
Se trata de procesos agudos que aparecen luego de intervenciones quirúrgicas, sobre todo a
nivel abdominal o cercanas al recto (perirrectales). Las producidas por Streptococcus pyogenes
también pueden ocurrir luego de traumatismos banales. El sector afectado está rojo, caliente
134 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Celulitis de brazo causada por Streptococcus agalactiae

y doloroso; la piel suprayacente adquiere un color gris azulado y luego aparecen vesículas
de contenido serosanguinolento. Con el tiempo se transforma en una éscara negra y como
consecuencia de la destrucción de los nervios periféricos, la zona puede perder sensibilidad.
En las formas mixtas puede haber crepitación y un olor fétido característico. Los síntomas y
signos generales incluyen: fiebre, malestar general, decaimiento, acompañados habitualmente
de leucocitosis. El diagnóstico se realiza por exploración quirúrgica con valoración del estado
de la fascia que se presenta necrótica, con resistencia disminuida y se diseca fácilmente. La
tinción del exudado puede revelar la presencia de cocos, bacilos grampositivos y negativos. El
tratamiento es quirúrgico. Tratamiento médico: antimicrobianos adecuados por vía intravenosa
(teniendo en cuenta para la elección, entre otros factores: agentes participantes, sus posibles
mecanismos de resistencia, producción de exotoxinas con acción local o a distancia). Existe
una forma especial de fascitis necrotizante que afecta los genitales masculinos, denominada
gangrena de Fournier. El proceso puede comprometer: escroto, periné, pene y pared abdominal.
Algunos casos de fascitis necrotizante causados por Streptococcus pyogenes pueden asociarse con
un cuadro sistémico sumamente grave, denominado síndrome de shock tóxico estreptocócico,
con manifestaciones similares al producido por cepas de S. aureus productoras de TSST-1. Las
cepas de Streptococcus pyogenes aisladas con mayor frecuencia en estos casos pertenecen a los
serotipos M1 y M3, y son productoras de exotoxinas pirógenas de tipo A o B.

CELULITIS NECROTIZANTE SINÉRGICA PROGRESIVA


En este caso no hay compromiso de la fascia, y suele aparecer luego de intervenciones qui-
rúrgicas, abdominales o torácicas. Se conoce también como gangrena de Meleney. Se trata de
un proceso infeccioso polimicrobiano, que aparece en la proximidad de la sutura y luego de
varios días. Hay dolor intenso, con rubor y edema. Más tarde en la lesión se pueden reconocer
tres sectores más o menos definidos: uno central, gangrenoso de color verdoso con aspecto
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 135

de cuero seco, un sector intermedio de color violeta y muy doloroso, y otro externo de color
rojo intenso. La evolución es más lenta que en los casos anteriores.

MIOSITIS INFECCIOSA
Se trata de procesos inflamatorios agudos, fundamentalmente de etiología bacteriana (aunque
hay casos asociados a virus) y poco frecuentes. Los agentes infecciosos pueden alcanzar el
músculo a través de diferentes vías: por inoculación directa (heridas penetrantes); por con-
tigüidad a partir de procesos cercanos; por vía sanguínea desde focos infecciosos alejados.
Las entidades más importantes son: piomiositis, mionecrosis por clostridios y mionecrosis no
producida por clostridios.

PIOMIOSITIS
Infección aguda del músculo esquelético (sin compromiso inicial de la piel y de otras partes
blandas o hueso adyacente), causada generalmente por cepas de S. aureus. Clínicamente se
manifiesta por dolor localizado, tumefacción y a veces se asocia impotencia funcional, con
o sin fiebre.

MIONECROSIS POR CLOSTRIDIOS


Se trata de un proceso agudo que compromete músculos esqueléticos, sumamente tóxico, de
progresión rápida y potencialmente fatal. Es causado principalmente por cepas de Clostridium
perfringens. La mionecrosis por clostridios se observa en situaciones que tienen en común la
presencia de lesiones musculares extensas (con gran destrucción tisular y compromiso del
aporte sanguíneo) y contaminación con esporos de C. perfringens o de otros clostridios histo-
tóxicos; como sucede luego de fracturas expuestas, heridas de cirugía abdominal, inyecciones
intramusculares con suspensiones que contienen sustancias vasoconstrictoras, heridas de
guerra, etc. También se describen casos en los cuales la herida no es evidente, denominados
mionecrosis espontánea no traumática, en los cuales los agentes responsables (Clostridium
septicum u otros) llegan por vía hemática a partir del intestino. En este caso existen factores
predisponentes a nivel intestinal (cáncer de colon, infarto intestinomesentérico, etc.). El
síntoma inicial es el dolor, aparece dos a tres días luego del traumatismo y es sumamente in-
tenso. En la zona afectada puede haber crepitación debido a la acumulación de gas (en logias
inextensibles esta acumulación compromete aún más el aporte sanguíneo), sin embargo puede
estar enmascarada por el edema importante. Se acompaña de manifestaciones generales de
toxemia (taquicardia, sudoración profusa, hipotensión, etc.). Por la herida drena un líquido
serosanguinolento de olor fétido. En la exploración quirúrgica (obligatoria) se comprueba
que los músculos afectados no se contraen, están pálidos y friables, no sangran al corte, y
han perdido su elasticidad. El estudio microscópico de frotis hechos a partir del líquido o de
muestras de tejido pueden mostrar bacilos grampositivos caraterísticos y pocos polimorfonu-
cleares. Varias enzimas y toxinas bacterianas (alfatoxina o lecitinasa, beta, epsilon y tita entre
otras), serían responsables de la gran destrucción tisular y disminución de la respuesta celular
inflamatoria a nivel de la zona afectada; también de algunas manifestaciones generales tardías
como ictericia y hemoglobinuria por lisis tóxica de los glóbulos rojos. (Ver capítulo 21) El
diagnóstico rápido es muy importante y se basa en los elementos clínicos y los resultados de
la exploración quirúrgica, complementados por el estudio microscópico directo (frotis teñidos
por la técnica de Gram) de muestras de líquido o partes de tejido.
136 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Tratamiento
Es fundamental el debridamiento quirúrgico completo, extirpando todos los músculos
afectados, llegando incluso a la amputación cuando el proceso compromete miembros; y la
administración de antimicrobianos adecuados para disminuir la carga bacteriana y la pro-
ducción de toxinas. Se puede utilizar la cámara hiperbárica como terapia coadyuvante. Una
forma particular de mionecrosis por clostridios es la que ocurre en el músculo uterino. Es una
infección grave, que se produce generalmente por maniobras abortivas realizadas en condi-
ciones precarias, también puede presentarse tras un aborto o parto espontáneo. Se produce
por la irrupción brusca en el torrente circulatorio de la alfatoxina (hidrolisa la lecitina de las
membranas celulares) de C. perfringens desde la cavidad uterina, este pasaje está favorecido
por el aumento de la irrigación del útero grávido. La toxina causa la hemólisis que lleva a
la tríada sintomática de Mondor: hemoglobinemia, ictericia y hemoglobinuria, con estado
general grave e insuficiencia renal aguda.

MIONECROSIS NO PRODUCIDA POR CLOSTRIDIOS


En estos procesos los agentes etiológicos son los siguientes: cocos grampositivos anaerobios,
bacilos gramnegativos anaerobios, muchas veces asociados a S. aureus o S. pyogenes.

Glosario
• Exantema: erupciones de la piel. Pueden ser de dos tipos, a) escarlatiniforme con micro-
maculopápulas, ásperas, sin espacios de piel sana; b) morbiliforme, micromaculopápulas
más suaves, separadas por sectores de piel sana.
• Eritema: enrojecimiento de la piel, limitado o difuso que desaparece con la aplicación de
presión.
• Máculas: modificaciones del color normal de la piel, no se palpan.
• Pápulas: Elevaciones pequeñas, hemisféricas, menores de un centímetro, sólidas y cir-
cunscriptas.
• Vesículas: elevaciones localizadas, de entre uno y cinco milímetros, con contenido líqui-
do.
• Ampollas: elevaciones localizadas, de mayor tamaño que las vesículas, con contenido
seroso o seropurulento. Pueden estar tensas o flácidas.
• Pústulas: pequeñas elevaciones de contenido purulento.
• Costras: masas secas de suero, pus o sangre mezcladas con restos celulares y bacterias.
Aparecen luego de pústulas, vesículas o ampollas.
• Éscaras: formadas por tejido necrosado.

Bibliografía
• AC Goméz , C Pérez, FL Blanco. Infecciones de piel y tejidos blandos. En: JA. García-Rodríguez y JJ
Picazo. Microbiología Medica. Mosby/Doyma Libros S.A. editores. Madrid-España. 1999. Pp 213-225
• MN Swartz. Infecciones de piel y partes blandas. En : G. Mandell, JE Bennett, R Dolin. Enfermedades
Infecciosas. Principios y Práctica. Editorial Médica Panamericana, BA. 5ta. Edición. 2002. Pp 1258-1304.
• M. Ruvertoni. Exploración de la piel y sus anexos. En: I. Gentile. Semiología Pediátrica. Tomo 2. Oficina
del Libro. AEM. 1era. edición. Montevideo-Uruguay. 1995. Pp 41-60.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 137
Página 137

9 Infecciones
respiratorias
M. Macedo, S. Mateos

Las infecciones respiratorias (IR) son afecciones muy frecuentes. Constituyen una importante
causa de morbilidad y mortalidad en todas las edades.

Clasificación
Según la localización encontramos las IR altas, que son las que afectan al tracto respiratorio
superior, y las IR bajas, es decir las que afectan al tracto respiratorio inferior. De acuerdo a la
etiología podemos hacer dos tipos de clasificaciones: a) por un lado se distinguen las infec-
ciones bacterianas, virales, parasitarias y fúngicas; b) por otro lado es clásico diferenciarlas en
específicas, es decir aquellas infecciones que son causadas por un agente en particular, como
la tos convulsa o tos ferina o coqueluche (causada por Bordetella pertussis), la tuberculosis
(causada por Mycobacterium tuberculosis), la difteria (Corynebacterium diphteriae), e inespecíficas
que son ampliamente las más frecuentes.
a) Según la etiología
– Bacterianas, virales, parasitarias.
– Específicas, inespecíficas.
b) Según la localización:
– Altas.
– Bajas.
Nos referiremos, en este capítulo, exclusivamente a las infecciones bacterianas y virales
clásicamente denominadas inespecíficas.

Infecciones respiratorias altas


Son las infecciones que afectan la nasofaringe, orofaringe, laringe, tráquea, oído y senos
paranasales.
Debe recordarse que la mucosa del tracto respiratorio superior es continua por lo que una
infección en cualquiera de sus sectores puede propagarse hacia sus sectores inferiores.

RESFRÍO COMÚN (RINITIS)


Es la inflamación de la mucosa nasal. Es una infección sumamente frecuente, y es la manifes-
tación más frecuente de infección del tracto respiratorio superior causada por muchos virus
138 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

diferentes. A pesar de su elevada frecuencia, no existe terapéutica ni medidas preventivas


específicas para la mayoría de sus agentes etiológicos.

Etiología
Salvo raras excepciones, los agentes etiológicos son virus. Los virus más frecuentemente in-
volucrados son Rinovirus, Coronavirus, Parainfluenza y Adenovirus; menos frecuentemente
Virus Respiratorio Sincicial (VRS) y Enterovirus. Dependiendo de las series estudiadas, las
proporciones de cada virus varían, pero en general Rinovirus son los agentes más frecuentes.
Debido a dificultades diagnósticas, probablemente la frecuencia de Coronavirus está subes-
timada pero se sabe que tiene un rol importante en la etiología del resfrío común. En cuanto
a Adenovirus, algunos tipos (1, 2, 5, 6) se asocian a cuadros inespecíficos como el resfrío
común, mientras que otros tienen tendencia a causar cuadros más específicos (ej.: 3 y 7- fiebre
faringoconjuntival; 8 - queratoconjuntivitis). Influenza virus afecta la mucosa nasal en el curso
de infecciones que afectan simultáneamente otros sectores del tracto respiratorio, incluso el
tracto inferior. Sin embargo, las reinfecciones con un mismo tipo de virus Influenza pueden
manifestarse como resfrío común sin fiebre y permiten al virus diseminarse rápidamente entre
personas susceptibles.

Epidemiología
La vía de ingreso es respiratoria. Los virus se diseminan por contacto directo con secreciones
infectadas, mano a mano o a través de fomites, y posteriormente son inoculados en la mucosa
nasal o conjuntival; la inoculación en la mucosa oral es una ruta menos efectiva. Esta vía de
diseminación es la más frecuente para la mayoría de los virus respiratorios, y explica la alta
tasa de ataque en contactos familiares. Por aerosoles: ha sido documentada esta forma de
transmisión para Influenza virus, pero se presume que puede ocurrir también con Rinovirus
y Enterovirus.
El resfrío común suele ocurrir con mayor frecuencia en los meses fríos del año, pero
cada virus tiene su propia incidencia estacional (figura 1). Rinovirus predomina en otoño y
primavera; VRS aumenta a mitad del invierno; Coronavirus aumenta al final del invierno y
primavera. Esto sugiere un fenómeno de interferencia entre los distintos virus que aún no es
claro. En cuanto al rol del clima y la temperatura, se cree que por un lado las bajas temperaturas
aumentan el hacinamiento de personas en espacios cerrados favoreciendo la diseminación;
por otro lado, los cambios en la humedad ambiental relativa alteran la viabilidad viral, por
ejemplo Rinovirus tiene mayor viabilidad cuando la humedad es de 40% a 50%, mientras
que Influenza y Parainfluenza virus persisten viables en aerosoles habiendo baja humedad
ambiental relativa.
Figura 1. Distribución estacional de los virus respiratorios
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 139

Patogenia
El período de incubación es de uno a cuatro días. La replicación viral se produce en las células
ciliadas del epitelio nasal y la nasofaringe. La viremia no es frecuente, salvo para Enterovirus.
La eliminación del virus aumenta al tercer o cuarto día de infección y suele desaparecer al
quinto; en niños el período de eliminación puede ser más prolongado. La infección es limitada
por los mecanismos locales de inmunidad. Los síntomas, que suelen hacerse más prominentes
luego del quinto día de enfermedad y desaparecer hacia el décimo día, se deben a edema e
hiperemia de la mucosa y destrucción de células epiteliales.

Manifestaciones clínicas
Dependiendo del agente etiológico, el contacto previo con el mismo agente o agentes anti-
génicamente relacionados y el estado inmunológico del huésped, la presentación clínica es
variable. El espectro de signos y síntomas comprende aumento de las secreciones mucosas
con corrimiento nasal u obstrucción nasal, edema inflamatorio de la mucosa, estornudos,
odinofagia, congestión conjuntival. Puede haber síntomas sistémicos: fiebre (siempre de bajo
grado), mialgias, cefaleas, tos seca, afonía, etc.

Diagnóstico etiológico
Debido a la diversidad de agentes que pueden causar rinitis (recordar que estos agentes poseen
más de un tipo antigénico, algunos incluso, como Rinovirus, poseen cientos) y a la levedad
del proceso, el diagnóstico etiológico es engorroso y costoso. Si se desea realizarlo con fines
epidemiológicos, la muestra que se prefiere es el aspirado nasofaríngeo (ANF) fundamental-
mente en niños pequeños, pero el hisopado nasofaríngeo es una alternativa aceptable, y es
la muestra más utilizada en adultos. El cultivo es el método directo de elección para todos
los virus respiratorios. Los métodos directos rápidos (inmunofluorescencia) son en general
menos sensibles que el cultivo; muestran mayor utilidad para VRS que para otros virus. La
serología solo sirve con fines epidemiológicos, ya que el diagnóstico es retrospectivo y se
requieren sueros pareados para su correcta interpretación.

Tratamiento
Es una infección leve y autolimitada que no requiere tratamiento específico, además de que
no se dispone de fármacos antivirales para la mayoría de estos virus. Los antivirales antivirus
Influenza se reservan para personas de riesgo de enfermedad grave durante los períodos de
epidemias. El tratamiento es, por lo tanto, sintomático. Es importante recordar que en el
curso de la infección, y muy frecuentemente en etapa de resolución, las características del
corrimiento nasal van cambiando debido a la acumulación de células muertas y otros detritus.
Esto no debe hacer pensar en una infección bacteriana sobreagregada o en la agravación del
cuadro, por lo que no tendrá efecto ningún otro tipo de tratamiento, especialmente el uso
de antibióticos.

Prevención
La principal medida es limitar el contacto con personas infectadas. Se dispone de vacunas
para algunos de estos virus, ej.: Influenza y Adenovirus, por lo tanto previenen una mínima
cantidad de casos. La posibilidad de obtener una vacuna que proteja contra Rinovirus es
muy remota debido a la gran cantidad de serotipos de este virus y a que no se ha demostrado
inmunidad cruzada entre ellos.
140 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

FARINGITIS Y AMIGDALITIS
Es una infección frecuente, tanto en niños como en adultos.

Etiología
La mayoría de las faringoamigdalitis son virales, pero, a diferencia de lo que ocurre con la
rinitis, también puede ser de etiología bacteriana y es especialmente importante diferenciar
unas de las otras.

Faringitis viral
Los agentes virales más frecuentes así como los síndromes clínicos a los que se asocian, se
muestran en el siguiente cuadro. La afección faríngea puede ser primaria o presentarse en el
curso de otra infección respiratoria o sistémica.

Causas virales de faringitis


Estimated
Virus Síndrome/Enfermedad
Importance*
Rinovirus Resfrío común 20
Coronavirus Resfrío común 5
Adenovirus Fiebre faringoconjuntival 5
Herpes simplex virus (types 1 y 2) Gingivitis, estomatitis, faringitis 4
Parainfluenza virus (types 1–4) Resfrío común, laringitis 2
Influenza virus (types A and B) Influenza 2
Coxsackievirus A (types 2, 4–6, 8, 10) Herpangina <1
Epstein-Barr virus Mononucleosis infecciosa <1
Cytomegalovirus Mononucleosis infecciosa <1
VIH-1 Primoinfección VIH <1
Copyright © 2000, 1995, 1990, 1985, 1979 by Churchill Livingstone

La epidemiología, profilaxis y tratamiento de las faringitis virales merecen las mismas


consideraciones realizadas para el resfrío común.

Fiebre faringoconjuntival: la presentación clínica de la faringitis producida por Adenovi-


rus generalmente es más severa que la asociada al resfrío común. Se acompaña de malestar
general, mialgias, cefaleas, chuchos de frío, mareos, fiebre alta, odinofagia y exudado farín-
geo purulento indistinguible del observado en las faringitis bacterianas. Una característica
distintiva, si está presente, es la conjuntivitis que afecta a un tercio de los casos. Es de tipo
folicular y bilateral.
Faringitis herpética: la infección primaria por Herpes simplex puede presentarse como
una faringitis aguda. Los casos leves son indiferenciables de las otras etiologías. En los casos
severos la presencia de inflamación y exudado purulento puede hacer pensar en una faringitis
bacteriana. Las vesículas y las úlceras planas de paladar son hallazgos característicos.
Herpangina: es un tipo infrecuente de faringitis causada por el virus Coxsackie y se diferen-
cia por la presencia de pequeñas vesículas en paladar blando, la úvula y pilares anteriores de
faringe. Las lesiones se abren para convertirse en pequeñas úlceras blancas. Se observa prin-
cipalmente en niños, en quienes puede manifestarse como una enfermedad febril severa.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 141

Mononucleosis infecciosa: se asocia a infección por Citomegalovirus y en un 50% de los


casos se presenta con odinofagia, fiebre alta, adenopatías periféricas en todos los territorios,
fatiga, esplenomegalia.

Faringitis bacteriana
Streptococcus pyogenes (Streptococcus betahemolítico del grupo A) es el principal agente bac-
teriano de faringitis. Otros estreptococos beta-hemolíticos agentes de faringitis son los de los
grupos C, G y F de Lancefield.
La faringitis estreptocóccicas debe ser diferenciada de las de otra causa ya que puede tener
complicaciones supurativas y no supurativas.
Otras bacterias que causan faringitis con menor frecuencia: Arcanobacterium hemolyticus,
Neisseria gonorrhoeae, Corynebacterium ulcerans, Micoplasma pneumoniae.

Epidemiología
Estas infecciones ocurren durante todo el año pero tienen su pico de incidencia en otoño
y primavera. El grupo etario más afectado y el de mayor riesgo de complicaciones es el de
5 a 15 años. La trasmisión se produce por vía respiratoria por contacto estrecho persona a
persona.

Manifestaciones clínicas
El período de incubación es de dos a cuatro días. El cuadro más característico está dado por la
instalación abrupta de odinofagia acompañada de fiebre, cefalea y malestar general. En niños
son frecuentes las náuseas, vómitos y dolor abdominal. Los signos más destacados son edema,
enrojecimiento e hiperplasia linfoide a nivel de la faringe posterior, hiperplasia amigdalina,
exudado amigdalino blanco grisáceo, adenomegalias cervicales dolorosas. Si bien esta signo-
sintomatología es sugestiva de faringitis bacteriana, también puede deberse a causas virales,
y por este motivo nunca puede realizarse el diagnóstico etiológico únicamente sobre la base
del cuadro clínico. Por otra parte, un cuadro respiratorio alto que carezca de estas manifes-
taciones raramente corresponderá a una faringitis bacteriana. La infección faríngea aguda es
de resolución espontánea; la fiebre desaparece en tres a cinco días y el resto de los síntomas y
signos suele resolverse en el plazo de una semana. Como veremos entonces, el único motivo
por el cual se justifica el tratamiento antibiótico es la prevención de las complicaciones. En los
casos en que la cepa de S. pyogenes que causa una faringitis u otra infección produce toxinas
eritrogénicas, puede producirse escarlatina. Se trata de un eritema difuso y puntiforme que
se acompaña de enantema característico que afecta el paladar y la lengua.

Complicaciones
Hoy en día son poco frecuentes debido al advenimiento de la antibioticoterapia.
a) Complicaciones supuradas. A nivel local, pueden producirse abscesos o flemones pe-
riamigdalinos, abscesos retrofaríngeos. Por extensión directa del germen: otitis media,
sinusitis, mastoiditis, linfadenitis cervical supurada. Otras complicaciones supuradas,
como infecciones del sistema nervioso central, son extremadamente raras.
b) Complicaciones no supuradas (secuelas postestreptocócicas): fiebre reumática y glomeru-
lonefritis.
142 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

FIEBRE REUMÁTICA (FR)


Es una enfermedad que se caracteriza por lesiones inflamatorias no supurativas que afectan
fundamentalmente al corazón, las articulaciones, el tejido subcutáneo y el sistema nervioso
central. Su presentación clínica es muy variable dependiendo del grado de afección de cada
órgano. El espectro de manifestaciones incluye: carditis, poliartritis, corea, nódulos subcutá-
neos y eritema marginal (signos mayores). Otras manifestaciones menores y menos específicas
incluyen fiebre, artralgias, etc. Puede ser autolimitada, pero también es posible que ocurra
daño cardíaco severo con insuficiencia cardíaca y lesiones articulares que causen incapacidad.
Las personas que han sufrido un episodio de FR son especialmente susceptibles tras nuevas
infecciones por S. pyogenes. Este germen ha sido claramente establecido como el agente de esta
afección, aunque el mecanismo por el cual la bacteria induce la enfermedad no se conoce con
exactitud. Más recientemente, se ha descubierto que algunos estreptococos betahemolíticos del
grupo Cy G tienen potencial para desencadenar una respuesta autoinmune que puede originar
FR. Así mismo, se han descrito aislamientos de S. dysgalactiae subespecie equisimilis (que
habitualmente son de grupo C o G) portadores del antígeno A de Lancefield. De modo que esta
complicación que tradicionalmente se consideraba causada exclusivamente por S. Pyogenes,
es posiblemente causada también por otros estreptococos agentes de faringitis. Las teorías más
aceptadas son: 1) injuria tisular debida a los efectos tóxicos de productos estreptocócicos, en
particular de las estreptolisinas S y O; 2) depósito de complejos antígenoanticuerpo a nivel
de los tejidos dañados; 3) procesos autoinmunes inducidos por la similaridad entre antígenos
estreptocócicos y antígenos de tejidos humanos (mímica molecular); esta última es sobre
la que se ha hecho mayor énfasis. No todas las cepas de S. pyogenes tienen igual capacidad
“reumatogénica”. Algunos tipos M se asocian fuertemente con el posterior desarrollo de FR.
Por otra parte, las infecciones cutáneas por este germen no causan FR. Esto podría explicarse
por la falta de reumatogenicidad de las cepas que causan piodermia, o podría indicar que es
necesario el sitio faríngeo, abundante en tejido linfoide, para generar los trastornos inmunes
probablemente responsables de la enfermedad.

GLOMERULONEFRITIS (GN)
Es una enfermedad inflamatoria del glomérulo renal que sigue a las infecciones faríngeas o
cutáneas causadas por cepas pertenecientes a un limitado número de serotipos de S. pyogenes,
llamadas cepas nefritogénicas. Se manifiesta por edema, hipertensión arterial, hematuria y
proteinuria. A diferencia de la FR, S. pyogenes no es el único agente capaz de causar GN,
sino que otras infecciones también pueden originarla. La causa de la lesión renal no es clara,
pero también en este caso se aboga por la hipótesis del daño autoinmune. Se han descrito
similaridades antigénicas entre constituyentes bacterianos y el tejido renal humano, y se han
encontrado inmunocomplejos depositados en nódulos subepiteliales.

Diagnóstico etiológico
El principal objetivo, como hemos dicho, es diferenciar las infecciones causados por virus de
aquellas causadas por S. pyogenes; eventualmente, frente a fuertes sospechas clinicoepidemio-
lógicas, puede ser necesario identificar causas bacterianas específicas (ej.: difteria, gonococcia)
para las cuales existe tratamiento. El “gold standard” para el diagnóstico de faringitis bacteriana
es el exudado faríngeo. Nos enfocaremos en la investigación de S. pyogenes. De todos modos,
el diseño del estudio tal como lo describiremos permite la detección de otros Streptococcus y
Aracanobacterium. La toma de muestra se realiza mediante hisopado de las amígdalas; no es
necesario utilizar medios de transporte, ya que S. pyogenes es altamente resistente a la deseca-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 143

ción y puede permanecer viable hasta por 72 horas en hisopo seco. La muestra se siembra en
un medio rico, habitualmente agar sangre. Es útil puncionar el agar con el asa ya que la acción
de la estreptolisina O se detecta mejor en condiciones de baja concentración de oxígeno y se
visualiza como un aumento de la zona de hemólisis en el sitio de punción. Tras 24 a 48 horas
de incubación a 37ºC, se busca macroscópicamente la presencia de colonias betahemolíticas
sugestivas de S. pyogenes. Para proseguir el estudio correctamente se debe realizar un aisla-
miento de la o las colonia/s sospechosa/s, ya que evidentemente no se encontrarán en cultivo
puro sino en un cultivo polimicrobiano en el que habitualmente predominarán bacterias de
la flora oral, especialmente colonias alfahemolíticas propias de Streptococcus spp. del grupo
viridans. Una vez obtenido el germen de interés en cultivo puro, se realizará tinción de Gram
para verificar que se trata de un coco grampositivo. Luego se procederá a su caracterización
bioquímica. En primer lugar corresponde realizar una prueba de catalasa que deberá ser
negativa, ya que se trata de una bacteria de la familia Streptococcaceae. Para orientarnos a la
especie, la tabla 1 muestra las pruebas más útiles y el resultado esperado.

Tabla 1.

S
1. Susceptibilidad a la bacitracina*
2. Prueba de PYR +
3. Susceptibilidad a Trimetoprim-sulfametoxazol** R
4. Prueba de CAMP +
* Prueba de baja sensibilidad si se utiliza aisladamente.
** Streptococcus del grupo A y del grupo B son intrínsecamente resistentes a este antibiótico,
a diferencia de otros Streptococcus.
PYR: Pyrrolidonyl arylamidasa.

Finalmente se puede realizar determinación de los antígenos carbohidratos de la pared


celular, que en general se realiza mediante aglutinación con látex o pruebas de coaglutinación.
Tiene la ventaja de ser una prueba rápida que se puede realizar con un escaso número de
colonias, pero su desventaja es el costo.
Una alternativa al exudado faríngeo son las pruebas rápidas de detección de antígeno
de Streptococcus del grupo A. Se realizan directamente a partir de la muestra de hisopado
faríngeo. Estos métodos no dependen del cultivo del microorganismo y por lo tanto permiten
obtener un resultado en pocos minutos. Debido a esta notable ventaja su uso se encuentra
ampliamente difundido a pesar de que su costo es más elevado que el cultivo. Aunque existen
variaciones de procedimiento de acuerdo a cada producto comercial, el método consiste en: 1)
extracción del carbohidrato grupo A específico mediante la incubación del hisopo en ácido o
por tratamiento enzimático; 2) detección del antígeno extraído, para lo cual la mayoría de los
sistemas comerciales utilizan aglutinación con látex o enzimoinmunoensayo; también se ha
utilizado la tecnología de ADN. Entre sus desventajas, si bien su especificidad es muy buena,
en general superior al 95%, su sensibilidad es un poco menor (entre 68% y 95%). Por este
motivo, la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas (IDSA) recomienda utilizarlo
como método de screening e interpretarlo de la siguiente manera:
144 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Test rápido
positivo Considerar al paciente portador de S. pyogenes y
no realizar pruebas adicionales.
negativo Grupo de riesgo Realizar exudado faríngeo.
(grupo de alto VPP)
Grupo de bajo riesgo No realizar estudios adicionales
(grupo de alto VPN)
VPP: valor predictivo positivo; VPN: valor predictivo negativo

Serodiagnóstico
Los individuos que cursan infecciones por S. pyogenes desarrollan anticuerpos contra diferentes
antígenos de la bacteria. Los más comunes son: antiestreptolisina O (AELO), anti DNAsa B,
antiestreptoquinasa y antihialuronidasa. Los anticuerpos AELO pueden utilizarse para realizar
el diagnóstico restrospectivo de una infección por S. pyogenes. Estos anticuerpos no son útiles
en el diagnóstico de la faringitis aguda, ya que su elevación comienza a observarse luego de la
resolución, incluso espontánea, de esta infección. En cambio, la seroconversión en el título
de AELO contribuye a aclarar el diagnóstico en pacientes con cuadros sugestivos de secuelas
postestreptocócicas, en los cuales el antecedente de faringitis no es evidente.

Estudio de susceptibilidad antibiótica


Hasta la fecha, S. pyogenes se mantiene uniformemente sensible a la penicilina. Por este
motivo, no es necesario realizar sistemáticamente estudios de susceptibilidad en los aislamien-
tos clínicos a menos que se decida realizar tratamiento con macrólidos, en cuyo caso debe
testearse la susceptibilidad in vitro ya que el germen muestra un comportamiento variable
frente a estos antibióticos.

Tratamiento
Debido a que el objetivo principal es prevenir las complicaciones supuradas y las secuelas
no supuradas, el grupo antibiótico de primera elección es el de las penicilinas (penicilina
G sódica, penicilina benzatínica, ampicilina, amoxicilina), ya que ha demostrado prevenir
efectivamente la FR. En los pacientes alérgicos a penicilina, se opta por eritromicina u otros
macrólidos. El tratamiento con estos antibióticos (salvo con azitromicina) debe tener una
duración de 10 días, aún cuando el paciente ya no presente síntomas, como es habitual. Otras
alternativas eficaces incluyen cafalosporinas de primera y segunda generación. Sin embargo,
no son convenientes debido a su costo y a que, al ser de mayor espectro antimicrobiano,
afectan la flora normal y favorecen la selección de resistencia.

LARINGOTRAQUEOBRONQUITIS AGUDA (CRUP)


Es una infección viral alta y baja vinculada con la edad, que produce una inflamación en el
área subglótica que conduce a un cuadro clínico caracterizado por disnea y estridor inspiratorio
característico. Crup deriva del vocablo escocés ruop, que significa “gritar con voz chillona”.

Incidencia
Enfermedad frecuente de la primera infancia, representa el 15% de todas las IRA en los niños.
La incidencia máxima se observa durante el segundo año de vida y la mayor parte de los casos
se produce entre los tres meses y los tres años de edad. Predomina en el sexo masculino.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 145

Etiología
El virus Parainfluenza 1 es la causa más frecuente, el tipo 3 suele ser el segundo en frecuencia.
Los brotes epidémicos causados por virus Influenza A y B pueden determinar un porcentaje
significativo. Solo en un 5% de los casos puede ser causado por VRS. Las infecciones por
Adenovirus pocas veces se asocian con crup, aunque la laringitis suele ser una manifestación
habitual en las infecciones producidas por estos virus. Las manifestaciones más caracteristicas
de la enfermedad fueron asociadas al virus Parainfluenza 2, sin embargo el porcentaje total de
casos de crup provocado por éste es menor que el asociado a los tipos 1 y 3. Este fenómeno
se debe a que los virus tipo 2 son menos frecuentes en la comunidad y los brotes epidémicos
provocados por este virus son poco frecuentes. De todos los agentes mencionados, solo
Parainfleunza tipo1 y el virus Influenza A se asocian con epidemias. En la era prevacunal el
sarampión se asociaba con un crup severo y complicado.

Epidemiología
Los patrones epidemiológicos reflejan principalmente los patrones estacionales. El virus
Parainfluenza 1 tiene su máxima incidencia durante el otoño y parecería provocar brotes
epidémicos año por medio. Lo brotes en invierno o principios de la primavera se asocian más
frecuentemente a Influenza A o B.

Manifestaciones clínicas
Inicialmente la infección viral compromete el tracto respiratorio superior, conductos nasales,
nasofaringe, posteriormente se propaga por la vía canalicular descendente para afectar todos
los niveles del aparato respiratorio. Los signos clásicos de estridor, disfonía y tos perruna
resultan principalmente de la inflamación de laringe y tráquea, sin embargo en la mayoría de
los pacientes se objetiva un compromiso pulmonar. La obstrucción y por ende la inflamación
son máximas a nivel subglótico, este área representa la porción menos distensible de la vía
aérea, dado que está rodeado por cartílago cricoides con un estrecho anillo anterior y lámina
cuadrangular posterior más ancha, ”anillo de sello”. Estos hechos se agravan en los niños
pequeños dado que en ellos las paredes de la vía aérea son relativamente distensibles, es pro-
bable que los factores anatómicos contribuyan a la mayor gravedad de este cuadro en niños
preescolares. El diámetro de la laringe y la glotis es relativamente pequeño y la inflamación
de las mucosas determina mayor grado de obstrucción. La resistencia de la vía aérea es un
parámetro sumamente sensible, incluso a cambios poco marcados del diámetro de la vía. La
resistencia al flujo aéreo está inversamente relacionada con la cuarta potencia del radio del
la vía. La membrana mucosa también se encuentra relativamente más laxa, así como más
vascularizada, y el anillo cartilaginoso es menos rígido, la obstrucción nasal y el llanto pueden
agravar el estrechamiento dinámico de la vía aérea del niño. La enfermedad se manifiesta
durante el anochecer generalmente luego de una tos leve de varios días de duración, acompa-
ñada o no de odinofagia y rinorrea serosa. Los niños infectados por Influenza y Parainfluenza
suelen tener fiebre de entre 38º y 40º; en la infección por VRS la fiebre suele ser más baja. La
instalación del crup puede estar anunciada por la presencia de disfonía y una profundización
de la tos, habitualmente seca con un tono metálico (perruno). Aparecen polipnea, tirajes altos,
estridor laríngeo inspiratorio, roncus y sibilancias. Una característica distintiva es su curso
fluctuante. El cuadro puede mejorar o agravarse clínicamente en el curso de una hora. La
mayoría de las veces dura entre tres y cuatro días, aunque la tos puede persistir. El diagnóstico
es clínico, el asilamiento viral se discutirá más adelante, si bién no es recomendable realizar
procedimientos invasivos para no alterar al niño y agravar el cuadro.
146 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Tratamiento
Es sintomático. Siendo una enfermedad de etiología viral, los antibióticos no tienen efecto
alguno.

EPIGLOTITIS
Es una infección grave de la laringe supraglótica que resulta en edema epiglótico con la con-
siguiente obstrucción laríngea. A diferencia de la laringitis, suele ocurrir en niños mayores
de dos años; también puede ocurrir en adultos. Su etiología es bacteriana.

Etiología
Su principal causal es Haemophilus influenzae tipo b. Desde que se utiliza la vacuna contra este
germen, han disminuido dramáticamente las infecciones invasivas que produce, dentro de
las cuales se encuentra la epiglotitis. Son causas menos frecuentes: Streptococcus pneumoniae
y otros Streptococcus, S. aureus, H. influenzae no encapsulado, H. parainfluenzae.

Manifestaciones clínicas
La sintomatología es de instalación brusca. Se presenta con odinofagia, fiebre elevada, disfagia
y dificultad respiratoria por obstrucción de la vía aérea que domina el cuadro y causa estridor.
El niño se presenta con aspecto tóxico. Cuando se asocia bacteriemia el cuadro es de muy mal
pronóstico. En el adulto la presentación es menos brusca pero igualmente severa.

Diagnóstico etiológico
El germen puede aislarse de muestras de secreciones respiratorias del sector supraglótico y de
hemocultivos en caso de bacteriemia.

Tratamiento
Es una emergencia pediátrica. Además del tratamiento de soporte para eliminar la obstrucción,
se requiere tratamiento antibiótico.

Profilaxis
La principal medida profiláctica es la vacunación anti-Haemophilus influenzae tipo b. Frente a
los casos de enfermedad confirmada, se adiministra rifampicina durante cuatro días a: 1) todos
los contactos familiares cuando hay niños menores de cuatro años en el hogar; 2) compañeros
de escuela y maestros del caso índice; 3) el paciente antes de otorgar el alta hospitalaria para
prevenir la reintroducción del germen en el hogar.

OTITIS MEDIA AGUDA (OMA)


Es la inflamación aguda del oído medio. Es una de las enfermedades más prevalentes en
la infancia. Es uno de los principales motivos de prescripción de antibióticos en atención
primaria.

Epidemiología
La OMA es una enfermedad de lactantes y niños pequeños, la máxima incidencia se produce
entre los 6 y los 18 meses de edad. A los tres años la mayoría de los niños han sufrido al me-
nos un episodio, y hasta la mitad han sufrido una OMA recidivante (tres o más episodios).
Entre los factores que influyen en la frecuencia de OMA se incluyen la alergia a antígenos y
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 147

polulantes, exposición a humo de cigarrillo, lactancia natural, estación del año, concurrencia
a guarderías, pobreza, hacinamiento, mala higiene.

Etiología
La microbiología de la OMA se ha documentado por cultivo del líquido del oído medio obte-
nido mediante aspiración con aguja. Streptococcus pneumoniae (aislado con mayor frecuencia
en todos los grupos etarios) seguido por Haemophilus influenzae no tipo b, son responsables
de por lo menos el 90% de las OMA. Moraxella catarrhalis es el tercer agente en frecuencia,
dando cuenta del 3% al 20% de las infecciones. Otros agentes menos frecuentes: H. influenzae
tipo b, Staphylococcus aureus, Streptococcus pyogenes, Chlamydia pneumoniae, bacilos gramne-
gativos. Rol de los virus respiratorios (VRS, Rinovirus, Adenovirus, Enterovirus, Influenza
virus, Parainfluenza virus): pueden inducir o prolongar la infección por alterar los mecanismos
celulares de defensa.

Patogenia
Para comprender la patogenia de la OMA hay que tener en cuenta que la enfermedad afecta
a un sistema constituido por partes contiguas: orificios nasales, nasofaringe, trompa de Eus-
taquio, oído medio, antro y celdas aéreas de la mastoides. El oído medio recuerda a una caja
aplanada, la pared lateral comprende la membrana timpánica y la pared interna incluye las
ventanas oval y redonda. Las celdas aéreas mastoides están detrás y el orificio de la trompa
de Eustaquio se encuentra en la porción superior de la pared frontal. La trompa de Eustaquio
conecta el oído medio con la nasofaringe posterior y su tercio lateral está situado en el hueso
y es abierto. En el lactante, la trompa es más corta y proporcionalmente más ancha que en el
niño mayor; las porciones óseas y cartilaginosas forman una línea relativamente recta, mientras
que en el niño mayor forman un ángulo más agudo. Estas diferencias pueden predisponer a
la enfermedad precoz y repetida en algunos lactantes. La trompa de Eustaquio desempeña
al menos tres funciones importantes respecto al oído medio: protección del oído frente a las
secreciones nasofaríngeas, drenaje hacia la nasofaringe de las secreciones producidas por el oído
medio y ventilación para igualar las presiones del aire dentro del oído medio. La disfunción
de la trompa debido a factores anatómicos o fisiológicos parece ser el factor más importante
en la patogenia de esta infección. La secuencia más probable de eventos en la mayoría de los
episodios comprende una anomalía previa (debido por lo general a una IRA alta viral) que
da lugar a la congestión de la mucosa respiratoria y la consecuente obstrucción de la mucosa
tubárica que ocasiona la obstrucción de la porción más estrecha de la trompa o istmo; la
obstrucción provoca una presión negativa en el interior del oído medio, con formación de
derrame. Las secreciones del oído medio se acumulan en consecuencia, si después de produ-
cirse la obstrucción tubárica existen bacterias patógenas en el oído medio que colonizan la
nasofaringe, los microorganismos se multiplican y producen una infección supurada aguda.

Manifestaciones clínicas
La enfermedad se presenta con otalgia, hipoacusia, fiebre, anorexia, vómitos, diarrea. Cuando
ocurre perforación de la membrana timpánica se observa otorrea.

Posibles complicaciones de esta infección


Otorrea purulenta crónica, mastoiditis aguda, bacteriemia, pérdida de audición.
148 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Diagnótico etiológico
El diagnóstico etiológico de la OMA plantea un problema, ya que el único procedimiento
adecuado es la timpanocentesis (la obtención de fluido del oído medio mediante la punción de
la membrana timpánica). Debido a que es un procedimiento agresivo, no se justifica realizarlo
en todos los casos. Por este motivo, la mayoría de las veces el tratamiento antimicrobiano
es empírico. Para conocer la epidemiología local en cuanto a la etiología y la susceptibilidad
antibiótica de los agentes etiológicos, es necesario realizar estudios periódicamente y en base
a ellos ir adecuando la terapéutica adecuada.

Tratamiento
La implementación de tratamiento antibiótico en la OMA es motivo de discrepancias. Por
un lado puede ser una enfermedad benigna de resolución espontánea sin tratamiento. Por
otro lado puede evolucionar a complicaciones severas. Con el fin de disminuir la prescripción
antibiótica en aquellos casos en que no sea necesario, en algunos países como Holanda se ha
adoptado el criterio de observar a los niños con OMA, siempre que sean mayores de dos años
y muestren un buen estado general. En caso de que la sintomatología persista o se agrave en
el curso de las siguientes 24 hs a 48 hs, entonces se comienza el tratamiento. Sin embargo,
en muchos otros países se mantiene la práctica de administrar siempre antibióticos, como es
el caso de nuestro país. Como ya hemos dicho, la elección de los antibióticos apropiados se
realiza en cada medio teniendo en cuenta la susceptibilidad local de los gérmenes.
Mientras que S. pneumoniae presenta en el mundo un creciente grado de resistencia a
penicilina, un estudio realizado en nuestro país en los años 1999 y 2000, mostró que la ma-
yoría de las cepas de este germen son susceptibles a ese antibiótico, y las que no lo son suelen
presentar resistencia intermedia y raramente absoluta. Igualmente la incidencia de resistencia
a eritromicina es muy escasa. Por el contrario, se observa casi un 20% de resistencia a trimeto-
prim/sulfametoxazol. Algo similar ocurre con H. influenzae; la producción de betalactamasas
por cepas locales es reducida, al igual que en el resto de América Latina, mientras que tiende
a aumentar en el resto del mundo. En este mismo estudio, la susceptibilidad a azitromicina
fue de 100%, y algunas cepas mostraron resistencia a Trimetoprim, pero en escasa proporción.
De acuerdo a estas consideraciones, las recomendaciones para el tratamiento antibiótico de
la OMA son las siguientes:
• El tratamiento de elección es amoxicilina a altas dosis (90 mg/kg/día) por la posibilidad
de cepas de S. pneumoniae de sensibilidad intermedia. En ese caso, esta dosis es suficiente
para alcanzar concentraciones del antibiótico en oído medio superiores a la CIM del
microorganismo.
• Como tratamientos alternativos, frente a no respuesta al tratamiento, puede plantearse
amoxicilina-clavulánico o cefalosporinas de segunda o tercera generación, por la posibili-
dad de H. influenzae productor de betalactamasas. Los macrólidos también constituyen una
alternativa en pacientes alérgicos a penicilina. De optarse por macrólidos es de preferencia
la claritromicina, ya que alcanza mejores concentraciones en el fluido del oído medio que
azitromicina, que se concentra preferentemente en el espacio intracelular. Trimetoprim:
como hemos visto, en nuestro país así como en otras partes del mundo, la resistencia
aumenta gradualmente por lo que no debe utilizarse de primera elección. Finalmente,
se encuentra en estudio un nuevo antibiótico, la telitromicina perteneciente a la familia
de los macrólidos, que parece tener buena actividad frente a bacterias grampositivas
multirresistentes.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 149

Inmunoprofilaxis
Se han desarrollado diversas vacunas contra S. pneumoniae. En el mercado mundial existen
dos vacunas: una conjugada heptavalente, que es efectiva en niños menores de dos años,
comprende serogrupos de la mayoría de las cepas productoras de OMA y disminuye la por-
tación nasofaríngea, pero no está disponible en Uruguay; otra 23-valente polisacarídica,
que por no ser conjugada no es efectiva en niños menores de dos años y no disminuye la
portación nasofaríngea del germen, por lo que mantiene la posibilidad de infección del oído
medio. Se está estudiando en la región la posibilidad de elaborar una vacuna conjugada que
contenga los serotipos más prevalentes. Por otro lado, debido a que las infecciones virales
pueden contribuir al desarrollo y mantenimiento de la OMA, la vacunación contra el virus
Influenza puede disminuir la posibilidad de OMA.

OTITIS MEDIA CON DERRAME (OMD)


Es la presencia de derrame en el oído medio sin signos y síntomas agudos de infección. Ante-
riormente se creía que no se trataba de una patología infecciosa. No obstante, en los últimos
20 años varios estudios han identificado la presencia de bacterias en el fluido de oído medio
de niños con OMD. Los agentes más frecuentemente encontrados son los mismos que en
OMA. En el manejo de esta patología, que todavía plantea problemas y discrepancias, se
incluye el tratamiento antibiótico para los mismos agentes que en OMA.

OTITIS EXTERNA
Es la infección del conducto auditivo externo. Debido a la anatomía de este sector del oído,
se trata de una infección localizada de piel que presenta como factores de riesgo la humedad,
el calor y la maceración. Sus principales agentes son Pseudomonas aeruginosa, Staphylococcus
aureus. El diagnóstico etiológico puede realizarse con mayor facilidad que en la OMA, ya que
consiste en el cultivo del exudado del conducto auditivo externo, pero debe tenerse en cuenta
que este es un sitio normalmente contaminado con flora de la piel, por lo que su interpreta-
ción debe realizarse con precaución. El tratamiento consiste en la aplicación tópica local de
antibióticos durante una semana. Entre los agentes farmacológicos disponibles para uso local
y de acuerdo a la etiología, puede optarse por: macrólidos, fluorquinolonas, aminoglucósidos,
ácido fusídico, bacitracina, cloranfenicol, etc.

SINUSITIS AGUDA
Es la inflamación de la mucosa de los senos paranasales de menos de cuatro semanas de
evolución. Es una afección frecuente en niños y adultos.

Etiología
Más del 70% de los casos de sinusitis aguda adquirida en la comunidad se deben a los mismos
agentes que causan OMA: S. pneumoniae, H. influenzae no encapsulado y M. catarrhalis. Otros
agentes bacterianos que pueden causarla son S. pyogenes y otros Streptococcus, S. aureus y con
mucho menor frecuencia anaerobios. Chlamydia pneumoniae y Mycoplasma pneumoniae parecen
contribuir escasamente. Los virus están involucrados en una minoría de los casos.
En sinusitis nosocomial secundaria a trauma craneal o intubación nasotraqueal participan
otros agentes y muy frecuentemente es polimicrobiana. Participan bacilos gramnegativos (P.
aerugionosa, Klebsiella pneumoniae, Proteus spp., Enterobacter spp, otros), S. aureus y anaero-
bios.
150 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Manifestaciones clínicas
Son variables según la edad. Los síntomas más comúnmente observados son tos y corrimiento
nasal, pero puede acompañarse de fiebre, cefaleas frontales que aumentan con la posición
declive, dolor a nivel de los senos, odinofagia, halitosis.

Diagnóstico etiológico
Al igual que para la otitis media, la obtención de una muestra adecuada para estudio bac-
teriológico requiere de procedimientos invasivos, la aspiración sinusal, que por lo tanto se
realiza únicamente en casos seleccionados. La práctica de realizar cultivos de nasofaringe en
pacientes con sinusitis, presumiendo que las secreciones obtenidas representan a las sinusales,
no es recomendada. Numerosos estudios han demostrado que los gérmenes recuperados a
partir de estas muestras no corresponden a los presentes en los aspirados sinusales.

Tratamiento
Los antibióticos son el pilar fundamental del tratamiento de la sinusitis aguda. Debe tenerse en
cuenta que el diagnóstico clínico de sinusitis aguda es en ocasiones difícil de realizar, y como
hemos visto, el diagnóstico microbiológico se realiza en una minoría de casos. Para evitar el
uso innecesario y excesivo de antibióticos, el médico debe tener en cuenta la probabilidad
de que el paciente padezca una sinusitis aguda para decidir cuáles pacientes serán tratados.
El siguiente esquema ilustra una guía útil.

Por lo general, salvo en los casos en que se realizó aspiración sinusal, se realiza en forma
empírica. El tratamiento inicial recomendado es amoxicilina durante 10 días, y frente a
respuesta parcial continuar 10 días adicionales. Frente a no respuesta al tratamiento, los anti-
bióticos de segunda línea son amoxicilina-clavulánico, cefalosporinas de segunda generación,
macrólidos. En adultos, las fluorquinolonas también son una opción.

SINUSITIS SUBAGUDA Y CRÓNICA


La sinusitis subaguda es aquella en la que la sintomatología persiste por más de un mes pero
menos de tres, y la crónica es la que persiste por más de tres meses. En estos tipos evolutivos
de infección cumple un rol muy importante el origen odontogénico, por lo que se comprende
que los gérmenes anaerobios cobran relevancia: Bacteroides, Peptostreptococcus, Fusobacterium,
Veillonella. Es frecuente que sean polimicrobianas. Los gérmenes aerobios más frecuentemente
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 151

encontrados son: Streptococcus del grupo viridans y H. influenzae no encapsulado. La presenta-


ción clínica se diferencia de la sinusitis aguda en que los síntomas son menos intensos. Pueden
predominar síntomas más generales e infespecíficos como fatiga, irritabilidad y malestar general
sobre los síntomas locales.
Puede requerir drenaje quirúrgico pero el tratamiento antibiótico es igualmente impor-
tante. Los mismos fármacos que en la sinusitis aguda, suelen ser efectivos en la sinusitis
subaguda y crónica.

Infecciones respiratorias agudas bajas (IRAB)


BRONQUITIS AGUDA (BA)
Es un trastorno inflamatorio traqueobronquial que suele asociarse con una infección res-
piratoria generalizada. Se presenta sobre todo durante los meses invernales. Este cuadro es
de etiología viral en la gran mayoría de los casos siendo los agentes implicados con mayor
frecuencia Rinovirus, Coronavirus, Influenza, Adenovirus. Otras causas menos frecuentes
no virales son Mycoplasma pneumoniae y C. pneumoniae.

Patogenia
No se ha investigado la patogenia de la BA para todos los agentes causales. Durante la in-
fección, la mucosa traqueobronquial se encuentra hiperémica y edematosa, las secreciones
bronquiales son importantes. La destrucción del epitelio respiratorio puede ser extensa en
algunas infecciones como por Influenza y ser mínima en otras, como los resfríos por Rinovirus.
Es probable que la gravedad de la enfermedad aumente por exposición al humo del cigarrillo
y contaminantes ambientales. Algunos estudios epidemiológicos apoyan la idea de que las
infecciones bronquiales agudas recidivantes desempeñarían un papel en el desarrollo de la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), al provocar junto con el cigarillo daño
permanente.

Manifestaciones clínicas
Se presenta con tos inicialmente seca, luego productiva, con expectoración inicialmente
mucosa que con los días se hace mucopurulenta. Puede haber roncus. A la auscultación
pleuropulmonar puede haber estertores secos (roncus, gemidos o sibilancias), estertores sub-
crepitantes. No hay signos de consolidación pleuropulmonar. Los adultos pueden presentar
fiebre en la BA causada por Influenza, Adenovirus y M. pneumoniae, no es frecuente cuando
se asocia a Coronavirus y Rinovirus.

Tratamiento
No existe tratamiento específico, la mayoría de los pacientes se recuperan sin incidentes. El
tratamiento es sintomático con antitermoanalgésicos, ambiente húmedo (si bien no existen
pruebas de que esto abrevie el curso de la enfermedad, mejora los síntomas). La tos irritativa
y paroxística puede causar molestias considerables y dificultar el sueño. Aunque la supre-
sión de la tos puede aumentar el período de estado y favorecer la sobreinfección bacteriana
secundaria, el empleo prudente y supervisado de antitusígenos (como la codeína) puede
aliviar los síntomas. No deben utilizarse anihistamínicos porque desecan las secreciones y
los expectorantes son ineficaces. Los antibióticos no abrevian la duración de la enfermedad
ni disminuyen la incidencia de las complicaciones bacterianas, por lo cual no deben usarse
en el tratamiento inicial de la BA. El hecho de que a veces los pacientes con episodios reci-
152 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

divantes mejoren con este tratamiento, sugiere que existe algo de participación bacteriana
secundaria en estos pacientes.

BRONQUIOLITIS
Es una enfermedad viral del tracto respiratorio inferior que aparece en los dos primeros años
de vida.

Epidemiología y etiología
La bronquiolitis muestra un patrón estacional definido con un aumento anual de casos en
invierno hasta comienzos de la primavera, este patrón refleja la actividad de su agente principal,
el VRS. Es una enfermedad frecuente durante el primer año de vida con una tasa de ataque
entre los 2 y 10 meses de vida. Es más frecuente en varones con una relación 1.5 a 1. Son
factores de riesgo para esta enfermedad la edad, especialmente en los primeros meses de vida,
madre adolecente, hacinamiento, el número de hermanos. Según datos del Centro Hospitalario
Pereira Rossell los ingresos hospitalarios por bronquiolitis representan el 34% en los meses de
invierno, del 41% que representan en conjunto todas las IRAB. En 1999, con la finalidad de
mejorar la calidad de la atención hospitalaria de los niños con IRAB y la eficiencia del uso de
los recursos asistenciales, se implementó una estrategia que se denominó “Plan de invierno”.
La misma se basó en la utilización de pautas de atención, diagnóstico y tratamiento. En esa
oportunidad se estudiaron 226 niños con bronquiolitis obteniéndose diagnóstico etiológico en
el 71.6% de ellos, siendo el VRS el agente aislado con mayor frecuencia (81%) coincidiendo
con los datos internacionales. El segundo agente identificado fue Influenza (6%).

Fisiopatología
La patología de la bronquiolitis se concentra en el epitelio respiratorio. El virus se replica
inicialmente en el epitelio de tracto respiratorio superior, pero en el lactante pequeño suele
extenderse con rapidez hasta la vía aérea inferior. La inflamación temprana progresa rápi-
damente a la necrosis y luego se desprende. Como la resistencia al flujo aéreo se relaciona
inversamente con el cubo del radio, esta inflamación y el edema hacen que las luces pequeñas
de los lactantes sean particularmente vulnerables a la obstrucción. Los tapones de material
necrótico pueden obstruir total o parcialmente las pequeñas vías aéreas. La constricción del
músculo liso no parece ser importante en la obstrucción, razón por la cual no parecen mejo-
rar con beta2 agonistas. En zonas periféricas a los sitios de obstrucción parcial el aire queda
atrapado por un mecanismo valvular. Este hecho determina hiperinsuflación. En zonas con
obstrucción total se producen zonas de atelectasias. Una respuesta inmune anormal puede
contribuir en la patogenia de la bronquiolitis y a la hiperreactividad posterior de las vías aéreas
como se observa en algunos niños, fundamentalmente en aquellos que requirieron interna-
ción. Algunos autores sugirieron que la IgE, la histamina y una respuesta celular anormal,
desempeñan ciertos papeles en el desarrollo de la enfermedad. Los lactantes con IRAB por
VRS presentaban IgE contra VRS e histamina en las secreciones nasofaríngeas con mayor
frecuencia y en títulos más elevados que lactantes que tenían sibilancias por otras causas.
La cantidad de IgE e histamina se correlacionó con la severidad del cuadro clínico. Otros
mediadores se encontraron vinculados en la patogenia como el leucotrieno C4. Estos estudios
sugieren que las sibilancias en un lactante con una IRAB en especial por VRS, pueden ser el
resultado de una supresión alterada de la respuesta inmune celular o pueden ser aumentadas
por ella. Entonces puede seguir una producción exagerada de IgE y otras respuestas celulares
que evocan los mediadores de la inflamación de la vía aérea y el broncoespasmo. Estos hallazgos
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 153

también ayudan a explicar la tasa elevada de hiperreactividad persistente de la vía aérea y los
episodios recidivantes de broncoespasmo en los niños que han tenido bronquiolitis.

Manifestaciones clínicas
Al inicio tos, rinitis serosa. Prodromo de uno a siete días, es común la fiebre, habitualmente
leve, el compromiso del tracto respiratorio inferior aparece en dos a tres días con polipnea,
irritabilidad, somnolencia, tos sibilante, emetizante, cianosante, aleteo nasal, quejido inspi-
ratorio (obstrucción). A la auscultación, sibilancias y se observan tirajes.
Algunas de las complicaciones pueden ser agudas, como apnea, sobretodo en recién na-
cidos, hipoxemia grave, paro hipóxico. Dentro de las crónicas, un 75% de los pacientes que
han requerido internación presentarán episodios recidivantes de broncoespasmo.

NEUMONIA AGUDA
La neumonia es una enfermedad inflamatoria del parénquima pulmonar de etiología infeccio-
sa, puede ser causada por bacterias, virus, hongos o parásitos. Es una enfermedad frecuente.
La frecuencia relativa de cada agente etiológico varía de acuerdo a muchos factores, tales
como la edad del paciente, la existencia de enfermedades asociadas y el contexto en que se
adquiere la infección (comunidad, hospital, residencia de ancianos), entre otros. Así mismo
estos factores influyen en la clínica, la radiografía, la selección del tratamiento, la evolución,
las complicaciones y el pronóstico de la enfermedad. Se caracteriza por fiebre, sintomatología
respiratoria variable y la aparición de infiltrados en la radiología. Por lo tanto esta entidad es
de diagnóstico clínico, radiológico y evolutivo.
En las edades extremas de la vida su incidencia es mayor que en el resto de la población
y es en estos pacientes en quienes tiene consecuencias más graves. Representa un problema
relevante en salud pública, tanto en sus aspectos sociales como económicos: elevada morbi-
mortalidad, altas tasas de hospitalización, estadía hospitalaria prolongada, costos elevados.
Ante la dificultad diagnóstica para establecer una etiología en la mayoría de los casos, en las
últimas décadas se han utilizado clasificaciones en base a las características clínicas y al tipo
de población afectada. Según las pautas propuestas por la Asociación Americana de Tórax
(ATS - 2000) se distinguen tres grupos.
1. Neumonia aguda comunitaria (NAC): en este grupo deben diferenciarse las poblaciones
según edad (niños y mayores de 65 años), comorbilidad como insuficiencia cardíaca con-
gestiva (ICC), EPOC; y factores modificadores de la enfermedad, entendiendo por tales
aquellas condiciones que incrementan el riesgo de infecciones por patógenos específicos
(S. pneumoniae resistente a penicilina, bacilos gramnegativos, Pseudomonas).
2. Neumonia aguda intrahospitalaria: se considera aquella producida en pacientes ingresados
luego de 72 hs o en pacientes que luego del egreso nosocomial inician los síntomas hasta
el séptimo día del alta.
3. Neumonia en inmunodeprimidos: un subgrupo especial comprende los pacientes con SIDA,
en tratamiento quimioterápico u otra inmunodepresión, en donde los agentes responsables
del proceso son diferentes.

Etiología
Nos centraremos brevemente en los microorganimos responsables de la NAC. La distribu-
ción y frecuencia de los agentes son muy diversas, según el lugar donde se realiza el estudio
y la metodología diagnóstica empleada; pese a ello en la mayoría de las series se mantiene a
S. pneumoniae como la primera causa, seguido en frecuencia por H. influenzae, Mycoplasma
154 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 2. Se observan las partículas aeroliza-


das en el estornudo

pneumoniae, Legionella pneumophila, Chlamydia pneumoniae, Moraxella catarrhalis y virus In-


fluenza A. Más del 90% de las NAC son producidas por estos agentes. Legionella no se había
encontrado en nuestro país como agente de neumonía hasta el año 2002 en que se confirmó
el primer caso. Desde entonces se han diagnosticado casos con muy escasa frecuencia. Los
virus respiratorios son los agentes etiológicos más importantes durante los primeros años de
vida. A M. pneumoniae le corresponde el papel etiológico predominante en las neumonías
de los niños en edad escolar y adolescentes. H. influenzae tipo b también ha sido responsable
antiguamente de neumonías bacterianas en los niños, actualmente se identifican muy pocos
casos gracias al empleo en el esquema nacional de vacunación de la vacuna antes mencio-
nada. Staphylococcus aureus representa entre el 2% y 5% de los casos, adquiere importancia
en ancianos y como complicación poco frecuente luego de una gripe. Un problema de gran
actualidad es la emergencia de Staphylococcus aureus meticilino-resistente comunitario
(CA-SAMR) portador de leucocidina de Panton-Valentin (PVL) que causa neumonías
necrotizantes graves incluso en personas sanas sin enfermedades de base. Este problema que
se observaba en otras partes del mundo desde hacía ya algunos años, se presentó de forma
inesperada en nuestro país, siendo un problema sanitario muy mediático por haber causado
cierto número de muertes, por neumonías y también a partir de infecciones de piel y partes
blandas, en personas jóvenes previamente sanas. Los bacilos gramnegativos representan entre
5% y 10%, son agentes particularmente importantes en residentes en hogares de ancianos
y alcoholistas.

Patogenia
En ausencia de enfermedad los mecanismos de defensa pulmonares normales mantienen
estériles las vías aéreas infraglóticas. En este punto debemos recordar que los pacientes fu-
madores y bronquíticos crónicos suelen estar colonizados por flora orofaríngea por debajo
de la glotis. El desarrollo de una neumonia implica un defecto en las defensas del huésped,
la virulencia del agente patógeno o de un inóculo microbiano importante. La vía de llegada
de los microorganismos al parénquima pulmonar es por vía canalicular descendente por
microaspiraciones o a través de material aerozolizado, por ejemplo por un estornudo (virus
respiratorios, Mycobacterium tuberculosis) (ver figura 2)
Para que los microorganismos alcancen el parénquima pulmonar deben sortear una serie
de barreras anatómicas y mecánicas, el sistema inmune humoral y celular y la actividad fa-
gocítica. La mucosa nasal contiene epitelio cilíndrico ciliado y células productoras de moco
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 155

que forman una barrera de defensa. En la orofaringe, además del aparato mucociliar que
arrastra en forma mecánica los microorganismos y los elimina por medio de la deglución;
representan mecanismos de defensa el eflujo de saliva, el pH, la producción local de com-
plemento y la IgA secretoria. La adherencia de los gérmenes a las superficies epiteliales de
las vías aéreas superiores es un paso esencial en la colonización y posterior infección. Los
microorganismos poseen mecanismos de adhesión, ya sean virus (como la hemaglutinina de
influenza) o bacterias (pilis, adhesinas, exotoxinas, enzimas proteolíticas que degradan IgA,
etc). La tos y el reflejo epiglótico contribuyen para que la mayor parte de las partículas gran-
des no alcancen las vías aéreas centrales. A nivel de tráquea y vías aéreas de conducción los
microorganismos se encuentran con la segunda línea de barrera mucociliar, donde quedan
atrapados. Si superan estos sectores alcanzan las vías aéreas terminales y alvéolos, donde
no hay aparato mucociliar. Otros mecanismos defensivos son el líquido de revestimiento
alveolar que contiene surfactante, fibronectina, IgG, complemento. También existen ácidos
grasos libres, lisozima, proteínas fijadoras de hierro que pueden ser altamente microbicidas.
Las células fagocíticas están constituidas por los macrófagos alveolares. Cuando los gérmenes
superan estos mecanismos defensivos y la capacidad de los macrófagos para fagocitarlos, estos
se convierten en mediadores de la respuesta inflamatoria y producen factores quimiotácticos
(IL1, IL6, TNFα, IL8, C5, LT4) para los neutrófilos en el sitio de infección. La presencia de
IgG específica estimula la activación de la vía clásica del complemento, fundamental en la
respuesta antibacteriana. La inmunidad mediada por células representa un papel fundamental
en las infecciones intracelulares (virus, Mycoplasmas, Chlamydias, Legionella, Mycobacterium).
Algunos factores interfieren en estos mecanismos y hay que tenerlos en cuenta para entender
la patogenia de esta infección. Por ejemplo: las alteraciones en el nivel de vigilia (intoxicación
alcohólica, convulsiones, fármacos depresores del sistema nervioso central, stroke, etc.) pueden
comprometer el cierre epiglótico y conducir a la aspiración del contenido de la orofaringe. El
humo del cigarrillo altera la función mucociliar y la actividad macrofágica. Las IRA altas virales,
destruyen el epitelio respiratorio y alteran la quimiotaxis de los neutrófilos. El alcoholismo,
además del trastorno de vigilia, disminuye el reflejo tusígeno, predispone a la colonización por
bacilos gramnegativos, disminuye la movilización de neutrófilos, disminuye la secreción de
IgA. Las manipulaciones sobre la vía digestiva y respiratoria también alteran los mecanismos
de defensa: intubación orotraqueal, colocación de sonda nasogástrica, fibroscopias. Otros
factores que alteran los mecanismos de defensa locales son el edema alveolar en la ICC,
hipoxemia, acidosis, desnutrición, uremia, la edad (por inmadurez del sistema inmune en los
lactantes o por envejecimiento en los mayores de 65 años), alteraciones en la producción de
inmunoglobulinas (leucemia mieloide crónica, mieloma múltiple, síndrome nefrótico, etc.),
trastornos subyacentes del aparato respiratorio (EPOC, bronquiectasias, fibrosis quística),
compresiones extrínsecas (adenopatías, tumores broncopulmonares). En muchos casos no
se logra identificar ninguno de los factores predisponentes mencionados, pero no olvidemos
el rol fundamental de los factores de virulencia de los distintos microorganismos para agredir
al huésped, destacando en particular S. pneumoniae (ver capítulo 17).

Manifestaciones clínicas
Como hemos mencionado, desde el punto de vista clínico se ha diferenciado clásicamente
entre neumonia típica o bacteriana habitual, y atípica. Pese a que en la actualidad se pone en
duda la especificidad global de los signos y síntomas con respecto a la etiología determinada,
se considera útil mantener los citados subgrupos con fines didácticos. La neumonia típica,
causada habitualmente por S. pneumoniae, H. influenzae, bacilos gramnegativos, S. aureus,
156 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 3.

Figura 4.

se caracteriza por su comienzo brusco, aunque puede estar precedida de un cuadro catarral.
Presenta chuchos de frío, fiebre alta (ausente en ancianos) y tos seca inicial, que luego se
hace productiva con expectoración mucopurulenta o herrumbrosa. Se puede acompañar de
dolor tipo puntada de lado y aleteo nasal. Al examen físico se presenta con aspecto tóxico,
polipneico, febril, sudoroso y con signos de condensación parenquimatosa (vibraciones dis-
minuídas, matidez, estertores crepitantes). En la radiología de tórax se observa un opacidad
inhomogénea con broncograma aéreo y afecta a uno o varios segmentos pulmonares, pudiendo
ocupar todo un lóbulo (ver figura 3).
El término neumonia atípica se utilizó para designar aquellos cuadros que cursaban con
signos clínicos diferentes a las neumonias causadas por bacterias y que no respondían al trata-
miento antibiótico. Inicialmente se pensó que únicamente obedecían a una etiología viral, pero
luego se comprobó que podían ser causadas por M. pneumoniae y Chlamydia pneumoniae. Suele
iniciarse de modo insidioso con cefalea, astenia, escasa afectación del estado general, tos seca
persistente y muy molesta o con escasa expectoración mucosa. Fiebre sin chuchos de frío, dolor
torácico retroesternal que aumenta con la tos. Son frecuentes los síntomas extrarrespiratorios
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 157

como náuseas, vómitos, exantema cutáneo, artromialgias, rinorrea, disfonía, odinofagia. La


auscultación pulmonar revela la presencia de crepitantes finos, aunque puede ser normal.
En la radiografía se observa un patrón intersticial, con opacidad de tipo reticulonodular. Los
lóbulos inferiores son los que se afectan más frecuentemente (ver figura 4).
Una mención especial merece la neumonia en ancianos, es tres a cinco veces más frecuente
y de mayor mortalidad (cercana al 30%), siendo la primer causa infecciosa de mortalidad
en este grupo etario. Los agentes implicados con mayor frecuencia son S. pneumoniae, H.
influenzae, Klebsiella pneumoniae, S. aureus, virus Influnza A y B, y en los últimos años se
ha reconocido al VRS como un agente de importancia creciente en este grupo etario. La
presentación clínica es más solapada y la sintomatología menos específica. En ocasiones se
presentan con una taquicardia inexplicable y trastornos en el nivel de vigilia sin fiebre. La
radiología puede presentarse con una opacidad más tenue que dificulte el diagnóstico. La
curación y la resolución radiológica son más lentas, el pronóstico dependerá del retardo en
el inicio del tratamiento, de la etiología y la presencia de comorbilidades.

Diagnóstico etiológico
El laboratorio de microbiología juega un papel esencial en el diagnóstico etiológico de neu-
monia. La etiología polimicrobiana es frecuente cuando las neumonias son de origen aspi-
rativo, con predominancia de anaerobios o mixtas. También es frecuente en las neumonias
intrahospitalarias, especialmente en las asociadas a ventilación mecánica. La capacidad del
laboratorio de obtener un diagnóstico microbiológico depende de varios factores.
a) Del tipo de muestra: las obtenidas por procedimientos invasivos (lavado broncoalveo-
lar, cepillado bronquial, lavado bronquial y aspirado endotraqueal) son mejores que la
expectoración, contaminada con flora bucal y no siempre representativa de la infección
pulmonar.
b) De la calidad de la muestra: que provenga realmente del tracto respiratorio inferior con
escasa contaminación con flora bucal, lo que es especialmente importante en la expec-
toración.
c) Del agente etiológico: las neumonias causadas por bacterias aeróbicas presentan mayor
porcentaje de confirmación que aquellas producidas por bacterias fastidiosas o que no
se desarrollan en medios de cultivo convencionales y que requieren métodos serológicos
para el diagnóstico (Mycoplasma pneumoniae, Chlamydia pneumoniae y Legionella pneumo-
phila).
d) Del transporte rápido y oportuno al laboratorio: una muestra de expectoración debe ser
sembrada en los medios de cultivos adecuados idealmente antes de dos horas de obtenida,
de lo contrario deben utilizarse medios de transporte adecuados.
e) De la capacidad del laboratorio para reconocer una buena muestra y de establecer criterios
de rechazo cuando la calidad no es aceptable. Es importante tener presente que entre
30% y 50% de las NAC persisten sin diagnóstico etiológico incluso cuando se efectúan
esfuerzos en utilizar medios de cultivo adecuados e implementación de extensos pro-
tocolos serológicos y de técnicas de biología molecular; procedimientos con los que no
cuentan en general los laboratorios de diagnóstico. Esto es especialmente importante en
neumonias neumocócicas, en las que algunas series informan hasta un 45% de cultivos
de expectoración negativos.

Muestras de origen respiratorio


Son expectoración espontánea o inducida, secreción traqueal, lavado broncoalveolar (LBA),
158 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

cepillado bronquial, lavado bronquial, aspirado endotraqueal, punción transtraqueal, tejido


pulmonar. La tinción de Gram continúa siendo uno de los exámenes rápidos de mayor uti-
lidad y bajo costo, ya que permite una aproximación diagnóstica para el inicio de la terapia
adecuada, considerando que Streptococcus pneumoniae es el agente etiológico más frecuente
en neumonias adquiridas en la comunidad, y que este agente presenta una morfología
característica en la tinción de Gram. Se debe tener siempre presente que la muestra de
expectoración puede estar contaminada con flora bucal, por lo que el informe de la calidad
de la muestra es esencial para una adecuada interpretación. Según los criterios de la calidad
propuestos por Murray y Washington, quienes establecieron criterios de calidad según la
proporción de células inflamatorias (leucocitos polimorfonuclares > 25 por campo de menor
aumento) en relación a las células epiteliales (contaminación por saliva <10), el laboratorio
debe rechazar las muestras de mala calidad, ya que los resultados del cultivo no aportan al
diagnóstico. Estudios posteriores han demostrado que en el caso de muestras de mala calidad,
muy rara vez la solicitud de un nuevo especimen consigue superar la calidad del primero, por
lo que no se justifica la solicitud de una segunda muestra. Es necesario considerar también
que la predominancia marcada de un tipo morfológico especial de bacterias, permite una
mejor aproximación diagnóstica: abundante cantidad de diplococos grampositivos sugiere
fuertemente la presencia de S. pneumoniae, la predominancia de cocobacilos gramnegativos
sugiere Haemophilus influenzae, la presencia de diplococos gramnegativos sugiere Moraxella
catarrhalis. El cultivo aerobio en agar sangre con atmósfera de CO2, permite la recuperación
de bacterias aerobias como S. pneumoniae, H. influenzae, Moraxella catarrhalis, S. aureus, K.
pneumoniae y P. aeruginosa. Si la tinción de Gram no muestra predominancia de un tipo bac-
teriano, pero se observa abundante cantidad de células inflamatorias, debe sospecharse la
presencia de bacterias fastidiosas o de agentes virales. Algunos laboratorios de microbiología
tienen diseñados protocolos de cultivo expandidos cuando esta situación ocurre, incluyendo
cultivos virales. A partir de las especies bacterianas identificadas en el cultivo se realizan
estudios de susceptibilidad a los antimicrobianos en uso. (Ver capítulo 35) El cultivo para
Mycoplasma pneumoniae requiere la inoculación de la muestra en un agar y caldo especial
(SP-4) suplementado con anfotericina y colistina y una incubación al menos de 7 a 15 días.
La observación de las colonias sospechosas debe realizarse por inmunofluorescencia u otras
técnicas de tinciones específicas con anticuerpos marcados. Los cultivos en líneas celulares
para bacterias nutricionalmente exigentes, si bien se consideran los métodos de referencia para
bacterias deficitarias tales como Chlamydia pneumoniae (bacteria gramnegativa intracelular
obligada), la recuperación de esta bacteria en cultivos celulares es extremadamente baja y
son altamente laboriosas, por lo que no están disponibles en los laboratorios de microbiología
clínica. Las bacterias anaeróbicas pueden ser causa de hasta un 10% de las neumonias ad-
quiridas en la comunidad, sin embargo la obtención de la muestra dificulta la confirmación
etiológica. El cultivo para anaerobios se reserva para cuando la sospecha de neumonia por
aspiración es alta y existen los medios para realizar una punción transtraqueal o una punción
pulmonar, ya que estas son las muestras aceptables para el cultivo anaeróbico. La broncoscopia
con cepillo protegido ha mostrado ser útil para el estudio de anaerobios, sin embargo requiere
un transporte rápido al laboratorio.

Hemocultivos
Se deben solicitar cada vez que exista sospecha de neumonia adquirida en la comunidad, ya
que S. pneumoniae es el principal agente etiológico y entre un 15% y 25% de las neumonias
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 159

neumocócicas cursan con bacteremia. Además tiene implicancias en el pronóstico, dado que las
neumonias con bacteremia tienen mayor mortalidad, especialmente en pacientes ancianos.
Los métodos de detección de anticuerpos y de antígenos, así como la amplificación
genética, no se consideran métodos de referencia y, en el caso de los que emplean la biolo-
gía molecular, son de alto costo. Por esta razón deben reservarse para el diagnóstico de los
siguientes agentes: Legionella pneumophila, Chlamydia pneumoniae, Mycoplasma pneumoniae y
virus respiratorios. Para Legionella pneumophila se realiza la detección de antígeno urinario
por enzimoinmunoanálisis (EIA). Tiene una especificidad cercana al 100% y una sensibilidad
del 80% cuando se obtiene precozmente (dentro de la primera semana de la enfermedad),
después disminuye progresivamente. Se ha descrito también un test de látex para detección
de antígeno directamente en muestras respiratorias, pero la detección de antígeno urinario
por EIA es más sensible. La detección de anticuerpos en suero se utiliza para detectar IgG
mediante inmunofluorescencia indirecta. Para Chlamydia pneumoniae se detectan anticuer-
pos en suero. Los métodos más utilizados son la microinmunofluorescencia (MIF), que se
considera el método serológico de referencia y el enzimoinmunoanálisis. Sin embargo, tanto
la detección de anticuerpos IgG como IgM presentan el inconveniente de que se elevan
tardíamente en el curso de la enfermedad (tres semanas para IgM y seis a ocho semanas
para IgG), por lo que la sensibilidad no es alta. Se debe considerar también que los títulos
persisten elevados durante largo tiempo (6 a 12 meses para IgM), lo que sumado a que un
60% de la población adulta posee títulos detectables de IgG sin estar cursando una infección
activa, deja a la serología como una herramienta de utilidad epidemiológica más que clínica,
si bien es el método más frecuentemente implementado en los laboratorios de microbiología
clínica. En general, se consideran positivos títulos de IgG > o = 1:20 y títulos de IgM > o =
1:64. Las técnicas de biología molecular actualmente son los métodos más promisorios para
el diagnóstico de neumonia por C. pneumoniae. La principal dificultad para evaluar la eficacia
de la amplificación genética por PCR es la ausencia de un método de referencia contra el cual
validar esta técnica. Además, no existe disponibilidad de sistemas comerciales que permitan
una mejor reproducibilidad. Los estudios muestran que PCR detecta entre un 10% y 20%
más de casos que el cultivo y un 20% menos que la serología, sin embargo si se consideran
los resultados del PCR y el cultivo en conjunto, se detectan menos casos que con serología
sola. Para Mycoplasma pneumoniae se detectan las aglutininas frías. Los títulos mayores de 1:
64 han sido asociados con infección por M. pneumoniae. Sin embargo, no son específicas ni
sensibles: solo un 50% de los pacientes con neumonia por esta bacteria presentan este test
positivo. Se han descrito falsos positivos para enfermedades linfoproliferativas, mononucleosis
infecciosa, Influenza, sífilis, infección por Adenovirus y por L. pneumophila. La detección
de anticuerpos en suero se considera el principal método de diagnóstico utilizado por los
laboratorios clínicos. Actualmente el enzimoinmunoanálisis es el método de elección y está
disponible como test rápido (ensayos tipo tarjeta). La sensibilidad para la detección de IgM
es de 80% después de la primera semana de la infección, sin embargo la IgM puede persistir
elevada hasta cuatro años. Con respecto a las técnicas de biología molecular, la PCR parece
ser un método promisorio para el diagnóstico de neumonia por Mycoplasma, especialmente
en niños, a partir de una muestra nasofaríngea. Tendría la ventaja sobre la serología de que
es más precoz, pero no ha mostrado mejor sensibilidad que la serología, si bien es un método
altamente específico. Para el diagnóstico de la neumonia viral remitimos al lector al capítulo
de infecciones respiratorias.
160 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Tratamiento
El tratamiento de las neumonias bacterianas debe ser precoz y orientado a la etiología
probable, pero dado que esto rara vez se conoce con certeza, es habitual iniciarlo en forma
empírica según la frecuencia de los agentes mencionados, y en base a la epidemiología de la
resistencia antibiótica local. Los antibióticos más usados son los betalactámicos, son anti-
bióticos bactericidas.
Penicilina G: es activa contra la mayor parte de cepas de S. pneumoniae de nuestro medio,
por lo que exceptuando las infecciones del sistema nervioso central, la gran mayoría de las
enfermedades neumocócicas pueden ser tratadas con penicilina. Cuando S. pneumoniae es de
sensibilidad intermedia (CIM entre 0,1 y 2 mg/l) la dosis de penicilina debe ser mayor (150.000
a 250.000 UI/Kg/día) o administrarse cefotaxime o ceftriaxona. Como S. pneumoniae es la
causa más frecuente de la NAC típica, la penicilina sigue siendo el antibiótico de elección en
ellas. Los factores de riesgo que hacen sospechar sensibilidad disminuida de S. pneumoniae son:
edad mayor de 65 años, inmunodepresión, haber recibido betalactámicos en los tres últimos
meses, vivir en casa de salud, mal medio socioeconómico, abuso de alcohol.
Aminopenicilinas (ampicilina y amoxicilina): son igualmente activas contra S. pneumoniae
sensible y de sensibilidad intermedia. Para la administración oral se prefiere amoxicilina que
se absorbe mejor. Muchas cepas de Staphylococcus spp., H. influenzae, K. pneumoniae, E. coli,
M. catarrhalis (productoras de betalactamasa) actualmente son resistentes a aminopenicilinas,
por lo que no se recomienda su uso empírico cuando se sospecha que la infección está causada
por esos gérmenes. La asociación con un inhibidor de la betalactamasa (ácido clavulánico
o sulbactam) recupera la actividad de las aminopenicilinas frente a la mayoría de las cepas
citadas. Las cefalosporinas de tercera generación son las cefalosporinas con mayor actividad
contra bacilos gramnegativos. Ceftriaxona y cefotaxime son las más activas contra cocos
grampositivos, con excepción de Enterococcus spp. y Listeria monocytogenes. Ceftazidime tiene
actividad antipseudomona pero es poco activa contra S. aureus y otros cocos.
Los macrólidos (eritromicina, claritromicina, azitromicina), están indicados cuando hay
sospecha de NAC por “gérmenes atípicos”. Por no alcanzar concentraciones séricas suficientes,
los macrólidos no deben usarse si hay sospecha de bacteriemia, ni tampoco en pacientes con
enfermedad moderadamente severa o grave.

Bibliografía
• Behrman RE, Kliegman RM, Harbin AM. Nelson Tratado de Pediatría.15ª ed. Mejico. Interamericana,
1997.
• Brown PD, Lerner SA. Neumonia adquirida en la comunidad. The Lancet (Ed. Esp.) 1999; 34 (3) 174-
181.
• Donowitz GR., Mandell GL. Neumonia aguda. En Mandell, Douglas y Bennett. Enfermedades infecciosas.
1997: 682-98. Ed.Panamericana.
• Douglas Campbell G. Commentary on the 1993 American Thoracic Society. Guidelines for the treatment
of communitary-acquired pneumonia. Chest.1999;115-14S-18S
• Gorbach SL, Barlett JG, Blocklow NR. 2ª ed. Saunders, Phyladelfhia, 1999. Infections of the lower respiratory
tract. En: Forbes B, Sahm D, Weissfeld A, Bailey&Scott´s Diagnostic Microbiology. Ed Mosby. 10th edition
1998.
• Josua P. Metlay, Richard Sculz, Yi-Hewei Li, et al. Influence of ege on symptoms at presentation in patients
with community acquired pneumonia. Arch Intern Med 1997; 157:1453-1459.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 161

• Katz SL, Gershon AA, Hotez PJ. Krugman Enfermedades Infecciosas pediátricas. 10ª ed. España: Harcourt,
1999.
• Ministerio de Salud Pública. Estadísticas en salud. Edición 1998.
• Murray PR and Washington JA. Microscopic and bacteriologic analysis of expectoirated sputum. Mayo
Clin Proc 1975; 50: 339-44.
• Yungbluth M. The laboratory diagnosis of pneumonia: The rol of the community hospital pathologist. Clinics
in Laboratory Medicine 1995;15:209-34.
• Bisno AL, Gerber MA, Gwaltney JM, et al. Practice guidelines for the diagnosi and management of grou A
streptococcal pharyngitis. Clinical Infectious diseases 2002;35:113-25.
• Haidan A, Talay SR, Rhode M, Sriprakash KS, Currie BJ, Chatwal GS. Pharingeal carriage of group C and
group G streptococci and acute rheumatic fever in an Aboriginal population. Lancet 2000;356(9236):1167-
9.
• Lopardo HA, Vidal P, Sparo M, Jeric P, Centron D, Facklam RR et al. Six-month multicenter study on inva-
sive infections due to Streptococcus pyogenes and Streptococcus dysgalactiae subespecie equisimilis in
Argentina. J Clin Microbiol 2005;43(2):802-7.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 163
Página 163

10 Gastroenteritis
M. Amorín, F. Schelotto, M. Gadea

Definición y ubicación del tema

Nos referiremos en este capítulo a las bacterias y virus que son causa de diarrea. Como con-
cepto, la diarrea implica un aumento de la frecuencia y una disminución en la consistencia de
las deposiciones. En niños menores de 2 años, la OMS define la diarrea como la producción
de 3 o más deposiciones líquidas o semilíquidas en 12 horas, o de al menos una con sangre,
mucus o pus. Tiene habitualmente un origen infeccioso, bacteriano, viral o parasitario. Este
hecho no es a menudo reconocido por la población, las madres o aun los médicos: se adjudi-
ca el origen de la diarrea al calor, a intolerancia para algún alimento, a tóxicos químicos en
brotes de toxiinfección alimentaria, etc. Involucra muchas veces alteraciones funcionales o
inflamatorias a nivel intestinal, con frecuente repercusión gástrica, configurando una gastroen-
teritis. Estas afecciones tienen habitualmente un origen exógeno, con excepción de algunas
formas de diarrea postantibioticoterapia. Incluso aquellas formas de diarrea causadas por E.
coli son debidas a cepas de esa especie que no forman parte de la flora normal. Los patógenos
que ingresan al tracto digestivo encuentran un conjunto de obstáculos para la colonización
intestinal que incluyen la acidez gástrica, la motilidad peristáltica, la flora normal y su efecto
de interferencia, la integridad estructural y funcional de la mucosa, la actividad de IgA secre-
toria luminal, los fagocitos parietales, etc. La posibilidad de sortear estas defensas y provocar
enfermedad depende de los atributos patogénicos microbianos o de condiciones orgánicas
del huésped que lo colocan en situación de desventaja.
La diarrea infecciosa es una enfermedad de curso agudo, o persistente si dura 14 días o
más. En términos generales es una entidad frecuente y habitualmente benigna: la letalidad es
baja y se presenta sobre todo en pacientes debilitados (niños, desnutridos, inmunodeprimidos),
pero la mortalidad tiene significación debido a la elevada morbilidad. Epidemiológicamente,
tienen especial interés la diarrea en el niño y el lactante, por su potencial gravedad, y las
llamadas toxiinfecciones alimentarias, que pueden dar lugar a brotes extensos. En la actua-
lidad, es importante prestar atención a las diarreas en los pacientes VIH +, en los tratados
intensamente con antibióticos, y mantener vigilancia sobre el cólera. Los microorganismos
causales en las distintas situaciones son muchas veces los mismos, por lo cual los trataremos
más adelante en conjunto. Presentamos, sí, los agentes etiológicos más frecuentes en cada
proceso (cuadro 1), y una mención, a propósito de cada germen, de cual es su importancia
relativa en cada situación.
La diarrea infantil es una enfermedad endémica, esporádica o epidémica, donde la trans-
164 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

misión de los gérmenes es fecal-oral por contacto interhumano, fomites, o a través del agua y
alimentos. Las toxiinfecciones alimentarias (ej.: salmonelosis a partir de mayonesa) son brotes
que ocurren cuando dos o más personas que compartieron un alimento desarrollan, en un
plazo que es habitualmente menor de 72 horas, enfermedad gastrointestinal o neurológica
por presencia en el alimento de microorganismos o sus toxinas. En pacientes VIH + y en los
tratados con antibióticos, los gérmenes responsables pueden tener el mismo origen que en las
situaciones antevistas, o pueden ser de transmisión sexual o de fuente endógena.

Cuadro 1. Agentes etiológicos bacterianos y virales más frecuentes en cada proceso

Enfermedad diarreica infantil


Escherichia coli
EPEC
EIEC
ETEC
STEC o VTEC
Rotavirus
A
Campylobacter
C. jejuni
Shigella
S. flexneri
S. sonnei
Otras
Salmonella
S. typhimurium
S. enteritidis
Toxiinfección alimentaria
Salmonella
S. enteritidis
Otras
Staphylococcus aureus
Otros
E. coli
C. perfringens
Campylobacter
Shigella
Enterobacter sakazakii
Diarrea en pacientes con VIH(+)
1. Agentes habituales de diarrea: en niños, igual que en HIV(-); en adultos Shigella, Salmonella
Campylobacter
2. CMV y Mycobacterium avium-intracellulare
3. Patógenos de transmisión sexual
Diarrea post-antibioticoterapia
Clostridium difficile
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 165

Figura 1. Mortalidad
infantil por diarrea

Diarrea infantil. Importancia


Las enfermedades diarreicas constituyen en el mundo subdesarrollado, y en concreto en la
mayoría de los países de América del Sur y Central, la causa más frecuente de enfermedad
infantil después de las infecciones respiratorias. Se calcula que se producen mundialmente
cerca de 1000 millones de casos por año, y se estima que cerca de 5 millones de niños mue-
ren anualmente, la mayoría antes de los 2 años de edad. En nuestro país, en el marco del
Programa de Control de Enfermedades Diarreicas apoyado por OPS, los programas locales
de educación, prevención y rehidratación oral contribuyeron en los años 80 a reducir la
morbilidad y la mortalidad por esta causa, que era de 3,6 por 1000 nacidos vivos en 1975.
Un descenso adicional se produjo tras la campaña de prevención del cólera (1991-92), si bien
los efectos de la misma se han atenuado actualmente. En la figura 1 se observa la evolución
descendente de la tasa nacional de mortalidad infantil por diarrea (muertes en menores de 1
año por 1000 nacidos vivos). Casi todos los decesos se producen en el período postneonatal
(28 días-1 año), y la tasa es actualmente menor de 0,5 y próxima a 0,25. Las tasas globales
ocultan sin embargo importantes desigualdades y problemas. La morbilidad y la mortalidad
son mayores en los sectores de población más desprotegidos (bajo nivel socioeconómico y
cultural, zonas urbanas marginales y algunas de frontera).
La incidencia de diarrea en menores de un año es promedialmente menor que un episodio
por niño por año, en el conjunto del país, pero mostró ser cercano a cinco en un estudio reali-
zado con nuestra participación en un barrio periférico de Montevideo. El riesgo de enfermedad
depende de factores ambientales (es especialmente elevado en grupos poblacionales pobres,
sin provisión segura de agua potable, sin saneamiento, y con escasa información y educación
para la salud referida a higiene personal y alimentaria, regulación familiar y promoción de
la lactancia materna) y de factores individuales dependientes de aquellos: la inmadurez e
inexperiencia inmunológica del lactante, la falla frecuente de aporte de leche materna que
constituye el alimento más completo durante los seis primeros meses de vida, y la desnutrición
que se acentúa con la enfermedad creando un círculo vicioso. Los factores desencadenantes
están representados por los diferentes microorganismos y parásitos que describiremos. Es una
afección estacional. El 63% de los casos denunciados al MSP en los últimos años corresponde
al período diciembre-marzo. Las internaciones son todavía frecuentes más tarde en el año. La
mortalidad se asocia actualmente a los casos que evolucionan sin cuidados de rehidratación
y realimentación, a las diarreas invasivas con repercusión sistémica o localizaciones extrain-
166 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

testinales, y a los procesos persistentes que ocurren en especial en lactantes procedentes de


medio socioeconómico muy carenciado, con déficit nutricional previo y severa repercusión
vinculada a la enfermedad.

TIPOS. ETIOLOGÍA
La enfermedad diarreica aguda se considera de tipo coleriforme (parecida al cólera) cuando
cursa con heces líquidas, en general abundantes, sin sangre, mucus o pus. No se acompaña
en general de fiebre, y los agentes causales que se localizan en el intestino delgado no provo-
can acción patógena ni reacción inflamatoria morfológicamente ostensible. No se observan
leucocitos en las materias fecales. Los agentes causales en el niño son habitualmente E. coli
enteropatógeno o enterotoxigénico, Rotavirus, Cryptosporidium u otros microorganismos.
Hablamos de diarrea de tipo invasivo o disenteriforme cuando se presenta con materias
líquidas o semilíquidas acompañadas de la emisión de sangre, mucus o pus, y presencia de
leucocitos en la observación microscópica, en especial cuando es causada por Shigella. Se
puede asociar con fiebre, alteraciones morfológicas e inflamatorias a nivel del colon, y exten-
sión extraentérica de entidad y frecuencia variables. Los microorganismos responsables son
Shigella, Campylobacter, Salmonella, E. coli enteroinvasor, Yersinia enterocolitica o parásitos de
diverso tipo. La persistencia de la diarrea no parece vincularse con grupos especiales de agentes
patógenos, ni con situaciones de multiparasitismo, sino con factores defensivos, constitucio-
nales o ambientales de otro tipo. La diarrea intrahospitalaria no está asociada en especial a
patógenos invasivos o especialmente agresivos, sino a condiciones de manejo de los pacientes
que favorecen la infección cruzada y la persistencia de los gérmenes en el ámbito nosocomial.
Puede ser causada por bacterias de distinto tipo, virus o parásitos. Cuando son bacterias las
responsables, pueden sin embargo poseer particular resistencia a los antibióticos seleccionada
por su exposición reiterada a los mismos. En las diarreas infantiles agudas o persistentes, de
modo similar que en países desarrollados, predomina actualmente Rotavirus. El agente pató-
geno bacteriano más frecuentemente identificado es E. coli patógeno entérico, en especial de
los grupos enteropatógenos O111, O119 y O55, que predominaron localmente en los últimos
30 años. En diarreas con sangre, Shigella es el patógeno más frecuentemente aislado. En los
países pobres, aún cercanos, los patógenos bacterianos o parasitarios son predominantes.

Toxiinfección alimentaria

Ya hemos definido el concepto. Se presenta habitualmente como brotes de gastroenteritis de


origen común, donde el alimento y sus características operan como factor determinante sobre
la relación huésped-germen. No es siempre sencillo deslindar esta forma epidemiológica de
las gastroenteritis llamadas “esporádicas”, o de los brotes producidos por transmisión fecal-
oral, de persona a persona, en especial porque algunos de los patógenos involucrados pueden
difundir de uno u otro modo. El concepto de toxiinfección alimentaria es más restringido que
el de enfermedad infecciosa de origen alimentario, que puede incluir patologías tan diversas
como la tuberculosis de origen bovino, la listeriosis, la brucelosis, la fiebre Q, estreptococias,
encefalitis espongiforme bovina y enfermedad de Creuzfeld-Jacob humana. Otras veces el
mismo germen de origen alimentario puede provocar (ej.: Enterobacter sakazakii) enfermedad
digestiva o en localizaciones extraintestinales: meningitis, sepsis. Las toxiinfecciones alimenta-
rias son así llamadas porque pueden presentarse como procesos infecciosos intestinales donde
intervienen toxinas de síntesis y acción local (enterotoxinas de E. coli o de C. perfringens).
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 167

Alternativamente pueden presentarse como infecciones (virales, por ej.) sin intervención de
toxinas, o como verdaderas intoxicaciones, donde las toxinas están preformadas en el alimento
(S. aureus). No consideraremos expresamente en este capítulo los procesos provocados por la
ingestión de toxinas de protozoarios dinoflagelados concentradas en moluscos (marea roja);
tampoco nos referiremos a la enfermedad provocada por micotoxinas o por giardias u otros
parásitos. El alimento que da origen a la toxiinfección puede ser simple vector que provee
protección o permite la supervivencia de los patógenos que contiene (puede ser el caso de
Campylobacter, Shigella, virus, Vibrio), o puede operar también como sustrato de multiplicación
de los mismos, como sucede con los agentes etiológicos más frecuentes: Staphylococcus aureus,
Salmonella, Clostridium perfringens, Bacillus cereus, Clostridium botulinum.
La toxiinfección alimentaria es la causa más frecuente de enfermedad transmitida por
alimentos, contra la opinión habitual, no informada, que jerarquiza la incidencia de los tóxicos
químicos. Es habitualmente benigna y autolimitada. Sin embargo, su estudio es importante
por varias razones: a) la alta morbilidad, desconocida con precisión en nuestro país, aunque
algunos brotes recientes la han confirmado; b) la letalidad elevada del botulismo, y la gravedad
de las gastroenteritis en los niños pequeños (los brotes suelen afectar a personas de diversa
edad y condición previa de salud); c) la luz que arroja sobre la higiene en la producción y
manejo de los alimentos, con las implicancias económicas que esto tiene en un país donde
ellos representan buena parte de las exportaciones.
El principal factor de riesgo de toxiinfección consiste, en nuestro medio, en el calenta-
miento inadecuado o insuficiente del alimento (cocción o tratamiento térmico previo tipo
pasteurización, por ej.). Si este factor de riesgo se tiene en cuenta y se elimina, la mayor parte
de los brotes se previenen. En nuestro país, las toxiinfecciones alimentarias más frecuentes
son: a) las salmonelosis, con período de incubación habitualmente mayor de 10 horas, por
consumo de mayonesa no pasterizada y no acidificada, o de derivados cárnicos mal cocidos;
y b) las toxiinfecciones estafilocócicas, con vómitos y gran malestar que aparecen en menos
de 6 horas, por consumo de derivados lácteos no pasterizados, en los cuales el germen ha
proliferado y producido su toxina termoestable. Ambos tipos de proceso son prevenibles con
temperatura adecuada de preparación de los alimentos, y lo son también la mayoría de los
otros procesos posibles, incluyendo el botulismo, pues aunque C. botulinum es una bacteria
esporulada y resistente, la toxina botulínica es proteica y termolábil. La actual promoción del
consumo de alimentos “naturales” no tratados, no desinfectados, no cocidos, y de alimentos
“precocidos” localmente o importados sin controles rigurosos, colide con la prevención plan-
teada, inclusive en el marco de la difusión latinoamericana del cólera.
Otras fuentes de riesgo importantes son la temperatura inadecuada de mantenimiento
de los alimentos (la refrigeración detiene la proliferación microbiana), el origen inseguro de
los mismos (animales infectados, por ej.), la falta de higiene de manipuladores y equipos,
entre otros. El cuadro 2 esquematiza los tipos de toxiinfección alimentaria que es posible
diferenciar en función del tiempo de incubación, presencia o no de fiebre, vómitos y cólicos,
tipo de diarrea, síntomas neurológicos y otros.

Diarrea en el paciente VIH +


En este grupo de personas la diarrea forma parte de un conjunto de afecciones digestivas,
que se presentan con frecuencia a nivel esofágico, gástrico, hepatobiliar e intestinal. Son co-
munes las diarreas abundantes con dolor abdominal y pérdida de peso. Se asocian en general
con alteraciones observables de la mucosa intestinal, que en la mayoría de los casos están
168 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Cuadro 2. Tipos de toxiinfección alimentaria

Gérmenes Tiempo de Vómitos Cólicos Diarrea Fiebre Síntomas


incubación neurológi-
cos
Salmonella, Shigella, 10-72 h + + Disenteri- + (-)
Campylobacter, EIEC, forme
Y. enterocolitica, V.
parahemolyticus
V. cholerae, ETEC 6-72 h (+) + Líquida - (-)
V.C. ++
S. aureus, B. cereus <6h ++ + + - -
C. perfringens B. 6-16 h (-) + + (-) (-)
cereus
VTEC o STEC 72-120 h - + c/sangre - (+ -)
C. botulinum 6-36 h + - (+ -) - ++

relacionadas con patógenos reconocidos, aunque a veces se interpretan como vinculadas a


la misma infección por el VIH. Los gérmenes involucrados son de tres tipos: a) agentes habi-
tuales de diarrea como Rotavirus y E. Coli enteropatógena (en niños); Salmonella, Shigella y
Campylobacter entre las bacterias, o parásitos como Cryptosporidium, Giardia Lamblia y otros;
b) Citomegalovirus y Mycobacterium avium-intracellulare, presentes en lesiones identificables
por biopsia a nivel del delgado o del colon; c) patógenos colorrectales transferibles por vía
sexual: Neisseria gonorrhoeae, Herpes Simplex, Chlamydia trachomatis, Treponema pallidum,
agentes de lesiones ulceradas en el intestino distal. En el paciente VIH + estas infecciones
dan lugar a procesos severos, persistentes o recurrentes, y con frecuencia invasivos, originando
bacteriemias y localizaciones secundarias de Salmonella, Campylobacter, Neisseria y otros. No
contamos en el país con estudios sistemáticos, etiológicos y epidemiológicos, sobre diarrea en
pacientes VIH +, como se han realizado sobre la población pediátrica.

Diarrea en el paciente tratado con antibióticos

El tratamiento con antibióticos no está indicado como rutina en el paciente con diarrea,
donde lo fundamental es la reposición hidroelectrolítica y la realimentación. Contribuye sí a
la recuperación en el enfermo de cólera, en diarreas invasivas como las producidas por Shi-
gella y a veces por Campylobacter, y en situaciones donde la evolución clínica hace temer una
infección sistémica (ej.: salmonelosis en el lactante o en el paciente VIH +). Se ha culpado
incluso a la antibioticoterapia por la prolongación de la excreción fecal de Salmonella tras
la infección clínica, o por la complicación con síndrome hemolítico urémico de la infección
intestinal por E. coli verotóxico. En estos casos, la eliminación de la flora normal parece ser
la causa del efecto indeseable de los fármacos.
El tratamiento antibiótico instituido por otras causas (infección respiratoria, urogenital,
postquirúrgica, etc.) puede dar lugar a alteración de la flora intestinal e instalación de una
enterocolitis seudomembranosa que puede resultar una complicación fatal. Clindamicina,
ampicilina, cefalosporinas y varios otros antibióticos pueden originar esta enfermedad, inde-
pendientemente de la dosis, vía o duración del tratamiento. En décadas pasadas se atribuía a
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 169

S. aureus la responsabilidad por esta afección, pero estudios realizados durante la década del 70
culminaron en la demostración de que el agente causal es habitualmente Clostridium difficile,
y que el tratamiento con vancomicina o metronidazol puede contribuir a controlarla.

Agentes de gastroenteritis
Entre los agentes que se han identificado como causa de diarrea, encontramos bacterias,
virus y parásitos. Nosotros pondremos énfasis en los primeros, aunque no podemos olvidar
que existe un porcentaje no despreciable de casos que son debidos a parásitos de organiza-
ción más compleja. Entre los agentes bacterianos más frecuentemente aislados como causa
de gastroenteritis podemos distinguir dos grandes grupos: los bacilos gramnegativos y las
bacterias grampositivas, dentro de las cuales encontramos formas cocoides, como el género
Staphylococcus y formas bacilares, como el género Clostridium. Dentro del primer grupo ha-
llamos los géneros y especies que causan más frecuentemente enteritis, como E. coli entero-
patógena (EPEC), Campylobacter spp., el género Shigella, Salmonella, E. coli enterotoxigénica
(ETEC), etc. Otras aisladas menos frecuentemente son: E. coli enteroinvasiva (EIEC), E. coli
enterohemorrágica, Yersinia enterocolitica, Vibrio cholerae, Aeromonas spp., etc. En el segundo
grupo destacamos a Staphylococcus aureus por un lado, y por otro a Clostridium perfringens y
Clostridium botulinum, gérmenes anaerobios que en situaciones particulares ocasionan cuadros
de toxiinfección alimentaria.

Cuadro 3.

Familia Género
Enterobacteriaceae Salmonella
Shigella
Escherichia
Yersinia
Vibrionaceae Vibrio
Aeromonas
Plesiomonas
Campylobacteriaceae Campylobacter

Cuadro 4.

Enterobacteriaceae Vibrio Campylobacter


Bacilos Forma de coma Forma de alas de gaviota o
espirilos
Facultativos Facultativos Microaerófilos y capnófilos
Fermentan la glucosa Fermentan la glucosa No fermentadores
Oxidasa negativos Oxidasa positivos Oxidasa positivos
Móviles peritricos o inmóviles Móviles por flagelo polar Móviles por flagelo polar
170 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

SHIGELLA
Las características de estas bacterias y su patogenia ya han sido descritas (ver capítulo 4). Su
reservorio es el ser humano. Se localizan fundamentalmente a nivel del colon, y provocan
diarrea disenteriforme, con presencia característica de abundantes leucocitos en el frotis de
materias fecales. Son los principales agentes de diarrea con sangre (20% a 25% de los casos
en niños), y sus infecciones mejoran con el tratamiento antibiótico. La especie prevalente,
S. flexneri, es actualmente resistente a ampicilina y cotrimoxazol, por lo cual el tratamiento
de las shigelosis se hace con otros antimicrobianos como la ceftriaxona en niños o las qui-
nolonas en adultos.

ESCHERICHIA COLI
• El término EPEC fue usado por primera vez por Neter y col. en 1955. Es la primera clase
descrita de E. coli causante de diarrea, y la más frecuente en nuestro país, en especial en
lactantes. Se han descrito brotes en servicios de recién nacidos. Pertenecen a 10 a 15
serogrupos característicos, de los cuales los más comunes localmente son O111, O119 y
O55. Fue menospreciado como agente de diarrea cuando se descubrieron las cepas en-
terotoxigénicas, pero nuevos estudios confirmaron que se trata de una clase patogénica
definida y diferente que interactúa con las células eucariotas del epitelio intestinal por
medio de puentes proteicos con estructura similar a jeringas de inyección, que forman parte
del sistema de secreción bacteriano tipo III. Se ha confirmado en varias cepas locales, de
los serogrupos prevalentes, la presencia del plasmidio de virulencia EAF característico,
de 60 Mda, el patrón típico de adherencia localizada sobre células Hep-2 de cultivo, y
la presencia (por PCR) de los genes de virulencia bfp (pili) y eae (intimina). Cuando un
lactante está cursando una diarrea asociada a esta clase de E. coli, casi todas las colonias
identificables en materias fecales pertenecen a la cepa involucrada: se anula la diversidad
habitual de serotipos. Algo diferente ocurre con ETEC, y sobre todo con VTEC, que son
eliminados en combinación con cepas de la flora normal, en proporción variable según
el momento evolutivo del proceso. Buena parte de los cultivos de EPEC aislados en el
Hospital Pediátrico presentan resistencia a múltiples antimicrobianos.
• ETEC. Son agentes muy comunes de diarrea en lactantes de países pobres, y de diarrea del
viajero, así llamada porque afecta a habitantes de países desarrollados que se trasladan a
zonas carenciadas. Tienen especial significación patogénica las cepas productoras de LT
y ST, o de ST solo. Las bacterias que forman únicamente LT se recuperan con frecuencia
similar en lactantes sanos y enfermos. En nuestro país, ETEC se aísla con menor frecuencia
que EPEC, pero mayor que otras clases de E. coli patógeno entérico. Sus determinantes
patogénicos (fimbrias y toxinas) están codificadas en plásmidos transferibles por lo que
se encuentran en diversos serogrupos y serotipos de E. coli.
• EIEC. En nuestro medio hemos aislado pocos cultivos de EIEC de serogrupo O29 y
O124.
• VTEC. Algunos serogrupos de E. coli como 026, 0111, O157, O145 y otros, tienen en
común con Shigella dysenteriae tipo I la producción de sustancias proteicas de acción
local y sistémica. Son llamados STEC, VTEC o EHEC. La infección por STEC puede
ser asintomática, o puede traducirse en diarrea líquida, diarrea con sangre por colitis
hemorrágica, síndrome hemolítico urémico (SUH) o púrpura trombótico trombopénico.
Los gérmenes ingresan al organismo por vía digestiva, y colonizan el intestino grueso.
La dosis infectante es pequeña (<1000) como la de Shigella, y la transmisión puede ser
interhumana por vía fecal-oral, o tener como vehículo el agua o alimentos: carne bovina
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 171

mal cocida u otras, leche, jugos, etc. El período de incubación puede ser hasta de siete
días. La colitis hemorrágica producida por VTEC (que precede muchas veces al SUH)
se acompaña de escaso componente inflamatorio y habitualmente no presenta fiebre o
emisión de leucocitos fecales como otras diarreas invasivas. No están claros los factores
que facilitan su eventual progresión a SUH. Se han mencionado el genotipo microbiano, el
uso de antiperistálticos y la densidad y tipo de receptores fosfolipídicos Gb3 que abundan
en las células endoteliales del intestino, en el tejido renal y en el encéfalo. El tratamiento
antibiótico ha sido presentado reiteradamente como causa predisponente, y es discutida
su efectividad para controlar la infección, por lo cual debe evaluarse cuidadosamente su
aplicación.
El síndrome hemolítico urémico es una afección presente en todo el mundo que se define
por la tríada: insuficiencia renal aguda, anemia hemolítica microangiopática y trombocito-
penia. Es endémico en el Río de la Plata, en especial en Argentina, donde se producen en
promedio 10 casos anuales por cada 100.000 niños menores de 5 años. En nuestro país la
cifra se aproxima a 4 (10-14 casos anuales). Ocurre en especial en niños menores de cinco
años, en quienes constituye la principal causa de falla renal aguda. El promedio de edad
constatado en Uruguay es de 11 meses aproximadamente. Los casos se presentan en general
desde la primavera hasta el otoño. La infección por VTEC es una zoonosis, aunque existe
transmisión importante interhumana. En Uruguay no hemos constatado, como en otros paí-
ses, epidemias de origen alimentario. El SUH se manifiesta en especial en niños del interior
del país, aunque no de zona rural, y no particularmente carenciados o desnutridos. Como
antecedente patológico inmediato presentan en general diarrea, habitualmente con sangre.
El comienzo de la enfermedad es usualmente brusco, con instalación súbita de inquietud,
palidez intensa y oliguria, en general sin fiebre. Se observan con frecuencia petequias, pero
raramente sangrado franco extradigestivo. Puede haber hipertensión, alteraciones hepáticas
o cardíacas, y manifestaciones neurológicas (somnolencia, irritabilidad, ataxia, convulsiones,
coma), que son graves en 1/5 a 1/3 de los casos, y se interpretan como secundarias a las alte-
raciones hidroelectrolíticas, la hipertensión y la microangiopatía encefálica. La mitad de los
pacientes necesitan diálisis. La letalidad resultante es menor de 5%, pero se pueden presentar
secuelas significativas. Al menos 2 de cada 100 pacientes progresan a la insuficiencia renal
extrema, que requiere diálisis crónica.

SALMONELLA
En el lactante Salmonella produce diarrea líquida o diarrea de tipo disenteriforme, con o sin
presencia de sangre en materias fecales. La patogenia de estas infecciones ha sido discutida
en el capítulo 4. Hemos contribuido a estudiar en niños hospitalizados un conjunto de casos
de diarrea con sangre por coinfección con Salmonella y Campylobacter jejuni. Salmonella es
localmente el agente principal de toxiinfección alimentaria. La conservación de los alimentos
a temperaturas inadecuadas favorece la proliferación de los gérmenes indeseables. La dosis
infectante es en general alta para el adulto (105-107), y menor en el niño, en especial el lactante.
El período de incubación de la enfermedad es de 8 a 48 horas. El paciente presenta náuseas,
vómitos, fiebre, diarrea y cólicos abdominales. La duración habitual de la enfermedad es de
uno a cuatro días, pero se puede prolongar. El hallazgo del germen en heces y en el alimento
confirma la etiología.

YERSINIA ENTEROCOLITICA
Es un bacilo gramnegativo de la familia Enterobacteriaceae, causante de diarrea aguda y diarrea
172 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

persistente. En nuestro país no se investiga en la rutina clínica, y son escasos los aislamientos
clínicamente significativos, obtenidos en programas de investigación.
La mayor parte de las cepas utilizan tardíamente la lactosa y desdoblan la urea, apareciendo
en placas de aislamiento sobre agar Mac Conkey como colonias débilmente rosadas y con olor
ligeramente amoniacal, visibles en 24 horas sólo por cultivo a 25-28ºC, no a 37ºC.

CAMPYLOBACTER
Es un género de bacilos gramnegativos exigentes, microaerófilos, de forma curva semejante
a una “gaviota”, o de aspecto espirilar, muy móviles y capaces de atravesar filtros de pequeño
poro. La especie C. jejuni es la responsable de más del 95% de los casos de diarrea por Cam-
pylobacter. Es agente común de diarrea aguda comunitaria (EPEC, Rotavirus, Campylobacter,
etc.). En niños hospitalizados es la causa más frecuente de diarrea con sangre, después de
Shigella. Las infecciones por este germen predominan en verano, pero se siguen observando
en otoño y ya iniciados los fríos.
C. jejuni es habitualmente sensible a macrólidos y quinolonas, y resistente a betalactámicos
y otros antibióticos, propiedad que se utiliza para su cultivo selectivo.

VIBRIONACEAE
La familia Vibrionaceae (nombre derivado de su movilidad “como vibrando”) incluye varios
géneros. El más relevante en relación con gastroenteritis es el género Vibrio.

V. CHOLERAE
Fue descrito por Koch en 1883 como agente del cólera. Pocos años después, en 1886, se pro-
ducía en Uruguay una epidemia que tuvo origen en habitantes de Buenos Aires, infectados a
su vez por viajeros procedentes de Europa. Las fuentes comunes de infección en Montevideo
fueron los depósitos de agua del actual Hospital Pasteur y de un cuartel del Buceo, y los estu-
dios microbiológicos fueron realizados en el laboratorio que luego sirvió de base al Instituto
de Higiene Experimental, inaugurado en 1896. En regiones de América que han desarrollado
buen acceso de los pacientes a atención primaria y rehidratación, la letalidad de la enfermedad
no pasa del 1%. En Nigeria, en cambio, la letalidad ha superado el 10%. La fuente principal
de los brotes sigue siendo el suministro de agua contaminada. La dosis infectante para la
persona normal es habitualmente alta (104-108). Es impensable que no haya llegado en algún
momento a Uruguay, en los últimos años, un viajero enfermo o portador de V. cholerae (hay
10 a 40 infectados asintomáticos por cada enfermo, y la excreción fecal puede prolongarse
por tiempos variables). Lo que ha ocurrido probablemente es que las condiciones y medidas
de salud pública locales han impedido su difusión a través del agua, alimentos, o de persona a
persona. Cuando el germen ingresa en una región virgen de infección, todos los grupos etáreos
son igualmente afectados. En zonas endémicas, la incidencia es máxima en niños mayores de
dos años, sin inmunidad adquirida activa o pasivamente (transplancentaria, lactancia). De
acuerdo a los bajos niveles séricos prevalentes de anticuerpos vibriocidas, y al tipo sanguíneo
predominante en nuestra población (tipo “O”, 46%, el más susceptible), los uruguayos son
potencialmente vulnerables a la infección con V. cholerae. Desde 1991 hemos incorporado en
la rutina de estudio coprobacteriológico en el Departamento de Bacteriología y Virología la
investigación de Vibrio en TCBS. Tras cientos de estudios, no hemos aislado en ningún paciente
la cepa epidémica. De un lactante hospitalizado con diarrea se recuperó V. cholerae no O1, no
toxigénico. Otras especies, como V. parahemolyticus o V. fluvialis, que producen gastroenteritis
por ingestión de agua contaminada o productos del mar, no han sido investigadas en forma
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 173

cuidadosa en nuestro medio. Las cepas de V. cholerae prevalentes en América pertenecen al


biotipo El Tor. Este difiere del clásico en algunas propiedades bioquímicas (VP), capacidad de
hemaglutinación, hemólisis, sensibilidad a bacteriófagos y a Polimixina B en disco de 50 µg.
Este biotipo presenta a su vez variantes. Como las cepas comunes de la séptima pandemia,
V. cholerae El Tor que circula en Sudamérica es no hemolítica.
El reservorio de V. cholerae es humano. La sobrevida del germen en el ambiente (agua,
alimentos, suelo) es variable, pero en general corta: horas o pocos días. Hay sin embargo evi-
dencias de que ciertas cepas de V. cholerae O1 biotipo El Tor pueden persistir en un reservorio
ambiental. Desde 1973 se ha informado sobre casos esporádicos de cólera en la costa del
Golfo de México, asociados con la ingestión de mariscos crudos o cocidos incompletamente.
En octubre de 1992 se observaron en la India casos de cólera que no eran producidos por
V. cholerae O1, sino por el serogrupo O:139. Se diseminó en forma epidémica en los alrede-
dores de Bangladesh produciendo en pocos meses cientos de miles de casos que afectaron
fundamentalmente a menores de 15 años. El agua es su vehículo principal de transmisión. La
patogénesis es similar a la de la enfermedad producida por V. cholerae O1. El germen es igual-
mente toxigénico. Un hecho llamativo es que V. cholerae O:139 puede expresar un polisacárido
capsular análogo al descripto en otros Vibrio O1. Clínicamente, se ha visto que a diferencia de
V. cholerae O1, puede causar infección extraintestinal en pacientes inmunocomprometidos. La
metodología para aislarlo es idéntica a la que se utiliza para V. cholerae O1. Para identificación
debe tenerse en cuenta que no es sensible al compuesto vibriostático O129. La exposición a
V. cholerae O1 protege contra la reinfección, pero no previene la enfermedad por V. cholerae
O139, lo cual debe tenerse en cuenta para la eventual inmunización activa.
El período de incubación del cólera es de 12 a 72 hs, dependiendo de la dosis infectante
y de factores personales y microbianos. Tienen mayor riesgo de enfermar las personas con
hipoclorhidria gástrica. El sitio primario de infección es el intestino delgado. La pérdida de
fluidos es máxima a nivel del yeyuno. La infección es tópica, no invasiva y no inflamatoria.
(Ver capítulo 4)
Los signos prominentes de la enfermedad son la diarrea líquida abundante (agua de arroz)
y la deshidratación, a veces acompañadas de dolores cólicos y vómitos. Sin tratamiento anti-
microbiano, la diarrea persiste cuatro a seis días. La muerte puede sobrevenir por hipoglicemia,
disbalance hidroelectrolítico extra e intracelular que afecta la función celular, hipoperfusión
de órganos críticos, insuficiencia renal, arritmias y shock.

AEROMONAS HYDROPHILA. A. CAVIAE


Son bacterias gramnegativas, oxidasa positivas, pertenecientes a la familia Vibrionaceae, que
normalmente se encuentran en el medio acuático. Han sido incriminadas como causa de
diarrea principalmente en niños, pero también en adultos. La evidencia en tal sentido es
todavía incompleta. Se han descrito tres formas clínicas de diarrea asociada a A. hydrophila:
a) gastroenteritis leve, consistente en deposiciones líquidas, fiebre baja y vómitos ocasionales;
b) diarrea disenteriforme; c) diarrea prolongada con una duración mayor de dos semanas.
Se piensa que se trasmite por ingestión de agua contaminada y se ha comprobado que puede
sobrevivir en agua para consumo humano con niveles standard de clorinación.

PLESIOMONAS SHIGELLOIDES
Es otro microorganismo acuático gramnegativo de la familia Vibrionaceae que puede causar
diarrea de modo similar a Aeromonas, a través del agua o de alimentos marinos.
174 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

STAPHYLOCOCCUS AUREUS
Es flora transitoria de la piel y en especial de las fosas nasales. También puede encontrarse en
número reducido en el colon y la vagina. Prácticamente todas las personas son portadoras
de este germen en uno u otro momento de su vida. Es causa de gran variedad de infecciones,
incluyendo lesiones de piel de diverso tipo y entidad. Como causa de toxiinfección alimentaria,
la fuente de contaminación por S. aureus suele ser un manipulador de alimentos que elimina
gran cantidad de gérmenes enterotoxigénicos a partir de la nariz o de lesiones cutáneas acti-
vas. Raramente el germen tiene origen bovino. En el alimento contaminado, que no recibe
cocción o tratamiento térmico adecuado, y que se mantiene a temperaturas intermedias, sin
refrigeración, la bacteria prolifera y sintetiza proteínas tóxicas. Se necesita habitualmente más
de 105 bacterias por gramo de alimento para que se forme una concentración de enterotoxina
(es suficiente <1 µg/g) capaz de producir enfermedad. S. aureus tolera altas concentraciones
de sal y otros solutos, y sus enterotoxinas (no el germen) pueden resistir 100ºC durante 15 a
30 minutos, por lo cual no son adecuadamente destruidas por cocción o pasteurización una
vez producidas. Las cremas, quesos, o pasteles preparados con ingredientes no pasteurizados,
o las carnes, jamón y pollo pueden ser vehículo de enfermedad. La toxiinfección alimenta-
ria estafilocócica y todos sus síntomas son provocados por la enterotoxina ingerida con el
alimento. Las bacterias, si están presentes, transitan el tubo digestivo y son excretadas. El
período de incubación es corto (una a seis horas); la enfermedad comienza bruscamente con
intensas náuseas, cólicos, vómitos y, generalmente, diarrea con postración; no se presenta
habitualmente fiebre; los síntomas ceden en uno a dos días; raramente se produce la muerte
en personas con otras enfermedades de base. Las toxinas de S. aureus que provocan este cuadro
no parecen ajustarse al concepto común de enterotoxinas como sustancias exotóxicas bacte-
rianas de acción local sobre la secreción y absorción de agua y electrolitos a nivel intestinal.
Se interpreta que su actividad deriva de: a) el estímulo de terminaciones vagales a nivel de la
mucosa gástrica, con violento efecto emético; b) su acción sistémica como “superantígenos”,
proteínas que no son digeridas y procesadas por las células presentadoras, sino que forman
directamente puentes entre las moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad y los
receptores de las células T. El resultado es el estímulo inespecífico de grandes cantidades de
células T y macrófagos, con producción abundante de IL2 y otras citoquinas, cuyo efecto, al
ser inoculadas por vía parenteral, es muy similar al observado en estas toxiinfecciones. Por
este efecto, por su secuencia aminoacídica y por la similitud de los genes que las codifican,
las enterotoxinas estafilocócicas, que son producidas habitualmente por S. aureus de tipo
fágico III, se parecen a las toxinas pirogénicas de Streptococcus pyogenes y a la toxina del shock
tóxico. Son un conjunto de siete proteínas muy parecidas (SEA, B, C1, C2, C3, D y E), de
las cuales la más frecuente es la “enterotoxina” A. Los genes responsables de su producción
son cromosómicos, plasmídicos, o incorporados por bacteriófagos.

BACILLUS CEREUS
Es un bacilo grampositivo, catalasa positivo, aerobio estricto, esporulado. Es móvil por flagelos
peritricos. Produce lecitinasa y betahemólisis sobre agar sangre ovina. Está presente amplia-
mente en el ambiente, el suelo, las plantas, etc. Los esporos que contaminan los alimentos
resisten la ebullición y pueden luego germinar. Origina dos tipos de enfermedad de fuente
alimentaria: a) afección emética, breve, muy similar a la causada por S. aureus, compuesta
por náuseas, vómitos y dolores cólicos acompañados de diarrea en algunos enfermos. El pe-
ríodo de incubación promedio es de dos horas, y el alimento de origen es en general el arroz
cocido y no bien refrigerado que ha sustentado la germinación de los esporos, la proliferación
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 175

bacteriana, y la síntesis de toxina preformada. Se trata de una toxina proteica, termoestable,


de molécula pequeña (PM 5000); b) síndrome diarreico, muy parecido al producido por
Clostridium perfringens. Se produce a partir de carnes, vegetales, lácteos y otros alimentos. El
período de incubación es de 6 a 24 horas, y se presenta con diarrea, cólicos, a veces vómitos
y raramente fiebre. Dura de uno a dos días y es causado por una enterotoxina lábil, de libe-
ración intestinal, que activa el sistema adenil ciclasa - AMP cíclico, como las toxinas LT de
E. coli y CT de V. cholerae.

CLOSTRIDIUM PERFRINGENS
Es un bacilo grampositivo esporulado, anaerobio obligado, pero poseedor de cierto grado
de aerotolerancia. El responsable de toxiinfección alimentaria es en general el tipo A. Está
presente normalmente en materias fecales humanas, animales, y en el suelo, y a partir de este
reservorio puede contaminar los alimentos. Para que se produzca la enfermedad, se requieren
habitualmente más de 106 microorganismos por gramo. Esto ocurre cuando el alimento con-
taminado (carnes, pollo) recibe una cocción insuficiente, que destruye las formas vegetativas
pero libera el oxígeno, reduce el potencial redox y permite la germinación de los esporos
sobrevivientes. La proliferación de C. perfringens se produce durante el enfriamiento lento de
volúmenes importantes del producto para consumo de muchas personas, o su mantenimiento
a temperaturas intermedias.
C. perfringens tipo A produce, además de la exotoxina α que permite caracterizarlo, una
enterotoxina termolábil, que actúa en el epitelio ileal promoviendo la hipersecreción de agua
y electrolitos e inhibiendo la absorción de glucosa. Se ha descrito también producción de
enterotoxina por algunas cepas del tipo D. La enterotoxina no se forma en el alimento sino
en el intestino, cuando grandes cantidades de bacterias esporulan tras sufrir el estrés ácido
del estómago. No es, sin embargo, una proteína vinculada estructuralmente a los esporos,
y puede ser excepcionalmente producida en situaciones en que la bacteria no esporula: en
pacientes añosos o debilitados y hospitalizados, la modificación de la flora intestinal por el
uso de antibióticos puede dar lugar a diarrea por proliferación bacteriana y formación de
toxina en el colon. C. perfringens posee una cápsula polisacarídica que no tiene relevancia en
la patogenia de la enfermedad intestinal, pero que presenta diversidad antigénica y permite
clasificar las cepas con fines epidemiológicos.
Ocasionalmente, en niños desnutridos, C. perfringens puede producir invasión y ulceración
de la mucosa, con riesgo de vida. En su forma habitual, la toxiinfeccióm alimentaria por C.
perfringens se desencadena 8 a 18 horas después de la ingestión del alimento. Cursa típica-
mente con diarrea líquida y cólicos severos, a veces náuseas, y raramente vómitos o fiebre.
La enfermedad es habitualmente corta (24 hs) y benigna.

CLOSTRIDIUM DIFFICILE
Es también un bacilo esporulado que sobrevive en forma prolongada y está ampliamente
distribuido en la naturaleza. Forma parte de la flora normal del 90% de los lactantes, pero de
menos de 5% de los adultos sanos. En mayores de 60 años, la proporción de colonizados es
alta, y también lo es en pacientes hospitalizados: el germen está presente en 10% a 30% de
los mismos, y es recuperable con frecuencia del ambiente y utensilios.
La enfermedad producida por C. difficile es una gastroenteritis caracterizada por prolifera-
ción microbiana intraluminal, producción de toxinas y daño mucoso significativo sin invasión.
Ocurre casi exclusivamente tras antibioticoterapia y alteración de la flora normal. La mayoría
de las cepas produce una o dos toxinas antigénicamente diferentes: toxina A y toxina B. Son
176 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

exotoxinas de alto peso molecular formadas durante la fase logarítmica de crecimiento. Los
genes que codifican su producción están vinculados y próximos en el cromosoma bacteria-
no. Ambas tienen un efecto citotóxico que se debe a la alteración de los microfilamentos
de actina del citoesqueleto celular. Las modificaciones en el intercambio de fluido y solutos
derivan al parecer del daño citotóxico, por mecanismos que son todavía objeto de estudio.
La toxina B es 1000 veces más potente que la A en cultivos celulares de laboratorio, pero
la segunda parece ser la principal responsable de los efectos en vivo. El efecto de C. difficile
puede ser mínimo, o puede implicar una diarrea severa y prolongada, con cólicos, fiebre alta
y leucocitosis. Las complicaciones derivan principalmente del disbalance hidroelectrolíti-
co y las pérdidas proteicas que generan hipoalbuminemia. Puede producirse megacolon y
perforación intestinal. La lesión típica observable es la formación de seudomembranas, que
pueden confluir y desprenderse. Se originan en zonas de ulceración mucosa con cambios
inflamatorios de la lámina propia, y acumulación de fibrina, mucina, células inflamatorias y
epiteliales descamadas, sin inclusión de bacterias ni invasión parietal.

CLOSTRIDIUM BOTULINUM
El botulismo es una intoxicación, más que una toxiinfección. Es un tipo diferente de en-
fermedad de origen alimentario, poco frecuente en el país, cuyas manifestaciones no son
predominantemente digestivas, sino neurológicas. La exotoxina botulínica, responsable del
proceso, es una macromolécula proteica muy activa: la dosis letal 50 LD50 para el ratón es
<0.01 ng. Es producida por las bacterias en forma de complejo proteico, cuyos componentes
no tóxicos contribuyen a proteger la toxina del ácido y proteasas gástricas. En su forma activa,
tras clivaje proteolítico en el tubo digestivo, es una toxina de tipo A-B, compuesta por una
cadena B, pesada (100 kDa), de fijación, y una unidad A, liviana (50 kDa), con actividad
enzimática. Cuando es ingerida, la toxina es absorbida a nivel gástrico, ingresa a la sangre
y se fija sobre receptores glicoproteicos o glicolipídicos de las terminaciones periféricas de
las neuronas motoras. La cadena A es internalizada, y su región amino terminal opera como
endopeptidasa zincdependiente que altera las sinaptobrevinas que integran la pared de las
vesículas sinápticas, interfiriendo con la liberación de acetilcolina. Su estructura y modo de
acción son similares a los de la toxina tetánica, pero su sitio de actividad es distinto, dando
lugar a parálisis flácida, y no espástica como esta.
C. botulinum es un bacilo grampositivo, anaerobio estricto, móvil, con flagelos peritricos,
productor de esporos ovales y subterminales. Existen siete serotipos conocidos (A-E) de exo-
toxina botulínica. Una misma cepa puede producir más de un tipo. El tipo C no es patógeno
para el ser humano. Los tipos E, F y G pueden ser producidos por otras especies de Clostridium:
C. argentinense (llamado también C. botulinum G); C. baratii; C. butyricum. La exotoxina G
es codificada por un plasmidio; los tipos C y D son producidos por conversión fágica. Se
asume que los genes de los serotipos A, B, E y F están presentes en el cromosoma bacteriano.
Algunas cepas de C. botulinum producen además toxinas C2 o C3, de significado discutible.
C. botulinum es habitante normal del suelo, el polvo y los mares, pero no del tracto digestivo
del hombre. Los esporos, en especial los de cultivos productores de toxinas A y B, pueden
resistir temperaturas superiores a 110ºC durante varios minutos. Son precisamente los cultivos
productores de toxinas tipo A y B los más frecuentes causantes de contaminación alimentaria
y de enfermedad a nivel mundial. La fuente principal de enfermedad son las conservas caseras
o defectuosas de carne y condimentos vegetales. Las cepas productoras de toxina tipo B se
aíslan en general de carne de cerdo. Las productoras de proteína tipo E contaminan sobre todo
conservas de pescado. En las conservas bien preparadas, el tratamiento térmico adecuado,
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 177

el bajo pH y el agregado de NaCl o nitritos son factores que sumados, multiplican su acción
protectora. En productos mal conservados en cambio (conservas ahumadas, enlatados mal
esterilizados por calor, etc.), los esporos pueden sobrevivir, para germinar y proliferar luego al
amparo de condiciones de anaerobiosis, y producir toxina que es liberada con lisis bacteriana.
El proceso requiere habitualmente 2 a 14 días.
Los alimentos contaminados a niveles de peligro tienen muchas veces sabor o aspecto
anormal: rancidez, putrefacción, gas, hinchazón de latas. Si se consumen sin cocinar, la toxina
presente en ellos no es destruida (las toxinas botulínicas son termolábiles, alterables por el
calor). Todas las cepas de C. botulinum son sacarolíticas y lipolíticas. Es variable en cambio
su capacidad proteolítica. Se clasifican como tipo I cuando son proteolíticas y productoras
de toxina A, B o F; de tipo II cuando son no proteolíticas, y productoras de toxinas B, E o
F. Las cepas del grupo III son metabólicamente diferentes, y producen toxinas C o D. Los
alimentos contaminados con cepas no proteolíticas pueden no mostrarse ostensiblemente
alterados, como sí ocurre para los que contienen cepas de tipo I.
Excepcionalmente, C. botulinum puede infectar heridas profundas, con restos necróticos
y déficit de irrigación, y ser allí origen de toxina y de enfermedad. El botulismo del lactante es
otra forma rara que ocurre por la ingestión de esporos con la miel u otro vehículo, proliferación
y colonización intestinal, producción local de toxina y absorción lenta a nivel del colon.
Los síntomas de botulismo aparecen 4 a 36 horas después de la ingesta del alimento
contaminado. La rapidez de instalación y la intensidad del cuadro dependen de la cantidad
de toxina ingerida. Las primeras manifestaciones son digestivas: vómitos, sed, constipación
o diarrea (esta última solo en 15% de los casos). La enfermedad neuromuscular debuta con
diplopía, y luego disfagia y disartria; más tarde aparece debilidad muscular periférica y parálisis
flácida progresiva. La muerte puede sobrevenir por paro respiratorio, neumopatía secundaria
o paro cardíaco por hipoxia. Con buen manejo y tratamiento, la letalidad se sitúa en 10%
a 15%. Una vez fijada la toxina a la terminación nerviosa, la intervención externa con an-
titoxina no tiene efecto sobre esta interacción. Algo de regeneración nerviosa es obtenible,
pero los pacientes que sobreviven a un episodio de botulismo presentan con frecuencia daño
neurológico irreversible.

Mecanismos patogénicos de los agentes etiológicos bacterianos


de diarrea
Se pueden distinguir en suma cinco tipos patogénicos de agentes bacterianos de diarrea.
1. Bacterias que poseen la capacidad de adherir a la mucosa y producir toxinas. V. cholerae
y ETEC afectan al intestino delgado en su sector proximal. Las toxinas son producidas
en la luz de este y alteran la capacidad funcional del enterocito. VTEC produce en el
colon citotoxinas, cuyo efecto principal se expresa en los endotelios vasculares o a nivel
sistémico.
2. Bacterias que causan diarrea por disolución del borde en cepillo de la mucosa intestinal,
alteración del citoesqueleto celular y de los intercambios de agua y solutos. (EPEC a nivel
del delgado; VTEC en el colon).
3. Bacterias que causan diarrea con invasión de la mucosa y proliferación dentro de la célula
intestinal. Es característico de Shigella y EIEC. Ambas invaden el enterocito del intestino
delgado distal y del colon, donde se multiplican y alteran el funcionamiento de las células
causando su muerte.
4. Bacterias que modifican la superficie de los enterocitos, invaden con traslocación de la
178 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

mucosa, proliferación en la lámina propia y acumulación a veces en los ganglios linfáticos.


Pertenecen a este grupo las especies de Salmonella no tifoídicas, Campylobacter y Yersinia
enterocolitica.
5. Bacterias que forman toxinas durante su multiplicación libre en el exterior o en la luz
intestinal. La producción de toxinas no está asociada a la adherencia de los gérmenes a
la mucosa. S. aureus, C. perfringens y otros.

Virus

ROTAVIRUS
El género está incluido en la familia Reoviridae. Causan infección intestinal en varias especies
(hombre, simios, equinos, porcinos, caninos, bovinos, ovinos y aves). Su existencia e importan-
cia se evidenció en 1973, cuando por primera vez se visualizaron por el microscopio electrónico
(ME) en muestras de tejido duodenal de un niño con diarrea. Los Rotavirus son localmente,
por frecuencia, los principales agentes causales de diarrea infantil, seguidos por E. coli. En
muchos países desarrollados son su principal agente etiológico. Los casos predominan en las
estaciones mas frías en los países industrializados, mientras que en los países subdesarrollados
como el nuestro las infecciones ocurren durante todo el año.

ADENOVIRUS ENTÉRICOS
También llamados Adenovirus atípicos, los serotipos 4O y 41 pueden causar, con menor
frecuencia, una enfermedad clínica importante parecida a la gastroenteritis provocada por
Rotavirus. En contraste con los Adenovirus convencionales, se requieren técnicas muy es-
peciales para poder cultivarlos.

VIRUS PEQUEÑOS
Son virus de 27 a 40 nm, relacionados entre sí, que causan gastroenteritis epidémica familiar,
comunitaria, o de fuente alimentaria. Incluye los agentes Norwalk, Montgomery County,
Hawai, etc. Son virus que clínicamente causan diarrea o “enfermedad de vómitos en invierno”,
y que fueron identificados por ME, ya que no ha sido posible cultivarlos en histocultivos. No
han sido investigados en nuestro medio.

OTROS VIRUS
Astrovirus, Calicivirus y Coronavirus han sido implicados como causa infrecuente de gas-
troenteritis.

Métodos de estudio. Diagnóstico


El diagnóstico y manejo de las gastroenteritis infantiles es fundamentalmente clínico. Solo
en ciertas ocasiones se hace necesario saber la etiología: a) con fines de tratamiento antibió-
tico, como es el caso de una diarrea con sangre, o para descartar el cólera en situación de
riesgo específico; b) con fines epidemiológicos, para conocer que cepas están circulando en
un momento dado, la probable fuente de infección y las vías de trasmisión, permitiendo así
implementar medidas de control que eviten su diseminación. El estudio etiológico requiere
métodos diferentes para la identificación de agentes bacterianos, virales o parasitarios. Nos
referiremos a los primeros.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 179

Recolección de la muestra: las materias fecales se recogen, en el caso de lactantes, con


un pañal de nylon. Utilizando una espátula o cucharita de plástico se trasladan en cantidad
suficiente (no menos de 10g) a un frasco estéril de boca ancha por un lado, y por otro, con
un hisopo, se introducen en un tubo que contiene un medio de transporte de Cary-Blair para
preservación de los gérmenes más lábiles (Shigella, Campylobacter). La muestra debe procesarse
de inmediato, o refrigerarse por no más de 12 horas. Una vez remitida al laboratorio, lo primero
a realizar es una tinción de Gram para reconocer eventualmente espirilos o “gaviotas” (Cam-
pylobacter) y para identificar y cuantificar leucocitos fecales. La tinción con azul de metileno
facilita la observación de leucocitos fecales, expresión de presencia de un agente invasor. Si
se desea investigar verotoxinas libres en heces, se realiza suspensión de las mismas en buffer
PBS, centrifugación, filtrado estéril e inoculación sobre cultivos celulares.
El paso siguiente es la realización del cultivo de las materias fecales. Para ello se usan
distintos medios.
a) Medios sólidos, que tienen por finalidad inhibir el desarrollo de la flora fecal normal y
favorecer y distinguir el desarrollo de gérmenes patógenos. Son los llamados medios selec-
tivos y diferenciales: Agar Mac Conkey lactosa, Mac Conkey sorbitol, SS (medio especial
con lactosa para aislamiento de Salmonella y Shigella), TCBS con sacarosa para Vibrio,
agar Skirrow u otros para Campylobacter. Estos medios contienen sustancias inhibitorias
(cristal violeta, sales biliares, citratos, antibióticos en Skirrow, etc.), y habitualmente un
indicador de pH que producirá un viraje de color si las colonias que desarrollan degradan
el carbohidrato que contiene el medio. El agar Skirrow es un medio rico, con sangre.
b) Medios líquidos de enriquecimiento: son caldos que actúan también estimulando el cre-
cimiento de un germen e inhibiendo el de otros que pueden estar presentes en grandes
cantidades. Los más utilizados son el caldo tetrationato (especial para Salmonella), el
caldo selenito (para cultivo de Salmonella y algunas cepas de Shigella), el agua peptonada
alcalina para desarrollo de V. cholerae, el PSB (peptona, sorbitol y bilis) para crecimiento
en frío de Y. enterocolitica. Existen, pero no se usan comúnmente, medios de enriqueci-
miento para Campylobacter, para VTEC y otros. La mayoría de los bacilos gramnegativos
enteropatógenos no tiene requerimientos atmosféricos especiales, salvo Campylobacter
que requiere condiciones microaerófilas que deben proveérsele en jarra apropiada. En
general precisan para crecer temperatura de 37ºC. Campylobacter crece bien a 42ºC, lo
que facilita la selección. Yersinia debe cultivarse por debajo de 28ºC en agar Mac Conkey
u otro, y a 4ºC para enriquecimiento en PSB.
El tiempo de incubación de las placas es en general de 24 hs (48 para Campylobacter). Las
colonias observables en ellas se subcultivan y se estudia su metabolismo para avanzar en
su identificación. Las colonias lactosapositivas (rojas en agar Mac Conkey) se siembran
en agar inclinado, citrato y lisina como posibles E. coli. Las colonias lactosanegativas (que
pueden ser Salmonella, Shigella, Yersinia u otras bacterias no enteropatógenas) se cultivan
en TSI y agar fenilalanina. Las colonias amarillas, sacarosapositivas en TCBS pueden
pertenecer al género Vibrio; se subcultivan para realizar prueba de oxidasas y otros ensayos
que lo confirmen. En agar de Skirrow u otros, Campylobacter jejuni o coli desarrolla como
gotas de agua extendidas a lo largo de la estría; el Gram y la movilidad en fresco orientan
a su caracterización.
La identificación confirmatoria se realiza en todos los casos por pruebas metabólicas y
bioquímicas complementarias (oxidasas, OF, utilización de azúcares y aminoácidos, investiga-
ción de productos finales diversos, etc.), y eventualmente por reacciones antígeno-anticuerpo
180 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

de aglutinación que enfrentan las suspensiones bacterianas con antisueros específicos para
permitir la caracterización antigénica O, H y K. Los caldos de enriquecimiento se cultivan
por tiempos variables según el germen a investigar (1 y 3 días para Salmonella; 21 días a 4ºC
para Yersinia, por ej.). Se realizan reaislamientos en placas de agar selectivo y diferencial, como
para la siembra primaria, y las colonias resultantes se estudian de la misma manera. Pueden
ser necesarios ensayos especiales más complicados.
a) Inoculación de cultivos celulares para investigar citotoxinas o enterotoxinas en caldos de
cultivo (filtrado) de ciertos tipos de E. coli: ETEC, VTEC.
b) Inoculación de animales: ratón lactante para investigar ST de E. coli; conjuntiva de cobayo
o conejo para confirmación de EIEC.
c) Pruebas de ELISA o aglutinación de látex para investigación de enterotoxinas de E. coli
o de V. Cholerae.
d) Técnicas de PCR o hibridación con sondas de ADN para identificación específica de
ácidos nucleicos bacterianos en materias fecales tratadas o en cultivos realizados a partir
de las mismas.
El diagnóstico de las gastroenteritis virales se basa en la detección del virus o sus com-
ponentes (proteínas o ADN) en muestras de materias fecales. El microscopio electrónico
es muy importante para el diagnóstico viral, pero requiere mucho tiempo de observación,
es poco sensible, a menos que se combine con técnicas inmunológicas (inmunoelectromi-
croscopía), y no se encuentra disponible en todos los laboratorios por su costo. Los cultivos
celulares constituyen un método laborioso, y la mayor parte de los agentes que producen
gastroenteritis crecen mal en los mismos. El análisis para la detección de antígenos virales
es el método diagnóstico más utilizado. Se usan técnicas de ELISA. Son métodos sencillos,
rápidos y sensibles. Debido a que no cuentan con una especificidad del 100%, las muestras
positivas se deben confirmar mediante otro ELISA denominado de bloqueo. La aglutinación
de látex es una técnica de menor sensibilidad y especificidad que el ELISA, pero es un método
rápido y práctico. La PAGE (electroforesis en gel de poliacrilamida) estudia el ARN viral en
materias fecales tratadas. Permite detectar los genes de Rotavirus y distinguir sus caracterís-
ticas y sus variantes para el estudio de la epidemiología molecular de estas infecciones. Es un
método de alta sensibilidad y especificidad, pero no se practica en los laboratorios de análisis
clínicos. Lo mismo debemos decir de muchas de las técnicas de estudio copromicrobiológico
mencionadas más arriba.
La investigación de un brote de toxiinfección alimentaria requiere la puesta en juego de
un conjunto de procedimientos ordenados.
1. Obtención de datos personales, información clínica de cada uno de los afectados, alimentos
involucrados, etc. (Ver cuadro 5).
2. Envío rápido al laboratorio (Bromatología, IMM) de un mínimo de 50g de los alimentos
sospechosos (según tasas de ataque); refrigerados y en recipientes estériles.
3. Envío rápido a Laboratorio de Microbiología Médica (Ej.: División Laboratorios, MSP, o
Instituto de Higiene) de 5g de heces o vómitos de los pacientes; refrigerados, en frasco
estéril, y con medio de transporte si es posible.
Para la orientación del estudio microbiológico hacia los agentes etiológicos probables y la
correcta elección de las técnicas de laboratorio, se requiere contar con datos sobre la enferme-
dad (síntomas, período de incubación, duración, etc.), y sobre los alimentos sospechosos, causas
posibles de su contaminación, proporción de personas afectadas que estuvieron expuestas,
etc. El cuadro 6 presenta un esquema de la intervención del laboratorio en la investigación
de un brote. Los procedimientos centrales son habitualmente los siguientes.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 181

Cuadro 5. Toxiinfección alimentaria. Estudio de un brote

Información médica
Datos personales
Fecha, lugar, etc.
Síntomas: incubación; descripción, duración
Información de los alimentos
Tipo
Origen; preparación; conservación
Tasas de ataques
Manipuladores
Información de laboratorio
Alimento
Personas afectadas; ambiente, utensilios; manipuladores
Resumen
Fecha, lugar, circunstancias.
Personas afectadas, clínica.
Comida involucrada, causas.
Germen responsable

Cuadro 6. Toxiinfección alimentaria. Diagnóstico de laboratorio

Orientación
• clínico epidemiológica
• tipo y aspecto del alimento sospechoso
• frotis del alimento y material clínico
1. Cultivo del microorganismo responsable
• En materias fecales.
• En vómitos.
• En alimentos: homogenización previa; cualitativo o cuantitativo.
2. Investigación de toxinas
• En alimentos
• En materiales clínicos: MF, sangre
Enterotoxina estafilocóccica
Toxinas botulínicas
α toxina de C. perfringens
3. Antígenos virales en heces: ELISA, látex
4. Investigación de gérmenes en ambiente, utensilios. Portadores

1. La realización de cultivos a partir de alimentos, heces o vómitos, utilizando medios


especiales (de enriquecimiento, selectivos y diferenciales) y frecuentemente técnicas
cuantitativas.
2. La búsqueda de toxinas en materiales clínicos o en alimentos.
El diagnóstico clínico presuntivo de toxiinfección alimentaria por S. aureus se basa en la
identificación de un grupo de casos con instalación brusca de síntomas predominantemen-
te digestivos altos y corto período de incubación, asociados a la ingestión de un alimento
sospechoso. El hallazgo de S. aureus en gran número en los alimentos, heces o vómitos sirve
como indicación de enfermedad estafilocócica. Puede utilizarse medio selectivo y diferencial
de Baird Parker, con yema de huevo y telurito de potasio, donde se aprecian colonias negras
con borde en tapa de refresco, halo de precipitación por lecitinasa y contorno iridiscente
182 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

por producción de lipasa. S. aureus son cocos grampositivos, catalasa positivos, coagulasa
positivos, y productores de termonucleasa detectable sobre agar DNA azul de toluidina. La
confirmación se realiza por la detección de enterotoxina en el alimento, o de la producción
de enterotoxina por el germen cultivado en abundancia. La investigación de enterotoxinas
se realiza por reacción de precipitación antígeno-anticuerpo con antitoxinas en lámina, por
ELISA sandwich polivalente comercial, o por RPLA (aglutinación pasiva reversa de látex).
La confirmación de la enfermedad por B. cereus se realiza mediante la detección de
grandes cantidades de microorganismos: >105 bacterias por gramo, en el alimento, en las
heces, o en ambos. Se utiliza agar selectivo y diferencial MYP, con manitol, yema de huevo y
polimixina, que inhibe bacterias gramnegativas. B. cereus es manitol negativo y gran productor
de lecitinasa. La enterotoxina de la forma diarreica es detectable en alimentos o filtrados de
cultivos por RPLA.
Para afirmar que la causa de toxiinfeción alimentaria es C. perfringens deben cumplirse uno
o más de estos criterios: a) aislamiento del mismo subtipo capsular en el alimento sospechoso
y en las heces de la persona enferma, o en la mayoría de las personas enfermas; b) presencia
de >106 gérmenes por gramo de alimento, o un promedio de >106 esporos por gramo de
materia fecal. Los cultivos se realizan en anaerobiosis sobre agar TSC (triptona sulfito ciclo-
serina) con posterior identificación de las colonias negras sospechosas. Es confirmatoria la
detección de α toxina en el alimento, con técnica de hemólisis radial cuantitativa controlada
por neutralización con antitoxina. La enterotoxina de C. perfringens es detectable en cultivos
o en materias fecales por RPLA.
El diagnóstico de botulismo es clínico, epidemiológico y de laboratorio. El último se hace
de la siguiente forma.
a) Evidenciando la toxina en el suero, heces, vómitos o extracto de tejidos si el paciente
ha fallecido. Se demuestra su acción patógena por inyección intraperitoneal en el ratón,
confirmando por calentamiento la termosensibilidad del producto tóxico, y su neutrali-
zación con antitoxina en la prueba del ratón protegido. Las pruebas sirven si el paciente
no ha recibido ya antitoxina.
b) Demostrando la presencia de toxina en el alimento sospechoso homogeneizado y tratado
con tripsina, y aislando a partir de él el germen causal. Se destruyen las formas vegetativas
con alcohol o calor, se realiza cultivo anaerobio en caldo de enriquecimiento, aislamiento
en agar hígado yema de huevo, y selección en caldo de colonias que deben ser identificadas
por su morfología, sus actividades enzimáticas y su producción de toxina.
El diagnóstico de colitis pseudomembranosa por Clostridium difficile se realiza por endos-
copía en pacientes con clínica compatible y antecedentes de tratamiento con antibióticos.
El aislamiento del germen a partir de materias fecales se realiza en agar cicloserina cefoxitina
fructosa yema de huevo, y es positivo en 95% de los enfermos. Las citotoxinas son detectables
por inoculación sobre cultivos celulares, o por ELISA.
En pacientes VIH + pueden ser necesarias la endoscopia e incluso la biopsia para confirmar
la infección intestinal con Mycobacterias o Citomegalovirus cuando la etiología no puede ser
determinada por estudios sobre materias fecales.

Tratamiento

Se basa fundamentalmente en medidas de sostén, tanto en lo que se refiere a los bacterias


como a los virus, con el fin de evitar o corregir la deshidratación y la desnutrición, que ge-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 183

neralmente ocurren en los más pequeños debido a la pérdida de líquidos y también a la mala
alimentación a que son sometidos estos niños en el curso de una gastroenteritis. Requiere
especial cuidado la realimentación de niños con diarrea persistente y alteraciones importantes
en su funcionalidad digestiva.
Debe quedar claro que el tratamiento con antibióticos está limitado a casos específicos de
diarrea con sangre, donde se acorta el tiempo de excreción del germen y los días de enfermedad,
a situaciones de invasión bacteriana sistémica, y también a aquellos casos donde se confirma
cólera. Las cepas epidémicas de V. cholerae siguen siendo sensibles a la tetraciclina, que es el
antimicrobiano indicado. Como alternativa puede usarse furazolidona u otros. Metronidazol
o vancomicina son los antibióticos de elección para la enterocolitis por C. difficile. La terapia
debe mantenerse 7 a 14 días, pero aún así las recurrencias no son raras.
En el botulismo, el cuidado intenso de sostén y el apoyo respiratorio son primordiales para
reducir la letalidad. El tratamiento antitóxico específico del paciente con diagnóstico primario
debe ser precoz, para remover de la circulación la toxina no fijada todavía. Se usa antitoxina
polivalente de comienzo, y monovalente una vez confirmado y tipificado el agente causal.

Prevención
Teniendo en cuenta las altas tasas de morbilidad que presenta la diarrea aguda en la población,
los altos costos de atención institucional y la existencia de posibilidades reales de lograr un
control efectivo, las gastroenteritis deben ser consideradas prioritarias dentro de los programas
de salud. Para ello existe una gran cantidad de medidas posibles, desde facilitar el acceso a
la asistencia primaria de la salud y a la terapia de rehidratación oral, promover la lactancia
materna y la preparación higiénica de los alimentos infantiles, enseñar a la comunidad y al
personal de salud el cumplimiento estricto de las precauciones universales para el control de la
diseminación de infecciones, como el lavado de manos y los métodos de barrera (guantes y uso
de túnica), y algo fundamental como es mejorar las condiciones sanitarias del medio ambiente
(recolección de la basura, saneamiento, suministro de agua potable intradomiciliaria, etc.).
En la toxiinfección alimentaria es limitado el conocimiento de la realidad epidemioló-
gica nacional. El informe y estudio sistemático de los brotes es fundamental para conocer
los microorganismos prevalentes y los alimentos de mayor riesgo. En tanto estos datos no
se manejen, se gastarán a ciegas importantes montos en estudios de inspección y análisis de
alimentos posiblemente irrelevantes. Al hablar de la importancia de esta entidad mencionamos
los principales factores que contribuyen a limitar su difusión, y jerarquizamos la necesidad
de adecuada cocción de los alimentos, y conservación de los mismos por refrigeración. Los
cuidados de higiene en la manipulación, preparación y envasado de los alimentos, y el aleja-
miento temporal de manipuladores enfermos tiene más importancia que la búsqueda obsesiva
de portadores asintomáticos. La preservación de intereses económicos no debe interferir con
la necesidad de explorar y operar cuidadosamente sobre la realidad para contar con fuentes
seguras de alimentos de origen vegetal o animal.
La prevención de la diarrea infantil mediante inmunización activa es una meta difícil de
lograr, por la multiplicidad de microorganismos involucrados (virales, bacterianos y parasita-
rios), por la inmadurez inmunológica de los lactantes que constituyen la población objetivo,
y por la necesidad de presentar preparados inmunizantes utilizables por vía oral, que resistan
el tránsito gástrico y que despierten una buena respuesta inmune celular y humoral (IgA) a
nivel local, intestinal, en lo posible acompañada de un componente sistémico, como ocurre
en la infección natural.
184 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

En desarrollo pleno, la población linfocitaria intestinal es la más numerosa del organismo.


La pared entérica presenta estructuras de captación y presentación de antígenos y sistemas
celulares de respuesta a los mismos que resultan en expresión a nivel local, a nivel sistémico
(recordar vacunas antipolio), y en la superficie de otras mucosas por migración de células
inmunocompetentes (inmunización por vía entérica contra Adenovirus respiratorios).
En inmunidad antibacteriana importan no solo las respuestas antitóxicas o antiadhesinas,
sino también las dirigidas contra los antígenos de pared y los flagelos, que parecen jugar un
papel a tener en cuenta en la infección natural (ej. por V. cholerae), aunque en algunos casos
esos componentes de los gérmenes no contribuyan en forma relevante a la patogenicidad
microbiana. Las vacunas por vía oral con gérmenes inactivados han resultado en general
poco inmunogénicas. Se han ensayado diversas cepas atenuadas de Shigella, de EPEC y de
Salmonella. Los cultivos aroA de Salmonella (ej. S. enteritidis) pueden servir, por construcción
genética de laboratorio, como transportadores y presentadores de antígenos correspondientes
a otros patógenos. Se están ensayando en este momento para la prevención de la infección en
aves. Para la prevención del cólera, la vacuna tradicional de gérmenes muertos no es efectiva,
y no se recomienda su uso. Están en uso a nivel de prueba de campo dos tipos distintos de
vacunas: a) vacuna inactivada que contiene bacterias “completas” y componente B de la
toxina agregado como sustancia inmunizante y como adyuvante; es un producto seguro, pero
la eficacia es limitada, parece tener cierto efecto protector contra las infecciones por ETEC;
b) vacuna viva atenuada, preparada por modificación genética, que contiene la mayor parte
de los antígenos bacterianos, incluyendo la porción B de su toxina CT, pero no su sector A,
activo. Es crítico el cuidado de la inocuidad de estas cepas. Ambos tipos de vacuna anticolé-
rica son inefectivos para las infecciones por V. cholerae O139. Se abre todo un nuevo período
de investigación en el tema. El toxoide botulínico es medicación preventiva obligatoria para
trabajadores de laboratorio que manejen este germen o sus toxinas, en estudios básicos o de
toxiinfecciones alimentarias. Para Rotavirus se han hecho ensayos con vacunas atenuadas
para el hombre, de origen animal: bovino y simiano. Han demostrado ser seguras e inmuno-
génicas, pero de eficacia limitada. Algunas atenúan los síntomas, más que disminuir las tasas
de infección. Están en estudio cepas “neonatales” atenuadas, procedentes de recién nacidos
infectados pero no enfermos. La protección conferida por una cepa atenuada es alta para la
infección homotípica, pero la inmunidad heterotípica es menor; esto ha llevado a ensayar la
construcción de vacunas polivalentes por reordenación genética de virus animales o humanos,
de gérmenes atenuados transportadores de antígenos de Rotavirus, y de vacunas no vivas,
preparadas con proteínas virales de distintos tipos, para uso parenteral u oral. El desarrollo
futuro requiere tener en cuenta no solo el contenido antigénico viral, sino su presentación,
dosis, vías y formas de modulación de los distintos tipos de respuesta inmune.
En lo que respecta en general a las vacunas contra la gastroenteritis, existe controversia
a nivel de salud pública en el mundo, ya que el ensayo y uso de preparados no bien eficaces
puede crear un falso sentido de seguridad en la comunidad, y desviar recursos de las medi-
das prioritarias de mejora de las condiciones higiénicas, ambientales y sociales. Ejemplo: la
provisión de agua potable abundante y de saneamiento son las medidas de salud pública más
efectivas para controlar la difusión del cólera. La inversión de tiempo y dinero en la búsqueda
de vacunas no debe interferir con el desarrollo prioritario de los recursos mencionados.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 185

Práctico de gastroenteritis

• CASO 1. Lactante de siete meses, sexo masculino, sin antecedentes patológicos perso-
nales ni familiares a destacar. Procedente de un medio socioeconómico deficitario. Mal
alimentado. Comienza hace 48 hs con deposiciones líquidas, 10 a 12 por día, agregando
en la evolución deposiciones con sangre. Consulta en una policlínica periférica, donde le
indican agua de arroz y té. Agrega a las 24 hs vómitos, rechazo del alimento y depresión
neuropsíquica. Al ingreso en la emergencia instala movimientos tonicoclónicos de los
cuatro miembros, con revulsión ocular, que dura cinco minutos.
Al examen físico se comprueban signos de deshidratación por lo cual se comienza el
tratamiento de reposición.

PRÁCTICO. Se observarán placas de agar Mac Conkey y de SS sembradas con heces


del paciente, en las cuales se observan abundantes colonias lactosanegativas. Se realizará
a partir de ellas siembra con punta en medios de TSI, FA y otros.

DISCUSIÓN. Se hablará de cuando está indicada o no la realización de un coproculti-


vo.
Toma de la muestra y transporte. Métodos de estudio. Medios de cultivo utilizados. In-
terpretación de resultados.

PREGUNTAS
¿Cuáles pueden ser los gérmenes involucrados en este caso?
¿Qué factores de virulencia están involucrados en la infección?
¿Cuál sería la mejor forma de terapia en esta situación?
¿Fue correcta la que se realizó?
¿Usaría antibióticos en este caso?
¿Cuáles son los factores que tendría en cuenta para la prevención de la diarrea infeccio-
sa?

• CASO 2. Lactante de cinco meses, sexo femenino, procedente de un medio socioeco-


nómico deficitario, alimentado artificialmente. Cursa desde hace unos días un cuadro
respiratorio caracterizado por rinitis serosa y tos seca. Comienza hace 24 hs con rechazo
del alimento, fiebre y vómitos abundantes. Agrega en las últimas horas deposiciones lí-
quidas (5 a 6 en 12hs). Debido a que las deposiciones aumentan en cantidad y frecuencia
la madre consulta, constatándose en la puerta de emergencia signos de deshidratación.

PRÁCTICO. En las placas de agar Mac Conkey y SS no se observa crecimiento algu-


no.

PREGUNTAS
¿Por qué cree usted que no hubo crecimiento en las placas?
¿Estaba justificada acá la realización de un coprocultivo?
¿Cuáles pueden ser los gérmenes involucrados en este caso?
Si a usted le interesara epidemiológicamente pedir un diagnóstico, ¿qué otros métodos
de estudio emplearía para buscar el germen responsable?
186 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

• CASO 3. Paciente de nueve meses, sexo femenino, procedente del interior, de medio
socioeconómico aceptable. Bien alimentado. Presenta desde hace 15 días fiebre, dificultad
para alimentarse y rinitis serosa. Hace dos días comienza con deposiciones líquidas, cinco
a seis por día, sin elementos anormales. Consulta la madre, y se le indica sales de rehidra-
tación oral (SRO) luego de cada deposición. Continúa igual, agregando hace 24 horas
deposiciones con estrías de sangre. Antes de la consulta, sufre un episodio convulsivo de
tres a cuatro minutos de duración. La madre relata que desde hace varias horas no orina,
y que lo nota muy pálido. Al examen físico: deprimido, febril. Palidez cutaneomucosa. Sin
signos de deshidratación. Pañal sin deposiciones ni orina. Con el diagnóstico presuntivo
de síndrome hemolítico urémico se interna en Cuidados Intensivos, donde se recogen
materias que se envían al Departamento de Bacteriología y Virología del Instituto de
Higiene.

PRÁCTICO. Se observan placas sembradas de agar Mac Conkey y SS. De colonias lactosa
positivas se inocularán tubos de Agar Infusión, citrato y lisina. Se mostrará verotoxicidad
de las materias fecales. Fotos de PCR.

DISCUSIÓN. Se hablará de las posibles etiologías del SHU, su patogenia, epidemiología,


y pasos a seguir en el diagnóstico.

• CASO 4. Paciente de 3O años con antecedentes patológicos de gastritis. Regresa de


un viaje por Centroamérica. Comienza a las 48 hs con deposiciones líquidas abundan-
tes, acuosas, de color amarillento parduzco. Concomitantemente, decaimiento y dolor
abdominal. Todo cursa en apirexia. Agrega vómitos y continúa con deposiciones que
cada vez son más frecuentes y más abundantes. Se queja de calambres. Es trasladado
a la emergencia donde se constatan signos de deshidratación y acidosis metabólica. Se
comienza el tratamiento en base a fluidos por vía intravenosa y vía oral con SRO, requi-
riéndose en primera instancia dos litros de suero y electrolitos. Se recogen materias para
un coprocultivo. Se trata además con antibióticos, y evoluciona satisfactoriamente. En
el cultivo crece V. cholerae.

PRÁCTICO. Observación de colonias de Vibrio en agar TCBS (medio selectivo, y dife-


rencial que contiene tiosulfato, citrato, sales biliares y sacarosa). Prueba de la Oxidasa.
Sensibilidad al compuesto O/129 en disco. Comportamiento en medio de TSI (sacarosa
positivo).

PREGUNTAS
¿Es importante aquí la realización de un coprocultivo?, ¿por qué?
¿Todas las cepas de V. cholerae son capaces de causar cólera?
¿Cómo se trasmite? y ¿cuáles son las medidas que usted y la comunidad deben tomar para
prevenirlo?

• CASO 5. A.S., 25 años, sexo femenino, residente de Montevideo, regresa de un viaje


con sus compañeros de estudio a una ciudad del interior. A las 48 horas de haber ingerido
milanesas con ensalada rusa en un restaurante de la zona, comienza con sensación nau-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 187

seosa y vómitos, agregando a las pocas horas cólicos abdominales y deposiciones líquidas
abundantes, al igual que la mayoría de sus compañeros. Al examen físico: paciente in-
tensamente dolorida, con fiebre de 38º C axilar. Abdomen: dolor a la palpación en zona
periumbilical y en fosa ilíaca derecha. No presenta defensa ni contractura. Se realizó
tratamiento en base a fluidos por vía intravenosa y electrolitos. El coprocultivo muestra a
las 24 hs el desarrollo de bacterias lactosa negativas H2S positivas, que estudiadas revelan
ser Salmonella enteritidis.

PRÁCTICO. Observaremos en medios de Mac Conkey y en SS las colonias sospecho-


sas. Se realizará la siembra de esas colonias en TSI y fenilalanina, como paso inicial de
identificación.

PREGUNTAS
¿Cuál cree usted que fue la causa de la infección por Salmonella?
¿Cuál es el mecanismo patogénico del germen como productor de gastroenteritis?
¿Conoce otros métodos de estudio, que puedan complementar los ya vistos?
¿Qué medidas pueden tomarse para evitar este tipo de infecciones?
188 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 189
Página 189

11 Infección urinaria
M. Torres, A. Mattera

Generalidades

Se considera infección urinaria a la presencia de bacterias en sectores normalmente estériles


del aparato urinario, con la consiguiente respuesta inflamatoria. Las infecciones urinarias (IU)
constituyen una patología muy frecuente, de elevada morbilidad, en muchos pacientes son
recurrentes o pueden determinar complicaciones graves como sepsis o secuelas importantes,
como daño renal.
Desde el punto de vista anatómico, cabe recordar la división del tracto urinario en dos
sectores, alto (riñones, pelvis renales y uréteres) y bajo (vejiga y uretra).

Definiciones
• Bacteriuria: presencia de bacterias en la orina.
• Bacteriuria sintomática o asintomática: según se acompañe o no de síntomas vinculados al
aparato urinario.
• Bacteriuria significativa: número de bacterias por mililitro de orina que se corresponde
estadísticamente con una infección urinaria.
En los años 50, Kass definió el recuento de 100.000 o más colonias por ml de orina (105
ufc/ml) como criterio de bacteriuria significativa, o sea indicadora de IU verdadera. Este criterio
fue establecido comparando el número de bacterias por ml de orina en muestras obtenidas
por punción suprapúbica (PSP) y chorro medio en mujeres con pieloniefritis sintomática.
Con el correr del tiempo, otros autores han propuesto niveles menores para el diagnóstico
de bacteriuria significativa, en ciertas poblaciones de pacientes sintomáticos, por ejemplo
103 ufc/ml y 102 ufc/ml. Bajos recuentos bacterianos podrían deberse también a IU por cocos
grampositivos, diuresis forzada, antimicrobianos suministrados previamente, contaminación
de la muestra, o muestras tomadas muy al inicio de la enfermedad. Es importante recordar
que también se observan recuentos bajos en IU adquiridas por vía hematógena.

Epidemiología
La prevalencia de IU varía con el sexo y la edad. En recién nacidos y lactantes son más comu-
nes en varones y suelen asociarse a anomalías congénitas. Ya en edad escolar predominan en
mujeres, lo cual se mantiene durante la edad adulta. Algunas condiciones como el embarazo
190 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

y la diabetes, se asocian a una mayor incidencia. En la vejez, las tasas de IU son mayores
en mujeres pero se observa un aumento de los casos en hombres, asociado a enfermedades
tales como pobre vaciamiento vesical debido a prolapso uterino o uropatía obstructiva por
enfermedad prostática.

Flora del tracto urinario


Como se mencionó en el correspondiente capítulo, el tracto urinario es estéril, salvo el sector
distal de la uretra, que se encuentra colonizado por bacterias procedentes de piel y perineo
adyacentes (Corynebacterium spp, Lactobacillus spp, S. epidermidis, enterobacterias, etc.).

Agentes etiológicos
En la gran mayoría de los casos, se trata de infecciones monomicrobianas y predominan los
bacilos gramnegativos. Los agentes pueden variar según la edad, sexo y patología subyacente.
El agente más frecuente es Escherichia coli. En las infecciones de pacientes ambulatorios pre-
domina E. coli, seguido de Klebsiella spp., Proteus spp. y otros bacilos gramnegativos y cocos
grampositivos, como S. saprophyticus, Enterococcus spp. y Streptococcus agalactiae. Proteus spp.
suele asociarse a anomalías de la vía urinaria, especialmente litiasis.
Más raramente Haemophilus influenzae se aísla de infecciones comunitarias.
En infecciones hospitalarias, pacientes con enfermedad urológica subyacente o portadores
de sondas, la frecuencia relativa de E. coli disminuye y se aíslan Pseudomonas spp., otros baci-
los gramnegativos no fermentadores, enterobacterias como Klebsiella spp., Enterobacter spp.,
Serratia spp. y levaduras. Suele tratarse además de cepas más resistentes a los antibióticos.
Infecciones por S. aureus o Salmonella spp. indican generalmente infección renal metástasica
en el curso de una bacteriemia. Cabe recordar que Mycobacterium tuberculosis también puede
producir infección renal por vía hematógena.
Las IU polimicrobianas son excepcionales y se observan en sondados o pacientes con
fístulas que comunican la vía urinaria con intestino o vagina. Adenovirus tipo 11 causa cistitis
hemorrágia epidémica, especialmente en niños varones. Chlamydia trachomatis produce uretritis
que será tratada en otro capítulo. El papel de otros agentes (Gardnerella vaginalis, Mycoplasma
hominis, Ureaplasma urealyticum) ha sido postulado, pero no del todo aclarado.

Patogenia
En la gran mayoría de los casos, la IU es causada por microorganismos del tubo digestivo
del propio paciente, que alcanzan el tracto urinario por la vía ascendente. Más raramente lo
hacen por vía hematógena, en el curso de una bacteriemia a partir de un foco a distancia.
Una vez en la vía urinaria deben ser capaces de adherirse y multiplicarse. Como en otros
casos, que se desarrolle o no IU depende de los mecanismos de defensa del huésped y los
atributos patogénicos del germen. Los mecanismos de defensa del tracto urinario son los que
se enumeran a continuación.
1. El libre flujo de orina, el vaciamiento vesical periódico, determina un lavado por arrastre
que impide que gérmenes con escasa afinidad por el urotelio lo colonicen. El flujo urinario
comprometido de forma mecánica o funcional es la condición predisponente más común
en pacientes con infección urinaria. Esta obstrucción puede deberse a cálculos, hipertrofia
prostática, etc.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 191

2. Normalmente, la válvula vesicoureteral previene el reflujo de orina de la vejiga hacia


sectores más altos. Alteraciones funcionales o anatómicas de esta determinan un mayor
riesgo, que se observa especialmente en la infancia.
3. La proteína de Tamm Horsfall, presente en la orina, contiene numerosos residuos de
manosa que inhiben competitivamente la adherencia mediada por los pili manosasensi-
bles.
4. La mucosa intacta es también una efectiva barrera frente a la colonización. Algunas bac-
terias como S. saprophyticus requieren la presencia de fibras de colágeno que se exponen
en la superficie luego de microtraumatismos (durante las relaciones sexuales), lo que
explicaría la presencia de este agente en IU en mujeres en edad genital activa.
5. Ciertas características de la orina normal como la elevada osmolaridad, el contenido de
urea y el pH ácido, inhiben el crecimiento bacteriano.
6. El pH ácido de la vagina, determinado por la flora normal en la mujer y la actividad anti-
microbiana de las secreciones prostáticas en el hombre contribuyen también a dificultar
la colonización perineal por potenciales patógenos.
Además de los pacientes con obstrucción al flujo de orina, se encuentran predispues-
tos:
a) Los diabéticos con descontrol metabólico, la glucosuria favorece el desarrollo bacteria-
no.
b) Embarazadas, ya que durante esa etapa existe un mayor riesgo de infección urinaria debido
a factores mecánicos (disminución de la capacidad vesical provocada por la expansión
del útero, la presencia de hidrouréter, la disminución de la peristalsis y atonía ureteral)
y también factores hormonales que determinan cambios (metaplasia de células del uroe-
pitelio, aumento del tamaño renal y disminución de la capacidad de concentrar). Even-
tualmente, la presencia de glucosuria, en pacientes con diabetes gestacional contribuye
también a un mayor riesgo. Además la asociación de bacteriuria (sintomática o no) con
parto prematuro y bajo peso al nacer, ha sido fehacientemente demostrada, por ello se
recomienda la detección sistemática de la bacteriuria, como rutina de embarazo.
c) Niños portadores de reflujo vesicoureteral y otras anomalías. Se estima que hasta un 50%
de los niños con IU tienen reflujo.
d) Pacientes con vejiga neurógena en los que el incorrecto vaciado determina orina residual
vesical que se coloniza fácilmente.

Mecanismos de virulencia

Las cepas de E. coli uropatógenas (UPEC) suelen diferir de otras cepas de E. coli que integran
la flora fecal y no se encuentran como agentes de IU (no uropatógenas). Cepas de UPEC
demuestran una mayor capacidad de adherencia a células del epitelio vaginal y urinario,
resistencia al poder bactericida del suero, producción de hemolisina, y mayor producción
de antígeno capsular (antígeno K). Pertenecen además a un limitado número de serogrupos
(O1,O2, O4, O6, O7, O8, O9, O11, O18, O22, O25, O62 Y O75) .
La adherencia es importante no solo en la infectividad, sino que ciertas cepas exhiben una
mayor capacidad de producir IU altas. La adhesión está mediada por ligandos específicos que
se unen a receptores del huésped. Esos ligandos son pequeñas proteínas localizadas en los pili.
Pili tipo 1: presente en muchas enterobacterias, se une a residuos manósidos presentes en las
células del huésped. Esa unión puede ser inhibida competitivamente por la manosa, por lo que
192 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

se denominan manosa sensibles. Se cree que no son las adhesinas más importantes. Fimbrias P:
no se inhibe su unión por manosa, por lo que se denominan manosa resitentes. Son expresadas
por el 90% de las cepas que causan infecciones altas. Anticuerpos anti fimbrias P impiden el
desarrollo de pielonefritis en modelos animales. Otras adhesinas manosarresistentes como
adhesinas X, han sido identificadas. La adhesión mediante fimbrias probablemente también
esté presente en infecciones causadas por Klebsiella spp. o S. saprophyticus.
Una vez que la bacteria logra adherirse intervienen otros factores. La hemolisina, presente
en cepas UPEC, sería importante en el daño celular y en lograr que exista hierro disponible
para la bacteria. La aerobactina es un sideróforo, proteína que proporciona hierro a la bacteria.
El antígeno K, como en otros casos, su cápsula inhibe la fagocitosis. La endotoxina o LPS con-
tribuye a la inflamación a nivel renal y a las manifestaciones sistémicas en pacientes sépticos.
La ureasa, producida por Proteus spp., es una enzima que desdobla la urea presente en la orina
en amonio y dióxido de carbono, determinando una elevación del pH urinario. El medio más
alcalino da como resultado la precipitación de sales de calcio y magnesio y la formación de
cálculos, que a su vez sirven como reservorio de bacterias. También producen ureasa aunque
en menor cantidad, Klebsiella spp. y S. saprophyticus. Las cepas aisladas de pacientes con IU y
patología urológica subyacente suelen exhibir menos atributos de virulencia.

Manifestaciones clínicas
Clásicamente la presencia de fiebre y dolor en una o ambas fosas lumbares se considera
indicadora de pielonefritis, en tanto la disuria y la polaquiuria serían propias de la cisititis.
Debido a diferencias terapéuticas y pronósticas de las infecciones altas y bajas, se han hecho
numerosos esfuerzos en intentar localizar la altura de la infección sin que ninguna técnica fuera
lo suficientemente práctica para su uso rutinario. Si bien los signos y síntomas pueden sugerir
la localización de la infección (alta o baja), no son específicos. Es bueno entonces recordar
que las manifestaciones clínicas no siempre permiten establecer un diagnóstico preciso de
localización. En base a la presencia o ausencia de condiciones subyacentes que favorezcan la
infección es clásico clasificar a las IU en complicadas y no complicadas.
• Cistitis aguda: ocurre principalmente en mujeres jóvenes sin patología subyacente. Se
manifiesta por ardor miccional, disuria, polaquiuria, eventualmente hematuria y dolor
suprapúbico. El diagnóstico diferencial se debe establecer con otras causas de disuria
(vaginitis y uretritis). Se estima que entre 10% y 35% de las pacientes con este cuadro
clínico presentan además infección renal oculta.
• Pielonefritis aguda no complicada: característicamente los pacientes se presentan con dolor
en fosas lumbares, asociado a síntomas sistémicos como fiebre, vómitos, etc., pudiendo o
no presentar síntomas concomitantes de cistitis. El cuadro clínico puede ser de gravedad
variable, incluyendo sepsis y shock séptico.
• IU complicadas: en este grupo se consideran todas las infecciones en pacientes de sexo
masculino y las de mujeres con factores predisponentes. Suelen presentarse de manera
menos típica, las complicaciones y las fallas terapéuticas son más frecuentes.
• Síndrome uretral agudo: definido como el que se presenta en mujeres jóvenes que tienen
disuria y piuria con urocultivos con recuentos menores a 105 ufc/ml. Este síndrome puede
deberse a uretrocistitis (por E.coli, etc.) o a otras causas (vaginitis, infección por N. go-
norrhoeae, C. trachomatis o herpes genital). De acuerdo a Stam y cols. en estas pacientes,
recuentos tan bajos como 102 ufc/ml son significativos.
• Prostatitis: la prostatitis aguda se presenta con fiebre y dolor perineal y lumbar y dolor a la
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 193

palpación prostática. Usualmente es debida a E.coli o más raramente a N. gonorrhoeae en


jóvenes. La prostatitis crónica se manifiesta con síntomas menos precisos o por bacteriuria
recurrente. Para el tratamiento se requieren drogas que alcancen buena concentración en
el tejido prostático (trimetoprim-sulfa, quinolonas fluoradas) por períodos prolongados.
• IU en el paciente sondado: luego de colocada la sonda, la probabilidad de desarrollar bacte-
riuria aumenta con los días de permanencia. Habitualmente el paciente está asintomático.
Sin embargo, la bacteriuria asociada a sonda vesical constituye una causa muy importante
de infección hospitalaria y bacteriemia por gramnegativos. Los gérmenes ingresan a la
vía urinaria en el momento de la inserción de la sonda, por vía periuretral o bien con-
taminando el sistema de drenaje. Por ello, las medidas de prevención más importantes
son extremar las medidas de antisepsia al colocar la sonda, preferiblemente por personal
bien entrenado, maximizar la higiene del área perineal y del meato uretral y mantener el
sistema colector cerrado.

Diagnóstico de laboratorio
• Pruebas de tamizaje: son pruebas rápidas, que permiten una orientación inicial; es conve-
niente realizarlas en orina de chorro medio.
• Estearasas leucocitarias: son enzimas presentes en leucocitos, indican piuria, en general
asociada a infección urinaria, pero que también pueden obedecer a otras causas. Un
resultado positivo se correlaciona con la presencia de más de 10 leucocitos por campo.
Pueden presentar falsos positivos debido a albuminuria, ácido ascórbico, detergentes, o
bien inflamación de otra causa o contaminación con secreciones vaginales. Los falsos
negativos se deben a la presencia de menos de 10 piocitos por campo y demoras en el
procesamiento (luego de 3 horas 35% pasan a ser negativos)
• Prueba de nitritos: presentes en la orina por la reducción de nitratos a nitritos ocasionada
por bacterias nitratorreductasa positvas (Enterobacteriaceae). Falsos positivos pueden ser
debidos a demoras en el transporte, sobrecrecimiento bacteriano, ciertas drogas, etc.;
falsos negativos se ven en infecciones causadas por Enterococcus spp. y otros gérmenes
nitratorreductasa negativos, y en pacientes con dieta con escasos nitratos. La realización
simultánea de estos dos test (disponibles en tiras reactivas comerciales) tiene una sen-
sibilidad y especificidad elevadas si se los compara con recuentos de 105 colonias por ml
de orina, pero la sensibilidad es menor para recuentos más bajos.

UROCULTIVO
Es el cultivo de la orina, que debe ser obtenida en condiciones especiales para evitar la
contaminación con flora de la uretra distal y el perineo. El método elegido para la toma de
la muestra dependerá del paciente. Como en todo estudio microbiológico se deben recordar
ciertas premisas básicas.
• La muestra debe provenir del sitio de infección.
• Se debe evitar la contaminación con flora normal adyacente.
• Recoger la muestra previo a la administración de antimicrobianos.
• Adjuntar boleta con datos del paciente, datos clínicos y forma de obtención.
• No enviar muestras en colectores, mal tapadas, sucias o derramadas.
194 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

OBTENCIÓN DE LA MUESTRA
Para urocultivo se prefiere utilizar como contenedor un frasco estéril, boca ancha, tapa de
rosca, correctamente rotulado.
a) Chorro medio: es un método no invasivo que consiste en recoger la porción media del
chorro de orina emitida en forma espontánea, descartando la porción inicial para eliminar
la flora. Es preferible la primera orina de la mañana o al menos tres horas de retención
(orina preincubada). Se debe indicar al paciente lavar la zona genital con abundante
agua y jabón, enjuagarse con abundante agua, comenzar a orinar descartando el primer
chorro, sin detener la micción recoger únicamente la parte media del chorro de orina en
el frasco sin tocar la piel, cerrar bien el frasco, rotularlo. Si el procedimiento no se realiza
correctamente, la orina se contaminará y el examen deberá repetirse. Los cultivos de orina
polimicrobianos suelen indicar contaminación. Significan una pérdida, ya que aumentan
los costos de la atención médica y retrasan la terapéutica. La cooperación del paciente
mejora los resultados, para ello se le deben brindar instrucciones por escrito, en forma
clara y sencilla, especialmente para pacientes ambulatorios. Esto evita el uso de técnicas
de recolección invasivas, disminuye las repeticiones y mejora el tiempo de devolución
del resultado. Los servicios con porcentajes elevados de repetición de urocultivos deben
revisar su técnica de recolección. En algunos pacientes se presentan dificultades.
En lactantes y niños sin control de esfínteres se debe esperar a que el niño orine, (reco-
lección “al acecho”), a veces son necesarias dos muestras. De todos modos, la muestra
obtenida mediante bolsas colectoras se desaconseja debido a que se contamina con faci-
lidad.
En embarazadas: en el último trimestre por el aumento de la altura uterina y la mayor
frecuencia de la micción son frecuentes estudios contaminados.
En pacientes ancianos, que no colaboran o que tienen patología de cadera, etc.
b) Punción suprapúbica: constituye el “patrón de oro”, ya que se obtiene la muestra directa-
mente de la vejiga, es relativamente sencilla en lactantes menores de un año. Realizada
por un médico entrenado presenta escasas complicaciones. Especialmente indicada en
niños graves, urocultivos anteriores no concluyentes, diarrea, vulvitis, etc. La desventaja es
que se trata de un método invasivo. Las ventajas son que permite documentar infecciones
con bajo recuento bacteriano e infecciones por anaerobios (muy raras).
c) Cateterización vesical: la colocación de sonda vesical con el único fin de obtener una muestra
para urocultivo se desaconseja, debido al riesgo de infección ascendente iatrogénica. Debe
reservarse para indicaciones puntuales y ser realizada por personal bien entrenado.
d) Punción de sonda vesical: en pacientes sondados se puede obtener orina pinzando la sonda y
luego puncionando con jeringa y aguja por encima, previa desinfección de la sonda. Debido
a que los pacientes sondados a permanencia desarrollan invariablemente colonización de
la sonda y bacteriuria, estos urocultivos son de muy escaso valor.
e) Diagnóstico de tuberculosis: la tuberculosis renal es paucibacilar, por lo que se requieren cinco
muestras de orina de chorro medio, recogidas en días sucesivos, con volumen no menor
a 50 ml, que será concentrado mediante centrifugación. Luego se realizarán coloraciones
y siembra en medios adecuados.

TRANSPORTE Y CONSERVACIÓN DE LA MUESTRA


Como en todos los casos, es preferible enviar la muestra al laboratorio de inmediato, dentro
de las dos horas, de lo contrario mantenerla refrigerada (4ºC a 8 ºC) no más de 24 horas,
para no alterar el recuento bacteriano.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 195

PROCESAMIENTO INICIAL
La interpretación del urocultivo por chorro medio implica un resultado cuantitativo, por
lo que es elemental sembrar un volumen conocido de orina. Esto se logra mediante el uso
de ansas bacteriológicas calibradas que cargan un volumen conocido; por ejemplo 10 o 100
microlitros. El número de colonias obtenidas (unidades formadoras de colonias) es luego
multiplicado por el número de veces que el inóculo entra en 1 ml.
Medios de cultivo empleados: deben permitir el desarrollo de los patógenos más frecuentes.
Se usan en general agar sangre ovina (medio no selectivo, permite apreciar características co-
loniales, determinar la hemólisis, etc.) en combinación con agar Mac Conkey lactosa (selectivo
y diferencial para bacilos gramnegativos no exigentes). También agar CLED (agar cisteína
lactosa, deficiente en electrolitos) es un medio diferencial que inhibe el “hauch” de Proteus
spp. Las placas son incubadas en atmósfera aerobia y examinadas a las 24 y 48 horas.

INTERPRETACIÓN DEL UROCULTIVO


Para el caso de pacientes con síntomas es suficiente con una muestra por chorro medio para
la interpretación del estudio, y es por ello que se considera imprescindible contar con el dato
clínico. Pueden requerirse muestras repetidas para el diagnóstico de pacientes asintomáticos.
La especificidad aumenta al repetir la muestra.

Nº de cultivos Especificidad
1 muestra 85%
2 muestras 95%
3 muestras 100%

Es fundamental saber como se recolectó la muestra (chorro medio, punción suprapúbica,


punción de sonda vesical, etc.), si el paciente tenía o no síntomas, el volumen sembrado y si
se aisla un probable patógeno urinario o un contaminante.
Recuento de bacterias por volumen de orina: se considera en la orina obtenida por cho-
rro medio; en la orina de punción vesical todo recuento es significativo. Si se siembran 100
microlitros (ansa 0,1 ml), se multiplica por 10 (cada colonia representa 10 colonias/ml).
Si se usa un ansa de 10 microlitros (0.01 ml) cada colonia representa 100 por ml de
orina.

