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DERECHO NOTARIAL II
MODULO 7
OCTAVO SEMESTRE

EL ACTA NOTARIAL:

1. Definición.
2. Clasificación.
3. Estructura del acta.
4. Requisitos y formalidades.

Antecedentes y elementos introductorios.


Nuestra legislación, conforme lo establecido en el código de notariado decreto número 314 del
congreso de la república, las actas notariales no son instrumentos protocolares, a diferencia de lo
que ocurre en algunos otros países que pertenecen al sistema del derecho notarial latino.

No obstante, lo anterior, el acta notarial forma parte de los instrumentos públicos extraprotocolares,
o fuera del protocolo, que autoriza al notario, y su trascendencia, dentro del orden de importancia
de los documentos notariales, es altamente significativa.

En el código de notariado, se dedica un título, el séptimo al tema de las actas notariales, si bien
éste no es muy amplio, pues apenas consta de tres artículos (60, 61 y 62). Tampoco se cuenta con
una definición legal de que debe entenderse por acta notarial.

La escritura matriz, como hemos podido estudiar, es el documento notarial que se refiere a actos,
es decir, manifestaciones de voluntad, en el establecimiento, modificación o extinción de; es, en
palabras del español José Enrique Gomá Salcedo, jurigénica, o sea, que produce consecuencias
de derecho en lo que se otorga. En las actas notariales no se establece ni se hacen constar esas
manifestaciones de voluntad que inciden en las relaciones jurídicas, su ámbito es otro. Esto es muy
importante, porque siempre deberemos tener presente como notarios, de un acta notarial no puede
suplir a una escritura matriz, sus efectos y alcances, así como el ámbito que le corresponde a cada
instrumento para hacer efectivo, es sumamente diferente.

Dentro de las consideraciones generales que corresponde hacer con respecto al género de las
actas, se puede mencionar que éstas, a diferencia de las escrituras matrices, son utilizadas por
todo tipo de personas, además de los notarios, en diferentes circunstancias y, en términos
generales, conservan una estructura similar. Así, por ejemplo, el Registrador Civil hará constar
diferentes aspectos relacionados con el estado civil de las personas, en acta. Al registrador civil, en
este caso, se le reconoce la llamada fe pública registral para hacer constar estos hechos. Sin
embargo, la fe pública registral que se le reconoce el registrador es limitada, pues se circunscribe
específicamente a este tipo de inscripción, no va más allá mil trasciende a otros aspectos en los
que el notario si puede levantar actas, dentro de un ámbito mucho más amplio.

Con base en ese uso tan amplio de las actas, conviene tomar en cuenta la definición de ellas,
como género, provista por Manuel Ossorio:
Acta: documento emanado de una autoridad pública (juez, notario, oficial de justicia, agente de
policía), a efectos de consignar un hecho material, o un hecho jurídico con fines civiles, penales o
administrativos. por extensión, también se llama así el documento privado en que se deja
constancia de un hecho o de lo tratado y resuelto en las reuniones de sociedad y asociaciones que
tienen que llevar, a veces de modo obligatorio, el llamado libro de actas.

Sin embargo, el tipo de acta que redacta el notario, posee una validez y una credibilidad legal
superior, y más general, que las actas que puedan redactar otras personas, debido a que el notario
ejerce la fe pública que le concede el Estado para el ejercicio profesional. Además, las actas
notariales, necesariamente, deben cumplir con los requisitos establecidos en la ley.
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1. DEFINICIÓN:

Acta notarial es el instrumento público en que no se contiene relaciones de derecho, en que no hay
vínculo que engendre obligación. Contiene solamente hechos cuyo recuerdo conviene conservar
por la fe del autorizante, o hechos relacionados con el derecho, que pueden producir acciones no
exigibles por la propia virtud del acta, sino deducibles de los hechos que en ella constan para pedir
a los tribunales o a las autoridades de orden el cumplimiento del derecho. De modo que el acta
notarial, como una de las ramas del instrumento público, hace fe por sí misma en cuanto los
hechos en ella relacionados, bajo la fe del notario en el círculo de sus atribuciones; pero las
relaciones de derecho que hayan de deducirse de esos hechos no son siempre inmediatas.

