Domingo 26 de abril, 2020 III Domingo de Pascua Etapa IV - Año CXXXVII - Tomo 144 - (4632) Costa Rica Precio

Precio de venta

Resucitar de la crisis,
sin dejar a nadie atrás Hoja de ruta del Papa Francisco para reconstruir el planeta y conformar
“la civilización del amor” frente a “la pandemia de la exclusión y la indiferencia”.
P/8-9

Gestos de fe en la Testimonio de recuperada Solidaridad ante la

pandemia de Covid-19 crisis
Católicos Pastores
desean “Nunca nos salen al
volver sentimos encuentro
a los abandonados” de los
templos pobres

P/2 P/5 P/7

2 • Actualidad Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico

Sede Conferencia
Católicos desean
volver a los templos
Episcopal de Costa Rica
Calle 22- Avs. 3 y 5, San José

Teléfonos
Central telefónica: 2222-8391
Fax: 2256-0407

Página web
www.ecocatolico.org
Danny Solano Gómez
Correo electrónico dsolano@ecocatolico.org
info@ecocatolico.org
Es mediodía, en las calles de San José
Apartado postal
hay pocos transeúntes y frente a las puer-
1064 -1000 San José
tas cerradas del templo de la Parroquia
Nuestra Señora de El Carmen hay un jo-
ven de pie, en oración.