Recuento Dato clínico Muestra Conducta


4
> 10 ufc/ml, 1 o 2 Sintomático Chorro medio, sonda Identificación
probables patógenos vesical Antibiograma
> 103 ufc/ml Sintomático Chorro medio, sonda Identificación
1 probable patógeno Sexo masculino vesical Antibiograma
Tres o más organ- Chorro medio, sonda Ninguno, repetir
ismos vesical
> 102 ufc/ml prob- Punción supra- Identificación
able patógeno (1 o púbica, nefrostomía, Antibiograma
más gérmenes) cistoscopia
Tabla adaptada de: Clinical Microbiology Procedures Handbook, American Society for Microbi-
ology
196 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Principios generales de terapéutica antimicrobiana

El tratamiento antimicrobiano de las infecciones urinarias se basa en los siguientes princi-


pios.
• Las drogas a utilizar deben alcanzar buena concentración en orina. En la infección urina-
ria no complicada, el éxito terapéutico se correlaciona con la concentración inhibitoria
alcanzada en orina, más que en plasma. Algunas drogas son solamente bacteriostáticas o
activas exclusivamente en el tracto urinario.
• Las más empleadas son quinolonas, algunos betalactámicos, trimetoprim sulfa, nitrofu-
rantoína y aminoglucósidos.
• El tratamiento empírico es en general necesario, hasta obtener el resultado del urocultivo.
(habitualmente 48 horas). Se deben elegir drogas cuyo espectro cubra los posibles agentes
etiológicos, con menores efectos tóxicos, con menor costo y con mínimo efecto sobre la
flora normal. Además se deben conocer datos epidemiológicos de sensibilidad y resistencia
a nivel local.
• La duración del tratamiento en la cisititis actualmente se acepta debe ser no menor a tres
días. Planes terapéuticos de menor duración tienen una tasa inaceptable de recaída.
• De acuerdo a la gravedad del cuadro clínico, la pielonefritis puede requerir hospitaliza-
ción o ser tratada en forma ambulatoria. La duración no debe ser menor a 14 días. Es
imprescindible realizar urocultivo.
• Bacteriuria asintomática: existe evidencia de que el tratamiento es necesario en em-
barazadas, niños y pacientes con neutropenia o trasplante renal. Para adultos fuera del
embarazo, especialmente los sondados, no hay evidencia de que el tratamiento de la
bacteriuria asintomática sea beneficioso.

Bibliografía
• Kunin CM. Urinary Tract Infections: Detection, Prevention and Management. 5th. Edition. 1997. Williams &
Wilkins
• Isenberg H. Clinical Microbiology Procedures Handbook. 1992. American Society for Microbiology
Press
• Koneman E. Diagnóstico Microbiológico, Atlas Color y Texto 5ta. ed. 1999 Editorial Medica Panamerica-
na.
• Weissfeld A. Cumitech 2B: Laboratory Diagnosis of Urinary Tract Infections. 1998. ASM Press.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 197
Página 197

12 Bacteriemias y sepsis.
Endocarditis
M. Macedo, G. Algorta, M. Vola, L. Pardo

Definiciones

Clásicamente se ha definido como sepsis a la respuesta inflamatoria sistémica frente a una


infección. En los últimos años, a medida que se ha ido dilucidando la patogenia de esta entidad,
han surgido nuevos términos para describir sus diferentes estadíos, lo que ha resultado en
denominaciones confusas que es preciso aclarar para comprender cuando nos encontramos
frente a un paciente con sepsis.
• Bacteriemia: simplemente implica la presencia de bacterias en la sangre, independiente-
mente de su magnitud, persistencia o respuesta que provoca en el huésped. Se encuentran
tres patrones diferentes: 1) transitoria, la que ocurre luego de la manipulación de tejidos
infectados (abscesos, forúnculos, celulitis), instrumentación sobre superficies mucosas
infectadas (extracción dentaria, cistoscopia, cateterización ureteral, aborto aspirativo)
y cirugía de sitios contaminados; 2) intermitente, debida a abscesos intraabdominales o
viscerales no drenados, osteomielitis, artritis, meningitis, neumonia; 3) continua, es la
característica principal de la endocarditis bacteriana y otras infecciones endovasculares.
También se observa en las primeras semanas de la fiebre tifoidea y brucelosis. Otro patrón
se observa en pacientes que están recibiendo antibióticos por vía sistémica, para los cuales
el microorganismo infectante es sensible (“breakthough” bacteriemia): cuando ocurre en
etapas tempranas de la terapéutica se debe generalmente a concentraciones inadecuadas
del antibiótico, y cuando ocurre más tardíamente se debe habitualmente a inadecuado
drenaje del foco infeccioso o deterioro de las defensas del huésped.
• Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS): es un síndrome que se define por la
presencia de por lo menos dos de las siguientes manifestaciones: 1) fiebre mayor a 38ºC
o hipotermia menor a 36ºC; 2) frecuencia cardíaca mayor a 90 cpm; 3) frecuencia res-
piratoria mayor a 20 rpm, o pCO2 menor a 32 mm de Hg; leucocitosis mayor a 12.000 o
menor a 4.000/mm3; o más de 10% de formas inmaduras. Este síndrome pude obedecer
a causas infecciosas o no infecciosas (traumas, quemaduras, etc.).
• Sepsis: es un SIRS que responde a una infección; por lo tanto, SIRS es una entidad am-
plia que incluye a la sepsis. Los pacientes con sepsis reúnen los cuatro criterios de SIRS;
esta forma de identificar clínicamente a los pacientes con sepsis es bastante sensible, sin
embargo es muy poco específica. La comprobación de bacteriemia en un paciente con
SIRS sella el diagnóstico de sepsis.
198 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

• Shock séptico: es la situación de sepsis asociada a hipotensión, pese a una adecuada repo-
sición de fluidos.
• Septicemia: es un término que ha caído en desuso pero que algunos autores todavía
utilizan, refiriéndose a un síndrome severo asociado con evidencia de infección aguda y
falla orgánica relacionada con la liberación de mediadores del tipo de las citoquinas en
la circulación.
Estas definiciones surgidas de un consenso en el año 1991, son discutidas por varios
investigadores, quienes consideraban que estos términos son demasiado amplios y poco
específicos para la gran heterogeneidad de pacientes que son clasificados de acuerdo a las
mismas. Dichos autores sugieren una revisión planteando que el principal defecto radica en
que las definiciones describen síndromes clínicos más que procesos fisiopatológicos y que
por ese motivo las estrategias terapéuticas no tienen el mismo efecto en todos los pacientes
clasificados dentro de una misma definición.

Importancia
La sepsis es una de las principales causas de muerte en unidades de cuidado intensivo; la
mortalidad varía entre 20% y 90%, dependiendo de factores como los siguientes.
• Tratamiento antibiótico instituido.
• Microorganismo responsable: se atribuye mayor mortalidad a la sepsis causada por Ente-
rococcus, bacterias gramnegativas y hongos.
• Edad: los pacientes mayores de 40 años son los de mayor riesgo.
• Foco infeccioso primario: es mayor cuando el foco es respiratorio; le siguen en orden
decreciente de mortalidad el origen cutáneo, abdominal, desconocido y urinario.
• Entorno en el que se adquiere la infección: la de origen nosocomial conlleva mayor
mortalidad que la comunitaria.
• Magnitud de la bacteriemia.
• Naturaleza de la bacteriemia: la bacteriemia polimicrobiana es muy poco frecuente pero
mucho más grave que la monomicrobiana.
• Presencia de enfermedades subyacentes y su severidad.
• Complicaciones de la sepsis: principalmente shock y su severidad.
Sin duda, el reconocimiento temprano y su tratamiento antes de llegar a la etapa de shock,
es de fundamental importancia para reducir la mortalidad. El diagnóstico de laboratorio de
sepsis plantea una serie de problemas que se discutirán posteriormente.

Etiopatogenia
La sepsis puede tener origen en infecciones bacterianas, virales, fúngicas y parasitarias.
En la era preantibiótica, los microorgansimos gramposistivos eran los principales responsa-
bles. En el inicio de la era antibiótica comenzaron a observarse bacteriemias por gramnegativos
que incluso superaron en número a las causadas por grampositivos.
En los últimos tiempos asistimos a la reemergencia de gérmenes grampositivos como
importantes agentes de sepsis. El cambio fundamental que se observó en la década de los 90
es el aumento dramático en la incidencia de Staphylococcus coagulasa negativos como agentes
significativos de bacteriemia; esto ha generado dificultades en la interpretación de los hallazgos
de laboratorio, ya que la mayoría de ellos continúa representando contaminaciones más que
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 199

bacteriemias verdaderas. Los principales agentes de bacteriemia encontrados entre los años
1992 y 1993 en Estados Unidos son: S. aureus, E. coli, Staphylococcus coagulasa negativos, K.
pneumoniae, Enterococcus spp., P. aeruginosa, S. pneumoniae, Streptococcus del grupo viridans
y E. cloacae.
En términos generales, las condiciones que predisponen a bacteriemia y fungemia in-
cluyen:
• Edad extrema: los recién nacidos prematuros presentan especial riesgo.
• Enfermedades subyacentes, principalmente neoplasias hematológicas y no hematológicas,
diabetes, insuficiencia renal en etapa de diálisis, cirrosis hepática, síndromes de inmuno-
deficiencia y condiciones que alteran la barrera cutánea (quemaduras graves, úlceras por
decúbito).
• Procedimientos invasivos como la colocación de catéteres, sobre todo vasculares, cirugía
de cualquier tipo, pero sobre todo del tracto digestivo y genitourinario, endoscopia gas-
trointestinal o genitourinaria.
• Medicación: fármacos inmunosupresores (corticoides, citotóxicos); tratamiento con
antibióticos excesivo o inadecuado.
Aunque es imposible predecir clínicamente el tipo de germen que causa la sepsis, el cono-
cimiento de factores favorecedores puede orientar a microorgansimos de particular importan-
cia. Por ejemplo: en pacientes esplenectomizados son frecuentes por gérmenes encapsulados
(S. pneumoniae, H. influenzae, N. meningitidis); en cirróticos son frecuentes enterobacterias,
vibrios, gérmenes encapsulados; en diabéticos se ve Pseudomonas spp., S. aureus, Candida
spp.; en alcohólicos predominan Klebsiella pneumoniae, S. pneumoniae; en neutropénicos son
comunes enterobacterias, S. aureus, Pseudomonas spp., Candida spp.; en pacientes tratados
crónicamente con esteroides se observan Mycobacterium spp., hongos, Herpesvirus.
Mediadores de la respuesta inflamatoria: la respuesta sistémica del organismo a una
agresión como la infección involucra una complicada cascada de eventos que culminan en
compromiso hemodinámico y daño orgánico. La inflamación localizada representa un intento
del organismo de contener estos mecanismos ofensivos. Cuando la respuesta inflamatoria ya
no puede ser contenida y los mecanismos de regulación se ven superados pueden tener lugar
complicaciones sistémicas como la sepsis.
Las toxinas bacterianas tienen un rol preponderante en el desarrollo de sepsis. En las
bacterias gramnegativas el lipopolisacárido (LPS), que se localiza en la membrana externa
de la pared celular, tiene actividad endotoxina y es el componente vinculado a la sepsis por
estas bacterias. El LPS posee tres constituyentes: antígeno O, core polisacárido y un fosfolípido
en base a glucosamina llamado lípido A; este último posee la principal actividad tóxica del
complejo LPS. Cuando las bacterias gramnegativas invaden el torrente sanguíneo y ocurre
su destrucción, el LPS es liberado y se une a una proteína fijadora de LPS (LBP). El complejo
LPS-LBP adhiere a un receptor de macrófagos unido a la membrana denominado CD14. Este
mecanismo dispara la liberación de una cascada de mediadores inflamatorios farmacológica-
mente activos por parte de las células del huésped. Se cree que los más importantes dentro
de estos mediadores son el factor de necrosis tumoral alfa (alfa-TNF) y la interleuquina-1
(IL-1), pero también están involucrados el factor de activación plaquetaria, leucotrienos,
otras interleuquinas y varias moléculas de adhesión celular. Las cascadas del complemento y
la coagulación son afectadas por la endotoxina a través de la activación del factor Hageman
(factor XII). El resultado final de la activación de los mediadores de la sepsis es el compromiso
hemodinámico y la falla orgánica. El alfa-TNF y las interleuquinas afectan el metabolismo
200 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

del ácido araquidónico resultando en la producción de leucotrienos, tromboxano A2 y pros-


taglandinas que aumentan la permeabilidad vascular y provocan vasodilatación. Además se
cree que el TNF es un buen depresor miocárdico.
El óxido nítrico es liberado por macrófagos y células endoteliales, cuya producción es
inducida por la endotoxina, siendo un potente vasodilatador. Los neutrófilos estimulados
liberan enzimas y radicales de oxígeno que aumentan el compromiso vascular y tisular.
La agregación plaquetaria y la activación de las cascadas de la coagulación y el comple-
mento conducen a la coagulación intravascular diseminada.
Los ácidos teicoicos de la pared celular grampositiva tienen la propiedad de unirse a la LBP
e inducir sepsis. Algunas exotoxinas también pueden desencadenar una respuesta inflamatoria
sistémica, por ejemplo la toxina del shock tóxico por S. aureus.

Diagnóstico de bacteriemia
El diagnóstico de laboratorio de bacteriemia se realiza mediante hemocultivo. Se denomina
hemocultivo a la cantidad de sangre que se extrae de un único sitio de venopunción; este
volumen de sangre se inocula en uno o más frascos de cultivo y constituye una muestra.
Existen muchos métodos de hemocultivo, desde el método manual convencional, hasta mo-
dernos métodos automatizados que son los más utilizados hoy en día. En todos ellos se deben
tener en cuenta una serie de condiciones estandarizadas que permiten obtener resultados
interpretables.

PROCEDIMIENTO DE RECOLECCIÓN Y TRANSPORTE


Siempre que sea posible, la sangre para hemocultivo debe ser extraída por punción de vena
periférica y no a través de catéteres vasculares. Antes de realizar la venopunción se debe
realizar la correcta antisepsia de la piel y la desinfección de los tapones de los frascos de hemo-
cultivo. La venopunción puede realizarse de varias maneras, pero se desaconseja la extracción
directa en el frasco de cultivo, ya que el efecto de vacío puede provocar la aspiración de un
volumen mayor del deseado, y además existe riesgo de reflujo del caldo de cultivo hacia la
vena del paciente. Aunque es discutido, en general se recomienda no cambiar la aguja para
inocular el frasco de hemocultivo, ya que no se ha demostrado que disminuya el porcentaje de
contaminaciones y aumenta el riesgo de accidentes laborales. Las muestras deben enviarse al
laboratorio lo antes posible. Pueden permanecer a temperatura ambiente por cortos períodos
de tiempo; nunca se deben refrigerar.

NÚMERO DE CULTIVOS
Con volúmenes de sangre apropiados, dos o tres muestras de hemocultivo son suficientes
para detectar la mayoría de los episodios de bacteriemia (más del 95%). En endocarditis con
dos muestras se obtiene el germen en un 98% de las situaciones, si el paciente no ha recibido
antibióticos. Este número de hemocultivos es adecuado para distinguir entre contaminantes y
bacteriemias verdaderas, y se ha demostrado que un número mayor no tiene mejor rendimiento
en este sentido, ya que habitualmente el 3% al 5% de los hemocultivos se contaminan. La
obtención rutinaria de más de tres hemocultivos es costosa, aumenta innecesariamente el
trabajo y contribuye a la anemia en los pacientes hospitalizados.

TIEMPO E INTERVALO DE LA TOMA DE MUESTRAS


Cuando la bacteriemia es intermitente, el episodio bacteriémico precede en 30 a 90 minutos
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 201

al pico febril. Por este motivo, idealmente la sangre debería recolectarse durante la hora previa
al ascenso de temperatura esperado. En la práctica esto es muy difícil de prever y en general
no se considera el ascenso de la temperatura. En cuanto al intervalo, no se han demostrado
diferencias de rendimiento entre la toma de muestras separadas por períodos arbitrarios de
tiempo y las realizadas simultáneamente. Debido a que los hemocultivos deben realizarse
siempre que sea posible antes de iniciar la terapéutica antibiótica, ya que en muchos casos
los sistemas automatizados más nuevos pueden detectar desarrollo bacteriano en pocas horas,
parece más conveniente realizar dos a tres tomas en la primer hora, para evitar el retraso
diagnóstico y terapéutico y adecuarlo a las condiciones clínicas y logísticas. Existen recomen-
daciones específicas para algunas situaciones particulares: frente a la sospecha de endocarditis
infecciosa se deben obtener 3 hemocultivos en las primeras 24 hs de evaluación; si a las 24
hs estos son negativos se obtendrán 2 más. Si el paciente ha recibido antibióticos las dos se-
manas previas, se recomienda realizar dos muestras de hemocultivo por día durante tres días.
Ante un cuadro de fiebre de origen desconocido se obtendrán 2 hemocultivos inicialmente;
a las 24 a 36 hs se realizarán 2 o más inmediatamente antes del ascenso térmico esperado,
realizando 4 muestras en 48 horas.

VOLUMEN DE SANGRE POR FRASCO


Es una variable crítica en relación al rendimiento de la recuperación microbiana, especial-
mente en pacientes adultos en quienes la bacteriemia es generalmente de escasa magnitud
(típicamente <10 ufc/ml y frecuentemente <1 ufc/ml), aunque también en niños, los que
habitualmente presentan bacteriemias >5 ufc/ml y muchas veces >100 ufc/ml. En adultos,
cada mililitro de sangre adicional aumenta la recuperación microbiana en un 3% a 5%. Los
volúmenes de sangre recomendados para cada muestra de hemocultivos son 20 a 30 ml en
adultos, siendo 10 ml el límite inferior aceptado; en niños 1 a 5 ml son suficientes, y volúmenes
mayores no son recomendados debido a la menor volemia que poseen.

RELACIÓN SANGRE-CALDO DE CULTIVO


Respetando los volúmenes de sangre recomendados, se considera apropiado una relación
sangre/caldo entre 1:5 y 1:10. Diluciones mayores o menores disminuyen la posibilidad de
recuperación de bacterias, las primeras por excesiva dilución de los microorganismos y las
segundas por insuficiente dilución de factores inhibidores naturales y agentes antibacterianos
presentes en la sangre.

MEDIOS DE CULTIVO Y ANTICOAGULANTE


El medio de cultivo utilizado deberá soportar el desarrollo de la mayoría de los microorganismos
potencialmente involucrados en cuadros clínicos bacteriémicos. En general la mayoría de los
medios disponibles comercialmente tienen esta propiedad. Se usa frecuentemente polyanethol
sulfonato de sodio (PSP) a una concentración de 0.023% al 0.03%, como anticoagulante
que posee además actividad anticomplementaria, antifagocítica e interfiere con la acción de
algunos antimicrobianos. Su acción antibacteriana sobre algunos microorganismos es inhibida
por el agregado en el medio de gelatina al 1.2%.

DURACIÓN DE LA INCUBACIÓN
Cuando se utilizan métodos manuales se recomienda incubar por siete días. Con los métodos
automatizados, la mayoría de los microorganismos clínicamente importantes se recuperan en
las primeras 48 a 72 hs y generalmente no existen diferencias de rendimiento entre 5 y 7 días
202 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

de incubación. Situaciones especiales requerirán tiempos mayores de incubación. Además,


en general los gérmenes cuyo desarrollo se detecta después del 5º día son finalmente consi-
derados contaminantes, y aunque no lo fueran, un hallazgo tan tardío no afectará en gran
medida la evolución del paciente.

Sistemas de hemo- Método Indicador de desar- Mecanismo de


cultivo rollo detección
Manuales Convencional Turbidez Observación mac-
Hemólisis roscópica
Presencia de Subcultivos ciegos
colonias en el caldo
(sedimento o super-
ficie)
Producción de gas
Bifásico Turbidez Observación mac-
Hemólisis roscópica
Presencia de colo-
nias en el caldo o
medio sólido
Producción de gas
Lisis-centrifugación Desarrollo en medio Observación mac-
Isolator. Wampole sólido roscópica
Manométrico Producción de gas Observación mac-
roscópica (desplaza-
miento de líquido en
el reservorio)
Subcultivos ciegos
Automatizados BACTEC radiomé- Producción de CO2+ Radiométrico
trico
BACTEC colorimé- Producción de CO2 Colorimétrico
trico
Automatizados BacT/Alert Producción de CO2 Colorimétrico
Monitorización
continua
BACTEC 9000 Producción de CO2 Fluorométrico
DIFCO ESP Producción o Transductor de
consumo de gas presión
BioMerieux vital Producción de CO2 Fluorométrico

Procesamiento: existen diferentes métodos.


a) Métodos manuales: los frascos deben ser examinados con una frecuencia diaria o mayor
en busca de evidencia macroscópica de desarrollo. La realización de tinción de Gram o
subcultivos a las 6 a 18 hs de incubación es útil para la detección temprana de micro-
organismos. Los hemocultivos que no muestren evidencias de desarrollo en 48 a 72 hs
deben ser subcultivados por lo menos en aerobiosis. Los subcultivos a ciegas o terminales
son de limitado valor, particularmente cuando la tinción de Gram no revela la presencia
de microorganismos.
b) Métodos automatizados: no requieren la realización de subcultivos hasta que el sistema
no indica desarrollo. Para cualquier sistema, la selección de medios para subcultivo debe
basarse en la morfología encontrada por tinción de Gram. El valor de incubar un set de
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 203

placas en anaerobiosis cuando el Gram revela un morfotipo único en ambas botellas una
aerobia y otra anaerobia de la misma muestra es discutido. No existen procedimientos
estandarizados para la identificación de microorganismos directamente del caldo de
hemocultivo. Sin embargo, algunos de ellos se han realizado exitosamente, por ejemplo:
solubilidad en bilis, hidrólisis de PYR, DNAsa y pruebas de tipificación por aglutinación
con partículas de látex. Así mismo, el National Committee for Clinical Laboratory Stan-
dards (NCCLS) no tiene estipulado pruebas directas de sensibilidad antibiótica del caldo,
pero algunos investigadores han establecido pautas con resultados variables dependiendo
del agente microbiano, el antibiótico testado y el método utilizado. La identificación y
determinación de sensibilidad antibiótica por técnicas de hibridación o amplificación de
ADN a partir de hemocultivos es posible pero poco práctica y costosa.

INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS


Los microorganismos aislados de hemocultivos se pueden clasificar en tres categorías: los que
casi siempre (>90%) representan una verdadera bacteriemia, como es el caso de S. aureus,
S. pyogenes, E. coli, otras enterobacterias, P. aeruginosa, S. pneumoniae, C. albicans; los que
raramente representan verdadera bacteriemia (<5%), por ejemplo Corynebacterium spp.,
Bacillus spp., Propionibacterium acnes; los de difícil interpretación, como Streptococcus viridans,
Enterococcus y Staphylococcus coagulasa negativo. Para estos casos se han desarrollado diversas
estrategias que ayudan a su interpretación, de las cuales la única de valor es el hallazgo de
un mismo germen en más de una muestra de hemocultivo; esto implica, como mínimo, la
identificación de hasta el nivel de especie y la determinación del patrón de susceptibilidad
antibiótica del germen encontrado en cada frasco de hemocultivo. En cambio, no se debe
atribuir significado al aislamiento de un germen en más de un frasco en una misma muestra
de hemocultivo; en este caso la positividad corresponde a un único hemocultivo, lo que para
el caso de este grupo de gérmenes, sugiere fuertemente que se trate de un contaminante. Se
trata también de un contaminante cuando hay una única muestra de la serie con desarrollo
polimicrobiano o cuando el microorganismo aislado del hemocultivo es diferente del aislado
en el sitio primario de infección, así como cuando el diagnóstico clínico de sepsis no se ha
mantenido en la evolución del paciente.

CONDICIONES ESPECIALES (MICROORGANISMOS QUE REQUIEREN MEDIDAS ESPECIALES


PARA SU DESARROLLO Y DETECCIÓN)
En algunas ocasiones debe considerarse la posibilidad de bacterias exigentes e inusuales como
causa de bacteriemia, sobre todo en casos de endocarditis con hemocultivos convencionales
repetidamente negativos, en casos de fiebre de origen desconocido o en infecciones focales
con sospecha de sepsis en las cuales el patógeno no se ha identificado mediante los métodos
habituales. Algunas bacterias de interés dentro de este grupo son: Brucella spp., Campylobacter
spp., bacterias del grupo HACEK (Haemophilus aphrophilus, Actinobacillus actinomycetemcomi-
tans, Cardiobacterium hominis, Eikenella corrodens y Kingella kingae), Legionella spp., Mycoplasma
spp., variantes nutricionales de Streptococcus, bacterias con pared celular deficitaria, Francisella
tularensis, Leptospira spp, Bartonella spp. Para algunas de ellas existen métodos automatizados
comerciales; para otras se requieren condiciones particulares de incubación o períodos de
incubación más prolongados.

Bacterias anaerobias
El espectro de bacterias anaerobias asociado a bacteriemias es estrecho. Bacteroides cons-
204 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Germen Métodos disponibles


Procedimientos recomendados
Brucella spp. Método manual bifásico de castañeda: los frascos tienen
atmósfera con 5% a 10% de CO2; se examinan macroscópi-
camente cada 48 hs; se incuban 30 días antes de consider-
arlos negativos.
Otros métodos: BACT/ALERT, lisis-centrifugación, radiomé-
tricos, etc.
Campylobacter spp. No hay método ni recomendaciones específicas para su
aislamiento.
Se ha aislado en algunos métodos comerciales (BACTEC,
Septic-Check, lisis-centrifugación), solo en aerobiosis, pero
no se ha determinado el método mas sensible. Probable-
mente lo mejor sea utilizar medios suplementados y realizar
subcultivos.
HACEK No hay método específico para su recuperación.
Se requiere medios de cultivo especiales, incubación pro-
longada (2 a 4 semanas) y subcultivos terminales.
Legionella spp. Son muy pocos los casos documentados de bacteriemia por
esta bacteria.
Se cree que los medios de hemocultivo convencionales
permiten su desarrollo pero requiere subcultivos en medios
suplementados.
Mycoplasma spp. Puede desarrollar en los medios convencionales con agrega-
do de gelatina para neutralizar el efecto inhibitorio del SPS.
Variantes nutricionales de Desarrollan en los medios de hemocultivo convencionales
Streptococcus pero requieren suplemento de piridoxal-HCl en los medios
de subcultivo.
Bacterias con pared celular Raramente aislados de sangre.
deficitaria Los medios osmóticamente estabilizados mediante el
agregado de sacarosa o manitol permiten su desarrollo, pero
debido a que estos medios también son beneficiosos para el
desarrollo de algunas bacterias con su pared celular intacta,
la recuperación de un microorganismo no necesariamente
significa que este se encontraba presente en la sangre como
una variante de pared celular deficitaria.
Francisella tularensis La sangre es una buena muestra para el diagnóstico de
tularemia por que la bacteria solo está presente en la sangre
durante la fase aguda.
Para su recuperación puede utilizarse un medio suplemen-
tado con cisteína o el sistema radiométrico BACTEC. En
cualquier caso se requiere una incubación de por lo menos
14 días y subcultivos a ciegas en medio enriquecido cada 3
a 5 días.
Leptospira spp. Solo puede recuperarse de la sangre durante la primer
semana de la enfermedad.
Deben utilizarse medios con suero de conejo o albúmina. Se
deben incubar en oscuridad, en forma aerobia y a 28ºC a 29
ºC por 4 a 6 semanas. Se debe realizar examen en microsco-
pio de campo oscuro o de contraste de fase semanalmente.
Bartonella spp. Se pueden aislar por métodos de lisis-centrifugación.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 205

tituye el género más frecuentemente encontrado (45% a 75%), siendo B. fragilis la especie
predominante; le siguen en frecuencia los géneros Fusobacterium, Prevotella, Porphyromonas,
Clostridium, Propionibacterium y Peptostreptococcus. A partir de los años 70 ha disminuido el
porcentaje de aislamientos de bacterias anaerobias en hemocultivos, lo cual llevó a cuestionar
la necesidad de inocular rutinariamente frascos en anaerobiosis y a proponer, en cambio, la
inoculación de un segundo frasco en aerobiosis, por muestra de hemocultivo. Incluso algu-
nos investigadores han sugerido que no es importante el reconocimiento microbiológico de
estos gérmenes, puesto que es posible reconocer estas infecciones clínicamente y tratarlas
adecuadamente. Sin embargo, discontinuar los hemocultivos anaerobios no se recomienda por
varios motivos; en algunos lugares el porcentaje de bacteriemias por anaerobios permanece
elevado, la inoculación en anaerobiosis puede mejorar la recuperación de algunos microor-
ganismos que no son anaerobios estrictos (ej: Streptococcus spp.) y, finalmente el uso de más
de un frasco por muestra de hemocultivo, asegura que se obtendrá un volumen adecuado de
sangre para estudio.

Mycobacterium
La realización de hemocultivos para aislamiento de este género se restringe a los pacientes
portadores de VIH, particularmente cuando se encuentran en etapa SIDA, pero también se han
encontrado especies de Mycobacterium en pacientes con otras condiciones inmunosupresoras
(neoplasias, terapia crónica con corticoides o citotóxicos, diabetes, etc.). La mayoría de las
infecciones diseminadas por esta bacterias se deben al complejo Mycobacterium avium y a M.
tuberculosis, aunque ocasionalmente se ha aislado M. fortuitum, M. chelonei y M. genavense.
Desde el inicio de la epidemia de VIH se han ensayado una serie de sistemas de hemocultivos
para el aislamiento de estas bacterias. Los métodos de lisis-centrifugación fueron de gran
utilidad durante mucho tiempo y aún se continúan usando, aunque actualmente existen
sistemas automatizados (BACTEC) más sencillos y de menor riesgo para el operador que
tienen similar rendimiento. El tiempo de detección de desarrollo varía entre 3 y 24 días para
cualquiera de estos métodos, y la variable más importante en la recuperación del germen
parece ser su concentración en la sangre.

Virus
No se ha definido con claridad el número, volumen e intervalo de obtención de hemocultivos
por virus. El agente que se busca aislar con mayor frecuencia es Citomegalovirus, debido a
que la viremia se considera el parámetro de mayor correlación con infección clínicamente
significativa en órganos sólidos y en receptores de trasplantes de médula ósea.

Hongos
Existe gran variedad de métodos para su recuperación a partir de sangre. En la práctica la
mayoría de los sistemas aerobios de hemocultivos son aptos para el desarrollo de Candida spp.
Para otros hongos se recomienda el método de lisis-centrifugación. Los hemocultivos para
hongos deben incubarse a 22ºC a 30ºC por un período de por lo menos 4 semanas antes de
considerarlos negativos.

EVALUACIÓN DE LA SEPSIS A PARTIR DE CATÉTERES INTRAVASCULARES


Muchos métodos han sido propuestos para determinar en qué medida un catéter intravascu-
lar puede ser el origen de un episodio de bacteriemia o fungemia. Se destacan: microscopia
directa, cultivos de la piel del sitio de entrada del catéter, cultivos semicuantitativos de la
206 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

punta del catéter, caldos de cultivo cuantitativos, hemocultivos de sangre periférica y cultivos
cuantitativos de sangre extraída a través del catéter. El método más utilizado es el de Maki,
que consiste en cultivar la punta del catéter haciéndolo rodar sobre la superficie de una placa
de agar. Aunque los criterios varían según los autores, se considera que el desarrollo de 5
ufc/ml es evidencia de contaminación a nivel del catéter.

CONTROL DE CALIDAD
Todos los laboratorios clínicos deben mantener medidas de control de calidad específicas en
relación a los hemocultivos, así como para cualquier procedimiento. Dentro de los aspectos
más importantes que se deben controlar se encuentran los siguientes.
• Recolección de las muestras: en lo que se refiere a medidas de asepsia, obtención de ade-
cuados volúmenes de sangre, obtención de adecuado número de muestras de hemocultivo
por paciente.
• Contaminantes: el máximo porcentaje de hemocultivos contaminados que se acepta es
3%. Si un laboratorio excede esta cifra deberá tomar medidas para detectar y corregir los
procedimientos que influyen en ello.
• Hemocultivos positivos: el análisis periódico del porcentaje de hemocultivos positivos
en un laboratorio es un indicador del funcionamiento del sistema utilizado. También
contribuye a detectar sobreutilización de este recurso paraclínico cuando el porcentaje
de positividad es muy bajo.

Tratamiento de la sepsis
Los pilares básicos en el tratamiento del paciente séptico están dados por las medidas de
soporte cardiorrespiratorio y el tratamiento antibiótico precoz.
Los antibióticos deben ser elegidos en base al potencial foco infeccioso primario, los datos
epidemiológicos y los factores del huésped. Se recomienda el uso de agentes antimicrobianos
de amplio espectro hasta tanto se halla realizado el diagnóstico microbiológico. Bajo estas
condiciones, se aboga a favor de la terapéutica combinada a fin de proveer tratamiento eficaz
tanto para los gérmenes gramnegativos como para los grampositivos, prevenir la selección
de cepas resistentes frente a un antibiótico y, en muchos casos, aumentar la actividad de los
antibióticos mediante el mecanismo de sinergia.
La combinación más utilizada en el tratamiento inicial y en ausencia de sospecha de germen
es la de un aminoglucósido y cefalosporina de tercera generación. Si se cree que la causa sea
Pseudomonas aeruginosa u otro bacilo gramnegativo resistente a los antibióticos anteriores, es
una buena opción combinar un aminoglucósido con un carbapenem. Frente a la sospecha de
grampositivos debe considerarse el uso de vancomicina. Una vez que el microorganismo ha
sido identificado y estudiado, la terapéutica antibacteriana debe ajustarse y en general debe
ser de espectro más reducido.

ENDOCARDITIS INFECCIOSA
La endocarditis infecciosa (EI) se define como la infección de la superficie endocárdica del
corazón (1), como el término mismo lo sugiere; aunque en la práctica médica habitualmente
pensamos en la infección de las válvulas cardíacas. Es así que además de presentarse en di-
chas estructuras puede presentarse en comunicaciones arteriovenosas, conducto arteriosos
permeable, etc.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 207

La importancia del tema no radica en su frecuencia de presentación, ya que es de baja


incidencia, sino en su alta morbimortalidad, en su heterogénea presentación clínica, en
las dificultades diagnósticas y en su necesidad de aplicar un empírico y precoz tratamiento
antibiótico.

EPIDEMIOLOGÍA
Es una infección de baja incidencia, aunque muchos autores coinciden que es difícil de deter-
minar, al parecer no ha tenido cambios respecto al total de pacientes en los últimos 30 años.
Sin embargo el espectro clínico de la enfermedad ha cambiando debido a que la población
anciana, inmunodeprimida y sometida a maniobras invasivas está en aumento por el avance
de nuevas tecnologías médicas.
Se presenta con mayor frecuencia en pacientes adultos, mayores de 50 años, siendo rara
en la infancia; ahora se ha visto un aumento en los jóvenes por asociarse al uso de drogas
intravenosas. Es algo más frecuente en el hombre.
La válvula mitral es la más afectada de forma aislada (sin estar afectada otra válvula),
seguida por la aórtica; se pueden ver en forma combinada; la válvula tricúspide solo excep-
cionlmente se ve afectada como veremos más adelante.
La tasa de mortalidad que se situaba cercana al 100% en la era preantibiótica, hoy es
considerada menor pero difícil de determinar, variable según el tipo de paciente y el microor-
ganismo implicado. Algunos autores hablan de una mortalidad del 40% aproximadamente.

FACTORES DE RIESGO
Pueden entenderse con facilidad luego de comprendida la etiopatogenia de la EI; es así que
son factores de riesgo todas aquellas situaciones en que exista o generen daño endocárdico
o que aumenten la probabilidad de bacteriemias.
Esta afección se observa con mayor frecuencia en pacientes ancianos, inmunodeprimidos,
con cateterización endovenosa, pacientes que se le realiza maniobras invasivas, adictos a
drogas intravenosas, etc.
A nivel cardiovascular: la alteración valvular degenerativa (como es la calcificación, la
enfermedad aterosclerótica, etc.) ha sustituido la valvulopatía reumática, tan frecuente en
el pasado, como uno de los principales factores de riesgo. También se ve con frecuencia en
pacientes portadores de válvulas protésicas, válvula aórtica bicúspide, enfermedades congénitas
cardíacas, portadores de marcapasos o desfibriladores, prolapso de la válvula mitral, etc.
El haber tenido una EI es un importante factor de riesgo para la misma.

CLASIFICACIÓN
Clásicamente la EI se clasificó en aguda, subaguda y crónica basándose en el tiempo en que
llevaba al paciente a la muerte. Afortunadamente como mencionábamos luego de la terapia
antimicrobiana la mayoría de los casos no evolucionan a la muerte, por lo que esta clasificación
quedo un poco en el pasado; prefiriéndose actualmente una basada en la etiopatogenia.

Clasificación "vieja"
• aguda: evolución fulminante, la muerte se produce en menos de 6 semanas. Se asocia
fundamentalmente a gérmenes más agresivos como S. aureus.
• subaguda: la muerte se produce entre las 6 semanas y 3 meses. Es la que hoy asociamos
a Steptococcus del grupo viridans.
208 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

• crónica: la muerte se produce luego de los 3 meses. En general éstas dos últimas se con-
sideran juntas.

Nueva clasificación y agentes etiológicos


En líneas generales son los cocos gram positivos los principales agentes responsables de la EI,
siendo muy raro los anaerobios. Los estreptococos y los estafilococos representan alrededor
del 80-90% de las EI.
Existe un grupo de EI que en series internacionales es de alrededor del 5%, en donde no
se halla el germen mediante técnicas microbiológicas convencionales, son las llamadas EI
con cultivos negativos. Esto puede deberse a varios factores en los que se encuentra: el uso
de antibióticos previo a la toma de la muestra, EI causada por microorganismos tales como
hongos, virus, especies de crecimiento lento como el grupo HACEK, riquetsias, etc., ser de
etiología no infecciosa o no se este el diagnóstico, etc.
• sobre válvula nativa: se presenta en pacientes con válvulas cardíacas aparentemente sa-
nas o no. Los gérmenes implicados con mayor frecuencia son los Steptococcus del grupo
viridans (S. sanguis, S. mutans, S. mitis) y Staphylococcus aureus, éste último asociado a
enfermedad de curso más agudo, de mayor mortalidad y con válvula clínicamente sana.
Con menor frecuencia enterococos y otros estreptococos, bacilos gram negativos aerobios
(como Salmonella), hongos, etc.
Cabe destacar la EI causada por Steptococcus bovis (estreptococo del grupo D) en pacientes
adultos ya que se asocia frecuentemente a patología del tracto digestivo, especialmente
diverticulosis y carcinoma de colon. La misma se explicaría dichas afecciones son capaces
de producir bacteriemias transitorias. Algunas series muestran un 5% del total de las EI
son causadas por este germen.
• sobre válvula protésica: estas se dividen en precoz y tardía, con diferencias etiopatogénicas.
Al parecer no existen diferencias entre las biológicas y las mecánicas.
Precoz: hasta el año de la sustitución valvular, según algunos autores podrían ser 2 meses,
el agente más frecuente es Staphylococcus epidermidis y otros coagulasa negativos, mas
alejadamente se encuentran los bacilos gram negativos y los hongos. S. epidermidis pro-
duce sobre el material protésico un biofilm, estructura compleja en donde las bacterias
interaccionan entre ellas dificultando la llegada de antibióticos y donde mantienen una
baja actividad metabólica. En general no basta con el tratamiento antibiótico para su
eliminación, por lo que muchas veces requiere la exéresis del material protésico.
Éstos gérmenes se plantean son adquiridos durante el acto operatorio, por lo que corres-
ponderían a gérmenes intrahospitalarios.
Tardía: luego del año los gérmenes planteados se asemejan a los encontrados en la EI
sobre válvula nativa.
• sobre marcapasos y desfibriladores: son en general causados por Staphylococcus epidermidis
u otros estafilococos coagulasa negativos, por lo que al igual que en el caso anterior puede
requerirse la exéresis del mismo.
• nosocomial: es aquella que se presenta a partir de las 72 hrs de hospitalización o en un
ingreso anterior a las 8 semanas donde se realizaron maniobras invasivas. Las más fre-
cuentemente asociadas son la cateterización intravenosa y las maniobras genitourinarias.
El agente con mayor frecuencia es Staphylococcus aureus, seguido por otras especies.
• fúngica: su incidencia a aumentado en los últimos años debido a que es más frecuente
en pacientes inmunodeprimidos, con cateterización intravenosa, alimentados de forma
parenteral, con tratamientos antibióticos prolongados, válvulas protésicas, etc. Los hongos
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 209

con mayor frecuencia aislados son especies de Candida sp. y Aspergillus sp., éste último
asociado a cirugía cardíaca.
• en pacientes adictos a las drogas intravenosas (ADIV): se produce clásicamente sobre
cavidades cardíacas derechas (válvula tricúspide 70%) y por gérmenes provenientes de
la piel como Staphylococcus aureus (60-70%), seguido alejadamente por estafilococos
coagulasa negativos, estreptococos del grupo viridans, Pseudomonas aeuruginosa, Candida
sp. etc. Por ciertas características de la enfermedad (presentarse en cavidades derechas)
y del paciente, su diagnóstico muchas veces no es sencillo, pero al parecer la evolución
seria más benevolente que en pacientes no ADIV.
La razón por la cual se ve mayormente afectada la válvula tricúspide se desconoce, aun-
que se cree que pueda deberse al “bombardeo” de impurezas contenidas en las drogas
injectadas, pero existen otras hipótesis.
Cabe mencionar otros agentes como Coxiella burnetti, agente de fiebre Q que causa
una EI crónica.
El papel de los virus como agente de EI no está aclarado aún.

PATOGENIA
La patogenia de la EI es compleja y multifactorial; y quizás aun, no bien aclarada. Los dos
sucesos principales pueden ser resumidos en: una superficie endovascular alterada (los mi-
croorganismos son incapaces de adherirse al endotelio sano) y una bacteriemia.
Al parecer todo comenzaría con ciertas alteraciones que generan turbulencias de sangre
(u otro tipo de estrés local) lo que produce daño endotelial con exposición de proteínas de
matriz extracelular, depósitos de plaquetas y fibrina formándose una vegetación estéril, etapa
llamada ENDOCARDITIS TROMBOTICA ABACTERIANA (ETAB).
Para el caso de S. aureus este proceso sería algo diferente, ya que la virulencia tal de este
germen permite adherirse a un endotelio físicamente sano, pero sin dejar de estar alterado:
ya que expresa moléculas de adhesión. Esto se ve en endotelios con inflamación local como
en la patología arteriosclerótica.
La lesión previa del endotelio valvular es un prerrequisito para la colonización bacteriana
en casi todos los modelos animales y probablemente en el hombre, aunque esto no indique
una lesión clínicamente evidente previa.
Luego ciertas bacterias pueden alcanzar la vegetación o el endotelio dañado a través de
una bacteriemia transitoria, adherirse y colonizarla.
Así la capacidad de ciertos microorganismos para adherirse a la ETAB es un paso crucial
en el desarrollo de EI. Dicha adherencia esta mediada por numerosas moléculas de la super-
ficie bacteriana capaces de adherirse a las proteínas de matriz extracelular presentes tanto en
estreptococos como en estafilococos, llamadas colectivamente: microbial surface components
recognizing adhesive matrix molecules (MSCRAMMs). Para uno de los agentes mas frecuentes
de EI, como es Streptococcus mutans perteneciente al grupo viridans, se describe un polisacárido
extracelular complejo, el dextrán o glucocálix, implicado a su vez en la etiopatogenia de las
caries. También se describe en Streptococcus del grupo viridans, una adhesina de superficie
llamada FimA; experimentalmente se comprobó que Streptococcus mutantes deficientes de
la misma tenían una virulencia mucho menor en el desarrollo de EI experimental.
La superficie vuelve a cubrirse con plaquetas y fibrina generando un medio propicio para
la multiplicación bacteriana, “escondido” del sistema inmune. Al parecer ciertas cepas bac-
terianas tienen mayor capacidad de agregación plaquetaria, siendo éstas las que causan con
mayor frecuencia EI, como son Streptococcus y Staphylococcus. Así la vegetación aumenta de
210 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

tamaño con mayor proliferación bacteriana y mayor depósito fibirino-plaquetario, las bacterias
quedan en la profundidad de la vegetación donde la infiltración linfocitaria es mínima. Esto
provoca recuentos bacterianos muy elevados, en torno a 1010 UFC/ gr de tejido.
A nivel inmunológico se produce una importante estimulación del sistema inmune hu-
moral y celular, lo que explica la esplenomegalia, la hipergamaglobulinemia, el título elevado
de complejos inmunes circulantes, etc.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Son muy variadas y creemos exceden el propósito de este texto. Pueden ser comprendidas
como parte de 3 grandes procesos propios de la patogenia de la EI:
• El proceso infeccioso sobre la válvula cardíaca, conlleva al deterioro del aparato valvular
(perforación, ruptura de cuerdas tendinosas, absceso del anillo valvular, etc.) por lo que
puede detectarse un nuevo soplo, insuficiencia cardiaca, alteraciones en la conducción
eléctrica (arritmias), etc.
• Fenómenos embólicos a casi cualquier órgano; con mayor frecuencia a nivel renal, esplé-
nica, cerebral (stroke) y coronario.
Las lesiones de Janewey (placas hemorrágicas, indoloras, en palmas y plantas) y los nódu-
los de Osler (nódulos eritematosos dolorosos, habitualmente en las yemas de los dedos),
es discutido por algunos autores si corresponden a fenómenos embólicos o lesiones por
inmunocomplejos, la presencia de bacterias en cultivo de dichas lesiones, nos orienta más
a lo primero.
• Fenómenos inmunológicos por la bacteriemia constante y el estímulo constante del
sistema inmune: fiebre (hallazgo frecuente), glomerulonefritis por inmunocomplejos,
esplenomegalia (también por fenómenos embólicos), vasculitis (petequias, hemorragias
en astilla, etc.), manchas de Roth (oculares), artralgias y mialgias, etc.

ASPECTOS DIAGNÓSTICOS
Por la heterogeneidad de las manifestaciones clínicas el diagnóstico de EI es complejo y
requiere alto grado de sospecha clínica.
Para el mismo se establecen dos tipos de criterios (criterios de Durack):
• Patológicos: el cultivo y la histología de la vegetación o de embolias.
• Clínicos: criterios mayores: donde se encuentran los hemocultivos positivos y la evidencia
de afectación endocárdica; criterios menores: fiebre, fenómenos embólicos e inmunoló-
gicos, entre otros.
La EI produce característicamente una bacteriemia continua, aunque de baja cuantía
(menor a 100 UFC/mm3, las bacteriemias por estreptococos pueden ser del orden de 1-10
UFC/mm3), por lo que el hemocultivo juega un rol fundamental en el diagnóstico, sin olvidar
que al recuperar el germen podemos luego realizar un tratamiento antibiótico específico. Las
diferentes consideraciones a cerca del hemocultivo son iguales a las descritas para sepsis, en
el inicio de este capítulo.

ASPECTOS TERAPÉUTICOS
La antibioticoterapia es la base del tratamiento como cabría de esperar, aunque en ciertas
circunstancias se requieren tratamientos quirúrgicos. El uso de anticoagulantes, tentador por
aspectos de la patogenia, resulta controvertido y asociado a complicaciones hemorrágicas
graves, por lo que en general se desaconseja su uso.
El uso de antibióticos en la EI tiene características particulares ya que estamos frente a una
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 211

infección en donde los microorganismos se encuentran “escondidos” bajo una red de fibrina
y plaquetas, existe una alta concentración de bacterias (109 – 1010 UFC/gr) y se encuentran
en un estado de actividad metabólica reducido. Recordemos para esto último que la gran
mayoría de antibióticos actúan en células metabólicamente activas ya que interfieren en la
síntesis de la pared, de proteínas, etc.
Por estas razones frente a un germen aislado de un paciente con EI, se realiza estudio de
la sensibilidad antibiótica de tipo cuantitativo, donde se establece la CIM (concentración
inhibitoria mínima).
Es así que se utilizan antibióticos bactericidas, por vía intravenosa, a dosis altas, de
forma prolongada (alrededor de 4 semanas) y la mayoría de planes terapéuticos incluyen
dos antibióticos con actividad sinérgica. Los antibióticos más usados son los betalactámicos
asociados a un aminoglucósido, pero en definitiva deben ajustarse empíricamente al tipo de
EI y a la epidemiología local.

Bibliografía
• Koneman EW, Allen SD, Janda WM, Schreckenberger PC, Winn WC (h). editores. Diagnóstico Microbio-
lógico, Texto Atlas Color. 5ª ed. Bs As. Panamericana. 1999.
• Forbes BA, Sahm DF, Weissfeld AS. editors. Bailey & Scott´s. Diagnostic Microbiology. 11th. ed. St. Louis,
Missouri. Mosby. 2002.
• Mandell GL, Douglas, Bennett JD. editors. Enfermedades infecciosas, Principios y Práctica. 5ª ed. Bs.As.
Panamericana. 2002.
• Moellering RC. Consulting editor. Durack DT. Guest editor. Infective Endocarditis. Cavis C. Ed. Infect Dis
Clin North Am. Philadelphia. W.B.Saunders Co. Vol 16, Number 2 June 2002.
• LG Reimer, ML Wilson, and MP Weinstein: Update on detection of bacteremia and fungemia. Clin. Microbiol.
Rev. 1997 10: 444-465.
• Murray PR. Baron EJ. Jorgensen JH. Pfaller MA. Yolken RH Editors. Manual of Clinical Microbiology. 8th.
ed. Washington, D.C. ASM Press. 2003.
212 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 213
Página 213

13 Infecciones del
sistema nervioso
central
M. Pírez

Entendemos por meningitis aguda supurada la inflamación de las leptomeninges del encéfalo
y de la médula, que origina una sintomatología característica (síndrome meníngeo: síndrome
de irritación meníngea sumado a un síndrome de hipertensión endocraneana), con líquido
cefalorraquídeo (LCR) purulento. Se acompaña de compromiso funcional y lesional del
sistema nervioso central (SNC). Por tanto la denominación correcta es: meningoencefalitis
aguda supurada (MEAS).
La etiología de la MEAS es bacteriana, los microorganismos involucrados varían según la
franja etárea que se examine. (Cuadro 1) Los gérmenes más frecuentes son Neisseria menin-
gitidis, Haemophilus influenzae tipo b y Steptococcus pneumoniae. Quedan excluídas bacterias
como Mycobacterium tuberculosis que determina una meningoencefalitis subaguda a líquido
cefaloraquídeo claro. Hemos hecho mención a una de las formas clásicas de comenzar a
ordenar las meningoencefalitis según el aspecto del LCR. Si es turbio orienta a las meningo-
encefalitis agudas supuradas bacterianas. El LCR claro orienta a meningoencefalitis bacteriana
tuberculosa o meningitis virales.

Importancia del tema


La MEAS es una enfermedad que importa mucho a la salud pública, no por su frecuencia, ya
que se puede considerar como una enfermedad poco común, sino por su gravedad y porque
es una verdadera emergencia médica; una persona que padece esta enfermedad puede falle-
cer en horas. En nuestro país según datos del MSP, desde los años 1979 a 2002 las tasas por
100.000 habitantes oscilan desde 3.27 a 5 en todo el país. Las personas que sobreviven a esta
enfermedad frecuentemente quedan con secuelas neurológicas a largo plazo, que se mani-
fiestan como crisis convulsivas, alteraciones motoras, retraso mental, deterioro de la visión o
ceguera, trastornos del lenguaje o, lo más frecuente, una pérdida de audición que puede ser
de moderada a profunda. Si tenemos en cuenta que los más frecuentemente afectados son los
niños menores de dos años, la gravedad del daño neurológico es aun mayor, ya que afecta a un
cerebro en desarrollo. Se comprende el interés que mueve a muchos investigadores por mejorar
todos los aspectos que tiendan a disminuir la morbimortalidad por esta enfermedad.
Sin duda un gran avance ha sido el tratamiento antibiótico que descendió la mortalidad
de un 97% de la era preantibiótica a cifras de un 10% a 30% para el caso de nuestro país
actualmente, variando según el agente bacteriano involucrado y la edad. Pero sin duda son
también grandes los esfuerzos en los últimos años por mejorar los aspectos del diagnóstico
214 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

clínico y paraclínico, sobre todo en el diagnóstico microbiológico. Por supuesto se ha puesto


especial énfasis en lograr mejores terapéuticas antimicrobianas y otras que coadyuven a dismi-
nuir la frecuencia de las secuelas. Pero tampoco ha sido menor el interés en lo que tiene que
ver con la prevención, en especial el desarrollo de vacunas. Al desarrollar el tema veremos
como todos los avances que se han logrado en el diagnóstico, tratamiento y prevención de
esta enfermedad han sido fruto de la interrelación de la microbiología clínica y básica. Es por
esto que hemos seleccionado el tema MEAS como un modelo de enfermedad causada por
un grupo de bacterias que tienen en común su gran poder invasor y es un excelente ejemplo
para mostrar como todos los aspectos de la investigación clínica y microbilógica se pueden
interrelacionar con un fin común.
En términos generales podemos decir que las bacterias que causan MEAS se adquieren
por vía respiratoria a través de las gotitas de Pflugge y las secreciones respiratorias, colonizan
la orofaringe, atraviesan luego la barrera mucosa y pasan a la sangre, donde se multiplican
rápidamente para franquear finalmente la barrera hematoencefálica, llegando así al LCR en
el espacio subaracnoideo. En este momento desencadenan un proceso inflamatorio a nivel de
las meninges y el encéfalo, responsable de la enfermedad y sus complicaciones. Estas bacterias
las podemos clasificar claramente dentro del grupo de bacterias que tienen como uno de los
principales atributos de virulencia para causar enfermedad, la invasividad. Como ya dijimos,
son muchas las bacterias que pueden determinar esta enfermedad, (cuadro 1), aunque las que
con mayor frecuencia la determinan son Neisseria meningitidis, un diplococo gramnegativo,
Haemophilus influenzae, un bacilo gramnegativo pleomórfico y Streptococcus pneumoniae, un
diploococo grampositivo. La interrogante que se ha planteado a muchos investigadores es,
que atributos de virulencia tienen en común estas bacterias, tan diferentes entre sí, que les
permite causar una enfermedad casi idéntica, salvo alguna diferencia que puede haber en la
presentación clínica, como es el caso de la meningitis meningocócica.
Para poder comprender la fisiopatología de esta enfermedad es necesario hacer una re-
visión de las principales características de las bacterias que la causan y de la ultraestructura
de las bacterias grampositivas y negativas. En el cuadro 1 se han resumido las características
principales de los micoorganismos.
Otros detalles se podrán consultar en los capítulos correspondientes. El cuadro 2 y la figura
6 del capítulo 2 resumen las principales características de la pared de las bacterias grampo-
sitivas y negativas. Se señala la ubicación de los lipopolisacáridos y proteínas de membrana
externa de las gramnegativas y la pared de las grampositivas con la disposición de los ácidos
teicoicos. Las bacterias que causan MEAS poseen cápsula. Todas estas estructuras juegan un
papel importante en la patogenia de esa enfermedad.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 215

Cuadro 1.

Neonatos Streptococcus agalactiae coco grampositivo


0 a 2 meses catalasanegativo
ß-hemolítico
Microorganismos más CAMP positivo
frecuentes
Enterobacterias: bacilos gramnegativos no
Escherichia coli k1 exigentes
Enterobacter spp. oxidasanegativos
Citrobacter spp.
Klebsiella spp.
Salmonella spp.
Leisteria monocitogenes Bacilo grampositivo exigente
ß-hemolítico
Test CAMP positivo
Menos frecuentes a esta Haemphilus influenzae tipo b
edad Neisseria meningitidis
Streptococcus pneumoniae

2 meses a 5 años Neisseria meningitidis Género Neisseria


Diplococo gramnegativo
(granos de café)
Encapsulados
Aerobios estrictos
Exigentes
Oxidasa positivos
Oxidan maltosa y glucosa
10 serogrupos capsulares
B, C y A los más frecuentes
Haemphilus influenzae Género Haemophilus
Bacilo gramnegativo pleomór-
fico
Encapsulado
Exigentes
Anaerobio facultativo
Requiere factores de creci-
miento V y X
6 serotipos capsulares: tipo b
responsable de la mayoría de
las enfermedades severas
Streptococcus pneumoniae Género Streptococcus
diplococos grampositivos
(lanceolados)
Encapsulados
Exigente
Anaerobio facultativo
Alfahemolítico
Optoquina sensible
83 serotipos capsulares
Niños mayores de 5 Neisseria meningitidis
años y adultos Streptococcus pneumoniae
216 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

La vía más común de llegada de las bacterias a las meninges se inicia con la colonización respi-
ratoria alta, seguida de bacteriemia, para finalmente atravesar la barrera hematoencefáica.
La llegada de las bacterias por vecindad a través de un foco infeccioso cercano a las
meninges, como puede ser una otitis media, es menos frecuente. Para el caso de los recién
nacidos (neonatos de 0 a 30 días de vida) las bacterias se adquieren en el canal de parto. El
feto, hasta tanto no se rompa la integridad de las membranas que lo protegen en la cavidad
uterina, está en un ambiente estéril. Una vez rotas las membranas, el recién nacido se colo-
niza por diferentes bacterias, las cuales se pueden comportar como patógenas por las propias
condiciones inmunitarias del recién nacido que tiene un sistema inmunológico inmaduro. Si
bien es una situación poco frecuente, las bacterias luego de colonizar las mucosas las pueden
atravesar y por una bacteriemia llegar a las meninges y al encéfalo. En el recién nacido esta
bacteriemia motiva casi siempre además de la enfermedad neurológica, una sepsis con afec-
tación de otros parénquimas.
Haemophilus influenzae tipo b, Streptococcus pneunomiae y Neisseria meningitidis grupo B y
C, son los que en nuestro país más frecuentemente causan enfermedad en forma endémica.
La mayoría de los casos se presentan en invierno y primavera y parecen vincularse con el
descenso de la humedad relativa y el aire frío que facilitan la erosión de la mucosa rinofarín-
gea, disminuyendo las defensas locales a este nivel. El ambiente familiar es el de mayor riesgo
de adquirir la enfermedad, muy especialmente si median condiciones de mala ventilación y
hacinamiento.
Según los datos del MSP en el período 1999-2002 el orden de frecuencia de las bacterias
más comunes en menores de 5 años fue: Neisseria meningitidis, Streptococcus pneumoniae.
Haemophilus influenza, etc.
En el cuadro 2 se describen los gérmenes aislados en el periodo 1999–2002 y el porcentaje
de meningitis denunciadas como supuradas sin germen identificado.
Cuadro 2.
1999 2000 2001 2002
N. meningitidis serogrupo C 24 15 6 0
N. meningitidis serogrupo B 29 38 - -
44
36
N. meningitidis
serogrupo W
135
-
3
N. meningitidis sin seroagrupar 3 3 - -
N. meningitidis otros 2 - - -
Streptococcus pneumoniae 59 35 63* 29
Haemophilus influenzae tipo b 2 2 2 1
Otros gérmenes identificados 7 5 7 10
Casos 80/206 54/155 65/178 62/138
Sin germen / Con germen y % (31 %) (35%) (37%) (45%)

Fuente: MSP División Epidemiologia - Uruguay


* Fallecieron 24 pacientes; 17 eran mayores de 40 años.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 217

Uruguay fue el primer país de Latinoamérica que incorporó la vacuna anti Haemophilus
influenzae tipo b en forma universal. A partir de setiembre de 1994, se comenzó a vacunar a
toda la población infantil del país menor de 4 años, con la vacuna anti-Haemophilus influenzae
tipo b conjugada.
Según datos aportados por la División Epidemiológica del MSP, desde setiembre 1994 a
la semana 30 del año 1995 (última de julio) se registraron 3 casos de MEAS a Haemophilus
influenzae tipo B, en niños no vacunados o incompletamente vacunados. El número de casos
en años anteriores en períodos similares fue de hasta 10 o más veces mas alto. A pocos meses
de iniciada la vacunación se pudo observan un rápido impacto en la reducción de casos en
meningitis. Si comparamos con los casos ocurridos en el período 1999-2002, vemos que
la reducción dramática de casos se mantiene aunque se presentan casos en niños, lamen-
tablemente no inmunizados. Estos resultados se han visto en muchos países del mundo al
incorporar esta vacuna.
Casos de MEAS por Haemophilus influenzae:
Casos la semana epidemiológica 30 Casos todo el año
1992 31 1999 2
1993 28 2000 2
1994 37 2001 2
1995 3 2002 1
1996 0
Fuente: MSP División Epidemiología - Uruguay

Clásicamente se dice que Neisseria meningitidis A Y C son capaces de causar epidemias.


Con los estudios epidemiológicos de los últimos años se ha podido determinar que también
existieron verdaderas epidemias por el grupo B en Cuba y en San Pablo (Brasil).
En nuestro país en la década del 90 se registró un aumento del número de casos de MEAS
por Neisseria meningitidis grupo C, que pasó a predominar sobre el grupo B. En el año 1996 esa
situación de hiperendemia, junto a un aumento de la mortalidad por esta enfermedad (tasa
de meningitis supurada 11.9/100.000, tasa de MEAS por Neisseria meningitidis grupo C de 3,1/
100.000) determinó que el MSP impulsara una campaña de vacunación gratuita no obligatoria
con vacuna polisacarídica A-C a la población entre 2 y 19 años. Se vacunó alrededor del 90%
de esa franja etárea. En 1999 se decidió aplicar nuevamente la misma vacuna. En los últimos 4
anos se observó una disminución muy marcada de casos de EIM por N. meningitidis grupo C
que se puede atribuir en parte a la vacunación iniciada en 1996.1
En julio 2001 se detectaron algunos eventos que alertaron sobre la posibilidad de un
cambio en la evolución de la EIM por N. meningitidis grupo B: aumento del número de
casos, desplazamiento de las edades de los pacientes afectados hacia la franja de mayores
de 5 años, brote epidémico en una pequeña ciudad (Santa Lucía, Canelones) con una
tasa de 30/100.000 habitantes y fallecimiento de pacientes predominantemente mayores
de 5 años. Estos cambios epidemiológicos señalaban la posibilidad de pasaje de la forma
endémica a la forma epidémica de la enfermedad. A esto se agregó el predominio de una
determinada cepa (B: 4,7: P1.15,19) sobre una mezcla de cepas de N. meningitidis grupo
B. Estos datos epidemiológicos y microbiológicos determinaron la decisión de inmunizar
con la vacuna antimeningocóccica B-C preparada con la cepa B: 4,7: P1.15,19 en el
Instituto Finlay. La campaña gratuita no obligatoria se dirigió a la población de 4 a 19
1
Fuente: MSP Vigilancia Epidemiológica CL 2000. Informe “Situación de las meningitis supu-
radas en el Uruguay” 13 enero 2002
218 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

años de todo el país, comenzando por el departamento de Canelones, luego Montevideo


y el resto del país.2

Fisiopatología
Han sido empleados por muchos autores, modelos experimentales con animales para intentar
aclarar como es que los microorganismos llegan al huésped y lo colonizan; como es que pueden
sobrevivir a los mecanismos de defensa del huésped, invaden el SNC e inducen una respuesta
inflamatoria en el espacio subaracnoideo que contribuye a explicar la mayoría de los eventos
fisiopatológicos que ocurren como consecuencia de la infección.
Podemos resumir así, los pasos que siguen los microorganismos hasta determinar la
enfermedad.
1. Fijación a las células epiteliales de la mucosa nasofaríngea y orofaríngea.
2. Transgresión de la barrera mucosa.
3. Sobrevida en el torrente sanguíneo (evitando las células fagocíticas y la actividad bacte-
riolítica).
4. Ingreso en el LCR.
5. Producción de patología en las meninges y encéfalo.
Analizaremos los puntos que se conocen de estos sucesivos pasos.
El primer paso crítico en la iniciación de MEAS es la colonización nasofaríngea por un
nuevo microorganismo. La cápsula que estos poseen parece jugar un rol fundamental en la
colonización nasofaríngea para el caso de H. influenzae y S. pneumoniae, ya que la adquisición
de anticuerpos contra el antígeno capsular, ya sea por sucesivas exposiciones o por reacción
cruzada con integrantes de la flora normal, como ocurre en los primeros años de la vida,
ejerce una acción protectora. A esto se atribuye lo excepcional de la enfermedad por H. in-
fluenzae después de los cuatro años. Además hay trabajos que sugieren que estos anticuerpos
podrían interferir con la colonización. Para el caso de S. pneumoniae, si bien no está aclarado
el problema, parece ser que la situación es similar. La cápsula está también involucrada en la
colonización, ya que la ausencia de anticuerpos específicos contra los serotipos que causan la
enfermedad invasiva, como neumonias y MEAS, es decisiva en la determinación de la coloni-
zación. Se ha demostrado en modelos animales y en cultivos celulares que H. influenzae puede
expresar fenotípicamente la presencia de fimbrias, según las condiciones de desarrollo. Estas
fimbrias están relacionadas con la adhesión al epitelio nasofaríngeo. N. meningitidis coloniza la
nasofaringe utilizando pilis, que encuentran a ese nivel receptores específicos en la superficie
de las células de la mucosa. También se ha demostrado que una vez fijados allí, atraviesan la
barrera mucosa porque son transportados a través del epitelio por vacuolas fagocíticas.
Un mecanismo de defensa local de que dispone el organismo para defenderse de la
colonización es la producción de anticuerpos IgA a nivel de las secreciones mucosas. Estos
pueden inhibir la adhesión de los microorganismos, pero por otra parte también es cono-
cido que muchas de estas bacterias patógenas producen IgA proteasas que inactivan a los
anticuerpos IgA. Una vez que la bacteria llegó a la sangre debe sobrevivir a las defensas del
huésped, esto es posible también por poseer cápsula. La cápsula les permite resistir la acti-
vidad bactericida del complemento, ya que impide que se active su vía clásica; además la
cápsula inhibe la fagocitosis por los neutrófilos. Estos hechos permiten que se desarrolle una
bacteriemia importante, y esto es imprescindible para que posteriormente ocurra la invasión
de las meninges y el encéfalo.
2
Rev. Med. Uruguay 2002;18:83-88.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 219

El huésped tiene mecanismos para oponerse a este efecto antifagocítico de la cápsula. El


antígeno capsular de S. pneumoniae y los LPS de las bacterias gramnegativas activan la vía
alternativa del complemento, activando a C3 que determina la fijación de C3b a la superficie
celular bacteriana, activando finalmente la vía final común del complemento (C5, C6, C7, C8
y C9), complejo de ataque de la membrana que determina la lisis celular. Pero además estos
eventos facilitan la opsonización, la fagocitosis y ayudan a eliminar las bacterias del torrente
sanguíneo. Se ha demostrado que pacientes con déficit de la vía alternativa del complemento
y del complejo de ataque de la membrana, están más predispuestos a infecciones graves por
S. pneumoniae y N. meningitidis.
El mecanismo más efectivo para eliminar las bacterias de la sangre y así evitar la enfer-
medad es la presencia de anticuerpos específicos anticapsulares, esto explicaría por que esta
enfermedad es más rara en los adultos y niños mayores de cinco años, en quienes se detectan
anticuerpos (en especial es muy claro para H. influenzae). Esto explicaría también por que, en
épocas de epidemias por N. meningitidis, en que un 80% de la población expuesta está colonizada
en su nasofaringe, son muy pocos de estos los que enferman. Los anticuerpos anticapsulares
opsonizan la bacteria y permiten que esta sea ingerida por los fagocitos polimorfonucleares y
macrófagos. Parecería que el factor determinante para que ocurra invasión de las meninges
está ligado al grado de bacteiremia, si esta es importante ocurre invasión meníngea. Aún no se
sabe exactamente el sitio anatómico por donde hacen su ingreso las bacterias desde la sangre
al espacio subaracnoideo (espacio que queda entre la aracnoides y la piamadre). Estas hojas
meníngeas cubren el encéfalo y entre ellas circula el LCR.
Hay estudios que avalan que lo hacen a través de los plexos coroideos, en donde se pro-
duce un proceso inflamatorio y donde el flujo sanguíneo es mayor. Por otra parte también se
ha demostrado la presencia de receptores específicos para los patógenos meníngeos a nivel
de los capilares de plexos coroideos y ventrículos cerebrales.
Si las bacterias han sorteado los mecanismos de defensa del organismo y llegan al espacio
subaracnoideo, comienza allí una activa multiplicación. Esto ocurre ya que estas bacterias
capsuladas se encuentran con un ambiente en donde nuevamente los mecanismos defensivos
son inefectivos. En primer lugar la concentración de proteínas del complemento es muy baja,
aunque exista un intenso proceso inflamatorio. Incluso se ha demostrado que los propios
leucocitos producen proteasas que inactivan el complemento. En segundo lugar esto motiva
que la opsonización y la fagocitosis sean inefectivas. En los pacientes con MEAS se produce
un aumento de las inmunoglobulinas en el LCR, pero este es menor comparado con el que
ocurre simultáneamente en el suero, y no se establece una concentración adecuada hasta
etapas avanzadas de la enfermedad. También ocurre un aumento de los leucocitos neutrófi-
los en el espacio subaracnoideo (ESA), al parecer favorecido por la presencia de sustancias
quimiotácticas, como C5a.
Para llegar los leucocitos circulantes en sangre periférica al ESA deben atravesar la barrera
hematoencefálica (BHE). La BHE está constituida por endotelio capilar, las células de la
astroglía y las células ependimales. La BHE separa el SNC del compartimento intravascular,
y es fundamental para mantener su homeostasis. Se ha demostrado que existen receptores
que intervienen en la adhesión de los polimorfonucleares (selectinas e integrinas), tanto en
el endotelio capilar como en la astroglía y células ependimales. Estos receptores son activados
por los productos bacterianos (LPS, ácidos teicoicos y peptidoglicán). Los leucocitos atraviesan
las uniones intercelulares endoteliales evadiendo así los límites de los capilares, liberando
simultáneamente productos proteolíticos, lisozimas y radicales tóxicos de O2.
De la activa multiplicación bacteriana en el ESA resultan dos fenómenos muy impor-
220 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

tantes en la fisiopatología de la MEAS. Por un lado la lisis de las bacterias libera a nivel local
estructuras bacterianas como LPS en el caso de las bacterias gramnegativas y fragmentos de
peptidoglicán y ácidos teicoicos para el caso de cocos grampositivos. Estos productos bacteria-
nos desencadenan una intensa respuesta inflamatoria local y a su vez también atraen al ESA
fagocitos (neutrófilos y macrófagos) que infructuosamente tratan de fagocitar las bacterias.
Por otro lado, las bacterias en activa multiplicación pueden pasar desde el SNC a la sangre,
así como también pasar los productos bacterianos que resultan de la lisis bacteriana. Podemos
imaginar a los patógenos meníngeos y sus productos entrando y saliendo del LCR permanen-
temente. Los fragmentos de péptidoglican y ácidos teiciocos (los denominados actualmente
superantígenos) de las bacterias grampositivas, y los LPS de las bacterias gramnegativas,
inducen una vigorosa respuesta inflamatoria que a su vez está producida por los denominados
mediadores de la inflamación. Estos mediadores son liberados ante la llegada de las bacterias
y sus productos por los neutrófilos, los macrófagos locales, células del SNC como astrocitos,
célula de la microglía, células ependimales y células endoteliales. Los mediadores involucrados
son IL1 α y ß, IL6, IL8, el factor de necrosis tumoral (FNT), factor activador de plaquetas,
prostaglandinas, metabolitos del ácido araquidónico. Estos mediadores o citoquinas liberadas
promueven la activación de receptores de adhesión de las células de los endotelios vasculares
del SNC que atraen leucocitos a esas zonas, que como ya se dijo liberan productos proteolí-
ticos. También aumenta la formación de vesículas de pinocitosis en las células endoteliales.
Todo esto determina una injuria del endotelio vascular, instalándose así un aumento de la
permeabilidad de la BHE.
Todos estos cambios se han podido comprobar en modelos animales y se han podido
investigar en lactantes y niños con MEAS. La inoculación de cualquiera de los productos
bacterianos mencionados directamente al LCR de animales produce una inflamación me-
níngea y un aumento de la permeabilidad de la BHE. La BHE normalmente protege al SNC,
impidiendo la entrada de grandes moléculas y material particulado. Estos cambios morfológicos
del endotelio vascular se correlacionan funcionalmente con el pasaje de albúmina y otras
proteínas de bajo y alto peso molecular a través de la BHE hacia el espacio subaracnoideo.
El papel exacto que juegan los leucocitos en el aumento de la permeabilidad de la BHE,
no está aún aclarado, pero se sabe que el LPS y la pared bacteriana de las bacterias grampo-
sitivas, son importantes en su determinación. También la IL1 aumenta la permeabilidad de
la BHE y potencia su acción en presencia del FNT.
Todos estos eventos fisiopatológicos culminan en la determinación de edema cerebral con
el consiguiente aumento de la presión intracraneana; este tiene básicamente tres componen-
tes: edema vasogénico, edema citotóxico y edema intersticial, elementos que analizaremos
inmediatamente. El edema vasogénico se debe al aumento de la permeabilidad de la BHE.
El edema citotóxico es producto de la alteración que sufren las células del SNC por factores
tóxicos liberados por los neutrófilos, los mediadores de la inflamación (FNT) y los productos
bacterianos. El edema intersticial se produce porque la circulación del LCR se ve dificultada
por el aumento de la viscosidad del mismo, por el exudado de leucocitos polimorfonucleares
y el aumento de proteínas, esto sumado al proceso inflamatorio de las meninges y los ventrí-
culos, determina una dificultad no solo en la circulación del LCR sino en su reabsorción en
los plexos coroideos. Se ha demostrado en modelos animales que la infección meníngea, ya
sea por S. pneumoniae o por H. inflluenzae tipo b, aumenta el contenido de agua cerebral, la
presión del LCR, y la concentración de lactato. También en la MEAS se altera el flujo san-
guíneo cerebral, pudiéndose demostrar que en etapas tempranas hay zonas hipoperfundidas
como la corteza cerebral y el hipotálamo.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 221

En suma, la respuesta inflamatoria que pone en marcha el organismo con el intento de


defenderse de la multiplicación bacteriana determina una serie de alteraciones fisiológicas
que son agresivas para el propio SNC, y son las que en definitiva motivan las alteraciones
agudas y eventualmente la muerte; son las responsables de las secuelas neurológicas en los
pacientes que sobreviven.
Podemos resumir los eventos que ocurren en la MEAS de la siguiente manera: el aumento
de la permeabilidad de la BHE que determina edema vasogénico con mayor volumen de san-
gre intracraneano, el edema celular citotóxico que implica aumento del volumen celular y el
edema intersticial, son todos factores que aumentan el contenido del SNC que está alojado
en una cavidad inextensible como es el el cráneo, derivando todo esto en un aumento de la
presión intracraneana (PIC). Este aumento de la PIC es una de las causas de la disminución
de la perfusión cerebral e hipoxemia, con un cambio al metabolismo anaeróbico marcado por
las concentraciones crecientes de lactato y decrecientes de glucosa en el LCR. La intensa
inflamación y la hipertensión intracraneana pueden anular la autorregulación vascular a nivel
del SNC, dejando el flujo sanguíneo cerebral dependiendo únicamente de la presión arterial
sistémica. Además la vasculitis y los fenómenos trombóticos que ocurren por la alteración
del endotelio vascular, la activación del factor activador de plaquetas y la activación de la
cascada de la coagulación, por liberación por parte de las células endoteliales de un factor
con actividad procoagulante, pueden producir arteritis que determinan infartos isquémicos
locales. La interacción de estos procesos puede culminar con una lesión neuronal y cerebral
irreversible, focal o difusa.
Es indudable que la respuesta inflamatoria contribuye en gran medida en la determinación
de las complicaciones y las secuelas de esta enfermedad. Diversos grupos de investigadores
intentan identificar moduladores de esta respuesta inflamatoria para mejorar el pronóstico
de los pacientes. Se han evaluado diversos antiinflamatorios no esteroideos en modelos
animales experimentales, tales como la indometacina. Otros fármacos como la pentoxifilina
que interfiere con la Il l y el FNT también se han ensayado. La investigación en este sentido
continúa, y es amplia la lista de fármacos, como los antioxidantes, que se están estudiando.
Dentro de los antiinflamatorios esteroideos el más extensamente estudiado y aplicado en el
tratamiento de MEAS en niños es la dexametasona, que ha demostrado disminuir el flujo
de proteínas como albúmina hacia el LCR y favorece su circulación. En modelos animales se
evidenció que disminuye el edema cerebral, la PIC, la concentración de prostaglandina E2, la
concentración de lactato en LCR y la actividad del FNT. La administración de dexametasona
parece ser más útil si se administra en las primeras horas de la enfermedad, cuando el número
de bacterias es mayor, y antes de administrar el antibiótico que determinará bacteriolisis (30
minutos antes de la primera dosis de antibióticos). Se ha aplicado dexametasona en ensayos
clínicos tratando a lactantes y niños con MEAS. El tratamiento con este fármaco resultó
beneficioso, comprobándose que disminuye los mediadores de la inflamación y modula la
inflamación meníngea. Los pacientes tratados con dexametasona y antibióticos presentaron
en esos ensayos mejor pronóstico inmediato y a largo plazo. El tratamiento con dexametasona
no demostró modificar la tasa de mortalidad por MEAS. Todos estos hallazgos fueron signi-
ficativos cuando se evaluaron las MEAS por H. influenzae tipo b en niños. No hay opinión
unánime en cuanto a su utilidad en MEAS por otros gérmenes y en pacientes adultos. Se está
investigando la aplicación de anticuerpos monoclonales contra FNT, Il-1 o factor agregante
plaquetario.
222 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Diagnóstico

CLÍNICO
La tríada típica la constituyen: síndrome febril, síndrome de hipertensión endocraneana y
síndrome de irritación meníngea. Pueden presentar síndrome purpúrico (petequias en la piel
por vasculitis sistémica) progresiva o no, que puede culminar en el shock endotóxico, el de-
nominado púrpura fulminante. A todo paciente en que se sospeche una MEAS se le realizará
una punción lumbar para extraer LCR controlando rigurosamente las medidas de asepsia.

PARACLÍNICO
Estudio citoquímico del LCR: hay elementos del examen citoquímico que nos orientan a que
estamos frente a una MEAS. Primero el aspecto del líquido, si es turbio o purulento; luego si
la citología muestra aumento del número de polimorfonucleares, si la glucosa está disminuida
y las proteínas aumentadas.
Estudio microbiológico del LCR: para que se pueda obtener un buen resultado del estudio
microbiológico es imprescindible que se recuerde que todas las bacterias involucradas en
la MEAS son exigentes. La muestra debe ser transportada rápidamente al laboratorio para
que se la siembre en medios de cultivo que le proporcionen los nutrientes necesarios, a una
temperatura adecuada de 37ºC y en una atmósfera enriquecida con CO2, que favorece el
desarrollo de cualquiera de los microorganismos involucrados. Habitualmente se siembran
medios como agar sangre o agar chocolate con factores de crecimiento.
Lo primero que el laboratorio puede informar es el examen directo con coloración de
Gram. Es de gran valor por ser un examen rápido, específico y sensible, si es realizado por una
persona con experiencia. Su información se obtiene rápidamente. Si se observan diplococos
grampositivos nos orienta a que el germen pueda ser S. pneumoniae; si se observan bacilos
gramnegativos pleomórficos puede tratarse de H. influenzae; si se observan diplococos gram-
negativos en granos de café intra y extra leucocitarios, puede tratarse de N. meningitidis.
De gran utilidad también es la detección de antígenos capsulares en el LCR. La primer
técnica usada para la detección de antígenos bacterianos fue la contrainmunoelectroforesis,
actualmente ha sido reemplazada por técnicas más sensibles y simples de realizar, como las
de aglutinación de látex y coaglutinación. El principio de estas técnicas es la adhesión de
anticuerpos específicos para antígenos bacterianos (a partículas de látex o a células bacte-
rianas de Staphylococcus aureus, respectivamente). Al enfrentarse al antígeno, si está soluble
en el LCR aparece una aglutinación visible al ojo humano. La utilización de estos sistemas
de detección de antígenos es útil para confirmar e identificar rápidamente en menos de dos
horas lo que se ha observado al Gram, así como también es útil el diagnóstico presuntivo del
agente etiológico en aquellos pacientes que han sido tratados previamente con antibióticos,
en los que el examen directo es negativo. La detección de antígenos no sustituye el examen
directo y el cultivo, ya que estas técnicas no son 100% sensibles y específicas. Tienen la
ventaja de su rapidez, que es útil al clínico para una orientación rápida del agente etiológico
involucrado. Solo el cultivo permite estudiar la sensibilidad antibiótica, si es necesario, en la
bacteria aislada y permite su tipificación en base a sus diferentes antígenos capsulares o de
proteínas de membrana externa, como en el caso de N. meningitidis. La tipificación exacta de
las bacterias aisladas en cada año en un país es fundamental para los estudios epidemiológicos
que permitirán entre otras cosas, planificar eventualmente planes de vacunación.
A las bacterias que desarrollan en los medios de cultivo se las estudia con los métodos
habituales de identificación: Gram, detección de enzimas, pruebas bioquímicas, requerimien-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 223

tos nutricionales e identificación serológica de los antígenos que permiten clasificarlas en


diferentes serogrupos o serotipos.
Para el caso de N. meningitidis, no se realizan pruebas para estudiar su sensibilidad a los
antibióticos porque aún en nuestra región se mantiene sensible a la penicilina y sus derivados.
Haemophilus influenzae tipo b ha desarrollado resistencia a ampicilina, que en nuestro medio
(datos aportados por el Laboratorio de Bacteriología del Centro Hospitalario Pereira Rossell)
se ubica en un 6%, y al cloranfenicol en un 5% de las cepas aisladas. Por eso es que se debe
realizar ante toda cepa que se aísle de LCR un antibiograma por el método de difusión en agar
en medios especiales para esta bacteria, además de la detección de ß lactamasas que es uno
de los mecanismos más importantes por los que esta bacteria es resistente a los antibióticos
ß lactámicos, como la ampicilina.
Se han detectado en los últimos años cepas de S. pneumoniae resistentes a penicilina,
que es el antibiótico de elección para tratar la mayoría de las infecciones neumocócicas. Se
han identificado cepas resistentes a penicilina en prácticamente todo el mundo. Esta resis-
tencia se puede clasificar de acuerdo a la concentración inhibitoria mínima en: resistencia
intermedia (entre 0,1 y 1 µg/ml) y resistencia elevada > 2 µg/ml. La mayoría de las cepas
con susceptibilidad disminuida a penicilina en nuestro medio tienen resistencia intermedia
a la penicilna: Hortal y col3, en 2002, publicaron la susceptibilidad de 105 cepas aisladas
de MEAS en niños entre los años 1994-2002, 94 fueron susceptibles (CIM < 0,1 µg/ml), 9
tenían susceptibilidad intermedia (CIM 0,1-1 µg/ml)y 2 eran resistentes (CIM > 2 µg/ml).
Pero también se debe realizar la concentración inhibitoria mínima (CIM) a todas las cepas
aisladas de procesos invasivos graves (a aquellas que se han demostrado resistentes al testarlo
con el disco de oxacilina), para poder determinar el grado de resistencia. Se debe realizar
además la determinación de la CIM para cefotaxime o ceftriaxona. Las cepas que muestran
una alta resistencia a la penicilina (mayor de 2 µg/ml) son frecuentemente resistentes a otros
antibióticos como cefriaxona, pero son sensibles a vancomicina.

Tratamiento
Este se adecúa según la edad del paciente y los agentes involucrados; a modo de ejemplo
podemos ver las recomendaciones de autores internacionales que hemos resumido en el
cuadro 3.
En los neonatos y hasta los tres meses se puede utilizar una cefalosporina de tercera
generación que es útil para tratar los tres gérmenes más frecuentes e inclusive las enterobac-
terias, con el agregado de ampicilina, a la que son sensibles S. agalactiae y L. monocytogenes.
Algo similar ocurre en los pacientes mayores de 50 años según este protocolo. Entre los 18 y
50 años se utiliza penicilina, que sigue siendo el antibiótico de elección, pudiéndose utilizar
alternativamente una cefaslosporina de tercera generación.

Prevención

Sin duda el avance más importante en la prevención de la MEAS ha sido el desarrollo de


vacunas contra algunos de los agentes que más frecuentemente la causan. En el cuadro 4 se
detallan las vacunas existentes que ya han sido utilizadas en niños y adultos. La estructura
bacteriana utilizada para preparar las vacunas es el polisacárido capsular.
224 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Cuadro 3. Tratamiento empírico de la MEAS

Grupo etario Tratamiento Microorganismos Tratamiento a elec-


empírico probables ción
Neonatos (< 1 mes) Ampicilina y amino- S. agalactiae Ampicilina + AG
glucósido L. monocytogenes Ampicilina + AG
Enterobacterias, Cefotaxime + AG
E. coli
1 mes a 3 meses Ampicilina y cefo- Los mismos del
taxime o ceftriaxona grupo 1 y 3
Lactantes y niños Cefotaxime o ceftri- Haemophilus influenzae Cefotaxime o ceftri-
menores 5 años axona tipo b axona o ampicilina si
N. meningitidis es sensible
S. pneumoniae
Mayores 5 años a 50 Cefotaxime o ceftri-
años axona
penicilina o ampi-
cilina
>50 años Ampicilina y ceftri- N. meningitidis
axona S. pneumoniae
L. monocytogenes
Enterobacterias

Cuadro 4

Vacuna Composición Aplicación


Anti-Haemophilus tipo b Polisacárido capsular con- Niños menores de 4 años
jugado a proteína (toxoide (desde los 2 meses)
diftérico o tetánico)
Anti Neisseria meningitidis Polisacárido capsular puri- A cualquier edad a partir de
Grupo A ficado los 2 años
Grupo C Polisacárido capsular puri- A cualquier edad a partir de
ficado los 2 años
Bivalente. Grupos: A-C Polisacárido capsular puri- A cualquier edad a partir de
ficado los 2 años
Cuatrivalente. Grupos: A, C, Polisacárido capsular A cualquier edad a partir de
Y, W135 purificado de los grupos los 2 años
enumerados
Grupo B Proteínas mayores de mem-
brana externa
Grupos: B-C Proteínas mayores de mem-
brana externa de grupo B y
polisacárido capsular C
Anti neumocócicas. Vacuna Polisacárido capsular de A cualquier edad a partir de
23 valente 23 cepas que causan más los 2 años
frecuentemente enfermedad
invasiva

En el caso de Haemophilus influenzae tipo b se ha logrado conjugar con proteínas logran-


do así una vacuna inmunogénica en niños menores de dos años, los más afectados por esta
enfermedad.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 225

Para el caso de Streptococcus pneumoniae existen en uso vacunas capsulares. Desde el


año 2001 en Estados Unidos se está utilizando extensamente una vacuna conjugada polisa-
cáridos-proteínas a partir de los dos meses de vida. Los estudios de efectividad previos a su
utilización rutinaria y los posteriores muestran un impacto muy importante en la enfermedad
invasiva por neumococo. Esta vacuna (Prevnar Wyeth/Lederle) contiene los 7 serotipos que
con mayor frecuencia causan enfermedad neumocóccica invasiva en Estados Unidos. En
nuestro país los serotipos que con mayor frecuencia causan este tipo de enfermedad son: 14,
5, 1, 7F, 3, 6B, 19 A, 23F, 19 F, 6 A, 18 C y 9 V. Los 14, 5 y 1 son responsables de alrededor del
70 % de los casos en nuestro país. Esta vacuna heptavalente actualmente disponible carece
de los serotipos 5 y 1, por lo que su cobertura para las cepas de en nuestro país alcanza solo
el 53 %. Se espera que otras vacunas 9 u 11 valentes o vacunas preparadas con proteínas
neumocóccicas tal vez permitan sortear este problema.
Las vacunas antimeningocóccicas preparadas con polisacáridos capsulares bivalentes o tetra-
valentes son utilizadas desde hace años fundamentalmente para el control de epidemias. Hoy está
disponible una vacuna de polisacárido C conjugada que ya está siendo aplicada en Inglaterra en
niños a partir de los dos meses, se espera que el impacto en la EIM por N. meningitidis serogrupo
C será tan importante como el de las vacunas conjugadas de Haemophilus influenzae tipo b y
la heptavalente neemocóoccica .
Las vacunas anti-meningocócicas son preparadas con polisacárido capsular excepto para el
caso del Grupo B, ya que el polisacárido capsular de ese grupo es escasamente inmunogénico. Se
han desarrollado vacunas con proteínas de membrana externa purificadas, o junto a polisacárido
capsular de otro grupo como el C. Estas vacunas están siendo ya utilizadas en niños y adultos
jóvenes; existen publicaciones que evalúan su eficacia e inmunogenicidad en distintas franjas
etáreas.

Bibliografía
• Joklik WK, Willett HP, Amos DB, Wilgert CM. editores, Zinsser Microbiología. 20ª ed. BsAs. Panamericana;
1994.
• Koneman EW, Allen SD, Janda WM, Schreckenberger PC, Winn WC (h). editores. Diagnóstico Microbio-
lógico, Texto Atlas Color. 5ª ed. Bs As. Panamericana. 1999.
• Salyers AA, Whitt DD. editors. Bacterial Patogenesis, a molecular approach.2nd. ed. Washington, D.C. ASM
Press. 2001.
• Forbes BA, Sahm DF, Weissfeld AS. editors. Bailey & Scott´s. Diagnostic Microbiology. 11th. ed. St. Louis,
Missouri. Mosby. 2002.
• Mandell GL, Douglas, Bennett JD. editors. Enfermedades infecciosas, Principios y Práctica. 5ª ed. Bs.As.
Panamericana. 2002.
• Murray PR. Baron EJ. Jorgensen JH. Pfaller MA. Yolken RH Editors. Manual of Clinical Microbiology. 8th.
ed. Washington, D.C. ASM Press. 2003.
226 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 227
Página 227

14 Infecciones de
transmisión sexual
L. Anzalone, A. Mattera

Concepto y generalidades

El término infecciones de transmisión sexual (ITS) incluye aquel conjunto de infecciones que
se pueden expresar clínicamente con distinta sintomatología, que tienen diferentes agentes
etiológicos y que las reúne el hecho epidemiológico de adquirirse por vía sexual, sin ser esta
la única vía de transmisión. Las ITS involucran principalmente la esfera genital, existiendo
la posibilidad para algunos de los agentes participantes, de generar infecciones diseminadas
lesionando numerosos órganos. Dentro de estos agentes podríamos realizar una diferencia-
ción de aquellos que no utilizan la vía sexual como principal vía de transmisión, generando
síndromes infecciosos en la esfera extragenital como es el caso de la hepatitis B, A, C, y
bacterias como Shigella spp., Salmonella spp., etc., denominándolas infecciones sexualmente
transmisibles, un término más amplio.
Las primeras ITS que se descubrieron fueron la sífilis y la gonorrea, en principio sin ser
reconocidas como tales. Existe evidencia histórica no concluyente acerca del origen de la
sífilis, por lo cual se duda si se introdujo en el viejo mundo por la tripulación de Cristóbal
Colón, o si la misma era una una enfermedad antigua que se extendió por Europa debido a
la urbanización. No se puede afirmar que Treponema pallidum fuese el agente de la pandemia
conocida como Gran Pox, que asoló Asia y Europa luego del regreso de Colón de América; no
obstante ello las primeras descripciones de la enfermedad datan de esa época, reconociéndose
su forma de transmisión poco después. La gonorrea ya es referida en el antiguo testamento,
siendo Galeno quien le diera el nombre. En 1879 Neisser descubre el agente etiológico. Ambas
datan entonces, de la era preantibiótica.
La evolución del tiempo ha llevado a que se sumaran a estas dos clásicas infecciones, una
larga lista con variados agentes involucrados, encontrándose actualmente más de 25 agentes
con 50 síndromes a los que se les reconoce un carácter de transmisión sexual.
Una clasificación en base a su aparición define como de primera generación a la sífilis,
gonorrea y chancro blando; de segunda generación (1970) a las producidas por C. trachomatis,
Mycoplasma spp. y Herpesvirus genital; de tercera generación a las producidas por Papiloma-
virus humano, virus de la hepatitis y virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Las ITS constituyen un grupo de enfermedades infecciosas muy frecuentes, siendo su
distribución no uniforme en el mundo, variando la incidencia de los diferentes patógenos
dependiendo del área geográfica, del nivel socioeconómico, hábitos sexuales, etc. La impor-
tancia de dichas infecciones no radica solamente en sí mismas, sino también en los efectos
228 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

deletéreos que pueden ocasionar, como la infertilidad femenina secundaria y las infecciones
neonatales graves.
Desde el momento en que se reconocen los virus como agentes de algunas de dichas
infecciones, poniéndose de manifiesto el potencial oncogénico de algunos de ellos, como
ser Papilomavirus humano, y la evolutividad inexorable hacia la muerte de los pacientes
con síndrome de inmunodeficiencia adquirido por VIH, se reconoce una revaloración del
impacto que las mismas tienen en la población mundial y la importancia de su prevención,
diagnóstico y tratamiento. Para una correcta prevención debemos realizar una tarea infor-
mativa y educativa.
Existen factores que dificultan el diagnóstico y tratamiento así como también su control,
entre ellos se destacan: la clínica, en ocasiones inespecífica y poco demostrativa; la variedad
de síndromes que puede determinar un solo agente etiológico; la no despreciable frecuencia
de infecciones mixtas; las infecciones asintomáticas (más frecuentes en la mujer). El creciente
índice de cepas resistentes a los antimicrobianos junto con la necesidad de tratamiento de
la pareja y el frecuente abandono del tratamiento, completan un panorama difícil para su
control.
Estas infecciones pueden ser clasificadas para su estudio de diversas maneras: por los
agentes involucrados (bacterias, virus, parásitos y hongos) o en base a los síndromes que
estos provocan. Debemos obtener una correcta historia y examen clínico jerarquizando el
interrogatorio epidemiológico del paciente, y de esta forma lograr un correcto diagnóstico
clínico y orientar adecuadamente los pasos a seguir para obtener el diagnóstico microbiológico
y tratar en forma adecuada al paciente y sus contactos.

Epidemiología y control
Dentro de los parámetros que afectan la transmisión de las ITS se encuentran los factores de
riesgo, entendiendo por tales aquellos que poseen influencia causal en la adquisición de las
mismas. Dentro de estos se encuentran: a) el comportamiento sexual - número de parejas
sexuales, cambio de parejas, prostitución, hábitos sexuales (el sexo anal facilita la difusión,
el sexo oral y la homosexualidad femenina resultan menos eficaces); b) contracepción - los
métodos de barrera dificultan el contagio, el DIU (dispositivo intrauterino) facilita la infección
genital ascendente, los anticonceptivos orales (ACO) facilitan el cambio en el comporta-
miento sexual y el riesgo de exposición; c) otras ITS con lesiones ulceradas contribuyen a
la transmisión.
Entre los principales marcadores de riesgo se consideran: a) la edad, siendo la adolescen-
cia y la ectopía cervical de las mujeres jóvenes factores favorecedores; b) el sexo: son más
frecuentes en el hombre; c) drogadicción; d) niveles socioeconómico y cultural bajos.

Transmisión
Dado que la eficacia de la transmisión de ITS no es de un 100%, es necesario un nivel mí-
nimo de actividad sexual y cambios de parejas sexuales, que propague la infección. Sin estas
condiciones la tasa de curación superaría al índice de aparición de nuevas infecciones y la
prevalencia llegaría a cero. Se plantea la existencia de un núcleo central de población con
elevada incidencia de ITS y factores de riesgo, que actuaría como reservorio. La población
restante se infectaría al entrar en contacto en forma transitoria en este núcleo. Las infeccio-
nes persistentes como el VIH, herpes genital, etc., no siguen ese esquema de propagación,
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 229

existiendo un incremento paulatino de la población infectada. Los portadores asintomáticos


cumplen un rol fundamental en la difusión de muchas ITS, por lo cual su detección es muy
importante para cortar la transmisión. Para comprender un poco más la transmisión de la ITS
se ha propuesto una fórmula que representa todos los parámetros involucrados en ella.

Ro = Beta.c.D
Ro: tasa de reproductividad de la infección-diseminación
Beta: tasa de infectividad
c: número de parejas sexuales
D: duración de la infectividad

Para que una epidemia ocurra Ro tendrá que ser mayor que 1. Algunos parámetros varían
en los distintos agentes.

Control
Se basa en la educación y prevención de salud, la educación médica, los programas de de-
tección, el diagnóstico y el tratamiento precoz, la notificación de las parejas sexuales, entre
otras. Los principales fines del control de las ITS son: evitar la infección y sus consecuencias,
interrumpir la propagación y disminuir la epidemia por VIH basado en la relación de cola-
boración de diferentes agentes con este virus. Esto se logra con educación y promoción de
salud, acompañadas de técnicas de sexo más seguro, una correcta vigilancia epidemiológica
con programas de detección precoz, la notificación obligatoria, el diagnóstico y tratamiento
precoces, al igual que el tratamiento de los contactos sexuales. Además de lo antes mencio-
nado se deben incluir las 4 C:
• Consentimiento informado del paciente.
• Consejería: técnicas de prácticas sexuales seguras con menor riesgo (sexo sin penetración,
uso de preservativos), información sobre ITS y sugerencia de realización de la prueba
serológica anti VIH.
• Contactos: a través de entrevistas se conocen las conductas sexuales del paciente y sus
contactos sexuales
• Condones: correcto uso y evaluación de sus características (validez, envase en buen estado,
cámara de aire, utilización de lubricantes acuosos, su uso durante toda la relación).

Principales síndromes y sus agentes causales


URETRITIS
Se define como el síndrome caracterizado por aparición de corrimiento uretral, en general
mucopurulento, con disuria o prurito en el meato urinario, como respuesta de la uretra a una
inflamación de cualquier etiología. Las causas de este síndrome en general son infecciosas y
de transmisión sexual, existiendo, sin embargo, también otras: químicas, microtraumatismos,
hipersecreción glandular que puede dar lugar a dificultades diagnósticas. En base a su evolución
se pueden clasificar en aguda, persistente o recurrente. En base a su etiología en gonocócica,
postgonocócica, no gonocócica (C. trachomatis, U. urealyticum, Trichomonas vaginalis, Herpes,
etc.) y de etiología desconocida.
La incidencia de las diferentes etiologías variará en nuestro medio de acuerdo al nivel
230 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

sociocultural, existiendo predominio en población de bajos recursos de uretritis gonocócica.


Es importante resaltar la frecuente asociación de N. gonorrhoeae y C. trachomatis (20%).

URETRITIS GONOCÓCICA
Es causada por Neisseria gonorrhoeae. Destacamos que es una bacteria extremadamente exi-
gente, tanto desde el punto de vista nutricional como atmosférico, y en su labilidad frente al
ambiente, características fundamentales a tener en cuenta para su diagnóstico.

Patogenia
N. gonorrhoeae posee variados mecanismos de patogenicidad que enumeramos a continua-
ción.
• Pilis (adherencia, pili 4)
• Proteínas de membrana externa: Prot I - endocitosis dirigida por el parásito, resistencia
al suero (Por A y Por B); Prot II - adherencia a células y entre bacterias (Opa); Prot III
- resistencia al suero.
• Lipooligosacárido
• Receptores de hierro
• IgA proteasas
El primer paso en la infección es la colonización de la mucosa constituída por células epi-
teliales cilíndricas, dada la respuesta inflamatoria, de inmediato las bacterias toman contacto
con los polimorfonucleares (PMN). Se desconoce el mecanismo por el cual una fracción de
las bacterias es eliminada y otra queda viable dentro de los PMN. N. gonorrhoeae se adhiere
a las células epiteliales por los pili tipo 4 e induce la fagocitosis mediante el reordenamiento
de filamentos de actina. Las proteínas de membrana externa denominadas Por A y Por B
tendrían el rol de disparar la fagocitosis (endocitosis mediada por el parásito mediante cambio
de potencial de la membrana celular, en la que contribuiría Opa). Luego transita hasta la
superficie basolateral por donde sale al espacio subepitelial, donde se genera una importante
respuesta inflamatoria celular.
La infección determina una respuesta no protectora, lo que podría deberse a la presencia de
antígenos hipervariables (por recombinación, variación de fase o cambio de bases repetidas).
El lipooligosacárido probablemente sea el responsable de la mayoría de los síntomas de la
gonorrea, dado que desencadena la respuesta inflamatoria liberando localmente mediadores
como FNT α, posee actividad endotóxica, contribuye a la pérdida ciliar, a la muerte de las
células mucosas, así como también contribuye a la patogenia de la infección contrarrestando
la actividad bactericida del suero. N. gonorrhoeae genera anticuerpos bloqueadores que no
permiten el contacto de sus antígenos de superficie con los anticuerpos del huésped. Existen
además proteínas de membrana externa que actuarían como receptores de los sideróforos
de otras bacterias para la captación de hierro, así como también captarían hierro utilizando
proteínas humanas de unión al hierro, como son la lactoferrina y la transferrina.
Estos factores, junto a factores del huésped tales como presencia de IgA secretoria
mucosa y complemento, determinarán que la infección pueda ser localizada (presencia de
PII) o diseminada (PI, PIII, déficit de complemento, etc.); siendo esta última forma de rara
aparición (3%).

Clínica
Luego de un período de incubación de dos a siete días aparece secreción mucopurulenta
con disuria, que evoluciona a la resolución en seis meses, pero con elevada incidencia de
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 231

complicaciones y de portadores asintomáticos prolongados. La prevalencia de estos últimos


es del orden del 1%, siendo fundamentales en la transmisión de la infección. Sus cepas co-
rresponden generalmente a los auxotipos AXU. Existen localizaciones extragenitales como
en oftalmia del adulto, faringitis, proctitis en homosexuales, etc., que aparecerán de acuerdo
a los hábitos sexuales del paciente.

Tratamiento
Clásicamente se realizaba con penicilina cristalina o ampicilina asociada a probenecid. Ac-
tualmente, por la existencia en nuestro medio de 60% de cepas resistentes a penicilina por
producción de ß-lactamasas (codificadas en plásmidos llamados asiático, africano y toronto, de
diferente peso molecular), se prefiere antibióticos como ciprofloxacina (500 mg v.o.), cefixime
(400 mg v.o.), ceftriaxona (250 mg i.m.), espectinomicina (250 mg i.m.), como tratamiento
de dosis única, a no ser que se determine que la cepa no posee resistencia a penicilina.

Epidemiología
Destacamos que la transmisión de N. gonorrhoeae por único contacto es del 30% de una
mujer infectada al hombre, y del 60% a la inversa. Dentro de los infectados el porcentaje de
evolución hacia una uretritis típica, atípica o asintomática, es variable.

URETRITIS NO GONOCÓCICA
Este síndrome es producto de infecciones por diferentes patógenos como Chlamydia trachomatis,
Ureaplasma urealyticum, Trichomonas vaginalis, Herpes genital, Gardnerella vaginalis, Candida
albicans, etc., de los cuales por frecuencia destacaremos los dos primeros.

Etiología
C. trachomatis
Es una bacteria de pequeño tamaño con dos formas en su ciclo de multiplicación, el cuerpo
elemental infectivo extracelular de 300 nm de tamaño, y el cuerpo reticular no infectivo
intracelular de 1.000 nm. Posee una estructura de pared similar a las bacterias gramnegativas,
que contiene antígenos útiles para su diagnóstico. Son parásitos intracelulares estrictos que
necesitan células huéspedes para su multiplicación. Pertenece a la familia Chlamydiaceae,
junto con C. psittaci y C. pneumoniae, dos especies causantes de otras patologías. Se clasifica
en diferentes serotipos antigénicos según sus proteínas de membrana. Los que se denominan
de la D a la K son los causantes de uretritis y cervicitis; los L1, L2 y L3 del linfogranuloma
venéreo (otra rara patología de transmisión sexual).

PATOGENIA
Posee una proteína de membrana que favorece la endocitosis por la célula huésped (endocitosis
dirigida por el parásito), son internalizadas en endosomas acidificados, luego de lo cual se
produce la fusión de los mismos, y también se produce un reordenamiento a nivel del citoes-
queleto celular que los transporta a nivel perinuclear. Se diferencian en cuerpos reticulados
en el citoplasma. Se multiplican y luego nuevamente se diferencian en cuerpos elementales
que se liberan al exterior por lisis celular.
Otras proteínas, llamadas proteínas de shock térmico, juegan un rol en la estimulación
inflamatoria, siendo las causantes de mayor lesión y secuelas en el proceso.
232 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

U. urealyticum
Es una bacteria pequeña de 300 nm, sin pared celular, muy exigente nutricionalmente (es-
teroles, etc.), lo que dificulta su cultivo. Pertenece al género Ureaplasma integrante de la
familia Mycoplasmaceae.

PATOGENIA
El mecanismo de patogenicidad de esta bacteria está en estudio; la presencia de una proteína
de membrana, junto con la lesión por productos metabólicos, jugarían un rol en el mismo.

CLÍNICA
La uretritis no gonocócica se caracteriza por la presencia de una secreción mucopurulenta
o serosa, clara, matinal, en general sin ardor miccional, con un período de incubación de 4
a 15 días. Pueden presentarse infecciones asintomáticas, complicaciones como prostatitis,
epididimitis y localizaciones extragenitales, principalmente en el caso de C. trachomatis.

TRATAMIENTO
Se realiza con antibióticos que tengan buena concentración intracelular durante un período
de siete días, dado el ciclo de multiplicación de los gérmenes involucrados. Los regímenes
recomendados presentan más del 95% de eficacia y erradicación microbiológica, dentro de
estos se encuentra el uso de macrólidos de última generación, como azitromicina (1g v.o. en
única dosis), roxitromicina (150 mg c/12 hs durante 7 días), tetraciclinas como la doxiciclina
(100 mg c/12 hs durante 7 días).

URETRITIS POSTGONOCÓCICA
Se denomina uretritis postgonocócica a aquellas que observamos luego del tratamiento con
antibióticos que cubren exclusivamente a N. gonorrhoeae. Es generalmente causada por C.
trachomatis y U. urealyticum, siendo producto de una infección originalmente mixta por N.
gonorrhoeae y alguno de estos gérmenes. La terapéutica es similar a la mencionada anterior-
mente.

URETRITIS RECURRENTE O PERSISTENTE


Se observa postratamiento de uretritis no gonocócica, fundamentalmente cuando en un inicio
no se evidenció germen causal alguno (uretritis de origen desconocido), también en casos de
uretritis por Ureaplasmas resistentes a tetraciclinas (10%). Se debe plantear la posibilidad de
encontrarnos frente a una prostatitis. El tratamiento se realiza repitiendo el inicial pero durante
15 a 21 días; si el cuadro persiste debe investigarse prostatitis o infección por Trichomonas.

Diagnóstico de uretritis
Se debe realizar un exudado uretral o, en su defecto, la recolección del chorro inicial de orina
(15ml), ambos con una retención previa de orina de 4 horas. El estudio consta de un examen
directo con coloración de Gram de la secreción uretral, preferentemente realizado con asa
bacteriológica. Valoraremos la presencia de uretritis microscópica definida por la observa-
ción de más de 4 PMN por campo microscópico (1.000 aumentos) o 5 PMN por campo del
sedimento de la orina recogida. Esta coloración también permite la observación de Neisseria
gonorrhoeae (diplococos gramnegativos intrapolimorfonucleares) con una sensibilidad de 95%
a 98% y una especificidad de 95%.
El hisopado debe sembrarse en medio de cultivo para N. gonorrhoeae (medio de Tha-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 233

yer-Martin) con incubación en 5% a 10% de CO2. La investigación de C. trachomatis se


realizará buscando sus antígenos (proteínas de membrana o lipopolisacáridos) por técnica de
inmunofluorescencia directa y ELISA, respectivamente. U. urealyticum se cultiva en medios
específicos comerciales que permiten su identificación en 24 a 48 horas. La presencia de
Trichomonas se determina por centrifugado del primer chorro de orina matinal, observando
su movilidad en el sedimento. Esta técnica es poco sensible, con muchos falsos negativos.

Tratamiento sindromático de uretritis


En la actualidad, basados en directivas de la OMS, el manejo de las uretritis puede realizarse
en forma global, no discriminando los diferentes agentes etiológicos. Esto se fundamenta en
varios puntos: la dificultad para contar con un laboratorio bacteriológico de nivel disponible
en las diferentes regiones, la asociación de gérmenes ya vista, la baja sensibilidad de muchas
técnicas utilizadas (C. trachomatis 80% a 90%) y el elevado costo de las mismas.
En nuestro país, de acuerdo con nuestras condiciones sanitarias, debe realizarse el diag-
nóstico microbiológico del agente, realizar la denuncia obligatoria en caso de así requerirse
y además, en vista al diagnóstico epidemiológico de situación, poder tener datos que nos
orienten sobre la prevalencia y la incidencia de cada agente.

CERVICITIS
Al ser el cérvix un órgano que responde a los cambios hormonales, sus características varían
con la edad, embarazo, toma de ACO, etc. Estos cambios afectan su anatomía y su suscepti-
bilidad a la infección por patógenos cervicales.
La cervicitis mucopurulenta es el equivalente de la uretritis masculina, y ocupa un lugar
importante en las infecciones de transmisión sexual en la mujer. Su diagnóstico y tratamiento
no solo importan para el control de las ITS, sino también para prevenir complicaciones fre-
cuentes como enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), parto prematuro, infección puerperal
y neonatal y neoplasia cervical.

Etiología
Los gérmenes más frecuentemente involucrados en infecciones del endocérvix son C. tracho-
matis, N. gonorrhoeae, planteándose también como probable patógeno Mycoplasma hominis.
Dentro de las etiologías raras se encuentran el Herpes genital y Trichomonas vaginalis, afectando
esta última principalmente al exocérvix. Debemos destacar que gran parte de las cervicitis son
de carácter inflamatorio, no infeccioso, dado por agresión del pH vaginal, displasias, etc.

Clínica
El diagnóstico clínico de cervicitis mucopurulenta se establece por la presencia de un exudado
mucopurulento endocervical, acompañado por edema y eritema de la mucosa, la cual sangra
fácilmente al tacto.

Diagnóstico
Se realiza por un exudado endocervical previa limpieza del exocérvix con torunda. Este estu-
dio comienza con un examen directo con coloración de Gram de la secreción, en el cual se
visualiza la presencia de PMN, tomando como criterio de cervicitis microscópica la existencia
de más de 20 PMN por campo microscópico de 1.000 aumentos. También podemos observar
la presencia de N. gonorrhoeae (diplococos gramnegativos intracelulares), contando esta
técnica con un 40% a 60% de sensibilidad y 95% de especificidad. Los cultivos se realizarán
234 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

en medio Thayer-Martin. C. trachomatis se detectará por inmunofluorescencia y ELISA. La


presencia de Mycoplasma se detectará utilizando medios de cultivo complejos. El diagnóstico
de cervicitis es de gran valor en mujeres con flujo vaginal asociado, con el fin de evitar las
frecuentes complicaciones que aquella conlleva.

Tratamiento
El tratamiento específico etiológico se realiza igual que en las uretritis.

Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)


CONCEPTO
Este término comprende las infecciones que afectan los diferentes órganos pelvianos (salpin-
gitis, endometritis, peritonitis pélvica).

ETIOLOGÍA
Dentro de los agentes causantes de EIP se encuentran patógenos de transmisión sexual como
C. trachomatis, N. gonorrhoeae, M. hominis, solos o asociados, y otros integrantes normales de
la flora vaginal como E. coli, Streptococcus spp., anaerobios como Bacteroides spp. y Peptostrep-
tococcus spp., en general asociados. La incidencia de los diferentes agentes es variable de un
país a otro; en el nuestro no existen estudios que revelen la misma, por lo cual nos basaremos
para su terapéutica en esquemas extrapolados de realidades internacionales.

PATOGENIA
Según el origen de los microorganismos involucrados se dividen en exógenos (en su mayoría
de transmisión sexual) y endógenos (flora vaginal). La vía de diseminación es la ascendente
desde el cérvix (complicación de cervicitis) o la vagina.
Existen factores de riesgo para que este síndrome ocurra: la cervicitis por N. gonorrhoeae
o C. trachomatis, múltiples parejas sexuales, uso de DIU y la edad (los jóvenes constituyen el
principal grupo de riesgo).

CLÍNICA
El diagnóstico clínico muchas veces es dificultoso por presentar sintomatología inespecífica.
Con el fin de estandarizar el diagnóstico se manejan criterios primarios (abdomen inferior
doloroso, movilización dolorosa del cervix, dolor de anexos) y criterios secundarios (fiebre de
39ºC), leucocitosis mayor de 10.000, VES mayor de 15mm/hora, aislamiento de N. gonorrhoeae
o C. trachomatis en el cérvix). El diagnóstico se realiza con la presencia de los tres primarios
más alguno de los secundarios.

DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO

Se realiza con muestra de líquido peritoneal por laparoscopia o laparotomía; en su defecto,


aunque no ideal, también por culdocentesis.
Se realizan cultivos para N. gonorrhoeae, gérmenes aerobios y anaerobios; búsqueda de an-
tígenos para C. trachomatis (ELISA, IF) y cultivo para Mycoplasma. Los cultivos de endocérvix
no son representativos de infección tubárica, pero orientan en la etiología y representan una
alternativa en caso de carecer de laparoscopia. La utilización de PCR en el diagnóstico de
C. trachomatis ha determinado un aumento de la sensibilidad de este, pudiendo ser aplicado
también en el diagnóstico de los cuadros anteriores (cervicitis, uretritis).
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 235

TRATAMIENTO
El diagnóstico y tratamiento precoz es fundamental para evitar secuelas severas como la
infertilidad por obstrucción tubárica, el embarazo ectópico, etc. La terapéutica está orienta-
da a cubrir todos los agentes posiblemente involucrados, existiendo diferentes pautas para
pacientes ambulatorias o internadas. Existen distintos regímenes terapéuticos que se pueden
utilizar, en general combinan cefalosporinas de primera a tercera generación o ampicilina/
sulbactam, en combinación con doxiciclina o macrólidos, pudiendo en ocasiones asociarse
también metronidazol.

VAGINITIS Y VAGINOSIS
Dentro de las infecciones vaginales destacamos que la única que constituye ITS es la vaginitis
por Trichomonas vaginalis.
El flujo vaginal constituye uno de los motivos de consulta mas frecuente de las mujeres en
edad reproductiva. Entendemos por flujo al aumento permanente de los trasudados y exudados
de causa fisiológica o patológica, que se objetivan por la paciente o por el examinador. El flujo
fisiológico es producto de los cambios hormonales del ciclo, y contiene escasa cantidad de
leucocitos. La leucorrea puede deberse a infección vaginal o cervical.
Denominamos vaginitis a la infección vaginal con respuesta inflamatoria caracterizada
por la presencia de polimorfonucleares en el extendido teñido con tinción de Gram.
Dentro de los agentes más frecuentes se encuentra Candida albicans (levadura que integra
la flora vaginal normal). Trichomonas vaginalis (protozoario flagelado), también es un agente
causal, pero menos frecuente.
El flujo causado por Candida sp. es de color blanquecino, grumoso (leche cortada), no
oloroso, se manifiesta en conjunto con prurito vaginal y tiene pH ácido. Puede presentarse
conjuntamente con la flora habitual (lactobacilos).
El flujo por Trichomonas vaginalis es de color amarillo verdoso, puede ocasionar prurito,
presenta olor a aminas volátiles, producto del metabolismo de las bacterias anaerobias
asociadas; Determina pH vaginal alcalino y disminución o ausencia de la flora vaginal, con
presencia de flora mixta anaerobia asociada.
La vaginosis bacteriana constituye una entidad caracterizada por un cambio en la microeco-
logía de la vagina caracterizada por la disminución o ausencia de lactobacilos con presencia
de Gardnerella vaginalis (cocobacilo Gram negativo) asociada a bacterias anaerobias como
Mobiluncus sp., Peptococcus sp. y Bacteroides sp.
Se diferencia de la vaginitis en la ausencia de respuesta inflamatoria, o sea en la ausencia
de polimorfonucleares.
El flujo de la vaginosis es oloroso por la liberación de aminas volátiles, no ocasiona prurito,
se acompaña de pH vaginal alcalino y se caracteriza por la presencia de flora bacterina mixta
dispuesta en la periferia de las células epiteliales, formando las células guía o clue cells.
La características clínicas del flujo son orientadoras, pero debe saberse que en la mayoría de
los casos, la clínica no condice con los hallazgos microbiológicos, por lo cual es indispensable
el estudio microbiológico para confirmación del diagnóstico.

Diagnóstico
Se basa en la realización de un exudado vaginal. El mismo se estudia con un examen en fresco
de flujo extraído del fondo de saco vaginal para observar la movilidad de Trichomonas vaginalis,
un examen directo con coloración de Gram de las paredes vaginales para observación de
levaduras en gemación o pseudofilamentos que orienten a Candida spp., presencia de “células
236 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

guía” que orienten a G. vaginalis o cocos grampositivos en cadenas que indiquen la existencia
de Streptococcus ß-hemolítico grupo B, otro agente de vaginitis y cervicitis. Se valora también
el endocérvix en busca de cervicitis asociada. Los cultivos se realizan en agar sangre humana
para detección del desarrollo de G. vaginalis, Candida spp. y Streptococcus ß-hemolítico grupo
B, necesitando la primera de cuatro a cinco días de incubación.

Tratamiento
Será específico etiológico. Para T. vaginalis se utiliza metronidazol en dosis única de 2 g v.o.
o 250mg c/8 hs durante 7 días. En Candida spp. se utilizan óvulos de miconazol o nistatina,
asociados a ketoconazol o fluconazol v.o. en caso de candidiasis a repetición. La vaginosis se
trata con metronidazol 500 mg c/12 hs durante 7 días. Dado que tanto la vaginosis bacteria-
na como la vaginitis por Candida spp. no son infecciones de transmisión sexual, no se debe
realizar tratamiento a la pareja.

ÚLCERAS GENITALES
Concepto y definición
Las úlceras genitales son lesiones que se caracterizan por la pérdida de continuidad en el
epitelio, en el que se observa una necrosis previa. La lesión inicial puede ser una pápula,
pústula o vesícula. Constituyen un motivo de consulta frecuente, lo cual plantea la necesidad
de una orientación diagnóstica etiológica adecuada. Las úlceras que aparecen en los genitales
no son exclusivamente de transmisión sexual, existiendo otras etiologías como traumatismos,
reacciones a medicamentos, alergia, lesiones químicas o evolución de una infección previa
no ulcerativa (balanitis). Las etiologías infecciosas de transmisión sexual de estas lesiones son
variadas y, dependiendo de la región considerada, su frecuencia relativa también varía.
En nuestro medio el herpes genital ( Herpes simplex tipo II y en ocasiones I ) y la sífilis
(Treponema pallidum) son los procesos más frecuentes. El chancroide (Haemophilus ducreii),
el linfogranuloma venéreo (C. trachomatis L1, L2, L3) y el granuloma inguinal (Calymato-
bacterium), son muy poco frecuentes. Las manifestaciones clínicas de cada patología son
orientadoras, pero por su asociación y muchas veces por la presentación poco específica, el
diagnóstico microbiológico resulta fundamental. Dada la importancia de la sífilis y el herpes
genital, nos referiremos exclusivamente a estas.

SÍFILIS
Es una infección sistémica de evolución crónica producida por Treponema pallidum. Esta
bacteria forma parte del género Treponema, familia Spirochaetaceae; es una bacteria larga, de
forma helicoidal, que se visualiza en microscopio con campo oscuro. Su estructura consta de un
citoplasma cilíndrico rodeado de una membrana citoplasmática y una pared celular. Presenta
seis filamentos axiales unidos tres a cada uno de los extremos, orientados hacia el centro y
superpuestos a ese nivel sin unirse; por fuera de estos se encuentra la membrana externa.
Esta bacteria se incurva formando 4 a 14 espirales, y posee un movimiento en sacacorchos.
Su multiplicación se produce por división binaria con un tiempo de duplicación de 30 horas,
es anaerobia estricta, y hasta ahora no ha podido ser cultivada. Se plantea la existencia de
una capa de slime mucopolisacárido, sintetizada a partir del ácido hialurónico de los tejidos
del huésped que le permite evadir la respuesta inmune.

Patogenia. Historia natural de la infección


Esta enfermedad presenta un período de incubación de 9 a 90 días con una media de 21 días,
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 237

seguido de una lesión primaria o chancro con linfadenopatía regional y un período secundario
bacteriémico asociado a lesiones maculopapulares y linfadenopatías generalizadas. Posterior-
mente existe un período de latencia de varios años y, finalmente, un 30% a 50% de los casos no
tratados presentan un período terciario caracterizado por destrucción mucocutánea, lesiones
parenquimatosas, aortitis y enfermedades del sistema nervioso central. T. pallidum se une a las
células en la puerta de entrada dando una lesión primaria y se disemina por la sangre. La lesión
primaria se produce por la enzima mucopolisacaridasa que degrada el espacio intercelular del
endotelio capilar, generando una endarteritis obliterante con necrosis y ulceración. El huésped
responde con un infiltrado linfocitario y de células plasmáticas. La mayor parte del daño se
debería a inmunocomplejos, que determinarían la respuesta inflamatoria lesiva.

Inmunidad humoral
Se estimula precozmente y se mantiene con las lesiones del secundarismo.

Anticuerpos inespecíficos o reaginas


Se forman frente a lípidos de los tejidos destruídos por T. pallidum que actúan como hap-
tenos al unirse con la espiroqueta. No son específicos, pero se producen en la totalidad de
los infectados. Aparecen una a tres semanas después del chancro y su título aumenta hasta
un máximo en el período secundario. En el período terciario se encuentran en un 90% de
los pacientes. La presencia de estos anticuerpos indica lesión activa, pudiendo existir falsos
positivos que deberán confirmarse con técnicas de detección de anticuerpos específicos. Las
reaginas descienden con el tratamiento, utilizándose como control del mismo.

Anticuerpos específicos
Aparecen inmediatamente después de las reaginas y persisten toda la vida si el paciente no
es tratado o lo es tardíamente. La negativización postratamiento es muy lenta, pudiendo de-
morar años, por lo cual no resultan útiles como control terapéutico sino como confirmación
diagnóstica en un paciente con reaginas positivas. Estos anticuerpos pueden ser del tipo IgG
o IgM. Estos últimos se encuentran en la sífilis primaria o en la sífilis congénita.

Inmunidad celular
Se encuentra deprimida en la primoinfección y el período secundario, recuperándose pos-
tratamiento.

Clínica
Se puede dividir en dos etapas: la llamada sífilis precoz, hasta los dos años postinfección, y
la sífilis tardía, a partir de los dos años. La primera se caracteriza por curarse fácilmente, ser
contagiosa por transmisión sexual y por vía trasplacentaria. La sífilis tardía presenta lesiones
crónicas, difíciles de curar y, en general, no se transmite por contagio sexual.

SÍFILIS PRECOZ
Presenta un primer período llamado de incubación de tres a cuatro semanas, donde existe
bacteriemia treponémica. Le sigue un período primario donde aparece el chancro de inocu-
lación. Se trata de una lesión ulcerada con base edematosa indurada, indolora, en general
única, con localización genital y oral y duración entre cuatro y seis semanas. Esta lesión
desaparece luego de este período, independientemente de la realización de un tratamiento.
Es de gran utilidad para el diagnóstico, sin embargo, sus características no siempre son típicas
238 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

y se plantean problemas de diagnóstico diferencial. En este período también se presentan


adenopatías regionales concomitantes con el chancro. Aparecen una semana después que
este, son indoloras y bilaterales. Completa esta etapa la bacteriemia treponémica causante
de astenia y cefaleas. Este período primario puede no existir cuando el contagio es postrans-
fusión, cuando el chancro no es visible, o cuando es decapitado por el uso de antibióticos a
dosis insuficientes.
El período secundario se caracteriza por manifestaciones generales tales como hepatoes-
plenomegalia, cefaleas, poliadenopatías y manifestaciones cutaneomucosas como la roséola
(exantema), condilomas planos (placas en mesetas de ingles y axilas), sifílides (lesiones planas
en plantas y palmas).
Luego del período secundario aparece el período de latencia precoz, que se caracteriza
por la desaparición espontánea de las manifestaciones del período anterior.

SÍFILIS TARDÍA
Se caracteriza por la aparición de lesiones cutaneomucosas, llamadas gomas (nódulos de piel
que se ulceran), lesiones óseas (periosteítis), lesiones cardiovasculares (aortitis) y lesiones
neurológicas como tabes dorsal y meningitis meningovascular (más frecuentes en VIH +).

Diagnóstico directo
Trepoinvestigación: consiste en un raspado de lesiones del chancro primario o la roséola, con
observación de treponemas en microscopio con campo oscuro.
PCR: detección por técnicas de amplificación genética del genoma treponémico.

Diagnóstico indirecto
Investigación de reaginas: estas técnicas se utilizan para exámenes de screening en población
y para control de tratamiento. Destacamos que las reaginas se positivizan luego de una a
tres semanas del inicio del chancro, dato importante para la indicación de este examen. Las
técnicas utilizadas son cualicuantitativas con reacciones de antígeno-anticuerpo evidencia-
das por floculación (VDRL) o por aglutinación de partículas (carbón activado, RPR). Estos
anticuerpos deben cuantificarse, ya que su título nos orientará frente a un falso positivo o a
un título residual.
Investigación de anticuerpos treponémicos: son técnicas confirmatorias y de diagnóstico
en etapas latente o terciaria, pudiéndose utilizar también en la sífilis precoz, ya que se po-
sitivizan (principalmente el FTA absorbido) antes que las reaginas. Las más utilizadas son
el FTA absorbido y el TPHA. El FTA es una técnica de inmunofluorescencia indirecta que
utiliza como antígeno a Treponema pallidum liofilizado: puede detectar IgG o IgM. La presencia
de anticuerpos contra antígenos comunes del T. pallidum y Treponema saprófitos determina la
existencia de falsos positivos por esta técnica. La absorción previa del suero problema con
treponema no patógeno (cepa Reiter), elimina este problema y la convierte en una técnica más
específica. TPHA o técnica de inhibición de la hemaglutinación de T. pallidum está adaptada
a microplacas, es de más fácil realización y presenta resultados comparables con la anterior.

Tratamiento
Sífilis menor de un año: penicilina benzatínica 2.400.000 UI i.m.
Alérgicos a la penicilina: tetraciclinas 500 mg c/6 hs 15 días o eritromicina 500 mg c/6
hs 15 días.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 239

Sifilis mayor a un año: penicilina benzatínica 2.400.000 UI i.m. por semana durante tres
semanas.

HERPES GENITAL
Es una de las ITS de etiología viral más frecuente, con aumento de su incidencia en los últimos
tiempos. La imposibilidad de su erradicación por tratarse de una infección persistente con
frecuentes recidivas y el riesgo de contagio fetal en el canal de parto, justifican su importancia
y la preocupación por su control.
El agente Herpes Virus simplex tipo II y tipo I (agente del herpes labial) pertenece a la
familia Herpesviridae y a la subfamilia Alphaherpesvirinae; es un virus que contiene ADN, siendo
su estructura y características generales tratadas en el capítulo correspondiente. Nosotros
realizaremos un resumen de la patogenia, clínica y tratamiento de esta infección.

Patogenia
Presenta cinco fases: infección primaria mucocutánea, infección ganglionar aguda, latencia,
reactivación e infección recurrente.
La infección se inicia con la exposición al virus, la inoculación con participación de células
epiteliales, la replicación viral con lisis celular, la rápida respuesta inflamatoria y la posterior
diseminación del virus por nervios sensitivos o autónomos hasta los ganglios regionales (sa-
cros). También se puede diseminar por contigüidad, extendiéndose las lesiones cutáneas. En
los ganglios se produce una etapa de latencia que persiste toda la vida, con reactivaciones
por estímulos de piel (sol, traumatismos, químicos) y centrales (coito, menstruación, estrés,
infecciones).

Clínica
Se plantean dos situaciones: 1) la infección asintomática en la que no existe lesión ni antece-
dentes de la misma, solo están presentes los anticuerpos contra el virus; 2) la infección sinto-
mática que se clasifica en: a) primoinfección herpética con lesiones de piel, sin antecedentes
del mismo tipo y sin anticuerpos contra el virus, y b) infección inicial no primaria donde
existen lesiones actuales sin antecedentes de las mismas, pero con anticuerpos positivos por
primoinfección asintomática anterior.
Las lesiones se caracterizan por múltiples vesículas dolorosas seguidas de ulceración y
adenopatías inguinales de 10 días aproximadamente de evolución, pudiéndose acompañar
de fiebre y cefaleas, principalmente en las primoinfecciones.

Diagnóstico
Métodos directos: estos métodos, en general, no están a disposición en los laboratorios clínicos.
El clásico es el de aislamiento del virus en cultivos celulares, tomando muestras del líquido
vesicular de la lesión. Otros métodos más rápidos son la inmunofluorescencia directa para
antígenos virales y PCR para herpes.
Métodos indirectos: los métodos indirectos de detección de anticuerpos son de poco valor
para el diagnóstico de la infección recidivante. En el caso de una primoinfección se puede
detectar un aumento del título de IgG. La IgM puede ser de utilidad en el diagnóstico de
infección herpética neonatal.
240 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Tratamiento
Se manejan una gran variedad de drogas antivirales, entre las cuales por frecuencia destacamos
el aciclovir y el valaciclovir, como ya manifestamos en el capítulo de Herpesvirus.
El tratamiento acorta los síntomas, principalmente en inmunodeprimidos y en primoin-
fecciones, pero no logra la eliminación del virus. Se administra en general localmente en la
lesión y también por vía oral (200 mg c/5 hs durante 10 días), destacamos que el tratamiento
de mayor eficacia es el que se realiza por vía oral.

VERRUGAS GENITALES - CONDILOMAS ACUMINADOS


Son formaciones verrugosas, vegetantes, de tamaño variable, que se localizan en la región
genital y perianal, cuya etiología es viral: Papilomavirus humano (HPV), un subgrupo de la
familia Papovaviridae.
Papilomavirus humano es una de las causas más frecuentes de ITS, tanto en hombres
como en mujeres en todo el mundo. Aún su prevalencia e incidencia persisten desconocidas
a pesar de que en Estados Unidos se estima una incidencia anual de 1 a 5,5 millones y una
prevalencia de 20 millones. Dicho virus se ha detectado en una amplia variedad de animales
así como en humanos, siendo específicos para cada hospedero. Son virus de cápside icosahé-
drica con 72 capsómeros y un ADN circular de doble cadena. El genoma consiste en una
única molécula de ADN doble circular que contiene dos proteínas de la cápside, L1 y L2 .
El marco abierto de lectura que contiene las secuencias para codificar proteínas ocupa una
de las cadenas. El genoma se divide funcionalmente en tres sectores: región reguladora no
codificante; región temprana E1, E2, E4, E5, E6, y E7, que tienen que ver con la replicación
viral y con la oncogénesis; región que codifica para las proteínas de la cápside.
La infección se produce por contacto piel con piel, o piel con mucosa. En principio la
forma más importante de contagio es por vía sexual, no descartándose la vía por fomites.
El potencial oncogénico del virus radicaría en principio en que es un virus ADN, cuyo
genoma se integra al genoma de las células eucariotas del estrato basal del epitelio, produ-
ciendo una infección productiva o de lo contrario quedando latente y produciendo una
infección persistente. De ahí la importancia de las zonas tempranas E6 y E7 que codificarían
para proteínas multifunción que se unirían a las proteínas celulares p53 y pRB, alterando sus
funciones, alterando la regulación del ciclo celular, llevando a la célula a la transformación
y malignización.
La infección se expresa clínicamente en cuatro localizaciones: piel, mucosa genital, mu-
cosa laríngea (recién nacidos) y mucosa oral. No se ha podido propagar los virus en cultivos
celulares, por lo cual se conocía muy poco de los mismos. Gracias a las técnicas genéticas de
hibridación se han podido detectar 60 genotipos, y luego con el advenimiento de técnicas
como la reacción en cadena de la polimerasa, se han llegado a detectar alrededor de 200
tipos diferentes en base a las diferencias genómicas, habiendo más de 85 genotipos bien
caracterizados.
Dado que se asocian con lesiones precursoras del cáncer de cuello uterino y con cáncer
de cuello uterino invasor, se han agrupado en grupos de bajo y alto riesgo (de acuerdo al po-
tencial oncogénico). Los tipos de bajo riesgo serían 6, 11, 42, 43 y 44; los tipos de alto riesgo
serían 16, 18, 31, 33, 34, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59, 68 y 70. Dentro de los de alto riesgo
existen algunos tipos que se asocian más frecuentemente con lesiones precursoras (lesiones
intraepiteliales escamosas) que con cáncer, algunos autores se refieren a ellos como de riesgo
intermedio.
Se asocia a una variedad de condiciones clínicas, que van desde lesiones inocuas cutáneas
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 241

como pueden ser las verrugas, hasta el cáncer. La relación entre HPV y cáncer de cuello uterino
fue puesta de manifiesto a principio de los años 80 por Harold zur Hausen, sabiendo desde
entonces que su asociación era más fuerte aún que la del tabaco con el cáncer de pulmón.
Actualmente se sabe que 99% de los cánceres escamosos de cuello uterino vienen determinados
por HPV, está presente en un 89% de las pacientes menores de 40 años con adenocarcima de
cuello uterino y en un 43% de las mujers mayores de 60 años con igual diagnóstico.

Clínica
Infección asintomática: piel y mucosas sanas, diagnóstico por hiludación del ADN viral o
PCR.
Lesión: aparecen masas carnosas y vegetantes en forma de crestas localizadas en zonas
húmedas genitales, pudiendo aparecer como papilas sésiles. Aumenta su tamaño con el em-
barazo y la disminución de la inmunidad celular (VIH +).
Infección subclínica: no existe lesión macroscópica, el diagnóstico se plantea por colpos-
copia con ácido acético al 3% y penescopia con el mismo método y posterior biopsia de los
sectores afectados.

Diagnóstico
Es clínico en las formas lesionales. Las formas subclínicas presentan dificultades. La citología,
la biopsia y la colposcopia ayudan, pero muchas veces son poco específicas. El diagnóstico
específico se realiza por métodos de hibridación del ADN viral o PCR, diferenciando luego
mediante sondas marcadas o con enzimas de restricción los distintos genotipos virales.
Por no realizarse de rutina, dado su costo elevado, los métodos histológicos son los más
utilizados, llevando a un sobrediagnóstico de esta infección.

Tratamiento
Según pautas recientes (CDC) esta infección no debe tratarse por ser una infección viral
persistente. Los tratamientos se realizarán en aquellos pacientes con lesión evidente, siempre
que generen problemas estéticos o funcionales. Los pacientes subclínicos y asintomáticos
deberán ser controlados (con colpocitologías en el caso de mujeres) con el fin de detectar
precozmente posibles displasias. Las lesiones verrugosas se tratan con métodos citotóxicos
como resina de podofilina en solución alcohólica (10% a 40%) con aplicaciones de 2 a 4
horas 1 o 2 veces por semana (98% con alta recidiva), estando contraindicada en embaraza-
das o para condilomas cervicales o intrauretrales. Otros métodos son los quirúrgicos, como
el curetaje, la electrocoagulación en lesiones de gran tamaño y crioterapia de elección en
cualquier localización.

Infecciones generalizadas: SIDA


El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) es el último estadio de la infección por
el VIH, un retrovirus ARN que posee característicamente, una enzima transcriptasa reversa
(ADN polimerasa, ARN dependiente). Las alteraciones progresivas que resultan de esta infec-
ción son producto de la destrucción de la población de linfocitos CD4 cooperadores, que altera
la respuesta inmune celular y humoral del organismo. Tal alteración inmunitaria conlleva a la
muerte por infecciones oportunistas (Cytomegalovirus, P. carini, etc.) o por neoplasias como
el sarcoma de Kaposi, que por otra parte son poco frecuentes en la población en general.
La evolución natural de la infección consta de varios estadios: uno inicial de infección
asintomática con respuesta inmune normal; un estadio de linfadenopatías generalizadas
242 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

con ligera deplección inmunitaria; un tercer estadio que presenta el denominado complejo
relacionado con el SIDA (ARC), con déficit en la hipersensibilidad retardada, linfadeno-
patías generalizadas durante más de tres meses, fatiga y sudores nocturnos persistentes, y
una deplección significativa de la inmunidad (<400 CD4/mm3); y la etapa final o SIDA
que presenta una deplección severa de la inmunidad, infecciones oportunistas, neoplasias y
posible encefalitis. Este período está definido por la aparición de determinadas infecciones y
neoplasias y un valor reducido de CD4 (<200 CD4/mm3), junto con la documentación del
virus o sus anticuerpos.

Patogenia
El inicio de la infección se produce una vez que el virus ingresa al organismo y se une por
medio de una glupoproteína, GP120, al receptor CD4 que se encuentra entre otras células
en los linfocitos T4 cooperadores. La glucoproteína GP41 actúa como anclaje, facilitando la
aproximación y unión a la célula huésped. El virus ingresa a la célula, libera su ARN más la
enzima transcriptasa reversa. Se produce la transcripción del ARN en ADN que se integra
al ADN de la célula, iniciándose una fase de latencia aparente, ya que existe duplicación del
genoma viral. Esta fase, junto con la de reactivación, es regulada por genes víricos utilizando
mecanismos de retroalimentación positiva y negativa en conjunto con estímulos externos
como sobreinfecciones, etc.

Diagnóstico
Para comprender la metodología diagnóstica se deben conocer las estructuras antigénicas
del virus que determinan respuestas de anticuerpos (ver Capítulo 26). Los anticuerpos anti
glucoproteínas de envoltura GP120 y GP41, y proteínas de cápside P24, son los más relevantes
para la confirmación diagnóstica.
En el transcurso de la infección se observa una evolución y cambio de la presencia en
sangre de los antígenos virales y los anticuerpos IgG e IgM específicos. La secuencia de técnicas
aplicadas para el diagnóstico consiste en técnicas de screening como ELISA, hemaglutinación
y aglutinación de partículas de látex, muy sensibles pero no tan específicas, y técnicas de
confirmación como inmunofluorescencia indirecta y Western-Blot, con mayor especificidad.
Estas técnicas han evolucionado a lo largo de los años mejorando la sensibilidad, especificidad
y acortando el período ventana a tan sólo 15 o 20 días.
La técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es una técnica directa alterna-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 243

tiva al cultivo, con buena sensibilidad y especificidad. Es de gran utilidad en el diagnóstico


de infección neonatal.
La búsqueda de antígeno P24 en sangre es una técnica directa más precoz que la búsqueda
de anticuerpos, pero presenta una sensibilidad de 50%.

Epidemiología
Las vías de transmisión de este virus, además de la sexual, son la vía parenteral, que es la más
efectiva, y la vía vertical (madre/hijo). No se transmite por fomites o insectos vectores. La
infección vertical del recién nacido se produce en un 10% a 35% a partir de las madres infec-
tadas, antes del inicio del uso de las medidas preventivas correpondientes. La leche materna
también es un vehículo de transmisión por lo que no está indicado el amamantamiento.
Existe una interacción entre la infección por VIH y otras ITS. Las úlceras genitales
favorecen la infección por VIH; la infección por VIH a su vez afecta a la sífilis generando
una progresión hacia la neurosífilis. El herpes genital se presenta con mayor severidad y con
elevada recurrencia, al igual que la infección por Papilomavirus.
La prevención de esta infección se basa, al igual que la de otras ITS, en el desarrollo
de programas de educación de la población, consejería de hábitos sexuales, utilización de
preservativos, control de sangre transfundida y disminución de los índices de drogadicción
en la comunidad, entre otras.
Dentro de este grupo de infecciones generalizadas se encuentran las producidas por virus
de hepatitis B y C, Citomegalovirus, etc., que no serán tratados en este capítulo.

Bibliografía
• Mandell G, Douglas, Bennett J. editors. Enfermedades infecciosas, Principios y Práctica. 5ª ed. Bs.As.
Panamericana. 2002.
• Forbes B, Sahm D, Weissfeld A. Bailey&Scott’s , Diagnostic Microbiology. Tenth Edition. Saint Louis,
Missouri. Mosby, Inc. 1998
• Salyers A, Whitt D., editors. Bacterial Pathogenesis, a molecular approach.2nd. ed. Washington, D.C. ASM
Press. 2001.
• Burd E. Human Papillomavirus and Cervical Cancer. Clín. Microbiol. Rev. 2003 Jan; 16 (1 ): 1-17.
• Galloway D. Papillomavirus in clinical trials. Lancet Infect.Dis. 2003 Aug; 3: 469-75.
244 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 245
Página 245

15 Infecciones
hospitalarias
M. Macedo, J. Blanco

La infección hospitalaria (IH) o nosocomial es la que se adquiere en el hospital u otro servicio


de salud, es decir que no estaba presente ni en período de incubación cuando el paciente
ingresó a dicho centro.
Como regla general se establece un plazo de 48-72 horas luego del ingreso hospitalario
para establecer que la infección ha sido adquirida en ese centro de salud; este plazo consi-
dera el período de incubación de las IH más frecuentes, pero existen infecciones, como por
ejemplo las transmisibles por sangre (hepatitis B, VIH, etc.) que pueden haberse adquirido
en el hospital y aparecer luego del alta hospitalaria, y que deben ser consideradas sin embargo
como IH. Por ello, es importante conocer el período de incubación del agente en causa para
reconocer si la infección fue adquirida en el hospital o en la comunidad.
En 1847 K.Ignaz Semmelwieis, médico húngaro radicado en Viena, advirtió por primera
vez la transmisión intrahospitalaria de infecciones puerperales. Observó que estas infecciones
se desarrollaban preferentemente en puérperas que habían sido examinadas por estudiantes de
medicina que habían realizado necropsias y cuyas manos estaban, por lo tanto, impregnadas
de “restos cadavéricos”, qué luego supo eran agentes infecciosos. Instituyendo el lavado de
manos con una solución de hipoclorito de calcio logró disminuir notablemente el número de
infecciones y su consecuente mortalidad. Semmelwieis realizó así, en esta oportunidad, dos
importantes aportes al conocimiento de la patología infecciosa: la transmisión intrahospitalaria
exógena de infecciones (infecciones cruzadas) y la importancia del lavado de manos.
Si bien existen y se reconocen desde hace casi 2 siglos, la tendencia temporal es el aumento
de casos de IH, y esto se debe en gran medida a los avances tecnológicos: grandes nosoco-
mios donde se practican procedimientos invasivos como cirugía, transfusiones, asistencia
respiratoria mecánica, terapéutica intravenosa, cateterización urinaria. También es un factor
contribuyente el aumento de la sobrevida en los hospitales de individuos particularmente
susceptibles: recién nacidos prematuros, inmunodeprimidos, quemados.
Muchas son los factores que contribuyen a la patología infecciosa hospitalaria:
• Los que dependen del microorganismo: patogenicidad de las especies, virulencia de las
cepas, resistencia antimicrobiana.
• Los que dependen de la susceptibilidad del paciente: edad, sexo, enfermedades subya-
centes, estado inmunológico.
• El medio ambiente: planta física, personal hospitalario, régimen de visitas.
• Tratamientos instituidos: inmunodepresores, antimicrobianos, técnicas invasivas.
246 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Es oportuno aclarar que no todas las IH son prevenibles; se estima que por lo menos la
mitad se produciría a pesar de la aplicación de estrictas medidas de prevención.

Epidemiología
La mayoría de las IH son de carácter endémico, es decir que se presentan de forma esperada
tanto en sus características como en frecuencia. Ocasionalmente aparecen brotes o epide-
mias que se localizan en áreas específicas del hospital y están causadas por microorganismos
particulares o con resistencia antimicrobiana inusual. La incidencia es difícil de establecer
porque estará en gran parte determinada por las características del nosocomio (estructura
edilicia, tamaño, número de camas y servicios, tipos de servicios) y las medidas de control
aplicadas. En general varían entre 2 y 25% de los pacientes admitidos, correspondiendo las
tasas más altas en servicios como los de oncología, transplantes, CTI, cirugía, y las más bajas
a los servicios médicos, obstetricia y pediatría.
Los agentes etiológicos de las IH incluyen bacterias, virus, hongos y parásitos, en ese
orden de frecuencia.
Entre la larga lista de reconocidos agentes de IH se encuentran:
BACTERIAS VIRUS
OTROS
Acinetobacter Heptitis A, B, C, TTV Candida spp.

Burkholderia cepacia VIH Priones: Enferme-


dad de Creutzfeldt-
Jakob
Clostridium difficile/Clostridium sordellii Influenza Aspergillus spp.
Pseudomonas aeruginosa Virus respiratorio sincicial
Staphylococcus aureus: SAMS, SAMR Parvovirus
hospitalario, SAMR comunitario, GISA

Streptococcus pneumoniae Rubéola


Mycobacterium tuberculosis SARS
Enterococcus spp., incluyendo ERV y Rotavirus
multi-resistentes
Enterobacterias multi-resistentes Varicella
Legionella pneumophila Fiebres hemorrágicas
Norovirus
SAMS: S.aureus meticilino-sensible; SAMR: S.aureus meticilino-resistente ; GISA : S.aureus con
resistencia intermedia a glicopéptidos; ERV: Enterococcus vancomicino-resistente.

Ecología y transmisión
Las IH pueden ser exógenas, lo que se denomina infección cruzada, o endógenas, es decir las
que son causadas por agentes de la propia flora del paciente. A veces es difícil determinar si
la infección es exógena o endógena
Para que ocurra la infección exógena debe existir: un reservorio del agente infeccioso
(lugar donde se mantiene el microorganismo con capacidad de replicación), una fuente (sitio
desde el cual el paciente adquiere el agente infeccioso), un mecanismo de transmisión (me-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 247

canismo por el cual el paciente adquiere la infección) y una puerta de entrada. El reservorio
y la fuente pueden coincidir o ser elementos diferentes. Las puertas de entrada al organismo
del paciente pueden ser: la orofaringe y el tracto respiratorio, el ojo, la piel y las mucosas, la
uretra, el tracto genital, el tracto digestivo.
Es frecuente que el acceso esté dado por instrumentos invasivos que alteran las defensas
del huésped y constituyen reservorios para la persistencia y multiplicación de los microor-
ganismos.

RESERVORIOS Y FUENTES
Humanos
• Pacientes: están colonizados o infectados por microorganismos que son diseminados
principalmente por contacto a través del personal de salud (infección cruzada). La flora
de estos pacientes tiende a cambiar rápidamente a favor de microorganismos inusuales
en la comunidad y de mayor resistencia a los antibióticos.
• Personal de salud: en general el reservorio más importante es la piel, donde portan su flora
normal, y mucho menos frecuente es que porten y diseminen patógenos nosocomiales.
Los microorganismos mejor reconocidos son S.aureus a partir de portación nasal y EBHA
a partir de faringe, recto y vagina. Los trabajadores con infecciones respiratorias altas
sintomáticas y erupciones cutáneas parecen tener riesgo aumentado de transmisión.
Es de destacar que la flora hospitalaria se caracteriza por tener perfiles de multi-resistencia
a los antibióticos y por estar alterada la flora basal de los pacientes por el uso de antimicro-
bianos.

No humanos
• Reservorios y fuentes ambientales: sistemas de ventilación (Aspergillus spp., Legione-
lla), agua (P.aeruginosa, Alcalígenes, Ralstonia picketti, etc.), las paredes y pisos no son
reservorios habituales a menos que acumulen suciedad suficiente como para albergar
microorganismos en gran cantidad.
• Dispositivos médicos: algunos se contaminan durante su uso y otros durante su manufac-
turización. La mayoría de las contaminaciones ocurren cuando los dispositivos permanecen
húmedos, por ej. por procedimientos de desinfección que no son adecuados. Los patógenos
involucrados son muchos e incluyen micobacterias atípicas que colonizan válvulas car-
díacas protésicas y el agente de Creutzfeld-Jacob que coloniza electrodos implantables.
• Soluciones: algunos agentes muestran considerable tropismo por ciertos fluidos. Por ej.:
soluciones de dextrosa colonizadas por bacterias que pueden fijar nitrógeno atmosférico
(ej.: Enterobacter); soluciones que contienen lípidos pueden ser colonizadas por muchos
microorganismos pero sobre todo S.epidermidis y Malassezia; desinfectantes, como el
cloruro de benzalconio y los iodóforos que se contaminan con Burkholderia cepacia. Los
fluidos intravenosos en las unidades de cuidados intensivos pueden contener P.aeruginosa
y S.maltophilia.

MODOS DE TRANSMISIÓN
Contacto
Es la forma más común. Puede darse contacto a través de la piel (de aquí la importancia del
lavado de manos) o a través de grandes gotas respiratorias que pueden viajar unos pocos
metros. Ej.: B.pertussis, N.meningitidis, EBHA, Adenovirus y Parainfluenza.
248 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Fecal-oral
En el hospital raramente se adquieren las infecciones entéricas comunes (salmonelosis,
shigellosis), pero si gérmenes que colonizan el intestino: Enterobacter spp., Serratia, E.coli,
Klebsiella spp., Pseudomonas spp., C.difficile, Rotavirus. Frecuentemente se transmiten a
través de las manos de los trabajadores, y la contaminación de fomites amplia la distribución
de los gérmenes.

A través de vectores
Principalmente actúan como vectores de la flora hospitalaria los trabajadores de la salud. Es
rara la transmisión a través de vectores artrópodos.

Vía aérea
Se refiere a la diseminación de microorganismo por vía de pequeñas gotitas que pueden per-
manecer en el aire por largos períodos de tiempo. Esta forma de transmisión puede darse: de
paciente a paciente, por vía respiratoria: sarampión, varicela, tuberculosis; a partir del aire
ambiental: esporos fúngicos, Legionella.

Vía sanguínea
Este modo de transmisión afecta a los pacientes, a través de transfusiones de sangre y de-
rivados, a pesar de que ha disminuido notablemente desde que se realiza screening de la
sangre donada para los principales agentes transmitidos por esta vía. También afecta a los
trabajadores de la salud, en quienes representa un riesgo por accidentes. Ej.: HIV, HBV, CMV,
HCV, bacterias, parásitos.

Epidemiología de infecciones nosocomiales específicas


Las infecciones más frecuentes son las urinarias, seguidas de las respiratorias bajas, las de
herida quirúrgica y las bacteriemias.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 249

Infección Agentes Factores de riesgo Secuelas


Urinaria - BGN fermenta- Instrumentación sobre el tracto Aumento de la
dores urinario, sobre todo cateter- hospitalización en
ización, y dentro de este factor un promedio de 1 a
- Enterococcus spp. importa: 8 días.
(incluyendo ERV)
el tiempo (aumento del riesgo Aumento en el uso
- P.aeruginosa 1-5% por cada día), sexo de antimicrobianos,
- Menos frecuentes: femenino, insuficiencia renal, con las consecuen-
otros BGN fermen- diabetes, colonización de la cias económicas y
tadores (Acineto- bolsa colectora. ecológicas; es de
bacter) destacar que muchas
El uso de antibióticos disminuye veces se trata de
el riesgo para cateterizaciones colonizaciones y no
de corto plazo pero lo aumenta de infecciones
luego del 6º día.
Neumonia - BGN fermentado- - Ventilación mecánica Alta mortalidad.
res y no fermenta-
dores - Aspiración Aumenta la hospital-
ización en un prome-
- S.pneumoniae - Depresión del nivel de con- dio de 7 días
ciencia
- Virus respiratorios
- Enfermedad pulmonar crónica
- Legionella
- Cirugía torácica o abdominal
- Aspergillus
- Fármacos que disminuyen la
acidez gástrica
Heridas En cirugías limpias: - Mucho más frecuente en Aumento de la
quirúrgicas cirugías de sitios contaminados hospitalización de 5
- S.aureus o infectados. a 24 días
- Staphylococcus - Obesidad
spp. Coagulasa
negativos en im- - Diabetes
plantes.
- Infección en otros sitios (ej.:
En cirugías abdomi- tracto urinario)
nales y pélvicas:
- Ausencia de profilaxis antibióti-
- BGN aerobios ca en cirugías no limpias
- Anaerobios - Discutido el papel de los
drenajes
Bacteri- - S.aureus - Infecciones de heridas quirúr- Alta mortalidad.
emias gicas, neumonías e infecciones
- Staphylococcus urinarias Aumento de la hos-
spp. Coagulasa pitalización de 14 a
negativos - Catéteres endovasculares 30 días
- E.coli y otras - Inmunodepresión
Enterobacterias
- P.aeruginosa
- Candida albicans

ETIOLOGÍA
Desde la primera descripción de Semmelweis, que involucraba infecciones por Streptococcus
pyogenes, hemos asistido a la circulación cíclica de diferentes patógenos en los centros de
salud.
A principios del siglo XX, los cocos Gram positivos continuaban siendo los principales
250 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

agentes, especialmente Streptococcus spp. y S.aureus. Controlados estos agentes con las medidas
adecuadas y el uso de antibióticos contra gérmenes Gram positivos, se observó la emergencia,
a partir de 1970, de los bacilos Gram negativos, cobrando importancia las Enterobacterias
y P.aeruginosa. A finales de la década del ’80 y principios de la del ’90, el uso de varias clases
diferentes de antimicrobianos efectivos contra Gram negativos fue una solución transitoria
para combatir a estos gérmenes, y se presenció nuevamente la emergencia de los cocos Gram
positivos a la cabeza de las IH, pero esta vez con el problema adicional de la resistencia an-
tibiótica: SAMR, GISA y EVR.
Hoy en día, aproximadamente un tercio de las IH es causada por S.aureus, Staphylococcus
coagulasa negativos y enterococos, mientras que otro tercio aproximadamente es causado
por E.coli, P.aeruginosa, Enterobacter spp. y K.pneumoniae.
Como ya se ha señalado, con mucha frecuencia estos gérmenes muestran multi-resis-
tencia. Son habituales Enterobacterias con beta-lactamasas de espectro expandido (BLEE),
Pseudomonas spp. multi-resistentes, incluyendo resistencia a carbapenems, y las resistencias
ya mencionadas en cocos Gram positivos.
Otra particularidad de la etiología de las IH es que pueden estar causadas por gérmenes
oportunistas, es decir de baja virulencia que normalmente no causan infección en individuos
inmunocompetentes o en la comunidad. El caso más notorio es el de Acinetobacter spp., un
bacilo Gram negativo con muy pocos atributos de virulencia conocidos pero que puede ser
resistente frente a todos los antibióticos activos contra gérmenes Gram negativos. De esta
manera, un agente que suele ser inofensivo fuera del hospital, puede causar la muerte en
pacientes hospitalizados. La especie más frecuente es A.baumanii, y es agente de infecciones
respiratorias en pacientes ventilados, infecciones urinarias en pacientes con sonda vesical,
infecciones de piel y heridas.
Un capítulo aparte merecen los virus, importantes agentes de IH cuya importancia se
suele sub-valorar debido a las dificultades diagnósticas. Al observar la lista de agentes virales
que pueden estar involucrados y sus reservorios y vías de transmisión (en general reservorios
humanos y transmisión aérea), se comprende que estas infecciones son frecuentes. Frente a la
dificultad terapéutica de las infecciones virales, se puede en cambio reducir estas infecciones
con profilaxis adecuada; respecto a este punto, en los últimos años se insiste con la vacunación
frente a Influenza virus en el personal de salud para evitar el contagio a los pacientes.

CONTROL Y PREVENCIÓN DE LAS IH


El control de las infecciones es una disciplina formal en EEUU desde 1950 y surgió principal-
mente en respuesta a epidemias graves de infección estafilocóccica nosocomial. Dio lugar a la
Epidemiología Hospitalaria, como programa de monitoreo de rendimiento: originalmente se
entendía esta disciplina como la aplicación de métodos epidemiológicos a las IH; actualmente
se ha ampliado a otras áreas de la salud.
El objetivo primario es prevenir la adquisición de IH y reducirlas. También le compete a
los programas de control las infecciones transmitidas a los trabajadores de la salud.
El control de las IH comienza por el buen funcionamiento de un Comité de infecciones
y la aplicación de un programa adecuado a las características del centro.
El control de infecciones involucra a todos los trabajadores del centro de salud. Un pro-
grama exitoso refleja un hospital bien dirigido.
Específicamente debe ser capaz de iniciar cualquier acción necesaria para reducir el riesgo
de IH. Estas medidas incluyen desde la decisión de realizar tomas para estudio microbiológicos
o retirar de sus lugares de trabajo al personal portador de enfermedades infecto-contagiosas
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 251

hasta cerrar salas para detener una epidemia. Además debe tomar parte en decisiones tales
como restricción de horarios de visitas en respuesta a brotes de enfermedades altamente con-
tagiosas, actividades de construcción en el hospital, planificación de sistemas de información,
relación con los medios de prensa, etc.
JCAHO (Joint Commission on Accreditation of Health Care Organization) recomienda
que las autoridades del programa de control de infecciones sean establecidas claramente por
estatuto.
Es preferible que el programa sea dirigido por un trabajador de la salud con entrenamiento
específico en control de infecciones y epidemiología hospitalaria. La mayor eficiencia se obtiene
cuando se organiza un comité representado por un amplio espectro de departamentos del
hospital.
El Comité siempre debe contar con los siguientes integrantes:
• Un representante administrativo.
• Un representante de cada servicio principal del hospital.
• Laboratorio de Microbiología.
• Departamento de enfermería.
• Ingeniería.
• Proveeduría.
• Servicios ambientales.
• Farmacia.
• Servicio de salud de los empleados.
• Departamento de nutrición.
• Otros de acuerdo a la situación local.

Funciones del programa de epidemiología hospitalaria


1. VIGILANCIA: Determinar tasas endémicas para detectar epidemias. Vigilancia basada
en datos de laboratorio. Como ya se ha dicho, aunque la vigilancia se lleve a cabo según
los estándares más estrictos, no siempre es posible traducir sus resultados en actividades
efectivas de control; se mostró que las neumonías eran las IH con consecuencias más graves
para los pacientes, pero estas infecciones son las menos pasibles de vigilancia intensiva
y medidas de control. Así mismo, los pacientes de mayor riesgo generalmente presentan
patologías de base que limitan las posibilidades de medidas agresivas de control.
2. INVESTIGACIÓN DE EPIDEMIAS: Requiere aplicar definiciones significativas de las
infecciones, identificarlas y cuantificarlas, y clasificarlas en forma apropiada en base a los
factores de riesgo. Requiere asimismo que los agentes etiológicos en causa sean caracte-
rizados al nivel más específico posible (idealmente el genómico) para poder determinar
si se trata de una única clona responsable o más de una.
3. EDUCACIÓN: Siendo uno de los pilares más efectivos, es uno de los aspectos en los que
más se fracasa.
Es importante Instruir sobre: áreas de control, lavado de manos, esterilización y desinfec-
ción, enfermedades transmisibles.
4. SALUD DE LOS EMPLEADOS: Profilaxis post-exposición. Vacunación anti-Hepatitis
B e Influenza virus.
5. REVISIÓN DEL USO DE ATB: Monitorizar el uso de antibióticos y los perfiles de sus-
ceptibilidad y correlacionarlos con los agentes utilizados.
6. DESARROLLO DE DISPOSICIONES Y PROCEDIMIENTOS DE CONTROL
7. EVALUACIÓN DE CALIDAD DE LOS PROCEDIMIENTOS DE CONTROL
252 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

8. EVALUACIÓN DE NUEVOS PRODUCTOS A SER INTRODUCIDOS EN EL CEN-


TRO: Se debe ser escéptico a la hora de evaluar nuevos dispositivos médicos costosos
que a veces son promovidos agresivamente con el fin de controlar las infecciones.
Históricamente, la mayoría de estos productos han aumentado los gastos del hospital
rindiendo poco beneficio a la reducción de las IH.
Las medidas preventivas consisten en actuar a nivel de la fuente, el reservorio, la trans-
misión y el huésped susceptible. Es sin lugar a dudas a nivel de la transmisión donde se actúa
con mayor efectividad. A este respecto, volvemos a insistir sobre la importancia del lavado
de manos como una medida primordial.
Otra medida para prevenir la transmisión son los sistemas de aislamiento: Las antiguas
recomendaciones del Centres for Diseases Control and Prevention (CDC) establecían dos
estrategias generales:
1. Aislamiento por categorías: basado en los modos de transmisión: a) Estricto, para enfer-
medades diseminadas tanto por contacto como por pequeñas gotitas respiratorias (ej.:
viruela). b) De contacto. c) Respiratorio. d) Para tuberculosis. e) Precauciones entéricas.
f) De drenajes. g) Precauciones para sangre y fluidos: considerado en las precauciones
universales.
2. Aislamiento específico: basado en el modo de transmisión conocido o sospechado de en-
fermedades específicas lo que permite tomar medidas de aislamiento concretas para cada
enfermedad.
Asilamiento de sustancias corporales (ASC): es un sistema alternativo que busca superar
algunos inconvenientes de los sistemas previos. Se basa principalmente en el uso de guantes
por parte del personal que tiene contacto con sustancias potencialmente contaminadas y
con membranas mucosas o piel no intacta de los pacientes. El lavado de manos continúa
recomendándose luego de quitarse los guantes. Agrega precauciones sobre el uso de batas si
es probable el ensuciamiento de la ropa y de antiparras si es posible que se salpique la cara.
Ventajas:
• Los guantes proveen una barrera, que además brinda un margen de seguridad cuando se
comete la negligencia de omitir el lavado de manos.
• Sustituye la mayoría de los sistemas tradicionales que básicamente consisten en medidas
de barrera (excluye los patógenos de transmisión aérea).
• Es más fácil monitorizar el cumplimiento del uso de guantes que el del lavado de ma-
nos.
• Si se aplica correctamente, incorpora la mayoría de las medidas previstas en las precau-
ciones universales.
Desventajas:
• Los guantes pueden dar un falso sentido de seguridad y resultar en menor lavado de
manos.
• Omisión del cambio de guantes entre pacientes que puede resultar más grave que el no
lavado de manos cuando no se usan guantes, ya que algunos patógenos sobreviven más
tiempo en estos que en la piel.
Precauciones universales: Son obligatorias según OSHA (Ocuppational Safety and Health
Administration): Fueron originalmente diseñadas para aplicar las antiguas recomendaciones
de CDC sobre precauciones para sangre y fluidos, pero estas recomendaciones se han ampliado
para incluir la piel y superficies mucosas intactas así como muchos otros fluidos además de
la sangre: pleural, pericárdico, LCR, y cualquier otro fluido visiblemente contaminado con
sangre.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 253

Actualmente el CDC recomienda precauciones estándar y tres categorías de precauciones


de transmisión para ciertos patógenos de importancia epidemiológica.
1. Precauciones estándar: se aplica a todos los pacientes y es la estrategia primaria para un
control exitoso de la IH. Sintetiza las consideraciones de las precauciones universales y
el ASC. Se aplican a la sangre, todos los fluidos corporales, secreciones y excreciones,
piel no intacta y membranas mucosas con independencia de los resultados de pruebas de
laboratorio, disminuyendo por tanto el riesgo de infecciones de fuentes tanto conocidas
como no conocidas.
2. Precauciones para la transmisión por vía aérea: usado para agentes que son fácilmente
dispersables y transmisibles por pequeñas gotitas respiratorias (≤5µm de diámetro). Ej.:
tuberculosis, varicela, sarampión.
3. Precauciones para la transmisión por grandes partículas: estas son transportadas generalmente
por cortas distancias. Ej.: H.influenzae, N.meningitidis, C.diphtheriae, B.pertussis, Y.pestis,
M.pneumoniae, S.pyogenes, Adenovirus, Influenzavirus, Parvovirus B19, rubéola.
4. Precauciones de contacto: para reducir el riesgo de contacto directo o a través de fomites.
Ej.: bacterias con múltiple resistencia, algunos patógenos entéricos (C.difficile, ECEH,
rotavirus, HAV, Shigella), patógenos virales en niños (VRS, parainfluenza, enterovirus,
etc.), agentes de conjuntivitis viral, fiebres hemorrágicas, patógenos de la piel altamente
contagiosos.

PAPEL DE LA MICROBIOLOGÍA EN LA VIGILANCIA Y EL CONTROL


Una relación formal y fluida entre el comité de infecciones y el laboratorio de microbiología es
esencial ya que los datos microbiológicos constituyen el eje central de muchas actividades de
vigilancia y control. La vigilancia basada en el laboratorio permite controlar la diseminación
de microorganismos nosocomiales en el momento más temprano posible, dado que permite
confirmar las infecciones clínicamente sospechadas y brinda datos sobre las características
del patógeno, en especial, su sensibilidad antibiótica.
El laboratorio debe desarrollar políticas y procedimientos de acuerdo a necesidades es-
pecíficas de este comité. Por ej.: debe realizar reportes inmediatos de aislamientos de interés
para el programa de control de infecciones, como bacterias responsables de
brotes epidémicos o con resistencia inusual a antibióticos; establecer métodos de screening
para determinadas infecciones en caso de sospecha dentro del hospital; en caso de epidemias,
realizar sistemas de tipificación que no son de uso rutinario; guardar cepas de interés
epidemiológicos (SAMR, enterococos resistentes a vancomicina) en caso de que se necesite
su caracterización más sofisticada más adelante. El director del laboratorio debe asegurarse
de contar con suficientes recursos técnicos y humanos en caso de que un problema infeccioso
no esperado supere la capacidad del laboratorio.
La resistencia a los antibióticos que se usan empíricamente es uno de los problemas más
graves de las IH, por eso muchos laboratorios utilizan métodos especiales en caso de emer-
gencia de estas cepas para poder detectarlas con prontitud. Ante la eventualidad de una
brote, el microbiólogo del hospital debe ser capaz de sugerir métodos para identificar cepas
con patrones de resistencia o requerimientos metabólicos específicos.

AVANCES EN TÉCNICAS MICROBIOLÓGICAS ÚTILES DESDE EL PUNTO DE VISTA


EPIDEMIOLÓGICO
• Introducción de técnicas rápidas y sensibles de diagnóstico viral, ya que antes esto se
basaba en datos clínicos.
254 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

• Nuevas técnicas de biología molecular que sustituyen o complementan las tradicionales


(antibiograma, biotipificación, fagotipificación) como por ej. PFGE, RAPD, ribotipifica-
ción.

Bibliografía
1. Centres for Diseases Control. Natural nosocomial infection study report. Annual Summary 1979. Atlanta,
1982.
2. Dubay E, Grubb R. Infecciones hospitalarias, prevención y control. Panamericana, Buenos Aires, 1974.
3. Finegold SM, Ellen Y, Baron D. Hospital Epidemiology in Diagnostic Microbiology. Bailey and Scott eds.
Chicago University; 1986: 41-50.
4. Malagón G, Hernández L. Infecciones hospitalarias. 1ª ed. Editorial Médica Panamericana; Bogotá,
1995.
5. Laennette BH, Ballows A, Hauler WY. Manual of Clinical Microbiology. 5º ed. American Society for Micro-
biology; 1991.
6. Lossa GR, Valzacchi R. Estimación del costo de las infecciones hospitalarias. Bol. OPS; 1986:(101)134-
139.
7. Nacional Nosocomial Infections Surveillance System (NNIS). Nosocomial Infection rates for interhospital
comparison, limitation and possible solutions. Infect.Control Hosp. Epidemiol; 1991, (12):609-612.
8. Prevention and Control of Nosocomial Infections. 2º ed. Wnzel RP eds. William & Wilkins;
1993.
9. Reunión Latinoamericana sobre Programas de Control de Infecciones Hospitalarias, recomendaciones.
Caracas, 1986. Actual. Infect.; 1987(3):23-31.
10. World Health Organization. Protocol for an Internacional Survey of the Prevalence of Nosocomial Infection
1981. Geneva, 1981.
11. Weinstein RA. Nosocomial Infection Update. Emerging Infectious Diseases. 1998;4(3): 416-420.
12. Infectious Diseases. 3º ed. Gorbach SL, Bartlett JG, Blacklow NR. Lippincot Williams & Wilkins,
Philadelphia, 2004.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 255

SECCIÓN III
Etiopatogenia
microbiológica
16. Género Staphylococcus

17. Género Streptococcus y Enterococcus

18. Principales grupos de bacilos y cocos gramnegativos exigentes

19. Principales grupos de bacilos y cocos gramnegativos no exigentes

20. Principales grupos de bacilos grampositivos aerobios

21. Bacterias anaerobias

22. Mycobacterias

23. Chlamydia, Rickettsia y Mycoplasma

24. Leptospira

25. Virus respiratorios

26. Retrovirus y VIH

27. Virus de las hepatitis

28. Enterovirus

29. Agentes virales de gastroenteritis

30. Herpesvirus

31. Agentes de infecciones emergentes. Hantavirus, dengue, BSE

>>
256 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 257
Página 257

16 Género
Staphylococcus
V. Seija

Reseña histórica

Los cocos se asociaron por primera vez a enfermedades humanas cuando fueron observados
en materiales purulentos provenientes de abscesos humanos. En 1880 el cirujano escocés
Sir Alexander Ogston demostró que cocos agrupados en forma de racimo eran la causa
de ciertos abscesos piógenos en humanos. Louis Pasteur arribó a una conclusión similar al
mismo tiempo, pero en París. En el año 1882, Ogston llamo a estos cocos “Staphylococcus”,
derivando el nombre de los términos griegos staphile (racimo de uvas) y kokkus (frutilla).
Morfológicamente, Ogston propuso este término de manera de poder diferenciarlos de los
estreptococos, formadores de cadenas. Ogston demostró que la inyección a ratones de pus
conteniendo estos cocos producía los mismos síntomas observados en el humano. También
observó que si calentaba el pus y lo trataba con fenol, la enfermedad se prevenía.

Introducción
Staphylococcus aureus se destaca como un importante patógeno humano, produce infecciones
tanto en la comunidad como a nivel hospitalario. En la comunidad, las infecciones por S. aureus
son a menudo agudas, piogénicas y superficiales, aunque también puede producir, con menor
frecuencia, infecciones profundas como osteomielitis, neumonía y endocarditis aguda. A nivel
nosocomial S. aureus es un importante agente de infecciones de herida quirúrgica, de prótesis
y otras. También S. aureus es causa de una serie de infecciones producidas por toxinas como
el síndrome del shock tóxico, la intoxicación alimentaria y el síndrome de piel escaldada.
Staphylococcus epidermidis es integrante de la flora normal de piel pero produce infecciones
crecientes de piel y anexos, colonizando cuerpos extraños y también es causa de infecciones
profundas en huéspedes inmunocomprometidos.
Staphylococcus saprophyticus es causa de infección urinaria baja en la mujer joven.

Taxonomía
Los miembros del género Staphylococcus y Micrococcus son catalasa positivos y hasta hace poco
formaban parte de la familia Micrococacceae junto a los géneros Planococcus y Stomacoccus.
Estudios genéticos han demostrado que Staphylococcus y Micrococcus no están relacionados.
258 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Tentativamente el género Staphylococcus se colocó dentro de la familia Bacillaceae junto a


otros géneros, Bacillus, Gamella, Listeria, Planococcus, etc.
Los estafilococos son cocos Gram positivos, catalasa positivos y el diamino ácido en el
peptidoglicano es la L-lisina. El género Staphylococcus posee alrededor de 30 especies, de las
cuales destacaremos S. aureus, S. saprophyticus y S. epidermidis.

Hábitat
Staphylococcus epidermidis es integrante de la flora normal de la superficie corporal donde
sobrevive gracias a sus lipasas, mientras S .aureus se encuentra habitualmente a nivel de
la nasofaringe y de zonas húmedas como pliegues inguinales y axilas. A nivel del vestíbulo
nasal anterior la adherencia parece estar mediada por el contenido en ácidos teicoicos. Se
estima que el índice de portación nasal en los adultos es de alrededor del 20-30%. Expresado
longitudinalmente, cerca del 30% de la población puede ser portador permanente, el 50%
portador intermitente y el 20% no es colonizado. Algunas poblaciones pueden tener una tasa
de colonización mayor como el personal de salud, los pacientes en hemodiálisis, diabéticos,
adictos a drogas intravenosas, etc. A pesar que S. aureus posee numerosos factores de viru-
lencia, puede convivir con el huésped humano formando parte de su flora normal sin causar
ningún daño. Existen ocasiones en que este equilibrio se puede romper. Desde las narinas, los
portadores pueden transferir bacterias a diferentes sectores de la piel, aunque habitualmente
existe resistencia a la colonización de la piel intacta. Sin embargo, un traumatismo (muchas
veces desapercibido) puede dar una puerta de entrada al microorganismo. En caso de infec-
ción, por tanto, S. aureus puede ser muchas veces de origen endógeno.

Morfología microscópica
Como ya hemos dicho se trata de cocos Gram positivos que poseen tendencia a agruparse en
racimos. Tienen una forma esférica y un diámetro de alrededor de una micra.

Morfología macroscópica
Para apreciarla debemos contar con un aislamiento de la cepa a estudiar en una placa de Petri.
El aislamiento nos permitirá observar las características de las colonias. En medios no selecti-
vos, S. aureus presenta colonias de 1 a 3 mm de diámetro, lisas, levemente elevadas, de bordes
enteros, levemente convexas y generalmente pigmentadas con un color que puede ir desde
el crema al amarillo. La producción de pigmento se ve favorecida si se incuban los cultivos
por 24 a 48 horas adicionales a temperatura ambiente. Cuando crecen en agar sangre ovina
se puede observar una zona de β-hemólisis alrededor de las colonias. S. epidermidis presenta
colonias generalmente de menor tamaño y estas no presentan pigmentación.

Metabolismo
En cuanto a su forma de obtener energía es tanto a través de la fermentación como de la
respiración. En cuanto a los requerimientos de cultivo, son no exigentes desde el punto de
vista nutricional, creciendo en medios pobres y simples. En su relación con el oxigeno son
aerobios-anaerobios facultativos.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 259

Resistencia a agentes físicos y químicos

Es muy resistente a las condiciones ambientales normales. Es capaz de sobrevivir hasta tres
meses en un cultivo a temperatura ambiente. Muere expuesto a temperaturas mayores de 60
°C por una hora. En cuanto a los agentes químicos, es sensible a la mayoría de los desinfec-
tantes y antisépticos, que lo matan en pocos minutos.

Staphylococcus aureus
Ya hemos comentado las características comunes del género Staphylococcus y ahora analiza-
remos las que distinguen al patógeno más importante dentro de este género. Desde el punto
de vista estructural S. aureus comparte las características de los gérmenes Gram positivos y
agrega algunas características distintivas.
La pared celular esta compuesta por una gruesa capa de peptidoglicano. Se trata de un
polímero polisacárido compuesto por cadenas con uniones de tipo β (1-4) no ramificadas,
que contienen subunidades alternantes de ácido N-acetil murámico y N-acetil glucosamina.
Las cadenas laterales de pentapéptidos se hallan conectadas al residuo de ácido murámico y
tienen unión cruzada por un puente pentaglicina fijado a la L-lisina de una cadena y la D-
alanina de la otra cadena. El polímero polisacárido básico se halla también en muchos otros
microorganismos, mientras la cadena de unión cruzada de pentaglicina parece ser específica
de S. aureus. Tiene como función mantener la rigidez de la pared bacteriana y su resistencia
osmótica. En la patogenia coadyuvaría al desencadenamiento de la inflamación por activa-
ción del complemento, es capaz de atraer leucocitos polimorfonucleares (PMN), estimula la
producción de anticuerpos opsonizantes y tiene actividad similar a las endotoxinas de Gram
negativos. El otro componente mayor de la pared son los ácidos teicoicos, que constituyen
alrededor del 40% del peso de la pared. Estos ácidos son polímeros de glicerol o ribitol fosfa-
to, azúcares y algunas veces, D-alanina. Están unidos en forma covalente al peptidoglicano.
Cuando están unidos a la membrana citoplasmática se les llama ácidos lipoteicoicos. S. aureus
posee predominantemente ácidos de ribitol fosfato, mientras que en los estafilococos coagulasa
negativos estos son de glicerol fosfato.
La presencia de cápsula es variable pero es importante a nivel patogénico, ya que tiene
propiedades antifagocíticas. Las cepas de S. aureus que poseen cápsula son más virulentas en
modelos animales. No es claro que la cápsula de S. aureus juegue un papel importante en la
adherencia. Lo que si se conoce es que la adherencia de este germen a la válvulas cardíacas y
cuerpos extraños esta mediada, en parte, por receptores de fibronectina en su superficie. La
fibronectina es una glicoproteína importante en varias funciones de adherencia. Las cepas
de S. aureus, que muestran grandes cantidades de receptores para la fibronectina, parecen ser
más invasivas y más hábiles para adherirse. Además S. aureus puede presentar en su superficie
receptores para el colágeno.
La pared celular de S. aureus posee una proteína característica llamada proteína A. Esta
tiene la habilidad de unirse a la porción Fc de las moléculas de inmunoglobulina G (IgG),
y por tanto funciona como factor de virulencia, ya que interfiere con la opsonización y la
ingestión de los microorganismos por los PMN, activando el complemento y dando lugar a
reacciones de hipersensibilidad inmediata y tardía. Esta proteína es inmunogénica y se hallan
anticuerpos contra ella en sujetos con infecciones graves por S. aureus.
260 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

DETERMINANTES DE PATOGENICIDAD
Cualquier enfermedad infecciosa es el resultado de la interacción entre el microorganismo
causal y el huésped. Primero analizaremos los factores de patogenicidad con que cuenta S.
aureus. Estos pueden ser divididos en tres grupos (tabla 1):
a) Componentes de la pared celular: ya fueron discutidos en la sección anterior.
b) Enzimas:
– Catalasa: podría funcionar inactivando algunos sistemas de ingestión de los PMN.
– Coagulasas: tanto la coagulasa libre como el llamado “clumping factor” actúan cu-
briendo a la célula de fibrina y por tanto haciéndola más resistente a la opsonización
y fagocitosis.
– Estafiloquinasas: degradan la fibrina y contribuyen a la invasión de tejidos vecinos.
– Hialuronidasa: hidroliza la matriz intracelular de mucopolisacáridos de los tejidos y
por tanto contribuye a la diseminación a tejidos adyacentes.
– Lipasas: las cepas de S. aureus productoras de forunculosis crónica son potentes
productoras de lipasas que ayudan al microorganismo a diseminarse por los tejidos
cutáneo y subcutáneo.
– Fosfolipasa C: esta enzima esta asociada con cepas recuperadas de pacientes con distrés
respiratorio del adulto y coagulación intravascular diseminada (eventos que ocurren
durante la sepsis). Aparentemente los tejidos afectados por esta enzima se vuelven
más susceptibles al daño y destrucción por componentes bioactivos del complemento
y sus productos durante su activación.
– S. aureus produce además, toda una serie de enzimas como las DNAsas, proteasas y
fosfatasas que colaboran en el proceso infeccioso y en la producción de lesiones.
c) Toxinas: S. aureus puede producir toxinas de acción general como las hemolíticas (α, β,
γ y δ) y la leucocidina, y también toxinas especializadas como las exfoliatinas, toxina del
shock tóxico y enterotoxinas. Las hemolisinas son importantes toxinas citolíticas sobre
una variedad de células.
– α hemolisina o α toxina: tiene efecto letal sobre una variedad de membranas celulares
eucariotas, incluyendo la de PMN humanos, así como también la de eritrocitos de
diferentes especies animales. Es dermonecrótica si se inyecta en forma subcutánea y
es letal para animales si se administra en forma intravenosa. Es responsable de la zona
de hemólisis observada alrededor de las colonias de S. aureus.
– β hemolisina: es una esfingomielinasa activa sobre diferentes células: leucocitos,
eritrocitos, fibroblastos.
– γ y δ hemolisinas: se encuentran en algunas cepas de S. aureus y lisan una variedad
de células diferentes.
– Leucocidina: es una exotoxina con efecto tóxico directo sobre las membranas de los
PMN humanos, causando degranulación del citoplasma, hinchamiento celular y lisis.
El modo de acción de esta toxina comprende la formación de poros que alteran la
permeabilidad celular para el potasio y otros cationes. Una inyección de esta toxina
en modelos animales produce una disminución severa del número de leucocitos.
– Exfoliatinas o toxinas epidermolíticas: son producidas por algunas cepas de S. aureus
y consisten en dos proteínas, bioquímica e inmunológicamente diferentes, pero con
funciones biológicas similares. La exfoliatina A es un producto de genes cromosómicos,
termoestable y es inactivada por el EDTA, mientras la exfoliatina B es de origen plas-
mídico, es inactivada por el calor y estable frente al EDTA. Ambas tienen actividad
proteolítica, actúan como superantígenos y disuelven la matriz mucopolisacárida de
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 261

Tabla 1. Determinantes de patogenicidad de S. aureus

Determinante de patogenicidad Propiedades


Componentes de la pared celular
 Peptidoglicano Activación del complemento
 Ácidos teicoicos Antifagocítica
 Proteína A Antifagocítica
 Cápsula mucoide Adherencia
Enzimas
 Coagulasa Formación de absceso
 Estafiloquinasas Destrucción del coagulo
 Hialuronidasa Invasión hística
 Lipasas Colonización
Toxinas
 Hemolisinas Rotura de la membrana celular
 Leucocidina Alteración de la permeabilidad celular de
fagocitos
 Toxina exfoliatina Epidermólisis
 Toxina del shock tóxico Shock
 Enterotoxinas Intoxicación alimentaria

la epidermis, resultando en la separación intraepitelial de las uniones en el estrato


granuloso. Las cepas productoras de una o ambas proteínas son responsables del
síndrome de piel escaldada (ver más adelante).
– Enterotoxinas: se trata de moléculas termoestables responsables de la intoxicación
alimentaria producida por algunas cepas S. aureus. El modo de acción de estas toxinas
no es aún conocido pero se sabe que aumentan el peristaltismo (ver más adelante).
– Toxina del shock tóxico (TSST-1): Es también denominada como enterotoxina F. Esta
implicada en la patogenia del síndrome del shock tóxico. Aunque su rol es poco claro
tiene una gran cantidad de actividades biológicas. En modelos animales potencia la
actividad letal de pequeñas cantidades de endotoxina.
Estos tres tipos de toxinas antes mencionadas (enterotoxinas, exfoliatinas y TSST-1)
actúan como superantígeno, lo que significa que pueden activar linfocitos T directamente
(alta afinidad por el complejo de histocompatibilidad tipo II), sin la mediación de células
presentadoras de antígeno, resultando en la liberación de citoquinas. Esto puede determinar
importantes efectos sistémicos como fiebre, hipotensión, lesiones en piel, shock, fallo mul-
tiorgánico y muerte.

FACTORES PREDISPONENTES DEL HUESPED


Las infecciones causadas por S. aureus, no solo dependen de los factores de agresión que
este microorganismo posee, sino también de alteraciones en los mecanismos de defensa del
huésped. Dentro de los factores predisponentes del huésped tenemos:
• Defectos de quimiotaxis leucocitaria congénitos o adquiridos (diabetes mellitus, artritis
reumatoidea).
• Defectos de opsonización por anticuerpos (hipogamaglobulinemia).
• Defectos en la muerte intracelular luego de la fagocitosis (enfermedad granulomatosa
crónica).
262 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

• Heridas de piel (quemaduras, incisiones quirúrgicas, eczema).


• Presencia de cuerpos extraños (suturas, vías venosas, prótesis).
• Infecciones por otros agentes, particularmente virus (influenza).
• Enfermedades crónicas como alcoholismo, falla renal crónica, enfermedades malignas,
etc.

PATOGENIA
S. aureus produce infecciones de dos maneras:
1. En forma directa, por invasión y posterior destrucción tisular local (proceso supurado),
o luego de haberse diseminado por vía sanguínea.
2. A través de efectos de toxinas.
La tabla 2 muestra los tipos de infección que produce S. aureus y la tabla 3 muestra la
secuencia de eventos asociados a infecciones serias causadas por S. aureus.

INFECCIONES POR INVASIÓN


Este tipo de infecciones puede estar producido tanto por cepas de S. aureus residentes como
no residentes. El primer paso de la infección es la adherencia y colonización de las células
del huésped. Se describen tres tipos de adherencia. Por un lado, la adherencia a las células
de la mucosa nasal mediada por los ácidos teicoicos y también es importante la adherencia a
la mucina de la mucosa nasofaríngea. Por otro, la adherencia a piel traumatizada o pequeñas
disrupciones de piel, así como también a objetos extraños y estructuras subendoteliales. Esta
adherencia envuelve muchas proteínas de la matriz extracelular como fibronectina, fibrinó-
geno, elastina, colágeno y otras. Estas proteínas interaccionan con diferentes receptores de
S. aureus, antes mencionados. Por último, la adherencia de S. aureus a las células endoteliales
durante los eventos de sepsis es un proceso complejo donde están involucradas la fibronectina,
el fibrinógeno y la laminina.
Una vez los microorganismos atravesaron la barrera cutaneomucosa, llegan al tejido
subcutáneo o submucoso y se diseminan rápidamente, formando abscesos. Esta es la lesión
típica producida por este microorganismo. Los mecanismos de la invasión son poco conocidos
pero a este nivel se desencadena la respuesta inflamatoria del huésped que contribuye a la
formación de los abscesos. La respuesta defensiva más importante por parte del huésped son
los PMN. Algunas veces el germen puede seguir invadiendo, buscando áreas más profundas
y avasculares. Una vez se encuentran alrededor o dentro de los huesos, o protegidos dentro
de coágulos, los microorganismos se hacen bastante resistentes al ataque y erradicación por
los mecanismos defensivos del huésped.
Sólo la mayor intensidad de los factores bacterianos junto al fracaso de los mecanismos
defensivos del huésped puede llevar a que las bacterias puedan llegar a la corriente sanguínea,
diseminarse y producir focos de infección a distancia llamados abscesos metastásicos. Los
eventos que llevan a la sepsis y muerte aún no son del todo conocidos. Aparentemente los
ácidos teicoicos y el peptidoglicano podrían actuar como la endotoxina de los bacilos Gram
negativos.
Además de infecciones de piel y partes blandas, S. aureus puede producir infecciones
invasivas como neumonía, osteomielitis, bursitis, artritis y otras.

INFECCIONES POR ACCIÓN DE TOXINAS


Estas infecciones están causadas por la liberación al medio de sustancias tóxicas, que pueden
ejercer su acción a cierta distancia del foco infeccioso.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 263

Tabla 2. Infecciones producidas por S. aureus.

Invasión directa
Superficial
• Piodermas, incluyendo impétigo y paroniquia
• Infecciones de piel y tejidos blandos, forúnculos, celulitis, linfangitis, linfadenitis, etc.
Profunda
• Artritis séptica
• Osteomielitis
• Piomiositis
Diseminación por vía sanguínea
• Bacteriemia con o sin shock o falla multiorgánica
• Formación de abscesos metastásicos (cerebro, pulmón, hígado, bazo, retroperitoneo,
riñón, tracto genital, etc.)
Enfermedades mediadas por toxinas
• Síndrome de piel escaldada
• Intoxicación alimentaria
• Síndrome del shock tóxico

Tabla 3. Secuencia de eventos patogénicos en infecciones serias causadas por S. aureus


Colonización, portador, producción de toxina
Rotura de barrera cutaneomucosa
Invasión
• Celulitis, linfangitis
• Formación de absceso
• Eventual invasión de la sangre
Bacteriemia
Síndrome de sepsis
• Componentes de la pared
• Toxina del shock tóxico
• Rol de los mediadores disparados
Complicaciones
• Abscesos supurados metastásicos, endocarditis, etc.
• Shock séptico o falla multiorgánica
Muerte

1. Síndrome de piel escaldada: se debe a la producción de la toxina exfoliativa en un foco, que


luego pasa al torrente sanguíneo, pudiendo diseminarse hasta regiones alejadas del foco
donde no es posible aislar ningún germen. Esta toxina produce la formación de ampollas
y la subsiguiente descamación de láminas epidérmicas, que puede estar localizada en una
región o estar diseminada por todo el cuerpo. Se presenta con mayor frecuencia en recién
nacidos y niños pequeños.
2. Síndrome del shock tóxico: es un cuadro grave que en el pasado se ha observado asociado
a la utilización de tampones vaginales por parte de mujeres jóvenes. El microorganismo
prolifera en el tampón contaminado y produce la toxina del shock tóxico. El cuadro
clínico esta caracterizado por fiebre, hipotensión, exantema cutáneo en manos y pies,
264 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

grados variables de vómitos, diarrea, falla renal, cefalea y conjuntivitis. Evoluciona al


shock grave en 48 horas. También se asocia a heridas traumáticas o quirúrgicas.
3. Intoxicaciones alimentarias: se producen por la contaminación de alimentos, que suelen
ser de elevado contenido en proteínas e hidratos de carbono como pasteles, helados y
salsas, y con pH superior a 5, que permitirán un rápido crecimiento bacteriano. La mala
refrigeración y conservación hacen que el microorganismo prolifere, y si es una cepa
productora de enterotoxina termoestable, la libera en cantidad suficiente como para
producir intoxicación. El tiempo de incubación es corto (1 a 6 horas) y los síntomas son
vómitos y diarrea de hasta 2 días de duración, en general sin fiebre, siendo normalmente
de rápida recuperación. Este proceso sólo requiere hidratación y no necesita de tratamiento
antibiótico.