En el artículo 60 del Código de Notariado guatemalteco, decreto número 314 del Congreso de la
República, se establece lo siguiente con respecto a las actas notariales:

Artículo 60. El notario, en los actos en que intervenga por disposición de la ley o a requerimiento de
parte, levantará actas notariales en las que hará constar los hechos que presencie y circunstancias
que le conste.

El acta notarial es el instrumento público extraprotocolares que el notario autoriza, en donde


ejercita su fe pública con base en requerimiento de parte, a efecto de hacer constar hechos con
circunstancias, o bien por disposición de la ley, en el cual debe cumplirse con los requisitos
establecidos en la ley para su redacción.

2. CLASIFICACIÓN QUE SE APLICA EN GUATEMALA

Debido a la ausencia de una clasificación propiamente legal en Guatemala, el estudio del derecho
notarial se ha visto permeado por la influencia legislativa española, específicamente del reglamento
de la organización y régimen del notariado. Así, se reconocen las siguientes clases de actas:

a) De presencia,
b) De referencia.
c) De requerimiento,
d) De notificación, y
e) De notoriedad.

a) Actas notariales de presencia

En esta clase de actas lo que se espera del notario es que se desempeñe como un observador, ya
sea de un hecho o circunstancia que, frente a sus ojos, ocurren y en donde él no debe intervenir en
forma alguna, limitándose únicamente hacer un receptor, viendo y oyendo, para poder narrar, de
manera fiel, lo sucedido, o describirlo, en el respectivo acto.

Sobre este tema en particular Guillermo Cabanellas expresa lo siguiente:

“Acta de presencia. En lo notarial, aquella que acredita la realidad o verdad del hecho que motiva
su autorización. El notario extenderá esta acta en el lugar de su práctica o, de no ser factible,
inmediatamente después, con las notas por referencias tomadas en el terreno. En todo caso
constatarán el requirente, el fin perseguido y el resultado que el notario hay advertido por sus
propios sentidos.”

Oscar salas, dentro de las actas de presencia, entre otras, enumera las siguientes:
a) Las que acreditan el estado físico de las cosas o su calidad o cualidades;
b) La de terminación de una obra (como las actas de entrega);
c) Las de subasta (por ejemplo, las que se dan en subasta voluntaria),
d) Las de sorteo,
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e) Las de existencia de determinadas personas o “fe de vida”, llamas en nuestro medio de


sobrevivencia o supervivencia,
f) Las de unión de hecho (conforme artículo 174 del código civil, decreto ley 106).

b) Actas notariales de referencia.

En esta clase de actas el notario recibe todo aquello que pueda manifestar o declarar una persona,
en relación a determinados hechos o circunstancias, e inclusive deseos, propósitos, etc. En la
medida de lo posible, el notario deberá tratar de que lo que conste en el acta se haga constar por
escrito en los mismos términos de cómo lo ha expresado la persona. Estas actas son útiles para
hacer constar manifestaciones de tipo personal, tales como declaraciones juradas, así también de
testigos en lo que respecta a hechos con circunstancias que han presenciado, o bien, respecto a
peritos, sí se refiere a resultados de sus análisis y peritajes sobre determinados aspectos de un
trabajo que ha realizado.

En el medio guatemalteco tiene una aplicación amplia, así, por ejemplo, en los llamados asuntos
de jurisdicción voluntaria, con las cuales se pueden hacer constar declaraciones juradas,
declaraciones de testigos, y otros usos más. Atendiendo al contenido de esta clase de acta –
declaraciones con manifestaciones que realiza una persona- la firma del documento por parte de la
persona que expone algo, es necesaria, a diferencia de lo que sucede como otras actas en las que
es suficiente y basta con la firma del notario.

c) Actas notariales de requerimiento.

Las actas notariales de requerimiento, son las que sirven para solicitar o pedir a otra persona que
haga o deje de hacer algo, o bien, que lo diga. En el medio notarial guatemalteco se utilizan
especialmente en los asuntos de jurisdicción voluntaria que conoce un notario. Así, con esta clase
de actas, lo que se le pide al profesional es que impulse un procedimiento, con base en lo
establecido en la ley, a efecto de que se reconozca o se declare un derecho, como por ejemplo el
reconocimiento de preñez, determinación de edad, disposición de un bien que pertenece a un
menor de edad, etc.