Es Yeudi Molina, de 30 años, un católico

que desde antes de la emergencia nacional
acostumbraba asistir a esta parroquia jose-
fina para orar ante Jesucristo Sacramenta-
do. Debido a la imposibilidad de ingresar,
debido al cierre de los templos para evi-
tar la propagación del Covid-19, cada vez
que debe ir a su lugar de trabajo aprovecha
Créditos para orar afuera de la edificación.
Presidente Junta Directiva Este ingeniero en sistemas cuenta que
Mons. Javier Román Arias suele hacerlo en su hora de almuerzo al
Obispo de Limón
mediodía y cuando no trabaja desde su
casa. “Me hace mucha falta, es algo que
Director
Lic. Martín Rodríguez G. está muy arraigado en mí, siento un deseo
mrodriguez@ecocatolico.org muy grande de ir a visitar al Señor, sé que,
aunque el templo esté cerrado, Él está ahí
Asesor doctrinal en el sagrario (…) También sé que Él está
Pbro. Víctor Hugo Munguía C. en todas partes, pero ir a visitarlo es para
mí algo que me llena de alegría, me llena
Diseño y composición el corazón de paz”, contó.
Gloria Yglesias H.
gyglesias@ecocatolico.org Agregó que “el hecho de no poder reci-
bir a Jesús sacramentado me dolió, pero
Mercadeo y ventas también me dije: “Está bien, es Tu volun-
José Alberto Ramírez S. tad, pero yo estoy aquí y puedo recibirte
jramirez@ecocatolico.org
espiritualmente, vengo no porque Tú ne-
cesites de mí sino porque yo necesito de
ti”.
Periodistas
Laura Ávila Ch. Aunque la foto tenía varios días de cir-
Sofía Solano G. cular en redes dociales, Yeudi se dio cuen-
Danny Solano G. ta hasta mucho tiempo después de la exis-
tencia de la imagen.
El joven, además, en ocasiones anima
Síganos en con el teclado las celebraciones en El Car-
men. Dice que la razón principal para ir
a visitar a Jesús es su Misericordia, pues
“si hago todo eso es porque Él lo permite
por su gracia y por su gran amor y así es
para con toda persona que quiera acudir
a Él, ya que desea regalarnos su gracia y
santificarnos a todos”.
Jorge Madrigal, “El Fotógrafo de Che-
pe” capturó este gesto de oración de
Yeudi Molina.
El ejemplo de doña Carmelina
Carmelina Chavarría es uno de los per-
sonajes más queridos de Atenas. En el
pueblo hay consenso de que es un símbolo
de humildad, desprendimiento y servicio
al prójimo.
De acuerdo con Pbro. Jaime José Alpí-
zar, vicario parroquial de la comunidad,
esta linda viejita de 81 años es conocida
porque lo poco que tiene lo da a otros.
Cuenta que, si ella se gana un poquito
de dinero haciendo algún mandado, va a
comprar una “libra de sal”, “una pelota de
manteca” o “un paquete de tortillas” para
regalar. Si los deja en la Casa Cural dice
a quien se los recibe: “Es para los padres,
para que se ayuden”.
Siempre está pendiente de los difuntos,
va a todos los funerales que puede y siem-
pre ofrece Misas por los que ya partieron.
Frecuentemente pide por los trabajadores
del Seguro Social y la Cruz Roja, “porque
Doña Carmelina, una imagen de piedad
y fervor religioso. Foto Parroquia de Atenas.
son personas que trabajan mucho”, según
dice.
El Padre Alpízar explica que se trata
de una mujer pobre, pero con un corazón
lleno de tesoros, quien vive en un cuartito
que le hizo una familia y cuya vida trans-
curre entre la Casa Cural, adonde llegar a
tomar el desayuno; el templo, sobre todo
para la Misa de 7:00 a.m. y orar; y el mer-
cado. Acostumbra a recoger las recetas
médicas de algunas personas a modo de
servicio y se ofrece para “lavar ropa”, ha-
cer oficio, algún mandado o ayudar en lo
que pueda.
Carmelina es muy querida en el pueblo
y es común verla caminando por las calles
descalza, pues no le gusta usar zapatos,
desde muy pequeña se acostumbró a ir
siempre así.
Precisamente, de rodillas, con las plan-
tas de los pies maltratadas de tanto andar,
en posición orante con la cabeza inclinada
hacia la gran puerta de madera del templo,
es esta imagen que deja doña Carmelina
en estos días de cuarentena, una imagen
de piedad y fervor religioso.
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
Se realizarían hasta que se levanten las medidas sanitarias
Hay esperanza de
que los sacramentos
puedan darse antes
de que termine la
Pascua
Sofía Solano Gómez
ssolano@ecocatolico.org
Manuel cursaba el tercer
año de catequesis infantil, no
obstante, ante el llamado a
quedarse en casa se pregunta
“¿cuándo haré mi Primera Co-
munión?”, pues solo faltaban
unas semanas para concluir su
formación.
Ante la interrogante de este
niño y su familia, Eco Católi-
co conversó con el Pbro. Ma-