RESPUESTA DEL HUÉSPED


La integridad de la barrera cutánea y un sistema fagocítico intacto son los principales meca-
nismos de defensa contra las infecciones estafilocócicas. La primera línea de defensa luego de
atravesar las barrera cutánea son los PMN y el sistema monocito-macrófago. La movilización
de las células fagocíticas hacia el sitio de crecimiento bacteriano requiere la elaboración de
señales microbianas y específicas del huésped. El reconocimiento de S. aureus por los fagocitos
está mediado por sus receptores para el fragmento Fc de la IgG, por sus receptores para la
subunidad C3b del complemento, y posiblemente por otros receptores del complemento. Para
ser fagocitado, por tanto, S. aureus debe estar recubierto por C3b o IgG, proceso que se llama
opsonización. En cepas con cápsula se necesitan anticuerpos anticápsula para la opsonización.
La proteína A tiene, como ya vimos, una importante función antifagocítica. Luego de ser fago-
citados, la mayoría de los estafilococos intracelulares son destruidos rápidamente y degradados
dentro de la vacuola fagocítica, pero puede demostrarse la sobrevida de una minoría, lo que
podría explicar el índice de recurrencia de algunas infecciones por S. aureus.
Durante la infección estafilocócica se producen algunos anticuerpos contra distintos
antígenos de la pared celular, así como contra varias toxinas. En la actualidad ninguno ha
logrado inducir una protección completa contra la infección por S. aureus.

CUADROS CLÍNICOS
La lesión característica producida por S. aureus es el absceso, este se puede presentar a nivel
de la piel como forúnculo. Esta lesión es blanda, eritematosa y caliente. A las 24-48 horas
desarrolla una pústula central blanca. Dentro, el material purulento es cremoso, amarillento,
y frecuentemente tiene un centro constituido generalmente por un folículo piloso que es el
sitio donde la infección se inició. Este tipo de infección también puede aparecer alrededor
de cuerpos extraños y entonces el inóculo necesario para producir infección es más bajo y la
llegada de antibióticos es menor.

RESISTENCIA ANTIBIÓTICA
S. aureus puede poseer resistencia para diferentes antimicrobianos. En general los estafilococos
aislados de infecciones comunitarias, hasta hace poco tiempo, no poseían muchos genes de
resistencia salvo por la producción de penicilinasa. Sin embargo, actualmente asistimos a la
emergencia de cepas comunitarias resistentes a meticilina u oxacilina (ver más adelante). En
cuanto a los aislamientos de origen nosocomial, un elevado porcentaje de los mismos tienen
varios determinantes de resistencia y fundamentalmente resistencia a meticilina, asociada a
resistencia a aminoglucósidos, macrólidos y quinolonas.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 265

Resistencia a β-lactámicos
Existen variados mecanismos que median resistencia a β-lactámicos. La producción de β-
lactamasa inactiva ciertos β-lactámicos por medio de la hidrólisis del anillo β-lactámico.
Estas enzimas atacan a la penicilina G, ampicilinas, carboxipenicilinas y ureidopenicilinas. El
producto de hidrólisis carece de actividad antibacteriana. Más del 90% de los aislamientos de
S. aureus produce este tipo de enzimas, también llamadas penicilinasas. Parte de la enzima que
se produce es excretada al medio externo y parte permanece adherida a la membrana celular.
Se han reconocido cuatro variantes de β-lactamasa llamadas A, B, C y D. En la mayoría de
los aislamientos esta enzima es codificada por plásmidos, pero también se puede encontrar a
nivel cromosómico como parte de un elemento transponible.
Por otro lado tenemos la resistencia a meticilina u oxacilina. Ésta consiste en la producción
de una nueva proteína fijadora de penicilina (penicillin-binding protein) PBP, llamada PBP2a
o PBP2’, no presente en las cepas sensibles. Esta nueva PBP tiene una afinidad disminuida
por la mayoría de los β-lactámicos y cefalosporinas. Se trata de una transpeptidasa, la cual
se encarga de la síntesis de la pared cuando las otras PBPs están inactivas por estar ligadas
al beta lactámico. Esta nueva PBP está codificada por un gen llamado mecA que esta pre-
sente en el cromosoma de todas las cepas de Staphylococcus aureus resistentes a meticilina.
Presumiblemente la región mec se origino en estafilococos coagulasa negativos y luego se
transfirió a S. aureus.
Cuando una cepa es resistente a meticilina significa que la cepa es resistente a todos los
antibióticos β-lactámicos (penicilinas, cefalosporinas y carbapenems).

Resistencia a glicopéptidos
La resistencia a glicopéptidos en estafilococos se ha descrito en aislamientos clínicos de
estafilococos coagulasa negativos como S. haemolyticus y en los últimos años se comenzaron
a describir aislamientos de S. aureus con sensibilidad disminuida y también resistentes a los
glicopéptidos. Se necesitan todavía más estudios para establecer el exacto mecanismo mo-
lecular de resistencia a glicopéptidos. No se han aislado cepas con este tipo de resistencia
en nuestro país.

Resistencia a macrólidos
En S. aureus la resistencia a la eritromicina tiene dos fenotipos. El primero es conferido por
una modificación del rRNA blanco por enzimas constitutivas o inducibles que metilan un
residuo específico en el rRNA. Este evento resulta en una disminución de la unión a la eri-
tromicina, a otros macrólidos y a las lincosaminas. Los genes que codifican esta resistencia
se encuentran tanto en plásmidos como en el cromosoma. El segundo fenotipo abarca una
resistencia inducible a macrólidos. Se trata de un gen localizado en un plásmido que codifica
una bomba de eflujo ATP-dependiente.

Resistencia a aminoglucósidos
En S. aureus la resistencia a aminoglucósidos puede ser consecuencia de uno de tres posibles
eventos.
1. Una mutación cromosómica que codifica una alteración del sitio de acción en el riboso-
ma.
2. Transporte inefectivo, lo que produce una resistencia de bajo nivel.
3. La producción de enzimas modificadoras, el cual es el mecanismo más comúnmente
266 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

encontrado. Estas se pueden codificar a nivel de transposones localizados en plásmidos


o en el cromosoma.

Resistencia a quinolonas
La resistencia a las quinolonas es debida a una actividad disminuida de la girasa, mediada
por mutaciones puntuales localizadas en el gen gyrA cromosómico, el gen estructural de la
subunidad A de la DNA girasa. Una mutación puntual en otro gen, el norA lleva a la dismi-
nución de la acumulación de la droga dentro de la célula. Además las mutaciones en el gen
grlA cromosómico, confieren una resistencia de bajo nivel a las fluoroquinolonas.

PERFILES DE RESISTENCIA
En nuestro país se pueden describir, en forma esquemática, la circulación de tres perfiles de
resistencia. Uno esta constituido por cepas de S. aureus sensibles a meticilina u oxacilina, que
en más del 90% de los casos son productoras de penicilinasa y, a veces, pueden tener deter-
minantes de resistencia a macrólidos. El segundo perfil esta constituido por cepas resistentes
a meticilina u oxacilina sin resistencia acompañante a otros grupo de antibióticos salvo, a
veces, resistencia a macrólidos. Este perfil se le denomina S. aureus meticilino-resistente
perfil comunitario (SACOMR), ya que se empezó a detectar principalmente en cepas de
origen comunitario aunque actualmente ya se detecta a nivel hospitalario. El tercer perfil
esta constituido por cepas multirresistentes que poseen resistencia a meticilina, asociada a
resistencia a aminoglucósidos, quinolonas y macrólidos, donde prácticamente la única opción
terapéutica es la vancomicina. Este tipo de cepas se aísla mayoritariamente de infecciones
de origen nosocomial.

Staphylococcus epidermidis
El grupo de estafilococos coagulasa negativos está constituido por un gran numero de especies.
En la tabla 4 se pueden ver las especies relacionadas con patología humana. S. epidermidis es
una de las especies que más frecuentemente se aísla. Comparte las características del género
con respecto a la morfología y fisiología. En relación a la estructura, a nivel de la pared celular,
a diferencia de S. aureus, los puentes de pentaglicina del peptidoglicano no están presentes y
se sustituyen algunas moléculas de glicina por L-serina.
Con respecto a la patogenicidad, S. epidermidis es capaz de producir macromoléculas de
superficie y extracelulares, que inician y luego aumentan la adhesión bacteriana a la superficie
plástica de cuerpos extraños. La adherencia inicial de S. epidermidis parece estar mediada por
una adhesina polisacárida llamada PS/A y otras proteínas de superficie. La PS/A se trata de un
polímero de galactosa-arabinosa de alto peso molecular. Los anticuerpos dirigidos contra PS/A
bloquean la adherencia de S. epidermidis. Luego de la adherencia inicial, hay otra fase llamada
de adherencia intracelular que es mediada por un polisacárido llamado PIA y una proteína
extracelular. Esto permite la formación de varias capas de células bacterianas adheridas entre
si que forman el llamado slime o biofilm. Este slime sirve para proteger a los microorganismos
de los agentes antimicrobianos y de las células fagocíticas. En general, es necesaria la remoción
del cuerpo extraño para lograr la cura de la infección. El slime parece tener otras actividades
biológicas, dentro de las cuales se cuentan la inhibición de la proliferación de linfocitos T y
un efecto adverso sobre la opsonización y fagocitosis.
Las infecciones causadas por S. epidermidis se relacionan con la colonización de cuerpos
extraños, especialmente en el paciente hospitalizado. En el caso de la colonización de catéteres
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 267

Tabla 4.
Especies de Staphylococcus coagulasa negativos relacionadas con infecciones huma-
nas
S. epidermidis* S. xylosus
S. saprophyticus* S. cohnii
S. capitis S. simulans
S. warneri S. auricularis
S. haemolyticus S. lugdunensis
S. hominis S. schleiferi
S. saccharolyticus S. pasteuri
S. caprae
*Especies que más frecuentemente se aíslan en infecciones humanas

intravenosos, puede aparecer flebitis y fiebre, y eventualmente se produce una bacteriemia y


sepsis. La colonización de válvulas cardíacas protésicas puede producir endocarditis precoces y
tardías. Estas infecciones conducen, en casos graves, a la retirada de la válvula contaminada.
La utilización de otros dispositivos como prótesis osteoarticulares, catéteres peritoneales y
derivaciones de líquido cefalorraquídeo, también pueden ser susceptibles a contaminación por
S. epidermidis. Ya que la mayoría de estos cuadros se producen dentro del ámbito hospitalario,
las cepas de S. epidermidis aisladas frecuentemente son resistentes a meticilina. Estas cepas,
además, pueden presentar los mismos genes de resistencia ya comentados para S. aureus.
La mayoría de las veces que aislamos S. epidermidis de una muestra clínica en el laboratorio
de microbiología, este constituye un contaminante. Esta especie, al ser flora normal de piel,
muchas veces contamina las muestras en el momento de la toma, creando dificultades para
interpretar los resultados de los cultivos. Es el contaminante más importante en muestras de
hemocultivo, líquidos biológicos o exudados de herida, donde su aislamiento debe ser inter-
pretado con precaución, teniendo en cuenta las condiciones de extracción de la muestra y
la condición clínica del paciente.

Staphylococcus saprophyticus
Presenta características similares a S. epidermidis pero es resistente a la novobiocina y la com-
posición de los ácidos teicoicos es de fosfato de ribitol. Se encuentra ampliamente distribuido
siendo causante de hasta el 20% de las infecciones urinarias extrahospitalarias en mujeres
jóvenes, causan afecciones del tracto urinario bajo sin alteraciones estructurales. No presenta
problemas de resistencia antibiótica.

DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO
Además de los datos clínicos y epidemiológicos, fundamentales para la orientación diagnóstica,
es preciso confirmarlo con el diagnóstico microbiológico.

Toma de muestras
Se realizará de la forma habitual, en procesos generalizados con posibilidad de bacteriemia se
realizarán hemocultivos. En el caso de procesos supurados se realizará la toma de la muestra
con aguja y jeringa, siempre que sea posible. Los estafilococos son bastante resistentes a las
condiciones ambientales adversas pero de todas maneras es necesario tomar precauciones en
el transporte y conservación de la muestra.
268 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Examen directo
En el caso de procesos supurados, el examen directo de la muestra con tinción de Gram nos
permitirá observar los cocos Gram positivos agrupados en racimos, junto a un gran número
de leucocitos polimorfonucleares.

Cultivo
En cuanto a los requerimientos atmosféricos el género Staphylococcus es aerobio-anaerobio
facultativo, por tanto su crecimiento en caldo tioglicolato se hará en toda la extensión del
tubo. Desde el punto de vista nutricional es no exigente, por lo tanto crece tanto en medios
de cultivo pobres, como el agar simple, como en medios ricos, como el agar sangre ovina.

Identificación
PRUEBAS BIOQUÍMICAS
Las pruebas o ensayos bioquímicos son aquellas reacciones que ponen en evidencia la existencia
de una enzima o pasos metabólicos determinados, y que muchas veces nos permiten llegar a
la identificación a nivel de especie. Ahora enumeraremos las pruebas bioquímicas necesarias
para la identificación de los estafilococos.

PRUEBA DE LA CATALASA
Objetivo: separar Staphylococcus y Micrococcus (catalasa positivos) de los géneros Streptococcus
y Enterococcus (catalasa negativos).
Fundamento: la enzima catalasa descompone el peróxido de hidrógeno (H2O2) en agua
y oxígeno bajo la fórmula
2 H2O2----2 H2O + O2.
De esta manera las bacterias se protegen del efecto tóxico del H2O2, que es un producto
final del metabolismo aerobio de los azúcares.
Procedimiento: se coloca una gota de H2O2 al 3% sobre un portaobjetos y luego se transfiere
una porción de colonia sobre el H2O2 realizándose una emulsión. En lo posible debe tomarse
la colonia a partir de un medio sin sangre, ya que los eritrocitos tienen actividad de catalasa
y pueden falsear los resultados. Esta prueba también puede realizarse a partir de un cultivo
en tubo, simplemente colocando unas gotas de H2O2 dentro del mismo.
Interpretación de resultados: el desprendimiento de burbujas se considera una prueba
positiva.
Para diferenciar Staphylococcus de Micrococcus se realizan distintas pruebas bioquímicas
que se mencionan en la tabla 5. La lisostafina es una endopeptidasa que cliva los puentes de
pentaglicina presentes en la pared de lo estafilococos, por eso el género Staphylococcus es
sensible a su acción.
Dentro del género Staphylococcus existen tres especies que se consideran de mayor im-
Tabla 5
Caracteres G. Staphylococcus G. Micrococcus
Lisostafina S R
Sensibilidad a bacitracina R S
(disco 0,04 U)
Utilización de + -
glucosa anaerobia
+, reacción positiva; -, reacción negativa; S, sensible; R, resistente.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 269

portancia médica: S. aureus, S. saprophyticus y S. epidermidis. Estas se diferencian según las


pruebas bioquímicas que se detallan en la tabla 6.

Tabla 6.
Caracteres S. aureus S. saprophyticus S. epidermidis
Coagulasa + - -
DNAsa + - -
Nucleasa termoestable + - -
Presencia de proteína A + - -
Susceptibilidad a la novobiocina R R S
+, reacción positiva; -, reacción negativa; S, sensible; R, resistente.

PRUEBA DE LA COAGULASA
Objetivo: permite separar S. aureus, que posee coagulasa, de las otras especies de estafilococos
que genéricamente se las denomina estafilococos coagulasa negativos (ScoN).
Fundamento: S. aureus posee dos tipos de coagulasa:
a) Una endocoagulasa o coagulasa ligada o clumping factor, que está unida a la pared celu-
lar. Esta actúa directamente sobre el fibrinógeno provocando la formación de coágulos
o grumos cuando se mezcla una suspensión bacteriana con plasma citratado (test en
lámina).
b) Una exocoagulasa o coagulasa libre que actúa mediante la activación de un factor sérico
(CRF), formándose un complejo coagulasa-CRF, el cual reacciona con el fibrinógeno
produciéndose un coágulo de fibrina (test en tubo).
Mientras el test en tubo es definitivo, el test en lámina nos sirve como una rápida y
económica técnica de tamizaje (screening). Entre un 10 a 15% de las cepas de S. aureus se
mostrarán negativas en el test en lámina, por lo cual en esos casos se hace necesario realizar
un test en tubo.
• Test en lámina
Procedimiento: se emulsionan sobre un portaobjetos una o más colonias en una gota de
suero fisiológico hasta formar una suspensión lechosa. Luego se agrega, al lado, una gota
de plasma citratado de conejo y se mezclan.
Interpretación de resultados: debe realizarse dentro de los primeros diez segundos. Un test
positivo se evidencia por la formación de grumos. Los test negativos deben ser confirmados
por test en tubo.
• Test en tubo
Procedimiento: se emulsionan varias colonias en un tubo con 0,5 ml de plasma citratado
de conejo. Se incuba a 35 ºC y se chequea la formación del coágulo a las 4 horas. Si es
negativo se reincuba toda la noche y se procede a su lectura a las 18 horas. La lectura a
las 4 horas es fundamental porque en alguna oportunidad puede suceder que las fibrino-
lisinas de S. aureus lisen el coágulo luego de 18 horas de incubación y de esta manera se
produzcan un test falso negativo.
Interpretación de resultados: se observa la formación de un coágulo total o parcial si el test
es positivo.
270 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

AGLUTINACIÓN CON PARTÍCULAS DE LÁTEX


Objetivo: permite separar S. aureus de otras especies de estafilococos. Es un test alternativo
para detectar la presencia de la coagulasa y la proteína A.
Fundamento: se utilizan partículas de látex cubiertas con plasma. El fibrinógeno se une
al látex y detecta el clumping factor. Además, las inmunoglobulinas presentes en las partículas
detectan la proteína A, capaz de unirse a la porción Fc de la IgG.
Procedimiento: se trata de test comerciales por lo cual cada formulación tiene su pro-
cedimiento específico. Generalmente se mezcla el reactivo del test con una porción de la
colonia.
Interpretación de resultados: la formación de grumos indica un test positivo.

PRESENCIA DE DESOXIRRIBONUCLEASA (DNASA)


Objetivo: permite diferenciar S. aureus que posee DNAsa de otras especies del género Sta-
phylococcus.
Fundamento: se basa en la presencia de la enzima DNAsa que es capaz de clivar los enlaces
fosfodiester internos de la molécula de DNA. Se utiliza un medio sólido que contiene verde
de metilo, el cual se combina con DNA altamente polimerizado. Cuando la combinación
no ocurre, por acción de la enzima DNAsa, se produce una decoloración del medio. Existen
otros tipos de medios de cultivo como el que contiene azul de toluidina metacromático en
vez de verde de metilo.
Procedimiento: se siembra una colonia de estafilococo en forma de moneda en una placa
de medio sólido que contiene DNA y verde de metilo. Se incuba 18 horas a 35 ºC.
Interpretación de resultados: la formación de un halo transparente alrededor de la siembra
indica presencia de DNAsa.

PRESENCIA DE NUCLEASA TERMOESTABLE


Objetivo: permite diferenciar S. aureus, que posee esta enzima, de otras especies que no.
Fundamento: se basa en la presencia de nucleasa termoestable, que es una enzima con
propiedades endo y exonucleolíticas y capaz de clivar DNA y RNA. Existen varias formas
de investigar la presencia de esta enzima. Se utilizan cualquiera de los medios sólidos men-
cionados en la prueba anterior pero en estos se realizan hoyos de aproximadamente 3 mm
de diámetro.
Procedimiento: cada hoyo se llena con un cultivo en caldo de la cepa en estudio, que ha
sido previamente llevado a 100 °C por 15 minutos. Se incuba 18 horas a 35-37 ºC.
Interpretación de resultados: se interpreta igual que la prueba anterior.

SUSCEPTIBILIDAD A LA NOVOBIOCINA
Objetivo: separar S. saprophyticus (resistente a la novobiocina) de los demás estafilococos
coagulasa negativos.
Fundamento: varias especies del género Staphylococcus son resistentes a la novobiocina
(disco de 5 µg.) dentro de las cuales se encuentra S. saprophyticus.
Procedimiento: se siembra una placa de agar sangre o agar Mueller-Hinton como si se
fuera a realizar un antibiograma. Se utiliza un hisopo embebido en una suspensión, con una
turbidez equivalente a un Mc Farland 0,5, de la cepa a estudiar. Luego se aplica el disco de
novobiocina y se incuba a 35 ºC por 18 horas.
Interpretación de resultados: un halo de inhibición de crecimiento menor o igual a 16
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 271

mm corresponde a S. saprophyticus. Un halo de inhibición mayor de 16 mm corresponde a


otros estafilococos coagulasa negativos.

SISTEMAS DE IDENTIFICACIÓN COMERCIAL


Las pruebas anteriormente descritas se utilizan en forma manual pero existen sistemas de
identificación comercial para identificar las especies dentro del género Staphylococcus. Los
kits comerciales disponibles utilizan, para la identificación, test de fermentación de azúcares
modificados, adaptación de test manuales estándar y substratos enzimáticos cromogénicos.
Estos sistemas de identificación son adaptados a un formato particular utilizado por el fa-
bricante (por ej.: tira con microcúpulas, tarjetas plásticas, pequeñas bandejas, etc.). Existen
también sistemas de identificación a nivel molecular. Para S. aureus existen sondas genéticas
para su detección rápida con un 100% de especificidad.

Bibliografía
1. Sheagren J. and Schaberg D. Staphylococci. En Infectious Diseases. Gorbach, Barlett and Blacklow.
Pag.1697-1703. 1998. Ed WB Saunders.
2. Waldvogel FA.. Staphylococcus aureus. Mandel, Douglas, Bennet Principles and Practice of Infectious
diseases.. 2000. Ed WB Saunders.
3. Archer GL. Staphylococcus epidermidis and Other Coagulase-Negative Staphylococci. Mandel, Douglas,
Bennet Principles and Practice of Infectious diseases.. 2000. Ed WB Saunders.
4. Maradan C., Moreira B., Boyle-Vavra S. et al. Antimicrobial resistance in Staphylococci. Infectious Diseases
of North America. 1997. Vol.11.(4). Pag 813-841.
5. Chambers H. Methicilin Resistance in Sthaphylococci: Molecular and Biochemical Basis and Clinical
Implications. Clin.Microbiol.Rev. 1997. Vol.10.(4). Pag.781-791.
6. Hiramatsu K.The emergence of Staphylococcus aureus with reduced susceptibility to vancomycin in Japan.
Am J Med, 1998. 104: 5A, 7S-10S
7. Prieto J y Gomez-Lus ML. Género Staphylococcus. Microbiología Médica. Garcia-Rodriguez, Picazo. Pag
179-191. 1996. Ed Doyma.
272 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 273
Página 273

17 Géneros
Streptococcus y
Enterococcus
G. Rodríguez

Los géneros Streptococcus y Enterococcus están formados por bacterias esféricas u ovoides que
crecen en pares o cadenas de longitud variable. La mayoría son anaerobios facultativos, exis-
tiendo algunas especies anaerobios obligados. Son Gram positivos, no formadores de esporos,
catalasa negativos e inmóviles, y tienen complejos y variables requerimientos nutricionales.
La infección estreptocócica es una de las más frecuentes, siendo algunos de los cuadros más
importantes relacionados con el género: amigdalitis aguda, otitis media, sinusitis, neumonía,
meningitis, infección del tracto urinario, infección abdominal o cutánea, etc.
Las infecciones más frecuentemente asociadas con el género Enterococcus son la endo-
carditis, las infecciones urinarias y la colonización o sobreinfección de enfermos que reciben
tratamiento con antimicrobianos, especialmente cefalosporinas.

Taxonomía
No existe un sistema de clasificación sencillo para diferenciar este heterogéneo grupo de
microorganismos y la misma está sometida a revisión constante. Por el contrario, la clasifi-
cación depende de una combinación de características, incluyendo: patrón de hemólisis en
placas de agar sangre, composición antigénica, características de crecimiento, reacciones
bioquímicas y, más recientemente, análisis genético. La tecnología de hibridación del DNA
ha revolucionado la taxonomía, poniendo de manifiesto que los enterococos son tan dife-
rentes del resto de los estreptococos, que constituyen un nuevo género, ubicado dentro de
la faminilia Enterococcaceae.
Cuando los estreptococos son cultivados en agar sangre se puede observar, además de la
morfología macroscópica característica de cada cepa, la presencia de un halo transparente
alrededor de la colonia donde los glóbulos rojos han sido completamente lisados. Este pa-
trón es designado hemólisis de tipo beta y es de considerable importancia ya que la exhibe
Streptococcus pyogenes y muchos otros Streptococcus patógenos humanos. Un segundo grupo
de microorganismos, produce hemólisis parcial o hemólisis alfa, observándose como un halo
verdoso alrededor de la colonia; perteneciendo a este grupo S. pneumoniae así como otros
Streptococcus que habitan el tracto respiratorio superior y gastrointestinal del hombre. Final-
mente, el término hemólisis gamma se utiliza para designar aquellas especies que no producen
hemólisis, aunque el término estreptococo no hemolítico es preferible.
Una identificación más precisa de los estreptococos betahemolíticos fue creada por Re-
becca Lancefield. Esta clasificación en serogrupos esta basada en las diferencias antigénicas
274 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

de los carbohidratos de la pared celular. Los antígenos de grupo son rápidamente extraíbles
de la pared celular e identificables por reacciones de precipitación usando antisueros espe-
cíficos. Los estreptococos que carecen de antígeno de grupo reconocible son identificados
por características fenotípicas (reacciones de fermentación, producción de enzimas) y por
hibridación del DNA.
En la actualidad se reconocen aproximadamente 30 especies de Streptococcus; siendo
algunas de las especies de mayor importancia en patología humana: S. pyogenes (estreptococo
del grupo A), S. agalactiae (estreptococo del grupo B), y S. pneumoniae (neumococo).

Principales serogrupos de Streptococcus en enfermedad humana.

Serogrupo Antígeno grupo específico de la pared Aspectos clínicos


celular
A Ramnosa-N-acetil-glucosamina Faringitis, amigdalitis, escarlatina,
erisipela, impétigo, celulitis, secuelas
no supurativas: fiebre reumática,
glomerulonefritis
B Ramnosa-glucosamina Corioamnionitis, sepsis puerperal y
neonatal, meningitis neonatal
C Ramnosa-N-acetil-galactosamina Infecciones respiratorias altas
D Ácido glicerol teicoico Infecciones del tracto genitourinario,
heridas, endocarditis
G Ramnosa-galactosamina Infecciones respiratorias altas, celulitis,
sepsis

Streptococcus pyogenes
Streptococcus pyogenes (Streptococcus del grupo A) es una de las bacterias más importantes en
patología humana. Este ubicuo organismo es la causa bacteriana mas frecuente de faringitis
aguda y también da lugar a una gran variedad de infecciones cutáneas y sistémicas. Ocupa
un lugar especial en la microbiología médica por ocasionar dos secuelas no supurativas, fiebre
reumática (FR) y glomerulonefritis difusa aguda postestreptocócica (GNDA).

CARACTERES MICROBIOLÓGICOS
Streptococcus del grupo A (SgA) se presenta microscópicamente como células esféricas u
ovoides de 0.6-1.0 µm de diámetro y se agrupa en pares o cadenas de longitud variable en
muestras clínicas, o cuando crece en medios líquidos enriquecidos con suero o sangre. Son, al
igual que el resto de los estreptococos, Gram positivos, inmóviles, no formadores de esporos,
catalasa negativos y, facultativamente anaerobios. SgA es exigente desde el punto de vista
nutricional, requiriendo medios complejos enriquecidos con sangre para su desarrollo óptimo.
Cuando crece en medios sólidos con sangre se observa alrededor de las colonias grises de 1-2
mm de diámetro un halo de hemólisis beta (pueden existir cepas que no la exhiban, pero es
excepcional).
Se han identificado un gran número de componentes estructurales y productos extrace-
lulares en SgA. A continuación serán reseñados los más importantes.

COMPONENTES CELULARES
a) La cápsula es la capa mas superficial que envuelve al microorganismo y está compuesta
por ácido hialurónico, encontrándola en los microorganismos solamente cuando están
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 275

cursando enfermedad en el huésped. Es un factor de virulencia accesorio que dificulta la


fagocitosis por los leucocitos polimorfonucleares y macrófagos del huésped.
b) El carbohidrato específico de grupo (carbohidrato C) está constituido por un dímero de
ramnosa y N-acetil glucosamina.
c) El mucopéptido (peptidoglicano) que le confiere rigidez a la pared, al cual se unen proteí-
nas, carbohidratos y lipoproteínas. Sus componentes tienen carácter antigénico y pueden
contribuir a la patogenicidad.
d) La proteína M es uno de los principales factores de virulencia de SgA. Se localiza en
estructuras fibrilares confiriéndole a las cepas ricas en ella, resistencia a la fagocitosis
por leucocitos polimorfonucleares. Las cepas que no la expresan son avirulentas. SgA
puede ser dividido en serotipos basándose en las diferencias antigénicas de la molécula
de proteína M. Alrededor de 80 serotipos son reconocidos actualmente. La inmunidad
adquirida contra la infección estreptocócica está basada en el desarrollo de anticuerpos
opsonizantes dirigidos contra la porción antifagocítica de la molécula de proteína M. Tal
inmunidad es tipo-específica y permanece por varios años, tal vez indefinidamente. En
algunos casos se ha demostrado protección cruzada por anticuerpos de un serotipo contra
organismos de un serotipo heterólogo. La proteína M es una macromolécula filamentosa
que se encuentra como un dímero estable con una estructura alfa helicoidal. Se encuentra
anclada a la membrana celular y atraviesa la pared celular. La porción proximal de la
molécula contiene epítopes conservados en todos los SgA, mientras que la porción distal
contiene epítopes tipo-específicos. Esta configuración localiza el sector tipo-específico
en la punta de las fibrillas, protruyendo en la superficie celular (figura 1). En el huésped
no inmune, la proteína M ejerce su efecto antifagocítico al inhibir la activación de la vía
alterna del complemento en la superficie celular. Este efecto es mediado, en parte, por la
habilidad de la proteína M de precipitar fibrinógeno directamente en la superficie bacte-
riana. El efecto antifagocítico es anulado en presencia de concentraciones adecuadas de
anticuerpos tipo-específicos.
e) El factor de opacificación del suero (FO), es otro antígeno estrechamente asociado a
la molécula de proteína M. Este factor es una alfa-proteinasa que es detectada por su
propiedad de opacificar el suero de caballo. No todas las cepas de SgA tipificables por
la proteína M poseen este factor. El FO es antigénico y tipo-específico, es decir que su
habilidad para opacificar el suero puede ser inhibida por anticuerpos homólogos y no he-
terólogos de proteína M. Esta sustancia es importante principalmente por dos razones:
– es un marcador epidemiológico muy útil que ayuda en la clasificación de los estrep-
tococos cuando no es detectable por el tipo de proteína M.

Figura 1.
276 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

– la respuesta tipo-específica y no tipo-específica a la proteína M es generalmente más


débil después de una infección faríngea con FO positivo que con serotipos FO nega-
tivos.
f) Las proteínas T y R constituyen otro complejo antigénico que no intervienen en la pa-
togenicidad del microorganismo, pero son de utilidad para completar la tipificación de
Streptococcus, especialmente en las cepas no identificables por la proteína M.
g) La proteína F, no fibrilar, juega un rol crítico en el primer paso de la colonización, que es la
adherencia de SgA a la molécula de fibronectina, glucoproteína situada en la superficie de
las células epiteliales humanas. El ácido lipoteicoico formado por unidades de poliglicerol
fosfato unidas a lípidos, podría jugar también un rol en la adherencia, en asociación con
proteínas de superficie.
h) Recientemente se ha descrito una peptidasa unida a la célula que cliva el componente
C5 del complemento e inhibe la quimiotaxis de los neutrófilos in vitro e in vivo.

PRODUCTOS EXTRACELULARES
Durante el desarrollo in vivo e in vitro, SgA elabora numerosos productos extracelulares,
pero solamente un número limitado de ellos han sido bien caracterizados. Algunos poseen
carácter antigénico, y la determinación de anticuerpos frente a ellos se utiliza para establecer
el diagnóstico de infección estreptocócica reciente.
a) Hemolisinas: existen dos tipos de hemolisinas elaboradas por SgA que se denominan O y
S. La estreptolisina O deriva su nombre de su oxígeno labilidad. Es reversiblemente inhi-
bida por el oxígeno e irreversiblemente por el colesterol. Además de su efecto lítico sobre
los eritrocitos es tóxica sobre una variedad de células y fracciones celulares, incluyendo
leucocitos polimorfonucleares, plaquetas y lisosomas. La estreptolisina O es producida por
casi todas las cepas de SgA (así como por algunos organismos de los grupos C y G), y es
antigénica. La titulación de los anticuerpos antiestreptolisina O (AELO) en suero humano
ha probado ser una prueba útil como indicador de infección estreptocócica reciente. La
estreptolisina S es una hemolisina producida por los estreptococos en presencia de suero
(de ahí “S”) o en presencia de una variedad de otras sustancias tales como albúmina,
alfa-lipoproteína, RNA. La estreptolisina S no es antigénica. Tiene la capacidad de dañar
la membrana de leucocitos, plaquetas y organelos subcelulares. No es inactivada por el
oxígeno pero es termolábil. Dadas las características de ambas hemolisinas se observa que
la hemólisis en la superficie de las placas de agar es debida primariamente a estreptolisina S,
en tanto la hemolisina O exhibe su efecto en la profundidad del agar debajo del desarrollo
bacteriano.
b) La exotoxina pirogénica estreptocócica (SPE), antes conocida como toxina eritrogénica,
es responsable del rash de la fiebre escarlatina. Experimentalmente, esta sustancia exhibe
una variedad de otras propiedades tóxicas incluyendo pirogenicidad, citotoxicidad, y
aumento de la susceptibilidad a los efectos letales de la endotoxina. La producción de
toxina está inducida por la presencia de un fago temperado en fase lisogénica. Se conocen
10 toxinas serológicamente diferentes (A-J), cuyos efectos pueden ser neutralizados por
anticuerpos. Se trata de exotoxinas que actúan como superantígenos, es decir, productos
que estimulan de modo intenso e inespecífico el sistema inmune.
c) Muchos productos extracelulares, pueden teóricamente, favorecer la licuefacción del
pus y la diseminación de los S. pyogenes a través de los diferentes planos tisulares. Estos
incluyen:
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 277

– cuatro enzimas antigénicamente distintas que participan en la degradación de DNA


(DNAsas A, B, C y D);
– hialuronidasa, que degrada enzimáticamente al ácido hialurónico del tejido conecti-
vo;
– estreptoquinasa, la cual promueve la disolución de coágulos al catalizar la conversión
del plasminógeno en plasmina.
d) Otros productos extracelulares son: NADasas, proteinasa, amilasa y esterasa.
La mayoría de las sustancias recientemente enumeradas son antigénicas y los anticuerpos
para cinco de estos productos han sido usados para serodiagnóstico de infección por SgA. Ellos
son: anti-DNAsa, AELO, antihialuronidasa, anti-NADasa y anti-estreptoquinasa.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Las dos manifestaciones clínicas de las infecciones por SgA son la faringitis y la piodermi-
tis.

Faringoamigdalitis estreptocócica
La infección faringoamigdalar aguda es uno de los motivos de consulta más frecuentes en la
práctica clínica. La misma puede ser de etiología viral o bacteriana. Dentro de estas últimas
SgA es responsable de la mayoría de estas infecciones aunque otros serogrupos pueden oca-
sionarla (grupos C y G). Es una enfermedad autolimitada, aunque debe siempre realizarse el
tratamiento antimicrobiano para prevenir las complicaciones, y afecta con más frecuencia
a niños de edades comprendidas entre 5 y 15 años, pero todas las edades son susceptibles.
Se transmite de persona a persona por gotitas de secreciones aerosolizadas. El número de
microorganismos y su virulencia van disminuyendo desde la fase aguda a la de convalecencia,
marcando un distinto grado de infecciosidad. El cuadro clínico no es específico de la etiología
estreptocócica.
La fiebre escarlatina es debida a la infección estreptocócica con una cepa que elabora la
exotoxina pirogénica. Esta enfermedad está generalmente asociada a faringitis, aunque puede
seguir a otras infecciones estreptocócicas tales como heridas.
Las complicaciones de la faringitis causada por el SgA se pueden dividir en supurativas
y no supurativas. Las complicaciones supurativas se observan con poca frecuencia desde el
advenimiento de antibioticoterapia efectiva. Entre ellas se citan: absceso y celulitis periamig-
dalinos, otitis media, sinusitis. Las complicaciones no supurativas son la fiebre reumática (FR)
y la glomerulonefritis difusa aguda (GNDA), que reseñaremos más adelante.
El diagnóstico etiológico se efectúa a través del cultivo del exudado faríngeo. En caso de
existir simultáneamente fiebre escarlatina el diagnóstico se facilita.
El tratamiento está dirigido a prevenir la FR y las complicaciones supurativas. La preven-
ción de la fiebre reumática requiere de la erradicación de la infección por SgA de la faringe,
lo cual depende de un tratamiento prolongado más que de altas dosis de antibiótico. SgA es
hasta el presente homogéneamente sensible a la penicilina, antibiótico de probada eficacia en
la prevención de la FR. Se utiliza penicilina G benzatina 1.2 millones de unidades y para niños
que pesan menos de 30 kg, 600.000 U. En pacientes alérgicos a la penicilina se administra
eritromicina. Según datos actuales pueden también ser útiles nuevos macrólidos (azitromicina,
claritromicina). Los regímenes vía oral deben mantenerse por 10 días. Aproximadamente un
15% de individuos quedan como portadores luego del tratamiento.
278 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Piodermitis
Con este término se designan colectivamente las infecciones estreptocócicas localizadas de
la piel.
Impétigo: es una infección cutánea superficial, caracterizada por la aparición de vesículas,
de 1-2 mm, que rápidamente evolucionan a costras de color ambarino, pruriginosas y acom-
pañadas de adenopatías satélites. La localización más frecuente es en las extremidades. El
SgA que causa impétigo difiere de aquellos que ocasionan faringoamigdalitis, perteneciendo
a diferentes serotipos M. Los aislamientos a partir de las lesiones de piel son primariamente
pertenecientes al grupo A, pero ocasionalmente se encuentra otros serogrupos como res-
ponsables (C y G).
La respuesta inmune AELO para las infecciones cutáneas difiere de la respuesta en casos
de infección faríngea, siendo más débil. Hay evidencias experimentales que sugieren que esto
podría deberse a la inactivación local de la estreptolisina O por los lípidos cutáneos. Por el
contrario, la respuesta anti-DNAsa y anti-hialuronidasa están conservadas y son útiles para
el diagnóstico serológico.
Tratamiento y profilaxis: existen gran número de antimicrobianos orales efectivos en el
tratamiento del impétigo. Entre ellos se incluyen penicilina V, cefalosporinas de primera gene-
ración, eritromicina, etc. El tratamiento tópico con mupirocina tiene altas tasas de curación,
pero es caro. No menos importantes son las medidas de higiene personal, que constituyen la
medida profiláctica más importante.

INFECCIONES INVASIVAS DE PIEL Y PARTES BLANDAS


Desde mediados de la década de 1980, se observa un cambio epidemiológico en las infeccio-
nes invasivas ocasionadas por SgA, coexistiendo con la reaparición de ciertas cepas de SgA
correspondientes a determinados serotipos M, observándose un aumento en la severidad
y frecuencia de las mismas. Afectan mayoritariamente a adultos, y la puerta de entrada es
generalmente cutánea. En algunos casos, la infección lleva al shock y fallo multiparenqui-
matoso, pareciéndose en ciertos aspectos al síndrome del shock tóxico estafilocócico. Por lo
que se ha designado a esta entidad como síndrome del shock tóxico estreptocócico (SST).
A continuación se hará una breve reseña de las infecciones estreptocócicas severas de piel
y partes blandas y del SST.

Erisipela
Es una inflamación aguda de la piel con marcada afectación del drenaje linfático, que es
causada por SgA. Su frecuencia ha aumentado en los últimos años. Puede afectar cara, ex-
tremidades o tronco. Se acompaña de síndrome toxiinfeccioso. El tratamiento con penicilina
es curativo.

Celulitis estreptocócica
Es una inflamación aguda y extendida de la piel y el tejido subcutáneo, que puede seguir a
quemaduras, heridas o incisiones quirúrgicas. Se diferencia de la erisipela porque la lesión
no esta limitada y no existe una demarcación entre la zona de piel afectada y no afectada.
Otros agentes pueden ser causa de celulitis, pero la mayoría de los casos son debidos a SgA
y S. aureus. Aunque la penicilina es una buena elección para la etiología estreptocócica,
debido a que en las etapas iniciales es difícil la diferenciación etiológica desde un punto de
vista clínico, se recomienda el uso de penicilinas semisintéticas resistentes a las penicilinasas,
o vancomicina.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 279

Fascitis necrotizante (gangrena estreptocócica)


Es una infección de las fascias y tejidos subcutáneos profundos, caracterizada por una necrosis
rápida y extensa. En forma típica comienza por una lesión traumática, generalmente trivial,
en la cual se puede presentar como un área eritematosa, que en un período de 24-72 horas
tiene una rápida evolución. La inflamación se extiende y se intensifica, la piel se oscurece y se
torna púrpura, y aparecen bullas de contenido hemorrágico. Se acompaña frecuentemente de
bacteriemia y pueden presentarse abscesos metastásicos. El proceso tiene un curso inexorable a
la agravación progresiva a menos que se tomen medidas específicas y rápidas para contenerlo.
Las tasas de mortalidad son altas incluso con un tratamiento adecuado. El manejo adecuado de
esta entidad depende de un correcto diagnóstico precoz. El estudio mediante tinción de Gram
de exudados serosanguinolentos de las lesiones, puede ser útil si revela cocos Gram positivos
en cadena. El diagnóstico diferencial entre celulitis y fascitis necrotizante es crucial, ya que,
si bien en ambos casos el tratamiento requerirá de antibioticoterapia, el segundo requiere
además de tratamiento quirúrgico, extensas debridaciones en algunos casos.

Síndrome del shock tóxico estreptocócico


En los últimos años se han descrito varios casos de SST en diferentes áreas del mundo, obser-
vándose en primera instancia en adultos y, posteriormente, en niños. Las cepas de SgA que
causan SST se transmiten rápidamente de persona a persona y se observa un alto porcentaje
de transmisión a contactos.
Patogenia: se ha encontrado una mayor frecuencia de determinados serotipos M en
SST. Aunque no están aún dilucidados los mecanismos patogénicos, los estudios se enfocan
actualmente a las exotoxinas pirogénicas estreptocócicas (SPE).
Además de provocar el rash en la escarlatina, las SPE tienen una variedad de efectos
biológicos adversos observados en modelos animales, como alteración de diferentes órganos
y shock. Se encontró una homología aminoacídica entre las SPE y las enterotoxinas B y C
estafilocócicas. SPE es un superantígeno, y es un inductor muy potente del factor de necrosis
tumoral (FNT). Además del serotipo M, otros factores se han encontrado asociados con
las cepas de SgA responsables del SST, como calidad y cantidad de SPE y, recientemente,
síntesis de una proteasa. Éstos y otros elementos son los responsables de la habilidad de
estas cepas de invadir rápidamente los tejidos y el torrente circulatorio, y desencadenar la
liberación de los factores mediadores de la cascada de la inflamación, responsables de la falla
multiparenquimatosa.
La clínica puede estar entrelazada con los aspectos de la fascitis necrotizante que a menudo
se asocian. Pero lo que lo caracteriza es la rápida evolución al shock, precedida de un cuadro
leve localizado en un pequeño traumatismo, caracterizado por dolor local y eritema, que
evoluciona a lesiones bullosas, acompañado por un síndrome febril. El shock se ve acompa-
ñado por fallo agudo de diferentes órganos: daño cerebral severo, insuficiencia renal, distrés
respiratorio, miocardiopatía tóxica y disfunción hepática.
Desde el punto de vista del laboratorio, se observa la alteración multiparenquimatosa, y,
a diferencia del shock de etiología estafilocócica, se encuentran los hemocultivos positivos
en un 60% de los casos.
Para el tratamiento del paciente se requiere una unidad de cuidados intensivos y se debe
realizar el soporte de las funciones vitales. Desde el punto de vista microbiológico se debe
instituir una terapéutica antimicrobiana precoz, empírica al inicio, y una vez confirmada la
etiología estreptocócica la penicilina G es el antibiótico de elección, aunque la misma es
relativamente inefectiva cuando la concentración de microorganismos es alta. Actualmente
280 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

se está investigando también la eficacia de tratamientos que se dirijan al componente del hos-
pedero en la patogenia de la enfermedad, es decir, interactuando con la respuesta inflamatoria
(bloqueo periférico de la acción de interleucinas y el factor de necrosis tumoral).

COMPLICACIONES NO SUPURADAS
Fiebre reumática
La fiebre reumática (FR) es una enfermedad caracterizada por producir lesiones inflamatorias
no supuradas que involucran el corazón, tejidos subcutáneos y el sistema nervioso central.
En su forma clásica es una enfermedad de curso agudo, febril y autolimitada. Sin embargo,
puede ocurrir lesión valvular cardíaca, y este daño ser crónico y progresivo, conduciendo a
falla cardiovascular, inhabilitación y, eventualmente, la muerte.
Patogenia: la FR es una secuela postestreptocócica posterior a una infección respiratoria
alta debida a SgA. Esto está apoyado por varios hechos:
• Hay una relación temporal entre epidemias de infecciones faríngeas por SgA y epidemias
de FR.
• La mayoría de pacientes con FR tienen un antecedente reciente de faringitis.
• En pacientes con FR se detectan anticuerpos anti-estreptocócicos que revelan infección
reciente.
• El uso continuo de antimicrobianos profilácticos que disminuyen las faringitis por SgA
recurrentes, se acompaña de una disminución de FR en pacientes con antecedentes de
la misma.
La FR se asocia con infección faríngea por SgA, no así por infecciones cutáneas, y a su vez
con determinados serotipos M que se llaman comúnmente “cepas reumatógenas”. Estas cepas
tienen la característica de no poseer el factor de opacificación (FO) y de poseer una gruesa
cápsula. Aunque SgA sea la causa de la FR, no está totalmente aclarado el mecanismo exacto
por el cual el microorganismo induce la enfermedad, existiendo varias teorías al respecto:
• Efectos tóxicos de ciertos productos de SgA, particularmente las estreptolisinas S y O;
• Reacción tipo enfermedad del suero mediada por complejos Ag-Ac, tal vez localizados
en los sitios de daño tisular;
• Fenómenos autoinmunes inducidos, tal vez, por la similitud o identidad entre ciertos Ag
estreptocócicos y ciertas moléculas de los tejidos humanos.
Clínicamente tiene una presentación muy variada y no existe un test diagnóstico específico.
Se presenta por una variedad de síntomas y signos que pueden ocurrir solos o en combinación.
De acuerdo a su importancia diagnóstica se dividen en criterios mayores y menores. Criterios
mayores: carditis, poliartritis, corea, nódulos subcutáneos, y eritema marginado. Criterios me-
nores: fiebre, artralgia, falla cardíaca, reactantes de fase aguda (proteína C reactiva, velocidad
de erotrosedimentación elevada, leucocitosis).
Desde el punto de vista diagnóstico, a los criterios recientemente analizados debemos
sumarle la presencia de evidencia de infección estreptocócica reciente. Tal evidencia puede ser
un episodio de faringitis estreptocócica documentado bacteriológicamente o la demostración
de un título elevado de anticuerpos anti-estreptocócicos en suero. Este último estudio, si bien
no permite hacer diagnóstico de FR, posibilita evidenciar la existencia de una infección por
SgA reciente. Se realiza en suero la dosificación de AELO siendo considerado como indicador
de infección reciente valores iguales o mayores a 200 unidades Todd. Se pueden dosificar
también los anticuerpos anti-DNAsa y anti-hialuronidasa.
Tratamiento y profilaxis: el tratamiento está destinado a disminuir la inflamación, dis-
minuir la fiebre y control cardiovascular. En cuanto a la profilaxis es importante destacar
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 281

que los pacientes que han tenido FR tienen un riesgo elevado de repetir los episodios junto
con cada infección faríngea por Sga, de modo que estos pacientes requieren una profilaxis
continua para prevenir las infecciones recurrentes por estos microorganismos. Esta consiste en
la administración de 1.2 millones de unidades de penicilina G benzatina administrada cada 4
semanas. En pacientes con alergia a la penicilina se administrará eritromicina estearato 250 mg
dos veces al día. En cuanto a la duración de esta profilaxis continua existe gran controversia.
Algunos grupos opinan que la misma no debe ser discontinuada hasta que el paciente cumpla
20 años. Otros grupos recomiendan que ésta se mantenga indefinidamente.
Por otra parte, se investiga intensamente en el desarrollo de una vacuna segura y efectiva
en base a la proteína M para prevenir la infección por SgA. La misma debería ser polivalente,
y poseer determinantes antigénicos que otorguen inmunidad tipo-específica y no contengan
antígenos cruzados con tejidos humanos.

Glomerulonefritis difusa aguda (GNDA)


La GNDA es una afección aguda de los glomérulos renales que está caracterizada anatomopa-
tológicamente, por lesiones proliferativas difusas de los glomérulos; y clínicamente, por edema,
hipertensión, hematuria y proteinuria. Es una secuela no supurada de infecciones faríngeas o
cutáneas causadas por ciertas cepas de SgA llamadas “nefritógenas” que pertenecen a serotipos
determinados, diferentes de los relacionados con FR, siendo el más frecuente el serotipo 12.
Al igual que en la FR, no se conoce el mecanismo exacto por el cual se produce la afección.
Dado el período existente entre la infección y el desarrollo de GNDA, la presencia de hipo-
complementemia, y que inmunoglobulinas y componentes del complemento están presentes
en el riñón desde el inicio de la afección, existen grandes evidencias para adjudicar a un
mecanismo inmunológico la causa de la injuria renal. La hipótesis más aceptada al respecto
sugiere que el daño renal sería causado por el depósito de complejos inmunes compuestos por
antígenos estreptocócicos y anticuerpos del huésped, a nivel del glomérulo.
El diagnóstico se hace en base a la clínica y a evidencias de infección estreptocócica
reciente. Esta última en base a historia previa de escarlatina, infección faríngea por SgA o
por demostración de títulos elevados de Ac antiestreptocócicos. Se debe recordar que en
las GNDA asociadas a piodermitis los AELO no se elevan, por lo que se deben titular los
anticuerpos anti-DNAsa o anti-hialuronidasa.
Tratamiento y profilaxis: desde el punto de vista microbiológico los pacientes deben
recibir penicilina G benzatina para erradicar las cepas nefritógenas, siendo este tratamiento
sólo con propósitos epidemiológicos ya que no modificará el curso de la GNDA preexistente.
A diferencia de la FR no se recomienda la profilaxis continua ya que son raros los episodios
de GNDA recurrentes.

Streptococcus agalactiae
Streptococcus agalactiae o Streptococcus del grupo B (SgB), fue descrito como patógeno humano
en 1935 por Fry en tres casos de fiebre puerperal.

CARACTERES MICROBIOLÓGICOS
SgB son cocos Gram positivos, anaerobios facultativos, exigentes, que en medios sólidos
con sangre crecen formando colonias grisáceas de 3 a 4 mm de diámetro, rodeadas de un
halo estrecho de beta-hemólisis. SgB poseen dos antígenos en la pared celular de naturaleza
polisacárida, uno es el antígeno C específico de grupo, y otro es tipo-específico, la sustancia S
282 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

que permite la clasificación en cinco serotipos: Ia, Ib, Ic, II y III. Por fuera de la pared aparece
rodeado de una cápsula de naturaleza polisacárida, que inhibe la fagocitosis. La cápsula del
serotipo III en particular, inhibe la activación de la vía alterna del complemento, que participa
en el proceso de opsonofagocitosis de estas bacterias. El ácido siálico constituye el residuo
terminal de los serotipos la y III, y es responsable del efecto recién nombrado.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
La asociación entre colonización del tracto genital materno en el momento del parto por
SgB e infección neonatal invasiva temprana está bien establecida. Se describen en el recién
nacido síndrome de dificultad respiratoria, meningitis, sepsis, otitis, empiema. En adultos,
puede ser agente etiológico de infecciones urinarias, vaginales, y es muy importante como
agente de sepsis puerperal. El diagnóstico microbiológico se realiza mediante aislamiento de
SgB a partir de hemocultivos, líquido cefalorraquídeo o focos de supuración. Existen méto-
dos rápidos de diagnóstico que consisten en la detección de antígenos capsulares en líquido
cefalorraquídeo.
SgB es uniformemente sensible a las penicilinas y estas son el tratamiento de elección
una vez establecido el diagnóstico etiológico. La prevención de la colonización del feto pue-
de lograrse mediante la profilaxis con ampicilina durante el parto a las madres portadoras.
No obstante la solución en un futuro próximo puede radicar en la inmunización activa con
preparaciones de polisacáridos capsulares purificados.

Streptococcus betahemolíticos de los grupos C y G


En humanos se han aislado en infecciones faríngeas y cutáneas similares a las del grupo A.
También se han descrito casos aislados de infección puerperal, sepsis, endocarditis y neumonía.
Son sensibles a la penicilina, pero se han descrito cepas tolerantes.

Enterococcus y Streptococcus del grupo D


ENTEROCOCCUS
Los enterococos son cocos Gram positivos que se agrupan en pares o cadenas cortas. Pertene-
cían al grupo D de la clasificación de Lancefield junto con los no enterococos, que permanecen
en el género Streptococcus.

Caracteres microbiológicos
Son anaerobios facultativos, capaces de desarrollar en condiciones extremas tales como
NaCl 6.5%, pH 9.6 y a temperaturas que oscilan entre 10-45 ºC. Pueden sobrevivir 30 min
a 60 ºC y desarrollan en presencia de 40% de sales biliares. La especie más frecuentemente
aislada en la clínica es E. faecalis en 80-90% de los aislamientos, seguido por E. faecium, el
cual está aumentando su incidencia en hospitales, especialmente cepas multirresistentes. Se
encuentran en el medio ambiente y su hábitat más importante es el tracto gastrointestinal
del hombre y otros animales.

Patogenia
Aunque no se ha descrito un factor de virulencia clásico, la resistencia de los enterococos a
múltiples agentes antimicrobianos le permite sobrevivir y proliferar en pacientes que reciben
tratamiento antimicrobiano. Esto da cuenta de la habilidad de los enterococos para sobrein-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 283

fectar pacientes que están recibiendo antimicrobianos de amplio espectro. Los enterococos
pueden adherirse a las válvulas cardíacas y a las células epiteliales renales, propiedades que
sin duda contribuyen a su habilidad para causar endocarditis e infecciones del tracto urinario.
Por formar parte de la flora intestinal los enterococos son capaces de producir infecciones
en pacientes ambulatorios u hospitalizados, y se pensaba anteriormente que la mayoría de
las infecciones causadas por estos agentes eran endógenas. Sin embargo, la mayoría de las
infecciones ocurren en pacientes hospitalizados, o bajo tratamiento con diálisis peritoneal o
hemodiálisis, en los cuales el agente es exógeno, encontrándose las cepas en el medio ambiente
y en manos de personal. En algunos países ocupa el segundo o tercer lugar en frecuencia como
causa de infección hospitalaria.
Los enterococos han sido aislados de infecciones del tracto urinario, bacteriemia y en-
docarditis, infecciones pélvicas, abdominales y de heridas. El atributo más sorprendente de
los enterococos es su resistencia relativa y absoluta a los antimicrobianos de uso más común
en las infecciones por Gram positivos. Los enterococos poseen una variedad de mecanismos
adquiridos de resistencia, la mayoría de los cuales están mediados por genes codificados en
plásmidos o transposones. Es muy importante la resistencia de alto nivel adquirida a los ami-
noglucósidos que da como resultado resistencia a la combinación sinérgica de aminoglucósidos
con agentes betalactámicos, asociación terapéutica muy usada, y para la cual debe estudiarse
la sensibilidad frente a una infección grave por enterococos.
A fines de la década de 1980 fue descrita en Europa la resistencia a la vancomicina (único
antimicrobiano útil frente a las cepas resistentes a los demás agentes) causando actualmente
impacto en otras partes del mundo. Es también en esta década que se encuentra la primera cepa
productora de betalactamasas. El tratamiento de las infecciones enterocócicas es complicado,
tanto por los patrones especiales de sensibilidad o resistencia que ellos exhiben, como por
la necesidad de pruebas de estudio de la sensibilidad especiales para demostrar su verdadera
susceptibilidad en el laboratorio.

STREPTOCOCCUS DEL GRUPO D


S. bovis es la especie más frecuentemente aislada en patología humana dentro del grupo. Son
clasificados dentro del grupo D en base a su antígeno de pared (Lancefield). Las manifes-
taciones clínicas más importantes causadas por S. bovis son bacteriemia y endocarditis. La
puerta de entrada es generalmente el tracto gastrointestinal, aunque la vía biliar o el tracto
urinario también han sido implicados como probables fuentes.
Hay una llamativa asociación entre bacteriemia producida por S. bovis y neoplasia de
colon subyacente, por lo que todo paciente con bacteriemia debida a S. bovis debe ser some-
tido a un estudio exhaustivo para descartar la posibilidad de esa patología subyacente. Está
en discusión si S. bovis juega algún rol en dicho neoplasma o si es solamente un marcador.
La bacteriemia por S. bovis se acompaña en un 25-50% de los casos de endocarditis, la cual
tiene un curso subagudo y es indistinguible clínicamente de la producida por los estreptococos
del grupo viridans, con raras complicaciones sépticas periféricas y excelente respuesta a los
antimicrobianos.
S. bovis es muy susceptible a la penicilina. Si bien la asociación penicilina-aminoglucósido
se ha mostrado sinérgica contra S. bovis, el curso de tratamiento durante cuatro semanas
sólo con penicilina se ha mostrado igualmente efectivo. La vancomicina es una alternativa
razonable en los pacientes alérgicos a la penicilina.
284 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Streptococcus del grupo viridans o grupo alfa hemolítico

Los Streptococcus del grupo viridans constituyen un grupo heterogéneo compuesto por di-
ferentes microorganismos con diferentes nichos ecológicos y patogenicidad. Aunque son
organismos que forman parte de la flora normal del tracto respiratorio y digestivo, pueden,
bajo determinadas circunstancias, invadir sitios estériles pudiendo provocar enfermedades
graves.
Comparten las características generales del género y se caracterizan por producir un halo
de alfa-hemólisis alrededor de sus colonias. Tienen requerimientos nutricionales variables y
desde el punto de vista de sus requerimientos atmosféricos la mayoría son anaerobios facul-
tativos, existiendo algunas cepas capnófilas y otras microaerófilas.
Aunque algunos aislamientos pueden reaccionar con los antisueros de Lancefield, son
no agrupables. Se distinguen varias especies en este grupo, requiriendo su identificación de
una variedad de pruebas bioquímicas.
Dentro de sus factores de virulencia se destacan:
• la presencia de ácido lipoteicoico que favorece la adherencia del microorganismo (im-
portante en la adherencia a las válvulas cardíacas cuando ocasiona endocarditis);
• la producción de abundantes polisacáridos extracelulares (limo) que interviene en los
mecanismos patogénicos de producción de caries y les brinda adherencia entre ellos,
mecanismo importante en endocarditis.
Los estreptococos de este grupo se aíslan de diferentes procesos patológicos: caries dental,
infecciones quirúrgicas, bacteriemias, endocarditis (de la cual es responsable del 50-75% de
los casos sobre válvulas nativas), abscesos profundos, etc.
La mayoría de Streptococcus del grupo viridans son susceptibles a la penicilina G; pero se
están reportando recientemente cepas moderada y altamente resistentes en algunas áreas del
mundo. También se han descrito algunas cepas que presentan el fenómeno de tolerancia, en el
cual los microorganismos pueden ser inhibidos por concentraciones bajas del antimicrobiano,
pero se requiere un nivel 32 veces mayor para lograr la actividad bactericida.

Streptococcus pneumoniae
Streptococcus pneumoniae es un importante patógeno humano, agente etiológico reconocido
de neumonía, meningitis, sinusitis y otitis media; es menos frecuentemente el origen de
endocarditis, artritis, y peritonitis.

CARACTERES MICROBIOLÓGICOS
Es un coco Gram positivo que se agrupa formando cadenas en medio líquido. Es catalasa
negativo, exigente desde el punto de vista nutricional y requiere para su óptimo desarrollo de
una atmósfera enriquecida con 5-10% de CO2. Posee una alfa-hemolisina que degrada la he-
moglobina dando un color verde alrededor de la colonia cuando desarrolla en agar sangre.
El peptidoglicano y los ácidos teicoicos son los constituyentes principales de la pared
celular. En la figura 2 se observa una representación esquemática de la cápsula, pared celular
y membrana celular. La integridad de la pared depende de la presencia de numerosas cadenas
peptídicas laterales que están entrelazadas por enzimas (transpeptidasas y carboxipeptidasas),
siendo el sitio activo de estas enzimas el punto de unión de los antibióticos betalactámicos.
Un constituyente único de los neumococos es el polisacárido C, un ácido teicoico compuesto
por fosfato de colina covalentemente unido al peptidoglicano en la capa externa de la pared
celular.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 285

Figura 2.

Por fuera de la pared se encuentra una cápsula de naturaleza polisacárida presente en


prácticamente todos los aislamientos clínicos. Se reconocen aproximadamente 80 serotipos
de S. pneumoniae en base a las diferencias antigénicas en los polisacáridos capsulares.

MECANISMOS PATÓGENICOS
La adherencia bacteriana es el primer paso en la producción de infección. Recientemente se
ha descubierto una adhesina en el neumococo que le permite unirse a receptores específicos
de las células epiteliales. La naturaleza química de estos adhesinas aún no ha sido dilucidada.
Una vez que la colonización ha tenido lugar, la infección resultará si los microorganismos son
llevados a sitios donde los mecanismos defensivos (específicos e inespecíficos) del huésped
no los eliminen.
S. pneumoniae tiene la capacidad de producir enfermedad por su habilidad para escapar a
la fagocitosis y la destrucción por las células fagocíticas del huésped. A diferencia de SgA el S.
pneumoniae produce pocas toxinas, de modo que produce enfermedad debido a su capacidad
de replicarse en los tejidos del huésped y generar una respuesta inflamatoria intensa.
a) Evasión de la fagocitosis: los neumococos son pobremente ingeridos por las células fa-
gocíticas en ausencia de anticuerpos capsulares y complemento. Se ha observado expe-
rimentalmente, por transposición mutagénica, que la interrupción en la producción de
cápsula torna una cepa virulenta en avirulenta. Los mecanismos por los cuales la cápsula
inhibe la fagocitosis aún no están totalmente aclarados, existiendo varias posibilidades:
– ausencia de receptores en la célula fagocítica que reconozcan los polisacáridos cap-
sulares;
– la presencia de fuerzas electroquímicas que repelen las células fagocíticas;
– enmascaramiento por anticuerpos no específicos y complemento que se depositan en
la superficie bacteriana y la tornan inaccesible a la fagocitosis.
b) Activación del complemento: la pared celular del neumococo, parece activar la vía alterna
del complemento. La inyección de peptidoglicano o ácido teicoico separadamente en el
espacio subaracnoideo causa una reacción inflamatoria con características de meningitis
286 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

bacteriana. Esta activación está asociada con la liberación de C5a que atrae gran cantidad
de polimorfonucleares al medio.
c) Existen otros factores que contribuyen de forma secundaria en la producción de enfer-
medad, entre ellos se encuentran:
– neumolisina, que es una toxina que se inserta en la bicapa lipídica de las membranas
celulares mediante su interacción con el colesterol, y causa una gama de efectos cito-
líticos y citotóxicos, por ejemplo, inhibiendo la función bactericida de los leucocitos
polimorfonucleares y el barrido ciliar. Quizás más importante aún es que esta sustancia
produce una intensa inflamación al activar la vía clásica del complemento.
– otros: proteínas de superficie, autolisina (produce la desintegración de la pared bac-
teriana liberando sustancias bacterianas en el foco), alfa-hemolisina y, finalmente,
neuraminidasa, que podría contribuir a la adherencia bacteriana por clivado del ácido
siálico en las superficies mucosas.

MECANISMOS DEFENSIVOS DEL HUÉSPED


Existen amplias evidencias que la respuesta de anticuerpos anticapsulares otorga una protec-
ción efectiva contra la infección neumocócica, apareciendo anticuerpos anticapsulares espe-
cíficos a los 5-8 días de comenzada la infección, que es el tiempo en que la fiebre desaparece
cuando no media tratamiento antimicrobiano.

FACTORES QUE PREDISPONEN A INFECCIÓN NEUMOCÓCCICA


S. pneumoniae es el principal ejemplo de bacteria patógena extracelular. En estos microor-
ganismos las alteraciones en los principales elementos defensivos (factores humorales como
Ac, complemento y células antifagocíticas), llevarán a una predisposición del huésped a
infección repetida.

PRESENTACIÓN CLÍNICA
S. pneumoniae produce una gran variedad de cuadros clínicos, destacándose entre ellos por
su gravedad y frecuencia, la meningitis y la neumonía.

Meningitis
S. pneumoniae junto con Neisseria meningitidis constituyen los agentes más frecuentes de
meningitis en el adulto. Ésta se produce como resultado de una bacteriemia o por extensión
de focos cercanos (senos paranasales, oído medio). La patogénesis de la meningitis se reseña
en otro capítulo.

Neumonía
S. pneumoniae es el agente más frecuente de neumonía bacteriana de origen en la comunidad.
Es una patología muy frecuente que afecta todas las edades, su incidencia está relacionada con
la estación, y puede ser causa de muerte sobre todo en mayores de 65 años. El diagnóstico es
clínico, radiológico y microbiológico. En cuanto al último, el diagnóstico es confirmado por
la identificación de S. pneumoniae en las secreciones bronquiales o el hemocultivo.

SUSCEPTIBILIDAD A LOS ANTIMICROBIANOS


La penicilina ha sido el antibiótico de elección para el tratamiento de infecciones neumo-
cócicas hasta hace pocos años, que se ha tornado gradualmente más resistente a la misma.
Esta resistencia refleja la selección de mutantes espontáneas, para las cuales se requiere una
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 287

concentración mayor para saturar las proteínas fijadoras de penicilina (PBP). Más reciente-
mente aún, han aparecido cepas altamente resistentes a la penicilina, situación más grave
todavía. La resistencia a la penicilina constituye solamente una parte del problema, ya que
las cepas que la poseen tienen también un aumento en la resistencia a otros antibióticos
betalactámicos. Vancomicina puede llegar a ser la última alternativa en la actualidad, pero
se debe tener en cuenta la aparición de enterococos resistentes a la misma, y la posibilidad
de transmisión de esta resistencia a S. pneumoniae.
En la actualidad el tratamiento debe basarse en los estudios de susceptibilidad, por lo
que los laboratorios clínicos deben hacer la determinación de la concentración inhibitoria
mínima (CIM) para S. pneumoniae.

PREVENCIÓN
Se recomienda la vacunación de aquellos grupos con riesgo incrementado de infección neumo-
cócica: enfermedad pulmonar crónica, enfermedad cardiovascular avanzada, diabetes mellitus,
cirrosis, insuficiencia renal crónica, y aquellos individuos de más de 65 años de edad. Un
segundo grupo de individuos estaría integrado por personas que tengan un compromiso del
sistema inmune: infección por VIH, asplenia, linfoma, mieloma, enfermedad de Hodgkin,
transplantados, etc. La vacuna está constituida por los polisacáridos capsulares de los 23
serotipos más frecuentemente aislados de infecciones. Un estudio reciente de efectividad
de la vacuna presentó datos epidemiológicos que demostraron que el efecto protector de la
misma persiste por 5 años en personas jóvenes sanas, decreciendo más rápidamente a medida
que aumenta la edad.
La inmunización pasiva con inmunoglobulina humana también protege contra la infección
neumocócica, y se ha usado en niños portadores de infección por VIH y en adultos con linfoma,
en los cuales no se espera tener una respuesta de anticuerpos frente a la vacunación.

Género Streptococcus. Procedimientos de laboratorio


Como ya mencionamos para el género Staphylococcus la identificación comienza con el estu-
dio de la morfología macroscópica y microscópica a partir de un cultivo puro. Sólo haremos
mención a aquellas especies más frecuentes en la práctica clínica.
En cuanto a los requerimientos nutricionales el género Streptococcus es exigente y por lo
tanto debe ser cultivado en medios ricos que le aporten los nutrientes necesarios, por ejemplo
agar sangre ovina al 5%.
Dentro de las pruebas bioquímicas para la identificación, la primera, luego de determinar
que se trata de cocos Gram positivos, es la prueba de la catalasa. Ver capítulo 16, Género
Staphylococcus.
Luego de determinar que se trata de cocos Gram positivos, catalasa negativos, debemos
observar el efecto que producen las colonias de la cepa en estudio sobre placas de agar sangre
ovina al 5% (tipo de hemólisis). Así podemos clasificar este grupo de gérmenes en:
• beta-hemolíticos: son aquellos que producen una hemólisis total de los glóbulos rojos,
observándose como un halo transparente alrededor de las colonias.
• alfa-hemolíticos: son aquellos que producen hemólisis parcial, la cual se observa como
un halo con tonalidad verdosa alrededor de las colonias.
• gamma-hemolíticos: son aquellos que no producen hemólisis sobre el agar sangre.
288 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

ESTREPTOCOCOS BETA HEMOLITICOS


Los grupos más importantes son aquellos que se mencionan en la tabla 2, junto a las pruebas
bioquímicas que se utilizan para su identificación presuntiva.
Tabla 2.
Sensibilidad a la PYR Prueba de Bilis esculina
bacitracina CAMP
Streptococcus grupo A + + - -
Streptococcus pyogenes
Streptococcus grupo B - - + -
Streptococcus agalactiae

Sensibilidad a la bacitracina
Objetivo: separar el Streptococcus pyogenes de los demás estreptococos beta hemolíticos.
Fundamento: el 99% de las cepas de Streptococcus pyogenes son sensible a bajas concen-
traciones de bacitracina (discos con 0,04 U). Un 5% de las cepas de Streptococcus agalactiae
son sensibles a la bacitracina.
Procedimiento: se realiza sembrando 3-4 colonias, tomadas con asa bacteriológica de un
cultivo puro, que se estrían sobre una placa de agar sangre en varias direcciones intentando
obtener un cultivo confluente. Luego se coloca el disco de bacitracina y se incuba 18-24
horas a 35-37ºC.
Interpretación de los resultados: la aparición de cualquier halo de inhibición del crecimien-
to alrededor del disco se considera una prueba positiva (no importa el diámetro del halo).

Hidrolisis del PYR


Objetivo: separar Streptococcus pyogenes y Enterococcus de los demás estreptococos. S. pyogenes
y Enterococcus poseen la capacidad de hidrolizar el substrato PYR (pirridonil ß-naftilamida)
debido a que poseen la enzima l-piroglutamil aminopeptidasa. Existen varias configuraciones
comerciales de este test por eso no detallaremos ninguna en particular. En general siempre se
revelan por un cambio de color. Este test es más específico y menos laborioso que realizar el
test de sensibilidad a la bacitracina, la bilis esculina y caldo salado (se verán más adelante).

Prueba de CAMP
Objetivo: separar Streptococcus agalactiae de los demás estreptococos ß-hemolíticos.
Fundamento: los estreptococos del grupo B producen una proteína extracelular difusible
llamada “factor CAMP” (iniciales de los autores que lo describieron) que actúa sinérgicamente
con la ß-lisina de S. aureus, potenciando la lisis de los eritrocitos.
Procedimiento: se realiza estriando un cultivo del estreptococo ß-hemolítico en estudio
en forma perpendicular a una estría de un estafilococo productor de ß-lisina, en placas de
agar sangre. Se incuban 18-24 horas a 37ºC.
Interpretación de los resultados: la prueba positiva se evidencia por la presencia de una
zona de potenciación de la hemólisis en forma de punta de flecha en el lugar donde se con-
tactan las dos estrías.

ESTREPTOCOCOS ALFA Y GAMMA HEMOLITICOS


Dentro de este grupo se incluyen Streptococcus penumoniae, Streptococcus del grupo viridans
y Enterococcus (algunas cepas pueden presentar beta-hemólisis). Describiremos los ensayos
bioquímicos utilizados para su identificación.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 289

Tabla 3. Algunas características de las bacterias del género Streptococcus frecuentes en


patología humana

Clasificación Clasificación Tipo de hemólisis (en placa de agar sangre


bioquímica serológica ovina al 5%)
S. pyogenes A Beta
S. anginosus A,C,F,G o no Beta, Alfa o Gamma
agrupables
S. agalactiae B Beta, ocasionalmente Gamma
S. disgalactiae C,G Beta
S. bovis D Alfa, Gamma, ocasionalmente Beta

Bilis esculina
Objetivo: separar los estreptococos del grupo D y Enterococcus de los demás grupos de es-
treptococos.
Fundamento: se basa en la capacidad de los estreptococos del grupo D y Enterococcus
para crecer en un medio de cultivo que contiene 40% de bilis y de hidrolizar la esculina a
esculetina; ésta se combina con el citrato ferroso que posee el medio, dando un complejo de
color negro. La concentración de bilis es fundamental, ya que existen estreptococos del grupo
viridans que son capaces de crecer a concentraciones menores de bilis.
Procedimiento: se realiza sembrando en superficie tubos de agar bilis esculina inclina-
do.
Interpretación de resultados: una reacción positiva se evidencia como ennegrecimiento
del medio.

Prueba de tolerancia a la sal (caldo salado)


Objetivo: separar los enterococos, capaces de crecer en caldo salado, de los demás estrepto-
cocos del grupo D.
Fundamento: se basa en la capacidad de los enterococos de crecer en una concentración
de 6,5% de NaCl. Se trata de un medio de cultivo líquido que contiene además de NaCl,
glucosa y un indicador de pH: púrpura de bromocresol.
Procedimiento: se inocula el caldo salado con la cepa a estudiar y se incuba 18-24 horas
a 35ºC.
Interpretación de los resultados: se considera la prueba positiva cuando aparece turbidez
con o sin acidificación del medio, que se observa como un viraje de color del púrpura al
amarillo. La no aparición de turbidez indica una prueba negativa.

PYR
La prueba de PYR se utiliza para la identificación del género Enterococcus, como ya fue
mencionado.
Para la identificación de especies dentro del género Enterococcus se realizan una serie
de pruebas bioquímicas basadas en la utilización de distintos azúcares y aminoácidos, entre
otras.

Sensibilidad a la optoquina
Objetivo: diferenciar S. pneumoniae de otros estreptococos β-hemolíticos.
290 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Fundamento: se basa en la sensibilidad de S. pneumoniae a una concentración menor o


igual a 5 µg/ml de hidroxicuprina (optoquina).
Procedimiento: estriar un cuadrante de una placa de agar sangre en varias direcciones
con una suspensión Mc Farland 0,5. Colocar luego un disco de optoquina en el centro del
área estriada. Incubar 18-24 horas a 37ºC en 5-10% de CO2.
Interpretación de resultados: halos de inhibición iguales o mayores a 14 mm; o iguales
o mayores a 16 mm con discos de optoquina de 6 y 10 mm de diámetro, respectivamente,
indican sensibilidad.

Identificación serológica
Muchos Streptococcus aislados de infecciones humanas poseen antígenos específicos de natu-
raleza polisacárida (polisacárido C o ácidos teicoicos) que se encuentran en la pared celular.
La extracción del polisacárido C por diferentes técnicas y su posterior enfrentamiento con
antisueros específicos definen una serie de grupos que se denominan con letras mayúsculas a
partir de la A. La utilidad de la extracción antigénica dependerá del tipo de hemólisis. En los
estreptococos ß-hemolíticos se ha confirmado como el mejor método para su clasificación.
En los no ß-hemolíticos, la extracción antigénica sólo es útil para la identificación de los
grupos D y B.
Existen diferentes métodos para la extracción enzimática que no detallaremos. Actual-
mente se utilizan métodos de extracción rápida por medio de enzimas de extracción. Luego
se procede a la identificación del polisacárido por medio de técnicas de aglutinación con par-
tículas de látex que tienen absorbido el antisuero específico. También existen en el mercado
kits comerciales que utilizan técnicas de coaglutinación.

Bibliografía
• Manual of Clinical Microbiology. 7th edition. Edited by Murray P, Baron E.J, Pfaller M, Tenover F, Yolken R.
1999. ASM Press, Washington.
• Virulence Mechanisms of Bacterial Pathogens. 3rd ed. Edited by Brogden KA et al. 2000. ASM Press,
Washington.
• Mims, Playfair, Roitt, Wakelin and Williams, Microbiología Médica, 2ª edición. Mosby, Harcourt Brace,
España, 1999.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 291
Página 291

18 Principales grupos de
bacilos y cocos gram-
negativos exigentes
M. Torres

Neisserias

El género Neisseria comprende dos especies patógenas para el hombre; siendo éste el único
reservorio conocido: N. meningitidis y N. gonorrhoeae. Otras especies de Neisseria no patógenas,
se encuentran habitualmente formando parte de la flora normal de la orofaringe. La familia
Neisseriaceae comprende varios géneros: Neisseria, Moraxella, Acinetobacter y otros.
Moraxella catarrhalis (antes denominada Branhamella catarrhalis), inicialmente incluido en
esta familia ha sido actualmente reclasificada como un subgénero de Moraxella. Las técnicas
de identificación de este germen son similares a las de la familia Neisseriaceae. Su crecimiento
en medios simples a temperatura de 22 ºC, su incapacidad de fermentar hidratos de carbono
y la producción de una desoxirribonucleasa (DNAasa) permiten su identificación. Un gran
porcentaje de cepas producen ß-lactamasas. Este germen ha sido implicado en los últimos
años como agente de diversas enfermedades infecciosas, entre ellas otitis media en niños,
exacerbación de bronquitis crónica y neumonía, sobre todo en pacientes con enfermedad
respiratoria subyacente.
El género Acinetobacter está compuesto por cocobacilos Gram negativos, oxidasa negativos,
no exigentes. Forman colonias lisas, blancas o grisáceas, a veces hemolíticas, similares a las
de las enterobacterias. Los miembros de este género habitan en el agua y el suelo, y también
forman parte de la flora normal humana de la piel. Estos sitios suelen ser el reservorio de la
bacteria en hospitales y causar brotes, en los que el germen se comporta como oportunista.
Suelen ser resistentes a múltiples antibióticos y en general afectan a pacientes portadores de
tubos endotraqueales, sondas, catéteres, etc.

Morfología
Las bacterias del género Neisseria son cocos Gram negativos, inmóviles, que se agrupan
en pares en diplococos, cuya forma se ha comparado a granos de café. El citoplasma y la
ultraestructura son muy similares en N. meningitidis y N. gonorrhoeae y comparten 80% de
sus secuencias de bases del ADN. Aunque son Gram negativas, contienen endotoxinas, y
ultraestructuralmente tienen una pared celular típica de las bacterias Gram negativas, se
parecen a los cocos piógenos en su patogenicidad y su sensibilidad intrínseca a la penicilina.
Ambas especies pueden colonizar las mucosas sin causar síntomas. La enfermedad causada
por N. gonorrhoeae es, en general, localizada, en cambio N. meningitidis produce enfermedad
292 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

grave, diseminada, muchas veces fatal. Esto podría deberse a que N. meningitidis presenta una
cápsula polisacárida bien definida. Ambas especies poseen fimbrias o pili, las cuales han sido
relacionadas con la virulencia.

Metabolismo
Son aerobios, y las especies patógenas son exigentes desde el punto de vista de sus requeri-
mientos nutricionales (agar sangre o agar chocolate), de temperatura (crecen a 37 ºC pero
no a 22 ºC) y atmosféricos (atmósfera con 5 a 7 % de CO2). Son oxidasa positivos. Estos
requerimientos de cultivo, así como el patrón de utilización de distintos azúcares (en especial
glucosa, maltosa, sacarosa, lactosa y fructosa) se utilizan para diferenciar las distintas especies
de Neisserias (tabla 1)
Tabla 1.
glucosa maltosa sacarosa Lactosa DNAasa
N. meningitidis + + - - -
N. gonorrhoeae + - - - -
N. lactamica + + - + -
N. sicca + + + - -
N. mucosa + + + - -
N. subflava + + V - -
N. flavescens - - - - -
M. catarrhalis - - - - +

M. catarrhalis produce desoxirribonucleasa, lo que permite diferenciarla de Neisseria. Las


especies patógenas del género Neisseria son bacterias extremadamente sensibles a las condi-
ciones ambientales adversas, como las temperaturas extremas, cambios de pH y desecación;
lo que debe ser tenido en cuenta en la recolección y el transporte de las muestras clínicas al
laboratorio.

Neisseria meningitidis
Este germen causa principalmente meningitis, meningococemia y más raramente otros
cuadros clínicos.

ESTRUCTURA ANTIGÉNICA
La presencia de cápsula esta asociada a la virulencia. Las cepas que colonizan las membranas
mucosas sin producir enfermedad en general no son capsuladas. Sobre la base de diferencias
antigénicas del polisacárido capsular se han identificado al menos trece serogrupos. Estos son:
A, B, C, D, 29E, H, I, K, L, W135, X, Y, y Z. Estos antígenos capsulares pueden ser puestos
en evidencia por distintas técnicas (aglutinación de partículas de látex o contrainmunoelec-
troforesis), ya sea en una cepa aislada, o directamente en el liquido cefalorraquídeo.
La mayoría de las enfermedades invasivas son producidas por los serogrupos A, B, C, W135
e Y. Han sido descritas epidemias de meningitis causadas por el serogrupo A, mientras que los
grupos B y C causan fundamentalmente enfermedad en forma esporádica o endémica.
La estructura de estos polisacáridos ha sido extensamente estudiada y se conoce para la
mayoría de los serogrupos. La identificación y purificación de estos antígenos ha dado como
resultado la producción de vacunas efectivas para los serogrupos A, C, Y y W135.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 293

El polisacárido capsular del grupo B, por si solo no es inmunogénico. Se han encontrado


similitudes antigénicas entre este polisacárido y los de otras bacterias no relacionadas como
Escherichia coli K1 (que causa meningitis en el recién nacido).
En base a antígenos subcapsulares (proteínas de pared celular) las cepas de N. meningi-
tidis se clasifican a su vez en serotipos, subtipos e inmunotipos. Hay 5 clases de proteínas de
membrana externa (OMP, por sus siglas en inglés) mayores, que se designan con cifras del 1
al 5 y que se diferencian por su peso molecular, mapa peptídico y patrón electroforético. El
serotipo se basa en reacciones serológicas utilizando anticuerpos monoclonales antiproteína 2
o 3 (una cepa tiene proteína 2 o 3 pero no ambas a la vez). El subtipo se define en diferencias
antigénicas de la OMP 1. El inmunotipo se define sobre la base de diferencias antigénicas del
lipopolisacárido (LPS). Cada serogrupo contiene cepas con una variedad de tipos, subtipos e
inmunotipos; no hay tipos restringidos a un determinado serogrupo. Por ejemplo, a la fecha hay
aproximadamente 20 serotipos, 7 subtipos y 8 inmunotipos dentro del serogrupo B; pero hay
muchas cepas no tipificables. De acuerdo a una convención, una cepa puede ser designada:
B:15:P1.3:L3,8 serogrupo B
– serotipo 15
– subtipo 3
– inmunotipo 3 y 8
Estos sistemas se utilizan en laboratorios de referencia con fines epidemiológicos, para
caracterizar las cepas que circulan en una comunidad en un determinado momento y para
desarrollar vacunas.
Otros métodos para tipificar cepas se basan en la movilidad electroforética de enzimas
metabólicas producidas por N. meningitidis. Este método, denominado electroforesis de enzi-
mas multilocus, es útil para caracterizar el genoma y agrupar cepas por su relación genética.
Existen al menos 78 tipos electroforéticos en esta clasificación.

ATRIBUTOS DE VIRULENCIA
Polisacárido capsular
Parece ser el mayor factor que contribuye a la virulencia. La presencia de cápsula le confiere a
la bacteria la capacidad de sobrevivir en el torrente sanguíneo ya que esta impide la fagocito-
sis; sólo cuando el paciente ha desarrollado anticuerpos anticapsulares específicos la bacteria
puede ser opsonizada, esto es lisada con la colaboración del sistema del complemento.

Endotoxina
Básicamente es similar a otros LPS en su estructura. Se caracteriza por ser un LPS fuertemente
inductor del fenómeno de Shwartzman-Sanarelli, con una potencia notablemente superior
a la del LPS de otros Gram negativos. Durante el crecimiento de N. meningitidis se liberan al
medio grandes cantidades de LPS que dañan al endotelio, causando una importante respuesta
inflamatoria y necrosis vascular.

Proteasa de IgA
Es producida por todos los serogrupos y liberada al medio; es una endopeptidasa con una
gran afinidad por la IgA humana.

Sustancias quelantes del hierro


El hierro es esencial para el metabolismo de la bacteria y ella compite con el huésped por él,
por medio de estos factores.
294 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Pili
Como es sabido son filamentos proteicos pequeños, que se extienden desde la superficie de
la bacteria y cuyo papel es fundamental en la patogenia ya que median la adherencia a las
superficies mucosas. Aunque han sido menos estudiados que los pili de N. gonorrhoeae, se-
rían similares en cuanto a su estructura. Median la adherencia de N. menigitidis a la mucosa
nasofaríngea y son importantes en la determinación del estado de portador. También ha sido
postulado que intervendrían en traspasar la barrera hematoencefálica e interactuar con las
meninges. Las bases moleculares de estas interacciones no han sido aún del todo aclaradas,
pero parece tratarse de una interacción con un receptor específico tanto en lo anatómico
(epitelio nasal anterior) como para la especie humana.

PATOGENIA
N. meningitidis ingresa a través de las vías aéreas superiores y se establece en la mucosa
nasofaríngea. No ha sido aún aclarado como el germen atraviesa la mucosa e ingresa a la
circulación. La enfermedad meningocócica es el resultado de la invasión del torrente san-
guíneo. Los huéspedes susceptibles son aquellos que carecen de anticuerpos anticapsulares
específicos, que son bactericidas. Los individuos con estos anticuerpos específicos (producidos
posiblemente como respuesta a la colonización previa por N. meningitidis o bien a antígenos
relacionados de otros gérmenes de la flora normal) resisten a la capacidad del germen de
invadir el torrente circulatorio. Los anticuerpos son opsoninas y determinan que el germen
sea destruido. Una vez en el torrente circulatorio se multiplican y con gran rapidez pueden
llegar a concentraciones que están entre las más elevadas que se conocen. El ingreso de N.
meningitidis al torrente circulatorio puede llevar a una entidad denominada “púrpura fulminans”
con coagulación intravascular diseminada, manifestaciones cutáneas (petequias y equimosis),
hipotensión, shock y muerte. La coagulación intravascular diseminada, el shock y la fiebre
son respuestas a la endotoxina mediadas por el factor de necrosis tumoral y la interleuquina
1. Así, estos signos son consecuencia directa de la capacidad de N. meningitidis de sobrevivir
y multiplicarse en el torrente circulatorio.
Los aspectos clínicos serán desarrollados con más detalle en el capítulo de meningitis
aguda supurada.

DIAGNOSTICO MICROBIOLÓGICO
Frente a un cuadro clínico compatible con meningitis se deberá realizar una punción lumbar
para obtener datos de la composición citoquímica del liquido cefalorraquídeo (LCR) y para
estudio microbiológico. Debe recordarse la labilidad de los gérmenes que causan meningitis y
transportar la muestra de inmediato al laboratorio. Una vez en el laboratorio de bacteriología,
el LCR será sometido a examen directo, cultivo y detección de antígenos capsulares de los
distintos agentes de meningitis.
El examen directo con coloración de Gram es sencillo y rápido. Permite una orientación
inicial de la terapéutica siempre y cuando lo realice un técnico experimentado. El cultivo se
realizara en agar sangre, agar chocolate y medios de enriquecimiento; deben recordarse los
requerimientos de atmósfera del germen. A las colonias sospechosas se les realiza coloración
de Gram, prueba de oxidasa y pruebas para determinar la utilización de azúcares. El laboratorio
puede además realizar la determinación del serogrupo mediante antisueros específicos.

SUSCEPTIBILIDAD A LOS ANTIBIÓTICOS


La penicilina continúa siendo el tratamiento de elección para la meningitis meningocócica.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 295

Esta droga es bactericida y atraviesa la barrera hematoencefálica. En el momento actual


no parece ser necesario realizar estudios de susceptibilidad en forma rutinaria ya que son
habitualmente sensibles. Se han descrito raros casos de cepas con alteraciones a nivel de
las proteínas fijadoras de penicilina (PBP) que hacen aumentar la concentración inhibitoria
mínima a la droga.

PROFILAXIS
La probabilidad de desarrollar meningitis meningocócica es mucho mayor en sujetos que
han estado en contacto con un caso, por ello se administra quimioprofilaxis a los contactos
cercanos, para evitar casos secundarios. Esta se realiza con rifampicina por períodos cortos,
droga efectiva en eliminar el estado de portador.

Vacunas
Se dispone de vacunas para los serogrupos A y C que han sido utilizadas en caso de epidemias
en diversos países, incluso el nuestro. En Estados Unidos existen vacunas tetravalentes anti
A, C, Y y W135. Para esos serogrupos utilizan vacunas preparadas con polisacárido capsular.
En general son poco eficaces en menores de dos años. Se estima que esto podría mejorar si se
obtienen vacunas conjugadas con proteínas. La vacuna para prevenir la enfermedad por el
serogrupo B continúa siendo un problema, ya que el polisacárido capsular es poco inmunó-
geno y este es el serogrupo que causa la mayor parte de los casos en países desarrollados. Los
investigadores han orientado su atención a otros antígenos como las proteínas de membrana
externa para estimular la inmunidad.
La vacunación está especialmente indicada en:
• Niños y adultos con defectos de sus mecanismos de defensa tales como anesplenia o déficit
de los componentes terminales del complemento.
• Prevención de los casos secundarios al contacto con el paciente. Estos casos secundarios
pueden desarrollarse incluso semanas más tarde que el caso índice.
• Viajeros a áreas endémicas (N. meningitidis serogrupo A en el África subsahariana, región
conocida como “cinturón de la meningitis”).
• Epidemias.
Debe recordarse que es obligatorio notificar esta enfermedad a las autoridades sanitarias.

Neisseria gonorrhoeae
Descrito en 1879 por Neisser en pus uretral, es el agente etiológico de la gonorrea. Comparte
las características del género en cuanto a la morfología celular. Para aislarlo de mucosas que
presentan flora normal (por ejemplo uretra anterior o cuello uterino) se requiere de medios
especiales como agar chocolate y antibióticos para inhibir otras bacterias. Existen diversos
suplementos de antibióticos, el más conocido es el medio de Thayer-Martin que contiene
vancomicina, colistina y nistatina. El resto de los requerimientos de temperatura, humedad y
atmósfera, así como las propiedades bioquímicas utilizadas para su identificación son similares
a los de N. meningitidis.

CARACTERÍSTICAS COLONIALES
Luego de 18 a 24 horas de incubación se producen colonias cuyo aspecto puede diferir si se
trata de un aislamiento reciente o si se han efectuado sucesivos pasajes in vitro. Se distinguen
cuatro formas principales; las colonias T1 y T2 se producen en cultivos primarios y son pe-
296 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

queñas y convexas. Luego de varios subcultivos se obtienen colonias más grandes y aplanadas
llamadas T3 y T4. Esto se atribuye a la pérdida de la expresión de los pili. Cualquier tipo de
colonia puede diferir también en su opacidad. Esto depende de la presencia en la pared celular
de una molécula llamada proteína II.

TIPIFICACIÓN DE CEPAS
Se dispone de varios métodos para caracterizar cepas de N. gonorrhoeae con fines epidemio-
lógicos. Los más desarrollados son los métodos serológicos y la auxotipificación que pueden
usarse por separado o en combinación. También los perfiles de resistencia a antimicrobianos se
utilizan con fines epidemiológicos. Los métodos serológicos se basan en diferencias en antígenos
de superficie como proteína I o pili, y en general se realizan por técnicas de coaglutinación.

Auxotipificación
Por el crecimiento de N. gonorrhoeae en medios de cultivo químicamente definidos se han
podido conocer las necesidades de ciertos factores de crecimiento, y sobre estas bases se han
definido los llamados auxotipos. Estas son características estables de una determinada cepa que
se utilizan como marcadores en estudios sobre virulencia, capacidad invasiva y sensibilidad a
antimicrobianos. Se ha observado que algunas cepas precisan para su desarrollo la presencia
de arginina, hipoxantina y uracilo, lo que se denomina auxotipo AHU o bien Arg-Hyx-Ura.
En general este auxotipo se corresponde con cepas muy sensibles a la penicilina y a la vez muy
resistentes a la acción bactericida del suero humano normal, dando muchas veces infecciones
diseminadas (bacteriemia).

Antígenos de superficie y determinantes de patogenicidad


Por técnicas de electroforesis en gel de poliacrilamida se separan diversas proteínas de su-
perficie de N. gonorrhoeae.
• Pili: son apéndices que emergen como proyecciones desde la superficie de la bacteria.
Están constituidos por subunidades proteicas o pilina. Su función es mediar la adherencia
de la bacteria a las células del huésped, especialmente a las microvellosidades del epitelio
columnar. También le confieren al germen una mayor resistencia a la fagocitosis. N. go-
norrhoeae puede variar de fase, es decir, presentar alternativamente formas con pili o sin
ellos; en un proceso estrechamente regulado desde el punto de vista genético. Además de
esta variación de fases, los pili pueden presentar una importante variación antigénica, esto
es, cambios antigénicos en la proteína de los pili expresada. La variación antigénica está
determinada por la inserción o deleción de unos pocos residuos de aminoácidos y ocurre
a nivel del extremo carboxi terminal de la pilina. Este proceso también está controlado en
el cromosoma bacteriano, por diversos genes. La porción variable, terminal, de la pilina
es justamente el blanco de la respuesta inmunitaria por lo que la variación antigénica a
ese nivel representa un mecanismo de escape para evadir las defensas del huésped. Por su
papel fundamental en la patogenia, los pili han sido objeto de múltiples investigaciones
como candidatos al desarrollo de vacunas; pero su extremo grado de variabilidad antigénica
ha hecho perder el entusiasmo en una vacuna de este tipo.
• Proteína I: la mayor de las proteínas de membrana externa, tiene función de porina,
formando un canal hidrofílico a través de ella. Es posible que también intervenga en
la fagocitosis, paso importante en la patogenia de la gonorrea. A diferencia de otras
proteínas de membrana externa de este germen, esta es expresada en forma constante,
por lo que ha sido utilizada como sistema para tipificar cepas. Existen dos subclases de
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 297

proteína I, denominadas IA y IB. Cada una de ellas tiene decenas de variantes, lo que
define serovariedades. Como respuesta a la infección se producen anticuerpos opsoni-
zantes anti-proteína I en suero y secreciones. Estos anticuerpos pueden ser protectores si
la reinfección es causada por una cepa con la misma serovariedad de proteína I. Por otra
parte, se sabe que las cepas portadoras de proteína I subclase A se asocian más a menudo
con enfermedad diseminada y mayor resistencia al poder bactericida del suero humano,
en tanto que las cepas IB tienden a producir enfermedad localizada (uretritis, cervicitis)
y a ser resistentes a los antibióticos.
• Proteína II: es una familia de proteínas de membrana externa, que manifiestan una extensa
variación antigénica de cepa a cepa e incluso dentro de una misma cepa. Esta proteína
no siempre es expresada por la bacteria, cuando está presente, le otorga la capacidad de
formar colonias opacas in vitro. Desde el punto de vista funcional, su presencia aumenta
la capacidad de adherencia a células epiteliales y a neutrófilos.
• Proteína III: a diferencia de las anteriores es estable en su composición. Existen proteínas
similares en N. meningitidis y en otras bacterias. Es una proteína poco inmunogénica y
tiene la capacidad de bloquear anticuerpos dirigidos contra otros antígenos de superficie.
Su papel en la patogenia no se comprende aún. La proteína III tiene funciones de porina
(al igual que la proteína I) que permite el ingreso a la bacteria de nutrientes de bajo peso
molecular por difusión.
• Adhesinas: se ha postulado la presencia de otras moléculas con capacidad de adhesión,
distintas de los pili, pero no han sido bien caracterizadas todavía.
• Proteínas reguladoras del hierro: son una familia de proteínas que le permiten a la bac-
teria adquirir el hierro del huésped; por lo tanto, la presencia de este tipo de proteínas
representa una ventaja para su supervivencia.
• Proteasa de IgA: esta proteína cliva la inmunoglobulina A1 humana en la región bisagra,
con lo que la inactiva. Se especula que este sería un mecanismo importante para inactivar
la Ig A secretoria.
• Lipooligosacárido (LOS): al igual que en otros gérmenes Gram negativos actúa como
endotoxina pero carece de las largas cadenas de polisacáridos que se encuentran en las
enterobacterias. Median la mayoría de los efectos tóxicos observables en los modelos
experimentales. Como los pili, el LOS presenta variaciones entre diversas cepas y en
pasajes sucesivos de una misma cepa.
• Plásmidos: la mayoría de las cepas presentan un plásmido de 2,6 megadaltons de función
no conocida (plásmido críptico). Se han identificado al menos cinco plásmidos diferentes
que codifican ß-lactamasas y que se caracterizan por diferencias en su peso molecular.
También se ha descrito un plásmido conjugativo que media la resistencia de alto nivel a
la tetraciclina (tet M).

PATOGENIA DE LA INFECCIÓN POR N. GONORRHOEAE


El germen se disemina de persona a persona por contacto directo y estrecho con secreciones
infectadas, habitualmente contacto sexual. Afecta en forma selectiva al epitelio no cornificado.
La vaginitis no es una manifestación de la gonorrea en la mujer en edad genital activa, pero
sí en la etapa prepuberal o posmenopáusica.
No está del todo aclarado cómo el germen asciende por la vía genital, se ha postulado
que esto estaría favorecido por contracciones uretrales y uterinas, o tal vez vehiculizados por
el esperma. Las mucosas producen IgA secretoria que podría ser clivada por la proteasa. Una
vez que entra en contacto con la mucosa se producen una serie de complejas interacciones
298 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

moleculares que finalmente determinan la invasión de esas células. Dado que se trata de un
patógeno exclusivamente humano hay pocos modelos experimentales animales que permitan
aclarar detalles de la patogenia de la enfermedad. Los estudios han sido realizados princi-
palmente en cultivo de tejidos (explantes). Por ejemplo cultivos de trompas de Falopio han
sido usados para estudiar la colonización. Dos tipos de células epiteliales se encuentran en
este órgano: células ciliadas y no ciliadas. Cuando el germen es incubado en estos explantes,
ocurren una serie de eventos:

Adhesión a células no ciliadas


El primer paso en la infección es la colonización del epitelio columnar. Al igual que otras
bacterias, en el proceso de adherencia e invasión intervendrían fenómenos de polimerización
de moléculas de actina. Algunos componentes de superficie de N. gonorrhoeae están involu-
crados en estas etapas iniciales. Los pilis median la adhesión inicial (no estrecha o distante)
a las células epiteliales. Cepas mutantes que carecen de ellos, aún son capaces de invadir las
células epiteliales, por lo que en esta etapa, seguramente intervienen además otros factores.
La familia de proteínas de membrana externa P.II (o también OPA, por opacidad) parecen
mediar, al menos en parte, una segunda etapa de adherencia íntima, y contribuir a la invasión.
Las proteínas de membrana externa llamadas P.I parecen impedir la unión fagolisosómica en
los polimorfonucleares y reducir su metabolismo oxidativo, por lo que determina la capacidad
de ciertas cepas de sobrevivir (al menos un pequeño porcentaje de bacterias) dentro de los
fagocitos.

Endocitosis del germen, disminución progresiva del movimiento ciliar y pérdida


de las cilias de las células adyacentes, causada por el lipooligosacárido
Las células no ciliadas engloban a las bacterias por medio de seudópodos. Esta fagocitosis,
llevada a cabo por fagocitos “no profesionales” se conoce como endocitosis dirigida por el
parásito. Las células ciliadas mueren y son selectivamente eliminadas de la superficie del
epitelio. Esta etapa no requiere de la presencia del germen intacto y puede ser reproducida
solamente con el LOS o fragmentos de peptidoglicano. El LOS desencadena la respuesta
inflamatoria, con gran liberación de factor de necrosis tumoral α (TNFα), el cual a su vez
determina la escarificación del epitelio de las trompas de Falopio. Probablemente el LOS sea
el responsable de la mayoría de los síntomas de la gonorrea. Esta molécula contribuye a la
resistencia al suero y a una mayor capacidad de producir enfermedad sistémica (probablemente
debido a una menor capacidad de activar el complemento).

Transporte de la bacteria a través de la célula epitelial


Las bacterias son transportadas en una vacuola de endocitosis, dentro de la cual aún pueden
replicarse y se acentúan los procesos de citotoxicidad determinados por el LOS. Dentro de
la vacuola el germen se halla protegido de los macrófagos, de los anticuerpos y de los anti-
microbianos.

Liberación del germen al espacio subepitelial


Las bacterias son transportadas hacia el sector basal de la célula, las vacuolas se fusionan con
la membrana basal y descargan los gérmenes en el tejido conectivo subepitelial. Allí causan
inflamación local como consecuencia de lo cual, se produce un exudado, rico en polimorfo-
nucleares y que contiene numerosas bacterias intra y extracelulares. Eventualmente ingresan
a los vasos sanguíneos para dar la forma diseminada de la enfermedad.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 299

Sobrevida de N. gonorrhoeae en el torrente circulatorio


El suero humano normal tiene la capacidad de destruir bacterias Gram negativas circulantes,
a diferencia de las Gram positivas que son resistentes a ese poder bactericida. Este efecto
depende fundamentalmente de la presencia del complemento y no se requieren anticuerpos
específicos. Las cepas de N. gonorrhoeae que se asocian a la forma diseminada de la enfermedad
suelen ser más resistentes al poder bactericida del suero humano normal. Esto probablemente
sea debido al agregado de residuos de ácido siálico a nivel de la pared del germen. El ácido
siálico es un componente de la superficie de muchas células humanas, inclusive eritrocitos,
y se cree que la presencia de éste en la superficie de la bacteria enmascararía a los antígenos
responsables de desencadenar la lisis bacteriana.

CLÍNICA
El espectro de manifestaciones clínicas comprende desde infecciones localizadas en el aparato
genitourinario (uretritis, cervicitis), infecciones locorregionales (enfermedad inflamatoria
pélvica, epididimitis), hasta la enfermedad diseminada, con invasión del torrente sanguíneo
y eventualmente, invasión de órganos a distancia. Estos aspectos serán tratados más exten-
samente en el capítulo correspondiente.

Uretritis y cervicitis
Son las manifestaciones más comunes de la gonorrea. En el hombre se manifiesta por disuria
y corrimiento uretral purulento, luego de un período de incubación de 2 a 5 días. En la mujer
la sintomatología suele ser mucho menos específica y, de estar presente, se traduce en flujo
cervical purulento, disuria; más raramente absceso de las glándulas de Bartholino.

Orquiepididimitis
En el hombre el dolor y edema a nivel de testículo y epidídimo reflejan el compromiso de
éstos órganos.

Enfermedad inflamatoria pélvica


Es determinada por la progresión de la infección al aparato genital alto (endometrio, trompas,
peritoneo). Está entidad puede responder a otras etiologías (Chlamydia trachomatis, infecciones
por flora mixta proveniente de la vagina). La inflamación de la mucosa tubaria y posterior
cicatrización puede determinar una obstrucción permanente de la luz, con las consiguientes
secuelas: infertilidad y embarazo ectópico.

Proctitis
Se caracteriza por dolor, tenesmo, sangrado y exudado, a veces con producción de abscesos
rectales o perianales.

Faringitis
Es habitualmente asintomática.

Conjuntivitis
Es adquirida por el recién nacido al pasar por el canal del parto (oftalmía neonatorum); aunque
puede verse a otras edades. Sin tratamiento, puede conducir a la ceguera. Su incidencia se
ha reducido en forma notable con la instilación profiláctica y obligatoria de gotas de nitrato
300 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

de plata (credé) en la conjuntiva de todos los recién nacidos u otros compuestos antimicro-
bianos.

Enfermedad gonocócica diseminada


Es complicación que se registra con una frecuencia menor al 1% de los casos de gonorrea.
Es más frecuente en mujeres y, como ya se mencionó, es causada por cepas pertenecientes
al auxotipo AHU. Las manifestaciones incluyen monoartritis, tenosinovitis, fiebre y lesiones
de piel (máculas o pústulas, hemorrágicas o necróticas) que afectan sobre todo extremida-
des y son debidas a arteritis séptica. Más raramente se produce meningitis, pericarditis o
endocarditis.

Portadores asintomáticos
Un porcentaje no desdeñable de individuos que entran en contacto con N. gonorrhoeae,
especialmente mujeres, desarrollan una infección asintomática. Como se comprenderá estos
portadores asintomáticos representan un reservorio importante de la enfermedad.

DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO
El examen directo de las secreciones uretrales con coloración de Gram es muy sensible y
específico para el diagnóstico de uretritis gonocócica. Permite observar un exudado con
abundantes polimorfonucleares y diplococos Gram negativos intra y extraleucocitarios. Su
valor es menor en otras localizaciones.
El cultivo es indispensable para realizar las pruebas bioquímicas de identificación y estudios
de susceptibilidad. La inoculación en medios de cultivo, una vez obtenida la muestra, debe
hacerse en forma inmediata o utilizar medios de transporte que aseguren la viabilidad del
germen. Las muestras provenientes de las mucosas deberán ser sembradas en medios selectivos
ya mencionados, para inhibir la flora normal. Las muestras de sectores del organismo habi-
tualmente estériles (sangre, líquido sinovial, etc.) son sembradas en agar chocolate. Una vez
obtenidas las colonias se identifican por su morfología con la coloración de Gram, reacción
positiva de oxidasa y utilización de azúcares.

SENSIBILIDAD A LOS ANTIMICROBIANOS


Si bien la penicilina fue la droga de elección para el tratamiento de la gonorrea por muchos
años, en el momento actual, la alta prevalencia de cepas resistentes determina que esta droga
no pueda ser utilizada para el tratamiento empírico de la enfermedad. La resistencia a los
antimicrobianos puede deberse a múltiples mecanismos y ser:
• plasmídica: debida a la presencia de ß-lactamasas en especial tipo TEM 1. Este tipo de
resistencia puede ser detectada en el laboratorio por técnicas rápidas como por ejemplo
mediante el uso de una cefalosporina cromógenica. La resistencia a la tetraciclina también
es codificada por un plásmido (tet M).
• cromosómica: que puede deberse tanto a una disminución de la afinidad de las proteínas
fijadoras de penicilina (PBP) por la droga, como a una alteración en la permeabilidad de las
porinas de la membrana externa de la bacteria. Esta resistencia requiere de otros estudios
de susceptibilidad para ser detectada. Una cepa puede combinar más de un mecanismo de
resistencia. También ha sido descrita la resistencia cromosómica para otras drogas, como
por ejemplo tetraciclinas y espectinomicina.
Las drogas recomendadas en el momento actual son ceftriaxona, azitromicina y cipro-
floxacina, aunque ya se han comunicado resistencias, al menos in vitro.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 301

Para el tratamiento, además de la susceptibilidad del germen, se deben considerar facto-


res tales como sitio anatómico afectado, presencia de complicaciones y posibilidad de otros
patógenos asociados. Los planes terapéuticos recomendados para cada caso se tratarán en
otro capítulo.

PROFILAXIS Y POSIBLES CANDIDATOS AL DESARROLLO DE VACUNAS


Muchos de los antígenos de superficie antes mencionados resultan atractivos para desarrollar
vacunas que prevengan la adherencia y colonización de las células epiteliales del huésped.
Desde hace tiempo se sabe que los pacientes que padecen gonorrea pueden experimentar
reinfecciones y que una infección pasada determina una respuesta inmune vigorosa (sobre todo
de anticuerpos), pero que no confiere protección frente a nuevas infecciones. Tanto los pilis
como otras proteínas de superficie se hallan regulados por complejos mecanismos genéticos
que, como ya se dijo, le otorgan a la bacteria la posibilidad de controlar la presencia o ausencia
de esas moléculas (variación de fases), o controlar su composición (variación genética). La
razón por la que una persona no desarrolla una respuesta protectora a la reinfección proba-
blemente sea que N. gonorrhoeae es capaz de variar sus antígenos de superficie, especialmente
la pilina. Para el caso de esta proteína la bacteria tiene un repertorio antigénico que puede
ser tan grande como un millón de variantes antigénicas diferentes.
Actualmente se trata de buscar antígenos de superficie altamente conservados. El de-
sarrollo de una vacuna contra gonorrea probablemente sea uno de los mayores desafíos que
enfrentan los investigadores. En tanto no se disponga de una vacuna los esfuerzos para prevenir
la enfermedad deben basarse en:
• diagnóstico precoz y tratamiento adecuado;
• notificación de los contactos; debe recordarse que se trata de una enfermedad de denuncia
obligatoria al Ministerio de Salud Pública;
• promover, a nivel de salud pública, la educación que lleve a modificaciones en las con-
ductas sexuales;
• uso de colirio en todo recién nacido para prevenir la enfermedad ocular (obligatorio por
ley).

Haemophilus
Los miembros del género Haemophilus son bacilos Gram negativos, pequeños y pleomórficos.
Integran la flora normal de las mucosas del aparato respiratorio superior. La mayoría de las
especies son no patógenas o oportunistas, aunque algunas de esas especies son patógenos
primarios como H. influenzae, H. aegyptius y H. ducreyi.
Haemophilus influenzae es la especie tipo y puede causar enfermedades graves, invasivas. En
esta especie existen cepas capsuladas y no capsuladas. El antígeno capsular permite distinguir
seis serotipos que se designan con letras de la a hasta la f. Antes que se dispusiera de una
vacuna eficaz, H. influenzae serotipo b era una de las causas más importantes de meningitis
y neumonía bacteriana en niños.

CLASIFICACIÓN
El género Haemophilus pertenece a la familia Pasteurellaceae, bacilos Gram negativos exigentes
desde el punto de vista nutricional. Estos gérmenes requieren para su desarrollo de uno o
dos factores, llamados V (NAD) y X (hemina o protoporfirina), presentes en la sangre. El
302 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

factor X es la protoporfirina IX para gérmenes que poseen una enzima quelante del hierro
(como H. influenzae), o la hemina para gérmenes que no la poseen (como H. aegyptius). Los
microorganismos que requieren de factor V no crecen en agar sangre convencional. El factor
V puede ser agregado al medio o proporcionado por otro microorganismo que crezca en su
proximidad (por ej. una colonia de Staphylococcus). Este crecimiento alrededor de una colonia
que le proporciona factores de crecimiento se denomina “satelitismo” y no es exclusivo de
Haemophilus, sino también de ciertos Streptococcus.

IDENTIFICACIÓN
Se hace sobre la base del aspecto en coloración de Gram, requerimientos de factor X y V,
presencia o no de hemólisis, utilización de hidratos de carbono, y la producción de indol,
ureasa y decarboxilasa de la ornitina. Estos tres últimos sirven para diferenciar biotipos de
H. influenzae.
La tipificación de las cepas capsuladas de H. influenzae se realiza con sueros específicos
contra los seis serotipos existentes.

Haemophilus influenzae
MECANISMOS DE VIRULENCIA
El mayor determinante de virulencia es, claramente, el polisacárido capsular, que le confiere
a la bacteria resistencia a la fagocitosis. Para el caso del serotipo b es un polímero de ribosil
ribosa fosfato. Este antígeno, como otros polisacáridos, no es procesado por el sistema inmune
a través de las células T, sino por una vía independiente de ellas. La capacidad de generar esta
respuesta inmune no está desarrollada en niños de menos de 18 meses. Las vacunas recientes
han convertido a este antígeno en T dependiente por medio de su unión o conjugación a
proteínas. Estas vacunas conjugadas provocan respuesta aun en lactantes pequeños.
Otros posibles factores de virulencia son los pili, se ha demostrado que ciertas clases de
pili permitirían la adherencia a células epiteliales, etapa fundamental en la colonización.

PATOGENIA
H. influenzae es una bacteria muy adaptada al ser humano. Desde los primeros meses de vida
puede ser encontrada colonizando las mucosas del tracto respiratorio superior; en general se
trata de cepas no capsuladas o de serotipos distintos del b.
La enfermedad por H. influenzae tipo b es desarrollada sólo por un pequeño porcentaje
de niños que entran en contacto con enfermos o portadores. La inmunidad natural frente al
serotipo b se adquiere a medida que aumenta la edad. Muchas bacterias de la flora normal
poseen epítopes que reaccionan en forma cruzada con el antígeno capsular b.
El germen ingresa por el epitelio de la vía aérea superior; la bacteria tiene la capacidad
de invadirlo. Una vez allí, dependiendo de factores del huésped y probablemente de su
virulencia, puede producir enfermedades confinadas a las mucosas, o no invasivas, o bien
enfermedades invasivas, graves. En la submucosa se produce una respuesta inflamatoria que
a nivel del árbol respiratorio da como resultado bronquitis o neumonía. En algunos niños la
bacteria invade la laringe causando inflamación y edema de las distintas estructuras, com-
prometiendo la vía aérea, lo que se denomina epiglotitis. La meningitis es el resultado de la
invasión del torrente circulatorio y del espacio subaracnoideo. Los gérmenes sobreviven en
la sangre en tanto no aparezcan anticuerpos anticapsulares específicos. Estos anticuerpos son
opsoninas y hacen que la bacteria sea destruida por macrófagos. Los individuos que carecen
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 303

de bazo se hallan especialmente predispuestos a desarrollar enfermedades severas por esa y


otras bacterias capsuladas. Una vez en la sangre los gérmenes llegan a las meninges por las
arterias cerebrales. Inicialmente hay inflamación de los plexos coroideos. Estos plexos están
altamente vascularizados, ya que es a ese nivel que se produce el LCR, y es por ello el sitio
más lógico para atravesar la barrera hematoencefálica. El daño que causa H. influenzae tipo
b a nivel local le permite ingresar al LCR, primero en los ventrículos laterales y luego en la
cisterna magna. El LCR se llena de un exudado inflamatorio y la obstrucción al flujo determina
un aumento de la presión intracraneana que se traduce clínicamente por cefalea, vómitos
y depresión de la conciencia. La fagocitosis da como resultado la liberación de endotoxina
y otros compuestos que aumentan aún más la respuesta inflamatoria. La endotoxina es la
responsable de la fiebre, coagulación intravascular diseminada y tal vez otros fenómenos.
H. influenzae tipo b, en forma característica, determina un daño mayor que otros gérmenes,
con mayor porcentaje de niños que desarrollan secuelas tales como sordera, hidrocefalia
obstructiva, ceguera y retraso mental.
Los cuadros clínicos ocasionados por H. influenzae de otros serotipos capsulares o no
tipificables son otitis media, sinusitis, conjuntivitis, etc.

DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO
Las muestras deberán ser enviadas de inmediato al laboratorio y procesadas en él lo más
pronto posible. Para el aislamiento debe incluirse la siembra en agar chocolate suplementado
con factores X y V. La identificación del germen se basa en sus requerimientos nutricionales,
la coloración de Gram de la colonia aislada, presencia de hemólisis y los requerimientos de
factores X y V para diferenciar las especies más frecuentes. Los aislamientos son identificados
mediante diversas pruebas bioquímicas, determinación de biotipos y serotipificación.

SENSIBILIDAD A LOS ANTIBIÓTICOS


Debido a que surgieron cepas productoras de ß-lactamasas capaces de inactivar la ampicilina,
esta droga ha dejado de ser de elección para el tratamiento de la enfermedad grave por H.
influenzae. También para este germen se ha descrito la resistencia a los ß-lactámicos debida
a proteínas fijadoras de penicilina con baja afinidad. Otra droga que se utilizó (asociada a
la ampicilina) fue el cloranfenicol, que atraviesa bien la barrera hematoencefálica y es bac-
tericida para este germen; pero luego fueron reportadas cepas productoras de una enzima
(cloranfenicol acetil transferasa) que lo inactiva; lo que determinó nuevamente cambios en
los planes terapéuticos.
Actualmente, para el tratamiento de las infecciones graves por esta bacteria, se recomienda
ceftriaxona o cefotaxime que no son hidrolizados por la ß-lactamasa de H. influenzae. Para
infecciones respiratorias se emplean además combinaciones de ampicilina con inhibidores
de las ß-lactamasas.
En el laboratorio, las cepas resistentes a ampicilina pueden ser detectadas mediante prueba
de betalactamasas. El antibiograma por disco-difusión para Haemophilus es una adaptación de
la técnica de Kirby Bauer a las exigencias del germen, y es necesario para detectar resistencia
a otras drogas y mecanismos distintos a la producción de ß-lactamasas.

PROFILAXIS, VACUNAS
Actualmente en nuestro país es obligatoria la vacunación de lactantes y niños pequeños con
vacuna anti H. influenzae tipo b. Son vacunas compuestas por polisacárido capsular (polímero
304 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

de ribosil ribosa fosfato) conjugado a proteína (por ej. toxoide diftérico o tetánico). Se adminis-
tran integradas al esquema de vacunación a los 2, 4 y 6 meses, y al año de edad.
A los contactos susceptibles (niños menores de 4 años, no vacunados) de pacientes con
meningitis, se debe administrar quimioprofilaxis para prevenir la aparición de casos secun-
darios. En este caso la droga utilizada es rifampicina.
Persiste el problema de hallar una vacuna para cepas de Haemophilus distintas al serotipo
b, que causan enfermedades muy frecuentes, como otitis o sinusitis.

Haemophilus aegyptius
Tradicionalmente asociado a conjuntivitis aguda en países de clima cálido, en los años 80
fue sindicado como el agente de una nueva entidad, la fiebre purpúrica brasilera. Esta es una
enfermedad grave que afecta sobre todo a niños y que cursa con conjuntivitis, fiebre, pete-
quias, púrpura, shock y muerte, hasta en el 70% de los casos. Las cepas responsables de este
cuadro clínico se distinguen de otras de la misma especie por la presencia de ciertas proteínas
de membrana externa y perfiles plasmídicos.

Haemophilus ducreyi
Es el agente del chancro blando, enfermedad de transmisión sexual que cursa con úlcera
genital no indurada y adenopatías inguinales. No se observa en nuestro país.

Bordetella
El género Bordetella comprende tres especies. B. pertussis es el agente de la tos convulsa o
pertusis; B. parapertussis y B. bronchiseptica causan enfermedad con menor frecuencia.

Bordetella pertussis
MORFOLOGÍA Y METABOLISMO
Son bacilos Gram negativos cortos, ocasionalmente presentan formas filamentosas, y son
capsulados. Presentan gránulos metacromáticos bipolares al ser teñidos con azul de toluidi-
na. Son exigentes, especialmente en cultivos de aislamiento inicial; su desarrollo se logra en
medios suplementados con agar sangre, papa, glicerol y carbón activado (Bordet Gengou).
Para el aislamiento a partir de muestras clínicas se agrega penicilina para inhibir la flora oro-
faríngea. Como otros gérmenes exigentes, son muy sensibles a las temperaturas extremas y a
la desecación. La incubación se lleva a cabo a 35 ºC durante 3 a 7 días en ambiente húmedo,
luego de lo cual las colonias se hacen visibles presentando un aspecto de “gotas de mercu-
rio”. La hemólisis es característica de las cepas virulentas. Es un germen aerobio estricto. No
requiere de factores V ni X. Desde el punto de vista metabólico son relativamente inactivos:
no fermentan prácticamente azúcares, no reducen nitratos, no producen indol, no poseen
ureasa ni utilizan el citrato como fuente única de carbono.

VARIACIÓN DE FASES
Las cepas recién aisladas, virulentas, producen colonias lisas o en fase I, que al ser sometidas
a sucesivos pasajes in vitro experimentan variación de fase hacia formas no virulentas (fases
II y III) o avirulentas, no productoras de toxina y rugosas (fase IV).
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 305

PATOGENIA
La patogenia de la tos convulsa no ha sido aún bien aclarada; las investigaciones en esta área,
destinadas al desarrollo de una nueva vacuna, han llevado al conocimiento de diversos factores
de virulencia tales como: toxina de Pertussis, adenilato ciclasa extracelular, hemaglutinina
filamentosa, toxina dermonecrótica, citotoxina traqueal y hemolisina.

Adherencia
B. pertussis se caracteriza por una predilección por el epitelio respiratorio ciliado, produce
múltiples adhesinas que median la unión a los cultivos a células de mamíferos y que le per-
miten adherirse de forma específica al epitelio respiratorio. De éstas las más estudiadas son:
la fitohemaglutinina (hemaglutinina filamentosa o Fha) y la toxina de Pertussis.
• Fitohemaglutinina (Fha): es una proteína de alto peso molecular que forma estructuras
filamentosas en la superficie de las células; aunque carecen de la organización de los pilis. Su
nombre deriva de que aglutinan eritrocitos. Esta hemaglutinina se une a residuos de galactosa
de glucolípidos sulfatados. Las células ciliadas presentan en sus membranas grandes niveles
de estas sustancias, denominadas sulfátidos y esto puede explicar en parte la preferencia de
B. pertussis en adherirse a ellas.
• Toxina de Pertussis (Ptx): también llamada factor promotor de linfocitosis, esta toxina puede
actuar como toxina y como adhesina. La Ptx es una proteína (exotoxina) hexamérica,
pequeñas cantidades de ella pueden ser liberadas al medio, pero la mayoría permanece
unida a la superficie bacteriana. Esta toxina es sin duda el mayor factor de virulencia. Es
una proteína del tipo A-B cuya estructura hexamérica es similar a la de la toxina del cólera
(aunque no idéntica), con una subunidad enzimática (S1) y 5 subunidades de unión (S2,
S3, dos copias de S4 y S5). La subunidad S1 cataliza (al igual que la toxina colérica) la
ribosilación del ADP de la célula del huésped a nivel de una proteína G, lo que determina
finalmente un aumento del nivel del AMP cíclico. Esta aumenta los niveles de Gi activado.
La proteína Gi pertenece a una familia de proteínas que regulan la actividad de la adeni-
lato ciclasa de la célula eucariota. A diferencia de la toxina colérica, que actuando sobre
la proteína Gs estimula la adenilato ciclasa, la toxina de Pertussis inhibe la desactivación
de la adenilato ciclasa una vez que esta ha sido estimulada, actuando sobre Gi. Como se
nota, a pesar de las similitudes estructurales con la toxina colérica, los cuadros clínicos que
producen estas enfermedades son muy diferentes; lo que probablemente se vincule con
el hecho de que estas bacterias tienen especificidad por distintos tipos de células. Ptx es
responsable del aumento de las secreciones respiratorias y la producción exagerada de mucus
que se observa en la tos convulsa. También se la ha responsabilizado de la encefalopatía que
puede ser vista en los casos de enfermedad severa. Esta toxina puede además sensibilizar a
la histamina, activar a las células de los islotes del páncreas y causar la tos paroxística que
se ve en las primeras etapas de la enfermedad.
• Adenilato ciclasa invasiva: B. pertussis produce una toxina que es capaz de producir AMP
cíclico directamente, determinando una desregulación en la célula del huésped. Las cepas
mutantes que carecen de esta toxina son avirulentas, aunque conservan la capacidad
de colonizar las mucosas. Esto indica que esta toxina tiene un importante papel en los
estadios tardíos de la enfermedad.

Lipopolisacárido
Este germen es capaz de producir al menos dos tipos de LPS. Las dos moléculas difieren a
nivel del lípido A y en porciones de las cadenas de carbohidratos. Al igual que otros LPS,
306 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

activa el complemento y estimula la liberación de citoquinas. Probablemente también sea el


responsable de algunos efectos secundarios de la vacuna.

CUADRO CLÍNICO
La tos convulsa o pertusis es una enfermedad severa de la infancia. Es sumamente contagiosa
entre niños susceptibles. Entre sus manifestaciones locales se encuentran la bronquitis, con
gran aumento de las secreciones respiratorias; éstas están compuestas por células epiteliales
muertas, desprendidas de la mucosa respiratoria, células inflamatorias y bacterias. El flujo
mucociliar está alterado por el daño de las células ciliadas y, debido a la sensibilización de los
receptores de la tos, esta se desencadena fácilmente, en violentos accesos que le dan nombre
a la enfermedad. La tos convulsa tiene además manifestaciones sistémicas como fiebre mo-
derada y linfocitosis. Se ha estimado que alrededor del 20% de los casos son enfermedades
atípicas, y esos pacientes son capaces de contagiar a otros individuos susceptibles. Después de
la inhalación de gotitas infectadas, los gérmenes colonizan el tracto respiratorio. El período
de incubación dura entre 5 y 21 días. En forma clásica se diferencian tres etapas en el curso
de la enfermedad:
• La etapa catarral o prodrómica dura 1 a 2 semanas; se trata de un cuadro clínico de
infección inespecífica del aparato respiratorio superior.
• La segunda etapa dura entre 1 y 6 semanas, y se caracteriza por la progresión hacia la
tos paroxística. En cada episodio de paroxismo, el niño presenta entre 5 y 20 accesos de
tos seca, forzada, emetizante. El paciente no tiene tiempo de respirar entre los diferen-
tes accesos y puede ocurrir hipoxia. La inspiración final tiene lugar a través de la glotis
estrechada, lo que produce un estridor característico. La ingestión de alimentos puede
precipitar episodios de tos e impedir la adecuada alimentación.
• La tercera etapa es la de convalecencia. La tos puede persistir durante varios meses y su
curso no se altera con la administración de antibióticos.
Es una enfermedad potencialmente mortal en lactantes con enfermedades cardíacas o
respiratorias subyacentes, y puede ocasionar manifestaciones y secuelas neurológicas debido
a la hipoxia.

DIAGNÓSTICO
La tos convulsa es una enfermedad que, en países donde se aplica la vacuna DPT (ver mas
adelante), puede presentarse en forma atípica; por lo tanto se requiere alta sospecha clínica
para establecer el diagnóstico. Incluso con cuadros clínicos muy característicos otros agentes
infecciosos pueden producir síndromes similares.

Paraclínica
Los estadios tempranos de la enfermedad frecuentemente se asocian con una leucocitosis de
12000 a 20000 por mm3 con 60% de linfocitos. El diagnóstico etiológico definitivo se establece
al aislar el germen del paciente; lo que se logra sobre todo al inicio del período catarral. Habi-
tualmente el aislamiento del germen no se realiza en forma rutinaria en laboratorios clínicos
debido a que el diagnóstico suele ser tardío, con la aparición de la tos paroxística el germen
ya no se aísla de las vías respiratorias. La muestra apropiada es la extraída de la nasofaringe.
El aislamiento del germen depende de un cuidadoso transporte y procesamiento en medios
adecuados. Para la identificación se realizan pruebas bioquímicas y serológicas, con antisueros
específicos. Para el diagnóstico rápido también puede utilizarse la inmunofluorescencia directa.
Esta técnica puede emplearse además para la identificación de las cepas aisladas.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 307

SENSIBILIDAD DE BORDETELLA A LOS ANTIMICROBIANOS


Eritromicina es la droga de elección para el tratamiento de la tos convulsa cuando éste esta
indicado, aunque estudios in vitro indican que el germen es sensible a una amplia gama de
agentes. Los antibióticos, en la segunda etapa de la tos convulsa no modifican los síntomas
ni acortan la enfermedad, solamente disminuirían la diseminación y el contagio. Esto destaca
la importancia de la profilaxis a través de la vacunación.

INMUNIDAD
La protección contra nuevas infecciones no se correlaciona bien con los niveles de anticuerpos.
En la inmunidad probablemente estén involucrados además mecanismos celulares como las
células T citotóxicas. Apoyan esta teoría el hecho de que este tipo de mecanismos se ven
en gérmenes con fases de vida intracelular y que B. pertussis es capaz de sobrevivir en ciertas
líneas celulares derivadas de macrófagos. Debido a ello se ha postulado la existencia de una
fase de crecimiento intracelular de este germen que, además de estos hechos, explicaría la
persistencia del mismo en el huésped y el establecimiento del estado de portador.

VACUNAS
La vacuna DPT, que se administra a los lactantes, consiste en gérmenes enteros muertos, junto
con los toxoides tetánico y diftérico. Ciertos efectos secundarios indeseables de esta vacuna
están determinados por el componente pertusis y no por los otros (tetánico o diftérico). Estos
efectos secundarios son poco frecuentes, y se los puede agrupar en tres tipos:
• Fiebre, malestar general y dolor a nivel del sitio de inyección, son los más frecuentes y se
atribuyen a la reacción inflamatoria provocada por el lipopolisacárido de la pared celular
y otras sustancias.
• Convulsiones en aproximadamente 1 de cada 2000 niños vacunados; por ello la vacuna
no se recomienda para niños con antecedentes de convulsiones.
• Con una frecuencia muchísimo menor se producen enfermedades neurológicas severas,
como encefalopatía; tal vez con una tasa de incidencia similar a la de poblaciones no
vacunadas. La morbilidad por la enfermedad prolongada, la necesidad de hospitalización
y la posibilidad de secuelas hacen comprender que los riesgos de la inmunización son
mucho menores que los asociados a la enfermedad natural.
La vacuna a células enteras contiene diversos antígenos Ptx, FHA, LPS, y aglutinógenos.
Los niños vacunados con vacunas a células enteras muestran un aumento en los niveles de
anticuerpos anti FHA, Ptx, LPS, aglutinógenos y proteínas de membrana externa. También
se incrementan los títulos neutralizantes, sobre todo luego de tres dosis. Se han ensayado
diversas vacunas acelulares; una de las más conocidas es la desarrollada en Japón. Es una
vacuna que contiene diversos antígenos FHA, aglutinógenos y toxoide pertusis. Su eficacia
es similar a la vacuna a células enteras; alrededor del 78%. No está desprovista de efectos
secundarios, si bien son más leves. Se necesita adquirir más conocimientos acerca de epítopes
que puedan ser útiles para desarrollar una vacuna acelular que no tenga efectos indeseables
y cuyo costo permita usarla, aun en países subdesarrollados.

Brucella
Los integrantes del género Brucella producen enfermedad fundamentalmente en animales y
ocasionalmente en humanos. Son parásitos intracelulares facultativos, con poca actividad
metabólica. Se han descrito distintas especies que en ciertos casos presentan una adaptación
308 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

marcada por los distintos huéspedes. Brucella abortus infecta sobre todo a bovinos, B. suis al
ganado porcino, B. melitensis a cabras y B. canis a perros. De estas especies las tres primeras son
transmisibles al hombre, siendo B. abortus y B. suis las que causarían enfermedad en nuestro
medio. En el hombre, la brucelosis se caracteriza por presentar una fase bacteriémica aguda,
seguida de una etapa crónica que puede durar años y que afecta diversos parénquimas.

MORFOLOGÍA Y METABOLISMO
Son cocobacilos pequeños de 1,2µ de longitud, Gram negativos, pero que a veces se tiñen
de manera irregular. Son aerobios, inmóviles y no esporulados. Pueden tener cápsula. Al
igual que otros parásitos intracelulares tienen necesidades nutricionales complejas. Para su
desarrollo se requieren medios enriquecidos, como TSA agar soya-tripticasa con sangre. Son
capnófilas. En medios sólidos, las colonias se desarrollan lentamente, haciéndose visibles en
3 a 5 días. Las cepas capsuladas dan colonias mucoides que se asocian a la virulencia. In vitro,
con pasajes sucesivos las colonias se tornan rugosas, avirulentas. En medios líquidos pueden
no desarrollar turbidez, por lo que cuando se estudian hemocultivos se recomienda hacer
subcultivos sistemáticos a ciegas, por ejemplo, a los 2, 7 y 14 días. El medio de Castañeda
utilizado para el cultivo de Brucella contiene a la vez un medio sólido y caldo en el mismo
frasco (bifásico) que permite la observación directa de las colonias.
Brucella utiliza hidratos de carbono pero no producen grandes cantidades de ácido ni gas
como para ser utilizados en su identificación. Pueden ser oxidasa y catalasa positiva, producir
sulfuro de hidrógeno y reducir nitratos a nitritos. Son sensibles a la acción del calor (mueren
al pasteurizar la leche) y a pH ácido.
La diferenciación entre las especies se hace sobre la base de la especificidad de huésped, la
sensibilidad a colorantes, la producción de sulfhídrico, presencia de ureasa y requerimientos
de CO2. Dentro de cada especie existen biotipos. La identificación y biotipificación en general
se reserva a laboratorios de referencia.

HUÉSPED
Existe cierta especificidad de huésped. En estos animales, se ha descrito la presencia de sustan-
cias (una globulina y una lipoproteína) que suprimen el crecimiento de las variantes rugosas y
por lo tanto favorecen la expresión de cepas lisas, virulentas. Los animales resistentes carecen
de estas sustancias, de modo que en ellos ocurre un pasaje hacia formas rugosas.

ESTRUCTURA ANTIGÉNICA
Dos antígenos denominados A y M se encuentran en distinta proporción en las cuatro especies,
por lo que existen reacciones cruzadas en las pruebas serológicas. Poseen además un antígeno
de superficie denominado antígeno L, similar al antígeno Vi de Salmonella.

PATOGENIA
Si bien cada especie tiene un huésped principal, cualquiera de las especies puede infectar gran
variedad de animales y al hombre. La puerta de entrada es a través de las mucosas o la piel.
Una de las más comunes es el ingreso a través del aparato digestivo por la ingestión de leche
no pasteurizada o sus derivados. El contacto de la piel con tejidos de animales infectados o
la inoculación accidental con vacunas son otros factores que deben ser investigados. Desde
la puerta de entrada y por vía linfática, los gérmenes llegan al conducto torácico y de allí a la
circulación general que los distribuye por los diferentes órganos. Los sitios más afectados son
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 309

el tejido linfático, hígado, bazo, médula ósea y sistema reticuloendotelial. En esos lugares se
producen nódulos granulomatosos que pueden evolucionar a la abscedación. Más raramente
ocurre osteomielitis, meningitis o colecistitis. La anatomía patológica muestra granulomas,
constituidos por células epitelioides y células gigantes, con zonas de necrosis central y fibrosis
periférica.

CLÍNICA
En el ganado Brucella causa placentitis y aborto. Esto se ha vinculado a la presencia en las mem-
branas fetales animales de eritrol, factor de crecimiento para el germen. La placenta humana
no contiene eritrol y el aborto no es parte del cuadro clínico de la brucelosis humana.

Cuadro clínico en el hombre


Las cuatro especies tienden a producir cuadros clínicos de diferente gravedad. Así B. canis y
B. abortus causan cuadros más leves, sin complicaciones supurativas. La infección por B. suis
tiende a evolucionar a la cronicidad, con gran producción de focos de caseum y tendencia a
la supuración. La infección por B. melitensis (Fiebre de Malta) causa cuadros más graves.
Luego de un período de incubación de una a seis semanas, en forma insidiosa o repentina
se inicia la enfermedad, con fiebre, astenia marcada, mialgias, artralgias, sudoración, a lo que
se agregan adenopatías, esplenomegalia y, raramente, ictericia. En esta etapa los cultivos son
positivos, si el paciente no ha recibido antibióticos. Los síntomas ceden en semanas o meses
y las lesiones localizadas prosiguen su evolución. Luego de la etapa aguda puede desarrollarse
una etapa crónica con astenia, artralgias, mialgias y otros síntomas. A veces se producen
complicaciones serias tales como encefalitis, meningitis, neuritis periférica, espondilitis,
artritis supurativa y endocarditis. En esta etapa los cultivos son negativos y puede ser difícil
establecer el diagnóstico. El título de anticuerpos puede ser alto.

DIAGNÓSTICO
En el hombre, el diagnóstico de brucelosis se basa en la sintomatología, los antecedentes
epidemiológicos y debe ser siempre confirmado en el laboratorio. Este diagnóstico se establece
con certeza al aislar el germen. Siempre se deben realizar hemocultivos en casos sospechosos.
También se puede aislar el germen de sitios como médula ósea, hígado, bazo, o LCR, depen-
diendo del curso de la enfermedad. Debe trasmitirse al laboratorio la sospecha de brucelosis,
no sólo porque se requieren técnicas y procedimientos especiales para aislar el germen, sino
porque las muestras deben ser manipuladas con ciertas normas de bioseguridad (nivel de
bioseguridad 3) ya que se han reportado casos de transmisión por aerosoles al personal del
laboratorio.

DIAGNÓSTICO SEROLÓGICO
Se dispone de test de aglutinación usando antígenos de B. abortus que detectan anticuerpos
circulantes (tanto IgG como IgM) contra B. abortus, B. melitensis y B. suis. Las muestras de
suero deben ser obtenidas lo antes posible, al inicio de la enfermedad, y una segunda muestra a
las 2 ó 3 semanas de evolución. Anticuerpos tipo IgM se producen al inicio de la enfermedad,
pero también en la etapa de cronicidad. La presencia de anticuerpos puede ser puesta en
evidencia por técnicas de aglutinación, la prueba de Rosa de Bengala, inmunofluorescencia
indirecta y otras. Títulos de 1:320 o más, y títulos crecientes en muestras sucesivas, permiten
establecer el diagnóstico de brucelosis, mientras que la ausencia de anticuerpos aleja consi-
derablemente esta posibilidad.
310 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

SENSIBILIDAD A LOS ANTIMICROBIANOS


Dado que se trata de un patógeno intracelular, de lento crecimiento, los test de sensibilidad
in vitro no sirven para predecir la respuesta a los antibióticos. Se utilizan asociaciones de
drogas por períodos prolongados y que sean activas intracelularmente. Los regímenes más
aceptados incluyen combinaciones de tetraciclina (o doxiciclina) con rifampicina por seis
meses. Otras combinaciones posibles son tetraciclinas más aminoglucósidos o rifampicina y
trimetoprím, en especial en niños.

EPIDEMIOLOGÍA, PROFILAXIS Y CONTROL


Es fundamentalmente una zoonosis ocupacional, son patógenos animales y el contagio hu-
mano suele ser accidental, por contacto con tejidos, orina o leche de animales infectados.
Las tasas de infección del ganado varían en los diferentes países. La leche no pasteurizada,
sus derivados y la exposición laboral, son los antecedentes más frecuentes (veterinarios,
personal de mataderos). Ocasionalmente el contagio ocurre por vía aérea. Los hombres se
ven afectados con más frecuencia que las mujeres. Cierto porcentaje de infecciones pueden
ser asintomáticas.
La profilaxis de la enfermedad se logra a través de la vacunación del ganado con cepas
vivas avirulentas. Para el control de la Brucelosis bovina se utiliza una vacuna preparada con
B. abortus, cepa 19, que confiere inmunidad al animal de por vida, y es de bajo costo.
El control de la enfermedad debe estar orientado a evitar la diseminación, erradicar los
reservorios animales, pasteurizar la leche y disminuir el riesgo laboral.

Helicobacter
En 1982, Marshall y Warren publicaron un trabajo que informaba acerca de la presencia de
bacilos Gram negativos espirilares en biopsias gástricas de pacientes afectados de gastritis.
Originalmente esta bacteria se denominó Campylobacter pyloridis. En 1989 se creó el género
Helicobacter que agrupa varias especies, de las cuales 3 son patógenas para el hombre (H.
pylori, H. fennelliae y H. cinaedi). Otras especies se encuentran en animales.

MORFOLOGÍA Y METABOLISMO
Este género comprende bacilos Gram negativos curvos o espirilares. En cultivos viejos adoptan
forma de bacilos o cocobacilos. Poseen fagelos únicos o múltiples. Se trata de gérmenes mi-
croaerófilos de lento desarrollo, cuya temperatura óptima de crecimiento es 37 °C. Presentan
complejos requerimientos nutricionales y, habitualmente, son aislados en medios ricos con
bases como agar brucella, suplementada con sangre y el agregado de antibióticos para inhibir
otros gérmenes que puedan hallarse en la muestra. Las colonias demoran 3 a 4 días en hacerse
visibles. Son catalasa y oxidasa positivos. Helicobacter pylori posee además una enzima ureasa
que es útil para la identificación y el diagnóstico.

HÁBITAT
Su distribución es mundial, ha sido aislado en pacientes de países desarrollados y no desa-
rrollados, tanto en adultos como en niños pequeños. La vía de transmisión no ha sido aún
determinada, probablemente sea fecal-oral u oral-oral. En los países en desarrollo la infección
se adquiere temprano en la infancia, mientras que en Estados Unidos la edad de adquisición
es mucho más tardía. La mayor incidencia de esta infección se asocia a malas condiciones
socioeconómicas.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 311

El hábitat natural de H. pylori es la mucosa gástrica humana. El estómago, con su pH


ácido no es un sector propicio para el crecimiento bacteriano. La enzima ureasa, producida
en grandes cantidades por la bacteria, convierte la urea en amonio lo que crea condiciones
más favorables para la sobrevida del germen. Además, la forma de espirilo y la movilidad
le conferirían la capacidad de resistir la peristalsis. La adherencia por medio de adhesinas
específicas también contribuiría a la persistencia de H. pylori en la mucosa gástrica. Luego de
adquirida la infección, la bacteria reside en la mucosa sin invadir el epitelio. Se desencadena
una respuesta inmune de tipo humoral pero no es eficaz para curar la infección.

MECANISMOS PATOGÉNICOS, PAPEL EN LA ENFERMEDAD GASTRODUODENAL


H. pylori produce diversas sustancias que intervendrían en la patogenia de esta infección:
ureasa, citotoxinas, mucinasa, lipasa, fosforilasa A, adhesinas y hemolisinas. El germen parece
colonizar el estómago por años o décadas, causando inflamación gástrica leve y persistente;
esta suele ser asintomática. En ciertos casos, y por factores aún no aclarados, (probablemen-
te debido a características del huésped o de la cepa involucrada) la respuesta inflamatoria
progresa. Entre los factores más estudiados que llevarían a la progresión de la inflamación
están una citotoxina, una enzima con capacidad de producir vacuolización de las células y
otras sustancias proinflamatorias.
La asociación de gastritis crónica y úlcera péptica con la infección por H. pylori es muy
fuerte y las tasas de infección por H. pylori son significativamente superiores en pacientes con
úlcera péptica que en aquellos controles sanos. También existe asociación de la infección por
H. pylori y úlcera duodenal; luego de un seguimiento de 10 años se demostró que pacientes
con gastritis crónica superficial tienen un riesgo 13 veces mayor de desarrollar úlcera duodenal
que los que no tienen gastritis. Por otra parte, el tratamiento de la infección lleva a la remisión
de los síntomas o a la cura de la enfermedad, aunque no previene las recidivas.
La gastritis superficial puede progresar a gastritis crónica atrófica, y más tarde desarro-
llar adenocarcinoma gástrico, por lo que H. pylori sería un factor de riesgo para este tipo de
tumores.
Se espera disponer, en un futuro no muy lejano, de modelos experimentales que permitan
aclarar la patogenia de esta infección.

MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO DE LA INFECCIÓN POR H. PYLORI


Bacteriología
Se realiza a partir de biopsias de mucosa gástrica o duodenal. Dichas biopsias son homogenei-
zadas y procesadas mediante examen directo y cultivo en medios y condiciones de atmósfera y
temperatura ya analizados. Luego de 4 a 7 días las colonias aisladas son identificadas mediante
microscopía y pruebas de oxidasa, catalasa y test de ureasa rápida. A parir de esos cultivos se
pueden realizar estudios de susceptibilidad a drogas.
La actividad de la enzima ureasa es tan importante que si se coloca un trozo de biopsia
gástrica en caldo urea, la presencia de H. pylori se evidencia por la alcalinización del medio
de cultivo en minutos a horas, lo que también se utiliza para el diagnóstico.

Histología
El estudio anatomopatológico de las biopsias ha demostrado ser muy sensible y específico para
el diagnóstico de esta infección. Permite visualizar a las bacterias y sirve para determinar el
tipo de lesión histológica (por ej. gastritis crónica superficial, etc.) y otras lesiones asociadas.
312 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Al igual que el cultivo tiene la desventaja de ser invasivo ya que se requiere de endoscopía
digestiva para obtener la muestra.

Prueba de la urea marcada con carbono radiactivo


Consiste en administrar al paciente por vía oral urea marcada con 13C. De estar presente H.
pylori en el tubo digestivo, la urea es hidrolizada a nivel gástrico por la ureasa liberando CO2
marcado. Este es detectado por técnicas espirométricas.

Serología
La respuesta de anticuerpos puede ser detectada en suero mediante diversas técnicas, resta
por aclarar el valor de la serología, en el diagnóstico y seguimiento de los pacientes.

TRATAMIENTO
Aún no se han establecido claramente la indicación ni el mejor plan terapéutico para erradicar
la infección. En general se han usado planes que combinan uno o dos antibióticos activos a
nivel gástrico con inhibidores de la bomba de protones.

Campylobacter
Es un género de bacilos Gram negativos, de forma curva semejante a una “gaviota”, o de
aspecto espirilar. La especie C. jejuni es la responsable de más del 95% de los casos de diarrea
por Campylobacter. La importancia de este enteropatógeno se demostró en época relativamente
reciente, cuando se dispuso de técnicas y medios de cultivo especiales y se conocieron sus
condiciones de crecimiento. Necesita de medios ricos para crecer, una temperatura óptima
de 42-43 ºC y un ambiente escaso en oxígeno (microaerófilo).
Es agente común de diarrea aguda comunitaria (EPEC, Rotavirus, Campylobacter, etc.). En
niños hospitalizados es la causa más frecuente de diarrea con sangre, después de Shigella. Se
acompaña en general de fiebre y dolores abdominales. La concentración de leucocitos fecales
eliminados en estos procesos es menor que en las shigelosis. Igual ocurre para Salmonella o
Yersinia enterocolítica. En algunos casos (0,15%) se produce invasión sistémica y bacteriemia;
esto ocurre en especial en pacientes añosos o inmunocomprometidos.
La infección por C. jejuni es actualmente reconocida como un antecedente de riesgo
para el desarrollo del síndrome de Guillain-Barré, una neuropatía periférica que se atribuye a
reacciones inmunopatológicas por similitud entre los antígenos lipopolisacáridos superficiales
de esta bacteria y los del tejido neural.
Las infecciones por este germen predominan en verano, pero se siguen observando en
otoño y ya iniciados los fríos. El reservorio de Campylobacter es muy extenso, ya que la mayor
parte de los animales domésticos pueden ser afectados y transmitir la infección por sus heces,
o por los alimentos que de ellos se obtienen, si bien la bacteria no se multiplica habitualmente
en los mismos. Es también frecuente la transmisión fecal-oral interhumana. La mayor parte
de los infectados excretan el germen durante 4-7 semanas.
Aun se discute la patogenia de la diarrea producida por C. jejuni. Muchas cepas son inva-
soras de las células epiteliales; algunas producen citotoxinas y otras elaboran enterotoxinas
semejantes a las de Vibrio cholerae o de Escherichia coli. Existen otras especies como C. coli,
C. laridis, etc., que han sido asociadas a diarrea en humanos.
Campylobacter puede ser observado en frotis de materias fecales diarreicas teñidos con
Gram, si la coloración de contraste se realiza con fucsina de Ziehl y no con safranina.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 313

El cultivo se realiza por siembra directa en medios ricos y selectivos, con agregado de
antibióticos, o sin sustancias inhibitorias, si se filtra previamente la muestra a través de
membranas de 0,45um, que pueden atravesar gracias a su delgadez y gran movilidad, como
ocurre con Leptospira. Se pueden practicar cultivos de enriquecimiento con posterior reais-
lamiento. Las colonias de Campylobacter aparecen como gotas de agua extendidas sobre la
placa, y su identificación debe ser confirmada por observación microscópica de su aspecto
y movilidad, reacción de catalasa y oxidasa positivas, y otras características metabólicas. Es
posible clasificarlos en serotipos según sus antígenos superficiales proteicos y lipopolisacáridos,
o en genotipos por análisis de sus ácidos nucleicos.
C. jejuni es habitualmente sensible a macrólidos y quinolonas, y resistente a betalactá-
micos.

Bibliografía
• Gorbach SL, Bartlett JG and Blacklow NR, editors Infectious Diseases 2nd. ed. Philadelphia: Saun-
ders;1998.
• Koneman E. Diagnóstico Microbiológico, Atlas Color y Texto. 5ta. ed. Buenos Aires: Editorial Medica
Panamericana; 1999.
314 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 315
Página 315

19 Principales grupos de
bacilos gramnegativos
no exigentes
G. Algorta, F. Schelotto

Introducción

El gran grupo de bacilos Gram negativos no exigentes incluye diferentes familias y géneros,
muchos de ellos muy frecuentes en patología médica. Comparten algunas características tales
como poseer en su pared externa un lipopolisacárido (LPS), que les otorga características
patogénicas particulares, tóxicas, la llamada endotoxina de las bacterias Gram negativas.
Muchos de ellos son ubicuos, encontrándose muy difundidos entre los animales y la natu-
raleza, pudiendo causar enfermedad en el hombre y los animales como es el caso de Salmonella;
otros, aunque bien adaptados al medio ambiente, son patógenos humanos exclusivos, por
ejemplo Vibrio cholerae; por último, otros se encuentran bien adaptados a su huésped, como
por ejemplo Shigella. Algunos de estos bacilos Gram negativos poseen atributos de virulencia
bien definidos, comportándose como patógenos primarios, Yersinia pestis, Salmonella typhi,
responsables de la Peste y la Fiebre tifoidea respectivamente. Otros, tales como Acinetobacter
y Pseudomonas producen infecciones oportunistas. Es de destacar que algunos de ellos, como
Escherichia coli, forman parte de la flora normal del tubo digestivo y permanecen en él sin
causar enfermedad, siempre y cuando no se modifiquen las condiciones de su hábitat.
En este capítulo se hará énfasis en aquellas familias, géneros y especies que se encuentran
más frecuentemente relacionados con la patología humana.

Enterobacteriaceae
Esta familia comprende un número muy variado de géneros y especies bacterianos cuyo hábitat
natural es el tubo digestivo del hombre y los animales. No todos los bacilos Gram negativos
que tienen este hábitat forman parte de la familia Enterobacteriaceae. Se los encuentra en el
suelo, agua, frutas, vegetales y otras plantas, y en los animales, desde los insectos al hombre.
La familia está definida por un conjunto de características fenotípicas (bioquímicas, fisiológicas
e inmunológicas) a las que se han agregado posteriormente otros elementos establecidos por
técnicas de hibridación de ácidos nucleicos que miden distancias evolutivas y han definido
mejor la interrelación de todos los microorganismos integrantes de la familia.
Son bacilos Gram negativos rectos, con un diámetro de 0.3 a 1.5 micras. Si son móviles,
presentan flagelos perítricos. No forman esporos. Desarrollan en presencia o en ausencia de
oxígeno (aerobios-anaerobios facultativos). Desarrollan rápidamente en medios simples, no
siendo exigentes desde el punto de vista nutricional. Algunos desarrollan en glucosa como
316 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

única fuente de carbono, mientras otros requieren el agregado de vitaminas o minerales en el


medio de cultivo. Son quimioorganotrofos, poseen metabolismo fermentativo y respiratorio.
Son catalasa positivos y oxidasa negativos; reducen los nitratos a nitritos. El contenido de
Guanina + Citosina del DNA total es de 38 a 60 moles %. En los medios de cultivo forman
colonias lisas, convexas y circulares de bordes definidos. Algunas especies desarrollan colonias
más mucoides que otras (por ejemplo Klebsiella).

CARACTERES BIOQUÍMICOS
Los bacilos Gram negativos que integran esta familia pueden identificarse por medio de la
expresión fenotípica de algunos caracteres genéticos. Los métodos utilizados tienen como
principio:
• La investigación de la fermentación de azucares o alcoholes en un medio peptonado con
el agregado de un indicador de pH para detectar la producción de metabolitos ácidos.
• La investigación de la utilización de un substrato como única fuente de C.
• La investigación de producción de ciertas enzimas sobre substratos generadores de co-
lor.
• La investigación de la producción de un metabolito, producto final característico de una
vía metabólica.
• La investigación de la aptitud de desarrollar en presencia de un inhibidor.

CARACTERES ANTIGÉNICOS
Los microorganismos pertenecientes a la familia Enterobacteriaceae poseen una estructura
antigénica compleja.

Los antígenos O, antígenos somáticos


Son la parte más externa del LPS y están formados por unidades polisacáridas repetidas.
Algunos contienen un único azúcar. Son termoestables y alcohol-estables, detectándose por
aglutinación simple. La naturaleza de los grupos terminales y el orden en que estos azucares
están dispuestos en las unidades repetitivas determina la especificidad de los numerosos
antígenos O. Un mismo microorganismo puede poseer varios antígenos O. Cada género está
asociado a grupos antigénicos específicos, por ejemplo la mayoría de los serotipos de Shigella
comparten uno o más antígenos O con Escherichia coli (Shigella y E. coli pertenecen al mismo
género). Por otra parte E. coli puede tener reacciones cruzadas con especies de los géneros
Klebsiella y Salmonella. En E. coli algunos antígenos somáticos están asociados con fenotipos
virulentos específicos, por ejemplo E. coli O:111 y O:119 son frecuentemente agentes etio-
lógicos de diarrea aguda en los niños pequeños.

Los antígenos K, externos a los antígenos O


Algunos constituyen una verdadera cápsula visible al microscopio, como sucede con Klebsiella,
mientras que en E. coli por ejemplo, su estructura no es visible al microscopio óptico y se los
denomina antígenos de envoltura por comportarse como si envolvieran la bacteria volviendo
inaglutinable el antígeno O de la pared. Son de naturaleza polisacárida. Otros antígenos de
envoltura pero de naturaleza proteica se presentan como fimbrias.

Los antígenos H, flagelares


Son de naturaleza proteica. Esta proteína que constituye los flagelos es llamada flagelina.
Este antígeno es termolábil y destruido por el alcohol. El contenido de aminoácidos y el
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 317

orden en que estos se encuentran en las flagelinas determina la especificidad de los diversos
antígenos. Como ya fue mencionado, los flagelos bacterianos están compuestos de un solo
tipo de proteína. En Salmonella existe variación de fase. Como resultado de ello, la proteína
flagelar puede ser de dos tipos por medio de un mecanismo de regulación genética (inversión
sitio específico), que involucra:
• dos genes que codifican las dos proteínas, pero solo uno se expresa en cada momento;
• un gen represor de uno de estos genes;
• y la inversión de un segmento de DNA que modifica la dirección de la transcripción.

CARACTERÍSTICAS PATOGÉNICAS
Se ha asociado a cepas de Enterobacteriaceae con abscesos, neumonías, meningitis, septicemia,
infecciones de heridas, infecciones de las vías urinarias e intestinales. Son el componente
mayor de la flora normal intestinal, pero son relativamente poco frecuentes en otros sitios
del organismo. Algunas especies son importantes como causa de infecciones nosocomiales.
Significan el 50% de todos los aislamientos clínicos y el 80% de los bacilos Gram negativos.
Representan el 50% de los casos de septicemia y más del 70% de las infecciones urinarias.
Hasta 1940 solo Salmonella y Shigella estaban relacionadas con gastroenteritis humana.
Actualmente es bien conocido que algunas variantes patogénicas de E. coli son causa signi-
ficativa de enfermedad diarreica y que cepas invasivas de Yersinia enterocolítica son causa de
diarrea y adenitis mesentérica.
Clásicamente se han descrito a las especies no relacionadas con enfermedad diarreica,
como agentes de infecciones oportunistas, capaces de producir enfermedad en el hospedero
inmunocomprometido o por transposición de flora. Es importante destacar, algunas excep-
ciones ya mencionadas. Por otra parte salvo Shigella que raramente causa infecciones fuera
del tracto gastrointestinal, muchas especies de Enterobacteriaceae causan frecuentemente
infecciones extraintestinales.

ESCHERICHIA COLI
Es llamada así en honor del pediatra que la aisló y caracterizó en 1885. Junto a otras especies
de incidencia excepcional, forma el género Escherichia. Constituye la especie dominante de
la flora aerobia del tubo digestivo, más de 10 serotipos coexisten normalmente en el mismo
individuo. Son estas mismas bacterias integrantes de la flora normal las que pueden causar
en diversas circunstancias infecciones abdominales, septicemias, meningitis, etc. El poseer
determinadas características antigénicas, como el antígeno de envoltura K1, muy parecido
por su composición en ácido siálico al antígeno capsular de Neisseria meningitidis del grupo
B, daría a este germen potencialidades invasivas. El 80% de E. coli aisladas de meningitis del
recién nacido poseen este antígeno K1.
Por otra parte el poseer plásmidos que portan genes que codifican para la producción
de diferentes adhesinas, enzimas o enterotoxinas otorga a E. coli características patogénicas
particulares y la capacidad en una u otra circunstancia, dependiendo de la o las proteínas
producidas, de dar infecciones urinarias o gastrointestinales.
Los caracteres bioquímicos para la identificación de esta especie se describen en la tabla
correspondiente. Es habitualmente fermentador de la lactosa, urea y citrato negativo, indol
positivo y móvil.
Desde el punto de vista antigénico en E. coli se han descrito más de 150 serogrupos O.
Poseen antígenos de envoltura polisacáridos K, que, como es habitual en el mundo bacteriano,
permiten a la bacteria resistir más fácilmente la fagocitosis que las bacterias no capsuladas.
318 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Asimismo se describen más de 56 antígenos H que permiten completar su clasificación en


serotipos O:H. De lo dicho se desprende que una tipificación antigénica completa es resorte
de laboratorios especializados y no forma parte del trabajo corriente de los laboratorios.

Patogenia
Como ya fue mencionado E. coli puede integrar la flora normal, causar diarrea, infección
urinaria, meningitis, etc. Pero una cepa que causa diarrea no causara infección urinaria ni
meningitis. La versatilidad de este microorganismo esta dado porque E. coli ha adquirido
conjuntos diferentes de genes de virulencia. E. coli es un excelente ejemplo de que el poseer
un conjunto de genes es lo que hace que una bacteria sea patógena, y no la designación de
género o especie.
Se ha propuesto para E. coli agente de diarrea una clasificación de acuerdo a sus mecanis-
mos de virulencia, los llamados virotipos. Aunque arbitraria, esta clasificación es muy útil. Se
describen 5 virotipos. E. coli enterotoxigenico (ETEC), E. coli enteroagregativo (EAggEC),
E. coli enteropatogénico (EPEC), E. coli enterohemorrágico (EHEC), y E. coli enteroinvasor
(EIEC).

E. coli enterotoxigénico (ETEC)


Se parece mucho a V. Cholerae; la enfermedad que produce es similar, pero más leve. Adhiere
a la mucosa del intestino delgado, no la invade, y elabora toxinas que causan diarrea. No hay
cambios histológicos en las células de la mucosa y hay muy poca inflamación. Clínicamente
hay diarrea acuosa, vómitos y raramente fiebre. Es la llamada infección no inflamatoria del
intestino delgado.
Esta clase de E. coli causante de diarrea está integrada por numerosos serogrupos y
serotipos (O:6, O:8, O:25, O:78, etc.), ya que los determinantes patogénicos (fimbrias y
toxinas) están codificados en plásmidos transferibles. Su identificación es compleja, ya que
requiere la detección de su DNA característico (por sondas o PCR), o la demostración por
ELISA de la producción de toxinas en cepas que pueden encontrarse en forma minoritaria
en el coprocultivo.

Factores de virulencia
Para adherirse a las células de la mucosa ETEC produce diversos tipos de pili. Un tipo de
ellos, los llamados factores antigénicos de colonización I y II (CFA/I y CFA/II) y otros, parece
contribuir fuertemente a la colonización por estos microorganismos. Los receptores para estas
adhesinas están aun en estudio, pero se piensa que son glicoproteínas. Los genes que codifican
para CFA están frecuentemente localizados en plásmidos.
La diarrea producida por cepas de ETEC es causada por la acción de dos diferentes
toxinas: toxina termolábil (LT) y toxina termoestable (ST). Hay dos LT y su estructura y
mecanismo de acción es el de la toxina colérica. Tienen diferencias en la excreción de la
célula bacteriana y en la regulación genética de su síntesis. ST es una familia de pequeñas
toxinas polipeptídicas. Los genes que codifican para LT y ST son portados por plásmidos. A
menudo el mismo plásmido lleva los genes de las adhesinas y toxinas.

E. coli enteroagregativo (EAggEC)


Son agentes de diarrea persistente en niños. Las cepas de EAggEC se parecen a ETEC en que
se unen a las células intestinales, no son invasivas y no causan modificaciones histológicas
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 319

en las células de la mucosa. Difieren de ETEC en que no adhieren en forma uniforme sino
que lo hacen en pequeños agregados.

Factores de virulencia
Estas cepas poseen unas estructuras fibrilares muy delgadas que se presumen son los pili de
adherencia. Aunque es posible que estos pili promuevan la adherencia de estas bacterias entre
sí, más que la adherencia a la célula del hospedero (forma de adherirse en agregados).
Producen una toxina similar a ST llamada EAST (ST enteroagregativa). Otra toxina
producida por EAggEC es una toxina muy similar a una hemolisina producida por cepas de
E. coli que causan infecciones urinarias. Esta toxina no hidroliza eritrocitos pero produce
poros en las membranas celulares del hospedero.

E. coli enteropatógeno (EPEC)


EPEC es causa de diarrea severa en niños pequeños, de gran trascendencia en países subde-
sarrollados. EPEC exhibe un patrón de adherencia en parches, pero no forma el mismo tipo
de agregados que EAggEC. A diferencia de las anteriores, la adherencia de EPEC produce
alteraciones importantes en la ultraestructura de las células del huésped. Las células a las
que EPEC está adherida alargan las microvellosidades donde EPEC no se encuentra y éstas
desaparecen en el sitio donde la bacteria está adherida. Este fenómeno se refiere como de
unión y borramiento, y es el resultado de un reordenamiento de actina en la vecindad de la
bacteria adherida.
EPEC es más invasora que las anteriores y se produce una reacción inflamatoria.
Esta clase de E.coli está integrada por varios serogrupos, en general los serogrupos asociados
con EPEC están limitados a este virotipo (existen excepciones).

Factores de virulencia
La diarrea producida por EPEC es una enfermedad más compleja y se piensa que sucede en
tres etapas. En un inicio, hay una asociación de la célula bacteriana a la célula del hospedero
llamada unión no íntima, mediada por pili. Este pili llamado Bfp parece no ser la única adhesina
de EPEC. Posteriormente a través de un sistema dependiente de contacto llamado sistema de
secreción tipo III la bacteria infecta proteínas desde el citoplasma bacteriano directamente
desde el citoplasma de la célula eucariota, produciendo alteraciones en la función de la céulla
eucariota con activación de enzimas celulares y aumento de los niveles de Ca++ intracelular,
probablemente debido a fosforilación de proteínas del citoesqueleto y la activación de enzimas
despolimerizantes de actina. La bacteria se asocia entonces más próximamente con la célula
del hospedero (unión íntima) produciéndose un reagrupamiento de actina en la vecindad de la
superficie celular. Histológicamente la deformación de algunas microvellosidades y la destruc-
ción de otras se acompaña de la formación de estructuras similares a pedestales en la célula,
por debajo del sitio de adherencia de la bacteria. Estos pedestales son fibras densas de actina.
La unión íntima esta mediada por una proteína de membrana externa llamada intimina, que
adhiere a receptores translocados por la bacteria al enterocito junto a otras señales proteicas
(TIR: translocated intimin receptor). Otras proteínas se encuentran también involucradas en este
proceso. Algunas bacterias son posteriormente internalizadas dentro de vesículas fagocíticas.
Los genes que codifican los pili Bfp están localizados en plásmidos EAF, pero la mayor parte
de los factores patogénicos están codificados en el cromosoma bacteriano.
320 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

E. coli enterohemorrágico (EHEC)


Se ha reconocido recientemente a EHEC como responsable de cuadros graves. Estas cepas
causan una enfermedad que clínicamente se parece a la disentería producida por Shigella,
aunque no invade las células de la mucosa. La enfermedad producida por EHEC puede com-
plicarse con síndrome urémico hemolítico (SUH) que puede llevar al paciente a la muerte
por falla renal aguda. O157:H7 es el serotipo característico de este grupo de EHEC.
Los cultivos STEC abundan en el intestino de bovinos y otros animales. Pertenecen habi-
tualmente a serotipos no frecuentes en infección humana, pero pueden transferir sus atributos
patogénicos a cepas adaptadas al hombre. Un factor importante de diseminación de estas
bacterias es la posibilidad de contaminación de la carne durante la faena. La mala cocción de
la carne mezclada en hamburguesas y usada en la preparación de comidas rápidas ha llevado
a la existencia de brotes de diarrea o SUH causados por STEC O157 en países desarrollados.
En nuestro país, se han estudiado en los últimos años algunas decenas de pacientes con SUH,
presentándose en forma de casos aislados, sin relación aparente entre ellos.

Factores de virulencia
VTEC posee adhesinas fimbriales codificadas en un plásmido de virulencia de 60 mda., y genes
cromosómicos y plasmídicos que median en los enterocitos del colon un efecto de fijación y
borramiento de las microvellosidades similar al que produce EPEC en el intestino delgado. A
diferencia de EPEC, EHEC produce toxinas iguales o parecidas a la toxina Shiga, por lo cual
se los llama también STEC (Shiga Toxin E. Coli). Estas sustancias proteicas constituyen una
familia de exotoxinas (VT1, VT2, VT2vha, VT2vhb, etc.) llamadas también verotoxinas por su
acción citotóxica sobre cultivos de células Vero de laboratorio. Cada bacteria puede codificar
una o más variantes. La diarrea con sangre y el SUH asociado a STEC son principalmente
debidas a la producción de toxinas Stx, aunque existen otros factores participantes como la
enterohemolisina y otros productos microbianos. Las citotoxinas son producidas localmente
y contribuyen a la patología intestinal, pero pasan a la sangre produciendo efectos sistémicos
que derivan principalmente de la alteración endotelial microangiopática, que favorece la
fragmentación globular, la glomerulopatía y otras alteraciones parenquimatosas.
Los genes que codifican para las STX se encuentran en fagos temperados, lo que permite
a otras cepas productoras de diarrea adquirir capacidad toxigénica y producir una forma
grave de enfermedad.

E. coli enteroinvasor (EIEC)


EIEC produce una enfermedad indistinguible de la disentería producida por Shigella. Los
pasos en la invasión y diseminación célula a célula parecen ser idénticos a los de Shigella.
A diferencia de ésta no produce toxinas, por lo cual no se han descrito casos de SUH en
relación a estas cepas. Al igual que Shigella muchos de los genes involucrados residen en un
gran plásmido de virulencia.
La mayoría de estos gérmenes son inmóviles, anaerogénicos, no decarboxilan la lisina y no
utilizan la lactosa (lactosa negativos). Pertenecen a un conjunto de serogrupos característicos,
bien estudiados por la escuela microbiológica brasileña.

E. coli uropatogénico
Las infecciones del tracto urinario comienzan generalmente con la colonización de la uretra
por cepas originarias del colon previa colonización de la vagina. Una de las mayores defensas
del huésped es la acción lavadora de la orina. Las bacterias que no se pueden adherir van a
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 321

ser lavadas más rápidamente de la vejiga de lo que tardan en multiplicarse. Por otra parte
las bacterias que adhieren están más cerca de la mucosa y tienen mayores facilidades para
provocar respuesta inflamatoria. Numerosas adhesinas de E. coli uropatógeno han sido es-
tudiadas. Los pili tipo 1 contribuyen a la colonización de la vagina y parecen intervenir muy
poco en la adherencia al resto del aparato urinario. La adhesina más importante, sobre todo
en cepas que causan infección renal es pili P. Hay diversidad antigénica en estos pili pero
todos reconocen el mismo carbohidrato como receptor, globobiosa. Este azúcar se encuentra
unido a una ceramida anclada en la membrana de las células del huésped. Estas cepas pueden
poseer otras adhesinas que no son pili, por ejemplo adhesinas afimbriales (AFAI, AFAIII) o la
adhesina Dr, que reconoce al antígeno del grupo sanguíneo Dr como receptor. En general las
cepas de E. coli uropatogénico producen múltiples adhesinas por combinación de diferentes
tipos de pili o diferentes serotipos del mismo pili. Esto podría permitir a las bacterias adaptarse
a diferentes superficies mucosas y ambientales, brindándole un mecanismo de evasión de las
defensas del hospedero.
En cuanto a la respuesta inflamatoria, hay evidencias de que LPS junto a pili P actúan
sinérgicamente provocando esta respuesta. Por otra parte, algunas cepas uropatogénicas de
E. coli producen una exotoxina llamada hemolisina, porque lisaba eritrocitos, aunque luego
se vio que también lisaba otras células. Esta hemolisina (HlyA) pertenece a una gran familia
de hemolisinas llamadas RTX. Todas ellas actúan creando poros en las membranas celulares
de los eucariotas. En el ratón las cepas que poseen HlyA y pili P colonizan la vejiga, el riñón
y matan dos tercios de los ratones testados, por otra parte cepas isogénicas que producen
solo pili P, colonizan pero no causan daño renal ni muerte. Las cepas que no poseen pili y
no producen hemolisina no colonizan. Al menos en el modelo animal la hemolisina media
el daño renal.
Los genes que codifican para pili P están agrupados en el cromosoma. El conjunto contiene
genes para la subunidad mayor (pap A), para las proteínas del tip (pap E, F, G), para proteínas
de procesamiento y ensamblado (pap C, D, H, J, K) y proteínas reguladoras (pap B, I). Salvo
el gen I los demás forman un operón transcripto desde un solo promotor. Por otra parte los
genes para hlyA también están agrupados y en proximidad de los genes para pili. A las regiones
que contienen los genes de virulencia se las ha llamado islas de patogenicidad.

SHIGELLA
Como ya fue mencionado Shigella son bacterias estrictamente humanas. Como sucede frecuen-
temente esta adaptación se produce con pérdida de funciones. Shigella, que por hibridación se
encuentra tan cercano a E. coli que podrían pertenecer a una misma especie, a diferencia de
éste son auxotrofos, inmóviles, poco glucidolíticos, y prácticamente no producen gas en la fer-
mentación de glucosa. Los caracteres bioquímicos se describen en la tabla correspondiente.
En base a los caracteres bioquímicos y antigénicos se describen cuatro especies. S. dysen-
teriae, S. flexneri, S. boydii y S. sonnei. Estas especies se subdividen en serotipos sobre la base
de un factor somático O característico.
Shigella produce una enfermedad inflamatoria aguda del colon con diarrea sanguinolenta,
que en su presentación más característica se manifiesta como una disentería o diarrea disen-
teriforme. Este síndrome clínico está caracterizado por deposiciones de poco volumen con
mucus, pus y sangre; cólicos y tenesmo, acompañados de fiebre; además es característica la
presencia de abundantes leucocitos en el frotis de materias fecales. Se trasmite de persona a
persona directamente por las manos contaminadas o indirectamente por alimentos o agua
contaminados con heces humanas. Se necesita una dosis infectante pequeña para causar
322 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

enfermedad; frecuentemente unas pocas centenas de bacterias ingeridas son suficientes para
provocarla. En el adulto sano es una enfermedad autolimitada aunque molesta; en los niños
pequeños y de poblaciones marginadas puede ser una enfermedad grave que lleve al niño a la
muerte. Se trata de una enfermedad más frecuente en poblaciones con mal saneamiento. Puede
ser esporádica o dar lugar a brotes extensos, e incluso a endemias en instituciones cerradas
como cárceles u organizaciones para discapacitados. La eliminación fecal de los gérmenes
puede prolongarse por varias semanas. Un porcentaje de los enfermos pueden complicarse,
presentando alteraciones hidroelectrolíticas, neurológicas (letargia, cefalea, convulsiones) o
fallo renal (HUS), esto ultimo cuando se trata de S. dysenteriae 1.

Patogenia
Shigella es un buen modelo de enfermedades en las cuales la bacteria invade las células del
hospedero, se replica en su citoplasma y se disemina de célula a célula. Existen dificultades
al no poseer un modelo animal claro, salvo el mono, para estudiar los factores de virulencia.
La mayoría de las investigaciones han utilizado cultivos celulares (células HeLa, macrófagos o
fibroblastos de pollo), el test de la queratoconjuntivitis de Sereny realizado en el ojo del cobayo
y ensayos en asa ileal aislada de conejo. En estudios realizados en células HeLa, la bacteria se
adhiere en una primer etapa a las célula del hospedero. Probablemente los receptores sean
proteínas llamadas integrinas. Esta adherencia provoca reorganización de la actina (proteína
mayor del citoesqueleto de la célula del huésped), polimerización y formación de filamentos no
solubles en la vecindad de la unión bacteriana. Esto provoca la formación de seudópodos y de
esta forma células normalmente no fagocíticas de la mucosa ingieren las bacterias adheridas.
Esta invasión es mejor descrita como fagocitosis inducida. Jugando el papel activo la célula
del hospedero, la bacteria tiene un papel relativamente pasivo luego de la estimulación ini-
cial. Luego de ingeridas, las bacterias se liberan de su vesícula de endocitosis y se multiplican
en el citoplasma de las células. Posteriormente las bacterias utilizan filamentos de actina en
su vecindad y comienzan a moverse a través de la célula del hospedero. Eventualmente las
bacterias pueden diseminarse a células adyacentes. Esto se ha llamado ICS (diseminación
intercelular, en inglés: intercellular spread). En este movimiento se polimeralizan filamentos
de actina en uno de los extremos de la bacteria, creando colas similares a cometas que pro-
pelen las bacterias a través del citoplasma. Una proteína bacteriana alojada en la membrana
externa, llamada IcsA se requiere para este movimiento. IcsA se localiza en un extremo de
la bacteria y tiene actividad ATPasa. Eventualmente la bacteria puede tomar contacto con
la membrana que separa dos células, protruir y escapar a la célula vecina.
En trabajos realizados en células polares, Shigella no se une a los polos apicales de estas
células diferenciadas. Las integrinas se encuentran solo en la superficie basal de la mucosa.
Por lo que otro modelo se ha propuesto para la entrada inicial de Shigella. Esta se haría en
tres etapas. En primer lugar, Shigella atraviesa la mucosa a través de las células M de las pla-
cas de Peyer, células fagocíticas naturales cuyo papel principal es tomar antígenos del lumen
intestinal por fagocitosis y presentarlos al tejido linfoide subyacente de las placas de Peyer.
En una segunda etapa, Shigella usa sus invasinas para invadir las células de la mucosa desde
abajo, donde están ubicadas las integrinas, para, en una tercera etapa, diseminarse a células
adyacentes, causando la muerte de estas células e inflamación.
La forma como se produce la muerte de las células no esta del todo aclarada. Por un lado,
cuando las bacterias están multiplicándose en forma intracelular disminuyen los niveles de ATP
de la célula y aumentan dramáticamente los niveles de piruvato, indicando una alteración del
metabolismo energético. Por otra parte, Shigella puede inducir la muerte celular programada
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 323

en los macrófagos, un fenómeno llamado apoptosis, lo que sugiere otra vía de muerte celular
y, por supuesto, de inflamación. El LPS contribuiría también al daño celular.
Shigella dysenteriae fue aislada por primera vez por Shiga en 1896, durante una epidemia
de disentería en Japón. Produce una toxina, denominada toxina de Shiga, que está asociada
al espacio periplásmico y se libera durante la lisis bacteriana. Esta posee una subunidad de-
nominada A que tiene acción enzimática y 5 subunidades chicas B, cuya acción es de fijación
a la célula intestinal, endotelial, etc., a través de receptores glicolípidos Gb3 de la membrana
celular. Una vez que ingresa a la célula por endocitosis, A inhibe la síntesis proteica, clivando
un residuo adenina de la subunidad 28 S del ribosoma eucariota, e inhibiendo la función
del factor de elongación 1. Se ha visto que la toxina no es esencial para la invasión ni para
la muerte de la célula intestinal. Sí se piensa que juega un rol fundamental en la patogenia
del SUH.
En nuestro país, S. dysenteriae es una bacteria rara. Los 2 aislamientos que tenemos regis-
trados en los últimos 30 años no corresponden al tipo 1. Los casos de SUH que se diagnos-
tican localmente no parecen deberse a este germen, sino a VTEC. S. boydii se aísla también
en forma esporádica. Las especies de Shigella prevalentes en nuestra población son S. sonnei,
que es lactosa positiva tardía, y forma en agar MacConkey colonias relativamente grandes y
rosadas, confundibles con otras enterobacterias, y S. flexneri, que predomina todos los años.
Muchas de las cepas de S. flexneri recuperadas de los niños montevideanos son resistentes
a la ampicilina, al cotrimoxazol, o a ambos productos, utilizados tradicionalmente para el
tratamiento de estas infecciones. S. sonnei sigue siendo habitualmente sensible.
Muchos de los genes que intervienen en la adherencia, invasión de la mucosa y disemi-
nación se encuentran en un gran plásmido de virulencia. Los genes que intervienen en la
invasión son llamados Ipa. Dos de las proteínas codificadas por estos genes, IpaB y IpaC se
encuentran expuestas en la superficie de la bacteria y pueden encontrarse libres en el líquido
extracelular. Otras proteínas no están aun bien estudiadas. IpaB no sólo intervendría en la
invasión sino que también lo haría en la liberación en el citoplasma por lisis de las vesículas,
probablemente por formación de poros en la pared de las mismas. Algunos loci cromosómi-
cos contribuyen a la invasión pero codifican sobretodo proteínas reguladoras. Otros genes
involucrados en las etapas posteriores de la patogénesis de Shigella se encuentran también en
el cromosoma (por ej.: toxina Shiga).

SALMONELLA
La mayoría de los serotipos de Salmonella habitan el intestino del hombre y los animales. Hay
algunos serotipos que se encuentran adaptados a una sola especie animal, como por ejemplo
Salmonella typhi, responsable de la fiebre tifoidea, que se encuentra solamente en el hombre.
Las características patogénicas son tan variadas como su hábitat natural. Las salmonelosis se
pueden dividir según las presentaciones clínicas en:
• Formas digestivas, gastroenteritis, el más frecuente de los cuadros clínicos causados por Sal-
monella. Estas son las diarreas del niño pequeño y las clásicas toxiinfecciones alimentarias,
consecutivas a la ingestión de alimentos contaminados con una cepa de Salmonella.
• Formas septicémicas, graves, prototipo de las cuales es la fiebre tifoidea.
• Formas diversas de gravedad variable: meningitis, osteítis, etc.; mucho menos frecuen-
tes.
La clasificación de Salmonella es compleja. Dentro del género Salmonella prácticamente
una única especie tiene importancia en patología humana y animal y una única subespecie
324 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

llamada Salmonella enterica subespecie enterica, pero se describen aproximadamente 2000


serotipos dentro de esta subespecie, por lo que corrientemente se los llama por el nombre del
serotipo, por ejemplo Salmonella typhi, ya mencionada, o Salmonella enteritidis.
Salmonella son móviles y, salvo los serotipos bien adaptados a una especie animal, son
prototrofos. Las características bioquímicas se describen en la tabla correspondiente.
Desde el punto de vista antigénico, poseen antígenos O somáticos, antígenos de envoltura
y antígenos flagelares H con dos especificidades antigénicas expresadas alternativamente,
como ya fue descrito.

Presentaciones clínicas
Gastroenteritis: los síntomas aparecen 6 a 24 horas luego de la ingestión del alimento o agua
contaminados, y pueden durar hasta una semana o más. Náuseas, vómitos, dolor abdominal
y diarrea, son los síntomas principales. La severidad varía de una persona a otra, pudiendo
llegar a presentar dolores que hagan pensar en apendicitis y diarreas severas, inclusive con
sangre. La mayoría de los casos ocurren en niños menores de 10 años y los síntomas pueden
ser más severos en este grupo. La infección puede volverse sistémica. La infección sistémica
es más frecuente en lactantes o enfermos inmunocomprometidos (cáncer, SIDA). En adultos
inmunocompetentes, ello ocurre sólo con S. typhi, y a veces con S. choleraesuis y otras, pero
en los niños puede ocurrir con muchos serotipos. Esto fue estudiado y descrito por la escuela
microbiológica uruguaya, que contribuyó históricamente al estudio de las gastroenteritis infan-
tiles y sus agentes etiológicos (identificación de Salmonella montevideo, S. cerro, S. berta y otras).
Funciona actualmente en el Instituto de Higiene, Departamento de Bacteriología y Virología,
el Centro Nacional de Salmonelas, que realiza la identificación bioquímica y antigénica de
cepas aisladas en el país o en el exterior, y que contribuye al estudio y control de los últimos
brotes. En general se trata de una enfermedad molesta pero poco peligrosa, aunque durante
los grandes brotes se ven algunos enfermos graves y pueden morir algunos pacientes.
S. enteritidis y S. typhimurium son los serotipos más frecuentes aislados en toxiinfecciones
alimentarias. Diversos alimentos están involucrados, los derivados cárnicos y huevos son
algunos de los más frecuentes. Las técnicas modernas en la cría de las aves, el hacinamiento
y las dietas hiperprotéicas llevan a altos niveles de portación intestinal de Salmonella. En los
mataderos es frecuente la contaminación de las carcasas y de las superficies de los huevos. Se ha
demostrado también la transmisión transovárica de Salmonella de las gallinas a sus huevos. La
idea de que huevos de cáscara sana son seguros es por lo tanto falsa. La enfermedad resulta del
consumo de alimentos contaminados mal cocidos o de contaminación cruzada con alimentos
crudos en las cocinas. Con escasa frecuencia esto último puede ocurrir a partir de portadores
humanos del germen que manipulan alimentos, (el hombre puede excretar Salmonella durante
meses después de la infección clínica, o en forma permanente con reservorio habitualmente
biliar, xomo puede suceder con S. typhi.
Otra forma de propagación de la enfermedad, no desdeñable, dejando de lado las toxi-
infecciones alimentarias, es la transmisión interhumana, de persona a persona por medio de
las manos contaminadas.
S. typhi es el serotipo específico que causa la fiebre tifoidea. El hombre la adquiere por con-
sumir alimentos o agua contaminados por heces humanas. La contaminación de los alimentos
puede también ocurrir durante su preparación con manipuladores de alimentos portadores
de S. typhi y que eliminan gran número de bacterias en sus materias fecales. Infectados asin-
tomáticos y portadores que han padecido la enfermedad previamente, son los que mantienen
la fuente de infección. En los países desarrollados y aquellos que han logrado buenos niveles
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 325

de saneamiento y educación no es un problema de salud pública. El período de incubación


es de 1 semana a 1 mes. Puede presentar diarrea. Posteriormente el paciente presenta fiebre
y anorexia que puede durar hasta 2 o 3 semanas. La enfermedad sin tratamiento antibiótico
puede llevar al paciente a la muerte.

Patogenia
Es sorprendente lo limitado del conocimiento en la patogenia de las infecciones causadas por
Salmonella. S. typhi atravesaría la mucosa por medio de las células M, se multiplicaría en la
submucosa y de allí se diseminaría. Las bacterias se multiplican en hígado y bazo y pasarían
desde allí a la circulación general. Se han visto, en otros serotipos, bacterias dentro de las
células mucosas absortivas y en macrófagos asociados a la mucosa. No es claro el mecanismo
por el que se produce la diarrea.
S. typhimurium produce en el ratón un cuadro muy similar al de la fiebre tifoidea en el
hombre por lo que se lo ha aceptado como un buen modelo para su estudio.
Salmonella, al igual que otros patógenos digestivos, induce a las células del huésped a eng-
lobarlos, pero de modo algo diferente a la fagocitosis inducida ya descrita para otros patógenos.
Luego de adherida la bacteria a la superficie celular, se produce un pliegue en la célula, que la
rodea y la introduce en una vesícula de endocitosis. Hay intensa polimerización de actina en
la vecindad y luego de introducida, ésta desaparece. La bacteria no escapa de la vesícula ni
entra en el citoplasma, se multiplica en este fagosoma para ser posteriormente liberadas. Por
otra parte, estas bacterias pueden sobrevivir a la fagocitosis, resisten la muerte por el comple-
mento. Al menos 200 genes se encuentran involucrados. S. typhimurium posee un plásmido de
virulencia cuya presencia otorga a la bacteria la capacidad de causar enfermedad sistémica en
el ratón. En S. typhi todos los genes son cromosómicos. Los genes de virulencia de Salmonella
están regulados por un gran número de factores ambientales, tales como falta de nutrientes,
anaerobiosis, pH, etc. El LPS tiene un papel importante en la respuesta inflamatoria durante
la invasión de la mucosa y es responsable de los síntomas de la infección sistémica.

KLESBIELLA
La principal especie de este género es Klebsiella pneumoniae, muy expandida en la naturaleza.
Se la aísla frecuentemente de materias fecales del hombre y los animales, pero también de
aguas, vegetales y alimentos. Son bacilos Gram negativos inmóviles, a menudo capsulados.
La cápsula es de naturaleza polisacárida. Las propiedades bioquímicas se describen en la tabla
correspondiente.
Desde el punto de vista antigénico, es útil en epidemiología la determinación de los an-
tígenos capsulares. Existen más de 70 tipos capsulares diferentes. Pueden existir reacciones
cruzadas con antígenos capsulares de otras especies bacterianas. El poseer cápsula otorga a
estas bacterias un aspecto colonial mucoide.
Se trata de patógenos oportunistas, pueden provocar diversos cuadros clínicos en el
hombre: infecciones urinarias, bacteriemias, neumonías, infecciones hepatobiliares, etc. Un
porcentaje elevado de aislamientos de Klebsiella, particularmente aquellos de infecciones
nosocomiales, contienen plásmidos de resistencia a los antibióticos. Puede ser resistencia a
betalactámicos, aminoglucósidos, etc.