Por los alcances del acta notarial de requerimiento, en donde lo que constan es una declaración de
voluntad por parte del requirente o solicitante, se ha afirmado que éstas constituyen un documento
notarial intermedio entre el acta y la escritura. Pero la diferencia en el tipo declaración de voluntad,
como lo ha expresado Sanahuja, consistente en: “la declaración de voluntad en las escrituras es
negocial, se dirige a la creación, modificación y extinción de derechos; en cambio, en los
requerimientos la declaración de voluntad es una exigencia ni se dirige a la realización de unos
supuestos derechos”. En los asuntos de jurisdicción voluntaria, el requirente puede, con base en lo
establecido en la ley, como un derecho facultativo, acudir ante un notario a plantear su solicitud, a
efecto de que se impulse la tramitación de un determinado asunto de su interés, y dentro del cual
se le ha facultado al notario para conocer.

Otros usos que tiene esta clase de actas son los siguientes: protesto de documentos mercantiles,
como los cheques; o bien, para que pueda comenzar a computarse el plazo que se refiere a la
mora, al no haber cumplido con el paro el deudor.

d) Actas notariales de notificación.

De acuerdo con lo establecido en los artículos 33 y 71 del código procesal civil y mercantil, decreto
ley 107, el notario, como auxiliar del juez, pueden ser encomendado para que realice determinados
actos, dentro de lo cual se incluía lo relacionado a notificaciones.

En este caso se trata de notificar una resolución emanada del órgano jurisdiccional, y, a solicitud
de parte, se le designa al notario para que notifique. Por tanto, el valor probatorio de la notificación
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así realizada, desde el punto de vista procesal, es pleno, en esta clase de notificaciones deberá
cumplirse con lo establecido en el artículo 72 del código procesal civil y mercantil. El acta de
notificación que facciona al notario en estos casos, cumple con hacer saber algo a una persona y
ponerle en conocimiento legal del contenido de una resolución judicial y los documentos que
pudieran acompañarle, con todos los defectos procesales que devienen de ello (como por ejemplo
el cómputo del plazo a partir de la fecha de notificación). Estas notificaciones, en estricto sentido,
son notificaciones judiciales, no notariales, las cuales tienen la particularidad de que, con base en
lo previsto en normas adjetivas, es decir, procesales, pueden sean realizadas indistintamente por
personal del órgano jurisdiccional o por un notario, pues todos ellos son auxiliares del juez y
cumplen con sus órdenes. Sin embargo, en nuestro medio, tradicionalmente se les han
considerado que son actas notariales de notificación.

Aparte de lo previsto en el código procesal civil y mercantil, el notario también realiza notificaciones
dentro de los procedimientos de jurisdicción voluntaria que son tramitados ante sus oficios, como
por ejemplo en lo regulado en el decreto número 54-77 del congreso de la república, ley reguladora
de la tramitación notarial de asuntos de jurisdicción voluntaria, los asuntos que conoce con base en
lo dispuesto en el código procesal civil y mercantil, decreto ley 107, y el del decreto número 125-83,
ley de rectificación de área de bien inmueble urbano. Estas notificaciones son las propiamente
notariales, “en donde consta que el notario, a petición de parte interesado hace saber algo a
alguien”, como lo ha manifestado Oscar Salas. En los asuntos de jurisdicción voluntaria, la petición
de parte interesada consta en el acta inicial, llamada acta notarial de requerimiento, con la cual
comienza el procedimiento.

Otro ejemplo típico en el que se utiliza el acta notarial de notificación es el del acreedor, cuando -al
habérsele traspasado como adquirido un crédito, mediante sección a su favor- solicita al notario
que intervenga, a efecto de que se le notifique al deudor la cesión para que produzca sus plenos
efecto, tanto respecto a éste (el deudor) como de terceros. El sustento legal para que se notifique
esta cesión al deudor y al tercero se encuentra en los artículos 1448 y 1449 del código civil,
decreto ley 106.