rio Segura, director del Centro
Nacional de Catequesis, CE-
NACAT.
Según expuso, en diálogo
con Mons. Óscar Fernández,
Obispo de Puntarenas y encar-
gado de la Catequesis en nues-
tro país, se ha planteado que se
proponga para el momento en
que finalice la restricción sa-
nitaria hacer un pequeño resu-
men y poder ofrecer un retiro
que sirva incluso de prepara-
ción en el caso de la recepción
de los sacramentos.
“Conscientes los párrocos de
que la madurez en la fe no se
puede medir por la memoriza-
ción o el cumplimiento de un
determinado itinerario, queda
a discreción y valoración del
Ordinario del lugar (obispo) y
de los primeros colaboradores,
sus sacerdotes, ofrecer los sa-
cramentos, con la esperanza de
que pudieran llevarse a cabo
a finales de este tiempo pas-
cual”, dijo el sacerdote.
Lo mismo sucede en el caso
de aquellos que estén en la Ca-
tequesis de Confirmación.
Mons. Fernández agregó
que es difícil decir una fecha
determinada para la realiza-
ción de los Sacramentos de la
Iniciación Cristiana. “No hay
una respuesta clara de cómo se
va a proceder, sigue abierta la
posibilidad de que puedan ce-
lebrarse en esta Pascua, pero
en caso de que no se pueda, se
celebrarán en otra fecha des-
pués de que pase la pandemia
y las puertas de nuestros tem-
plos se puedan abrir para con-
gregarnos como Iglesia”, dijo
el prelado.
CENACAT facilita
recursos
En el caso de los Sacramen-
tos de la Iniciación Cristiana la
propuesta es que cada parro-
quia, según las posibilidades,
impulse los procesos siguien-
do los materiales e instrumen-
tos facilitados por la Comisión
Diocesana de Catequesis, con-
forme a la Comisión Nacional,
disponibles en www.cencat.
org.
En casa -dijo el Padre Se-
gura- cada catequizando, sea
catequesis infantil (primer, se-
gundo, tercer, cuarto y quinto
nivel), catequesis juvenil (sex-
Las primeras comuniones están entre los sacramentos que se han
debido aplazar por la pandemia de Coronavirus.
to, séptimo y octavo nivel) o de
adultos (Bautismal, Matrimo-
nial, CICA), puede desarrollar
los encuentros respectivos si-
guiendo el texto, acompañado
por los catequistas a través de
instrumentos que ellos hayan
enviado (vía e-mail, teléfono o
mensajes), o se les haya deja-
do fotocopiados en las oficinas
parroquiales.
Como ejemplo, el sacerdote
mencionó que durante la Se-
mana Santa anterior se idearon
iniciativas para acompañar y
formar en la catequesis, es-
pecialmente de niños. Los re-
cursos están disponibles en la
misma página.
También anunció que se
activó el programa “Jugando
y Cantando”, transmitido los
sábados en la mañana. Dicho
programa se puede encontrar
en el Facebook del CENACAT
y tiene gran participación de
muchos niños de diferentes ni-
veles de catequesis.
En la Catequesis de Con-
firmación ocurre igual: “Se
han creado unos muy buenos
recursos que invitamos a to-
dos los catequistas del país a
aprovechar y que como hemos
señalado están en la página”,
agregó.
Mientras tanto, se deberá es-
perar a que la contingencia sea
superada para finalmente reci-
bir los sacramentos.
Formación a
distancia
Al respecto de la formación
a distancia como una herra-
mienta para dar continuidad
a la formación catequética en
sus distintas áreas, el sacerdote
considera que ha sido una gran
oportunidad.
“Claramente la presencia
y el encuentro personal no se
pueden sustituir y es uno de
los elementos esenciales que
hacen la comunidad, y nos
conforman como Iglesia, pero
ante la situación sanitaria que
nos aqueja ha sido una oportu-
nidad incluso para que muchos
catequistas que se habían que-
dado rezagados en el uso de la
Actualidad • 3
tecnología se atrevan a incur-
sionar en ella”, expresó.
Detalló que se ha tratado de
utilizar de manera importante
los textos que el CENACAT
ofrece, para que les ayude a
seguir actualizados. “Se ha in-
vitado a que el catequista for-
mador se comunique con cada
catequista (vía e-mail, teléfono
o mensaje) y le envíe las indi-
caciones e instrumentos, y a
través de la misma herramien-
ta retornen la información o
den seguimiento a su forma-
ción”.
En esta línea, el CENACAT
ofrecerá a partir del próximo
martes 28 de abril un curso so-
bre Biblia y Catequesis, con el
Pbro. Mario Montes y los jue-
ves un curso sobre Catequéti-
ca Fundamental con el Pbro.
Froilán Hernández.
Los cursos se impartirán du-
rante cinco semanas, iniciarán
a las 8:00 p.m. y serán libres.
Si usted desea participar de-
berá ingresar al Facebook o
al Canal de YouTube del CE-
NACAT, donde estarán dispo-
nibles.