ENTEROBACTER - SERRATIA
Estos dos géneros comprenden diversas especies presentes en general en el tubo digestivo
326 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Tabla 1. Propiedades bioquímicas de Enterobacteriaceae

Salmonella

Citrobacter

Shigella

E. coli
moniae
Klebsiella pneu-

Enterobacter
Erwinia

Serratia
Proteus vulgaris

Proteus mirabilis

Morganella

Providencia

Edwarsiella
colítica
Yersinia entero-
Movilidad + + - +o- - + + + + + + + + -a
37ºC
Gas en glucosa + + - + + + d d + + + d + -
Lactosa - +oX - +oX + +oX d -oX - - - - - -(+)
Test ONPG - + d + + + + + - - - - - d
SH2 + + - - - - - - + + - - + -
Ureasa - -(+) - - + - - - + + + - - +

Ph.alanina - - - - - - - - + + + + - -
deaminasa PDA
Indol - - d + - - - - + - + + + d
LDC + - - d + d - + - - - - + -
Citrato de Sim- + + - - + + + + d d - + - -
mons
Manitol + + d + + + + + - - - d - +
Adonitol - - - - + d - d - - - d - -
Sacarosa - d - d + + d + + X - d - d
Salicina - d - d + + d + + d - - - X
Dulcitol + d d d d - d - - - - - - -
RM + + + + - - - - + + + + + +
VP - - - - + + + + - d - - - +a
28ºC
Malonato - - - - + d d - - - - - - -
ADH -(+) - - d - d - -(+) - - - - - -
ODC d - d d - + - + - + + - + d
+: positivo,-: negativo,X: irregularmente positivo,(+): positivo tardío,d: diferentes
reacciones,ONPG: orotonitrofenil-B-D-galactopyrtanósido, PH-alanina DA: fenilalanina deami-
nasa, LDC: lisina decarboxilasa, ODC: orinitina decarboxilasa, ADH: arginina dihidrolasa, RM:
rojo de metilo, VP: Voges-Proskauer

del hombre y los animales, en el suelo, vegetales y en aguas. Las características bioquímicas
se describen en la tabla correspondiente.
Son patógenos oportunistas. Al igual que Klebsiella los aislamientos hospitalarios gene-
ralmente presentan resistencias a múltiples antibióticos.

PROTEUS-MORGANELLA-PROVIDENCIA
Estos tres géneros forman un grupo caracterizado por poseer la capacidad de desaminar
oxidativamente los aminoácidos formando ácidos cetónicos. Habitan el tubo digestivo del
hombre y los animales, encontrándose también en el suelo, vegetales y aguas. Las especies
más frecuentemente aisladas en cada genero son Proteus mirabilis, Morganella morgagnii y
Providencia rettgeri.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 327

Son bacilos Gram negativos muy polimorfos, móviles. Proteus spp. poseen una movilidad
extrema que les permite invadir los medios sólidos bajo forma de “hauch”. Las propiedades
bioquímicas se describen en la tabla correspondiente.
Desde el punto de vista patogénico, son agentes de infecciones del tracto urinario,
pudiendo causar infecciones sistémicas en huéspedes inmunocomprometidos. P. mirabilis
ha sido más estudiado, encontrándose factores de virulencia para el aparato urinario, tales
como adhesinas y una hemolisina; se ha sostenido por años el papel de la ureasa producida
por Proteus y Morganella en la patogenia de pielonefritis.

YERSINIA
Este género comprende varias especies, entre ellas Y. pestis, agente de la peste o plaga bubónica
o neumónica, comúnmente llamada la muerte negra, enfermedad de los roedores, trasmitida
ocasionalmente al hombre por las pulgas, con pandemias históricas desde el siglo VI, donde
mató a un tercio de la población en Europa. Luego de la edad media han habido brotes en
diversas partes del mundo, sobre todo en relación con las guerras. Se han denunciado casos
en 1995 y comienzos de 1996 en India, Madagascar y otros países africanos, en Brasil y Perú.
Y. pestis es endémica en algunas regiones tales como Irán y el oeste de Estados Unidos.
Otra especie, Y. enterocolítica es muy ubiquitaria. Algunos biotipos están relacionados
con enterocolitis en el hombre. Raramente presenta infecciones sistémicas, sin embargo, las
bacterias atraviesan con frecuencia la mucosa y se multiplican en los nódulos linfáticos mesen-
téricos. Debido a los intensos dolores abdominales el cuadro puede confundirse con apendicitis.
Ocasionalmente puede haber una artritis reactiva 2 a 6 semanas luego de la infección. Esto
se ve frecuentemente en pacientes con antígeno HLA-B27 de histocompatibilidad. Y. ente-
rocolítica posee la característica de crecer mejor in vitro a 28 ºC que a 37 ºC, y de desarrollar
también a 4 ºC, siendo esta última la causa de la existencia de brotes de infección intestinal
a partir de agua o alimentos conservados (leche, pescado, carnes, especialmente porcina), o
de infección parenteral con origen en derivados sanguíneos refrigerados.
Son relativamente frecuentes como agentes de gastroenteritis en países fríos (Canadá,
Suecia, Bélgica). En el nuestro son escasos los aislamientos clínicamente significativos.
Y. enterocolítica posee un plásmido de virulencia de 40-45 mda. que le confiere expresión
de ciertas proteínas de superficie, invasividad, resistencia al suero humano normal, y otras
propiedades. También Y. pestis posee al menos un gran plásmido de virulencia.

Vibrionaceae

La familia Vibrionaceae agrupa diferentes géneros de bacilos Gram negativos con un hábitat
primario acuático. Se los encuentra en el mar en aguas frescas y en relación con animales
acuáticos. Diversas especies son patógenas para el hombre, peces, así como otros vertebrados
e invertebrados.
Aunque la familia fue definida inicialmente en un intento de agrupar especies oxidasa
positivas y móviles por flagelos polares, para diferenciarlas de los integrantes de la familia
Enterobacteriaceae, se vio que todos estos microorganismos comparten atributos distintivos
que sugieren un origen evolutivo común.
Son bacilos Gram negativos, rectos o curvos. Móviles por flagelos polares. No forman
esporos. Quimioorganotrofos, desarrollan en medios simples, son anaerobios facultativos,
capaces de tener un metabolismo fermentativo o respiratorio. La mayoría oxidasa positivos. La
328 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Tabla 2. Propiedades bioquímicas de Vibrionaceae


Vibrio Aeromonas Plesiomonas
Manitol + + -
O129 S R R
Tween 80 estearasa + + -
LDC + - +
ODC (+) - +
ADH - (+) +
Inositol - - (+)
+: positivo, -: negativo, (+): positivo tardío, S: sensible, R: resistente.

Tabla 3. Propiedades bioquímicas de V. cholerae


Oxidasa +
LDC +
ODC +
ADH -
Manitol +
Inositol -
Sacarosa +
VP d
Gelatinasa +
NaCl gr% 0-5
LDC: lisina decarboxilasa, ODC: ornitina decarboxilasa, ADH: arginina dehidrolasa, VP: Voges-Pros-
kauer.

mayoría de las especies requiere 2-3% de ClNa o agua marina para desarrollar. El porcentaje
G + C del ADN va de 38 a 63%.
Los géneros que forman esta familia son: Vibrio, Photobacterium, Aeromonas y Plesiomonas,
teniendo importancia médica especies de los géneros Vibrio, Aeromonas y Plesiomonas. Las
propiedades bioquímicas se describen en la tabla correspondiente.
Por muchos años la única especie que interesó a los microbiólogos fue V. cholerae, agente del
cólera epidémico. Otras especies tales como V. parahemolyticus pueden causar toxiinfecciones
alimentarias en el hombre luego de la ingestión de productos del mar; siendo la primera causa
de diarrea en el Japón, donde se consume pescado crudo. Otras especies de Vibrio y Plesio-
monas shigelloides también están relacionadas con gastroenteritis. Por otra parte, Aeromonas
hydrophila es responsable de infecciones de heridas que han sido expuestas a aguas poluidas,
y ocasionalmente, puede provocar infecciones sistémicas en enfermos inmunodeprimidos.

VIBRIO CHOLERAE
Es el agente del cólera, una enfermedad epidémica grave que ha matado millones de personas
y continúa siendo un importante problema de salud en todo el mundo. Conocida desde la
antigüedad, permanece endémica en las regiones del delta del Ganges y en el Sudeste Asiático.
A partir del comienzo del siglo XIX la enfermedad se ha expandido en todo el mundo en
ondas sucesivas, junto a grandes movimientos poblacionales. La historia moderna del cólera
comienza en 1817 con la primera de las 7 pandemias. El continente americano estuvo libre
de cólera desde el comienzo del siglo XX, la última epidemia en Uruguay fue en 1895. Luego
de cada introducción todas duraban unos años y parecían haber desaparecido. En 1950 sólo
había cólera en Asia.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 329

En 1961 V. cholerae O:1 biotipo el Tor se diseminó fuera de Indonesia, primero a otros
países asiáticos y Medio Oriente luego en la década de 1970 a Africa, Sureste europeo e islas
del Pacífico. En enero de 1991 se notificaron los primeros casos de cólera en Perú. En unas
semanas se diseminó rápidamente en el país. La enfermedad afectó todas las edades con una
muy alta incidencia y al principio alta mortalidad. Esta última fue disminuyendo a medida que
se implementó la asistencia médica. Entre 1991 y 1992 el número acumulativo de casos en
Perú, representó el 2,5% de la población. Dada la alta incidencia de la epidemia y asumiendo
que además muchas de las infecciones fueron asintomáticas, luego de 2 años, la mayoría de la
población había estado infectada. Hacia 1993 todos los países de América Central y América
del Sur, salvo Uruguay, habían reportado casos. Y todos los afectados en 1991 continuaron re-
portando en los siguientes años. El comportamiento es de oscilación estacionaria, apareciendo
el mayor número de casos en los meses cálidos. Luego de la diseminación epidémica inicial,
es posible que el cólera persista en algunas áreas por años en un estado de endemia.
Es indiscutible que la mejor forma de controlar el cólera en las poblaciones es el poseer agua
potable y un adecuado saneamiento, que, junto a la educación, son los pilares fundamentales
del control de estas epidemias y además contribuyen al desarrollo de estas poblaciones. De todas
formas, desde 1880 se ha tratado de desarrollar vacunas; los intentos más recientes se dirigen
a la utilización de vacunas orales, atenuadas, buscando una respuesta IgA secretoria.
V. cholerae es un bacilo Gram negativo, curvo, con forma de coma. Desarrolla bien en
medios simples. Aunque su desarrollo está estimulado por la presencia de sodio, esta especie,
a diferencia de las otras especies del género, desarrolla en medios sin el agregado de ClNa. V.
cholerae tolera condiciones de alcalinidad y es capaz de desarrollar a pH 10. Estas propiedades
se utilizan para aislar el germen de las muestras clínicas, de alimentos o del agua. Las cepas
epidémicas de V. cholerae se dividen en dos biotipos: clásico y el Tor.

Estructura antigénica
Se puede dividir en base a sus antígenos somáticos. Se describen al menos 139 serogrupos
diferentes. Todos comparten un mismo antígeno flagelar. Las cepas pertenecientes al sero-
grupo O:1 hasta 1992 fueron las únicas asociadas con cólera epidémico. Desde 1992 un
nuevo serogrupo O:139 ha sido relacionado con cólera epidémico en India y Bangladesh.
Los biotipos son aplicables solamente a V. cholerae O:1. Las cepas pertenecientes a los otros
serogrupos se asocian a casos de diarrea ocasional o enfermedades extraintestinales. Las
cepas del serogrupo O:1 se dividen clásicamente en 3 serotipos: Ogawa, Inaba e Hirojima.
Las cepas aisladas pueden sufrir conversiones de Inaba a Ogawa, por lo que los serotipos son
de escaso interés epidemiológico.

Patogenia
V. cholerae causa enfermedad en el hombre porque es capaz de colonizar el intestino delgado
luego de ingerido. Se adhiere a la superficie mucosa y produce una enterotoxina, la toxina
colérica que actúa en las células mucosas intestinales. Esta acción está dirigida a alterar el
balance hidroelectrolítico de estas células, disminuyendo la entrada de sodio y aumentando
la salida de cloro y agua hacia la luz intestinal, resultando en diarrea importante y disbalance
electrolítico, que puede llevar al paciente a la muerte por shock hipovolémico. Con un buen so-
porte de líquido y electrolitos el paciente sobrevive, siendo una enfermedad autolimitada.

Factores de virulencia
Hasta hace cinco años se creía entender muy bien los mecanismos patogénicos de V. cholerae.
330 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Estos se explicaban por tres factores: flagelo, que permitía a la bacteria nadar hasta la mucosa
intestinal; pili, que mediaba la adherencia a las células de la mucosa; y la toxina colérica, que
producía diarrea severa. Investigaciones recientes demuestran una mayor complejidad en este
modelo. Primero, la regulación de los factores de virulencia ha demostrado ser mucho más
compleja de lo esperado, con muchos cambios adaptativos al huésped humano. Segundo,
muchas cepas producen otras toxinas además de toxina colérica, aunque esta es indiscutible-
mente la causa más importante de los síntomas en el cólera. Tercero, las células del huésped
no son sólo blancos pasivos de la acción de la toxina.

Colonización de la mucosa del intestino delgado.


Además de las evidencias descritas de que la motilidad flagelar puede ayudar a V. cholerae a
alcanzar la mucosa intestinal, la mayoría de las investigaciones han sido dirigidas a ver lo que
sucede cuando V. cholerae alcanza la mucosa. Una contribución importante a la colonización
es la presencia de largos filamentos formando un agrupamiento en la superficie de la bacteria.
Cepas que carecen de estos pili son avirulentas. Se los ha llamado Tcp pili (pili coregulado
con la toxina). Tres genes están involucrados en la regulación de la expresión de los genes
de la pilina, y al menos cuatro lo están en la secreción y ensamblaje. Son un conjunto de 15
genes que tienewn origen fágico y forman una isla de patogenicidad. A diferencia de lo que
sucede en otras bacterias estos pili están localizados solamente en una porción de la superfi-
cie celular. Por otra parte, V. cholerae produce una hemaglutinina que podría contribuir a la
adherencia, además de otra posible adhesina codificada por unos genes llamados factores de
colonización accesorios (acf). V. cholerae secreta una proteasa originalmente llamada mucinasa
que no parece tener un papel importante en la virulencia.

Toxina colérica
No hay dudas sobre la relevancia de esta toxina como factor de virulencia. Es una toxina
que actúa por ADPribosilación tipo A-B. Posee una subunidad A (enzimática), y 5 subuni-
dades B idénticas (unión). Tienen un peso molecular de 27 y 11,7 kDa respectivamente. La
subunidad A debe ser clivada para ser enzimáticamente activa en A1 y A2. Los genes que
codifican la subunidad A (ctxA) y la subunidad B (ctxB) son parte del mismo operón y se
encuentran en el cromosoma, en un segmento móvil que tiene origen fágico. Los pili Tcp,
constituyen los receptores del fago codificante de la toxina. El gen ctxB es más activamente
transducido, produciéndose en exceso. Las subunidades A y B transducidas son secretadas
al espacio periplásmico donde son ensambladas. Una proteína (TcpG) que actúa en la for-
mación del pili, intervendría también en la liberación de la toxina. La toxina excretada en
la proximidad de las células de la mucosa intestinal, se adhiere a la célula del hospedero por
unión a los gangliósidos Gm1 celulares, que son oligosacáridos que contienen ácido siálico
unido covalentemente a una ceramida. El oligosacárido es reconocido por la subunidad B.
Luego la toxina cambiaría su configuración y, presumiblemente por reducción de un puente
disulfuro, el fragmento A1 es liberado de la toxina y entra a la célula del hospedero por un
mecanismo aun no aclarado.
El fragmento A1 ADPribosila una proteína de membrana llamada Gs. Gs son proteínas
de la familia GTP hidrolizantes que regulan muchos aspectos de la función de las células eu-
cariotas. Las proteínas G están compuestas de tres subunidades (Gα, Gß, Gτ). La asociación
y disociación de estas subunidades, junto a la hidrólisis de GTP, activa o desactiva la proteína
G. Gs es la proteína G que regula la actividad de la adenilciclasa de la célula del hospedero
de una forma hormonodependiente y esto determina los niveles de AMP cíclico (cAMP)
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 331

de las célula. La forma activa de Gs (unida a GTP) aumenta la actividad de la adenilciclasa,


mientras que la inactiva vuelve la adenilciclasa inactiva. Normalmente la forma activa se
produce en respuesta a una estimulación hormonal y luego de un tiempo se convierte a la forma
inactiva. La ADPribosilación de Gs cortocicuita este control natural, dejando a Gs activada y
los niveles de cAMP descontroladamente elevados. La variedad de efectos que se producen
incluye la alteración de las actividades de los transportadores de sodio y cloro. Esto lleva a
un disbalance iónico que causa la pérdida de agua asociada al cólera. En células polarizadas
como las de la mucosa intestinal, la adenilciclasa se localiza en la membrana basolateral, por
lo que la toxina unida a la superficie apical debe actuar al otro lado de la célula. Diversos
modelos buscan explicar este mecanismo, aunque queda claro que la acción de la toxina es
un proceso complicado que involucra A1, Gs, adenilciclasa y otras proteínas del hospedero.
Cualquiera sea los pasos que se produzcan en esta interacción, la célula del hospedero es un
participante activo en la acción de la toxina.

OTRAS TOXINAS

A pesar que la toxina colérica es indiscutiblemente la toxina más importante en la patogenia


de V. cholerae, este germen produce otras toxinas. En ensayos para producir vacunas se vio que
cepas desprovistas de A1 eran capaces de seguir produciendo la enfermedad en voluntarios,
administradas en forma oral. Recientemente se han clonado los genes que codifican para la
producción de dos enterotoxinas: toxina Zot y toxina Ace. El descubrimiento de estas nuevas
toxinas abre grandes expectativas sobre factores de virulencia aun no determinados.

Bacilos Gram negativos no fermentadores


Este gran grupo de bacilos Gram negativos incluye gérmenes pertenecientes a diferentes
familias y otros géneros de incierta clasificación. Pseudomonas, Flavobacterium, Alcaligenes,
Acinetobacter, son algunos de ellos, en general desprovistos de grandes atributos de virulencia
demostrables, no producen enfermedad en el individuo sano, pero pueden comportarse como
oportunistas en enfermos inmunodeprimidos.

PSEUDOMONAS
De las numerosas especies de Pseudomonas descritas sólo unas pocas tienen importancia
en patología humana. Pseudomonas mallei y P. pseudomallei causan enfermedad severa en el
hombre, pero se aíslan raramente en el hemisferio occidental. Por otra parte P. cepacia es un
oportunista poco frecuentemente asociado con enfermedad en el hombre.
Nos referiremos en particular a la especie Pseudomonas aeruginosa por su frecuencia en
patología humana y por estar mejor estudiada que otros. Es un microorganismo versátil,
ampliamente distribuido en el suelo, agua, plantas e intestino de animales. Puede causar en-
fermedad en el hombre, ciertos animales, plantas e insectos. El agua contaminada puede ser
una fuente de infección para el hombre. Es susceptible a la desecación, pero sus habilidades
metabólicas le permiten sobrevivir y multiplicarse en líquidos y ambientes húmedos de los
hospitales. Sus requerimientos nutricionales son variados, se ha aislado P. aeruginosa de aguas
termales, e incluso de soluciones desinfectantes en el hospital.
La mayoría de las infecciones humanas están restringidas a los pacientes hospitalizados,
que adquieren el microorganismo de fuentes ambientales (infección exógena) por contacto
con vectores humanos o inanimados.
332 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

P. aeruginosa desarrolla bien en medios simples, utilizándose para su aislamiento los


medios de cultivo de uso corriente en el laboratorio clínico. La identificación de cepas de P.
aeruginosa típicamente productoras de pigmento no es difícil, pero las cepas no pigmentadas
pueden presentar un problema. La mayoría se identifican por la producción de un pigmento,
pyocyanina, soluble en agua, azul, no fluorescente. P. aeruginosa produce además otro pigmen-
to, pyoverdina, soluble en agua, verde-amarillento, fluorescente; otras especies del género
Pseudomonas también producen pyoverdina. Otros pigmentos, menos frecuentes pueden ser
producidos por P. aeruginosa.
La morfología colonial y el olor frutado de aminoacetofenona son elementos de una
identificación sencilla, y aunque existen caracteres de identificación confirmatorios, son de
uso poco corriente.
Son bacilos Gram negativos, rectos o ligeramente curvos, móviles, con un solo flagelo
polar. Oxidasa y catalasa positivos, aerobios estrictos, no fermentan glucosa, utilizan diversos
azúcares oxidativamente con producción de ácido. Uno de los caracteres más constantes es su
capacidad de desarrollar a 42 ºC. Producen varias enzimas, proteasas, lipasas, lecitinasas.

Patogenia
Las defensas inespecíficas del huésped son en general suficientes para prevenir la infección
por P. aeruginosa, pero brechas en esta barrera permiten a P. aeruginosa invadir y causar in-
fecciones de diversa gravedad. Producen el 10% de las infecciones nosocomiales, infectan
heridas y quemaduras y causan infecciones pulmonares, sobre todo, neumonía nosocomial
e infecciones respiratorias en pacientes con fibrosis quística. La fibrosis quística es una
enfermedad genética asociada a un defecto en la secreción de cloro, caracterizada por la
producción de mucina con una alteración de su composición iónica, inusualmente espesa.
Esto lleva a una menor eficiencia de la mucina para limpiar las bacterias del pulmón y las
vías aéreas y puede impedir el movimiento de las células fagocíticas. Estos hechos explican
la susceptibilidad de los pacientes con fibrosis quística a la colonización con P. aeruginosa. Si
los enfermos son tratados los síntomas pueden desaparecer pero las bacterias permanecen,
presentando infecciones recurrentes. Las condiciones del paciente se ven agravadas con la
infección a P. aeruginosa por las dificultades terapéuticas que se plantean debido a su alta
resistencia a los antimicrobianos.

Factores de virulencia
P. aeruginosa posee los mismos tipos de factores de virulencia que otras bacterias capaces de
causar enfermedad en el hombre inmunocompetente. Pero algo interesante es ¿por qué P.
aeruginosa no es un patógeno franco y sólo es capaz de producir infecciones oportunistas?
Es probable que P. aeruginosa sea ineficiente en su habilidad para llevar a cabo los primeros
pasos de la infección; puede colonizar pero no invadir piel y mucosas sanas y tampoco dar
infecciones persistentes con producción concomitante de factores tóxicos que dañen los
tejidos del huésped.

Adhesinas
Produce al menos dos tipos de adhesinas proteicas, pili y adhesinas no pili. Los pili son pili tipo
4, similares a los de N. gonorrhoeae y se parecen también a los pili Tcp de V. cholerae. Permiten
a la bacteria adherirse a las células epiteliales, preferentemente a receptores asialo-GM1. P.
aeruginosa produce una neuraminidasa que saca los residuos de ácido siálico de GM1, crean-
do sitios de unión para la pilina. Por otra parte, P. aeruginosa es capaz de unirse a la mucina
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 333

y lo hace por medio de las adhesinas no pili. Además del gen que codifica para la proteína
estructural del pili otros genes codifican proteínas ensambladoras y reguladoras.

Exoenzima S
Es una enzima excretada que puede actuar como exotoxina. Tiene actividad de ADPribosi-
lación como otras toxinas, pero aplicada en forma exógena no daña las células del huésped.
Luego de internalizada intervienen proteínas de las células del huésped en la activación de
la toxina para lograr su máxima actividad. Se sostiene que actuaría dificultando la acción de
los fagocitos lo que facilitaría la sobrevida de P. aeruginosa en el torrente sanguíneo y órganos.
En el pulmón actuaría inhibiendo la muerte intrafagocítica de las bacterias y promoviendo
la infiltración fagocítica en el área. También puede presentar efecto tóxico directo en los
pulmones.

Exotoxina A
Esta exotoxina tiene el mismo mecanismo que la toxina diftérica. Es una toxina A-B con tres
unidades funcionales:
• dominio R (región de unión al receptor celular);
• dominio T (región que media la translocación de la porción enzimática al interior de la
célula);
• dominio C (región catalítica).
Los dominios R y T se localizan en la cadena B y el dominio C en la cadena A. La cadena
A es enzimáticamente activa por ADPribosilación del factor de elongación 2 (EF-2) de la
síntesis proteica, que lo vuelve inactivo. Su receptor es una glicoproteína de las células del
hospedero. La mayoría de los aislamientos clínicos la producen, y actuaría produciendo daño
en los tejidos y disminuyendo la actividad de los fagocitos.

Elastasas
Elastina es el 30% de las proteínas del tejido pulmonar. Además está presente en la pared
de los vasos sanguíneos. Es responsable de las propiedades elásticas de estos órganos que
se expanden y contraen. P. aeruginosa tiene actividad elastolítica, produce dos enzimas que
actuarían concertadamente: LasA y LasB. LasA actuaría clivando la elastina y permitiendo
la acción de LasB, que es una zinc metaloproteasa, uno de cuyos substratos es la elastina.
Estas enzimas actuarían en las etapas tempranas de la enfermedad, por daño directo de los
tejidos, pero no en infecciones crónicas, debido a la presencia de anticuerpos antielastasas.
También pueden intervenir degradando componentes del complemento e inhibidores de α1
proteinasa (inhibe el daño de los tejidos por las proteasas de los polimorfonucleares). En las
infecciones crónicas, altos niveles de anticuerpos producidos pueden llevar a la formación
de complejos inmunes y su depósito en el pulmón activar complemento y atraer polimor-
fonucleares (PMNs). Los PMNs producen su propia elastasa, más potente que LasA-LasB.
Pequeñas cantidades de LasA pueden facilitar la degradación de la elastina pulmonar causada
por la elastasa de los PMNs.

Otras enzimas extracelulares


Produce varias enzimas además de las mencionadas. Una lipasa alcalina y dos fosfolipasas,
no bien estudiadas. Por otra parte, pyocianina puede funcionar como factor de virulencia.
Puede dañar el tejido endotelial in vitro, lo que sugiere una acción in vivo. Un atributo de
virulencia muy importante es la producción de alginato. Es un polímero de ácido mannurónico
334 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

y gulurónico que forma un gel viscoso alrededor de la bacteria. Las colonias que lo producen
tienen aspecto mucoide. Para las bacterias marinas esto es un atributo importante para su
supervivencia. P. aeruginosa ha adaptado esto a su supervivencia en el pulmón. En medios
de cultivo ricos pierde esta propiedad. Esta capa que rodea a la bacteria y a las colonias de
bacterias en el pulmón puede actuar como adhesina y probablemente, previene la ingestión
fagocítica de la bacteria. Los genes que intervienen en su codificación están agrupados en
un sector del cromosoma y organizados en un operón, poseen un sistema de regulación ex-
tremadamente complejo.
El LPS también varía durante la transición mucoide-no mucoide. En cepas no mucoides
el antígeno O del LPS tiene cadenas largas y carga negativa mientras que las cepas mucoides
tienen cadenas más cortas y una composición de azúcares que lo hacen mucho más neutro;
esto sería importante en la alta resistencia a algunos antibióticos que presenta P. aeruginosa,
situación problemática en pacientes internados, pero dramática en los pacientes con fibrosis
quística, que muchas veces presentan infecciones por P. aeruginosa resistente a todos los
antibióticos disponibles.

Práctico de bacilos Gram negativos


B. Amorín

• CASO 1: paciente de 30 años, sexo femenino, que comienza hace cuatro días con fiebre,
disuria, polaquiuria y tenesmo. El día de la consulta agrega dolor en fosa lumbar izquierda.
Al examen físico se presenta dolorida, febril (39 ºC axilar). Abdomen: dolor en puntos
ureterales superior y medio. Tacto vaginal: punto ureteral inferior positivo.

Diagnóstico clínico: infección urinaria.

Práctico: se observarán placas de agar sangre y agar Mac Conkey, sembradas con la orina de
la paciente, en las cuales se podrán apreciar colonias bacterianas. Se realizará, a partir de
ellas, siembra con punta en medios de TSI (Triple azúcar hierro), citrato, urea y SIM (Movi-
lidad-Indol-Sulfídrico), (ver descripción de medios y procedimiento al final del capítulo). Se
mostrarán tiras reactivas comerciales, método que determina distintos parámetros urinarios,
entre ellos esterasas leucocitarias.
Discusión: se hablará de posibles etiologías, factores determinantes de las infecciones
urinarias (gérmenes, mecanismos de agresión y vías de llegada), factores predisponentes
(anatómicos, higiénicos y malformaciones). Se discutirá cómo se realiza la toma de muestra,
el transporte, el procedimiento a emplear para sembrar un urocultivo.

• CASO 2: paciente de 30 años, sexo femenino, con antecedentes personales de ser


portadora de litiasis renal, que se encuentra internada desde hace varias horas con el
diagnóstico de infección urinaria. A las 48 h del ingreso presenta picos febriles de 39 ºC,
chuchos de frío y mal estado general. Al examen físico: depresión de conciencia, fascies
tóxica, piel pálida y sudorosa. FC: 120 cpm, oliguria. Examen abdominal: hepatomegalia.
Con el diagnóstico de sepsis a punto de partida urinario se comienza inmediatamente con
el tratamiento.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 335

Práctico: se observarán placas de agar sangre sembradas a partir del hemocultivo en caldo
de la paciente. Las colonias se sembrarán en medios de TSI, citrato, urea y SIM.

Discusión: se discutirá el significado de la sepsis, como se expresa clínicamente, el punto


de partida de la infección, diseminación y multiplicación del germen, mediadores y efectos
fisiopatológicos de la sepsis, y se mencionarán que antibióticos se pueden utilizar en estos
casos.

• CASO 3: paciente de 52 años, con antecedentes personales de ser un alcoholista crónico,


es traído al hospital. Al examen físico se encuentra somnoliento, en mal estado general.
Febril (38,5 ºC axilar) y taquicárdico. Frecuencia respiratoria 36 rpm. Pleuropulmonar: el
hemitórax derecho se moviliza menos con la respiración. A la percusión dolor y matidez en
dos tercios superiores de dicho hemitórax. A la auscultación: murmullo alveólovesicular
abolido en esa topografía y soplo tubario. La radiografía de tórax muestra una imagen
homogénea que ocupa los dos tercios de la superficie del hemitórax derecho, con borra-
miento del fondo de saco pleural.

Diagnóstico: neumonía aguda con derrame pleural. El cultivo del esputo y los hemocultivos
fueron positivos para un bacilo Gram negativo.

Práctico: observaremos placas de agar sangre y medio Mac Conkey. Las colonias sospechosas
se sembrarán en TSI, citrato, FA y SIM. Se observarán frotis teñidos con tinta china para
observación de la cápsula.

Discusión: discutiremos los agentes etiológicos, factores predisponentes y los mecanismos


defensivos a nivel del aparato respiratorio.

• CASO 4: paciente de 4 años que recibe quimioterapia por leucemia linfocítica aguda (en
remisión). Ingresa por fiebre de 41 ºC rectal y fatiga. Al examen físico: pálido, polipneico y
taquicárdico. Frialdad periférica y sudoración. En el cuello presenta una vía venosa central,
sin signos inflamatorios. Pleuropulmonar: sin particularidades. El resto del examen físico
fue normal. Luego de las tomas para hemocultivo se inició antibioticoterapia por vía i/v.
En las horas siguientes su estado se agrava, requiriendo intubación orotraqueal, asistencia
respiratoria mecánica y reposición de fluidos.
Diagnóstico: shock séptico. Los hemocultivos fueron positivos para Pseudomonas aerugi-
nosa.

Práctico: se observarán en placas de agar sangre, TSA y Mac Conkey, las colonias sos-
pechosas, y se sembrarán con punta en TSI y el medio OF (óxido-reducción). También
realizaremos la prueba de oxidasa.

Discusión: enfatizaremos en los factores predisponentes que explican en este niño la


infección por Pseudomonas aeruginosa; qué otros cuadros clínicos puede ocasionar, sus
mecanismos patogénicos y la terapéutica antibiótica que se emplea en estos casos.

• CASO 5: paciente de 20 años, sexo masculino, internado en el CTI por sufrir politrau-
matismos al chocar con su moto. Por presentar traumatismo de tórax con neumotórax e
336 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

insuficiencia respiratoria, requirió un tubo de drenaje bajo agua, intubación orotraqueal


y conexión a un ventilador mecánico. A los 4 días de internación se presenta febril con
40 ºC, fascies tóxica, palidez cutaneomucosa. Taquicardia. Presión arterial de 70/50.
Abdomen: hepatoesplenomegalia.

Diagnóstico: shock séptico. Se realizaron tres hemocultivos que fueron negativos. Se


realiza fibrobroncoaspiración de secreciones respiratorias, donde se aísla bacilo Gram
negativo.

Práctico: se procederá a la observación del crecimiento en placas de agar sangre y de


TSA. Las colonias sospechosas se sembrarán con punta en TSI. Realizaremos la prueba
de oxidasa y mostraremos otro método de diagnóstico comercial que es fácil de realizar y
rápido.

MEDIOS Y PRUEBAS BIOQUÍMICAS


Para el cultivo de los bacilos Gram negativos se utilizarán diferentes tipos de medios:
• Medios simples: son aquellos que contienen pocas sustancias nutritivas. Ejemplo: agar
nutriente.
• Medios ricos: son aquellos a los cuales se añaden ingredientes nutritivos, habitualmente
de composición química no bien definida, como peptona, extracto de carne, extracto de
levadura, líquidos orgánicos; que permiten el desarrollo de una gran variedad de micro-
organismos de la más amplia exigencia nutricional. Ejemplo: agar sangre.
• Medios diferenciales: son aquellos a los que se agrega un indicador de pH de distinta
índole y que contienen un azúcar degradable por la bacteria, el cual cambiará de color
(viraje del indicador) cuando un grupo de organismos determinado se desarrolla en él
utilizando ese carbohidrato. Ejemplo: agar-lactosa-rojo-fenol.
• Medios selectivos y diferenciales: son medios a los que se agrega por ej. lactosa, rojo neutro
y otras sustancias tales como cristal violeta, que permite el crecimiento de bacilos Gram
negativos e inhibe el desarrollo de los Gram positivos. Ejemplo: agar Mac Conkey.

Medios de identificación
Se incluyen bajo este nombre todos aquellos medios que ponen en evidencia distintas pro-
piedades fisiológicas de las bacterias, por ejemplo: reacciones bioquímicas o enzimáticas,
movilidad, producción de pigmento, etc.

Prueba de la oxidasa
Pone en evidencia la enzima indofenol-oxidasa, mediante la oxidación de un colorante pre-
viamente reducido, que cambia de color en su presencia. Permite diferenciar entre bacilos
Gram negativos no fermentadores, como Pseudomonas, que son oxidasa positivos, de aquellos
pertenecientes a la familia Enterobacteriaceae. Se toma una porción de una colonia pura de 24
horas, con una pipeta pasteur, se deposita sobre una tira de papel impregnada en el reactivo
de oxidasa.
LECTURA: Reacción positiva: aparición de un color rojo violáceo entre los 10 y 60
segundos.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 337

Metabolismo energético (oxidativo-fermentativo)


El medio utilizado se denomina OF, que es semisólido y tiene azul de bromotimol como indi-
cador de pH, y una baja concentración de glucosa. Se siembra en dos tubos en profundidad
con una punta, un tubo sin vaselina y el otro con vaselina. Se incuba a 37 ºC por 24 h.
Ver tabla 4
Tabla 4.

Tipo de metabolismo Tubo abierto Tubo cerrado


oxid./ferm. amarillo en todo el tubo amarillo en todo el tubo
oxidativo amarillo en superficie no viraje
inactivo no viraje no viraje

Metabolismo de los carbohidratos


Se explora por la adición al medio (que puede ser sólido, semisólido o líquido), de el o los
carbohidratos deseados más un indicador de pH. Ejemplo: TSI. Este medio sirve de guía
como primera aproximación al estudio de bacilos Gram negativos. Es un medio sólido con
una concentración de lactosa y sacarosa al 1% y de glucosa al 0,1%, peptonas, sulfato ferroso
y rojo fenol como indicador de pH (pH ácido = amarillo, pH alcalino = rojo, pH neutro =
rojo pálido). Se reparte en tubos dejando una superficie inclinada (slant), y un fondo (butt)
de 3 a 4 cm de profundidad. Se siembra por puntura y en superficie. Se incuba a 37 ºC por
18-24 horas.
LECTURA: se lee el cambio de pH (viraje del indicador) desde la superficie al fondo, la
producción de gas (burbujas) y de gas sulfhídrico; registrándolo del modo siguiente: por ej.
A/A gas (+) H2S (-).
Si el único carbohidrato utilizado es la glucosa, se observará la superficie roja y el fondo
amarillo (K/A). La superficie alcalina indica que luego de la degradación aeróbica de la glucosa,
debido su baja concentración en el medio, el organismo comienza a utilizar las peptonas como
nutrientes, cuyos productos finales son alcalinos. En el fondo, la degradación de la glucosa
produce metabolitos ácidos que viran el indicador al amarillo y no pueden ser transferidos al
ambiente. Si además de usar la glucosa, la bacteria utiliza la lactosa o la sacarosa, se produce
una reacción ácida tanto en la superficie como en el fondo del tubo. Si ninguno de los azúcares
es metabolizado, se observa un viraje al rojo por la utilización de las peptonas del medio. Si
hay producción de gas sulfhídrico el medio se observa de color negro.

Metabolito proteico
Puede ser explorado estudiando los procesos de desaminación y decarboxilación de varios
aminoácidos, como por ejemplo, la prueba de la desaminación de la fenilalanina a ácido fenil
pirúvico por actividad enzimática microbiana. Es un medio sólido repartido en tubo inclinado,
se siembra en superficie con asa y se incuba a 37 ºC por 18 a 24 h. Para la lectura se agrega
al cultivo 4 o 5 gotas de cloruro férrico al 10%.
LECTURA: la reacción es positiva si se observa un color verde en la superficie. Es negativa
si no hay cambios, observándose un color amarillo característico del cloruro férrico.

Prueba del citrato


Determina la capacidad de un germen de utilizar el citrato como única fuente de carbono y
energía. El desarrollo bacteriano provoca un viraje del indicador de pH (azul de bromotimol)
del verde (neutro) al azul (alcalino), porque los gérmenes producen metabolitos alcalinos a
338 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

partir de las sales de amonio contenidas en el medio. Es un medio sólido repartido en tubo
inclinado; se siembra en superficie y se incuba 24 a 48 h a 37 ºC.
LECTURA: reacción positiva: se observa un intenso color azul. Reacción negativa: no
hay desarrollo ni cambio de color.

Prueba de la ureasa
Determina la habilidad de un microorganismo de hidrolizar la urea formando dos moléculas
de amoniaco por acción de la enzima ureasa. La alcalinización del medio por el hidróxido
de amonio hace virar el indicador de pH (rojo fenol). Es un medio líquido, de color naranja
pálido que se siembra con asa, y se incuba a 37 ºC por 24 horas.
LECTURA: reacción positiva: cuando hay viraje del indicador al rosa intenso. Reacción
negativa: el color permanece incambiado.

SIM
Es un medio semisólido que contiene 0,3% de agar. Se siembra con punta en profundidad.
Se incuba 24 horas a 37 ºC. Se observan tres características:
• Movilidad, cuando el desarrollo se produce en todo el medio causando turbidez difusa; o
inmovilidad, cuando el desarrollo se produce sólo a lo largo de la línea de siembra.
• Producción de sulfhídrico: se observa un precipitado de color negro.
• Producción de indol a partir del triptofano: al agregar un reactivo (Kovacs o Ehrlich) se
forma un anillo rojo intenso en la superficie del medio.

Bibliografía
• Joklik WK, Willett HP, Amos DB, Wilgert CM. editores, Zinsser Microbiología. 20ª ed. BsAs. Panamericana;
1994.
• Koneman EW, Allen SD, Janda WM, Schreckenberger PC, Winn WC (h). editores. Diagnóstico Microbio-
lógico, Texto Atlas Color. 5ª ed. Bs As. Panamericana. 1999.
• Salyers AA, Whitt DD. editors. Bacterial Patogenesis, a molecular approach.2nd. ed. Washington, D.C. ASM
Press. 2001.
• Forbes BA, Sahm DF, Weissfeld AS. editors. Bailey & Scott´s. Diagnostic Microbiology. 11th. ed. St. Louis,
Missouri. Mosby. 2002.
• Mandell GL, Douglas, Bennett JD. editors. Enfermedades infecciosas, Principios y Práctica. 5ª ed. Bs.As.
Panamericana. 2002.
• Murray PR. Baron EJ. Jorgensen JH. Pfaller MA. Yolken RH Editors. Manual of Clinical Microbiology. 8th.
ed. Washington, D.C. ASM Press. 2003.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 339
Página 339

20 Principales grupos de
bacilos Gram positivos
aerobios
M. Macedo, M. Vola

Comprende un amplio conjunto de bacterias agrupadas por sus características morfológicas


y tintoriales. Característicamente, dentro de este grupo se encuentran bacterias capaces de
esporular. Clostridium spp y Bacillus spp son capaces de sobrevivir en medios hostiles mediante
la formación de una estructura muy resistente, la endospora (también llamada espora o és-
poro), la estructura con vida más resistente a los agentes físico-químicos, y por lo tanto, a la
esterilización y desinfección. Como veremos, esto tiene grandes implicancias médicas, en la
industria alimentaria, en los procesos de esterilización e increíblemente, en el bioterrorismo.
La endospora puede, en condiciones favorables, germinar y dar lugar a la célula vegetativa.
Deben diferenciarse las esporas bacterianas, que constituyen una forma de resistencia y no
tienen función reproductora, de las de los hongos, que tienen función reproductora, son
externas, numerosas y que no confieren resistencia. Recuérdese que una espora bacteriana
da lugar a una única célula vegetativa.
Si bien dentro de los bacilos Gram positivos (BGP) se encuentran algunos de los patógenos
más agresivos para el ser humano, la gran mayoría de las especies bacterianas de este grupo
no son patógenos primarios. Muchos forman parte de la flora normal del cuerpo humano
(piel, tracto gastrointestinal, cavidad oral) y se encuentran ampliamente distribuidos en el
ambiente. Por este motivo, se debe ser cuidadoso en la interpretación del hallazgo de un BGP
en un estudio microbiológico, ya que frecuentemente se trata de contaminantes.
De acuerdo a su comportamiento frente al oxigeno los BGP se dividen en:
a) aerobios: Bacillus spp, Listeria spp, Corynebacterium spp, Erysipelothrix spp, etc.
b) anaerobios: Clostridium spp, Eubacterium spp, Propionibacterium spp, Lactobacillus spp,
Bifidobacterium spp, Mobiluncus spp, etc.
En este capítulo nos referiremos únicamente a los BGP aerobios de importancia médica.
Éstos pueden ser clasificados según su morfología en:
1. Esporulados: Bacillus spp
2. No esporulados:
2a. regulares: Listeria spp.; Erisipelothrix spp.
2b. irregulares: Corynebacterium spp.; Nocardia spp.
340 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Esporulados
BACILLUS
Características generales
Este género es prototipo de la familia Bacillaceae. Son BGP grandes y esporulados, no exigentes
y en general móviles. Incluye bacterias aerobias y anaerobias facultativas. Están ampliamente
distribuidos en la naturaleza; algunos forman parte de la flora normal y suelen ser contami-
nantes del laboratorio.
El manual Bergey’s de sistemática bacteriana describe 34 especies, pero Bacillus anthracis
es el más importante en microbiología médica y veterinaria. Existe una gran diversidad de
contenido G+C en su genoma, 32-62 mol % dentro del género, lo que refleja su gran hete-
rogeneidad. Ciertos miembros del género tienen implicancias médicas por la producción de
antibióticos como polimixina y bacitracina, además de uso industrial en la producción de
solventes, enzimas, vitaminas, etc.

Bacillus anthracis
El carbunco o ántrax (evitar la confusión con el término carbunclo) fue una de las primeras
infecciones bacterianas para las cuales se estableció definitivamente la causa. Dio lugar al
desarrollo de la primera vacuna bacteriana que fue desarrollada por Louis Pasteur. Es una
enfermedad que afecta sobretodo a animales herbívoros, en particular ovinos y bovinos. El
hombre la adquiere de forma accidental: en el contexto agrícola como una infección cutánea
local, en el contexto industrial (manipuladores de cuero y pelo de animal) como una neumonía
(poco frecuente). Es entonces, una zoonosis y una enfermedad laboral.
Por producir endosporas altamente resistentes y ser capaz de producir infecciones respi-
ratorias graves, es un arma biológica potencial. De hecho, es conocido el episodio de biote-
rrorismo que ocurrió en Estados Unidos hace algunos años, que dio lugar a varias muertes y
que alarmó enormemente al mundo entero.

Morfología y fisiología de B. anthracis


Microscopía: bacilos rectos de extremos cuadrados de 3-5 µm de largo y 1-1.2 µm de ancho,
aislados o en pares. Es inmóvil a diferencia de la mayoría de las otras especies del género.
Cuando desarrolla in vivo presenta cápsula, pero para demostrarla in vitro debe cultivarse en
medios especiales (por ej. medios con bicarbonato e incubación a 6% de CO2). La endospora
es elíptica, ubicada centralmente, y no modifica el soma bacteriano; no se produce en tejidos
de animales vivos, pero si en cultivos de varios días, suelos o animales muertos.
Macroscopía: luego de 24 horas de cultivo, las colonias son grandes (2-3 mm de diáme-
tro), sobreelevadas, blanco-grisáceas, opacas y de bordes irregulares, en aspecto de “cabeza
de medusa”. Tienen una consistencia membranosa con dificultad para emulsionarlas. No
producen hemólisis.
Características del cultivo: se realiza en aerobiosis, crecen bien en cualquier medio, pero
se visualiza mejor la morfología de las colonias en agar sangre al 5%, pH 7-7,4 y 37 ºC.
Resistencia: la célula vegetativa es comparable con otras bacterias no esporuladas pero,
debido a su capacidad para esporular, es sumamente resistente. Las esporas permanecen via-
bles durante años en el ambiente. Esta propiedad fue demostrada por experimentos de guerra
biológica realizados en Escocia, que consistieron en la dispersión de 4 x 1014 esporas, cuya
persistencia se demostró por más de 20 años, lo que requirió posteriormente la desinfección
de la zona con formaldehído. Pueden ser destruidas si son sometidas a esterilización, siendo la
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 341

estructura viva más resistente (solo los priones son más resistentes, pero difícil considerarlos
como estructuras vivas). En base a esto esporas de especies de Bacillus distintas a B. anthra-
cis, son utilizadas como controles biológicos de esterilización (ver capítulo de Esterilización,
desinfección y antisepsia).

Estructura antigénica
Poseen tres antígenos principales:
• Polipéptido capsular de gran peso molecular formado casi exclusivamente por ácido D-
glutámico. Esta es la única especie bacteriana de importancia médica que posee cápsula
peptídica en lugar de polisacárida. Existe un único determinante antigénico. Por razones
no muy bien conocidas los anticuerpos anticápsula no son protectores. Los genes que
codifican esta estructura se encuentran en un gran plásmido.
• Antígeno somático polisacárido, es un componente de la pared celular. Los anticuerpos
no son protectores. Reacciona en forma cruzada con la sangre de tipo A y Streptococcus
pneumoniae tipo 14.
• Toxinas: factor edema y toxina letal.

Determinantes de patogenicidad de B. anthracis


No todas las cepas de B. anthracis son capaces de producir carbunco. Los principales atributos
de virulencia de las cepas que producen enfermedad están codificados en dos plásmidos y
son:
• Toxinas
Produce dos toxinas modelo A-B, que poseen idéntica subunidad B. La subunidad B se
conoce como antígeno protector. Es la porción de la toxina que se fija al sitio blanco y
permite el ingreso a la célula.
– Toxina edema: su subunidad A es el componente enzimáticamente activo; se denomina
factor edema. Es una adenilato-ciclasa calmodulina-dependiente. Es responsable del
importante edema en los sitios de infección, la inhibición de la función de los neutró-
filos y obstaculiza la producción de factor de necrosis tumoral (TNF) e interleuquina
6 (IL-6) por parte de los monocitos.
– Toxina letal: su porción A, llamada factor letal, es una metaloproteasa que inhibe la
señalización transduccional intracelular. Estimula la liberación de TNF e IL-1 por parte
de los macrófagos; este mecanismo parece contribuir a la muerte por bacteriemia.
• Cápsula
Al igual que sucede con otras bacterias la cápsula es un importante factor de virulencia
al inhibir la fagocitosis.

Infección clínica de B. anthracis


Epidemiología
La infección veterinaria tiene una alta tasa de mortalidad por sepsis. En los humanos es una
enfermedad actualmente poco frecuente. Dependiendo de la vía de transmisión, produce
dos clases de infecciones principales: una cutánea relativamente benigna y una respiratoria
que compromete la vida del paciente. La infección cutánea se produce por contacto directo
con animales infectados. La infección respiratoria requiere la vía inhalatoria, la cual, para
ser efectiva, requiere que los ésporos bacterianos sean aerosolizados. Por este motivo, esta
vía raramente ocurre de manera natural y despierta la sospecha de intencionalidad (biote-
rrorismo), aunque se han asociado casos de ántrax inhalatorio con el procesamiento a gran
342 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

escala de pelos y lana de animales contaminados realizado en espacios pequeños y cerrados.


Excepcionalmente se produce una forma gastrointestinal por la ingesta de esporas bacterianas,
a partir de carne contaminada. No se transmite de persona a persona.

Patogenia
El carbunco cutáneo se produce por contacto de la piel con material infectado. Los ésporos
ingresan a través de una lesión de la piel. Al ser ingeridos por los macrófagos en el sitio de
entrada, los ésporos germinan y las células se multiplican produciendo cápsula y toxinas.
El carbunco pulmonar ocurre cuando las esporas ingresan a la vía aérea y se depositan en
los espacios alveolares, donde son fagocitadas por los macrófagos alveolares. En el interior de
los mismos germinan y producen las toxinas, para ser luego transportadas por la circulación
linfática a los ganglios mediastinales. Alcanzan el torrente sanguíneo pudiendo causar shock
séptico. La germinación puede ocurrir hasta 60 días después del ingreso de las esporas a la
vía respiratoria; de ahí la importancia de que la profilaxis antibiótica en casos de exposición
se prolongue por 60 días. Se estima que la dosis inhalatoria letal para los seres humanos es
de 2500 a 55000 esporas.

Manifestaciones clínicas
La infección cutánea, que comprende el 95% de los casos humanos, se manifiesta por una
pápula indolora de centro color negro-azulado con un gran borde edematoso. Sin tratamiento
tiene un 20% de mortalidad.
La infección pulmonar es una severa infección respiratoria que evoluciona a la insuficiencia
respiratoria aguda y tiene una muy alta tasa de mortalidad (100% sin tratamiento).

Sensibilidad antibiótica
Es sensible a penicilina (aunque existen informes de unos pocos casos resistentes), eritromicina,
tetraciclina, gentamicina, cloranfenicol y quinolonas.

Prevención
El control del carbunco humano depende fundamentalmente del control del carbunco animal.
Así, deben tomarse medidas como la vacunación del ganado y manejo adecuado del ganado
muerto, ropa y material de trabajo, etc.

Inmunización activa
Se dispone de vacuna elaborada con subunidades B, obtenidas por filtración. Actualmente
no se usa en forma sistemática, solo es utilizada en situación de mayor riesgo (personal mi-
litar, sobre todo). A nivel veterinario se utiliza una vacuna de mayor eficacia, elaborada a
partir de esporas vivas, de cepa no capsulada. Esta en estudio una vacuna recombinante de
subunidades B.

Otros Bacillus de importancia


B. cereus: es agente de toxiinfección alimentaria, es capaz de producir una enterotoxina ter-
moestable que produce vómitos y una termolábil responsable del síndrome diarreico. El arroz
y otros vegetales son los principales vehículos de transmisión. En Uruguay, entre 1995 y 2001,
se notificaron 3 brotes de enfermedad transmitida por alimentos (ETA). Morfológicamente
es similar a B. anthracis pero se diferencia por ser móvil y resistente a la penicilina. Produce
una β-lactamasa y es también resistente al trimetoprim-sulfametoxazol.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 343

Es agente también de infecciones oculares.


B. stearothermophilus: se utiliza como control biológico en el autoclave.
B. subtilis: presente en el aire y polvo, es un contaminante del laboratorio pero puede
producir enfermedad en inmunodeprimidos. Se utiliza como control biológico en el horno
Pasteur y esterilización con ETO gas.
B. thuringiensis: es utilizado como pesticida por producir una toxina letal para ciertos
insectos.

No esporulados regulares
LISTERIA
Género de cocobacilos cortos ubicuos en la naturaleza. El más importante en microbiología
médica es L. monocytogenes, ya que es el principal patógeno humano. Excepcionalmente se
han reportado infecciones por L. ivanovii (en animales es responsable de abortos). Las mujeres
embarazadas son especialmente susceptibles a las infecciones por Listeria, también afecta a
otros individuos con alteraciones del sistema inmune, en especial de la inmunidad celular:
personas añosas, recién nacidos, cirróticos, trasplantados, personas afectas de cáncer, las que
reciben terapia inmunosupresora, etc.

L. monocytogenes
Morfología y fisiología
Microscopía: cocobacilos, Gram positivos, de 0,5 - 2 µm por 0,5 µm, que se presentan aislados
o agrupados en cadenas cortas; móviles por presentar de 1 a 5 flagelos a 28ºC.
Macroscopía: colonias pequeñas (0,5 – 1,5 cm.), translúcidas. En agar sangre produce
colonias similares a Streptococcus spp. Las cepas patógenas producen un halo muy estrecho de
β-hemólisis; frecuentemente es necesario remover las colonias para visualizar la hemólisis.
Fisiología y características bioquímicas: son aerobios facultativos, pero su crecimiento es
estimulado con la disminución en la tensión de O2 y CO2 al 5-10%. Su crecimiento óptimo
es a 30-37ºC pero puede proliferar a 4ºC en unos días; esta característica fisiológica es útil
para su aislamiento selectivo, ya que otras bacterias de interés médico no son capaces de
desarrollar a tan bajas temperaturas (técnica de enriquecimiento en frío). Por otra parte, le
confiere a la bacteria una ventaja ya que es capaz de desarrollar en alimentos refrigerados y
así dar origen a infecciones a partir del consumo de los mismos. No son exigentes nutricio-
nalmente. Son catalasa positivos (a diferencia de los Streptococcus spp), fermentan azúcares
como la glucosa, manosa y ramnosa, pero no el manitol (a diferencia de otras especies no
patógenas); también hidrolizan la esculina. Tienen cuatro flagelos, los que se pierden cuando
ingresan al ser humano. Cuando se siembran en medios semisólidos en tubo y se incuban a
25ºC, muestran una movilidad característica en aspecto de “sombrilla”, la cual no se observa
cuando se incuba a 37ºC.

Estructura antigénica
Los determinantes antigénicos más caracterizados son el antígeno O (somático) y antígeno H
(flagelar) que permiten la clasificación en diferentes serotipos. Hasta la fecha se han descrito 13
serotipos. La mayoría de las infecciones humanas son producidas por un serotipo en particular
(4b), mientras que en alimentos predominan otros serotipos diferentes. La serotipificación es
útil en estudios epidemiológicos.
344 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Determinantes de patogenicidad
Explicarían en parte la capacidad de L. monocytogenes de proliferar dentro de las células ya
que es un microorganismo intracelular facultativo (principalmente en macrófagos y células
epiteliales).
• Productos solubles excretados: listerolisina O (LLO), es una hemolisina. Su prototipo es la
estreptolisina O y la pneumolisina, de los estreptococos. Rompe la membrana del fagosoma
y permite la reproducción de la bacteria en un medio menos hostil, el citoplasma de la
célula huésped. Además, inhibe el procesamiento del antígeno mediado por macrófagos.
Recientemente se ha demostrado que genera un influjo de calcio extracelular que estimula
el ingreso de la bacteria en las células epiteliales. Codificada por el gen hly.
• Internalinas: se conocen dos proteínas, A y B, que están involucradas en el ingreso a las
células.
• Sideróforos: componentes bacterianos que captan hierro, mineral indispensable para la
supervivencia bacteriana.
• Otros: fosfolipasas, etc.

Infección clínica
Epidemiología
De distribución mundial, ubicuo en la naturaleza se encuentra en diferentes animales, suelos,
plantas y agua. Al parecer su hábitat primario es el suelo y la materia vegetal en descompo-
sición. Además se halla en el intestino del 5 al 10% del hombre, sin causar enfermedad. Es
un importante patógeno veterinario y se transmite al hombre por el consumo de alimentos
contaminados de origen animal. Es por lo tanto, otro ejemplo de zoonosis y ETA. Tiene una
tasa de mortalidad mayor a la de otras bacterias de transmisión alimentaria.

Patogenia
Es importante recordar que la inmunidad del huésped es en general efectiva contra Listeria
y que se desarrolla enfermedad dependiendo de la dosis infectante (se requiere altas dosis,
mayor a 109), de los determinantes de virulencia, y de la inmunidad celular del huésped.
Ingresan por vía digestiva e inducen la fagocitosis por parte del enterocito, siendo inclui-
das en un fagosoma (antes de formarse el fagolisosoma), del cual escapan rápidamente para
multiplicarse en el citoplasma de la célula huésped. Una de las proteínas responsables de esto
es la LLO. En el interior del citoplasma celular son capaces de polimerizar los filamentos de
actina en uno de los polos bacterianos. De esta forma es impulsada hacia la periferia, a la
membrana citoplamática, formando allí protrusiones o pseudópodos lo que le permite luego
penetrar en otra célula adyacente. Así, es capaz de moverse célula a célula sin estar expuesta
a los anticuerpos, el complemento o los polimorfonucleares. Por ello es más importante la
inmunidad celular que la humoral.
Finalmente alcanzan el torrente circulatorio y de allí alcanzan otros órganos, teniendo
predilección por el sistema nervioso central y la placenta.
La infección connatal se trasmite de diferente manera. Las mujeres embarazadas infec-
tadas pueden transmitir la infección al feto por vía transplacentaria. No se ha demostrado
claramente la transmisión en el canal de parto.

Manifestaciones clínicas
Se describen dos tipos de listeriosis: materno-fetal y no materno-fetal.
En el primer caso, la mujer embarazada sufre infecciones en general leves y autolimitadas
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 345

(excepto cuando se produce corioamnionitis) que pueden incluso pasar desapercibidas, o


que se manifiestan por malestar general, cefaleas, mialgias, fiebre de bajo grado. En cambio
la infección en el feto es grave y puede dar lugar a óbito o al parto prematuro de un recién
nacido infectado. El espectro de manifestaciones clínicas en el recién nacido es similar al
producido por Streptococcus agalactiae, son: un cuadro de instalación precoz de sepsis, y un
cuadro de instalación tardía que se manifiesta en general por meningitis. Es discutido si
este último ocurre cuando la transmisión se produce en el canal de parto, ya que esta vía de
infección no se ha demostrado claramente.
La principal forma de presentación de la listeriosis no materno-fetal es la bacteriemia sin
foco evidente. Le sigue en frecuencia la meningitis. En los últimos años, varias investigaciones
han sugerido que Listeria puede causar gastroenteritis, incluso en adultos inmunocompetentes.
Debido a que por lo menos un 5% de personas sanas son portadoras intestinales de Listeria,
es difícil determinar si son agentes etiológicos de diarrea. Otras infecciones mucho menos
frecuentes incluyen: endocarditis, infecciones localizadas (conjuntivitis, infecciones de piel,
linfadenitis), abscesos profundos, etc.; se descartó como agente de infección cervicovaginal
clínica.

Sensibilidad antibiótica
Es sensible a penicilina, ampicilina, eritromicina, tetraciclina, cloranfenicol y rifampicina. Es
moderadamente sensible a las quinolonas y las cefalosporinas de tercera generación carecen de
efectividad in vitro. Recientemente aparecieron cepas resistentes a cloranfenicol, macrólidos y
rifampicina. Para el tratamiento es necesario que estos antibióticos penetren las células, y en
casos de meningitis que atraviesen la barrera hematoencefálica; para esto se utiliza ampicilina
con un aminoglucósido como gentamicina.

Prevención
No se dispone de vacunas. La profilaxis depende de las medidas de control que se aplican
para cualquier enfermedad de transmisión alimentaria, con especial cuidado en las mujeres
embarazadas y personas inmunocomprometidas.

ERYSIPELOTHRIX RHUSIOPATHIAE
La enfermedad humana por este agente es muy poco frecuente y se limita a trabajadores de la
pesca, de mataderos, carniceros, etc., configurando una enfermedad laboral. Es un microor-
ganismo ampliamente distribuido en la naturaleza. Es un bacilo Gram positivo, microaerófilo
y exigente, que no produce cápsula ni esporas. Es inmóvil, catalasa negativo, produce H2S
y alfa hemólisis. Como uno de los mecanismos de patogenicidad presenta hialuronidasa y
neuraminidasa.
Produce una celulitis “erisipeloide” caracterizada por una lesión eritematosa púrpura,
dolorosa, no supurada, pruriginosa. En general el proceso es autolimitado y rara vez causa
enfermedad sistémica. Produce además endocarditis. Es sensible a penicilina (puede sustituirse
por eritromicina en alérgicos).

No esporulados irregulares
CORYNEBACTERIUM
Es un género con numerosas especies (más de 46), algunas de ellas forman parte de la flora
normal de mucosas y piel del ser humano; excepcionalmente algunas de ellas causan enfer-
346 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

medad en pacientes inmunodeprimidos. La especie patógena por excelencia es C. diphtheriae,


responsable de una grave enfermedad: la difteria.
Son bacilos pleomórficos, no esporulados y no ácido-alcohol resistente. La mayoría
fermentan la glucosa y son catalasa positivos. Su genoma contiene de 51 a 68 mol % de G
+ C, y mediante el estudio del 16s rARN se lo encontró estrechamente relacionado con
Mycobacterium, Nocardia y Rhodococcus.

Corynebacterium diphtheriae
Es por excelencia la especie más importante del género. Se describen cuatro biotipos: gravis,
mitis, belfanti e intermedius; su importancia es epidemiológica.

Morfología y fisiología de C. diphteriae


Microscopía: bacilo delgado en forma de clava, mide 1,5-5 µm de ancho y 0,5-1 µm de largo;
es Gram positivo, no esporulado e inmóvil. Aparecen agrupados formando estructuras que
semejan letras chinas. Con azul de metileno se observan gránulos metacrómaticos caracte-
rísticos que los diferencian de otras especies de Corynebacterium.
Macroscopía: las colonias típicas son pequeñas, blanco grisáceas brillantes. En medios selec-
tivos con telurito se ven grisáceas a negras. La presencia y el tipo de hemólisis es variable.
Es un microorganismo anaerobio facultativo, pero crece mejor en medios aerobios. Es
exigente desde el punto de vista nutricional. Su pared celular está compuesta por ácido
mesodiaminopimélicos (no L-lisina), polímeros de arabino galactano y ácidos micólicos de
cadena corta (por ello su posición taxonómica y su relacionamiento con Nocardia, Mycobac-
terium y Rhodococcus).
Resistencia: dentro de las bacilos no esporulados C. diphtheriae es uno de los más resis-
tentes a la luz, desecación y congelamiento. Pero son susceptibles a los desinfectantes de uso
habitual.

Estructura antigénica
Los más caracterizados son:
• Antígeno K: son proteínas termolábiles localizadas sobre la superficie, son uno de los
principales factores de virulencia. Responsables de la especificidad de tipo.
• Antígeno O: es un polisacárido que contiene arabinogalactanos y es el antígeno respon-
sable de la reactividad cruzada con Mycobacterium y Nocardia.
• Factor de cordón: glicolípido un muy importante factor de virulencia.
• Toxina

Determinantes de patogenicidad
Los más importantes son:
• Factor de cordón: contiene los ácidos micólicos propios de C. diphtheriae, tiene actividad
similar al de Mycobacterium spp; en las células del ratón provoca rotura de las mitocondrias,
disminución de la respiración y la muerte.
• Antígeno K: antes mencionado, responsable de inmunidad antibacteriana, hipersensibi-
lidad e inmunidad antitóxica. Provee invasividad junto al factor de cordón.
• Neuraminidasa y N-acetilneuraminato liasa.
• Exotoxina: es el principal determinante de patogenicidad y explica casi todos los síntomas
sistémicos de la enfermedad.
Dicha toxina es producida por las cepas de C. diphtheriae infectadas por un bacteriófago
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 347

temperado que transporta el gen estructural para la toxina; en general es un fago β tox+.
La expresión del gen tox está sumamente regulada por factores genéticos y fisiológicos.
La toxina sólo se produce a niveles máximos cuando declina el crecimiento bacteriano,
cuando las concentraciones de hierro en el medio disminuyen. Esto parece estar regulado
de forma que cuando hay hierro en el medio se forma un complejo represor-hierro que
se une específicamente al operador tox del fago β. En condiciones de baja concentración
de hierro en el medio, el complejo se disocia y el gen tox, se desreprime y se sintetiza la
toxina. La toxina se sintetiza a nivel de los polisomas de la membrana de C. diphtheriae y
es secretada co-traduccionalmente como una cadena polipeptídica no tóxica. Adquiere
su toxicidad al actuar la tripsina que pone al descubierto sus sitios enzimáticos activos. Es
un modelo A-B de toxina: la subunidad B (sitio de unión a la célula eucariota) unida a la
subunidad A (sitio enzimático activo) por un puente disulfuro. Acción: la toxina ingresa
a la célula y al llegar al citoplasma altera la síntesis proteica. La subunidad A produce
una ADP-ribosilación del factor de elongación EF-2 de los ribosomas celulares, lo que
produce su inhibición. Los ribosomas al poseer un solo EF-2 quedan inhibidos por una
sola subunidad A. Se produce así la inhibición de la síntesis proteica lo que lleva rápida-
mente a la lisis celular, produciendo necrosis e inflamación local de la mucosa. Además,
esta toxina es la responsable de los efectos sistémicos de la enfermedad ya que produce
toxicidad cardíaca, del sistema nervioso central y periférico, y daño renal.

Infección clínica de C. diphteriae


Epidemiología
La difteria es una enfermedad de distribución mundial, pero con una incidencia notable-
mente variable según el grado de inmunización en la región. En nuestro país, la vacunación
se incluyó en el PAI (programa ampliado de inmunización) por lo que todos los niños están
vacunados; lo que disminuye la frecuencia y la severidad de la enfermedad. La vacunación
ha logrado que no existan casos notificados en nuestro país actualmente, el último caso se
notificó hace alrededor de 30 años. El ser humano es el único huésped natural de C. diphthe-
riae. Los portadores asintomáticos y los individuos en etapa de incubación son las principales
fuentes de infección.

Inmunidad
Se adquiere por la presencia en sangre de la antitoxina (anticuerpos antitoxina), adquirida
de manera pasiva (como los lactantes de hasta 6 meses) o por inmunización activa (infección
natural o vacunación). El estado inmune de una persona puede ser evaluado por medio de
la prueba de Schick, similar al PPD utilizado en la tuberculosis.

Patogenia
Se trata de una enfermedad toxigénica. La bacteria no tiene gran capacidad de invasión y
en general persiste en la superficie de las mucosas y la piel, desde donde produce la toxina
con actividad sistémica.
La infección respiratoria se trasmite principalmente por las gotitas de Pflügge y las lesiones
cutáneas altamente infectantes son fuente de enfermedad faríngea y cutánea. Dicha transmi-
sión se ve favorecida por el hacinamiento y el frío. Los microorganismos se establecen en la
orofaringe y amígdalas y se reproducen con rapidez. Luego comienzan a secretar la exotoxina
que produce necrosis local y gran respuesta inflamatoria con la producción de exudados
fibrinosos, que se van organizando y forman una seudomembrana gruesa y muy adherente.
348 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Dicha pseudomembrana junto con el edema y las importantes adenomegalias locales producen
obstrucción respiratoria alta (crup). Las manifestaciones sistémicas de la enfermedad se deben
a la toxicidad cardíaca y del sistema nervioso periférico que produce la toxina.

Manifestaciones clínicas
• Enfermedad respiratoria: es una amigdalitis con fiebre y malestar general. Puede ser leve
o muy grave cuando compromete nasofaringe y tráquea; las seudomembranas, caracte-
rísticas de esta faringoamigdalitis, y el edema que se forman pueden llevar a la asfixia y a
la muerte del paciente.
• Cutánea: se produce más frecuentemente en zonas cálidas del mundo.
• Complicaciones: disfunción miocárdica, afección de los pares craneanos y polineuritis
periférica; todas lesiones reversibles.

Sensibilidad antibiótica
Es sensible a penicilina y eritromicina, como alternativa para pacientes alérgicos. Debe ser
administrada tempranamente junto con la antitoxina.

Prevención
Inmunización activa
En nuestro país se realiza mediante la vacunación con la vacuna pentavalente en el 1er año
de vida que contiene toxoide diftérico, tetánico y gérmenes muertos de B. pertussis, además
de polisacárido capsular de H. influenzae y antígenos del virus de la hepatitis B. Luego se hace
refuerzo administrada solamente junto al toxoide tetánico. El toxoide diftérico se prepara a
partir de la toxina diftérica tratada con formalina al 0,3% a 37ºC.

NOCARDIA
Pertenece a la familia Nocardiaceae, suborden Corynebacterineae, perteneciente a los Ac-
tinomycetes. En el suborden se encuentran además otras familias como Mycobacteriaceae y
Corynebacteriaceae. Comparte con estas dos familias los componentes de su pared: ácidos
micólicos, galactosa, arabinosa, ácido mesodiaminopimélico, etc.
Comprende numerosas especies, pero las especies que infectan al hombre son: complejo N.
asteroides y N. brasiliensis. Las infecciones producidas por este microorganismo son infrecuentes,
pero está aumentando el número de casos reportados. Causa infecciones localizadas tanto
como diseminadas en humanos, frecuentemente inmunodeprimidos, y en animales.

Morfología y fisiología
Macroscopía y microscopía: son cocobacilos ramificados que frecuentemente forman hifas
aéreas (formando colonias algodonosas), parcialmente ácido-alcohol resistentes. Las colonias
son de color naranja, de superficie y bordes irregulares, con un característico olor a tierra
mojada, variable según la especie.
Son aerobios y moderadamente exigentes desde el punto de vista nutricional. Son de
crecimiento lento, los cultivos en agar infusión, en Sabouraud, en Lowenstein-Jensen o
en agar sangre pueden ser examinados al cabo de algunos días. Se pueden utilizar medios
selectivos con antibióticos.

Infección clínica
La nocardiosis es una infección mundialmente distribuida. Afecta fundamentalmente a pacien-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 349

tes inmunodeprimidos, pero no en forma exclusiva. La resistencia del huésped a la infección


depende del número y de la capacidad fagocítica y lítica de los polimorfonucleares y otras
células de defensa. El hecho que la enfermedad afecte de forma importante a los pacientes
VIH positivos reafirma la importancia de la inmunidad celular en este tipo de infecciones.
La transmisión de la enfermedad se produce por la inhalación de partículas contaminadas,
ocasionando nocardiosis pulmonar, o mediante inoculación cutánea directa en donde se
produce celulitis y linfangitis. No existe evidencia aún de transmisión persona-persona.
La infección se manifiesta clínicamente por:
• Nocardiosis pulmonar: es una neumonía de evolución aguda o subaguda con formación
de abscesos y cavitación. Habitualmente provocada por N. asteroides
• Nocardiosis cutánea y subcutánea: puede producir el clásico micetoma (enfermedad
crónica de la piel y el tejido celular subcutáneo que destruye progresivamente la piel, el
celular subcutáneo, las fascias, el músculo, llegando al hueso) además de celulitis, pústulas,
etc. En general causada por N. brasiliensis.
• Nocardiosis sistémica: a partir de las dos formas anteriores pueden producirse bacteriemias
y afectar el sistema nervioso central, la piel y tejido subcutáneo, los riñones, articulaciones,
huesos, corazón y ojos. Tanto la infección pulmonar como la sistémica no son infecciones
autolimitadas por lo que requieren de correcto tratamiento antibiótico y muchas veces
cirugía.

Determinantes de patogenicidad
La composición diferente de su pared y la presencia de factor de cordón o dimicolato de
trehalosa parecen permitirle la vida en el interior celular. También los niveles altos de lactosa
y superóxido dismutasa.

Sensibilidad antibiótica
Son sensibles a las sulfonamidas, trimetoprim-sulfametoxazol y dapsona con sulfato de
estreptomicina. Son sensibles además a amicacina, que muestra actividad sinérgica con
imipenem, con cefalosporinas de tercera generación y con trimetoprim-sulfametoxazol. Se
tratan habitualmente con sulfas o con cotrimoxazol.

RHODOCOCCUS
Es otro género bacteriano que integra la familia Nocardiaceae y comparte muchas de sus
características biológicas. Crece formando colonias rosadas extendidas sobre agar infusión-
sangre con o sin sustancias selectivas agregadas. Produce infecciones oportunistas, en especial
de pulmón y de partes blandas, en pacientes inmunocomprometidos (VIH positivos), con
frecuente invasión sanguínea.

Identificación de bacilos Gram positivos (BGP)


Al igual que para la identificación de cualquier especie bacteriana, lo primero a realizar es
un frotis con tinción de Gram. Luego debemos conocer los requerimientos atmosféricos de
la cepa a identificar, ya que sabemos que este grupo posee tanto bacterias aerobias como
aerobias facultativas y anaerobias. Para esto sembramos en un caldo de tioglicolato. Realiza-
remos posteriormente un cultivo en medios agar simple, agar sangre y las diferentes pruebas
bioquímicas.
350 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

* Lecitinasa: se siembra la bacteria en agar yema de huevo (agat TSA con el agregado de 10%
de yema de huevo) y se observa luego un halo de opacificación del medio alrededor de la
colonia
Con las características observadas, nos orientamos al género (por ej.: la presencia de
ésporos en un BGP aerobio o facultativo nos orienta a Bacillus; la presencia de cocobacilos
pequeños nos orienta a Listeria; los bacilos irregulares en letras chinas o empalizadas nos
orientan al género Corynebacterium).

GÉNERO BACILLUS
Microscopía: se observan bacilos Gram positivos grandes (1 por 3 a 10 µm) de extremos
rectos, aislados, en pares o cadenas con tinción de Gram. Se observan áreas claras sin teñir
que corresponden a endosporas, ovoides, de posición subterminal, que no deforman el soma
bacteriano. Pueden teñirse con técnicas de coloración especiales como el verde de Malaquita.
La endospora solo se observa a partir de cultivos viejos o mediante técnicas que provoquen
la esporulación, no a partir de muestras clínicas. Lo opuesto sucede con la expresión de la
cápsula, que se pierde al ser cultivada en medios artificiales.
Macroscopía: para su observación deben ser cultivados en medios ricos y simples tales como
agar sangre, agar chocolate y agar nutriente. Su morfología es variable según la especie:
• B. anthracis: colonias grandes, grises, opacas, chatas, de bordes irregulares que remedan
una cabeza de medusa. Son no hemolíticos.
• B. cereus: colonias grandes, blancogrisáceas, opacas, betahemolíticas.
• B. subtilis: colonias grandes, chatas, con pigmento naranja, pueden ser beta hemolíticas
Para su cultivo a partir de muestras clínicas con contaminantes pueden realizarse técnicas
que eliminan las formas de vida vegetativa y solo permiten la sobrevida de esporas; estas
técnicas son shock de calor o shock de alcohol. También se utilizan medios selectivos como
el PLET para B. anthracis.

Algunas pruebas para identificación de especie


Es un desafío para el microbiólogo diferenciar B. anthracis de las muchas especies no patóge-
nas que se encuentran en el ambiente como contaminantes. Las pruebas más comúnmente
realizadas son las que se observan en el diagrama (en la parte superior): lecitinasa, movilidad,
susceptibilidad a la penicilina, y otras como indol, nitratos, citrato, voges proskauer, etc.;
además de la observación de la macroscopía y microscopía, bastante características de cada
especie en particular.
También se pueden utilizar técnicas de biología molecular como análisis de los fragmentos
de restricción o métodos inmunológicos para detección de las toxinas.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 351

GÉNERO LISTERIA
Microscopía: cocobacilos (0,4 por 1,0 a 2,0 µm), dispuestos al azar. Pueden parecerse a Cory-
nebacterium y a los estreptococos.
Macroscopía: no son exigentes desde el punto de vista nutricional pero conviene cultivar-
las en agar sangre. Para las muestras provenientes de alimentos o muestras clínicas de sitios
no estériles existen numerosos medios de enriquecimiento. Pueden ser cultivadas a 35ºC. El
enriquecimiento se suele hacer a temperaturas menores. La movilidad en medio semisólido se
observa mejor a 25ºC y no a 35 o 37ºC. En agar simple se observan colonias pequeñas, grises
translúcidas, circulares, de bordes lisos. En agar sangre producen β-hemólisis estrecha.
Requerimientos atmosféricos: se observa turbidez a lo largo de todo el tubo de tioglicolato,
por lo que concluimos que es anaerobia facultativa.

Algunas pruebas bioquímicas para identificación del género Listeria


• Catalasa positivos (excepto algunas cepas), oxidasa negativos.
• Fermentación de hidratos de carbono: glucosa positivos.
• Hidrólisis de la esculina positiva.
• TSI A/A sin gas ni sulfhídrico.
• Rojo de Metilo y Vogues Proskauer: ambos positivos.

Especie L. monocitogenes
• Fermentación de hidratos de carbono: xilosa negativo, manitol negativo, ramnosa positivo,
salicina positivo.
• Hemólisis: beta, angosta. Es importante, ya que la diferencia de L. innocua (contaminante
de alimentos pero no patógena) que no la posee; y de L. ivanovii, que posee una amplia
zona de hemólisis beta.
• Catalasa positivo. Esta prueba es importante ya que permite diferenciar a L. monocytogenes
de Streptococcus beta hemolíticos, que poseen características morfológicas similares.
• CAMP: se observa potenciación de la beta hemólisis en forma de cabeza de fósforo.
Esto es debido a la presencia de alfa lisina y listeriolisina O (similar a la estreptolisina de
Streptococcus). L. seeligeri también es positivo.
• SIM: a 37ºC no se observa movilidad, a 25ºC se observa movilidad en forma de para-
guas.
Existen métodos inmunológicos para la detección de listerias a partir de alimentos pero aún
no han sido desarrollados para muestras clínicas. Los métodos serológicos (para la detección
de anticuerpos) aún no están bien desarrollados para diagnóstico clínico. Para la tipificación
se pueden utilizar técnicas de biología molecular como: fagotipificación, ribotipificación,
electroforesis en campos pulsados (de las técnicas más utilizadas al momento), entre otras.

CORYNEBACTERIUM DIPHTHERIAE
Microscopía: se observan bacilos Gram positivos delgados, pleomórficos (en forma de clava),
de alrededor de 1,5-5 µm de largo y 0,5-1 µm de ancho. Aparecen agrupados formando
estructuras que semejan letras chinas. Con azul de metileno se visualizan los característicos
gránulos metacromáticos.
Macroscopía: para su observación deben ser cultivadas por 24-48 h, en medios exigentes
a 37ºC y en una atmósfera enriquecida con 5% de CO2. En agar sangre se observan colonias
características: pequeñas, blanco grisáceas brillantes. Puede sembrarse en medio de Löeffler,
352 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

ya que si bien no se visualizan las colonias características, este medio aumenta la producción
de gránulos metacromáticos. Para el cultivo directo de muestras clínicas se utilizan medios
selectivos y diferenciales con telurito y cisteína como el CTBA o el Tinsdale. En estos medios
las colonias se visualizan gris-negruscas, ya que reducen el telurito, y con un halo marrón
alrededor de la colonia por poseer actividad cistinasa.
Luego pueden realizarse las siguientes pruebas: catalasa, metabolismo fermentador u
oxidador, motilidad, producción de ureasa, reducción de nitritos, fermentación de diferentes
hidratos de carbono, etc. Para comprobar si la cepa en cuestión posee la toxina deben realizarse
pruebas que solo son realizadas por laboratorio de referencia:
• Prueba de Elek modificada: consiste en cultivar la cepa a estudiar en una placa de Petri
con un medio especializado, junto con un disco impregnado en antitoxina; si la bacteria
presenta la toxina, se visualiza luego de la incubación una zona de precipitación.
• Pruebas de biología molecular como PCR del gen tox; tiene la ventaja de poderse realizar
directamente a partir de la muestra clínica. Otras pruebas como electroforesis en campos
pulsados, análisis del polimorfismo de los fragmentos de restricción, ribotipificación, etc.
son realizados para estudios epidemiológicos.
• ELISA: fue desarrollada recientemente para la detección de la toxina.
La cromatografía para la búsqueda de ácidos micólicos y otros componentes de la pa-
red, también es utilizada en laboratorios de referencia para la identificación de cepas de C.
diphteriae.

GÉNERO NOCARDIA
Microscopía: bacilos Gram positivos delgados, dispuestos en cadenas cortas o largas. Puede
realizarse una variante de coloración para bacilos ácido-alcohol resistentes (Kinyoun) en
donde se pueden ver tanto ácido alcohol resistente (AAR) como no-AAR.
Las hifas aéreas pueden visualizarse tanto microscópicamente como macroscópicamen-
te.
Macroscopía: observamos colonias secas, con un tinte anaranjado (N. brasiliensis) con
particular olor a tierra mojada, dependiendo su aspecto de la especie, la temperatura y el tipo
de medio de cultivo.
Para su cultivo pueden utilizarse medios tales como: agar Sabouraud dextrosa, agar cerebro-
corazón infusión, agar sangre, Lowenstein Jensen y Middlebrook. Deben incubarse a 37ºC, en
donde se visualizarán colonias entre el segundo día de incubación y las 3 semanas.
Para la identificación se utilizan las características micro y macroscópicas además de
requerimientos de cultivo, tipo de metabolismo de la glucosa, producción de arylsulfatasa,
crecimiento en presencia de lisozima y caracterización molecular.

Bibliografía
• Joklik WK, Willett HP, Amos DB, Wilgert CM. editores, Zinsser Microbiología. 20ª ed. BsAs. Panamericana;
1994.
• Koneman EW, Allen SD, Janda WM, Schreckenberger PC, Winn WC (h). editores. Diagnóstico Microbio-
lógico, Texto Atlas Color. 5ª ed. Bs As. Panamericana. 1999.
• Salyers AA, Whitt DD. editors. Bacterial Patogenesis, a molecular approach.2nd. ed. Washington, D.C. ASM
Press. 2001.
• Forbes BA, Sahm DF, Weissfeld AS. editors. Bailey & Scott´s. Diagnostic Microbiology. 11th. ed. St. Louis,
Missouri. Mosby. 2002.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 353

• Mandell GL, Douglas, Bennett JD. editors. Enfermedades infecciosas, Principios y Práctica. 5ª ed. Bs.As.
Panamericana. 2002.
• Murray PR. Baron EJ. Jorgensen JH. Pfaller MA. Yolken RH Editors. Manual of Clinical Microbiology. 8th.
ed. Washington, D.C. ASM Press. 2003.
• www.pasteur.fr. Intéractions Bactéries-Cellules. Responsable P. Cossart.
• www.pasteur.fr. Listeria. Responsable P. Martin.
• Swartz M. Recognition and management of anthrax-An update. New England Journal of Medicine. 2001
Nov 29;345(22):1621-1626.
• Corti ME and Villafañe Fioti AM. Nocardiosis: a review. International Journal of Infectious Diseases. 2003,
7 (4); 243-250.
354 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 355
Página 355

21 Bacterias anaerobias
C. Rivas, M. Mota

Introducción

La presencia de una atmósfera terrestre rica en oxígeno permitió a los seres vivos evolucionar
desarrollando un metabolismo aeróbico, el cual se caracteriza por ser una forma muy eficiente
de obtención de energía. Las bacterias anaerobias precedieron largamente a las aeróbicas y sin
duda, predominaron largamente en un mundo vivo que comenzaba a desarrollarse.
El reconocimiento de la naturaza anaerobia de determinados microorganismos se acredita
a Pasteur, quien en 1863 observó que la motilidad de ciertas bacterias desaparecía con la
exposición al aire.
El conocimiento sobre las bacterias anaerobias es poco y relativamente reciente, ya que
para poder lograr condiciones de anaerobiosis en el laboratorio se necesitaban, hasta los años
60, equipos costosos y técnicas bacteriológicas muy dificultosas. A partir de la introducción
de sistemas simples para producir anaerobiosis con equipos y reactivos de bajo costo, el co-
nocimiento de los anaerobios se desarrolla intensamente. Aun así, no hay un gran número de
microbiólogos que se dediquen al tema, la taxonomía está en permanente revisión e infinidad
de aspectos se mantienen oscuros.

Definiciones
Anaerobios son aquellos gérmenes que sólo pueden desarrollarse en ausencia de cantidades
significativas de oxígeno (O2) y bajo condiciones de potenciales redox (Eh) muy reducidos,
por tanto son estrictos en cuanto a sus exigencias de medio ambiente. Las formas vegetativas
mueren cuando son expuestos al oxígeno molecular libre en la atmósfera, aunque el grado
de resistencia bajo estas condiciones es variable (aerotolerancia). Los esporos bacterianos no
son afectados por tratarse de formas biológicas metabólicamente inertes y con muy escasa
proporción de agua en su composición.
Si bien se considera bacteria anaerobia aquel germen que puede crecer sólo en ausencia
de oxígeno, la sensibilidad frente al oxígeno varía ampliamente de una especie a otra. Así,
distinguimos bacterias microaerófilas, aerotolerantes y anaerobios estrictos u obligados. Las
bacterias microaerófilas resultan dañadas por niveles altos de oxígeno como el atmosférico
(21%) y requieren niveles bajos de O2 para crecer, en el rango de 2 a 10%. Anaerobios aeroto-
lerantes son aquellos microorganismos que toleran exposiciones breves al oxígeno atmosférico
desarrollando óptimamente en condiciones anaerobias. Los anaerobios estrictos no toleran
356 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

el oxígeno y mueren en su presencia, por tanto sólo desarrollan en condiciones anaerobias;


(de aquí en adelante los denominaremos simplemente anaerobios).

Potencial de óxido-reducción
El potencial de óxido-reducción (Eh) de una pareja redox es la medida en voltios de la ten-
dencia espontánea a donar o recibir electrones por parte de uno de los integrantes de la pareja
(flujo de electrones). Una pareja redox posee una forma reducida (dador de electrones) y una
forma oxidante (receptor de electrones): reductor <---> oxidante + electrones.
En consecuencia cuanto menor sea la cantidad de formas oxidantes menor o más bajo
será el potencial redox. Es por esto que el oxígeno debe ser eliminado imprescindiblemente
del microclima de desarrollo de las bacterias anaerobias (O2 atmosférico y en solución), ya
sea en los medios de cultivo o en el medio natural. Aún más, el descenso del potencial de
óxido-reducción debe afirmarse con la presencia en el medio de sustancias reductoras que
superen en gran número a las oxidantes.

Oxígeno sensibilidad
Si bien el oxígeno es potencialmente tóxico para cualquier forma de vida, los anaerobios
son intolerantes al mismo aunque en diferentes grados. Existe un espectro que va desde los
extremadamente intolerantes (aerointolerantes) hasta los aerotolerantes moderados los cuales
pueden sobrevivir a la presencia de O2 durante breves períodos. Esta diferente relación con el
oxígeno parece deberse a varios factores. En primer lugar, el oxígeno es un poderoso agente
oxidante, es decir, un ávido receptor de electrones, por lo tanto su presencia en solución es in-
compatible con potenciales redox bajos. En esta situación el flujo de electrones se ve interferido
por un receptor extraño al usual de los gérmenes provocando shunts letales. En segundo lugar,
el oxígeno puede interactuar directamente con enzimas o cofactores, a través de la oxidación
de grupos químicos sensibles (por ej.: sulfhidrilos), causando inactivaciones irreversibles. En
tercer lugar y aparentemente, la causa más importante de la oxígeno-toxicidad, se atribuye a
la producción de sustancias tóxicas derivadas de la reducción parcial de la molécula de O2.
Estos productos son el radical superóxido, peróxido de hidrógeno y radical hidroxilo:

O2 + e - → O2- (radical superóxido)

O2- + e - + 2 H+ → H2O2 (peróxido de hidrógeno)

H2O2 + e - + H+ → H2O + OH (radical hidroxilo)

Estos productos son extremadamente tóxicos porque son agentes oxidantes poderosos
y provocan destrucción de constituyentes celulares rápidamente. Los neutrófilos y macró-
fagos utilizan estos productos tóxicos del O2 para destruir los patógenos invasores. Muchos
microorganismos poseen enzimas que los protegen de estos productos tóxicos del oxígeno.
Las bacterias aerobias y las facultativas poseen las enzimas superóxido dismutasa (SOD) y
catalasa, que catalizan las siguientes reacciones respectivamente:
2O2- + 2H+ superóxido

dismutasa
O 2 + H 2 O2

2H2O2 catalasa

2H2O + O2
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 357

Los microorganismos aerotolerantes pueden carecer de catalasa pero la mayoría tiene


SOD; más aún, las SOD han sido postuladas como factores de virulencia en los anaerobios,
ya que estas enzimas permitirían la sobrevida de las bacterias en tejidos oxigenados hasta que
el consumo de oxígeno determina el ambiente adecuado para la multiplicación y desarrollo.
Los anaerobios estrictos carecen de ambas enzimas o las tienen en bajas concentraciones y
por eso no toleran el oxígeno.

Generalidades
BIOLOGÍA DE LOS MICROORGANISMOS
Los anaerobios en general poseen un metabolismo de tipo fermentativo, en el cual sustancias
orgánicas son los aceptores finales de electrones, aunque también pueden obtener energía a
partir de la respiración anaerobia. Otras características comunes a los microorganismos anae-
robios son sus requerimientos nutricionales complejos, su lento crecimiento y su labilidad, lo
cual, sumado a sus requerimientos atmosféricos estrictos (de O2 y CO2) hace que su aislamiento
sea difícil; además, al ser la mayoría de las infecciones mixtas (aerobios y anaerobios) otros
microorganismos menos exigentes y de crecimiento más rápido pueden crecer e inhibirlos si
no se toman las precauciones necesarias.
Los plásmidos están ampliamente difundidos entre los anaerobios especialmente a nivel
de especies de Clostridium y Bacteroides. Un muy buen porcentaje de estos elementos no han
demostrado funciones específicas. Entre los plásmidos funcionalmente conocidos encontra-
mos:
• Plásmidos que codifican la producción de bacteriocinas. Similares a las colicinas, son
producidas por especies de Clostridium y Bacteroides.
• Plásmidos toxigénicos, ampliamente distribuidos entre las especies de Clostridium produc-
toras de exotoxinas (toxigénicas). La correlación fehaciente entre plásmido y producción
de toxina no se ha podido establecer en muchos casos. El caso con más evidencia de la
relación plásmido-toxina es el de Clostridium tetani donde puede afirmarse que la toxina
tetánica está codificada en un plásmido.
• Plásmidos que codifican la resistencia a los antibióticos. Existen evidencias de que entre
diferentes especies de Clostridium, Bacteroides y cocos anaerobios existen plásmidos de di-
ferente tamaño que codifican la resistencia a macrólidos, tetraciclinas y cloramfenicol.

FACTORES DE VIRULENCIA
Se pueden separar en dos categorías según su importancia. Por un lado existen las poderosas
toxinas producidas por los clostridios; por otro, una serie de estructuras y sustancias de mucho
menor poder patógeno que se observan en varias especies de microorganismos no esporulados.
Se conocen los lipopolisacáridos de superficie de varias especies de Fusobacterium, Veillonella
y Bacteroides. Estas sustancias tienen una actividad “endotoxina” similar a las de los bacilos
gramnegativos facultativos. Su actividad es algo menos potente pero se ha demostrado su
capacidad (en Bacteroides) de participar en la producción de abscesos y de causar hipercoagu-
labilidad. El polisacárido capsular de Bacteroides del grupo fragilis es otro factor de virulencia
importante, ya que se comporta en forma similar a las cápsulas de otras bacterias, es decir, le
confiere al germen “la lanza y el escudo” en cuanto favorece su poder invasivo y dificulta la
acción defensiva de los leucocitos polimorfonucleares. Aun más, está claramente demostrada
su participación en la formación de abscesos.
Diversas enzimas producidas por los microorganismos anaerobios deben considerarse como
358 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

factores de virulencia: colagenasas, hialuronidasas, DNAsas, elastasas, heparinasas son las


principales. También deben incluirse aquellas enzimas que protegen contra la acción letal del
O2 tales como catalasa y superóxido-dismutasa, en cuanto permiten la sobrevida del germen
en un ambiente adverso hasta que se presenten las condiciones favorables. Estos factores de
virulencia no deben considerarse como “toxinas”.

EPIDEMIOLOGÍA
Las bacterias anaerobias están diseminadas en la naturaleza. La mayoría de las bacterias
anaerobias que causan infecciones en humanos son parte de la flora normal de piel y mucosas,
superando en cantidad a las bacterias facultativas en el intestino por un factor de 1000:1,
mientras que en piel, boca, vías aéreas superiores y tracto genital inferior femenino la relación
anaerobios-facultativos es de 5-10:1. Otros patógenos anaerobios como Clostridium botulinum y
Clostridium tetani se encuentran en suelos y no son considerados parte de la flora humana.
Aunque la transmisión persona-persona de C. difficile entre los pacientes hospitalizados
representa un gran problema, la mayoría de las infecciones por anaerobios ocurren cuando
microorganismos de la flora normal del paciente acceden a un sitio normalmente estéril
como resultado de la ruptura de alguna barrera anatómica. Por esto el conocimiento de esta
flora normal es importante pues nos permite sospechar qué microorganismos pueden estar
involucrados en determinado proceso infeccioso y en consecuencia, establecer una antibio-
ticoterapia empírica racional, así como seleccionar los medios de cultivo apropiados para el
aislamiento e identificación bacterianos.
La tabla 1 muestra la frecuencia de los microorganismos anaerobios más comunes como
flora normal humana en diferentes localizaciones.
Tabla 1. Incidencia de las bacterias anaerobias como flora normal humana
PielTracto res- Boca Intestino Genitales Uretra Vagina
piratorio externos
superior
Bacilos grampositivos esporulados
Clostridium 0 0 1 3-4 0 1 1
Bacilos grampositivos no esporulados
Actinomyces 0 2 2 1 0 0 0
Bifidobacterium 0 0 2 1 0 0 2
Eubacterium 1 1 2 3-4 d d 1
Lactobacillus* 0 0 2 2 0 1 3-4
Propionibacterium 3-4 2 1 1 d 0 2
Bacilos gramnegativos
Bacteroides 0 2 3-4 2 2 2 2
Fusobacterium 0 2 3-4 2 2 2 1
Cocos Gram positivos 2 2 3-4 3-4 2 1 2
Cocos Gram negativos 0 2 3-4 2 0 d 2
Tracto respiratorio superior incluye vías nasales, nasofaringe, orofaringe y amígdalas.(*) In-
cluye anaerobios, facultativos y microaerófilos, (d=desconocido) (0=no encontrados o raros)
(1=hallazgo irregular) (2=habitualmente presentes) (3-4=presentes en gran número).
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 359

RECOLECCIÓN DE MUESTRAS
Teniendo en cuenta que los anaerobios están presentes en gran número en prácticamente toda
la superficie cutaneomucosa, es difícil muchas veces evitar la contaminación de la muestras
con estos microorganismos. Es por esto que las siguientes muestras son inaceptables para
cultivar en anaerobiosis:
• Exudado faríngeo, nasofaríngeo o bucal.
• Expectoración.
• Secreciones obtenidas por aspiración oro o nasotraqueal.
• Cepillado o lavado bronquial (salvo el obtenido por catéter de doble luz).
• Contenido gástrico e intestinal (salvo excepciones).
• Materias fecales (salvo para la búsqueda de C. difficile)
• Exudado rectal.
• Orina obtenida por sonda o espontáneamente.
• Exudados vaginales y cervicales.
• Exudado uretral.
La expectoración no debe cultivarse en anaerobiosis porque el esputo se contamina con
la flora anaerobia normal de la faringe y la boca en su pasaje al exterior; igualmente pasa con
el esputo obtenido por fibroscopía o los aspirados nasotraqueales ya que el tubo arrastra en
su introducción flora normal en su extremo distal.
La orina emitida espontáneamente o con sonda se contamina por la colonización natural de
la porción distal de la uretra y el meato, o por la colonización de la sonda. Si existen catéteres
suprapúbicos o renales pueden utilizarse para tomar la muestra con resultados aceptables.
Una recolección de muestra adecuada debe evitar siempre la más mínima contamina-
ción con flora normal. Las muestras más adecuadas para el cultivo de anaerobios son las
siguientes:
• Bilis.
• Sangre.
• Médula ósea.
• Líquido cefalorraquídeo.
• Otros fluidos de sitios normalmente estériles (por ej: líquido articular).
• Líquido de ascitis.
• Orina obtenida por punción suprapúbica.
• Tejidos obtenidos por biopsia o autopsia.
• Líquido pleural obtenido por toracocentesis.
• Lavado bronquial obtenido con cepillo protegido.
• Aspirado transtraqueal.
• Punción pulmonar transparietal (PPTP).
• Aspiración con aguja de abscesos cerrados.
• Contenido uterino colectado con cepillo protegido.

TRANSPORTE DE MUESTRAS
Otro factor crucial para el éxito en el aislamiento de anaerobios es el transporte adecuado
de la muestra. Se debe proteger a los microorganismos de los efectos nocivos del oxígeno
atmosférico durante el tiempo que transcurre entre la extracción y la siembra anaeróbica de la
muestra. La primera y más efectiva medida es “correr” ya que en ninguna otra ocasión como
esta el envío inmediato al laboratorio es tan fundamental. Las muestras deben ser colocadas
en un sistema de transporte que asegure la anaerobiosis. Existen tubos, comercialmente dis-
360 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

ponibles en los que se ha sustituido el aire por otro gas, como CO2 o N2, denominados tubos
gaseados y que contienen un indicador de anaerobiosis. Dichos tubos sirven para el transporte
de muestras líquidas que se inyectan a través de un tapón de goma luego de eliminar todo el
aire de la jeringa y aguja. Un sistema similar sirve para transportar hisopos. Si la muestra es
un tejido o una biopsia, esta puede mantenerse en un tubo o recipiente con suero fisiológico
y éste a su vez en una bolsa o sobre de anaerobiosis, que describiremos más adelante. En casos
de extracción de material con aguja y jeringa, si la demora no supera los 30 minutos puede
enviarse el material en la misma jeringa expulsando el aire residual y obturando la aguja con
un tapón de goma.
Las muestras deben conservarse a temperatura ambiente hasta ser procesadas en el labo-
ratorio ya que la refrigeración puede oxigenar la muestra.

MÉTODOS DE CULTIVO
Luego de sembrar la muestra en un medio de cultivo adecuado, la incubación en anaerobio-
sis se consigue por medio de alguno de los siguientes sistemas: jarras anaeróbicas, bolsas de
anaerobiosis y la cámara de anaerobiosis o “cámara de guantes”. El último método es muy
caro, requiere equipamiento complejo, es lento y se usa para estudios de flora normal y en
laboratorios altamente especializados. Desde el punto de vista práctico las jarras y los sobres
o bolsas son equiparables en rendimiento a los sistemas más sofisticados y son aceptables
para el aislamiento de bacterias anaerobias en el laboratorio clínico. Con estos sistemas son
posibles los cultivos en medios sólidos para la obtención de aislamientos que permitan la
identificación bacteriana.

Jarras de anaerobiosis
Es el sistema más utilizado para generar una atmósfera anaeróbica. Consiste en una jarra de
plástico con una tapa que cierra herméticamente. La atmósfera anaerobia puede lograrse por
dos métodos diferentes. El más sencillo utiliza un sobre comercial generador de hidrógeno y
CO2 que es activado, ya sea mediante la adición de agua o por la humedad de las placas de
agar. El H2 se combina con el O2 del aire para formar agua generando la anaerobiosis. Esta
reacción es catalizada por granallas de zinc recubiertas de paladio que se encuentran deposi-
tadas en una canastilla fija a la tapa de la jarra. El segundo método consiste en la extracción
del aire contenido en la jarra a través de la generación de vacío, sustituyendo el mismo por
otro gas libre de O2 como el nitrógeno. El contenido final de la jarra consiste en una mezcla
de gases conteniendo generalmente 80-90% de nitrógeno, 5-10% de hidrógeno y 5-10% de
CO2. Una tirilla de papel impregnada en azul de metileno (azul en presencia de O2, incoloro
en su ausencia) introducida en la jarra es el indicador de anaerobiosis.

Bolsas de anaerobiosis
Consiste en una bolsa plástica transparente, gas impermeable, un indicador de anaerobiosis
(azul de metileno o resarzurina) y un sobre generador de anaerobiosis igual al utilizado para
las jarras. Una o dos placas de Petri pueden introducirse antes de sellar la bolsa. Este sistema
tiene las ventajas de su economía y practicidad, además de poder observar directamente si
existe crecimiento en las placas de Petri sin abrir el sistema; también se puede utilizar para
los sistemas de identificación tipo API-20A. Estas bolsas sirven además para el transporte de
muestras como habíamos visto anteriormente.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 361

IDENTIFICACIÓN DE LOS ANAEROBIOS


Examen macroscópico de la muestra
Al recibir la muestra en el laboratorio debe ser examinada en busca de algunas características
que sugieren la presencia de anaerobios, como: olor fétido, gránulos de azufre (asociados a
la presencia de Actinomyces spp., Propionibacterium spp., o Eubacterium nodatum), fluorescen-
cia bajo luz ultravioleta (que ocurre ante la presencia de cepas pigmentadas de Prevotella o
Porphyromonas).

Tinción de Gram
Una característica general de los microorganismos anaerobios es su tendencia a tornarse
gramnegativos cuando se aplica la coloración de Gram, sea por la poca estabilidad frente a la
decoloración lo que los convierte en Gram inestables al examen directo de los materiales, sea
porque existe una variación tintorial en los cultivos bacteriológicos. Por esto es que pueden
realizarse las siguientes modificaciones a la técnica de la tinción de Gram:
• efectuar la decoloración solamente con alcohol etílico prescindiendo de la acetona
• prolongar el tiempo de contacto con lugol hasta 1 minuto.

Cultivo
Los medios de cultivo primarios para la siembra de una muestra de anaerobios son varios,
pero en general incluyen un medio no selectivo como el agar sangre y algún medio selectivo.
Además otra placa de agar sangre, una de agar chocolate y una de agar MacConkey son
inoculadas e incubadas en aerobiosis, ya que la mayoría de las infecciones por anaerobios
son polimicrobianas e incluyen bacterias aerobias y facultativas. Un medio de cultivo líquido
habitualmente caldo tioglicolato se utiliza como medio de enriquecimiento cuando la mues-
tra proviene de un sitio estéril. Existen varios medios líquidos comercialmente disponibles
para hemocultivos. Algunos contienen (SPS) sodium polyanetol sulfonate, el cual estimula el
desarrollo de los anaerobios, aunque al parecer sería inhibidor para Peptococcus anaerobius.
Se trata de frascos de 100 ml, al vacío, con el agregado de CO2, una base nutritiva (digerido
tríptico de soja o peptonas) y un agente reductor (tiol o tioglicolato). El porcentaje de san-
gre a inocular es del 5 al 10 % v/v. Los frascos se examinan diariamente buscando turbidez,
hemólisis o gas; se consideran negativos definitivamente a los 10 días de incubación previo
subcultivo final.
Las placas inoculadas deben ser inmediatamente incubadas en condiciones anaerobias
a 37 ºC durante 48 horas, al cabo de las cuales si no hay desarrollo deben ser incubadas al
menos 5 días antes de ser descartadas.

Identificación
La morfología colonial así como la presencia de hemólisis, olor, etc. son algunas característi-
cas a tener en cuenta como primera aproximación a la identificación. Todas los morfotipos
coloniales de la placa de agar sangre incubada en anaerobiosis deben ser examinados con una
tinción de Gram y subcultivadas para determinar su aerotolerancia. Para ello cada colonia debe
ser subcultivada en una nueva placa de agar sangre en anaerobiosis y en una placa de agar
chocolate en CO2. En la placa de agar sangre se colocan los siguientes discos de antibióticos
para una identificación preliminar de los anaerobios y no con fines de probar la susceptibilidad
antibiótica: kanamicina, colistina, vancomicina.
La identificación completa de los anaerobios es bastante costosa, frecuentemente requiere
varios tests bioquímicos, cromatografía gas-líquido de los productos metabólicos derivados
362 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

de la fermentación de la glucosa, y cromatografía de ácidos grasos de cadena larga. Es por


esto que en general la identificación completa o confirmatoria queda reservada a laboratorios
de referencia. La mayoría de los laboratorios clínicos deben conformarse con una identifi-
cación presuntiva que además es suficiente para guiar la terapia antimicrobiana adecuada.
Una agrupación preliminar de los anaerobios se obtiene de la combinación de las siguientes
características: origen de la muestra, morfología microscópica, reacción al Gram, morfología
colonial, prueba de aerotolerancia.
En el diagrama siguiente se esquematizan los pasos a seguir:
Cultivo en placa
Registrar Realizar
Morfología de colonias Gram
Pigmento Indol
Catalasa
Hemólisis Test NO3
Fluorescencia
Susceptibilidad a:
Vancomicina
Kanamicina
Colistin
SPS
Actividad lipasa
Actividad lecitinasa

Susceptibilidad a los antibióticos


La antibioticoterapia de las infecciones por anaerobios es habitualmente empírica ya que los
cultivos y el aislamiento son lentos y dificultosos. Por otra parte, las pruebas de sensibilidad
realizadas en los laboratorios clínicos no dan resultados confiables. De manera pues, que nos
debemos guiar por las pruebas realizadas en los laboratorios de referencia internacionales que
aportan datos sobre sensibilidad y nos permiten predecir con un nivel razonable de seguridad
cuales son los antibióticos de elección para cada germen. Las pruebas de sensibilidad se realizan
de forma similar a las de gérmenes aerobios.

Bacilos grampositivos no esporulados


Este grupo diverso de microorganismos incluye bacterias anaerobias estrictas y aerotolerantes
que forman parte de la flora normal de piel y mucosas. Todos comparten la característica de
ser poco virulentos o de escaso poder patógeno, produciendo infecciones oportunistas en el
caso de Actinomyces, Mobiluncus, Propionibacterium. Lactobacillus, Eubacterium y Bifidobacterium
muy rara vez causan enfermedad.

ACTINOMYCES
Se trata de bacilos grampositivos largos y ramificados, delgados y delicados, bajo ciertas
circunstancias, frotis o cultivos pueden fragmentarse simulando bacilos del tipo difteroides.
En general son facultativos, aunque crecen mejor en anaerobiosis. A. meyeri es el único
anaerobio estricto. Son capnófilos. Crecen lentamente y en el hospedero suelen producir
infecciones crónicas.
Forman parte de la flora normal de las mucosas del tracto respiratorio superior, tracto
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 363

digestivo y aparato genital femenino, pero normalmente no están presentes en la superficie


cutánea. La cavidad oral es su hábitat principal. Los microorganismos tienen un bajo potencial
de virulencia, por lo tanto producen enfermedad sólo cuando las barreras mucosas normales
se alteran por traumatismos, cirugía o infección.
La enfermedad producida por Actinomyces se llama actinomicosis y se caracteriza por el
desarrollo de lesiones granulomatosas crónicas que se hacen supurativas y forman abscesos
conectados mediante fístulas. En los abscesos y los tractos fistulosos se pueden observar colonias
macroscópicas que recuerdan a los granos de arena, llamadas gránulos de azufre por su aspecto
amarillo o naranja y están formadas por masas de microorganismos unidos entre sí por fosfato
cálcico. Las zonas de supuración están rodeadas por un tejido fibroso de granulación lo que
da a la superficie que cubre a los tejidos afectados una consistencia dura o de madera.
Actimomyces israelii es el patógeno humano más importante.
La actinomicosis es entonces una enfermedad endógena y se clasifica según los órganos
que afecta en:
• actinomicosis cervicofacial constituye aproximadamente el 50% de los casos de actinomico-
sis. Ocurre en personas con mala higiene bucal o que han sido sometidas a un procedimiento
dental invasivo o a un traumatismo oral. De esta manera los microorganismos presentes
en la boca invaden los tejidos enfermos y producen una enfermedad piógena aguda o, más
frecuentemente, un proceso inflamatorio de evolución lenta, relativamente indoloro, con
fibrosis y cicatrización, así como con fístulas de drenaje a lo largo del ángulo de la mandíbula
y del cuello. Producen también enfermedad periodontal.
• actinomicosis torácica se produce por aspiración del agente desde el tracto respiratorio
superior y la boca o por extensión de lesiones cervicofaciales. Al inicio de la enfermedad
se produce un absceso pulmonar. Conforme la enfermedad progresa ocurre fistulización
al exterior a través de la pared torácica pudiendo interesar costillas y vértebras.
• actinomicosis abdominal ocurre en pacientes sometidos a cirugía digestiva o que han sufrido
un traumatismo en el intestino. Puede extenderse por todo el abdomen y afectar a cualquier
órgano. Es posible la extensión vertebral y la fistulización al exterior.
• actinomicosis pélvica puede presentarse como una vaginitis o más frecuentemente puede
haber una gran destrucción de tejidos con formación de abscesos tubo-ováricos. Se ha descrito
infección en mujeres que utilizan dispositivos intrauterinos con sintomatología escasa y sin
presencia de gránulos.
• actinomicosis del sistema nervioso central se produce generalmente por diseminación hema-
tógena desde otros tejidos infectados, como los pulmones. La manifestación más frecuente es
un absceso cerebral solitario, pero también puede ocasionar meningitis, empiema subdural
y abscesos epidurales.
La confirmación en el laboratorio de la actinomicosis es difícil. Si se detectan gránulos
de azufre en una fístula o en un tejido, el gránulo se debe aplastar entre dos láminas, teñirse
y mirarse al microscopio óptico. Se pueden ver en la periferia de los gránulos bacilos gram-
positivos delgados y ramificados.
Actinomyces spp. son exigentes y crecen lentamente en condiciones anaerobias, se pueden
tardar 2 semanas o más en aislar los microorganismos. Las colonias son blancas y tienen una
superficie en forma de cúpula que se puede volver irregular luego de una incubación de una
semana o más, lo que recuerda a la parte superior de una muela. Las especies individuales de
Actinomyces se pueden diferenciar mediante pruebas bioquímicas.
El tratamiento de la actinomicosis implica la asociación del desbridamiento quirúrgico
de los tejidos afectados y la administración prolongada de antibióticos. La penicilina es el
364 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

antibiótico de elección. El mantenimiento de una buena higiene bucal y el uso de profilaxis


antibiótica adecuada cuando se realizan maniobras invasivas en la boca o el tubo digestivo
disminuyen el riesgo de estas infecciones.

PROPIONIBACTERIUM
Son bacilos grampositivos pequeños que se disponen en cadenas cortas o en agregados.
Integrantes de la flora normal de piel (en contraposición a Actinomyces), conjuntiva, oído
externo, orofaringe y aparato genital femenino. Son anaerobios estrictos o aerotolerantes,
inmóviles, catalasa positivos y capaces de fermentar hidratos de carbono produciendo como
principal residuo ácido propiónico (de ahí su nombre). Las especies que se aíslan con mayor
frecuencia son Propionibacterium acnes, P. granulosum y P. propionicus.
P. acnes es responsable del acné en adolescentes y adultos jóvenes así como de infecciones
oportunistas en pacientes con prótesis (valvulares o articulares) o dispositivos intravascula-
res. Las propionibacterias se aíslan también a partir de hemocultivos, pero suele deberse a
contaminación con bacterias de la piel en el sitio de venopunción.
El papel principal de P. acnes en el acné es estimular la respuesta inflamatoria. La producción
de péptidos de bajo peso molécula por parte de los bacilos que habitan en los folículos sebáceos
atrae a los leucocitos. Luego de fagocitar a los bacilos los fagocitos liberan enzimas hidrolíticas
que junto a una variedad de toxinas bacterianas como lipasas, proteasas, neuraminidasa e
hialuronidasa estimulan la respuesta inflamatoria lo que lleva a la destrucción del folículo.
Las propionibacterias crecen en la mayoría de los medios de cultivo pero puede tardarse
entre 2 y 5 días en evidenciar el crecimiento.

LACTOBACILLUS
Se trata de bacilos grampositivos largos, de bordes paralelos y extremos rectangulares, facul-
tativos, microaerófilos o anaerobios estrictos. No producen la enzima catalasa ni citocromos.
Producen ácido láctico como principal producto de fermentación y tienen requerimientos
nutricionales complejos. Llevan a cabo la fermentación homoláctica a través de la vía de
Embden-Meyerhof o la fermentación heteroláctica a través de la vía de las pentosas fosfato.
Su crecimiento es óptimo en condiciones ácidas (pH entre 4.5 a 6.4).
Se encuentran en la superficie de las plantas así como en la carne, el agua, frutas y otros
productos alimenticios. Son indispensables para la industria del alimento donde se utilizan para
la fermentación de alimentos y bebidas, como pickles, cerveza, vino, jugos, quesos y yogurt.
En el hombre se encuentran formando parte de la flora normal de la boca, estómago,
intestino y tracto genitourinario (constituyen la flora vaginal predominante en mujeres en
edad reproductiva). Son los microorganismos más frecuentes en la uretra, por lo tanto su
recuperación en los urocultivos procede invariablemente de la contaminación de la muestra.
La razón por la cual los lactobacilos rara vez producen infecciones del tracto urinario es su
incapacidad para crecer en la orina.
Generalmente no son patógenos. Por el contrario, su efecto beneficioso ha sido demos-
trado cuando se administran en forma de probióticos (suplemento alimentario que contiene
microorganismos vivos con efectos beneficiosos en el huésped al mejorar el balance microbiano
intestinal) en la prevención y el tratamiento de algunas enfermedades como la diarrea aguda
infantil, diarrea asociada a antibióticos, diarrea del viajero, colitis alérgicas y probablemente
otras como la candidiasis vaginal, etc. De todas maneras pueden invadir el torrente circulatorio
ocasionando bacteriemias transitorias de origen genitourinario (por ej: después del parto o de
un procedimiento ginecológico), endocarditis y sepsis en pacientes inmunodeprimidos.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 365

Son uniformemente resistentes a la vancomicina. Se obtiene actividad antimicrobianas


sinérgica mediante la combinación de penicilina más un aminoglucósido.

Mobiluncus
Los miembros de este género bacteriano son bacilos gramvariables o gramnegativos, a pesar
de tener una pared celular grampositiva, carente de lipopolisacárido, y sensibles a vancomi-
cina, clindamicina, eritromicina y ampicilina, pero resistentes a colistina. Bacilos curvos con
extremos en forma de punta, son anaerobios estrictos. Son exigentes desde el punto de vista
nutricional y crecen lentamente incluso en medios enriquecidos.
En humanos se han identificado dos especies, Mobilunucs mulieris y M. curtisii. Los micro-
organismos colonizan el tracto genital femenino en un número bajo, pero son abundantes en
las mujeres con vaginosis bacteriana. Su aspecto microscópico es una marcador útil para esta
enfermedad, pero no está claro el papel preciso de estos microorganismos en la patogénesis
de la vaginosis bacteriana.

Bifidobacterium y Eubacterium
Los microorganismos pertenecientes a estos dos géneros se encuentran con frecuencia en la
orofaringe, intestino grueso y vagina. Estas bacterias se pueden aislar en las muestras clínicas
pero tienen un potencial de virulencia muy bajo y generalmente se aíslan como contaminantes
sin significación clínica. La confirmación de su papel etiológico en una infección requiere el
aislamiento repetido del microorganismo a partir de múltiples muestras y la ausencia de otros
microorganismos patógenos.

Cocos grampositivos
PEPTOSTREPTOCOCCUS
A pesar del nombre del género la morfología de estos gérmenes incluye formas en pares,
tétradas, racimos, y cadenas. Un estudio microscópico cuidadoso muestra a estos cocos con
tamaño irregular y alguna decoloración parcial, lo que permite diferenciarlos de sus similares
aerobios. Forman parte de la flora de la boca, intestino y genitales. Se encuentran involu-
crados en infecciones pleuropulmonares, abscesos, infecciones ginecológicas, sinusitis. Casi
constantemente son sensibles a los betalactámicos.

Bacilos grampositivos esporulados


CLOSTRIDIUM
Los clostridios son bacilos anaerobios formadores de esporas y en general Gram positivos.
Casi todas las especies son anaerobias obligadas pero unas pocas especies son aerotolerantes.
Las especies patógenas producen toxinas solubles, algunas de las cuales son extremadamente
potentes. Los clostridios están ampliamente distribuidos en la naturaleza y se encuentran en
los suelos y en el tracto gastrointestinal de los seres humanos y los animales.
Los clostridios patógenos pueden dividirse para su estudio en cuatro grandes grupos de
acuerdo al tipo de enfermedad que producen:
1. Los clostridios histotóxicos típicamente causan una variedad de infecciones tisulares, en
general luego de heridas abiertas y otras lesiones traumáticas.
2. Los clostridios enterotoxigénicos producen intoxicación alimentaria y formas más severas
de enfermedad gastrointestinal.
366 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

3. Clostridium tetani, agente causal del tétanos, produce la enfermedad por medio de una
potente exotoxina que es elaborada durante la proliferación limitada en los tejidos.
4. Clostridium botulinum es el agente etiológico del botulismo, enfermedad que resulta de la
ingestión de una poderosa exotoxina formada previamente por los microorganismos en
alimentos contaminados.

Clostridios histotóxicos
Pueden ocasionar una severa infección a nivel muscular denominada mionecrosis por clos-
tridios (antes conocida como gangrena gaseosa o miositis por clostridios).
Clostridium perfringens es la especie más importante responsable del 80-90% de los casos
de mionecrosis. C. novyi, C. septicum, C. histolyticum, C. sordellii, C. fallas también ocasionan
estas infecciones. Todos ellos producen una variedad de toxinas con potencias diferentes;
para cada especie las toxinas se designan con letras griegas.
Ninguno de ellos se comporta como un patógeno altamente invasivo, sino que cada uno
juega un papel oportunista que requiere un conjunto de condiciones en los tejidos para que se
inicie la infección. Determinan un espectro de compromiso clínico en infecciones de heridas
que va desde la simple contaminación hasta la mionecrosis. Dada su amplia distribución en
la naturaleza, la contaminación de heridas es muy común (39%). Sin embargo una pequeña
proporción de heridas contaminadas evoluciona a la verdadera mionecrosis. Por lo tanto el
aislamiento de clostridios histotóxicos a partir de heridas o material de drenaje no indica por
sí mismo la presencia de mionecrosis: el diagnóstico de dicha afección es clínico.

Clostridium perfringens
Existen cinco tipos diferentes: A, B, C, D y E, que se diferencian por la producción de cuatro
toxinas letales principales: alfa, beta, epsilon y theta.
C. perfringens tipo A es el principal responsable de enfermedad humana; produce alfa
toxina y otras de menor poder (omega, kappa, micrón); habita suelos e integra la flora normal
del tracto gastrointestinal de hombre y animales.
Los tipos B, C, D y E existen en el tracto gastrointestinal de animales y sólo de forma
ocasional en el hombre. Producen una variedad de enfermedades en animales domésticos;
no habitan de forma permanente los suelos como lo hace el tipo A.

BIOLOGÍA DEL MICROORGANISMO

Es un bacilo netamente grampositivo, corto y grueso, de bordes redondeados, con formas hasta
cocoides. En los frotis directos de muestras clínicas no se observan esporos y es caracterís-
tica la ausencia de células eucariotas debido a la intensa citólisis tóxica; pueden observarse
cápsulas. En los frotis realizados a partir de cultivos pueden observarse esporos medianos o
subterminales que no deforman el soma vegetativo.
Es anaerobio aerotolerante, algunas cepas producen la enzima superóxido dismutasa.
Desarrolla a un pH variable (5.5 a 8) y en un rango de temperatura que va de 20 ºC a 50
ºC. Es el único inmóvil de los clostridios patógenos. Crece rápido en agar sangre, pudiendo
observarse colonias a las 24-48 hs de incubación.

ESTRUCTURA ANTIGÉNICA

C. perfringens produce por lo menos 12 exotoxinas diferentes, de naturaleza proteica y an-


tigénicas.
De los cuatro antígenos letales principales, alfa es la más importante y es producida por
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 367

los cinco tipos de C. perfringens. Los antígenos menores son enzimas y no son letales: antíge-
no K es una colagenasa, antígeno V es una desoxirribonucleasa, antígeno u tiene actividad
hialuronidasa.
La serotipificación de acuerdo a antígenos somáticos ha tenido aplicación en estudios
epidemiológicos de brotes de intoxicación alimentaria, donde existe una correlación entre los
serotipos de C. perfringens de tipo A aislado en heces de pacientes y los serotipos recuperados
de alimentos contaminados.

FACTORES DE VIRULENCIA

La toxina alfa posee actividad letal, dermonecrótica y hemolítica; es una lecitinasa C o


fosfolipasa C (degrada la lecitina en fosforilcolina y un diglicérido), también hidroliza la es-
fingomielina; es activada por Ca++ y Mg++. Es un antígeno excelente, tanto que la protección
o el tratamiento in vivo dependen totalmente del título antitoxina alfa.
In vivo actúa sobre complejos lipoprotéicos que contienen lecitina en la membrana ce-
lular y probablemente sobre la membrana mitocondrial; produce además alteración de las
membranas de eritrocitos, plaquetas, leucocitos y células endoteliales ocasionando lisis de
estas células; aumenta la permeabilidad vascular con hemólisis masiva y hemorragia, así como
destrucción tisular y edema observados durante la enfermedad. Recientemente se ha descrito
su comportamiento como superantígeno (es decir que es capaz de estimular la proliferación
policlonal de linfocitos T).
La toxina beta tiene actividad necrotizante (enteritis necrotizante) e induce hipertensión
por liberación de catecolaminas.
La toxina epsilon aumenta la permeabilidad vascular de la pared gastrointestinal.
La toxina theta posee actividad necrotizante e induce un aumento de la permeabilidad
vascular.
La enterotoxina producida por cepas de C. perfringens principalmente tipo A, pero tam-
bién de los tipos C y D, es una proteína termolábil producida en el colon y liberada durante
la esporulación. Posee estructura y función similar a las toxinas LT y CT de E. coli y V. cho-
lerae respectivamente. También tiene cierta actividad citotóxica. Produce enteritis, la dosis
infectante es elevada.
Los antígenos omega, kappa y mu tienen un papel auxiliar en la diseminación local de
la infección a través de los tejidos y en la provisión de nutrientes para la proliferación de
los microorganismos; en bajas concentraciones la toxina omega es tóxica para los leucocitos
humanos y puede ser responsable de la ausencia inusual de células polimorfonucleares en el
tejido muscular infectado.

EPIDEMIOLOGÍA
C. perfringens es un microorganismo ubicuo: el tipo A (principal responsable de enfermedad
en humanos) se encuentra en el tracto gastrointestinal de hombre y animales, y son nume-
rosos en suelos, tanto las formas vegetativas como las esporuladas; también están en aguas
contaminadas con heces.
La infección por estos microorganismos puede tener un origen endógeno o exógeno. En
lesiones traumáticas la fuente de clostridios en general es la tierra presente en las heridas
(la incidencia de contaminación e infección de heridas depende de la concentración de C.
perfringens en los suelos, lo que varía según la localización geográfica).
En las infecciones endógenas la fuente de clostridios es la flora fecal presente en la piel
368 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

o las vestimentas introducidas en las heridas, o clostridios que escapan del intestino cuando
este es perforado, ya sea por enfermedad, lesiones traumáticas o intervenciones quirúrgicas.

PATOGENIA
Los clostridios son incapaces de iniciar una infección en tejidos sanos (Eh normal). Factores
primordiales que predisponen a la mionecrosis son la isquemia y necrosis muscular, que pro-
porcionan una tensión de O2 y un potencial de oxido-reducción disminuidos, condiciones
necesarias para la proliferación de estos microorganismos. Esto explica que aún con alta in-
cidencia de contaminación de heridas, la incidencia de mionecrosis continúe siendo baja. En
áreas con menor tensión de O2 en el músculo, se acumula ácido láctico y el pH desciende. La
combinación de la disminución del Eh y la caída del pH, puede activar enzimas proteolíticas
endógenas y dar como resultado autólisis tisular. Esta liberación de nutrientes y la disminución
del potencial de óxido-reducción proporcionan condiciones adecuadas para el desarrollo de
las microorganismos anaerobios.
La proliferación de los microorganismos se acompaña de producción de toxinas solubles. En
la mionecrosis estas toxinas difunden desde el sitio inicial, proliferan y atacan músculo y tejidos
circundantes sanos. Estos tejidos son destruidos por las toxinas permitiendo la diseminación
de la infección hacia nuevas áreas necróticas. El líquido de edema (producido por acción
de la toxina y enzimas de clostridios sobre los tejidos) y el gas del metabolismo bacteriano,
aumentan la presión del compartimiento muscular agravando la isquemia, disminuyendo aún
más el potencial de óxido-reducción y el pH, proporcionando nuevas áreas adecuadas para
la proliferación de clostridios.

ESPECTRO DE MANIFESTACIONES CLÍNICAS

• Contaminación simple de heridas.


• Celulitis, fascitis y otras infecciones de partes blandas.
• Mionecrosis por clostridios.
• Infecciones uterinas.
• Septicemia por clostridios.
• Intoxicación alimentaria.
• Enteritis necrotizante.

AISLAMIENTO E IDENTIFICACIÓN

Tinción de Gram: el examen directo muestra bacilos Gram positivos rectos sin esporas ni
leucocitos
Cultivo: en agar sangre incubado en anaerobiosis a 37 ºC durante 24-48 h, colonias planas
extendidas, 2-4 mm diámetro
• Patrón característico cuando crece en agar sangre: hemólisis doble, compuesta por una
estrecha zona de hemólisis completa producida por la toxina alfa y una zona más amplia
de hemólisis incompleta producida por la toxina omega.
• B-hemólisis sinérgica al sembrarlo junto a S. agalactiae: prueba CAMP inversa
• Precipitación (opalescencia) en medios que contienen lecitina, causada por la toxina alfa
e inhibida de forma específica por la antitoxina.
• Fermentación “tormentosa” en medios con leche: la fermentación de la lactosa produce
gran cantidad de ácido, lo que provoca la coagulación de las proteínas (caseína); luego el
coágulo es alterado y roto por el gran volumen de gas formado a partir de la fermentación
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 369

de la lactosa (esta reacción también es producida por otras especies como C. septicum y
otras)
• Producción de gas a partir de glucosa, fermentan lactosa, producción de ácido a partir de
glucosa y lactosa, etc.

SENSIBILIDAD ANTIBIÓTICA

Todos los microorganismos del género Clostridium son uniformemente sensibles a penicili-
na.

Clostridios enterotoxigénicos
Intoxicación alimentaria
C. perfringens es la tercera causa de toxiinfección alimentaria bacteriana después de Salmonella
spp. y Staphylococcus aureus. Es causada por C. perfringens, usualmente cepas tipo A, produc-
toras de enterotoxina. Dicha toxina es una proteína que se comporta como un superantígeno
promoviendo la liberación de mediadores de la inflamación en forma masiva.

EPIDEMIOLOGÍA
La enfermedad se produce cuando el individuo ingiere alimento contaminado con un elevado
número de microorganismos productores de enterotoxina (100 millones). Los alimentos que
pueden estar contaminados son carnes vacuna, suina, pollo, salsas cocinadas y no refrigeradas.
Cuando los alimentos llegan al intestino delgado se produce la esporulación y la liberación
de enterotoxinas. No son comunes los brotes familiares pero sí los producidos a través de
alimentos preparados comercialmente destinados a restaurantes o instituciones.
En Uruguay según datos recogidos por el Sistema de Información Regional para la Vigi-
lancia Epidemiológica de Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA) se han declarado
3 brotes en el período 1993-2001, con 37 individuos afectados, no registrándose muertes.
Los alimentos implicados fueron carnes rojas y carnes de aves. Dos ocurrieron en comedores
y uno en una vivienda.

PATOGENIA
Todos los síntomas son atribuibles a la enterotoxina, que en general se sintetiza durante la
esporulación de los microorganismos en el intestino delgado. La enterotoxina se une a un
receptor de membrana del ribete en cepillo e induce una alteración de la permeabilidad calcio
dependiente resultando en una pérdida de iones y metabolitos. Esta pérdida electrolítica altera
la función metabólica intracelular provocando daño morfológico y eventual lisis.

CLÍNICA
Entre 7 y 15 horas luego de la ingestión de alimento contaminado los pacientes experimen-
tan dolor abdominal agudo y diarrea; estos síntomas duran 12-18 horas y la recuperación
suele ser completa, salvo raros casos de muerte en pacientes de edad avanzada y personas
debilitadas.

DIAGNÓSTICO
Para confirmar el diagnóstico debe recuperarse el agente del alimento y del paciente. El diag-
nóstico se establece mediante el recuento de más de 100.000 UFC (unidades formadoras de
colonias) por gramo de alimento o 1.000.000 UFC por gramo de materia fecal en el primer día
de enfermedad. También puede buscarse la presencia de enterotoxina en las heces utilizando
370 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

ELISA o hemaglutinación pasiva reversa; se han desarrollado además técnicas moleculares


para la detección de estos agentes

TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN

En general no requiere tratamiento antimicrobiano, sólo medidas de sostén. Como acción


preventiva debe ser mantenida una refrigeración adecuada de los alimentos cocidos de no
ser consumidos de inmediato.

Enteritis necrotizante
Es causada por C. perfringens tipo C y es más severa que la intoxicación alimentaria causada
por el tipo A. Tiene un período de incubación de menos de 24h luego del cual aparecen dolor
abdominal intenso y diarrea; en algunos pacientes ocurre pérdida de la mucosa intestinal
con enterorragia. Puede ser letal con shock u oclusión intestinal y peritonitis. La toxina
beta producida por C. perfringens tipo C es responsable de los síntomas; la administración de
antitoxina reduce la mortalidad.

Enterocolitis seudomembranosa
Clostridium difficile es el microorganismo responsable de esta entidad. Se trata de una gas-
troenteritis asociada a antibioticoterapia de severidad variable desde diarrea autolimitada a
colitis seudomembranosa grave, potencialmente mortal.
C. difficile es un microorganismo anaerobio obligado, sacarolítico y débilmente proteolítico,
a través de la fermentación ácida produce un conjunto de productos detectables por medio
de cromatografía gas-líquida.
Es parte de la flora normal del intestino del hombre y los animales.

FACTORES DE VIRULENCIA

C. difficile produce dos toxinas proteicas principales, antigénicamente diferentes, ambas im-
plicadas en la patogenia: la toxina A, una enterotoxina potente y la toxina B citotóxica. La
toxina A o enterotoxina es quimiotáctica para neutrófilos, produce infiltración de leucocitos
polimorfonucleares en la lámina propia del íleon e induce la liberación de citoquinas por parte
de macrófagos y polimorfonucleares, potenciando la respuesta inflamatoria a nivel local, con
la resultante hipersecreción de líquidos y necrosis hemorrágica. La citotoxina o toxina B
depolimeriza la actina ocasionando destrucción del citoesqueleto celular.
Otros factores de virulencia: factor de adherencia o adhesina (in vitro se une específi-
camente a células del colon humano), una hialuronidasa que hidroliza el ácido hialurónico
del tejido conjuntivo, favoreciendo la diseminación; la formación de endosporas permite la
supervivencia de estos moo en el medio ambiente hospitalario durante meses.

PATOGENIA
El tratamiento antibiótico extenso altera la flora entérica normal, permitiendo la proliferación
de C. difficile relativamente resistentes o la colonización exógena (las cepas infecciosas de C.
difficile pueden ser endógenas o exógenas); los antibióticos más a menudo vinculados a colitis
seudomembranosa son ampicilina, clindamicina y cefalosporinas.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 371

TRATAMIENTO
La interrupción del antibiótico usado suele alcanzar para el caso de enfermedad leve. Los
cuadros graves pueden tratarse con metronidazol o vancomicina vía oral. Puede haber recidivas
por esporas resistentes al tratamiento antibiótico.

PREVENCIÓN
Es importante conocer el potencial para generar enfermedad gastrointestinal de la adminis-
tración de antibióticos. Ante la presencia de diarrea sin otra causa evidente en pacientes que
están recibiendo antibióticos es aconsejable suspender el tratamiento antibiótico o sustituirlo
por otro que se asocie menos con diarrea y colitis.

Clostridium tetani
Agente causal del tétanos, una enfermedad rara hoy en día en países desarrollados. Sin em-
bargo, en países pobres, el tétanos neonatal tiene un impacto significativo sobre la mortalidad
global. En el adulto la enfermedad ocurre clásicamente luego de una herida punzante y se
caracteriza por espasmos musculares, el más típico de los cuales es el del maxilar inferior, de
ahí el término de trismus.
La naturaleza anaerobia de C. tetani fue responsable en parte de la demora en su descu-
brimiento y aislamiento, que fue logrado en 1889 por Kitasato. Así se llegó al descubrimiento
de la toxina tetánica y a la detección poco tiempo después de la antitoxina específica.

Biología del microorganismo


C. tetani es un bacilo largo y delgado en comparación con otros clostridios patógenos. Son
grampositivos, aunque como todas las bacterias anaerobias tienden a tornarse Gram varia-
bles, sobre todo en los cultivos más viejos. Producen esporas terminales de mayor diámetro
que la célula vegetativa, dando la característica imagen de palillo de tambor. Tienen flagelos
peritricos que le confieren activa motilidad.
Es anaerobio estricto, difícil de cultivar por su extremada sensibilidad al oxígeno. Posee
requerimientos nutricionales complejos (entre ellos ciertos aminoácidos y vitaminas); es
capaz de crecer en agar sangre y en caldo con carne cocida. No fermenta ningún hidrato de
carbono, tiene escasa actividad metabólica.

Estructura antigénica
Poseen antígenos flagelares o antígenos H (10 serotipos) y antígeno somático o antígeno O
(un solo serogrupo). Todas las cepas de C. tetani producen un solo tipo antigénico de toxina
y su efecto es neutralizado por una sola antitoxina lo que tiene una enorme importancia
práctica en cuanto a la profilaxis de esta enfermedad.

Factores de virulencia
Toxina tetánica: todos los síntomas del tétanos son atribuibles a una neurotoxina sumamente
tóxica, la tetanospasmina, toxina intracelular liberada por autólisis celular. El gen estructural
de la toxina se localiza en un plásmido. Es una proteína termolábil (inactivada por calen-
tamiento a 60ºC durante 20 min). Se trata de una toxina tipo A-B. Por analogía con estas
toxinas, se cree que la toxina tetánica es captada por endocitosis mediada por receptores y
que el bajo pH presente en al luz endosómica hace que la toxina se inserte en la bicapa lipí-
dica y atraviese la membrana endosómica para llegar al citoplasma. La toxicidad de la toxina
tetánica intacta se asocia con la cadena liviana A. El fragmento B purificado de la cadena
372 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

pesada forma canales en las membranas lipídicas y posee el sitio de unión a los receptores
celulares (sitio fijador de gangliósidos).
La toxina tetánica es una de las sustancias más tóxicas que se conocen (sólo la toxina
botulínica y la toxina Shiga tienen una toxicidad comparable). El toxoide producido a partir del
tratamiento de la toxina con formaldehído es útil para la inmunización contra la enfermedad.
El toxoide no es tóxico pero conserva los determinantes antigénicos de la toxina tetánica
que dan origen a los anticuerpos antitoxina. La molécula de la toxina tetánica contiene 20
determinantes antigénicos diferentes como mínimo, y los anticuerpos contra por lo menos 9
de ellos son capaces de neutralizar la toxicidad de la toxina.
La tetanolisina es una hemolisina oxígeno lábil relacionada serológicamente con hemo-
lisinas de otros clostridios y con la estreptolisina O de S. pyogenes.
Las esporas de C. tetani son capaces de persistir en el medio ambiente (suelo, tracto
gastrointestinal de humanos y animales) durante meses o años.

Epidemiología
Si bien la incidencia del tétanos ha disminuido en las regiones del mundo donde se alcanza
un alto porcentaje de inmunización de la población, continúa siendo una enfermedad común
y no controlada en algunos países en desarrollo.

Patogenia
Las esporas de C. tetani son ubicuas: se recuperan en 20-64% de muestras de suelos recolectadas
para cultivos así como del tracto gastrointestinal de humanos y otros animales. Si se efectúan
cuidadosos cultivos de material de heridas traumáticas la presencia de C. tetani también puede
demostrarse con mucha frecuencia. Sin embargo es bastante raro que se desarrolle tétanos a
partir de estas heridas. El aspecto más significativo de la patogenia del tétanos es el contexto
de la herida donde el potencial de oxido-reducción debe tener el equilibrio apropiado para
permitir la multiplicación del microoorganismo y la toxigénesis. Clásicamente las heridas
halladas en la práctica son las heridas punzantes producidas por clavos, astillas o espinas,
pero también en otros contextos como las fracturas expuestas, el uso drogas intravenosas, las
úlceras de decúbito y las varicosas, las otitis externas y las extracciones dentales, se dan las
condiciones adecuadas. La forma más temida de tétanos, el tétanos neonatal es una causa
importante de morbimortalidad en países en desarrollo y es producida por el corte del cordón
umbilical con instrumentos no estériles o por el cuidado inapropiado del muñón umbilical.
Un factor contribuyente importante es la presencia de bacterias aerobias que pueden
proliferar hasta el punto de eliminar el O2 y luego continuar proliferando de forma facultativa
en anaerobiosis. Esta proliferación puede reducir el Eh hasta el punto en el cual las esporas
tetánicas pueden germinar. Después de la germinación de las esporas se elabora la toxina,
que ingresa en el sistema nervioso central. La infección por C. tetani permanece localizada
con reacciones mínimas a menos que se encuentren otros microorganismos.
La forma de acción de la toxina involucra la unión a gangliósidos GT1 en las membranas
de las terminaciones nerviosas periféricas a través la subunidad B, seguida de la internaliza-
ción de la subunidad A y su desplazamiento hacia el sistema nervioso central por transporte
axonal retrógrado. Cuando llega a la región del núcleo es transportada hacia las interneuronas
inhibidoras, donde inhibe la liberación de neurotransmisores inhibidores (GABA, glicina)
conduciendo a una actividad sináptica excitadora descontrolada dando lugar a una parálisis
espástica. Esta inhibición de la liberación de sustancias inhibitorias permite que prevalezcan
los músculos más poderosos: espasmos musculares de los maseteros con trismus, flexión de
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 373

las extremidades superiores y extensión de las inferiores con arqueamiento de la espalda


(opistótonos).

Manifestaciones clínicas
Tétanos generalizado: afectación maseteros o trismo, dando lugar a la risa sardónica, salivación,
sudoración, irritabilidad y espasmos persistentes de los músculos de la espalda (opistótonos).
Además puede haber afectación del sistema nervioso autónomo dando lugar a arritmias
cardíacas, fluctuaciones de la presión arterial, sudoración intensa y deshidratación.
Tétanos localizado: afecta la musculatura sólo de la zona de infección primaria.

Aislamiento e identificación
Para su aislamiento debe sembrarse de inmediato en medios sólidos prerreducidos y medios
de cultivo líquidos para anaerobios. Las colonias son translúcidas con borde que avanza fila-
mentoso y delicado, betahemolíticas. La prueba final para la identificación de C. tetani es la
demostración de la producción de toxina tetánica in vivo cuando se inyecta en ratones, y la
neutralización de su toxicidad en ratones previamente inoculados con antitoxina.

Tratamiento
Se basa en el debridamiento de la herida y la administración de penicilina (en pacientes
alérgicos se puede administrar tetraciclinas o metronidazol), la inmunización pasiva con
inmunoglobulina antitetánica humana (que neutraliza la tetanoespasmina libre) y la inmu-
nización activa con toxoide tetánico.
Para los espasmos musculares se utilizan drogas como curare o, en tetanoespasmos leves,
barbitúricos y diazepam, además del soporte de las funciones vitales.

Prevención
Se realiza a través de la vacunación con toxoide tetánico (toxina tratada con formalina); se
administran 3 dosis al principio y luego dosis de refuerzo cada 10 años.
La inmunización de embarazadas en el tercer trimestre del embarazo asegura la inmuniza-
ción pasiva del neonato (mediante el pasaje de anticuerpos maternos a través de la placenta),
disminuyendo el riesgo de tétanos neonatal. La enfermedad natural no confiere inmunidad
contra infecciones posteriores, por lo tanto los pacientes que se recuperan de la enfermedad
deben ser inmunizados activamente para prevenir la reinfección exógena o la recurrencia a
partir de esporas retenidas dentro del organismo.

Clostridium botulinum
C. botulinum produce la exotoxina más potente que se conoce, que es una neurotoxina causante
del botulismo, una severa enfermedad neuroparalítica caracterizada por comienzo súbito y
evolución rápida que culmina en un parálisis marcada y un paro respiratorio. La enfermedad
es rara en el ser humano, muy común en los animales. A diferencia de la toxina tetánica, hay
ocho toxinas botulínicas serológicamente diferentes, denominadas A, B, C1, C2, D, E, F, G.
La forma mas común de botulismo es el transmitido por los alimentos, una intoxicación
causada por la ingestión de la toxina botulínica preformada en los alimentos contaminados. El
empleo del autoclave con temperaturas lo bastante elevadas como para destruir las esporas en
la industria del enlatado ha reducido la importancia relativa de los alimentos comercialmente
enlatados como fuente de la enfermedad, excepto cuando se producen errores en el proce-
374 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

dimiento. Dado que la toxina es destruida por el calor, la cocción de rutina de los alimentos
enlatados en el hogar limita la frecuencia de éste tipo de intoxicación.
Además del botulismo transmitido por los alimentos la enfermedad también ocurre cuando
la toxina es producida por miembros de la especie C. botulinum que contaminan heridas trau-
máticas (botulismo de las heridas) y cuando se elabora la toxina en el tracto gastrointestinal
de los lactantes (botulismo infantil o de los lactantes).

Biología del microorganismo


Son bacilos grampositivos largos, rectos a levemente curvos, con extremos redondeados. For-
man esporas ovales y subterminales que distienden los bacilos. Poseen flagelos peritricos que le
confieren movilidad. Son anaerobios estrictos, con requerimientos nutricionales complejos.
Existen siete tipos de toxina botulínica (A a G). Es posible dividir a los microorganismos en
cuatro tipos (I a IV) según la toxina que producen y su actividad proteolítica. La enfermedad
humana está vinculada a los tipos I y II y a la toxina A principalmente.
La resistencia al calor de la espora es mayor que la de cualquier otro microorganismo
anaerobio (sobreviven varias horas a 100 ºC y hasta 10min a 110 ºC). Las esporas son también
resistentes a las radiaciones y pueden sobrevivir a –190 ºC.

Estructura antigénica
C. botulinum ha sido dividido en ocho tipos serológicamente diferentes sobre la base del tipo
de toxina producida.

Factores de virulencia
La toxina botulínica es una proteína tipo A-B con una subunidad A o cadena ligera A que
posee actividad neurotóxica y una o más subunidades B o cadenas pesadas B no tóxicas,
responsables de la unión al receptor celular y posterior internalización de A; además protege
a la subunidad A de la inactivación por el pH gástrico.
Se clasifica como una exotoxina debido a su potencia y antigenicidad elevadas, sin em-
bargo se diferencia de una exotoxina clásica por cuanto no es liberada durante la vida del
microorganismo sino que aparece en el medio solo después de la muerte y la autólisis de éste.
La toxina es sintetizada como un polipéptido de cadena única; el clivaje o la formación de
muescas en la molécula por medio de proteasas bacterianas en el curso de su liberación de
la célula dan como resultado una molécula compuesta por una cadena pesada y una cadena
liviana unida por enlaces no covalente y un puente de disulfuro. La producción de la toxina
botulínica esta dirigida por bacteriófagos específicos.

Patogenia
Los casos de botulismo se clasifican en cuatro categorías:
1. El botulismo transmitido por los alimentos es un intoxicación alimentara letal que es re-
sultado de la ingestión de la neurotoxina en alimentos procesados de manera incompleta
y contaminados por los microorganismos.
2. El botulismo infantil relacionado con la ingestión por los lactantes de esporas de C. botu-
linum, la multiplicación de los microorganismos en el tracto gastrointestinal y la posterior
absorción de la toxina.
3. El botulismo de las heridas, el menos común, enfermedad neuroparalítica asociada con
las heridas, las cuales muestran pocas evidencias clínicas de infección activa.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 375

4. El botulismo no clasificado se produce en las personas de más de un año de vida que tiene
síntomas de botulismo clínico, sin un vehículo de transmisión identificable.
Las manifestaciones clínicas del botulismo son atribuibles a la toxina de C. botulinum
presente en los alimentos ingeridos en el tracto gastrointestinal de los lactantes o en las
heridas. Es una de las toxinas más potentes que se conocen: 1µg es suficiente para matar a
toda la humanidad.
El botulismo humano en general es resultado de la ingestión de toxina botulínica pre-
formada en los alimentos contaminados. Luego de la ingestión, la toxina es absorbida en el
estómago y el intestino delgado, también en el colon. Después de un periodo de incubación
que se relaciona de forma inversa con la dosis, la intoxicación conduce a una alteración
funcional del sistema nervioso periférico que resulta de la inhibición de la liberación de
acetilcolina desde las terminaciones nerviosas colinérgicas en la unión neuromuscular pro-
ducida por la toxina botulínica. La toxina actúa en tres pasos: 1) unión a un receptor en la
superficie en la membrana plasmática, 2) translocación o internalización de la toxina y 3)
suceso intracelular cuyo resultado final es el bloqueo de la liberación de acetilcolina inducida
por el estímulo nervioso. Además la toxina botulínica afecta la transmisión colinérgica en el
sistema autónomo, tanto en los ganglios simpáticos como en las placas terminales motoras
parasimpáticas ubicadas de forma periférica.
En el botulismo de las heridas, C. botulinum contamina una lesión traumática. Es probable
que la rareza de ésta forma de botulismo se deba a la incapacidad de las esporas para germinar
con rapidez en los tejidos.
El papel de la infección del tracto gastrointestinal como fuente de botulismo es menos
claro. Los lactantes son especialmente susceptibles a la colonización del tracto intestinal por
C. botulinum y a la producción de la toxina in vivo. La resistencia relativa del adulto a la
colonización intestinal se adjudica a los cambios evolutivos de la dieta y a la flora bacteriana
del intestino. Sin embargo en la actualidad se están observando casos de botulismo infantil
en los adultos en especial en aquellos con anormalidades del tracto gastrointestinal como
consecuencia de una enfermedad inflamatoria intestinal o de un procedimiento quirúrgico. Las
alteraciones de la flora intestinal normal como resultado de aclorhidria o de la administración
de antibióticos de amplio espectro, son factores de riesgo adicionales para el desarrollo por
infección de C. botulinum y la producción de la toxina in vivo.

Epidemiología
Se encuentran esporas de C. botulinum en suelos y agua de todo el mundo. Existen tres
formas de botulismo: botulismo clásico o transmitido por alimentos, botulismo infantil y de
las heridas.
La toxiinfección alimentaria se manifiesta en brotes relacionados con alimentos comercial-
mente preparados como enlatados mal conservados, pero más frecuentemente por vegetales,
frutas y pescados en preparaciones caseras de tipo mermeladas, pimientos, condimentos para
carnes, etc. En Uruguay en el período 1993-2001 se ha declarado un brote de botulismo con
un total de 4 individuos afectados, con 1 fallecimiento.
El botulismo del lactante afecta a niños dentro del primer año de vida y es causado por
la ingestión de esporas de C. botulinum que germinan en el intestino delgado con producción
de la toxina in vivo. El alimento involucrado fundamentalmente es la miel.
376 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Manifestaciones clínicas
Después de 12 a 36 horas de la ingestión del alimento contaminado (para el caso del botulis-
mo transmitido por alimentos) el paciente presenta náuseas, sequedad de boca, y diarrea. La
enfermedad progresa a debilidad y parálisis fláccida descendente y bilateral de los músculos
periféricos, llegando luego a la parálisis respiratoria. Si el paciente no muere la recuperación
es lenta, pudiendo llevar varios años el restablecimiento de las terminaciones nerviosas
afectadas.
La tasa de mortalidad depende del tipo de toxina, la distribución de la toxina en el ali-
mento y del diagnostico y tratamiento precoz con antitoxina (32% para el tipo A, 17% para
el B y 40% para el E).

Diagnóstico
El diagnóstico de laboratorio se realiza preferentemente en laboratorio de referencia por aisla-
miento y pruebas bioquímicas convencionales. La enfermedad es confirmada por la presencia
de toxina en suero, heces o contenido gástrico del paciente y la presencia de toxinas en el
alimento confirma su participación como origen del brote.

Tratamiento.
El paciente requiere asistencia respiratoria, eliminación del germen del tracto gastrointestinal
por lavado gástrico, tratamiento con penicilina y antitoxina botulínica trivalente (antitoxina
A, B y E para neutralizar la toxina en sangre). Este tratamiento logra una considerable dis-
minución de la mortalidad.

Prevención
La profilaxis consiste en evitar la germinación de esporas en los alimentos manteniéndolos a
pH ácido o a 4 ºC o menos. El calentamiento de los alimentos a 80 ºC durante 20 minutos
puede destruir la toxina preformada. En el caso del botulismo del lactante la prevención está
orientada al no consumo de miel antes del primer año de vida.

Bacilos gramnegativos
GÉNERO BACTEROIDES
Los bacteroides son bacilos gramnegativos anaerobios obligados que están presentes en gran
cantidad en el intestino grueso del ser humano y otros vertebrados. Llegan a 1011 o más por
gramo de materia fecal y son los moo predominantes, junto con los estreptococos anaerobios
(E. coli está presente en una proporción 108). El género incluye muchas especies de las cuales
B. fragilis y B. thetaiotamicron son los patógenos más prominentes (otras especies: B. vulgatus,
B. ovatus, B. distasonis, B. ureolyticus y B. gracilis). Entre los bacteroides intestinales B. fragilis
es un componente menor, que en general se halla en concentraciones de 108 o 109 por gramo
de materia fecal, sin embargo es por lejos el moo aislado con más frecuencia de las infecciones.
Esto puede explicarse por algunos factores de virulencia adicionales que posee esta especie.
Los bacteroides se asocian a infecciones anaerobias subdiafragmáticas y genitales (por
su vecindad con la porción final del aparato digestivo y región perineal) y sepsis a punto de
partida de estas infecciones.
Todos los miembros del género son resistentes a penicilinas (por producción de betalac-
tamasas) y cefalosporinas, con alguna excepción.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 377

B. fragilis
BIOLOGÍA DEL MICROORGANISMO
Cocobacilos pequeños gramnegativos, pleomórficos con vacuolas evidentes. Las colonias son
pequeñas, bajas, convexas, de color blanco a gris, semiopacas y brillantes, y algunas pueden
ser hemolíticas. B. fragilis aislado de muestras clínicas posee una cápsula polisacárida que
puede perderse o disminuir con los cultivos sucesivos en el laboratorio.
B. fragilis es un microorganismo anaerobio moderado que prolifera de forma máxima
con una presión de oxígeno de menos del 3% pero que es capaz de sobrevivir a exposiciones
prolongadas al O2. El microorganismo produce superóxido dismutasa y catalasa (en presencia
de hemina). Proliferan más rápidamente que la mayor parte de las bacterias anaerobias no
formadoras de esporas, y la proliferación es estimulada por bilis.

ESTRUCTURA ANTIGÉNICA

Dos antígenos, el proteico termolábil y el lipopolisacárido termoestable han proporcionado


la base para la clasificación serológica de los Bacteroides. Se ha demostrado un antígeno po-
lisacárido capsular específico de especie en las cepas de B. fragilis.

FACTORES DE VIRULENCIA

La cápsula polisacárida de B. fragilis confiere mayor virulencia a esta especie por iguales
mecanismos que en otras bacterias: interferencia en la quimiotaxis, en la fagocitosis y la des-
trucción opsonofagocítica por los neutrófilos y posiblemente también en la depuración de los
microorganismos por la mayor adherencia de los moo encapsulados al mesotelio peritoneal.
Otras especies del género Bacteroides también presentan cápsula.
El lipopolisacárido de la membrana externa de los bacteroides tiene una estructura quí-
mica alterada en comparación con las endotoxinas clásicas de las bacterias Gram negativas
aerobias y facultativas, y tiene menos actividad biológica. Aún así el lipopolisacárido del B.
fragilis parece promover la formación de abscesos en animales de experimentación (aunque
la cápsula es más activa en este aspecto que el lipopolisacárido). Además, se ha demostrado
el aumento de la coagulación (disminución del tiempo de coagulación) en los ratones inyec-
tados con lipopolisacárido.
Estos microorganisos producen muchas enzimas periplasmáticas, como las lipasas, las
proteasas y una neuraminidasa, aunque su papel en la patogenia todavía no ha sido bien
documentado. Las enzimas protectoras contra el oxígeno como la superóxido dismutasa, la
peroxidasa y la catalasa pueden considerarse factores de virulencia porque aumentan la su-
pervivencia de los anaerobios en los tejidos ante el establecimiento de una tensión de oxígeno
y un potencial de oxidorreducción bajos.
El succinato, un ácido graso de cadena corta elaborado como producto final metabólico,
es producido por todas las especies del género Bacteroides. El ácido succínico en las concen-
traciones que corresponden a las medidas en los abscesos reduce de manera significativa la
destrucción fagocítica de E. coli por los leucocitos polimorfonucleares humanos y disminuye
su migración quimiotáctica.
Se han descrito cepas de B. fragilis que producen una enterotoxina. Estas cepas entero-
toxigénicas se asocian de manera significativa con enfermedades diarreicas en el ser humano
y en el ganado que no presentan otros patógenos entéricos conocidos.
378 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

PATOGENIA
La pared del colon puede romperse como resultado de un traumatismo penetrante o no pe-
netrante, la ruptura del intestino o cirugía abdominal. Cualquiera que sea el mecanismo, el
número de moo que contaminan la cavidad peritoneal es enorme. Los fagocitos son movilizados
rápidamente en gran cantidad hacia el sitio infectado y pueden eliminar un gran número de
bacterias. Los microorganismos que ingresan en la cavidad peritoneal se hallan primero en
una fase liquida que podría, en principio, llevar a su diseminación en toda la cavidad. Sin
embargo, el epiplón mayor y las asas intestinales delgadas se envuelven alrededor de las áreas
de inflamación y sirven para contener la infección. Esto lleva tiempo pero los abscesos que se
desarrollan finalmente, en general, están muy bien localizados. El drenaje linfático y el esfuerzo
de la fuerza de gravedad también influyen en la localización de los abscesos.
Dada la diversidad del inoculo bacteriano, un gran numero de factores deben estar in-
volucrados en la determinación de qué especie resulta dominante en la infección. Muchas
bacterias intestinales pueden crecer en el líquido peritoneal. Es muy probable que la primera
línea de defensa sea la movilización de las células fagocíticas que ocurre con rapidez. Por
ende, las bacterias que finalmente sobreviven y crecen deben ser bastante resistentes a la
fagocitosis. De hecho, muchas son encapsuladas. Este puede ser uno de los motivos principales
de la mayor frecuencia de aislamiento del B. fragilis, dado que este moo se encuentra entre
los miembros del género Bacteroides que tiene la cápsula más grande.
Cuando el contenido del colon se derrama la cavidad peritoneal esta bien oxigenada y
los moo anaerobios altamente sensibles al oxigeno son destruidos. Los primeros microorga-
nismos que resultan numéricamente dominantes son los anaerobios facultativos, en especial
Escherichia coli. Sin embargo, muchos de los anaerobios estrictos menos sensibles al oxígeno
sobreviven y pueden ser aislados del líquido y de la superficie de las células mesoteliales. Por
ultimo el sitio de la infección se vuelve cada vez más anaerobio, en parte porque los moo
anaerobios facultativos metabolizan el oxígeno presente y en parte porque el sitio se torna
cada vez mas avascular. Entonces comienzan a predominar los microorganismos anaerobios
estrictos sobrevivientes. Esta sinergia entre los diversos microorganismos necesaria para la
formación de abscesos se demuestra claramente en el estudio con animales. La inoculación
de una sola especie de bacterias intestinales rara vez provoca infección, mientras que la
infección con una mezcla de moo anaerobios facultativos y estrictos lleva a la inflamación
aguda y la formación de abscesos.
Si las defensas peritoneales no son capaces de erradicar el contenido intestinal derramado,
en general se desarrolla un absceso. Las áreas de inflamación se tabican y son rodeadas por
una gruesa capa fibrosa que contiene colágeno. En su interior hay leucocitos, bacterias vivas
y muertas, y restos celulares.
En los abscesos peritoneales B. fragilis, predominante, a menudo está acompañado no
solo por microorganismos anaerobios facultativos, sino también por otros microorganismos
anaerobios estrictos, como los miembros del genero Clostridium o los estreptococos anaerobios
(Peptococcus, Peptostreptococcus).
Los abscesos intraabdominales imponen un alto riesgo al huésped porque pueden exten-
derse hacia sitios cercanos y además constituyen reservorios a partir de los cuales los moo
pueden ingresar en el torrente circulatorio. La bacteriemia resultante puede producir un
shock séptico o causar infecciones metastáticas en sitios alejados.
Además de B. fragilis también se encuentran otras especies de este género en abscesos
del tracto genital femenino, en general debido a contaminación con la biota vaginal. Aquí
los microorganismos infecciosos ascienden a través del cuello uterino, el útero y las trompas
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 379

de Falopio hasta llegar a la vecindad de los ovarios. La infección resultante se conoce como
enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). La causa predisponente es la cicatrización de las
trompas de Falopio debida a infecciones previas por Chlamydia o gonococos, lo que altera la
acción normal de los cilios de las células epiteliales de las trompas. Los abscesos tuboováricos,
que de forma ocasional complican la EIP, a menudo conducen a la infertilidad. El agente
causal más común de esta enfermedad no es B. fragilis sino B. bivius, un habitante común de
la vagina humana.

SENSIBILIDAD A LOS ANTIMICROBIANOS

Son sensibles a clindamicina, metronidazol, imipenem, carbapenems y las penicilinas de


espectro ampliado combinadas con inhibidores de betalactamasas.
Sin embargo hay que tener presente que rara vez es una sola especie bacteriana la causa
de estas infecciones. Por este motivo se emplea una combinación de antibióticos o un anti-
biótico efectivo tanto contra microorganismos aerobios, como anaerobios (clindamicina +
gentamicina; ampi-sulbactam)

GÉNEROS PREVOTELLA Y PORPHYROMONAS


Todos los bacilos productores de un pigmento negro en las colonias en la sangre que previa-
mente se clasificaban como subespecies de Bacteroides melaninogenicus se han reclasificado
en estos dos nuevos géneros Porphyromonas y Prevotella. Este último también incluye algunas
especies no pigmentadas.
Forman parte de la flora normal de boca, tracto genital e intestinal, y son patógenos
importantes en boca, cabeza, cuello e infecciones pleuropulmonares.
Prevotella melaninogenica, Prevotella denticola, Prevotella loescheii, Prevotella intermedia y
Prevotella corporis son miembros de la flora normal de la boca, vías respiratorias superiores y
partes blandas subyacentes. Prevotella bivia prevalece en la flora vaginal y produce vaginosis e
infecciones de origen obstétrico. Porphyromonas endodontalis y Porphyromonas gingivalis forman
parte de la flora normal de la boca y las encías, mientras que Porphyromonas asaccharolytica
se halla en la flora intestinal.
La morfología celular depende del origen de los microorganismos: a partir de medio só-
lido son cocobacilos pequeños, pero a partir de caldo son bacilos más largos y con marcado
pleomorfismo. Las colonias en agar sangre por lo común son convexas, lisas, circulares, algunas
veces betahemolíticas y habitualmente pigmentadas, adquieren un color tostado a negro en
2 a 21 días. La vitamina K y la hemina son necesarias para la proliferación de la mayor parte
de las cepas, o la estimulan mucho.
Se ha visto que producen polisacárido capsular que es inmunogénico y específico de
especie. El lipopolisacárido de estos microorganismos al igual que en Bacteroides es diferente
de aquel de los microorganismos Gram negativos anaerobios facultativos, y su potencia bioló-
gica es variable. La producción de enzimas como la colagenasa y otras enzimas proteolíticas,
así como el polisacárido capsular son los principales factores de virulencia en las cepas que
los producen. Los aislamientos clínicos pueden producir betalactamasa y algunas cepas son
resistentes a las penicilinas y a ciertas cefalosporinas.
Estos moo son agentes causales importantes de infecciones orales, pulmonares, pelvianas,
intraabdominales y de partes blandas.

GÉNERO FUSOBACTERIUM
Existen seis especies causantes de infecciones en humanos. El más frecuentemente aislado
380 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

es Fusobacterium nucleatum, flora normal de la boca, tracto respiratorio superior, tracto ge-
nital y gastrointestinal. Es un agente causal de infecciones orales, abscesos de pulmón, otras
infecciones pleuropulmonares e infecciones del líquido amniótico.
Fusobacterium necrophorum es un anaerobio muy virulento que puede causar infección
ampliamente diseminadas. Es el agente etiológico principal de la Angina de Vincent (asociado
a Borrelia), infección necrótica de amígdalas y faringe, que presenta un exudado purulento
membranoso, acompañada de mal olor. Además se halla en una variedad de infecciones
subdiafragmáticas. Su hábitat normal es el tracto gastrointestinal.
Típicamente son bacilos largos con extremos acintados o filamentos delgados. Algunos
como F. necrophorum son más abultados en su sector medio. Producen alfa y beta hemólisis
en los cultivos en agar sangre, y las colonias son translúcidas, de formas varias y a veces
irregulares.
La mayor parte de las fusobacterias son susceptibles a la penicilina G y las cefalosporinas
más antiguas, además de los agentes anaerobios más activos (clindamicina, metronidazol).

Cocos gramnegativos
VEILLONELLA PARVULA
Pequeños cocos gramnegativos en diplococos o cadenas cortas y racimos, miembros de flora
bucal, intestinal y genital, se aísla de materiales clínicos, pero es dudoso y desconocido su
poder patógeno.

Bibliografía
• Murray PR, Rosenthal KS, Kobayashi GS, Pfaller MA Microbiología Médica. 4ª ed 2002 Mosby, Elsevier
España.
• Prescott, Harley, Klein. Microbiología. Mc Graw-Hill Interamericana de España. 4ª ed.1999.
• Schaechter M, Medoff G, Eisenstein BI, Guerra H. Microbiología. Mecanismos de las enfermedades infec-
ciosas. Ed Panamericana. 2ª ed. Buenos Aires 1993
• Forbes BA, Sahm DF, Weissfeld AS Ed. Bailey&Scott’s Diagnostic Microbiology. Sección 12. Anaerobic
Bacteriology. Pp 511-537. Mosby, 11a. ed. 2002.
• Acuña A, Alfonso A, Algorta G, Anchieri D y col. Enfermedades transmitidas por alimentos en Uruguay.
Publicación OPS-Instituto de Higiene, Abril 2002. Pág 101 a 105.
• Jasinski C, Tanzi MN, Schelotto F, Varela G, Zanetta E, Acuña AM, Arenas C, Gadea P, Sirok A, Betancor
L, Grotiuz G, Sandin D, Combol A, Xavier B, Vignoli R, Naicrac A. Effect of Lactobacillus casei included
in oral rehydration solution for treatment of infant acute diarrheal illness. Clínica Pediatrika 22(7): 221-243,
2002.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 381
Página 381

22 Mycobacterias
G. Rodríguez

“Il bacili non é ancora tutta la tuberculosi”.


G.Bacelli, 1882

El género Mycobacterium está integrado por bacilos largos de 3 a 5µm de longitud o curvos
en forma de maza, inmóviles, no esporulados, con abundantes gránulos citoplasmáticos, que
poseen una resistencia mayor a la tinción por los colorantes comunes, pero una vez teñidos
son resistentes a la decoloración con una mezcla de alcohol ácido. Desde el punto de vista de
los requerimientos atmosféricos algunos son aerobios y otros microaerófilos. En cuanto a la
velocidad de crecimiento algunas especies son de crecimiento rápido y otras lento. Se destaca
en su estructura una gran riqueza en lípidos (20-60%). El contenido de bases de guanina más
citosina en la molécula de ADN es de 62 a 70 moles %.
El género comprende 50 especies, entre ellas patógenos primarios, oportunistas y sapro-
fitas.
La especie tipo es Mycobacterium tuberculosis (M.tuberculosis), la cual vamos a utilizar
como modelo al referirnos a las principales características del género.

Importancia
Las mycobacterias son agentes de enfermedades infecciosas que han acompañado al hombre
a lo largo de su historia.
Mycobacterium tuberculosis y Mycobacterium leprae son los agentes etiológicos más frecuentes
de las dos enfermedades más conocidas de este género. Poco tiempo después que Roberto Koch
descubriera M. tuberculosis en 1882, fueron identificadas otras mycobacterias, constituyendo
el grupo de las mycobacterias atípicas. El hallazgo de estas últimas estuvo vinculado por años
a colonización transitoria o contaminación de la muestra clínica, pero es a partir de 1950 que
se les ha asignado un rol en determinadas patologías; por ejemplo, actualmente M. Avium
Complex y enfermedad pulmonar y diseminada en pacientes con SIDA.
Desde un punto de vista histórico evolutivo, existen evidencias de tuberculosis (TBC)
espinal desde el neolítico, pero es a partir de la revolución industrial donde la enfermedad
adquiere carácter endémico, debido a una mayor aglomeración de la población en las urbes,
lo cual facilitó su diseminación.
Desde 1945, con el descubrimiento de las drogas antituberculosas, la utilización del examen
radiológico de tórax y la implementación de programas estrictos de control de diagnóstico y
382 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

tratamiento, se logró una disminución de la incidencia de tuberculosis, lo que hizo pensar a


principios de la década de 1980, en una posible erradicación de la enfermedad para el año
2010 (Center for Disease Control, Estados Unidos). Pero, a partir de 1985, comienza a emerger
la TBC en tasas que no se veían desde hacía 20 años en los países desarrollados. Los factores
postulados para explicar esta reemergencia de la enfermedad son varios:
• el compromiso del sistema inmune en los individuos infectados por el VIH, que permite
tanto una reactivación de una antigua infección, como un aumento de la susceptibilidad
a una nueva infección;
• cambios sociales: aumento del índice de pobreza, hacinamiento;
• falla en los sistemas de control de la salud pública;
• emergencia de bacilos tuberculosos multirresistentes a las drogas;
• escasa asignación de recursos para la investigación de nuevas drogas, nuevos métodos
diagnósticos y vacunas.

Clasificación y nomenclatura
En 1950, Timpe y Runyon propusieron una clasificación útil de Mycobacterium en cuatro
grupos, que se basaba en la velocidad de crecimiento (rápido o lento, según sea superior o
inferior a una semana), producción de pigmento en presencia o ausencia de luz (fotocromó-
geno, escotocromógeno y no cromógeno) y características coloniales. En la tabla 1 se presenta
una clasificación modificada de la original de Runyon, que incluye los miembros del género
Mycobacterium de importancia humana actualmente.

Mycobacterium tuberculosis
En la práctica se acostumbra señalar como sinónimos a M. tuberculosis y bacilo tuberculoso,
pero conviene recordar que, taxonómicamente, existen dos especies emparentadas genéti-
camente y, a la vez, aunque poco frecuente, agentes de tuberculosis, que son Mycobacterium
bovis y Mycobacterium africanum.

MORFOLOGIA, ESTRUCTURA Y COMPOSICIÓN


La morfología característica suele ser bacilar, ligeramente curvada, siendo la observable en frotis
provenientes de cultivo más regular que la que se observa en frotis de materiales patológicos.
Como todas las células procariotas, las mycobacterias poseen un citoplasma, la membrana
celular y un espacio periplásmico que lo separa de una gruesa y compleja pared celular.
A continuación se describirán las particularidades de estas estructuras en M. tuberculosis,
las cuales son útiles para diferenciarlo de otras bacterias y comprender su interacción.

Naturaleza de la envoltura de M. tuberculosis


La envoltura bacteriana provee protección y soporte a las bacterias y también posee meca-
nismos que permiten el intercambio de sustancias entre la bacteria y el medio ambiente. Hay
una marcada similitud tanto química como estructural entre las envolturas de la mayoría de
las bacterias. M. tuberculosis y otras mycobacterias son biológicamente similares a las bacte-
rias Gram positivas (aunque frente a la tinción de Gram las mycobacterias son débilmente
Gram positivas o no se tiñen), pero tienen aspectos distintos. En especial, se debe destacar
que aunque ambos poseen peptidoglicano, las moléculas unidas o asociadas a este polímero
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 383

son en las Mycobacterias, fundamentalmente de naturaleza lipídica en vez de proteínas y


lipopolisacáridos, como en otras bacterias.
La envoltura consiste en dos partes principales: la membrana plasmática y, alrededor de
ella, la pared celular. La primera le otorga a la célula protección osmótica y transporte de iones
y moléculas, en tanto que la segunda le brinda soporte mecánico y protección.
Un importante tema de investigación ultraestructural relaciona cada componente con
su función biológica, pero esto ha sido exitoso sólo con los componentes mayores, ya que las
moléculas menores asociadas a la envoltura están todavía pobremente comprendidas.

Pared celular
La pared celular está constituida por tres capas. Con tinciones convencionales su apariencia
es:
• capa interna moderadamente electrón-densa, compuesta por el peptidoglicano cuya
estructura es similar a la de otras bacterias;
• capa media, más ancha que la anterior y electrón-transparente, compuesta por polisacárido,
el arabinogalactano, cuyos extremos distales están esterificados con ácidos grasos de alto
peso molecular, los ácidos micólicos, de tamaño y estructura única para las mycobacterias
(70-90 átomos de carbono).
• capa externa de grosor variable, electrón-opaca, de la cual no puede conocerse con las
técnicas actuales, su exacta composición, aunque se le atribuye una estructura glucolípi-
da.
Además de los componentes anteriores existen proteínas asociadas a la pared, algunas con
función enzimática (necesarias para la construcción y reconstrucción de los polímeros de la
pared durante el proceso de división celular y crecimiento), otras, recientemente descubiertas,
con función de porina. Estas últimas, encontradas en bajo número, lo que está de acuerdo
con la baja permeabilidad de las mycobacterias a las moléculas hidrofílicas.

Membrana citoplásmica
La membrana plasmática de las mycobacterias aparece en cortes ultrafinos como una mem-
brana biológica trilaminar clásica, es decir, dos capas electrón-densas separadas por una capa
transparente. Sin embargo, tiene como característica la presencia de moléculas de lipopolisa-
cáridos, lipoarabinomananos (LAM), lipomananos y fosfatidil-inositol-manósidos.

Fisiologia y metabolismo
El metabolismo de las mycobacterias es muy variable, encontrándose las mycobacterias de
crecimiento rápido, que crecen en menos de tres días en medios simples, así como mycobac-
terias que crecen lentamente y necesitan medios más ricos, hasta M. leprae que aún no ha
podido ser cultivada en medios sin células.
Los medios de cultivo pueden ser sólidos o líquidos, dependiendo de su uso. Los medios
sólidos pueden ser en base de agar o en base de huevos (Lowenstein-Jensen), siendo este
último el más usado. En tres a cinco semanas se observa el desarrollo de colonias para las
mycobacterias de crecimiento lento (por ej.: M. tuberculosis).
Desde el punto de vista de los requerimientos atmosféricos M. tuberculosis y la mayoría de
las mycobacterias, son aerobios estrictos, excepto M. bovis que es microaerófilo. El crecimiento
es favorecido con una atmósfera de 5-10% de CO2. La temperatura óptima de crecimiento
es variable; M. tuberculosis lo hace a 37 ºC con un rango entre 30 y 42 ºC.
384 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Resistencia a los agentes fisicos y quimicos


Las mycobacterias son altamente resistentes a la desecación y permanecen viables en el esputo
desecado de seis a ocho meses cuando están protegidas de la luz solar directa. Son, en general,
más resistentes a los agentes desinfectantes que otras formas vegetativas, pero son destruidos
por procedimientos de pasteurización.

Factores de virulencia
Sobrevida en fagocitos
Un aspecto característico de M. tuberculosis que contribuye a su virulencia es su habilidad
para crecer dentro de monocitos y macrófagos. Aún no está aclarado exactamente como M.
tuberculosis entra en el macrófago. Existen dos posibilidades no totalmente aclaradas:
• mediante el proceso habitual de fagocitosis mediado por la opsonización por C3b o
C3b.
• la bacteria estimula su propia fagocitosis a través de invasinas.
Por otra parte, se sabe actualmente que un factor de virulencia que podría contribuir a la
supervivencia de M. tuberculosis en los macrófagos, es su habilidad para prevenir la acidifica-
ción del fagosoma. Habitualmente la ingestión de una bacteria por fagocitosis es seguida de la
acidificación del fagosoma, mediada por ATPasas de la membrana fagosomal, la que bombea
protones hacia el interior de esta estructura, reduciendo el pH en él. Dicha acidificación no
sólo inhibe el desarrollo bacteriano sino que, además, es un paso importante en la fusión
lisosoma-fagosoma, y en la activación de los factores bactericidas liberados durante la fusión.
M. tuberculosis presumiblemente, contrarresta la acidificación produciendo amoníaco y de
esta manera mantiene las condiciones óptimas para el crecimiento dentro de las vesículas.
Otro mecanismo recientemente estudiado contra la destrucción fagocítica es debido a los
glucolípidos abundantes de la pared de mycobacterias, que protegería las bacterias de las
formas tóxicas de O2 producidas en el fagolisosoma.

Interferencia con la activación de los macrófagos


Aunque M. tuberculosis puede sobrevivir dentro de los macrófagos no activados, la bacteria es
destruida por las mismas células activadas. El interferón gamma y, en general, las citoquinas
(producidas por las células T, especialmente la CD4) son esenciales para la activación de los
macrófagos. M. tuberculosis produce compuestos como el lipoarabinomanano que suprime la
activación de las células T.
Se ha encontrado una proteína secretada por M. tuberculosis, el antígeno 85A, que se une
a la fibronectina, la cual puede estimular las células T al unirse a sus receptores. De modo
que el antígeno 85A puede prevenir la activación de células T mediada por la fibronectina
y, de ese modo, impedir la activación de macrófagos.

Destrucción tisular
Muchos patógenos bacterianos causan daño en los tejidos del huésped por desencadenar
una respuesta inflamatoria local o sistémica. Esta hipótesis es una posible explicación del
daño pulmonar causado por M. tuberculosis y hay gran interés en detectar qué antígenos
son los responsables del desencadenamiento de esta respuesta destructiva del hospedero. Se
sabe poco acerca de los antígenos más importantes responsables de esta respuesta, pero los
implicados en la actualidad son:
• ácidos micólicos de la pared celular (factor cuerda). Son tóxicos cuando son inyectados
a animales y pueden desencadenar una respuesta inflamatoria;
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 385

• muramil dipéptido, estimula el sistema inmune y dispara la producción de citoquinas;


• compuestos de la pared no identificados y productos tóxicos liberados por los lisosomas
que estimulan la producción de factor de necrosis tumoral alfa (TNF). Sería una hipótesis
que explicaría el daño pulmonar.

Patogenia
Los núcleos goticulares conteniendo muy pocos bacilos, dispersos en el aire, provenientes de
un sujeto enfermo con tuberculosis pulmonar abierta, son lo suficientemente pequeños para
no quedar atrapados en el aparato mucociliar bronquial y así alcanzar el espacio terminal aéreo
donde comienza la multiplicación. El foco inicial es casi siempre de localización subpleural
generalmente ubicado en la zona media de los pulmones donde el mayor flujo aéreo favorece
el establecimiento de los bacilos inhalados. Excepcionalmente se encuentra el foco inicial en
otras áreas (por ej.: piel, intestino, orofaringe, genitales). En la mayoría de los casos el foco
pulmonar inicial es único, aunque en un 25% de los casos pueden ser múltiples. En el pulmón
las bacterias son ingeridas por los macrófagos alveolares, los cuales pueden tener un bajo
grado de actividad antimycobacteriana como para eliminar pequeñas cantidades de bacilos.
Sin embargo, la multiplicación bacteriana no puede ser impedida y, eventualmente, destruye
los macrófagos. Desde el torrente sanguíneo son atraídos hacia el foco linfocitos y monocitos,
diferenciándose los últimos en macrófagos que ingieren las bacterias liberadas de las células
degeneradas, y lentamente se desarrolla una o más áreas de neumonitis.
Los macrófagos infectados son llevados por vía linfática a ganglios linfáticos regionales
(hiliares, mediastinales y, a veces, supraclaviculares o retroperitoneales), pero en el huésped
no inmune no son retenidos allí y se puede diseminar por vía hemática a diferentes tejidos,
hecho condicionado por el tipo de flujo sanguíneo. Preferentemente se ubicarán en: ganglios
linfáticos, riñones, epífisis de huesos largos, espacio subaracnoideo, pero el sitio más importante
serán las áreas apicales pulmonares.
Antes del desarrollo de hipersensibilidad el desarrollo bacteriano no está inhibido, tanto
en el foco inicial como en los metastásicos, dando lugar a sitios de probable evolución a en-
fermedad progresiva en los ápices pulmonares o en focos extrapulmonares, prontamente o
después de largos períodos de latencia. Los bacilos tuberculosos que continúan multiplicándose
lesionan los órganos donde están localizados, provocando licuefacción de los tejidos, donde
crecen extracelularmente, llegando a ser millones. En estas condiciones es fácil que, dado el
gran número de bacilos, aparezcan mutantes resistentes a los agentes antituberculosos.
La hipersensibilidad retardada aumenta el riesgo de licuefacción, provocándola los
monocitos atraídos por las linfoquinas secretadas por los linfocitos sensibilizados, que al
transformarse en macrófagos con sus enzimas proteasas, nucleasas y, quizás, lipasas, conducen
a la licuefacción. La licuefacción produce extensa destrucción en los tejidos y proporciona
vías para la diseminación de los bacilos de un órgano como el pulmón a otras localizaciones.
El material de licuefacción, con gran cantidad de bacilos, puede, por drenaje o por golpes de
tos, extenderse por vía bronquial a otras zonas del mismo pulmón o al contralateral.
Si la enfermedad no se desarrolla en el pulmón o en otro lugar en los dos años siguientes
a la implantación inicial el riesgo de enfermedad posterior será escaso. Un 5% aproximada-
mente de los infectados desarrolla la enfermedad durante el primer año y otro 5% lo hará
más tarde como resultado de reactivaciones de los bacilos persistentes dentro de viejos focos
de infección. Estas reactivaciones tardías se producen habitualmente en las zonas altas del
pulmón, pero puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo.
386 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Clínica
Tuberculosis primaria. Primoinfección tuberculosa
En cualquier área donde el bacilo se localice provocará una reacción inflamatoria que cons-
tituye el chancro de inoculación, habitualmente pulmonar y mucho menos frecuentemente
digestivo, cutáneo o mucoso.
Alrededor del bacilo se agrupan una serie de células mononucleadas linfocitos y macrófagos
con algunas células gigantes (células de Langhans). El centro de este folículo o granuloma
suele necrosarse y luego se calcifica. En la mayoría de los casos se produce la destrucción de
las mycobacterias y la única evidencia de infección es un test cutáneo de hipersensibilidad
a la tuberculina positivo y otras veces los bacilos pueden persistir en forma latente. En una
minoría de casos los antígenos en el complejo primario (foco pulmonar inicial más ganglio
linfático regional) alcanzarían una concentración suficiente, que el desarrollo de hipersensi-
bilidad resultaría en una necrosis y calcificación visible radiológicamente.
Junto con el desarrollo de hipersensibilidad pueden asociarse manifestaciones alérgicas
como eritema nodoso o queratoconjuntivitis flictenular.
La mayoría de estos casos quedan en esta primoinfección que da lugar a la alergia tu-
berculínica y a la inmunidad tuberculosa, que provoca un estado defensivo en el organismo
hacia nuevas infecciones o a la diseminación de la infección en curso. Esta inmunidad fallará
bajo alguna circunstancia que produzca inmunodepresión, provocando una enfermedad
tuberculosa meses o años después de la infección por el mismo bacilo: reinfección endógena
o por reinfección exógena (adquisición de un nuevo bacilo del exterior).

Enfermedad tuberculosa
Se manifiesta por un gran polimorfismo con variadas localizaciones, ya sean pulmonares o
extrapulmonares (menos frecuentes). La tuberculosis pulmonar puede ser aguda, neumónica
o bronconeumónica. Puede provocar una diseminación hematógena con afectación miliar o
meníngea, así como también complicaciones bronquiales debido a adenopatías mediastinales
que pueden ocasionar atelectasias por comprimir el árbol bronquial.

Epidemiología
M. tuberculosis infecta a 1.7 billones de personas en el mundo (1/3 de la población mundial) y
causa 3 millones de muertes por año. Los dos factores esenciales para su rápida diseminación
son el hacinamiento, que favorece la transmisión aérea, y la población con baja resistencia
natural.
La distribución etaria de la enfermedad refleja el grado de transmisión en una población
dada. Es por esta razón que la enfermedad en la vejez es generalmente debida a reactivación de
una infección adquirida en el pasado, mientras que en los niños pequeños indica transmisión
activa en la comunidad. Además, actualmente la tuberculosis está siendo más frecuentemente
diagnosticada en adultos jóvenes y la principal razón es la infección por VIH en estos pacientes.
La incidencia de tuberculosis activa en esta población es mucho mayor que en la población
general y debido a esta observación es que se incluye desde 1993 a la tuberculosis pulmonar
o extrapulmonar en la definición de caso de SIDA. Según los criterios del CDC (Center for
Disease Control, EE.UU.), todo paciente VIH positivo con menos de 200 células CD4 y un
cuadro de tuberculosis diagnosticado equivale a un estadio SIDA.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 387

Cadena epidemiológica
Reservorio: hombre, representado por el enfermo bacilífero, o animal, 1-3% de todas las
tuberculosis, se reconoce sobre todo transmisión por bovinos (leche no pasteurizada).

MECANISMO DE TRANSMISIÓN

• vía respiratoria: sin lugar a dudas la más frecuente, llevándose a cabo por gotitas de pflügge
o núcleos goticulares de Wells;
• vía digestiva: generalmente a través de la leche contaminada;
• vía cutaneomucosa: excepcional.

Población sana susceptible


Cualquier persona sana puede ser susceptible de enfermar de tuberculosis dependiendo de
su estado inmunitario, de factores socioeconómicos y de factores individuales como edad
(extremos de la vida), sexo y receptividad genética.

Riesgo de infección
El determinante de riesgo más importante es el contacto directo con el paciente y la infeccio-
sidad de este. Los casos con microscopía positiva son altamente infecciosos, en tanto aquellos
con cultivo positivo solamente, son mucho menos infecciosos.
El grado de positividad del esputo y los patrones de tos son también importantes. Antes
de la aparición del SIDA se establecía que la presencia de cavidad era necesaria para la conta-
giosidad, sin embargo, los pacientes con SIDA y tuberculosis pulmonar pueden ser altamente
contagiosos en ausencia de cavitación (radiografía de tórax normal).

Influencia de la antibioticoterapia en la transmisión de la infección


Los pacientes que están recibiendo quimioterapia rápidamente se tornan no infecciosos, en
tanto su tos y la concentración de microorganismos disminuyen. Se acepta que esto ocurre
después de dos semanas de iniciado el tratamiento. Por lo tanto, este es el método más efectivo
para el control de la tuberculosis.

Tuberculosis y SIDA
Los pacientes VIH positivos, como ya se ha citado, tienen un mayor riesgo de padecer tuber-
culosis, siendo susceptibles a la reactivación de una infección antigua, como así también a
una rápida propagación de una infección recientemente adquirida.
La población más frecuentemente afectada la constituyen los adictos a drogas, población sin
vivienda y con escasos recursos económicos, siendo estos mismos factores los que dificultan el
cumplimiento de los tratamientos, favoreciendo el surgimiento de cepas multirresistentes.
Desde el punto de vista clínico la presentación depende del grado de inmunodepresión.

Aspectos inmunológicos
La tuberculosis es el prototipo de infección de la cual la respuesta inmune de tipo celular es
esencial para su control.
Si bien se ha comprobado una producción abundante de anticuerpos durante la infección,
no se ha demostrado su papel en la defensa del huésped. Éste casi no tiene una respuesta
inmunológica en las primeras semanas, en las que los bacilos se multiplican libremente en
el espacio alveolar, adentro de los macrófagos. El efecto bacteriostático de estos macrófagos
alveolares sobre los bacilos parece ser variable y muy débil. La multiplicación irrestringida de
388 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

mycobacterias prosigue por semanas en el foco inicial y en los metastásicos (linfohematógenos),


hasta el desarrollo de la inmunidad celular e hipersensibilidad.
La hipersensibilidad es muy florida en comparación a otras infecciones intracelulares
debido a la potente actividad adyuvante de los lípidos de la pared mycobacteriana. Cuando
la población de linfocitos activados alcanza un cierto número, la hipersensibilidad retardada
se torna manifiesta (3-9 semanas). Simultáneamente aparece la inmunidad celular. Es motivo
de controversia si la inmunidad celular, que connota resistencia a la infección, y la hipersen-
sibilidad retardada, que describe una reactividad celular alterada (formación de granuloma,
necrosis tisular), son punto final de una misma secuencia de eventos inmunológicos y químicos,
o son fenómenos paralelos y estrechamente asociados, que dependen de diferentes antígenos
y poblaciones linfocitarias, o ambos.
Sin embargo, en un sentido clínico ellos parecen ser inseparables. Los aspectos patológicos
de la tuberculosis son el resultado del grado de hipersensibilidad y la concentración local
de antígenos. Cuando la concentración de antígenos es baja y la hipersensibilidad alta, los
elementos celulares y capilares forman un granuloma que puede ser proliferativo, exudativo
o caseoso. Cuando la situación es a la inversa, la reacción tisular puede ser poco específica,
con escasos polimorfonucleares y células mononucleares, condición llamada tuberculosis no
reactiva.
El espectro inmunológico, desde la hipersensibilidad florida hasta la baja o no específica,
es similar al visto en pacientes VIH positivos en el transcurso de la disminución del conteo
de CD4.