Con base en lo expuesto, podemos definir el acta notarial de notificación como el instrumento
público extraprotocolar mediante el cual el notario, como fedante, cumple con poner en
conocimiento de una persona algo que le ha sido encomendado y solicitado por otra, para quien es
de su interés hacerlo así.

e) Actas notariales de notoriedad.

Así, en nuestro medio, se pueden señalar varios usos importantes para esta clase de actas: como,
por ejemplo, en la identificación de tercero cuando el asunto ha sido llevado ante notario, según lo
cual, cumplida la tramitación, y no habiendo oposición de parte, el profesional a cargo podrá dictar
el acta notarial de notoriedad, conforme lo previsto en el artículo 442 del código procesal civil y
mercantil, decreto ley 107.

Como una adecuada de legislación, y con un criterio más amplio que permitiera ampliar los asuntos
de jurisdicción voluntaria que pueden tramitarse ante notario, las posibilidades de uso y utilización
de este tipo de actas podría ser mucho más vasto en Guatemala, lo cual redundaría en
conveniencia y celeridad en la tramitación de diversidad de asuntos.

De cualquier manera, es oportuno preguntarnos, en qué consiste la notoriedad. La respuesta


podemos obtener la directamente de Oscar salas, quien, con base en lo planteado por Escobar de
la Riva, expone lo siguiente:

La notoriedad consiste en el conocimiento público de ciertos hechos históricos, científicos o


consecuencia de leyes naturales y también, en la fama pública o creencia general en un grupo
social sobre acontecimientos de índole más particular o privada, la reputación de determinadas
personas, con las cualidades de ciertas cosas… El segundo grupo requiere, para ser admitidos
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como ciertos, cuando las leyes así lo permitan, que su notoriedad se investigue y certifique por
quien esté investido de faculta autenticadora.

Por tanto, en el acta notarial de notoriedad lo que se intenta hacer constar es lo conocido
públicamente, lo que constituyen vox populi, como lo ha planteado Oscar Salas. El propósito del
acta notarial es consignar las pruebas sobre los hechos que se reputan conocidos públicamente,
los cuales se tienen por ciertos, y, tras una operación lógica de valoración de los elementos
probatorios aportados, es posible declarados probados –o comprobados-.

1. ESTRUCTURA DEL ACTA.

En nuestro medio, han determinado una estructura básica para estos instrumentos y también
podemos valernos del análisis doctrinario, para establecer cuál debe el contenido de las actas.
A continuación, se realizan este análisis.

De acuerdo con Luis Carral y de Teresa, la forma General del acta debe ser: el requerimiento, la
narración del hecho y la autorización. En tanto que para Bernardo Pérez Fernández del castillo, las
actas normalmente sólo contienen un proemio, el contenido del acta, generales, certificación y
autorización.

Sobre el particular, como lo ha indicado Oscar salas, el notario en nuestro medio, referido al caso
de Centroamérica y Panamá, goza de gran libertad para la redacción o faccionamiento de las actas
notariales, en particular por la falta de preceptos legales específico que obliguen adoptar un patrón
o esquema rígido. En otros países, a efecto de evitar equivocaciones y exceso de libertad en la
redacción, se establece, de manera clara, que los preceptos legales referidos a la estructura,
normas para la redacción y principios de las escrituras públicas, aplican, en lo que corresponda, a
las actas notariales. En nuestra legislación, ante la falta de un precepto similar, la práctica y los
usos notariales han adoptado, de hecho, esta tendencia a asimilar y aplicar los principios generales
de las escrituras matrices a las actas notariales.

a) Rogación, audiencia o requerimiento que se realizan notario;


b) Expresión del objeto, finalidad o propósito de la rogación o requerimiento formulado al
notario;
c) Narración del hecho por el notario; y
d) La autorización del instrumento por el notario.

A continuación, procederemos analizar cada uno de estos elementos que forman parte de la
estructura General de un acta notarial.

a) Rogación.

Desde el punto de vista doctrinario, existe prácticamente pleno consenso en cuanto a que la
función notarial no puede realizarse sin que, de manera previa, exista solicitud, petición, rogación o
requerimiento de parte –como se dice en el artículo 1 del código de notariado guatemalteco- para
que intervenga el profesional y así cumplir con la actividad que le es propia. En palabras de
Enrique Giménez Arnau, “la rogación o requerimiento de prestación de funciones es el acto de
solicitar los interesados el ministerio notarial.

