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21 DE ABRIL DE 2020

Puedo contentarme cualquiera que sea mi situación

1. Oración inicial

«Amado Dios, aprenderé a contentarme día tras día cualesquiera que sean las circunstancias, sean
abundantes o sean escasas, sabiendo que todo está bajo tu control y solo quiero hacer tu voluntad
para mi vida, pues a todo haré frente porque tú eres quien me sostiene. Gracias Señor. Amén.»

2. Lee la palabra de Dios

«…, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y
sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener
hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece» Filipenses 4:11b-13

3. Reflexiona

Pablo utiliza la palabra griega utárkes para «contentamiento» que significa autocomplaciente, es
decir, alguien que está satisfecho de sí mismo.

Y quién más que Pablo puede enseñar con tanta autoridad, sabiendo de sus grandes
padecimientos, narrados en 2 Corintios 11:23b-27 que dice: «Yo…; en azotes sin número; en
cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta
azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he
padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas
veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los
gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos
hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y
en desnudez»

Increíble, pero Pablo tenía contentamiento en medio de estas circunstancias trágicas, lo cual
provenía de una dependencia absoluta de Cristo, pues solo hay gozo y satisfacción el vivir
actuando bajo la voluntad de Dios. Es una actitud de aceptar las situaciones de la vida como parte
del plan y los designios de Dios.

Quizás ahora estás viviendo situaciones de gran necesidad, de hambre, de encierro, pero
Jesucristo no te ha abandonado, aférrate a Él, esto pronto pasará. Toma fuerzas en el Señor y
aprende a contentarte con lo que tienes y con quienes te rodean, pues es parte del trato de Dios.

Hermano, ora, alaba y adora a Dios con todo tu corazón y tu alma, así estés saciado o estés con
hambre, estés en abundancia o en necesidad, estés sano o en enfermedad y así podrás proclamar:
«a todo puedo hacer frente, pues Cristo es quien me sostiene».

Escucha Hijo mío, no te olvides de mí ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; Porque largura
de días y años de vida Y paz te aumentarán. (Proverbios 3:1-2)
Piensa: Si nosotros alguna vez nos hemos perdido en un bosque, conoce la preocupación, la
confusión y el pánico que causa esta situación. Piense ahora en la diferencia que habría hecho el
saber que tenía una brújula.

Hablando espiritualmente, tenemos esa brújula: la Palabra de Dios. Pero no nos ayuda en nada a
menos que dejemos que ella nos guíe. Algunas veces, no seguimos su dirección por…

1. La negligencia. A veces estamos tan ocupados en las cosas de la vida, que olvidamos mirar la
brújula de Dios para asegurarnos de que vamos en la dirección correcta.

2. El orgullo. A menudo, queremos determinar nuestro destino. Pero al confiar en nuestras


fuerzas, habilidades e inteligencia, planeamos nuestra propia ruta.

3. Las distracciones. La senda de la obediencia a Dios no es fácil. De hecho, a veces puede ser muy
difícil. Satanás ofrece otros caminos que prometen placer y comodidad si ignoramos la brújula y le
seguimos. Aunque estos caminos parecen agradables al comienzo, llevan a la desilusión y al
engaño.

4. Las dificultades. Siempre que aparecen obstáculos en el camino, nuestra tendencia natural es
tratar de evadirlos. Pero al no usar la brújula de Dios y extraviar el camino, perdemos las
bendiciones que Él quiere darnos en los terrenos escabrosos: una fe fuerte y un carácter santo.

¿Por qué deambular si la brújula del Señor está disponible? Deje que la Biblia sea su guía en el
camino de la vida. Dios promete darle días productivos y años fructíferos si sigue su camino. Él
dirigirá cada paso de su senda, y su paz le sostendrá, aun en tiempos de dificultad.

Orar

Señor, que encuentre siempre en Tu Santa Palabra, la brújula que guíe cada uno de mis pasos y
acciones, por los caminos de Tu maravillosa voluntad.

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