 4 • Actualidad
Manuel Granados, paciente recuperado del Covid-19
“Corrimos la roca y
resucité con Dios”
Sofía Solano Gómez
ssolano@ecocatolico.org
Era Viernes Santo y Ma-
nuel Granados ya tenía varios
días internado por Covid-19 en
el Hospital Calderón Guardia.
No consiente de qué día era
-hasta que preguntó a los doc-
tores- recordó que se trataba
del día en que el Señor Jesús
fue crucificado.
Le dije: “De esa roca que
van a poner hoy ahí, mañana
resucitamos juntos. Y resucité
con mi Dios, corrimos la roca”
recordó este vecino de San
José, quien expresa su agrade-
cimiento a Dios por la oportu-
nidad de estar con vida.
Este es el testimonio que
concedió Manuel y su hija
Stephanie a Radio Santa Clara,
la emisora oficial de la Dióce-
sis de Ciudad Quesada.
Tras superar múltiples ne-
gaciones en el trámite de la
Visa estadounidense, Manuel
viajó junto con su hermana a
Estados Unidos para que esta
se reencontrara con un fami-
liar, a quien no veía desde hace
14 años.
Sin embargo, aquel emoti-
vo reencuentro se convirtió en
una pesadilla luego de su retor-
no al país a finales de marzo,
momento en que recibieron
una orden sanitaria.
Una familiar fue la primera
en dar positivo en la prueba del
Covid-19, Manuel por su parte
no presentaba síntomas, por lo
que no fue sometido a análisis.
De acuerdo con su hija
Stephanie, su padre comenzó
a tener los síntomas cinco días
después. “Él se quiso hacer
el fuerte, dijo que iba a estar
positivo y que a él no le iba a
afectar, hasta que vimos que su
apetito disminuyó, quería estar
El pasado 13 de abril Manuel fue dado de alta.
Está recuperado del Covid-19 y la noticia de su
recuperación tuvo un momento eufórico, lleno
de agradecimiento al Señor por su misericordia.
acostado y casi no podía respi-
rar”.
Inmediatamente llegaron
del Ministerio de Salud y Ma-
nuel fue trasladado en ambu-
lancia. Al llegar al centro mé-
dico recibió pronta atención,
entre lo que Stephanie narró,
se trataba de inyecciones, má-
quinas, monitores y mangue-
ras.
La joven comentó que la
parte más difícil para la familia
que enfrenta una situación de
Covid-19, es el no poder estar
cerca pues deben mantenerse
aislados.
Únicamente se tiene con-
tacto por teléfono recibiendo
a diario dos palabras: “grave”
y “estable” por parte de los
médicos, lo cual causa mucha
incertidumbre. Aunado a ello,
el temor de las noticias y los
diagnósticos poco alentadores.
“No quedó más que confiar
en Dios y ponerse a orar para
quitar toda esa ansiedad”, ex-
presó Stephanie.
Manuel, de 68 años de edad
recibió un mensaje de fe el
Viernes Santo, este día recordó
cuando Jesús estaba en la Cruz
y a su lado el ladrón… en ese
momento tuvo el sentimiento
de que el Señor le diría que iba
a estar en su casa con él, ahí
comenzó lo que dice su familia
fue un verdadero milagro.
El pasado 13 de abril Ma-
nuel fue dado de alta. Está re-
cuperado del Covid-19 y la no-
ticia de su recuperación tuvo
un momento eufórico, lleno de
agradecimiento al Señor por su
misericordia.
Para aquellos que en este
momento pasan por una si-
tuación como la suya, Manuel
les dice que “si uno tiene con-
vicción, que si uno cree que a
nuestro mundo vino el hijo de
Dios, nuestro Señor Jesucris-
to y que vino a enseñarnos a
amarnos, a compartir.”
Continuó: “Así como Él se
acercó a los leprosos, así me
sentí, no fue algo que planeé,
de pronto estaba dentro del
grupo de personas que podría
morir por esta enfermedad y
que no se podría despedir de
sus familiares, hoy estoy para
motivar y decirle a las perso-
nas que Dios siempre va a es-
tar ahí, que el mejor negocio
que podemos hacer los seres
humanos es amarnos y creer
en Él para salir adelante”.
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
Iglesia se solidariza
Catedral de Ciudad
Quesada habilita
banco de alimentos
Sofía Solano Gómez
ssolano@ecocatolico.org
“Manos que dan nunca es-
tarán vacías” es lema utiliza-
do por la parroquia Catedral
de Ciudad Quesada, en San
Carlos para que las personas
colaboren con los más nece-
sitados por medio del Banco
de Alimentos que habilitó en
el parqueo del templo.
Esta es una de las iniciati-
vas con que la Iglesia apoya a
quienes más lo necesiten, en
medio de la Emergencia Na-
cional por el COVID-19.
Se trata de “hacer frente
a las necesidades de las per-
sonas que vienen a tocar las
puertas de la iglesia”, comen-
tó el párroco Fabio Hidalgo,
quien además desea que con
la colaboración de todos se
haga llegar un gesto solidario
y de amor al prójimo.