Sin embargo, a pesar de que la rogación es un requisito general para que se dé la intervención del
notario en todas sus actuaciones profesionales, la forma de manifestarse ésta, pero de no hacerlo,
cambia, atendiendo al tipo de instrumento público de que se trate. Así, como lo ha expresado
Núñez Lagos, no siempre se hace constar expresamente en el documento la rogación, “en las
escrituras, la rogatio es predocumental, y por lo tanto implícita en el hecho de la comparecencia.
En las actas frecuentemente se expresa: el compareciente me requiere para que… ” (La rogatio va
unida o incluida en el acto de instancia que ha de ser objeto de diligencia). De esta manera, en la
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escritura pública existe una rogación tácita en el instrumento, sobre la cual no ningún
inconveniente, pues en el otorgamiento, al darse la aceptación, mediante la firma, se corrobora
todo lo que se refiere a la voluntad de los otorgantes y que su voluntad es lo que consta en el
instrumento, obra de redacción del notario; en tanto en el acta existen la rogación expresa, ya que,
tanto desde el punto de vista doctrinal, como legal, la misma se consigna en el instrumento.

La base legal específica para dejar constancia del requerimiento en el acta, la encontramos en el
artículo 61 del código de notariado, decreto ley 314, así:
Artículo 61. El notario hará constar en el acta notarial: el lugar, fecha y hora de la diligencia; el
nombre de la persona que lo ha requerido; los nombres de las personas que además intervengan
en el acto; la relación circunstanciada de la diligencia; y el valor y número de orden del papel
sellado en que estén extendidas las hojas anteriores a la última.

Los elementos que, en términos generales, comprende la rogación, entendida como una de las
partes del acta notarial son los siguientes:

1. Lugar,
2. Fecha,
3. Hora,
4. Nombre del notario,
5. Nombre del requirente (o de los requirentes),
6. Identificación del requirente,
7. Dirección de donde se encuentra constituido o identificación del lugar, de manera que no
deje duda al respecto,
8. Municipio y, para evitar cualquier equivocación con lugares homónimos, el departamento.

b) Objeto de la rogación (o requerimiento)

En esta parte se expresan, de manera clara y precisa, que se desea que realice el notario a través
del acta, pues la actuación notarial no podrá exceder estos límites ni puede darse un sí no existe
esa solicitud de intervención del notario. El objeto de la rogación tiene como antecedente y base la
voluntad del requirente, pero la actuación del notario, y el uso de estos instrumentos públicos,
también tiene su límite propio, una frontera, la cual está representada por lo que el ordenamiento
legal permite consignarse en este tipo de instrumentos públicos. De la manera como lo prescribe el
artículo 60 del código de notariado, el notario, en los actos en que intervenga por disposición de la
ley o a requerimiento de parte, levantará actas notariales en las que hará constar los hechos que
presencie y circunstancias que le consten.

El objeto puedes ser notificar, recibir la declaración testimonial de una persona dejar constancia de
los acuerdos de una asamblea de accionistas, hacer constar la sobrevivencia de una persona,
etcétera. El notario deberá abstenerse de ejercer su función, infraccionar actas, cuando se trate de
hacer constar hechos ilícitos que pudiera cometer el requirente, o bien, actos que contravengan la
moral, las buenas costumbres y el orden público.

Para la autorización de ciertas actas notariales, será necesario que el requirente acredite un interés
legítimo, como por ejemplo si se trata de la identificación de tercero, deberá demostrar en que
fundamenta su interés, lo cual puede hacer demostrando que existen parentesco o que es
acreedor del mismo. Así también, en el caso determinación de edad de una persona sólo podrá
hacerlo, y actuar como requirente, la persona sobre la cual debe definirse, en forma aproximada a
su edad; o bien, en lo que respecta a un acta notarial de sobrevivencia, sólo podrá actuar como
requirente la parte interesa. Es evidente en estos casos los servicios notariales pueden ser
solicitados, en principio, por otra persona, distinta de aquella directamente interesada; sin embargo,
al momento de proceder a autorizar el instrumento deberá actuar como requirente la persona
directamente interesada en que se haga constar tal o cual hecho o circunstancia.