Tratamiento de la tuberculosis
Antes que existieran drogas efectivas, la mitad de los pacientes con tuberculosis pulmonar
morían en 2 años, y sólo 25% se curaban. Con el advenimiento de la quimioterapia los tra-
tamientos con largos períodos de reposo en cama, aislamiento prolongado y colapsoterapia,
se tornaron innecesarios.
M. tuberculosis es inhibido in vitro, a concentraciones alcanzables en suero humano en
dosis terapéuticas, por una serie de antimicrobianos que son conocidos como agentes antitu-
berculosos y han sido clasificados tradicionalmente en los siguientes grupos:
• Antituberculosos mayores: isoniacida, rifampicina.
• Antituberculosos secundarios: pirazinamida, estreptomicina, etambutol.
• Antituberculosos menores: PAS.
Los mecanismos de acción de los agentes antituberculosos no están aún totalmente acla-
rados. Isoniacida probablemente actúa inhibiendo la síntesis de ácidos nucleicos y etambutol
interferiría con el metabolismo glucídico.

Resistencia de M. tuberculosis a los agentes antimicrobianos


La aparición de resistencia constituye el principal problema del tratamiento. Podemos clasificar
las cepas en sensibles y cepas resistentes, que se desarrollarían en presencia de antimicrobianos
por selección de mutantes resistentes, y que aparecen en forma espontánea con diferente
frecuencia para los fármacos antituberculosos, como se esquematiza en el siguiente cuadro.
Es de importancia reseñar los conceptos de: resistencia primaria, aquella que muestran
las cepas de enfermos que nunca recibieron tratamiento; resistencia secundaria, la que es
consecutiva generalmente a un tratamiento incorrecto.
El único mecanismo demostrado hasta el presente capaz de originar resistencia en M.
tuberculosis es el resultado de mutación espontánea a nivel cromosómico.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 389

En el siguiente cuadro se resumen los principales factores que favorecen la aparición de


mutantes resistentes en M. tuberculosis.
Del análisis de estos factores surge la necesidad de una terapéutica combinada, ya que
esta permite la destrucción de bacilos resistentes a una droga a través de las otras. El pro-
blema emergente actualmente en algunas poblaciones es la multirresistencia y, aunque en
bajo porcentaje, ya está descripto en nuestro país como en otras partes del mundo, siendo la
población más afectada la de los pacientes VIH positivos.
El tratamiento debe ser prolongado debido a que M. tuberculosis es una bacteria de cre-
cimiento lento.
Existen diferentes esquemas a nivel mundial (oscilan entre 4-12 meses) dependiendo de
la edad del paciente, la localización de la enfermedad y el estado inmunitario.
En nuestro país estas pautas están regidas por la Comisión Honoraria para la lucha An-
tituberculosa, que las entrega a los médicos periódicamente en su sede.

Profilaxis
Inmunoprofilaxis
BCG es una vacuna con microorganismos vivos atenuados en forma irreversible, derivada
de una cepa de M. bovis (bacilo de Calmette y Guerin, en honor a sus creadores). Esta cepa
entra en los macrófagos y se replica brevemente antes de ser destruida, y debería desencade-
nar el mismo tipo de respuesta inmune que M. tuberculosis, asumiendo que los antígenos más
importantes están expresados. Ya han sido administrados billones de dosis a nivel mundial
teniendo escasos efectos colaterales (chancro de inoculación, adenopatía localizada), que
la hacen una de las vacunas más seguras conocidas. Una contraindicación es el paciente
inmunodeprimido (SIDA).
La vacunación en niños produce una disminución del 60-80% de la incidencia de tu-
berculosis en una población dada. Su uso es recomendable en áreas de alta prevalencia de
infección tuberculosa.
En tanto que la BCG no previene la infección, generalmente previene contra la progresión
a enfermedad clínica y su efectividad en prevenir la enfermedad generalizada en niños es
sorprendente (7-8 veces menos que en población no vacunada).
El efecto de la vacunación con BCG en la hipersensibilidad a la tuberculina depende de
la edad de vacunación y el intervalo al realizar el test cutáneo, disminuyendo el porcentaje
de test positivo cuando menor haya sido la edad en que se administró la última dosis. En un
estudio hecho en la ciudad de Montreal, se encontró 7.9% de test positivo a la edad de 25
años cuando la vacuna se administró antes del año, en tanto el porcentaje ascendió al 25.9%
cuando la administración fue luego de los 5 años de edad.
Existen intensas investigaciones para desarrollar vacunas más efectivas que BCG para
proteger contra tuberculosis, aunque, por otra parte, debido al bajo costo de BCG, la seguridad
de la misma y que estimula una respuesta mediada por células, así como humoral, se estudia
la posibilidad de usar a BCG como vehículo para una vacuna multivalente. Esto sería posible
al saber que es factible introducir en M. bovis BCG, DBA clonado que codifica antígenos
protectores contra una variedad de bacterias y virus.

Mycobacterias atípicas
Todas las mycobacterias no comprendidas dentro del complejo tuberculoso ni M. leprae han
390 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

recibido muy distintos nombres. Desde 1969 se las engloba bajo el término de mycobacterias
atípicas.

CARACTERES MICROBIOLÓGICOS
Son similares a los estudiados para M. tuberculosis, diferenciándose algunos en cuanto a la
producción de pigmento frente a la luz, velocidad de crecimiento y diferentes resultados frente
a las pruebas bioquímicas de identificación.

ROL COMO PATÓGENO


Para que una mycobacteria atípica sea considerada como agente etiológico de una infección
por mycobacterias, esta debe ser hallada, identificada y debe descartarse la presencia de
mycobacterias del complejo tuberculoso y M. leprae. De lo contrario, serán estos últimos los
responsables del proceso, siendo las mycobacterias atípicas simples acompañantes.

LOCALIZACIÓN ANATOMOCLÍNICA
En el cuadro siguiente se esquematiza la relación entre la localización, agente etiológico y
cuadro clínico.
Localización Agente etiológico Cuadro clínico
Bronco pulmo- M. kansasii Igual a tuberculosis
nar
M. xenopi
M. szulgai
M. avium complex
Ganglionar M. scrofulaceum Adenitis supura profunda y linfáticos generalizados
M. avium complex
Cutánea M. ulcerans Ulceras tropicales. Pequeñas lesiones tórpidas
M. marinum
Osteoarticular M. avium complex Huesos largos planos
M. scrofulaceum
Generalizada M. avium complex Sepsis
M. kansasii

MYCOBACTERIAS ATÍPICAS EN EL PACIENTE CON SIDA


En el paciente con SIDA las mycobacterias atípicas constituyen una causa de infección fre-
cuente. No suelen encontrase ni cavernas ni granulomas como en tuberculosis y se presentan
habitualmente como formas diseminadas. Mycobacterium avium complex es responsable del
80% de las infecciones generalizadas en estos pacientes.

Epidemiologia
Si bien en la tuberculosis la cadena epidemiológica (reservorio, transmisión, huésped sus-
ceptible) está determinada, en las mycobacteriosis esto no sucede así, ya que los reservorios
son diferentes y variados.
Reservorio - el hombre enfermo es un reservorio de estas mycobacterias, pero en general
desempeña un papel poco importante en la transmisión de la infección. El reservorio principal
y la fuente de infección está en el medio ambiente contaminado (los alimentos, el suelo, el
agua).
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 391

Mecanismo de transmisión - la transmisión puede hacerse vía área o cutánea. El contagio


interhumano no es decisivo como en tuberculosis o lepra.
Huésped susceptible. Existen tres grupos de riesgo:
• pacientes con irritación o lesión previa a nivel pulmonar, para mycobacteriosis pulmo-
nar;
• empleados de piscinas y acuarios para las afecciones cutáneas;
• pacientes inmunodeprimidos, especialmente con SIDA, que se han convertido en el grupo
de riesgo más importante.

Tratamiento
Por la importancia referida anteriormente en el paciente con SIDA, destacamos el tratamiento
de M. avium complex. Se utiliza la terapia combinada igual que para M. tuberculosis, pero se
destaca la multirresistencia a los antituberculosos de primera línea, por ello las pautas son
muy variables. En las adenitis supuradas, nódulos pulmonares e infiltrados localizados, se
plantea la resección quirúrgica.

Mycobacterium leprae
La enfermedad de Hansen o lepra ha sido, más que ninguna, a lo largo de la historia una de
las de mayor impacto psicosocial. Aislados, marcados, señalados, rehuidos por la sociedad, los
pacientes han sentido su enfermedad como un verdadero estigma. Desde 1940 con el adveni-
miento de antibioticoterapia adecuada, un diagnóstico precoz y un equipo multidisciplinario
en el tratamiento, han hecho que estos conceptos tiendan a desaparecer.

CARACTERES MICROBIOLÓGICOS
M. leprae es un bacilo ácido alcohol resistente de 1-8µm de longitud y 0.3-0.5µm de ancho
y no puede ser distinguido microscópicamente de otras mycobacterias. No desarrolla en
los medios libres de células ni en cultivos celulares, pero sí se ha logrado su crecimiento en
la almohadilla plantar del ratón y en el armadillo de nueve bandas encontrado en Estados
Unidos. Crecen mejor a temperaturas menores a 38 °C. Su tiempo de duplicación es de 12
días en la almohadilla plantar del ratón.
M. leprae posee una gruesa cápsula externa por fuera de la pared celular, rica en glucolípido
fenólico (PGL-1) el cual ha sido implicado en la supervivencia intracelular y en la limitación
a la entrada de los antibióticos. El PGL-1 y el lipoarabinomanano de la pared celular han
sido responsabilizados de la falta de respuesta de los linfocitos y macrófagos en la anergia
de la forma lepromatosa. Estos dos componentes constituyen los factores de virulencia más
importantes.

Patogenia
Los bacilos de lepra se diseminan a partir de los enfermos con lepra lepromatosa por vía nasal.
Una descarga nasal contiene aproximadamente 100 millones de bacilos por ml, y pueden
permanecer viables varios días en las secreciones desecadas. A partir de éstos se contamina-
ría la piel de los contactos íntimos, estimándose un período de incubación de 2-7 años. Se
ha comprobado que lepra es bastante contagiosa, pudiendo producir muchas infecciones, si
bien se sabe que la frecuencia de enfermedad en los contactos es muy baja. Más del 95% no
serían susceptibles a la infección por M. leprae. Los que enferman lo harían por un defecto
392 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

de su inmunidad celular que hace que sus células macrofágicas ingieran los bacilos pero no
los destruyan.

Clínica
Se distinguen tres formas clínicas de lepra.

Lepra lepromatosa
En ella el paciente tiene nódulos cutáneos simétricos, placas y la dermis engrosada. Como
el bacilo crece a temperaturas bajas, las áreas frías del cuerpo como nariz, lóbulo de la oreja,
son áreas propensas. Puede ocurrir pérdida de las cejas, especialmente las porciones laterales.
El aparato respiratorio, particularmente la mucosa nasal, está infiltrada por estos microor-
ganismos, produciendo una congestión nasal crónica y epistaxis. En la era preantibiótica y,
ocasionalmente en la actualidad, la progresión de este proceso puede llevar a la destrucción
del tabique nasal, siendo responsable de las deformidades a este nivel. La neuropatía, cuando
está presente en la forma lepromatosa, es simétrica y generalizada. La reacción de la lepromina
es negativa.

Lepra tuberculoide
Es el otro polo de la enfermedad. Los pacientes con esta forma de lepra sólo tienen escasas
manchas hipopigmentadas, anestésicas, con bordes elevados y eritematosos. Se encuentra
afectación de troncos nerviosos periféricos, asimétrica. A diferencia de la forma lepromatosa,
no existen síntomas y signos respiratorios. La reacción de la lepromina es positiva.

Lepra borderline
La mayoría de los pacientes tiene una forma intermedia, entre lepromatosa y tuberculoide,
compartiendo formas clínicas de una y otra. La leprominoreacción es positiva.

Epidemiología
La enfermedad predomina en Asia, Africa, América Latina y países del Pacífico. Hay 10 millo-
nes de casos en el mundo. El reservorio aceptado es el hombre y las fuentes de infección radican
en la localización de la enfermedad en éste, sobre todo la forma lepromatosa no tratada.
El mecanismo de transmisión es a través de la piel, aparato respiratorio y aparato digestivo,
siendo esta última localización de escaso interés. El contacto íntimo y prolongado haría que
los sujetos predispuestos pasen de la infección al inicio de la enfermedad. Sufre lepra quien
tiene un trastorno de su inmunidad celular que le impide destruir los bacilos.

Tratamiento
El tratamiento de lepra, como el de otras mycobacterias, es largo, y, a menudo, esto ocasiona
fallas en el cumplimiento del mismo. Dos problemas se originan:
• emergencia de cepas resistentes a las drogas, en particular, dapsona;
• persistencia de bacilos sensibles a los antibióticos que quedan en estado latente luego del
tratamiento adecuado.
Las drogas que se utilizan en el tratamiento son: dapsona, antibiótico que actúa en la
síntesis de folatos, rifampicina, clofazimine, etionamida, estreptomicina.
Se encuentra en estudio la utilización de nuevos macrólidos y quinolonas.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 393

Inmunoterapia
Se encuentra en investigación debido a las dificultades del tratamiento con antimicrobianos.
Es así que se ensaya con interferón gamma o interleucinas.
La frase del comienzo de G. Bacelli no es una simple frase. La tuberculosis no es sólo
el bacilo, resta mucho por conocer del binomio huésped-parásito y este concepto se puede
extender a todas las enfermedades ocasionadas por el género Mycobacterium. Los próximos
años plantean el desafío.

Métodos de estudio
INTRODUCCIÓN
La tuberculosis, junto a la lepra y otras mycobacteriosis, han sido inseparables y terribles
compañeras de la humanidad. La lepra, que necesita de un largo tratamiento, difícilmente
efectivo, con pocos fármacos útiles y gran número de abandonos del tratamiento, no dispone
de cultivos ni de vacunas adecuadas. La tuberculosis, que necesita también de un largo trata-
miento, caracterizado por el incumplimiento y la creciente resistencia a las drogas, aumenta
su incidencia en el mundo debido al SIDA. Igualmente las mycobacteriosis ocasionadas
por mycobacterias atípicas, aumentan su incidencia por la inmunodepresión en pacientes
con SIDA. En éstos, Mycobacterium Avium Intracelullare se ha convertido en un patógeno
oportunista frecuente.
Por todo esto la microbiología clínica de la tuberculosis, la lepra y otras mycobacteriosis
aparece como fundamental en el diagnóstico y control de curación de estas enfermedades.
Las características que hemos mencionado del género Mycobacterium y otras que señala-
remos a continuación, determinan un conjunto de particularidades (en relación a recolección
de las muestras clínicas, procesamiento, etc.) que enmarcan estos gérmenes en un capítulo
distinto al de las demás bacterias en el laboratorio microbiológico.
Asomarse a estas particularidades constituye no sólo un hecho ineludible en la formación
médica, sino también una posibilidad apasionante.

DIAGNOSTICO DE TUBERCULOSIS
Bioseguridad en la bacteriología de la tuberculosis
Existen estrictas normas de bioseguridad para el manejo de las muestras clínicas en el labora-
torio. Como ya fue visto en los aspectos teóricos del tema, la vía de transmisión principal es la
inhalatoria, por la aspiración de partículas aerosolizadas; éstas pueden provenir del paciente
o ser diseminadas al manipular las muestras en el laboratorio (apertura de frascos, flameo
del asa, etc.). Evitar el desprendimiento de estas partículas, trabajar en ambientes amplios
y ventilados de circulación restringida, y recordar las normas de no fumar, beber, comer, o
aplicarse cosméticos en el laboratorio, son algunos de los puntos a tener en cuenta.
El estudiante que se dedicará fundamentalmente a la observación de frotis y cultivos ya
procesados y no al manejo de muestras clínicas, deberá cumplir con las habituales normas de
bioseguridad y buenas prácticas en el laboratorio.

Obtención de la muestra
Las muestras pueden provenir de zonas naturalmente estériles, zonas naturalmente contami-
nadas o de zonas estériles pero en las que al efectuar la toma, se pasa por un área contaminada.
El siguiente cuadro esquematiza los ejemplos más frecuentes.
394 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Muestras contaminadas Muestras no contaminadas


Expectoración Líquido cefalorraquídeo
Orina Líquido pleural
Jugo gástrico Líquido articular
Exudados Biopsias

La expectoración es la muestra de más frecuente manejo, ya que como dijimos, la pulmonar


es la presentación más habitual. La expectoración debe ser representativa de las secreciones
del tracto respiratorio inferior; para ello se debe recoger a primera hora de la mañana, previa
higiene bucal, y con el esfuerzo de la tos, en frasco estéril. La toma debe repetirse tres veces
en días consecutivos, ya que la eliminación de bacilos no es constante. Mujeres y niños
pueden tener dificultades por no poder, o no saber, expectorar, pudiendo entonces hacer
nebulizaciones con NaCl hipertónico. En pacientes hospitalizados graves puede recurrirse a
FBA o lavado gástrico.

Transporte y conservación
La rapidez es una condición fundamental en el transporte pues los bacilos se debilitan con el
tiempo y prolifera, en caso de ser una muestra contaminada, la flora acompañante, por ej.:
proliferación de la flora del tracto respiratorio superior en la expectoración. La conservación
puede hacerse a 4 ºC hasta 7 días.

Procesamiento
El trabajo con las muestras clínicas en el laboratorio se realiza en cabina de seguridad, con
las debidas protecciones para el personal (túnicas, tapabocas, etc.).

Metodos directos
Microscopía - baciloscopía
El examen microscópico directo o baciloscopía es la técnica fundamental para la investigación
bacteriológica de la tuberculosis pulmonar, tanto para el diagnóstico como para el control de
tratamiento, resultando también útil para muestras provenientes de otros orígenes.

TÉCNICA DE ZIEHL-NEELSEN
Se trata de una coloración diferencial basada en la capacidad de las mycobacterias de incor-
porar colorantes y luego retenerlos ante la acción de una mezcla de alcohol y ácido, lo que es
conocido como ácido-alcohol resistencia. Las particulares características de la pared de las
mycobacterias parece ser responsable de esta propiedad, pudiendo formar complejos ácido
estables, cuando se exponen a colorantes aniónicos, con los lípidos de la pared, especialmente
los ácidos micólicos, o también constituyendo complejos fucsina-ARN.
Con un frotis seco y fijado se recorren los siguientes pasos:

Coloración Fucsina + calor Aproximadamente 5 min.


(calor hasta emisión de vapor;
no ebullición)
Decoloración Alcohol-Acido Aproximadamente 3 a 5 min.
Coloración de contraste Azul de metileno Aproximadamente 1 min.

Se debe lavar con agua corriente a baja presión entre paso y paso. Después se seca y se
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 395

observa con lente de inmersión. Las mycobacterias se ven rosadas sobre un fondo de leucocitos,
fibrina y escasa flora asociada, coloreados de azul.
La observación debe recorrer unos 200 campos microscópicos y se informa según el
siguiente criterio semicuantitativo:

Baciloscopía negativa - No se observan bacilos ácido-alcohol resistentes en 200


campos microscópicos observados.
Baciloscopía positiva + Se observan menos de un bacilo por campo en 200 cam-
pos observados.
Baciloscopía positiva ++ Se observan 1 a 10 bacilos por campo en 100 campos
observados.
Baciloscopía positiva +++ Se observan más de 10 bacilos por campo en 50 campos
observados.

La baciloscopía por la técnica de Ziehl-Neelsen es una técnica sencilla de bajo costo,


cuya utilidad ya hemos destacado. Aplicado a la expectoración se estima que se necesitan
10.000 para que la probabilidad sea del 95-100%. En nuestro país el hallazgo de bacilos
ácido-alcohol resistentes en la baciloscopía de muestras provenientes de áreas estériles es
diagnóstica y específica de M. tuberculosis en un alto porcentaje. Lo mismo ocurre con las
muestras de lavado gástrico.

TÉCNICA DE FLUORESCENCIA AURAMINA RODAMINA


Basada igual que el Ziehl-Neelsen en la ácido-alcohol resistencia de la mycobacterias, aquí se
colorean con un fluorocromo y no se decoloran con la mezcla de alcohol-ácido. La técnica no
necesita del agregado de calor y permite una visualización más rápida ya que los bacilos se ven
luminosos sobre un fondo oscuro. La observación se hace con objetivo en seco y se requiere un
microscopio de fluorescencia, lo que hace esta técnica más cara con respecto al Ziehl-Neelsen.
Se utiliza en laboratorios que manejan un número importante de muestras por día.
Respecto al valor de la microscopía y a las técnicas de coloración mencionadas, nos
parece oportuno señalar:
• Si se tiene una baciloscopía positiva y una clínica sugestiva, casi siempre se tratará, en
nuestro país, de una tuberculosis, pero es necesario tener presente que puede tratarse de
otras especies del género Mycobacterium.
• La microscopía no sustituye el cultivo.
• Referente a las técnicas de coloración, recordar la importancia de las mismas, y que la
técnica de Gram, muy difundida en el diagnóstico de otras bacterias, no es útil para las
mycobacterias.

Cultivo
El cultivo es complemento de la microscopía; permite diagnosticar como positivos casos
negativos en el examen microscópico. Las muestras contaminadas se someten a una descon-
taminación que destruye la flora asociada y mantiene viables a las mycobacterias. Después se
siembra en los medios adecuados. Las muestras no contaminadas se siembran directamente
(previa centrifugación para concentrar).
La incubación se realiza a 35-37 ºC en aerobiosis. Se observan los medios periódicamente
y, al cabo de 3-5 semanas, crecen colonias rugosas, secas, amarillentas. Deben esperarse hasta
ocho semanas para informar un cultivo como negativo.
El medio empleado es el de Lowenstein-Jensen, compuesto por hierro, aminoácidos,
396 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

sales, glicerina, fécula de papa, huevo, y verde de malaquita (este último inhibe la flora
asociada).
La inoculación en animales se ha dejado de usar por ser poco práctica y no definitiva en
algunas situaciones.

Identificación de los aislamientos


En nuestro país los laboratorios clínicos públicos y privados realizan el examen microscópico
de la muestra y sólo algunos realizan los cultivos. La identificación definitiva y las pruebas de
sensibilidad se realizan en la Comisión Honoraria de Lucha Antituberculosa, (CHLA, 18 de
Julio 2175 esquina Beisso) donde está el laboratorio de referencia con el personal y el equipo
adecuado. La CHLA cubre el país por medio de una extensa red de puestos que recuperan y
envían las cepas aisladas al laboratorio central, además de realizar diagnóstico precoz, control
de los casos, prueba tuberculínica, pautas de tratamiento y administración de vacunas.
M. tuberculosis puede ser diferenciado de otras mycobacterias por pruebas simples y obser-
vación de características micro y macroscópicas, así como el estudio de sus requerimientos.
M. tuberculosis crece lentamente, es no cromógeno, productor de niacina, reduce nitratos,
produce una catalasa sensible al calor, es generalmente sensible a la isoniacida, etc.

Estudio de sensibilidad
La sensibilidad de las mycobacterias se estudia como para otros gérmenes, poniendo en con-
tacto el bacilo con el antibiótico a probar; pero existen algunas diferencias con el antibiograma
utilizado de rutina en los laboratorios, por ejemplo, no se utiliza el medio de Mueller Hinton,
ni el método de difusión en agar (Kirby-Bauer). En su lugar se emplea Lowenstein-Jensen y
distintas técnicas para el antibiograma. Mencionaremos solamente una, la cual consiste en
inocular un medio control y simultáneamente medios que contienen en solución el antibió-
tico a probar en diferentes concentraciones. El inóculo bacteriano debe ser de concentración
conocida. La resistencia o sensibilidad se determina por comparación entre el control y los
otros medios.

Nuevos métodos para aislamiento, identificación y sensibilidad


Métodos radiométricos
Son útiles para el aislamiento y estudio de sensibilidad. El medio de cultivo es suplementado
con un substrato marcado con 14C. El substrato es utilizado, y durante el metabolismo se libera
14CO2, el que es medido, detectándose así en forma indirecta el desarrollo bacteriano.
El sistema comercial Bactec que utiliza este método realiza el aislamiento y la determi-
nación de la sensibilidad en aproximadamente 18 días. El método convencional requiere
cerca de 40 días.

DETECCIÓN DE COMPONENTES CELULARES

Se trata de identificar por diferentes técnicas algunos componentes de la bacteria.

Métodos genéticos
DNA fingerprinting, basado en la fragmentación del ADN por una endonucleasa de restricción
específica; el ADN después se separa electroforéticamente y se trata con una sonda que hi-
bridiza con una secuencia repetitiva del ADN (IS 6110). Los aislamientos que muestren esta
secuencia pueden ser identificados como M. tuberculosis. Esta técnica parte de cultivo puro.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 397

REACCIÓN EN CADENA DE LA POLIMERASA (PCR)


A diferencia de otras pruebas, PCR no necesita partir de cultivo puro pudiendo hacerlo
directamente de la muestra clínica. En esta técnica se amplía una secuencia del genoma de
M. tuberculosis para después ser reconocida. El resultado de la PCR puede estar listo en 48
hs. Una muestra conteniendo 10 bacilos puede ser positiva por PCR (para la baciloscopía
se necesitan 10.000). La técnica puede ser útil para la detección rápida de resistencia, si se
conocen los genes responsables de la misma.
Las deficiencias de la técnica están en los riesgos de contaminación cruzada y que no resulta
de utilidad en el control de tratamiento, ya que no distingue entre bacilos vivos y muertos.

Metodos indirectos
Se han estudiado métodos inmunológicos para la detección de anticuerpos por técnicas
inmunoenzimáticas, aglutinación, etc. Estos tienen dificultades para su desarrollo debido a
la falta de antígenos purificados específicos.

Prueba de la tuberculina
Siendo la respuesta inmune esencialmente de tipo celular, las pruebas cutáneas se transforman
en una ayuda importante. Se pueden realizar pruebas cutáneas frente a todas las mycobacterias,
pero nos referiremos a la prueba tuberculínica.
Esta prueba estudia la hipersensibilidad frente a antígenos proteicos de M. tuberculosis.
La tuberculina de Koch (OT: old tuberculin) era un extracto de caldo de bacilo tuberculoso.
En 1934 Siebert creó un precipitado proteico que llamó derivado proteico purificado (PPD)
y que se usa hasta hoy.
La reacción se prueba con la intradermorreacción de Mantoux. Se inyectan en la dermis
de la cara anterior del antebrazo 0,1 ml de tuberculina de 5 UT. Después de 72 hs se mide el
diámetro de la induración producida (no del eritema). La interpretación de los diámetros de
las induraciones es la siguiente:
10 mm Positiva
5-9 mm Dudosa
0-4 mm Negativa
El PPD positivo (más de 10 mm) permite separar una población infectada de otra que
no lo está, siendo un buen estudio de masas. De todos modos, debe considerarse el contexto
del paciente, su sintomatología y signología, así como estudios radiográficos y datos epide-
miológicos.
Concepto de viraje. Si se realizan dos pruebas tuberculínicas con un intervalo de dos
meses en un año, y la primera es negativa y la segunda positiva con una diferencia de 6 mm
o más, se habla de viraje e indica una infección actual. Puede o no acompañarse de hallazgos
clínicos o radiológicos.

CRITERIO DIAGNÓSTICO

• Paciente con sospecha clínica y epidemiológica de tuberculosis.


• Paciente con tuberculosis extratorácica en la que hay dificultades para aislar el germen.

CRITERIO EPIDEMIOLÓGICO

• Contacto con enfermos de tuberculosis.


• Tuberculosis confirmada (para registro).
Si la reacción tuberculínica es positiva:
398 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

1. El paciente está infectado.


2. El paciente recibió BCG.
Si la reacción tuberculínica es negativa:
1. El paciente no está infectado.
2. El paciente está en período prealérgico (período que va desde la infección hasta la aparición
de la hipersensibilidad retardada). Si dos meses más tarde se repite la prueba se puede ver
el viraje de la reacción.
Puede haber falsos negativos por aspectos técnicos o en tuberculosis avanzadas en las
que el 50% no reacciona por tener elevadas concentraciones de antígenos en sus tejidos; se
revierte al recuperarse el paciente.
Otros falsos negativos:
• fisiológicos-embarazo;
• infecciones-sarampión;
• desnutrición;
• neoplasias-linfomas;
• medicamentos-corticoides.
El 3-5% de la población es inmunocompetente y no reacciona nunca frente a las pruebas
cutáneas.
Prueba tuberculínica en el paciente VIH positivo: en el paciente VIH positivo la reacti-
vidad disminuye a medida que los CD4 disminuyen. Un diámetro de induración de 5 mm es
aceptado como positivo en un paciente VIH positivo para realizar inmunoprofilaxis (CDC,
Center for Desease Control, Estados Unidos).

Diagnostico de las mycobacteriosis


El diagnóstico de las mycobacteriosis en el huésped con defensas normales es similar al que
acabamos de mostrar para la tuberculosis. Las mycobacteriosis en el paciente con SIDA u
otros inmunocomprometidos, demanda una sistemática diagnóstica más exhaustiva por par-
te del laboratorio, al igual que en las mycobacteriosis diseminadas. La microscopía incluye
el estudio de un mayor número de muestras: sangre, heces, ganglios, etc. En cuanto a los
cultivos, se realizan los convencionales; el hemocultivo parece ser la mejor manera de aislar
mycobacterias en casos diseminados. Los sistemas Bactec e Isolator (lisis-centrifugación) son
medios comerciales disponibles para el procesamiento de los hemocultivos. Para la identifica-
ción, los métodos convencionales mantienen vigencia, pero los métodos genéticos parecen
ser los más adecuados.

DIAGNÓSTICO DE MYCOBACTERIUM LEPRAE


El diagnóstico bacteriológico de lepra ofrece la dificultad de que su agente etiológico no puede
ser cultivado en medios sintéticos ni en cultivos celulares. La inoculación animal (armadillo
y plantilla plantar del ratón) es muy restringida y tiene dificultades prácticas.

Métodos directos
Estos se hallan limitados a la observación microscópica de frotis provenientes de las lesiones
clínicamente sospechosas.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 399

Microscopía
La técnica utilizada es la de Ziehl-Neelsen o la de fluorescencia. En tinciones de biopsias
puede usarse el Ziehl u otras (Fite). Con los resultados de la microscopía se confecciona el
llamado índice morfológico, que es el porcentaje de bacilos bien teñidos (vivos) en relación
al total; con este se evidencia la actividad de la enfermedad.

Métodos indirectos
Inmunidad humoral
La búsqueda de los anticuerpos está supeditada al hallazgo de antígenos específicos para
así diferenciar M. leprae de otras mycobacterias, y determinar los títulos de una población
normal, una infectada y una enferma. Las técnicas están en fase de implementación (ELISA,
Inmunofluorescencia, etc.).

Inmunidad celular. Prueba de la lepromina


La prueba cutánea de hipersensibilidad utiliza células muertas de M. leprae en inyección
intradérmica (0,1 ml en la cara anterior del antebrazo). Produce una induración a los 3 ó
4 días (reacción de Fernández), y una induración papular a las 3 ó 4 semanas (reacción de
Mitsuda).
El test de la lepromina es positivo en pacientes con lepra tuberculoide, en individuos no
afectados en áreas endémicas y en ciertos pacientes lepromatosos tratados, pero es negativa
en los pacientes lepromatosos no tratados, por lo que no tiene valor diagnóstico.
El clínico, el radiólogo, el anatomopatólogo, pueden sospechar la enfermedad; el micro-
biólogo puede aislar e identificar el agente etiológico. Pero esto no es todo, el diagnóstico
bacteriológico continúa siendo lento, las técnicas que aceleran la obtención de resultados están
en desarrollo o recién comienzan a comercializarse. La preocupante asociación tuberculosis y
SIDA continúa avanzando. El equipo de salud debe estar atento y con conocimientos firmes
para manejar la situación.

Bibliografía
• Bloom, B.R. Tuberculosis. Pathogenesis, protection and control. ASM Press, Washington, 1994.
• Gorbach SL, Bartlett JG, Blacklow NR. Infectious Diseases. 2nd. Ed. Saunders, Pa., 1998
• Chin J, (ed): El control de las enfermedades transmisibles, Organización Panamericana de la Salud, (OPS,
Publicación científica 581). Washington, 2001
400 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 429
Página 429

25 Virus respiratorios
S. Mateos

Introducción

Las infecciones respiratorias agudas (IRA) representan un problema prioritario de salud a


nivel mundial. Son aspectos a destacar su alta morbimortalidad que aumenta en los meses
de invierno donde constituyen el motivo de consulta más frecuente en atención primaria y
en centros hospitalarios. Es la causa más frecuente de ausentismo laboral y escolar. Primer
causa de internación en los meses invernales generando grandes exigencias a los centros de
internación, tanto en niños como en adultos. En Uruguay las IRA ocupan el tercer lugar como
causa de muerte en niños menores de cuatro años. Los virus respiratorios son los agentes
responsables de la mayoría de las IRA, los mismos penetran por vía aerógena y se replican en
el tracto respiratorio, la transmisión se produce por vía aerógena (gotitas de pflügge) o bien
por manos u objetos contaminados con secreciones respiratorias.
Numerosos virus afectan predominantemente y en forma primaria el aparato respirato-
rio, representan más de 100 agentes etiológicos distintos, algunos de ellos, como el virus del
sarampión, parotiditis y de la rubéola, no quedan localizados en la puerta de entrada, sino
que se diseminan a otros órganos (viremia).
En este capítulo trataremos brevemente la clasificación, estructura y morfología de las
principales familias responsables de IRA, en otros capítulos se trataran los procesos respira-
torios producidos por virus.

Clasificación
VIRUS RESPIRATORIOS HUMANOS

Familia/ Subflia Género Especie Serotipos Enfermedad


Orthomixoviridae Influenza A, B, C Muchos Gripe

Paramyxoviridae Respirovirus Parainfluenza 1,3 IRA alta, baja


Rubulavirus Parainfluenza 2, 4A, 4B Paperas
Parotiditis
Morbillivirus Sarampión 1 Sarampión
Megamyxovuruses Hendra y Nipali
virus
Pneumoviridae Pneumovrius Virus Respira- 1 subgr. A y B IRA alta y baja
torio
430 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Sincicial (VRS) y no A no B
Methapneumovirus HMPV (humano)
(MPV)
Adenoviridae Mastadenovirus Adenovirus Varios IRA alta y baja
Togaviridae Rubivirus Rubeola 1 Rubeola
Picornaviridae Rinovirs Rinovirs huma- > 130 IRA alta
nos
Enterovirus Echo varios IRA alta
Coxsackie varios Encefalitis
Miocarditis
Coronavirus varios IRA alta
Herpesviridae Herpesvirus Herpes simplex Neumonitis en
Varicela zoster pacientes inmu-
Citomegalovirus nodeprimidos

Familia Orthomyxoviridae

La influenza o gripe fue reconocida hace varios siglos como una enfermedad respiratoria aguda,
extraordinariamente contagiosa. A pesar de que a menudo aparenta ser una enfermedad be-
nigna, la gripe es una enfermedad grave que provoca la muerte a miles de personas cada año.
No solamente produce pandemias, tales como al gripe “Española” (1918) la gripe “Asiática”
(1957), sino también epidemias anuales que pueden tener consecuencias dramáticas sobre
los grupos de alto riesgo (principalmente ancianos y personas que padecen enfermedades
crónicas). El agente causal fue aislado por primera vez en 1933, a partir de secreciones
respiratorias de casos humanos y fue denominado virus influenza tipo A. Desde entonces
es quizás el virus humano mejor estudiado, su estructura bien caracterizada y su genoma
secuenciado; el desarrollo de vacunas y antivirales sin embargo, no han podido resolver el
problema sanitario de la gripe.

TAXONOMÍA
Las familias Orthomixoviridae (del griego orthos: derecho y myxo: mucus) y Paramyxoviridae
(par: al lado) están integradas por virus que poseen afinidad por las mucinas.
La familia Orthomyxoviridae posee sólo un género, influenza y tres especies A, B y C. El
ordenamiento alfabético de los tres tipos corresponde a su importancia epidemiológica y clínica.
Los virus influenza A producen infección en humanos y animales (aves, porcinos, equinos,
focas) mientras que influenza B y C están asociadas sólo a enfermedades humanas.

NOMENCLATURA
Los antígenos NC y M son específicos de tipo y en base a ellos se caracteriza al virión como
perteneciente al tipo A, B o C. Las variaciones antigénicas se producen en los antígenos
de superficie NA y HA. Considerando el papel fundamental de estas glicoproteínas en la
determinación del carácter antigénico la OMS ha propuesto un sistema de nomenclatura
en el cual los antígenos de superficie se designan numéricamente. En la designación actual
se consideran: 1- el tipo de virus (A, B, C); 2- el huésped de origen si no es humano (por
ej.: “eq” equino; “sw” porcino, etc.); 3- lugar geográfico del aislamiento; 4- número de la
cepa del laboratorio; 5- año del aislamiento. Para el virus A se agrega el subtipo de HA y
NA. En los virus A existen hasta el momento 13 subtipos de HA y 9 de NA. Por ejemplo,
A/Panamá/2007/99 (H3N2).
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 431

MORFOLOGÍA Y ESTRUCTURA
Forma redondeada u oval de aproximadamente 80 a 120 nm. Son virus envueltos con 2 tipos
de espículas glicoprotéicas en su superficie dispuestas a intervalos regulares, denominadas
hemaglutinina (HA) y neuraminidasa (NA), específicas para cada cepa, enclavadas en una
doble membrana lipídica (envoltura) ubicada sobre una capa proteica (proteína M o matriz)
que da forma y estabilidad a la envoltura (ver figura 1).
La nucleocápside (NC) es de simetría helicodal, dividida en ocho fragmentos que contienen
segmentos de ARN genómico. La NC está constituida por 1 solo tipo de proteínas.
El genoma está constituido por ARN de cadena simple y sentido negativo con ocho
segmentos para el virus influenza A y B, y siete segmentos para influenza C.
Proteínas: polipéptido-polimerasas son componentes internos del virión. Los segmentos
mayores del ARN viral 1, 2 y 3 codifican 3 polipéptidos con actividad de ARN polimerasa,
dependiente de ARN, denominados PA, PB1 y PB2. PB1 y PB2 sintetizarían el ARN com-
plementario de las PA, y junto con la nucleoproteína se encargarían de la síntesis del ARN
viral.
Hemaglutinina: forma de bastón, ubicada en la superficie viral representa el 25% de las
proteínas totales. Codificada como un monómero por el segmento 4 del ARN viral. Al con-
tinuar su síntesis el péptido indicador amino terminal es removido, la molécula de HA sufre
un clivaje postraducción por la acción secuencial de una endoproteasa y carboxipeptidasa
que se originan en el huésped. Se obtienen así dos cadenas polipeptídicas (HA1 y HA2) que
constituyen un dímero y permanecen unidos por una unión disulfuro. Este clivaje es esencial
para activar las propiedades de la molécula: infectividad, fusión y hemólisis. La HA consta
de dos regiones distintas: una cola fibrilar constituida por una triple cadena espiralada de
helicoides, y una región globular de capas antiparalelas que en su extremo distal contienen:
1) un sitio adsortivo viral (receptor viral), por el cual la HA1 se une a los receptores siálicos
de la célula huésped y a los eritrocitos; y 2) los determinantes antigénicos variables (epíto-
pes) cuyos cambios en las secuencias de aminoácidos hacen que el virus se comporte como
epidémico o pandémico. En el extremo NH2 de la HA2, existe una región conservada de
10 aminoácidos (péptido de fusión), que sería homólogo a la región aminoterminal de la
glicoproteína de fusión (F) de los virus parainfluenza. La infectividad viral dependería de la

Figura 1. Esquema de la es-


tructura de Influenza A
432 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

fusión de la HA. A pH 5 la HA2 sufre cambios conformacionales y adquiere la habilidad de


hemolisar eritrocitos. En suma las funciones de la HA serían:
a) adsorción y penetración del virus a la célula
b) fusión entre la membrana celular y la envoltura viral, para lo cual requiere el clivaje de
HA en HA1 y HA2
c) hemaglutinación, hemadsorción
d) induce la aparición de anticuerpos neutralizantes protectores.
Neuraminidasa (NA): forma de hongo, formada por una cabeza cuadrangular integrada
por cuatro subunidades globulares y una prolongación cilíndrica adherida centralmente, que
posee en su extremo distal una región hidrófoba por la que penetra en la envoltura viral.
Enzima destructora de receptores, representa el 6.7% del total de proteínas del virión 1 a 5
en relación con la HA. Codificada por el segmento 6 del ARN viral, se sintetiza como cadena
simple igual que la HA, no sufre clivaje postraducción. Penetra a la envoltura por su extremo
aminoterminal, donde existe una secuencia de seis aminoácidos que se han conservado inalte-
rados en cada uno de los nueve subtipos de NA conocidos para influenza A. A esta secuencia
le sigue una segunda que se enclava en la envoltura y que no es conservada por todos los
subtipos. El sitio activo ha sido identificado en el centro de cada cabeza globular del tetrámero
y contiene muchos residuos conservados que no son accesibles a los anticuerpos neutralizantes.
Su función es facilitar la movilidad del virus hacia y desde el sitio de infección.
En suma las funciones de la NA son:
a) catalizar el clivaje de las uniones entre el ácido siálico terminal y un residuo azucarado
adyacente celular. Lo que facilita la liberación de las partículas virales de la superficie
celular al destruir la unión virus célula.
b) previene la agregación viral protegiendo al virus de su propia HA, al agregarse a receptores
de ácido siálico.
c) estimula la producción de anticuerpos que confieren protección contra la enfermedad o
modifican el curso de la misma.
Nucleoproteína: codificada por el segmento 5 del ARN viral. Es uno de los antígenos
específicos de grupo y es diferente en los tipos A, B y C. Constituye la columna vertebral del
complejo interno helicoidal, al estar asociada a los segmentos de ARN y las polimerasas PA,
PB1 y PB2, induce la producción de anticuerpos específicos de tipo.
Proteína M: codificada por el segmento 7, asociada al sector interno de la envoltura, se
han aislado 3 ARNm trasncriptos del segmento 7 que codifican la producción de M, M1 y M2.
Contribuye a la estabilidad del virión y participa del ensamblaje de éste en la célula infectada.
Es un antígeno específico de tipo y puede ser utilizado como antígeno para identificar virus
influenza en pruebas serológicas.
Proteínas no estructurales (NS1-NS2): codificadas por el segmento 8. Su función se
desconoce.
Lípidos: los virus influenza se liberan de la célula que infectan por brotación a nivel de
la membrana citoplasmática y en su paso incorporan la doble membrana celular con sus
componentes.
Hidratos de carbono: constituyen el 5-8% de la masa del virión y es similar a los de la
célula huésped.

VARIACIÓN ANTIGÉNICA
Uno de los aspectos únicos y más notables del virus influenza es la frecuencia con la cual ocu-
rren cambios en la antigenicidad. Este hecho es más frecuente para el virus A que para el B, y
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 433

no se ha observado para el virus C. Este fenómeno ayuda a explicar porqué la gripe continúa
siendo una enfermedad epidémica. Las variaciones antigénicas involucran fundamentalmente
a la HA y NA. Las variaciones en la HA son las más importantes por ser más frecuentes. Por
otro lado los anticuerpos neutralizantes están dirigidos contra estas glicoproteínas.
Se conocen dos tipos de variaciones antigénicas producidas por mecanismos diferentes y
que afectan la HA y NA: 1- variaciones menores o fluctuaciones antigénicas (drift) y 2- las
variaciones mayores (shift).
1. Variaciones menores: se producen gradualmente cada 2 o 3 años dentro de un subtipo
de influenza. Cada subtipo se denomina por su HA o NA. Estos cambios son el resultado
de la selección de mutantes que tienen alteraciones en la secuencia de aminoácidos de
los péptidos de HA o NA, causadas por mutaciones puntuales en el ARN virales. Estos
cambios, aunque menores, son suficientes para no ser reconocidos por los anticuerpos.
Se produce una selección inmunológica, es decir nuevos virus con poca variación anti-
génica.
2. Variaciones mayores: han sido descritas sólo para influenza A. Son cambios súbitos y
dramáticos producidos en los genes que codifican para la HA y NA. Son virus nuevos para
los cuales la población no tiene ningún recuerdo inmunológico. Estas son las cepas que
causan las mayores pandemias, son ejemplos de ello los cambios de estructura de H1N1
a H2N2 en 1957 y de H2N2 a H3N2 en 1968. El virus humano influenza tipo A H1N1
aislado por primera vez en 1933, circuló hasta 1957, año en que se produjo el primer
cambio mayor detectado en los antígenos de superficie. En 1968 aparece el virus H3N2
y en 1977 reaparece el H1N1, desde entonces hasta la fecha coexisten cepas de influenza
A H1N1 y H3N2. Hay varias hipótesis que tratan de explicar estas variaciones:
a) entrecruzamiento o reordenamiento genético entre virus influenza humanos y no
humanos, en especial los de origen aviario. Los virus B y C no muestran variaciones,
quizás debido a que existen pocos virus semejantes en animales.
b) que se hallan acumulado mutaciones puntuales y que en un momento se manifiesten
como variaciones mayores.

REPLICACIÓN
Los virus influenza pueden producir infecciones productivas o no productivas. Las primeras
ocurren cuando el virus se propaga en células permisivas (mucosa respiratoria, células de riñón
de mono o huevos embrionados). En las infecciones no productivas, el virus no cumple el
ciclo total de replicación y genera virus incompletos o partículas virales no infecciosas (ver
figura 2).
Cuando un virus completo infecta células permisivas, el primer paso es la adsorción a
la superficie celular. La partícula viral se adhiere a receptores celulares que contienen ácido
siálico a través de la HA1. En una segunda etapa ocurre la penetración del virus a la célula
para lo cual se requiere que la HA sea clivada en HA1 y HA2, y que exista pH 5 para que
la capacidad de fusión sea expresada. El virus se internaliza rápidamente en el endosoma,
cuando el pH desciende, la HA es clivada exponiendo el péptido de fusión. Se produce
la fusión entre las membranas celular y la membrana viral que se libera de su envoltura y
penetra en el citoplasma, luego se moviliza hasta el núcleo. La síntesis de ARNm requiere
estimulación previa de la síntesis de ARN de la célula huésped. A continuación comienza el
período de eclipse (dos horas), durante el cual no se detecta virus. Durante esta etapa tem-
prana, el ARNm es transportado al citoplasma donde dirige la síntesis de proteínas virales.
El ARN complementario sirve como molde para la formación de ARN genómico. A las dos
434 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 2. Replicación de los virus Influenza

o tres horas postinfección se detecta ARN polimerasa dependiente de ARN y NP, alcanzan-
do su concentración máxima a las seis horas de la infección. Las glicoproteínas HA y NA
son sintetizadas en el citoplasma sobre la membrana de los polirribosomas, migran hacia la
membrana celular, vía retículo endoplásmico y complejo de Golgi, y al mismo tiempo se van
incorporando las cadenas laterales de los hidratos de carbono. La nucleocápside viral y la
proteína M son formadas sobre polirribosomas libres. Se trasladan y se ubican en un sector
interno de la membrana celular donde se encuentran las proteínas específicas virales. No se
conoce el proceso por el cual una copia de cada segmento de ARN se empaqueta en cada
partícula, es probable que esto sea un evento al azar.
Los segmentos de membrana celular que contienen las HA y NA envuelven a los antígenos
internos virales y se inicia la brotación, que progresa hasta que emerge la nueva partícula.
Los residuos de ácido siálico son eliminados de la superficie de la célula huésped por acción
de la NA viral, para prevenir la readsorción de la progenie viral, y se promueve la liberación
del virus.
La replicación del virus produce la muerte de la célula infectada.

EPIDEMIOLOGÍA
El virus influenza A infecta no sólo al hombre sino también animales (porcinos, aves domésticas
y silvestres, focas). En mamíferos, la enfermedad está limitada al aparato respiratorio, mientras
que en aves se puede manifestar como infección asintomática o enfermedad sistémica letal.
El virus C es el menos importante y causa infecciones leves esporádicas no epidémicas,
el virus B en ocasiones puede producir epidemias, sin embargo, el virus A puede cruzar con-
tinentes y causar pandemias.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 435

La epidemiología de la gripe, como ocurre con las infecciones virales en general, está
influenciada por una compleja interacción de factores que afectan la transmisión del virus
de persona a persona. Estos factores son: la virulencia y antigenicidad viral; la inmunidad del
huésped y el ambiente. La virulencia de los virus influenza coincide con el orden alfabético.
El virus A está asociado con neumonía e infecciones graves en adultos mayores y niños pe-
queños, infecciones menos graves se asocian con los virus B y C. Los brotes son claramente
influenciados por factores estacionales, la gripe aparece con mayor frecuencia en los meses
de invierno, las temperaturas bajas y la humedad aumentan la susceptibilidad del epitelio
respiratorio a la infección y al mismo tiempo, favorece la supervivencia del virus en las se-
creciones respiratorias eliminadas. Los niños en edad escolar son los vectores fundamentales
de transmisión, el hacinamiento en las escuelas favorece la propagación del virus. Si bien los
brotes epidémicos ocurren en invierno, hay que recordar que los virus influenza cocirculan
durante todos los meses del año. Una vez instalado el brote de influenza A y B, se extiende
durante 4 a 8 semanas, respectivamente, mientras que el virus C puede extenderse hasta 17
semanas, sugiriendo una mayor endemicidad en la población. Los cuadros gripales causados
por algunos subtipos de influenza A (H1N1, H2N2, H3N2) pueden presentarse en forma
pandémica (difusión mundial), epidémica (difusión restringida a nivel regional) o en forma
de brotes esporádicos moderados.
En los últimos años se han comunicado a la población, a través de la prensa, casos de gripe
humana de origen aviar, la llamada gripe del pollo. La gripe aviar es un subtipo del virus A
(H5N1) primariamente aislada en África del sur en 1961, que circula entre aves en todo el
mundo. Este virus no infecta típicamente a humanos, sin embargo, en 1997 se demostró por
primera vez un caso de transmisión ave-humano (H5N1) en Hong Kong, esta cepa se aisló en
18 personas con una infección respiratoria aguda y severa, de las cuales 6 fallecieron. Hasta
el momento no se ha demostrado la transmisión interhumana de esta cepa aviar. Desde 1997
se han reportado varios brotes de gripe aviar en Asia. En 2003 se comunicaron casos de gripe
aviar (H7N7) en los Países Bajos con más de 80 casos, predominando infecciones respiratorias
leves a moderadas, e infecciones oculares, con baja mortalidad (1 caso).
La vigilancia de los brotes de influenza es más extensa que cualquier otra infección, ya que
ocasiona grandes pérdidas económicas, la misma tiene por finalidad identificar la aparición
temprana de nuevas cepas para preparar vacunas contra estas cepas antes de que ocurra una
epidemia. En nuestro país el centro de vigilancia de influenza opera bajo la órbita del MSP.

PANDEMIAS Y EPIDEMIAS
Las pandemias son eventos mundiales producidos por nuevas variantes antigénicas del virus
influenza A, que aparecen en períodos variables de 10 años. Las tasas de ataque son altas en
todos los países y afectan a todos los grupos etarios, la mortalidad es elevada. Las pandemias
comienzan y se diseminan en cualquier época del año y pueden producir 2 o 3 ondas en 1
o 2 años de expansión. Las pandemias de influenza se han originado frecuentemente en el
sudeste asiático, donde las comunidades rurales densamente pobladas, viven en estrecha
proximidad con aves. Este ecosistema permite que ocurran recambios genéticos entre virus
de diferentes especies y virus humanos.
Las epidemias son producidas por virus influenza A o B que han sufrido variaciones
menores. Aparecen cada 2 o 3 años y no se inician en un lugar determinado, sino que surgen
en diferentes lugares. En el hemisferio sur se detectan 6 meses antes o después que en el
hemisferio norte, con iguales o similares cepas de virus.
436 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

La primera pandemia del siglo se registró en 1918-1919, “gripe Española” (H1N1) se estima
que fallecieron más de 20 millones de personas y casi la mitad de las muertes ocurrieron en
adultos jóvenes y sanos. De todas las pandemias producidas en este siglo sólo las de 1957,
1968 y 1977 fueron estudiadas clínica, virológica y epidemiológicamente. Las tres se iniciaron
en China, y dos de ellas tuvieron como agente causal a dos nuevas variantes para este siglo,
las estructuras H2N2 y H3N2. La tercera, producida en 1977, fue causada por la reaparición
de un virus histórico que desapareció del mundo por 20 años (H1N1).

PATOGENIA
Como para el resto de los virus respiratorios la puerta de entrada es la vía respiratoria. Al-
tamente infeccioso, se transmite de persona a persona por gotitas llevadas por el aire, por
contacto directo con otra persona infectada, o por contacto con superficies contaminadas
con secreciones respiratorias, destacamos muy especialmente las manos como vehículo de
transmisión de los virus respiratorios por su importancia capital en la prevención de infecciones
nosocomiales en especial entre niños.
Luego de que ingresa a las vías respiratorias, alcanza la mucosa o directamente llega a
los alvéolos pulmonares. Si las partículas virales no son expulsadas por el reflejo de la tos y
escapan a la neutralización por anticuerpos IgA específicos, o es inactivado por sustancias
inespecíficas de las secreciones mucosas, pronto se formará una progenie de viriones nuevos
que se diseminan a las células adyacentes. La NA como vimos disminuye la viscosidad de
la película mucosa y favorece la dispersión del virus hacia sectores inferiores del tracto res-
piratorio. En los estudios histológicos se observa reordenamiento de las células columnares,
picnosis, fragmentación nuclear y vacuolización citoplasmática. Al desintegrarse los núcleos
se observan cuerpos de inclusión en el citoplasma y las cilias desaparecen. En definitiva la
infección termina destruyendo las células que infecta.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
El período de incubación es de pocas horas a tres días. El comienzo es agudo y predominan los
síntomas sistémicos como fiebre, chuchos de frío, artromialgias, malestar general, anorexia,
cefalea (síndrome de impregnación viral), es característica la inyección conjuntival y lagrimeo.
Los síntomas respiratorios incluyen estornudos, tos seca al inicio que luego de algunos días
se vuelve mucosa y muco purulenta, secreción nasal, odinofagia. Se pueden ver trastornos
digestivos como vómitos, dolor abdominal, diarrea. El período de estado varía entre 1 a 3
semanas y el período de excreción viral varía entre 3 a 7 días.
Las complicaciones de la gripe pueden ser respiratorias (más frecuentes) laringitis, laringo-
traqueobronquitis, bronquitis, bronquiolitis, neumonía. Es clásica la neumonía a Staphylococcus
aureus como complicación de una gripe. Complicaciones neurológicas (menos frecuentes)
incluyen encefalitis, radiculitis, polineuritis, sindrome de Guillain-Barré, sindrome de Reye,
convulsiones. Otras complicaciones incluyen: miocarditis, pericarditis, miositis.

PROFILAXIS
El Center for Disease Control (CDC) recomienda dos mecanismos para disminuir el impacto
de la gripe: inmunoprofilaxis y quimioprofilaxis.
La vacunación es sin duda la medida más efectiva. La misma está elaborada a partir de
virus vivos inactivados por sucesivos pasajes en huevo de gallina embrionados e inactivados
por formalina. Las vacunas se reformulan en cada primavera para que contengan los antíge-
nos virales que circularon ese año. Está constituida por tres cepas de virus influenza B y dos
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 437

tipos de IA (H3N2-H1N1), como se dijo se reformula con las cepas que ya circularon. Las
personas sanas desarrollan títulos elevados de anticuerpos contra la cepa vacunal aunque los
lactantes y personas con enfermedades de base desarrollan títulos menores. A pesar de que
la vacuna no previene las infecciones respiratorias agudas sin previenen las complicaciones
de las mismas fundamentalmente la neumonía. La eficacia varía entre 30-70%.
La utilización de vacunas no ha demostrado disminuir la incidencia de epidemias, pero
si reduce la morbimortalidad, especialmente entre individuos de alto riesgo, a los cuales se
recomienda especialmente la vacunación, estos son: personas mayores de 65 años, pacientes
portadores de insuficiencia cardíaca, EPOC, bronquíticos crónicos, diabéticos, alcoholistas,
asmáticos, personal de salud, embarazadas en período epidémico en el segundo o tercer tri-
mestre. Hay poca información en cuanto al VIH y la vacuna, algunos reportes no sugieren la
vacunación con virus vivos independientemente del recuento de CD4. Está contraindicada
en pacientes con hipersensibilidad al huevo y los que estén cursando un cuadro febril.

Familia Paramixoviridae
En las últimas décadas ha habido cambios considerables en la nomenclatura y taxonomía de
los virus parainfluenza humanos (HPIV). Fueron descritos en 1950, cuando 3 tipos distintos
de virus fueron aislados en niños que padecían una IRA baja, estructuralmente parecidos a
los mixovirus (influenza), rápidamente fueron separados en otra familia. Difieren de los virus
gripales en su tamaño, estructura antigénica y genoma, no crecen con facilidad en huevos
embrionados.
La familia Paramixoviridae incluye a los agentes causales de enfermedades comunes en la
infancia como el sarampión y paperas, y virus que producen infecciones respiratorias que son
los que trataremos en este capítulo. Todos ingresan por vía respiratoria y producen infecciones
agudas, ya sea localizadas en el tracto respiratorio, o bien diseminadas a otros órganos.

TAXONOMÍA
Esta familia comprende virus que infectan al hombre y animales. Actualmente se dividen en
dos subfamilias: Paramixoviridae y Pneumoviridae.
• Paramixoviridae, incluye cuatro géneros: 1- Respirovirus, (una especie, Parainfluenza 1 y 3);
2- Rubulavirus, (dos especies, Parainfluenza 2, 4A, 4B y Parotiditis); 3- Morbilivirus, (una
especie, Sarampión). 3- Megamyxovirus, (dos especies, Hendra y Nipali recientemente
descritos).
• Pneumoviridae, incluye dos géneros: 1- Pneumovrius, (una especie, VRS); 2- Methap-
neumovirus, (una especie, metapneumovirus humano (HMVP), recientemente descrito
filogenéticamente, más cercanamente relacionado con los morbilivirus).

MORFOLOGÍA Y ESTRUCTURA
Los paramixovirus son virus esféricos de mayor tamaño que los orhomixovirus, presentan más
pleomorfismo debido a que poseen una envoltura laxa. Su tamaño varía entre 150 y 250nm.
Es muy lábil al calor, a la desecación, por ello el transporte de las muestras clínicas para ais-
lamiento debe realizarse con extremo cuidado a 4ºC para evitar la inactivación viral.
Nucleocápside: tubular de simetría helicoidal, constituida por dos proteínas (N y NP)
cercanamente relacionadas con el genoma. El mismo está constituido por ARN de polaridad
negativa asociada a una transcriptasa viral, una diferencia esencial con respecto a los orthomixo-
virus es que el genoma no es segmentado, lo que hace que sea más estable genéticamente.
438 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Envoltura: una doble capa lipídica que adquieren al brotar de la célula huésped posee tres
proteínas: dos son glicoproteínas y una es no glicosilada y se encuentra en la parte interna
(proteína M). Las dos glicoproteínas se encuentran en dos tipos de proyecciones o espículas,
una de ellas contiene juntas la actividad de hemaglutinina y neuraminidasa y se denomina
HN. La otra espícula de los paramixovirus contiene la glicoproteína F o proteína de fusión,
fundamental para la penetración viral por fusión de su envoltura con la membrana celular, así
como la diseminación intracelular, dando lugar a la formación de sincicios (células gigantes
multinucleadas). Para ser activa la proteína F debe ser clivada en dos polipéptidos F1 y F2,
lo que ocurre por acción de proteasas celulares.

REPLICACIÓN
La adsorción a receptores celulares se produce a través de la hemaglutinina y la proteína F,
la neuraminidasa presente en la misma espícula puede revertir este proceso. El ciclo de repli-
cación entre los paramixovirus es similar si bien difieren en el período de latencia. Luego que
penetran al citoplasma pierden la cubierta de la nucleocápside liberando su ARN. La síntesis
de ARN se realiza en el citoplasma, mediante una ARN polimerasa ARN dependiente (ver
figura 3). Se sintetiza, por un lado, el ARNm que codificará las proteínas virales, por otro lado
este ARN sirve de molde para copiar el ARN genómico que será rodeado por las proteínas
de la NC. Durante el ensamblaje y maduración de los nuevos viriones, las NC se ubican en
zonas cercanas a la membrana celular, la que se modifica por acción viral y expresa glicopro-
teínas de origen viral que dan lugar a los fenómenos de hemadsorción, hamaglutinación o
fusión celular, con la típica formación de sincicios. Los nuevos viriones salen por gemación
arrastrando la envoltura celular.

VIRUS PARAINFLUENZA
Los virus parainfluenza pueden producir un amplio espectro de cuadros clínicos, de gravedad
variable que dependen del tipo de virus y sobre todo de la edad del paciente. Tienen una
distribución mundial, existen 5 tipos (1, 2, 3, 4A y 4B). Producen habitualmente infecciones
leves del tracto respiratorio superior en adultos y constituyen clásicamente la causa más
frecuente de laringitis en niños pequeños.
La primoinfección, habitualmente en lactantes se manifiesta como una infección res-
piratoria aguda alta (rinitis, faringitis). Sin embargo cuando afecta al tracto respiratorio
Figura 3.
(.
&

.! .#

(!
%NVOLTURA
CONESPÓCULAS
%NVOLTURA
CONESPÓCULAS

.#

0ARAMIXOVIRUS /RTOMIXOVIRUS
NM NM
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 439

inferior producen, laringitis (crup), bronquiolitis, neumonía. Las primoinfecciones suelen


ser producidas por el tipo 3, después del primer mes de vida. Se ha demostrado que la mitad
de los niños poseen anticuerpos antes del primer año de vida. Ocurren infecciones durante
todo el año, son frecuentes los brotes epidémicos en guarderías. En niños entre 6 meses y
6 años los virus parainfluenza 1 y 2 constituyen las causas más frecuentes de laringitis. En
nuestro país la mayoría de los casos se observa en forma epidémica en los meses de otoño.
Parainfuenza 3 puede producir bronquiolitis, neumonías y otitis media. Los tipos 4A y 4B
producen habitualmente infecciones respiratorias altas de menor gravedad. Las reinfecciones
son frecuentes, tanto en niños como en adultos, ya que la inmunidad es de escasa duración
y tipo específica.

VIRUS RESPIRATORIO SINCICIAL (VRS)


Es un importante patógeno productor de infecciones respiratorias agudas en niños pequeños
tanto por su frecuencia como por su gravedad. El VRS es la causa más frecuente de bronquiolitis
en niños menores de un año, y constituye la causa más frecuente de hospitalización por IRA
en menores de un año. Se diferencia de otros paramixovirus en que no posee hemaglutinina,
en su envoltura posee una glicoproteína mayor, proteína G, que permite la unión al huésped
y una proteína de fusión o F, factor esencial en la infección y la patogenia, ya que media la
fusión de la envoltura y la membrana celular. Se conoce sólo un serotipo con cuatro variantes
o subtipos (A, B, no A-no B y AB). Es un virus muy lábil a la desecación, al calor y a los
agentes externos, una adecuada higiene de manos y objetos es fundamental en el control de
la transmisión del mismo.
Los dos grupos antigénicos principales A y B han sido identificados sobre la base de
anticuerpos monoclonales, estos grupos antigénicos cocirculan en cada epidemia, siendo el
grupo A el más frecuentemente encontrado y el que habitualmente se asocia a enfermedad
más grave según distintas series. Sin embargo, en nuestro país existe una alternancia en la
predominancia entre los grupos A y B durante años sucesivos, no habiendo diferencias en
cuanto a la gravedad de la enfermedad según grupo antigénico.
En nuestro país, según datos de un estudio realizado en el CHPR entre los años 1999-
2002 el 82% de las causas de IRA que se hospitalizaron en niños menores de 2 años fueron
producidos por VRS. VRS es responsable de más de la mitad de las infecciones respiratorias
agudas en menores de 90 días. Las formas graves de infecciones por VRS, potencialmente
evitables, afectan tanto a niños sanos como a pretérminos, o niños con comorbilidad.
El conocimiento de la epidemiología de esta infección en adultos es muy limitado, ya que
no hay muchos estudios al respecto y ninguno nacional hasta el momento. En un estudio
retrospectivo publicado en Clinical Medical Reviw 2000 (ASM), se encontró a VRS como
agente de neumonía en un 4 a 18% de los adultos. Y de estos, 80% eran mayores de 65 años.
La mayoría de ellos presentaba comorbilidad (EPOC, asma, insuficiencia cardíaca congestiva,
inmunodeprimidos).
En nuestro país se ha documentado a VRS como causa frecuente de infección intrahos-
pitalaria, siendo las manos del personal de salud el vehículo más frecuente de transmisión.
Las epidemias se suceden al final del otoño, durante todo el invierno extendiéndose hacia el
inicio de la primavera. Precede a la epidemia por virus influenza A.
440 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Familia Adenoviridae

TAXONOMÍA
Comprende un gran número de especies de origen humano y animal. La clasificación actual
ha agrupado a los miembros de esta familia en dos géneros: mastadenovirus y aviadenovirus.
Los mastadenovirus incluyen adenovirus humanos, simiescos, bovinos, equinos, porcinos, ovi-
nos y murinos. Todos ellos se caracterizan por ser específicos de especie y por presentar gran
variabilidad genética. Producen una amplia gama de enfermedades que tienen como puerta
de entrada ya sea la orofaringe, mucosa ocular o intestinal.
Clasificación de los adenovirus humanos: se han descrito hasta el momento 42 especies
o serotipos diferentes. Los adenovirus humanos se han agrupado en seis subgéneros (A a F)
en base a las características fisicoquímicas, homología de sus ADN genómicos. El subgénero
A comprende los serotipos 12, 18 y 31. El subgénero B contiene a los serotipos 3, 7, 11,14,
16, 21, 34 y 35. El subgénero C incluye los serotipos 1, 2, 5 y 6. El D comprende lo serotipos
8, 9, 100, 13, 15, 17, 19, 20, 22, 23, 24, 25,, 26, 27, 28, 29, 30, 32, 33, 36, 37, 38, 39, y 42 al
49. El subgénero E contiene una única especie, hAd4. El subgénero F está representado por
los serotipos 40, 41, adenovirus entéricos.

MORFOLOGÍA Y ESTRUCTURA
Nucleocápside: de simetría icosaédrica, constituida por 252 unidades morfológicas o capsóme-
ros, formadas a partir de proteínas estructurales. De ellas, 240 son hexones, que constituyen
cada una de las caras triangulares del prisma y 12 son pentones, que se ubican en cada uno
de los vértices y poseen una proyección con apariencia de “antena” que se denomina fibra y
es la estructura que interactúa con la superficie celular en la adsorción viral. Los principales
determinantes antigénicos están localizados en los hexones y pentones. El hexón está forma-
do por tres cadenas idénticas del polipéptido II y cada fibra por tres unidades idénticas del
polipéptido IV (ver figura 4).
Son virus desnudos, hecho que les ofrece gran resistencia a las condiciones ambientales,
son estables a pH bajo y resistentes a las secreciones ácidas del estómago, también resisten
solventes orgánicos como éter, alcohol, clorhexidina; el hipoclorito 500ppm lo inactiva en
10 minutos y la temperatura mayor de 60ºC también.
Genoma: constituido por ADN bicatenario, lineal, asociado a los polipéptidos V y VII
formando un core organizado en 12 subunidades esféricas, cada una de ellas asociada con
un vértice del icosaedro.

REPLICACIÓN
Los adenovirus sólo se replican bien en células epiteliales, el ciclo de replicación se divide en
una fase temprana (E) y una fase tardía (L). La infección se inicia con la unión de la fibra a un
receptor presente en la superficie de las células permisivas, la partícula penetra por endocitosis,
los pentones son removidos y el resto de la nucleocápside migra hacia el núcleo donde tiene
lugar la replicación del ADN. La traducción de los mensajeros tiene lugar en el citoplasma.
Luego de la entrada del virus a la célula se produce la interrupción de la síntesis proteica del
huésped, esto explicaría en parte, el motivo de la lisis celular. En la fase temprana el genoma
viral se transcribe según un programa complejo y se duplica. En la fase tardía la transcripción
de los mensajeros tardíos se inicia poco después de comenzada la duplicación del ADN. Estos
codifican todas las proteínas estructurales. Los polipéptidos estructurales son transportados
al núcleo donde comienza el ensamblaje. Las partículas virales recién formadas constituyen
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 441

Figura 4.

agregados cristalinos en forma de cuerpos de inclusión intranucleares. Los adenovirus formados


son liberados por ruptura de la célula infectada.

PATOGENIA
Los adenovirus se caracterizan por su capacidad para suprimir la expresión del genoma de
la célula huésped y por la importante síntesis de proteínas estructurales que tiene lugar en
la misma. Esto tiene como consecuencia la acumulación de proteínas virales (cuerpos de
inclusión) que interfieren en el normal funcionamiento de la célula. La proteína de la base
del pentón (fibra) se asocia con una actividad tóxica responsable del desprendimiento de
monocapas celulares en cultivo, por otro lado la cápside es capaz de ejercer un efecto directo
sobre la bicapa lipídica del endosma provocando la liberación de su contenido al citosol.

EPIDEMIOLOGÍA Y MANIFESTACIONES CLÍNICAS


Causan infecciones oculares, diarrea, infecciones urinarias y de vías respiratorias. Las infeccio-
nes por adenovirus ocurren en todo el mundo como epidemias, endemias o casos esporádicos.
Los diferentes genotipos muestran diferencias según su distribución geográfica. En EE.UU.
predomina en subgénero C serotipos 1, 3 y 5 y subgénero B serotipos 3 y 7 como causas de
enfermedad respiratoria, los serotipos 40, 41 se asocian a diarrea infecciosa. En América del
Sur predomina el subgrupo B serotipo 7H.
Las infecciones por adenovirus son más frecuentes en invierno y primavera. La farin-
goamigdalitis se ve más frecuentemente en verano asociado a las piscinas. Las infecciones
respiratorias tienen un pico de incidencia entre los seis meses y cinco años. Los factores de
riesgo son las deficiencias en la inmunidad mediada por células, prematuros, recién nacidos,
transplantados, pobreza.
La transmisión se realiza a través del contacto directo con aerosoles o secreciones respi-
ratorias a través de las manos, vía fecal-oral, agua contaminada. También se ha demostrado
como agente de infecciones nosocomiales.
442 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Infecciones respiratorias: responsables del 5% de los casos de infecciones respiratorias en


niños menores de 5 años y del 10% de las infecciones que requieren hospitalización.
En adultos los cuadros clínicos característicos incluyen faringoamigdalitis pultácea, con-
juntivitis, congestión nasal, tos, fiebre alta, mialgias, cefaleas.
También pueden ocasionar fundamentalmente en niños, laringitis, bronquiolitis, pero
las neumonías son, sin lugar a dudas, las manifestaciones clínicas más severas, sobre todo en
niños e inmunodeprimidos, muchas veces mortales. En algunas oportunidades, luego de una
infección severa por adenovirus en niños, se observa daño pulmonar residual con bronquiec-
tasias y bronquiolitis obliterante, síndrome de pulmón hiperclaro unilateral, condiciones que
pueden llevar al niño a ser dependiente de oxigeno (daño potviral).
En suma, los adenovirus afectan fundamentalmente a la población pediátrica, la gravedad
dependerá del huésped y del serotipo implicado. Raramente se producen infecciones por el
mismo serotipo debido a que se produce una respuesta inmune tipo específico.

Familia Picornaviridae
Son los virus de ARN de menor tamaño, de donde deriva su nombre (pico = pequeño).
Constituida por diferentes géneros: enterovirus, rinovirus y dos géneros que infectan animales,
aftovirus y cardiovirus.
Picornavirus humanos

Género Especie Serotipo


Enterovirus Polio 3 (1 a 3)
Coxsackie grupo A 23 (A1 a A22, A24)
Coxsackie grupo B 6 (b1 a B6)
ECHO 31 (1 A 9, 11 A 27, 29 A 33)
Enterovirus 5 (68 a 71, el 72 Virus hepatitis A)
Rinovirus Rinovirus humanos > de 110

MORFOLOGÍA Y ESTRUCTURA
Miden entre 20 y 30 nm, su genoma es de ARN de cadena simple no segmentado de polari-
dad positiva. Poseen una cápside de simetría icosaédrica y son virus desnudos. Al carecer de
envoltura son resistentes a los solventes y detergentes, sin embargo se inactivan rápidamente
por radiaciones ionizantes, hipoclorito y formol. Los enterovirus son resistentes a pH ácido lo
que les permite, luego de la replicación inicial en orofaringe, atravesar estómago e implantarse
en el tracto digestivo inferior. La temperatura óptima de replicación de los enterovirus es a
37ºC mientras que para los rinovirus es de 33ºC.
Los rinovirus infectan sólo a primates superiores y humanos. Son los agentes responsables
del resfrío común, existen más de 100 serotipos que no presentan inmunidad cruzada entre
ellos, lo que permite la existencia de infecciones repetidas. En regiones de climas templados
como el nuestro se presentan picos característicos en otoño y primavera, mientras que en
regiones de clima tropical las infecciones se localizan en la época lluviosa del año. Su distri-
bución es mundial y la transmisión se produce en forma directa por vía respiratoria e indirecta
por manos u objetos contaminados. Los principales sitios de transmisión son el hogar y la
escuela, siendo los niños en edad escolar los que frecuentemente la introducen.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 443

Síndrome respiratorio agudo y severo (SARS)

En noviembre de 2002 fue reportado el primer caso del síndrome respiratorio agudo y se-
vero en Foshan, Guangdong, China. La dramática expresión del SARS a fines del invierno
y principios de la primavera amenazaba con ser una enfermedad epidémica de distribución
mundial. Sin embargo, tan rápidamente como fue identificada pudo ser controlada en sus
lugares de orígenes.
Este síndrome es producido por un coronavirus (SARS CoV). Los coronavirus son virus
ARN, monocatenarios, ARN, envueltos y pleomórficos, con proyecciones de la superficie
en forma de palo de golf. Dentro de esta familia de virus han sido identificados agentes de
infecciones respiratorias e intestinales en animales. En humanos fueron identificados como
una de las etiologías del resfrío común, también asociados a diarrea infecciosa.
Si bien por su morfología y estructura se agrupan dentro de los coronavirus, la enfermedad
producida por estos virus difiere sustancialmente de las ocasionadas por los antes mencionados
(ver figura 5). El SARS tiene un período de incubación más prolongado en comparación con
el resto de los virus respiratorios, el cual típicamente varía entre 4 a 7 días, para el SARS sería
de 14 días; tiene un comienzo insidioso y los signos y síntomas que comprometen al tracto
respiratorio superior son raros; la sintomatología que compromete el aparato respiratorio bajo
se establece lentamente pero constante durante 14 a 15 días. La enfermedad es más leve en
niños que en adultos, así como es menor la excreción viral.
Es poco conocida la forma de transmisión exacta, hecho fundamental en el control de
futuros brotes. La heterogeneidad en la transmisión fue bien ilustrada en la descripción de
Olsen y colaboradores en un avión de pasajeros en donde 22 de los 119 pasajeros contrajeron
la infección a partir de 4 pasajeros infectados y sintomáticos.

Figura 5. Microfotografía electrónica de SARS


444 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Las autoridades de la OMS se encuentran alerta frente a la posibilidad de nuevos brotes


de esta enfermedad en los meses de invierno, en distintos puntos geográficos, esto dependerá
de donde se encuentre el reservorio del SARS-CoV, que podría incluir a humanos (personal
de laboratorio) y animales. Si bien se piensa que los animales serían el principal reservorio
de esta enfermedad.
En este momento tenemos más preguntas que respuestas acerca de esta enfermedad. La
aparición del SARS en 2002 nos hace recordar que nuevas enfermedades infecciosas continúan
emergiendo y que necesitamos de la colaboración internacional de las autoridades de salud
pública para poder identificarlas, estudiarlas y controlarlas oportunamente.

El laboratorio de virología clínica en el diagnóstico de las


infecciones respiratorias agudas bajas
INTRODUCCIÓN
La virología diagnóstica se ha agregado hace poco a los servicios ofrecidos por los laboratorios
de microbiología, a medida que los laboratorios han proporcionado a los clínicos datos objeti-
vos para la evaluación de los pacientes con infecciones virales. En nuestro país el diagnóstico
viral de las infecciones respiratorias agudas bajas (IRAB) en la práctica clínica, recién se está
empezando a implementar como rutina en la población pediátrica.
Las presiones económicas están haciendo imperioso proporcionar resultados clínicamente
útiles y efectivos en relación con los costos. Es el momento adecuado para que la virología
haga su entrada en el laboratorio de diagnóstico.

TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO VIRAL EN LAS INFECCIONES RESPIRATORIAS AGUDAS


BAJAS
La técnica primaria de diagnóstico para la mayoría de las infecciones virales es el aislamiento
viral en cultivos celulares (patrón de oro). La detección de antígenos por diferentes técnicas es
el método utilizado con mayor frecuencia para el diagnóstico de las infecciones respiratorias,
como veremos. Las técnicas serológicas pueden ser de utilidad en estudios epidemiológicos.
a) Toma de muestra:
La muestra de elección es el aspirado nasofaríngeo (ANF), fundamentalmente en niños.
El hisopado nasofaríngeo es la muestra que se prefiere en adultos. Otras muestras posibles
incluyen aspirado traqueal, lavado broncoalveoalar, biopsia de pulmón. Como regla general,
la frecuencia de recuperación de virus disminuye a medida que aumenta la duración de la
enfermedad, de tal manera que deben hacerse todos los esfuerzos para obtener muestras
tan temprano como sea posible en el curso de la infección.
b) Transporte y conservación de las muestras:
Se debe recoger en frascos estériles e irrompibles. Los hisopos deben colocarse en medios
de transporte con antibióticos. Los hisopos secos no son aceptables. Existen varios medios
de transporte, entre los más utilizados están el medio de PBS, VIB, Hanks, Stuart, y el
medio de Leibovit-Emory. Las muestras deben mantenerse refrigeradas (4ºC) hasta su
procesamiento. El tiempo que trascurre desde la toma de la muestra y su procesamiento
debe ser el menor posible. Algunos autores como Ray y Minnich no encontraron efectos
significativos sobre la tasa de aislamiento con demoras en el trasporte de hasta 24 ho-
ras.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 445

Aislamiento viral
El aislamiento viral en cultivos celulares es el patrón de oro para el diagnóstico de virus respi-
ratorios agentes de IRAB, sin embargo, es una técnica con limitaciones ya que es lento, caro,
requiere de la existencia de líneas celulares muy sensibles a los virus que se quiere estudiar y de
un laboratorio con capacidad de manejar cultivos celulares. Se utilizan varias líneas celulares
para el aislamiento de virus respiratorio por ejemplo Hep-2 (línea celular continua de origen
humano) para virus respiratorio sincicial (VRS) y adenovirus, MDCK (células primarias de
riñón de mono) para aislamiento de virus influenza. Luego de la inoculación de la muestra en
las líneas celulares se observa las células en forma diaria a fin de registrar el efecto citopático,
característico para cada virus. Luego se levanta el cultivo y se realiza la confirmación por
técnicas inmunológicas. Todo esto hace que el cultivo celular sea de poca aplicabilidad al
diagnóstico clínico rápido del agente. No obstante, nosotros creemos que, siempre que sea
posible, los cultivos deben de realizarse en paralelo con las pruebas inmunológicas rápidas,
pues es la única forma de recuperar el virus para estudios posteriores de caracterización e
identificación de la cepa prevalente.
Existen técnicas de aislamiento viral rápidas como el Shell Vial, las cuales permiten
obtener un desarrollo viral en 48 horas aproximadamente, se encuentran en desarrollo para
algunos virus como citomegalovirus y adenoviurs, para los que el aislamiento viral representa
la técnica de mayor sensibilidad.

Detección inmunológica de antígenos virales


Las técnicas inmunológicas y más recientemente las moleculares, se utilizan con eficacia en
el diagnóstico de las infecciones respiratorias. La tinción por inmunofluorescencia (IF) o
inmunoenzimáticas (ELISA) de secreciones respiratorias y los ensayos inmunoabsorbentes
ligados a enzimas, son técnicas utilizadas con frecuencia. Estas técnicas tienen muchas ventajas
y han funcionado bien cuando fueron utilizadas por personal entrenado.
El diagnóstico de las infecciones producidas por VRS ha sido evaluado ampliamente en
estudios clínicos, la sensibilidad de la IF o del ELISA ha sido del 80 al 95%, pero quizás la
IF sea más sensible. Algunos estudios indican que la IF es más sensible que el cultivo para el
diagnóstico de VRS. En relación con adenovirus sigue siendo la inoculación en cultivo celular
la técnica diagnóstica de mayor eficacia.
El virus influenza A, B y parainfluenza 1, 2 y 3 también han sido identificados de mues-
tras clínicas por estos métodos. Han sido creadas técnicas inmunocromatográficas para el
diagnóstico de VRS, adenovirus e influenza A, las cuales tienen menor sensibilidad que la
IF realizada por observadores expertos, sin embargo, es una técnica sencilla que puede ser
realizada por personal menos entrenado, rápida y económica.
Durante el año 1999 se realizó en el laboratorio de Virología del departamento de Bacte-
riología y Virología de la Facultad de Medicina el diagnóstico viral de las IRAB en el marco
del Plan de Invierno del CHPR. Se procesaron 1436 muestras procedentes de 1152 niños
con diagnóstico de IRAB. La muestra utilizada fue el ANF, el diagnóstico se realizó mediante
detección de antígenos virales por IF. En los pacientes con neumonías graves que requirieron
CTI se realizó además de IF aislamiento en cultivos celular para VRS y adenovirus. Realizamos
diagnóstico positivo en el 42% de las muestras (figura 6), de las cuales 82% correspondieron
a VRS (figura 7).
446 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 6. Diagnósticos de virus respiratorios. CHPR 1999

Figura 7. Diagnósticos virales positivos. CHPR (mayo-setiembre 1999)

Conclusiones
• Aunque todavía no hay un tratamiento eficaz contra la mayoría de las infecciones virales
la identificación de un virus afecta directamente el manejo del paciente, al permitirle al
clínico diseñar un tratamiento racional y formular un pronóstico.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 447

• Es fundamental el diagnóstico viral en la identificación de brotes de infecciones in-


trahospitalarias, las cuales están bien demostradas en el caso de los virus respiratorios, es
fundamental el diagnóstico etiológico para controlar y prevenir los mismos tomando una
serie de medidas como el asilamiento por cohorte o asilamiento individual, dependiendo
del virus identificado.
• Como resultado de nuestra experiencia en el diagnóstico de las IRAB con el CHPR, en
el departamento de Bacteriología y Virología (Facultad de Medicina), se pudo lograr la
integración del diagnóstico viral en la práctica clínica.
• Nuestro objetivo futuro será lograr integrar el diagnóstico de virus respiratorios en la
población adulta.

Bibliografía
1. Bello O, Langeheins M, Pujadas M, Mateos S, Chiparelli H. Infecciones graves por VRS en lactantes menores
de 3 meses. Incidencia en lactantes menores de 3 meses sin factores de riesgo. Archivos de Pediatría del
Uruguay 2001; 72: S20-25.
2. Carballal G, Oubiña J. Virología médica. 3ª ed. BsAs. El Ateneo; 1998.
3. Ferrari AM, Pirez MC, Rubio I, et al. Estrategias de atención de niños hospitalizados por IRAB. Revista de
Saúde Pública. San Pablo. Journal of Public Health 2001.
4. Joklik WK, Willett HP, Amos DB, Wilgert CM. Zinsser Microbiología 20ª ed. BsAs. Panamericana; 1994.
5. Henryckson KI. Parainfluenza. CMR 2003;16: 242-264Low DE, Mc Geer A. SARS- One Year Later. N.E.J.M
2003; 349: 2381-2382.
6. Mateos S. El laboratorio de virología clínica en el diagnóstico de infecciones respiratorias agudas bajas.
Virus y Virología médica en el Uruguay, Serie de Monografías del Instituto de Higiene. Julio 2002; Nº2:
21-24
448 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 449
Página 449

26 Retrovirus y VIH
N. Cordeiro, R. Taroco

Introducción e importancia

La familia Retroviridae es una de las familias más interesantes y complejas de los virus animales.
El término retro significa hacia atrás, y el nombre hace referencia a que estos virus tienen un
modo inverso de replicar el ácido nucleico. Los retrovirus son virus con un genoma constituido
por ARN, pero se replican por medio de un ADN intermediario usando la enzima transcriptasa
inversa (o reversa). Los retrovirus son interesantes por varias razones:
1. Fueron los primeros en que se demostró la capacidad para causar cáncer habiéndose
estudiado ampliamente por sus características carcinogénicas.
2. Un grupo de retrovirus, el causante del SIDA, aunque se conoce solo desde los primeros
años de la década de 1980, ha llegado a representar uno de los mayores problemas de
salud pública.
3. El genoma de los retrovirus puede integrarse específicamente en el genoma del hospedador
gracias al ADN intermediario, proceso que está siendo estudiado.

Taxonomía y clasificación
Esta familia viral ha sido dividida en tres subfamilias.
• La primera, Oncovirinae, comprende los siguientes grupos: C, B y D; y un grupo sin nombre
donde se encuentra el virus de la leucemia humana de células T (o linfotrópico): VLTH-I
y VLTH-II. Todos ellos son virus oncogénicos, producen leucemias, linfomas, tumores
mamarios y neuronales.
• La segunda, Lentivirinae, comprende el grupo de los virus Visna y el VIH. Se parecen a los
anteriores en lo que se refiere a su morfología, a la naturaleza de su genoma y a la posesión
de una transcriptasa reversa, pero no transforman células. El nombre de la subfamilia
alude al largo período de incubación que transcurre entre la infección y la enfermedad
clínica, que puede incluso superar los 10 años.
• La tercera, Spumavirinae, comprende los virus “espumantes” los cuales se encuentran
en cultivo de células de riñón que degeneran de forma espontánea y que provocan la
formación de células gigantes vacuoladas y multinucleadas, con un aspecto muy carac-
terístico.
450 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Generalidades morfológicas de los retrovirus

Comprende una gran cantidad de virus que se caracterizan por presentar una morfología
común, un genoma constituido por dos moléculas idénticas de ARN de polaridad positiva,
y por poseer una transcriptasa reversa. Los virus de la familia Retroviridae se caracterizan por
ser partículas envueltas, con un diámetro entre 80 y 120 nm, que contienen nucleocápside
enrollada dentro de una cubierta probablemente icosaédrica. La envoltura contiene glico-
proteínas víricas (espículas) y es adquirida al brotar por gemación a través de la membrana
plasmática de la célula huésped. Existen varias proteínas en la cubierta de los virus y siete
proteínas internas típicas, cuatro estructurales y tres enzimáticas. Las proteínas con actividad
enzimática (codificadas por el gen pol) que se encuentran dentro de la partícula vírica son, la
transcriptasa inversa, una endonucleasa de ADN (integrasa) y una proteasa. El virión también
contiene moléculas específicas de ARNt celular que se usan en la replicación.

Características y replicación del genoma de los retrovirus


El genoma de los retrovirus contiene dos copias de ARN monocatenario de polaridad positiva.
El extremo 5´ del ARN presenta cap y el extremo 3´ esta poliadenilado, de modo que el ARN
es capaz de actuar directamente como ARNm, aunque no es usado como tal.
Todos los retrovirus contienen los siguientes genes y en el mismo orden:
• gag: que codifica proteínas estructurales internas (antígeno especifico de grupo).
• pol: que codifica la transcriptasa inversa, la proteasa y la integrasa.
• env: que codifica las proteínas de la envoltura.

REPLICACIÓN
La replicación de los retrovirus es iniciada por la unión de las espículas a proteínas receptoras
específicas de la superficie celular. La presencia de receptores para el virus es el determinante
inicial del tropismo para tejidos y huéspedes concretos.
El proceso global de replicación del virus se puede resumir en los siguientes pasos: entrada
a la célula, transcripción inversa, integración del ADNc (ADN copia) viral en el genoma
hospedador, transcripción del ADN vírico originando la formación de ARNm víricos y el
ARN de la progenie, encapsidación en el citoplasma y por ultimo, la gemación de viriones
con envoltura, con la consiguiente liberación de la célula.
La transcriptasa inversa es en esencia una ADN polimerasa que convierte el ARN viral
en una copia de ADN lineal y monocatenario en el citoplasma de la célula huésped. Esta
enzima muestra tres actividades enzimáticas: 1) síntesis de ADN usando como molde el
ARN viral, 2) síntesis de ADN usando como molde ADN, y 3) actividad de ribonucleasa H
(degrada la cadena de ARN de un híbrido ARN:ADN). Como todas las ADN polimerasas,
la transcriptasa inversa necesita un cebador, que en los retrovirus es un ARN de transferencia
específico (ARNt) de origen celular.
Usando el ARNt como cebador, se transcribe a ADN un centenar de nucleótidos cercanos
al extremo 5´ del ARN viral, allí el proceso de transcripción se detiene. Para copiar el resto
del ARN viral (que representa la mayor parte), se emplea un mecanismo distinto. Primero se
eliminan secuencias terminales redundantes del extremo 5´ de la molécula de ARN por medio
de la ribonucleasa H. Esto conduce a la formación de un pequeño ADN monocatenario que
es complementario al segmento de ARN que esta en el otro extremo del ARN vírico (3´).
Este pequeño trozo de ADN híbrida luego el otro extremo de la molécula de ARN (3´) donde
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 451

continua la copia de las secuencias del ARN vírico (“cambio de plantilla”), así se crea una
cadena negativa de ADN. Aquí vuelve a actuar la ribonucleasa H y elimina toda la cadena
positiva de ARN, excepto un pequeño fragmento usado como cebador que es eliminado luego
de sintetizarse un pequeño segmento de ADN de polaridad positiva complementario, aquí
vuelve a actuar la transcriptasa inversa y se termina de sintetizar la cadena de ADN bicatenario
con largas repeticiones terminales (LTRs) en cada extremo. Estas LTRs contienen promotores
transcripcionales y están relacionadas con el proceso de integración (figura 1).
La integración del genoma viral puede ocurrir en cualquier zona del ADN celular (que
una vez integrado se denomina provirus) pasa a ser un elemento genético estable. Así, el
provirus puede expresarse o permanecer en un estado latente y no expresarse.
Si se activan los promotores en la LTR adecuada, se transcribe el ADN proviral inte-
grado formándose transcriptos que pueden ser encapsidados en partículas víricas o pueden
ser procesados y traducidos a proteínas vírales. Cuando las proteínas víricas se acumulan en
suficiente cantidad, tiene lugar el ensamblaje de la nucleocápside que luego se mueven hacia la
membrana citoplasmática para la constitución final de las partículas víricas con envoltura.

Patogenia de los retrovirus


La mayoría de los retrovirus afectan a un espectro de huéspedes y especies muy limitado. El
espectro restringido de huéspedes y el tropismo tisular limitado han dificultado la consecu-
ción de sistemas celulares apropiados para su cultivo. La capacidad para integrarse en los
cromosomas y permanecer allí, dificulta su detección, estudio y tratamiento. Sin embargo,
los retrovirus han proporcionado un instrumento fundamental para la biología molecular y
han permitido el análisis del crecimiento y la diferenciación de las células y de la oncogénesis
a través del estudio de los oncogenes víricos.
Aunque no todos los retrovirus causan cáncer, son muy comunes los retrovirus tumora-
les. Algunos conocidos virus tumorales causan sarcomas o leucemia aguda y poseen un alto
potencial oncogénico. La infección con uno de estos virus puede originar transformación
celular y la formación de tumores. Se cree que estos retrovirus poseen un gen transformante u
oncogén que codifica una proteína responsable de la transformación celular. Este gen codifica
una fosfoproteína que posee actividad de proteína quinasa, estas catalizan la fosforilación de
proteínas, mecanismo que regula la actividad de las proteínas. En las células normales se han
encontrado genes similares, los protooncogenes, lo que sugiere que estos genes son importantes
en el crecimiento celular. Los retrovirus son capaces de incorporar esas secuencias normales,
que luego se alteran o se expresan de modo anormal. En consecuencia, los retrovirus son
agentes mediante los cuales tales genes se transfieren de célula a célula.
Un retrovirus importante, el VIH causante del SIDA, es un retrovirus no tumoral.

VIH - Virus de la inmunodeficiencia humana

INTRODUCCIÓN
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) produce una infección/enfermedad (SIDA:
síndrome de inmunodeficiencia adquirida) que se caracteriza por una inmunodepresión pro-
gresiva que sin acciones terapéuticas y preventivas puede llegar a ser fatal, que conduce al de-
sarrollo de infecciones oportunistas, neoplasias secundarias y manifestaciones neurológicas.
452 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 1. Esquema de la transcripción inversa del genoma retroviral. a) Síntesis de la


hebra de ADN de polaridad negativa. El retrovirus provee la hebra de ARN de polaridad positiva
y el primer constituido por un ARNt incluido en el virus, se hibridiza al sitio de unión en el ARN
retroviral. La transcriptasa reversa comienza la síntesis de la hebra de ADN de polaridad nega-
tiva; al llegar al extremo de la hebra molde se genera una fuerte señal de terminación. La región
5’ terminal del ARN es degradada y la región R de la hebra de ADN de polaridad negativa se
aparea con el extremo 3’ de la segunda hebra del ARN retroviral (primer salto) y la transcriptasa
inversa continua la síntesis de la hebra de ADN (-). b) Síntesis de la hebra de ADN de polaridad
positiva. En una primera instancia se remueve el primer de ARNt. El ARN es degradado, dejando
algunos fragmentos que serviran de cebadores para la síntesis de ADN. Comienza la síntesis de
la hebra de ADN de polaridad positiva. La hebra de ADN (+) es transferida al extremo opuesto
de la hebra de polaridad negativa (segundo salto) y se completa la síntesis de la hebra de ADN
(+). Una vez finalizada esta etapa se termina de sintetizar la hebra de ADN (-).

a) b)
R U5 U3 R
5‘ 3‘

3‘
5‘
R U5 U3 R
5‘ 3‘

3‘ 5‘

3‘
5‘ 3‘

3‘ 5‘

3‘
3‘

3‘ 5‘
5‘ 3‘
3‘
5‘ 3‘

3‘ 5‘
5‘ 3‘

5‘ 3‘ 5‘
5‘ 3‘

5‘ 3‘ 5‘
5‘ 5‘ 3‘

A comienzos de los años ochenta, en 1981, se descubrió que un número inusual de


varones homosexuales, haitianos, adictos a la heroína y hemofílicos, morían por infecciones
oportunistas habitualmente benignas. Sus síntomas definieron una enfermedad, el SIDA. Hoy
el SIDA no se limita a esos grupos y representa una epidemia sin precedentes de deficiencia
inmunológica para la salud mundial.
En Paris en 1983 Montagnier y colaboradores aislaron el virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH-1) a partir de cultivos de linfocitos T activados, provenientes de una biopsia
de un nódulo linfático de un paciente con poliadenopatías y SIDA.
Desde su aparición hasta la actualidad la enfermedad se ha diseminado mundialmente,
siendo considerada una pandemia, y su mortalidad sigue siendo de 100% a pesar de los avances
farmacológicos, por lo que el SIDA se ha convertido en un problema mundial.
Hasta la fecha se han descubierto dos tipos de virus: VIH-1 y VIH-2, este último, se
encuentra sobre todo en algunos países africanos y parece estar más relacionado con los
virus de la inmunodeficiencia simiana, además parece ser miembro de una familia diferente
de lentivirus.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 453

EPIDEMIOLOGÍA
El primer caso de SIDA fue descrito en Estados Unidos, pero en la actualidad el numero
de pacientes infectados con VIH se concentra principalmente en los países pobres (95%) y
se encuentra en aumento, estimándose que ocurren unas 14.000 infecciones diarias a nivel
mundial. Según datos de la organización mundial de la salud (OMS), a fines del 2003 la cifra
aproximada de personas infectadas por VIH es de 40 millones, siendo el África subsahariana
la región más afectada (figura 2).
La terapia antirretroviral (administrada en nuestro país en el servicio de pacientes infec-
tocontagiosos del Instituto de Higiene) disponible en los países industrializados de América
del Norte, Europa occidental y el Pacifico, ha disminuido la progresión de la enfermedad, las
muertes y la transmisión vertical; aun así el número de nuevas infecciones se ha mantenido
constante. Los casos de VIH/SIDA continúan diseminándose por todas las regiones del mundo
en diferentes proporciones.
Se ha demostrado que existe un periodo de incubación desde la primoinfección por el
virus y el desarrollo del SIDA, que varía en general desde 1 a 15 años.
El virus VIH-1, es el más ampliamente estudiado y es el que está más distribuido a nivel
mundial. Posee una tasa aproximadamente de 100 % de presentar enfermedad clínica. El
ser humano y el chimpancé son las únicas dos especies conocidas donde el VIH produce
infección crónica.
Infección por VIH en Uruguay: la epidemia de VIH/SIDA es de baja prevalencia, ya que
afecta a menos del 1% de la población en general (0,45%). Es una epidemia concentrada en
poblaciones vulnerables. Según informaciones brindadas por el ministerio de salud pública
(año 2005) el número de nuevos infectados por día se ha duplicado, al igual que el número
de casos reportados.
Predomina la transmisión sexual (71%) sobre la sanguínea (25,4%), seguida de la perinatal
(3,6%). Existe además un porcentaje de casos en los que no se ha determinado la forma de
transmisión. Dentro de la transmisión sexual predominan los heterosexuales (casi el 90%
en 2004 y 2005) incluyendo la prostitución fememina (3,2%). Le siguen los homosexuales
(28,5%) y luego los bisexules (17,4%). La transmisión sanguínea predomina entre usuarios
de drogas intravenosas (96,8%).
Con respecto a la distribución por sexos, el porcentaje acumulado de casos de SIDA es de
66,5% correspondiente a hombres y 33,5% a mujeres. A pesar de ello, en cuanto a los casos
de HIV se ha visto en los últimos años un aumento en el número de casos correspondientes al
sexo femenino ( 44% de los casos reportados en 2005) siendo esta por lo tanto una población
mas susceptible respecto a los años anteriores.
La incidencia de infecciones por VIH en 2005 fue de 576 casos y la de SIDA en el mismo
período de 300 casos.

TRANSMISIÓN DEL VIH


Ocurre en situaciones que facilitan el intercambio de sangre o líquidos orgánicos que contie-
nen el virus o células infectadas por este. Entonces las principales vías de transmisión son: el
contacto sexual, la inoculación parenteral y el pasaje vertical madre-hijo. Se definen grupos
de alto riesgo de adquirir la infección:
• Varones homosexuales o bisexuales, actualmente la transmisión en este grupo esta en
regresión.
• Usuarios de drogas intravenosas.
• Usuarios de drogas no intravenosas (inhalatorias).
454 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 2. Distribución mundial de adultos y niños infectados por VIH. Las cifras estima-
das fueron obtenidas por la OMS y publicadas en Actualización de la epidemia del SIDA,
diciembre del 2003. El total aproximado de personas afectadas se calcula entre 34 y 46 millones
de personas.

• Hemofílicos.
• Receptores de sangre y hemoderivados no hemofílicos.
• Contactos heterosexuales de los miembros de otros grupos de riesgo (constituyendo el
10% de los enfermos).
La transmisión sexual es la principal forma de infección en el mundo, responsable de
aproximadamente el 75% de todos los casos. La velocidad de propagación por esta vía es
superior a cualquiera de las otras, y es máxima en las parejas femeninas de drogadictos por vía
intravenosa, lo que hace que aumente muy rápidamente el número de mujeres con SIDA. El
virus viaja en el semen, libre y dentro de los linfocitos; además se encuentra en las secreciones
vaginales y en las células de la mucosa cervical de las mujeres infectadas. Es bien demostrada
la transmisión de varón a varón y de varón a mujer, pero la infección desde la mujer al va-
rón depende mas que nada del tipo de virus y de su virulencia. Normalmente se estima que
el riesgo de transmitir VIH de hombre a mujer durante el acto sexual duplica el riesgo de
transmitir el virus de mujer a hombre. El virus se transmite de dos formas: 1) a través de las
células de Langerhans (células dendríticas) de la mucosa y 2) por la inoculación directa en
los vasos sanguíneos rotos por traumatismos, este último es el que interviene en las relaciones
sexuales anales, por el que los varones homosexuales fueron en un principio los principales
infectados. La coexistencia de otras enfermedades de transmisión sexual, principalmente las
asociadas a ulceraciones genitales, favorece la infección. Son de especial importancia la sífilis,
el chancro blando y el herpes. En estas enfermedades que cursan con inflamación genital se
produce mayor concentración del virus en el semen.
La transmisión parenteral se produce principalmente en los usuarios de drogas intra-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 455

venosas, cuando estos comparten jeringas, agujas y otros objetos contaminados con sangre
infectada. La infección a través de transfusiones es muy rara (fue prácticamente eliminada),
y el riesgo de que así ocurra es muy bajo gracias a tres medidas de salud: el análisis de los
anticuerpos anti-VIH en la sangre y plasma donados, el tratamiento con calor de los con-
centrados de factores de coagulación, y la detección selectiva de donantes a partir de sus
antecedentes. Aun así existe un riesgo muy pequeño de infección a través de sangre negativa
para los anticuerpos anti-VIH, porque la persona se infectó muy recientemente y todavía no
ha desarrollado los anticuerpos (período ventana). Actualmente otras metodologías contri-
buyen a disminuir este período.
La transmisión madre-hijo es la causa más importante de SIDA pediátrico. Son tres las
vías de transmisión: 1) dentro del útero, mediante propagación transplacentaria, 2) durante
el parto, a través del canal del parto infectado y 3) después del nacimiento, por ingestión de
leche materna. El riesgo de transmisión vertical se puede reducir con el estudio serológico
de VIH durante los controles del embarazo y con el tratamiento oportuno de las madres.
Entre el 10 y el 35% de los niños nacidos de madres infectadas no tratadas desarrollan la
infección. La misma puede ocurrir intraútero y entonces el desarrollo de SIDA y la muerte
ocurren en los primeros años; si la infección es perinatal la instalación del SIDA se retrasa.
En el Uruguay la incidencia de la transmisión vertical del VIH ha descendido desde un 28%
(1995) hasta un 2% (2002).
La infección por el VIH no puede transmitirse por contactos personales casuales, tampoco
se ha demostrado que pueda hacerse a través de la picadura de insectos.

TAXONOMÍA Y CLASIFICACIÓN
El VIH es un virus perteneciente a la familia Retroviridae. Dentro de esta se ubica en la
subfamilia lentivirinae. En esta familia están también: el virus de inmunodeficiencia felina, el
virus de inmunodeficiencia de los simios, el virus visna de las ovejas y el virus de la anemia
infecciosa equina.
Se han aislado dos formas genéticamente diferentes: VIH-1 y VIH-2. Aunque son distintos,
poseen antígenos comunes, pero existen pruebas especificas para detectarlos a ambos.
Basándose en diferencias en el gen env se ha dividido al VIH-1 en tres grupos: M, O (u
outlier) y N (o no M/no O). El grupo M a su vez se divide en distintos subtipos que van de
A-L; por otra parte el VIH-2 se divide en cinco subtipos (A-E). El grupo M es el responsable
de la pandemia SIDA, mientras que el grupo O está restringido a unos pocos países del África
occidental.

MORFOLOGÍA VIRAL
Es un virión esférico de 100-200 nm de diámetro, contiene una nucleocápside electrondensa
en forma de cono, rodeado de una bicapa lipídica que proviene de la membrana de la célula
huésped, donde se insertan 80 espículas (proteínas virales) constituidas cada una por varias
moléculas de gp120 (glicoproteína externa) unida no covalentemente a una proteína inte-
gral de la membrana, gp41. Estas dos glucoproteínas virales son esenciales para que el virus
infecte las células.
El núcleo del virus contiene: la proteína de la cápside, p24 (p26 en VIH-2); la proteína
p7/p9 de la nucleocápside; dos copias de ARN; y tres enzimas virales (proteasa, transcriptasa
inversa e integrasa). La proteína p24 es el antígeno más fácil de detectar y son los anticuerpos
contra él, los que se utilizan para el diagnostico de infección por VIH por medio de ELISA.
456 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 3. Morfología y estructura del VIH. La partícula viral envuelta contiene dos cadenas
idénticas de ARN, ARN polimerasa, integrasa y dos ARNt emparejados base a base con el
genoma dentro del core. Este se encuentra rodeado por proteínas y una bicapa lipídica.
Abreviaturas: TM, proteína transmembrana; MA, matriz; CA, cápside; NC, nucleocápside; SU,
subunidad

4-'P
35'P

.®#,%/

-!P

#!P

")#!0!
,)0Ÿ$)#!

!2.
4RANSCRIPTASA
INVERSA

.#PP

Este núcleo viral esta rodeado por una matriz proteica p17 (p16 en VIH-2) por debajo de la
membrana lipídica (figura 3).

GENOMA VIRAL
Está constituido por dos moléculas de ARN de cadena simple de 9400 pares de bases, unidas
por enlaces no covalentes. Los clásicos genes estructurales gag, pol, y env codifican proteínas
precursoras que serán divididas luego por la proteasa en proteínas maduras (figura 4). Sobre
esta proteasa actúan fármacos muy efectivos, que la inhiben e impiden el ensamblaje viral.
• El precursor gag es clivado en cuatro proteínas:
a) p17-18 para el VIH-1 y p16 para el VIH-2;
b) una proteína mayor, parte de la capside, p24-25 en el VIH-1 y p26 en el VIH-2;
c) la proteína de la nucleocápside p7 que además promueve la dimerización y encapsi-
dación del ARN.
d) por ultimo una proteína p6 cuya función esta en estudio. Se sabe que aquellas partículas
virales mutantes que carecen de esta proteína tienen un defecto en el ensamblaje de
las partículas virales hijas.
• El gen pol se divide en: la proteasa que cliva los productos de gag y pol; la transcriptasa
reversa y la integrasa.
• El gen env codifica las glicoproteínas de envoltura, que serán sintetizadas como un gran
precursor que luego es clivado dejando una proteína transmembrana (gp41). En esta
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 457

Figura 4. Transcripción y traducción del genoma retroviral (VLTH-1). Nomenclatura: MA,


matriz; CA, cápside; NC, nucleocápside; PR, proteasa; SU, componente superficial; TM, com-
ponente transmembrana; N, extermo aminoterminal; C, extremo carboxiterminal; p, proteína; Pr,
poliproteína precursora; gp, glicoproteína; gPr, poliproteína precursora glicosilada.

molécula en su parte externa posee el sitio de unión para la molécula CD4 (gp120).
Pero esta proteína posee además otros sitios importantes para la infectividad del virus, el
mas conocido es el V3 loop o bucle, que es el principal epítope neutralizante y sitio que
promueve otros eventos aun luego de la unión al receptor CD4. Esta glicoproteína trans-
membrana fija el complejo glicoproteico a la membrana viral y tiene un sitio hidrofóbico,
el cual promueve la fusión de las membranas celulares.
El genoma del VIH contiene además otros genes: tat, rev, vif, nef, vpr y vpu, encargados de
la regulación de la síntesis y de la organización de las partículas virales infecciosas:
• La proteína Tat actúa aumentando 1000 veces la transcripción de los genes virales, lo
que favorece la replicación del virus.
• La proteína Rev tiene su efecto a nivel postranscripcional, regulando el transporte de
ARNm desde el núcleo al citoplasma.
• El gen vpu parece ser fundamental para la gemación del virus desde las células infectadas.
Podría interferir con la unión intracelular del precursor env con CD4.
• El gen vif es importante para la creación de virus libre con capacidad de infectar otras
células.
• El gen vpr facilita la infección de las células que no están en división (por ej.: macrófagos)
y detiene el ciclo celular en fase G2, con esto incrementa al máximo la protección del
virus.
• La proteína Nef parece ser necesaria para el desarrollo de la infección progresiva, produciría
la apoptosis de algunas células y una regulación en baja de las moléculas del complejo
mayor de histocompatibilidad (MHC) de clase I en las células infectadas por el VIH. La
disminución de estas moléculas podría evitar el reconocimiento y la lisis de las células
458 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

diana infectadas por el VIH. En consecuencia Nef podría ayudar a superar la resistencia
inmunitaria frente a la infección por VIH.
En conclusión, los productos de los genes reguladores son vitales para la patogenicidad del
virus y de ahí su importancia para el desarrollo de agentes que puedan bloquear la acción de
dichos genes. El análisis molecular de los diferentes virus aislados demuestra que existe una
gran variabilidad en algunas partes de su genoma. La mayoría de esas variaciones se agrupan
en determinadas regiones de la envoltura glucoproteica. Dado que la respuesta inmune se
desarrolla contra la envoltura del VIH, esta variabilidad supone un problema para el desarrollo
de una vacuna única.

SÍNTESIS E INTEGRACIÓN DEL ADN VIRAL


Luego de ingresar a la célula las dos moléculas de ARN son transcriptas en forma reversa en
una molécula lineal de ADN de doble cadena. La cadena positiva de ADN tiene dos sitios de
origen distintos para su síntesis, en lugar de uno. En todos los retrovirus la cadena positiva es
determinada por una secuencia de polipurinas localizadas en 5´ en la región U3 de regiones
de regulación (long terminal repeat o LTR). El VIH tiene una segunda región en el centro de
su genoma que se utiliza como sitio de origen adicional, este sitio parece mejorar el proceso
de transcripción reversa. Luego de la síntesis en el citoplasma el ADN viral es transportado al
núcleo y se integra a la cedula huésped, esta reacción es mediada por una integrasa codificada
por un sector del ADN viral. Cuando ocurre la activación y división de la célula huésped el
ADN viral se duplica y comienzan a expresarse las proteínas virales.

REGULACIÓN DE LA EXPRESIÓN GÉNICA


La región LTR del VIH contiene promotores virales activos que para su transcripción requie-
ren la presencia de activadores celulares. La proteína Tat es requerida para la transcripción y
se une a una parte de la región R del LTR (TAR: transactivating response element o elemento
transactivador de respuesta) y junto con los activadores transcripcionales de origen celular
(SP-1, NF-κB) promueven el inicio de la transcripción y la elongación del transcripto. De
esta manera aparecen en la infección aguda tres clases de transcriptos: moléculas de ARN
que producen las proteínas gag y pol; moléculas para las glicoproteínas de envoltura; y molé-
culas para las proteínas reguladoras. El sistema Rev controla la exportación citoplasmática y
estabilidad de estos transcriptos.

VARIABILIDAD GENÉTICA
El alto grado de variabilidad genética del VIH es una de sus características más relevantes.
La región más variable del genoma es la que codifica para las glicoproteínas de envoltura. La
región mas conservada es la de los genes gag y pol. Esta variabilidad se debe a la existencia
de la transcriptasa reversa, esta enzima no tiene la capacidad de corregir errores durante la
retrotranscripción. Gracias a esta variabilidad el virus escapa a la respuesta inmune antiviral.
Las glicoproteínas de envoltura evaden el sistema inmune porque se originan en regiones
hipervariables.

MECANISMOS DE PATOGENICIDAD
En las personas infectadas con el VIH es habitual la observación de distintas anormalidades
inmunológicas:
• severa linfopenia, principalmente de células T CD4 +,
• reacciones de hipersensibilidad cutánea retardada disminuidas o ausentes,
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 459

• perdida de la función citotóxica de las células natural killer (NK),


• función anormal de los monocitos,
• hipergammaglobulinemia policlonal.
La molécula CD4 sirve como receptor del VIH, es por ello que el virus no solo infecta a
los linfocitos T CD4 +, sino a otras células que también expresan este receptor, como mono-
citos de sangre periférica, precursores de células T de la medula ósea y el timo, y macrófagos
tisulares: entre ellos están las células dendríticas foliculares de los ganglios linfáticos y la piel,
las células de Langerhans del timo y las células microgliales en el cerebro.
Este virus reduce la capacidad funcional global (disminución de función y de número) de
los linfocitos T periféricos y de las células presentadoras de antígeno, e inhibe la producción
y maduración de los precursores de la medula. Por tanto, la patogenicidad el VIH se debe
a su afinidad por las células CD4+ que lleva a una disminución de las respuestas inmunes
normales del huésped, luego, a la destrucción de la inmunidad, y finalmente, a la muerte por
infecciones oportunistas.

ENTRADA A LA CÉLULA
La infección se inicia cuando una partícula viral completa encuentra una célula con receptor
CD4. La glicoproteína gp120 se une fuertemente a este receptor. Actualmente se sabe que es
necesaria la presencia de otro correceptor para mediar la fusión del virus a la célula, son los
denominados receptores para quemoquinas. Las quemoquinas son péptidos pequeños, con
función quimiotactica para las células que intervienen habitualmente en los mecanismos de
defensa: neutrofilos, macrófagos, linfocitos. En presencia de un proceso inflamatorio, estas
células son atraídas hacia el foco de infección o injuria, por medio de sustancias solubles:
las quemoquinas. Estas células presentan en su superficie receptores para quemoquinas, los
cuales a su vez son correceptores para el VIH. Por lo tanto, no es suficiente la presencia en
la superficie de un receptor CD4 que se una a la gp120, sino que para que la célula sea infec-
tada por el VIH, también debe expresar un correceptor al que se unirá la gp41, produciendo
entonces la fusión del virus y la célula.
Existen dos tipos de correceptores, presentes en tipos distintos de células:
• CXCR-4: se encuentra en los linfocitos T
• CCR-5: se encuentra en monocitos y macrófagos
Por este motivo diferentes cepas de VIH pueden afectar predominantemente a los linfo-
citos o macrófagos, de acuerdo al correceptor que utilicen. De este modo las glicoproteínas
de membrana - gp120 y gp41 - se unen al receptor CD4 y al correceptor - CXCR4 o CCR5
– respectivamente, y así se produce la fusión. Una vez producida esta fusión se liberan dentro
del citoplasma las dos copias de ARN viral y las enzimas transcriptasa inversa e integrasa.

CICLO VIRAL
Una vez dentro de la célula el VIH comienza su ciclo:
1. Retrotranscripción: en el citoplasma celular la enzima transcriptasa inversa convierte en
ARN viral en ADNc. Muchas drogas (AZT, ddC, ddI) actúan a este nivel interfiriendo
con esta enzima.
2. Integración: el ADN viral así formado migra hacia el núcleo donde es integrado al ADN
celular con la ayuda de la integrasa. Una vez incorporado el genoma celular el ADN viral
pasa a llamarse provirus. El virus VIH puede permanecer sin multiplicarse en una célula
porque en ella su replicación se vio restringida. Estas células infectadas serán activadas
luego por diferentes citoquinas, entre ellas el factor de necrosis tumoral (TNF) y la
460 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

interleuquina 6 (IL-6), dando lugar a la formación de la progenie viral lo que lleva a la


muerte de las células T infectadas y a la fusión con otras células no infectadas para formar
células gigantes multinucleadas. Las células T infectadas y lisadas liberan gran cantidad
de partículas virales que infectaran a las células vecinas, pero además se libera la proteína
de envoltura externa, soluble, que es capaz de unirse a la molécula CD4 de otras células
y hacerlas vulnerables a la lisis por el complemento y a la toxicidad celular dependiente
de anticuerpos (ADCC). Por lo tanto cuando un linfocito se pone en contacto con su
antígeno, es estimulado y se activa, así comienza a duplicar su ADN y el material genético
viral integrado a su genoma.
3. Transcripción: para la producción de nuevos virus se necesita de ARN mensajero, sinteti-
zado en el proceso de transcripción utilizando enzimas de origen celular. Los genes virales
controlan este proceso a través de, por ejemplo, el gen tat. Otras infecciones por organismos
tales como Mycobacterium tuberculosis pueden acelerar el proceso de transcripción.
4. Traducción: el ARNm procesado en el núcleo es transportado al citoplasma, aquí el gen
rev es critico, sin la proteína rev no existirían proteínas estructurales. En el citoplasma el
ARNm, utilizando la maquinaria de síntesis proteica celular, sintetiza las largas cadenas
de proteínas y enzimas virales.
5. Ensamblaje y brotación: las proteínas del core, las enzimas y el ARN se ubican debajo de la
membrana celular, mientras que las proteínas de envoltura viral se agregan a la membrana
celular. Esto da origen a formas virales inmaduras (no infecciosas aún) que surgen de la
superficie celular adquiriendo una envoltura que incluye proteínas virales y celulares.
Las largas cadenas proteicas que conforman esta partícula viral inmadura son clivadas
en pequeñas estructuras por una enzima viral, proteasa. Existen drogas inhibidoras de la
proteasa como saquinavir, titonavir, indinavir, nelfinavir, que interfieren en este paso del
ciclo viral. De este paso resulta una partícula viral infecciosa.
Luego, al momento de la activación del linfocito, el material viral se multiplica y tiene
lugar la liberación de la progenie viral por dos mecanismos posibles:
• Nuevas generaciones de partículas infectivas por gemación (figura 5).
• Se acumulan partículas virales en el interior de la célula infectada, produciéndose la
destrucción de ésta, liberándose al exterior esas partículas virales, la mayoría de las cuales
son defectivas ya que carecen de la cubierta necesaria.

EVENTOS DE LA INFECCIÓN
La vía sexual implica la entrada del virus a través de las mucosas: orofaríngea, genital y anal.
La efectividad de la transmisión es mayor si es por vía parenteral. En las superficies mucosas,
además de las células epiteliales se encuentran las células de Langerhans; las mismas tienen
función de células presentadoras de antígenos (CPA). A nivel de las submucosas también se
hallan presentes células de Langerhans y macrófagos.
Las partículas virales que viajan en las secreciones vaginales o en el semen, atraviesan
la barrera mucosa (con mayor facilidad si está lesionada, si bien esto no constituye un factor
limitante) y se encuentran en la mucosa o la submucosa con las CPA. Estas células reconocen
a la partícula viral como extraña, la incorporan a su superficie o la procesan por medio de
fagocitosis, procesando también los antígenos virales para ser presentados a los linfocitos. El
macrófago es incapaz de destruir a la partícula viral. Se limita a procesarla, y en el interior
de un macrófago es posible encontrar innumerables partículas virales. También a este nivel
la partícula viral puede encontrarse además con los linfocitos CD4+. Por lo tanto, el virus
una vez atravesada la barrera mucosa puede: a) quedar dentro de un macrófago, b) ser pre-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 461

Figura 5. Ciclo replicativo del VIH. A) Vista general. B) Transcripción reversa. Durante
este paso el ARN viral es retrotranscripto en ADN de doble cadena y las secuencias ter-
minales son parcialmente duplicadas de modo tal que lleva a la formación de regiones
de regulación (LTR) compuestos por las regiones U3-R-U5. C) Organización del genoma
proviral del VIH-1 y VIH-2. El genoma codifica para proteínas estructurales y enzimas que
son empaquetadas en la progenie viral (recuadros rayados) y para proteínas reguladoras
o accesorias (recuadros lisos).

Virion
Envelope

Nucleocapsid

Adsorption A
B to receptor
Maduration
Penetration
R U5’ U3 R and uncoatig Capsid
RNA 5‘ ensamby
LRNA Reverse transcription Traslation

Pre - Integration
complex
DNA
U3 R U5’ U3 R U5’
Provirus

Integration
Budding

Transcription

HIV-1
rev 3‘ LTR
5‘ LTR gag vif
pol tat nef
env
vpr vpu
HIV-2
3‘ LTR
5‘ LTR gag vif rev
pol tat nef
env
vpx vpr

sentado a los linfocitos CD4 por las CPA, o c) adherirse directamente a los linfocitos CD4+
y comenzar a multiplicarse en su interior.
Posteriormente, los linfocitos CD4+ y los macrófagos con las partículas virales en su
interior, o las partículas virales libres, se dirigen hacia los ganglios linfáticos regionales. En
los centros germinales de estos ganglios regionales se encuentran otras células con un papel
fundamental en la patogenia del VIH: las células foliculares dendríticas. Estas tienen en su
superficie numerosas proyecciones digitiformes con receptores CD4, a los cuales se unirán
las partículas virales libres de la circulación, atrapando de esta manera innumerables virus.
Estos son presentados por estas células a todos los linfocitos que, circulando por la linfa o la
sangre, pasan por dichos ganglios, siendo así infectados. De ese modo, a partir del ganglio
regional el virus se disemina a todo el organismo, a todos los tejidos con células que tengan
receptores y correceptores que las hagan pasibles de ser infectadas, multiplicando de esta
462 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

manera la infección. Las partículas virales se diseminan por todo el organismo, sembrando
varios órganos, particularmente órganos linfoides como nódulos linfoides, bazo, amígdalas
y adenoides. Si bien tiene una diseminación sistémica, el blanco fundamental del VIH es el
sistema inmune y dentro de éste, los linfocitos CD4+.
Una vez en la sangre, se producen los eventos tempranos de la infección por el VIH. En
esta etapa temprana, se puede detectar gran cantidad de partículas virales a nivel plasmático.
Esto se expresa como carga viral, y en esta etapa temprana de la infección puede llegar a 10
millones o más de partículas por ml de plasma (107/ml). Estas partículas tienen una corta
vida media libre en el plasma (aproximadamente unos 10-15 minutos). Los linfocitos CD4
que están produciendo virus tienen una vida media de 1-2 días. La partícula viral, una vez
liberada al plasma, tiene que buscar nuevas células con receptores CD4 para poder infectar
y continuar su ciclo de replicación viral.
En esta fase aguda el número de células CD4+ en la circulación decrece en 20 a 40%,
quizás por muerte celular o por dejar la circulación y dirigirse a los órganos linfoides para
preparar la respuesta inmune.
Dos a cuatro semanas luego de la exposición, cerca del 70% de las personas sufren síntomas
similares a una gripe (síndrome retroviral agudo). El sistema inmune enfrenta la infección
mediante las células T “killer” y los anticuerpos producidos por los linfocitos B, logrando una
reducción dramática de los niveles de virus.
En el momento inicial de la infección existen muchas partículas libres en plasma. Pero en
un periodo de dos a tres meses se van generando una serie de respuestas por parte del sistema
inmune del huésped, produciéndose de manera espontánea una drástica caída de la carga viral,
sin que medie un tratamiento antiviral. Este nivel de carga viral (setpoint) varía de individuo a
individuo y es predictivo de la evolución clínica a largo plazo. Los mismos permanecen bajos
(dependiendo del sistema inmune de cada individuo) durante un largo periodo de tiempo, que
puede llegar a 10 años o más. En determinado momento, la carga viral plasmática comienza
a aumentar nuevamente, coincidiendo con la etapa clínica de SIDA.
A esta fase temprana le sigue el período de infección activa inaparente, no obstante lo cual
no significa que no haya replicación viral. Si bien la carga viral cae, y no existen síntomas, la
replicación viral continúa permanentemente. Se establece un equilibrio, por el cual habría una
producción y destrucción de 10 billones de partículas virales por día, así como una producción
y destrucción de 2 billones de linfocitos CD4 por día. Este equilibrio se mantiene aproxima-
damente por 10 años (dependiendo de la carga viral inicial o setpoint, el estado inmunológico
de la persona infectada, entre otros). Durante este período la replicación viral no tiene lugar
a nivel sanguíneo, la misma se da en los tejidos linfoides profundos: los ganglios linfáticos y
el tejido linfoide asociado a las mucosas (gastrointestinal, respiratoria, etc.)
Período de enfermedad clínica: existen variaciones en el período de infección sin clínica
de enfermedad, distintos factores influyen en la progresión hacia la enfermedad: edad, dife-
rencias genéticas entre los individuos, la virulencia de las diferentes cepas y la coinfección con
otros microorganismos. La existencia de mutaciones en los correceptores puede influenciar
el curso evolutivo hacia la enfermedad. Por ejemplo una mutación específica en una de las
dos copias del gen del correceptor CCR5 tiene como resultado un curso más lento hacia la
enfermedad.
Varios estudios demuestran que los individuos con alta carga viral circulante (setpoint)
desarrollan más rápidamente los síntomas de SIDA y mueren.
Las drogas utilizadas para prevenir o tratar las infecciones asociadas al SIDA han permitido
prolongar y mejorar la calidad de vida. Las combinaciones de drogas que incluyen un inhibidor
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 463

Cuadro 1. Enfermedades indicadoras de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida


(SIDA)*
Infecciones oportunistas
Protozoos Toxoplasmosis cerebral
Criptosporidiasis con diarrea
Isosporidiasis con diarrea
Hongos Candidiasis esofágica, traqueal y pulmonar
Neumonia por Pneumocystis carinii
Criptococosis extrapulmonar
Histoplasmosis diseminada
Coccidiomicosis diseminada
Virus Enfermedad por citomegalovirus
Infección peristente o diseminada por virus
de Herpes simple
Leucoencefalopatía multifocal progresiva
Bacterias Infección diseminada por miembros del
complejo Mycobacterium avium
Infecciones por micobacterias atípicas
Tuberculosis extrapulmonar
Septicemia recurrente por Salmonella sp
Infecciones por micobacterias “atípicas”
Tuberculosis extrapulmonar
Septicemia recurrente por Salmonella sp.
Infecciones múltiples o recurrentes por bacte-
rias piogénicas
Neoplasias Oportunistas
Sarcoma de Kaposi
Linfoma primario del cerebro
Otros linfomas no Hodgkin
Otros
Síndrome de caquexia por VIH
Encefalopatía por VIH
Neumonia Intersticial linfoide

de la proteasa con dos inhibidores de la transcriptasa reversa, reducen la carga viral a niveles
muy bajos y retrasan la progresión de la enfermedad por períodos muy prolongados.
Se considera afectados de SIDA a los pacientes infectados por el VIH que presentan
alguna de las 26 complicaciones (infecciones o enfermedades diagnosticas de estadio SIDA
- entre ellas la tuberculosis y/o candidiasis esofágica) o que tienen un conteo de linfocitos
CD4+ inferior a 200/µL. Queda clara entonces la importancia clínica de la cifra de linfocitos
CD4+, independientemente de la existencia o no, de manifestaciones clínicas.
Cuando el paciente alcanza el estadio clínico de SIDA, aparecen infecciones oportunistas
características y neoplasias asociados a dicha patología (cuadro 1).
Los monocitos y macrófagos infectados por el virus, y relativamente resistentes a la muer-
te celular, viajan por todo el cuerpo llevando el VIH a varios órganos especialmente a los
pulmones y al cerebro; 40 a 50% de las personas infectadas con VIH frecuentemente tienen
manifestaciones neurológicas. La célula microglial y el macrófago son las células del cerebro
infectadas por el VIH de manera habitual, pero también pueden infectarse las neuronas y
las células gliales. La liberación de sustancias neurotóxicas o factores quimiotácticos por los
monocitos y las células microgliales favorecen el desarrollo de respuestas inflamatorias en
464 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

el cerebro. También es probable que exista un efecto citopático directo del virus sobre las
neuronas dando lugar a cuadros como la encefalopatía o complejo de demencia del SIDA.
Paradójicamente, aunque el VIH causa inmunodeficiencia, el curso de la enfermedad
esta caracterizado por la hiperactivación del sistema inmune con consecuencias negativas.
La activación crónica del sistema inmune durante la enfermedad puede resultar en una
estimulación masiva de las células B, perdiendo éstas la habilidad de producir anticuerpos
contra otros patógenos. Esta activación crónica lleva también a la apoptosis (o muerte celular
programada) y al aumento en la producción de citoquinas que no solo estimulan la replicación
del VIH, sino que también tiene efectos perjudiciales.

RESPUESTA INMUNE
La misma es iniciada por la inmunidad mediada por células. La respuesta humoral contra las
proteínas virales más importantes (Gag, Pol, Env) aparece entre tres semanas y tres meses
luego de la exposición viral. Posee dos componentes:
a) Componente celular:
– Respuesta de los linfocitos T CD8+ citotóxicos que reconocen en la superficie de
la célula infectada la presencia de partículas virales unidas a moléculas del complejo
mayor de histocompatibilidad (CMH) de tipo I; estos linfocitos liberan entonces en-
zimas contenidas en sus gránulos (por ej.: perforinas), que determinan la destrucción
de la célula por un efecto citolítico directo.
– Los linfocitos T CD8+ pueden actuar también por otro mecanismo, liberando me-
diadores o linfoquinas (quemoquinas), sustancias solubles con función quimiotáctica,
que atraen al foco nuevas células defensivas; pero estas quemoquinas se unen también
a los receptores para quemoquinas presentes en las células pasibles de ser infectadas,
bloqueando la fusión de nuevas partículas virales a estas células.
– Los linfocitos T CD4+ reconocen a su vez las partículas virales procesadas por las
CPA y presentadas en conjunto a moléculas MHC de tipo II, produciendo así linfo-
quinas que se unen a sus receptores (de quemoquinas) bloqueando también la unión
de nuevos virus a células, pero sobre todo la función principal del linfocito T helper
es potenciar (por medio de sus citoquinas estimuladoras) la respuesta de los linfocitos
T CD8+, ya que ellos son el principal efector de la respuesta inmune.
b) Componente humoral:
– La misma está dada por los linfocitos B, los cuales reconocen en las CPA la presencia
de sustancias antigénicas y reaccionan activándose, transformándose en plasmocitos y
produciendo anticuerpos anti-VIH. Si bien el sistema inmune es capaz de montar una
respuesta de tipo humoral, se ve abrumado por la rapidez con la que el virus, producto
de su variabilidad antigénica, continuamente elabora partículas virales hijas capaces
de evadir la neutralización. Se da así un ciclo de neutralización seguido por la creación
de mutantes de escape, en el cual el suero, en un punto temporal determinado, puede
neutralizar el virus circulante contemporáneo, pero no al virus aislado en un momento
ulterior. Este fenómeno condiciona, hoy en día, el desarrollo de una vacuna efectiva
contra el VIH. No obstante se producen anticuerpos neutralizantes que pueden ser
específicos de tipo (específicos para un aislamiento viral determinado) o pueden ser
específicos de grupo (capaces de abarcar una gama mayor de aislamientos virales). La
mayoría de estos anticuerpos reconocen la región V3 de la proteína gp120, pudiendo
impedir el clivaje y cambio conformacional (en el interior de gp120) necesarios para
el ingreso del virión para la formación de sincicios. Los anticuerpos neutralizantes
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 465

específicos de grupo reconocen epitopos internos de gp41, y epitopos localizados cerca


de la unión de esta proteína con gp120. Cabe mencionar que además se elaboran
anticuerpos contra las demás proteínas virales.
– La producción de anticuerpos puede detectarse de dos a ocho semanas después de la
infección, luego de la declinación de la viremia inicial. La seroconversión se inicia con
la respuesta IgM anti proteína Gag; la respuesta IgG se produce entre la primera semana
y la 41. En tal sentido, los primeros marcadores serológicos en ser evidenciados son
IgG anti-p24 e IgG anti-gp120, seguido de IgG anti-gp41. Se ha visto que durante los
primeros meses de la infección existe un aumento en el título de anticuerpos anti-p24
en simultáneo a una disminución en el nivel de antígeno p24. Luego de este tiempo el
título de tales anticuerpos permanece estable, invirtiéndose esta relación durante la
última etapa de la enfermedad (caen los niveles de IgG anti-p24 y suben los de p24)
(figura 6).
Como se mencionó anteriormente, luego de la infección aguda por VIH sigue una fase de
infección activa inaparente con una duración de entre 1 y 15 años, en la cual los pacientes
permanecen asintomáticos pero con una declinación lenta y progresiva de su sistema inmune.
Aquellas funciones dependientes de las células T CD4+ son las primeras en verse afectadas.
Después de este período el sistema inmune, que hasta ese momento había sido capaz de
equilibrar la producción y destrucción de las partículas virales, fracasa y ya no logra contener
la replicación viral, se dispara nuevamente la carga viral y comienzan las manifestaciones de
la etapa SIDA. Las mismas aparecen cuando los linfocitos disminuyen por debajo de 200 por
mm3 (siendo el valor normal: 500-750 por mm3, aproximadamente).

Figura 6. Curso cronológico y fases de la enfermedad por VIH. Las diferentes fases de
la enfermedad por VIH están definidas en función de los niveles de células T CD4+ y la
ocurrencia de enfermedades oportunistas.
466 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

La perdida progresiva de linfocitos T CD4+ (calculada entre 60 y 70 linfocitos CD4+


por mm3 por año), puede atribuirse a una variedad de mecanismos, entre ellos:
• Muerte celular directa: los virus se multiplican en su interior dando lugar a grandes progenies
virales que al liberarse por gemación destruyen la célula.
• Formación de sincicios: las células infectadas son capaces de fusionarse con otras células
infectadas y además con células no infectadas, formando de este modo células gigantes
denominadas sincicios.
• Apoptosis: la presencia de material genético y proteínas virales activan el mecanismo
apoptótico del linfocito T CD4+. Por otra parte, células no infectadas también pueden
sufrir este proceso por señales inapropiadas recibidas a partir de células infectadas.
• Observadores inocentes: los linfocitos T CD4+ con partículas virales en su superficie son
atacados por los linfocitos T CD8.
• Anergia: se ha observado en cultivos celulares que existiría alguna señal del VIH capaz
de inhibir a las células T CD4+ impidiendo futuras respuestas a la estimulación inmuni-
taria.
• Daño a los precursores celulares: algunos estudios sugieren que el virus destruye precursores
celulares con funciones inmunes especiales, así como también, partes de médula ósea y
de timo necesarias para el desarrollo de tales células.
• La presencia de híbridos genómicos virales de ADN/ARN resulta tóxica para el linfoci-
to.

MÉTODOS DE ESTUDIO
El diagnóstico de la infección por VIH tiene distintos objetivos, uno de ellos es el diagnóstico
per se de personas que se sospechan pueden estar infectadas y requieren de atención médica,
consejo no directivo y educación sanitaria respecto a su estado. Otro de los objetivos del
diagnóstico de VIH es la seguridad en las transfusiones, productos hemoderivados y dona-
ciones de órganos. Finalmente, otros objetivos del diagnóstico de la infección por VIH, son
la aplicación de programas de vigilancia serológica de esta infección (estudios de incidencia
y prevalencia, tendencias en grupos poblacionales, etc.) o en programas de investigación
clínica, farmacológica, virológica e inmunológica.
El método más comúnmente empleado para el diagnóstico de laboratorio de la infección
por VIH se basa en técnicas serológicas que detectan anticuerpos del virus en el suero de las
personas infectadas. En este sentido, se dispone de reactivos para pruebas que pueden ser
automatizadas, total o parcialmente, y aplicarse paralelamente a un gran número de sueros.
Estas pruebas utilizadas para el diagnóstico de una persona individualizada, reciben el nombre
de pruebas de diagnóstico de la infección por VIH, pero también pueden utilizarse como un
instrumento para desechar o rechazar productos sanguíneos o biológicos contaminados, en
cuyo caso se denominan de cribado. Conviene subrayar, que la estrategia a emplear en el
cribado rutinario es distinta a la utilizada para el diagnóstico individualizado de la infección
por VIH. De forma conceptual, se denominan pruebas diagnósticas a las que se emplean de
forma individualizada en el suero de una persona y pruebas de cribado (o tamizaje) cuando
se aplican a un conjunto de muestras y su finalidad no es la diagnóstica.

Ensayos serológicos de tamizaje


• Enzimoinmunoanálisis (EIA). La detección de anticuerpos anti-VIH con técnicas de EIA es
el método más empleado en la actualidad existiendo distintos principios en la detección de
los anticuerpos (ELISA indirecto, competitivo, “sandwich” y captura). La mayoría de los
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 467

ensayos aprobados emplean antígenos de VIH inmovilizados capaces de fijar anticuerpos


IgG a partir del suero de un paciente.
La sensibilidad del ELISA oscila entre un 93 a un 100%, pudiendo presentarse resultados
falsos negativos durante la infección primaria, en pacientes inmunosuprimidos, o por
errores de procesamiento (rotulado y manipulación). Por otro lado, la especificidad de
esta técnica es del 99%; los resultados falsos positivos se presentan por error humano o
enfermedades autoinmunes entre otras.
Los ensayos de primera generación utilizan lisado viral obtenido a partir de líneas celu-
lares de linfocitos T humanos. Poseen, sin embargo, una gran capacidad de captación de
cualquier tipo de anticuerpos anti-VIH presente en la muestra. Las pruebas de segunda y
tercera generación utilizan como Ag proteínas recombinantes (PR) o péptidos sintéticos
(PS). Son muy sensibles y los resultados son más reproducibles, al utilizar un antígeno más
normalizado y purificado. Actualmente, las pruebas de cuarta generación reconocen no
solo los anticuerpos señalados anteriormente sino también antígeno p24 viral, permitiendo
acortar el período ventana.
Existen reactivos comercializados con los antígenos y formatos citados para la detección
de anticuerpos anti-VIH-1 y anticuerpos anti-VIH-1 +2. Para la detección específica de
anticuerpos anti-VIH-2 solamente se dispone de EIA con péptidos sintéticos o lisado viral
y formato indirecto. La confirmación de infección por VIH-2 se realiza con Western Blot
y PCR específica.
• Aglutinación. Estas pruebas están basadas en la aglutinación de antígenos de VIH que
previamente han sido fijados a partículas capaces de aglutinarse en presencia de suero
que contenga anticuerpos anti-VIH.
Este tipo de pruebas comenzaron a desarrollarse a mediados de los años 80 como alternativa
a los EIA. Pueden utilizar partículas de gelatina o partículas de látex, y como antígenos,
lisados virales, péptidos sintéticos o proteínas recombinantes. Son técnicas de manejo muy
sencillo, rápidas, de lectura visual, apenas requieren instrumentación y pueden adaptarse
a un gran número de sueros. Su sensibilidad parece comparable al EIA, pero su grado
de especificidad es mucho menor. Estas técnicas son las indicadas para ser utilizadas en
laboratorios con escasa dotación instrumental o con un manejo reducido en cuanto al
número de muestras.
• Pruebas de EIA de membrana (Dot-Blot). En estas pruebas los anticuerpos anti-VIH son
detectados mediante un método inmunoenzimático. El antígeno, compuesto por pro-
teínas recombinantes o péptidos sintéticos de uno o ambos virus, está fijado a tiras de
nitrocelulosa. La mayoría de las pruebas rápidas de detección de anticuerpos emplean
este principio. Tienen lectura visual y no requieren instrumentación; su sensibilidad y
especificidad aún no están suficientemente evaluadas. Su ventaja y principal indicación
es la posibilidad de identificación entre los dos tipos de virus, y su mayor inconveniente
(en países como el nuestro) es su elevado costo.
• Pruebas fluorimétricas. Han sido las últimas en incorporarse a la oferta diagnóstica (a partir
de 1990). Los antígenos específicos están ligados a micropartículas y el indicador de la
reacción es un fluorocromo que actúa como sustrato. La fluorescencia emitida durante
la reacción es medida por un fluorómetro. Tiene por tanto lectura objetiva y requiere un
nivel de instrumentación similar a las técnicas de EIA. Dada su reciente introducción
en el mercado, hay poca experiencia y aunque la posibilidad de automatización y el
procesamiento de gran número de muestras son muy ventajosas, es necesario estudiar su
sensibilidad y valorar el costo de su incorporación de forma rutinaria.
468 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Pruebas de confirmación
Dada las implicancias clínicas y sociales de un resultado falso positivo, las pruebas serológicas
deben ser confirmadas empleando técnicas con fundamentos distintos y más específicos.
Por lo general, se utilizan para la confirmación de sueros positivos, pero en determinados
casos pueden emplearse también para continuar el estudio en casos dudosos, dada su mayor
sensibilidad en muchos casos.
Existen diferentes pruebas de confirmación, entre ellas, las más utilizadas son las basadas
en la inmunoelectrotransferencia o Western Blot (WB), la inmunofluorescencia indirecta
(IFI) y la radioinmunoprecipitación (RIPA).
• Western Blot: técnica de inmunoelectrotransferencia, permite una discriminación puntual
de anticuerpos frente a las distintas proteínas del virus. Las tiras de nitrocelulosa en las que
se han transferido los antígenos virales contienen, generalmente, casi todas las proteínas
estructurales del VIH y algunas proteínas precursoras de aquellas. La técnica consiste en
la incubación de una de esas tiras con el suero problema durante un tiempo que oscila
entre 2 a 4 horas y hasta 18 horas, tras lo cual se revela la presencia de anticuerpos frente
a las diferentes proteínas del virus mediante reacciones inmunoenzimáticas distintas,
dependiendo del fabricante. El resultado es la aparición de bandas coloreadas de mayor
o menor intensidad, en el lugar de la tira de nitrocelulosa en el que están situadas las
proteínas del VIH contra las cuales existen anticuerpos en el suero problema. Se iden-
tificarán, por su posición en la tira según peso molecular, comparándolas con el control
positivo, las bandas especificas de reactividad (gp160, gp120, p66, p55, p51, etc.).
Existen distintos criterios de positividad para el Western Blot. El propuesto por la OMS
resulta el más sensible cuando se manejan sueros de muy variada procedencia poblacional.
Adoptando este criterio un suero es considerado positivo cuando presenta reactividad
al menos frente a dos de los siguientes 3 antígenos virales: p24, gp120 y gp4l. El criterio
propuesto por el CDC (el utilizado en nuestro país) indica que un suero es positivo
cuando presenta reactividad frente a p24 más alguna de las glucoproteínas de superficie
(gp160/120, gp41). Los sueros negativos no deberán mostrar reactividad frente a ninguna
de las proteínas presentes en la tira. Finalmente los sueros se denominan indeterminados
por Western Blot cuando, existiendo reactividad frente a una o más proteínas, no cumple
el criterio de positividad adoptado (figura 7).
Con el Western Blot pueden darse falsos negativos, posibilidad que debe tenerse en
cuenta en individuos con factores de riesgo, o signos de infección por VIH, y en casos de
exposición reciente al virus. Se han descrito ensayos indeterminados por Western Blot
en personas con factor reumatoideo, lupus eritematoso sistémico (LES), bilirrubinemias
elevadas, anticuerpos contra el sistema HLA, en pacientes hemodializados, y otras causas.
En otros casos la indeterminación en el Western Blot de VIH-1 puede ser causada por
una infección causada por VIH-2 u otros retrovirus (VLTH-I, VLTH-II).
En aquellos sueros indeterminados, el seguimiento debe prolongarse durante al menos 6
meses para verificar si existe un cambio en el patrón de anticuerpos, hacia la positividad,
o por el contrario, hacia la desaparición de las bandas detectadas inicialmente. Las per-
sonas con resultados persistentemente indeterminados al cabo de 6 meses, en ausencia
de factores de riego, síntomas o hallazgos clínicos compatibles con la infección por VIH,
deben considerarse negativas para anticuerpos anti-VIH. Sin embargo, no deberían do-
nar sangre, plasma, semen u órganos y deberán ser informadas correctamente sobre el
significado de su situación.
• Inmunofluorescencia indirecta: la confirmación por esta técnica está basada en la demos-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 469

Figura 7. Ejemplo de un Western blot para un suero positivo (a). La segunda tira cor-
responde a un individuo sano que exhibe una reacción débil para gp160 y para p24. La tira
C, corresponde a una segunda muestra tomada del mismo individuo, y muestra el mismo
patrón. Esto arroja un resultado indeterminado que debe seguir siendo evaluado hasta la
aparición de mas bandas, o la desaparición de las existentes.

gp160
gp120

p66
p55
gp41

p32

p24

p17

IgG
control

a b c

tración de anticuerpos frente a células infectadas por VIH, los resultados sólo pueden
expresarse como positivos o negativos. Como antígenos son empleados linfocitos humanos
infectados y fijados sobre portaobjetos. Las células infectadas expresan gran cantidad
de antígenos correspondientes a distintos momentos de la infección celular, por lo que
esta técnica detecta todo tipo de anticuerpos anti-VIH. Las diluciones seriadas del suero
problema nos permiten expresar los resultados indicando el título obtenido.
• Técnica de radioinmunoprecipitación: consiste en la demostración de la existencia de anti-
cuerpos anti-VIH en el suero en estudio, que en presencia de proteínas vírales marcadas
radioactivamente conduce a la formación de innunocomplejos. Es la técnica de referencia.
La elaboración del antígeno requiere condiciones de alta seguridad, ya que se realiza me-
diante cultivo del virus en líneas celulares de linfocitos humanos y su posterior marcaje
radioactivo. Los complejos proteína viral-anticuerpo específico son separados por técnicas
electroforéticas según su peso molecular y se ponen en evidencia mediante la impresión
del marcaje radioactivo en una placa fotográfica. Se trata de una técnica muy compleja
y de difícil implementación.
• Detección de Ag p24: este antígeno puede detectarse en suero o plasma durante la fase aguda
de la infección primaria por VIH y durante la fase SIDA. El antígeno p24 es detectable
solamente en el 4% de los adultos asintomáticos. En la población adulta es una técnica
de baja sensibilidad (hasta un 60%), y la presencia de p24 es indicativa de la replicación
activa del virus.
La detección de este antígeno puede utilizarse para el diagnóstico de infección por VIH
en lactantes nacidos de madres VIH positivas. La sensibilidad de esta técnica para esta
franja etaria varía entre un 50 a un 75%, siendo aun más baja para niños menores a 6
meses de vida.
470 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

• PCR: La amplificación genómica por reacción en cadena de la polimerasa, demuestra la


existencia de parte del genoma viral a partir de muestras de sangre periférica. Se trata de
una técnica de elevada sensibilidad y especificidad (95 y 98%, respectivamente) que provee
un diagnóstico más rápido y precoz de la infección por VIH en determinadas situaciones:
recién nacidos de madres infectadas por VIH (sensibilidad: 75 a 97%), demostración de
infecciones por VIH-2 con serología no concluyente, detección de mutaciones específicas
asociadas a la resistencia a los antivíricos.
• Aislamiento viral: el aislamiento del VIH sigue siendo hoy en día una técnica de referencia,
su empleo queda restringido a laboratorios bien equipados. Supone el cultivo del virus a
partir de muestras clínicas que contengan partículas virales libres o células infectadas. El
aislamiento es obligado cuando se pretende establecer el fenotipo de VIH, la actividad
in vitro de antivirales y puede servir de referencia de la carga viral presente en la muestra
del paciente. Requiere el cocultivo de linfocitos de sangre periférica del paciente con
linfocitos de un donante no infectado, junto con la adición de IL-2 para favorecer el cre-
cimiento de células T. El cultivo permite detectar incluso el virus latente. Es característico
la observación de formación de sincicios y citólisis.
• Detección y cuantificación de ARN viral: se trata de técnicas con una sensibilidad muy
alta a la hora de determinar infecciones agudas. Si bien no tienen indicaciones para su
uso como herramienta diagnóstica en la población adulta, son herramientas sumamente
útiles para el seguimiento del tratamiento antirretroviral, y para el diagnóstico en recién
nacidos de madres portadoras de VIH. Esto radica en que los recién nacidos presentan
en su sangre hasta los seis meses de vida IgG maternos, por lo que los ensayos serológicos
podrían arrojar falsos positivos. Por otra los títulos de IgM en esta población son suma-
mente bajos.
El diagnóstico de neonatos y lactantes debe basarse en la detección de antígenos. En tal
sentido, los ensayos de PCR de ADN proviral y de cultivo de células mononucleares de san-
gre periférica son los métodos más sensibles para la determinación de la infección por VIH,
alcanzando un 50% durante el primer mes de vida y cerca del 100% en lactantes mayores de
6 meses. Los resultados positivos deben confirmarse mediante un segundo ensayo (RT-PCR),
realizado con una segunda muestra obtenida posteriormente

PREVENCIÓN Y CONTROL
Anualmente se destinan unos 500 millones de dólares a la investigación de vacunas eficaces
contra el VIH, habiéndose evaluado desde 1987 hasta el presente unas 30 vacunas candidatas.
Varios han sido los enfoques para las posibles vacunas, habiéndose abarcado una amplia gama
de estrategias para el desarrollo de las mismas (vacunas a virus entero inactivado, a virus vivo
atenuado, vacunas compuestas por péptidos de envoltura recombinantes, péptidos sintéticos,
proteínas internas, ácidos nucleicos, entre otras). Estas han demostrado ser seguras y bien
toleradas, y casi todas han producido una respuesta inmune específica contra el VIH con
diversos grados de éxitos y fracasos.
Hoy en día existen dos de estas vacunas en ensayos de eficacia de fase III, una de ellas en
Estados Unidos, basada en el subtipo (B) circulante en esa región; la otra, en evaluación en
Tailandia, se basa en los subtipos que circulan en dicho país (B y E). Ambas vacunas estarían
dirigidas contra la glicoproteína de envoltura gp120.
El desarrollo de una vacuna eficaz se ha visto impedido por la importante variación
genotípica del VIH junto con su elevada tasa de mutación y recombinación experimentado
durante el proceso de replicación. A esto debe sumársele la actual falta de comprensión de
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 471

los parámetros críticos de inmunidad que podrían proteger contra la infección o la enferme-
dad por VIH (o ambas). Con respecto a lo anterior, debe contemplarse además la población
de seropositivos para VIH; el objetivo de la vacunación en estas personas es la inducción
de una respuesta inmune tal que detenga la progresión de la enfermedad; esta rama de la
investigación ha cobrado un interés renovado a partir del advenimiento de la terapia anti-
rretroviral depositándose cifradas esperanzas en que la combinación de esta terapia junto a
una vacuna de este tipo sea capaz de controlar eficazmente tanto la replicación viral como
su diseminación.
De momento no existe vacuna disponible para la inmunización activa y al alcance de la
población con riesgo de contagio por el VIH-1; probablemente requerirá aún varios años de
estudios y en la actualidad la posibilidad real de obtener una vacuna efectiva parece todavía
bastante alejada. El único camino eficiente para la prevención es la educación acerca de las
vías de transmisión, el uso sistemático de análisis de la sangre en los bancos de sangre y el
uso de preservativo en las relaciones sexuales.
En ausencia de una vacuna, la prevención de la infección por el VIH-1 debe basarse en
evitar su transmisión. Por tanto, debe aconsejarse a las personas que mantienen relaciones
homosexuales o heterosexuales múltiples que reduzcan el número de parejas y que eviten la
exposición de su mucosa oral o genital a la sangre, semen, saliva y secreciones vaginales. La
correcta utilización de preservativos y espermicidas puede evitar la infección por el VIH-1 y
otras enfermedades de transmisión sexual. Debe aconsejarse a los drogadictos que no com-
partan las agujas y jeringuillas.

Tratamiento antirretroviral
El tratamiento de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana se basa en una com-
binación de varias drogas. Habitualmente se emplean dos inhibidores de la retrotranscriptasa
análogos de nucleósidos (AZT, ddI o didanosina, lamivudina, entre otros) con un inhibidor
de la proteasa (nelfinavir, saquinavir, indinavir), logrando una supresión impresionante en la
replicación viral, tanto en nivel como en duración. Otras combinaciones incluyen dos inhi-
bidores de la proteasa más un inhibidor de la retrotranscriptasa análogo de nucleósidos, o tres
inhibidores de dicha enzima de igual característica. Todas estas han producido una supresión
viral potente en estudios preliminares. La eficacia de las mismas está dadas por la potencia
global de la combinación: aquellas combinaciones que logren una mayor reducción en la
carga viral tienen mayor probabilidad de producir beneficios más duraderos. Por otro lado, los
mejores resultados se han obtenido en individuos que a los que no se les haya administrado
antirretrovirales previamente y que presentan recuentos de células T CD4+ más elevados.
No existe acuerdo sobre cuando debe iniciarse el tratamiento antirretroviral (TARV)
en pacientes con infección crónica por VIH. Aquellos pacientes que presenten menos de
200 CD4/µl deberán iniciar dicho tratamiento, cualquiera sea la carga viral que presenten.
El problema mayor se presenta con los pacientes que tienen entre 200 y 350 CD4/µl. Existe
fuerte evidencia de que deben tratarse todos los pacientes con menos de 350 CD4/µl o
cargas virales mayores a las 50.000 copias (medidas por ensayos como PCR o bDNA), ya
que valores ubicados entre 30.000 y 100.000 copias son indicadores de un mal pronóstico.
De todos modos, los fármacos en una combinación determinada deben ser administrados
simultáneamente ya que el agregado secuencial de los mismos durante un periodo prolongado
aumenta la probabilidad del desarrollo de resistencia. Es importante que el paciente acepte y
cumpla estrictamente con el esquema de dosificación. En este sentido, la evaluación clínica
regular del paciente junto con el recuento de células T CD+ y la determinación de la carga
472 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

viral, son de suma importancia a la hora de evaluar un tratamiento en curso y la posterior


determinación de cambiar o no la terapéutica. Entre las diferentes causas que pueden motivar
dicho cambio se encuentran:
1. Una mala respuesta virológica temprana a la terapéutica (evidenciada por una pobre
reducción en la carga viral en un periodo de dos meses).
2. Un aumento significativo de la carga viral luego de un mínimo, no correlacionado a una
causa corregible.
3. La disminución continúa del conteo de células T CD4+.
4. El deterioro clínico del paciente bajo tratamiento con un régimen estable.

Prevención de la transmisión vertical: embarazo


Debe aconsejarse a aquellas mujeres infectadas por el VIH-1 que eviten el embarazo, ya
que es posible la transmisión de la infección al feto en al menos el 10-30% de los casos. La
administración de zidovudina a partir de las semanas 14-34 del embarazo y en el período del
parto, y en el recién nacido durante las seis primeras semanas de vida, reduce la tasa de trans-
misión maternofetal a menos del 8% y se tolera muy bien. La combinación del tratamiento
con AZT y cesárea ha disminuido la transmisión vertical del VIH-1 a menos del 2%. En los
países desarrollados las madres deberían evitar la lactancia ya que la enfermedad se contagia
también por esta vía.

Profilaxis postexposición
Para el caso concreto del personal sanitario, el riesgo de infección es del 0,2-0,5% en caso
de pinchazo o herida accidental con una aguja u otro objeto contaminado con sangre, y
prácticamente nulo si sólo ha existido un contacto accidental de sangre u otras secreciones
contaminadas con la piel y las mucosas intactas. No obstante, y dado que las consecuencias
físicas, morales, sociales y económicas de adquirir una infección por VIH-1 a través de un
accidente laboral pueden ser irreparables, debe recomendarse el tratamiento triple con AZT o
d4T, 3TC e indinavir o nelfinavir (siempre que no se hayan administrado al paciente fuente)
tras la exposición percutánea (pinchazo) o mucosa con sangre contaminada. El tratamiento
debe instaurarse lo antes posible (menos de cuatro horas) y debe administrarse durante al
menos cuatro semanas.

Precauciones universales
Es obligatorio la aplicación de precauciones universales (aplicables a todos los pacientes)
cuando se manipula sangre o determinados productos biológicos considerados peligrosos
(líquido pericárdico, pleural, peritoneal, articular y cefalorraquídeo, además del semen y las
secreciones vaginales) y al efectuar cualquier maniobra invasiva. Por tanto, el personal sanitario
deberá utilizar métodos de barrera (guantes y, si es necesario, mascarilla, protectores oculares y
batas) y adoptar precauciones para evitar la producción de heridas por agujas, bisturíes u otros
instrumentos punzantes en el transcurso de su empleo o limpieza. El descarte de tales elementos
debe realizarse en recipientes de paredes rígidas a fin de evitar cortes y pinchaduras.

Esterilización del instrumental sanitario


Los métodos habituales de esterilización (por ej. autoclave, óxido nitroso) y desinfección
(por ej. germicidas, lejía, jabones) son adecuados para esterilizar el instrumental sanitario o
efectuar una desinfección ambiental. Estos virus son rápidamente inactivados por detergentes
y desinfectantes efectivos contra otros virus envueltos. Se recomienda el uso de hipoclorito
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 473

de sodio en una concentración de 5.000 ppm para superficies contaminadas, pudiéndose


emplear concentraciones más elevadas (10.000 ppm) cuando se trabaje con preparados y/o
cultivos virales.

Virus linfotrópicos humanos y otros retrovirus oncogénicos

INTRODUCCIÓN
Los oncovirus fueron denominados originalmente virus ARN tumorales y han sido asociados
con leucemias, sarcomas y linfomas en muchos animales diferentes. No son citolíticos. Los
miembros de la subfamilia se distinguen por el mecanismo de transformación celular y, en
consecuencia, por la duración del periodo entre la infección y el desarrollo de enfermedad.
Un gran grupo de oncovirus, los virus causantes de sarcoma y leucemias agudas, tienen
incorporados en sus genomas genes celulares (protooncogenes) que codifican factores de
crecimiento, como hormonas de crecimiento, receptores de hormonas de crecimiento,
proteincinasas, proteínas de unión al GTP y proteínas de unión al ADN nuclear. Estos
virus pueden causar transformación y son altamente oncogénicos. Se han identificado por
lo menos 35 oncogenes virales diferentes. Las mutaciones de los protooncogenes celulares
originales presentes en el oncogén viral, o la sobreproducción del oncogén, favorecen la
transformación de las células infectadas. La incorporación del oncogén en muchos de esos
virus sustituye secuencias codificadoras para los genes gag, pol o env, de forma que tales virus
son defectuosos y requieren de virus facilitadores para su replicación. Es frecuente que los
virus permanezcan dentro del huésped (virus endógenos) y sean transmitidos verticalmente
a través de células germinales.

PATOGENIA
Los virus de leucemia, incluyendo el VLTH-1 pueden replicarse de modo eficaz pero no pueden
transformar las células in vitro. Causan cáncer después de un período de latencia largo, de al
menos 30 años. El virus puede favorecer la proliferación de las células por dos mecanismos.
En primer lugar, el virus puede activar su expresión mediante integración próxima y yuxta-
posición de la secuencia de los genes facilitadores y promotores víricos de la región LTR a
la región de los genes que controlan el crecimiento celular. En segundo lugar, se produce un
regulador de la transcripción (tax), capaz de activar los promotores de la región LTR y genes
celulares específicos (como genes de linfocinas y controladores de crecimiento, por ej.: IL-2
y GM-CSF) para favorecer la proliferación de la célula. El crecimiento celular incontrolado
puede ser suficiente para inducir transformación neoplásica, y además puede favorecer otras
aberraciones genéticas a lo largo de un período prolongado. Estos virus se asocian también
con trastornos neurológicos no neoplásicos y otras enfermedades.
Entre los oncovirus humanos se incluyen VLTH-1, VLTH-2 y VLTH-5, pero solo el
VLTH-1 ha sido asociado de modo inequívoco con alguna enfermedad.

VLTH-1 (VIRUS LINFOTRÓPICO HUMANO DE CÉLULAS T TIPO I)


El aislamiento original de este virus se hizo a partir de células leucémicas de pacientes con
formas agresivas de carcinomas de células T. Este virus causa leucemia linfocítica aguda de
células T del adulto (LLTA) y la paraparesia espástica tropical, una enfermedad neurológica
no oncogénica que presenta un cuadro similar al producido por la esclerosis múltiple. Además,
474 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

se han descrito otras tres condiciones asociadas con la infección por VLTH-1: uveítis por
VLTH-1, dermatitis infecciosa asociado a VLTH-1 y artropatía asociada a VLTH-1

Características estructurales
El virus linfotrópico humano de células T, tipos I y II, es un miembro de la subfamilia On-
covirinae, y es un típico exponente de retrovirus de clase C. Tanto VLTH-I como VLTH-II
poseen una organización genómica similar (gag, pro/pol, env, pχ, flanqueados por repeticio-
nes terminales largas o LTR) y presenta una homología del 60% a nivel de sus secuencias
nucleotídicas.
El gen gag codifica para las proteínas estructurales p19, p24, y p15. Los genes pro/pol codi-
fican para la proteasa y la transcriptasa reversa, respectivamente. El gen env codifica para las
proteínas transmembrana y las glucoproteínas de la envoltura gp21 y gp46. El gen pχ codifica
para las proteínas reguladoras Tax y Rex y otros tres marcos abiertos de lectura.

Epidemiología
Las regiones inmunodominantes de las proteínas estructurales y ciertas regiones de los genes
reguladores son la base para la diferenciación de VLTH-I y II.
Si bien el genoma de estos virus se encuentra bastante conservado, existe una mayor
divergencia en lo referente a las LTR; esta diferencia ha sido explotada mediante RFLP (po-
limorfismos en el largo de fragmentos de restricción) para la separación del VLTH-I en tres
subtipos (denominados cosmopolita, africano y melanesio, cada uno relacionado al origen
geográfico del virus). Otras herramientas de biología molecular han permitido subdividir al
subtipo cosmopolita en subtipos designados A-D. Los estudios virológicos han confirmado
la presencia de VLTH-1 en las células T de los pacientes seropositivos para los anticuerpos
anti-VLTH-1. La comparación de los virus aislados en Estados Unidos, Japón, el Caribe e
Israel ha demostrado que son iguales sobre la base de la homología de ácidos nucleicos. Se
han identificado áreas endémicas de infección por VLTH-1 en Asia, África, Medio Oriente,
Europa y el Hemisferio Occidental.
Del mismo modo, VLTH-II ha sido dividido en dos subtipos, IIa y IIb, que no parecen tener
una distribución geográfica determinada, aunque sí se asocian a determinadas poblaciones de
riesgo. En este sentido, el subtipo IIa se halla frecuentemente asociado a usuarios de drogas
intravenosas a lo largo de todo el mundo, mientras que el subtipo IIb se halla presente en
indios americanos.

Transmisión
El VLTH-1 permanece asociado con las células y se contagia por trasfusión de sangre, relaciones
sexuales o alimentación mamaria. Se ha sugerido la transmisión sexual (mayor probabilidad
de VLTH-1 positivas en mujeres de hombres infectados, habiéndose detectado linfocitos
portando el virus en el semen). Se han hallado linfocitos infectados por el VLTH-1 en la leche
de mujeres con anticuerpos contra el virus. Además, se han detectado células infectadas en
la sangre del cordón umbilical de recién nacidos de mujeres infectadas, hecho que sugiere de
manera contundente que la infección podría ocurrir intraútero. También se ha demostrado
que la transmisión se produce por vía parenteral.

Ciclo del virus


Entra al torrente sanguíneo e infecta los linfocitos T helper CD4+ y otros linfocitos impli-
cados en la hipersensibilidad retardada. Esas células T tienden a residir en la piel, lo que
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 475

contribuye a los síntomas de LLTA. El VLTH es competente para la replicación y los genes
gag, pol y env son transcriptos, traducidos y procesados de una manera muy similar al VIH,
aunque su regulación es diferente. Además de su acción sobre los genes virales, la proteína
tax, transactiva los genes celulares para el factor de crecimiento de las células T, IL-2 y sus
receptores, lo que activa el crecimiento de la célula infectada.
El virus puede permanecer latente o multiplicarse con lentitud durante muchos años,
pero también puede inducir proliferación de clones particulares de células T. Aunque esta
proliferación de células T habitualmente es de origen policlonal, la leucemia linfocítica de
célula T del adulto (LLTA) causada por el VLTH-1 suele ser monoclonal. En las células con
crecimiento estimulado por VLTH se acumulan aberraciones cromosómicas y reordenamientos
del gen que codifica para el receptor beta del antígeno de las células T, lo que favorece la
transformación leucémica.

Clínica
La mayor parte de las infecciones ocurren mas tarde en la vida y casi todos los individuos
infectados permanecen asintomáticos de por vida, y la incidencia acumulativa de las formas
de leucemia de células T del adulto se produce aproximadamente en el 4% de los infectados.
Aproximadamente 1 de cada 20 personas desarrollan leucemia a los largo de un período
variable entre 10-50 años.
La LLTA por el VLTH-1 es una neoplasia de las células T helper CD4+ con curso
agudo o crónico. Los linfocitos malignos han sido denominados “células en flor” porque son
pleomórficos y contienen núcleos lobulados. Además de una cifra alta de leucocitos, esta
forma de LLTA se caracteriza por lesiones cutáneas similares a otras leucemias. La LLTA
aguda suele conducir a la muerte en menos de un año desde el momento del diagnostico,
independientemente del tratamiento.

Métodos diagnósticos
Se ha implementado el monitoreo en bancos de sangre para evitar la transmisión de VLTH-1
y 2 por transfusión. Dicho monitoreo emplea métodos indirectos para detección anticuerpos
específicos en suero y plasma.
La respuesta inmunológica está dada principalmente contra ciertas regiones altamente
inmunogénicas de las proteínas codificadas por los genes gag y env. Habitualmente se emplean
EIA como el ELISA para el tamizaje (screening) primario de los distintos sueros. Estos ensayos
son simples y sensibles y están preparados a partir de lisados de células infectadas por VLTH-1.
Las pruebas confirmatorias se realizan mediante WB. Estos ensayos serológicos, sin embargo,
no son capaces de discernir entre una infección presente o pasada. La detección directa del
virus en fluidos corporales puede realizarse mediante ensayos para proteínas o ácidos nucleicos
virales, como ELISA de captura para antígenos virales (usualmente productos del gen gag),
hibridación de ácidos nucleicos (Southern Blot) con sondas marcadas o PCR. Esta última
se ha convertido en el método de referencia para la determinación de infecciones presentes,
validando ensayos serológicos, diferenciando entre infecciones por VLTH-1 y VLTH-2.
En la población pediátrica el diagnóstico se realiza mediante PCR; esta herramienta es
de suma utilidad ya que los ensayos serológicos no son indicadores confiables de infección
debido a la transferencia pasiva de anticuerpos maternos.

Tratamiento, prevención y control


No se conoce tratamiento eficaz contra la infección por el VLTH-1. Es probable que el AZT
476 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

y otros inhibidores de la transcriptasa inversa sean efectivos contra el VLTH-1, pero se ne-
cesitan estudios controlados para demostrar el beneficio de estas terapias. Los medios para
limitar la diseminación del virus son los mismos descritos para el VIH: precauciones sexuales,
detección del suministro de sangre y la divulgación de los riesgos y enfermedades potenciales,
contribuirán a bloquear la transmisión del virus.
Es muy difícil controlar la infección de origen materno en los niños. En un futuro próxi-
mo probablemente se instituyan procedimientos de despistaje o screening habituales para el
virus en la sangre donada. Hasta el momento se han reportado en el Uruguay dos casos por
el VLTH-1.

RETROVIRUS ENDÓGENOS
Diferentes retrovirus están integrados y forman parte de los cromosomas de humanos y
animales. En las personas se pueden detectar secuencias provirales completas y parciales,
con secuencias de genes similares a las del VLTH, el virus de tumor mamario del ratón
(MMTV) y otros retrovirus. Estos virus endógenos carecen generalmente de capacidad para
multiplicarse, debido a deleciones, inserción de codones de terminación o escasa eficacia de
la transcripción. Las secuencias de retrovirus pueden constituir hasta el 0,1% del genoma
humano. Esas secuencias pueden proporcionar sitios de integración para otros retrovirus o
cumplir alguna función desconocida.

Bibliografía
• Abbas, A. K.; Lichtman, A. H.; Pober, J. S. Congenital and Acquired Immunodeficiencies. Cap. 21 in Cellular
and Molecular Immunology, 3rd Edit. 1997.
• Dezzutti, C. S.; Lal, R. B. Human T-Cell Lymphotropic Virus Types I and II. Cap. 64 in Manual of clinical
microbiology (Murray, P.; Baron, J. E.; Pfaller, M. A.; Tenover, F. C.; Yolken, R. H.) 7th Edit. 1999.
• Gayle, H. D.; Hill, G. L. Global Impact of Human Immunodeficiency Virus and AIDS. Clinical Microbiology
Reviews. Vol. 14, pp. 327-335. 2001.
• Gutierrez, S. Infección por VIH y SIDA en Pediatría. Monografías del Instituto de Higiene. Nº 2. Virus y
Virología Médica en Uruguay. 2002.
• Haynes, B. F.; Palker, T. J. Retrovirus Humanos. Cap. 77 in Zinsser, Microbiología (Joklik, W. K.; Willet, H.
P.; Amos, D. B.; Wilfert, C. M.) 20ª Ed. 1997.
• Janeway, C. A.; Travers, P.; Walport, M.; Kapra, J. D. Immunobiology: The Immune System in Health and
Disease. 4th Edit. 1999. Cap. 11, pp. 440-455.
• Lewin, B. Retroviruses and Retroposons. Cap. 19 in Genes VI, 1997.
• Mandell, G. L.; Bennett, J. E.; Dolin, R. Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. Sección O (Caps. 104-
117) in Enfermedades Infecciosas: Principios y Práctica. Vol. 1, 5ª Ed. 2002.
• Murray, P.; Kobayashi, G. S.; Pfaller, M. A.; Rosenthal, K. Retrovirus. Cap. 67 in Microbiología Médica, 2ª
Edición; 1997.
• Ruchansky, D. Vigilancia Molecular del VIH. Monografías del Instituto de Higiene. Nº 2. Virus y Virología
Médica en Uruguay. 2002.
• Serra, M. Programa Nacional de SIDA 2002. MSP. Monografías del Instituto de Higiene. Nº 2. Virus y
Virología Médica en Uruguay. 2002.
• Schüpbach, J. Human Immunodeficiency Viruses. Cap. 63 in Manual of clinical microbiology (Murray, P.;
Baron, J. E.; Pfaller, M. A.; Tenover, F. C.; Yolken, R. H.) 7th Edit. 1999.
• UNAIDS/ 03.39E. AIDS Epidemic Update. Joint United Nations Programme on VIH/AIDS (UNAIDS), World
Health Organization (WHO). Dec. 2003.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 477
Página 477

27 Virus de las hepatitis


N. Cordeiro, R. Taroco, H. Chiparelli

Introducción

La hepatitis viral es una enfermedad infecciosa del hígado causada por distintos virus y
caracterizada por necrosis hepatocelular e inflamación. El cuadro clínico y las lesiones histo-
lógicas producidas por los distintos agentes virales son prácticamente idénticos, pero existen
diferencias en el mecanismo de transmisión, el período de incubación y la evolución y, sobre
todo, en los marcadores serológicos que permiten reconocer el agente responsable.
Se definen como hepatotropos primarios aquellos virus que tienen un tropismo especial
por los hepatocitos y por lo tanto, los infectan en forma preferencial lo cual no quiere decir
que no infecten otros tipos celulares; y se definen como hepatotropos secundarios aquellos
virus que infectan primariamente a otros tipos celulares pero que pueden, en el contexto de
una infección generalizada infectar los hepatocitos.
Tradicionalmente la hepatitis viral se dividió en dos tipos: la hepatitis A o “infecciosa”
causada por el virus de la hepatitis A y la hepatitis sérica causada por el virus de la hepatitis
B. En el transcurso de estos últimos 30 años se han identificado nuevos virus causantes de
hepatitis en forma primaria: el virus de la hepatitis delta (VHD), el virus de la hepatitis C
responsable de la hepatitis no A no B clásica transmitida por vía parenteral (VHC), hepatitis
no A no B epidémica que se transmite por vía entérica denominado virus de la hepatitis E
(VHE).
Investigaciones recientes destinadas a la identificación de nuevos virus causales de he-
patitis condujeron al descubrimiento de otros candidatos potenciales, el virus de la hepatitis
F el cual hasta el momento no ha sido comprobado como tal; el virus C de la hepatitis GB
(HGBV C) y el virus de la hepatitis G, ambos terminaron siendo el mismo agente con algunas
pequeñas diferencias genómicas que se detallan más adelante.
Se conocen muchos virus (hepatotropos secundarios) capaces de infectar el hígado e in-
ducir un síndrome similar a la hepatitis, pero ello ocurre en el contexto de una patología mas
generalizada. Como por ejemplo virus de Epstein-Barr, CMV, Herpes simple. Algunos agentes
infecciosos no virales también pueden causar inflamación hepática infecciones bacterianas
como la neumonía neumocóccica y la infección por Leptospiras también.

Manifestaciones clínicas y de laboratorio


Sin ser el objetivo de este capítulo entrar en profundidad en lo que tiene que ver con las
478 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

manifestaciones clínicas de las hepatitis (a las cuales haremos referencia cuando se cite cada
tipo viral) existen algunos conceptos que queremos remarcar.
Cuando hablamos de hepatitis aguda estamos haciendo referencia temporal de una infla-
mación aguda (definida histológicamente) que ocurre en el parénquima hepático y que puede
corresponder a una variedad de etiologías (tóxicas, farmacológicas, autoinmunes, bacterianas,
virales, etc.). Indudablemente, al igual que en las hepatitis crónicas la etiología viral es la más
frecuente. Haciendo referencia a los virus de las hepatitis todos estos son agentes potenciales
de hepatitis aguda.
La hepatitis aguda de etiología viral abarca desde una enfermedad asintomática hasta una
insuficiencia hepática fulminante. Se divide en cuatro estadios clínicos: período de incuba-
ción, fase preictérica, fase ictérica y período de convalecencia. No siempre se cumplen todas
estas etapas. Durante el período de incubación los pacientes permanecen asintomáticos. La
fase de máxima infectividad tiene lugar durante los últimos días asintomáticos del período
de incubación y los primeros días de sintomatología aguda.
Los primeros síntomas son inespecíficos: malestar general, anorexia, náuseas, vómitos
y dolor de tipo gravativo en el hipocondrio derecho. Estos síntomas pertenecen a la fase
preictérica, y generalmente duran entre 3 y 10 días. Luego la enfermedad ingresa en la
fase ictérica señalada por la instalación de la ictericia; acompañándose de grados variables
de coluria (evidencia la presencia de bilirrubina directa en la orina), y grados variables de
hipocolia (no constituyendo generalmente una acolia franca como ocurre en las ictericias
frías obstructivas). La ictericia se observa en un 20-50% de los casos de todas las hepatitis.
En aquellos casos en los que no se observa ictericia igual se ven alteraciones del funcional y
enzimograma hepático con invariablemente un aumento de la bilirrubina. El prurito puede
acompañar a la ictericia o incluso precederla.
Pueden aparecer diferentes manifestaciones clínicas como la poliartritis nodosa asociada
al VHB, la glomérulonefritis asociada al VHB y al VHC, etc. Un 10% de los pacientes con
hepatitis aguda, sobre todo los casos de infección por VHB, desarrollan un síndrome parecido
a la enfermedad del suero caracterizado por fiebre, erupción cutánea, y artralgias, atribuible a
los inmunocomplejos circulantes. También pueden estar presentes el fenómeno de Reynaud,
la crioglobulinemia mixta, la formación de ampollas o el eritema nudoso.
La fiebre acompaña las etapas iniciales y rara vez persiste durante la fase ictérica. Las
manifestaciones en el examen físico son en general escasas. La ictericia se detecta en general
cuando el nivel de bilirrubina en sangre es mayor de 2.5-3.5 mg/dl y se aprecia con mayor
claridad en las escleróticas o la región sublingual. Pueden aparecer lesiones de rascado debido
al prurito intenso. La palpación abdominal puede revelar una ligera hepatomegalia congestiva
dolorosa.
Las hepatitis crónicas también responden a una gran variedad de etiologías (tóxicas, autoin-
munitarias, virales, hereditarias, etc.). Tiempo atrás la hepatitis crónica se definía sencillamente
como el aumento de las alanina aminotransferasa (ALT) y aspartato aminotransferasa (AST)
o de ambas, por más de 6 meses. De acuerdo con esta definición, un paciente con un nivel
sérico normal de estas enzimas no padece hepatitis crónica ni corre riesgos de complicaciones
a largo plazo. Se sabe que ciertos virus como el VHC y el VHB, casi nunca son erradicados
por completo del hígado, aún cuando los niveles séricos de las transaminasas hepáticas se
normalicen y no se aprecien partículas virales circulantes. Es por este y otros motivos que la
clasificación en hepatitis crónica dado por un factor temporal ha caído en desuso.
En general el diagnóstico de hepatitis crónica se asocia con implicancias clínicas dado
que la afección puede conducir a una cirrosis y a otros trastornos graves si los pacientes no
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 479

son controlados. Por lo antedicho, se ha establecido una nueva clasificación de las mismas,
basada en una combinación de variables clínicas, serológicas e histológicas. Esta clasificación
de las hepatitis se basa en su causa, su actividad histológica o grado (de acuerdo a la actividad
necroinflamatoria según la biopsia) y en su grado de progresión o estadio, este último basado
fundamentalmente en el grado de fibrosis (grado 0=ausencia de fibrosis; grado 1=fibrosis
leve; grado 2=fibrosis moderada; grado 3=fibrosis intensa; grado 4=cirrosis).
* Infiltrado inflamatorio de células mononucleares limitado al interior del espacio porta. Hay
Cuadro 1. Correlación entre la nomenclatura antigua y actual de la hepatitis crónica
Clasificación Actual
Clasificación antigua Grado (actividad) Estadio (fibrosis)
Hepatitis crónica persistente Mínima o leve Ninguna o leve
Hepatitis crónica lobulillar Leve o moderada Leve
Hepatitis crónica activa Leve, moderada o grave Leve moderada o grave

indicios de actividad regenerativa hepática como una distribución en empedrado de los


hepatocitos. Hay una leve fibrosis y no hay cirrosis; ** Focos de necrosis e inflamación en el
lobulillo hepático; *** Necrosis hepática mantenida, inflamación portal y periportal, así como
fibrosis. El infiltrado mononuclear se extiende al lobulillo hepático.

Esta clasificación es una clasificación clínico-histológica y no hace referencia a la presencia


o ausencia, replicación o no de aquellos virus capaces de dar lugar a hepatitis crónicas.
Dentro de los virus hepatotropos primarios causantes de hepatitis viral crónica se en-
cuentran: VHB, VHC. Si bien el VHD requiere de antígenos de superficie del VHB para
infectar, este también se asocia a hepatitis crónica. En el caso del VHG y el TTV la situación
permanece en estudio. No existe ningún hallazgo clínico que permita diferenciar entre una
infección crónica por hepatitis B u otros agentes virales. En general la infección persistente por
el VHB u otro virus es asintomática, pero un número significativo de pacientes con infección
crónica por VHB finalmente desarrollan cirrosis.
La hepatitis fulminante es la forma más grave de presentación de la hepatitis. Se define
como una insuficiencia hepática aguda severa asociada a encefalopatía hepática en el trans-
curso de las 8 semanas posteriores a la fase ictérica. Se define como insuficiencia hepática
de instalación tardía a la que aparece en el transcurso de 8 a 12 semanas luego de la fase
ictérica. El 75% de los casos de hepatitis fulminante se deben a hepatitis viral y de estas, el
VHB es responsable del 30-60% de los casos en diferentes regiones aunque en nuestro medio
la asociación más frecuente es por VHA. En un 30% de estos casos la serología también es
positiva para el VHD y padecerían una coinfección. El VHC no ha sido implicado por sí solo
a hepatitis fulminante, sino como cofactor en pacientes infectados por el VHB. Menos del
1% de los casos de infección por VHB evolucionan a hepatitis fulminante.
La hepatitis fulminante puede instalarse en cualquier fase de la enfermedad. El desarrollo
de una hepatitis fulminante es anunciado por signos de encefalopatía hepática como letargo,
somnolencia, confusión, trastornos de la memoria, estupor y coma. Pueden presentarse severos
trastornos de la coagulación por síntesis inadecuada, con presencia de grandes sangrados.
Una manifestación típica es la presencia de asterixis.

HALLAZGOS EN EL LABORATORIO
El diagnóstico del agente etiológico específico de las hepatitis virales depende sobre todo
de las pruebas serológicas que serán comentados al igual que otros métodos de estudio con
cada virus.
480 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

A nivel del laboratorio general el rasgo más distintivo de las hepatitis agudas es el notable
aumento de las aminotransferasas hepáticas; la aspartato aminotransferasa (AST) o transa-
minasa glutámico oxalacética (TGO) y la alanina aminotransferasa (ALT) o transaminasa
glutámico pirúvica (TGP). Estas se elevan hasta valores 8 veces superiores al valor normal,
en el momento que se instala la ictericia. Los niveles de AST y ALT comienzan a elevarse
durante la última fase del período de incubación, continúan aumentando durante la fase
preictérica y alcanzan un pico en un estadio temprano de la fase ictérica. La fosfatasa alca-
lina al igual que la LDH se encuentran levemente aumentadas. Los niveles de bilirrubina se
encuentran invariablemente elevados sin alterar la relación entre ambas (no hay predominio
franco de una sobre la otra). El recuento de leucocitos es normal o levemente disminuido
pudiendo observarse una linfocitosis leve. El recuento plaquetario en general es normal. El
tiempo de protrombina en general es normal. Aunque en pacientes con hepatitis severa se
detectan niveles elevados de ALT, los niveles altos no se correlacionan necesariamente con
una evolución adversa. La presencia de un tiempo de protrombina alargado debe orientar
hacia la posibilidad de una necrosis hepática más severa que puede evolucionar hacia una
hepatitis fulminante. Este es un signo de mal pronóstico. En la hepatitis fulminante puede
verse alterado el recuento plaquetario y puede sobrevenir una coagulación intravascular di-
seminada (CID). El aumento de las transaminasas es en general muy importante en aquellas
hepatitis severas. En el caso de la hepatitis fulminante puede suceder que las transaminasas
estén francamente disminuidas. Esto no nos debe confundir, y en presencia del contexto clínico
de una hepatitis fulminante esto nos habla de la extensión y gravedad de la lesión hepática.
La gamma-GT persiste en general muy elevada como un elemento de colestasis hepática. La
colinesterasa se presenta en niveles extremadamente bajos.
En general, cuando la infección se asocia con hepatitis crónica persistente los pacientes
tienen un buen estado general y presentan elevaciones persistentes o recurrentes de AST y
ALT, sin ictericia. Es común la hepatomegalia leve y en ocasiones hay esplenomegalia. En
algunos casos el seguimiento a largo plazo no muestra evidencia de progresión y en algunos
casos hay resolución completa. Rara vez hay desaparición tardía de HBsAg. Los pacientes
con hepatitis crónica activa pueden presentar ictericia crónica, episodios intermitentes de
ictericia o esta puede no estar presente en la evolución de la enfermedad. Por lo general es-
tos episodios se asocian con elevaciones significativas de las transaminasas. Debemos tener
siempre presente que la definición de la hepatitis crónica activa es histológica. El pronóstico
de los pacientes es variable. En algunos pacientes con hepatitis crónica activa la progresión
hacia la insuficiencia hepática y la muerte se produce antes de que pase un año.

Virus de la hepatitis A
La hepatitis por virus A, otrora denominada hepatitis infecciosa, constituye un problema de
salud pública mundial, siendo la más frecuente de la hepatitis virales tanto en países en de-
sarrollo como en países desarrollados, mostrando un aumento de la incidencia a medida que
aumenta la edad de la población. Se estima que la incidencia anual a nivel mundial excede
los 1.4 millones de casos, resultando en un enorme costo tanto en cuidado médico como en
pérdida de productividad.
La identificación del virus causante de esta enfermedad infecciosa no pudo realizarse
sino hasta principios de la década de 1970 mediante el uso de la microscopía electrónica. A
partir de entonces intensos trabajos se han desarrollado con este virus, lográndose el cultivo,
clonado y finalmente la secuenciación nucleotídica completa de su genoma.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 481

TAXONOMÍA Y CLASIFICACIÓN
El virus de la hepatitis A (VHA) pertenece a la familia Picornaviridae que incluye a los ente-
rovirus y a los rinovirus humanos. Anteriormente se lo clasificaba como enterovirus 72, pero
la posterior determinación de su secuencia nucleotídica y aminoacídica y su mayor resistencia
a la inactivación térmica resultaron en la reclasificación de este agente infeccioso dentro de
un nuevo grupo/género: Heparnavirus.

CARACTERÍSTICAS ESTRUCTURALES
Al igual que el resto de los picornavirus, el VHA es un virus esférico, desnudo y presenta una
nucleocápside icosahédrica de 27-30 nm, constituida por 3 polipéptidos de gran tamaño VP1,
VP2, VP3 y otra proteína de menor tamaño VP4, si bien su presencia no ha sido demostrada
de manera fehaciente. VP1 es la que se encuentra en mayor proporción en la superficie del
virión. También se puede detectar un péptido VP0 que es el precursor de la VP4 y la VP2 en
especial en los viriones inmaduros.
Las partículas virales parecen ensamblarse como precursores pentaméricos, en donde 12
pentámeros se unirían, en un proceso dependiente de su concentración, para formar partículas
vacías. Entonces la cápside viral estaría formada por 60 capsómeros.

GENOMA
El genoma de VHA consiste en ARN simple de cadena lineal, de polaridad positiva. Posee
una proteína denominada VPg unida mediante un residuo de tirosina a su extremo 5’. Este
ARN tiene una longitud de aproximadamente 7500 nucleótidos (cepa HM 175). Contiene
un único marco abierto de lectura (ORF) de 6681 nucleótidos que codifica para una poli-
proteína de 2227 residuos aminoacídicos. Esta poliproteína sufre un clivaje postraduccional,
mediado por una proteasa viral, para dar lugar a proteínas estructurales y no estructurales.
Se distinguen así en el genoma 3 regiones: a) extremo 5´ no codificante (5’ ntr) que no pre-
senta cap, encontrándose en su lugar una proteína pequeña denominada VPg; b) el marco
abierto de lectura anteriormente mencionado; y c) el extremo 3’ no codificante (3’ ntr) de
63 nucleótidos que se continúan por una cola poli A.

REPLICACIÓN VIRAL
El ciclo de infección celular comienza con la adsorción de la partícula viral a los receptores
de membrana en células permisivas (aparentemente una proteína similar a mucina) en un
proceso calcio dependiente. Los procesos de penetración y denudamiento no se conocen
con claridad. Una vez en el interior celular, el genoma viral es traducido por los ribosomas
celulares dando lugar a la poliproteína; mediante clivajes posteriores esta da lugar a distintas
proteínas, entre ellas la proteasa que actúa en este proceso, al precursor de la VPg (necesaria
para el comienzo de la síntesis de nuevo ARN y para la encapsidación de los genomas hijos)
y la ARN polimerasa ARN dependiente encargada de copiar el ARN de polaridad positiva
en un ARN molde de polaridad negativa. Este último servirá como molde para la síntesis de
genomas hijos ARN de polaridad positiva. A diferencia de otros picornavirus, la salida de los
viriones de la célula no es por histólisis. El resultado de la replicación del VHA usualmente
no produce lisis celular, únicamente acúmulos citoplasmáticos en vesículas y membranas
como cambios visibles en la estructura celular. Todo el proceso puede durar entre 5 y 10
horas (figura 1).
482 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 1. Organización del ARN genómico del virus de hepatitis A y clivaje de las proteínas.
La proteína VPg unida en forma covalente (extremo 5’; arriba) comienza el codón a 0,73kb,
posiciones de comienzo/final del gen (marcas verticales pequeñas) y codones de termi-
nación en 7,4kb y poli(A) en el extremo 3’. El ARN del virus de hepatitis se traduce (flecha
grande vertical) en una poliproteína precursora (medio) que es clivada por las proteasas
virales en varios pasos (flechas verticales pequeñas) dando lugar a las proteínas maduras.
Se indican las regiones de la poliproteína de acuerdo a la nomenclatura estándar, al igual
que los residuos predichos en los extremos amino y carboxiterminales de las proteínas
maduras. Los nombres, longitudes y funciones propuestas en los poliovirus se indican en
el diagrama inferior junto con las proteínas del virus de hepatitis A. El virus de hepatitis A
está compuesto por cuatro polipéptidos de la cápside codificadas en la región P1. Estas
proteínas se indican como proteínas del virión (VP1, VP2, VP3 y VP4). Las proteínas no
estructurales se codifican en las regiones P2 y P3.

