a declaratoria de herederos otorga con su mero dictado la posesión
judicial de la herencia y permite llevar adelante todas las acciones
judiciales que resulten necesarias, ante otros organismos o entidades donde se requiere comprobar el carácter de continuadores del causante por parte de los peticionantes respectivos.
La declaratoria de herederos como tal es uno de los actos de mayor
importancia, el primero ciertamente, dentro del proceso sucesorio, en miras de permitir la distribución de bienes posterior y/o efectuar los reclamos que se requieran, puesto que más allá de la posibilidad de disponerse como medida urgente un administrador para efectuar las acciones que se requieran perentoriamente, el primer paso para que todo proceso sucesorio avance y cumpla sus fines es el de determinar judicialmente quiénes son los continuadores del causante, y esta acción únicamente se cumple con el dictado de la declaratoria de herederos.