Enrique Giménez Arnau ha indicado los siguientes caracteres distintivos del objeto de la rogación:
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a) Representa una condición necesaria para la relación específica de autenticación que debe
darse del acta,
b) Debe ser expresa, es decir, manifestarse con claridad y precisión, de manera personal, por
lo que no cabe darla por supuesta o tácita,
c) Es libre respecto al Notario a que se dirige, o sea que, con plena libertad, el requirente
puede plantearla al profesional que prefiera.

c) Narración del hecho

De manera justificada, Oscar Salas ha expresado que esta parte del acta representa “quizás el
actuación más espinosa y desagradable del Notario”. Esto resulta cierto en particular en las actas
notariales de notificación, cuando ha sido nombrado para dar a conocer un asunto del orden
jurisdiccional, o bien, sí se trata de hacer un requerimiento de pago o a notificar el protesto de un
cheque o de un documento mercantil. En estas circunstancias no resulta extraño que pueda
tenerse una actitud hostil hacia el Notario e inclusive que se llegue a intentar faltarle el respeto.

En la parte que se refiere a la narración de los hechos o circunstancias, el Notario deberá mantener
la objetividad e imparcialidad para realizar su función como fedatario, pero también como
profesional del Derecho, quien conoce y juzga la situación desde la perspectiva de la legalidad,
desapasionada y serenamente, consignando en el instrumento notarial de manera veraz lo que en
la realidad sucede, sin alterar, desde su perspectiva, lo que es. Es por ello que Sanahuja ha dicho
que, en la narración, el Notario deberá proceder “con la imparcialidad más absoluta”, la cual, a su
parecer, resulta más necesaria en las actas que en las escrituras, pero también mucho más difícil
de lograr en las actas que las escrituras.

d) (cierre y) Autorización.

El rigor, la autorización se da con la firma y la impresión del sello de Notario. Afortunadamente, la


lacónica disposición del artículo 62 del Código de Notariado ha sido interpretada en forma
extensiva, de manera de la que en Guatemala sí se acostumbra firmar y sellar todas las actas
notariales por parte del profesional que las autoriza. Mediante la firma y la impresión del sello del
Notario nace a la vida legal el instrumento público, en este caso el acta notarial. Sin embargo, en
ciertas ocasiones las actas no sólo las firma el Notario, que también las firman los requirentes
(solicitantes) y/o también los requeridos (personas de quienes se solicita algo o se les informa
algo). Pero, como ha expresado Enrique Giménez Arnau, esta firma no es parte de la autorización,
sino mera confirmación del requerimiento.
Además, debe recordarse que en las actas notariales no existe otorgamiento, es decir, no existe
aceptación en cuanto a un acto o negocio jurídico, lo cual es propia de las escrituras matrices

Así, por ejemplo, en las actas notariales de notificación puede que la persona a quien sea
notificado esté dispuesta a firmar, en cuyo caso lo hará en el acta, que en rigor representa una
cédula de notificación si corresponde a una diligencia que corresponde al ámbito jurisdiccional, o
propiamente en el acta notarial de notificación. En estos casos, con base en la aplicación supletoria
y extensiva de lo regulado para las escrituras públicas, se acostumbra que, a continuación de la (s)
firma (s) del (los) requirente (s) o requerido (s) firme el Notario cuya firma normalmente es
precedida de las palabras ante mí. Si no firma requirente o requerido alguno, bastará la firma y
sello del Notario para efectos de la autorización del instrumento.