Abreviaturas. A: alanina ; D: aspartato; E: glutamato; G: glicina; M:metionina; Q: glutamina; R: arginina; S.


serina; V: valina

VARIABILIDAD ANTIGÉNICA
Las tres proteínas mayores que forman la cápside del VHA poseen sitios antigénicos inmu-
nodominantes que están altamente conservados en todas las cepas humanas. El VHA tiene un
solo serotipo y no reacciona de manera cruzada con anticuerpos específicos para enterovirus.
Las cepas humanas sin embargo pueden agruparse en 4 genotipos (I, II, III, VII) en base a
diferencias en la secuencia nucleotídica de la región P1 del genoma.

RESISTENCIA A LOS AGENTES FÍSICOS Y QUÍMICOS


El VHA es más resistente al calor que otros picornavirus, siendo todavía infeccioso luego de
ser sometido a 60 grados durante 10-12 horas. Al tratarse de un virus desnudo no presenta
lípidos en su estructura y por lo tanto será resistente a aquellos agentes usados para inactivar
virus envueltos (solventes). Así, es estable al tratamiento con éter, cloroformo, ácido (es
resistente a extremos de pH, manteniéndose estable a pH 3 y requiriéndose un pH superior
a 10 para inactivarlo). La inactivación total de la partícula viral se da casi de inmediato a
temperaturas superiores a los 90ºC La actividad viral se inhibe por ebullición durante 5
minutos, con formalina a altas concentraciones y por radiación UV. Por otro lado, a 4 ºC
permanece estable durante semanas a meses, mientras que conservado de –20 a –70 grados
mantiene su infectividad por años.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 483

Se inactiva por la esterilización con autoclave (121 °C durante 20 min.), y la exposición


al cloro durante 15 minutos en concentraciones de 10.5-2.5 mg/l.
La capacidad de los virus para sobrevivir a temperaturas relativamente altas y a la inac-
tivación con solvente remarca los requisitos de un cuidado meticuloso cuando se manipula
materia fecal en el contexto hospitalario o de laboratorio, y de la desinfección de las superficies
potencialmente contaminadas.

EPIDEMIOLOGÍA
El VHA causa enfermedad en humanos, chimpancés, y primates inferiores.
La hepatitis A es una enfermedad aguda autolimitada que rara vez provoca la muerte.
A pesar de lo antedicho, se han comunicado casos de recidivas y colestasis de instalación en
la fase aguda tardía y de varios meses de duración. Estas dos variantes son inusuales y gene-
ralmente benignas. La tasa de mortalidad asociada a la hepatitis A ictérica es de 2 por cada
1000 casos. Nunca evoluciona a una hepatitis crónica ni hacia estado de portador.
La hepatitis a virus A es endémica en todo el mundo y se caracteriza por presentarse de
modo epidémico o en forma de brotes aislados. Se transmite de manera predominante por
vía fecal-oral, es altamente contagiosa y se transmite con rapidez a los contactos íntimos.
Los casos se presentan usualmente durante el periodo otoño-invierno asociado a su forma
de transmisión. Al propagarse por vía fecal-oral la epidemiología de este virus se relaciona
directamente con las condiciones higiénicas de la población, el acceso de la misma a una
fuente de agua potable limpia y las condiciones de saneamiento. Su diseminación está dada
por la eliminación de partículas virales en la materia fecal de individuos infectados durante
la última etapa del periodo de incubación. El pico de liberación viral en heces se da general-
mente entre los 5 y 10 días previos al comienzo de los síntomas clínicos de la enfermedad,
extendiéndose hasta una semana después de aparecida la ictericia o del aumento en el nivel
de las transaminasas. Este periodo es el de mayor contagio y no se evidencia sino hasta la
aparición de los síntomas.
Se han relacionado ciertos brotes con manipuladores de comidas e incluso a la ingesta de
moluscos bivalvos. Otros modos menos frecuentes de transmisión incluyen relaciones homo-
sexuales y el uso de drogas intravenosas. En ocasiones las guarderías son origen de brotes epi-
démicos sobre todo cuando albergan niños que aún utilizan pañales. La transmisión parenteral
es francamente inusual. El período de incubación no depende de la vía de transmisión.
El periodo de incubación dura aproximadamente entre 2 a 7 semanas con una media de
4 semanas. Un 60-70% de los pacientes son asintomáticos cuando la infección se produce
en los primeros años de vida. Sin embargo, en adolescentes y en adultos jóvenes, el 90% o
más son formas ictéricas y con sintomatología importante. Menos del 1% de los infectados
por VHA puede sufrir una hepatitis fulminante, (totalizando un 5-10% de todas las causadas
por virus hepatotropos). Un 60% de los pacientes con hepatitis fulminante se recuperan sin
sufrir un trasplante hepático.
La población de países con condiciones higiénico-sanitarias inadecuadas se infecta durante
los primeros años de vida, convirtiéndose así en una enfermedad de la primera y segunda
infancia o adolescencia, y rara vez en adultos, por lo que en estas comunidades la prevalencia
de anticuerpos en adultos es superior al 90%. En países desarrollados el panorama es distinto,
la infección deja de ser frecuente en la infancia, pasando a ser esporádica para todos los grupos
etarios. En estos países, conforme disminuye la infección subclínica en la infancia surge una
población de adultos predispuestos a la enfermedad. Parte de la importancia de dicho suceso
radica en que la enfermedad es clínicamente más evidente en adultos, además de ser más grave
484 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

con una mayor tasa de morbimortalidad. El factor más importante relacionado a la severidad
de la enfermedad es la edad del paciente al momento de la infección.
En nuestro país la enfermedad es endemo-epidémica y su prevalencia ha cambiado en los
últimos años. En Montevideo, la infección por virus de hepatitis A muestra una prevalencia
intermedia, con variaciones en relación a la edad y las condiciones sanitarias, y dentro del
grupo de los manipuladores de alimentos es mayor que en la población global.
La incidencia según datos de Vigilancia Epidemiológica del MSP de nuestro país durante
el año 2005 se han registrado 2877 casos nuevos de VHA. En estos están incluidos los casos
del brote de infección por VHA en Bella Unión (Artigas) en 2005.

PATOGENIA
El virus, resistente al ácido, probablemente pase al estómago, se replique en menor cantidad
en el intestino y luego es transportado hacia el hígado, sitio más importante de replicación. El
virus se elimina a partir de las células infectadas del hígado a través de los sinusoides hepáticos
y los canalículos, pasa al intestino y se excreta en las heces. Como se mencionó anteriormente
la progenie viral emerge de los hepatocitos sin causar lisis celular, de manera que la citopa-
tología sería más una consecuencia de la respuesta inmune del huésped, fundamentalmente
la respuesta inmune celular, que la inducida por el virus en sí.
La presencia de grandes cantidades de partículas virales en los hepatocitos antes de inicio
de la hepatitis también está en contra de un efecto citopático directo importante del VHA.
En los estudios humanos se encontró que los linfocitos de los pacientes convalecientes
producían efectos citotóxicos contra líneas celulares infectadas por el VHA y que los clones
de células T CD8+ mostraban actividad citotóxica contra los fibroblastos autólogos infectados
por VHA. Estos hallazgos son compatibles con la hipótesis de que los linfocitos T CD8+
median el daño celular hepático. Además las células NK mostraron ser capaces de lisar las
células en cultivos de tejidos infectados por VHA.
Los anticuerpos circulantes probablemente sean más importantes en la limitación de la
diseminación del virus a las células hepáticas no infectadas y otros órganos.

RESPUESTA INMUNE
Desde el momento en que aparecen los síntomas puede detectarse anticuerpos (Ac) clase
inmunoglobulina M (IgM) circulantes, persistiendo en sangre por varios meses, rara vez
persisten mas de 6 a 12 meses. En la fase de convalecencia la aparición de IgG (y en menor
medida de la IgA) se da poco tiempo después de iniciada la enfermedad y generalmente
persisten de por vida. Estos últimos tienen actividad neutralizante y protectora frente a una
posible reinfección.
Como se dijo anteriormente, la respuesta inmune del huésped es la que contribuye en
mayor medida a la patogénesis de la enfermedad. La respuesta celular es el principal mecanismo
involucrado en la patología hepática, en donde linfocitos T citotóxicos CD8+ y células NK
actuarían eliminando a aquellos hepatocitos infectados. La respuesta inmune humoral tam-
bién juega un papel en el daño hepático ya que la unión de anticuerpos a células infectadas
desencadenaría el mecanismo de citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos (ADCC).
El examen de pacientes con infección aguda por VHA en búsqueda de la presencia de cito-
quinas mostró niveles elevados en suero de interleuquina 1α y 1β, interleuquina 6 (IL 6) y
factor de necrosis tumoral α (ΤΝFα), lo que sugiere que estos mediadores químicos puedan
estar asociados a la enfermedad y tener algún rol en el daño hepático. Se ha demostrado
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 485

también la presencia en suero de inmunocomplejos IgM-antígenos e IgG-antígenos, siendo


los primeros los más abundantes.

DIAGNÓSTICO
El diagnóstico puede hacerse por métodos directos o indirectos. Los directos se basan en la
detección del virus en heces. La eliminación de virus ocurre muy tempranamente, en un
periodo bastante anterior a la aparición de los síntomas (cuando están presentes), por lo
que las posibilidades de éxito con esta alternativa son pocas. Los métodos empleados para la
detección de VHA en heces fueron, entre otros, la inmunomicroscopía electrónica, usando
técnicas más difundidas como RIA (radio inmuno análisis) y ELISA de doble sandwich. En
los laboratorios de investigación se han utilizado técnicas diagnósticas basadas en estudios
moleculares, que incluyen la hibridación y en especial la PCR cuando se requiere una prueba
muy sensible para la presencia del VHA. La retrotranscripción-PCR (RT-PCR) ha demostrado
ser una técnica útil para la identificación de VHA a partir de muestras clínicas, siendo muy
específica.
Se ha intentado cultivar el virus en líneas celulares establecidas para el diagnóstico, pero
ha resultado poco práctico debido al enorme tiempo necesario para detectar la presencia del
VHA en tales cultivos celulares, y a sus elevados costos.
El otro enfoque para el diagnóstico de VHA es la serología, que representa los métodos
indirectos, actualmente el método apropiado para la confirmación del diagnóstico. Mediante
la detección, por EIA (enzimo inmuno análisis), de anticuerpos IgM específicos se puede
determinar eficazmente una infección reciente. A los 15-20 días de comenzados los síntomas
se elevan también los títulos de anticuerpos IgG que permanecen detectables prácticamente
de por vida, transformándose así en una cicatriz inmunológica de la infección.
En raras ocasiones está indicada la biopsia hepática. Mediante los estudios de inmu-
Figura 2. Evolución clínica, virológica y serológica de un caso típico de hepatitis A. Abre-
viaturas: ALT, alanina aminotransferasa; ANTI-HAV, anticuerpos contra el virus de la hepatitis
A; HAV, virus de la hepatitis A.
Ictericia

Síntomas

Anti-HAV
ALT

HAV
FECAL

IgM anti-HAV

Meses después de la exposición


486 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

nofluorescencia, tinción con inmunoperoxidasa o por microscopía electrónica de cortes de


espesor delgado, se pueden detectar el antígeno de la hepatitis A y las partículas de VHA en
el citoplasma de las células infectadas (figura 2).

PROFILAXIS
El control del VHA incluye la prevención de la infección en grupos susceptibles, la preven-
ción o atenuación de la enfermedad en contactos de casos, y la prevención y contención de
brotes.

Medidas sanitarias
El fomento de las normas estrictas de higiene personal, el suministro de agua limpia para
beber y para el lavado, buenos sistemas de alcantarillado, etc., resultan de suma importancia.
Se deben realizar las recomendaciones para una alimentación adecuada a aquellas personas
viajeras, en especial el cuidado de verduras crudas y mariscos.
En el área hospitalaria se recomienda el lavado de manos y la utilización de guantes frente
a la manipulación de material potencialmente contaminado con materia fecal. Los pacientes
requieren solo aislamiento entérico. El personal hospitalario no tiene una prevalencia más
elevada de anticuerpos contra el VHA que los sujetos control de características similares.

Inmunización pasiva
La protección individual puede ser lograda en forma pasiva por la administración de globulina
sérica obtenida de un pool de IgG de un gran número de individuos con alto título de Ac
neutralizantes. Todas las preparaciones de inmunoglobulinas (Ig) contienen una concentración
suficiente de anticuerpos anti-VHA para ser protectores.
Cuando se administra tras la exposición o durante la fase inicial del periodo de incubación,
previene la aparición de hepatitis A clínicamente manifiesta. Su efectividad es mayor dentro
de las dos semanas de la exposición. En algunos casos la Ig no aborta la infección pero, al
atenuarla, la hace asintomática. Como resultado se produce una inmunidad pasivo activa de
larga duración, sin embargo, actualmente se considera que esto es la excepción y no la regla. La
Ig se recomienda en general para profilaxis postexposición y también para los que no pueden
recibir la vacuna. Otra recomendación la constituyen los niños menores de dos años para
quienes la vacuna aún no ha sido aprobada. No es necesario establecer una profilaxis para los
contactos ocasionales, en las personas mayores, ni en los portadores de anticuerpos anti-VHA
en suero. En general cuando se detectan los brotes epidémicos el periodo de incubación suele
estar demasiado avanzado para que la Ig sea eficaz, sin embargo la profilaxis puede reducir
la frecuencia de casos secundarios. La Ig nunca fue exitosa para alterar la epidemiología de
la hepatitis en una comunidad de riesgo elevado, dada la naturaleza transitoria de la protec-
ción, las tasas de cobertura y quizás, la falta de inmunidad en gran parte de la población. Se
recomienda profilaxis a los viajeros a zonas tropicales.

Inmunización activa
En cuanto a la inmunización activa se han diseñado vacunas a virus atenuados, que se obtienen
por pasajes sucesivos del virus en cultivos celulares con pérdida progresiva de la virulencia.
Las vacunas a virus atenuados están basadas en las cepas CR326 y HM175.
El otro diseño de vacuna se logró con el cultivo del VHA y la posterior inactivación con
formalina. Se ha demostrado que son inocuas, eficaces y que inducen una respuesta impor-
tante de anticuerpos neutralizantes en forma rápida (en dos semanas ya se observa formación
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 487

de anticuerpos). La vacuna contra la hepatitis A constituye el método de elección para la


inmunoprofilaxis preexposición. Otros grupos candidatos a recibir la vacuna son población
militar, poblaciones con brotes epidémicos cíclicos, cuidadores de primates, trabajadores de
laboratorio expuestos al virus, portadores de hepatopatía crónica de diferentes etiologías,
entre ellos los portadores de hepatitis C, varones homosexuales, adictos a drogas intravenosas,
viajeros, pacientes con trastornos de la coagulación que necesitan administraciones frecuentes
de transfusión de concentrados de factores de la coagulación entre otros.
En nuestro país dicha vacuna todavía no integra el plan nacional de vacunaciones, sin
embargo se recomienda su administración a niños por encima de los dos años, pero dado el
costo (o la situación socioeconómica de nuestra población) gran parte de la misma no accede
a la misma.
El esquema que se recomienda incluye una dosis única seguida de una dosis de refuerzo 6
a 12 meses más tarde. Esto produce niveles muy elevados de anticuerpos, aunque los títulos
todavía están por debajo de lo que se ve luego de la infección natural; estos títulos son menores
que los observados tras la administración de Ig.

Virus de la hepatitis B
Solo hasta los años 60 fue descrito el virus B como uno de los agentes responsables de la he-
patitis sérica. El virus presenta un estrecho rango de huéspedes posiblemente restringido a los
seres humanos y algunos primates. Los seres humanos serían el único reservorio conocido para
nuevas infecciones humanas. Son capaces de inducir persistencia de la infección con formas
virales en el hígado y sangre durante años o de por vida. La infección persistente puede estar
acompañada de escasa enfermedad hepática o ninguna, pero es común la hepatitis crónica
persistente o activa. La expectativa de vida de los pacientes infectados por el VHB se ve
acortada por el riesgo significativo de desarrollar cirrosis y carcinoma hepatocelular.

TAXONOMÍA Y CLASIFICACIÓN
El virus de la hepatitis B (VHB) pertenece a una familia de virus animales denominada Hepa-
dnaviridae y es un hepadnavirus junto a otros virus relacionados como el virus de la hepatitis
de la marmota, el de la hepatitis de la ardilla terrera y el de la hepatitis del pato de Pekín.
Todos ellos son virus ADN hepatotrópicos. El VHB es el único que infecta al hombre. Estos
virus tienen un moderado rango de hospederos, tropismo por los hepatocitos y la producción
in vivo, en los hepatocitos, de: gran cantidad de envolturas virales no infecciosas (secretadas
a la circulación) y partículas virales infecciosas.

CARACTERÍSTICAS ESTRUCTURALES
Es un virus de forma esférica de 42 nm de diámetro (partícula de Dane). Posee una envoltura
de 7 nm de espesor que contiene las proteínas que forman el antígeno S (o antígeno Australia),
HBsAg, y glucoproteínas y lípidos celulares. Dentro de la cubierta encontramos la nucleo-
cápside de 28 nm de diámetro que forma el antígeno del core de la hepatitis B, HBcAg. En
el interior de ésta se sitúa el genoma y una enzimas con actividad ADN polimerasa (incluida
transcriptasa inversa) y con actividad proteinquinasa
El HBsAg está representado por tres polipéptidos codificados por VHB designados grande,
mediano y pequeño, y por lípidos derivados del huésped. La proteína pequeña está codificada
por la región S del gen S, la proteína mediana está codificada por las regiones pre-S2 y S del
gen S, y la proteína grande está codificada por las regiones pre-S1 + pre-S2 y S del gen S del
488 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

genoma del HBV. Las glucoproteínas del HBsAg contienen un determinante específico de
grupo (a) y determinantes tipo-específicos (“d” o “y”, “w” o “r”), habiéndose identificado los
subtipos: adw, adr, ayw y ayr, útiles como marcadores epidemiológicos. Estos subtipos están
distribuidos geográficamente alrededor del mundo, siendo el subtipo adw el que predomina
en las Américas. También se ha descrito heterogeneidad antigénica del determinante w y
determinantes adicionales como j, k, q, etc. El determinante a puede generar inmunidad
protectora contra virus de cualquier subtipo, y los determinantes de subtipo parecen generar
protección específica de subtipo.
La nucleocápside consiste en 180 monómeros de proteínas arreglados en forma icosaédrica.
Están codificados por el gen C (central o de la nucleocápside). Cuando los polipéptidos se
ensamblan formando el core se manifiesta la especificidad de antígeno, HBcAg. Una forma
truncada de esta proteína posee especificidad de “antígeno e” (HBeAg). El marco de lectura
del gen C incluye una región pre-C. Cuando se inicia la traducción a partir de esta región se
secreta el polipéptido truncado con especificidad HBeAg. Este, a diferencia del HBcAg se
encuentra en forma soluble y es un indicador de replicación viral.
También se observan otras entidades morfológicas en varias proporciones. Las formas
más numerosas son las partículas esféricas pleomórficas, no infecciosas, con un diámetro que
varía entre 17-25 nm; se ven también formas tubulares o filamentosas de varios largos pero
con diámetros similares a los de las partículas pequeñas. Estas partículas son producto de la
síntesis en exceso de la cubierta o envoltura.

GENOMA VIRAL
Está compuesto por una pequeña molécula de ADN de doble cadena incompleta de 3,2 kb.
La cadena de polaridad negativa es la completa, circular pero no cerrada, con un polipéptido
covalente en el extremo 5´ que probablemente funcione como “primer”. La cadena corta,
incompleta, de polaridad positiva tiene una longitud variable (15-60% de la cadena negati-
va). El extremo 3´ de la cadena negativa tiene una ADN polimerasa capaz de completarla,
formando un ADN circular de doble cadena completa en el inicio del ciclo de replicación.
La cadena negativa es la que posee la totalidad de la información genética. Posee cuatro
marcos abiertos de lectura (MAL): S, C, P y X, cada uno de los cuales codifica la síntesis de
una proteína vírica distinta: HBsAg, HBcAg, DNA-polimerasa y la proteína X, que interviene
en el proceso de replicación del virus. Estas regiones del ADN se superponen parcialmente
entre sí, de manera que la cadena es leída una vez y media (figura 3). Esta característica
permite incrementar la capacidad codificante del ADN viral más pequeño conocido que
infecta a mamíferos.
El ADN de VHB se encuentra en los hepatocitos no solo en las formas episomales, sino
también integrados al ADN celular. Se desconoce si esta integración ocurre en todas o solo
en algunas células infectadas y si el ADN viral se encuentra en muchos sectores del ADN
celular. La integración del ADN viral al ADN celular interrumpe el genoma viral por lo que
no se produce replicación viral a partir de las secuencias integradas en células hepáticas
infectadas. Por lo tanto la integración no forma parte del proceso de replicación viral como
ocurre en los retrovirus. Sin embargo se pueden expresar algunos genes virales, habitualmente
el gen del antígeno de superficie.

PROTEÍNAS VIRALES
Los cuatro MAL que codifican proteínas virales son traducidos en siete proteínas, cuatro de
ellas son los antígenos que producirían la respuesta inmune en el individuo infectado:
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 489

1. Ag. de superficie – HBsAg: proteína estructural, es una asociación de tres proteínas: gran-
de, mediana y pequeña, mencionadas anteriormente, inmersas en una bicapa lipídica. La
proteína pequeña es la que se encuentra en mayor cantidad, llevando la señal necesaria
para el ensamblaje de las proteínas grande y mediana. Se piensa que la proteína grande
lleva el sitio de unión para los receptores celulares.
2. Ag. del “core” – HBcAg: el M.A.L. del core codifica para dos proteínas: la de la cápside
viral – Ag del core y el:
3. Ag. “e” – HBeAg: los anti-HBe se hallan en aquellos pacientes cuya síntesis viral es
reducida o incompleta. La persistencia en sangre de HBeAg en una hepatitis viral aguda
esta asociada con un aumento de riesgo de hepatitis crónica o cirrosis.
4. El MAL de la polimerasa codifica una proteína, la transcriptasa reversa viral, este poli-
péptido tiene por lo menos cuatro actividades enzimáticas requeridas para la síntesis del
ADN genómico.
5. Proteína X: se la asocia a una función reguladora: transactivador de varios promotores,
y ha demostrado capacidad transformante en cultivos celulares, por lo que se la ha rela-
cionado con la génesis del hepatocarcinoma.

REPLICACIÓN
El ciclo replicativo comienza con la adsorción y entrada del virus a la célula. Se han descrito
dos mecanismos relacionados con receptores celulares: uno asociado a la proteína media del
HBsAg que tiene la capacidad de ligar albúmina humana polimerizada, ésta actuaría como
puente en la utilización de los receptores de albúmina del hepatocito. El otro mecanismo
relaciona a la proteína grande de HBsAg con la capacidad de utilizar los receptores para IgA
presentes en el hepatocito, ya que su estructura molecular es similar.

Figura 3. Representación esquemática de las formas virales de hepatitis B encontradas en


la sangre de pacientes infectados.
490 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Una vez que el virus se ha adsorbido a la célula, debe entrar en ella, para esto son va-
rios los mecanismos propuestos: fusión de la cubierta viral con la membrana plasmática, lo
cual permitiría una entrada directa de la nucleocápside, o endocitosis del virión y fusión de
membranas entre la cubierta viral y la membrana endosomal.
Una vez dentro de la célula la nucleocápside debe desnudarse para permitir que el ADN
viral ingrese al núcleo.
La transcripción la realiza la ARN polimerasa II del huésped que produce dos clases de
ARN virales: los ARN subgenómicos que codifican para las proteínas virales de envoltura y
los ARN genómicos, que son bifuncionales: sirven como mensajeros para las proteínas del
core y de la polimerasa viral; y además son el templado de la transcripción reversa. Estos ARN
luego son transportados al citoplasma donde serán traducidos.
El ARN genómico es encapsidado en partículas de nucleocápside viral junto con la po-
limerasa. Esta encapsidación es altamente especifica, no encapsida ni ARN celular ni ARN
subgenómicos viral, sólo el ARN genómico. Esta reacción, no solo requiere las proteínas del
core, sino también los productos del gen P. Esto se ha comprobado con virus mutantes que
al perder el gen P, producen nucleocápsides vacías.
Una vez lograda la encapsidación, el ARN genómico comienza su transcripción inversa
que dará lugar a la cadena negativa de ADN. La síntesis de esta primera cadena utiliza como
iniciador (o primer) una proteína, codificada por el gen P de la polimerasa viral. La segunda
cadena de ADN positiva, utiliza como molde o templado a la cadena negativa y como ini-
ciador un pequeño ARN derivado del extremo 5´ del ARN genómico. No es necesaria la
síntesis completa de la cadena positiva de ADN para que la partícula se envuelva y se libere.
Los viriones extracelulares contienen en forma incompleta la cadena positiva de ADN, e
inclusive híbridos ARN-ADN. Luego de la síntesis del ADN viral, estas partículas core brotan
del retículo endoplásmico, adquiriendo la cubierta de glicoproteínas. La partícula de Dane
madura es secretada de la célula por los mecanismos normales de transporte vesicular.
Se ha estudiado un camino alternativo: la partícula del core portando el ADN viral, en
lugar de envolverse y exportarse, podría recomenzar el ciclo, aportando ADN viral en el
núcleo, aumentando su concentración. Se piensa que es un fenómeno que ocurre con cierta
frecuencia en el hepatocito infectado.
Las proteínas estructurales de cubiertas, son sintetizadas en el retículo endoplásmico.
Su excreción puede ser de dos formas: como péptidos glicosilados o como polipéptidos sin
glicosilar. Los polipéptidos parecerían autoensamblarse para formar las partículas de 22 nm sin
otras proteínas virales ni celulares, estas reaccionan con la membrana del retículo y forman la
envoltura de las partículas vacías. Una vez formadas son excretadas muy rápidamente.

FORMAS VIRALES EN LA SANGRE


Una de las características de la infección por el VHB es la producción de grandes cantidades
de formas antigénicas, en las infecciones agudas y en la mayoría de las infecciones crónicas.
El HBsAg sigue siendo el indicador más útil de infección activa. Solo aparece en la
sangre como componentes de los viriones y las formas virales particuladas incompletas. La
concentración de formas virales incompletas en suero suelen exceder en mucho las concen-
traciones de viriones completos o partículas de Dane. En la sangre no se encuentra HBcAg.
Como se mencionó anteriormente, el HBeAg proveniente del anterior, es soluble y es el que
se encuentra en el suero del paciente.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 491

RESISTENCIA A AGENTES FÍSICOS Y QUÍMICOS


Es muy importante recordar que la infectividad del HBV permanece inalterada durante 6
meses a temperatura ambiente, 4 horas a 60 ºC y 15 años a –20 ºC. El calor destruye el virus
rápidamente (a 100 ºC por 15-29 min., a 121 ºC por 15 min.), también lo hacen agentes
químicos como el hipoclorito de sodio (0,5% por 15-30 min.), formol o glutaraldehido (por
más de 10 horas).

EPIDEMIOLOGÍA
Es un virus de distribución mundial, pero pueden diferenciarse zonas endémicas de alta pre-
valencia: Sudeste asiático, ciertas zonas de África y en Sudamérica, la región amazónica.
La principal vía de transmisión es la parenteral (sangre o sus derivados). Se han establecido
con seguridad varias vías específicas de transmisión. El tiempo de incubación es variable, de
6 semanas hasta 6 meses. Sin duda las más importantes son la transferencia percutánea y el
contacto de las membranas mucosas con sangre y quizás otros líquidos corporales por ej. saliva,
además de contactos homosexuales y heterosexuales. La vía sexual es responsable del 30%
de los casos. Además son significativas la vía oral y perinatal; en zonas endémicas (madres
con HBsAg positivo con HBeAg en el momento del parto) donde se estima que tienen un
90% de probabilidades de transmitir la infección al neonato. Un 90% de los neonatos infec-
tados evolucionan a una hepatitis crónica, cirrosis y tienen alta probabilidad de desarrollar
un carcinoma hepatocelular. La infección neonatal puede darse in útero, en el momento del
parto; la presencia de HBsAg en la leche materna supone esta es también una vía de trans-
misión pero dicha situación permanece en estudio. No se han descrito trastornos fetales por
la infección HBV durante el embarazo, pero es fundamental conocer el estado de infección
en las embarazadas a término, para evitar una infección perinatal.
La mayoría de las infecciones primarias en poblaciones de alta endemia ocurren en eda-
des tempranas (10-50% de las infecciones persistentes son adquiridas en forma perinatal de
madres infectadas).
Solo el 5-10% de las infecciones que ocurren en adultos se hacen persistentes. La preva-
lencia de los portadores es mayor en hombres.
Uruguay está ubicado dentro de las áreas de baja prevalencia, determinado por la detec-
ción del HBsAg y anti-HBs.
Los grupos de mayor riesgo de infección para este virus son: los politransfundidos, los
homosexuales, los drogadictos endovenosos, los dializados y el personal de salud.
Se ha detectado HBsAg en sangre, suero, saliva, semen, lagrimas, secreciones vaginales,
sudor, orina, etc., es decir todos aquellos líquidos corporales que en algún momento se en-
cuentran en contacto con la sangre.
La incidencia de casos de infección por VHB y VHC en 2005 según Vigilancia Epide-
miológica del MSP es de 877 casos.

TRANSCURSO DE LA ENFERMEDAD Y RESPUESTA INMUNE


Una vez producida la infección, ya sea por vía parenteral, sexual, oral o perinatal, el virus se
instalará en los hepatocitos dando lugar a una infección productiva. Como característica se
liberan grandes cantidades de partículas virales vacías, no infectantes, al torrente sanguíneo.
Es decir la infección por el VHB determina no sólo la producción en el hígado de viriones
completos, sino también una gran producción de partículas incompletas (con capacidad
inmunogénica pero no infecciosa) constituidas exclusivamente por HBsAg y la liberación a
la sangre de un antígeno soluble ligado al HBcAg, denominado antígeno e (HBeAg).
492 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Infección primaria autolimitada


Después de la infección por el VHB aparecen en la sangre, durante el período de incubación,
HBsAg, HBeAg, DNA del VHB y actividad DNA-polimerasa. Los títulos de estos marcadores
víricos aumentan progresivamente hasta la aparición de los síntomas y la elevación de las
transaminasas, para luego decaer.
En este caso el HBsAg se detecta en forma transitoria siendo el primer indicador viral
que aparece en la sangre. La presencia de este antígeno se considera sinónimo de infección
aguda. Se pueden detectar luego de la primera o segunda semana luego de la exposición. Las
manifestaciones clínicas aparecen en promedio 4 semanas después de la aparición de HBsAg.
A medida que disminuyen los síntomas, los títulos de HBsAg diminuyen hasta ser indetecta-
bles en la mayoría de los pacientes asintomáticos. El HBeAg es otro indicador temprano de
la infección. Aparece a los pocos días de la aparición del HBsAg, y el título forma un pico y
luego declina en paralelo con el HBsAg. El HBeAg desaparece justo antes de la desaparición
del HBsAg. En la mayoría de los pacientes, los anticuerpos anti-HBe aparecen cuando ya
no se detecta HBeAg o poco después. Los anticuerpos anti-HBe persisten 1-2 años después
de la resolución de la infección por VHB. El tercer indicador viral en orden de aparición
son los viriones que contienen ADN y ADN polimerasa. Estas partículas de detectan por su
actividad ADN polimerasa o por hibridación con ADN viral, y se encuentran en la sangre
de la mayoría de los pacientes poco después de la aparición de HBsAg. Su concentración
alcanza alto niveles durante el período de incubación tardía y desciende con el inicio de la
hepatopatía. Un cuarto indicador de infección que aparece en casi todos los pacientes y en
la mayoría antes del inicio de la lesión hepática son los anticuerpos anti-HBc. Aparecen 3 a
5 semanas después de la aparición de HBsAg en la sangre, y antes del inicio de la hepatitis
clínicamente evidente o en forma simultánea. Los anticuerpos anti-HBC se pueden detectar
5 a 6 años después de la infección aguda en la mayoría de los pacientes. Estos pueden ser de
clase IgM o IgG. La de tipo IgM sugiere una infección primaria en algún momento posterior
al período temprano precedente; un título elevado de anti-HBc de tipo IgG sin IgM anti-HBc
sugiere infección persistente.
Se ha demostrado la aparición de anticuerpos anti-HBs durante la antigenemia. La
negativización del HBsAg, constituye la primera evidencia de cese de la replicación viral y
resolución de la infección. Con la aparición de anticuerpos anti-HBs, se tiene la certeza de
resolución e inmunidad. También se han detectado complejos inmunes HBsAg-anti-HBs. Sin
embargo en la mayoría de los pacientes con infección por VHB autolimitada solo pueden
detectarse anti-HBs después de que desaparece HBsAg de la sangre.
Los anticuerpos anti-HBs no se pueden detectar aún con las pruebas más sensibles en
muchos pacientes inmediatamente después de que desaparece HBsAg. Esto puede ocurrir
hasta en la mitad de los pacientes con infecciones autolimitadas. De modo que existe un
período después de la resolución de una hepatitis B durante el cual no se detecta ninguno de
los dos marcadores: período ventana. Este se caracteriza porque los anticuerpos se encuen-
tran formando inmunocomlpejos (IC) circulantes con el HBsAg que es producido en exceso,
como se dijo anteriormente. Este período es más corto en los pacientes con depuración más
rápida del HBsAg. En el 5-12% de las personas que curan después de una hepatitis B no se
forman anti-HBs.
Cuando los anticuerpos anti-HBs son detectados, su titulo aumenta lentamente durante
la recuperación y puede seguir en ascenso hasta 6 a 12 meses después de la desaparición del
HBsAg. Estos anticuerpos pueden persistir varios años después de la infección por el VHB y
está asociado con protección contra la reinfección.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 493

Figura 4. Representación esquemática de los marcadores serológicos virales en la sangre


durante una evolución típica de infección primaria por virus de hepatitis B autolimitada
positiva para HBsAg.
Títulos de HBsAg, antiHBs, antiHBc y partículas de Dane de DNA pol.

Hepatitis
clìnica

HBsAg

AntiHBc

Part. Dane
DNA pol.

HBeAg antiHBe

10 20 30 2 4 6 8 10
semanas
Tiempo después de la infección por HBV

Esta forma de infección primaria autolimitada puede transcurrir sin la aparición del HBsAg.
Esto puede deberse a la desaparición muy precoz del antígeno, sin embargo la no aparición
de HBsAg en ningún momento se ha comprobado que es una posibilidad. Los anticuerpos
anti-HBs aparecen por lo general 4-12 semanas después de la exposición a VHB. El HBcAg
aparece en títulos menores (figura 4). La enfermedad suele ser en general asintomática.

Infección persistente
En aproximadamente el 10-12% de los casos se produce una infección persistente (figura
5) que dura años. Esta proporción aumenta en los pacientes con inmunodeficiencia natural
(ancianos) o adquirida (hemodiálisis, HIV).
Cuando la negativización del HBsAg no se produce en un período prolongado podemos
sospechar una hepatitis crónica. En estos pacientes la infección no se resuelve y el virus
continúa su replicación. Es muy probable que los pacientes que se mantienen positivos para
HBsAg durante dos semanas o más después de la infección primaria permanezcan positivos
indefinidamente, en cuyo caso se los llama portadores crónicos de HBsAg. Se pueden detectar
viriones, actividad de ADN polimerasa, HBeAg o ADN viral en la sangre de una fracción
significativa de pacientes con infección persistente. Casi todos los pacientes tienen títulos ele-
vados de anti-HBc en sangre. Los niveles de este anticuerpo son significativamente superiores
durante la infección persistente comparados con las infecciones autolimitadas y pueden ser
detectados en forma indefinida en las infecciones persistentes. Se ha detectado HBeAg en el
25-50% de los pacientes con infección persistente y anti-HBe en casi la totalidad del resto.
494 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 5. Esquema de los indicadores virales en sangre durante una evolución típica por
hepatitis B con pasaje a la cronicidad.

Hepatitis
subclìnica
Tìtulos de HBsAg, antiHBc y partìculas de Dane de DNA pol.

AntiHBc

HBsAg

HbsAg
HbsAg o antiHBc

Partìcula
de Dane
DNA pol. antiHBs

10 20 30 2 6 10
semanas
Tiempo despuès de la infecciòn por HBV

Puede ocurrir que el anti-HBe se encuentra formando inmunocomplejos con el HBeAg por
lo que puede ser no detectado anticuerpo libre.
Los ensayos estándar para anti-HBs rara vez detectan este anticuerpo en suero de personas
con enfermedad persistente debido al gran exceso de antígeno.
Algunos pacientes con infección persistente que continúan produciendo HBsAg no
generan cantidades detectables de VHB infeccioso y serían portadores de HBsAg sin ADN
polimerasa viral o HBeAg detectables. Se desconoce la fracción de portadores de HBsAg sin
virus infeccioso detectables. Los pacientes con ADN polimerasa viral y HBeAg detectables
en suero parecen ser muy contagiosos.
Existen unos pocos pacientes portadores de HBsAg sin viriones que contienen ADN y
ADN polimerasa o HBeAg detectables en la sangre; estos replican muy escasos virus completos,
si acaso replican alguno, y el único gen viral expresado parece ser el gen que codifica para
HBsAg en un estado integrado. Muchos de estos pacientes, pero no todos, parecen tener escasa
o ninguna hepatopatía, y por lo tanto sintomatología, y son considerados portadores sanos.
La infección persistente puede estar acompañada de sintomatología constituyendo una
hepatitis crónica activa. Pero para clasificar una hepatitis crónica como activa es necesaria
la imagen histológica que evidencie inflamación y necrosis.
Luego de meses o años de iniciada la infección persistente puede aparecer una seroconver-
sión dada por aparición de anticuerpos anti-HBe, que se asocia con mejoría clínica, funcional
e histológica (10-15% por año). Esta situación suele preceder a la resolución espontánea de
la infección, la que se acompaña en un 1% anual de la desaparición del HBsAg y aparición
de anticuerpos anti-HBs.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 495

Por último, se han adjudicado a infección activa por VHB ciertos casos de hepatitis crónica
sin HBsAg detectable debido a los niveles altos y persistentes de anticuerpos anti-HBc.

INMUNIDAD PROTECTORA CONTRA LA INFECCIÓN


La presencia de anti-HBs parece aportar resistencia casi completa a la reinfección. Este anti-
cuerpo presenta sobre todo especificidad anti determinante de grupo (a). Se ha demostrado
la protección contra la reinfección contra el mismo subtipo así como también se han hallado
segundas infecciones e incluso por subtipos diferentes. En definitiva en anti-HBs protege
contra la infección. Se ha demostrado que los anticuerpos anti-HBc también protegen contra
la infección en aquellos pacientes que no tienen anticuerpos anti-HBs.

PATOGENIA
La infección persistente por VHB puede asociarse con un hígado normal o casi normal
desde el punto de vista histológico y con una función hepática normal. Según la histología
también puede presentarse como una hepatitis persistente crónica o como una hepatitis
crónica activa.
Con altas dosis infectantes de VHB se suelen observar períodos de incubación más breves
y hepatitis agudas más graves que con bajas dosis infectantes.
La infección por VHB a muy corta edad se suele asociar con hepatitis inicial muy leve;
lo que sugiere que la edad es un factor determinante en el pronóstico.
Ha sido difícil definir los mecanismos que intervienen en la lesión de la célula hepática.
Entre estos mecanismos se encuentran descritos:
1. La respuesta de los linfocitos T citotóxicos con restricción HLA clase I dirigida contra los
HBcAg y HBeAg sobre los hepatocitos infectados. Se necesitan aún más estudios para
definir el papel de este mecanismo.
2. Efecto histopatológico directo de expresión de HBcAg en células infectadas. Las células
cultivadas que presentan HBcAg y solo las que expresan HBsAg sufren cambios histo-
patológicos y mueren. Esto indica que la expresión de HBcAg puede ser tóxica para las
células.
3. Expresión a gran nivel y la secreción ineficiente de HBsAg. Este mecanismo está sugerido
por la observación en ratones transgénicos que solo expresan la proteína HBsAg grande.
Esta se secreta en forma ineficiente y se acumula en los hepatocitos produciéndose le-
sión.
4. El último mecanismo sería la coinfección con el VHD. Esta coinfección produce lesión
hepática y supresión de la replicación del VHB. Esta situación se describe con el VHD.
En el huésped humano el estado de necrosis o injuria tisular puede prolongarse en el
tiempo debido a una respuesta inmune deficiente o lenta, asociada a la respuesta inflamatoria
y regeneración hepática continua por varios años. Este proceso patológico, particularmen-
te cuando llega a la cirrosis, puede ser considerado carcinógeno, sin involucrar un acción
oncogénica directa del virus, ya que no se han encontrado oncogenes virales. El carcinoma
hepatocelular es de distribución universal. Las regiones geográficas con mayor incidencia de
carcinoma hepatocelular también son aquellas donde la infección por VHB es habitual, donde
se encuentran las más altas frecuencias conocidas de infecciones persistentes por VHB. Muy
pocos casos de carcinoma hepatocelular se producen en niños. Entre el 60-90% de los pacientes
con carcinoma hepatocelular también tienen cirrosis, lo que sugiere que la asociación de esta
lesión con la infección persistente por VHB aumenta el riesgo de desarrollo de carcinoma
hepatocelular. Aún no se ha identificado un mecanismo viral de hepatocarcinogenicidad. Este
496 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

carcinoma a menudo tiene ADN viral integrado. Se han identificado mutaciones genéticas
que podrían contribuir con un efecto oncogénico en algunos hepatocarcinomas, por ejemplo
mutaciones puntuales en el gen supresor de tumores. El 80% de los carcinomas hepatocelulares
en el mundo se asocian con infección por VHB, habiendo otros factores de riesgo reconocido,
entre ellos se encuentran infección crónica por VHC, hepatopatía alcohólica, hemocromatosis
y otras causas de cirrosis. En consecuencia el papel de VHB en el hepatocarcinoma puede
no ser a través de un mecanismo oncogénico viral específico, sino como agente causal de
hepatopatía necroinflamatoria crónica. Este es un proceso que puede ser carcinogénico sin
considerar el agente productos de la lesión del hepatocito.

DIAGNÓSTICO
El diagnostico etiológico se basa en la detección de las proteínas virales como HBsAg y
HBeAg (el HBcAg no se detecta circulante) y de los anticuerpos específicos contra estos
tres antígenos, mediante técnicas serológicas. Dentro de estas se encuentran los métodos
inmunoenzimáticos (tanto métodos indirectos como directos), y métodos genéricos como
PCR para detección del genoma viral. Es posible detectar ADN en suero mediante PCR en
concentraciones muy inferiores a los de la hibridación de ADN; algunos sueros con pruebas
de hibridación dot blot negativas para ADN mostraron resultados positivos con PCR. La PCR
es una prueba de muy elevada sensibilidad. El perfil evolutivo de los marcadores serológicos
fue descrito anteriormente. (Cuadro 2).
Cuadro 2. Indicadores serológicos de virus de hepatitis B (VHB) en distintos estadios de
infección y convalescencia

Estadio de HBsAg Anti HBs IgG IgM HBeAg Anti HBe


infección anti HBC anti HBC
Periodo de + - - - +o- -
incubación
tardío de hepa-
titis B
Hepatitis B + - + + + -
aguda
Hepatitis - - + + + -
B aguda
negativa para
HBsAg
Portador sano + - +++ +o- - +
de HBsAg
Hepatitis B + - +++ +o- + -
crónica
Infección - ++ ++ +o- - +
por HBV en
el pasado
reciente
Infección por - +o- +o- - - -
HBV en el
pasado lejano
Vacunación - ++ - - - -
reciente para
HBV
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 497

PROFILAXIS
La profilaxis pasiva se realiza mediante una gammaglobulina hiperinmune "HBIg" contra este
virus. La HBIg debe administrarse dentro de las 48 h. de producida la exposición (preferen-
temente antes de las 6 h) por vía intramuscular o intravenosa, en una dosis única. También
puede realizarse con globulina sérica inmune estándar (ISG).
La profilaxis activa se realizó en un principio (comienzos de la década de 1980) por me-
dio de una vacuna de primera generación. Fue la primera vacuna a partir de suero humano,
consiste en la administración de antígenos virales con el propósito de estimular la respuesta
inmune. La vacuna consiste en partículas de 22 nm del VHB obtenidas de portadores cróni-
cos separadas por métodos físicos e inactivadas por métodos químicos. La seroconversión se
produce en el 95% de los vacunados.
Actualmente la vacuna mas difundida para prevenir la hepatitis B es una vacuna de
segunda generación, es una vacuna recombinante donde se usan plásmidos conteniendo el
gen S del ADN del HBV en levaduras (Saccharomyces cerevisiae) permitiendo la expresión
del HBsAg en estas levaduras. Con esta técnica de ingeniería genética las partículas esféricas
obtenidas son inmunogénicas, pero su utilización, sin embargo, tampoco produce la serocon-
versión del 100% de los vacunados.
Es importante determinar los individuos susceptibles y protegerlos: personal sanitario,
pacientes con hemodiálisis, hemofílicos, comunidades cerradas, homosexuales, drogadictos,
etc., y niños cuyas madres sean portadoras en el momento del parto.
Los programas de inmunización contra la hepatitis B deben tener como meta principal la
prevención de la condición de portador crónico. Se establece esta meta para todos los grupos de
población que tengan tasas de portadores superiores al 2%. Al establecerse que existen grupos
con tasas superiores al 8-10%, el problema se transforma en una prioridad para el sistema de
salud. Por esto la organización mundial de la salud (OMS) y la organización panamericana
de la salud (OPS) han considerado la inclusión de esta vacuna en los programas ampliados
de inmunización. El precio de la vacuna esta actuando como factor limitante en el numero
de países en desarrollo que pueden incluirla en sus planes de vacunación. La inmunización
universal de los recién nacidos es la única forma en que la enfermedad pueda controlarse a
largo plazo. En nuestro país forma parte del plan nacional de vacunaciones.
Después de completar la vacunación se determinaran los títulos de anti-HBs. Títulos
inferiores a 10 mUI/ml se interpretan como falta de protección y necesidad de revacunación.
El 85-95% de los sujetos normales se inmunizan adecuadamente, solo si el título es superior
a 1000 mUI/ml se confiere una inmunidad promedio por 3 a 5 años.
Es de mucha importancia que el personal de salud, de laboratorio y todo aquel personal
que se halle expuesto al virus mantenga las medidas de seguridad básicas: esto se basa en
educación sanitaria, vacunación, planificación del reciclaje de material, detección periódica
de HBsAg. Los métodos de inactivación segura del material son: 30 min de ebullición; 15
min a 121 ºC y una atmósfera en autoclave, o 2 horas a 160 ºC en calor seco. Si destacamos
que solo bastan 0.0004 mililitros de suero positivo para infectar a un individuo sano podemos
entender la importancia de las medidas de seguridad.

Virus de la hepatitis C
En la década de 1970 se vio que la mayoría de los casos de hepatitis asociados a transfu-
siones no eran causados por HAV ni HBV. La enfermedad asociada con estos hallazgos se
llamó “Hepatitis no A-no B”, no conociéndose el tipo y número de agentes etiológicos. En
498 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

1989, con la descripción de un nuevo agente mediante técnicas de biología molecular, y el


desarrollo de nuevas técnicas serológicas, pudo diagnosticarse a la mayoría de las hepatitis
postransfusionales como causadas por el virus hepatitis C (HCV).

TAXONOMÍA Y CLASIFICACIÓN
El HCV posee características biológicas y genéticas que le permite ser agrupado dentro de la
familia Flaviviridae, género Hepacivirus.

CARACTERÍSTICAS ESTRUCTURALES
El HCV es un virus esférico, envuelto, con un diámetro aproximado de entre 30 – 60 nm.
Presenta una nucleocápside de simetría icosaédrica y un genoma de ARNsc de polaridad
positiva.

GENOMA
Consta de una única cadena lineal de ARN, de polaridad positiva, no segmentado. Al igual
que los Picornaviridae, las secuencias codificantes en el genoma se encuentran dispuestas en
forma polarizada en dirección 5’-3’, estando más próximos al extremo 5’ los genes que codifican
para las proteínas del core y envoltura (necesarias en gran número de copias), mientras que
por el contrario, cercano al extremo 3’ se encuentran los genes que codifican para proteínas
no estructurales (NS), como por ejemplo la replicasa viral (una copia por partícula viral). Esta
disposición responde al mecanismo de regulación de la expresión de las proteínas virales, el
cual consiste en la mayor probabilidad de despegue del ribosoma desde el transcripto viral; lo
cual lleva a la síntesis de altos niveles de proteínas estructurales y relativamente pocas copias
de aquellas proteínas que no formarán parte de la progenie viral (ahorro energético).
El genoma consta, comenzando por su extremo 5’ de: una región 5’UTR (no codificante),
seguida por un codón AUG que inicia un gran marco de lectura abierto (ORF) el cual codi-
fica una gran poliproteína de aprox. 3000 aminoácidos (AA) de secuencia, la cual contiene
a todos o gran parte de los productos codificados por los submarcos de lectura estructurales
y no estructurales. Hacia el extremo 3’ encontramos otra región no codificante (3’-UTR),
de menor longitud. Tanto la 5’-UTR como la 3’-UTR se hallan implicadas en los eventos de
regulación, tropismo celular, estabilidad del transcripto, secuestro de la maquinaria traduc-
cional del huésped, etc.

Figura 8. Organización del genoma del virus de la hepatitis C. El cuadro rectangular más
grande representa el marco abierto de lectura, dentro del cual las líneas verticales indican
los sitios de clivaje proteolítico por las proteinasas celulares y virales. Las líneas en cada
extremo del marco abierto de lectura representan los segmentos 5’ y 3’ (izquierda y derecha,
respectivamente) no traducidos del genoma (5’ UTR y 3’ UTR).

Serin proteasa NTPasa


Envoltura RNA helicasa

E1 E2 NS2 NS3 NS4b NS5a NS5b

NS2a NS4a
Proteinasa cis-activa Cofactor de la ARN polimerasa
Nucleocápside Zn3 -dependiente proteinasa Zn3 ARN dependiente
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 499

PROTEÍNAS VIRALES
De la poliproteína se derivan por fragmentación enzimática:
• Una proteína de la nucleocápside: C
• Dos proteínas de envoltura. E1 y E2/NS1
• Las cinco proteínas restantes son no estructurales:
– NS2 o p23, con actividad proteasa;
– NS3 o p76, con actividades proteasa, ATPasa y helicasa;
– NS4 (dímero p8- p27), con posible función reguladora y unión a ARNsc;
– NS5A (p56-58), con función también reguladora; y
– la ARN replicasa viral o proteína NS5B (p68), con probable función de ARN replicasa.
Figura 6.

CICLO DE REPLICACIÓN
La estrategia de replicación del genoma de HCV esta en estudio.
Los estudios sobre la replicación, adsorción, penetración, ensamblaje y liberación de las
partículas hijas, aportan muy poco aun.
Se han propuesto modelos de cómo el virus lleva a cabo su ciclo replicativo, entre ellos
tenemos: el virus probablemente entra a la célula previa unión de la glucoproteína E2 a su
receptor específico (desconocido, posiblemente del tipo: lipoproteínas de baja densidad y
el receptor CD81 de membrana del hepatocito). Luego el genoma viral es liberado en el
citoplasma, en donde comienza a traducirse directamente en la poliproteína de 3000 AA (a
partir de una molécula de ARN de polaridad positiva), por un proceso independiente, regu-
lado por la presencia a nivel de la región UTR 5’ de un sitio de alta afinidad de unión para el
ribosoma. A medida que la poliproteína es traducida (o después), comienza el procesamiento
de la misma, es catalizada por las proteasas codificadas por el virus (NS2 y NS3) neosinte-
tizadas y posiblemente proteasas celulares, para dar lugar a todas las proteínas estructurales
y no estructurales en su forma nativa. El procesamiento comienza con el autoclivaje de las
proteasas virales como parte de la poliproteína en proteasas maduras, las cuales prosiguen
con el procesamiento del resto de la poliproteína. A partir de este proceso se sintetiza la
ARN replicasa viral (actividad ARN polimerasa-ARN dependiente) la cual primero cataliza
la síntesis de un intermediario replicativo de ARN de polaridad, con una longitud igual a la
del genoma, el cual sirve después como molde para la replicación, por múltiples horquillas
simultáneas, dando lugar a un elevado número de copias de ARN genómico (simple cadena,
de polaridad positiva) viral. Probablemente la envoltura es adquirida por invaginación den-
tro de vesículas citoplasmáticas; mientras que el mecanismo de liberación aún permanece
desconocido (se sospecha que podría ser por exocitosis). El HCV suele no generar un efecto
citopático evidente.

VARIABILIDAD ANTIGÉNICA
Se han identificado regiones hipervariables en todos los genes que codifican proteínas virales,
pero los más variables son los que codifican para las proteínas de la envoltura.
Al igual que con otros genomas de ARNsc y debido a la ausencia de actividad proofreading
y nick translation de la replicasa de HCV, el genoma viral posee una alta tasa de sustitución de
nucleótidos (2x10-3) por año. Esto trae consigo la acumulación de variantes genéticas incluso
en un mismo individuo infectado (cuasiespecies), las cuales muchas veces pueden infectar
nuevos individuos constituyendo nuevas poblaciones del virus genéticamente distintas o
genotipos según el porcentaje de variabilidad. Hasta el momento se han identificado seis
500 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

genotipos predominantes de HCV, cada uno de los cuales integrado por variantes genómicas
menores o subtipos genómicos, denominados A, B y C. El análisis de secuencia de la región del
genoma que codifica para la polimerasa viral (NS5B) proporciona información con respecto
a dicha variabilidad, siendo la utilizada en la determinación de los genotipos y sus variantes:
12% de divergencia de secuencia o menos entre diferentes aislamientos es característico de
un mismo subtipo; mientras que una divergencia del 36 - 28% o menos es correspondiente
a un mismo genotipo.
En Uruguay predominan los genotipos 1, 2 y 3 en sus diferentes subtipos. En lo que a
prevalencia se refiere, el genotipo 1 corresponde a un 70% de los casos, dentro del cual los
subtipos A y B predominan de la misma forma (50% cada uno); le sigue el genotipo 3, subtipo
3A, con un 26% de los casos, y finalmente el genotipo 2, subtipo 2A, con un 3%.

RESISTENCIA FRENTE A AGENTE QUÍMICOS Y FÍSICOS


Este agente infeccioso se ve inactivado por exposición a solventes lipídicos o detergentes;
a 100 ºC durante 5 min; a 121 ºC durante 15 min; es inestable a temperatura ambiente o
frente a congelamiento y descongelamiento repetido. Puede ser destruido por hipoclorito de
sodio al 0,5%, formol, etc.

EPIDEMIOLOGÍA
El VHC es la principal causa (87% aproximadamente) de hepatitis no A no B; tiene dis-
tribución mundial. Es un virus de transmisión sanguínea o parenteral fundamentalmente.
También puede darse la transmisión de tipo sexual y vertical (o perinatal). Las personas en
riesgo de adquirir el virus son aquellas sometidas a transfusiones sanguíneas o sus productos
(hemofílicos), drogadictos intravenosos, pacientes nefrológicos, en hemodiálisis; receptores
de órganos, personal sanitario, personas VIH positivas, etc. En lo que refiere a la transmisión
vertical, los hijos de padres drogadictos intravenosos (especialmente las madres) constituyen
el grupo de riesgo más importante. En el mundo hay un 0 – 15% de transmisión vertical de
HCV, por lo general asociado a niveles socioeconómicos deficitarios y marginación, el 10%
de estos niños desarrollan hepatopatía. Al parecer la transmisión ocurre cuando la madre
tiene viremia alta (en hepatitis agudas o en las portadoras de VIH). La transmisión por vía
sexual es posible, pero es mucho menor que para el virus B y, en general, se asocia a infección
con el VIH.
En pacientes comunitarios en los que puede no haber riesgo previo de infección por vía
parenteral quizá pequeñas dosis del virus accedan al organismo a través de las membranas
mucosas, replicándose a nivel local hasta alcanzar el número necesario como para invadir
la circulación y provocar viremia (de una forma más tardía), ganando acceso hacia el tejido
blanco definitivo.

PATOGENIA
El mecanismo por el cual el VHC causa manifestaciones clínicas aún esta en estudio, pu-
diendo tener lugar un efecto citopático directo o que sea resultado de una respuesta inmune
patológica.
No se distingue clínicamente de otras formas de hepatitis, con mayor tendencia a formas
leves anictéricas y 75% de las veces asintomáticas. Aproximadamente el 80% de las infecciones
desembocan en una hepatitis crónica, es decir que solo un 15-20% de los infectados desarrollan
únicamente una infección aguda y luego se curan. Las formas agudas de la enfermedad por lo
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 501

general son asintomáticas lo cual hace difícil la identificación de aquellas personas infectadas
con riesgo de contraer una enfermedad grave por VHC.
Los pacientes con hepatitis crónica severa o leve por VHC pueden desarrollar una cirrosis
hepática. De estos un 10% desarrollan hepatocarcinoma.

Infección aguda
En casos postransfusionales, el virus se hace detectable en circulación en 1 a 3 semanas,
habiendo ocasionado en el hígado una infección considerable quizá mucho tiempo antes.
El 60–70% de los pacientes con infección aguda son, por lo general, asintomáticos o pre-
sentan manifestaciones no específicas asociadas a un daño hepático moderado (20%), luego
de un período de incubación de 4 – 20 semanas. La hepatitis fulminante es rara.
La fase inicial de replicación extensa en el hígado es seguida, luego de varios meses, por
una declinación de la viremia, pudiendo resolverse la infección en un 15-20% de los enfer-
mos, con curación. No obstante, en la mayoría de los casos la infección aguda progresa a una
infección crónica. Se ha visto que la resolución de la enfermedad va de la mano que va de
la mano con una potente respuesta T helper de tipo 1 (respuesta celular) frente a antígenos
virales en el individuo, la cual no ocurre de la misma manera en todos los pacientes, pudiendo
ser un factor que predispone a la cronicidad.

Infección crónica
La gran mayoría de los pacientes infectados por VHC desarrollan una infección crónica (el
85% de hepatitis postransfusionales y el 50% de las esporádicas), haciéndose portadores del
virus. Estos mantienen sus niveles de transaminasas normales y suelen estar libres de síntomas
durante los primeros períodos, pero con el correr del tiempo la función normal del hígado
tiende a deteriorarse como resultado del daño hepatocelular acumulado, dando lugar a una
enfermedad hepática grave (hepatitis crónica activa – 25%) que puede desembocar en cirrosis
(25%) e incluso hepatocarcinoma (15%).
Por lo general, durante la fase crónica, aumentan los niveles de transaminasas, así como
del número de viriones en sangre, en forma fluctuante, lo cual es muy característico.

Figura 7. Evolución natural de la infección por el virus de hepatitis C.


502 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

RESPUESTA INMUNE
La infección por VHC induce la formación de anticuerpos contra las diferentes proteínas del
virus. Estos anticuerpos aparecen después del inicio de la hepatitis aguda y persisten tanto en
los pacientes que evolucionan a la cronicidad (más del 75%) como en los casos que curan. Su
detección suele interpretarse como evidencia de infección activa cuando se asocia a elevación
de las transaminasas. Cuando éstas son normales no permite distinguir entre infección activa
o pasada. Para ello puede recurrirse a la determinación del RNA del VHC en el suero, cuya
positividad es sinónimo de infección activa.
Los anticuerpos anti-proteína de la cápside son los primeros que generalmente se detectan,
dentro de los primeros días o semanas del inicio de la hepatitis clínica.
Los anticuerpos anti-glucoproteínas de envoltura son detectados en un bajo porcentaje
de los infectados, debido quizá a la diversidad serológica subyacente a estas; a la ausencia de
un test serológico apropiado o porque quizá simplemente no se desarrollen en el individuo
infectado.
Hay que tener en cuenta que se han observado respuestas tardías, de hasta 12 meses
luego del inicio del cuadro clínico. Recientemente se han reportado ensayos serológicos que
permitirían distinguir aquellos individuos portadores del virus de aquellos que se han curado
pero mantienen una respuesta de anticuerpos (figura 7).

MÉTODOS DE ESTUDIO
Actualmente se dispone de procedimientos inmunoenzimáticos que evidencian la presencia
de anticuerpos en sangre de pacientes infectados contra tres antígenos virales.
• pC100 no estructural;
• C22 o proteína del core, y
• p33C, codificada por la región NS3.
Existe un período ventana (no detección de anticuerpos) de aproximadamente 80-90
días.
En general la detección de anticuerpos se realiza en dos etapas: 1) el tamizaje sanguíneo
por ELISA (de alta sensibilidad) a nivel de las instituciones de salud y bancos de sangre; la cual
no permite diferenciar de una infección pasada o presente, aguda o crónica, etc, generando
también muchos falsos positivos; y 2) los estudios complementarios como el Western Blot
(ensayos inmunolineales), los cuales dan un resultado positivo, negativo o indeterminado
(en el caso de que halla seroconversión o en inmunodeprimidos, etc).
La detección del genoma del virus en sangre es otro de los estudios que se realizan para
el diagnóstico de HCV y para diferenciar las formas crónicas de la enfermedad de aquellos
pacientes curados pero con respuesta de anticuerpos. El diagnóstico de actividad viral se
realiza por RT-PCR a partir de muestras de sangre con anticoagulante o plasma. Se basa en
la retrotranscripción de la secuencia correspondiente a la región 5’-UTR (conservada) del
genoma de HCV, la cual sirve como molde o templado para la amplificación con cebadores
específicos de esa región. Además, la PCR utilizada en forma cuantitativa permite hacer el
seguimiento de estos pacientes durante el tratamiento con interferón.
La determinación de los genotipos aislados se realiza también por RT-PCR. El patrón en
electroforesis en gel de agarosa es típico para cada genotipo.

PROFILAXIS
La clave para reducir la incidencia de la infección por el VHC es disminuir la exposición a
la sangre contaminada.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 503

Cuadro 3. Personas en las que se debería realizar el monitoreo para detectar infección
por hepatitis C
Prevalencia elevada Exámenes posteriores a la exposición
Personas que alguna vez se han inyectado Personas con exposición mucosa o
drogas ilegales percutánea importante a sangre positiva
para HCV
Personas con niveles elevados de aminotrans- Niños nacidos de mujeres infectadas con
ferasas el HCV
Personas en hemodialisis Parejas sexuales de personas infectadas
Personas que reciben transfusiones o trans- con el HCV, que deberían ser consid-
plantes de órganos incluidos concentrados de eradas para rastreo de HCV si bien el
factores de coagulación producidos antes de riesgo de transmisión es bajo a través del
1987 o tanto transfusiones como transplantes de contacto sexual.
órganos antes de julio de 1992
Personas en contextos de elevada prevalencia
demostrada de HCV y en que es dificil deter-
minar los factores de riesgo, por ej. internados,
pacientes que se atienden en clínicas de barrios
carenciados por enfermedades de transmisión
sexual y pacientes que se atienden en algunos
departamentos de urgencias de universidades

Debido a que aún no existen vacunas contra el VHC, el control de la infección se lleva
a cabo mediante el correcto tamizaje de la sangre y sus productos en bancos de sangre. Hoy
la infección por HCV es tratable mediante el uso de interferón (IFN) y ribavirina, aunque ya
existen cepas resistentes a uno y otro fármaco. La resistencia al IFNα recombinante se debe
a mutaciones en la región NS5A que codifica para una proteinquinasa viral (factor trans-
regulador). Los genotipos 1 son malos respondedores al tratamiento, a no ser que el mismo
sea de larga duración (1 año con monitorización por RT-PCR). Los demás genotipos suelen
responder bien al tratamiento.
El tratamiento debe acompañarse de estudios de cuantificación periódicos del número
de partículas virales por ml de plasma (carga viral para VHC), ya sea mediante el método de
dilución final o por métodos moleculares.
El desarrollo de una vacuna eficaz va a ser difícil y no a corto plazo, dada su variabilidad
antigénica y su pobre inmunogenicidad.

Virus de la hepatitis D

Fue identificado por primera vez en 1977 como el agente delta. Es un virus defectivo que
requiere del VHB para su replicación y expresión. Requiere además que este último se esté
replicando para poder infectar. Las características del virión (agente delta) son similares a
las de los virus ARN satélites de las plantas, que no pueden multiplicarse sin la ayuda de un
virus “cooperador”.

TAXONOMÍA Y CLASIFICACIÓN
Este agente infeccioso permanece aun está sin clasificar.
504 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

CARACTERÍSTICAS ESTRUCTURALES
Es una partícula esférica de 37 nm de diámetro, presenta envoltura, la cual esta constituida
por el HBsAg (porque toma la cubierta del VHB), en su interior contiene antígeno delta
(HDAg) y una molécula de RNA de simple cadena.

GENOMA
Es una única molécula de ARN circular cerrado de polaridad positiva de 1700 nucleótidos.
Contiene varios marcos abiertos de lectura, siendo uno solo el que codifica para el HDAg.

PROTEÍNAS VIRALES
Presenta una única proteína: el antígeno VHD, no expuesto en la superficie viral. Hay dos
especies de esta proteína, una de 24 kDa. y otra de 27 kDa. La proteína menor es sintetizada
primero y luego de una replicación prolongada se sintetiza la de mayor tamaño. La primera
es requerida para la replicación viral, mientras que la segunda actúa inhibiendo dicha repli-
cación, siendo necesaria para el ensamblaje. La otra proteína identificada en estas partículas
es el HBsAg, que deriva de una coinfección con este virus, y es esencial para el ensamblaje
y transmisión del VHD.

VARIABILIDAD ANTIGÉNICA
Si bien existe heterogeneidad en las secuencias de los aislamientos del VHD de distintas
regiones geográficas, no hay diferencias serológicas entre los aislamientos. Se describieron
tres genotipos de VHD en base a diferencias en la secuencias de sus genomas. El genotipo I
es el más frecuente en todo el mundo. El genotipo II se encuentra en Taiwán y el genotipo
III predomina en Sudamérica.

EPIDEMIOLOGÍA
La vía de transmisión es similar a la del VHB, fundamentalmente parenteral. Es endémico en
las mismas zonas que el VHB. Aparece también en forma esporádica en los mismos grupos
de riesgo para el VHB. Se han descrito incluso epidemias de hepatitis aguda a virus delta en
poblaciones con alta tasa de infección por el virus de hepatitis B (Sudamérica).
En áreas de baja prevalencia de infección por VHD el principal factor de riesgo es el
consumo de drogas por vía intravenosa y los hemofílicos politransfundidos, mientras que en
áreas muy endémicas predomina la transmisión vertical. De todas maneras fuera de estas áreas
la importancia de la transmisión perinatal es mínima y ocurre solo en madres con HBeAg.
La transmisión sexual del VHD parece menos eficiente que la del VHB.
La prevalencia global de la infección en portadores crónicos de VHB es del 5%. El riesgo
de transmisión por transfusión es mayor si el receptor es portador crónico del VHB porque
cantidades mínimas del VHD desarrollan la infección.
La hepatitis D es infrecuente en hemodializados y en homosexuales.

PATOGENIA
Dos posibles mecanismos han sido propuestos:
1. Efecto citopático directo, resultando en necrosis hepatocelular y degeneración grasa,
observando que aquellas células con alto nivel de expresión del antígeno del VHD no
sobreviven.
2. Patogenicidad inducida por la respuesta inmune.
La infección aguda puede producirse simultáneamente con el HBV (coinfección) esto da
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 505

un cuadro de hepatitis aguda clásica que solo se cronifica en un 10%; o puede producirse en
un paciente con hepatitis crónica por HBV (superinfección) la cual tiene un pronóstico más
grave que la anterior. Lleva a enfermedad hepática progresiva en hasta un 90% de los casos.
En estos pacientes también es común desarrollo de una hepatitis fulminante.
La coinfección por el VHB y el VHD induce una hepatitis aguda autolimitada, habitual-
mente con resolución hacia la curación, aunque puede causar una lesión hepática extensa
que se manifieste como una hepatitis fulminante en un 5%. Esta no parece aumentar el riesgo
de una infección crónica por VHB.
La replicación del VHD en los hepatocitos ocasiona una inhibición de la replicación del
VHB (puede determinar negativización del antígeno S), con lo cual la duración del período
agudo de enfermedad suele ser breve. La eliminación del VHB impide la persistencia de la
infección delta y determina la curación de ambas infecciones.
Superinfección: cuando la infección por un inóculo que contiene VHB y VHD se pro-
duce en un portador crónico de HBsAg, se facilita la replicación del VHD. En estos casos la
infección delta tiene, casi indefectiblemente, una evolución a la cronicidad, induciendo una
enfermedad hepática más severa y de rápido progreso, o una cirrosis hepática a menos que
el paciente fallezca por una hepatitis fulminante.
Una tercera forma de infección aguda se vería luego de trasplantes hepáticos en la que la
infección latente por VHD del aloinjerto se reactiva antes de la reinfección franca por VHB
del hígado transplantado.

RESPUESTA INMUNE Y DIAGNÓSTICO


En ambos casos: coinfección y superinfección se sumarán los cambios serológicos propios de
la hepatitis B con los propios de la infección delta, estos últimos consisten en la aparición en
la sangre durante un breve período de tiempo (días) del antígeno delta (HDAg), seguido de
la aparición de una respuesta anti-delta en forma de anticuerpos IgM e IgG. La repuesta IgM
aparece en forma temprana y de manera transitoria. Esta persiste además durante la infección
crónica por lo que no es posible distinguir entre infección aguda y crónica a través de esta.
La IgG anti-delta es indetectable una vez que el antígeno S ha desaparecido.
La infección induce inmunidad tanto humoral como celular. Esta respuesta inmune no es
protectora contra una reinfección, aunque puede modular la sintomatología.
Los marcadores específicos de infección por VHD son: presencia de antígenos de VHD, de
ARN viral en suero y las respectivas respuestas inmune par ellos. Estos marcadores coexisten
necesariamente con marcadores de infección por VHB. La infección por VHD debe sospe-
charse siempre en los pacientes con infección por VHB que se tornaron anti-HBe positivos
pero siguen presentando signos de hepatitis crónica, dado que la inflamación hepática por lo
general remite con rapidez después de la seroconversión para VHB. La posibilidad por VHD
también debe tenerse presente en los pacientes HBsAg positivos estables que muestran un
aumento brusco significativo del nivel sérico de ALT o AST sin alteraciones del HBeAg y en
los pacientes con enfermedad rápidamente progresiva y cirrosis de instalación temprana.
No obstante, el diagnóstico de infección por VHD aguda es difícil debido a que las inmu-
noglobulinas G (IgG anti-VHD) pueden tardar varias semanas en aparecer en la circulación.
Los anticuerpos IgM anti-VHD suelen detectarse antes de la aparición de IgG. En los casos
crónicos se observa el mantenimiento de los niveles elevados de IgG e IgM durante un tiempo
indefinido. Esta IgM mantenida constituye un buen indicador del pasaje a la cronicidad. La
presencia de títulos séricos elevados de IgG suelen indicar una replicación viral activa. Aunque
506 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 8. A-D, patrones típicos de indicadores serológicos durante la infección por virus de
hepatitis D (VHD). La coinfección suele ser autolimitada y se resuelve (no pasa a la cronic-
idad); es posible detectar HDAg (B) o no (A) en suero. Luego de estas infecciones por VDH
sin antigenemia HD detectable, puede no detectarse una respuesta de IgG antiHDAg (A).
La sobreinfección puede ser autolimitada y resolverse (C) o hacerse crónica (D) con HDAg
persistente en el hígado e IgM antiHDAg en suero.

por el momento permanece en estudio, el ARN viral también podría ser un parámetro útil
para establecer la presencia o la ausencia de una infección activa por el VHD.
Detección de los anticuerpos específicos contra el HDAg (anti-HD): este antígeno, si bien
sale a la circulación, lo hace recubierto con el HBsAg. Como esta infección esta directamente
relacionada con el HBV, es útil diferenciar si se trata de una coinfección o una superinfección,
para eso se lo relaciona con los marcadores del HBV.
• Coinfección: presencia de AgHBs y respuesta IgM anti-HBc
• Superinfección: positividad para el AgHBs en ausencia de IgM anti-HBc
En la muestra de biopsia hepática es posible detectar antígenos de VHD mediante técnicas
inmunohistoquímicas o de hibridación in situ. También puede detectarse en el suero de un
20% de los pacientes con infección aguda, pero en la mayoría de los casos de infección crónica
desaparece como consecuencia de su fijación a los anticuerpos anti-VHD (figura 8).

PROFILAXIS
Es la misma que se describió para el virus de hepatitis B (VHB).

Virus de la hepatitis E
Una proporción significativa de las Hepatitis virales agudas en jóvenes y adultos jóvenes en
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 507

Asia, África e India son causadas por una agente viral de transmisión entérica, no relacionado
serológicamente con el VHA.
El agente viral de las Hepatitis no A no B entéricamente transmitido ha sido reciente-
mente aislado, parcialmente caracterizado y clonado; y se le ha dado el nombre de virus de
Hepatitis E (VHE). Da lugar a una hepatitis autolimitada que puede ser desde asintomática
o leve, hasta una hepatitis fulminante.

TAXONOMÍA Y CLASIFICACIÓN
Se lo relaciona con la familia Caliciviridae, pero se está considerando colocarlo en un nuevo
grupo denominado “virus parecidos a hepatitis E” debido a ciertas características que lo
distinguen de los típicos Calicivirus (tamaño más pequeño, y una cápside más sutil que la de
los anteriores). Posee una estructura intermedia entre el agente Norwalk (un calicivirus) y
el VHA (un picornavirus). Actualmente se encuentra sin clasificar.

CARACTERÍSTICAS ESTRUCTURALES
Su forma es esférica, de 27-34 nm de diámetro, con indentaciones en su superficie y está
desprovisto de envoltura. Su genoma está constituido por una cadena simple cerrada de ARN
de polaridad positiva, que presenta aproximadamente 7200 kilobases de longitud seguido por
un tracto poli A.
El genoma está constituido por una región 5’ corta con “cap” no traducido (5’UTR), 3 MAL
denominados ORF, cada uno en un marco de codificación diferente y una región no traducida
corta terminado por residuos de adenosina expandidos. Se cree que el ORF1, considerado
el más grande, codifica para la o las proteínas no estructurales del virus. Sobre la base de la
identificación de los motivos de aminoácidos característicos se han identificados los elementos
genéticos que se mencionan en orden de comienzo 5’ hacia el final 3’ de ORF1:
• Una metiltransferasa que se supone que participa en la disposición del cap en el extremo
5’ del genoma viral
• Un dominio Y, de función desconocida.
• Una cistein-proteasa similar a la papaína.
• Una bisagra rica en prolina que puede brindar flexibilidad y que contiene una región de
secuencia hipervariable.
• Un dominio X de función desconocida.
• Un dominio que contiene una helicasa.
• ARN polimerasa.

El ORF 2 de cerca de 2000 nucleótidos de longitud da origen aproximadamente a 40


nucleótidos en el extremo 3’ de la terminación del ORF1 y consiste en:
• Una secuencia señalizadora 5’.
• Una región de 300 nucleótidos rica en codones de arginina la que probablemente repre-
sente un sitio ligado al ARN.
• Tres sitios potenciales de glicosilación.
La proteína codificada parece ser la proteína de la cápside del VHE.
El ORF3 de menos de 400 nucleótidos de longitud se superpone al ORF1 y al ORF2 y
su función es desconocida.

REPLICACIÓN VIRAL
En cuanto a la replicación viral se ignoran los mecanismos de unión del virus a las células
508 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 9. Organización del genoma del virus de la hepatitis E. El mismo consta de aproxi-
madamente 7.2kb, posee tres marcos de lectura abiertos (open reading frames, ORF).
Probablemente las proteínas no estructurales estén codificadas dentro del ORF1. Las pro-
teínas de la cápside estarían codificadas en el ORF2. El tercer ORF (ORF3), de pequeño
tamaño y superpuesto al ORF anterior, codifica para una proteína inmunogénica de función
desconocida. Abreviaturas: MT, metiltransferasa; P, proteasa similar a la papaína; Pro, “bis-
agra” rica en prolina; X e Y, proteínas de función desconocida; Hel, helicasa; RDPR, ARN
polimerasa ARN dependiente.

susceptibles, de su entrada a la célula y de la pérdida de su envoltura. Es probable que luego


de la pérdida de la envoltura el genoma sea directamente traducido mediante mecanismos
celulares que reconocen al ARN con “cap”.
También es probable que el ORF1 traducido sea clivado por las proteasas celulares. Se cree
que el ARN intermedio replicante de cadena negativa es sintetizado por la ARN polimerasa
viral cuya codificación se atribuye a la región 3’ del ORF1.
Es posible que posteriormente la polimerasa viral también sintetice toda la longitud de las
cadenas del ARN de cadena positiva así como por lo menos dos ARNm subgenómicos. Se sabe
muy poco acerca del ensamblaje y el transporte del virus fuera de la célula. Se ha propuesto
que el producto del gen del ORF2 es una proteína de la cápside. Se ignora si la liberación del
virus de las células infectadas es un proceso activo o el resultado de la muerte celular mediada
por el virus, pero este es hallado en la bilis durante la fase aguda de la infección, por lo que
la bilis podría ser la fuente principal del VHE encontrado en las heces (figura 9).

VARIABILIDAD ANTIGÉNICA
Todos los aislamientos del VHE parecen compartir un epítope grupo específico, observados
usando inmunoelectromicroscopía con sueros de distintas áreas geográficas, por lo que todas
las cepas recuperadas hasta el momento pertenecen al mismo serotipo. Las secuencias de los
genomas de varias cepas de VHE procedentes diferentes regiones han sido establecidos en
forma parcial o total. Sobre la base del análisis de esas frecuencias las cepas del VHC pueden
ser clasificadas en 3 grandes genotipos: 1) cepas asiático-africanas, 2) una cepa mexicana y
3) cepas estadounidenses y porcinas. Cada uno de estos tres grupos genéticos mayores tiene
deleciones o inserciones en los nucleótidos, juntas o por separado, que son exclusivas de cada
grupo. Las secuencias del ORF1 de los tres genotipos mayores difieren entre sí en la identidad
de la secuencia de nucleótidos en cerca de un 20%, mientras que la identidad de la secuencia
dentro de cada grupo difiere en no más de 5-10%. Por lo tanto la heterogeneidad genética
parece tener una distribución regional. Hace poco se descubrió un cuarto genotipo del VHE
en Asia y en Europa se han identificado otras variantes nuevas.

EPIDEMIOLOGÍA
Es difícil trazar un mapa epidemiológico de este virus en el mundo. Se han podido detectado
brotes epidémicos en diversas partes del mundo. Las regiones endémicas se localizan en gran
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 509

parte de África, centro y sur de Asia y México. Los casos observados en regiones no epidémicas
corresponden a personas que han regresado de viaje de zonas endémicas.
La forma más espectacular de la enfermedad, la hepatitis E epidémica, en realidad es una
forma de presentación muy infrecuente y en su gran mayoría los casos se producen como
una enfermedad endémica o esporádica. La hepatitis endémica se limita a un conjunto de
países en vías de desarrollo. Casi todas las epidemias de hepatitis E han sido producidas por
el agua contaminada, pero se ha informado que algunas epidemias ocurridas se debieron a la
contaminación de los alimentos como mariscos crudos o poco cocinados.
La principal vía de transmisión es la entérica, es decir por agua o alimentos contamina-
dos. A pesar de que los niños también se ven afectados, la hepatitis E, es una enfermedad
de adultos jóvenes, especialmente hombres. El aumento en la prevalencia durante la adultez
temprana sugiere una transmisión sexual, y existen trabajos que estarían indicando también
la transmisión vertical. Se acepta que el VHE tiene características epidemiológicas bastante
diferentes de las de la mayor parte de los virus que se transmiten por vía fecal-oral como el
VHA. Es bastante evidente que la hepatitis E se observa en regiones del mundo donde la
contaminación fecal de las aguas para beber es muy común. Los brotes tienen cierta estacio-
nalidad, que coincide en ciertas zonas con la época de grandes lluvias.
La enfermedad afecta más frecuentemente a individuos entre los 15 y 45 años. La trans-
misión de persona a persona es menos eficiente que en la hepatitis A. La severidad promedio
de las infecciones por VHE es algo mayor que la de las infecciones por el virus de la hepatitis
A, por ende, la mortalidad asociada al VHE llega al 1%, mientras que la mortalidad por
VHA es de 0.2%.
El VHE no ha podido ser propagado en cultivos celulares. El hombre es el hospedero
natural de este virus, aunque se han identificado anticuerpos anti-VHE en otros animales
como monos salvajes, pollos, roedores y cerdos.

PATOGENIA
Produce una enfermedad aguda autolimitada, indistinguible de otras formas de hepatitis
aguda, que puede presentarse desde una forma subclínica hasta formas fulminantes, sobre
todo en mujeres embarazadas, donde alcanza un porcentaje del 15-20%, haciéndose aun
más alto durante el tercer trimestre. Las causas de esta asociación aun no están del todo
claras, y se ha detectado en aquellas mujeres con hepatitis fulminante una alta incidencia de
coagulación intravascular diseminada (CID). Al igual que la hepatitis a virus A, la hepatitis
E no evoluciona a la cronicidad ni deja secuelas
El VHE lograría el ingreso al organismo a través de la vía oral, desconociéndose como
alcanza el hígado. Presenta un período de incubación desde la exposición hasta el comienzo
de la enfermedad clínica de alrededor de 28-40 días. La replicación viral se da en el cito-
plasma de los hepatocitos, y constituye el primer evento detectable, que tiene lugar previo
a los cambios hepatocelulares y mucho antes de los cambios inflamatorios y el aumento de
las transaminasas. La progenie viral es liberada y, por un mecanismo desconocido, alcanzan
la vesícula biliar y son posteriormente excretados en las heces. La viremia y la excreción de
las partículas virales en las heces se dan al mismo tiempo, predominantemente durante el
periodo de incubación y la fase aguda temprana, y usualmente a muy bajas concentraciones.
La producción de anticuerpos anti-VHE y la hepatitis se dan concomitantemente, por lo que
se considera que la hepatitis E es una enfermedad inmunopatológica, en la cual el daño a los
hepatocitos sería mínimo, y la respuesta inmune del huésped conduciría a la hepatitis.
510 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 10. Diagrama de los sucesos clínicos y serológicos en un caso típico de hepatitis
E aguda. Los patrones de anticuerpos están dados por los resultados del ensayo inmu-
nosorbente ligado a enzimas (ELISA); la viremia y la eliminación fecal están basadas en
datos aportados por la reacción en cadena de la polimerasa. Abreviaturas: ALT, alanina
aminotransferasa (transaminasa glutámico pirúvica.

RESPUESTA INMUNE Y DIAGNÓSTICO


Tanto los humanos como los primates infectados experimentalmente han demostrado una res-
puesta en fase aguda caracterizada por la presencia de anticuerpos clase IgM y posteriormente
de IgG, aunque algunas infecciones agudas o recientes pueden presentar niveles virtualmente
indetectables de IgM (aunque casi siempre aparece IgG). La fase convaleciente está asociada
con un grado variable de respuesta de IgG, aunque en aquellas personas que viven en áreas
endémicas esto puede estar indicando una infección pasada o que se encuentra en un periodo
de incubación. Esto se debe en parte a que el título de IgG disminuye con mayor rapidez
que para el VHA, lo que genera interrogantes acerca de la duración de la enfermedad. Sin
embargo estos anticuerpos han sido detectados hasta 13-14 años después de la infección. Se
han encontrado también IgA aunque se desconoce su importancia.
Las determinaciones de estos anticuerpos son realizadas actualmente por medio de técnica
de Western Blot, específica pero no disponible para tamizaje; y por test inmunoenzimáticos
que se adaptan al estudio de numerosas muestras.
En una gran proporción de casos los títulos de anticuerpos anti-VHE declinan rápidamente
a bajos niveles, e incluso indetectables durante el fin de la fase convaleciente.
El ARN viral puede ser detectado mediante RT-PCR en las heces y la sangre durante
la fase aguda de la enfermedad, con frecuencia ese es el momento en que el virus puede ser
detectado en la bilis. Los cebadores de la RT-PCR deben ser seleccionados con sumo cuidado
porque el VHE es genéticamente heterogéneo (figura 10).
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 511

PROFILAXIS
Al igual que en la hepatitis A, la mejora en cuanto a medidas sanitarias cobra un papel muy
importante dado el mecanismo de transmisión. Los intentos de prevenir la hepatitis E por
medio de la administración de Ig no específica en general han sido infructuosos o inciertos.
No existen vacunas en el mercado para la prevención de la hepatitis E.

Virus de la hepatitis G (VHG) o GBV-C


INTRODUCCIÓN TAXONOMÍA Y CLASIFICACIÓN
El VHG fue descubierto por dos grupos de investigadores independientes, aun no se ha llegado
a un acuerdo en lo que concierne a la importancia de estas partículas en la etiología de la
hepatitis. El VHG ha sido clasificado dentro de la familia Flaviviridae por las similitudes en
su organización con miembros pertenecientes a dicha familia.
El GBV-C fue propuesto como agente de la hepatitis humana no A-E.
Los análisis posteriores demostraron que el VHG tiene más del 95% de la secuencia global
de aminoácidos homóloga con la del GBV-C, entonces estos dos agentes son casi idénticos
y representan cepas variantes de un agente común. Por el contrario el VHG y el GBV-C
tenían menos del 25 % de homología con cualquier otro miembro conocido de la familia
Flaviviridae, incluido el VHC.
No se ha demostrado que el VHG produzca hepatitis
Es un virus envuelto, con una nucleocápside icosaédrica, con un genoma ARN de cadena
simple de polaridad positiva, de aproximadamente 9.4 kb que codifica para una poliproteína
de 2873 aminoácidos. La estabilidad del HGV no ha sido completamente dilucidada pero se
cree que es muy similar al HCV.
Es sensible a los detergentes orgánicos.

EPIDEMIOLOGÍA Y HOSPEDEROS
La transmisión es aparentemente parenteral. Se transmite con facilidad mediante las transfu-
siones de sangre y frecuentemente produce viremia persistente en el receptor infectado. Existe
en una elevada prevalencia entre las prostitutas por lo que también podría transmitirse por
vía sexual. También existen indicios de que se puede transmitir de madre a hijo. En aquellas
madres con alta carga viral, y dependiendo del modo del parto pueden tener hijos con una
infección persistente. Se lo ha encontrado en personas coinfectadas con HBV, HCV y VIH.
El hígado no sería el sitio primario de replicación y no existe una enfermedad significativa
asociada al HGV. No se ha demostrado la asociación del virus con la producción de hepatitis
fulminante y carcinoma hepatocelular. La mayoría de las personas infectadas no desarrollan
síntomas, aunque se han reportado casos de hepatitis post transfusión y casos de hepatitis
fulminantes a HGV. Como se mencionó anteriormente se ha encontrado el HGV en personas
coinfectadas con otros virus hepatotropos. No obstante, en los pacientes infectados por el
VHC, la coinfección por VHG afecta la expresión clínica de la enfermedad, la histopatología
hepática, la respuesta al tratamiento con interferón y el riesgo de hepatocarcinoma. Estos
hallazgos determinaron que en la actualidad, por lo general, sea considerado un virus no causal
de hepatitis que comparte vías de transmisión parenteral comunes a otros virus causantes
de hepatitis. De todos modos el papel patógeno desempeñado por el VHG aún no ha sido
elucidado con certeza.
512 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Respuesta inmune y diagnóstico


El diagnóstico se hace mediante EIA contra HGV E2 (antígeno de envoltura) o mediante
RT-PCR para detectar el ARN viral usando primers para las regiones 5’-UTR que está más
conservada que NS3, NS5 anteriormente utilizadas. También se han utilizado ensayos paralelos
con dos juegos diferentes de primers para descartar falsos negativos.
Si bien la presencia del ARN viral es un índice exacto de la viremia y la transmisibilidad,
los ensayos para su detección no son prácticos para el tamizaje o screening de los donantes de
sangre o para otros programas de screening masivo.
No se han encontrado anticuerpos que pudieran distinguir con confianza los portadores
de VHG/GBV-C de la población global.
Los anticuerpos hacia la proteína de la envoltura E2 pueden ser detectados con facilidad
y parecen ser un marcador excelente de la recuperación de la infección por VHG/GBV-C y
una potente herramienta epidemiológica. Por esto durante la infección aguda o crónica con
el VHG/GBV-C el único marcador de la infección es la detección del ARN viral mediante la
técnica de PCR o mediante otra técnica de amplificación molecular. Sin embargo después de
la depuración del ARN de VHG/GBV-C pueden ser medidos los anticuerpos hacia E2. Los
anticuerpos anti ARN de VHG/GBV-C y los anticuerpos anti E2 son mutuamente excluyen-
tes. Los primeros indican viremia en curso y los otros indican recuperación de una infección
previa. En combinación, estos dos marcadores reflejan la exposición del VHG/GBV-C y
proporcionan un perfil más completo de la existencia de esa infección que el que podría dar
cada marcador aislado.
No se ha logrado el desarrollo exitoso del virus en líneas celulares.

Virus TTV
El TTV es otro candidato como virus potencialmente causante de hepatitis. El TTV, un virus
ADN de cadena única desnudo, fue aislado del suero de un paciente con hepatitis postransfu-
sional. La comunicación inicial de este caso proveniente de Japón documento la detección de
ADN de TTV en el suero de 3 de 5 pacientes con hepatitis G no-A postransfusional, lo que
implica que este agente podría representar un nuevo virus causante de hepatitis transmisible
mediante la transfusión.
Se ha comunicado la excreción fecal de TTV.
Si bien el TTV es un virus ADN, presenta un amplio espectro de divergencia de secuen-
cias (hasta un 30%) lo que determinó su clasificación en 2 genotipos distintos. En Inglaterra
el ADN de TTV se detectó en un 10% de la población general y en muestras de pacientes
con hepatitis fulminante. Se ha postulado que este se replica en el hígado, no obstante, esta
hipótesis no ha sido comprobada. En realidad aún no se sabe con certeza si el TTV desempeña
un papel en la etiología de la hepatitis.

Bibliografía

• Xiang, J.; Stapleton, J.T. Hepatitis A Virus, Cap. 81 in Manual of clinical microbiology (Murray, P.; Baron, J.
E.; Pfaller, M. A.; Tenover, F. C.; Yolken, R. H.) 7th Edit. ASM Press Washington 1999.
• Hollinger, F. B.; Dienstag, J. L. Hepatitis B and D Viruses, Cap. 82 in Manual of clinical microbiology (Murray,
P.; Baron, J. E.; Pfaller, M. A.; Tenover, F. C.; Yolken, R. H.) 7th Edit. ASM Press Washington 1999.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 513

• Wilber, J. C. Hepatitis C and G Viruses, Cap. 83 in Manual of clinical microbiology (Murray, P.; Baron, J. E.;
Pfaller, M. A.; Tenover, F. C.; Yolken, R. H.) 7th Edit. ASM Press Washington1999.
• Ticechurst, J. R. Hepatitis E Virus, Cap. 84 in Manual of clinical microbiology (Murray, P.; Baron, J. E.;
Pfaller, M. A.; Tenover, F. C.; Yolken, R. H.) 7th Edit. ASM Press Washington 1999.
• Murray, P.; Kobayashi, G. S.; Pfaller, M. A.; Rosenthal, K. Virus de las hepatitis. Cap. 68 in Microbiología
Médica, 2ª Edición; Edit. Harcourt Brace, Madrid 1997.
• Kawai, H.; Feinstone, S. M. Hepatitis Viral Aguda, Cap. 102 in Enfermedades infecciosas, Principios y
Práctica. Vol. 1 (Mandell, G. L.; Bennett, J. D.; Dolin, R.) 5ª Ed. Panamericana, Buenos Aires, 2002.
• Shaw-Stiffel, T. A. Hepatitis Crónica, Cap. 103 in Enfermedades infecciosas, Principios y Práctica. Vol. 1
(Mandell, G. L.; Bennett, J. D.; Dolin, R.) 5ª Ed. Panamericana, Buenos Aires 2002.
• Alter, H. J. Virus de la Hepatitis G y Virus TT, Cap. 144 in Enfermedades infecciosas, Principios y Práctica.
Vol. 2 (Mandell, G. L.; Bennett, J. D.; Dolin, R.) 5ª Ed. Panamericana, Buenos Aires, 2002.
• Hamilton, J. D. Virus de las Hepatitis, Cap. 76 in Zinsser, Microbiología (Joklik, W. K.; Willet, H. P.; Amos,
D. B.; Wilfert, C. M.) 20ª Ed. Panamericana, Buenos Aires, 1997.
• Mescia, G. Clínica de las Hepatitis Virales. Monografías del Instituto de Higiene. Nº 2. Virus y Virología
Médica en Uruguay. Julio de 2002.
• Costa-Mattioli, M.; Colina, R.; García, L.; Mogdasy, C.; Uriarte, R.; Cristina, J. Variabilidad Genética y Epi-
demiología Molecular de Hepatitis Virales en Uruguay y la Región. Monografías del Instituto de Higiene.
Nº 2. Virus y Virología Médica en Uruguay. 2002.
• Chiparelli, H. Diagnóstico Virológico de las Hepatitis Virales. Monografías del Instituto de Higiene. Nº 2.
Virus y Virología Médica en Uruguay. 2002.
• Fauci, A. S.; Kasper, D. L.; Hauser, S. L.; Arry-Longo, D. L.; Jameson, J. L. Harrison, Principios de Medicina
Interna. 15a Ed. McGraw-Hill-Interamericana España, 2001. http://harrisons.accessmedicine.com
• Cotran, R. S.; Kumar, V.; Colllins, T.; Robbins, S. L. Robbins, Bases Patológicas de la Enfermedad. 6ª Ed.
Interamericana, Mex. 1999.
• Montano, A.; Barañano, R.; Lageard, B.; Moratorio, G.; Dibarboure, H.; García, A.; et al. Prevalencia de
hepatitis A en niños de 2 a 14 años y en poblacíon laboral de 18 a 49 años en Montevideo, Uruguay. Revista
Médica del Uruguay. Vol. 17, pp. 84-98; 2001.
514 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 515
Página 515

28 Enterovirus
D. Sandín, G. Rodríguez

Los enterovirus son un grupo de agentes virales que habitan en el intestino y que son los
responsables de importantes y frecuentes enfermedades humanas con manifestaciones clínicas
muy variadas.
Los enterovirus son virus ARN pertenecientes a la familia Picornaviridae (“pico”
pequeño;”rna”por ácido ribonucleico)

Características de los picornavirus


Son virus desnudos de simetría icosahédrica de aproximadamente 30nm de diámetro.
La cápside viral está compuesta por 60 subunidades proteicas que envuelven al genoma
viral, constituído por una cadena única lineal de ARN de sentido positivo que tiene un único
marco abierto de lectura (MAL) que codifica para una gran poliproteína.
Esta poliproteína sufre subsecuentes clivajes específicos que generan los polipéptidos
estructurales, la replicasa de ARN, proteasas y polipéptidos necesarios para la replicación.
Son resistentes al éter, cloroformo y alcohol, Pero son rápidamente inactivados por las
radiaciones ionizantes, formaldehído y fenol. Estos datos son de gran importancia médica
en el momento de elegir un antiséptico, desinfectante o medio de esterilización frente a la
presencia de estos agentes.

Clasificación de picornavirus
La familia Picornaviridae està integrada por 4 grupos:
1. Aphthovirus.
2. Cardiovirus.
3. Enterovirus.
4. Rinovirus.
Los 2 primeros son virus patógenos de animales solamente a diferencia de enterovirus y
rinovirus donde hay serotipos patógenos humanos y serotipos patógenos animales.
Los rinovirus se subclasifican del 1 al 100.
Los enterovirus humanos se subclasifican en :
a) Poliovirus.
b) Coxsackievirus A1-A24 (A23 actualmente es clasificado como Echovirus 9).
c) Coxsackievirus B1-B6
516 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

d) Echovirus 1-34 (Echovirus 10 fue reclasificado como reovirus y Echovirus 28 fue reclasficado
como rinovirus).
e) Enterovirus 68-71.
Numerosas propiedades clínicas, epidemiológicas y físicas distinguen a los enterovirus que
habitan el tracto gastrointestinal de los rinovirus que habitan el tracto respiratorio superior.

Epidemiología
La epidemiología de todos los enterovirus (EV) humanos es muy similar.
Tienen una distribución mundial. En los climas templados predominan en otoño y verano
y en los climas tropicales todo el año.
La seroepidemiología de las infecciones por EV demuestra una transmisión de la in-
fección aumentada en edades tempranas de poblaciones con bajo nivel socioeconómico.
El hacinamiento y la pobre higiene aumenta la transmisión fecal oral de estos agentes. La
transmisión a través del agua puede presentarse como una extensión de la vía fecal oral en
la cual el vector es el agua en lugar de las manos o los fomites. La epidemiología clínica de
estas infecciones sugiere que la transmisión respiratoria de estos virus no es tan importante
como la transmisión fecal oral.

Patogenia
La patogenia de las infecciones por EV ha sido estudiada a nivel molecular, celular y de órganos
blanco. Los EV se distinguen por su estabilidad a pH ácido, característica responsable de su
habilidad para pasar la barrera gástrica y alcanzar su sitio de infección primaria, específica-
mente las placas de Peyer en el intestino, donde ocurre una significativa replicación viral.
Seguidamente ocurre una viremia menor que siembra numerosos órganos incluyendo sistema
nervioso central (SNC), hígado, pulmones y corazón. Una replicación mayor en estos sitios
resulta en una viremia secundaria asociada con los síntomas y signos de la infección viral.
La patogenia y patología de las infecciones por EV depende de la virulencia, tropismo e
inóculo de virus así como de factores específicos del huésped.

Cuadros clínicos
ENTEROVIRUS NO POLIO
Los enterovirus no polio son responsables de un gran número de enfermedades muy frecuentes
en niños y en recién nacidos con una gran variabilidad de cuadros clínicos. La forma más
frecuente de presentación es la enfermedad febril inespecífica, que en los niños hace pensar
generalmente en una sepsis bacteriana.
Otras de las manifestaciones clínicas más frecuentes son:
1. Tracto respiratorio: resfrío común, faringitis, herpangina, estomatitis, neumonía y pleu-
rodinia.
2. Tracto gastrointestinal: vómitos y diarrea, dolor abdominal y hepatitis.
3. Ojo: conjuntivitis aguda hemorrágica.
4. Corazón: miocardio-pericarditis
5. Piel: exantema
6. Neurológicas: meningitis aséptica, encefalitis y parálisis.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 517

Si bien cada uno de estos cuadros puede ser causado por diferentes enterovirus no polio se
han visto fuertes asociaciones entre determinados serotipos y ciertos cuadros clínicos incluyen-
do los siguientes: virus Coxsackie A24 y enterovirus 71 en el síndrome mano-pie-boca; virus
Coxsackie A24 y enterovirus 70 en la conjuntivitis hemorrágica aguda; enterovirus 71 en la
encefalitis y parálisis fláccida semejantes a poliomielitis; Echovirus 9 en exantema petequial
y meningitis; Echovirus 30 en meningitis; virus Coxsackie B1-B5 en miocardio-pericarditis
y asociados a encefalomiocarditis neonatal fulminante.

POLIOVIRUS
La enfermedad paralítica ocurre en el 0.1 a 2% de los infectados. El 90-95% de las infecciones
son subclínicas o inaparentes y el 4-5% cursa con manifestaciones inespecíficas (enfermedad
menor)
El comienzo es brusco, pudiendo estar precedido (dentro de los 5-7 días) por un síndro-
me infeccioso inespecífico de 24 a 72 horas de duración. Si ello ocurre, se presenta el curso
bifásico o en doble onda característico.
Las parálisis se instalan rápidamente y se caracterizan por ser: fláccidas, asimétricas
(compromiso selectivo de algunos grupos musculares: deltoides, cuádriceps, tibial anterior),
con hipotonía o atonía, hiporreflexia o arreflexia osteotendinosa, fuerza muscular disminuida,
sensibilidad conservada, atrofia rápida y ausencia de reflejos de automatismo.
Las parálisis progresan en alrededor de una semana. La atrofia es ostensible al finalizar
la primera semana.
La recuperación muscular alcanza su máximo alrededor de los 18 meses a tres años. La
parálisis residual es permanente.

Métodos de estudio
Dada la diversidad de cuadros clínicos producidos por estos virus es aconsejable la toma de
muestras múltiples. Los materiales más frecuentemente utilizados son:
• hisopado faríngeo;
• materia fecal;
• LCR;
• sangre;
• líquido pericárdico, pleural o vesicular;
• biopsias.
La muestra de heces se recogerá tempranamente dentro de las primeras 48 horas y no
mas allá de los 10 días de comenzado el cuadro clínico.
Los métodos recomendados son los directos, es decir aquellos que permiten detectar el
virus, sus antígenos o su ácido nucleico.
El aislamiento en cultivos celulares de EV sigue siendo la técnica de referencia en el
diagnóstico de laboratorio. El método más sensible de diagnóstico de algunas infecciones por
Coxsackievirus A sigue siendo el aislamiento en ratón recién nacido aunque raramente se
realiza dado la dificultad de la técnica y el mantenimiento del bioterio.
Actualmente, el método más prometedor en la detección directa de enterovirus es la
aplicación de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Han sido descritos diferentes
sets de primers que detectan la mayoría de serotipos de EV, todos ellos dirigidos a regiones
altamente conservadas del genoma viral
Las muestras de suero para el estudio de anticuerpos se deben tomar al comienzo de la
518 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

enfermedad y cuatro semanas después. Debido a que ningún antígeno común para enterovirus
no polio está disponible para el uso en el laboratorio clínico, generalmente no se realiza la
serología.

Tratamiento
Actualmente, no existe una terapia específica para las infecciones por enterovirus.
Se están realizando los últimos ensayos clínicos en humanos de una droga específica anti
EV llamada pleconaril que actúa bloqueando la liberación de ARN viral de la célula.
La aplicación de gamaglobulina intravenosa contra el virus infectante puede ser beneficiosa
en pacientes inmunocomprometidos y en infecciones neonatales graves.

Medidas de prevención y control


Debido a la carencia de tratamiento específico de infecciones por EV los esfuerzos se dirigen
a la prevención. Se debe prestar particular atención al lavado de manos e higiene de niños y
personas infectadas así como sus convivientes y en caso de pacientes hospitalizados , observar
el mismo cuidado con el personal hospitalario.
Los múltiples tipos antigénicos y la evolución habitualmente autolimitada de la mayoría
de infecciones por virus Echo y Coxsackie han dado lugar a una falta de estímulo en el desa-
rrollo de vacunas. De todas formas la historia de las vacunas para poliovirus ha sido una de
las más apasionantes y es parte de la historia de la microbiología.
En la actualidad, se utilizan en el mundo 2 tipos de vacunas:
1. Vacuna antipoliomielítica oral con virus vivos atenuados, desarrollada por Sabin, que
combina los 3 tipos de poliovirus 1, 2 y 3.
2. Vacuna antipoliomielítica inactiva desarrollada por Salk. Es una suspensión acuosa de
las cepas 1, 2 y 3 de poliovirus inactivados en formalina.

Bibliografía
• Harley Rotbart. Enteroviruses. Infectious Diseases of Children. Krugman’s. Mosby. 10th edition. 1998. Pág.
81-97.
• James Cherry. Picornaviridae. Enteroviruses and Parechoviruses. Textbook of Pediatric Infectious Diseases.
Feigin-Cherry- Demmler-Kaplan. Saunders. 5th edition. 2004. Vol 2. Pág 1984-2030.
• Enterovirus no Polio y Poliovirus. Comité Nacional de Infectología Pediátrica, Sociedad Argentina de
Pediatría. Libro Azul de Infectología Pediátrica. 2ª edición. 2000.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 519
Página 519

29 Agentes virales de
gastroenteritis
Rotavirus
A. Sirok, V. Le Pera, D. Sandín

Rotavirus

INTRODUCCIÓN
Rotavirus es una de las causas más frecuentes de enfermedad diarreica en humanos, otros
mamíferos y aves, en todo el mundo. Fueron descubiertos observando al microscopio electró-
nico biopsias de duodeno en niños con diarrea aguda. Subsecuentemente fueron detectados
en heces por microscopia electrónica.
En países en vías de desarrollo contribuye a una considerable morbilidad y mortalidad
entre los niños pequeños. Son también causantes de brotes y epidemias de diarrea intrahos-
pitalaria.

MORFOLOGÍA Y ESTRUCTURA
Pertenecen a la familia Reoviridae, junto con los reovirus. El término rotavirus deriva de
la palabra del latín rota que significa rueda, por su aspecto de doble rueda al microscopio
electrónico.
El genoma viral consiste en 11 segmentos de ARN doble cadena, codificando cada uno
de ellos para una única proteína, ya sea estructural o no estructural (salvo el segmento 11
que codifica para 2 proteínas no estructurales). Las proteínas estructurales (VPs) forman
parte de la partícula viral mientras que las proteínas no estructurales (NSPs) colaboran
en la replicación viral, morfogénesis, restricción del hospedero, secuestro de la maquinaria
biosintética celular y en la patogenia.
Rotavirus porta su propia ARN polimerasa ARN dirigida, la cual es codificada en el
segmento 1 (proteína VP1).
El virión intacto mide aproximadamente 100 nm de diámetro y se caracteriza por pre-
sentar una triple cápside proteica. La cápside externa se halla conformada por las proteínas
que conforman las espículas VP4 y por la proteína mayoritaria de la cubierta VP7. Dichas
proteínas de la cápside externa son inductoras de la producción de anticuerpos neutralizantes
fundamentales en la protección inmune ante infecciones por rotavirus.
La cápside intermedia se encuentra constituida en su totalidad por VP6, donde se encuen-
tran los epítopes específicos de grupo y subgrupo antigénico. Finalmente la cápside interna,
denominada también con el nomobre de core, se halla constituida por la proteína VP2 y en
sus vértices los complejos VP1-VP3 de transcripción/replicación. Dicha cápside es la que
520 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

contiene en su interior el genoma viral.


De acuerdo a esto los viriones podrían presentarse en tres configuraciones distintas: las
partículas de triple envoltura (TLPs), con o sin espículas; de doble envoltura (DLPs); y de
envoltura única (SLPs).
Las TLPs son las partículas completas infectivas; poseen la cápside externa constituida
por VP4 y VP7.
Las DLPs carecen de VP7 y VP4, siendo las partículas con capacidad de replicarse y
transcribirse, aunque no son infectivas. Poseen 780 moléculas de VP6 dispuestas en 260
trímeros formando una especie de malla icosaédrica perforada por 3 tipos de canales, los
cuales se ubican siguiendo la simetría de la partícula, a nivel de los vértices. Por ellos se
transportan nucleótidos, ATP, etc. hacia adentro de la partícula y, a su vez, se exportan los
mARN virales hacia el citoplasma. La cápside de VP7 obstruye los canales por lo que los
mensajeros no podrían emerger de la partícula. Por otro lado, para que se dé una replicación
y transcripción activas VP6 debe adoptar una conformación particular, dada a nivel de las
DLPs. La conformación activa de la polimerasa depende de contactos apropiados con VP2,
los cuales dependen de su interacción con VP6 en las DLPs.
Las SLPs se corresponden con partículas que solo presentan la cápside de VP2. La misma
esta constituida por 60 dímeros de dicha proteína, presentando también perforaciones o
canales que se contactan con los de la cápside intermedia. En su interior contiene al genoma
viral compactado, junto a los complejos VP1–VP3 (de replicación/transcripción) presentes
en los vértices internos del icosaedro. No es capaz de replicarse debido a que la polimerasa
(VP1) para activarse, necesita interactuar con la VP2 en una conformación apropiada dada
por la VP6. Tampoco son infectivas, debido a que carecen de VP4 y VP7.

CLASIFICACIÓN
La proteína VP6 presenta los epítopes específicos de grupo en base a los cuales se han defi-
nido siete variantes: A, B, C, D, E, F y G. Las variantes A, B, y C se asocian a infecciones en
humanos y D, E, F y G se asocian con infecciones en animales.
Para rotavirus del grupo A, los serotipos quedan determinados por la presencia de epítopes
específicos presentes a nivel de proteínas de la cápside externa VP4 y VP7 definiéndose 14
serotipos G – glicoproteína (en base a epítopes reconocidos en VP7) y 13 serotipos P – proteasa
sensible (según epítopes en VP4).
Existe también una clasificación basada en los perfiles de bandas correspondientes a los
segmentos de genoma viral obtenidos tras un ensayo de electroforesis en gel de poliacrilamida
no desnaturalizante teñido con nitrato de plata, definiéndose de esta manera lo que se ha
denominado electroferotipos. Es posible así distinguir 2 grandes grupos de electroferotipos
(figura 1): el largo y el corto dependiendo de que los segmentos 10 y 11 migren más o menos
en el gel respectivamente. Particularmente en los rotavirus del grupo A los 11 segmentos
genómicos migran agrupados en 4 clusters o grupos de bandas con la conformación 4-2-3-2
Los rotavirus del grupo A también se pueden clasificar en: 1) subgrupos I y II en base a
anticuerpos monoclonales contra epítopes específicos de subgrupo en la proteína VP6, las
cepas que no reaccionan con ningún monoclonal se dicen que son no I, no II; 2) en genoti-
pos NSP4, que se determinan secuenciando parte del segmento 10, identificándose hasta la
fecha 6 genotipos, de la A a la F. Las cepas humanas se corresponden a los genotipos A, B,
C, con igual distribución.
Los rotavirus no A se diferencian sobre todo mediante el perfil genómico obtenido por elec-
troforesis en gel de poliacrilamida, (PAGE), teñido con nitrato de plata (electroferotipos).
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 521

Figura 1. Representación esquemática de una electroforesis en gel de poliaclilamida no


desnaturalizante teñido con nitrato de plata, mostrando los grupos de bandas correspondi-
entes a cada segmento de genoma para cada uno de los grupos de rotavirus. Se observa
la conformación 4:2:3:2 característica de cepas correspondientes a rotavirus del grupo A

CICLO DE REPLICACIÓN
Adsorción-posible receptor

La naturaleza del receptor o receptores celulares para rotavirus aún permanece en investi-
gación. Se sabe que existe un dominio de unión al ácido siálico a nivel de la fracción VP8
y un posible dominio de unión para proteínas de tipo integrinas en la fracción VP5, a nivel
de de las espículas VP4. Recientemente se determinó la presencia de dominios de unidad a
alpha-beta integrinas a nivel, tanto de VP7 como VP4.
VP5 y VP8 resultan del clivaje de VP4 por proteasas. VP8 tendría la función de acercar
al virión al receptor por su interacción con dicho carbohidrato, permitiendo una interacción
posterior más íntima entre VP5 y el receptor definitivo.

Penetración
Una vez unido a la célula, el virus se internaliza posiblemente con participación de VP4 y
VP7. Se sabe que la exposición de las nuevas partículas a un ambiente rico en proteasas, como
el intestino delgado (en especial a la tripsina) incrementa notablemente la infectividad de
las mismas, haciéndolas más competentes tanto para la adsorción como para la penetración.
VP7 también es modificada en su conformación luego del tratamiento con tripsina, aunque
su rol en la penetración aún permanece oscuro.
Una vez dentro de la célula, la partícula no posee VP4 ni VP7, pudiendo perderlas fuera
de la célula durante la penetración o dentro de la misma, en un proceso dependiente del pH
522 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

citoplasmático.
Se han descrito dos modelos de penetración para rotavirus. Uno de ellos es el modelo
de penetración directa o de translocación a través de la bicapa lipídica mediada por VP5, el
otro modelo es el de entrada por endocitosis.

Transcripción–replicación
Una vez en el citosol, las partículas sin VP7 ni VP4 comienzan a transcribir los ARN mensajeros
virales. Durante la fase temprana (las primeras 3 h) se sintetizan primero los mensajeros que
darán lugar a proteínas no estructurales (NSP) fundamentales para el ciclo productivo, como la
NSP1 (que especifica el rango de huésped -posiblemente un factor transcripcional-), la NSP2
(helicasa viral -fundamental para el inicio de la transcripción-), la NSP3 (la cual desplaza a la
Poli-A binding protein de los mensajeros celulares llevándolos a su degradación -permitiendo
el secuestro de la maquinaria traduccional del huésped-), la NSP4 (enterotoxina viral), entre
otras. Algunas de estas cumplen roles durante la morfogénesis de las nuevas partículas.
Los mensajeros virales emergen hacia el citosol por los canales a través de la cápside de
VP2 y VP6. De esto queda claro entonces, que para la emergencia de los mensajeros virales
es necesario que se elimine la cápside de VP7, puesto que esta obstruye los canales.
Poco después (o en forma solapada) comienzan a expresarse los mARNs para las proteínas
estructurales. A medida que se van sintetizando las proteínas estructurales en el citosol (VP1,
VP3, VP2, VP6 y VP4) comienzan a formarse los primeros intermediarios de morfogénesis,
los que se van acumulando en inclusiones conocidas con el nombre de viroplasmas. Tanto la
NSP2 como otras proteínas no estructurales tales como la NSP5 y NSP6 intervienen en la
formación de dichos viroplasmas y por tanto, en el ensamblaje de las nuevas partículas.
Se sabe que la NSP2 es también necesaria para el empaquetamiento de los nuevos segmen-
tos de genoma en las partículas progenie (debido a que se une al ARN viral monocatenario).
Posiblemente a altos niveles, la proteína se une a los mARNs virales y los introduce dentro
de la subpartícula (actuando como señal de empaquetamiento), propiciando además su re-
plicación (interactuando posiblemente de forma específica con VP1-VP3 y VP2). Entonces,
una vez que las moléculas de mARN viral están en el interior de la partícula se asocian con
los complejos VP1-VP3, siendo transcriptas, una vez y solo una vez, en cadenas negativas,
las cuales permanecen asociadas a su complementaria formando las moléculas de dsARN
progenie para cada segmento.
Por otro lado, partículas virales hijas inmaduras con ARN bicatenario transcriben más
moléculas de ARN de polaridad positiva las cuales son traducidas en más proteínas, repitién-
dose la secuencia de reacciones (multiplicación del ciclo de replicación).

Ensamblaje y emergencia
Las primeras partículas en ensamblarse contienen solo la cápside de VP2 y los complejos
VP1-VP3, siendo a nivel de estas donde se incorpora el genoma. Luego se ensambla la cáp-
side de VP6 y se incorpora la VP4. La VP7 es una glucoproteína y como tal se sintetiza a
nivel del retículo endoplásmico rugoso (al igual que la NSP4); por lo cual el ensamblaje de
las partículas completas requiere de la entrada a dicho organelo. La NSP4 actúa como señal
de entrada al RER para las partículas inmaduras, sirviendo como receptor intracelular para
la VP6 y como agente nucleador para la incorporación de VP7. Una vez dentro del RER, las
partículas adquieren triple envoltura, permaneciendo en el interior de vesículas en donde
posiblemente se da la maduración final de VP7 y quizá la exposición temprana de las partículas
hijas a proteasas (tripsina), estabilizando y llevando a su conformación nativa apropiada tanto
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 523

a VP7 como (y fundamentalmente) a VP4.


Los virus salen de la célula por brotamiento (gemación), a pesar de no ser virus envueltos.
Es posible que lo hagan a través de vesículas que emergen del RER. El brotamiento se da
exclusivamente a nivel de la superficie apical del enterocito. También se da la emergencia por
lisis, cuando se acumulan numerosas partículas a nivel de la célula infectada.

PATOGENIA
Rotavirus infecta enterocitos maduros a nivel del intestino delgado; pero también puede ex-
tenderse al íleon distal y colon. Una vez infectado, el enterocito experimenta vacuolización,
distensión del retículo endoplásmico y de las mitocondrias, determinando la alteración de la
arquitectura de la mucosa, con el consiguiente borramiento de las microvellosidades.
La diarrea posiblemente sea el resultado, sobre todo, de una menor superficie de absorción
y de una disrupción del epitelio. Por otro lado, la NSP4 posee actividad enterotoxina y su rol
al parecer sería importante al comienzo de la enfermedad. Un producto de clivaje de dicha
proteína es liberado desde las células infectadas por un mecanismo independiente del aparato
de Golgi, siendo este producto el que ejerce efecto enterotoxina durante fases tempranas de la
enfermedad, vía inducción de un aumento en los niveles de calcio intracitoplasmático. Una
vez formado el complejo NSP4-receptor se inducen señales que llevan a la activación de una
proteína G asociada a este último, la cual activa una fosfolipasa C de membrana. Esta última
cliva residuos de fosfatidil inositol desatando la vía del inositol trifosfato. Este segundo men-
sajero promueve la liberación de calcio desde compartimientos secuestrantes hacia el citosol
y la posterior activación y apertura de un canal de cloro específico. Por lo tanto, se da una
masiva liberación de Cl- y agua hacia la luz intestinal, dando lugar a la diarrea. La activación
de dicho canal de cloro es un evento dependiente de la edad, por lo cual el efecto ejercido
por NSP4 se da solamente en individuos jóvenes. Se comprobó también que dicha fracción
de NSP4 puede disminuir las uniones intercelulares, destruyéndolas, y producir alteraciones
en el citoesqueleto del enterocito.
Aunque la replicación puede darse a toda edad, la aparición de los síntomas de la enfer-
medad depende de la edad del huésped infectado. La cantidad de receptores para el virus a
nivel de los enterocitos en el adulto podría disminuir, siendo quizá esto (al menos en parte)
responsable del desarrollo de infecciones asintomáticas. Que los lactantes sean los más pro-
pensos a desarrollar la enfermedad puede depender, entre otras cosas, de un nivel reducido
de proteasas a nivel del intestino, el cual favorece la infección, de una menor absorción a
nivel del colon, de la dieta, de la inmadurez de la respuesta inmune, etc.

EPIDEMIOLOGÍA
Rotavirus es la causa más importante de gastroenteritis aguda en niños pequeños a nivel
mundial. La infección por rotavirus es típicamente más común durante el otoño e invierno,
son menos frecuentes durante el verano. La diarrea por rotavirus se da generalmente entre
los 6 - 24 meses de edad, sin embargo, también puede presentarse en niños mayores. Durante
la temprana lactancia, la madre puede transferirle al recién nacido anticuerpos protectores
(por lo general del isotipo IgA) a través de la leche y calostro, pero a medida que el niño deja
de ser amamantado, aumenta la susceptibilidad.
El adulto suele infectarse pero no se enferma, porque ya posee una respuesta de anticuerpos
específicos efectiva ya montada contra todas las variantes posibles de rotavirus, ya sea en forma
directa como cruzada, siendo las infecciones de tipo asintomáticas o con síntomas muy leves.
La inmunidad natural va lográndose con las sucesivas reinfecciones en la infancia.
524 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Se transmite fundamentalmente vía aguas, alimentos y objetos contaminados con heces;


se da también por contacto directo y se ha postulado, aunque en mucho menor grado, que
podría darse la transmisión por aerosoles respiratorios.
Las cepas de rotavirus del grupo A son las más importantes desde el punto de vista epi-
demiológico, asociadas a enfermedad diarreica aguda, tanto en lactantes humanos como en
variados animales; siendo responsable de enfermedad esporádica como de brotes epidémicos.
Muchas de las infecciones en lactantes terminan en diarrea grave, especialmente cuando se
asocian a desnutrición, requiriendo hospitalización.
En Uruguay, conjuntamente con Escherichia coli en todas sus variantes patógenas intesti-
nales, rotavirus del grupo A es el agente más frecuentemente asociado a gastroenteritis infantil
(aproximadamente el 30 % de los casos). En los últimos años, se vino registrando un aumento
de los casos de gastroenteritis por rotavirus y un descenso en aquellos debido a E. coli patógeno
entérico, lo cual hace suponer que, al igual que en la mayor parte del mundo, rotavirus se ha
convertido en el agente de gastroenteritis infantil de mayor prevalencia a nivel local.
Nuevos estudios nacionales han demostrado que rotavirus es responsable del 40% de las
diarreas intrahospitalarias en el Hospital Pereira Rossell.
Estudios epidemiológicos demuestran que la cocirculación de diferentes electroferotipos,
el predominio de una o pocas variantes durante un determinado período de tiempo y la apa-
rición secuencial de las mismas, son rasgos comunes en estos virus.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Los pacientes con infección por rotavirus se presentan con deposiciones líquidas abundantes,
que pueden llevar a la deshidratación, vómitos y fiebre leve en la mitad de los casos.

DIAGNÓSTICO
El diagnóstico etiológico de rotavirus se realiza directamente a partir de la materia fecal,
fundamentalmente buscando antígenos específicos de grupo A (VP6) mediante técnicas
de ELISA directo, siendo una técnica sensible y específica. También es posible extraer el
ARN genómico viral directamente de la muestra, y llevar a cabo una electroforesis en gel de
poliacrilamida teñido con plata, para evidenciar los electroferotipos característicos de cepas
de rotavirus del grupo A o de cepas pertenecientes a otros grupos (esta técnica presenta una
altísima especificidad siendo su sensibilidad menor, dependiendo de la presencia de un altí-
simo recuento de viriones en la materia fecal). Suele utilizarse para confirmar los resultados
del ELISA directo.
A partir del ARN viral extraído de la muestra es posible llevar a cabo ensayos de RT-PCR
multiplex, en los cuales se utilizan varios primers anti-serotipos G específicos (PCR múltiple
para el gen que codifica para VP7) o anti-múltiples genotipos asociados a los serotipos P más
prevalentes (PCR múltiple para el segmento 4). La RT-PCR ha mostrado una alta especifi-
cidad y sensibilidad, sirviendo además para estudios de tipo epidemiológico ya que permite
identificar a que tipo pertenece un aislamiento dado, sin recurrir a técnicas de secuenciación
o de identificación en base a anticuerpos monoclonales de tipo neutralizantes, las cuales son
muy costosas.
Para estudios de tipo epidemiológico (seroprevalencia), suelen utilizarse técnicas de tipo
serológicas tales como ELISA de captura para Ac de tipo neutralizantes anti VP4 y VP7 pre-
sentes en el suero del paciente y estudios de seroconversión; detección de coproanticuerpos
(IgM e IgA) mediante ELISA en muestras pareadas de materia fecal; etc.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 525

INMUNIDAD Y VACUNAS
La infección natural repetida por rotavirus protege al huésped contra una subsecuente
infección por dicho agente, estando asociada a la producción de anticuerpos antirotavirus
séricos y en la mucosa, de tipo IgM, IgG e IgA; esta protección es a largo plazo. Por otro lado,
tiene lugar una respuesta de tipo celular mediada fundamentalmente por linfocitos TCD8
citotóxicos, a corto plazo.
La proteína más inmunogénica sería VP6. Anticuerpos dirigidos contra esta proteína
generarán protección. También se ha visto que anticuerpos dirigidos contra VP4 y VP7
neutralizan el virus y proveen de protección. Muchas de las respuestas producidas por VP7
son de tipo específica.
Se han propuesto vacunas, las cuales apuntan, no a erradicar la infección, sino a eliminar
los síntomas de la diarrea severa en lactantes, y por tanto, el número de niños hospitalizados.
Para el desarrollo de vacunas, los datos obtenidos de estudios de epidemiología molecular son
de vital importancia para establecer las cepas circulantes de una región dada, y por tanto, los
posibles candidatos para ser usados como inmunógenos.
Hasta la fecha existen dos vacunas contra rotavirus, pero con poco éxito relativo:
• La vacuna recombinante humano – rhesus, la cual contiene una cepa de rotavirus simiesca
(mono rhesus) específica para el serotipo 3 de VP7, y 3 cepas recombinantes humano
– rhesus con 10 genes de la cepa simiesca y un único gen de rotavirus humano que codifica
para VP7 específica de los serotipos 1, 2 o 4.
• Esta vacuna indujo una buena respuesta frente a las 4 cepas de rotavirus más importantes
en términos clínicos a nivel mundial (80% de efectividad); aunque se asocia a un cuadro
febril leve transitorio en un tercio de los vacunados. En una cierta proporción de los lac-
tantes vacunados indujo trastornos intestinales graves (intususcepción) una a dos semanas
después a la administración de la primera dosis, por lo que fue retirada del mercado.
• La vacuna tetravalente recombinante humano – bovino fue desarrollada utilizando cepas
de rotavirus humano correspondientes a cada uno de los 4 serotipos más prevalentes a
nivel mundial (G1 – 4) como donantes del gen que codifica para VP7, y la cepa bovina
UK Compton como donante de los 10 genes restantes. Primero se evaluó la eficacia de
las cepas recombinantes monovalentes por separado y luego del preparado tetravalente,
demostrándose que resultaban seguros y capaces de inducir una buena respuesta inmune
en niños menores de 6 meses (80%). Las reacciones febriles fueron menos frecuentes
durante la fase de ensayos con voluntarios. Aún no se encuentra disponible.
La inmunidad completa en niños requiere de múltiples dosis vacunales en el transcurso
del tiempo (o múltiples reinfecciones naturales).

Otros virus entéricos


Si bien rotavirus es el agente de gastroenteritis viral más difundido en el mundo entero,
existen varias familias de virus asociadas a este cuadro. Se han identificado como agentes
importantes de enfermedad diarreica tanto en niños pequeños como en adultos, en pacientes
inmunocompetentes e inmunodeprimidos (sobre todo HIV-positivos), asociados a brotes por
ingesta de alimentos y agua contaminada, pueden causar infecciones en la comunidad o en el
hospital, o presentarse como casos esporádicos. Entre estos, podemos destacar a las familias
Adenoviridae, Astroviridae, Caliciviridae y Picobirnaviridae (Picotrirnaviridae).
Algunas de estas familias se caracterizan sobre todo, por incluir variantes con tropismo
526 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

por otros tejidos o que afectan en forma preferencial otras superficies mucosas, no siendo
patógenos estrictos del tracto gastrointestinal. Tal es el ejemplo de Adenoviridae (agentes de
procesos respiratorios) y Caliciviridae (virus de la hepatitis E). Hasta el momento, los aisla-
mientos humanos pertenecientes a las familias Astroviridae y Picobirnaviridae se han asociado
enteramente a casos de gastroenteritis bajo diferente contexto. A pesar de no ser catalogado
como agente de gastroenteritis, se ha postulado que en pacientes HIV-positivos en estadio
SIDA, el propio virus de inmunodeficiencia humana podría infectar al enterocito produciendo
un cuadro de diarrea, sin que este sea el sitio blanco definitivo de infección.
Los miembros de la familia Picornaviridae, subfamilia Enterovirinae (virus de la polio,
Echovirus, Coxsackie), el virus de la Hepatitis A, entre otros que utilizan la ruta de transmi-
sión fecal-oral, tienen como sitio primario de infección la mucosa gastrointestinal, sin estar
implicados como agentes de gastroenteritis.
En esta sección nos dedicaremos exclusivamente a las familias Adenoviridae, Astroviridae,
Caliciviridae y Picobirnabviridae, las otras familias o agentes virales serán analizados en sus
correspondientes capítulos.

ADENOVIRUS ENTÉRICOS
Morfología y estructura
Los adenovirus entéricos, al igual que las variantes asociadas de forma exclusiva a infecciones
del tracto respiratorio, pertenecen al género Mastadenovirus. Son virus no envueltos de simetría
icosaédrica, miden aproximadamente 70-90 nm. Los 252 capsómeros (unidades estructurales
de la partícula) que forman la cápside se organizan en 240 hexámeros y 12 pentámeros, en
las caras y vértices del icosaedro, respectivamente. Se caracterizan sobre todo por presentar
en cada uno de sus 12 vértices (pentámeros) un apéndice proteico con forma de antena, al
cual se le denomina fibra fusógena o fibra del pentón, de utilidad durante la adsorción de la
partícula a sus receptores específicos a nivel de la membrana plasmática de la célula permisiva.
Por otro lado, la fibra y la base del pentón intervienen en la liberación de la partícula viral
desde el endosoma al citosol y en el desensamblaje.
Presentan un genoma de ADN doble hebra, lineal con un tamaño que oscila entre 33 – 45
Kb. Se replican en el núcleo de la célula infectada, utilizando la ARN-polimerasa II celular
para transcribir sus genes. Los genes virales se organizan en cinco unidades transcripcionales,
de las cuales cuatro se corresponden a los genes de la fase muy temprana y temprana (E1-AB,
E-2, E-3 y E-4), la quinta unidad comprende a los genes tardíos (E-5). Cada unidad presenta
un conjunto de genes y su propio conjunto de promotores y secuencias líderes, pudiendo ser
transcripta en uno o varios transcriptos, los que a su vez, son procesados en las diferentes
especies de mARN por mecanismos de splicing alternativo. Por otro lado, los mensajeros indi-
vidualmente pueden codificar distintas proteínas a partir de marcos de lectura superpuestos,
codones de iniciación alternativos, etc.
Sintetizan su propia ADN-polimerasa y una proteína terminal (PT) de unión al extremo
3’ de cada hebra del ADN viral, la cual une una molécula de dCTP, actuando como cebador
(primer) para la replicación (ambos, junto a la proteína de 72 KDa intensamente fosforilada,
productos de la unidad E-2).
La regulación de la expresión de las diversas unidades transcripcionales se da por un
efecto combinatorio en cascada de varios de los productos de los genes muy tempranos y
tempranos (productos de los genes E1A y E1B; E-2; E-3 y E-4), la mayoría, son fosfoproteínas
activadoras en trans de la transcripción de los genes virales, en colaboración con factores
transcripcionales celulares. Algunas de estas también se encargan de promover la replicación
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 527

viral y en ciertos casos, la activación de replicones en la célula huésped, siendo efectoras de


transformación celular.
Algunas proteínas codificadas en las unidades E-3 y E-4 se encargan de interferir con los
mecanismos de defensa del huésped (bloqueo de la presentación de antígenos virales bajo la
forma de péptidos en el contexto de moléculas de HLA-1, inhibición de la lisis inducida por
el factor de necrosis tumoral alfa - TNF-α-, etc.) y del secuestro de la maquinaria biosintética
de la célula, entre otras funciones.

Clasificación
Las cepas de adenovirus pueden clasificarse en seis subgéneros (A – F) en base a diferencias
en la capacidad hemaglutinante, propiedades oncogénicas, al tipo y tamaño de las proteínas
estructurales (SDS-PAGE y Western blot) y al grado de homología a nivel de la secuencia de
nucleótidos en el ADN genómico (perfiles de digestión con enzimas de restricción; RFLP;
etc).
Mediante ensayos de neutralización, se sabe de la existencia de unos 47 serotipos distintos
de adenovirus asociados a enfermedad en humanos. El término adenovirus entéricos se re-
fiere sobre todo a las cepas pertenecientes a los serotipos 40 y 41 en el subgénero F. También,
aunque en menor número, pueden darse aislamientos asociados a enterocolitis pertenecientes
al subgénero A, de los serotipos 12, 18 y 31. Los serotipos 40 y 41 del subgénero F son causa
importante de gastroenteritis a nivel mundial sobre todo en niños, aunque también se dan
brotes que involucran individuos adultos inmunocompetentes.

Patogenia
Existe muy poca información acerca de los mecanismos fisiopatológicos involucrados en las
infecciones por adenovirus entéricos. De algunos estudios in vitro e in vivo se vio que dichas
cepas del virus tenían predilección por células epiteliales con microvellosidades, concentrán-
dose a nivel de las mismas, produciendo una alteración en el borde en cepillo. Sin embargo,
aun no se conoce cómo la infección afecta decididamente la función intestinal.
El período de incubación es de 3 a 10 días. La diarrea no se acompaña de deshidratación
ni de fiebre alta aunque, a diferencia de rotavirus, suele ser de mayor duración. En promedio,
los síntomas se extienden por 6 a 9 días, existiendo un rango de duración que oscila entre los
4 a los 23 días. Muchas veces, la fiebre y los vómitos preceden o acompañan a la diarrea.

Epidemiología
El 2 a 22% de las diarreas virales en todo el mundo son causadas por adenovirus, aunque esta
cifra puede ser subestimada debido a inadecuados métodos de estudio. No presenta un patrón
estacional de aparición como rotavirus. Infecta más frecuentemente a niños de entre tres o
cuatro años, y menos frecuentemente a adultos. Se transmite por vía fecal-oral.

Diagnóstico
La microscopía electrónica fue el método de detección inicial pero actualmente se dispone
de ensayos inmunoenzimáticos (ELISA) comerciales, a los cuales se les ha incorporado anti-
cuerpos monoclonales, presentando una buena sensibilidad. También se dispone de técnicas
de hibridación pero tienen una muy baja sensibilidad. El análisis del ADN con enzimas de
restricción es el método utilizado para clasificar las distintas cepas aisladas.
528 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

ASTROVIRUS
Los miembros de la familia Astroviridae se identificaron por primera vez en 1975 a través de
microfotografías electrónicas de muestras procesadas de materia fecal provenientes de niños
con diarrea aguda.
Los astrovirus han sido clasificados en ocho serotipos (HAstV-1 a HAstV-8) de acuerdo
a diferencias en los epítopes presentes a nivel de la proteína de la cápside. La serotipificación
se basa sobre todo en inmunofluorescencia directa (IF) sobre cultivo de células infectadas,
utilizando antisueros de referencia hechos en conejo contra los distintos serotipos. Estos
grupos antigénicos se correlacionan perfectamente con 8 genotipos diferentes, los cuales
se determinan secuenciando una región de 348 pb a nivel de la secuencia nucleotídica del
ORF-2. La mayoría de los estudios llevados a cabo en el mundo indican que el serotipo
mayoritariamente implicado a casos de gastroenteritis es el HAstV-1. Por otro lado, HAstV-
6/7/8 se aíslan rara vez.

Morfología y estructura
Astrovirus es un virus desnudo de simetría icosaédrica, mide 28-30 nm de diámetro, cuya
cápside al microscopio electrónico recuerda a una estrella de 5 o 6 puntas (por ello el nombre
de astrovirus). Poseen un genoma de ARN monocatenario lineal, de polaridad positiva, de
aproximadamente 6,8 Kb.
El genoma esta constituido por una región no codificante en el extremo 5’ (UTR-5’
o NCR-5’); 3 marcos de lectura abiertos (ORFs), ORF-1a y ORF-1b, codifican proteínas
no estructurales (una proteasa viral y una ARN-polimerasa ARN dependiente) y ORF-2
codifica proteínas precursoras de la cápside y finalmente, una región UTR-3’ corta (por lo
general de 8 nucleótidos), seguida de una cola poli-A de aproximadamente 30 nucleótidos.
La porción C-terminal de la proteína de la cápside presenta mayor variabilidad de secuencia
que la N-terminal. Esta variabilidad es la que define los distintos genotipos asociados a los
virus aislados hasta el momento.
Recientemente, se ha detectado en el citoplasma de células infectadas por astrovirus la
presencia de un ARN subgenómico que contendría solo a ORF-2; lo cual implicaría algún tipo
de procesamiento postranscripcional o la síntesis de ARNs menores durante la replicación del
genoma viral, como mecanismo de amplificación de la síntesis de la proteína de la cápside.

Ciclo de replicación
Como para otras familias de virus ARN monocatenario (por ej. Picornaviridae) de polaridad
positiva, el virus se adsorbe a receptores específicos en la superficie celular por medio de un
dominio de unión en la proteína de la cápside, siendo luego transportado al citoplasma donde
sufre un proceso de decapsidación liberando el genoma al citosol. Una vez allí, el genoma
procede inmediatamente al secuestro de la maquinaria de traducción celular, sintetizándose
una gran poliproteína viral (aproximadamente 2250 aminoácidos) conteniendo a la proteasa,
la ARN-polimerasa y al precursor de la cápside. Ésta primero es autoprocesada dando como
producto a la proteasa viral en su forma nativa, la cual culmina el procesamiento de las
restantes proteínas virales. Una vez sintetizada la ARN-polimerasa viral, el genoma parental
puede empezar a replicarse, sucediendo este proceso en el citoplasma. El ensamblaje de las
nuevas partículas, la maduración de las proteínas virales y la replicación son procesos que
ocurren casi simultáneamente. Existe todo un conjunto de intermediarios de morfogénesis
conformado por partículas inmaduras en distintos estadios. Posiblemente, el genoma sea
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 529

incorporado dentro de la partícula a nivel de algunos de dichos intermediarios. La salida del


virus se realiza por lisis celular.

Patogenia
Astrovirus ha sido detectado en la superficie epitelial del intestino delgado y en macrófagos de
la lámina propia. En animales, astrovirus produce la vacuolización, seguida de la degeneración
y posterior muerte de la célula, lo que determina la atrofia vellositaria.

Epidemiología
Las variantes humanas astrovirus conocidas hasta el momento, son patógenas exclusivas del
tracto gastrointestinal, siendo agentes importantes de enfermedad diarreica en el mundo
entero, sobre todo en niños y ancianos (aunque también puede darse en otros grupos etáreos).
También se han asociado de manera importante con diarrea en el paciente HIV-positivo o
con otros factores responsables de inmuno compromiso.
Algunos estudios lo colocan como el primer agente etiológico de gastroenteritis en pa-
cientes HIV-positivos, por encima de los agentes bacterianos implicados; siendo sí, el primer
agente viral asociado a casos de diarrea en este grupo (por encima de calicivirus y adenovirus
del grupo F, serotipo 40 y 41).
Los brotes de diarrea por astrovirus son bastante frecuentes, pudiendo ocurrir tanto en
comunidad como en el hospital. La incidencia de la diarrea por astrovirus en niños a nivel
mundial, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo, es del orden del 2 al 9 %;
aunque algunos estudios reportan una prevalencia superior al 26%.
La transmisión en niños es usualmente de persona a persona. En base a estudios de se-
roprevalencia en diferentes comunidades del mundo se ha visto que la mayoría de los niños
generan respuestas de anticuerpos contra las diversas variantes de astrovirus durante el
primer año de vida. Por lo que se ha reformulado la importancia de tales virus como agentes
de enfermedad diarreica, siendo en muchos casos considerados como la segunda causa más
común de gastroenteritis viral en niños (luego de rotavirus).

Manifestaciones clínicas
El período de incubación es de uno a cuatro días después de la exposición, la enfermedad se
manifiesta aproximadamente al cuarto día causando deposiciones líquidas, vómitos, distensión
abdominal y deshidratación, la severidad de la enfermedad es menor que rotavirus. Hay un
aumento de la incidencia en el invierno.

Diagnóstico
El diagnóstico y los estudios de tipo epidemiológico se basaban fundamentalmente en mi-
croscopía electrónica de las muestras (debido a la forma peculiar del virión y al alto recuento
alcanzado en heces) o técnicas inmunoenzimáticas (ELISA directo).
En los últimos años, se ha desarrollado e incrementado el uso de la reacción en cadena
de la polimerasa con previa retrotranscripción (RT-PCR), lo cual ha incrementado el número
de casos positivos para astrovirus debido a una mayor sensibilidad respecto a las técnicas
anteriormente mencionadas, las cuales dependían de un alto título de viriones en materia
fecal. Por otro lado, la RT-PCR para regiones dentro de los marcos de lectura ORF1a, ORF1b
y ORF2 permite genotipificar los aislamientos y analizarlos del punto de vista filogenético
(tras la secuenciación).
530 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

PICOBIRNAVIRUS
Son virus relativamente pequeños, miden aproximadamente 35 nm de diámetro, desnudos,
presentan una cápside de simetría icosaédrica cuya superficie podría ser característica exclusiva
de tales virus, a juzgar por el método de montaje de microfotografías electrónicas en crío.
Presentan un genoma de ARN bicatenario (dsARN), doblemente segmentado, cada segmento
presenta un tamaño diferente, según los diferentes aislamientos. De forma menos común, se
han obtenido aislamientos trisegmentados, conteniendo un fragmento adicional de dsARN
con un tamaño promedio de 2,92 kb. A estos se los ha denominado Picotrirnavirus, aunque
presentan mucha similitud, no solo estructural y genética, sino también en su ciclo de vida,
rango de huéspedes y procesos asociados con los picobirnavirus.
Fueron descriptos por primera vez en 1988, al ser descubiertos por accidente en ensayos
de electroforesis en gel de poliacrilamida y tinción con plata de extractos de ARN viral
obtenidos a partir de muestras de materia fecal proveniente de pacientes (niños) con clara
sospecha de infección por rotavirus. Junto al perfil de bandas característico de estos últimos,
se evidenciaron bandas adicionales de tamaño semejante al reportado, lo cual hizo sospechar
de inmediato en la presencia de un nuevo tipo de virus. Más adelante, a partir de muy pocos
casos, pudo evidenciarse ambas bandas en PAGE solas, lo cual, junto a la microscopia elec-
trónica permitió poner en evidencia al nuevo tipo de virus entérico.
El rol de los picobirnavirus en la generación de los síntomas que hacen a una gastroen-
teritis en seres humanos aún no queda bien establecido. La frecuencia de detección de tales
virus en materia fecal de individuos con diarrea ha mostrado cierta variabilidad para dife-
rentes investigaciones llevadas a cabo en diferentes sitios a nivel mundial. Lo coincidente es
que se han encontrado en proporciones bastante similares en pacientes sintomáticos como
asintomáticos.
Lo más característico de picobirnavirus del punto de vista epidemiológico es su mayor
asociación a casos de gastroenteritis en pacientes portadores del virus de inmunodeficiencia
humana (HIV-positivos). En muchos casos, asociado a diarreas de tipo persistente o crónicas,
caracterizadas por la presencia del virus en excretas hasta 45 días de iniciados los síntomas. Se
han detectado en aproximadamente el 9 % de los casos de gastroenteritis en pacientes HIV-
positivos (sobre todo en el estadio SIDA), así como en el 2 % de los pacientes asintomáticos,
portadores del virus HIV. Por lo tanto, son el segundo agente viral de gastroenteritis más
frecuente en pacientes HIV-positivos después de astrovirus, a nivel mundial.
Todos estos estudios se basan en los resultados obtenidos mediante la búsqueda de dsARN
viral en muestras de materia fecal por PAGE y tinción con nitrato de plata (con protocolos
de extracción adecuados), o por microscopía electrónica directa; ambos métodos de baja
sensibilidad, los cuales dependen de un alto recuento de partículas virales en la muestra. Por
otro lado, se sabe que muchas veces la infección transcurre con bajos títulos de partículas
en materia fecal o que no en todo momento son secretadas altas cantidades del virus. Esto,
junto a lo citado anteriormente, puede llevar a subestimar la verdadera incidencia de la
diarrea por picobirnavirus.
Recientemente se han propuesto ensayos de RT-PCR específicos para picobirnavirus uti-
lizando como molde el dsARN extraído de la muestra de materia fecal, los cuales pretenden
solucionar los problemas de sensibilidad.

CALICIVIRUS
Los calicivirus humanos son la causa más común de brotes de diarrea de origen no bacte-
riano en adultos y en niños mayores en todo el mundo. Se estima que son responsables de
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 531

aproximadamente el 95 % de los brotes de gastroenteritis viral (por lo general, acompañada


de vómitos) en dichos grupos etarios, sobre todo en Estados Unidos. Se conoce poco de su
frecuencia en casos de diarrea de tipo aguda en niños, aunque se estima que la incidencia
sería tan solo inferior a la de los casos de gastroenteritis por rotavirus.

Morfología y estructura
Los calicivirus son virus pequeños, miden 30-35 nm de diámetro, desnudos, vistos al micros-
copio electrónicos presentan una morfología típica en forma de cáliz o “estrella de David”.
Su genoma está constituido por una única cadena de ARN, de polaridad positiva.

Clasificacion
Existen cinco grupos o géneros de calicivirus basados en homología de secuencia y organización
del genoma. Cuatro de estos cinco grupos son patógenos humanos: los virus del tipo Sapporo,
los virus circulares pequeños tipo Norwalk, los calicivirus marinos y el virus de la hepatitis
tipo-E (HEV). Siendo los tres primeros agentes de gastroenteritis en humanos. El virus de la
hepatitis-E, si bien se transmite por vía fecal-oral, no tiene como órgano blanco definitivo
al intestino sino al hígado, siendo agentes de hepatitis aguda autolimitada sin mayor riesgo,
aunque (por razones aún no muy claras) suele ser fatal para el 25% de las mujeres embarazadas
infectadas, sobre todo en países subdesarrollados.
Los virus de tipo Norwalk (NLVs) muestran una considerable diversidad genética, pudien-
do ser clasificados del punto de vista filogenético en dos grandes genogrupos: el genogrupo 1
incluye al virus Norwalk propiamente dicho, mientras que el genogrupo II incluye variantes
como el virus de Lordsdale y el virus de las Montañas Nevadas.
En base a estudios de homología y organización del genoma, se vio que los virus tipo
Sapporo (SLVs) se encuentran mas relacionados a los calicivirus marinos que a otros grupos
de calicivirus causantes de diarrea en humanos.

Patogenia
Hay poca información sobre la patogenia de calicivirus, se ha visto que la mucosa del intestino
delgado proximal se encuentra inflamada, las células absortivas son anormales, las vellosida-
des están disminuidas, hay hipertrofia de las criptas además de un incremento de las células
epiteliales. La mucosa gástrica y colónica es normal.

Epidemiología
Los virus similares al Norwalk y los calicivirus marinos son los mayoritariamente asociados a
brotes como a casos esporádicos de gastroenteritis en adultos. Los SLVs se asocian tan solo
a pocos casos comunitarios de gastroenteritis infantil.
El cultivo en líneas celulares in vitro de estos virus indica que han estado emergiendo
periódicamente desde fuentes oceánicas desde hace por lo menos 65 años. Por lo tanto, re-
sulta frecuente que los brotes de gastroenteritis asociada a calicivirus humanos, en especial a
las cepas de calicivirus marinos, se deban al consumo de mariscos u otros productos del mar
con mala preparación. Se ha propuesto un reservorio oceánico para tal familia de virus. En
el océano los virus son expuestos a un rango amplio de animales, en donde se multiplican y
surgen nuevas variantes por ciclo replicativo; algunas de ellas capaces de infectar y causar
enfermedad en el hombre. Por esto mismo, las enfermedades por calicivirus son casi imposibles
de contener o erradicar. Se ha visto que algunas variantes de calicivirus pueden permanecer
viables por más de 14 días a 15 °C, en el agua de mar.
532 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

El mecanismo de transmisión es fecal-oral y son más comunes las infecciones en el


invierno.

Manifestaciones clínicas
Produce diarrea aguda y presenta deposiciones líquidas, vómitos, nauseas, cólicos y fiebre. La
infección se resuelve en general espontáneamente a las 24-48 horas.

Diagnóstico
Como estos agentes no han podido ser cultivados in vitro ni se dispone de modelos animales
para su estudio, su diagnóstico depende de métodos directos de visualización (microscopía
electrónica), de técnicas inmunológicas (ELISA) y de la amplificación genómica. La micros-
copía electrónica fue el método usado originalmente para identificar estos virus. Su sensi-
bilidad es baja para los calicivirus debido a que estos se excretan en bajas concentraciones
en las heces.
RT-PCR, actualmente es el método diagnóstico más sensible utilizado tanto para el diag-
nóstico como para estudios epidemiológicos. Se utiliza para detectar la presencia del virus en
el medio ambiente, incluyendo agua y comida contaminada.

Bibliografía
• Max Ciarlet, Juan E. Ludert, Miren Iturriza-Gómara, Ferdinando Liprandi, James J. Gray, Ulrich Desselberger,
and Mary K. Estes. Initial Interaction of Rotavirus Strains with N-Acetylneuraminic (Sialic) Acid Residues
on the Cell Surface Correlates with VP4 Genotype, Not Species of Origin J. Virol., Apr 2002; 76: 4087
- 4095.
• Max Ciarlet, Sue E. Crawford, Elly Cheng, Sarah E. Blutt, Daren A. Rice, Jeffrey M. Bergelson, and Mary
K. Estes. VLA-2 (2ß1) Integrin Promotes Rotavirus Entry into Cells but Is Not Necessary for Rotavirus
Attachment J. Virol., Feb 2002; 76: 1109 - 1123.
• Max Ciarlet, Sue E. Crawford, and Mary K. Estes. Differential Infection of Polarized Epithelial Cell Lines
by Sialic Acid-Dependent and Sialic Acid-Independent Rotavirus Strains. J. Virol., Dec 2001; 75: 11834
- 11850.
• M Ciarlet and MK Estes. Human and most animal rotavirus strains do not require the presence of sialic
acid on the cell surface for efficient infectivity. J. Gen. Virol., Apr 1999; 80: 943 - 948.
• D. I. Bernstein, R. I. Glass, G. Rodgers, B. L. Davidson, and D. A. Sack. Evaluation of rhesus rotavirus
monovalent and tetravalent reassortant vaccines in US children. US Rotavirus Vaccine Efficacy Group.
JAMA, Apr 1995; 273: 1191 - 1196.
• DI Ginn, RL Ward, VV Hamparian, and JH Hughes. Inhibition of rotavirus in vitro transcription by optimal
concentrations of monoclonal antibodies specific for rotavirus VP6. J. Gen. Virol., Nov 1992; 73: 3017
- 3022.
• María C. Jaimes, Olga Lucía Rojas, Ana María González, Isabela Cajiao, Annie Charpilienne, Pierre Pothier,
Evelyne Kohli, Harry B. Greenberg, Manuel A. Franco, and Juana Angel. Frequencies of Virus-Specific
CD4+ and CD8+ T Lymphocytes Secreting Gamma Interferon after Acute Natural Rotavirus Infection in
Children and Adults. J. Virol., May 2002; 76: 4741 - 4749.
• Mingdong Zhang, Carl Q.-Y. Zeng, Andrew P. Morris, and Mary K. Estes A Functional NSP4 Enterotoxin
Peptide Secreted from Rotavirus-Infected Cells. J. Virol., Dec 2000; 74: 11663 - 11670.
• Yanjie Dong, Carl Q.-Y. Zeng, Judith M. Ball, Mary K. Estes, and Andrew P. Morris. The rotavirus enterotoxin
NSP4 mobilizes intracellular calcium in human intestinal cells by stimulating phospholipase C-mediated
inositol 1,4,5-trisphosphate production. PNAS, Apr 1997; 94: 3960 - 3965.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 533

• D. M. Bass and Shiqiang Qiu. Proteolytic Processing of the Astrovirus Capsid. J. Virol., Feb 2000; 74: 1810
- 1814.
• Matthew D. Koci, Lindsey A. Moser, Laura A. Kelley, Diane Larsen, Corrie C. Brown, and Stacey Schultz-
Cherry. Astrovirus Induces Diarrhea in the Absence of Inflammation and Cell Death. J. Virol., Nov 2003;
77: 11798 - 11808.
• Aldo Gaggero, Miguel O’Ryan, Jacqueline S. Noel, Roger I. Glass, Stephan S. Monroe, Nora Mamani,
Valeria Prado, and Luis F. Avendaño. Prevalence of Astrovirus Infection among Chilean Children with Acute
Gastroenteritis. J. Clin. Microbiol., Dec 1998; 36: 3691 - 3693.
• Mikael Nilsson, Kjell-Olof Hedlund, Margareta Thorhagen, Göran Larson, Kari Johansen, Anders Ekspong,
and Lennart Svensson. Evolution of Human Calicivirus RNA In Vivo: Accumulation of Mutations in the
Protruding P2 Domain of the Capsid Leads to Structural Changes and Possibly a New Phenotype. J. Virol.,
Dec 2003; 77: 13117 - 13124.
• E. Roman, A. Negredo, R. M. Dalton, I. Wilhelmi, and A. Sánchez-Fauquier Molecular Detection of Hu-
man Calicivirus among Spanish Children with Acute Gastroenteritis. J. Clin. Microbiol., Oct 2002; 40: 3857
- 3859.
• Murray, P.; Kobayashi, G. S.; Pfaller, M. A.; Rosenthal, K. Microbiología Médica, 2ª Edición; Edit. Harcourt
Brace, Madrid 1997.
• Fields, B.N.; Knipe, D.M. Virology. 2nd. Edition. Raven Press, S. Francisco, 1990.
534 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 535
Página 535

30 Herpesvirus
A. Mattera, P. Barrios

Generalidades

Los miembros de la familia Herpesviridae son virus ADN, envueltos. Más de 100 especies
conocidas de herpesvirus infectan a un amplio espectro de animales. Ocho especies recono-
cidas infectan a los humanos.

Clasificación
Se clasifican en tres subfamilias de acuerdo a la homología y organización de su genoma,
rango de huésped y otras propiedades biológicas.
Las tres subfamilias son: alphaherpesvirinae, betaherpesvirinae y gammaherpesvirinae.

ALPHAHERPESVIRINAE
Presentan las siguientes características:
• Variabilidad de huéspedes.
• Ciclo de replicación relativamente corto.
• Difusión rápida a nivel de cultivos celulares.
• Destrucción efectiva de la célula infectada.
• Capacidad de establecer una latencia primaria, aunque no exclusiva, a nivel de los ganglios
sensitivos.
Dentro de ésta subfamilia se citan virus herpes simplex tipo 1 y 2, y el virus varicela
zoster (VVZ).

BETAHERPESVIRINAE
• Posee una morfología típica.
• El genoma de ADN es grande.
• Poseen la capacidad de establecer infecciones virales persistentes y latentes.
• Son especie específicos.
• Crecen muy lentamente en cultivos celulares.
Esta subfamilia comprende citomegalovirus (CMV) y a los herpes humanos 6 y 7 (HHV
6 y 7).
536 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Table 1. Classification and Structure of Herpesviridae That Infect Humans


Common Name Other Desig- Sub- Genome No. of Genome Guanine-
nation family Size Genome Type plus-Cytosine
(kbp × Isomers Content
106) (% )
Human virus
Herpes simplex Human her- a 152 4 E 67
virus type 1 pesvirus 1
Herpes simplex Human her- a 152 4 E 69
virus type 2 pesvirus 2
Varicella-zoster virus Human her- a 125 D D 46
pesvirus 3
Epstein-Barr virus Human her- g 172 1 C 59
pesvirus 4
Cytomegalovirus Human her- b 229 1 E 57
pesvirus 5
Human herpesvi- — b 165 1 A 43
rus 6
Human herpesvi- — b 145 1 A 42
rus 7
Human herpesvi- Kaposi’s g 165 1 B 55
rus 8 sarcoma
herpesvirus
Simian virus
Herpes B virus Herpesvirus a 150 4 E 74
simiae; cer-
copithicine
herpesvirus
1
Abbreviation: kbp, Kilobase pairs.

GAMMAHERPESVIRINAE
• Se replican y permanecen en forma latente en los linfocitos.
• Pueden causar linfomas, leucemias y trastornos linfoproliferativos en animales de expe-
rimentación.
Dentro de ella se encuentra el virus de Epstein–Barr (VEB) y herpesvirus 8.

Estructura
Los herpesvirus son partículas largas que miden entre 150 a 250 nm. La particula viral está
compuesta, desde el exterior al interior, por una envoltura de naturaleza lipídica que deriva de
la célula huésped. Las proteínas y las glicoproteínas virales insertadas en la envoltura forman
las espículas, de las que algunas son responsables de la fijación del virus a la célula. La inte-
gridad de la envoltura es necesaria para la infectividad viral. Anticuerpos contra algunas de
las glicoproteínas virales neutralizan la infección. El tegumento es un complejo de proteínas
virales de estructura fibrilar que asegura la unión entre envoltura y cápside. Su naturaleza
lipídica le da la posibilidad de ser degradables por los agentes físicoquímicos y ello confiere
a los herpesvirus de una gran fragilidad al medio exterior. Presenta una cápside icosaédrica
de 100 nm de diámetro constituida de 162 cápsomeros. Un core que contiene ADN viral,
bicatenario lineal que se encuentra enrollado alrededor de una bobina proteica.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 537

Figura 1. Electron micrographs of varicella-zoster virus negatively stained with phospho-


tungstic acid (×40,000). A, The complete enveloped virion. B, A purified viral nucleocapsid.
(From Straus SE, Ostrove JM, Inchauspe G, et al. Varicella-zoster virus infections: Biology,
natural history, treatment, and prevention. Ann Intern Med. 1988;108:221–237.)

Ciclo de replicación viral


La replicación de los herpesvirus está cuidadosamente regulada.
• Adsorción, penetración y decapsidación: por intermedio de las proteínas de la envoltura
viral los virus se unen a receptores de la membrana citoplasmática de la célula. Luego de
la fusión entre las envolturas virales y las membranas citoplasmáticas, la nucleocápside se
libera en el citoplasma, la cápside migra a través del mismo y es degradada por las enzimas
lisosomales dando lugar, por último, a la penetración del ácido nucleico en el núcleo.
La síntesis de proteínas es regulada en el tiempo y aparecen tres tipos sucesivos de proteínas
en las células:
– Proteínas muy precoces (inmediate early antigens) IEA
– Proteínas precoces (early antigens) EA
– Proteínas tardías (late antigens) LA
Las proteínas precoces son enzimas que regulan su propia síntesis y estimulan la síntesis
de ellas mismas. En algunos herpesvirus la síntesis de las proteínas muy precoces son
inducidas por las proteínas del tegumento. Las proteínas precoces son las que participan
propiamente en la replicación viral ya que son ADN polimerasas y timidinacinasas. Las
proteínas tardías son proteínas estructurales. Las copias de ADN viral replicadas se unen
a las proteínas de estructura que migran hacia el núcleo donde se ensamblan.
• Envoltura y liberación de viriones: las nucleocápsides completas salen de los núcleos y se
envuelven con membranas nucleares o intracitoplasmáticas (lo cual es característico de
los herpesvirus). Los viriones atraviesan el citoplasma celular por el retículo endoplásmico
y finalmente la célula termina siendo destruida.

Tropismo
Los herpesvirus varían en sus habilidades para infectar distintos tipos de células rasgo este que
es considerado en la clasificación en subfamilias. Por ejemplo el virus herpes simplex crece
en células epiteliales y fibroblastos de humanos, monos, conejos, ratón y otros animales. El
virus varicela zoster (VVZ) crece mejor en células epiteliales y fibroblastos in vitro. CMV
crece sólo en fibroblastos humanos, VEB puede ser cultivado sólo en linfocitos. HHV 6 y 7
se replican in vitro en linfocitos T CD4. HHV 8 aún no se ha podido producir su replicación
eficientemente in vitro.
538 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Latencia

Todos los herpesvirus permanecen en sus huéspedes naturales y son responsables de infecciones
latentes y de reactivaciones a menudo asintomáticas. La latencia está caracterizada por una
expresión limitada de una pequeña cantidad de genes virales.

Patogenia
Los herpesvirus pueden causar daño por tres mecanismos:
• destrucción directa de los tejidos
• provocando respuestas inmunes patológicas
• por la capacidad de transformar a la célula en neoplásica.
Las lesiones mucocutáneas por HVS 1 y VVZ son consecuencia, fundamentalmente,
de un daño tisular directo, en cambio ciertas complicaciones por herpesvirus como eritema
multiforme, anemia hemolítica y trombocitopenia, son consecuencia de respuestas inmunes
patológicas.
Herpesvirus producen infecciones persistentes en humanos debido a que alteran genes
celulares que previenen su eliminación, permitiendo así su latencia, inhiben la apoptosis y
evaden la respuesta inmune. La latencia se mantiene por la localización del virus en lugares
inmunológicamente privilegiados como la neurona en el caso de HVS, y por la falta de
expresión de proteínas que pueden ser detectados por el sistema inmune como en algunos
linfocitos B por el VEB.
Algunos integrantes de la familia Herpesviridae son virus oncogénicos como el VEB, que
describiremos más adelante.

Epidemiología
La infección por los distintos herpesvirus es de distribución mundial y muy frecuente. Los her-
pesvirus a causa de su envoltura son virus frágiles. La transmisión de la infección se realiza:
• a través del contacto directo y a veces íntimo entre los individuos por contaminación con
la saliva;
• por vía genital: contactos sexuales, parto;
• por transplante de órganos, o
• por transfusiones sanguíneas.
Aunque son virus frágiles, pueden resistir cierto tiempo en el medio exterior y la infección
puede ser vehiculizada por las manos o por los objetos contaminados por la saliva, lesiones
o secreciones infectadas.
La primoinfección por herpesvirus, acompañada o no de signos clínicos, se observa a
menudo en el lactante y más frecuentemente en medios socioeconómicos desfavorables, o
cuando los jóvenes viven agrupados en colectividades.
En la infección latente los virus herpéticos son excretados de forma intermitente sin
signos clínicos asociados, lo que explica su gran difusión a nivel de la población. Los factores
que desencadenan la reactivación son muy variables y poco conocidos: estímulos nerviosos,
estímulos alogénicos en transplantes o estímulos durante el embarazo.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 539

Table 2. Features of Productive, Latent, and Transforming Herpesvirus Infections of Humans


Virus Typical Primary Typical Recur- Infection in the State of Association
Infections rent Infections Compromised Latency with Human
Host Cancers
Herpes sim- Gingivostoma- Herpes Gingivostoma- Sensory None
plex virus 1 titis labialis titis neurons
Keratoconjunc- Keratocon- Keratoconjunc-
tivitis junctivitis tivitis
Cutaneous Cutaneous Cutaneous
herpes herpes herpes
Genital herpes Encephalitis Esophagitis
Encephalitis Pneumonitis
Hepatitis, etc.
Herpes sim- Genital herpes Genital her- Genital herpes Sensory Cervical
plex virus 2 pes neurons cancer?
Cutaneous Cutaneous Cutaneous
herpes herpes herpes
Gingivostoma- Aseptic men- Disseminated
titis ingitis infection
Meningoen-
cephalitis
Neonatal
herpes
Varicella-zos- Varicella Dermatomal Disseminated Sensory None
ter virus zoster infection nerve gan-
glia
Cytomegalo- Mononucleosis ? Hepatitis Mono- None
virus cytes?
Hepatitis Retinitis Neutro-
phils
Congenital cy- Pneumonitis
tomegalic inclu- Encephalitis
sion disease
Colitis, etc.
Epstein-Barr Mononucleosis ? Polyclonal and B lympho- African-type
virus Hepatitis monoclonal cytes Burkitt’s lym-
Encephalitis lymphop- phoma, CNS
roliferative lymphoma,
syndromes and other
lymphomas;
nasopharyn-
geal carcino-
ma; leiomyo-
sarcoma
Oral hairy
leukoplakia
Human her- Roseola infan- ? Pneumonitis? CD4 lym- Rare B-cell
pesvirus 6 tum phocytes? lymphomas?
Fever and otitis Encephalits?
media
Encephalitis
Human her- Roseola infan- ? ? CD4 lym- None
pesvirus 7 tum phocytes?
540 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Human her- ? ? Kaposi’s sar- ? Kaposi’s


pesvirus 8 coma sarcoma;
multicentric
Castleman’s
disease; pri-
mary effusion
lymphoma
Simian herpes Mucocutaneous ? ? Sensory None
B virus lesions neurons
Encephalitis
Abbreviation: CNS, Central nervous system.

Herpes simplex
El miembro prototipo de la familia herpesvirus es el virus herpes simplex (HSV). Existen
dos tipos antigénicos HHV-1 y HHV-2 que comparten actividad antigénica cruzada, pero
patrones de neutralización diferentes y producen patrones clínicos diferentes. Posee una
cápside icosaédrica de 162 capsómeros. El genoma del virus es de alrededor de 152 kbp, está
constituido por ADN y su disposición es bicatenario y lineal.
La envoltura está constituida por una membrana lipídica, proveniente de la célula infectada
al salir por brotación. Dicha envoltura contiene espículas constituidas por glicoproteínas.
Entre la envoltura y la cápside se encuentra el tegumento, formado por proteínas virales, de
aspecto denso a los electrones, cuyas propiedades y funciones se desconocen aún.

EPIDEMIOLOGÍA
El huésped natural siempre se ha creído que es el hombre, pero el virus es capaz de infectar
varios animales incluyendo los roedores. Alrededor del 50% de los adultos son seropositivos
para HHV-1, no así para el HHV-2 para el cual la seropositividad es algo menor. A los 30
años alrededor del 25% de los americanos tienen anticuerpos anti-HHV-2, pudiendo llegar
a prevalencias de 50% en algunas regiones de África. La prevalencia y la incidencia de la
infección por herpes genital ha ido incrementándose año a año. Más de 45 millones de per-
sonas en Estados Unidos están infectadas con HHV-2 y más de un millón de nuevos casos
se diagnostican por año (figura 2). Herpes genital es la infección de transmisión sexual más
común en Estados Unidos, así como en el resto del mundo.
La seroincidencia de HHV-2 podría tomarse como marcador de cambio en los hábitos
sexuales de la población, especialmente en aquellas regiones de África con alta incidencia
entre adultos jóvenes. En los países desarrollados su importancia radica en el rol potencial
de facilitación de la transmisión del VIH. Este virus es altamente prevalente en las regiones
donde existen epidemias severas por VIH. La infección se incrementa con la edad en forma
marcada, llegando a valores de hasta 70% o más, en mujeres adultas en algunos sitios de
África. Las úlceras genitales incrementan el potencial infeccioso de los sujetos VIH positivos
y la susceptibilidad de los sujetos seronegativos al VIH. Existe un efecto recíproco entre la
inmunodepresión que causa el VIH determinando la exacerbación de los síntomas por el
HHV-2, así como el incremento de la capacidad infectante y de diseminación en los pacien-
tes VIH positivos que presentan una infección concomitante por HHV-2. Los últimos datos
sugieren que HHV-2 sería responsable en una proporción sustancial de las nuevas infecciones
por VIH en algunas partes de África.
Se necesita entonces de medidas urgentes de control para HHV-2, las cuales incluyen:
• terapia supresiva antiviral sobre todo en grupos de alto riesgo,
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 541

Figura 2. Seroprevalencia de virus Herpes simplex (HSV) en Estados Unidos (%)

1990
1980

1=12-19 2=20-29 3=30-39 4=40-49 5=50-59 6=60-69 7>70

• educación de forma de reducir la transmisión de HHV-2,


• se están tratando de desarrollar vacunas y nuevos antivirales con dicho propósito.
La gráfica nos muestra la incidencia creciente, luego de infectados los pacientes persisten
de por vida infectados, las recurrencias en general retroceden espontáneamente para luego
reaparecer nuevamente.
Las infecciones más importantes son las queratitis herpéticas y las encefalitis. La incidencia
del herpes genital ha aumentado en las últimas décadas, factores asociados a este incremento
pueden ser la promiscuidad sexual, el uso de anticonceptivos orales y la ausencia del uso de
métodos de barrera.
Factores predisponentes que favorecen la infección por HHV-2:
• Sexo: más frecuente en mujeres.
• Raza: más frecuente en raza negra.
• Estado civil: más frecuente en divorciadas que en solteras o casadas.
• Residencia: más frecuente en grandes ciudades.
• Número de compañeros sexuales: a mayor número mayor riesgo de infección.

REPLICACIÓN
El primer paso para que se de la replicación viral es la interacción de las glicoproteínas virales
con los receptores celulares, lo que resulta en la fusión de la envoltura viral con la membra-
na celular. No es necesario que se produzca endocitosis, pero ésta puede ocurrir como ruta
alternativa de penetración a la célula. Durante el attachment la glicoproteína C interactúa
con el heparansulfato, ubicado en la superficie de la membrana celular. Dicha interacción es
lábil hasta que las otras glicoproteínas como la B y D comienzan a participar en el proceso
de entrada.
La glicoproteína B también provee un sitio de interacción con otros glicosaminoglicanos,
mientras que la glicoproteína D provee de una unión estable a los receptores celulares, así
542 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

como al mediador de la entrada del herpesvirus. La adsorción tardía se asocia con cambios
conformacionales de la glicoproteína D que ocurren luego de la unión al receptor, luego de
lo cual ocurre la interacción de gD con el complejo heterodímero gH/gL. Los dominios del
complejo gH/gL y gB permiten la penetración ph-independiente.
El complejo gE/gI y gM interactúa con los receptores a nivel de las uniones celulares
facilitando así la diseminación. Lo mismo sucede en las células no polarizadas, pero con la
salvedad que no se produce la liberación del virión célula a célula por la superficie basolateral
de las células polarizadas.
La glicoproteína K que no se encuentra incorporada al virión juega un rol esencial en la
envoltura de la cápside durante el ensamblaje en la membrana nuclear, en el transporte del
virión a la superficie celular y en su liberación. Luego de la fusión se libera la cápside en el
citoplasma, migrando la misma hacia el núcleo, el core entra por un poro nuclear y allí se
circulariza el genoma.
El genoma viral esta compuesto por una única región larga, tiene elementos de repetición
internos y terminales.
En el HSV 1 y 2 hay dos bloques de secuencias únicas designadas UI (única larga) y Us
(única corta), cada una de las cuales esta unida por repetidores terminales.
El genoma viral se acompaña de la proteína alfa –TIF cuya función se basa en activar la
trascripción viral inmediata por medio de factores celulares de trascripción.
La infección de células no neuronales con el HHV-1 determina la degradación del
RNAm del huésped y la consiguiente inhibición de la síntesis de proteínas. De esta forma el
virión regula la expresión de los genes virales y promueve la replicación eficiente durante la
replicación lítica.
Luego de entrar las proteínas virales producen la disgregación de los polirribosomas y la
degradación del RNA celular y viral. El virus permanece conservado en todas las especies
neurotrópicas y de ahí el establecimiento de la latencia, para lo cual también es importante
la resistencia de las neuronas a la infección por VHS.
En el núcleo la trascripción del genoma es regulada en una cascada y se producen tres
tipos distintos de RNAm.
Si se bloquea el proceso brevemente luego de iniciada la infección, se acumulan los RNAm
inmediatos tempranos en el núcleo no transcribiéndose otros RNAm. Todos los productos de
los genes inmediatos tempranos regulan la transcripción de los otros genes tempranos y tardíos.
La síntesis de los productos tempranos se producen antes de la replicación del ADN viral y
por eso actúan enzimas que participan en el metabolismo del DNA como la timidinacinasa y
la ribonucleótido-reductasa, y enzimas que actúan directamente en la replicación del ADN,
como la polimerasa ADN y la helicasa ADN, por tanto se inicia la replicación del genoma.
Además de todo lo antedicho, también las proteínas celulares se requieren para la re-
plicación del genoma, y la misma ocurre en el núcleo. Los productos de los genes tardíos se
producen luego de la replicación del ADN e incluyen proteínas estructurales.
La capacidad de establecer latencia es una característica de los herpesvirus. Entendemos
a la latencia como la capacidad de generar una infección improductiva y reversible de una
célula por un virus capaz de replicarse. Para que la misma se de, dichos virus deben ser capaces
de evadir con éxito la respuesta inmune y deben ser capaces de insertar su genoma en las
células del huésped, esto incluye tres fases separables:
• Establecimiento
• Mantenimiento
• Reactivación
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 543

Siguiendo la infección natural, el establecimiento de la latencia ocurre conjuntamente en


las neuronas sensoriales que inervan el sitio de infección primario, la pérdida de permisividad
de por lo menos algunas de las neuronas sensoriales resulta en una falla del ciclo productivo
de expresión genética, y por tanto, una falla del ingreso al ciclo lítico.
Las neuronas en donde se establece primariamente la latencia residen en el ganglio sen-
sorial, aunque también existe evidencia de presencia de virus latente en el sistema nervioso
central. La transcripción de una porción restringida del genoma ocurre durante la latencia,
siendo dirigida por un solo promotor generando RNAs nucleares que se han designado como
transcriptos asociados a latencia. Su función aún no ha sido determinada, pero las mutantes
presentan una lenta recuperación o establecen latencia con eficiencia reducida, parecería
que presentan un efecto de inhibición de la apoptosis.
Este efecto promovería la reactivación y esta sería por tres mecanismos:
• Generando mas neuronas infectadas en estado latente para reactivaciones futuras.
• Protegiendo neuronas en las cuales ocurre la reactivación.
• Protegiendo las neuronas no infectadas durante la reactivación
Herpesvirus ha desarrollado una cantidad de estrategias para modular la respuesta del
huésped.
La replicación del ADN es el sitio blanco de las drogas antivirales, siendo dichas drogas
análogos de nucleótidos de cadena terminal (aciclovir, ganciclovir, ambos análogos de la gua-
nina). Existen fármacos más recientes como el famciclovir, similar al aciclovir y valaciclovir,
que es la prodroga del aciclovir.
El aciclovir necesita una fosforilación inicial, que es realizada por la timidinacinasa. Luego
el monofosfato es convertido en trifosfato de aciclovir por las cinasas celulares, el cual es
incorporado al ADN viral por la polimerasa viral. La base incorporada previene la elongación
de la cadena, dado que carece de la ribosa que tendría la molécula normal. El ganciclovir es
más efectivo contra citomegalovirus. Ambos fármacos presentan el problema que generan
resistencia de dichos virus al fármaco, debido a mutaciones de la ADN polimerasa o en las
cinasas.
Las partículas virales se ensamblan en el núcleo, luego son clivados los productos y em-
paquetados dentro de cápsides preensambladas. La envoltura se obtiene de la hoja interna de
la membrana nuclear, acumulándose las partículas entre ambas hojas. Cómo es transportado
el virus hacia la superficie se desconoce aún. Las proteínas que se producen se incorporan al
virión, el resto se acumula en el núcleo determinando la aparición de cuerpos de inclusión
nuclear.

PATOGENIA
La infección primaria ocurre a través de abrasiones de la mucosa de la boca o de la faringe,
vía ocular, vía genital, o por abrasiones de la piel. La mayoría de los individuos se infectan en
los primeros dos años de vida, hecho este que se debe a su carácter universal. La infección
inicial en general es asintomática, aunque pueden aparecer lesiones locales de tipo vesicular.
La multiplicación local va seguida de viremia y de infección sistémica. Luego ocurre el periodo
de infección latente, que se prolonga a lo largo de la vida con reactivaciones periódicas. La
media de recurrencia luego de la primoinfección con HSV-2 es de cuatro a cinco episodios por
año, lo episodios primarios severos se asocian con tasas de recurrencias mayores. Durante la
infección primaria el virus accede a los nervios sensoriales periféricos, migrando por los axones
hasta los ganglios sensoriales en el sistema nervioso central. Durante la infección latente el
544 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

ADN se mantiene en forma episómica, con expresión limitada de los genes, elemento este
requerido para que se mantenga la latencia.
El estado de latencia depende de:
• Factores físicos de disturbio: lesión física, rayos UV, hormonas
• Estrés, depresión.
La reactivación del virus latente determina enfermedad recurrente, el virus desciende
a través del nervio sensorial a la superficie del cuerpo, se replica y causa daño tisular. En un
mismo individuo, el herpes recurrente se manifiesta prácticamente siempre en la misma zona.
Luego de período prodrómico caracterizado por ardor, disestesias, se forman flictenas o vesículas
yuxtapuestas de contorno policíclico que posteriormente van a progresar a la ulceración.
En general el HHV-1 se asocia con herpes oral y ocular, y el HHV-2 se asocia a lesiones
genitales y anales.

PRESENTACIÓN CLÍNICA
La forma de presentación pueden ser leves o graves, ya caracterizamos previamente cuales
son, para los dos serotipos, las formas de presentación mas frecuente. Nos interesa destacar
aquí las formas graves, dadas las secuelas que generan en el paciente, pudiendo determinar
en ocasiones compromiso vital.

Herpes ocular
Se trata de una queratoconjuntivitis a menudo unilateral, la lesión viene determinada por
la acción citopática del virus, así como también por la respuesta inflamatoria del huésped,
todo lo cual puede determinar compromiso vascular de la córnea, produciendo fibrosis de la
misma con pérdida de la visión.

Encefalitis herpética
En general se debe a una reactivación viral, sobre todo en el adulto. Los dos serotipos pueden
estar implicados. Se caracteriza en su inicio por trastorno de la conciencia, con pérdida de
atención, tendencia al sueño, desorientación temporal y espacial, y fotofobia.
El diagnóstico es clínico-microbiológico, realizándose la reacción en cadena de la polime-
rasa (PCR) a punto de partida de líquido cefalorraquídeo (LCR), para detección de genoma
viral. Se debe realizar también el estudio citoquímico del LCR, pudiéndose objetivar linfocitosis
moderada con proteinorraquia variable.
La precocidad del diagnóstico y del inicio del tratamiento son fundamentales para evitar
lesiones secuelares, así como la muerte del paciente.

Herpes neonatal
La transmisión viral se realiza en el período perinatal, la vía transplacentaria es poco frecuente,
en general el virus se encuentra en el tracto genital materno y el feto lo adquiere en su pasaje a
través del mismo. La afectación es más severa aún si la madre cursa la primoinfección, dada la
falta de anticuerpos maternos que atraviesen la placenta y generen protección para el feto.
Puede ocurrir la infección asintomática o también infecciones graves, estas últimas se
caracterizan por erupción generalizada, hepatitis y encefalitis, y en general son mortales. La
infección materna antes de las 20 semanas de embarazo se asocia con aborto espontáneo. La
infección del recién nacido puede evitarse si se evita el pasaje del mismo a través del canal
de parto mediante operación cesárea.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 545

Herpes en inmunodeprimidos
En todo paciente con déficit inmunitario, ya sea por tratamiento con inmunosupresores,
en pacientes neoplásicos o en pacientes con SIDA, se pueden observar reactivaciones. Las
mismas se caracterizan por lesiones cutaneomucosas extensas, así como afectación de otros
órganos, por ejemplo: hepatitis, encefalitis, neumonitis viral.

Herpes y cáncer de cuello uterino


Existiría una relación significativa entre ambos, relación esta que se basa en el poder oncogé-
nico que tienen estos virus, y en su capacidad de producir una infección latente y desviar el
ciclo normal celular hacia la transformación maligna. Se plantea además su rol carcinógeno
eventual como cofactor junto con papilomavirus humano.

DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO
Diagnóstico directo
Pone en evidencia al virus o alguno de sus componentes.

Citología
El examen citológico permite observar imágenes que se ven en la infección herpética, tales
como el hinchamiento celular y la marginación de la cromatina, aunque esto no es específico
de los herpesvirus.

Búsqueda de antígenos virales


Se debe realizar recolección de células infectadas por dicho virus donde se encuentran ex-
presados los antígenos virales. Esto se puede realizar:
• Por raspaje de lesiones y puesta en solución isotónica
• Por centrifugación de líquidos biológicos
• Por aspiración bronquial
• Por biopsia
La presencia de antígenos se reconoce con anticuerpos monoclonales (anti-HHV-1 y
anti-HHV-2) conjugados con fluorocromo o una enzima que permite revelarlos y objeti-
varlos al microscopio. La utilización de anticuerpos en técnica inmunoenzimática pone de
manifiesto antígenos solubles extracelulares. Estas técnicas tienen una sensibilidad menor
que el cultivo viral.

Aislamiento en cultivos celulares


Existen numerosas líneas celulares que son susceptibles de infección por herpesvirus. En la
práctica se utilizan células embrionarias humanas y líneas continuas de riñón de mono. Es
importante realizar toma de muestras correctamente y utilizar medio de transporte adecuado
para conservación viral.
El efecto citopático consiste en hinchamiento celular y desprendimiento celular progre-
sivo del soporte (botella, microplaca, etc.). Algunas cepas pueden producir formación de
sincicios. Se puede esperar ver el efecto citopático y luego realizar identificación viral por
técnicas de inmunofluorescencia, utilizando anticuerpos monoclonales específicos. También
se puede utilizar la técnica rápida por método shell-vial, aumentando la velocidad de adsorción
viral por centrifugación y revelando luego sobre el cultivo con anticuerpos monoclonales
específicos.
546 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Reacción en cadena de la polimerasa (PCR)


Esta técnica es altamente sensible, tiene la capacidad de detectar de 10 a 108 copias del
DNA de los herpesvirus en 20ul de muestra. En el caso de los HHV-2 la PCR tiene mayor
sensibilidad que el cultivo celular.

Diagnóstico indirecto
Las técnicas indirectas más comunes son las inmunoenzimáticas (ELISA), inmunofluorescen-
cia. También se puede realizar Western Blot pero consume más tiempo, es caro y técnicamente
difícil de implementar en larga escala; mientras que el ELISA se encuentra más disponible
y es más fácil de realizar, de implementar y de evaluar. Se basan en la detección de epitopes
tipo-específicos presentes en las glicoproteínas G y C.

TRATAMIENTO
La acycloguanosina actúa como inhibidor competitivo de la ADN-polimerasa, solo en las
células en que hay replicación activa. La afinidad por la timidincinasa viral es 1000 veces
mayor que para la timidincinasa celular. Las mutantes resistentes al aciclovir son timidinci-
nasa negativas.
La vía intravenosa se utiliza en las infecciones graves tanto por herpesvirus 1 y 2 como por
varicela zoster. Se puede realizar terapia episódica para tratamiento del herpes primario o de
las recurrencias. En el caso de los herpes genitales se indica 400 mg 3 veces día de aciclovir
por 5 días, o 500 mg 2 veces al día por 5 días de valaciclovir.
Beneficios de la terapia:
• Disminución del dolor (menos días).
• Curación mas rápida (4 días).
• Menor duración de contagio (2 días).
• No genera cambios en la recurrencia.
• Reduce la duración de la recurrencia.
• 25-50% no progresan a lesión mayor que la inicial.
Terapia supresiva: se indica 400mg 2 veces al día de aciclovir o valaciclovir 500 mg al
día.
• Previene las recurrencias en 80-85% de los casos.
• La liberación en pacientes sin clínica se reduce al 94%.
• Beneficios psicológicos.

Vacunas profilácticas y terapéuticas


Protegen contra la infección o contra la enfermedad. Han funcionado en animales. Las vacu-
nas terapéuticas están destinadas a disminuir la frecuencia y la severidad de las recurrencias.
Una vacuna debe inducir inmunidad mediada por células Th y es deseable que también se
induzca una respuesta mucosa.
Existen vacunas que están siendo probadas en estudios clínicos contra HHV-2:
• Vacuna recombinante gB2, gD2 y MF59 con buena respuesta Th y de anticuerpos neutra-
lizantes, pero no lo suficiente para un buen efecto terapéutico y profiláctico, por lo que
se suspendió el estudio.
• Recombinante, gD2 con SBAS4 70% de eficacia contra HHV-2, pero no confiere protección
para las pacientes que inicialmente eran seropositivas para HHV-1.
• Único ciclo (DISC) HSV2 induce anticuerpos neutralizantes y respuesta linfoproliferativa,
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 547

mejora la respuesta producida por la infección natural por HSV-1. La única desventaja
es que debe darse frecuentemente.

Virus varicela zoster (VVZ)


La varicela y el zoster representan distintas manifestaciones clínicas de la infección por
el mismo agente. La varicela es la primoinfección por el VVZ, mientras que el zoster es la
reactivación del virus latente.

HISTORIA
La varicela y el herpes zoster se consideraban entidades nosológicas diferentes. La naturaleza
infecciosa de ambas entidades fue definida por Von Bokay que observó la varicela en perso-
nas que mantenían contacto cercano con otras que sufrían de herpes zoster. Kundratitz en
1925, demostró la aparición de varicela en pacientes susceptibles al inocular líquido de una
vesícula de un paciente con herpes zoster. Desde principios del siglo XX similitudes en los
rasgos histopatológicos de las lesiones de piel, y en estudios epidemiológicos e inmunológicos,
indicaban que la varicela y el herpes zoster eran causados por el mismo agente. El aislamiento
del VVZ en 1958 permitió definir la biología del virus. Aislamientos del virus de pacientes
con varicela y con herpes zoster resultaron en cambios similares en los cultivos de tejidos,
específicamente en la aparición de inclusiones intranucleares eosinofílicas y células gigantes
multinucleadas. En ese mismo año, Weller y colaboradores fueron capaces de establecer
que no existían diferencias entre ambos agentes virales aislados de pacientes con esas dos
entidades clínicas distintas. Estudios posteriores del ADN viral confirmaron que se trataba
del mismo agente.

TAXONOMÍA
Pertenece a la subfamilia Alphaherpesvirinae, junto con los virus herpes simplex tipo 1 y 2.

ESTRUCTURA
Su estructura es similar a los otros miembros de la familia herpesviridae. El genoma es un ADN
lineal de doble cadena de 125 kb, y codifica aproximadamente 75 proteínas. Las proteínas
incluyen por lo menos 30 polipéptidos de los cuales 5 o 6 son glicosilados. Existen 2 regiones
en el genoma viral, una larga de 105 kb, y una corta de 5.2 kb, cada una de estas 2 regiones
contiene secuencias terminales repetitivas. En la replicación la región corta puede invertirse
sobre sí misma y resultar en dos formas isoméricas. Cinco familias de las glicoproteínas del
VVZ han sido identificadas: gp I, gp II, gp III, gp IV, y gp V. La infección viral puede ser
neutralizada por anticuerpos monoclonales contra las proteínas I, II y III. Como todo virus
envuelto es un virus frágil, muy lábil a las temperaturas habituales y rápidamente inactivado
fuera de las células. El aislamiento del virus necesita de la inoculación sin demora en cultivos
de tejido luego de un transporte rápido de la muestra al laboratorio.

MULTIPLICACIÓN EN EL LABORATORIO
El VVZ se multiplica en células humanas y la línea diploide de fibroblastos humanos embrio-
narios MRC5, que es corrientemente utilizada para su aislamiento. El ciclo de replicación
in vitro se parece al de los HSV y es relativamente corto. Aproximadamente 8 a 10 horas
postinoculación se puede evidenciar el virus por inmunofluorescencia en la células adyacentes
548 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

al foco inicial de inoculación. El efecto citopático se localiza en focos y la infección celular es


lentamente citolítica. El virus se disemina de célula a célula por contacto directo por fusión
de las membranas plasmáticas.