Después de haberse realizado la narración del hecho o circunstancia sobre la cual versa el acta
notarial, debe, de alguna manera, procederse a cerrar el instrumento público. Esto, ante la falta de
precisión del Código de Notariado, una vez más se acostumbra hacerlo de la manera más similar a
como se encuentra regulado para las escrituras públicas. O sea que la laguna legal ha sido
cubierta con base en tales usos y costumbres.
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Así, después de la narración se consigna al cierre, en el cual se hace constar que se termina el
instrumento, generalmente expresando que ello ocurre en el mismo lugar y fecha, luego de
transcurrido tantas horas y/o minutos de su inicio. También, por lo general, se hace referencia de
que el instrumento ha sido leído al requirente, que se le advirtió la validez y efectos legales, tras lo
cual, si corresponde, acepta, ratifica y firma, sí corresponde, el acta notarial. Y, el cuerpo del texto
se cierra por lo regular con la expresión DOY FE.

ACTA NOTARIAL
Diferencias Internas
Escritura Pública Acta Notarial
Se refiere a manifestaciones de voluntad en Se refiere a hechos o circunstancias que consta
donde consta el consentimiento, y negocios al Notario, los cuales no están sujetos al
jurídicos de los otorgantes faccionamiento de contrato
Diferencias Externas
Llevan número de orden El documento no lleva número de orden
Se redacta en papel sellado especial para Se redacta en papel simple ya sea papel bond,
protocolos. papel español, papel con membrete del Notario
o cualquier otro, y se acostumbra respectar el
principio de consignar solo 25 líneas por página
No se hace constar la hora de inicio ni la de Se hace constar la hora de inicio y la hora de
finalización del instrumento, salvo en el caso de finalización de redacción del documento.
que se trate de testamento o donación mortis
causa.
No se hace constar la dirección en donde se Siempre se hace constar la dirección en donde
facciona el instrumento, salvo en el caso de que se encuentra constituido el Notario para levantar
se trate de testamento o donación mortis causa el acta.
Se redacta mediante cláusulas (primera, Se redacta mediante puntos (primero, segundo,
segunda, tercera. Etc.) tercero, Etc.)
El original siempre lo conserva el Notario. No siempre lo conserva el Notario
A los otorgantes se les entrega sólo el testimonio No se extienden testimonios, pues la mayoría de
veces el original queda en poder del requirente.
Como excepción puede entregarse copia, si el
Notario conserva el Original.
Es reproducida. Se puede extender cuantas Difícilmente es reproducible. La mayoría de las
copias sean necesarias (testimonio o copias veces no se puede extender copia, pues casi
simples). siempre el Notario no conserva los originales.
Siempre debe ser firmada por el otorgante para No siempre es firmada por el requirente y el
que válida requerido, y puede ir firmada únicamente por el
Notario para que sea válida, y debe también
sellarse.
Es instrumento protocolar Es un instrumento extra-protocolar.
El Notario asesora para el otorgamiento El Notario ve limitada su función asesora, pues
prácticamente se restringe a ser un espectador,
ya que no puede emitir juicios de valor ni
influencia o que sucede.
No es obligatorio el uso del sello del Notario Todas las hojas deben ir numeradas y selladas
por el Notario, y al pie debe firmarse y sellarse.
Al original no se adhiere timbres fiscales ni Se adhieren un timbre fiscal de Q. 0.50 por hoja
notariales. y un timbre Notarial de Q. 10.00 por razón de
acta.
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2. REQUISITOS Y FORMALIDADES.

En este apartado corresponde hacer mención a los requisitos y formalidades establecidas para las
actas notariales en la ley, a decir en los artículos 60, 61 y 62 del Código de Notariado, Decreto 314
del Congreso de la República, los cuales conforman el Título VII de dicho cuerpo legal, intitulado
Actas Notariales.

En el articulado 60 establece que las actas notariales pueden tener como motivación dos razones:
las disposiciones legales, o bien el requerimiento de parte. Asimismo, en esta norma se define cuál
es el objeto de las actas notariales: hacer constar hechos que presencia el profesional, o bien,
circunstancias que le consten.

Artículo 60. El Notario, en los actos en que intervenga por disposición de la ley o a requerimiento
de parte, levantar actas notariales en el que hará constar los hechos que presencie y
circunstancias que le consten.