EPIDEMIOLOGÍA
El hombre es el único reservorio conocido para el VVZ y se infecta cuando este entra en
contacto con la mucosa del tracto respiratorio superior o con las conjuntivas. El VVZ es un
virus altamente contagioso, la transmisión de persona a persona también se produce por
contacto directo con pacientes con lesiones de varicela, o menos frecuentemente zoster, y
por diseminación aérea de secreciones respiratorias. También puede producirse la infección
in útero como resultado del pasaje a través de la placenta de virus durante la infección
materna por VVZ. La infección por VVZ de un miembro de la familia habitualmente tiene
como resultado la infección de prácticamente todas las personas susceptibles de la familia.
En los climas templados la varicela es una enfermedad de la infancia, más frecuente a fines
de invierno y comienzos de la primavera. La mayor parte de los casos de varicela ocurre en
niños menores de 10 años. La inmunidad por lo general es de por vida. La inmunidad celular
es más importante que la inmunidad humoral, tanto para limitar la extensión de la infección
primaria por VVZ, como para prevenir la reactivación del virus en forma de herpes zoster. Se
cree que la reinfección sintomática es infrecuente en personas inmunocompetentes, aunque
existe la reinfección asintomática. La infección primaria asintomática es poco habitual, pero
en vista de que algunos casos son leves, puede no ser detectada. Las personas inmunocom-
prometidas con infección primaria (varicela) o recurrente (herpes zoster) corren mayor riesgo
de enfermedad grave. Otros grupos de pacientes que pueden presentar enfermedad grave o
complicada incluyen los lactantes, los adolescentes y adultos, los pacientes con trastornos
cútaneos o pulmonares crónicos, y los que reciben corticoesteroides sistémicos y salicilatos a
largo plazo. Los pacientes son más contagiosos durante uno a dos días antes del comienzo de la
erupción y poco después de ese momento. Sin embargo, la contagiosidad puede persitir hasta
la formación de costras en las lesiones. En los pacientes inmunocomprometidos con varicela,
la contagiosidad probablemente dure todo el período de erupción y de nuevas lesiones. El
período de incubación suele ser de 14 a 16 días y en ocasiones tan corto como 10 días o tan
prolongado como 21 días después del contacto.
El zoster es una enfermedad esporádica. Se trata de una reactivación viral con expresión
clínica. Afecta al 1 % de la población cada año y de ese 1%, el 50% tiene más de 50 años de
edad. La forma muy localizada de la erupción y la ausencia del virus en las vías aéreas hacen
que la contagiosidad sea baja. Sin embargo, las vesículas contienen virus susceptibles para
transmitir la varicela a un sujeto receptivo.

FISIOPATOLOGÍA
El virus se multiplica en la puerta de entrada en las células del tracto respiratorio superior,
difunde rápidamente a los tejidos linfáticos y se asocia, y luego se generaliza por viremia. El
virus de la varicela puede afectar también a órganos blanco como la piel, donde se multiplica
en las células de la epidermis provocando lesiones vesiculares características. El VVZ puede
persistir en estado latente en los ganglios de las raíces raquídeas posteriores y en los ganglios
sensitivos de los nervios craneanos. El mecanismo de latencia es desconocido. En el zoster el
virus reactivado migra a lo largo de las fibras nerviosas sensitivas hasta el territorio cutáneo
correspondiente, donde se multiplica de nuevo, dando la erupción característica. En los sujetos
afectados de enfermedades malignas, leucemia, enfermedad de Hodgking y en otros pacientes
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 549

inmunodeprimidos, pueden existir múltiples recurrencias. Los traumatismos, las enfermedades


intercurrentes y los tratamientos inmunosupresores son otros desencadenantes.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

Varicela
La varicela se manifiesta por un exantema vesicular generalizado y pruriginoso que comienza
a nivel de la cabeza, luego se extiende a cuello, tronco y extremidades. La evolución se realiza
por empujes durante 2-4 días. Los elementos pasan por los estadios sucesivos de mácula,
pápula, vesícula y costra. Es característico de la varicela presentar lesiones en distintos esta-
dios evolutivos. Fiebre baja y síntomas sistémicos leves. La erupción puede afectar la mucosa
respiratoria, digestiva y genital. La evolución en general es benigna, la curación se produce en
dos semanas sin cicatrices, salvo en caso de lesiones de rascado. Las complicaciones incluyen
sobreinfección bacteriana de las lesiones cutáneas, que es la complicación más frecuente,
trombocitopenia, artritis, hepatitis, ataxia cerebelosa, encefalitis, meningitis o glomerulone-
fritis. Algunos casos de varicela pueden ser seguidos por un síndrome de Reye. En los niños
inmunocomprometidos puede presentarse una forma grave de varicela caracterizada por
una erupción continua de lesiones y fiebre elevada en la segunda semana de la enfermedad,
así como encefalitis, hepatitis o neumonía. La varicela hemorrágica es más frecuente en los
pacientes inmunocomprometidos. Los niños con infección por VIH pueden desarrollar una
varicela crónica o recurrente, con lesiones nuevas que aparecen durante meses.

Herpes zoster
El virus se establece en forma latente en los ganglios de las raíces dorsales durante la infección
primaria. La reactivación produce herpes zoster apareciendo lesiones vesiculares agrupadas en
la distribución de uno a tres dermatomas sensitivos, a veces acompañada de dolor localizado
en el área. La neuralgia postherpética se define como el dolor que persiste más de un mes. El
herpes zoster puede tornarse generalizado en los paciente inmunocomprometidos, con lesiones
que aparecen fuera de los dermatomas primarios y con complicaciones viscerales.

Varicela materno-fetal
La infección fetal como consecuencia de una varicela materna en el primer trimestre o a
comienzos del segundo trimestre de la gestación puede producir una embriopatía por varicela,
que se caracteriza por atrofia de las extremidades y formación de cicatrices en los miembros
(síndrome de la varicela congénita). También pueden haber manifestaciones del sistema
nervioso central, y oculares. Los niños que han estado expuestos al VVZ in útero durante las
segundas 20 semanas de la gestación pueden desarrollar una varicela inaparente y un zoster
posterior al comienzo de la vida, sin haber tenido varicela extrauterina. La infección por
varicela puede ser mortal para un lactante si la madre contrae varicela entre los cinco días
antes y los dos días después del parto. Cuando la varicela se presenta en una mujer más de
5 días antes del parto y la edad gestacional es de 28 semanas o más, la gravedad de la enfer-
medad del neonato se modifica por la transferencia pasiva transplacentaria de anticuerpos
IgG anti-virus varicela-zoster.

DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO
El diagnóstico de varicela o zoster se basa generalmente en la anamnesis y el examen físico del
paciente. Las características de las lesiones y su localización son suficientes para el diagnóstico,
550 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

pero se recomienda la confirmación del laboratorio en algunas poblaciones especiales como


los inmunocomprometidos, ya que el virus puede causar complicaciones mortales debido a
que el curso de la infección puede ser diferente del inmunocompetente.
El VVZ puede aislarse a partir de raspados de la base de las vesículas durante los 3 a 4
primeros días de la lesión, pero raras veces a partir de otros sitios, entre ellos, las secreciones
del tracto respiratorio.

Métodos directos
Dentro de los métodos directos para su diagnóstico:
• Cultivo del VVZ: la recuperación del virus en cultivos celulares insume tiempo, es
costosa y su disponibilidad es limitada. Sólo las muestras muy precoces contienen virus
infecciosos. La muestra debería ser inoculada lo más rápidamente posible en fibroblastos
humanos (MRC5). El efecto citopático se produce a nivel del núcleo y es característico,
se desarrolla en 3 a 7 días, se pueden detectar los antígenos en el cultivo celular por medio
de anticuerpos monoclonales marcados con un fluorocromo o una inmunoperoxidasa.
• Demostración de los antígenos del VVZ por inmunofluorescencia.
• Microscopía electrónica del líquido vesicular: esto muestra la presencia de partículas
virales de tipo herpes pero no identifica el VVZ.
• PCR: técnica altamente sensible, ha demostrado ser efectiva en la identificación del
VVZ en el LCR de pacientes con enfermedades neurológicas y en biopsias de lesiones de
pacientes HIV.

Métodos indirectos
Pueden ser utilizados para completar los exámenes precedentes y en todos los casos donde
la muestra cutánea no ha podido ser obtenida. Las técnicas de aglutinación en partículas de
látex, inmunofluorescencia y ELISA son las más utilizadas. Un aumento significativo de los
anticuerpos IgG séricos contra la varicela (≥ 4 veces el título inicial) detectado por cual-
quiera de las pruebas serológicas convencionales, puede confirmar en forma retrospectiva el
diagnóstico. No fiable en personas inmunocomprometidas.

TRATAMIENTO
Las medidas de higiene son importantes para prevenir la sobreinfección: baño diario, uñas
cortas y limpias, aplicación tópica de drogas antipruriginosas. Para descender la temperatura
se recomienda usar acetaminofén, evitando el uso de salicilatos que aumentan el riesgo de
síndrome de Reye.
La varicela y el herpes zoster pueden tratarse con aciclovir valaciclovir, famciclovir y
foscarnet, por vía intravenosa u oral. La decisión de administrar un tratamiento y la duración
de éste debe tomarse teniendo en cuenta factores específicos del huésped, la magnitud de la
infección y la respuesta inicial a la terapia. En los huéspedes inmunocompetentes la mayor
parte de la replicación viral ha cesado a las 72 horas después de la aparición del exantema, la
duración es mayor en los huéspedes inmunocomprometidos. El aciclovir oral no se recomienda
para el uso sistemático en niños sanos con varicela. Debe considerarse en pacientes sanos con
riesgo más elevado de varicela moderada a grave, como los pacientes mayores de 12 años, los
pacientes con trastornos cutáneos o pulmonares crónicos, los que reciben tratamiento crónico
con salicilatos y los pacientes que reciben series cortas, intermitentes de corticoesteroides,
o por vía inhalatoria. En los pacientes inmunocomprometidos se recomienda el tratamiento
intravenoso. El tratamiento iniciado precozmente en el curso de la enfermedad, especialmente
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 551

dentro de las 24 horas del comienzo del exantema, tiene eficacia máxima. El valaciclovir y
famciclovir han sido aprobados para el tratamiento del herpes zoster en adultos, pero no se
dispone de fórmulas pediátricas. Las infecciones resistentes al aciclovir deben ser tratadas
con foscarnet parenteral.

PREVENCIÓN
Inmunización pasiva

Las personas susceptibles con riesgo elevado de desarrollar una varicela grave deben recibir
inmunoglobulina anti-VVZ (VZIG) dentro de las 96 horas postexposición, para lograr la
eficacia máxima se la debe administrar lo antes posible.

Inmunización activa
La vacuna contra la varicela es un preparado de virus vivos atenuados de la cepa Oka salvaje,
propagada y atenuada en forma seriada. El producto contiene cantidades mínimas de neomi-
cina y gelatina. Fue aprobada en marzo 1995 por la FDA (Food and Drug Administration) de
Estados Unidos, para el uso en personas sanas de 12 meses de edad o mayores que no hayan
tenido varicela. Integra nuestro esquema nacional de vacunación desde el año 1999.
Dosis: se administra por vía subcutánea en dosis única 0.5 ml entre los 12 meses y 13
años de edad. Por encima de ésa edad se recomiendan dos dosis separadas entre sí de cuatro
a ocho semanas. Indicaciones: a partir de los 12 meses de edad se recomienda a todos los que
no hayan padecido la enfermedad, excepto las embarazadas. De forma particular en niños con
leucemia linfoblástica (luego de un año de remisión), tumores sólidos malignos, enfermedades
crónicas y en programa de transplante de acuerdo a los protocolos respectivos. Presenta las
mismas contraindicaciones que para cualquier vacuna a virus vivo atenuado (ver capítulo
32, Inmunoprofilaxis. Vacunas).
Inmunogenicidad: más del 95 % de los niños sanos inmunizados de 12 meses a 12 años
desarrollan una respuesta inmune humoral y mediada por células contra el VVZ, después de
una sola dosis de vacuna contra varicela. En las personas de 13 años y mayores las tasas de
seroconversión son del 78 al 82% después de una dosis y del 99 % luego de dos dosis.

Citomegalovirus (CMV)
INTRODUCCIÓN
Citomegalovirus humano pertenece a la subfamilia betaherpesvirinae. Su nombre deriva de la
observación que las células infectadas aumentan de tamaño en forma manifiesta y, concomitan-
temente, presentan inclusiones intranucleares y una voluminosa inclusión intracitoplasmática
en la concaviadad del núcleo y pericentriolar. Estas células fueron observadas en 1904 en
los órganos de lactantes nacidos muertos. CMV humano fue aislado por primera vez de las
glándulas salivales humanas y el término citomegalovirus se propuso para reemplazar al de
virus de las glándulas salivales o cytomegalic inclusion disease virus en 1960.
Su importancia radica en que la infección es común en todas las poblaciones y la enferme-
dad varía desde la infección subclínica, hasta el desarrollo de una mononucleosis infecciosa.
En los inmunocomprometidos CMV produce enfermedad severa en el pulmón, hígado, riñón,
y corazón, sobretodo en pacientes receptores de trasplantes de órganos. En pacientes con
SIDA CMV es el patógeno viral más común.
552 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

CARACTERÍSTICAS DEL VIRUS


Se caracteriza por una alta especificad de huésped, un ciclo de replicación largo y, como todo
herpesvirus, CMV tiene la habilidad de establecer infección latente en el huésped luego de
la infección primaria. El mecanismo exacto que establece la latencia aún no se conoce exac-
tamente pero se sabe que polimorfonucleares, linfocitos T, células endoteliales vasculares,
células epiteliales renales y glándulas salivales alojan el virus en un estado no replicativo o
de replicación muy lenta. La reactivación de su estado de latencia puede ocurrir luego de
inmunosupresión, otras enfermedades, o luego del uso de agentes quimioterapéuticos.

ESTRUCTURA
Es un virus de alrededor de 200 nm de diámetro con una cápside icosaédrica constituída por
162 capsómeros, un tegumento y una envoltura.
El genoma de ADN es el más largo y complejo de los genomas de Herpesviridae, con una
molécula de ADN lineal, bicatenaria con 240.000 pb y un peso molecular de 230 millones Da.
El genoma ha sido secuenciado completamente y codifica para 230 proteínas, entre las cuales,
muchas juegan un rol en la modulación de la respuesta inmune del huésped. Algunas previenen
que las moléculas HLA 1 celulares alcancen la superficie de la célula, de ésta manera no hay
asociación entre las moléculas HLA 1 y los glicoproteínas virales en la superficie de la célula
no siendo destruida ésta célula infectada por los linfocitos T CD8, permitiendo al genoma
de CMV permanecer en la célula infectada. No todas las proteínas han sido identificadas y
aún no se conoce la función de muchas de ellas. Todos los genomas de los CMV humanos
tienen por lo menos un 90% de homología entre ellos, pero todas las cepas tienen perfiles
de restricción diferentes que constituyen marcadores epidemiológicos. Ciertas regiones de
genoma del CMV tienen homología con secuencias del ADN celular. También codifica una
ADN polimerasa que es un blanco para las drogas antivirales.
La cápside está constituida por 2 proteínas principales, una mayor de 153 Kd y una menor
34 Kd, y 2 proteína pequeñas de 28 y 11 Kd. Posee una proteína básica 52 Kd ligada al ADN
y una proteína de 38 Kd presente únicamente en las partículas no infecciosas, que contribuye
al ensamblaje de las partículas virales. Estas proteínas se organizan en 162 cápsomeros.
El tegumento está constituido por 5 proteínas fosforiladas de las cuales dos son muy
inmunogénicas: 150 y pp 65, ésta última es importante para el diagnóstico de CMV, y puede
ser detectada en las células infectadas de los pacientes por IF o inmunoperoxidasa.
Glicoproteínas de envoltura: resultan del clivaje de una poliproteína precursora presente
en las células infectadas pero ausente en los viriones. Estas glicoproteínas portan los epítopes
inductores de anticuerpos neutralizantes. Aún no se conoce el receptor celular que sirve para
la adsorción viral. La penetración a la célula está mediada por un proceso de endocitosis.
Luego se produce la replicación del virus, ocurre en el núcleo de la célula y las largas inclu-
siones intranucleares que se observan en las células infectadas de pacientes corresponden a
agregados de nucleoproteínas que se están produciendo.

MULTIPLICACIÓN
La multiplicación del CMV humano es dependiente del tipo celular
• In vitro: el fibroblasto embrionario humano es la única célula sensible y productiva.
• In vivo: ya mencionamos que numerosos tipos celulares son infectados.
El ciclo de replicación es de 96 a 120 horas.
Se observan sucesivamente:
– Transcripción de ARN mensajeros muy precoces, traducidos en proteínas muy precoces,
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 553

antigénicas (IEA, inmediate early antigen) que regulan las transcripciones ulteriores.
– Los ARN mensajeros precoces se traducen en proteínas precoces antigénicas (EA: early
antigen), ellas están implicadas en el efecto citopático, estimulan la síntesis de ADN, ARN,
y de proteínas en la célula infectada. Entre ellas se encuentra la ADN polimerasa.
– La replicación del ADN comienza a las 12 horas de iniciada la infección.
– Los ARN mensajeros tardíos son transcriptos en proteínas tardías antigénicas (LA: late
antigen) de las cuales la mayoría son proteínas y glicoproteínas de estructura.
Las nucleocápsides virales aparecen en el núcleo a las 48 horas postinfección, luego se
envuelven en la hoja interna de la membrana nuclear al migrar al citoplasma. En el citoplasma
adquieren las proteínas de tegumento, cuya síntesis en exceso en los sacos del aparato de
Golgi, forman los cuerpos densos. La célula se destruye al cuarto o quinto día.

EPIDEMIOLOGÍA
El CMV es altamente específico de especie y se sabe que sólo las cepas humanas causan
enfermedad en el hombre. Este virus es ubicuo y se transmite horizontalmente por contacto
directo de una persona con otra, cuyas secreciones (orina, saliva, semen, lágrimas y leche)
contienen el virus, verticalmente de la madre al hijo antes, durante o después del nacimiento,
y por medio de transfusiones de sangre infectada. Las infecciones no presentan características
estacionales. Puede ocurrir infección primaria como secundaria por CMV. La infección primaria
ocurre en pacientes seronegativos, es decir que nunca estuvieron infectados con CMV. La
infección secundaria ocurre cuando se reactiva del estado latente el virus o cuando ocurre
una reinfección en una persona inmune seropositiva para CMV. Adultos y niños pueden ser
infectados con múltiples cepas. Se ha demostrado que pacientes con SIDA tienen diferentes
cepas presentes a la vez en la orina. La manifestación clínica por CMV puede resultar tanto
de la infección primaria como de la secundaria, aunque en la primoinfección generalmente
el virus se replica a un nivel más alto y la enfermedad es más severa. Si bien es probable que
la transmisión horizontal sea el resultado de la contaminación con saliva o de la transmisión
sexual, el contacto con orina infectada también puede tener importancia. Las personas
seropositivas sanas albergan CMV latentes en los leucocitos y los tejidos, por lo tanto, las
transfusiones de sangre y los trasplantes de órganos pueden transmitir el virus. El CMV latente
se reactiva con frecuencia en las personas inmunosuprimidas y puede producir enfermedad si
la inmunosupresión es severa. Aunque la infección del feto in útero puede ocurrir después de
la primoinfección de la madre, o después de la reactivación de la infección materna durante
el embarazo, la secuelas son mucho más frecuentes en los lactantes infectados como resultado
de la primoinfección materna.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Las características clínicas de la infección a CMV dependen del individuo, de su grado de
inmunocompetencia, de circunstancias intercurrentes y del modo de contagio. Las infecciones
graves se observan en los fetos y en los recién nacidos, en pacientes con colagenopatías, diabé-
ticos, con hemopatías o con cáncer, esplenectomizados, receptores de trasplantes, tratamientos
inmunosupresores y en las inmunodepresiones congénitas o adquiridas.

Primoinfección
En la mayoría de los casos no tiene traducción clínica o se acompaña de sintomatología banal
como un síndrome gripal. Puede existir diarrea, artralgias, eritema y una esplenomegalia una
de cada tres veces. Se observa un síndrome mononucleósido sin aglutininas heterófilas con
554 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

una leucocitosis aumentada o normal, una inversión de la fórmula leucocitaria, la presencia


de células atípicas mononucleares basófilas y, a veces, una anemia hemolítica o una trombo-
penia. El 50% de los síndromes mononucleósidos que cursan sin aglutininas heterófilas son
debidos a CMV. Muy a menudo las transaminasas están moderadamente aumentadas. La
afectación clínica de un órgano es excepcional en el sujeto inmunocompetente (neumopatía,
miocarditis, hepatitis, ulceraciones gastrointestinales, meningoencefalitis, polirradiculoneuri-
tis). La curación lleva de tres a cuatro semanas, la normalización de los signos biológicos y la
desaparición de la fatiga son muy lentas. La excreción viral en la orina es prolongada. En la
infección a CMV se notan anomalías inmunopatológicas: las grandes células mononucleares
son los linfocitos T8 activados y la relación T4/T8 está invertida, por aumento de los T8 más
que por disminución de los T4 durante varias semanas. Los test de hipersensibilidad retardada
son negativos. La sensibilidad a las infecciones intercurrentes está aumentada, los anticuerpos
antinucleares anti-músculo liso, las aglutininas frías, las crioglobulinas, el factor reumatoideo,
y los complejos inmunes circulantes, también pueden ser detectados.

Infección postransfusional
El CMV es responsable del 70% de los síndromes mononucleósidos que sobrevienen 3 a 4
semanas luego de transfusiones abundantes en un receptor no inmunizado e inmunocom-
petente. La infección puede ser grave en el recién nacido, en particular el prematuro hijo
de madre seronegativa y exanguinotransfundido con sangre de donante seropositivo. La
probabilidad de la infección es de 50% y representa una de las causas de neuropatías mortales
observadas al mes de vida.

Infección en la mujer embarazada e infección perinatal


La infección congénita presenta un espectro de manifestaciones pero habitualmente es
asintomática. En algunos lactantes con infección congénita que parecen asintomáticos al
nacer, posteriormente se detecta una pérdida auditiva o discapacidad para el aprendizaje.
Aproximadamente el 5% de los lactantes con infección congénita por CMV tienen un
compromiso profundo con retardo del crecimiento intrauterino, ictericia neonatal, púrpura,
hepatoesplenomegalia, microcefalia, daño encefálico, calcificaciones intracerebrales y retinitis.
Aproximadamente el 15% de los lactantes nacidos después de la infección primaria de sus
madres, presentarán una o más secuelas de la infección intrauterina. La infección adquirida al
nacer o poco tiempo después, a partir de secreciones cervicales maternas o de leche humana,
habitualmente no se asocia con enfermedad clínica.

Infección por CMV en receptores de trasplantes de órganos


Se puede tratar de:
• Primoinfección: sujetos seronegativos que reciben un órgano de un donante seropositivo.
Un 70 a 90% de los trasplantados renales en esta situación desarrollan primoinfección.
• Reactivación: se trata de un receptor seropositivo antes del trasplante, que reactiva los
virus endógenos y latentes a causa de la inmunosupresión.
• Sobreinfección: receptor seropositivo sobreinfectado por la cepa del donante seropositi-
vo.
Los sujetos trasplantados pueden también ser infectados por el CMV transmitido en el
curso de una transfusión sanguínea. La incidencia de la enfermedad no es la misma en los tres
casos citados: 60% en pacientes con primoinfección, 20% en caso de reactivación y 40% en
caso de sobreinfección. Entre los síntomas más frecuentes citamos: fiebre prolongada, neutro-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 555

penia, trombocitopenia, toque digestivo y coriorretinitis. Más raramente pueden desarrollar


neumopatía intersticial, que es la más frecuente de las formas graves de infección por CMV
en el paciente trasplantado. A mayor inmunosupresión mayor riesgo de enfermedad grave.
Hay una correlación entre el rechazo al trasplante renal, la aparición de una reacción de
injerto contra huésped y la aparición de una infección por CMV.

Infección por CMV en VIH positivos


La gran inmunodepresión causada por la infección por el VIH resulta en un defecto en la
inmunidad celular, que predispone a muchas infecciones, incluida la del CMV. Los pacientes
infectados por el VIH-1 con recuentos de CD4 menores de 100 células/mm3 tienen un riesgo
aumentado de desarrollar enfermedad severa por CMV. CMV es uno de los agentes oportu-
nistas virales más frecuentes en los pacientes con SIDA. La retinitis por CMV es por lejos
la forma más común de enfermedad cuando el conteo de CD4 es menor de 50 células/mm3
pudiendo llevar a la ceguera en 4 a 6 meses.

DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO
Métodos directos
• La infección por CMV se pone en evidencia en el microscopio óptico por las prepara-
ciones citológicas o histológicas. Se pueden observar: células gigantes con una inclusión
intranuclear en “ojo de pescado”, en las orinas de los recién nacidos afectados de cito-
megalia generalizada, en los líquidos amnióticos, en los lavados bronquioalveolares y en
las biopsias de órganos. Este método diagnóstico es carente de sensibilidad.
• Aislamiento en cultivo celular: es el método gold standard. El aislamiento del virus se puede
realizar en la línea diploide de fibroblastos humanos embrionarios (MRC5) a partir de
muestras transportadas en un medio para el mantenimiento de la viabilidad viral. Estas
muestras pueden ser orina, sangre, aspirados nasales o bronquiales, lavados bronquioal-
veolares y líquido cefalorraquídeo. La presencia de CMV se puede revelar por la aparición
de un efecto citopático característico: focos de células ovales voluminosas refringentes de
crecimiento lento según el eje mayor de los fibroblastos, aunque las lesiones celulares no
son visibles antes de las dos o tres semanas. Se puede realizar la búsqueda de antígenos
con anticuerpos monoclonales anticitomegalovirus marcados con un fluorocromo o con
enzimas, esto permite detectar la presencia del virus antes de la aparición del efecto
citopático. La sensibilidad del método aumenta cuatro veces por centrifugación de la
muestra sobre los cultivos celulares.
• Detección directa de antígenos por inmunomarcado: la sensibilidad y especificidad del
examen microscópico puede ser aumentada por el empleo de anticuerpos anti-CMV
detectando los antígenos de CMV intranucleares por un método inmunocitoquímico. La
detección de antígenos de CMV intracelulares por las técnicas de IF o inmunoperoxidasa
son realizables a partir de muestras de orina, de aspirados bronquiales, de lavados bron-
quioalveolares, de los leucocitos y de las biopsias.
• Detección de genomas de CMV por hibridación molecular. Recientemente se dispone de
sondas muy específicas así como sistemas de marcación no radiactivos.
• PCR, técnica altamente sensible y específica, útil para la detección de la infección aún
cuando esta persista en forma latente. Esta técnica se encuentra disponible en los la-
boratorios especializados. Presenta utilidad también para los estudios de epidemiología
molecular, es decir, determinar si la cepa del virus que circula en un grupo determinado
corresponde o no a un mismo perfil de restricción.
556 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Métodos indirectos
Se puede realizar por: ELISA, IF, o fijación del complemento buscando IgM e IgG anti-
CMV.
• Las inmunoglobulinas G anti-CMV pueden testimoniar el estado de un portador latente
del virus, permiten reconocer el estado inmunitario distinguiendo los sujetos seropositivos.
Estos anticuerpos aumentan en las infecciones primarias y en las recidivas.
• La búsqueda de IgM anti-CMV demuestra, en general, una infección viral activa. Son
detectables en infecciones primarias, a veces en recidivas y pueden faltar en los sujetos
inmunodeprimidos o ser inespecíficos.

INDICACIÓN DE EXÁMENES
El diagnóstico de una primoinfección se confirma por la seroconversión de anticuerpos IgG
o la aparición de IgM anti-CMV en un paciente virémico o excretor.
El diagnóstico de infección latente para buscar individuos potencialmente transmisores
se basa en la presencia de anticuerpos IgG séricos o totales. Todo donante seropositivo es
considerado a priori como un transmisor potencial.
El diagnóstico de infección congénita se basa en la obtención de muestras dentro de las
tres semanas posteriores al nacimiento. El aislamiento del virus se considera diagnóstico. La
diferenciación entre infección intrauterina y perinatal es difícil, posteriormente en la infancia,
a menos que se presenten manifestaciones clínicas de la primera como por ejemplo: coriorre-
tinitis o ventriculitis. Una prueba para anticuerpos IgM anti-CMV positiva en suero durante
la primera infancia es sugestiva pero no diagnóstica, y resulta menos útil posteriormente.

PREVENCIÓN
No existe una vacuna contra el CMV. Al asistir a los pacientes, dado que puede haber
infecciones asintomáticas, deben emplearse los procedimientos de control de infecciones
como el lavado cuidadoso de las manos y otras prácticas higiénicas. Es prudencial prevenir
la exposición de los pacientes gravemente inmunocomprometidos a casos reconocidos de
infección por CMV. Se ha desarrollado la inmunoglobulina anti-CMV para la profilaxis de
la enfermedad en los pacientes seronegativos receptores de trasplantes. La transmisión del
CMV por transfusión sanguínea ha sido prácticamente eliminada por el uso de donantes
seronegativos para CMV, por la congelación de los glóbulos rojos con glicerol antes de su
administración, por la eliminación de la capa leucocitaria o por la filtración para eliminar
los glóbulos blancos.
La pasteurización o la congelación de la leche humana donada pueden reducir la proba-
bilidad de transmisión del CMV. El tratamiento de los receptores de trasplantes con aciclovir
o ganciclovir al comienzo de la viremia por CMV puede prevenir una enfermedad grave.

TRATAMIENTO
El ganciclovir es un análogo nucleosídico de la guanina que se fosforila a una forma activa
por las quinasas celulares, inhibiendo en forma competitiva la incorporación del nucleótido
fisiológico en la cadena de ADN viral, disminuyendo de este modo la replicación viral, pero
no suprimiéndola totalmente. Inhibe mucho más la ADN polimerasa viral que la ADN
polimerasa celular y se fosforila 10 veces más en las células infectadas por CMV que en las
células no infectadas. Es beneficioso para tratar la retinitis causada por la infección adquirida
o recidivante por CMV en pacientes infectados por el VIH. También puede ser útil en otros
tipos de compromiso orgánico por CMV. Se ha informado que la combinación de inmuno-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 557

globulina intravenosa anti-CMV y ganciclovir intravenoso es sinérgica para el tratamiento


de la neumonía por CMV. El foscarnet también ha sido aprobado para el tratamiento de la
retinitis por CMV y es una droga alternativa.

Virus de Epstein-Barr (VEB)

INTRODUCCIÓN
El virus de Epstein-Barr es el agente de la mononucleosis infecciosa. Induce linfomas en los
pacientes inmunodeprimidos y se asocia a dos tumores: el linfoma de Burkitt y el carcinoma
rinofaríngeo indiferenciado. En 1958 Burkitt describió un linfoma maligno en África, en la
cual la distribución geográfica parecía orientar a una transmisión por vectores y por virus. En
1964 Epstein y colaboradores cultivaron in vitro células de linfoma de Burkitt y descubrieron
partículas virales de tipo herpes al visualizarlas al microscopio electrónico. En 1966 W. y G
Henle utilizaron como antígenos las células infectadas detectando anticuerpos elevados en
los sueros de pacientes con linfoma de Burkitt. Esos antígenos también fueron reconocidos
por anticuerpos existentes en el suero de pacientes que habían padecido una mononucleosis
infecciosa. Los mismos autores encontraron que alrededor del 90% de los habitantes de Estados
Unidos poseían esos anticuerpos anti-VEB. Estudios seroepidemiológicos también sugirieron
la relación entre el VEB y el carcinoma rinofaríngeo indiferenciado. La capacidad de este
virus de inmortalizar linfocitos B in vitro y de inducir linfomas en primates llevó a considerar
al VEB como un potencial agente oncogénico en el hombre. Estudios más recientes lo han
relacionado con una gran variedad de cánceres linfoides.

ESTRUCTURA
Posee la morfología y estructura general de los miembros de la familia Herpesviridae. Pertenece
a la subfamilia gammaherpesvirinae. Su genoma está compuesto por un ADN doble cadena
con alrededor de 172.000 pb y codifica alrededor de 80 proteínas.

MULTIPLICACIÓN
El rango de huéspedes del virus es limitado. In vitro el cultivo del virus ha sido descrito prin-
cipalmente en linfocitos B y células epiteliales nasofaríngeas humanas. El virus generalmente
no produce un efecto citopático en las células infectadas. Luego de la infección por VEB
los linfocitos que contienen el genoma del VEB son capaces de un crecimiento continuo in
vitro: transformación o inmortalización. Se ha confirmado al VEB como un virus oncogénico,
debido a la detección de antígenos virales por IF dentro del núcleo de células transformadas,
o por hibridación del ADN celular con ADN del VEB purificado. Los receptores para el VEB
se pueden demostrar en linfocitos B y en las células epiteliales nasofaríngeas humanas. Los
receptores para el VEB están presentes también en una pequeña cantidad en los linfocitos
no B no T. El receptor del linfocito B es el antígeno CD21 o CR21 que puede unirse al VEB
y al componente C3d del complemento. La partícula viral se adsorbe por su glicoproteína
de envoltura gp350/300 a los mencionados receptores; fusionándose la envoltura viral y la
membrana plasmática externa de la célula, penetrando la nucleocápside dentro del citoplasma.
Luego de la decapsidación el complejo nucleoprotéico es transportado al núcleo donde va a
comenzar la síntesis viral. La falta de expresión del receptor CD21 en las células epiteliales
hace pensar que un receptor de alternativa es responsable de la infección de las mismas.
558 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

En suma, en la replicación del VEB se pueden observar dos situaciones:


• Una infección que conduce a un ciclo replicativo terminando en la producción de nuevos
viriones y la lisis celular.
• Proliferación celular continua donde sólo los genes virales de latencia son expresados.

Nomenclatura de los antçigenos del VEB


EBNA antígenos nucleares de VEB
LMP proteínas de membrana latentes
EA antígenos tempranos
VCA antígenos de la cápside viral
LMA antígenos de la membrana tardíos

Luego de la unión al receptor el virus penetra a los linfocitos B susceptibles. Antes de la


detección de las proteínas sintetizadas por el virus, los EBNA (antígenos nucleares del VEB)
pueden detectarse en el núcleo de las células infectadas. En las células transformadas prove-
nientes de pacientes con mononucleosis infecciosa o linfoma de Burkitt, parte del ADN puede
ser incorporado al ADN de la célula huésped, aunque la mayoría del ADN permanezca en
forma circular no integrada, conocida como episoma. La integración lineal del ADN del VEB
en el ADN de la célula huésped puede ser aumentada por la estimulación de mitógenos de las
células B, como el lipopolisacárido de las bacterias en el momento de la transformación. La
célula huésped gana la capacidad de inmortalización cuando el virus se presenta integrado, o en
forma de episoma, o en una combinación de las 2 formas. La inmortalización de los linfocitos
B es un proceso complejo que requiere una interacción coordinada entre los productos de los
genes celulares y virales. La infección latente de las células B por VEB está determinada por
la unión de la proteína EBNA-1 a un promotor viral llamado oriP. EBNA-1 interacciona con
EBNA-2, la cual a su vez activa la producción de tres proteínas de membrana latentes del
VEB (LMP-1, 2A, y 2B), así como también, varios productos de genes de la célula B (CD21,
CD23 y c-fgr). LMP-1 activa la producción de varias proteínas de adhesión celular así como
también un factor de crecimiento autócrino de células B (CD23). LMP1 puede jugar un rol
importante en la transformación oncogénica de las células, evitando la apoptosis (muerte
celular programada).
En el ciclo lítico, a diferencia del anterior, luego de la síntesis de las proteínas muy pre-
coces, que corresponden a los genes de latencia viral, constituídas por los EBNA y LMP, se
sintetizan las proteínas llamadas precoces (antígenos EA), que son fundamentalmente las
enzimas necesarias para la replicación del ADN viral, entran en juego y van a permitir la
producción de nuevos genomas virales. Por último se transcriben los genes tardíos que inclu-
yen a las proteínas de estructura (VCA: antígenos de la cápside viral; y LMA: antígeno de
membrana tardíos). La nucleocápside ensamblada en el núcleo sale por brotación, a través
de las membranas nucleares o intracitoplasmáticas, y el virión terminado en el citoplasma
abandona la célula produciendo la lisis celular. Esta producción viral, consecuencia de la lisis
celular, se produce fundamentalmente in vivo en las células epiteliales de la orofaringe y de
las glándulas salivales.

EPIDEMIOLOGÍA
Los seres humanos constituyen la única fuente del VEB. En la mayoría de los casos la infección
por VEB es asintomática, infectando a más del 95% de los individuos adultos. La primoin-
fección es tanto más precoz cuanto más precarias son las condiciones socioeconómicas. En
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 559

estos casos, la edad más frecuente es entre 1 y 4 años. En los países desarrollados sólo el 50%
de los niños de 5 años poseen anticuerpos, y la primoinfección se retarda a menudo hasta la
adolescencia o se ve en el adulto joven. Alrededor de la mitad de estas infecciones primarias
tardías (luego de los 15 años) son infecciones sintomáticas en las que la forma común es la
mononucleosis infecciosa. Esta se ve a menudo entre los 15 y 30 años y en menor grado en
el niño, pero existe también en el adulto y en la persona añosa. En los individuos infectados
el virus se encuentra en la saliva, pudiendo excretarse allí por mucho tiempo luego de la
curación. La excreción intermitente dura de por vida. Es un virus muy frágil que necesita
para su transmisión un contacto estrecho entre los individuos, por ejemplo por intermedio de
la saliva. En el niño la transmisión se hace a partir de la madre u otros niños por los objetos
cubiertos de saliva o por el beso. En el adulto joven el contagio se produce muchas veces a
partir del beso, motivo por el cual la enfermedad se conoce con el nombre de “enfermedad
del beso”. El virus puede ser transmitido también por transfusiones sanguíneas y por con-
centrados globulares.

FISIOPATOLOGÍA
El virus penetra a nivel de la orofaringe donde se multiplica, afectando rápidamente a los
linfocitos de la sangre circulante. Este período corresponde al de incubación que dura entre
30 y 50 días. Los linfocitos B infectados expresan los antígenos del virus provocando una
reacción importante de linfocitos T que va a destruir específicamente a los linfocitos B
infectados. Estos linfocitos T activados constituyen la mayor parte de los linfocitos atípicos
circulantes. Esta respuesta inmune mediada por células explica algunos de los signos clínicos
observados en la mononucleosis infecciosa (MI), como las adenopatías, angina, etc. La MI es
una enfermedad linfoproliferativa generalizada y transitoria, en general benigna, que afecta
a todos los tejidos linfoides, en particular las amígdalas, los ganglios y el bazo. Luego de una
infección sintomática la inmunidad contra una reinfección es duradera, lo mismo que luego
de una infección inaparente. El virus persiste en forma latente a nivel de la cavidad bucal
(excreción crónica de viriones en la saliva) fuente posible a partir de la cual los linfocitos B
se infectarían y se inmortalizarían regularmente.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
La MI se manifiesta típicamente por fiebre, faringitis exudativa, linfadenopatías, hepatoes-
plenomegalia y linfocitosis atípica. El espectro de enfermedades es variable e incluye desde
la infección asintomática hasta la infección fatal. Las complicaciones del sistema nervioso
central incluyen: meningitis aséptica, encefalitis, y síndrome de Guillain-Barré. Las compli-
caciones raras incluyen ruptura esplénica, trombocitopenia, agranulocitosis, anemia hemo-
lítica, síndrome hemofagocitario, orquitis y miocarditis. Si evoluciona sin complicaciones la
curación se puede dar en dos a tres semanas. La infección puede ser muy grave en los niños
que padecen déficit inmunitarios. Dicha infección puede causar linfomas no Hodgkinianos
y más raramente neumonía intersticial, en el curso de inmunodepresión adquiridas como los
trasplantes de órganos y el SIDA.

Linfoma de Burkitt
En las zonas endémicas como África se ha descrito en niños entre 3 y 10 años con localización
anatómica fundamentalmente a nivel maxilar o abdominal. Esto se debe a la proliferación
cancerosa de una clona de linfocitos B que a menudo contienen el genoma del VEB. Los
560 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

criterios de asociación de este tumor con el VEB se basan en:


• La presencia del ADN viral y del antígeno EBNA en las células cancerosas.
• Detección de anticuerpos humorales a títulos elevados contra los antígenos VCA y
EA.
En zonas endémicas el linfoma de Burkitt está asociado al VEB en el 96% de los casos.
En las zonas no endémicas como Europa o Estados Unidos, el VEB está asociado sólo en el
15% de los casos, siendo los linfomas de Burkitt en sujetos con VIH el 50% de los casos en
estas regiones.

Carcinoma rinofaríngeo
También se ha detectado ADN viral y el antígeno EBNA en las células cancerosas y títulos
elevados de anticuerpos VCA y EA. El carcinoma de cavum, en su forma histológica dife-
renciada, está asociado en un 100% de los casos a VEB.

DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO
No específico
Si bien el VEB es la causa más frecuente de la MI, otros agentes como CMV, Toxoplasma
gondii y adenovirus pueden causarla. El aumento absoluto de linfocitos atípicos en la segunda
semana de la MI es un hallazgo característico, pero no específico. Si bien el aislamiento del
VEB a partir de las secreciones orofaríngeas es posible, las técnicas para llevar a cabo este
procedimiento por lo general no se encuentran disponibles en los laboratorios de diagnóstico
convencional y el aislamiento viral no indica necesariamente infección aguda, por lo tanto,
el diagnóstico depende de las pruebas serológicas. Las pruebas inespecíficas para anticuerpos
heterófilos entre ellas la prueba de Paul Bunell y la reacción de aglutinación en portaobjetos
son los métodos disponibles con mayor frecuencia. Los anticuerpos heterófilos aparecen en
un 60 - 80 % de las MI. Estos anticuerpos heterófilos aglutinan glóbulos rojos de carnero, de
caballo y de buey. Para eliminar del suero anticuerpos heterófilos no asociados a la MI debe
absorberse el suero antes de la búsqueda de estos anticuerpos, lo que constituye la prueba de
Paul Bunell. Estos anticuerpos son IgM, aumentan en dos a cuatro semanas y desaparecen en
uno a tres meses. Se observan con más frecuencia en el adolescente o en el adulto joven que
en el niño pequeño. En la práctica se realiza de entrada una reacción cualitativa en lámina:
el Monospot test. En general no se observan falsos negativos debido a la técnica. Los falsos
positivos son controlados por la reacción cuantitativa de Paul Bunell. Si luego de la absorción
el título es superior a 1/56 significa que es una MI reciente.

Específico
Detección de anticuerpos contra los diferentes antígenos del VEB.
Existen múltiples pruebas serológicas específicas para detectar los anticuerpos contra el
VEB. La prueba que se realiza más a menudo es la detección de anticuerpos contra el antígeno
de la cápside viral (VCA). Debido a que los anticuerpos IgG contra el VCA aparecen en
títulos elevados poco tiempo después del comienzo de la infección, la realización de pruebas
en muestras de suero de fase aguda y de convalecencia, para anticuerpos anti-VCA, puede
no ser útil para establecer la presencia de infección. La realización de pruebas para detectar
anticuerpos IgM anti-VCA y para detectar anticuerpos contra antígenos tempranos (EA) es
útil para identificar infecciones recientes. Dado que los anticuerpos séricos contra el antígeno
nuclear del VEB (EBNA) no están presentes hasta varias semanas a meses después del co-
mienzo de la infección, una prueba de anticuerpos anti-EBNA positiva excluye la infección
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 561

aguda. Estas pruebas son particularmente útiles para evaluar a los pacientes que tienen una
MI con anticuerpos heterófilos negativos, en estos pacientes están indicadas las pruebas
para identificar a otros agentes virales, especialmente CMV. En los estudios de investigación
la hibridación de ADN in situ o la PCR pueden determinar la presencia de VEB y pueden
implicarlo en un síndrome determinado como una linfoproliferación.

Perfil serológico durante la infección por VEB


Infección IgG anti-VCA IgM anti-VCA Anti-EA Anti-EBNA
Sin infección previa - - - -
Infección aguda + + +/- -
Infección reciente + +/- +/- +/-
Infección pasada + - - +

PREVENCIÓN
No existe vacuna disponible contra este virus

TRATAMIENTO
Incluye medidas de sostén como el reposo en la fase aguda de la enfermedad, evitar deportes
con contacto físico hasta que el paciente se haya recuperado totalmente de la MI y ya no
se palpe el bazo. Se considera el uso de corticosteroides en casos con complicaciones, como
marcada inflamación de las amígdalas con obstrucción de la vía aérea, esplenomegalia ma-
siva, miocarditis, anemia hemolítica y síndrome hemofagocitario. Aunque el aciclovir tiene
actividad antiviral in vitro contra el VEB, no se han demostrado los beneficios clínicos del
tratamiento, con la posible excepción de los pacientes infectados por VIH que tienen una
leucoplaquia pilosa.

Herpesvirus humano tipo 6 (HHV-6)


HISTORIA
En 1986, los investigadores del instituto nacional de cáncer de los Estados Unidos (NCI) Sa-
lahuddin, Gallo y colaboradores, aíslan un nuevo virus herpético al que denominaron Human
B Lymphotropic Virus (HBLV), que luego cambió su nombre a HHV-6. El primer aislamiento
fue realizado en base a monocitos periféricos de seis pacientes con diferentes enfermedades
linfoproliferativas, y solo en uno de estos enfermos la causa fue SIDA. La edad de los pacien-
tes era entre los 17 y 66 años. Todos presentaban anticuerpos IgG específicos contra el virus
aislado 1:40 por inmunofluorescencia. La morfología del virus aislado era muy semejante a la
de los virus herpéticos conocidos, pero diferentes a la de todos los ya conocidos, causantes de
enfermedad en el hombre o en los animales. El nombre Human B Lymphotropic Virus sugiere la
semejanza del virus a los HTLV I y II, porque presentaba tropismo limitado hacia los linfocitos
B, al cabo de un año, el aislamiento de nuevas cepas, de África sobre todo, mostraron que su
espectro de células huésped comprendía también a las células T. Además, sus características
genómicas también lo clasificaban como un virus herpético.

TAXONOMÍA
Las clasificaciones modernas de los virus se basan en criterios genómicos. Este virus presentaba
un genoma semejante al de los virus herpéticos, lo que permitió hibridaciones cruzadas que
sugirieron similitud al virus herpético tipo 1 y varicela, lo que favoreció la idea de incluirlo
562 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

dentro de la subfamilia alfaherpesvirinae. Aislados posteriores no presentaban este genoma,


pero conservaban criterios para pertenecer a la misma especie que había establecido el NCI.
Posteriormente, se hallan semejanzas con el genoma del CMV, lo que hizo que el HBLV
fuera colocado, al igual que el CMV, en la subfamilia de los betaherpesvirinae. Recientemente,
otro virus herpético denominado Human T cells lymphotropic Virus (VHH-7) se unió a los
precedentes en esta misma familia beta, porque tenía elementos genómicos semejantes al
VHH-6 y otros virus herpéticos. Estudios con enzimas de restricción demuestran que existen
dos grupos que difieren molecularmente, sin embargo, presentan una homología en el resto
del ADN del 94 a 96% entre ambas variantes de grupo, reconociéndose formalmente dos
variantes de herpesvirus 6 : A y B.
Los herpesvirus 6 variante B causan roséola infantil o exantema súbito, mientras que la
variante A se ha aislado más frecuentemente en pacientes con sarcoma de Kaposi y pacien-
tes con SIDA. Ambas variantes han sido aisladas en individuos inmunocomprometidos. No
existen métodos serológicos para diferenciar ambas variantes.

CULTIVO
Estudios in vitro mostraron su crecimiento en células de diverso origen, incluyendo células T,
monocitos, macrófagos, megacariocitos, células gliales embrionarias. Sin embargo in vivo su
rango de células es limitado, pero la mayoría poseen marcadores de células T.

ESTRUCTURA
El virión maduro del VHH-6 presenta la misma morfología que el de los virus herpéticos.
El virión extracelular posee un diámetro de 160-210 nm y un tegumento nucleocapsideo
constituido por 162 capsómeros. La nucleocápside tiene aproximadamente 90-110 nm de
diámetro, exhibe una simetría icosaédrica visible con coloración negativa, contiene 162
capsómeros y rodea un core de aproximadamente 60 nm de diámetro. Las partículas virales
maduras se acumulan en el interior de las vacuolas citoplásmicas, desde donde son expulsadas
a la superficie de las células infectadas. En el citoplasma, la cápside está rodeada por distintos
tegumentos de espesor uniforme (20-40 nm). El tegumento es la característica morfológica
más llamativa del virión del VHH-6, comparado en los otros virus herpéticos, es un compo-
nente de partículas sin envoltura libres en el citoplasma, partículas encapsuladas contenidas
dentro de vacuolas citoplásmicas, y partículas extracelulares, entre otras. En contraste, esta
estructura está ausente en partículas citoplasmáticas libres del herpes simple tipo 1 y no es
bien demarcada en el CMV.

EPIDEMIOLOGÍA
El hombre sería el único huésped natural y un huésped particularmente frecuente. Estudios
serológicos demuestran que el virus infecta a casi todas las personas alrededor de los dos años
de edad. Varios estudios demuestran una seroprevalencia de aproximadamente 86% a los 13
meses de edad en la población y de cerca de 95% en niños mayores, sin diferencias según
sexo, raza, condiciones socioeconómicas o país. Luego de la primoinfección el virus persiste
en el organismo. Por técnicas de biología molecular PCR o hibridación in situ, el genoma
viral se ha encontrado en las glándulas salivales, los linfocitos y los monocitos circulantes.
Se ha encontrado el virus en la saliva de personas sanas, más raramente en su sangre. La
transmisión del virus es por vía oral por contacto con saliva y secreciones respiratorias. El
pico de prevalencia de la infección es entre los 6 meses y los 24 meses de edad, siendo menos
frecuente luego de los 3 años de edad. La transmisión del virus por los productos sanguíneos
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 563

o los transplantes de órganos no parece ser una eventualidad muy frecuente y que requiera
de medidas de prevención especiales.

PATOGENIA
El hallazgo del virus en las glándulas salivales plantean la hipótesis de una replicación primaria
del virus a nivel de las mismas, desde donde se disemina por vía hematógena e infecta linfocitos
susceptibles y probablemente otros tejidos del organismo (nervioso, hepático, renales).

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Las principales manifestaciones clínicas de la infección primaria en los niños menores de 3
años son variables. Estas manifestaciones incluyen la roséola (exantema súbito, sexta enfer-
medad), aproximadamente en el 20 % de los niños, una enfermedad febril indiferenciada sin
erupción cutánea ni signos de localización y otras enfermedades febriles agudas, a menudo
acompañada de linfadenopatías cervicales y occipitales posteriores, signos gastrointestinales
o respiratorios y membranas timpánicas inflamadas. La fiebre es característicamente alta
(>39.5 ºC) y dura de 3 a 7 días. En la roséola la fiebre es seguida por una erupción cutánea
maculopapular eritematosa que dura horas a días. En alrededor de 10 a 15 % de las infecciones
primarias se presentan convulsiones durante el período febril. Otros síntomas neurológicos
como encefalitis son raros. El virus persiste y puede reactivarse, en realidad no están claras
las circunstancias clínicas y las manifestaciones de la reactivación en las personas sanas. La
enfermedad asociada con reactivación se ha descrito principalmente en huéspedes inmuno-
suprimidos en asociación con manifestaciones como fiebre, hepatitis, supresión de la médula
ósea, neumonía y encefalitis.
En los adultos las manifestaciones clínicas en la infección primaria son raras, pero puede
presentarse con linfadenopatías, síndrome mononucleósido y hepatitis. Las analogías con
CMV han conducido a considerar al HHV-6 como agente de infecciones graves en los suje-
tos inmunodeprimidos. Se ha visto ascenso de anticuerpos luego de los transplantes y se ha
interpretado como un signo de reactivación viral consecutiva a la inmunodepresión. Produce
enfermedades febriles prologadas en pacientes con SIDA. Se ha relacionado al HHV-6 con
la patogenia de la sarcoidosis, del síndrome de Sjorgen, esclerosis múltiple y como posible
agente del síndrome de fatiga crónica, en lo que aún quedan dudas con respecto, no solo a
su etiología, sino a la definición precisa de la enfermedad, que se caracteriza a grandes rasgos,
por una fatiga prolongada luego de un episodio agudo viral.

PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
En la actualidad el diagnóstico de infección primaria por HHV-6 exige el uso de técnicas de
investigación para aislar el virus a partir de sangre periférica y para demostrar la serocon-
versión. Una elevación de cuatro veces en los títulos de anticuerpos séricos, solamente, no
indica necesariamente una infección nueva, dado que también puede ocurrir una elevación
del título con la reactivación y en asociación con otras infecciones. Se están desarrollando
ensayos comerciales para la detección de anticuerpos y antígenos y de PCR para detectar
ADN de HHV-6 pero hasta ahora ninguno de éstos ensayos muestra aptitud para diferenciar
de manera confiable la infección primaria de la persistencia o la reactivación viral.

TRATAMIENTO
El tratamiento es de sostén. En el caso de los pacientes inmunocomprometidos con enfermedad
grave por HHV-6 algunos expertos recomiendan una serie de ganciclovir.
564 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Herpesvirus humano tipo 7 (HHV-7)

En 1990 fue aislado éste virus de células mononucleares de sangre periférica de un individuo
sano. Pertenece a la subfamilia betaherpesvirinae. Su epidemiología y su secuencia de ADN
han sido definidas, pero aún resta por saber qué enfermedades causa en el humano y si existe
necesidad de tratamiento. Infecta persistentemente a linfocitos T CD4 y glándulas salivales,
y el virus es generalmente excretado en la saliva. Posee poca homología de ADN con HHV-6
pero suficiente similitud antigénica como para causar reacciones serológicas cruzadas.

EPIDEMIOLOGÍA
HHV-7 infecta a casi toda la población alrededor de los 5 años de edad, detectándose anti-
cuerpos anti-HHV-7 en el 80 a 90% de la población.

DIAGNÓSTICO
Los siguientes métodos pueden ser utilizados para determinar una infección primaria o una
reactivación por HHV-7.

Métodos directos
• Aislamiento del HHV-7 de la saliva, células mononucleares periféricas, LCR, suero o
plasma, cultivándolo en células mononucleares del cordón estimuladas con un mitógeno
(fiitohemaglutinina). El efecto citopático y la detección de antígenos virales por IF utili-
zando anticuerpos monoclonales anti-HHV-7, permiten detectar infección de las células
de cultivo.
• Detección de ADN por PCR en sangre o LCR.
• Detección de antígenos virales de HHV-7 en tejidos por inmunohistoquímica.

Métodos indirectos
• Detección de anticuerpos anti-HHV-7 IgM e IgG por IF o ELISA en suero o plasma.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Puede causar exantema súbito y un síndrome mononucleósido. Las complicaciones asociadas
al HHV-7 son hemiplejia, sugestiva de enfermedad en el sistema nervioso central, y en los
transplantados que padecen enfermedad por CMV puede agravar los síntomas del paciente
y causar una encefalitis. Datos recientes clasifican al virus HHV-7 en dos variantes, 1 y 2.

TRATAMIENTO
Los compuestos antivirales anti-HHV-7 más efectivos son foscarnet y cidovir.

Herpesvirus humano tipo 8 (HHV-8)


El conocimiento de la historia natural y de la biología del HHV-8 es limitado, pero se está
avanzando en su conocimiento. Aunque una etiología viral para el sarcoma de Kaposi (SK) se
postuló en 1970, llevó varias décadas hasta que Chang y colaboradores descubrieran HHV-8
en tejidos de sarcoma de Kaposi. Sarcoma de Kaposi clásico es una enfermedad neoplásica
maligna rara que ocurre principalmente en adultos del este de Europa y Mediterráneo, pero
puede ocurrir también en niños. Sarcoma de Kaposi es endémico en las poblaciones indígenas
negras del este de África. En Estados Unidos afecta principalmente a hombres homosexuales
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 565

infectados por el virus VIH-1. El ADN del HHV-8 puede ser detectado en casi todas las
formas de sarcoma de Kaposi, inclusive la forma clásica mediterránea, SK endémico, SK
postransplante y SK asociado al SIDA.

CLASIFICACIÓN
Pertenece a la subfamilia gammaherpesvirinae.

EPIDEMIOLOGÍA
Se conoce poco acerca de la epidemiología y transmisión del HHV-8, sin embargo, se ha infor-
mado que éste se encuentra en forma latente en células mononucleares de sangre periféricas
y de tejido linfoide de personas inmunocomprometidas y de algunas personas sanas, lo que
sugiere que la transmisión pueda ser a través de la sangre o secreciones.

PATOGENIA
Los sitios de replicación y persistencia en el organismo no son conocidos pero el ADN viral
ha sido detectado en la saliva y semen. Los mecanismos por los cuales el HHV-8 puede pro-
mover el desarrollo del sarcoma de Kaposi y otros desordenes neoplásicos involucran genes
que codifican proteínas y citocinas que regulan el ciclo celular.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
El sarcoma de Kaposi está caracterizado por la aparición de uno o más nódulos pigmentados,
multicéntricos, de color marrón rojizo en la piel, mucosas, o en los órganos, particularmente
en el pulmón o vía biliar. En otros trastornos linfoproliferativos que se ven en pacientes VIH
positivos, se ha encontrado en genoma de HHV-8 como la enfermedad de Castleman`s
multicéntrica.
Existe un alto riesgo de sarcoma de Kaposi en pacientes transplantados debido a su nivel
de inmunosupresión. La infección por el HHV-8 puede ser causa de fracaso de transplante.

Figura 3. Lesiones de sarcoma de Kaposi en la espalda de un paciente con Sida


566 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

TRATAMIENTO
Diversos ensayos demuestran que es sensible a cidofovir, moderadamente sensible al foscarnet
y ganciclovir, e insensible al aciclovir. Pero no se conoce ningún tratamiento eficaz.

Bibliografía

1. Pickering Larry K., Peter Georges. Red Book. Enfermedades Infecciosas en Pediatría. Edición 25. Elk
Groove Village, Illinois. Editorial Médica Panamericana, 2001. Pág: 187-191; 601-603; 584-597.
2. Atención Pediátrica. Pautas de diagnóstico, tratamiento y prevención. 5ª edición. Montevideo. Oficina del
Libro – AEM. 2000.
3. Temas de Bacteriología y Virología para CEFA. Montevideo. Librería Médica Editorial, 2001. Tomo I.
4. Murray Patrick R. Manual of Clinical Microbiology. 7th Edition. Washington DC. American Society for Micro-
biology, 1999. Pág. 888-927.
5. Rhoda L. Ashley, Anna Wald. Genital Herpes: Review of the epidemic and potential use of type specific
serology.( Clinical Microbiology Reviews) 1999 Jan. Vol. 12, Nº 1. Pag 1-8.
6. Koelle David M., Corey Lawrence. Recent progress in Herpes Simplex virus inmunobiology and vaccine
research. (Clinical Microbiology Reviews) 2003 Jan. Vol 16, Nº 1. Pag 96-113.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 567
Página 567

31 Agentes de infecciones
emergentes, Hantavirus,
dengue, BSE
Dres. R. Vignoli, E. Calvelo, H. Chiparelli, F. Schelotto, E. Ingold, A. del
Monte, J. Campione

Virosis emergentes de importancia regional: virus Hanta y Dengue

A nivel mundial en los últimos años se asiste al surgimiento de nuevas enfermedades infeccio-
sas, producidas en algunos casos por nuevos agentes etiológicos; en otros casos se reconocen
nuevas presentaciones clínicas producidas por variantes de microorganismos ya conocidos.
A estos agentes infecciosos nuevos o renovados se los denomina genéricamente patógenos
emergentes o reemergentes. La emergencia de estos agentes se atribuye a las modificaciones
naturales o artificiales de los ecosistemas, los movimientos demográficos y los cambios climá-
ticos, que ponen al hombre en contacto con nuevos seres, que a su vez cambian en función
de su interacción con huéspedes variados.
Nos ocuparemos en este caso de dos de ellos: virus Hanta y virus Dengue, debido a su im-
portancia regional y local. Abordaremos también brevemente las enfermedades priónicas.

Hantavirus
Denominado de esta manera por haberse reconocido los primeros casos a orillas del río
Hantang, durante la guerra de Corea en 1951, el género Hantavirus pertenece a la familia
Bunyaviridae. Está integrado por virus de reservorio animal, transmitidos por roedores.
Se reconocen dos grupos de Hantavirus que se asocian a dos presentaciones clínicas
diferentes: los Hantavirus del viejo mundo, predominantes en Asia y Europa, y los del nuevo
mundo, predominantes en América.
Los primeros incluyen las especies Hantaan (HTN), Puumala (PUU), Seoul (SEO), Pros-
pect Hill (PH) y Dobrava. Estos producen un cuadro conocido como fiebre hemorrágica con
síndrome renal (FHSR) y son responsables de unos 100.000 casos anuales fundamentalmente
en Asia (sobre todo en China y Corea), aunque también se han detectado en Europa, espe-
cialmente en Alemania, Francia, Bélgica, Holanda y Rusia. Las alteraciones hematológicas y
renales de esta entidad son de intensidad variable según los brotes y los virus involucrados,
presentando una mortalidad que oscila entre el 1 y 35%.
Los segundos fueron reconocidos por primera vez en Mayo de 1993 en la región de Cua-
tro Esquinas al sudoeste de Estados Unidos, donde se juntan los estados de Nuevo Mexico,
Arizona, Colorado y Utah. Allí se realizó el primer diagnóstico de un brote de enfermedad
febril asociada con insuficiencia respiratoria aguda, shock y una mortalidad del 60 a 80%.
Su agente etiológico, en principio desconocido, fue identificado más tarde como una especie
568 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

nueva de Hantavirus denominada inicialmente virus sin nombre, o Convict Creek o Muerto
canyon, y que hoy se conoce con el nombre de Four corners Hantavirus. Se denominó a esta
presentación síndrome pulmonar por Hantavirus (SPH).
Comenzó así el estudio de los Hantavirus del nuevo mundo. Para el año 1995 se habían
identificado más de 100 casos a lo largo de 26 estados de Estados Unidos, y se reconocieron
los primeros brotes en Chile y Argentina. Ese mismo año se describe una nueva especie de
Hantavirus en Argentina denominada Andes, que en 1996 produce un gran brote de SPH;
el estudio de este brote aporta por primera vez evidencia epidemiológica de transmisión
persona a persona.
En 1997 se diagnostican los primeros cuatro casos de SPH en nuestro país, uno de los
cuales fue producido por una cepa filogenéticamente relacionada con la cepa Andes. Hasta el
30 de Junio de 2002 se confirmaron oficialmente en Uruguay 38 casos (esporádicos) de SPH,
mientras que en otros países de Sudamérica se han registrado cientos de casos: en Argentina,
en Chile y también en Paraguay y Brasil. En Estados Unidos se confirmaron 209 casos desde
1993 a 1998, con una mortalidad que osciló entre el 40 y 60%. En Uruguay, como en otros
países, la letalidad fue descendiendo (en el período 1997-2002 fue globalmente del 21%).

ASPECTOS MICROBIOLÓGICOS DE HANTAVIRUS


Ubicación taxonómica
Pertenece a la familia Bunyaviridae, dentro de la que se reconocen cinco géneros: Hantaan,
Bunyavirus, Phlebovirus, Nairovirus y Tospovirus.
El género Hantavirus cuenta hasta el momento con 14 especies o tipos reconocidos y varios
más en estudio, dentro de los cuales se encuentra el tipo Andes. Se identifican y clasifican
actualmente en genotipos por la composición y secuencia de su ARN. Los genotipos recono-
cidos en la región son llamados Andes, Orán, Lechiguana, Bermejo, Laguna negra y otros.

Morfología y estructura
Posee una forma oval o esférica de 80 a 120 nm de díametro. Se trata de un virus envuelto,
con cápside helicoidal cuyo genoma es RNA monocatenario de polaridad negativa, triseg-
mentado, circular. Cada segmento se encuentra cerrado en forma no covalente a través de
extremos 5´-3´complementarios (figura 1).

Envoltura
Es obtenida por brotamiento en el aparato de Golgi de las células eucariotas. Todos los Hanta-
virus insertan dos proteínas virales en ésta, denominadas G1 y G2. Estas proteínas se prolongan
más allá de la superficie, observándose al microscopio electrónico como proyecciones de 5 a 10
nm de longitud, hexagonales o pentagonales. A través de G1 y G2 se produce la adherencia y
fusión de las membranas viral y celular. Hacia estos antígenos pueden producirse anticuerpos
tipo específicos neutralizantes que protegen contra la reinfección.

Nucleocápside
Está constituída por el genoma y la cápside. Cada virión contiene tres nucleocápsides formadas
por uno de los segmentos de RNA y la proteína N. Cada segmento se denomina de acuerdo
a su tamaño: L, M y S por grande, medio y pequeño. El L codifica la transcriptasa viral o
RNA polimerasa RNA dependiente. El M codifica tres proteínas: G1 y G2 y una proteína
no estructural denominada NEm. El segmento S por su parte codifica dos: la proteína de la
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 569

Figura 1. a) Modelo de partícula de Hantavirus. b) Microfotografía de Hantavirus


! 'LUCOPROTEÓNAS "
PUNTASDE NM

%NVOLTURA
LIPÓDICA

 

.UCLEOCÉPSIDE
 !2.,
 !2.-
 !2.3

nucleocápside o N y una segunda proteína no estructural, NES. Las cápsides están constituidas
por la proteína N. En base a ella es posible detectar anticuerpos género específicos.

CICLO VIRAL
Luego de su adhesión a través de las glicoproteínas G1 y G2, se produce la endocitosis de la
partícula viral. Dentro de la vesícula endocítica se produce la fusión de la envoltura viral con
la membrana vesicular, lo que posibilita la internalización del virus. El virus se replica en el
citoplasma de las células infectadas. Una vez que ocurre la transcripción del RNA genómico
se produce la síntesis proteica. Las proteínas son dirigidas al retículo endoplásmico rugoso,
donde ocurre la encapsidación. Las nucleocápsides así formadas emigran al aparato de Golgi
donde adquieren la envoltura por brotamiento.

PROPIEDADES FÍSICAS
El hecho de que Hantavirus sea un virus envuelto, lo hace susceptible a la mayoría de los
desinfectantes y detergentes de uso doméstico, incluidas las soluciones diluidas de hipoclorito
de sodio y el alcohol etílico al 70 %. Por otra parte, su labilidad a las radiaciones UV ocasiona
su rápida inactivación en ambientes ventilados con exposición al sol. El virus es inactivado
a temperaturas superiores a 37 ºC, mientras que permanece estable a 4 ºC hasta 12 horas.
Igualmente se inactiva en condiciones de pH extremas y con altas concentraciones salinas.

PATOGENIA
El estudio histopatológico de autopsias de pulmones de pacientes fallecidos por SPH de-
muestra:
• Neumonitis intersticial, caracterizada por congestión, infiltrado intersticial de células
mononucleares agrandadas (inmunoblastos).
• Edema intraalveolar, septal y peribronquial.
• Membrana hialina focal.
• Ausencia o evidencias mínimas de: a) restos celulares, b) neutrófilos, c) injuria epitelial
y d) inclusiones virales, hongos o bacterias con tinciones específicas.
Estas evidencias sugieren un mecanismo de patogenicidad relacionada a aumento de
la permeabilidad vascular, lo que produce edema pulmonar, generando un cuadro clínico
similar al conocido como síndrome de distrés respiratorio del adulto. Se produce así insufi-
570 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

ciencia respiratoria, lo que conduce en sus etapas finales a falla cardiovascular, con shock
cardiogénico y muerte.
Dado que no se producen lesiones tisulares, es sumamente importante mantener las con-
diciones vitales de los pacientes durante el período de estado de la infección, ya que superada
esta etapa se puede producir una recuperación prácticamente completa.
Dada la antigüedad del cuadro, es mucho mas conocida la patogenia de la fiebre he-
morragípara con síndrome renal, la que se describirá brevemente (el estudiante interesado
deberá consultar algún texto especializado). En estos casos la invasión vírica y la formación
de inmunocomplejos circulantes producirían lesión renal tubular, vascular y fenómenos he-
morragíparos. Así, la lesión tubular conduce a insuficiencia renal aguda mientras que la lesión
vascular genera edema retroperitoneal y shock cardiovascular.

EPIDEMIOLOGÍA
Distribución geográfica
Los Hantavirus están distribuidos por todo el mundo, y probablemente la prevalencia real de
la infección producida por ellos supera los casos notificados. Se comunican anualmente un
número aproximado de entre 150.000 a 200.000 casos de FHSR en todo el mundo, corres-
pondiendo más de la mitad a China; por otro lado se han reportado más de 1000 casos de
SPH en América de 1993 a 2002.

Reservorio
El principal reservorio son los roedores, ya sean salvajes o aquellos en contacto con seres
humanos, incluyendo también animales de experimentación, que portan el virus de forma
asintomática, y lo transmiten por vía horizontal. El género Hantaan es el único género de la
familia Bunyaviridae que no se transmite a través de mosquitos, moscas u otros artrópodos.
Se acepta que cada especie de Hantavirus se mantiene en un tipo particular de roedor (tabla
1) y sería en parte la distribución del vector lo que determina la distribución geográfica de cada
virus. Este aspecto complica las medidas de prevención, puesto que cada zona presenta un
grupo particular de especies de ratones y éstos a su vez determinados tipos de Hantavirus.
En nuestro país se están realizando trabajos de búsqueda de vectores entre el Ministerio
de Salud Pública (MSP) y la Facultad de Ciencias. Todos los roedores identificados como
portadores pertenecían a la especie Oligoryzomys flavescens y portaban virus del genotipo Andes
Central Plata, parecido a virus circulantes en la zona central de la provincia de Buenos Aires,
y asociado a la mayoría de los casos estudiados en el sur de nuestro país.
Un segundo tipo de virus (Lechiguana), recuperado de una infección humana en la zona
del litoral y emparentado con cepas de la costa argentina adyacente, no ha sido todavía
identificado en animales.

Ecología
Los brotes de Hantavirus han sido asociados:
1. a cambios estacionales de año en año debidos por ejemplo a factores climáticos;
2. a cambios a lo largo del tiempo en las dinámicas de poblaciones de roedores, por ejemplo
debido a competencia interespecies y a la presencia de depredadores;
3. a intervenciones humanas: dentro de este punto se encuentra la alteración de ecosistemas
aumentando el contacto entre los roedores y el hombre.
La teoría actual de la extensión de Hantavirus en América es que no emerge como se creyó
en 1993 por una mutación viral sino de un trastorno ecológico del tipo de los mencionados.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 571

La evidencia que avala esta teoría es la detección de anticuerpos específicos anti-virus FC


(Four Corners) en sueros congelados provenientes de pacientes fallecidos en 1959 y 1975 con
sintomatología compatible con SPH.
En nuestro país, la despoblación rural ha modificado la vegetación y acercado a O. fla-
vescens al peridomicilio y los bordes de caminos.

MECANISMOS DE TRANSMISIÓN Y FACTORES DE RIESGO


La infección en humanos en general se produce por aspiración de aerosoles contaminados a
partir de saliva, orina y materias fecales de roedores contaminados. No obstante, el contagio
interhumano ha sido demostrado en Argentina y luego en Chile, en personal de salud o
contactos muy estrechos. El riesgo de contagio es máximo sobre el fin del período de incu-
bación. Se comunica también la posibilidad de contagio a través de heridas y mordeduras de
ratones infectados.
Dentro de los factores de riesgo se encuentran:
1. Trabajos de granja, rurales en general.
2. Actividades de limpieza o ingreso a habitaciones cerradas con alta probabilidad de pre-
sencia de ratones, como galpones, cabañas, garajes, graneros, etc.
3. Zonas de alta población de roedores.

DIAGNÓSTICO DE SPH
El diagnóstico es clínico, epidemiológico, radiológico y microbiológico. La sospecha basada
en datos epidemiológicos es fundamental para lograr un diagnóstico precoz del cual puede
depender la sobrevida. La enfermedad se presenta habitualmente en el adulto o el joven. Es
menos frecuente en niños, y en éstos suele ser de curso más benigno.
Diagnóstico clínico: la infección puede ser asintomática, o con escasas manifestaciones.
Cuando tiene expresión clínica, el período de incubación de la enfermedad a partir del contagio
es de 2 a 4 semanas: entre 12 y 27 días, habitualmente entre 15 y 20. Los pacientes suelen
presentar en la etapa prodrómica fiebre, mialgias y escalofríos, asociándose frecuentemente,
náuseas, vómitos, cefaleas, diarreas y malestar general. En ocasiones se acompañan de respi-
ración suspirosa, vértigo, artralgias, dolor precordial o del dorso del tórax, dolor abdominal
y lumbar, sudoración y tos. Raramente comienzan con rinorrea.
Al examen físico pueden presentar: a nivel pleuropulmonar taquipnea, y estertores cre-
pitantes; en piel y mucosas: inyección conjuntival, petequias cutáneas y microvesículas en el
paladar; en lo cardiovascular: taquicardia.
El cuadro clínico prodrómico dura entre 3 y 6 días, tras lo cual se alcanza el período de
estado que en su forma más grave se presenta con complicaciones cardiorrespiratorias, disnea,
hipoventilación, severa inestabilidad hemodinámica y shock, con una duración promedio de
7 a 10 días. Es ésta una etapa crítica para el paciente, debido al alto índice de mortalidad;
una vez superada, comienza la etapa de convalecencia.
Las manifestaciones hemorragíparas y de afectación renal pueden acompañar en algunos
casos al SPH.
El examen radiográfico de tórax revela en forma temprana infiltrados bilaterales simétri-
cos intersticiales, que pueden mostrar patrones de líquido intraalveolar. Estas imágenes son
compatibles con las observadas en las enfermedades que se acompañan de distrés respiratorio
del adulto.
Exámenes complementarios de laboratorio: en el hemograma se observa leucocitosis con
desviación a la izquierda, neutrofilia con formas inmaduras circulantes (metamielocitos),
572 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

linfocitos atípicos en sangre periférica, hematocrito aumentado y plaquetopenia. Parte del


aumento del número de células encontrado se debe a hemoconcentración, debido a la pér-
dida de líquido extracelular (plasma) al espacio insterticial, fundamentalmente pulmonar. Se
debe poner especial atención a este hecho, ya que la principal medida para mejorar esto es la
reposición de líquidos, que sin embargo puede aumentar el edema intersticial y alveolar en el
SPH o del espacio retroperitoneal en la FHSR, agravando el estado del paciente.
También pueden encontrarse hipoproteinemia y aumentos de la dehidrogenasa láctica,
transaminasas, CPK, amilasa o creatinina en sangre.
En suma, se sugiere el estudio etiológico para Hantavirus a un paciente que estando sano
instale los siguientes síntomas y signos:
1. Fiebre y mialgias severas.
2. Síndrome de distrés respiratorio, con disnea, taquipnea, edema pulmonar no cardiogénico,
e infiltrados bilaterales sin imágenes de condensación lobar o segmentarias.
3. Hipotensión o shock.
4. Neutrofilia con plaquetopenia.
Se excluirán de esta categoría aquellos pacientes inmunodeprimidos, politraumatizados
o con sepsis, que de por sí pueden presentar manifestaciones cutáneas o mucosas de tipo
hemorrágico, o alteraciones de la función renal por diferentes causas.
Ante una situación clínica como la descrita se deberá tomar una muestra de 10 ml de
sangre, sin anticoagulante, en tubo seco y estéril y guardarla en la heladera a 4-8 grados
centígrados (no congelar) hasta su envío a la división laboratorios del MSP (8 de Octubre
2720, teléfono: 4872616- 4872516). Se debe llenar una ficha con la información clínico-epi-
demiológica necesaria para efectuar el examen. Los recursos para el diagnóstico son limitados
y se debe restringir el uso a aquellos casos que lo justifiquen.

DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO (DIAGNÓSTICO ETIOLÓGICO)


Los primeros diagnósticos de SPH utilizaban hantavirus adaptados a cultivo, de las especies
SEO, PUU, PH, y HTN como antígenos para la detección de anticuerpos contra Hantavirus
FC. Estos antígenos heterólogos, si bien fueron útiles, se mostraban subóptimos para la detec-
ción de anticuerpos contra dicha especie. La utilización de RT-PCR (ver capítulo 4, Genética
bacteriana) se mostró sensible para la detección de FC RNA tanto de autopsia como de células
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 573

Figura 3. Estudio de Western blot para la detec-


ción de anticuerpos de tipo IgG en muestras de
sangre de pacientes y roedores. Se utilizó una
dilución 1:500 de suero frente a un Western Blot
que contenía cantidades equimolares de proteína
N recombinante de los siguientes Hantavirus: 1)
Bayou; 2) Muleshoe; 3) Puumala; 4) Rio Mamoré;
5) Seoul; y 6) Sin Nombre. El resultado de estos
sueros fue verificado posteriormente, mediante la
realización de RT-PCR y análisis de secuencia: (A)
paciente x, positivo para Bayou virus; (B) Suero de
Oryzomys palustris positivo para Bayou virus- (C)
Suero positivo de ratón para el virus Sin Nombre;
(D), Control negativo. Los anticuerpos unidos a los
antígenos en fase sólida fueron detectados mediante
fosfatasa alkalina conjugada a anti IgG humana en
el paciente A y con anti -Peromyscus leucopus IgG
en los casos B a D. La flecha indica la migración del
antígeno viral completo T7N,~55kDa.

mononucleares de sangre periférica de pacientes vi-


vos. Además, los antígenos virales podían detectarse
en secciones de tejido por inmunotinciones, usando
anticuerpos monoclonales contra PUU.
Para desarrollar un diagnóstico rápido con capacidad para detectar anticuerpos anti-FC
se produjeron antígenos recombinantes utilizando las secuencias codificantes de proteína N
y la glicoproteína G1. Mientras la detección de la proteína N se muestra inespecífica, ya que
existen reacciones cruzadas entre numerosas especies, la proteina G1 es específica, mante-
niéndose conservada en cada especie.
Como técnicas indirectas para el diagnóstico rápido de hantavirus tanto en humanos como
en ratones, se cuenta con ELISA y Western Blot que utilizan únicamente la proteína N, y un
Western Blot que utiliza ambas proteínas, N y G1.

DIAGNÓSTICO PRÁCTICO DE LABORATORIO


El diagnóstico se realiza actualmente por investigación de anticuerpos IgM en suero mediante
ELISA de captura, utilizando antígeno N recombinante de virus Andes y de una mezcla de
otros virus. El ascenso de los anticuerpos IgM específicos coincide con el comienzo del cuadro
clínico, por lo cual el diagnóstico por ELISA es sencillo y eficaz.
Como estudios complementarios se puede practicar ELISA para IgG con técnica similar,
o ensayo en formato de tiras de Western Blot.
El estudio microbiológico se completa habitualmente con la amplificación por RT-PCR
del genoma viral en sangre o suero, y la determinación de su secuencia con fines taxonómicos
y epidemiológicos.
574 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Tabla 1. Hantavirus encontrados en el Nuevo Mundo


Virusa Enfermedadb Huesped conocido o Localización Aislamiento
sospechado de Virus
Sigmodontinae as-
sociated
Sin Nombre SPH Peromyscus man- Oeste y Centro de S
iculatus (forma de U.S.A y Canadá
pradera)
Monongahela SPH P. maniculatus (forma Este de U.S.A y N
de bosque) Canadá
New York SPH P. leucopus Este de U.S.A S
(haplotipo este)
Blue River P. leucopus (haplotipo Centro de U.S.A N
SW/NW)
Bayou SPH Oryzomys palustris Sudoeste de U.S.A S
Black Creek SPH Sigmodon hispidus Florida S
Canal (forma del este)
Muleshoe S. hispidus (forma del Sur de U.S.A N
oeste)
Caño Delgadito S. alstoni Venezuela S
Andes SPH Oligoryzomys longicau- Argentina y Chile S
datus
Oran SPH O. longicaudatus Noroeste de Argen- N
tina
Lechiguanas SPH O. flavescens Central Argentina N
Bermejo O. chacoensis Noroeste de Argen- N
tina
Hu39694 SPH Desconocido Central Argentina
Pergamino Akadon azarae Central Argentina N
Maciel Bolomys obscurus Central Argentina N
Laguna Negra SPH Calomys laucha Paraguay y Bolivia S
Juquitiba SPH Unknown Brasil N
Rio Mamore O. microtis Bolivia y Peru S
El Moro Canyon Reithrodontomys Oeste de U.S.A y N
megalotis Mexico
Rio Segundo R. mexicanus Costa Rica N
Arvicolinae associ-
ated
Prospect Hill Microtus pennsylvanicus N. America S
Bloodland Lake M. ochrogaster N. America N
Prospect Hill-like M. pennsyl./ montanus/ N. America N
ochrogaster
Isla Vista M. californicus Oeste de U.S.A y N
Mexico
Murinae associ-
ated
Seoul HFRS Rattus norvegicus Todo el mundo S
Los tipos o especies principales están en negrita e incluidos debajo de las subfamilias de
roedores con las cuales están asociados; las líneas virales definidas y relacionadas genética-
mente que pueden representar especies adicionales o subespecies están incluidas debajo
de los tipos y especies virales. bHPS = hantavirus pulmonary syndrome; HFRS = hemorrhagic fever
with renal syndrome.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 575

MANEJO DEL PACIENTE CON SÍNDROME PULMONAR POR HANTAVIRUS


Instalación en forma muy temprana de cuidados en terapia intensiva. Evitar episodios de
hipoxia, especialmente durante el traslado a la unidad de cuidados intensivos. Ventilación
asistida temprana. Monitoreo cuidadoso de la oxigenación, del balance de líquidos y la tensión
arterial. Cateterización arterial.
Uso de agentes inotrópicos en forma temprana. Como ya fue dicho el manejo cuidadoso
de la reposición hídrica es fundamental.
Para disminuir los efectos de la infección, se han realizado estudios con ribavirina, con
resultados hasta el momento no concluyentes.

PREVENCIÓN
Hasta el momento no se cuenta con una vacuna efectiva contra la infección por Hantavirus,
y dado que la incidencia mundial de esos procesos es relativamente baja, es difícil que el tema
despierte el interés de empresas financiadoras, por lo que las principales medidas de prevención
son conductuales y están dirigidas a la eliminación de los factores de riesgo comentados en
la sección de epidemiología.

Control de la población de roedores


Prevenir el acceso de roedores a las viviendas: cierre de grietas y orificios, corte de pasto en
un radio de 30 metros, eliminación de acceso a los alimentos, uso de trampas para la captura.
Reducción de las poblaciones de roedores, actuando sobre sus parámetros ambientales de
vida y reproducción, y sobre sus depredadores.

Cuidados en la limpieza de lugares cerrados con evidencias de presencia de


roedores
Se deberá ventilar ampliamente los lugares cerrados por largo tiempo, y las zonas expuestas
deben ser rociadas con desinfectantes de uso general para casas habitación o simplemente
con hipoclorito de sodio, evitando en todo momento la aerosolización de las partículas y el
polvo depositado en el piso y ambientes.
Se deberá tener especial cuidado en la puesta en marcha de ventiladores y de aparatos
de aire acondicionado cuyos filtros o conductos puedan haber tenido contacto con polvo
contaminado, roedores o excretas de los mismos.

Lavado de manos, tapabocas, desinfección de fomites, instrumental, etc.


Dada la evidencia epidemiológica presentada por los investigadores regionales acerca de la
transmisión interhumana, las personas expuestas a enfermos con HPS, y en especial el personal
de salud, debe tomar las precauciones requeridas para evitar la infección cruzada.

AUTOEVALUACIÓN
• Historia 1: E.R, bancario 48 años. Habitante de zona rural en las afueras de Montevi-
deo.
Motivo de consulta: cansancio muscular y dolores musculares intensos con fiebre de 39
ºC.
Habiendo recibido tratamiento acorde a una gripe intensa el paciente evoluciona desfa-
vorablemente hasta ser internado en CTI a causa de una insuficiencia respiratoria. Tras
hacer un paro cardiaco, comienza a evolucionar positivamente hasta restablecerse por
completo.
576 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

• Historia 2: Paciente de 25 años que en forma repentina presenta fiebre de 39.6 °C, dolor
ocular, inyección conjuntival, mialgias, diarrea y vómitos. Seis días después del inicio
de la enfermedad su estado se agrava, presentando un cuadro de fracaso renal agudo,
motivo por el que es hospitalizado. El paciente refiere haber trabajado en un granero
donde había ratas. Las pruebas de laboratorio demuestran una intensa trombocitopenia,
microhematuria, elevación de la creatinina sérica y de las transaminasas.

– De los síndromes descritos en el texto ¿Cuáles cree usted que corresponden a estos ca-
sos?
– Nombre por lo menos dos especies de Hantavirus que causen cada uno de estos síndro-
mes
– Describa brevemente las características estructurales de estos virus.
– ¿Cuál es el vector de la infección causada por Hantavirus?
– ¿Cuáles son las conductas o situaciones de riesgo de adquirir infección por Hantavirus?
– Nombre dos métodos de diagnóstico microbiológico de estos virus.
– Describa por lo menos tres medidas preventivas de la enfermedad pulmonar por Hanta-
virus.

Dengue
INTRODUCCIÓN
El dengue es hoy día una de las más importantes arbovirosis que afecta al hombre y constituye
un serio problema de salud pública en el mundo, especialmente en la mayoría de los países
tropicales, donde las condiciones del medio ambiente favorecen el desarrollo y la proliferación
de Aedes aegypti, el principal mosquito vector.

HISTORIA
Los primeros relatos históricos sobre el dengue mencionan a la isla de Java en 1779 y a Fi-
ladelfia (Estados Unidos) en 1780, como los primeros lugares donde se reconocieron brotes
de la enfermedad.
En América, los relatos sobre esta dolencia datan de más de 200 años. En el siglo pasado
ocurrieron grandes epidemias, coincidiendo con la intensificación del transporte comercial
entre los puertos de la región del Caribe y el Sur de los Estados Unidos, con el resto del
mundo. En 1953, en Trinidad, se aisló por primera vez el agente causal, de tipo 2, a partir de
casos no epidémicos. La primera epidemia de Dengue clásico en América comprobada por
laboratorio, ocurrió en la región del Caribe y en Venezuela en 1963, y se asoció al serotipo
Den-3. En 1977, el serotipo Den-1 fue introducido en América por Jamaica, y se diseminó por
la mayoría de las islas del Caribe causando epidemias. El serotipo Den-4 fue introducido en
1981, y desde entonces los tipos 1, 2 y 4 se transmitieron simultáneamente en muchos países
donde Aedes aegypti estaba presente. En el Caribe cocirculan actualmente varios serotipos de
Dengue, incluyendo el Den-3, reintroducido desde 1994 a partir de Nicaragua, que difundió
progresivamente en poblaciones extensamente susceptibles a esta variante.
La epidemia de fiebre hemorrágica de Dengue asociada al serotipo Den-2, que afectó a
Cuba en 1981, fue la primera ocurrida fuera de las regiones del sudeste asiático y el Pacífico
occidental. Este hecho ha sido considerado el evento más importante en la historia del Dengue
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 577

en América. Dicha epidemia fue precedida por otra en el año 1977, con casos clínicos de
presentación benigna ocasionados por el serotipo Den-1, que permaneció endémicamente
por 4 años.
En América del Sur, la enfermedad se ha extendido en Perú, Venezuela, Brasil y en casi
todos los países excepto Uruguay. En Brasil se han registrado miles de casos de Dengue 1
desde 1981, de Dengue 2 desde 1990, y de Dengue 3 desde 2001, configurándose un problema
serio y creciente de Salud Pública. La incidencia de manifestaciones graves en la epidemia de
Dengue y fiebre hemorrágica de Dengue en Río, 1991, no fue muy elevada, pero sí lo ha sido
en 2002 y 2003, tras la difusión de Dengue 3. Se han producido extensas epidemias de Dengue
hemorrágico en Venezuela, en 1997 de nuevo en Cuba, en Perú, Bolivia y otros países.
Se ha observado en los últimos años en América un notorio aumento global de la circula-
ción del virus del Dengue, así como también de la incidencia de casos de fiebre hemorrágica
de Dengue. El aumento de esta actividad se atribuye a varios factores:
• El Dengue es una enfermedad fundamentalmente urbana, donde el combate del vector
(principal medida de control) depende de la mano de obra, y enfrenta serias dificultades
operacionales en las grandes ciudades cuando se intenta poner en juego en forma siste-
mática.
• El proceso creciente de urbanización, con aumento de la densidad poblacional en las
grandes ciudades, genera mayor posibilidad de transmisión del virus.
• La producción cada vez mayor de recipientes descartables provee abundantes criaderos
potenciales del vector.
• El aumento de los viajes aéreos y del transporte en general en los últimos 20 años pro-
porciona un mecanismo ideal para el traslado del virus entre los centros poblacionales.
• La reinfestación de la mayor parte de América tropical por Aedes aegypti, su resistencia
a los insecticidas y la ausencia de una vacuna eficaz para el ser humano completan el
cuadro favorable a la difusión de la infección.

ASPECTOS CLÍNICOS
La infección por Dengue causa una enfermedad cuyo espectro incluye desde formas clínica-
mente inaparentes hasta cuadros graves de hemorragia y shock, que pueden finalizar con la
muerte del paciente.

Dengue clásico
Las primeras manifestaciones clínicas son de inicio abrupto tras 2-7 días de incubación. Se
caracterizan por fiebre elevada (39-40 ºC), cefaleas, mialgias intensas generalizadas y artralgias
con dolor cervical y lumbar, anorexia, gran astenia, náuseas, vómitos y dolor abdominal. Los
síntomas respiratorios (tos, rinitis, faringitis) son frecuentes. Se puede presentar una erupción
cutánea máculopapular, que aparece al comienzo de la fiebre o coincide con un segundo
pico febril a los 3-5 días. Pueden observarse poliadenopatías, granulocitopenia, linfocitosis
relativa y trombopenia.
Algunos de los aspectos clínicos dependen fundamentalmente de la edad del paciente. El
dolor abdominal generalizado ha sido observado más frecuentemente en niños. En adultos,
al final del período febril se pueden presentar manifestaciones hemorrágicas, como epistaxis,
petequias, gingivorragias, y en casos más raros hematemesis, melenas o hematurias. Si bien
el Dengue clásico es usualmente benigno y autolimitado, se asocia con gran debilidad física
y algunas veces con una convalecencia prolongada, pudiendo estar presentes las manifesta-
578 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

ciones hemorrágicas, que no son exclusivas de la entidad clínica llamada fiebre hemorrágica
de Dengue.
La enfermedad cursa con viremia precoz y breve (desde un día antes de los síntomas
hasta 3-5 días después, aproximadamente) lesiones de engrosamiento endotelial, edema e
infiltración mononuclear en torno a los pequeños vasos.

Fiebre hemorrágica de dengue


Los síntomas iniciales son indistinguibles de los del Dengue clásico, pero evolucionan rápi-
damente las manifestaciones hemorrágicas, que son leves en la mayoría de los casos (prueba
del lazo positiva, petequias, epistaxis), pero pueden llegar a sufusiones hemorrágicas en la
piel, el tubo digestivo, el sistema nervioso, el aparato urinario, o incluso las serosas, con
derrame pleural.
En los casos benignos o moderados, luego del descenso de la fiebre, el resto de los sín-
tomas y signos retroceden. Generalmente los pacientes se recuperan espontáneamente o
luego de la terapia de reposición hidroelectrolítica (no hay terapia antiviral cuidadosamente
evaluada).
En los casos graves, rápidamente, o después de un descenso de la fiebre entre el 3º y el
7º día, el estado del paciente empeora repentinamente, presentándose cianosis, taquipnea,
hipotensión, hepatomegalia, hemorragias múltiples y falla circulatoria. La situación es de
corta duración, pudiendo llevar a la muerte en 12 a 24 horas (1 a 10% de los casos), o a la
rápida recuperación luego del tratamiento antishock.
Existe aumento de la permeabilidad vascular, hemoconcentración, trombocitopenia,
depleción del fibrinógeno (y del factor VIII, factor XII, etc.) con concentración elevada de
sus productos de degradación. Hay ascenso del tiempo de protrombina, tromboplastina y
trombina. La albúmina sérica está disminuida, y se presentan albuminuria y leve ascenso de
aspartato aminotransferasa (AST) y alanina aminotransferasa (ALT). Las lesiones viscerales
son edema, extravasación sanguínea, necrosis e infiltración leucocitaria mononuclear.

).&%##)œ.0/26)253$%.'5%

!3).4/-£4)#! 3).4/-£4)#!

&)%"2%).$)&%2%.#)!$! 3).$2/-%$%&)%"2% &)%"2%(%-/22£')#!


SINDROMEVIRAL $%$%.'5% $%$%.'5%

EXTRAVASACIØNDE
PLASMA
3).(%-/22!')! #/.(%-/22!')!

3).3(/#+ 3).$2/-%$%3(/#+
$%$%.'5%

$%.'5%#,£3)#/ &)%"2%(%-/22£')#!
$%$%.'5%

&IGURA &ORMASCLÓNICASDEINFECCIØNPOR$ENGUE
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 579

b) Viropexis Se piensa que este cuadro


resulta de una respuesta inmu-
nopatológica a una segunda
infección, con un serotipo
#ELL viral diferente del primero. La
infección con un determinado
serotipo protege en forma
FAMILIA FLAVIVIRIDAE. RNA estable contra la reinfección
monocatenario de PMNHKIO6.
Difieren de ALPHAVIRIDAE en la con el serotipo homólogo,
presencia de una proteína matriz,en y transitoriamente contra
la falta de mRNAs intracelulares
subgenómicos y en el brotamiento a otros serotipos. Pero al cabo
partir del retículo endoplásmico. Son
hemoglutinantes citoplásmicos.
de algunos meses la acción
de esos anticuerpos puede
producir un efecto inverso de
facilitación del daño. El nuevo
serotipo viral forma complejos
Figura 7 - Virus Dengue : su ingreso a la célula.
con anticuerpos preexistentes
ya no neutralizantes y vía
5‘ 3‘ (1) receptores Fc gana acceso a
+
ntr ntr AAA monocitos, en los cuales se
multiplica fácilmente y se
proteínas (2) disemina ampliamente.
virales

AGENTE ETIOLÓGICO
(3) El agente causal es un virus de
+
la familia Flaviviridae: arbovi-
+ (4) rus (arthropod-borne) similar
al de la fiebre amarilla. Son
virus envueltos, (por tanto,
sensibles a la destrucción por
Genoma Flaviviral agentes físicos y químicos),
( 10,862nt)
de 40-50 nm de diámetro,
511nt 3‘
5‘ 118nt
Estructurales
10,233NT con cápside icosahédrica y
CAP no estructurales
genoma de RNA monoca-
Procesamiento cotranslacional
tenario, no segmentado, de
?
polaridad positiva. Éste opera
C prM E NS1 NS2A NS2B NS3 ng4a NS4B NS5 directamente como mRNA
COLGI protease? policistrónico.
pr M
Signalese-like cleavage site
El virus adhiere a las célu-
Cleavage after two basic residues
las eucariotas, ingresa a ellas
Novel cleavage specificity?
por viropexis, se replica en el
Figura 8 - El genoma Flaviviral y su expresión.
citoplasma y se ensambla en
el retículo endoplasmático. Su
genoma codifica una poliproteína que es luego procesada en 10 polipéptidos: 3 estructurales
(una proteína de nucleocápside C, una membranosa prM y una glicoproteína de envoltura
E, hemaglutinante, de adherencia) y 7 no estructurales, de los cuales destacamos NS1, que
puede inducir, como E, respuesta inmune protectora.
580 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Se reconocen por variación de la proteína E cuatro tipos antigénicos (llamados DEN-1,


DEN-2, DEN-3 y DEN-4) sobre la base de ensayos de neutralización del efecto citopático.
Existe heterogeneidad de cepas dentro de cada tipo, que se correlaciona con variedad de
secuencias de RNA, cuya identificación en prM, E y NS1 tiene utilidad epidemiológica.
Las posibilidades de amplia variación y supervivencia de estos virus son, sin embargo,
menores que para otros virus RNA, a causa de su estricta adaptación a dos hospederos
diferentes.

ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS
Vectores y reservorios
Los vectores del Dengue son los mosquitos del género Aedes, y la especie más importante
en la transmisión es el Aedes aegypti. Otro vector de importancia epidemiológica es el Aedes
albopictus, de gran distribución en Brasil. Es el vector de mantenimiento de la enfermedad en
Asia, que ha sido introducido en América y ha difundido en varios países. Ambos vectores
pertenecen al subgénero Stegomya. En otras zonas del planeta hay otras especies que actúan
como vectores. Aedes aegypti son artrópodos de clase Insecta, orden Diptera, familia Culicidae
y subfamilia Culicinae, que incluye los géneros Aedes y Culex. Los huevos de Aedes y Culex
no presentan los flotadores característicos de la subfamilia Anophelinae, transmisores de la
malaria. Los de Aedes son depositados individualmente, y los de Culex en grupos flotantes.
Las larvas de estos géneros cuelgan suspendidas diagonalmente de la superficie del agua, y no
paralelas como en los anofelinos. Las larvas de mosquitos se colectan para obtener un registro
positivo a falta de especímenes adultos, para realizar una identificación más precisa y sencilla
que con éstos, o para realizar estudios de infección y transmisión experimental.
El adulto de Aedes aegypti, transmisor del Dengue y la fiebre amarilla, tiene un dorso
marcado con bandas de color plateado o amarillo blanquecino sobre fondo oscuro, y un
dibujo característico en forma de lira en el dorso del tórax. Las patas están conspicuamente
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 581

bandeadas, y el último artejo de las patas posteriores es blanco. El abdomen de la hembra


tiende a ser puntiagudo.
Este género está extensamente distribuido dentro de los límites de las latitudes 40°N y
40°S, pero es altamente susceptible a temperaturas extremas y a climas cálidos secos. Los
adultos pierden actividad por desecación, o debajo de 12-14 °C.
Vuelan pocos metros, y pican de día o de noche en habitaciones de la vivienda junto a
la que nacen. Cada hembra deposita relativamente pocos huevos (140 aproximadamente)
durante una oviposición (puede haber 2 o más). Lo hace en colecciones de agua naturales o
artificiales peridomiciliarias (charcos, tanques, cubiertas, recipientes descartables diversos,
preferentemente de color oscuro) o en hoyos y cavidades de árboles y rocas. Los huevos pueden
soportar la desecación durante un año, y eclosionar tras unos cuatro días de humedad.
El vector fue erradicado de América del Sur a mediados de siglo, pero a partir de 1980
aproximadamente se ha ido reintroduciendo en la mayoría de los países, incluyendo Uruguay
(1996-1997), por transporte desde zonas infestadas en recipientes de agua no formales (tan-
ques, cubiertas) que contienen huevos o larvas. Con ellos, se reintrodujeron en la región los
virus que transportan y las enfermedades que producen.
En Uruguay es posible encontrar el mosquito en varias ciudades, con máxima concentra-
ción en Mercedes y Fray Bentos; pero no los virus Dengue ni la enfermedad que generan, a
excepción de 20-30 casos donde la infección fue adquirida en el exterior.
Aedes aegypti está presente en Argentina, en Bolivia (con índices de infección larvaria
de 5%), en Paraguay y en Brasil junto con A. Albopictus, y también en Ecuador, Colombia,
Perú, Venezuela y otros.
La magnitud actual del problema de Aedes aegypti es mucho mayor que durante la anterior
campaña de erradicación, en términos de extensión, urbanización, volumen y unidades de agua
almacenada a cielo abierto y contaminada. Todas las poblaciones del mosquito en América
son ahora resistentes al DDT, y algunas lo son a temefós, malathión y piretroides.
La fuente de infección y el reservorio vertebrado es el hombre. El virus del Dengue persiste
en la naturaleza gracias al ciclo de transmisión hombre-Aedes aegypti-hombre. Secundaria-
mente, contribuyen otros fenómenos:
• La replicación del virus en el tracto genital del vector hace que aquel pueda incorporarse
a los huevos y la progenie.
• Se puede producir transmisión sexual de machos infectados a hembras.
• Existen ciclos selváticos de infección, que pueden involucrar a monos y contribuir, en
menor escala, al mantenimiento y la transmisión del virus, junto con el ciclo horizontal
principal hombre-mosquito-hombre.

MODO DE TRANSMISIÓN
La transmisión es indirecta, a través de los vectores biológicos mencionados. Se realiza por
la picadura del mosquito hembra infectado. Las hembras se infectan cuando se alimentan de
sangre contaminada, cuyas proteínas requieren para el desarrollo de los huevos.
El insecto pica durante el día, y está muy adaptado al ambiente urbano. No hay transmi-
sión por contacto directo con una persona enferma, o con sus secreciones, ni tampoco por
contacto con fuentes de agua o alimentos.

PERIODO DE TRANSMISIBILIDAD
El tiempo intrínseco de transmisibilidad corresponde al de la viremia de la persona infectada.
582 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Comienza un día antes del inicio de la fiebre, y puede extenderse hasta el sexto u octavo día
de la enfermedad.
En el mosquito hembra infectado, el virus se multiplica en el epitelio intestinal, ganglios
nerviosos, cuerpo graso y glándulas salivales del insecto, el cual permanece infectado y asin-
tomático toda su vida, que puede durar semanas o meses en condiciones de hibernación.
Luego de 7 a 14 días (tiempo de incubación extrínseco) puede infectar al hombre por nueva
picadura.

SUSCEPTIBILIDAD E INMUNIDAD
La susceptibilidad es universal. Aunque todos los serotipos pueden estimular la formación
de anticuerpos grupo y tipo específicos, la inmunidad inducida por un serotipo es poco pro-
tectora contra otro serotipo, mientras que la inmunidad conferida por la infección del virus
es permanente para el serotipo que causó la infección.
La respuesta inmunológica frente a la infección aguda por dengue puede ser primaria
o secundaria. En la respuesta primaria, ocurrida en individuos no expuestos previamente a
flavivirus, los títulos se elevan lentamente y no son muy altos. La respuesta secundaria se
observa en aquellas personas con una infección aguda por Dengue, pero con experiencia de
infección previa con un flavivirus (dengue u otro). En este caso, los títulos de anticuerpos se
elevan rápidamente a niveles altos.
El origen de la susceptibilidad individual o colectiva referida a la fiebre hemorrágica de
Dengue no está totalmente aclarado. Hemos mencionado el planteo que atribuye principal-
mente el proceso a un fenómeno inmunopatológico. Una hipótesis muy aceptada se refiere
a la multicausalidad por varios factores:
• Factores individuales: menor de 15 años, lactantes, adultos de sexo femenino, raza blanca,
buen estado nutricional, coexistencia de enfermedades crónicas (diabetes, asma, etc.),
preexistencia de anticuerpos e intensidad de la respuesta previa.
• Factores virales: virulencia de la cepa circulante
• Factores epidemiológicos: existencia de una población susceptible, presencia de un vector
eficiente, alta densidad del vector, intervalo de tiempo “apropiado” entre dos infecciones
por serotipos diferentes (3 meses a 5 años) y amplia circulación del virus.

DIAGNÓSTICO
El trabajo diagnóstico de laboratorio en relación al dengue tiene por finalidad:
• La confirmación de la enfermedad.
• La identificación de los serotipos circulantes.
• La determinación de los niveles de transmisión de la infección por medio de encuestas
seroepidemiológicas.
En las áreas con epidemias estudiadas y en curso, o con elevada endemicidad, no es ne-
cesario el estudio de laboratorio de todos los casos, y la actividad de laboratorio se dirige a la
vigilancia de la difusión en nuevas áreas o de la aparición de nuevos serotipos, a la confirmación
de los casos graves o fatales, y al apoyo a las encuestas seroepidemiológicas.
La confirmación de laboratorio de un caso de Dengue se hace por:
• Aislamiento del virus o identificación de sus antígenos o ácidos nucleicos a partir del
suero del paciente o en muestras de necropsia.
• Demostración de seroconversión (aumento 4X o más en los títulos IgG o IgM) en sueros
pareados con intervalo de 14 a 21 días, o detección de IgM específica (a partir del séptimo
día de enfermedad) en presencia de una situación clínica y epidemiológica compatible.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 583

El aislamiento viral se realiza a partir de sangre, derivados u otros tejidos en:


– Cultivos celulares eucariotas, que pueden ser de mosquito (clona C6/36 de A. albopictus)
o de vertebrados. En estos últimos, a diferencia de los primeros, es posible observar efecto
citopático a partir de los 5-14 días de inoculación. En cualquier caso, la identificación
viral debe completarse sobre los cultivos por inmunofluorescencia, neutralización u otras
reacciones.
– Ratones recién nacidos o mosquitos susceptibles, no vectores, por vía intratorácica.
La muestra de sangre para aislamiento viral debe ser obtenida entre el primero y el quinto
día de la enfermedad, período de viremia.
La investigación de antígenos o ácidos nucleicos virales por inmunofluorescencia, inmu-
nohistoquímica, sondas marcadas o RT- PCR no se utiliza de rutina. Esta última, que es muy
sensible y específica, puede utilizarse para detección precoz.
La investigación de IgM específica antiviral es un ensayo que se puede realizar pre-
cozmente, aunque no es altamente sensible ni específico. Se realiza por ELISA de captura
(MAC-ELISA) y puede ser positiva por 2 a 3 meses. La demostración de seroconversión
puede hacerse por inmunofluorescencia, fijación de complemento, neutralización, inhibición
de la hemoaglutinación (IH) o ELISA. El método de referencia, sensible y específico, es el de
neutralización. En encuestas seroepidemiológicas se utilizan el ELISA o la IH, que es un ensayo
barato y sencillo, que detecta anticuerpos de aparición precoz y persistencia prolongada.
El MSP ha difundido en 2003 un instructivo para la vigilancia epidemiológica y el diag-
nóstico del dengue, que es necesario conocer.
Vistas la difusión del vector, su ubicuidad, su resistencia, y las facilidades crecientes que
provee la organización social actual para su persistencia, es ampliamente discutida la posi-
bilidad de su erradicación. Sin embargo la iniciativa está planteada, a instancias de Brasil,
y debe involucrar el compromiso de los estados, la educación y la participación activa de la
comunidad.
Las acciones deben estar guiadas por encuestas y vigilancia de distribución y prevalencia
de los vectores. Es necesario el drenaje de aguas estancadas, la eliminación de colecciones
anormales peridomiciliarias, la protección de los depósitos de uso, y el control de las cargas
y el transporte regional.
El bloqueo del contacto personal y grupal puede favorecerse con mallas, repelentes e
insecticidas. El uso de plaguicidas debe hacerse evitando el daño a la vida silvestre y los
cultivos. Es posible estimular la presencia de depredadores (artrópodos, peces y otros seres
vivos), y regular la vegetación para proteger su acción. Se encuentran en ensayo las técnicas
de modificación genética de los mosquitos para orientar la prevalencia de poblaciones in-
competentes para la transmisión de los virus.
La vigilancia epidemiológica debe incluir:
• el seguimiento del vector;
• el alerta ante afecciones febriles o exantemas sugestivos, y
• la asignación y organización de recursos para estudios de laboratorio.
Se investiga sobre posibles preparados inmunizantes (vacunas) basados en proteína NS1
o en combinación de serotipos de cepas atenuadas.
584 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Cuadro 2.
Enfermedad Síntomas típicos Vía de adquisición Distribución Sobrevida con
la enfermedad
Kuru Pérdida de coordi- Infección (probable- Conocido 3 meses a un
nación, seguida de mente por antropo- solo en Nueva año
demencia fagia) Guinea; 2600
casos desde
1957
Creutzfeldt- Demencia, seguida Usualmente desco- Esporádico: Aproximada-
Jakob de perdida de nocida (esporádico) 1 caso por mente 1 año
coordinación millón

10 a 15% por heren-


cia del gen mutado Hereditaria:
que codifica para la han sido iden-
proteína prionica PrP. tificadas 100
familias

Raramente por Infecciosa: han


infección (iatrogenia) sido identifica-
dos 160 casos
Gerstmann- Pérdida de la coor- Herencia de una Han sido De 2 a 6 años
Straussler- dinación, seguida mutación en el gen identificadas
Scheinker de demencia PrP 50 familias.
Insomnio Trastornos del Herencia de una 9 familias han Aproximada-
familiar fatal sueño y alteracio- mutación en el gen sido identifi- mente 1 año
nes de SNA, segui- PrP cadas
dos de insomnio y
demencia

Priones: agentes de encefalopatías transmisibles


INTRODUCCIÓN
Quizás la mejor definición de un prión es proteinaeceous infectious particle, es decir partícula
proteica infecciosa que carece de ácido nucleico (S. Prusiner, 1997).
La resistencia demostrada a los tratamientos químicos y físicos que normalmente inactivan
a los virus y las bacterias, asociada a la falta de respuesta inmune humoral o celular detectable
ubican a estos agentes en una categoría aparte de estos microorganismos.
Se cree que los priones son el resultado de alteraciones en la conformación de la proteína
celular priónica normal (PrPc), transmitidas de individuo a individuo o genéticamente; aun-
que se ha visto que también pueden causar enfermedades esporádicas en las cuales ninguno
de los orígenes citados se ven involucrados. Lo que es más, existen indicios de que en las
enfermedades priónicas podrían estar involucrados otros agentes.
Las formas más comunes de enfermedades priónicas, todas fatales, se agrupan bajo la
designación de encefalopatías espongiformes transmisibles (EET). La presencia de múltiples
vacuolas en el tejido cerebral se denomina cambio “espongiforme”. Todas las EET que invo-
lucran de forma exclusiva al sistema nervioso central (SNC) se caracterizan por un período
de incubación prolongado, seguido por un curso clínico progresivo de aproximadamente 1
año cuyo desenlace es fatal. Estas enfermedades están ampliamente difundidas en animales.
Otra característica que distingue a este tipo de afecciones es su capacidad de generar un
estado de “indiferencia inmunológica”, en el cual no existe reacción inflamatoria ni respuesta
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 585

inmune en los tejidos afectados (SNC). Los cambios histológicos típicos observados en todas
las especies afectadas son: vacuolización y pérdida neuronal, proliferación e hipertrofia de los
astrocitos y poca respuesta inflamatoria.

PROPIEDADES FÍSICAS Y QUÍMICAS


Los instrumentos de neurocirugía y los electrodos cerebrales constituyen un medio para la
transmisión de estos agentes; sólo los procedimientos más enérgicos de esterilización aseguran
la no infecciosidad priónica de los mismos en caso de ser reutilizados.
Los agentes causales son resistentes a los procedimientos de desinfección utilizados para
destruir los virus, entre ellos el fomaldehído, detergentes y radiaciones ionizantes. El autoclave
a 134 ºC, o a 15 libras (1 atm. relativa, 121 ºC) durante 1 hora, en vez de 20 minutos como
se usa normalmente, en forma combinada con la solución de hipoclorito al 5% o el NaOH
1,0M se pueden emplear para la descontaminación.

ESTRUCTURA
Las enfermedades priónicas resultan de la alteración conformacional de la PrPc, una glico-
proteína de la superficie celular expresada en el cerebro, médula espinal y vísceras. Entre las
enfermedades animales, la más conocida es la enfermedad de “scrapie” detectada en cabras
y ovejas, descripta por primera vez en 1732, caracterizada por pérdida de coordinación, de-
bilidad muscular, irritabilidad y en algunos casos, desarrollo de un intenso prurito que lleva a
los animales a perder tanto el pelo como la lana por lesiones de rascado (de ahí su nombre).
Se ha utilizado como prototipo de estudio de estos agentes al causante de esta enfermedad.
PrPsc (proteína prion del scrapie), es una isoforma de PrPc resistente a la proteasa K. Aun-

Figura 2. Evolución temporal de la epidemia de encefalitis espongiforme bovina en el Reino


Unido, 1986-2000, con las fechas de las principales intervenciones preventivas. La prohibición
sobre alimentación animal con ración conteniendo carne y huesos de mamíferos (marzo de
1996) extendió una prohibición de 1994 que se refería sólo a algunas especies de granja. SBO
ban = specified bovine offals ban (prohibición de consumo de cerebro, médula, timo, bazo,
amígdalas e intestinos de ganado mayor de 6 meses).
586 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

que mucho se sabe del rol patogénico de la PrPsc, su fisiopatología es todavía mal conocida,
pero algunas líneas de investigación sugieren que tendría participación en el metabolismo
del cobre.
Estas partículas pueden ser susceptibles a los agentes que desnaturalizan las proteínas,
pero son resistentes a los que modifican los ácidos nucleicos, lo que contribuye a confirmar
que las proteínas son el componente esencial de las partículas infectantes.
Como argumentos a favor de que estas partículas infecciosas no son virus, tenemos que
nunca han podido observarse al microscopio electrónico, ni cultivarse en ningún tipo celular,
ni se han encontrado rastros de ADN o ARN mediante técnicas de biología molecular.
El hombre (en el cromosoma 20) y algunos animales, codifican una proteína PrPc (proteína
celular priónica) íntimamente relacionada con la PrPsc en cuanto a la secuencia de aminoá-
cidos, pero diferente en muchas de sus propiedades. Las diferencias en las modificaciones
postraducción hacen que las dos proteínas se comporten de modo diferente. La PrPc normal
consiste en 4α hélices (regiones en las que el esqueleto proteico está arrollado formando una
hélice), mientras que la PrPsc contiene cadenas β (regiones donde el esqueleto está comple-
tamente extendido) formando hojas plegadas β.
Se han propuesto muchas teorías para explicar la producción de enfermedad por una
proteína aberrante. Stanley Prusiner (Premio Nobel 1997) sugirió un modelo actualmente
aceptado, según el cual la PrPsc se une a la PrPc normal presente en la superficie celular y hace
que sea procesada en PrPsc, que después se agrega para formar placas similares a amiloides en
el cerebro. Existen además otras enfermedades por depósitos de proteínas amiloides distintas
de la PrPsc (enfermedad de Alzheimer, amiloidosis secundaria y mieloma múltiple), en las
cuales existe el mismo proceso de propagación de configuración molecular sin que por ello
el nuevo material resulte infeccioso para otros individuos.
La célula repone la PrPc consumida y el ciclo continúa. El hecho de que estas placas se
compongan de proteínas del húesped explicaría la falta de respuesta inmune frente a estos
agentes en los pacientes con encefalopatía espongiforme.
Los efectos de la acumulación en el cerebro de esta proteína aberrante (PrPsc) son los
responsables, posteriormente, de los síntomas de la enfermedad.

PrPsc PrPc
Estructura Globular Extendida
Resistencia a las proteasas Sí No
Presencia de fibrillas de scrapie Si No
Localización en células Vesículas citoplasmáticas Membrana plasmática
Renovación Días Horas

ENCEFALOPATÍAS ESPONGIFORMES EN HUMANOS


Kuru
Es una enfermedad prácticamente extinguida. Sus orígenes se remontan a los habitantes de
la tribu Fore en la región montañosa de Papua, Nueva Guinea. Fue la primera enfermedad
humana familiar progresiva, degenerativa, que se demostró que era transmisible a animales.
La enfermedad fue llamada “kuru”, que en lenguaje nativo significa temblor o miedo asociado
al frío. La transmisión guardaba relación con ceremonias y rituales funerarios desarrollados
por estas tribus, en las que se vieron predominantemente afectados los niños y las mujeres.
Posteriormente, los estudios de Gajdusek y Zigas, en 1957, demostraron que la transmisibilidad
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 587

se relacionaba con la ingestión de fluídos y tejidos corporales humanos, entre ellos el cerebro,
conteniendo las concentraciones más elevadas del agente causal.
Entre el momento de la infección y la aparición de los síntomas puede existir una latencia
de hasta 30 años. El cuadro clínico se caracteriza por su progresividad y corta duración, ya
que los pacientes mueren en menos de un año de su inicio. Aparecen bruscamente ataxia
cerebelosa, temblor fino característico, y en pocos meses el paciente es incapaz de caminar o
estar de pie. Además presenta progresiva dificultad para el habla, llegando a ser ininteligible.
En la etapa terminal, el deterioro mental y la dificultad en la deglución, a lo que se agregan
la incontinencia esfinteriana y las úlceras de décubito, llevan al paciente a la muerte.

ENFERMEDAD DE CREUTZFELDT-JAKOB
Esta enfermedad esta distribuída en todo el mundo, afectado todas las razas así como a ambos
sexos. Su edad media de presentación es la sexta década de la vida. El cuadro clínico se carac-
teriza por trastornos sensitivos, confusión, nerviosismo, alteraciones de la memoria, tensión,
trastornos del sueño que progresan en semanas o meses a demencia franca, y finalmente
coma. Suelen evidenciarse hallazgos patológicos en el EEG. En etapas avanzadas agrega crisis
convulsivas y trastornos neurovegetativos, conduciendo a la muerte en 6 a 12 meses.
Los tres tipos epidemiológicos clásicos de ocurrencia de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob
(ECJ) son: la forma esporádica que comprende el 85-90% de los casos, teniendo una incidencia
mundial de 1 por 1.000.000 al año y cuya causa podría corresponder a mutaciones somáticas
espontáneas (algunas muy bien caracterizadas); la hereditaria, 10-15% de los casos, asociada
a mutación en el gen PrP, y finalmente, la iatrogénica, la más rara, cuyo modo de transmisión
sería por medio de tejidos transplantados contaminados como por ej. córnea, o por contacto
con instrumental quirúrgico como electrodos cerebrales, o bien mediante tratamientos en la
década de 1980 con hormona de crecimiento extraída de hipófisis de seres humanos.
En los últimos años, se ha descripto una nueva variante de enfermedad de Creutzfeldt-
Jakob (nvECJ) que afecta a individuos más jóvenes, entre 15 y 44 años, la cual se piensa se
produce por ingesta de productos cárnicos contaminados con el agente de la encefalopatía
espongiforme bovina (EEB). La proteína priónica responsable de esta patología (nvPrPsc) se
diferencia de la proteína que se encuentra en la ECJ esporádica o familiar por predominar
en forma di-glicosilada, mientras que en los casos esporádicos predomina la forma mono-
glicosilada.
Una joven de 13 años en el Reino Unido fue el caso clínico fatal documentado más
precoz de esta enfermedad, que ha afectado a más de 160 personas y que podría estar siendo
incubada por muchas más.
El diagnóstico se realiza con base en la clínica, la imagenología de resonancia magnética
y el electroencefalograma (EEG). La presencia de la proteína llamada 14-3-3 en el líquido
cefalorraquídeo (LCR) parece tener valor diagnóstico. Todos los pacientes con nvECJ exa-
minados hasta el momento son homocigóticos para metionina en el codon polimórfico 129
del gen PrP en el cromosoma 20. Las personas con otro genotipo, que son la mayoría, podrían
ser más resistentes. La confirmación diagnóstica (en el hombre y animales) se hace sólo por
anatomía patológica.

ENFERMEDAD DE GERSTMANN-STRAUSSLER-SCHEINKER
Dicha enfermedad tiene la particularidad de ser siempre familiar, siendo su cuadro clínico
constituído por trastornos de la marcha e inestabilidad, algunas veces acompañadas de dolores
588 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

y parestesias en miembros inferiores. Lo característico es la ataxia cerebelosa con alteraciones


del habla y ausencia de reflejos osteotendinosos, evolucionando a la demencia. Su inicio es
habitualmente a los 50 años y la duración entre 2 y 10 años.
Se han identificado tres formas que varían en cuanto al sitio de mutación del gen PrP:
atáxica (donde existe sustitución de citosina por timina; codificando entonces en vez de
prolina, leucina); forma telencefálica o demencial y otra muy similar a la primera.

INSOMNIO FATAL FAMILIAR


Esta enfermedad se caracteriza por insomnio progresivo y degeneración neuronal de los núcleos
del tálamo, constituyendo la primera enfermedad degenerativa genéticamente limitada a los
núcleos del tálamo, la cual fue descripta por primera vez por Elio Lugaresi y colaboradores
en Italia en 1986.
Al igual que la ECJ podría presentarse bajo forma familiar o esporádica. Esta enfermedad
y un subtipo de la ECJ son dos entidades clínicas y patológicamente distintas pero ligadas a
una misma mutación en el codón 178 del gen PrP que lleva a la sustitución de ácido aspártico
por aspargina.

ENCEFALOPATÍAS ESPONGIFORMES EN ANIMALES


En animales han sido descriptas varias encefalopatías espongiformes: enfermedad temblorosa
natural o Scrapie, anteriormente mencionada, caracterizada por mostrar en el cerebro ovino
fibrillas asociadas a scrapie (FAS), en las que se hallaba el prión; encefalopatía espongiforme
del visón (la que se adquiere por el consumo de cadáveres de animales contaminados); enfer-
medad de debilitamiento de rumiantes salvajes (en ciervos cautivos), encefalitis espongiforme
felina, que afecta a los gatos, y finalmente la encefalopatía espongiforme bovina, vulgarmente
llamada “mal de las vacas locas” descripta en Inglaterra en 1986, después que comenzó a
afectar bovinos en Gran Bretaña que desarrollaban incoordinación, temblores y fotofobia. El
prión causante de esta enfermedad puede “saltar” de una especie a otra afectando diferentes
mamíferos, a los que se agrega su más reciente conquista: el hombre. La enfermedad, que se
convirtió en epidemia, se debió al consumo por el ganado vacuno de suplemento alimentario
elaborado con base en harinas de carnes y huesos de ovejas muertas contaminadas con Scrapie,
tras un período de incubación estimado en 2 a 8 años.

Epidemiología
La encefalopatía espongiforme bovina ha adquirido mayor trascendencia en los últimos años
debido a la epidemia entre el ganado vacuno detectada en 1986 en Gran Bretaña. Este pro-
blema lejos de haber sido resuelto continúa generando controversias en cuanto a las políticas
de control sanitario por parte de las autoridades y las pérdidas económicas que implican a los
países involucrados. Sin dudas, Gran Bretaña es el país más gravemente afectado, con cifras
que estiman que entre 200 y 300 terneros infectados con EEB llegan a las carnicerías para
ser consumidos cada año, a pesar de las medidas adoptadas a partir de junio de 1989 en que
se eliminó del mercado la ración compuesta de desechos de ganado ovino y, por ley, sólo se
destinan para consumo humano los terneros menores de 30 meses de edad.
En ese mismo año, la Unión Europea prohibió al Reino Unido las exportaciones de ganado
vacuno nacido antes de julio de 1988 y recién 7 años más tarde se prohibieron mundialmen-
te las exportaciones de carne del Reino Unido, incluyendo otros productos como semen,
embriones y materia prima usada en la manufactura de productos médicos, cosméticos y
farmacéuticos.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 589

La descripción de un grupo de casos de nvECJ en el Reino Unido relacionados en tiempo


y espacio con una epidemia de EEB en bovinos se considera como el primer ejemplo de un
brote epidémico de EET en seres humanos, y apunta a una clara posibilidad de transmisión
interespecífica de priones, de bovinos al hombre.
En las islas británicas se informaron hasta el año 2000 más de 180.000 casos bovinos. En
Suiza, Portugal y Francia, cientos. En América se han informado casos en Canadá, Estados
Unidos e islas Malvinas. No hay casos reconocidos de enfermedad animal en el subcontinente
sudamericano, ni en Uruguay.
Los casos humanos de nvECJ informados en todo el mundo son hasta el momento más
de 160, localizados principalmente en el Reino Unido. El riesgo de adquirir esta enfermedad
a partir de alimentos contaminados parece ser bajo, probablemente por existencia de una
“barrera entre especies” que provee protección importante aunque incompleta.
En países como Nueva Zelandia, Canadá y Estados Unidos se han adoptado medidas
preventivas drásticas, excluyendo como donantes de sangre aquellos individuos que vivieron
por períodos mayores a seis meses en Gran Bretaña entre los años 1980 y 1996, debido a la
vinculación de la nvECJ con los linfocitos B1, ya que los procesos de filtración no son 100%
seguros.
Se podría pensar que como en nuestro país la alimentación del ganado bovino y ovino es
predominantemente en base a pastoreo y no con raciones de origen animal, no existirá este
tipo de enfermedad. Sin embargo la vigilancia podría fallar como en Europa, el diagnóstico
puede omitirse o los animales podrían ser faenados en etapas más tempranas, todo lo cual
contribuiría a subestimar el número de casos. Precisamente porque la enfermedad pudiera ser
no tan ajena al Uruguay como se pretende, sería conveniente alertar contra el consumo de
órganos del SNC de bovinos, ovinos o cualquier otro mamífero (debido a la extrema resistencia
de los priones al calor, por los métodos de cocción convencionales).
En conclusión, estas patologías pertenecen a un grupo de afecciones del SNC del ser
humano y algunos animales que los científicos denominan enfermedades neurodegenerativas
transmisibles. Todas comparten un período de incubación prolongado, la aparición en el cere-
bro de proteínas amiloides y vacuolas, dando el característico aspecto esponjoso, la producción
de temblores incontrolados y el mecanismo de transmisión potencial entre individuos.

Bibliografía
• Russi J, coordinador.Virus y Virología médica en el Uruguay. Monografías del Instituto de Higiene, Núm.
2. Julio 2002. Consultable en la página web del Instituto de Higiene: http//www.higiene.edu.uy
• Chungue, E.; Cassar, O.; Drouet, M.T.; Guzmán, M.G. y col. Molecular epidemiology of Dengue-1 and
Dengue-4 viruses. J. Gen. Virol. 76: 1877-1884, 1995.
• Fields, B.N.; Knipe, D.M. Virology. 2nd. Edition. Raven Press, S. Francisco, 1990.
• Harwood, R.F.; James, M.T. Entomología médica y veterinaria. Edit. Limusa, Méx. 1987
• Lennette, E. H. Laboratory diagnosis of viral infections. 2nd. edition. Marcel Dekker, NY, 1992.
• Morse, S.S. Emerging Viruses. Oxford Univ. Press, Ox. 1993.
• Mackinnon, J.E. Zooparásitos y animales ponzoñosos. Of. del Libro, AEM, 1965.
• OPS. Informe ops/hcp/hct/96.066. Taller para la promoción del combate al Aedes aegypti/Dengue. Asunción,
Paraguay. Abril 1996.
• Ramírez-Ronda, C.H.; García, C.D. Dengue in the western hemisphere. En: Diseases of Latin America.
Infectious Disease Clinics of North America. 8(1): 107-128, 1994.
590 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

• Ministerio da Saúde, Brasil. Manual de Dengue. Vigilância epidemiológica e Atençao ao Doente. 2a. Ed.
Brasilia. DEOPE, 1996.
• Situación del dengue y FHD en la región de las Américas. OPS, 2003. (2003: number of reported cases
of Dengue and DHF, region of the Americas, by country and region). http://www.paho.org
• Vignolo J y López O. (MSP) Enfermedades transmisibles. Dengue. 2003. Consultable en la página web
del Instituto de Higiene http://www.higiene.edu.uy
• Murray PR, Rosenthal KS, Kobayashi GS, Pfaller MA. Virus lentos no convencionales. Priones. Pp 597-600
en: Microbiología Médica, 4ª. Ed., Mosby, Elsevier Madrid, 2002.
• Prusiner S.B. The Prion Diseases. Scientific American, January 1995, pp30-37.
• Prusiner S.B., Scott M.R. Prion Protein Biology, Cell 93, 337-348, 1998.
• Rivadeneira Emilia D., Encefalopatías Espongiformes Subagudas y Agentes no Convencionales, en Zinsser
Microbiología 20ª Ed., Panamericana, Buenos Aires, 1994
• Rodríguez Escanlar María Mirta, Enfermedades Priónicas en Segundo Curso sobre Infecciones del Sistema
Nervioso Central. Instituto de Neurología Prof. A. Ricaldoni, Hospital de Clínicas, Montevideo, Uruguay.
Of. del Libro, AEM. 1997.
• Brown P, Will RG, Bradley R, Asher DM and Linda Detwiler. Bovine Spongiform Encephalopathy and Vari-
ant Creutzfeldt-Jakob Disease: Background, Evolution, and Current Concerns. CDC Emerging Infectious
Diseases 7: 6-16, 2001. Consultable on line.
• BSE in a Dairy Cow of Washington State, 2003. CDC MMWR 52: 1280-85, January 9, 2004. Consultable
on line en http://www.cdc.gov.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 591

SECCIÓN IV
Control de poblaciones
microbianas
32. Inmunoprofilaxis. Vacunas

33. Esterilización, desinfección y antisepsia

34. Principales grupos de antibióticos

35. Principales mecanismos de resistencia antibiótica

36. Métodos de estudio de la sensibilidad antibiótica

37. Antivirales

>>
592 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 593
Página 593

32 Inmunoprofilaxis
Vacunas
P. Barrios

Reseña histórica e introducción

Las enfermedades infecciosas continúan siendo un importante problema para la salud.


Históricamente, la inmunización profiláctica contra las enfermedades infecciosas es el
punto de arranque de la inmunología, y constituye uno de los más eficaces y espectaculares
logros de la medicina. Enfermedades que fueron en otro tiempo verdaderos azotes de la
humanidad, han quedado reducidas a casos esporádicos e incluso uno de ellos, la viruela, se
considera oficialmente erradicada del planeta.
No se conoce con certeza cuándo tuvieron lugar los primeros intentos de inmunización
activa, pero se sabe que en el año 1.000 a.C., en la India, se inoculaba a sujetos sanos material
de las pústulas de enfermos con viruela, con objeto de obtener protección frente a la enfer-
medad. La infección transmitida con esta práctica, llamada variolización, era más leve y con
menor mortalidad que la infección adquirida de forma natural. El primer intento científico
de vacunación contra la viruela lo realizó en 1796 Edward Jenner, a quien puede considerarse
el padre de la vacunología, junto con Pasteur. El término vacunación surge de los primeros
intentos en desarrollar protección frente a patógenos para los cuales se utilizó el virus variola
vaccinae. Jenner inoculó a seres humanos el material de las vesículas de la “variola vacci-
nae”, una enfermedad del ganado vacuno producida por un Orthopoxvirus similar al virus de
la viruela, y obtuvo protección de los inoculados frente a la viruela. Esto se llevó a cabo en
una época en que se desconocía totalmente la naturaleza de las enfermedades infecciosas y
de los procesos inmunológicos.
100 años más tarde (1885) Pasteur enunció el principio general en que se basa la vacu-
nación. Las médulas espinales desecadas de conejos infectados con el virus de la rabia y los
bacilos de carbunco sometidos a calentamiento que preparó Pasteur, fueron los verdaderos
predecesores de las vacunas actuales. Con todos estos logros, Pasteur demostró que era posible
inmunizar frente a una enfermedad utilizando el microorganismo causante de la misma ate-
nuado por varios procedimientos, a diferencia de Jenner, que había utilizado un virus parecido
pero distinto al de la enfermedad frente a la cual quería lograr protección.
Pasteur tampoco tenía un conocimiento claro de la memoria inmunitaria, ni de las fun-
ciones de los linfocitos, y tendría que transcurrir otro siglo más para que estos fenómenos se
conocieran.
En al año 1950 Hilary Koprowski administró una cepa atenuada de poliovirus a varias
personas. En el año 1954 comenzó a administrarse la vacuna de poliovirus muertos creada por
594 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Salk, y en 1957 se dispuso de la vacuna oral de poliovirus atenuados creada por Sabin, que
había continuado las investigaciones de Koprowski. El mecanismo de la vacunación se aclaró
con Burnet cuando enunció la teoría de la selección clonal (1957) y cuando se descubrieron
los linfocitos T y B (1965).
Sin embargo, a pesar de los grandes avances que hemos logrado en la historia de la huma-
nidad, estamos lejos de contar con una inmunoprofilaxis activa contra todas las enfermedades
infecciosas trasmisibles existentes, debido a que no conocemos en muchos casos los determi-
nantes antigénicos y sus vías de inoculación adecuadas para lograr una respuesta protectora,
eficaz y duradera. El objetivo final de la inmunización es la erradicación de la enfermedad; el
objetivo inmediato es prevenir la enfermedad en los individuos o en los grupos.
La erradicación global de la viruela en 1977 y la eliminación en América desde 1991 de la
poliomielitis causada por poliovirus salvajes, sirven como modelos de control de las enferme-
dades a través de la inmunización. Ambos logros se obtuvieron gracias a la combinación de
un programa de inmunización eficaz con una vigilancia intensa y medidas eficaces de control
de salud pública en todo el mundo.

Tipos de inmunización
La inmunización o adquisición de protección contra una enfermedad se puede lograr por
medios pasivos y activos.
Inmunización pasiva: consiste en la administración de anticuerpos preformados, con
actividad protectora. Puede ser adquirida natural o artificialmente. La inmunización pasiva
natural es el caso de la transferencia de inmunoglobulinas desde la madre al feto a través
de la placenta (IgG) o de la leche materna (IgA). La inmunidad pasiva puede también ser
adquirida artificialmente con la administración de un suero rico en anticuerpos con actividad
protectora conocida frente a determinado microorganismo o sus productos (por ejemplo
suero con anticuerpos neutralizantes de una toxina bacteriana). La inmunización pasiva está
indicada en personas con deficiencias en la síntesis de anticuerpos como resultado de defectos
adquiridos o congénitos de los linfocitos B; también cuando una persona susceptible a una
enfermedad está expuesta a ella, especialmente cuando corre un riesgo elevado de compli-
caciones por la enfermedad o cuando el tiempo no permite una protección suficiente por
inmunización activa. También es utilizada en terapéutica, cuando ya existe la enfermedad y
los anticuerpos podrían mejorarla, o ayudar a suprimir los efectos de una toxina, o a suprimir
la respuesta inflamatoria.
Inmunización activa: al igual que la inmunización pasiva, esta puede ser adquirida natural
o artificialmente. Lo primero ocurre por exposición a diferentes patógenos que conducen a
la infección clínica o subclínica, desarrollando una respuesta inmune protectora contra estos
patógenos; lo segundo es lo que denominamos vacunación. La vacunación consiste en la
administración de un inmunógeno, es decir un preparado antigénico, capaz de estimular al
sistema inmune produciendo una respuesta que resulta protectora frente al encuentro pos-
terior con el agente patógeno contra el que se desea inmunizar. Estos preparados antigénicos
pueden estar compuestos de microorganismos enteros inactivados o atenuados, subunidades
microbianas o productos modificados (por ejemplo un toxoide, un antígeno purificado o un
antígeno producido por ingeniería genética). Una vacuna entonces debe ser capaz de conferir
en el individuo receptor un estado de inmunidad protectora (similarmente a lo que ocurre
en la infección natural), sin producir enfermedad.
La inmunización puede dar como resultado una actividad antitoxina, antiinvasora, neutra-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 595

lizante u otros tipos de respuesta humoral o celular protectora en el receptor. Algunas vacunas
inducen alto grado de protección contra la enfermedad durante toda la vida, mientras que
otras brindan protección parcial, siendo muy frecuente que deban administrarse varias dosis
de refuerzo para permitir mantener la inmunidad adecuada.

Componentes de una vacuna


Una vacuna está compuesta en primer lugar por los antígenos inmunizantes activos, que en
algunos casos consisten en un único antígeno bien definido (por ejemplo polisacárido capsular
neumocócico o toxoide tetánico o diftérico), y en otros casos constituyen mezclas antigénicas
complejas (por ejemplo vacunas a virus vivos o a bacterias inactivadas). Los microorganismos
presentan una estructura antigénica más o menos compleja en función de su propia com-
plejidad estructural. No todos los antígenos participan de la misma forma en la inducción
de la respuesta inmune, y aunque la induzcan no todos provocan una respuesta de carácter
protector. Aquellos antígenos microbianos que inducen respuestas que neutralizan el efecto
patogénico del microorganismo se denominan antígenos protectores. Muchas veces las vacu-
nas contienen no solamente estos antígenos sino otros que provocan una serie de respuestas
irrelevantes desde el punto de vista de la protección, pero que pueden ser responsables de
reacciones adversas de la vacunación (es el caso de las vacunas a microorganismos enteros).
Los antígenos pueden encontrarse puros en suspensión acuosa pero también pueden formar
parte de mezclas más complejas, conteniendo componentes derivados del sistema biológico en
el cual se produce la vacuna (medio de cultivo, productos metabólicos secretados, etc.). Estos
componentes secundarios muchas veces contribuyen a que existan reacciones no deseadas,
producto de la vacunación.
Muchas veces los preparados vacunales contienen además conservadores, estabilizadores,
antibióticos y adyuvantes. Los adyuvantes son sustancias que aumentan la respuesta inmune
frente a un antígeno dado, sin estar antigénicamente relacionados con él. Las sales de aluminio
constituyen el adyuvante permitido para vacunas de uso humano. Se utilizan mezcladas (en
forma de hidróxido o de fosfato) con los preparados antigénicos en la formulación de vacunas.
Este es el caso de las vacunas a toxoides (diftérico, tetánico), en las que las sales de aluminio
transforman el toxoide soluble en un precipitado particulado de mayor inmunogenicidad. La
búsqueda de nuevos adyuvantes potentes y seguros es un gran área de investigación en los
laboratorios de desarrollo de vacunas de todo el mundo.

Principios de la vacunación
Para inmunizar activamente a un individuo o una población frente a un agente debemos elegir
el inmunógeno adecuado a administrar. Para ello es necesario conocer el agente infeccioso y
su estructura, conocer sus mecanismos patogénicos, determinar cual o cuales son los deter-
minantes antigénicos que confieren una respuesta protectora, determinar tipo y localización
de la respuesta protectora, desarrollar una vacuna segura y efectiva, conocer la población o
los individuos que van a ser vacunados (si ya han estado expuestos, si ya fueron vacunados,
si tienen anticuerpos séricos).
El logro de una resistencia efectiva contra una infección o enfermedad, dependerá de que
la vacuna posea ciertas propiedades. Algunos principios importantes son:
• Deben inducir el tipo de inmunidad que es relevante para proteger contra el patógeno en
particular; por ejemplo la inmunidad a la tuberculosis requiere de una efectiva respuesta
596 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

de células T, mientras que la inmunidad frente a la poliomielitis requiere una respuesta


apropiada de tipo humoral.
• Debe inducir una respuesta inmune en el sitio adecuado: por ejemplo, para obtener
protección contra Influenza o contra el cólera es deseable la inducción de anticuerpos
secretados de tipo IgA a nivel de las superficies mucosas.
• Debe inducir una respuesta inmune frente a los antígenos apropiados. Los microorganismos
poseen muchos antígenos distintos. Durante la infección natural se desarrolla respuesta
contra varios de estos antígenos, aunque la resistencia posterior a la infección depende de
un pequeño número de epítopes, en general presentes en la superficie del microorganismo.
Antígenos de superficie relevantes han sido caracterizados para muchas bacterias y virus,
pero aún queda mucho por conocer.
• La resistencia a algunas enfermedades infecciosas no depende de la inmunidad ante el
agente infeccioso. Como en el caso del tétanos o de la difteria, la enfermedad es debida
a la acción de toxinas. En estos casos la vacuna efectiva consistirá en un preparado de
toxina modificada de modo que pierda su actividad tóxica manteniendo su antigenicidad.
Otras veces, la enfermedad natural no confiere inmunidad (debido a mecanismos de
evasión del sistema inmune por parte del patógeno) como es el caso de varias infecciones
parasitarias.
• La enfermedad debe justificar la vacunación. Muchas enfermedades infecciosas producen
en general cuadros leves que no representan un riesgo para la salud. Sin embargo, en
ciertos individuos especialmente susceptibles pueden causar complicaciones graves. Es
así que varias vacunas están indicadas especialmente para ciertos grupos de riesgo. Es el
caso de la vacuna contra Influenza para pacientes añosos o con enfermedad respiratoria
crónica.
• Debe conferir protección a largo plazo. Muchas veces la duración del efecto protector de-
pende del tipo de infección. En el caso de infecciones sistémicas con períodos de incubación
prolongados, son suficientes niveles residuales de inmunidad para que la respuesta pueda
ser amplificada en este período, permitiendo el control de la infección previo al cuadro
clínico. Por el contrario en infecciones de incubación breve (como es el caso de muchas
infecciones de la superficie cutaneomucosa) si existe un bajo nivel de inmunidad frente
a una exposición al agente, este puede ser capaz de producir la enfermedad antes de que
haya suficiente tiempo para montar una respuesta amplificada que controle la infección.
Es así que es difícil inducir inmunidad de larga duración contra Influenza virus, pero es
más fácil contra sarampión.

Clasificación de las vacunas


Existen dos categorías generales de vacunas: las basadas en microorganismos vivos y aquellas
compuestas por microorganismos inactivados o subunidades de los mismos.
Las vacunas a microorganismos vivos consisten en preparados conteniendo bacterias
o virus capaces de producir una infección y replicarse en los tejidos del receptor sin causar
enfermedad actuando como inmunógenos, es decir induciendo una respuesta inmune espe-
cífica contra el patógeno.
Una vacuna inactivada consiste en un inmunógeno que no es capaz de establecer una
infección y por lo tanto no es mantenido o replicado en el individuo receptor.
La decisión estratégica para el uso de una vacuna viva o una inactivada debe realizarse
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 597

considerando la epidemiología y la inmunobiología de la infección natural, y por supuesto


considerando también la factibilidad técnica de las distintas aproximaciones.

VACUNAS INACTIVADAS
Existen distintos medios, tanto físicos como químicos, por los cuales se logra inactivar los
microorganismos para evitar los efectos de la infección, pero se preserva su estructura an-
tigénica. Este tipo de vacunas tiene como principal ventaja la seguridad, ya que no implica
riesgo de infección. Esto es una característica que las hace idóneas para su administración
en pacientes inmunodeprimidos.
Algunas de sus desventajas son: necesitan una masa antigénica mayor para estimular la
respuesta adecuada; requieren la administración periódica de dosis de refuerzo para man-
tener una inmunidad duradera; generalmente solo son capaces de producir una respuesta
de tipo humoral, por lo que no son apropiadas para proteger contra aquellas enfermedades
infecciosas para las cuales los mecanismos inmunes protectores son esencialmente mediados
por células.

Vacunas a microorganismos enteros inactivados


Son preparados que se administran con el propósito de inducir la formación de anticuerpos
frente a muchos antígenos distintos, algunos de los cuales resultarán protectores. Las vacu-
nas a bacterias enteras inactivadas fueron desarrolladas hace varias décadas. Como ejemplo
se encuentra la vacuna para prevenir la tos convulsa, que consiste en una suspensión de
bacterias en fase I de Bordetella pertussis que fueron inactivadas por procedimientos químicos
(tratamiento con fenol o thimerosal). Estas primeras vacunas no eran sujetas a purificaciones
muy estrictas, por lo que producían un nivel elevado de reactogenicidad. A medida que se
fueron desarrrollando técnicas bioquímicas de separación y purificación, este tipo de vacunas
se fueron perfeccionando. Actualmente, la vacuna contra la tos convulsa es administrada
a niños entre dos meses y cinco años aunque está contraindicada en niños con enfermedad
neurológica evolutiva, reacciones de hipersensibilidad a la vacuna y convulsiones luego de
recibir alguna dosis de la vacuna. Existen vacunas acelulares (compuestas por subunidades
bacterianas purificadas) de B. pertussis que en nuestro país no forman parte del esquema
nacional de vacunación pero están disponibles en algunos laboratorios. En Japón y Estados
Unidos hay estudios que demuestran disminución de convulsiones asociadas a la vacuna
pertussis con el uso de la vacuna acelular.
Las vacunas a virus inactivados son en general muy bien toleradas, ya que el tipo de me-
dios de cultivo utilizado para la propagación viral, una vez libre de células resulta muy poco
reactogénico. Las partículas virales son inactivadas químicamente (tipicamente con forma-
lina), purificadas y administradas como vacunas con sales de aluminio como adyuvante. Esta
estrategia clásica para las vacunas virales ha posibilitado la producción de muchas vacunas
eficaces y continúa siendo la tecnología de elección para la mayoría de las vacunas virales.

Vacuna de Salk contra el virus de la polio (agente de la poliomielitis)


Existen tres poliovirus, tipos 1, 2 y 3. La poliomielitis es una enfermedad que puede cursar
asintomática o producir una meningitis aséptica o una parálisis flácida asimétrica. Comienza
con una infección a nivel de faringe e intestino que puede pasar desapercibida o paucisinto-
mática, pero que se puede diseminar por vía hematógena para producir las formas más graves.
La inmunidad contra esta enfermedad se logra por inmunización o luego de la infección
natural, pero la infección por poliovirus genera inmunidad de por vida solo contra el tipo de
598 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

poliovirus causal (tipo 1, 2, o 3). Desde el año 1991, América está libre de la enfermedad
paralítica causada por el virus salvaje. Continúa siendo endémica en muchos países de África
Central y sudeste asiático. Existen dos tipos de vacunas contra la poliomielitis: vacuna oral
viva atenuada (OPV) desarrollada por el Dr. Albert Sabin en 1961 y que analizaremos con las
vacunas a virus vivos atenuados, y la vacuna inactivada (IPV) desarrollada por el Dr .Jonas
Salk en 1955. Ambas son altamente efectivas (eficacia de 90% a 100%) contra los tres tipos
de poliovirus, pero existen diferencias significativas entre las dos.
La vacuna de Salk es obtenida por inactivación de los virus con formaldehído; al ser
inactivada y administrarse por inoculación, no se replica a nivel gastrointestinal y no genera
una respuesta de IgA secretoria local. Otras desventajas son su administración parenteral y
el costo mayor de la misma. Las ventajas son que se puede aplicar a pacientes inmunodepri-
midos, permite (como las atenuadas) una protección de poblaciones (herd inmunity), tiene
buena termoestabilidad, no genera poliomielitis paralítica por el virus vacunal como la de
Sabin, que luego analizaremos.

Vacuna contra la influenza


La influenza es una enfermedad respiratoria aguda causada por un Myxovirus, virus Influenza,
que provoca además fiebre y síntomas sistémicos como artromialgias y cefaleas. En algunos
casos (ancianos, enfermos cardiorrespiratorios) presenta un alto riesgo de complicaciones
que se tratarán en el capítulo correspondiente.
La red de vigilancia epidemiológica mundial de la Influenza fue establecida en 1952. La
red comprende cuatro centros de colaboración con la OMS (Atlanta, Londres, Melbourne,
Tokio) y 112 instituciones en 83 países, que están reconocidas por la OMS como Centro
Nacional de Influenza. En nuestro país existe un Centro Nacional de Influenza que se
encuentra localizado en los Laboratorios de Virología del MSP, donde existe colaboración
de docentes del Depto. de Bacteriología y Virología del Instituto de Higiene, Facultad de
Medicina. Los Centros Nacionales de Influenza reciben muestras de todo el país, realizan el
aislamiento del virus y estudios preliminares de caracterización antigénica. Las cepas nuevas
aisladas se envían a uno de los cuatro centros de colaboración de la OMS para un estudio
mayor de caracterización antigénica y análisis genético. Según sus resultados se realizan las
recomendaciones anuales sobre composición de la vacuna de Influenza para los hemisferios
sur y norte. Las recomendaciones sobre composición de la vacuna se realizan cada año debido
a que algunas cepas de virus Influenza que circulan en el hombre sufren permanentemente
cambios antigénicos que requieren la adaptación de la fórmula de la vacuna.
Las vacunas contra la influenza son producidas en huevos embrionados. Son inmuno-
génicas y seguras, y se asocian con efectos colaterales mínimos. Estas vacunas multivalentes
contienen más de un subtipo viral (de influenza A y B) y su composición se modifica periódica-
mente teniendo en cuenta la expectativa de prevalencia de las cepas de virus Influenza. Existen
vacunas a virus inactivados enteros, de subunidades y de virus fraccionados (split o subvirión),
en la segunda modalidad los componentes del virus se pueden encontrar purificados.
La vacuna utilizada en 2003 estaba constituida por las cepas recomendada por la OMS, e
incluía tres cepas virales inactivadas: A/New Caledonia/20/99 (H1N1), A/Panama/2007/99
(H3N2) y B/Hong Kong/330/2001. La OMS recomienda para el invierno 2004 en el hemisferio
sur las siguientes cepas en la vacuna de influenza:
• A/New Caledonia/20/99(H1N1)-like virus
• A/Fujian/411/2002(H3N2)-like virus*
• B/Hong Kong/330/2001-like virus**
* A/Kumamoto/102/2002 and A/Wyoming/3/2003 are egg-grown A/Fujian/411/2002-like viruses.
**Currently used vaccine viruses include B/Shandong/7/97, B/Hong Kong/330/2001, B/Hong Kong/1434/2002. B/
Brisbane/32/2002 is also available as a vaccine virus.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 599

La vacuna está indicada en individuos mayores de seis meses de edad, pero dirigida espe-
cialmente a personas con alto riesgo de complicaciones causadas por la gripe:
• Personas de más de 60 años.
• Pensionados en geriátricos y otros establecimientos de cuidados prolongados, con condi-
ciones médicas crónicas, cualquiera sea su edad.
• Adultos y niños mayores de seis meses que presenten enfermedades cardíacas o pulmonares
crónicas, incluyendo niños con asma.
• Adultos y niños que requieran atención médica continua u hospitalización a causa de
enfermedades metabólicas crónicas (incluyendo la diabetes mellitus), insuficiencia renal,
hemoglobinopatías o inmunosupresión por otras causas.
• Niños y adolescentes (6 meses a 18 años) con un tratamiento prolongado con ácido
acetilsalicílico. Este tratamiento puede aumentar el riesgo de síndrome de Reye luego de
la gripe.
• Médicos, enfermeras u otras personas que pueden trasmitir la gripe a personas susceptibles
o de alto riesgo.
No hay acuerdo general sobre la administración de la vacuna durante el embarazo. En
embarazadas, la gripe implica un riesgo de complicaciones o muerte dos veces mayor que en
mujeres de igual edad no gestantes. Está contraindicada en personas alérgicas al huevo o
productos a base del mismo, desorden neurológico activo y personas cursando enfermedad
respiratoria aguda u otras enfermedades activas.
Debido al surgimiento actual de la gripe aviar se están ensayando vacunas contra la misma
con reasociaciones de virus derivados de los virus influenza aviares.

Vacuna contra la hepatitis A


La hepatitis A es causada por un virus de la familia Picornaviridae que tiene la característica
de trasmitirse por la vía fecal-oral, contaminando agua y alimentos; el virus persiste viable en
bajas temperaturas por largo tiempo y es viable en materia fecal seca por semanas. La mayoría
de las infecciones en menores de cinco años son asintomáticas, pero al eliminar el virus por
materia fecal diseminan el virus por la comunidad. En cambio los niños mayores, adolescentes
y adultos, padecen la enfermedad en su forma sintomática en más del 75% de los casos. Hay
cuatro vacunas disponibles, todas ellas de virus inactivados por formol y obtenidas en cultivos
de tejidos; son altamente inmunógenicas y confieren protección de larga duración. Se reco-
mienda la vacunación a personas que viajan a zonas endémicas, homosexuales, pacientes con
hepatopatía crónica, drogadictos, trabajadores de la salud, manipuladores de alimentos.

Vacunas a subunidades microbianas


Vacunas basadas en proteínas purificadas
Para los patógenos que poseen epítopes protectores contenidos en polipéptidos, el desarrollo
de vacunas basadas en proteínas purificadas puede ser la estrategia de elección, sobre todo
en el caso de vacunas bacterianas, debido a la elevada reactogenicidad de estas vacunas a mi-
croorganismos enteros. Esta estrategia es posible gracias al avance en técnicas inmunológicas,
genéticas y bioquímicas que permitieron conocer la especificidad antigénica para la producción
de anticuerpos protectores. Un ejemplo son las ya mencionadas vacunas acelulares contra la
tos convulsa, que consisten en mezclas de dos, tres o cuatro antígenos proteicos diferentes.
Muchas bacterias producen toxinas proteicas que son responsables de gran parte de la
patogénesis de la infección, por lo que en estos casos las toxinas bacterianas pueden ser uti-
lizadas como vacunas. Las exotoxinas bacterianas al someterse al calor pierden su capacidad
600 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

toxigénica pero no su antigenicidad, denominándose toxoides. Ejemplos de vacunas basadas


en toxoides son la vacuna contra la difteria (agente Corynebacterium diphteriae) y la vacuna
contra el tétanos (agente Clostridium tetani). Actualmente se administran como parte de la
vacuna pentavalente en cuatro dosis en el primer año de vida. Se hacen refuerzos periódicos
cada 10 años con toxoide tetánico y diftérico combinados, para proteger contra el tétanos y
minimizar el reservorio del agente de la difteria en la población adulta. Es fundamental con-
trolar que la embarazada esté vacunada para prevenir el tétanos neonatal por transferencia
pasiva trasplacentaria.
La tecnología del DNA recombinante permite actualmente producir proteínas puras
en gran cantidad para ser utilizadas como inmunógenos; son las llamadas vacunas recombi-
nantes. La primera vacuna recombinante aprobada para uso humano fue la vacuna contra
la hepatitis B, que fue producida a fines de la década de los 70, cuando se logra clonar y
secuenciar el genoma viral identificando el gen para el antígeno de superficie (HBsAg) y
expresar este gen en una célula bacteriana. La estrategia para lograr esta expresión, implica
construir un plásmido conteniendo un casette de expresión que sea capaz de replicarse con
alto número de copias en una célula hospedadora, la cual expresará el polipéptido de inte-
rés. En el caso de HBsAg, esto fue logrado clonando el gen en un plásmido portado por una
levadura, obteniendo antígeno purificado que es administrado junto con sales de aluminio
como adyuvante. La vacuna contra la hepatitis B, contiene dos polipéptidos inmunizantes
de HBsAg; integra el programa oficial de vacunaciones desde 1999, como componente de
la vacuna pentavalente para niños. La vacuna monovalente está especialmente indicada en
personal de salud, homosexuales, drogadictos, politransfundidos, dializados, convivientes con
portadores de hepatitis B, portadores de enfermedad hepática crónica. Se recomienda a todos
los adolescentes o preadolescentes alrededor de los 11 a 12 años.
Existen actualmente inmumerables actividades de investigación y desarrollo en nuevas
vacunas recombinantes para producir antígenos proteicos de calidad. Algunos de los logros
obtenidos han permitido por ejemplo la producción de toxoides estables altamente inmunogé-
nicos y purificados al punto de evitar reacciones adversas. Este es el caso del toxoide diftérico
que se utiliza actualmente en la vacuna contra Haemophilus influenzae tipo b o del toxoide de
B. pertrusis, componente de las nuevas vacunas acelulares contra la tos convulsa.

Vacunas a polisacáridos capsulares


Muchas bacterias patógenas poseen una cápsula de naturaleza polisacarídica que constituye
un importante factor de virulencia. En la mayoría de las infecciones causadas por este tipo de
bacterias los anticuerpos dirigidos contra los polisacáridos capsulares resultan protectores, lo
cual los hace buenos candidatos a vacunas. Estos polisacáridos están costituidos por muchas
unidades repetidas que varían entre las especies y subtipos antigénicos dentro de una misma
especie. El polisacárido que es sintetizado por la bacteria durante su crecimiento puede ser
concentrado a partir del medio de cultivo. Estas preparaciones son en general inmunogéni-
cas en adultos y niños mayores de dos años. La dificultad principal con este tipo de vacunas
radica en que por ser los polisacáridos antígenos independientes de células T, son muy pobres
inmunógenos en los niños pequeños y no son capaces de inducir memoria inmunológica aún
en los adultos. Este inconveniente puede superarse conjugando los polisacáridos de interés a
una proteína carrier. De esta manera los epítopes polisacarídicos podrán ser reconocidos en
un contexto de células T e inducir memoria inmunológica. Esta es la estrategia utilizada para
producir varias vacunas muy efectivas contra diversas enfermedades causadas por bacterias
capsuladas. Algunos ejemplos son los siguientes.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 601

Vacuna anti Haemophilus influenzae tipo b: obtenida por la conjugación de una proteína
con el antígeno capsular (PRP, poliribitolfosfato). H. influenzae causa meningitis, otitis media,
sinusitis, epìglotitis, artritis séptica, bacteriemia febril oculta, celulitis, neumonia, empiema
y sepsis. Antes de la introducción de esta vacuna conjugada H. influenza tipo b era el agente
principal de meningitis en los niños menores de cinco años, y causaba con frecuencia otras
enfermedades invasivas como neumonias.
Vacuna antineumocócica: Streptococcus pneumoniae es la causa más frecuente de otitis
media aguda y de infecciones bacterianas invasivas en niños. Es también el principal agente de
neumonia en el adulto, y de otras afecciones invasivas como meningitis y sepsis. Luego de la
introducción de la vacuna conjugada anti H. influenzae tipo b, S. pneumoniae y N. meningitidis
son las causas más frecuentes de meningitis bacteriana en lactantes y niños pequeños. Se han
identificado 90 serotipos capsulares de neumococo. La vacuna tradicional está compuesta por
los antígenos capsulares purificados de 23 serotipos neumocócicos. Estos antígenos capsulares
son los de los serotipos que producen el 88% de los casos de bacteriemia y meningitis en adul-
tos, casi el 100% de los casos de bacteriemia y meningitis en niños y el 85% de los casos de
otitis media aguda. Se recomienda a niños de dos años o mayores con drepanocitosis, asplenia
funcional o anatómica, síndrome nefrótico o insuficiencia renal crónica, cuadros asociados
con inmunosupresión como trasplante de órganos, tratamiento con fármacos o terapia cito-
rreductora, infección por VIH, derrames de LCR. En adultos está indicada en los que padecen
drepanocitosis, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia cardíaca, diabetes,
alcoholismo, cirrosis, y a mayores de 65 años e inmunodeprimidos. En Estados Unidos se
licenció una vacuna conjugada neumocócica heptavalente compuesta por siete polisacáridos
u oligosácaridos capsulares de los serotipos más frecuentes que causan infecciones invasivas
en los habitantes de Estados Unidos. Los serotipos vacunales son (4, 6 B, 9V, 14, 19 F, 18 C y
23 F) químicamente conjugados al toxoide diftérico producido en forma recombinante. Esta
vacuna resulta inmunogénica en niños menores de dos años. La investigación epidemiológica
de los serotipos de neumococo circulantes en nuestra región revela que una vacuna de este
tipo protegería contra buena parte de las infecciones graves en nuestro medio, pero indica
que lo más apropiado sería una vacuna diseñada con los serotipos de circulación local.
Vacuna antimeningocócica: la enfermedad invasiva meningocócica ocurre en forma
endémica o epidémica en todo el mundo. Los serogrupos B y C son los más frecuentes. Alre-
dedor del 10% de los pacientes, en general niños o adultos jóvenes, mueren. Desde 1960 se
dispone de vacunas preparadas con polisacáridos capsulares de Neisseria meningitidis de los
serogrupos A y C para controlar los brotes o las epidemias. Más adelante se dispuso de una
vacuna cuatrivalente para los serogrupos A, C ,W-135 e Y. Estas vacunas son efectivas en
mayores de dos años. La vacuna bivalente A y C ha sido usada extensamente. Para N. menin-
gitidis serogrupo B se han desarrollado vacunas con proteínas de membrana externa, ya que
el polisácarido capsular serogrupo B es poco inmunogénico y además presenta similitud con
una glicoproteína neural humana. La más utilizada para el control de epidemias en América
Latina es la preparada con la cepa B:4 P1:15. Su efectividad es de aproximadamente 80% en
mayores de cuatro años, y depende en buena parte de los tipos bacterianos circulantes (es
máximamente efectiva para prevenir la infección con el tipo homólogo al de la vacuna). En
edades menores su efectividad es variable según los estudios. En nuestro país se han utilizado
en diversas oportunidades vacunas antimeningocócicas. En 1996, en la última epidemia por N.
meningitidis serogrupo C se llevó a cabo una campaña de vacunación con la vacuna bivalente
A + C. Debido a un aumento progresivo en los últimos 4 años de los casos por serogrupo
B y a la difusión del tipo B:4 P1:15, se decidió vacunar a la población de 4 a 19 años con la
602 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

vacuna antimeningocócica B-C desarrollada en el Instituto Finlay. Esta contiene la proteína


de membrana externa de la cepa B:4 P1:15, cerca de 1% de lipopolisácarido y fosfolípidos,
adicionada con polisacárido capsular del serogrupo C e hidróxido de aluminio. No presenta
efectos adversos graves.

VACUNAS A GÉRMENES VIVOS ATENUADOS


La atenuación de una cepa, implica lograr que esta haya perdido totalmente la capacidad
para causar enfermedad pero mantenga su capacidad infectiva e inmunogénica. Este tipo de
vacunas tiene la ventaja de que puede ser administrado por la vía natural de la infección de
manera de reproducir su ciclo. En general no requieren adyuvantes y es suficiente una pequeña
cantidad de antígeno para estimular tanto una respuesta de anticuerpos como mediada por
células lo cual permite que confieran protección duradera. Tienen la desventaja de estar
contraindicadas en individuos inmunodeprimidos y ser menos estables a través del tiempo o
requerir condiciones de almacenamiento más exigentes.
Para obtener cepas atenuadas es necesario reducir o anular la patogenicidad del micro-
organismo. Para esto un procedimiento empírico consiste en propagarlo repetidas veces en
medios artificiales, tendiendo a seleccionar aquellas variantes mejor adaptadas para crecer
en ese medio y no en los tejidos del huésped natural. De esta manera, la atenuación es un
procedimiento “a ciegas” y debe ser probada posteriormente (ya sea en modelos animales
cuando es posible o en voluntarios humanos). Hoy día, la atenuación puede ser realizada
de una forma más racional. Por ejemplo se han producido mutantes del Virus Respiratorio
Sincicial que crecen pobremente a 37° C pero son capaces de replicarse adecuadamente a 33°
C (la temperatura del tracto respiratorio superior). Estos mutantes sensibles a la temperatura
se multiplican en la mucosa nasal e inducen inmunidad, pero son incapaces de reproducirse
en el tracto respiratorio inferior.
Otra aproximación radica en identificar los genes responsables de la virulencia y modificar-
los por manipulación genética. Este es el caso de la vacuna contra herpes virus, que consiste
en una cepa a la cual se ha eliminado el gen que codifica la glicoproteína H, que es esencial
para la maduración viral. En ausencia de este gen, la cepa vacunal solo puede establecer
una infección abortiva que si bien no le permite replicarse en el huésped, es suficiente para
producir una respuesta inmune eficiente.

Vacunas a virus vivo


El requerimiento clave para la factibilidad de este tipo de vacunas es la capacidad del virus
de propagarse eficientemente, de preferencia in vitro. El desarrollo de vacunas a virus vivos
fue posible a partir de los años 40, con el advenimiento de la tecnología para cultivos celu-
lares que permiten la propagación viral in vitro. La estrategia clásica consiste en el pasaje
del virus salvaje, obtenido de su huésped natural a uno o más tipos de líneas celulares, con
el objeto de que pierda su potencial patógeno. Esta estrategia ha sido aplicada exitosamente
para el desarrollo de un gran número de vacunas actualmente en uso. Algunos ejemplos son
los siguientes.
Vacuna antipoliomielítica de Sabin: es una vacuna trivalente que contiene los poliovirus I,
II y III. Forma parte del esquema nacional de vacunación administrándose a los dos, cuatro
y seis meses con un refuerzo al año.
Vacuna triple viral: está constituída por los virus vivos superatenuados de sarampión,
rubéola y paperas. También forma parte del esquema nacional de vacunación y se administra
al año de vida y a los cinco años se da una dosis de refuerzo.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 603

Vacuna antivaricela: es una vacuna a virus vivos atenuados cepa Oka. Desde 1999 se
administra entre los 12 meses y 13 años de edad a todo niño que no haya tenido varicela, y
se recomienda, como la del sarampión, para el personal de salud.
Otra alternativa para la obtención de cepas virales atenuadas consiste en el aislamiento
y cultivo de virus animales relacionados que causan una enfermedad similar a la humana
en especies animales, pero que resulten inocuos para el hombre. El prototipo de este tipo de
vacunas lo constituye la cepa vacunal de Vaccinia virus, agente de la viruela en el ganado, que
fuera utilizado por Jenner para inmunizar contra la viruela humana causada por Variola virus.
El programa de vacunación contra la viruela que fue aplicado en todo el mundo, utilizó lotes
de Vaccinia propagado en su mayor parte in vivo, conduciendo a la completa erradicación
de la enfermedad a mediados de los años 70.
Una estrategia más moderna, aplicable a la atenuación de virus de genoma segmentado,
consiste en el desarrollo de cepas vacunales reordenadas que contengan los segmentos génicos
codificantes de las proteínas de superficie inmunogénicas, pero no los genes de virulencia
responsables de la enfermedad humana. Esto puede lograrse coinfectando una línea celular
con dos o más tipos virales y seleccionando las variantes de interés. Este es el caso de una
vacuna desarrollada contra la infección por Rotavirus (cepas reordenadas de virus humanos
y animales). La misma estrategia ha sido aplicada para la producción de vacunas contra
Influenza virus. Se encuentra disponible una vacuna contra la influenza A y B de aplicación
intranasal a virus vivos atenuados; se administra a niños y adolescentes entre 5 y 17 años
y adultos sanos entre 18 y 49 años (Flumist). Presenta las mismas contraindicaciones que
cualquier vacuna a virus vivos atenuados. Está además contraindicada en asmáticos, menores
de 5 años y mayores de 50 años.

Vacunas a bacterias vivas atenuadas


No ha sido efectivo el desarrollo de vacunas a bacterias vivas atenuadas por medio de estrate-
gias clásicas análogas a la del pasaje repetido de virus en cultivos celulares, partiendo de cepas
patógenas para el hombre. La única vacuna a bacterias vivas en uso, obtenida por pasajes
en cultivo, es la antituberculosa, que consiste en una cepa atenuada de Mycobacterium bovis
(bacilo de Calmette y Guerin, BCG). Esta cepa fue obtenida a principios del siglo XX luego
de 231 pasajes repetidos in vitro durante 13 años. Actualmente, hay varias cepas de BCG
disponibles (todas derivadas de la original) que son variables en cuanto a su tolerabilidad,
inmunogenicidad y eficacia protectora en los ensayos clínicos, aunque han demostrado tener
niveles aceptables de eficiencia luego de la administración a mas de un billón de personas
en todo el mundo. La vacunación con BCG previene las formas graves de la tuberculosis
pero no siempre la infección (ver capítulo 22). Se administra en forma obligatoria a todos los
niños al nacer y a los cinco años, con excepción de pacientes hijos de madres VIH positivas
y niños con otras inmunodeficiencias; tampoco se administra a recién nacidos con peso
inferior a 2500g. Con poca frecuencia (1% a 2% de los vacunados) la BCG puede provocar
reacciones adversas locales como abscesos subcutáneos y linfadenopatías que generalmente
no son graves. Una complicación rara es la osteítis que afecta la epifísis de los huesos largos;
puede producirse hasta varios años después de la vacunación. La enfermedad fatal diseminada
se presenta rara vez en personas con sistemas inmunes gravemente deteriorados, por eso la
vacuna está contraindicada en personas con inmunodeficiencias.
Otra aproximación para el desarrollo de vacunas a bacterias atenuadas, consiste en la ob-
tención de mutantes atenuadas por procedimientos químicos o luz ultravioleta. Estos métodos
introducen mutaciones múltiples indefinidas, y permiten la selección de variantes atenuadas en
604 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

la virulencia. La principal desventaja de esta aproximación, consiste en el riesgo de reversión


a la virulencia. Un ejemplo exitoso de este tipo de inmunógenos es la vacuna contra la fiebre
tifoidea, que consiste en una cepa de Salmonella typhi (Ty21a), que se administra oralmente
y puede conservarse en forma liofilizada, siendo muy estable.
Sin lugar a dudas, la aplicación de tecnología del DNA recombinante para la obtención
de cepas bacterianas atenuadas para su uso como vacunas es un área de gran desarrollo. Esta
estrategia implica identificar genes responsables de la virulencia bacteriana y eliminarlos.
Muchas bacterias han sido modificadas de esta manera y han sido o están siendo evaluadas
como vacunas. Se ha volcado especial interés sobre los patógenos entéricos (Salmonella,
EPEC, Vibrio cholerae, Shigella y otros) para los cuales no se dispone en la mayoría de los
casos de vacunas efectivas, ya que el uso de cepas atenuadas permite la administración oral
induciendo respuestas locales en el tracto digestivo que resultan determinantes en la obten-
ción de protección.

OTROS TIPOS DE VACUNAS


En algunos casos es posible identificar epítopes peptídicos dentro de una proteína que induzcan
la producción de anticuerpos neutralizantes. Estos epítopes pueden ser hoy día secuenciados
y sintetizados químicamente dando lugar a péptidos sintéticos que pueden ser utilizados
como vacunas. Este tipo de inmunógenos han sido definidos para varios patógenos y están
siendo evaluados para su uso. Existen distintas maneras de utilizar péptidos como vacunas,
ya sea administrando multímeros construídos con el péptido de interés de manera repetida,
o conjugando o fusionando el péptido a una proteína carrier. Preparados experimentales de
este tipo, han demostrado que la presentación inmunogénica mejora sustancialmente los
títulos de anticuerpos neutralizantes en comparación con el mismo epítope presentado en el
contexto de la proteína que lo contiene naturalmente.
Una posibilidad que ofrece la disponibilidad de vacunas a microorganismos vivos atenua-
dos, es la de utilizar estas cepas como vectores para la expresión de antígenos heterólogos, es
decir antígenos de otros microorganismos, obteniendo así las llamadas vacunas multivalentes.
Uno de los vectores en que más se ha investigado para el desarrollo de este tipo de vacunas
es la cepa vacunal de Vaccinia virus. Esta estrategia prometedora puede permitir el desarrollo
de una vacuna que pueda ser efectiva para la prevención de enfrermedades producidas por
varios agentes infecciosos en un solo vector seguro, barato y relativamente estable.
No podemos dejar de mencionar un nuevo campo de experimentación que son las va-
cunas basadas en ácidos nucleicos. Estas consisten en moléculas de ADN recombinante que
contienen uno o varios genes codificantes de antígenos específicos del virus o la bacteria
correspondiente. Estas moléculas se obtienen mediante la recombinación de un plásmido
con genes microbianos estructurales, colocando estos genes bajo el control de expresión de
un promotor eucariota. El hecho de constituir ADN plasmídico, permite su producción a
gran escala a través de la multiplicación bacteriana in vitro y posterior purificación de sus
plásmidos. Una vez que el ADN purificado es administrado puede introducirse en las células
de un tejido blanco, siendo capaz a través de un proceso de replicación normal, de expresar
en la superficie celular proteínas específicas del microorganismo. Este tipo de vacunas aún no
ha sido aprobado para su uso, ya que implica cuestionamientos éticos relativos a la seguridad
a largo plazo del uso de ADN recombinante. Esiste la posibilidad de que el ácido nucleico sea
captado por tejidos diferentes al deseado, o de que pueda ser incorporado al genoma celular,
teniendo consecuencias oncogénicas.
Cada vez existen más variedades de vacunas; a medida que avanza la tecnología y que más
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 605

Certificado esquema de vacunación

Edad en meses Edad en años


0 2 4 6 12 5 12 Cada 10
BCG
Penta
Polio
SRP
Varicela
DPT

DT
SRP= sarampión, rubéola, paperas; DPT= difteria, pertussis, tétanos; DT= difteria, tétanos;
Pentavalente: DPT + hepatitis B + H. influenzae

Vacunas bacterianas disponibles


Enfermedad Tipo de vacuna Indicaciones Vía de adminis- Revacunación
- agente tración
Difteria Toxoide 2, 4, 6 meses i.m. 12 meses, 5 y 12
Corynebacterium años
diphteriae
Tétanos Toxoide 2, 4, 6 meses i.m. 12 meses, 5, 12
Clostridium tetanii años y luego
cada 10 años
Tos ferina Bacterias 2, 4, 6 meses i.m. 12 meses y 5
Bordetella inactivadas años
pertussis
Haemophilus Conjugada, 2, 4, 6 meses i.m. 12 meses
influenzae tipo b polisacárido cap-
sular + proteína
Tuberculosis Bacterias vivas Recién nacido s.c. 5 años
Mycobacterium atenuadas
tuberculosis
Streptococcus Polisacárido Individuos en i.m. o s.c.
pneumoniae capsular riesgo (ver texto)
Neisseria Polisacárido Individuos en s.c.
meningitidis A y C capsular riesgo (ver texto)
Neisseria Proteínas de Ver texto
meningitidis B y C membrana
externa +
polisacárido
capsular
Cólera Bacterias muer- Viajeros a zonas i.m. o s.c.
Vibrio cholerae tas inactivadas endémicas
Fiebre tifoidea Bacterias muer- Viajeros a zonas i.m.
Salmonella typhi tas endémicas

se conoce de los mecanismos patogénicos de los microorganismos, así como de los mecanis-
mos inmunes determinantes de la resistencia a las enfermedades infecciosas, se abren nuevas
posibilidades. Tradicionalmente las vacunas fueron planteadas con el objetivo de prevenir las
606 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

enfermedades infecciosas. Sin embargo, existe un nuevo concepto sobre la vacunación, que
tiene como objetivo la modulación de la respuesta inmune, es decir que una vacuna sería un
preparado que interviene de alguna manera modificando las funciones del sistema inmune,
ya sea generando memoria inmunológica para prevenir enfermedades o actuando sobre una
patología existente. Este nuevo concepto abre la posibilidad de utilizar vacunas no solo como
medida profiláctica de varios tipos de enfermedades sino también como terapéutica. Un área
de gran interés y desarrollo lo constituye el de las vacunas aplicadas al tratamiento de las
enfermedades malignas y autoinmunes.

Vacunas virales disponibles


Enfermedad Tipo de vacuna Indicaciones Vía de adminis- Revacunación
tración
Sarampión Virus vivos 12 meses s.c. 5 años
atenuados
Rubéola Virus vivos 12 meses s.c. 5 años
atenuados Mujeres seronegativas
en edad fértil
Parotiditis Virus vivos 12 meses s.c. 5 años
atenuados
Poliomielitis Virus inactivados 2, 4, 6 meses i.m. 12 meses
Poliomielitis Virus vivos 2,4, 6 meses v.o. 12 meses
atenuados
Hepatitis B Antígeno recom- 2, 4, 6, 12 meses i.m.
binante Personal de salud y
grupos de riesgo (ver
texto)
Influenza Virus inactivados Toda persona mayor s.c.
de 6 meses con riesgo
aumentado de morbi-
mortalidad por infección
respiratoria
Varicela Virus vivos 12 meses s.c.
atenuados
Hepatitis A Virus inactivados Viajeros a zonas de alto i.m.
riesgo, homosexuales,
drogadictos, riesgo ocu-
pacional, hepatopatía.
2 dosis
Rotavirus Recombinante 3 dosis separadas por 4 v.o. En discusión
semanas empezando a
las 6 semanas de vida
Fiebre amarilla Virus vivos Viajeros a zonas de s.c.
atenuados riesgo
1 sola dosis

Bibliografía
• Atención Pediátrica. Pautas de diagnóstico, tratamiento y prevención. 5ª edición. Montevideo. Oficina del
Libro – AEM. 2000. pag:25-31.
• Fain JC. Epidemiología de la influenza humana y animal. Rosario-Santa Fe :editorial de la Universidad
Nacional de Rosario. 2001.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 607

• Temas de Bacteriología y Virología para CEFA. Montevideo. Librería Médica Editorial, 2001. Tomo II. Pag
97-110.
• Farreras-Rozman. Inmunointervención. Medicina Interna. 14° edición. Madrid: Mosby-Doyma Libros. 2000,
2767-2768. Vol 2.
• Kaplan S. Prevention of pneumococcal disease. X Congreso de la SLIPE.XXIV Congreso Uruguayo de
Pediatría.Montevideo .2003.
• Murray R. Manual of Clinical Microbiology. 7th Edition. Washington DC. American Society for Microbiology,
1999.
• Pickering LK, Peter G. Red Book. Enfermedades Infecciosas en Pediatría. Edición 25. Elk Groove Village,
Illinois. Editorial Médica Panamericana, 2001. pág: 1-74.
• Pirez M C. Vacunas en situaciones especiales : Vacunas antimeningocócicas. X Congreso de la SLIPE.XXIV
Congreso Uruguayo de Pediatría.Montevideo .2003.
• Recommended composition of Influenza Virus Vaccine for use in the 2004 Influenza season. 2004.
www.who.int/csr/disease/influenza/vaccinerecommendations1/en.
• Wyeth Vaccines. Flumist Influenza Virus Vaccine, Live, Intranasal. Philadelphia. Med Inmune Vaccines,Inc.
2003. www.flumist.com.
608 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 609
Página 609

33 Esterilización,
desinfección y
antisepsia
R. Vignoli

no aprendes lo que te enseñan


sino lo que quieres aprender, pero...

Introducción
Los procesos de esterilización o desinfección son diariamente llevados a cabo, no solamente
en el laboratorio, donde son fundamentales para evitar la contaminación de medios, cultivos,
placas etc., sino también en otros ámbitos tales como los hospitales, donde fallas en estos
procedimientos aumentan la morbimortalidad de los pacientes. Pensemos lo que sucede en
los quirófanos donde se deben desinfectar pisos, paredes y techos, esterilizar instrumental
quirúrgico e indumentaria del personal, y descontaminar el aire del ambiente. O en contrapo-
sición, lo que sucedería si materiales como catéteres, agujas, jeringas, empleados en maniobras
médicas diarias (extracción de sangre, vías venosas, punciones lumbares, toracocentesis, etc.)
fueran utilizados aunque fuera con niveles mínimos de contaminación.
Un ejemplo cotidiano donde debe prevalecer el mismo concepto de esterilidad es en la
utilización de agujas para la realización de tatuajes. ¿Conoce alguna enfermedad que se contagie
por este medio? El estudiante de medicina en este momento debe rápidamente familiarizarse
e interiorizarse con ciertos procesos de desinfección y antisepsia como la cutánea, previa a
la administración de un inyectable o durante la cura de una herida, la desinfección de un
termómetro clínico o el lavado de manos. Parece imprescindible entonces, que el estudiante
que se apresta a ingresar a la clínica en breve y que en este momento ya está en contacto con
distintas poblaciones bacterianas, debe saber manejar en forma fluída la información que le
permita discernir cuando es necesario desinfectar o esterilizar, y llevar a cabo el proceso co-
rrespondiente en forma satisfactoria con el conocimiento de los fundamentos de lo realizado.
Comencemos por definir algunos términos que utilizaremos.
Esterilización: es el proceso mediante el cual se alcanza la muerte de todas las formas de vida
microbianas, incluyendo bacterias y sus formas esporuladas altamente resistentes, hongos y sus
esporos, y virus. Se entiende por muerte, la pérdida irreversible de la capacidad reproductiva
del microorganismo. ¿Deberían estar incluídos dentro de esta definición la eliminación de
estructuras como los priones? Se trata de un término absoluto, donde un objeto está estéril
o no lo está, sin rangos intermedios.
Desinfección: es un término relativo, existen diversos niveles de desinfección, desde una
610 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

esterilización química a una mínima reducción del número de microorganismos contaminantes.


Estos procedimientos se aplican únicamente a objetos inanimados.
Antisepsia: es el proceso que por su baja toxicidad, se utiliza para la destrucción de mi-
croorganismos presentes sobre la superficie cutaneomucosa. Este término tampoco implica
la destrucción de todas las formas de vida.
Existen agentes como los alcoholes que son antisépticos y desinfectantes a la vez.
Dado que el tema que se está abordando son los métodos para controlar o destruir distintas
poblaciones bacterianas, es necesario saber previamente la cinética de dicha destrucción, es
decir de que modo muere una población y que parámetros inciden sobre este efecto.

Cinética de destrucción de las poblaciones bacterianas


Cuando una población bacteriana es expuesta a un agente letal físico o químico, se produce
una progresiva reducción del número de sobrevivientes, de modo que la curva que representa
el número de sobrevivientes en función del tiempo, tiene forma exponencial decreciente.
(Figura 1a) Si graficamos la curva en una escala semilogarítmica, obtenemos una recta como
la de la Figura 1b. En la misma, la pendiente (negativa) representa la velocidad de muerte
de la población. Resulta claro que cuanto mayor sea el valor absoluto de la pendiente, los
microorganismos morirán más rápido. Este comportamiento debe tenerse presente siempre,
más aún en las técnicas de esterilización, donde el tiempo de exposición al agente es funda-
mental para alcanzar el objetivo buscado.
El efecto letal de un agente (como el fenol) cambia en relación a las distintas cepas,
incluso dentro de una misma especie bacteriana.

Figura 1. Representación del número de sobrevivientes de una población bacteriana en


función del tiempo
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 611

Existen también un conjunto de condiciones fundamentalmente ambientales que afectan


la cinética de destrucción, dentro de las que se destacan: la concentración del agente, el
tiempo de exposición, el pH del medio, la temperatura, la presencia de materiales extraños,
la resistencia propia del microorganismo y el número inicial de la población.

CONCENTRACIÓN DEL AGENTE


Si bien este aspecto varía según el desinfectante y el microorganismo, existe una relación
inversamente proporcional entre concentración y tiempo de exposición. A mayores concen-
traciones de desinfectante, menor es el tiempo de exposición para conseguir el mismo efecto.
También se modifica la cinética de muerte, como lo muestra el cambio de forma en la curva
de sobrevivientes en función del tiempo, que se transforma muchas veces de exponencial
a altas concentraciones (Figura 1a) en sigmoide para concentraciones intermedias (Figura
2). En estos casos existe un tiempo inicial de muerte muy lento que luego se acelera para
volver a decaer al final. Este factor es tan crítico, que se sabe que concentraciones mínimas
de casi cualquier desinfectante no solo no eliminan los microorganismos sino que permiten
su desarrollo.

TIEMPO DE EXPOSICIÓN
Dada una concentración de desinfectante, existe un tiempo mínimo de acción que hay que
respetar para conseguir el efecto buscado. Para dar una idea gráfica de esto, en la Figura 3
se representa el porcentaje de reducción de la flora bacteriana residente en piel de brazos y
manos en función del tiempo, para diferentes antisépticos de uso más o menos común.

pH
Entre otras cosas determina el grado de ionización del agente, siendo en general la forma no
disociada la que atraviesa mejor las paredes del microorganismo.

Figura 2. Representación del comportamiento sigmoide de la cinética de destrucción para


concentraciones intermedias de desinfectantes
612 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 3. Representación del número de sobrevivientes de la flora normal de manos y


antebrazos en función del tiempo, para diferentes antisépticos de uso común.

TEMPERATURA
El aumento de la temperatura aumenta el poder bactericida del agente, siempre que no lo
desnaturalice. Así para temperaturas bajas, por lo general, por cada 10º C de incremento de
esta, la tasa de mortalidad se duplica.

PRESENCIA DE MATERIALES EXTRAÑOS


La presencia de materia orgánica como mucus, pus, sangre, heces, etc., influye negativamente
en la actividad de muchos desinfectantes, incluso llegando a inactivarlos. Por lo general for-
man cubiertas que impiden el contacto microorganismo-desinfectante, o se combinan con el
agente formando compuestos inertes o menos activos. Por esto es esencial un buen lavado de
la superficie, antes de intentar un proceso de desinfección o esterilización. Además el lavado
y arrastre también disminuye la población de microorganismos sobre la cual actúa el agente,
contribuyendo a una más rápida destrucción.

RESISTENCIA DE LOS MICROORGANISMOS


La eficacia de cada agente depende también de las propiedades características de cada micro-
organismo contra el cual se lo está aplicando. Así, el tipo de pared, la presencia de esporos,
la fase de desarrollo, etc., modifican la resistencia. Dentro de las formas vegetativas, es el
género Mycobacterium spp. el más resistente. Luego dentro de los grampositivos se destacan
Staphylococcus y Enterococcus. Dentro de los gramnegativos Pseudomonas, Klebsiella, Entero-
bacter, y Serratia son los más resistentes. Son estos microorganismos (cocos grampositivos y
bacilos gramnegativos), los más frecuentes causantes de epidemias intrahospitalarias. Esto se
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 613

debe en primer lugar a no practicar el lavado de manos tantas veces como sea necesario, y en
segundo lugar (por lejos) a la mala utilización de desinfectantes y antisépticos.

NÚMERO INICIAL DE LA POBLACIÓN


Finalmente el número de la población bacteriana inicial es importante, porque a mayor número
de microorganismos, mayor deberá ser la concentración del agente y su tiempo de exposición
al mismo. En este punto, al igual que en la remoción de materiales extraños, toma fundamental
relevancia el lavado de manos, donde por arrastre se consigue una disminución importante de
la flora normal transitoria, mejorando así las condiciones de utilización del agente. A conti-
nuación iremos viendo progresivamente el lavado de manos, la utilización de antisépticos,
desinfectantes, hasta llegar finalmente a la esterilización, química y física.

Las "cruzadas" bacterianas


Como se recordará, las bacterias tienen un “aparato locomotor” constituido fundamentalmente
por flagelos, que les permiten movilizarse en medios líquidos pero no a través de superficies
sólidas o vías aéreas. Por lo tanto, para que estos microorganismos “ávidos de colonización y
conquista” puedan trasladarse de un lugar (o una persona) a otro/a necesitan de un vehículo,
de un transportador, de un “vector mecánico”. Algunas veces (pero no la mayoría) las gotitas
de pflugge cumplen con este cometido. Sin embargo, a nivel mundial los hospitales universi-
tarios presentan un índice de morbimortalidad superior (sobre todo causado por infecciones
intrahospitalarias) que los hospitales no universitarios. (Ver capítulo 15)
Cuando los estudiantes arriban al hospital, ya sea durante el pasaje por las clínicas, o las
guardias, su avidez por tocar, palpar y tactar, unido en ocasiones a la mala distribución de las
canillas o lo inapropiado de los jabones, y en el peor de los casos a la falta de ejemplo del médico
responsable del servicio, se les ofrece a los microorganismos un muy efectivo transportador:
nuestras manos. De esta forma estos microorganismos (que muchas veces han adquirido
resistencia tanto a desinfectantes como a antibióticos), pueden llegar por intermedio del
estudiante a otros pacientes, que en general presentan distinto grado de inmunocompromiso
y nivel más alto de exposición. Este fenómeno recibe el nombre de colonización cruzada y
es responsable de la aparición de múltiples brotes de infecciones hospitalarias por agentes
como Klebsiella pneumoniae y Pseudomonas aeruginosa multirresistentes, Staphylococcus aureus
meticilino-aminoglucósidos resistentes (SAMAR) o Enterococcus vancomicinorresistentes,
entre otros.
Existe una medida sencilla, rápida y barata para evitar esta diseminación de microorganis-
mos: el lavado de manos. Para fundamentar la efectividad de tan simple medida, recordaremos
algunos conceptos de flora normal. Existen dos tipos de flora:
• La flora residente, compuesta por microorganismos adaptados a cada nicho ecológico
en particular, capaz de unirse a los receptores cutaneomucosos de la zona, instalarse y
multiplicarse en los mismos, permaneciendo allí por largo tiempo y desarrollando una
relación de comensalismo o mutualismo con el huésped. No es sobre esta que actúa fun-
damentalmente el lavado de manos rutinario, ni es la gran responsable de colonizaciones
cruzadas dentro del hospital.
• La flora transitoria, incluye microorganismos que llegan adheridos a deshechos orgánicos, que
se depositan sobre la superficie cutaneomucosa pero no están necesariamente adaptados a
las condiciones ambientales zonales, no se unen a los receptores ni son capaces de sobrevivir
en el lugar en forma prolongada.
614 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Estos son los principales causantes de dichas infecciones intrahospitalarias y el blanco


fundamental del lavado de manos, que por el arrastre del agua y la acción del jabón reduce
eficientemente esta flora. Pero no todos los procedimientos requieren las mismas exigencias
con respecto a las técnicas de lavado. Así, para un contacto rutinario como tomar la presión,
auscultar, etc., basta con un lavado vigoroso durante 10 segundos con agua y jabón. En otros
casos deberá agregarse el uso de algún antiséptico, como ser:
• Antes de realizar procedimientos invasivos (aunque se utilicen guantes estériles)
• Antes y después del contacto con heridas quirúrgicas o traumáticas
• Antes del contacto con pacientes especialmente susceptibles (inmunodeprimidos, recién
nacidos, etc.)
• Luego de entrar en contacto con una fuente contaminada, como puede ser un paciente
infectado o sus secreciones
• Antes y después del contacto con un paciente de CTI
• Antes de cualquier procedimiento quirúrgico

Técnica del lavado de manos


1. Remoción de alhajas (anillos, pulseras, etc.)
2. Lavado vigoroso con agua y jabón durante 10 segundos y enjuagado con agua corriente.
Para un contacto rutinario basta con estos dos pasos. Tras secarse con papel, se cierra la
canilla con el mismo. Para un procedimiento invasivo o quirúrgico se agrega además:
3. Cepillado de uñas (reservorio importante de microorganismos)
4. Cepillado de piel de manos y antebrazos (se remueve así la flora transitoria y parte de la
residente)
5. Enjuague abundante con agua corriente (tener precaución con los restos de jabón, que
de quedar pueden inactivar los antisépticos).
6. Aplicación de un antiséptico (los más utilizados son alcohol al 70%, iodóforos, alcohol
iodado al 0.5% y clorohexidina al 4%)
Corresponde ahora ingresar en el estudio de las propiedades de los antisépticos y desin-
fectantes más comúnmente utilizados.