Definidas las motivaciones y el objeto de las actas notariales, en el artículo 61 establece en las
formalidades que deben cumplirse en esta clase de instrumentos, así:

Articulado 61. Notario hará constar en el acta notarial: el lugar, fecha y hora de la diligencia; el
nombre de la persona que lo ha requerido; los nombres de las personas que además intervengan
en el acto; la relación circunstanciada de la diligencia; y el valor y número de orden del papel
sellado en que estén extendidas las hojas anteriores a la última.
En los protestos inventarios y diligencias judiciales, observará las disposiciones especiales,
determinadas por la ley, para cada caso, sin que sea obligatoria la concurrencia de testigos.

Respecto al artículo 61, merecen comentario varios aspectos. El primero se refiere a la obligación
que tiene el Notario de hacer constar “el Valor y número de orden del papel sellado en que estén
extendidas las hojas anteriores a la última”. En la actualidad ya no existen el papel sellado a que se
alude en esta parte de la norma analizada. Con base en el Impuesto de Timbres Fiscales y de
Papel Sellado Especial para Protocolos vigente, Decretado número 37-92 del Congreso de la
República, en su defecto, lo que debe hacerse es adherir un timbre fiscal del valor de Q.0.50 a
cada una de las hojas (numeral 6 del artículo 5).

El segundo aspecto a considerar, se refiere a lo establecido en el segundo párrafo del artículo 61,
en el que se define que las actas notariales que se levanten de protestos, inventarios y diligencias
judiciales deberán observarse las disposiciones especiales que la ley establece para cada caso.
Por lo que cabe preguntarse, ¿en dónde encontramos estas disposiciones especiales?

Protestos: para los protestos deberá consultarse el artículo 480 del Código de Comercio,
Decretado número 2-70 del Congreso de la República (y también tener presente lo prescrito en el
artículo 482 de dicho cuerpo legal).

Inventarios: en este caso deberá acudir al código Procesal Civil y Mercantil, Decreto Código Ley
107, específicamente a lo regula del artículo 558.

Diligencias judiciales: Como por ejemplo cuando el notario ha sido designado, por su calidad de
auxiliar de un órgano jurisdiccional, para notificar una resolución judicial, en cuyo caso deberá
cumplirse con lo previsto en el artículo 72 del Código procesal Civil y Mercantil.

Pero, además de las disposiciones especiales para la autorización de actas notariales a que se
refiere el artículo 61 del Código de Notariado también se pueden mencionar, entre otras, las
siguientes:
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Matrimonios: En este caso el cuerpo legal a consultar es el Código Civil, Decreto Ley 106,
específicamente lo previsto en los artículos 93 y 101.

Notoriedad: Para lo cual deberá remitirse el Notario a consultar lo previsto en el artículo 442 Bis
del Código Procesal Civil y Mercantil.

Arresto domiciliario en hechos de transito: Acá corresponde consultar los normada en el


artículo 264 Bis del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la Republica.

El artículo 62 se refiere al a la obligación que tiene el Notario de enumerar, sellar y firmar las hojas
del acta notarial, así:

Artículo 62. El notario numerará, sellará y firmará todas las hojas del acta notarial.

Ante la falta de precisión en el precepto sobre dónde deberán consignarse la firma, el sello y el
numero en cada hoja, se puede indicar que, con base en la costumbre y usos notariales
guatemaltecos, normalmente se cumple con hacer todo ello en el anverso de la hoja, en la parte
superior derecha de la misma.

Aparte de estas obligaciones o requisitos, también existen los relacionados con los timbres fiscales
y el notarial que deben adherírsele al acta, que como hemos visto debe ser un timbre fiscal de Q.
0.50 por hoja y un notarial de Q. 10.00 por razón del acta. Además, una vez adheridos, debe
procederse a inutilizarlos, como lo establece el Reglamento de la Ley de Timbres, y a cancelar el
notarial, como se le denomina en la Ley del Timbre Forense y Notarial. De cualquier manera, la
inutilización o cancelación de los timbres se realiza ora perforándolos, ora estampando el sello del
profesional sobre ellos. Lo que se persigue es que los timbres no puedan ser reutilizados en otro
documento.

Principales actas notariales:


 Acta notarial de sobrevivencia,
 Acta notarial de nombramiento,
 acta notarial de matrimonio,
 Acta de arresto domiciliario en hechos de tránsito,
 Acta notarial de inventario,
 Asambleas generales,
 Requerimiento en jurisdicción voluntaria

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