Clasificación de los desinfectantes y antisépticos


Para este ordenamiento no nos basaremos en su composición química sino en dos criterios
diferentes: el rango de actividad y efectividad sobre los microorganismos (nivel de desinfec-
tante) y su mecanismo de acción. Trataremos de jerarquizar el primer punto, ya que en la
práctica es el criterio fundamental para escoger un desinfectante.

AGENTES ANTIMICROBIANOS QUÍMICOS (DESINFECTANTES Y ANTISÉPTICOS)


Introducción
Los desinfectantes (que los separamos de los antisépticos por no utilizarse en piel y mucosas),
también se diferencian de los antibióticos (ver cuadro 1).

Nivel de los desinfectantes


Estos son clasificados en tres niveles (alto, mediano y bajo), según la intensidad de su actividad
sobre bacterias y esporos, virus (lipídicos y no lipídicos), hongos y sus esporos, etc.
a) Desinfectantes de alto nivel: se caracterizan por actuar inclusive sobre los esporos bacterianos
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 615

Tabla 1. Características diferenciales entre desinfectantes y antisépticos contra los anti-


bióticos
Antibióticos Desinfectantes y Antisépticos
1) Pueden aplicarse sobre piel, mucosa y 1) No pueden utilizarse en el medio interno y los
el medio interno desinfectantes ni siquiera sobre piel o mucosas
2) Tienden a ser selectivos para las 2) No poseen selectividad, actuando sobre células
células procariotas no actuando sobre procariotas y eucariotas, razón por la cual no
eucariotas pueden usarse sobre el medio interno.
3) Actúan sobre microorganismos en 3) Actúan sobre microorganismos en cualquier
multiplicación activa, ya que interfieren estadío metabólico (en multiplicación o no).
con algún paso metabólico.

4) Se necesitan pequeñas cantidades 4) Se necesitan mayores concentraciones que los


para obtener el efecto deseado. ATB para conseguir el efecto.
5) Actúan específicamente sobre bac- 5) Son tóxicos para muchos tipos e microorganis-
terias y no sobre hongos, virus u otros mos, por ej.: hongos, virus, etc.
microorganismos

(forma más resistentes dentro de los microorganismos), produciendo una esterilización


química si el tiempo de acción es el adecuado. Se utilizan sobre instrumentos médicos o
quirúrgicos termosensibles.
Son rápidamente efectivos sobre bacterias no esporuladas. Por lo general el número de
esporos en el material a desinfectar es insignificante, por lo que la esterilización es rápida.
Dentro de este grupo se encuentran óxido de etileno, formaldehído al 8% en alcohol al
70%, glutaraldehído al 2%, peróxido de hidrógeno. Todos estos son desinfectantes estrictos,
no pudiéndose usar como antisépticos.
b) Desinfectantes de mediano nivel: si bien no destruyen esporos, sí lo hacen con gérmenes tipo M.
tuberculosis, hongos y virus no lipídicos. Algunos agentes son compuestos clorados (hipoclorito
de sodio), compuestos iodados (iodóforos y alcohol iodado), compuestos fenólicos, alcoholes,
clorohexidina. La mayoría de estos son utilizados como desinfectantes y antisépticos.
c) Desinfectantes de bajo nivel: son aquellos que, actuando durante un tiempo razonable, no
destruyen esporos, ni Mycobacterium, ni virus no lipídicos. Se incluyen compuestos de
amonio cuaternario y compuestos mercuriales. En la práctica estos compuestos se utilizan
para la limpieza doméstica, mientras que están prácticamente en desuso en los hospitales
y laboratorios debido al empleo de tácticas más agresivas para la desinfección. Por ese
motivo, llegado el momento no se los describirá sino que simplemente serán nombrados, de
manera que el estudiante pueda tomar sus precauciones cuando se enfrente a ellos.
La selección del agente o el procedimiento a utilizar depende en gran parte de las caracte-
rísticas del objeto, y de la probabilidad que tiene este de producir una infección si es utilizado
estando contaminado. Se clasifican así en elementos crítico, semicrítico y no crítico.
El nivel y tipo de desinfección que deberá lograrse, va a depender de la categoría a la que
pertenezca el objeto, su naturaleza y su forma de uso.
Elementos críticos: son los que se introducen directamente en el cuerpo, la sangre, o
cualquier área del organismo que suele ser estéril (catéteres, agujas hipodérmicas, equipos
de hemodiálisis, etc.). Evidentemente existe un altísimo riesgo de producir una infección si
estos objetos se encuentran contaminados en el momento de su uso. El tratamiento para estos
elementos deberá ser esterilización, en lo posible por métodos térmicos, radiaciones, o de lo
contrario con un desinfectante de alto nivel, como óxido de etileno, glutaraldehído, ácido
peracético, etc., como sucede con los materiales descartables.
Elementos semicríticos: están en contacto con las mucosas intactas (que normalmente
616 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

están colonizadas por la flora normal) pero no la atraviesan. Encontramos en este grupo:
termómetros (de uso rectal y oral), fibroscopios, tubos endotraqueales, broncoscopios, etc.
También la esterilización es lo más aconsejable, pero se acepta una desinfección con agentes
de alto o mediano nivel, siempre posterior a un cuidadoso lavado con agua y detergente.
Elementos no críticos: se encuentran en contacto con la piel sana pero no con las muco-
sas. En condiciones normales poseen poca posibilidad de producir infecciones. Sin embargo,
pueden funcionar como vectores mecánicos que transfieren gérmenes de un paciente a otro,
lo que favorece la aparición de infecciones mediadas por colonización cruzada, más graves en
el caso de pacientes inmunodeprimidos. Estetoscopios, máscaras faciales y humidificadores,
entre otros, son los objetos que se agrupan aquí. Se considera suficiente el lavado con agua y
detergente, seguido de la aplicación de un desinfectante de mediano nivel.

Mecanismo de acción
La mayoría de los desinfectantes se los agrupa en tres categorías: los que lesionan la membrana
celular, los inactivadores irreversibles de proteínas y los que lesionan los ácidos nucleicos. No
obstante, algunos desinfectantes comparten más de uno de estos mecanismos.

Desinfectantes de alto nivel


Por su mecanismo de acción, todos los que veremos aquí actúan modificando en forma irre-
versible grupos funcionales de proteínas o ácidos nucleicos. Entre otros efectos, esto provoca
inhibición enzimática, lo que lleva a la muerte celular. Los agentes que predominan en este
grupo son los alquilantes (óxido de etileno, formaldehído, glutaraldehído). Estos producen
la alquilación de proteínas que contienen hidrógenos lábiles, los que se encuentran en los
grupos carboxilo, hidroxilo, sulfhidrilo, amino y fenol.

Óxido de etileno (ETO GAS)


Este gas actúa además de lo dicho, a nivel de los ácidos nucleicos, produciendo mutaciones
tanto en bacterias como en tejidos humanos. Se utiliza ampliamente para la esterilización de
instrumentos termolábiles como ser tubuladuras de polietileno (catéteres, sondas), equipos
electrónicos medicoquirúrgicos, materiales biológicos, drogas, etc.
El equipo de esterilización, si bien es similar al autoclave que funciona por gravedad, es
más complejo y de manejo dificultoso. Es necesario controlar ciertos parámetros para asegurar
un buen resultado. Estos son: a) composición del gas se debe usar mezclas con freón o CO2
(12% óxido de etileno 88% freón o CO2) ya que puro es altamente inflamable; b) grado de
humedad (entre 40% y 80%); c) temperatura (52ºC a 58ºC); d) tiempo de exposición (entre
3 y 6 hs). Cada ciclo de esterilización debe ser sometido a controles biológicos con esporos de
B. subtilis.
Principales desventajas: es altamente tóxico, mutagénico y carcinogénico para los tejidos;
irrita los ojos y las mucosas. Por lo tanto, una vez finalizado el ciclo de esterilización, el gas
debe evacuarse del equipo y eliminar por arrastre con aire filtrando los residuos que puedan
haber quedado.

Glutaraldehído
Se utiliza a temperatura ambiente en solución al 2%. Es esporicida para tiempos de acción
de 6 a 10 hs. Es el desinfectante más utilizado en la esterilización de equipos de endoscopia
y de tratamiento respiratorio, ya que no corroe metales y gomas, ni deteriora lentes. Desven-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 617

tajas: es tóxico para piel, mucosas y ojos; también desprende vapores tóxicos para el aparato
respiratorio.

Formaldehído (formol)
Se utiliza en forma gaseosa o líquida. En su estado gaseoso se usa para desinfectar ambientes,
muebles y artículos termolábiles. En estado líquido (formalina), se obtiene comercialmente en
solución al 37%, y se utiliza para conservar tejidos frescos y para inactivar virus en la prepara-
ción de vacunas, ya que interfiere poco en la actividad antigénica microbiana. Desventajas:
produce vapores altamente irritantes, tóxicos y carcinogénicos, además de tener escaso poder
de penetración. Por todo esto no se utiliza en el laboratorio como un desinfectante común.
Utilizado en concentraciones elevadas (37%) tiene acción esporicida; para la preparación
de vacunas se utiliza formalina al 0.2% o 0.4%. Además de los agentes alquilantes, dentro de
este grupo se encuentra el peróxido de hidrógeno, que es un agente oxidante.

Peróxido de hidrógeno
Además de su mecanismo de acción como agente oxidante (ver más adelante) este compuesto
produce la formación de radicales libres hidroxilos, que contribuyen a desestabilizar las molé-
culas celulares. Utilizado en solución al 3% es de escasa y breve actividad como antiséptico, ya
que es rápidamente inactivado por las enzimas catalasa, tanto de los microorganismos como
tisulares. En soluciones estabilizadas al 10% actúa como desinfectante de alto nivel. Se utiliza
sobre dispositivos medicoquirúrgicos, lentes de contacto de plástico blando, etc. Otra forma
de utilización es en combinación con ácido peracético para esterilizar maquinarias (equipos
de pasteurización). El peróxido de hidrógeno en solución al 30% y luego vaporizado, se utiliza
para esterilizar superficies como cabinas de seguridad.

DESINFECTANTES DE MEDIANO NIVEL


Se destacan los que actúan a nivel de proteínas y ácidos nucleicos (agentes oxidantes) y los
que actúan a nivel de la membrana citoplásmica; dentro de estos se encuentran compuestos
fenólicos y los alcoholes.

Agentes oxidantes
Mecanismo de acción: oxidan los grupos sulfhidrilos (SH) a disulfuro (SS), lo que inactiva
las enzimas que los poseen. Ya hablamos del peróxido de hidrógeno, aquí hablaremos de los
halógenos.

Halógenos
Dentro de estos elementos se encuentran el iodo y el cloro.

Compuestos clorados
Son los desinfectantes de mediano nivel más económicos, efectivos e inocuos para el hom-
bre.
Pueden presentarse como cloro puro, combinado con una sulfonamida (Cloramida T)
o en sus formas más utilizadas: hipoclorito de sodio (en solución acuosa) o de calcio (en
tabletas). El principio activo de todos es el mismo: la liberación de cloro molecular, que en
presencia de agua se combina con esta para formar ácido hipocloroso, el cual es un fuerte
agente oxidante a pH neutro o ácido.
618 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Cl2 + H2O --- HClO + Cl- + H-

Si bien es de mediano nivel, el hipoclorito tiene una débil acción esporicida. Además es
tuberculicida, bactericida para todas las formas vegetativas, destruye los virus envueltos (por
ejemplo VIH) e incluso algunos desnudos (VHB).
La estabilidad de estos productos depende entre otras cosas de:
• El pH: si bien actúa mejor a pH neutro o ácido, es más estable a pH 8
• La presencia de materia orgánica: es uno de los desinfectantes de mediano nivel que
se inactiva más drásticamente ante la presencia de sustancias como pus, sangre, heces,
etc.
• La exposición a la luz: las diluciones acuosas se degradan más rápidamente que las
soluciones concentradas. Por lo tanto, para conservar productos clorados, es necesario
mantenerlos en recipientes opacos, sin materia orgánica, lo más puro posible y a pH 8.
Aun con todas estas precauciones, los productos así preparados deben renovarse al menos
una vez al mes.
La concentración de cloro activo se mide en partes por millón (PPM) o gramos por
litro (g/l), de modo que 1000 PPM=1 g/l, o lo que es lo mismo 1PPM = 1 mg/l. Las formas
comerciales más comunes tienen concentraciones de 40.000 PPM (Agua Jane, Sello Rojo,
etc.) o 5.000 PPM (Electrón). Según la cantidad de cloro activo y el uso que le vamos a dar,
es la dilución que debemos hacer:
• Chatas, violines o heridas muy sucias 5.000 PPM
• Bocales con pipetas contaminadas 2.500 PPM
• Mamaderas o heridas en general 1.000 PPM
• Frutas, verduras, vajilla, ropa blanca 250 PPM
• Potabilización del agua 2 PPM
Para hacer la dilución de una solución concentrada de hipoclorito de sodio utilizamos la
ecuación V1 . C1 = V2 . C2
Ejemplo: se necesita preparar 1 l de solución de hipoclorito de sodio que contenga 2.500
PPM de cloro activo para preparar un bocal.
C1= 40.000 PPM
V1= x
C2= 2.500 PPM
V2= 1.000 ml
Entonces tenemos: 50.000 PPM . V1 = 2.500 PPM . 1.000 ml
Despejando: V1 = 2.500 PPM . 1.000 ml / 50.000 PPM= 50 ml. Se deben tomar 50 ml
de solución concentrada y agregarle agua hasta completar 1 lt.
Algunas equivalencias útiles son:
• 1 cucharada de sopa = 25 ml
• 1 cucharadita de te = 5 ml
• 1 gota = 0.05 ml
Precauciones: las diluciones en agua tibia actúan más rápida e intensamente que en agua
fría, pero se degradan pronto. No es recomendable combinar estas soluciones con detergentes,
los cuales pueden inactivarlas (sobre todo los catiónicos). No obstante, es aconsejable limpiar
previamente con un detergente las superficies a desinfectar, para eliminar restos orgánicos.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 619

Compuestos de iodo
En medicina se los utiliza en soluciones, tinturas o iodóforos, como desinfectantes pero sobre
todo como antisépticos.
Usos: preparación preoperatoria, antisepsia quirúrgica de manos, así como también de piel
previo a inyecciones, parto, transfusiones, extracción de sangre, etc. Como desinfectante se
utiliza sobre termómetros clínicos, ampollas de dosis múltiples, sobre superficies, etc.
Tanto las tinturas (2% de iodo + 2.4% de ioduro de sodio en solución acuosa y alcohol),
como las soluciones fuertes (5% de iodo + 10% de ioduro de potasio en solución alcohóli-
ca), son inestables en presencia de materia orgánica y calor, manchan la ropa, tiñen piel y
mucosas, desencadenan reacciones alérgicas y tienen mal olor; además su uso prolongado
corroe metales y altera plásticos. Por todo esto se prefiere la utilización de iodóforos que son
menos tóxicos e irritantes.
Iodóforos: esta forma de desinfectantes está constituida funcionalmente por tres compo-
nentes, un transportador o portador de iodo, el iodo disponible y el iodo libre.
Transportador (carrier): es un solubilizante que actúa como reservorio de iodo. Gene-
ralmente se utilizan para esto detergentes, de modo de limpiar la piel a la vez de liberar el
halógeno. También se utilizan otro tipo de agentes activos de superficie, como compuestos
de amonio cuaternarios, polyvinylpyrrolidona (povidona), etc.
Iodo disponible: es el iodo en solución, generalmente al 1%. Conforma el reservorio de
complejos de iodo, el que liberado en pequeñas cantidades asegura una concentración cons-
tante de iodo libre. No es el iodo que actúa en la destrucción de los microorganismos.
Iodo libre: es el activo, el de acción microbicida, se cuantifica en PPM y es el que le da
el nivel de potencia a este desinfectante. Así, los iodóforos son capaces de destruir bacterias
(incluída M. tuberculosis), hongos y virus desnudos, no así los no lipídicos (Polio y Rotavirus).
Si bien tienen cierta actividad esporicida, el tiempo de exposición debe ser demasiado largo
para darle esta utilidad.
Ventajas (sobre otros compuestos iodados): mayor poder de penetración, mayor tiempo
de acción, menor producción de reacciones adversas debido a la baja concentración de iodo
disponible (1%).
Precauciones: dado que el iodo libre es muy difícil de medir, cuando sea necesario preparar
un iodóforo a partir de un compuesto concentrado, se deberá seguir las instrucciones del fa-
bricante estrictamente, ya que si producimos diluciones mayores o menores a las estipuladas,
estaremos disminuyendo la cantidad de iodo libre.
Alcohol iodado (iodo al 0.5% en alcohol etílico al 70%): posee un buen nivel antiséptico,
se utiliza para preparación quirúrgica de piel, sitios de punción, desinfección de superficies.
Reduce efectivamente la flora cutánea en un minuto.

Agentes que lesionan la membrana citoplasmática


Hablaremos aquí de los compuestos fenólicos y los alcoholes, que se integran a los desinfec-
tantes de mediano nivel.
Mecanismo de acción: a nivel general, estos compuestos producen un desordenamiento
estructural de la membrana citoplásmica, que interfiere con su funcionamiento normal. Esto
provoca la pérdida de pequeños metabolitos del medio intracelular y dificulta tanto el trans-
porte activo como el metabolismo energético.

Compuestos fenólicos
Agregan a la acción ya descrita, la activación en forma irreversible de las oxidasas y deshidro-
620 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

genasas que se encuentran unidas a la membrana. El fenol (ácido carbólico) como tal, ya no
es utilizado más que como patrón para comparar otros desinfectantes. Esto es debido a su alta
toxicidad, carcinogenicidad y su poder corrosivo. La sustitución de uno de los hidrógenos del
núcleo fenólico por grupos funcionales tales como alquilo, difenilo, fenil y cloro, disminuye
notablemente los efectos adversos y aumenta la actividad antibacteriana de estos compuestos.
La unión de estos fenoles modificados a jabones aumenta aún más su acción, a la vez que los
hidrosolubiliza. Dentro de las sustituciones más utilizadas se encuentran los alquilo fenoles
(cresoles) y los compuestos difenílicos (hexaclorofenol).
Los compuestos fenólicos utilizados en las concentraciones adecuadas y con el tiempo
suficiente son bactericidas, virucidas y fungicidas. El VIH es inactivado por una solución
fenólica al 0.5%, mientras que se necesita una solución al 2% para inactivar hongos. Por lo
general la concentración utilizada oscila entre 2% y 5%.

Cresoles
Se los divide en tres grupos: orto, meta y paracresol, aunque suele utilizarse una mezcla de los
tres denominada tricresol. Son derivados de la destilación del alquitrán de hulla, son mezclados
con jabón y se comercializan por ejemplo como Creolina. Esta se utiliza para desinfección
ambiental (paredes, pisos, etc.).

Hexaclorofenol
Es un derivado halogenado con gran acción bactericida, fundamentalmente sobre bacterias
grampositivas, sobre todo estreptococos y estafilococos. Posee acción persistente, hasta el punto
que su máxima acción bactericida se manifiesta luego de varios días de uso consecutivo.

Alcoholes (alcohol etílico)


Se utilizan como desinfectantes y como antisépticos.
Mecanismo de acción: producen precipitación y desnaturalización de proteínas, también
lesionan la membrana citoplásmica. La precipitación y desnaturalización de proteínas depende
de la presencia de agua y materia orgánica. El alcohol etílico rectificado (95%) provoca gran
deshidratación en los microorganismos, de manera que impide su penetración en los mismos.
Por lo tanto, las concentraciones más efectivas son las que oscilan entre el 60% y 80% en agua
destilada, siendo la preparación más efectiva al 70%. Concentraciones por debajo del 50% no
causan ningún efecto. La materia orgánica inactiva los alcoholes, por lo que se recomienda
limpiar la superficie antes de desinfectar con alcohol.
Las lesiones en la membrana citoplásmica se deben a que el alcohol penetra en la región
hidrocarbonada, desorganizando la estructura lipídica. El alcohol 70% es rápidamente bacte-
ricida sobre las formas vegetativas bacterianas tanto grampositivas como gramnegativas, es tu-
berculicida, fungicida y viricida, incluyendo a CMV, VIH, y VHB. No actúa sobre esporos.
Principales características: no tiene buena penetración sobre materia orgánica, no esteriliza
sino que desinfecta, se utiliza fundamentalmente para desinfectar materiales semicríticos y
no críticos (termómetros clínicos, pinzas, limpieza de mesadas, etc.) y antisepsia de piel. A
nivel de piel se utiliza para antisepsia de manos, previo a inyecciones, punciones venosas,
etc. Los alcoholes se evaporan rápidamente, sin dejar residuos sobre las superficies tratadas.
Esto es ventajoso cuando se aplica sobre la piel, ya que no mancha ni deja mal olor, pero es
inconveniente cuando se aplica a objetos inanimados, ya que no se consiguen largos períodos
de contacto entre el desinfectante y el objeto. Para esto deben ponerse los objetos en inmersión
en un recipiente tapado.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 621

Para preparar las diluciones (por ejemplo de alcohol 70%) a partir de alcohol rectificado
(95%), podemos utilizar la fórmula: C1 . V1 = C2 . V2, de igual manera que para el hipo-
clorito de sodio. Así, para preparar 100 ml de alcohol 70% tenemos:
95% . V1 = 70% . 100 ml
Despejando V1 tenemos: V1 = 70% . 100 ml / 95% = 73.6 ml
A esta cantidad se le agrega agua destilada hasta completar los 100 ml.

Clorohexidina
Se encuentra dentro de los antisépticos más utilizados a nivel hospitalario. Se trata de un
compuesto fuertemente básico, que en este estado es insoluble en agua y poco soluble en la
mayoría de los solventes orgánicos. Para solubilizarla se preparan distintas sales (la más utili-
zada es el gluconato), donde se obtiene una concentración de clorohexidina de hasta el 20%.
Las preparaciones más utilizadas contienen entre 0.5% y 4% de producto. Su pH óptimo de
acción se encuentra entre 5.5 y 7. A pH 5 y 6 actúa fundamentalmente sobre gramnegativos,
mientras que a pH mayores actúa también sobre grampositivos.
Como el estudiante recordará, la flora normal de la piel está constituída fundamentalmente
por microorganismos grampositivos, por lo tanto a pH neutro la clorohexidina se transforma
en un excelente antiséptico cutáneo. Su espectro es bastante amplio, abarcando bacterias
grampositivas y gramnegativas, hongos y levaduras. Es bacteriostático (detiene el crecimiento
pero no mata) para M. tuberculosis, mas no tiene actividad sobre esporos.
Mecanismo de acción: su acción se debería a su unión a grupos negativamente cargados
de las moléculas celulares. Esto produciría precipitación de proteínas y ácidos nucleicos, in-
activación enzimática y pérdida irreversible del contenido citoplásmico. La clorohexidina no
presenta absorción cutánea significativa, por lo que prácticamente no tiene efectos adversos
por esta vía. Ocasionalmente produce sensibilización cutánea a nivel genital, las soluciones
concentradas pueden producir hematurias cuando son utilizadas para lavado vesical; también
puede producir ototoxicidad y causar irritación de las conjuntivas y otros tejidos sensibles.
Principales características:
• Actúa en forma más lenta que los alcoholes pero su efecto persiste más tiempo
• Tiene efecto acumulativo
• Buena acción sobre bacterias grampositivas, gramnegativas y virus
• Baja toxicidad e irritabilidad
• Sus diluciones mantienen más que los iodóforos la actividad bactericida
• Al 4% es ideal para el lavado quirúrgico de manos y preparación prequirúrgica de piel
Esto último se debe a las siguientes propiesdades:
• Actúa rápidamente, reduciendo la flora transitoria en un 99% en 15 segundos y la residente
en un 99.9% en 30 segundos (se recomiendan lavados de 2 minutos)
• Si bien tiene efecto inmediato con una sola aplicación, presenta efecto acumulativo con el
uso regular, de manera que va aumentando su acción bactericida de un lavado de manos
a otro
• Tiene acción persistente: tanto las manos del cirujano como la piel que circunda la cisura
deben mantenerse libres de gérmenes durante la intervención. El sobrecrecimiento de la
flora normal en ambas partes es un hecho frecuente, por su gran afinidad por la piel (a la
cual se adhiere), la clorohexidina evita esto, manteniendo por varias horas su acción.
Las preparaciones más utilizadas son las siguientes.
Jabón quirúrgico: constituído por gluconato de clorohexidina al 4%, se utiliza en lavado
622 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

quirúrgico de manos, preparación quirúrgica de piel, antisepsia general de piel, lavado y


antisepsia de heridas, preparación de piel para procedimientos invasivos, etc.
Solución alcohólica: constituída por gluconato de clorohexidina al 0.5% en alcohol etílico
al 70%, se utiliza en antisepsia general de piel, preparación de piel para procedimientos
invasivos, etc.

DESINFECTANTES DE BAJO NIVEL


Se encuentran aquí los compuestos de amonio cuaternarios y los compuestos mercuriales.
Este tipo de agentes no deben usarse como antisépticos, ni para desinfectar elementos
semicríticos; tampoco deben utilizarse dentro de recipientes (vocales) para desinfectar por
inmersión, puesto que muchos microorganismos (por ejemplo Pseudomonas spp.) son capaces
de multiplicarse en estas condiciones; han habido incluso epidemias intrahospitalarias a partir
del mal manejo de estos desinfectantes.

Compuestos de amonio cuaternario (cloruro de benzalconio, Rocal, Zephiran,


Tritón k12, etc.)
Son agentes catiónicos y actúan a nivel de la membrana celular (agentes activos de superficie).
Las principales aplicaciones se dan para la desinfección de ítems no críticos y desinfección
ambiental doméstica.

Compuestos mercuriales (Mertiolate, Mercuriocromo, Metafen, etc.)


Son bacteriostáticos, necesitando grandes concentraciones para alcanzar efectos bacterici-
das.
Inhiben la actividad enzimática por unión del mercurio con los grupos sulfhidrilo de las
mismas. Estas sustancias están fuera de uso debido a:
• Aumento por parte de los microorganismos de la resistencia al mercurio
• Poseen efectos tóxicos sobre tejidos y corrosivos sobre metales
• Son poco activos al pH de los líquidos corporales
• Se inactivan drásticamente con la presencia de materia orgánica

Técnicas de esterilización
Para esto contamos con procedimientos físicos y químicos. Estos últimos ya han sido vistos
al considerar los desinfectantes de alto nivel. Los procedimientos físicos se dividen en ener-
géticos y mecánicos. Dentro de los primeros se encuentran el calor y las radiaciones; dentro
de los segundos, la filtración.

Destrucción de microorganismos mediante calor


La energía térmica es la forma más efectiva de esterilización. Esta puede utilizarse como calor
húmedo o seco (ver cuadro 2).

Calor húmedo
Mecanismo de acción: al igual que los procesos de desinfección, la esterilización térmica
destruye a los microorganismos en forma gradual; es por esto que no hay un único mecanismo
de acción, sino más bien la suma de distintos eventos complejos que se van sucediendo a
medida que aumenta la temperatura. Así, aunque el efecto final de la esterilización por calor
húmedo a 121ºC es la desnaturalización y coagulación de las proteínas, son importantes otros
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 623

mecanismos de destrucción que justifican la utilización de calor húmedo a temperaturas


inferiores, como veremos más adelante.
El primer efecto letal sería la producción de rupturas de cadena única en el ADN que
provocarían la muerte celular por activación o liberación de enzimas con actividad de en-
donucleasas. El punto crítico aquí, para la supervivencia de la célula sería su capacidad para
reparar la lesión, función que depende del estado genético y fisiológico de la bacteria. A
medida que aumenta la temperatura se agregaría la pérdida de la integridad funcional de
la membrana citoplásmica, lo que produciría interferencias en el intercambio con el medio
externo, los procesos respiratorios y la síntesis proteica. Por último, las temperaturas más
elevadas activarían ribonucleasas, que degradando el ARNr producen la pérdida de viabilidad
de las células expuestas.
Las temperaturas a las cuales puede usarse el calor húmedo son:
• Por debajo de 100ºC Pasteurización

Tabla 2. Principales características de los métodos de esterilización por autoclavado y


Poupinell

Autoclave Poupinell
Temp. requerida 121ºC 160ºC
Tiempo 15-20 min 2 hs.
Mec. de acción Coagulación y desnaturalización de Desnat. proteica, lesiones por oxi-
proteínas. dación y toxicidad por producir
aumento de electrolitos.
Modo de acción Por difusión de vapor de agua. Calentamiento por contigüidad.
Materiales Vidrios, medios de cultivo, gomas, Vidrios, instrumentos metálicos,
esterilizables telas, algodón, guantes, algunos polvos, aceites y vaselinas, etc.
plásticos, etc.
Materiales no Medios con ciertos ATBs, azúcares Gomas; plásticos; instrumentos
esterilizables o proteínas; polvos; vaselinas y termosensibles; medios con ATB,
aceites; metales oxidables; instru- azúcares y proteínas; guantes;
mentos médicos termosensibles algodón; papeles.
como broncoscopio, etc.

Figura 4. Autoclave
624 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

• A 100ºC Ebullición y tindalización


• Por encima de 100ºC Autoclavado
Pasteurización: se utiliza para la destrucción de gérmenes patógenos con resistencia
térmica similar o inferior a M. tuberculosis, Brucella y Salmonella. Este no es un método de
esterilización sino de desinfección, donde no se destruyen ni esporos ni virus no lipídicos
(como el VHA). Existen dos métodos de pasteurización: o se calienta a 65ºC durante 30
minutos o a 72ºC durante 15 segundos. Luego ambas se enfrían rápidamente a 10ºC. Esta
técnica se utiliza fundamentalmente en la descontaminación de la leche.
Ebullición: consiste en mantener un objeto o sustancia en un baño a 100ºC durante 30
minutos. Aplicado así destruye la mayoría de las formas vegetativas bacterianas, hongos y
virus lipídicos (Herpesvirus y VIH). En cambio no es efectivo para la destrucción de esporos
y virus no envueltos. La repetición de este proceso durante tres días consecutivos, constituye
la tindalización. Su fundamento teórico está dado por la destrucción de las formas vegetetivas
durante los períodos de ebullición, permitiendo que los esporos germinen durante el reposo
volviéndose susceptibles al próximo calentamiento. Tampoco aquí se esteriliza.
Autoclavado: utiliza vapor de agua a 121ºC durante 15 o 20 minutos. Esta temperatura
se logra si se obtiene una presión de una atmósfera relativa (dos atmósferas absolutas), ya
que el aumento de la presión provoca aumentos proporcionales en el punto de ebullición del
agua. Es el mecanismo de destrucción microbiana más efectivo, y bien utilizado asegura la
esterilización. El equipo que se utiliza es el autoclave, del cual existen distintos tipos, como
ser: vertical de manejo manual, que opera por gravedad, de esterilización rápida.
Autoclave vertical de manejo manual (figura 4): consta de dos recipientes cilíndricos,
uno externo con tapa de cierre hermético que se asegura por múltiples tornillos, y uno interno
donde se pone el material a esterilizar. El recipiente externo contiene además una válvula de
seguridad, un manómetro o termómetro y una llave de salida o escape. La fuente de calor puede
venir incluída en el equipo, como una resistencia eléctrica o se le suministra aparte, desde abajo,
generalmente mediante gas. Dentro del recipiente externo se coloca agua destilada, la cual al
llegar al punto de ebullición producirá el vapor que al entrar en contacto con los microorganis-
mos, actuará como agente esterilizante. Los materiales se cargan dentro del recipiente interno,
que al no tener tapa, permite una fluída entrada de vapor, pero evita el contacto de estos con el
agua. El aire es mal conductor del calor, lo que impide llegar a las temperaturas necesarias, por
lo que una vez cargado y cerrado el autoclave debe purgarse. Esto se consigue dejando la llave
de escape abierta hasta que el vapor, por arrastre, elimine el aire contenido en el equipo. Se
cierra la llave, se deja que la presión llegue a una atmósfera relativa (15 lbs.) y luego se cuenta
el tiempo. Terminado el ciclo, se apaga la fuente de calor y se deja descender la temperatura. No
debe abrirse la tapa hasta que la presión del sistema se iguale a la atmosférica. Tampoco se debe
provocar una liberación brusca del vapor (abriendo la llave de escape), ya que si hay líquidos
dentro del autoclave, alcanzarán rápidamente el estado de ebullición y se derramarán, debido
a que disminuye la presión pero no la temperatura. Existen también otros tipos de autoclaves,
denominados equipos de esterilizacion rápida, que son automáticos y consiguen un ciclo de
esterilización en 20 minutos. Estos poseen una bomba de vacío que extrae rápidamente el
aire del equipo reduciendo la presión. Cuando esta llega a 15 o 20 mmHg, se libera el vapor,
que en estas condiciones se distribuye en forma homogénea por todo el espacio en breves
minutos. En estos autoclaves, se puede reducir el tiempo de esterilización a tres minutos, ya
que se puede llevar la presión a 3 atmósferas absolutas (134ºC). La descompresión se logra per-
mitiendo el ingreso de aire filtrado y precalentado. Algunos equipos permiten además el secado
final mediante vacío y reentrada de aire caliente.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 625

Mediante el autoclavado se pueden esterilizar una gran variedad de objetos y líquidos,


siempre que no contengan antibióticos que pueden perder actividad, proteínas que coagulen,
azúcares que se caramelicen, etc. Así se esterilizan guantes, telas, algodón, papel, líquidos,
filtros, algunos plásticos y gomas. Los líquidos a esterilizar deben estar fraccionados en frascos
cerrados pero con la tapa de rosca floja, de modo que pueda salir el aire y entrar el vapor.
Aquellos materiales que no se encuentren dentro de algún recipiente que los proteja de la
recontaminación al sacarlos del autoclave, deberán ser envueltos con una doble capa de papel,
de manera de formar pequeños paquetes; entre estos objetos se encuentran guantes, ropa,
placas de Petri, pipetas, tubos de ensayo, etc. Se debe de tener cuidado de no sobrecargar el
autoclave, de manera tal que los paquetes y frascos impidan el flujo libre del vapor. No se deben
esterilizar por este método equipos que resulten corroídos por el agua, como instrumentos
metálicos. Tampoco polvos o aceites, ya que son impermeables al vapor.

Calor seco
Mecanismo de acción: es diferente al del calor húmedo. El calor seco (o desecación en ge-
neral) provoca desnaturalización de proteínas, lesiones por oxidación y efectos tóxicos por
niveles elevados de electrolitos. La acción letal es el resultado del calor trasmitido desde el
material con el cual los microorganismos están en contacto, y no desde el aire caliente que
los rodea.
Existen tres formas principales de esterilización por calor seco: flambeado, incineración y
mediante la utilización del horno Pasteur. Hablaremos solamente de esta última.
Se necesita alcanzar mayor tiempo y temperatura que en el autoclave, debiéndose man-
tener un objeto a 160ºC durante 2 hs. El motivo de estos incrementos estaría dado porque la
ausencia de agua disminuiría el número de grupos polares de las cadenas peptídicas, lo que
daría mayor estabilidad a las moléculas bacterianas, por lo que se requeriría mayor energía
para abrirlas.

Horno Pasteur o Poupinell


Consiste en un recinto metálico de doble pared con aislante entre ambas (para evitar la pérdida
de calor) y una puerta. La fuente de calor suele ser eléctrica y está incorporada.
Posee un ventilador que facilita la circulación del aire caliente, para homogeneizar la
temperatura. Un termómetro (con alcance mínimo de 200ºC) visible desde afuera, registra
la temperatura del interior del recinto. Por calor seco se pueden esterilizar materiales de
inyectables, vidrios, instrumentos quirúrgicos y objetos metálicos, así como aceites, vaselinas
y polvos, que como ya se ha dicho son impermeables al vapor.
Precauciones: colocar paquetes pequeños y espaciados, para no interferir con la difusión
del calor. La recarga del horno debe hacerse cuando este se encuentre frío, de lo contrario
su interior alcanzará la temperatura antes que el material a esterilizar, por lo que se medirá
mal el tiempo.
Controles de esterilización: existen tres tipos, físicos, químicos y biológicos. Los controles
físicos están relacionados al operario que realiza el procedimiento y la vigilancia de ciertos
parámetros como presión, tiempo, temperatura, etc. Los controles químicos consisten en
tiras de papel con una sustancia que cambia de color al ser expuesta a la temperatura co-
rrespondiente. La ventaja de este método es la rapidez con que se sabe el resultado, ya que
es inmediato. La gran desventaja es que dice poco sobre el tiempo de exposición, por lo que
no asegura un procedimiento correcto. Estos controles deben utilizarse en todos los ciclos de
esterilización. Los controles biológicos consisten en exponer esporos bacterianos al ciclo de
626 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 5. Trayectoria ondulante de un fotón. Lo comprendido dentro de la llave, corresponde


a su longitud de onda

esterilización y luego verificar su viabilidad. Son los más seguros. Dentro de una ampolla se
encuentra un medio de cultivo apropiado para el desarrollo de las bacterias en estudio. Por
fuera de esta, un tubo plástico, contiene una cinta de papel marcador de pH, impregnado
con esporos de bacterias capaces de resistir temperaturas cercanas a los procesos realizados.
Se utilizan esporos de Bacillus estearothermophilus en el autoclave y de B. subtilis en la pou-
pinell. Este sistema se coloca dentro del paquete menos accesible, ya sea para el calor o el
vapor. Finalizado el ciclo de esterilización, se rompe la ampolla (por presión manual sobre el
tubo), esto pone en contacto el medio con los esporos y se incuba en un baño (a 60ºC para
Bacillus estearothermophilus y a 37ºC para B. subtilis) durante más de 48 hs. Si existen micro-
organismos viables, su metabolismo provocará un cambio de pH que hará virar el color del
marcador, revelando el fallo del procedimiento, por lo que deberá volverse a esterilizar todo.
Este tipo de controles debe realizarse periódicamente, o cuando se dude de la efectividad
del procedimiento.

Esterilización por radiaciones


Con este fin pueden utilizarse tanto las radiaciones ultravioletas (UV) como las ionizantes
y rayos infrarrojos. Como el estudiante recordará, con respecto a la naturaleza de la luz se
acepta una combinación entre la teoría cuántica y la electromagnética. Es decir, que existe
una partícula indivisible (denominada cuanto) constituída por un fotón que se desplaza a
través del espacio describiendo una trayectoria ondulatoria (figura 5).
La energía de un fotón es inversamente proporcional a la longitud de onda de la radiación,
sabiendo que longitud de onda es la distancia que existe entre dos puntos correspondientes
de la trayectoria ondulante. Parte de esta energía es absorbida por los sistemas biológicos
cuando estos son expuestos a las radiaciones. La fracción de energía absorbida es directa-
mente proporcional a la intensidad de la radiación, al tiempo de exposición a la misma y a
un coeficiente de absorción que es característico de cada material.
Veremos que sucede a nivel molecular cuando las radiaciones interactúan con la mate-
ria.
Cuando la radiación incidente tiene energía suficiente puede elevar el nivel energético
de los electrones, hasta el punto de arrancarlos de su orbital (produciéndose ionizaciones).
Si la energía es menor, los electrones aumentan su nivel de energía pero solo temporalmente,
volviendo a su estado inicial luego de un período de tiempo. Este estado elevado de energía
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 627

se denomina estado excitado. La molécula excitada podrá transferir ese exceso de energía a
otras, en forma de energía vibratoria (produciéndose calor); o disiparla en forma de radiación
electromagnética. Debido a la relativamente baja cantidad de energía que son capaces de
transmitir los rayos UV, solo afectan a los electrones de los átomos periféricos de las moléculas,
produciéndose solo estados de excitación. Las radiaciones ionizantes son las que pueden extraer
electrones de sus orbitales. Los rayos infrarrojos solo pueden provocar energía vibratoria, por
lo que solo generan calor. Hablaremos a continuación solamente de las radiaciones UV, ya
que son las más utilizadas en nuestros laboratorios. No obstante, el estudiante debe saber
que las radiaciones ionizantes son cada vez más utilizadas en los laboratorios como técnicas
de esterilización de rutina, ya que los adelantos tecnológicos han simplificado estos equipos
y su manipulación. Se utilizan para la esterilización de materiales descartables como jeringas,
agujas, materiales para vías, etc.

Radiaciones UV
Mecanismo de acción: el principal mecanismo del efecto letal de la luz UV sobre las bac-
terias, se atribuye a su absorción por el ADN y el resultante daño de este. Así, provocan la
formación de uniones covalentes entre los residuos de pirimidina adyacentes pertenecientes
a la misma cadena, lo que provoca la formación de dímeros de pirimidina de tipo ciclobutano
(figura 6).
Esto produce distorsiones en la forma del ADN e interfiere en el apareamiento normal
de las bases. El resultado final es la inhibición de la síntesis de ADN y secundario a esto,
inhibición del crecimiento y la respiración.
Aplicaciones: estas radiaciones pueden producirse artificialmente con lámparas de vapor
de mercurio. Son igualmente efectivas para grampositivos y gramnegativos. Su principal uso
es para esterilizar el aire y superficies, ya que no penetran en sólidos y lo hacen pobremente
en líquidos.

Esterilización por métodos mecánicos: filtración


Es el método usado en el laboratorio para esterilizar líquidos termolábiles. Existen distintos
tipos de filtros: de asbesto-celulosa, de vidrio, de cerámica y de ésteres de celulosa o mem-
branas. Las membranas están compuestas por ésteres de celulosa biológicamente inertes. Los
poros varían desde 0.025 µm a 25 µm de diámetro, siendo los de 0.22 µm los más utilizados
ya que son lo suficientemente pequeños para detener a todas las bacterias. Con este método
se esterilizan azúcares, urea, sueros, antibióticos, etc. Los filtros de membrana también se
utilizan en microbiología para otros propósitos. Dado que son inertes, proporcionan un buen
medio para recoger microorganismos, por ejemplo para cultivar bacterias que se encuentran
en bajas concentraciones en un gran volumen de líquido. El mecanismo de acción es bastante
simple: detienen todas las partículas que posean un tamaño mayor que los poros. En realidad
los poros quedan formados por los espacios que resultan de la superposisión de las fibras de
las distintas capas que forman la membrana. Así, algunas partículas de menor tamaño son
retenidas por otros mecanismos como las fuerzas de Van der Waals o por suma de partículas
retenidas previamente, por lo cual el tamaño del poro es un valor virtual definido por el
tamaño de la partícula retenida, más que por un diámetro real y medible.
628 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 6. Estructura de dos moléculas de pirimidina (timina-timina) adyacentes de la misma


cadena. A. Organización normal; B. organización luego de exposición a rayos UV donde se
puede ver el ciclo butano que se forma entre los carbonos 5 y 6 de ambas moléculas.

Algunas recomendaciones al final del capítulo


• El mecanismo de esterilización más efectivo es el autoclavado; siempre que sea posible,
este debe ser el procedimiento a elegir.
• La etapa de purgado debe hacerse a temperaturas moderadas, ya que a altas temperaturas
el vapor comienza a salir sin arrastrar al aire, lo que nos lleva a cerrar la llave de escape
antes de tiempo.
• Los materiales que vienen esterilizados de origen y que son de un único uso nunca deberán
ser reesterilizados ni reusados.
• En caso de tener que manejar material contaminado como ser instrumental y ropa luego
de un acto quirúrgico, este debe ser manejado con guantes y pasado por un proceso de
autoclavado previo a la limpieza de restos orgánicos (con el fin de eliminar todos los
microorganismos, salvo los que puedan estar protegidos por elementos como sangre,
secreciones, restos necróticos, etc.); luego sí, esterilizarlos definitivamente.

Ciclo decontaminación–limpieza-esterilización
• Cuando se use un antiséptico deberán tenerse algunas precauciones:
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 629

– lavar la región previamente para eliminar restos orgánicos;


– retirar con abundante agua cualquier residuo de jabón;
– secar la superficie, ya que se pueden provocar diluciones excesivas del producto (fun-
damentalmente en el caso de los iodóforos y alcoholes), disminuyendo su actividad;
– dejarlo actuar un tiempo apropiado, se recomiendan dos minutos antes de realizar
cualquier procedimiento.
• Con respecto al uso de jabones: estos deberán quedar en lugares secos, ya que de estar
sumergidos en agua, pueden transformarse en un reservorio de gérmenes (sobre todo
gramnegativos). Las jaboneras deberán lavarse con frecuencia y los recipientes para jabón
líquido deberán removerse aproximadamente cada 15 días, tirando el contenido que les
quede, limpiándolos y agregándoles soluciones nuevas.
• Por último pero no menos importante, la salud de los pacientes y del personal en cualquier
servicio médico dependerá en gran parte de la medida en que todos los integrantes del
grupo de salud, incluyendo los estudiantes, trabajen siempre medularmente con el criterio
de asepsia.

Bibliografía
• Martin MA, Wenzel RP. Esterilización, desinfección y eliminación de deshechos infecciosos. En: Mandell,
Bennett, Dolin, Mandell, Douglas y Bennett. Enfermedades Infecciosas. Principios y prácticas. 4ta ed. Ed.
Panamericana. 1995;2892-2900.
• Hernández L, Malagón G, Silva J. Antisepsia. En: Malagón, Hernández. Infecciones hospitalarias. Ed.
Panamericana. 1995;185-227.
• Hernández L, Silva J. Desinfección. En: Malagón, Hernández. Infecciones hospitalarias. Ed. Panamericana;
1995;231-335.
• Arroyane ML. Esterilización. En: Malagón, Hernández. Infecciones hospitalarias. Ed. Panamericana. 1995;
339-348.
• McDonnell G, Denver A. Antiseptics and desinfectants: activity, action and resistance. Clinical Microbiology
Reviews. 1999;12:1;147-179.
• Rutala WA. Selection and use of desinfectants in healthcare. En: Hospital Epidemiology and Infection
Control. 2da ed. Lippincott Williams and Wilkins.1998;1161-1188.
• Keene JH. Sterilization and pasteurization. En: Hospital Epidemiology and Infection Control. 2da ed. Lip-
pincott Williams and Wilkins. 1998;1161-1188.
630 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 631
Página 631

34 Principales grupos
de antibióticos
V. Seija, R. Vignoli

Introducción

Dos descubrimientos importantes señalaron el comienzo de una nueva era en la quimioterapia


y revolucionaron el tratamiento de las enfermedades infecciosas. El primero fue el descubri-
miento en 1935 de los efectos curativos del colorante rojo de Prontosil en las infecciones por
estreptococos. Este fue el precursor de las sulfonamidas. El segundo descubrimiento fue el
que dio inicio a la edad de oro de la antibioticoterapia, nos referimos al descubrimiento de la
penicilina y su posterior desarrollo. Esta fue descubierta por Fleming en 1929 y en 1940 Florey,
Chain y colaboradores demostraron y publicaron un informe acerca de su enorme potencia y la
posibilidad de su extracción de los sobrenadantes del cultivo del hongo Penicilium notatum.
El conocimiento actual sobre los mecanismos de duplicación de la bacteria y sobre los
mecanismos de resistencia, hace esperar que cada vez más los nuevos antimicrobianos sean
sustancias puramente sintéticas con gran especificidad por un sitio de acción previamente
elegido y con una adecuada resistencia a la inactivación por los mecanismos de resistencia
antibiótica.
Este capítulo se concentrará en algunas generalidades de los antibióticos y luego en las
principales características de los grupos de antibióticos más utilizados en la práctica clínica.
No es nuestro objetivo sustituir los textos de farmacología, complemento imprescindible para
el conocimiento del tema antibióticos.

Definiciones
Antimicrobiano: molécula natural (producida por un organismo vivo, hongo o bacteria),
sintética o semisintética, capaz de inducir la muerte o la detención del crecimiento de bac-
terias, virus u hongos. Hoy en día no se utilizan moléculas de origen natural, por lo cual no
se establece más la diferenciación con quimioterápicos, término usado para referirse a las
moléculas de origen sintético y sus derivados. Utilizaremos el término antibiótico para refe-
rirnos al subgrupo de antimicrobianos con actividad antibacteriana.
Los antibióticos constituyen un grupo heterogéneo de sustancias con diferente compor-
tamiento farmacocinético y farmacodinámico, ejercen una acción especifica sobre alguna
estructura o función del microorganismo, tienen elevada potencia biológica actuando a bajas
concentraciones y la toxicidad es selectiva, con una mínima toxicidad para las células de
nuestro organismo. El objetivo de la antibioticoterapia es controlar y disminuir el número
632 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

de microorganismos viables, de modo que el sistema inmunológico sea capaz de eliminar


la totalidad de los mismos. De acuerdo a la interacción germen-antibiótico, estos fármacos
pueden dividirse en: a) bactericidas: su acción es letal, llevando a la lisis bacteriana; b) bac-
teriostáticos: a las concentraciones que alcanzan en el suero o tejidos impiden el desarrollo
y multiplicación bacteriana pero sin llegar a destruir las células. De hecho, cuando se retira
el antibiótico, el microorganismo se puede multiplicar de nuevo.

Clasificación según el espectro de acción


Amplio: aquellos antibióticos que son activos sobre un amplio número de especies y géneros
diferentes.
Reducido: antibióticos solo activos sobre un grupo reducido de especies.

Clasificación según el mecanismo de acción


Es el mecanismo por el cual un antibiótico es capaz de inhibir el crecimiento o destruir una
célula bacteriana (ver figura 1). Se dividen en inhibidores de la formación de la pared bacte-
riana, inhibidores de la síntesis proteica, inhibidores de la duplicación del ADN, inhibidores
de la membrana citoplasmática, inhibidores de vías metabólicas.

Clasificación según farmacocinética y farmacodinamia

Por muchos años la susceptibilidad bacteriana se ha medido a través de pruebas in vitro,


como la determinación de la concentración inhibitoria mínima (CIM). Este número luego era
comparado con las concentraciones séricas o plasmáticas del antibiótico, alcanzadas con las
dosis habituales del mismo. Esto no tiene en cuenta la farmacocinética o la farmacodinamia
de cada antibiótico en particular. Cada clase de antibiótico es metabolizada en forma diferente
por nuestro organismo. No es lo mismo un betalactámico, con escasa penetración celular, que
un macrólido que se concentra a nivel intracelular. Esto es lo que llamamos farmacocinética:
absorción, distribución, eliminación.
Por otro lado está la farmacodinamia que intenta comprender las relaciones entre las dro-
gas y sus efectos, tanto deseables (muerte bacteriana en nuestro caso) como indeseables. Los
antibióticos pueden clasificarse de acuerdo a la forma en que producen la muerte o inhibición
bacteriana en antibióticos tiempo dependientes y concentración dependientes. En el caso de
los tiempo dependientes (betalactámicos y macrólidos) el éxito de la terapéutica viene dado
por mantener concentraciones por encima de la CIM por el mayor tiempo posible interdosis
(T por encima de CIM). En el caso de los concentración dependientes el éxito terapéutico
viene dado por lograr un buen pico sérico de concentración (Pico/CIM) o un buen área bajo
la curva (AUC/CIM), dependiendo de cada droga. (Ver figura 2)

Betalactámicos

Definición: los betalactámicos son un grupo de antibióticos de origen natural o semisintético


que se caracterizan por poseer en su estructura un anillo betalactámico. Actúan inhibiendo la
última etapa de la síntesis de la pared celular bacteriana. Constituyen la familia más numerosa
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 633

Figura 1. Sitio de acción de los antimicrobianos

Figura 2. Parámetros farmacodinámicos AUC-área bajo la curva. MIC-concentración inhibi-


toria mínima. Serum concentration-concentración sérica. Time-tiempo. Cmax-concentración
sérica máxima. Time above MIC-tiempo por encima de la CIM. Half-life-vida media
634 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

de antimicrobianos y la más utilizada en la práctica clínica. Se trata de compuestos de acción


bactericida lenta, relativamente independiente de la concentración plasmática, que presentan
escasa toxicidad y poseen un amplio margen terapéutico. Su espectro se ha ido ampliando a
lo largo de los años por la incorporación de nuevas moléculas con mayor actividad frente a
los bacilos gramnegativos; pero la progresiva aparición de resistencias adquiridas ha limitado
su uso empírico y su eficacia en determinadas situaciones.
Clasificación: el espectro de los betalactámicos incluye bacterias grampositivas, gramne-
gativas y espiroquetas. No son activos sobre los micoplasmas porque estos carecen de pared
celular, ni sobre bacterias intracelulares como Chlamydia y Rickettsia. La resistencia natural
de las micobacterias se debe a la producción de betalactamasas, probablemente unida a una
lenta penetración por las características de la pared. Se pueden clasificar en cuatro grupos
diferentes: penicilinas, cefalosporinas, monobactámicos y carbapenemes.

PENICILINAS
Son un grupo de antibióticos de origen natural y semisintético que contienen el núcleo de
ácido 6-aminopenicilánico, que consiste en un anillo betalactámico unido a un anillo tiazoli-
dínico. Los compuestos de origen natural son producidos por diferentes especies de Penicillum
spp. Las penicilinas difieren unas de otras por sustituciones en la posición 6 del anillo, donde
cambios en la cadena lateral pueden inducir modificaciones en la actividad antibacteriana y
en las propiedades farmacocinéticas.
De acuerdo a su origen y espectro de acción pueden clasificarse en (ver tabla 1): penici-
linas naturales (G y V), penicilinas resistentes a las penicilinasas estafilocócicas (oxacilina,
meticilina, dicloxacilina), aminopenicilinas (ampicilina, amoxicilina), carboxipenicilinas
(carbenicilina, ticarcilina), ureidopenicilinas (piperacilina).
El espectro antimicrobiano de la penicilina G abarca cocos grampositivos, cocos gramne-
gativos (Neisseria meningitidis) y bacilos grampositivos, tanto facultativos como anaerobios, así
como espiroquetas y algunos bacilos gramnegativos anaerobios. La producción de derivados
semisintéticos del ácido 6-aminopenicilánico permitió disponer de preparados activos por
vía oral, con mayor resistencia a las betalactamasas y mayor capacidad de penetración en las
bacterias gramnegativas, como las aminopenicilinas y las penicilinas antiestafilocócicas. Las
penicilinas antipseudomonas (carboxi y ureidopenicilinas) son estables frente a las betalac-
tamasas cromosómicas propias de Pseudomonas pero no ante la presencia de betalactamasas
plasmídicas. (Ver tabla 2)
Farmacología: la absorción oral difiere en las diferentes penicilinas. La penicilina G no se
absorbe bien mientras que la V resiste la inactivación gástrica y se absorbe mucho mejor. La
amoxicilina se absorbe mejor que la ampicilina (95% contra 40%). Las penicilinas antiestafilo-
cócicas, oxacilina y dicloxacilina, son estables al ácido gástrico y se absorben adecuadamente.
La penicilina G benzatínica tiene una absorción lenta desde su depósito intramuscular. Esto
determina que los niveles séricos alcanzados sean bajos y por tanto solo es adecuada para
el tratamiento de infecciones por gérmenes extremadamente sensibles como Streptococcus
pyogenes, y para el tratamiento de la sífilis. Las penicilinas se distribuyen en muchos compar-
timentos como pulmones, hígado, músculo, hueso y placenta. La penetración en ojo, cerebro,
LCR y próstata es pobre en ausencia de inflamación. En la sangre los betalactámicos circulan
como sustancias libres o unidas a las proteínas plasmáticas, relacionándose esta unión con
la semivida del antibiótico; solo la fracción libre de la droga es activa y capaz de penetrar al
espacio extracelular. Los betalactámicos son sustancias poco lipofílicas, su penetración intra-
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 635

Tabla 1.

Vías de utilización Espectro antimicrobiano


Penicilinas naturales Streptococcus pneumoniae
Penicilina G IM Streptococcus beta hemolíticos
IV Streptococcus bovis
Penicilina V VO Streptococcus grupo viridans
Pasteurella multocida
Neisseria meningitidis
Clostridium spp
Treponema pallidum
Actinomyces
Aminopenicilinas Igual que anterior más
Ampicilina IM, IV Enterococcus
Amoxicilina VO Listeria monocytogenes
Haemophilus influenzae no productor
de beta lactamasa
Salmonella spp
E.coli no productor de beta lactma-
sas
Proteus mirabilis
Penicilinas antiestafilocóc- Staphylococcus spp meticilino sen-
cicas sibles
Cloxacilina
VO
Oxacilina
VO, IM, IV
Dicloxacilina
VO
Carboxipenicilinas Más activas contra la hidrólisis
por beta lactamasas producidas
Ticarcilina IM, IV por enterobacterias y Pseudomonas
Ureidopenicilinas aeruginosa
Piperacilina IM, IV

celular es escasa, no alcanzando casi nunca concentraciones mayores del 25% al 50% de las
concentraciones plasmáticas. La excreción es renal. Puede ser bloqueada con la administración
de probenecid, lo que prolongada la vida media sérica.

CEFALOSPORINAS
Son productos de origen natural derivados de productos de la fermentación del Cephalosporium
acremonium. Contienen un núcleo constituído por ácido 7-aminocefalosporánico formado por
un anillo betalactámico unido a un anillo de dihidrotiazino. Modificaciones en la posición 7 del
ácido 7-aminocefalosporánico están asociadas con la alteración en su actividad antibacteriana
y sustituciones en la posición 3 están asociadas a alteraciones en la farmacocinética y en los
parámetros metabólicos del agente. Se definen cuatro generaciones de cefalosporinas.
636 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Tabla 2.

Antibióticos Espectro antimicrobiano


Cefalosporinas de primera generación Cefadroxil Staphylococcus spp meticilino
sensibles
Cefazolina
Streptococcus pyogenes
Cefalexina
E. coli
Cefradina
Proteus mirabilis
Klebsiella spp
Cefalosporinas de segunda generación Cefuroxime Agregan actividad sobre
Haemophilus influenzae
Moraxella catarrhalis
Cefalosporinas de tercera generación Cefotaxime Enterobacterias
Ceftriaxona N. gonorrhoeae, N. meningitidis
Streptococcus pneumoniae
Ceftazidime Agrega cobertura sobre
Pseudomonas aeruginosa
Cefoperazona

Cefalosporinas de cuarta generación Cefepime Estable frente a beta lac-


tamasas cromosómicas de
Cefpirome clase 1

Las cefalosporinas de primera generación son muy activas frente a los cocos grampositivos;
en líneas generales, las sucesivas generaciones han perdido parte de esa actividad, en beneficio
de una mayor actividad frente a bacilos gramnegativos, con algunas excepciones. Todas las
cefalosporinas son inactivas frente a enterococos, estafilococos resistentes a la meticilina y
Listeria monocytogenes. (Ver tabla 2)
Farmacología: la mayoría de las cefalosporinas son de administración parenteral, aunque
existe un número creciente de formulaciones para vía oral como la cefalexina, cefradina, cefa-
droxil, cefuroxime axetil y otras. La absorción gastrointestinal de estos compuestos es buena.
Se obtienen buenas concentraciones en líquidos biológicos y suero. No se obtienen buenas
concentraciones intracelulares. Cefotaxime, ceftriaxona, cefoperazona y cefepime entran en
el LCR alcanzando altas concentraciones. Todas las cefalosporinas, excepto cefoperazona de
excreción biliar, se excretan primariamente por el riñón. Ceftriaxona tiene la vida media más
larga (8 horas) lo que permite su administración 1 o 2 veces al día, mientras las demás tienen
un esquema de dosificación cada 6 u 8 horas.

MONOBACTÁMICOS
Aztreonam, el único monobactámico disponible para uso clínico, posee una excelente actividad
sobre bacterias gramnegativas aerobias y facultativas. Por el contrario, carece de actividad
frente a grampositivos y bacterias anaerobias.

CARBAPENEMES
Son una clase única de betalactámicos que presentan el mayor espectro de actividad conocido
dentro de este grupo de antibióticos. Imipenem es el primer carbapenem desarrollado para
uso clínico. Es un derivado semisintético producido por Steptomyces spp. Otros compuestos
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 637

más modernos son meropenem y ertapenem. Su actividad bactericida se extiende a cocos


grampositivos incluyendo Staphylococcus spp. sensibles a meticilina, S. pneumoniae y otros
Streptococcus. Solo carecen de actividad frente a los estafilococos resistentes a meticilina,
enterococos resistentes a betalactámicos, algunas especies de Pseudomonas y Stenotrophomonas
maltophilia. Es activo sobre la mayoría de aislamientos de enterobacterias y Haemophilus spp.,
incluyendo las cepas productoras de betalactamasas. Tiene una muy buena actividad anae-
robicida, con excepción de Clostridium difficille. En el caso de ertapenem, este no es activo
sobre Pseudomonas aeruginosa.
Farmacología: estos compuestos son de administración parenteral. Mediante la adminis-
tración intravenosa suelen alcanzarse con rapidez concentraciones plasmáticas elevadas. Se
distribuyen ampliamente. El imipenem sufre inactivación por las hidroxipeptidasas renales,
por ello se combina con cilastatina (inhibidor de hidroxipeptidasas) de manera de lograr
concentraciones séricas adecuadas.
Mecanismo de acción de betalactámicos: los antibióticos betalactámicos son agentes
bactericidas que inhiben la síntesis de la pared celular bacteriana e inducen además un efecto
autolítico. La destrucción de la pared celular bacteriana se produce como consecuencia de la
inhibición de la última etapa de la síntesis del peptidoglicano. El peptidoglicano está constituido
por largas cadenas de glúcidos, formadas por la repetición de moléculas de ácido N-acetilmu-
rámico y N-acetilglucosamina. El ácido murámico fija cadenas de tetrapéptidos que se unen
entre sí para formar una malla, directamente (gramnegativos) o mediante un pentapéptido
(grampositivos). Los betalactámicos inhiben precisamente esta unión o transpeptidación,
última etapa de la síntesis de la pared celular. De este modo, la pared queda debilitada y
puede romperse por la presión osmótica intracelular. Para que actúen los betalactámicos es
necesario que la bacteria se halle en fase de multiplicación, ya que es cuando se sintetiza la
pared celular. Los betalactámicos también actúan activando una autolisina bacteriana en-
dógena que destruye el peptidoglicano. La lisis se produce con concentraciones que superan
entre 4 y 10 veces la CIM de un determinado microorganismo. Las bacterias que carecen de
autolisina son inhibidas pero no destruídas, por lo que se dice que son tolerantes. Se define
el fenómeno de tolerancia como la necesidad de una concentración al menos 32 veces mayor
a la CIM para que un antimicrobiano destruya una cepa bacteriana.
Farmacodinamia: los betalactámicos son antibióticos de actividad bactericida lenta,
relativamente independiente de la concentración plasmática alcanzada, siempre que esta
exceda la CIM del agente causal. La actividad bactericida y probablemente la eficacia
clínica, se relacionan mejor con el tiempo durante el cual dicha concentración excede la
CIM (T por encima de CIM). Para la mayoría de las infecciones se considera adecuado que
el tiempo que supera la CIM sea como mínimo del 40% del intervalo entre dosis; pero en
pacientes neutropénicos o con meningitis es probable que sea mejor estar todo el tiempo
por encima de la CIM. Estos parámetros indican que alargar los intervalos entre dosis puede
llevar a fracasos terapéuticos. Obviamente estas consideraciones no son válidas en el caso
de betalactámicos con semivida muy prolongada, que se administran cada 24 hs, como la
ceftriaxona. La actividad bactericida de los betalactámicos disminuye cuanto mayor es el
tamaño del inóculo bacteriano; este hecho es especialmente relevante en el tratamiento de
los abscesos, donde además las poblaciones bacterianas pueden hallarse en fase estacionaria.
El efecto postantibiótico (EPA) consiste en la acción residual del antibiótico sobre la bacteria
después de descender las concentraciones terapéuticas en la sangre y los tejidos por debajo
de la CIM. En el caso de los antibióticos betalactámicos, el EPA es de corta duración, con la
638 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

excepción de los carbapenemes, que presentan un EPA apreciable, tanto sobre grampositivos
como sobre gramnegativos.

BETALACTÁMICOS ASOCIADOS A INHIBIDORES DE LAS BETALACTAMASAS


Los llamados inhibidores de las betalactamasas son moléculas que contienen en su estruc-
tura un anillo betalactámico. No tienen casi ninguna acción antibiótica, con la excepción
de sulbactam frente a Acinetobacter baumannii, pero presentan una gran afinidad por las
betalactamasas. Estas son enzimas producidas por las bacterias que destruyen la actividad de
determinados betalactámicos, de acuerdo al tipo de enzima. Los inhibidores son conocidos
como inhibidores suicidas, debido a que una vez que se unen a la enzima la destruyen pero
también son destruídos por esta. Hay tres en uso clínico: ácido clavulánico, sulbactam y
tazobactam. Estos inhibidores unidos a penicilinas o cefalosporinas recuperan la actividad
perdida por estas como consecuencia de la producción de betalactamasas. Estas betalacta-
masas deben ser susceptibles al inhibidor para que la combinación sea efectiva. Por ejemplo,
la beta lactamasa producida por Bacteroides fragilis es susceptible al sulbactam, por lo tanto
la combinación ampicilina/sulbactam es adecuada para tratar infecciones por este microor-
ganismo. En cambio la betalactamasa cromosómica de Enterobacter cloacae no es susceptible
a los inhibidores, por lo cual las combinaciones con inhibidores para tratar microorganismos
productores de este tipo de enzimas no son útiles.
En nuestro país se encuentran disponibles: ampicilina/sulbactam, amoxicilina/clavulánico,
piperacilina/tazobactam y cefoperazona/sulbactam. Esta última es una cefalosporina asociada
a un inhibidor.
Efectos adversos de betalactámicos: los efectos adversos son poco frecuentes y general-
mente de poca importancia clínica, ya que estos fármacos actúan sobre sustratos enzimáticos
no presentes en las células eucariotas del hombre o de los animales. Poseen una cierta acción
irritativa directa sobre el aparato digestivo y sobre el músculo o la vena, dependiendo de la vía
por la que se administran, pudiendo causar flebitis o miositis. Además su estructura favorece
la aparición de manifestaciones de hipersensibilidad: exantemas, edemas, hemólisis y con muy
baja frecuencia pueden producir shock anafiláctico. La hipersensibilidad puede ser cruzada
entre los betalactámicos, particularmente entre las penicilinas con carbapenemes y cefalos-
porinas (5% a 15%). Pueden causar acciones adversas por disbacteriosis, con colonización
y superinfección por bacterias endógenas resistentes u hongos. Las disbacteriosis están en
relación directa con la amplitud del espectro antibiótico, con la dosis y con la concentración
del antibiótico en las mucosas y la piel, colonizadas por flora normal. Por ejemplo, está muy
bien estudiado que el uso de cefalosporinas de tercera generación favorece la colonización
intestinal por Enterococcus y enterobacterias multirresistentes. Pueden aparecer convulsiones
y crisis mioclónicas si se utilizan dosis elevadas, sobre todo en pacientes con alteración de
la función renal. En este sentido, el imipenem posee una mayor capacidad irritativa sobre el
sistema nervioso central que el resto de los betalactámicos.
Indicaciones clínicas de betalactámicos: nos centraremos en las indicaciones de este tipo
de antibióticos en infecciones comunitarias.
Infección de piel y partes blandas: la penicilina V y amoxicilina pueden ser una opción
para las infecciones producidas por S. pyogenes (celulitis, erisipela, impétigo). En infeccio-
nes invasivas debe utilizarse penicilina G y en presencia de un síndrome de sepsis o shock
tóxico debe añadirse clindamicina por el mecanismo de acción que tiene esta droga frente a
poblaciones no replicativas e inhibe la síntesis proteica y por lo tanto la síntesis de toxinas.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 639

En el caso de las celulitis estafilocócicas pueden tratarse con una cefalosporina de primera
generación o una penicilina antiestafilocócica.
Infecciones de las vías respiratorias: la penicilina benzatínica por vía intramuscular en
dosis única o la amoxicilina vía oral constituyen el tratamiento de elección de la faringitis
estreptocócica. La amoxicilina además, es un buen tratamiento empírico en casos de otitis
media aguda. Otra opción es amoxicilina/clavulánico cuando se trata de Moraxella catarralis
o Haemophilus influenzae productor de betalactamasa. Amoxicilina/clavulánico es una opción
para el tratamiento empírico de los episodios de exacerbación aguda de la bronquitis crónica,
en el caso de ser necesario su tratamiento antibiótico. La penicilina G o la amoxicilina por vía
oral son los antibióticos de elección para el tratamiento de la neumonia neumocócica producida
por cepas con CIM inferior o igual a 4 µg/ml, que son la inmensa mayoría en nuestro país.
Endocarditis bacteriana: la penicilina es el antibiótico de elección en la endocarditis
causada por Streptococcus viridans. En general se asocia a gentamicina durante la primera fase
del tratamiento. En la endocarditis enterocócica se administra ampicilina más gentamicina
empíricamente, y luego de conocer la sensibilidad se debe ajustar el tratamiento.
Infecciones del sistema nervioso central: en la actualidad, la ceftriaxona y el cefotaxime
son los antibióticos de elección en el tratamiento de la mayoría de pacientes con meningitis
bacteriana de la comunidad. Para meningitis producidas por neumococos con sensibilidad
disminuída o resistentes a las cefalosporinas de tercera generación, debe emplearse dosis
elevadas de cefotaxime (300 mg/kg/día), asociada a vancomicina.
Infección intraabdominal: el cefotaxime es una buena opción para el tratamiento de la
peritonitis bacteriana espontánea, que suele presentarse en pacientes cirróticos con ascitis. La
peritonitis secundaria es una infección polimicrobiana que suele incluir anaerobios y aerobios
facultativos. La monoterapia con ampicilina/sulbactam constituye una opción terapéutica
razonable en los casos de inicio en la comunidad.
Infección urinaria: el uso de betalactámicos en este tipo de infecciones se reserva para
pacientes embarazadas o en el caso de resistencia a otros antibióticos. También se puede usar
cefalosporinas de tercera generación para el tratamiento empírico de los casos de pielonefritis,
aunque en nuestro país hay tendencia a usar quinolonas en este caso.
Infecciones osteoarticulares: los betalactámicos son el tratamiento de elección de un
buen número de artritis sépticas; cefalosporinas de primera generación en las artritis estafi-
locócicas, penicilina en las estreptocócicas y ceftriaxona en las gonocócicas. Así, la oxacilina
o las cefalosporinas de primera generación son el tratamiento de elección en la osteomielitis
estafilocócica.

Glicopéptidos
Definición y espectro de acción: se trata de antibióticos que actúan sobre la pared bacteriana.
Actualmente hay dos drogas en uso clínico: vancomicina y teicoplanina. La vancomicina es
un antibiótico bactericida de espectro reducido (solo actúa sobre bacterias grampositivas),
que se obtiene de Streptomyces orientales. Fue introducida en 1956 pero debido a su toxici-
dad fue relegada. Hoy en día es una opción terapéutica importante contra Staphylococcus
meticilinorresistente de perfil hospitalario (SAMAR), Staphylococcus coagulasanegativos
meticilinorresistentes, Corynebacterium JK (multirresistente) y Enterococcus resistente a
los betalactámicos o a aminoglucósidos. La teicoplanina tiene una estructura similar a la
vancomicina y un perfil de actividad también similar. Los glicopéptidos son activos además
640 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

sobre Streptococcus, corinebacterias, Bacillus spp., algunos actinomicetales y Clostridium spp.,


incluído Clostridium difficile.
Mecanismo de acción: los glicopéptidos inhiben la síntesis y el ensamblado de la segunda
etapa del peptidoglicano de la pared celular mediante la formación de un complejo con la
porción D-alanina-D-alanina del pentapéptido precursor (Ver capítulo 35). Además daña los
protoplastos alterando la permeabilidad de la membrana citoplasmática y altera la síntesis de
ARN. Sus múltiples mecanismos de acción contribuyen a la baja frecuencia de desarrollo de
resistencia. Se une rápida y firmemente a las bacterias y ejerce su efecto bactericida sin un
período de inducción, pero solo sobre microorganismos en multiplicación activa.
Farmacocinética y farmacodinamia: la vancomicina se absorbe poco si se administra por
vía oral. No se administra por vía intramuscular por el intenso dolor que causa en el sitio de
inyección. La vancomicina tiene un gran volumen de distribución, alcanzando buenos niveles
en fluídos biológicos como líquido pleural, ascitis y sinovial. Tiene una escasa penetración
intracelular. Tiene una penetración variable a nivel del sistema central, aunque mejora cuando
las meninges están inflamadas. Sin embargo, no se recomienda como tratamiento único para las
meningitis bacterianas. Se puede administrar en forma intratecal en caso de ser necesario. La
penetración ósea es similar en ambos compuestos (15% a 20%) pero los niveles de teicoplanina
alcanzados en hueso son superiores a los de vancomicina. En las infecciones osteoarticulares
que requieran tratamiento prolongado es preferible utilizar teicoplanina debido también a su
menor toxicidad. Ambos glicopéptidos se eliminan por vía renal, por lo que debe ajustarse la
dosis en el caso de insuficiencia renal.
Efectos colaterales: la infusión rápida de vancomicina puede dar lugar a una reacción
caracterizada por eritema y prurito en cuello y parte alta del tronco. Esto puede evitarse
administrando la droga por perfusión lenta. La aparición de flebitis es frecuente cuando se
administra por vía periférica. La nefrotoxidad de la vancomicina ha disminuído debido al uso
de preparados más purificados y a la monitorización del tratamiento. La vancomicina puede
producir trombopenia o neutropenia que desaparece al suspender el tratamiento. La teicopla-
nina tiene efectos colaterales similares a la vancomicina pero de frecuencia mucho menor.
Indicaciones clínicas: los glicopéptidos deben ser fármacos de uso restringido, reservados
para el ámbito hospitalario. Se usarán en caso de sospecha o confirmación de infecciones
causadas por los gérmenes multirresistentes antes mencionados.

Aminoglucósidos
Definición: está definida por la presencia de dos o más aminoazúcares unidos por enlaces
glucosídicos a un anillo aminociclitol. Según los aminoazúcares se clasifican en familias (ver
tabla 4). En nuestro país los aminoglucósidos disponibles son: gentamicina, amikacina y estrep-
tomicina para uso parenteral. La tobramicina se encuentra disponible en presentación para
uso oftalmológico. La espectinomicina no tiene aminoazúcares, y a pesar de ser considerada
muchas veces en el grupo, no es un verdadero aminoglucósido. Son altamente polares, poli-
cationes solubles en agua y generalmente estables al calor y cambios de pH entre 5 y 8.
Espectro de acción: los aminoglucósidos generalmente son activos frente a los estafilo-
cocos, si bien Staphylococcus aureus y los estafilococos coagulasa negativos resistentes a la
meticilina también lo suelen ser a los aminoglucósidos. Los enterococos son moderadamente
resistentes a la gentamicina y la estreptomicina. La combinación con penicilina, ampicilina o
un glicopéptido actúa de forma sinérgica, excepto cuando las cepas son altamente resistentes
a los aminoglucósidos. Los aminoglucósidos son activos frente a la mayoría de especies de
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 641

Tabla 3.

Familia Miembros
Estreptomicina Estreptomicina
Kanamicina Kanamicina
Amicacina
Tobramicina
Dibekacina
Gentamicina Gentamicina
Netilmicina
Neomicina Neomicina

Enterobacteriaceae y Pseudomonadaceae. La gentamicina, la


tobramicina, la amikacina y la netilmicina tienen una actividad similar, con excepciones:
la tobramicina es más activa frente a P. aeruginosa, la gentamicina lo es frente a especies de
Serratia y la netilmicina muestra menos actividad frente a P. aeruginosa. Burkholderia cepacia y
Stenotrophomonas maltophilia suelen ser resistentes a los aminoglucósidos. Los aminoglucósidos
son inactivos frente a las bacterias anaerobias.
Mecanismo de acción: los aminoglucósidos se unen de forma irreversible a la subunidad
30S del ribosoma, interfiriendo la lectura correcta del código genético con el consiguiente
bloqueo de la síntesis proteica de la bacteria. La incorporación de los aminoglucósidos en el
interior de la bacteria, especialmente en los cocos grampositivos, es mayor al coadministrarse
con antibióticos que inhiben la síntesis de la pared bacteriana, como son los betalactámicos
y los glicopéptidos. A pesar de los avances en el conocimiento de la forma de actuar de
estos antibióticos, el mecanismo último de la muerte de la bacteria (efecto bactericida) se
desconoce, ya que no puede explicarse por la simple inhibición de la síntesis de las proteínas.
Puede que el prolongado efecto postantibiótico que presentan los aminoglucósidos refuerce
su capacidad bactericida.
Farmacocinética y farmacodinamia: la farmacocinética de los aminoglucósidos se caracte-
riza por su variabilidad entre un paciente y otro. Todos los aminoglucósidos comparten unos
aspectos farmacocinéticos similares, excepto en la dosis (la de amikacina es cuatro veces
superior a la de gentamicina, tobramicina y netilmicina). Los aminoglucósidos presentan una
escasa absorción oral y necesitan administrarse por vía parenteral. En general, los aminoglucó-
sidos se administran por vía intravenosa en perfusión durante 30 minutos. Cuando se emplea
la vía intramuscular, la concentración plasmática máxima tarda más tiempo en alcanzarse
y depende de la zona de inyección. Los aminoglucósidos en aerosol llegan mínimamente
al torrente circulatorio. Los aminoglucósidos se distribuyen en el volumen extracelular. La
alteración del mismo, como sucede en caso de insuficiencia cardíaca, ascitis, quemados o
insuficiencia renal, obliga a modificar la dosis. La unión de los aminoglucósidos a las proteínas
plasmáticas es escasa, por lo que su concentración en los líquidos intersticiales se aproxima
a la plasmática. La vida media es de aproximadamente dos horas, pero puede sobrepasar las
24 horas en caso de alteración de la función renal. Los aminoglucósidos son filtrados durante
la hemodiálisis, especialmente con los nuevos aparatos, por lo cual se deben administrar
después de la sesión de diálisis. Debido a su estructura polar, los aminoglucósidos penetran
en pequeña cantidad en el interior de las células, excepto en las del túbulo proximal renal,
donde estos antibióticos alcanzan una concentración superior a la plasmática. Los amino-
642 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

glucósidos atraviesan escasamente la barrera hematoencefálica. Las concentraciones en las


secreciones bronquiales tras su administración parenteral son bajas. La concentración en el
humor acuoso es similar a la plasmática, si bien en el humor vítreo es menor, por lo que en el
tratamiento de la vitritis por bacilos gramnegativos se recomienda la administración intraví-
trea del aminoglucósido. Las concentraciones logradas en la bilis y la próstata son inferiores
a la plasmática. Las concentraciones alcanzadas en el hueso, el líquido sinovial y el líquido
peritoneal son satisfactorias, pero en los líquidos purulentos son bajas, como consecuencia
de la acidosis y la anaerobiosis local. Los aminoglucósidos se excretan sin metabolizar fun-
damentalmente por vía renal (por filtrado glomerular), y en mínimas cantidades por la bilis.
Tras la filtración, estos fármacos se reabsorben en pequeña cantidad en el túbulo proximal de
la corteza renal, concentrándose en las células tubulares (la gentamicina en mayor medida
que la amikacina y la tobramicina). La concentración alcanzada en orina es 25 a 100 veces
superior a la plasmática y puede detectarse hasta semanas después de completar el tratamien-
to. El efecto antibacteriano de los aminoglucósidos depende de la concentración alcanzada,
puesto que la capacidad bactericida está en relación con la concentración plasmática, o lo
que es lo mismo, a mayor concentración, mayor poder bactericida. En este caso, el tiempo
de exposición de la bacteria al antibiótico es poco importante para la muerte del microorga-
nismo. La concentración plasmática máxima óptima necesaria para conseguir una actividad
bactericida sobre los microorganismos debe ser al menos diez veces superior a la CIM, si bien
otros autores prefieren emplear como parámetro farmacodinámico para explicar la actividad
antibacteriana, el cociente del área bajo la curva y la CIM.
El efecto postantibiótico consiste en la capacidad que tienen ciertos antibióticos, como
los betalactámicos y los aminoglucósidos, de parar el crecimiento bacteriano después de caer
la concentración sérica del antibiótico por debajo de la CIM. El efecto postantibiótico de los
aminoglucósidos ocurre tanto para los cocos grampositivos como para los bacilos gramnegati-
vos y depende de los microorganismos, de la concentración y de la duración de la exposición
al aminoglucósido. Para los bacilos gramnegativos el efecto postantibiótico oscila entre dos
y cuatro horas, siendo más prolongado in vivo que in vitro. Estas dos propiedades farmaco-
dinámicas son las que permiten administrar el aminoglucósido a dosis elevadas e intervalos
prolongados sin alterar su eficacia antibacteriana, y constituyen el sustento sobre el que se
basa la administración de los aminoglucósidos en una dosis única diaria.
Efectos adversos: los aminoglucósidos pueden causar nefrotoxicidad, ototoxicidad y
bloqueo neuromuscular, y en menor medida exantemas cutáneos, fiebre por antibióticos,
depresión medular, anemia hemolítica y antagonismo del factor V de la coagulación. La
toxicidad renal ocurre en un 5% a 25% de los pacientes tratados con la pauta convencional.
Todos los aminoglucósidos inducen nefrotoxicidad; el que más la produce es la neomicina
y el que menos la estreptomicina. En algunos estudios la tobramicina y la netilmicina se
comportan con menos nefrotoxicidad respecto a la gentamicina, nunca con una diferencia
clínicamente significativa. La nefrotoxicidad se debe a la inhibición de las fosfolipasas de los
lisosomas del túbulo proximal, lo que ocasiona una fosfolipoidosis con posterior disfunción
celular, necrosis y pérdida de las enzimas epiteliales. La nefrotoxicidad aparece a los varios
días de tratamiento y consiste en una disminución del filtrado glomerular, cursando como
fallo renal no oligúrico leve a moderado y en ocasiones grave. Generalmente es reversible, si
bien es la primera causa de morbilidad de los aminoglucósidos, con una prolongación de la
estancia hospitalaria y un aumento del coste del tratamiento. Los factores que contribuyen a
la nefrotoxicidad son la hipotensión, la duración prolongada del tratamiento, una enfermedad
hepática asociada, concentraciones séricas elevadas y administración conjunta de fármacos
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 643

nefrotóxicos, como glucopéptidos, diuréticos, amfotericina B y contrastes radiológicos. La


ototoxicidad es irreversible y puede afectar al nervio vestibular con alteraciones del equili-
brio, síndrome vertiginoso y nistagmo, o al nervio auditivo con hipoacusia. La clínica de la
ototoxicidad depende del aminoglucósido empleado: la gentamicina tiende a causar daño
vestibular, la amikacina lesión auditiva y la tobramicina afecta a ambas estructuras de forma
similar. La ototoxicidad se debe a la lenta eliminación de los aminoglucósidos en el órgano
de Corti coclear, puede ser unilateral o bilateral y puede suceder días o semanas después de
finalizar el tratamiento. La incidencia de ototoxicidad varía en los diferentes estudios (oscila
entre el 3% y el 14%) debido a la dificultad para medirla.
El bloqueo neuromuscular cursa con parálisis flácida, debilidad de la musculatura respi-
ratoria y midriasis. Es una complicación rara, pero supone un riesgo cuando la concentración
sérica es muy elevada, como sucede tras la instilación peritoneal o tras la administración
intravenosa rápida.
Indicaciones clínicas: los aminoglucósidos son efectivos en el tratamiento de infecciones
donde se sospecha la presencia de bacilos gramnegativos aerobios, incluyendo P. aeruginosa.
En general este grupo de antibióticos se utiliza en combinación con un betalactámico o un
glicopéptido ya que estas combinaciones son sinérgicas. Se ha demostrado en pacientes neu-
tropénicos febriles falla terapéutica con los aminoglucósidos en monoterapia, por lo cual se
recomienda su uso combinado con betalactámicos o glicopéptidos.

Macrólidos
Definición: los macrólidos (eritromicina, claritromicina, azitromicina), las lincosaminas (lin-
comicina y clindamicina), los cetólidos y las estreptograminas son antibióticos que comparten
un mecanismo de acción similar pero tienen estructura diferente (Ver figura 3).
Nosotros nos centraremos exclusivamente a los macrólidos que son antibióticos semisin-
téticos derivados de la eritromicina producida por Streptomyces eritreus.
Clasificación: los macrólidos se clasifican de acuerdo al número de carbonos: 14 carbonos
(eritromicina y claritromicina), 15 carbonos (azitromicina) y 16 carbonos (espiramicina).

Figura 3.
644 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Mecanismo de acción: se unen a la subunidad 50S del ARN ribosómico en forma rever-
sible. La unión se realiza mediante la formación de puentes de hidrógeno entre diferentes
radicales hidroxilo del macrólido y determinadas bases del ARNr. Esto provoca un bloqueo
en las reacciones de transpeptidación y traslocación.
Farmacocinética y farmacodinamia: el comportamiento farmacocinético es muy parecido
entre los diferentes macrólidos. La eritromicina está disponible en preparaciones tópicas,
intravenosas y por vía oral. La claritromicina y azitromicina vienen en presentaciones vía
oral e intravenosa. La absorción intestinal de eritromicina y azitromicina se ve disminuida
en presencia de comida, por lo que su administración debe ser alejada de las mismas. Con
excepción de azitromicina, todos se metabolizan en el hígado y sufren un efecto de primer paso
que puede disminuir de manera significativa su biodisponibilidad. Los macrólidos con anillo de
14 átomos, pero no los de 15 y 16 átomos, emplean la vía metabólica del sistema enzimático
del citocromo P450, cuya actividad inhiben en mayor o menor grado. La vida media y el pico
sérico tienden a incrementarse si se administran dosis altas o múltiples, probablemente por
saturación del metabolismo hepático. Difunden a través de la membrana debido a su carácter
lipofílico y probablemente por la existencia de un transporte activo dependiente del calcio.
La concentración en el citoplasma celular es varias veces superior a la sérica. Esto determina
que no sean antibióticos adecuados cuando se sospecha una bacteriemia. La mayor parte del
antibiótico se acumula en los fagolisosomas debido al carácter ácido de estos organelos. En
medio ácido el macrólido se ioniza (protonación), la forma ionizada no difunde a través de
la membrana lipídica y queda atrapada en el fagolisosoma. La concentración intracelular de
azitromicina es particularmente elevada y persistente, en parte debido a que posee dos grupos
básicos en lugar de uno, como ocurre con el resto de macrólidos. Además, a diferencia de
otros macrólidos en los que la concentración intracelular varía prácticamente de inmediato
en relación con las variaciones de concentración extracelular, azitromicina mantiene con-
centraciones intracelulares elevadas durante más de siete días después de la última dosis, con
una concentración sérica simultánea indetectable. Los macrólidos difunden escasamente a
través de las meninges, por lo cual no son adecuados para el tratamiento de meningitis. En
general pasan a la saliva, a las secreciones bronquiales y a la leche materna, donde alcanzan
concentraciones superiores al 50% de la sérica, pero no difunden a los tejidos fetales. Se eli-
minan por vía biliar en forma de metabolitos y de producto activo. La concentración biliar es
superior a la sérica. No son adecuados para infecciones urinarias. Los macrólidos desarrollan
una actividad antibacteriana lenta, predominantemente tiempo dependiente y con efecto EPA.
La actividad se considera bacteriostática frente a la mayoría de microorganismos. Sin embargo,
a concentraciones elevadas, en medio alcalino o frente a determinados microorganismos como
S. pyogenes y S. pneumoniae, especialmente cuando se hallan en fase de crecimiento logarítmico,
pueden comportarse como bactericidas. Las CIM son sensiblemente inferiores a pH alcalino
(=8) porque la forma no ionizada difunde mejor a través de la membrana citoplasmática. La
adición de suero reduce la CIM (aumenta la actividad) de algunos macrólidos, particularmente
la de azitromicina y espiramicina y, en menor grado, la de claritromicina.
Espectro de acción: la eritromicina presenta buena actividad sobre Streptococcus, Staphylo-
coccus aureus, Corynebacterium spp., Listeria monocytogenes, Bordetella pertussis y Actinomyces.
La claritromicina es más activa que los demás macrólidos, mientras la azitromicina es menos
activa sobre bacterias grampositivas. Claritromicina y azitromicina son activas además sobre
Moraxella catarrhalis y Haemophilus influenzae. Los macrólidos tienen buena actividad sobre
Mycoplasma pneumoniae, Chlamydia spp. y ricketsias. Claritromicina y azitromicina tienen
actividad sobre Mycobacterium avium.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 645

Efectos adversos: los efectos secundarios más frecuentes de los macrólidos, y especialmente
de eritromicina, son las molestias gastrointestinales (dolor abdominal, náuseas y vómitos)
debidas a la actividad procinética de la misma eritromicina, y en especial de sus metabolitos
formados en el medio ácido del estómago. Se observan con mayor frecuencia en la población
menor de 40 años, especialmente cuando el antibiótico se administra por vía intravenosa en
perfusión rápida. La tolerancia digestiva del resto de macrólidos es superior a la de eritromicina.
La administración de eritromicina a recién nacidos puede producir estenosis hipertrófica del
píloro (revierte al retirar la medicación). Se han descrito casos de pancreatitis con el empleo de
eritromicina y se ha sugerido una posible relación con la producción de un espasmo del esfínter
de Oddi. Eritromicina por vía intravenosa puede producir flebitis. Debe perfundirse a través
de una vena de gran calibre, lentamente (en 1 h) y diluída (250 ml de solución salina).
Una complicación rara del uso de eritromicina es la hepatotoxicidad. Se observa en
adultos, especialmente en la mujer embarazada y se manifiesta hacia la segunda semana de
tratamiento en forma de hepatitis colestásica con fiebre, dolor abdominal, náuseas, vómitos y
a veces eosinofilia. El cuadro cede al retirar el tratamiento. Puede presentarse con el empleo
de cualquier formulación de eritromicina, aunque parece más frecuente con el estolato. Se
ha observado ototoxicidad en forma de sordera y acufenos con el empleo de dosis altas de
eritromicina, especialmente en la población anciana o con insuficiencia renal o hepática,
o con la administración concomitante de otros fármacos potencialmente ototóxicos. Se
han descrito asimismo casos de ototoxicidad con el empleo de dosis altas de claritromicina
y de azitromicina en el tratamiento de la infección por M. avium en pacientes con SIDA.
Eritromicina (especialmente cuando se administra por vía intravenosa) y en menor grado
claritromicina, pueden ocasionar un alargamiento del intervalo QT.
Indicaciones clínicas: los macrólidos están indicados en pautas de tratamiento empírico
de infecciones respiratorias y de piel y partes blandas adquiridas en la comunidad. En muchas
de estas situaciones constituyen el tratamiento de elección como es el caso de la B. pertussis,
mientras en otros casos constituyen el tratamiento de alternativa en pacientes alérgicos a
la penicilina. Las recomendaciones para el tratamiento de la neumonia adquirida en la co-
munidad incluyen la claritromicina en el caso de neumonias que no requieren internación,
y la asociación de un macrólido a un betalactámico en el caso de neumonias que requieren
internación con sospecha de gérmenes atípicos. La claritromicina forma parte de los esquemas
terapéuticos de las infecciones por M. avium y Helicobacter pylori. La azitromicna en monodosis
se ha mostrado eficaz en el tratamiento de la uretritis y cervicitis.

Quinolonas
Definición: se trata de un grupo de antimicrobianos que derivan de una molécula básica
formada por una doble estructura de anillo que contiene un residuo N en la posición 1.
Diferentes sustituciones, incluyendo la inclusión de residuos de flúor, han derivado desde el
ácido nalidíxico hasta las quinolonas fluoradas. Las quinolonas son antibióticos bactericidas
y actúan inhibiendo la ADN girasa, enzima que cataliza el superenrollamiento del ADN
cromosómico, que asegura una adecuada división celular.
Clasificación y espectro de actividad: al igual que las cefalosporinas, las quinolonas se
clasifican en generaciones. Si se leen diferentes libros o artículos se encuentran clasificacio-
nes diferentes. Nosotros adoptaremos la más simple. Las quinolonas de primera generación
(ácido nalidíxico y ácido pipemídico) tienen actividad sobre enterobacterias y son inactivas
646 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

sobre grampositivos y anaerobios. Alcanzan concentraciones muy bajas en suero, su distri-


bución sistémica es baja y solo se usan para casos de infecciones urinarias bajas por su buena
concentración urinaria.
Las de segunda generación (norfloxacina y ciprofloxacina) son llamadas fluoradas, ya que
incorporan un átomo de flúor y presentan mucho mayor actividad sobre gramnegativos. La
ciprofloxacina es la quinolona con mejor actividad sobre Pseudomonas aeruginosa. Tienen una
moderada actividad sobre grampositivos, son activas sobre gérmenes atípicos y no presentan
actividad sobre anaerobios. En el caso de norfloxacina, las concentraciones en suero y tejidos
son bajas, por lo que no se usa en infecciones sistémicas, siendo una buenea opción en el caso
de infecciones urinarias no complicadas.
Las de tercera generación (levofloxacina, gatifloxacina) retienen la actividad sobre
gramnegativos y mejoran la actividad sobre grampositivos. Es importante su actividad sobre
Streptococcus y especialmente sobre S. pneumoniae. Además tienen una muy buena actividad
sobre gérmenes atípicos.
Las de cuarta generación (moxifloxacina, trovafloxacina) retienen actividad sobre gram-
negativos y aumentan la actividad sobre grampositivos, especialmente S. aureus y Enterococcus.
Además agregan actividad sobre microorganismos anaerobios.
Mecanismo de acción: las quinolonas interactúan con dos sitios diferentes pero relacio-
nados, dentro de la célula bacteriana: la ADN girasa y la topoisomerasa IV. La primera es
más sensible a la acción de las quinolonas en caso de gérmenes gramnegativos, mientras en
grampositivos la más sensible es la topoisomerasa IV. Las quinolonas inhiben la síntesis de
ADN y a concentraciones altas también la de ARN. Cuando interacciona con la ADN girasa,
la inhibición ocurre rápidamente, mientras que cuando interacciona con la topoisomera IV
la inhibición ocurre más lentamente. Este efecto es debido a la habilidad de las quinolonas
de estabilizar los complejos de ADN y topoisomeras II.
Farmacocinética y farmacodinamia: las quinolonas son bien absorbidas luego de la
administración por vía oral, mostrando una biodisponibilidad muy buena. Las concentra-
ciones séricas alcanzadas con la administración vía oral son similares a las alcanzadas por
vía intravenosa. La comida no afecta la absorción. Sin embargo, pueden interaccionar con
cationes (calcio, aluminio, magnesio, etc.), lo que disminuye significativamente la absorción.
Las concentraciones séricas máximas son bajas en el caso del ácido nalidíxico, pipemídico
y norfloxacina. La unión a proteínas plasmáticas es baja y la vida media plasmática varía de
1,5 a 16 horas. La ciprofloxacina y quinolonas de tercera y cuarta generaciones se distribuyen
ampliamente por el organismo, siendo el volumen de distribución alto, lo que supone que
alcanzan concentraciones intracelulares altas. Su concentración en tejido prostático, bilis,
pulmón, riñón y neutrófilos es superior a la sérica. La eliminación es mayoritariamente renal
en ácido pipemídico y levofloxacina, otras tienen eliminación no renal (moxifloxacina) y
otras presentan eliminación por ambas vías (ciprofloxacina y norfloxacina). Las quinolonas
exhiben actividad bactericida concentración dependiente. El cociente entre concentración
inhibitoria máxima y CIM debe ser mayor a 10 para obtener la mayor eficacia clínica y evitar
la aparición de mutantes resistentes. Otro parámetro farmacodinámico utilizado es el área
bajo la curva sobre la CIM, que debe ser mayor a 125.
Efectos adversos: los más frecuentes son los gastrointestinales, que incluyen náuseas,
anorexia, vómitos y dolor abdominal. Se han reportado en segundo lugar alteraciones a nivel
del sistema nervioso central como cefaleas, insomnio y alteraciones del humor. Artropatía y
erosiones de los cartílagos en animales jóvenes han determinado su uso restringido en niños.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 647

Sin embargo, se han utilizado en niños con fibrosis quística donde raramente se han observado
estos efectos, y cuando se han observado han sido reversibles. Otros efectos son mucho menos
frecuentes. No ha sido establecido el uso seguro de las quinolonas durante el embarazo. No
deben ser utilizadas durante la lactancia.
Indicaciones clínicas: es importante que al utilizar una quinolona se recuerde que existe
una relación inversa entre la concentración de quinolona y la selección de mutantes resis-
tentes, por lo que al usar este tipo de antibióticos no se debería infradosificar para evitar la
selección de resistencia.
Infecciones urinarias: se utilizan para el tratamiento de las infecciones urinarias tanto
bajas como altas. En las cistitis se utilizan quinolonas de primera generación o norfloxacina.
La ciprofloxacina o levofloxacina se reservan para el tratamiento de pielonefritis. Las fluor-
quinolonas se concentran en tejido prostático, por lo cual son de elección en el tratamiento
de las prostatitis.
Enfermedades de transmisión sexual: la ciprofloxacina en monodosis es una opción en
el tratamiento de infecciones por Neisseria gonorrhoeae, pero no se ha mostrado eficaz en el
tratamiento de infecciones por C. trachomatis, para las cuales se necesitan tratamientos de
siete días.
Enfermedades gastrointestinales: la ciprofloxacina tiene buena actividad sobre patógenos
causantes de gastroenteritis (Salmonella, Shigella y otros), y en aquella minoría de casos que
requiere tratamiento se ha mostrado eficaz.
Infecciones óseas: las fluorquinolonas constituyen una opción válida en el tratamiento
de las osteomielitis crónicas por su buena penetración ósea. En las causadas por S. aureus o
P. aeruginosa puede aparecer resistencia intratratamiento, lo que lleva a la persistencia de la
infección.
Infecciones respiratorias: las quinolonas de tercera y cuarta generaciones son las que tienen
buena actividad sobre S. pneumoniae y otros patógenos respiratorios de origen comunitario.
Sin embargo, en nuestro país su uso se desaconseja, ya que existen otras opciones antes de
recurrir a estos fármacos caros y con un espectro tan amplio.

Bibliografía
• Yao J, Moellering R. Antibacterial Agents en Manual of Clinical Microbiology. Patrick Murray y col. 1999.
American Society for Microbiology.
• Capítulos de antimicrobianos. En: Mandel, Douglas, Bennet, editors. Principles and Practice of Infectious
diseases.—.—;WB Saunders;2000.p—.
• Oliphant C, Green G. Quinolones: a comprehensive review. American Family Physician. 2002; 65: 455-
64.
• Hooper D. Mechanisms of actino of antimicrobials: focus on fluorquinolones. Clin Infect Dis. 2001; 32
(Suppl 1): S9-S15.
• Lundstrom TS and Sobel JD. Antibiotics for Gram positive Bacterial Infections. Infect Dis Clinics of North
Amer. 2000;14:—.
• Pigrau C. Oxazolidinonas y glucopéptidos. Enferm Infecc Microbiol Clin. 2003; 21: 157-65.
• Mensa J, Garcia E, Vila J. Macrólidos, estólidos y estreptograminas. Enferm Infecc Microbiol Clin. 2003;
21: 200-8.
648 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 649
Página 649

35 Principales
mecanismos de
resistencia antibiótica
R. Vignoli, V. Seija

La resistencia bacteriana a los antibióticos es un tema amplio, que puede ser considerado
desde distintos ángulos. Queremos resaltar tres perspectivas fundamentales, pues conside-
ramos que el futuro médico debe saber en todo momento a que nos estamos refiriendo en
cada uno de ellos, para darle la interpretación correcta a la información que habitualmente
le llega a las manos, ya sea a través de las comunicaciones científicas, como de los informes
del laboratorio. De este modo podemos referirnos a mecanismos de resistencia individuales,
resistencia poblacional y resitencia poblacional en microorganismos que están produciendo
una infección.
Resistencia individual: se refiere a la interacción molecular entre una célula bacteriana
con todo su arsenal genético y metabólico, y un antibiótico determinado.
Se estudian aquí las distintas herramientas con que cuenta una bacteria para evitar la
acción del antibiótico en cuestión. Al referirnos a arsenal genético y metabólico queremos
señalar que no siempre es suficiente con que el microorganismo posea un gen que codifica un
mecanismo de resistencia en particular. Ese gen o esos genes deben ser expresados en cantidad
y calidad suficiente, y muchas veces deben interactuar distintos mecanismos de resistencia
para alcanzar la sobrevida bacteriana. Como ejemplo se puede destacar la expresión en E. coli
de su betalactamasa de clase C (tipo Amp-C). El gen que codifica para esta enzima capaz de
romper distintos antibióticos betalactámicos (ver más adelante) se encuentra naturalmente
codificado en el cromosoma de dicha bacteria, sin embargo la expresión de esta enzima es
mínima debido a que este microorganismo carece del promotor natural (Amp-R ). De este
modo, si bien E. coli posee un gen capaz de producir un efectivo mecanismo de resistencia, su
escasa expresión (asociada a la acción residual de algún promotor que se encuentre corriente
arriba en el cromosoma bacteriano) hace que el microorganismo pueda comportarse como
sensible a ampicilina.
Resistencia poblacional: representa el comportamiento in vitro de un inóculo bacteriano
preestablecido (una población bacteriana) enfrentado a determinada concentración de un
antibiótico, por un período de tiempo determinado. Estos son los tipos de estudios que en
general se realizan en el laboratorio clínico. Los resultados finales de estos estudios darán un
informe de sensibilidad o resistencia, que son muy importantes para la orientación terapéutica
del paciente, pero que no siempre coinciden con el éxito terapéutico. Así, en un paciente
que presenta una infección urinaria baja (cistitis) producida por una cepa de E. coli, en oca-
siones puede obtenerse un tratamiento eficaz con ampicilina, pese a que los estudios in vitro
muestran que es resistente a la misma. Esto es debido a que los betalactámicos se concentran
650 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

más de 100 veces en la vejiga que en el plasma, por lo que alcanzan niveles que exceden las
posibilidades de resistencia bacteriana. En el otro extremo, un coco grampositivo como S.
aureus o S. pneumoniae, que in vitro es sensible a eritromicina, no puede ser combatido con
este antibiótico si se encuentra produciendo una bacteriemia, debido a que los macrólidos
alcanzan una concentración plasmática insuficiente.
Resistencia poblacional en microorganismos que están produciendo una infección: en
este caso hablamos de eficacia terapéutica y juegan otros factores, como el sitio de infección,
las propiedades farmacocinéticas del antibiótico (donde se encuentran incluídas la dosis y
el fraccionamiento diario del mismo), el estado inmunológico del paciente, el tamaño del
inóculo bacteriano, etc. La recuperación del estado de salud del paciente, es el parámetro
que determina la efectividad del tratamiento.
Estos tres conceptos forman peldaños de una escalera que se debe transitar para alcanzar
el objetivo final, que es la erradicación de una enfermedad infecciosa de origen bacteriano,
en un paciente en particular. Dado que los antibióticos van a actuar directamente sobre el
microorganismo productor de la infección (y por defecto también contra la flora normal),
parece lógico pretender que el estudiante de medicina deba entender las bases de la interac-
ción antibiótico-microorganismo, para que más adelante en la carrera pueda diseñar planes
terapéuticos con el menor costo posible. Solo por este capítulo vamos a considerar que el
único costo en cuestión es la aparición de resistencia bacteriana.
Precisamente la interacción antibiótico-bacteria se refiere al juego entre los mecanismos
de acción de los antibióticos y los mecanismos de resistencia bacterianos.
El primer componente de este binomio ya fue analizado en el capítulo 34, por lo que en esta
instancia nos referiremos a los mecanismos de resistencia bacterianos a los antibióticos.

Tipos de resistencia
La resistencia antibiótica puede ser natural (intrínseca) o adquirida. La resistencia natural es
propia de cada familia, especie o grupo bacteriano. Por ejemplo, todos los gérmenes gramne-
gativos son resistentes a la vancomicina, y esta situación no es variable. La resistencia adqui-
rida es variable y es adquirida por una cepa de una especie bacteriana. Así, existen cepas de
neumococo que han adquirido resistencia a la penicilina, cepas de Escherichia coli resistentes
a la ampicilina, cepas de estafilococos resistentes a la meticilina. Esta resistencia adquirida
es la que estudiamos en el laboratorio e informamos al clínico. La resistencia adquirida es
la que puede llevar a un fracaso terapéutico cuando se utiliza un antibiótico supuestamente
activo sobre el germen que produce la infección.

Genética de la resistencia
Las bacterias son capaces de adquirir resistencia en función de su variabilidad genética.
Nuevos mecanismos de resistencia pueden ser adquiridos mediante mutación o mediante
transferencia de material genético entre células bacterianas de especies relacionadas o diferen-
tes. Estos genes de resistencia pueden estar codificados en el material genético cromosómico
o extracromosómico (plásmidos). Tener presente estos elementos tiene implicancias epide-
miológicas e incluso en algunos casos terapéuticas, como se verá más adelante.

SISTEMATIZACIÓN
La gran mayoría de los mecanismos de resistencia pueden agruparse en tres categorías.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 651

• Inactivación enzimática: el principal mecanismo de inactivación es la hidrólisis, como


sucede con las betalactamasas y los betalactámicos, pero también pueden ocurrir mo-
dificaciones no hidrolíticas tales como las acetilaciones, adenilaciones o fosforilaciones
inactivantes de aminoglucósidos.
• Modificaciones en el sitio blanco: existen diversas estrategias para alcanzar este objetivo.
Destacaremos algunas como ser: modificaciones en el gen que codifica el propio blanco
del antibiótico, como por ejemplo las alteraciones en las PBP de Streptococcus pneumoniae
que confiere resistencia a penicilina e incluso a ceftriaxona; la adquisición de genes que
codifiquen para sustitutos de los blancos originales, como PBP2’ en Staphylococcus spp.
meticilinorresistentes o la dihidrofolato reductasa alternativa en las cepas resistentes a
trimetoprim.
• Alteraciones de la permeabilidad: se pueden incluir aquí tres tipos.
1. Alteraciones de las membranas bacterianas: se ve fundamentalmente en gramnegati-
vos, donde la membrana externa de la envoltura celular rica en lípidos es impermeable
a las sustancias hidrofílicas. De este modo dichas sustancias quedan confinadas a la
penetración a través de proteínas transmembrana con función de porinas. Existen
algunas moléculas de antibiótico, como penicilina y vancomicina, que por su tamaño
son incapaces de pasar a través de las porinas de bacilos gramnegativos. La disminución
de la expresión de dichas porinas puede disminuir el flujo de llegada del antibiótico al
espacio periplásmico. Se considera que en este caso los niveles de resistencia alcanza-
dos no suelen ser suficientes como para conferir resistencia absoluta a un antibiótico.
La ocurrencia simultánea de este mecanismo unido a otro, por ejemplo hidrólisis
enzimática (aún en niveles discretos), sí puede conferir altos niveles de resistencia y
ocasionar fallos terapéuticos.
2. Alteraciones en la entrada de antibióticos dependiente de energía, como ocurre en
la primera etapa de ingreso de los aminoglucósidos. (Ver más adelante)
3. Aumento de la salida de antibióticos: la resistencia por eflujo es un mecanismo ines-
pecífico, que afecta a diferentes grupos de antibióticos como betalactámicos,
quinolonas, tetraciclinas y cloranfenicol. En gramnegativos estos sistemas en general se
encuentran constituídos por tres proteínas: una de alto peso molecular asociada a la
membrana citoplasmática, una con función de fusión de ambas membranas y una
porina asociada a la membrana externa. Dentro de los múltiples sistemas de eflujo, los
más conocidos son Mex AB-Opr M, Mex CD-Opr J y Mex EF-OprN. Siendo Mex
A, Mex C y Mex E proteínas homólogas de aproximadamente 110 kD asociadas a la
membrana citoplasmática; Mex B, Mex D y Mex F proteínas de aproximadamente
40 kD, responsables de la fusión de ambas membranas y por último Opr M, J y N
porinas de membrana externa de aproximadamente 50 kD. Estos sistemas así consti-
tuídos exportan moléculas desde el citoplasma hacia fuera de la membrana externa.
En grampositivos se trata de una proteína transmembrana con función ATPasa que
actúa como bomba de eflujo.
A continuación se considerarán los mecanismos de resistencia de los grupos de antibióticos
más utilizados a nivel clínico.

MECANISMOS DE RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS QUE ACTÚAN SOBRE LA PARED


BACTERIANA
La pared bacteriana presenta la doble característica de ser una estructura vital para los micro-
organismos que la poseen y exclusiva de estos. De manera que el diseño o hallazgo de moléculas
652 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

de antibióticos que actúan a este nivel, constituye una herramienta poderosa y segura para
el combate de las infecciones bacterianas. Su principal función es de protección osmótica,
permitiendo la sobrevida bacteriana en diversas condiciones de osmolaridad, incluyendo los
cambios bruscos de un medio a otro. Esta función se lleva a cabo merced al peptidoglicano, que
actúa como una armadura o malla envolviendo la bacteria, ofreciéndole rigidez y estabilidad.
Sin embargo, para entender tanto el mecanismo de acción de los betalactámicos como sus
mecanismos de resistencia, es necesario considerar no solo la estructura del peptidoglicán,
sino también todo el mecanismo biosintético del mismo, el cual se encuentra acoplado al
crecimiento bacteriano y a la regulación de diversos mecanismos de resistencia.

Peptidoglican o mureína
Estructura: el peptidoglicán se puede dividir en dos regiones.
1. Un polímero de aminoazúcares orientado en sentido transversal, compuesto por la unión
cíclica y repetitiva de un dímero de N acetilglucosamina (NacGlc) y ácido N acetilmurá-
mico (NacMur), mediado por uniones ß1-4.
2. Una fracción peptídica que está formada por un pentapéptido que se encuentra unido
covalentemente a la molécula del NacMur y que clásicamente se constituye por L-alanina
(Lala)-D-glutámico-(Dglu) Ac mesodi aminopimélico(mDAP) (en bacilos gramnega-
tivos) o L- Lysina(L-Lys) en grampositivos y un dipéptido terminal D alanil-D-alanina
(Dala-Dala). La estructura compuesta como NacGlc-NacMur pentapéptido constituye
el peptidoglicán precursor. (Figura 1)
Entre las unidades peptídicas se produce el entrecruzamiento longitudinal que le otorga
funcionalidad al polímero. Este entrecruzamiento se da de modo tal, que en bacilos gramne-
gativos se realiza mayoritariamente entre la Dala ubicada en la posición cuatro y el mDAP.
Mientras que los grampositivos utilizan un pentapéptido de glicina, para unir Dala a Lys. Este
entrecruzamiento tridimencional, le da la rigidez a la molécula de peptidoglicán, le permite

Figura 1. Esquema de los Componentes del Peptidoglican

%NLACEB 
.AC'LC .AC-UR

, ALANINA
$ GLUTÉMICO
!CMESO$!0
$ ALANINA
$ ALANINA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 653

Figura 2. Esquema de los Componentes del Peptidoglican

2EDUCTASA
5$0 .AC'LC 5$0 .AC
5$0 .AC'LC  %0
4RANSFERASA ,IGASA , !LA

5$0 .AC-UR
, !LA
$ !LA ,IGASA $'LU
5$0 .AC-UR
$ !LA , !LA
, !LA $'LU
,IGASA
, !LA $ !LA
$ !LA ,IGASA
, ,YS
2ACEMASA 5$0 .AC-UR
, !LA
$ !LA $'LU
, ,YS
$ !LA
,IGASA

5$0 .AC-UR
, !LA
$'LU
, ,YS
$ !LA
&IG%TAPACITOPLÉSMICADELASÓNTESISDELPEPTIDOGLICAN $ !LA

cumplir con sus funciones principales (mantenimiento de la presión osmótica, determinación


de la forma bacteriana y participación en la elongación y división celular).
Biosíntesis: la síntesis de esta estructura, se puede dividir en tres grandes pasos.
1. Intracitoplasmático, dependiente de ATP donde se constituye el precursor NacGlc- Na-
cMur pentapéptido unido a UDP (uridin di fosfato).
2. La segunda etapa es intramembranal y consiste en la unión mediante un enlace de piro-
fosfato del precursor, a un lípido transportador (bactoprenol) y la transposición hacia el
espacio periplásmico.
3. La tercer y última etapa es periplásmica y consiste básicamente en dos pasos, la elongación
del peptidoglicán preexistente y el entrecruzamiento de las cadenas peptídicas.
Etapa citoplasmática: una vez sintetizado el UDP-Nac-Mur como producto derivado de
la reducción del UDP-Nac-Glc, comienza la fase del ensamblaje del componente peptídico.
Esto se produce mediante uniones secuenciales y consecutivas, mediadas por ligasas, que van
agregando la L-alanina, luego el D-glutámico y como tercer paso el ácido mesodiaminopi-
mélico o la L-lisina respectivamente, si se trata de gramnegativos o grampositivos (figura 2).
El último dipéptido (D-alanil-D-alanina) se introduce ya preformado. Si bien esto parece un
detalle insignificante, es este dipéptido el que interactúa con las transpeptidasas o proteínas
de unión a penicilina (PBP) permitiendo el entrecruzamiento del peptidoglicán, es la estruc-
tura que simulan los betalactámicos para ejercer su efecto y es el sitio blanco de acción de
los glicopéptidos, como vancomicina. (Ver figura 2)
El ingreso de alanina a la célula bacteriana se produce a través de porinas específicas para
dicho aminoácido, que permiten el ingreso tanto de las formas D como L alanina. Una vez
654 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Figura 3. Esquema de los Componentes del Peptidoglican

%TAPAINTRAMEMBRANAL

 5$0.AC PENTA
0

4RANSLOCASA) 5$0 0 BACTOPRENOL


4UNICAMISINA

5-0
0 0 BACTOPRENOLLÓPIDO)

 .AC -URPENTA 0IROFOSFATASA


"ACITRACINA

5$0 .AC'LC  BACTOPRENOL 0 0 -' -' -' -'

4RANSLOCASA))
.ISINA

5-0

0 0 BACTOPRENOLLÓPIDO)) 4RANSGLICOSILASA

.AC'LC.AC -URPENTA
  BACTOPRENOL 0 0 .AC -UR .AC'LCPENTA

#ITOPLASMA 0ERIPLASMA
-EMBRANA

en el interior de la célula, una racemasa, convierte parte de las formas L en D, y finalmente


una ligasa específica produce los dipéptidos D-ala-D-ala que completan el pentapéptido. Este
compuesto (UDP-Nac-Mur-pentapéptido) que es hidrosoluble, se une a la cara interna de la
membrana citoplasmática, y mediante una unión dependiente de energía mediada por una
translocasa I, se relaciona al lípido transportador denominado bactoprenol, dando comienzo
a la etapa transmembrana (figura 3).
Etapa transmembrana: de esta manera se genera el lípido I (que es la unión del bacto-
prenol a través de un enlace de pirofosfato al Nac-Mur-penta). Con esta unión se consigue
enmascarar la hidrosolubilidad del peptidoglicán, de manera que pueda atravesar la bicapa
lipídica. La translocasa II es responsable del agregado del Nac-Glc, constituyéndose así el
lípido II (figura 3). La trasposición del lípido II ocurre entonces de un modo aún no diluci-
dado, promoviendo la colocación del precursor del peptidoglicano, ahora asomando hacia
el espacio periplásmico.
Etapa periplásmica: fundamentalmente se producen tres pasos, la transglicosilación, la
separación del lípido transportador y el entrecruzamiento peptídico (transpeptidación). La
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 655

primera y la última la realizan enzimas con actividad transglicosilasa y transpeptidasa (más


conocidas como PBP de Penicilin Binding Protein), que se encuentran ubicadas en la mem-
brana citoplasmática con su sitio activo hacia el espacio periplásmico. Las principales PBP
denominadas en general PBP I, II y III (debido a que son las de mayor peso molecular), tienen
en sus extremos carboxi y amino terminal las funciones transpeptidasas y transglicosilasas. Sin
embargo, solo la función de transpeptidasa es inhibible por betalactámicos. La separación del
lípido II se produce por acción de una pirofosfatasa que rompe el enlace pirofosfato, dejando
al bactoprenol libre para comenzar otra vez el ciclo (figura 3).
Las transpeptidasas reconocen la estructura estereoquímica del dipéptido Dala-Dala, y
mediante clivaje de la última alanina liberan la energía necesaria para realizar el entrecruza-
miento con el mDAP en gramnegativos o el puente peptídico intermediario de los grampo-
sitivos. La regulación de este mecanismo de síntesis es de modo tal, que la inhibición de la
transpeptidación inhibe todo el mecanismo de síntesis de pared.

MECANISMOS DE RESISTENCIA A BETALACTÁMICOS


Los tres grandes mecanismos ya descritos pueden ponerse en juego; trastornos en la permeabi-
lidad, alteración del sitio blanco de acción e hidrólisis enzimática.
Los trastornos de permeabilidad se corresponden fundamentalmente con la disminución
de la expresión de porinas. Como ya se ha dicho, no es un mecanismo que por sí mismo
promueva altos niveles de resistencia, pero puede ser muy importante en conjunción con
distintos tipos de betalactamasas.
Modificación del sitio blanco de acción: como ya fue dicho, el sitio blanco de los beta-
lactámicos son las diferentes PBP. La información genética de estas proteínas se encuentra
codificada en el genoma bacteriano y no en plásmidos. Sin embargo, elementos que regulan la
expresión de esos genes sí puede ser codificada en un plásmido. Pueden distinguirse distintas
alternativas para que se produzca una PBP que presente menor afinidad por los antibióticos. La
expresión de un gen alternativo, que codifique una PBP básicamente distinta a la existente, es
el caso de S. aureus meticilinorresistente, donde la expresión del gen mecA produce una PBP
alternativa PBP2´ que es menos afin a la totalidad de los betalactámicos. Con esto se quiere
decir que la expresión del gen mecA genera la resistencia a la totalidad de los betalactámicos,
independientemente de los resultados in vitro. Este sería el típico caso donde la regulación
es mediada por plásmidos.
Formación de genes mosaico, por incorporación de fragmentos de material genético de otro
microorganismo: este proceso generado por transformación y recombinación homóloga, genera
genes en parches, cuya secuencia queda constituída en parte por la información preexistente,
y en parte por la recientemente adquirida. Ejemplos de esto son algunas de las PBP de S.
pneumoniae resistente a penicilina y las PBP modificadas de Neisseria gonorrhoeae, donde se
han detectado fragmentos con secuencias de alta homología con las PBP de N. lactámica.
Hidrólisis enzimática: este mecanismo implica la inactivación de los betalactámicos
como consecuencia de la acción de enzimas que reciben el nombre de betalactamasas, y es
el principal mecanismo de resistencia a betalactámicos. Estas enzimas son un claro ejemplo
de la plasticidad de la genética bacteriana. Probablemente originadas de un reducido grupo
de enzimas cromosómicas, constituyen hoy una familia de proteínas de gran disimilitud, que
ha requerido numerosas clasificaciones con el intento de poderlas agrupar. Las evidencias
disponibles tienden a asignarle en un comienzo, alguna función particular en la síntesis de
pared, sobre todo en bacterias gramnegativas. Estas hipótesis surgen de experimentos realizados
en Salmonella, la cual no codifica en su cromosoma betalactamasas de clase C. Cuando se
656 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

introduce en una Salmonella un plásmido que codifica una betalactamasa de clase C (típica-
mente cromosómica), se observan en el microorganismo alteraciónes morfológicas, retardo
en la velocidad de crecimiento y disminución de su virulencia. Estas enzimas destruyen por
hidrólisis, penicilinas, cefalosporinas y carbapenemes. La mayoría de estas enzimas actúan a
través de la formación de un complejo acilpenicilina (merced a la presencia de una serina en
la posición 70) que se hidroliza rápidamente, regenerando la enzima. Estas enzimas forman
parte de un amplio grupo de proteínas denominadas serinproteasas.

Clasificación de las betalactamasas


Basándose en datos de secuencia parcial del ADN de las betalactamasas, Ambler en 1980
propone clasificarlas en cuatro clases: A, B, C y D. Las enzimas de clase A, cuyo prototipo es la
enzima TEM-1, (actualmente presente en más del 50% de los aislamientos de enterobacterias
en general), están codificadas en plásmidos y su peso molecular oscila entre 25 y 30 kD, al
igual que las de clase B y D.
Las enzimas de clase C, están generalmente codificadas en el cromosoma bacteriano y
son típicamente inducibles por betalactámicos. Se trata de proteínas que presentan unos 100
aminoácidos más que la de los otros grupos, por lo que su peso molecular suele rondar los 40
kD o más. En algunas especies, la región reguladora del gen ha desaparecido, y en consecuencia
la enzima se expresa constitutivamente.
Las enzimas de clase B requieren zinc para su actividad y son consideradas por ello me-
talo betalactamasas. En general son plasmídicas, inhibibles por EDTA, incluyéndose aquí las
enzimas que confieren resistencia a los carbapenemes.
Las enzimas de clase D constituyen un grupo reducido de enzimas plasmídicas, con
actividad incrementada sobre oxacilina (OXA-1), inhibibles por iones cloruros y de forma
variable por inhibidores del tipo ácido clavulánico o sulbactam. Estas enzimas, al igual que
lo observado en las enzimas de clase A, han ampliado su espectro de acción mediado por
mutaciones puntuales a partir de enzimas con actividad reducida a penicilinas como es el caso
de las OXA derivadas. En 1995 Bush, Jacob y Medeiros proponen una clasificación funcional
para las betalactamasas. Esta se basa en el peso molecular de la enzima, su punto isoeléctrico
(pI), el perfil de sustrato y la propiedad de ser inhibidas por la presencia de ácido clavulánico
o EDTA. En base a este esquema surgen cuatro grupos funcionales que se correlacionan bien
con la clasificación de Ambler, denominándose: 1, 2, 3 y 4.
Las del grupo 1 corresponden a enzimas con acción cefalosporinasa, no inhibibles ni por
ácido clavulánico ni por EDTA, y que se correlacionan con las enzimas cromosómicas de
bacilos gramnegativos de tipo AmpC.
Las del grupo 2 están constituídas por penicilinasas y cefalosporinasas inhibibles por ácido
clavulánico, y coinciden mayoritariamente con el tipo A de Ambler.
Las del grupo 3 son inhibibles por EDTA pero no por ácido clavulánico, se corresponden
con las metaloenzimas de tipo B.
Por último, un grupo poco importante no descrito por Ambler, las del grupo 4, que incluye
penicilinasas no inhibibles por ácido clavulánico encontradas en Pseudomonas cepacia.
Las betalactamasas son proteínas globulares que presentan una masa 100 veces superior a
su substrato. En este contexto, una vez que el antibiótico ingresa al sitio activo, son muchas
las interacciones químicas que se producen entre ambas moléculas. Así, en las serin betalac-
tamasas, el oxígeno con carga negativa del grupo carbonilo de los betalactámicos es atacado
por los grupos amino (de carga positiva) de la serina 70 y una alanina que se encuentra
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 657

Figura 4. Esquematización de Funcionamiento de las Serin ß-lactamasas. Se esquematiza la


interacción ß-lactamasa- ß-lactámico. La enzima esta representada por los extremos amino
de la alanina 273 y la serina 70, así como el grupo hidroxilo de esta última. La primera in-
teracción E S es todavía reversible y se representa por K+1 y K-1. Una vez que se produce
la acilación representado por K+2 la reacción es irreversible. Cuando la enzima es activa
sobre el sustrato, la reacción culmina con la deacilación (k+3), con la consiguiente liber-
ación del antibiótico hidrolizado y la recuperación de la actividad enzimática. Sin embargo
cuando la enzima no es capaz de hidrolizar al sustrato, la reacción se detiene a este nivel,
produciéndose la inactivación de la misma. Esto es lo que ocurre con los inhibidores del
tipo del Sulbactam o ácido clavulánico

. ( 3 #(
/( 2#/ .(
(
!,! . # . #//
/
3%2 + +
2#/ .( 3 #(

( # . #//
.
/ /(
(
!,! .

3%2
+

2#/ .( 3 #(

( # . #//
.
/ / (
(
!,! .

3%2 +

. ( /( 2#/ .( 3 #(


(
!,! . #// . #//
(
3%2

&IG

próxima. Se forma así mediante un enlace covalente irreversible, un complejo acilpenicilina


(acilación). Estas interacciones generan un efecto de “tensión” sobre el grupo carbonilo,
que tiende a romper el grupo amida del anillo betalactámico. La íntima proximidad que se
genera entre el grupo hidroxilo de la serina 70 y el grupo amida del anillo culmina la acción,
generando la hidrólisis del betalactámico. La presencia de una molécula de agua en el sitio
activo de estas enzimas produce la liberación del antibiótico (deacilación), devolviendo la
actividad enzimática (figura 4).
658 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

METALO BETALACTAMASAS (DE CLASE B)


Se trata de una familia de enzimas de gran diversidad genética, con porcentajes de identidad
de secuencia de entre el 20% y 40%. Sin embargo, se encuentra un motivo conservado dado
por cuatro residuos de histidina (H), una aspargina (D) y una cisteína (C), que se ubican
según una secuencia consenso HXHXD(X)55-74H(X)18-24C(X)37-41H, lo cual se corresponde a
los ligandos con dos átomos de Zinc ++. El mecanismo de acción de estas enzimas difiere de
las serin proteasas, ya que en este caso no se producen uniones covalentes entre la enzima y el
sustrato. Aquí cada átomo de Zn++ actúa polarizando distintas estructuras del anillo betalac-
támico. Así el Zn++(1) actúa polarizando el grupo carbonil de dicho anillo, produciendo un
hueco oxianiónico que favorece la hidrólisis. El Zn++(2) queda dispuesto próximo al N del
anillo, lo que sugiere que interactuaría con el grupo amida de modo de estabilizar el sustrato
durante el ataque nucleofílico y favorecer luego el recambio de sustrato de la enzima.
Desde el punto de vista médico, existen dos aspectos importantes para clasificar las be-
talactamasas; ellos son la ubicación de los genes (cromosómicos o plasmídicos) y el espectro
de acción. En base a esta información se pueden realizar ciertas generalizaciones.
Al referirnos a betalactamasas plasmídicas nos referiremos fundamentalmente a las de
clase A, que son las serin enzimas que clásicamente se encuentran en plásmidos, mientras que
las cromosómicas serán las de clase C. De todas maneras debe saberse que desde hace unos
años atrás no es infrecuente la detección de betalactamasas de clase C en plásmidos.

Principales betalñactamasas plasmídicas


En los grampositivos son fundamentalmente penicilinasas, sin incluir acción sobre cefalos-
porinas. Las betalactamasas en bacilos gramnegativos, originalmente poseían un espectro
más reducido de acción que las cromosómicas, pero eran más eficaces. La presencia de una
estructura a manera de compuerta (denominado bucle omega) relacionada con el óptimo
enfrentamiento entre el anillo betalactámico y la molécula de agua ya mencionada, res-
tringía a su vez la llegada al sitio activo de moléculas más grandes. Estas primeras enzimas
denominadas betalactamasas de espectro ampliado (BLEA), tienen acción sobre penicilinas
y cefalosporinas de primera generación. El agregado de cadenas laterales grandes a nivel del
carbono 7 del anillo cefalosporánico, evita la entrada de estos antibióticos al sitio activo de
las (BLEA) y define a las cefalosporinas de tercera generación. Mutaciones generalmente
en dos pasos, generaron la aparición de betalactamasas de espectro expandido (BLEE), con
acción sobre cefalosporinas de tercera generación. (Ver figura 5) Para la generación de una
BLEE a partir de una BLEA, una primer mutación implica la apertura del bucle omega, con la
consiguiente pérdida de la eficacia (disminución de Vmax). Una segunda mutación reajusta
la molécula de agua al anillo betalactámico. La sustitución de dos aminoácidos es suficiente
para producir estos cambios.
Por lo dicho, las betalactamasas plasmídicas ofrecen al menos dos motivos de alerta: su
fácil diseminación inter e intraespecie, y su alta variabilidad con el consiguiente aumento
del espectro de acción. La mayoría de las transformaciones se dan a nivel intrahospitalario,
donde las cepas pasan de paciente en paciente y las enzimas de germen en germen, hasta
que las mutaciones ocurren.
Otro elemento importante de las betalactamasas plasmídicas es su capacidad de interactuar
con los inhibidores de betalactamasas tipo sulbactam. Estas moléculas con anillo betalactá-
mico pero casi sin actividad antibiótica, tienen la capacidad de una vez acilados, interactuar
con residuos enzimáticos (arginina 244) que generan un total desenfoque entre la molécula
de agua y el anillo betalactámico. El resultado es una actividad suicida donde se impide la
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 659

Figura 5. Representación esquemática de la estructura de diferentes tipos de ß-lactama-


sas. A, B y C muestran una de las etapas evolutivas de una ß-lactamasa de clase A desde
una BLEA a una BLEE en dos eventos de mutaciones puntuales. D: ß-lactamasa de clase
C. La ausencia de bucle omega y de la estructura que contiene la arg 244, determinan
su espectro de acción: cefalosporinasas no inhibibles por sulbactam, ácido clavulánico o
tazobactam.
A) BLEA B) Primer paso
de mutación.

ARG ARG
244 244

Bucle omega

ARG
244

C) Segundo paso D) β- Lactamasa


de mutación. de clase C
( BLEE )

deacilación. La estructura con la que actúan los inhibidores no se encuentra presente en las
betalactamasas cromosómicas.
Betalactamasas cromosómicas: como ya se dijo no son inhibibles. La ausencia de bucle
omega sella su perfil de actividad. No restringen la llegada de cefalosporinas, por lo tanto son
cefalosporinasas, pero por la misma razón no son altamente eficientes. Confieren resistencia
a cefalosporinas de segunda generación, y dependiendo de su cantidad, también son capaces
de conferir resistencia a cefalosporinas de tercera generación. Su mecanismo de expresión
está estrechamente relacionado a la síntesis y reciclaje del peptidoglicán, que actúa a través
de un promotor que en condiciones normales se encuentra inhibido. La ausencia de dicho
promotor, impide la expresión de la betalactamasa y es lo que sucede con E. coli, donde aún
teniendo el gen que la codifica, no es posible provocar su inducción.

Resistencia a glicopéptidos
Se trata de mecanismos complejos que involucran por lo menos cinco genes, algunos de ellos
sobrepuestos parcialmente. El efecto final es la síntesis de un peptidoglican que presenta un
pentapéptido que culmina en Dala-Dlactato (Dlac) o Dala-Dserina (Dser).
Este producto no se une a vancomicina. Si bien las resistencias a vancomicina y teico-
planina pueden estar relacionadas, no se comprende tan bien la resistencia a este último. Se
describirá por lo tanto la resistencia a vancomicina.
Se trata de un mecanismo inducible, que requiere la presencia de este antibiótico.
Hasta el momento se conocen cinco fenotipos de resistencia, correspondientes a cinco
660 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

grupos de genes distintos, denominados VanA a la E. Se explicará brevemente el funciona-


miento del sisytema vanA, por ser el más estudiado. Los otros fenotipos involucran algunas
variantes menores.
El mecanismo se pone en funcionamiento mediante un sistema de traducción de señales
de dos componentes: un péptido transmembrana denominado vanS y un segundo mensajero
llamado vanR. vanS consiste en una histidinproteinquinasa, que contiene un residuo de
histidina autofosforilable bajo un estímulo ambiental. No se sabe cual es el estímulo exacto,
pero podría estar relacionado a la inactivación de las transpeptidasas y transglicosilasas. Por lo
tanto la vancomicina actuaría de forma indirecta. Una vez fosforilada vanS, el grupo fosfato
es traspasado a un residuo aspartato presente en vanR. VanR fosforilada posee un dominio
de unión a ADN, donde actúa como promotor del conjunto completo de genes del fenotipo
VanA (figura 6).
Además de vanR y vanS, son necesarias tres proteínas más relacionadas con otros tantos
genes. Estos son vanA, vanH y vanX. El gen vanA codifica una ligasa alternativa a la que
normalmente genera el dipéptido Dala-Dala. Esta nueva ligasa une Dala a un ligando ines-
pecífico. Precisamente el gen vanH codifica una proteína con actividad deshidrogenasa que
suministra el ligando para vanA. VanH genera D lactato a partir de piruvato. Para que la
sustitución del dipéptido sea efectiva, deben eliminarse los dipéptidos Dala-Dala que conti-
núen formandose por vía normal. VanX codifica una dd dipeptidasa que cliva los dipéptidos
Dala-Dala antes que se incorporen al precursor del peptidoglicán, pero no Dala-Dlactato.
Estos cinco genes vanS, vanR, vanA, vanH y vanX, son imprescindibles para la producción de
la resistencia a vancomicina. Pueden encontrarse dos genes adicionales, vanY y vanZ. VanY
codifica una ddcarboxipeptidasa que separa la última Dalanina del precursor ya formado, por
lo que complementaría la acción de vanX.

Figura 7. Organización de los genes responsables del genotipo Van A y


funciones de las proteínas correspondientes

?
VAN
VAN S
S VAN S

P
VAN R

dd dipeptidasa
d- ala d-ala
P

van R van S van H van A van X van Y van Z

Ligasa Dala-- X dd- carboxipeptidasa

Deshidrogenasa
Piruvato - Lactato
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 661

Por último vanZ confiere resistencia a teicoplanina, por un mecanismo no dependiente


de la modificación del pentapéptido, aún desconocido.
La codificación de estos genes esta asociada a un trasposón, y se la encuentra tanto en
el cromosoma como en plásmidos. Este tipo de resistencia se corresponde con cambios en
el sitio blanco.

QUINOLONAS E INHIBICIÓN DE LA REPLICACIÓN DEL ADN


Mecanismo de resistencia: básicamente son de dos tipos, por alteración del sitio blanco y por
alteración de la permeabilidad. En los últimos años se ha descrito un mecanismo de resistencia
plasmídico y trasmisible, que consiste en la acción de una proteína producto del gen qnr, que
actuaría bloqueando el sitio blanco de acción. Las alteraciónes del sitio blanco se producen
por mutación espontánea a nivel cromosómico por alteración de una de las subunidaddes
de la enzima denominada A (la ADN girasa está constituída por dos subunidades A y dos
subunidades B). Estas enzimas mutadas tienen menor afinidad por el antibiótico. La aparición
de una mutación puntual tiene una probabilidad de ocurrencia de 1x10-6 a 1x10-9 y es en sí un
fenómeno estocástico, independiente de la presencia de antibióticos. La presión de selección
que ejercen estos, favorecen la diseminación y prevalencia de aquellas cepas más adaptadas
a las condiciones que le impone el fármaco.
Las alteraciones de premeabilidad incluyen la modificación de expresión de porinas y un
sistema de bombas de eflujo que promueve la excreción del fármaco hacia el medio extrace-
lular. Estas bombas descritas primero para grampositivos, también se hallan en gramnegativos
asociadas a porinas de la membrana externa, lo que genera un canal directo entre el citoplas-
ma y el exterior, evitando el espacio periplásmico. La energía de activación depende de un
contratransporte de protones, y como ya se ha dicho, constituyen un mecanismo inespecífi-
co de multirresistencia, que incluye resistencia a tetraciclinas, eritromicina, cloranfenicol y
quinolonas. Este sistema es habitualmente utilizado por las bactrerias para la exportación de
diversas sustancias como toxinas (por ejemplo hemolisinas) y sideróforos.

AMINOGLUCÓSIDOS
Mecanismos de resistencia: los tres grandes mecanismos de resistencia ya nombrados son
encontrados contra estos antibióticos. El más importante es la inactivación enzimática, se-
guido por alteración de la permeabilidad y lejos en tercer lugar, limitado a la estreptomicina
y la espectinomicina, puede observarse una mutación puntual en el sitio de acción de estos
agentes, la proteína de la subunidad 30s denominada proteína S12.
Inactivación enzimática: diversas enzimas pueden inactivar estos antibióticos por acción a
distintos niveles. Así, pueden acetilar, adenilar o fosforilar, por intermedio de acetiltransferasas,
adeniltransferasas y fosfotransferasas. Estas enzimas tienen un perfil diferente de aminoglu-
cósidos sobre los que actúan, pero la presencia de más de una enzima dificulta este análisis,
incluyendo la aparición de enzimas bifuncionales como las presentes en enterococos que poseen
actividad de acetil y fosforiltransferasas. Las enzimas pueden ser cromosómicas o plasmídicas
y se expresan constitutivamente, independientemente de la presencia de antibiótico.
La inactivacion enzimática se produce en el proceso de transporte del antibiótico hacia
el interior de la célula para alcanzar el ribosoma. La resistencia a cada aminoglucósido es el
resultado del balance entre dos velocidades: la de captación intracelular y la de inactivación
enzimática. La velocidad de inactivación depende de la afinidad de la enzima por el anti-
biótico. La resistencia a los aminoglucósidos tiene una incidencia variable a nivel mundial,
debido al predominio diferente de las enzimas inactivantes como consecuencia de la presión
662 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

de selección ejercida por el uso de determinados aminoglucósidos. El predominio de enzimas


que inactivan la estreptomicina y kanamicina ha llevado a desplazar el uso de estos fármacos.
En general la mayor incidencia de resistencia se da en enterobacterias.
Alteraciones de la permeabilidad: los aminoglucósidos entran a la célula bacteriana por
un mecanismo complejo que implica la adherencia a moléculas de carga negativa, como
residuos del LPS, cabezas polares de fosfolípidos y proteínas aniónicas de membrana externa.
Luego de esta adherencia por rearreglo del LPS se produce la entrada al espacio periplásmico
del agente. Al llegar a la membrana citoplásmica se produce el ingreso al citoplasma, por un
sistema de trasporte acoplado al gradiente protónico. Dicho gradiente depende de la actividad
de las cadenas respiratorias aerobias, lo cual explica la inactividad de estos agentes frente a
anaerobios. Precisamente las modificaciones de este gradiente electroquímico, dificultan la
entrada del agente a la célula. Mutaciones cromosómicas espontáneas, generan alteraciones
de este potencial o de la cadena de electrones.

MACRÓLIDOS
Mecanismos de resistencia: básicamente implican los grandes mecanismos ya mencionados.
En bacilos gramnegativos donde el fármaco no es muy activo, se observan trastornos en
la permeabilidad. El mecanismo de eflujo activo ya ha sido mencionado y es mediado por
plásmidos. Dos tipos de alteraciones del sitio blanco pueden producir resistencia a macróli-
dos: a) mutaciones puntuales a nivel cromosómico de la proteína L15; b) inducción de una
enzima metilante que metila el ARNr 23s de la subunidad mayor, lo que altera la afinidad
del receptor no solo por los macrólidos, sino también por lincomicinas y estreptograminas.
Estos antibióticos son químicamente diferentes pero comparten mecanismos de acción y de
resistencia, así como cierto espectro de acción. Este mecanismo puede encontrarse asociado
a plásmidos y trasposones.
Por último, se ha detectado inactivación enzimática por esterasas o fosfotransferasas
fundamentalmente en enterobacterias, aunque se desconoce su importancia clínica.

Bibliografía
• Ayala J. Genética molecular de la pared microbiana. Nuevos blancos susceptibles de inhibición. En: Vicente
M, editor. Avances en Ingeniería Genética. Series Nuevas Tendencias. —. Madrid:CSIC; 1994;9191-224.
• Matagne A, Lamotte J, Frere J. Catalytic properties of Class A b lactamases: eficiency and diversity. Bio-
chemJ. 1998;330:581-98.
• —. Mecanismos de resistencia. En: Madel, Douglas, Bennet, editores. Principles and Practice of Infectious
Diseases. 4ta ed.—:—;—.
• Medeiros A. Quality and Resistance. Clinical Microbiology and Infection. Update b-lactamases. 1997;3(sup
4):452-459.
• Rasmussen B, Bush K. Carbapenem-hydrolyzing b-lactamases Antimicrob. Agents. Chemoterm. 1997
Feb;41(2):223-32.
• Wang Z, Fast W, Valentine A, Bencovic S. Metalo b lactamase: Structure and mechanism. Current opinion
in Chemical Biology. 1999;3:614-22.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 663
Página 663

36 Métodos de estudio
de la sensibilidad
antibiótica
R. Taroco, V. Seija, R. Vignoli

El estudio de la sensibilidad bacteriana a los antibióticos es una de las funciones más impor-
tantes de los laboratorios de microbiología clínica. Dentro de los beneficios que presenta se
encuentran:
• Dirigir la terapéutica una vez que el germen es conocido
• Generar una base de datos que permita seleccionar los antibióticos a utilizar en un trata-
miento empírico (aquel en que no conocemos el agente causal)
• Desarrollar políticas de uso de antimicrobianos
• Vigilar la aparición de nuevos mecanismos de resistencia
• Detectar precozmente la diseminación epidémica de una cepa, tanto a nivel hospitalario
como comunitario
Pero la determinación de la sensibilidad a antimicrobianos no implica solo realizar un con-
junto de técnicas y medir los resultados. Es necesario saber interpretar los mismos y darles el
significado que realmente tienen. Entre el médico clínico que tiene en sus manos un paciente,
y el microbiólogo que entre las suyas tiene las placas con el microorganismo responsable de
una infección, debe haber buena comunicación, lo cual implica hablar el mismo idioma. Los
parámetros que determinan los resultados de sensibilidad o resistencia, cada vez más involucran
información proveniente de ambos lados: el paciente y el microorganismo.
En el capítulo 34 se consideraron las características farmacocinéticas y farmacodinámicas
para los principales grupos de antibióticos, y en el 35, las diferentes estrategias bacterianas de
supervivencia. En este capítulo intentaremos desarrollar los diferentes métodos de estudio y
las bases de la interpretación de los resultados obtenidos in vitro.

Clasificación
Estos métodos pueden clasificarse en métodos cuantitativos y cualitativos.
Métodos cuantitativos son aquellos procedimientos que permiten determinar la concen-
tración inhibitoria mínima (CIM) y la concentración bactericida mínima (CBM).
Se define CIM como la mínima concentración de antibiótico que en un período de
tiempo predeterminado, es capaz de inhibir el crecimiento in vitro de un inóculo bacteriano
previamente estandarizado (concentración conocida de gérmenes). Se define como CBM la
la mínima concentración de un antibiótico que en un período de tiempo predeterminado,
es capaz de inducir la muerte in vitro del 99.9% de una población bacteriana previamente
664 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

estandarizada. La determinación de la CIM puede realizarse por micro o macro dilución en


caldo, dilución en agar o E-test (marca comercial).
Métodos cualitativos (disco difusión) son aquellos procedimientos que permiten clasificar
directamente a un microorganismo como sensible o resistente. Este es uno de los métodos
más utilizados en la práctica diaria y es el que los estudiantes podrán realizar durante el curso
del CEFA.

Estandarización
Todos los métodos de estudio por nosotros utilizados, están estandarizados por el National
Commitee for Clinical Laboratory Standars (NCCLS), de manera que los resultados sean
reproducibles y comparables. La realización de estos procedimientos requiere la utilización
de cepas de control de calidad con resultados conocidos, de manera de saber si nuestra me-
todología se realizó en forma correcta. Dentro de los parámetros a estandarizar se encuentran
lo siguientes:
a) El tipo de bacterias a estudiar, ya que no es lo mismo un microorganismo de crecimiento
rápido que lento, exigente o no exigente, aerobio o anaerobio. Describiremos aquí los
métodos para el estudio de microorganismos no exigentes, de crecimiento rápido, capaces
de crecer en aerobiosis.
b) Los medios de cultivo para realizar las pruebas. De los medios disponibles se considera que
tanto el agar como el caldo Mueller Hinton (MH) son los más apropiados para las pruebas
de sensibilidad de rutina dado que muestran buena reproducibilidad entre los diferentes
lotes comerciales, son baratos, contienen bajo nivel de inhibidores de sulfonamidas, tri-
metoprim y tetraciclinas, son adecuados para la mayoría de las bacterias patógenas en lo
que a requerimientos nutricionales se refiere y existen suficientes datos recopilados que
avalan su uso en las pruebas de sensibilidad.
A pesar de estas cualidades, algunos parámetros del medio se deben controlar en cada
lote de uso, como ser:
• pH: para cada lote debe ser controlado cuando se prepara el medio. El agar debe tener
un pH 7,2-7,4 a temperatura ambiente. Si el pH es demasiado bajo ciertas drogas
como aminoglucósidos, quinolonas y macrólidos parecerán menos activas, mientras
otras como las tetraciclinas parecerán tener mayor actividad. Si el pH es más alto se
podrán esperar los resultados opuestos.
• Humedad: si existe un exceso de humedad en la superficie del agar las placas deben
ser incubadas a 35°C durante 10 a 30 minutos antes de utilizarse. Las placas deberán
estar húmedas pero no mostrar gotas de agua en la superficie.
• Efecto de la timina o timidina: los medios que contienen un exceso de timina o
timidina pueden revertir los efectos inhibitorios de las sulfonamidas y triometoprim,
produciendo alteraciones en las zonas de inhibición del crecimiento bacteriano en la
placa.
• Cantidad de cationes divalentes: la variación de los cationes divalentes principalmente
de Ca++ y Mg++, también afecta los resultados de antibióticos como tetraciclinas,
aminoglucósidos, etc.
El medio debe ser preparado según las indicaciones del fabricante. Luego de preparado debe
esterilizarse y cuando llega a una temperatura aproximada de 50° C debe ser repartido en
las placas de Petri. El espesor del mismo debe oscilar entre 3 y 5 mm. Para esto se considera
que aquellas placas de 150 mm de diámetro deben llevar 60 a 70 ml del medio, y las que
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 665

tienen 100 mm de diámetro deben llevar 25 a 30 ml. Las placas que no se usan en el día
pueden mantenerse en el refrigerador; aquellas con más de siete días de preparación no
son adecuadas, salvo que sean envueltas en bolsas de plástico para evitar la desecación,
de lo contrario deben controlarse con los organismos de referencia. Debemos controlar
la esterilidad de cada lote incubando al menos una de sus placas 24 hs o más a 35°C,
verificando si hay o no crecimiento de algún microorganismo contaminante.
c) El tiempo de incubación: la mayoría de los resultados deben leerse entre 18 y 20 horas,
aunque para la lectura de la meticilinorresistencia en S. aureus debe incubarse 24 horas
completas.
d) La temperatura de incubación, lo cual altera la velocidad de crecimiento bacteriano y su
viabilidad.
e) El estado de los antibióticos, su fecha de vencimiento si se trata de discos, o su potencia
si se trata de antibiótico como droga.
Si bien estos parámetros pueden ser controlados físicamente, es decir el operario puede
controlar temperaturas, tiempos, estados de los medios, etc., los controles de calidad se
realizan utilizando cepas conocidas. A continuación destacaremos algunos de los métodos
antes mencionados.

Método de disco difusión


Este es un método cualitativo, que se caracteriza por ser fácilmente estandarizable y que está
indicado para microorganismos no exigentes de crecimiento rápido. Partiendo de una muestra
clínica siempre se debe realizar un cultivo puro para poder comenzar el estudio de la sensi-
bilidad antibiótica. Para esto se utiliza la técnica de aislamiento en placas que contengan un
medio adecuado para la cepa en estudio (al cual además se le deben otorgar las condiciones
atmosféricas específicas de esa cepa). El antibiograma por disco difusión basado en el trabajo
de Bauer, Kirby y colaboradores, es uno de los métodos que el NCCLS recomienda para la
determinación de la sensibilidad bacteriana a los antibióticos.
Indicaciones: el antibiograma está indicado en las siguientes situaciones:
• Se aísla una bacteria responsable de un proceso infeccioso y no puede predecirse su sen-
sibilidad, especialmente si se sabe que este tipo de bacteria puede presentar resistencia a
los antimicrobianos más habituales.
• En estudios epidemiológicos, aunque hasta el momento no se halla descrito mecanismos
de resistencia para dicho organismo.
• Cuando a pesar de conocerse la sensibilidad del germen a drogas altamente efectivas, el
paciente no puede recibir dicha medicación ( sensibilidad de S. pyogenes a eritromicina
en pacientes alérgicos a la penicilina).
• En el estudio de nuevos antibióticos.
Fundamento: el método de disco difusión consiste en depositar en la superficie de una
placa de agar MH previamente inoculada con el microorganismo, discos de papel de filtro
impregnados con los diferentes antibióticos. Tan pronto el disco impregnado en antibiótico
se pone en contacto con la superficie húmeda del agar, el filtro absorbe agua y el antibiótico
difunde por el agar, formándose un gradiente de concentración. Transcurridas 18 a 24 horas
de incubación, los discos pueden o no aparecer rodeados por una zona de inhibición de
crecimiento bacteriano.
Materiales: suero fisiológico estéril o caldo de cultivo estéril, hisopos estériles, pinzas
estériles o dispensador, gradillas, descartador, ansa bacteriológica, estufa de 35°C.
666 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Discos de antibióticos: los discos deben mantenerse en el freezer o en el refrigerador para


mantener la actividad del antibiótico. Deben ser sacados una o dos horas antes de su uso.
Debemos fijarnos siempre en la fecha de vencimiento antes de usarlos.
Patrón de turbidez: para estandarizar la densidad del inóculo se usa una suspensión de
sulfato de bario como estándar de turbidez que corresponde a un 0,5 del nefelómetro de Mc
Farland. La densidad se corrobora con un espectrofotómetro. Luego de preparado el patrón de
turbidez se distribuye en tubos de ensayo (4 a 6 ml por cada tubo). Estos deben ser guardados a
temperatura ambiente y protegidos de la luz. Esta turbidez corresponde a 1.5 x 108 UFC/ml.
Medio: placas de agar MH.
Procedimiento (como preparar el inóculo): existen dos formas básicamente de como
preparar el inóculo.
1. Método del medio de cultivo líquido o de Kirby-Bauer: con un asa bacteriológica se tocan
cuatro o cinco colonias bien aisladas del mismo tipo morfológico y se inocula en 4 a 5 ml
de caldo apropiado, como caldo MH. Los cultivos de caldo se dejan incubar a 35°C hasta
que aparece una turbidez ligeramente visible (generalmente 2 a 5 hs). La turbidez se ajusta
con suero fisiológico estéril o caldo para obtener una turbidez visualmente comparable
a la de un estándar preparado previamente (llamado 0.5 de Mc Farland). Este estándar
debe agitarse antes de usar y ser comparado en forma visual con el inóculo preparado.
Para ello se miran ambos tubos al mismo tiempo contra un fondo blanco con una línea
negra como contraste Este método es recomendado cuando el cultivo tiene más de 24 hs
de incubación.
2. Método de suspensión directa de colonias o Kirby-Bauer modificado: se colocan entre 4 y
5 ml de suero fisiológico estéril en un tubo de ensayo. Se toma con un asa bacteriológica
tres o cuatro colonias morfológicamente similares y se suspenden en el tubo hasta alcanzar
una turbidez comparable a la solución de Mc Farland 0.5. Luego de preparado el inóculo
bacteriano con la cepa en estudio se deben seguir los siguientes pasos:
• Introducir el hisopo estéril en el inóculo bacteriano preparado, de manera de embe-
berlo completamente. Antes de retirarlo se debe escurrir sobre las paredes del tubo
para retirar el exceso de líquido del mismo.
• Sembrar la placa de MH de manera de obtener un crecimiento confluente, para lo
cual se estría con el hisopo en forma paralela y bien compacta abarcando toda la
superficie de la misma. Luego se repite el procedimiento rotando la placa 60° en dos
oportunidades más. Deben extremarse los cuidados en sembrar las placas de borde a
borde, porque de lo contrario pueden haber problemas en la realización de las lectu-
ras.
• Dejar secar 3 a 5 minutos antes de colocar los discos.
• Colocar los discos. Estos deben ser colocados con dispensador o pinza estéril. Luego de
estar sobre el agar se debe presionar los discos levemente para que queden adheridos
al mismo. Deben estar a más de 15 mm del borde de la placa y deben distribuírse de
manera de que no haya superposición de los halos de inhibición. En las placas de 150
mm no se colocarán más de 12 discos, y en las placas de 100 mm no es aconsejable
colocar más de 6.
• Luego de colocados los discos las placas deben incubarse a 35ºC a 37°C en grupos no
mayores a cinco placas durante 18 hs. Para detectar la meticilinorresistencia las placas
deben incubarse 24 hs completas. Las placas deben colocarse en forma invertida para
que el agua condensada no caiga sobre el agar, lo que cambiaría las condiciones del
medio y por lo tanto no serviría para la lectura de los halos.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 667

Ventajas: es un método sencillo, barato y de fácil control y estandarización. Una ventaja


adicional del método y específicamente del medio, es que se le pueden realizar algunas modifi-
caciones en cuanto a los requerimientos nutricionales para poder llevar a cabo el antibiograma
con microorganismos exigentes o muy exigentes que necesitan más nutrientes que los que este
medio les puede ofrecer. Un ejemplo claro es S. pneumoniae, microorganismo exigente para
el cual se puede hacer un agregado de sangre de oveja desfibrinada en una concentración
al 5%. Muchas veces estos agregados generan cambios conocidos en los halos de inhibición
del crecimiento bacteriano.

Control de calidad
Para proceder a la lectura de los antibiogramas debemos previamente asegurarnos que se
cumpla un estricto control de calidad para supervisar la exactitud y fiabilidad de la metodo-
logía. Esto se realiza debido a que existe un gran número de variables que pueden afectar los
resultados dentro de las que se destacan:
a) actividad de los discos (cuidar que no estén vencidos o que pierdan su carga por almace-
namiento incorrecto);
b) inadecuada composición y espesor del medio;
c) alteraciones en más o en menos en el inóculo (patrón de turbidez 0.5 de la escala de Mc
Farland);
d) problemas con el tiempo o temperatura de incubación, etc.
Para llevar a cabo eficientemente este control de calidad al mismo tiempo que se realiza
el procedimiento para la cepa en estudio, se realiza para una cepa control. Las cepas control
utilizadas serán las recomendadas por la NCCLS. Estas cepas son denominadas ATCC, una
marca registrada (American Type Culture Collection). Estas son cepas conocidas, de las
cuales se sabe su patrón de resistencia o sensibilidad. Se conocen y se han establecido los
rangos de diámetros en el que debe estar la zona de inhibición de crecimiento bacteriano si
las condiciones del procedimiento son las adecuadas. Estos datos se encuentran en tablas
de la NCCLS. Se debe verificar que los diámetros de inhibición del crecimiento bacteriano
de los discos de antibióticos entren dentro de los establecidos en las tablas, de lo contrario
podremos concluir que existe alguna variable que está cambiando las condiciones en que
debe ser realizado el procedimiento.

MEDICIÓN DE LOS HALOS E INTERPRETACIÓN DE LOS MISMOS


Luego de corroborar que las cepas ATCC se encuentran en rango procedemos a realizar la
lectura de los antibiogramas. La lectura se realiza a través de la medición de los halos de
inhibición. Al igual que para las ATCC, existen tablas proporcionadas por la NCCLS que
según el diámetro del halo de inhibición de crecimiento bacteriano, definen categorías de
resistencia, sensibilidad y sensibilidad intermedia.

MÉTODO DE GRADIENTE ANTIBIÓTICO (E-TEST)


Este es un método cuantitativo. El principio de este método es una expansión de la técnica de
difusión en disco. En el método E-test podemos, mediante lectura directa, determinar la CIM.
Consiste en una tira de plástico no poroso de 6 cm de largo por 5 mm de ancho que incorpora
un gradiente predefinido de antimicrobiano equivalente a 15 diluciones. El protocolo para
preparar el inóculo es el mismo que para la difusión en disco. Siguiendo el método de difusión,
una vez inoculado la placa de agar con el microorganismo, se coloca la tira de E-test sobre su
668 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

superficie, produciéndose de forma inmediata una difusión del antibiótico desde el soporte
hasta el agar, creándose de este modo a lo largo de la tira un gradiente exponencial de las
concentraciones del antimicrobiano. Tras la incubación de las placas, se puede observar una
zona de inhibición elipsoidal y simétrica. Después de la incubación la CIM será el valor donde
la elipse corta la tira. Las tiras deben conservarse a menos de 20°C y deben estar protegidas
de la humedad. Antes de usarse se deben atemperar a temperatura ambiente durante por
lo menos 30 minutos. Las placas de Petri con el medio de MH y la forma de sembrado es la
misma que en el método de disco difusión. Luego se colocan las tiras sobre la superficie del
agar. Se debe dejar absorber el inóculo de 10 a 15 min para asegurar que la superficie del agar
esté completamente seca antes de aplicar las tiras. Debemos asegurarnos que la tira contacte
completamente con la superficie del agar. No se deben mover las tiras una vez que han sido
colocadas, ya que el antibiótico empieza a difundir rápidamente. Cuando se usa una placa
de Petri de 100 mm depositar solo una tira por placa y poner la tira en el centro de la placa,
si se usa una de 150 mm no se deben colocar más de 6 tiras. Se incuba durante 16 a 20 hs
a 37°C o según los requerimientos óptimos de la cepa bacteriana en estudio. Si colocamos
la tira al revés no se observa elipse de inhibición, ya que el gradiente de concentraciones se
sitúa solo sobre una de las caras de la tira. Se considera como un método alternativo para
el estudio cuantitativo de la sensibilidad antimicrobiana del que cabe destacar su sencillez
y buena correlación con la técnica estándar de dilución en agar para el estudio de la CIM,
que se detalla más adelante.

Métodos de dilución
Las primeras determinaciones se realizaron empleando una cantidad considerable de tubos
con caldo de cultivo, a los cuales se le colocaban diluciones crecientes de antibióticos con el
mismo fundamento que el descrito para el método de dilución en agar. Este procedimiento
se denominó macrodilución en caldo. Esta metodología es muy engorrosa, por la cantidad
de material y de manipulaciones necesarias para su realización. La aparición de un sistema
de inoculación múltiple para placas de agar popularizó el método de dilución en agar, en el
que cada placa, con una cierta concentración de antimicrobiano, permite inocular simultá-
neamente un gran número de microorganismos. La utilización de micropipetas y de placas de
microtitulación facilitó la utilización del método de microdilución en caldo; en la actualidad
se han popularizado los métodos automatizados comerciales de microdilución en caldo, fá-
cilmente integrables en sistemas semiautomáticos de lectura e interpretación de resultados,
pero con el grave inconveniente del incremento de su costo. Dentro de estos describiremos
la macrodilución en caldo.

MACRODILUCIÓN EN CALDO
Las pruebas de dilución han sido utilizadas durante años. Los procedimientos iniciales eran
realizados en tubos de ensayo grandes (13 por 100 mm) con volúmenes de caldo de por lo
menos 1 ml. Este método fue estandarizado en la década de los años 70 por el Estudio Co-
operativo Internacional y luego la NCCLS publicó un estándar del método. Este método es
llamado macrodilución en caldo. A partir de los años 60 se comenzaron a utilizar dispositivos
serológicos para dispensar y diluir. Esta miniaturización simple de la técnica se conoció como
microdilución en caldo.
Fundamentos: consiste en exponer a las cepas a estudiar a diferentes concentraciones de
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 669

Figura 1. Determinación de la Concentración inhibitoria mínima (CIM) y de la Concentración


Bactericida Mínima (CBM)

antimicrobianos, en diluciones a la mitad y observar el crecimiento de los microorganismos


para luego definir la CIM (ver figura 1).
Materiales y métodos: en el método de macrodilución se emplea por cada combinación de
microorganismo con antimicrobiano, un juego de tubos. Habitualmente se prepara el juego
de tubos con 1ml de caldo MH suplementado con Ca++ y Mg++ estéril sin antimicrobiano.
Para un pequeño número de pruebas se preparan diluciones al doble directamente en los
tubos, del modo siguiente. Se colocan 2 ml de solución de antibiótico en el primer tubo de la
serie de diluciones. En cada uno de los tubos restantes se añade 1 ml de caldo MH. Con una
pipeta estéril se transfiere 1 ml del primer tubo al segundo. Después de mezclar el contenido
del segundo tubo, se transfiere 1 ml con una pipeta diferente (en esta transferencia y en todas
las sucesivas) al tercer tubo. El proceso continúa hasta el penúltimo tubo, al que se le quita
1 ml, que se descarta. El último tubo no recibe solución de antibiótico y sirve de control de
crecimiento. Las concentraciones finales de antibióticos en esta prueba son iguales a la mitad
670 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

de la serie inicial de dilución, debido al agregado de una concentración igual de inóculo en el


caldo. Se prepara un inóculo bacteriano que contenga 105 a 106 UFC/ml ajustando la turbidez
de un caldo de cultivo al estándar y diluyendo luego a 1:200 en caldo. Añadir a cada tubo 1
ml del inóculo ajustado. Incubar los tubos a 35°C entre 16 y 20 horas.

LECTURA E INTERPRETACIÓN DE LA CIM


La CIM corresponde a la mínima concentración de antibiótico en donde no se observa de-
sarrollo (turbidez). La CIM se expresa en µg/ml. Luego se debe recurrir, teniendo en cuenta
el valor de CIM obtenido para esa cepa, a las tablas para definir según los valores de CIM
que en ellas aparecen si las cepas en estudio son sensibles o resistentes a un determinado
antibiótico.

Interpretación de los estudios de sensibilidad antibiótica


Los resultados de sensibilidad serán interpretados de acuerdo a las tablas de la NCCLS. Se
definen tres categorías: resistente, intermedio y sensible. El resultado sensible significa que
hay una alta probabilidad de que el paciente responda al tratamiento con el antibiótico tes-
tado. El resultado resistente implica alta chance de falla terapéutica. La categoría intermedia
puede tener varios significados. Con agentes que se puede administrar a altas dosis, puede
significar que se deben utilizar altas dosis para que el tratamiento sea eficaz o que el agente
puede ser eficaz si se concentra en el sitio de infección. También puede representar una zona
buffer que impide que cepas con sensibilidad borderline sean categorizadas como resistentes.
Los breakpoints o puntos de quiebre son los valores de concentración que permiten la cate-
gorización en sensible, resistente o intermedio. Para establecer el valor de estos breakpoints
se utilizan cuatro fuentes:
1. La observación de la distribución de CIM que indica como se comportan la mayoría de las
cepas y si hay distribuciones anormales que pueden marcar la presencia de un mecanismo
de resistencia.
2. Los parámetros farmacocinéticos y farmacodinámicos que ya mencionamos en el capítulo
de antibióticos.
3. La respuesta clínica y bacteriológica a la utilización del antibiótico en cuestión. Se espe-
ra una tasa de respuesta favorable del 80% para que el organismo sea clasificado como
sensible.
4. Una vez se establecen los breakpoints para CIM se deben elegir los breakpoints para la
disco difusión. Esto se obtiene mediante una regresión lineal (ver figura 1).

Bibliografía
• Ferraro, M. J. National Committee for Clinical Laboratory Standards. 2001. Performance
Standards for Antimicrobial Susceptibility Testing; Eleventh Informational Supplement. Vol
21,.Nº 1 M100-S11 NCCLS.
• Ferraro, M.J. National Committee for Clinical Laboratory Standards. 2000. Performance
Standards for Antimicrobial Disks Susceptibility Tests. Approved Standard-Seventh Edition.
Vol 20,.Nº 1 M2-A7 NCCLS.
• Ferraro, M.J. National Committee for Clinical Laboratory Standards. 2000. Methods for Dilution
Antimicrobial Susceptibility Tests for Bacteria That Grow Aerobically; Approved Standard-Fifth
Edition. Vol 20, Nº 2, M7-A5 NCCLS.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 671

• Cantón R, García JE, Gómez L, Martínez L, Rodríguez C, Vila, J, García J.A Procedimientos
en Microbiología Clínica. Métodos Básicos Para el Estudio de la Sensibilidad a los Antimi-
crobianos en Recomendaciones de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y
Microbiología Clínica. Editor Picazo J J. 2000 http://www.seimc.org
672 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 673
Página 673

37 Antivirales
S. Mateos

El número de fármacos antivirales ha aumentado en forma extraordinaria en los últimos 10 a


15 años como una reacción a la pandemia de la infección por VIH. Muchos antivirales por su
mecanismo de acción interfieren en alguna de las fases de la infección y la replicación; otros,
como interferones y citoquinas, incitan acciones inmunomoduladoras y antiproliferativas en
la célula huésped.
La clasificación de los antivirales se puede realizar por su mecanismo de acción o su perfil
de actividad, que es la forma en que lo trataremos. Todos interfieren en distintas etapas de
la replicación viral:
• Son análogos de los ácidos nucleicos: zidovudina, ganciclovir, vidaravina, aciclovir.
• Bloqueo de la adhesión y penetración: amantadina, oseltamivir.
• Inhibición de la síntesis de ADN: aciclovir, foscarnet.
• Inhibición de la síntesis proteica: interferones.
• Alteración de la fase de maduración proteica: inhibidores de proteasa, inhibidores de
glicosilación.

Conceptos generales
Muchos compuestos muestran actividad antiviral in vitro pero tienen efectos tóxicos para la
célula huésped. Característicamente los fármacos más eficaces actúan inhibiendo la acción
de alguna enzima viral específica (polimerasa, transcriptasa). Los cambios en un ácido nu-
cleico pueden ser suficientes para ocasionar resistencia al producto antiviral, indicando que
el fármaco posee un mecanismo de acción específico.
Los fármacos hasta ahora descritos inhiben la replicación activa de manera que puede
reanudarse la proliferación de los virus después de dejar de usar el fármaco; las respuestas
inmunitarias y eficaces del huésped son esenciales para la eliminación o control de la in-
fección. Puede surgir ineficacia clínica con antivirales en caso de virus farmacosensibles en
pacientes fuertemente inmunodeficientes, por otro lado se ha visto que las variantes virales
farmacorresistentes se observan con mayor frecuencia en pacientes inmunodeficientes con gran
número de partículas virales en replicación y que han recibido ciclos duraderos o repetidos
de tratamiento antiviral, aunque los VIH son una excepción.
Los fármacos habitualmente no eliminan al virus latente o que no está en fase de replica-
ción. La eficacia clínica depende, entre otras cosas, de obtener concentraciones inhibitorias
en el sitio de la infección. No se han estandarizado aún los métodos para medir la sensibilidad
674 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

in vitro a compuestos antivirales y los resultados dependen del sistema de cuantificación, del
tipo celular, del inóculo viral y del laboratorio. Por lo tanto, de casi todos los antivirales no se
han definido relaciones nítidas entre concentraciones medicamentosas activas in vitro, las
que se logran en sangre u otros líquidos corporales, y la respuesta clínica

Antirretrovirales
Los fármacos antirretrovirales no son curativos, al no erradicar la infección, pero pueden
disminuir la carga viral y retrasar la depresión inmunológica, para convertir la infección por
VIH en una enfermedad crónica controlada, para lo cual el tratamiento debería ser potente
e iniciarse de forma precoz. Básicamente pueden diferenciarse dos grupos de fármacos anti-
rretrovirales, según su mecanismo de acción sobre el ciclo evolutivo del VIH:
1. Inhibidores de la transcriptasa inversa: evitan la síntesis de la cadena de ADN províri-
co.
2. Inhibidores de la proteasa: evitan la formación de las proteínas estructurales del VIH,
necesarias para la formación de la partícula vírica madura.

INHIBIDORES DE LA TRANSCRIPTASA REVERSA (TR) ANÁLOGOS DE LOS NUCLEÓSIDOS


El lugar donde actúan estos fármacos es la TR, la cual resulta esencial en el ciclo replicativo
del virus y es característica de la familia Retroviridae. Cuando el virus penetra a la célula la
TR produce una copia complementaria de ADN a expensas del ARN genómico viral, y luego
cataliza una segunda copia positiva haciendo así que la información genética vírica quede
codificada en una doble hebra de ADN.
Fueron los primeros fármacos utilizados en el tratamiento del VIH: zidovudina (AZT),
didanosina (ddI), lamivudina (3TC), abacavir (ABC). Todos ellos necesitan para ser activos,
sufrir tres fosforilaciones enzimáticas por quinasas intracelulares. Su mecanismo de acción
reside en su actividad como inhibidores competitivos de los nucleósidos trifosforilados intra-
celulares. Por un lado compiten por el lugar de unión de los nucleótidos a la TR, por el otro
al incorporarse a la cadena de ADN naciente, actúan como terminadores de la misma, al
impedir la unión de nuevos nucleósidos. La ADN polimerasa (alfa) de la célula de los mamíferos
requiere concentraciones mucho más elevadas para inhibirse (2000 veces más) que la TR, lo
que explica en parte el efecto selectivo de los ITIAN sobre la enzima viral. No obstante, la
ADN polimerasa (gama) presente en las mitocondrias pueden inhibirse a las concentraciones
alcanzadas en las células, lo que justifica gran parte de la toxicidad de estos fármacos.
Efectos adversos (AZT): anemia, neutropenia, cefalea, astenia e intolerancia digestiva.
También se han relacionado con la lipodistrofia.
Inhibidores de la TR análogos de nucleótidos: nuevos fármacos que también inhiben la TR
como terminadores de cadena, a diferencia de los anteriores, al estar monofosforilados sufrirían
una conversión mucho más rápida a la forma activa y mostrarían mayor potencia antivírica,
dado que el paso limitante en la trifosforilación de un nucleósido es típicamente la adición
del primer fosfato. Actualmente el único fármaco disponible de este grupo es Tenofovir.

INHIBIDORES DE LA TR NO ANÁLOGOS DE NUCLEÓSIDOS (EFAVIRENZ, NEVIRAPINA)


Inhiben la TR de forma no competitiva y altamente eficaz mediante su unión a un lugar
diferente al sitio de unión del ácido nucleico, producen una disminución de la actividad
catalítica de la enzima dependiente de magnesio. El efecto adverso más frecuente es el
exantema cutáneo.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 675

INHIBIDORES DE LA PROTEASA (IP)


Los IP revolucionaron con su aparición en 1996 el tratamiento de la infección por VIH, pro-
vocando una disminución espectacular de la morbimortalidad. En nuestro país existen saqui-
navir (SQV), indinavir (IDV), ritonavir (RTV), etc. Son un grupo de fármacos con actividad
sobre la aspartilo proteasa codificada por el virus. Tienen una estructura complementaria del
sitio activo de la enzima y actúan como inhibidores competitivos de la enzima. El principal
inconveniente que tuvieron estos fármacos fue su baja biodisponibilidad (mala absorción vía
oral, rápida excreción o ambas), las interacciones farmacocinéticas y su toxicidad.
Durante el proceso de replicación del VIH, los precursores generados a partir de los genes
gag y pol son procesados para dar lugar a proteínas funcionales más pequeñas como la TR,
proteasa, integrasa, ARNasa y las proteínas de la cápside. Por lo que su inhibición da lugar a
la formación de viriones inmaduros, no infecciosos.
Efectos adversos: son un grupo de fármacos relativamente mal tolerados. A corto plazo
producen nefrolitiasis e intolerancia digestiva. A mediano y largo plazo producen intolerancia
a la glucosa, osteonecrosis avascular e hiperlipidemia.

PAUTAS TERAPÉUTICAS
La meta principal del tratamiento es prolongar la vida del paciente y su calidad de vida. Esto
se consigue idealmente a través de distintos objetivos:
• Reducción de la carga viral al nivel mínimo (<20 a 50 copias/ml) durante el mayor
tiempo posible, para frenar la progresión de la enfermedad y prevenir la aparición de
resistencias.
• Reconstitución del sistema inmune cuantitativamente (incremento de linfocitos CD4) y
cualitativamente (recuperación de la respuesta inmune específica).
• Uso adecuado de los fármacos en pautas que permitan la supresión vírica sin detrimento
de opciones terapéuticas futuras de tratamiento, no presenten muchos efectos adversos
y favorezcan la adherencia.
Es fundamental antes de iniciar el tratamiento asegurarse de explicar las características
del mismo y la importancia del cumplimiento. Una supresión insuficiente de la replicación,
deriva de pautas terapéuticas inadecuadas o de la mala adherencia al tratamiento, lo que
acabará originando la aparición de cepas resistentes, estas últimas constituyen la causa prin-
cipal de fracaso terapéutico.
Se recomienda comenzar la terapia antirretroviral en aquellos pacientes que presenten
síntomas asociados a la infección por VIH (fiebre inexplicada, muguet oral, síndrome cons-
titucional, infecciones oportunistas), infección aguda o reciente (menos de seis meses tras
la seroconversión), en mujeres embarazadas como profilaxis de la trasmisión perinatal o si el
recuento de linfocitos CD4 es menor de 350/mm3.
Si el recuento de CD4 se sitúa entre 350 y 500, puede considerarse el comienzo de la
terapia si el nivel replicativo del virus es intermedio o alto (5000 a 30000 copias/ml). Cuando
el recuento de CD4 es superior 500/mm3 la actitud es más conservadora y generalmente no
se ofrece tratamiento, salvo en casos de carga viral elevada (30000 a 50000 copias/ml).
Con respecto a la indicación según carga viral, si esta es mayor de 30.000 copias/ml,
generalmente se indica tratamiento independientemente de los CD4, aunque en estos casos
el mismo puede retrasarse en función de las características particulares: elevado número de
CD4, consumo activo de drogas, posible mala adherencia.
Entre las ventajas del tratamiento precoz podrían citarse, un control más temprano de
676 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

la replicación viral, prevención de la inmunodepresión progresiva, una mejor tolerancia a


los fármacos, disminución de la trasmisión del virus, prevención de las resistencias y retraso
en la progresión de la enfermedad. No obstante, esto puede obtenerse a un alto costo al
empeorar significativamente la calidad de vida del paciente, adelantar la aparición de resis-
tencias, pudiendo favorecer la aparición de efectos tóxicos a largo plazo y la trasmisión de
cepas resistentes.
Las pautas iniciales consisten habitualmente en la combinación de 2 ITIAN con un IP.

Resistencia a los antirretrovíricos


El genoma del VIH contiene aproximadamente 10.000 pares de bases, habiéndose estimado
que la tasa de error de TR es de cerca de un nucleótido por cada 10.000 copiados, por lo que
en cada ciclo replicativo se produciría una mutación puntual. Teniendo en cuenta que dia-
riamente se producen de 109 a 1010 viriones, esto significa que todas las mutaciones puntuales
del genoma probablemente se generen cada día.
La tasa de mutación en el genoma es alta porque el mecanismo de transcripción del ARN
viral en ADN, mediado por la TR, no posee un mecanismo de corrección de errores. Lo más
frecuente es que el producto de una mutación sea la sustitución de un aminoácido por otro en
los productos proteicos, pero también son posibles otro tipo de mutaciones como deleciones
o inserciones de nucleótidos.
Cuando no existe presión selectiva por parte de los fármacos, una población viral está
compuesta por diversas variantes genéticas denominadas cuasiespecies. Algunas de estas
variantes pueden ser naturalmente resistentes a un determinado nivel frente a un fármaco,
en particular sin necesidad de que el virus haya sido expuesto al mismo. Las mutaciones par-
ticulares que confieren resistencia son cambios genéticos que resultan en alteraciones de la
estructura y función de proteínas virales claves como la TR o la proteasa, por lo que pueden
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 677

afectar a la capacidad de infectividad o replicación del virus, haciéndolo menos competitivo


en comparación con el virus salvaje; por esta razón las variantes naturales resistentes existen
como una población minoritaria.
La presencia de fármacos antirretrovirales altera la presión selectiva sobre la población
viral. Aquellos virus mutantes que presenten algún grado de resistencia continuarán repli-
cándose e incrementarán su población con respecto a los más sensibles. Con el tiempo estos
mutantes que han escapado a la presión del sistema inmune y de los fármacos, acumularán
mutaciones adicionales, las cuales incrementarán su resistencia y mejorarán su capacidad
replicativa aún en presencia de los fármacos. La frecuencia con la que aparece resistencia no
solo depende de factores propios del virus como su alta tasa de replicación, la elevada cantidad
de virus en el organismo o la facilidad con la que aparecen mutaciones, sino también de las
características del tratamiento.
Existen fármacos para los que una única mutación en el genoma del virus les hace perder
toda actividad, denominándose de “baja barrera genética” (como los ITINAN), mientras que
otros necesitan de varias para que se afecte significativamente su efectividad. De igual manera
cuando un régimen terapéutico no suprime efectivamente la replicación viral, por potencia
inadecuada o mala adherencia del paciente, se está favoreciendo la aparición de mutantes
resistentes. Estos mutantes pueden mostrar resistencia cruzada con otros antirretrovíricos
del mismo grupo, aunque el paciente no lo haya tomado nunca. Por lo tanto un esquema
eficaz de tratamiento debe incluir un número suficiente de fármacos (generalmente tres) que
hagan muy improbable la selección de cepas mutantes naturales y que garantice una supresión
completa, evitando la selección de cepas resistentes de nueva aparición.
Actualmente es posible obtener información acerca del patrón de mutaciones que pre-
senta la población vírica en un paciente determinado, gracias a las pruebas de resistencia
genotípica y fenotípica. Las primeras se basan en la secuenciación o hibridación del genoma
vírico para identificar mutaciones puntuales que podrían alterar la sensibilidad del virus a los
fármacos, mientras que las fenotípicas miden la sensibilidad del virus a los antirretrovirales
directamente en cultivos celulares. Las pruebas genotípicas son más rápidas, accesibles para
los laboratorios y más baratas. Sin embargo, solo proporcionan el patrón mutacional y no
el grado de resistencia asociado al mismo, por lo que requieren una interpretación experta.
Por el contrario, los métodos fenotípicos dan información cuantitativa in vitro del grado de
resistencia del virus a los distintos fármacos. Sin embargo, son métodos más lentos y caros,
requiriendo laboratorios especializados. Los resultados de estas pruebas deben de interpretarse
en el contexto de la historia de tratamiento del paciente, la adherencia a las pautas tera-
péuticas, la tolerancia a las mismas y la posible existencia de interacciones medicamentosas
o problemas de absorción de los fármacos. A pesar de sus limitaciones, estas pruebas han
demostrado utilidad en la elección de pautas terapéuticas de rescate, mejorando las tasas de
respuesta al mismo cuando se usaron en el esquema de decisión.
Entre sus indicaciones podrían citarse:
• Infección primaria. Permitiría detectar la trasmisión de cepas resistentes y optimizar el
tratamiento para mantener la eficacia a largo plazo.
• Primer fallo terapéutico. Permitiría documentar los fármacos frente a los que se ha desa-
rrollado resistencia.
• Múltiples fallos terapéuticos. Se podría optimizar el número de fármacos activos en el
nuevo régimen, excluyendo aquellos con pocas probabilidades de respuesta.
• Embarazo. Se podría optimizar el tratamiento materno y la profilaxis de la infección en
el neonato.
678 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

Antivíricos activos frente al virus Herpes

La familia Herpesviridae comprende una serie de virus ADN cuya capacidad biológica más
notable es su capacidad de producir infecciones latentes. Tras la infección primaria, sintomática
o no, el virus permanecerá latente en diversos tipos celulares o tejidos que les son propios a
cada miembro de la familia. Desde aquí y sin que se conozcan bien los mecanismos íntimos
y últimos que desencadenan el fenómeno, se van a producir reactivaciones con replicación
y producción de nuevas partículas virales.
El aciclovir aprobado en 1982 fue el primer fármaco con una toxicidad reducida aprobado
para su utilización en las infecciones por Herpes simple (HVS) y Varicela Zoster (VVZ). Este
es el prototipo de un grupo de compuestos antivirales que son fosforilados dentro de la célula
por una quinasa viral para volverse inhibidores de la síntesis de ADN del virus. Otro fármaco
que utiliza este mecanismo es el ganciclovir (CMV).
Mecanismo de acción: bloquea la síntesis de ADN viral y replicación compitiendo con la
desoxiguanosina trifosfato (dGTP) por la ADN polimerasa viral y siendo incorporado en el
ADN viral. La afinidad del aciclovir por la ADN polimerasa viral es 200 veces mayor que por
la ADN polimerasa de los mamíferos. Además de inactivar la acción de la ADN polimerasa
viral, actúa como “terminador de cadena”.
Mecanismo de resistencia: se ha vinculado con alguno de los tres mecanismos siguien-
tes: producción nula o parcial de la timidinquinasa viral; alteración de la especificidad del
sustrato de la timidinquinasa; alteración de la especificidad del sustrato o alteración de la
ADN polimerasa viral. Las alteraciones en las enzimas virales son causadas por mutaciones
puntuales, inserciones o deleciones. El mecanismo de resistencia más frecuente en cepas de
HSV clínicas es la deficiente actividad de timidincinasa, son infrecuentes los mutantes de
la ADN polimerasa
Aplicaciones terapéuticas: el aciclovir por vía parenteral es el fármaco de elección para
el tratamiento de las infecciones graves causadas por el virus de Herpes simple y la VVZ,
que incluyen encefalitis y neumonitis. El aciclovir por vía enteral es eficaz en las infecciones
primarias por el HVS pero es menos eficaz en el tratamiento de las reactivaciones. La supre-
sión crónica a largo plazo con aciclovir oral reduce la frecuencia de recurrencias sintomáticas
de herpes genital y la diseminación asintomática del virus. El tratamiento oral con aciclovir
instaurado en las primeras 24 hs del inicio de la erupción reduce la gravedad de la varicela y
puede ser útil para tratar el zóster localizado, oftálmico o diseminado.

Antivirales activos frente a CMV


Ganciclovir: relacionado estructuralmente con aciclovir, inhibe la unión de la desoxiguanosina
trifosfato a la ADN polimerasa, resultando en la inhibición de la síntesis del ADN viral. Es
activo frente al HSV y CMV, sin embargo el uso clínico está limitado por su toxicidad, se
utiliza fundamentalmente por vía parenteral, en el tratamiento de la coriorretinitis por CMV
en paciente inmunodeprimidos. Su eficacia en al neumonia por CMV es discutible. Por vía
enteral se utiliza en la terapia de mantenimiento y profilaxis de retinitis por CMV.
Toxicidad: puede producir nefrotoxicidad, alteraciones hematológicas (anemia, neutro-
penia, trombocitopenia).
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 679

Antivíricos activos frente al virus de la hepatitis B

Lamivudina: además de su uso como antirretroviral, ha sido aprobado por la FDA en el


tratamiento de la hepatitis B crónica. Las asociaciones con interferón alfa y lamivudina no
parecen dar lugar a tasas de respuestas superiores.

Antivíricos activos frente al virus de la hepatitis C


Interferón alfa: los interferones (alfa, beta, gama) son potentes citoquinas con actividad
antiviral, inmunomoduladoras y antiproliferativa. Casi todos los virus animales son sensibles
a las acciones antivirales de los interferones, aunque muchos de los que tienen ADN son rela-
tivamente insensibles. Existen notables diferencias de potencia en diferentes virus y sistemas
de cuantificación. La actividad biológica del interferón, por lo general, se mide en términos
de sus efectos antivirales en cultivos celulares y se expresa en unidades internacionales en
relación con estándares de referencia.
Mecanismo de acción: los interferones después de unirse a receptores celulares específicos
inician la síntesis de más de dos docenas de proteínas que contribuyen a la resistencia contra
el virus. Los efectos antivirales son mediados por la inhibición de la penetración o decapsi-
dación viral, la síntesis de ARNm, la traslocación de proteínas, ensamblado y liberación de
virus o de todas estas funciones juntas. El bloqueo de la síntesis proteica es su principal efecto
inhibidor en muchos virus.
Efectos adversos: síndrome influenza like, agranulocitosis, neurotoxicidad. La aparición
de anticuerpos neutralizantes luego de iniciado el tratamiento reduce su actividad.
Aplicaciones terapéuticas: se ha demostrado su utilidad en la infección por HCV. Actual-
mente el tratamiento es en combinación con Ribavirina; esta asociación se ha relacionado
con tasas más altas de respuesta.
La Ribavirina es un análogo del nucléosido purínico. Inhibe la replicación de muy diversos
virus, incluyendo virus influenza, VRS, adenovirus, VHC.
Efectos adversos: es teratogénica, oncogénica, gonadotóxica. La ribavirina en aerosol
se a utilizado en Estados Unidos para tratar la bronquiolitis y neumonia por VRS en niños
hospitalizados, en donde mejora los índices de enfermedad, oxigenación y reduce la excreción
de virus en lactantes hospitalizados.

Otros fármacos activos frente a virus respiratorios


Oseltamivir (TamifluR) y Zanamivir: antivirales selectivos frente al virus influenza A, está
indicado en el tratamiento de la gripe en mayores de 18 años. Mecanismo de acción: inhibe
las neuraminidasas de los virus influenza A y B. Oseltamivir se administra por vía enteral,
mientras que la presentación de Zanamivir es por vía inhalatoria. Si el diagnóstico específico
confirmado por laboratorio se establece dentro de las primeras 24 a 36 horas del inicio de los
síntomas, se pueden indicar estos fármacos antivirales. Con este tratamiento se logra reducir
la duración de los síntomas en un 50% (2 o 3 días), disminuir la intensidad de los mismos y la
trasmisión viral. En los pacientes con asma o EPOC se prefiere el uso del Olseltamivir, dado
que el Zanamivir inhalatorio tiene riesgo potencial de producir broncoespasmo. La posología
del oseltamivir es de 75mg por vía oral cada 12 horas durante 5 días.
Palivisumab: es un anticuerpo monoclonal utilizado en la prevención de la enfermedad
por VRS en recién nacidos y niños de alto riesgo, se administra por vía intramuscular una vez
680 TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA

por mes, al inicio del otoño hasta el final de la primavera. Está indicado en prematuros (< de
35 semanas) y menores de 2 años con afecciones cardiopulmonares crónicas.

Bibliografía
• Hardman J, Limbird L, Molinoff P, Ruddon R, Goodman A. Goodman&Gilman Las Bases Farmacológicas
de la Terapéutica. 9ªed. Méjico. Mc Graw-Hill Interamericana. 1996.
• Martín C, Blanco J, Tuset M, et al. Características de los Fármacos Antivíricos. Medicine 2002; 8ª ed: 3805-
3814.
• Pérez J. Fármacos Antirretrovíricos. Medicine 2002; 8º ed: 3959-3969.
• Samuel C. Antiviral Actions of Interferons. CMR 14;2001: 778-809.
TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA 681

Potrebbero piacerti anche