Se requiere la donación de
alimentos no perecederos y
productos de limpieza perso-
nal, los cuales los puede en-
tregar en la oficina parroquial
los días lunes, miércoles y
viernes, de 8:00 a.m. a 4:00
p.m. o en el toldo permanente
en el parqueo de la Catedral.
También puede colaborar
a través de una transferencia
al teléfono SINPE Móvil de
la Diócesis de Ciudad Quesa-
da, dirigido a Pastoral Social:
8382-4697.
En su columna semanal
“Fermento”, el obispo lo-
cal, Monseñor José Manuel
Garita, recordó que desde el
dolor debemos unirnos unos
a otros, “para superar esta
tristeza que se ha apoderado
del mundo”.
“Unámonos para conver-
tir esta prueba en una oportu-
nidad de fortaleza para la hu-
manidad que sabe valorar la
vida, la salud, el bien. Cada
acto que realizamos es una
decisión para aceptar la vida
como don que nos ha sido
dado de lo alto”, agregó.
“El Señor nos interpela y,
en medio de nuestra tormen-
ta, nos invita a despertar y a
activar esa solidaridad y es-
peranza capaz de dar solidez,
contención y sentido a estas
horas donde todo parece nau-
fragar. El Señor se despierta
para despertar y avivar nues-
tra fe pascual. Tenemos un
ancla: en su Cruz hemos sido
salvados”, manifestó el obis-
po citando al Papa Francisco.
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
Paciente recuperada por Covid-19 cuenta su testimonio
“Nunca nos
sentimos
abandonados”
Danny Solano Gómez
dsolano@ecocatolico.org
En esta casa había tres per-
sonas diagnosticadas con Co-
vid-19, una pareja y su hijo, los
tres estaban en cuarentena y no
podían salir a hacer compras,
pero a veces sonaba el timbre
y al abrir la puerta encontraban
víveres y algunas flores con un
mensaje de ánimo.
Adriana, de 44 años, guarda
en su corazón estos gestos de
cariño cuando pasaba aquellos
momentos difíciles, agradece a
los familiares, amigos y a ve-
cinos por el apoyo que le brin-
daron a ella, a su esposo y a su
pequeño.
La solidaridad se hizo pre-
sente, pero no siempre es así.
Aunque en una situación como
la de Adriana y su familia lo es-
perable desde el punto de vista
cristiano es el apoyo fraternal
por parte de otros, lamentable-
mente también hubo quienes,
ya fuese por miedo, cobardía
o morbo, hicieron comentarios
discriminatorios y hasta burlas.
Adriana cuenta que cuando
llegó el personal de salud para
hacer las pruebas médicas,
hubo personas que tomaron
fotografías y videos de estos
momentos.
Luego circularon mensajes
por redes sociales, donde apa-
recía la foto, la dirección de su
vivienda y frases como: “No se
acerque aquí”, “en esta casa co-
mieron murciélago” o “el señor
de esta casa se está muriendo”.
Hubo también uno donde
se advertía a repartidores de
comida de no aceptar ningún
encargo para esa casa. Alguien
incluso envió una queja por
escrito a la administración del
condominio. Adriana mencio-
na que durante toda la convale-
cencia ese tipo de comentarios
fue lo que más le dolió.
A raíz de eso, ella y su espo-
so decidieron emitir un mensa-
je en un chat de vecinos entre
vecinos para informarles que
ambos habían dado positivo
en la prueba para diagnosticar
Covid-19 y que, además, era
probable que su hijo también
tuviera el virus, aunque no pre-
sentaba síntomas.
Ella afirma que esos comen-
tarios negativos quedaron solo
como un punto negativo, pues
inmediatamente después pudo
sentir el calor y el cariño de los
hermanos, a través de aquellos
gestos de solidaridad.
“Mandamos el comunicado
y empezamos a recibir muchos
mensajes de apoyo, comida,
detalles, el teléfono se satura-
ba, “cuenten con nosotros” nos
decían”, relató.
Sobre cómo se contagiaron,
explicó que en donde trabaja
su esposo hubo un colabora-
dor que tuvo contacto con un
español quien no presentaba
síntomas, a este le hicieron una
prueba para determinar si tenía
Covid-19, dio positivo y pro-
cedió a informar a las personas
con las que había estado.
La empresa hizo el anuncio
a los colaboradores y los envió
a hacerse pruebas. Antes de re-
cibir el resultado ya su esposo
presentaba síntomas e incluso
un día antes del diagnóstico
ella también había comenzado
a sentir calentura y dolores.
Adriana explicó que, en un
principio, cuando su esposo
tuvo los primeros síntomas, no
los relacionaron directamente
con el Coronavirus, pues en
esos días él había tenido una
gripe y pensaban que eran par-
te de esta.
Cuando supo el resultado
positivo, el primer día su hijo
de 10 años lloró, asustado por
lo que pudiera pasarles a sus
papás, pues ya había escucha-
do que el virus podía ser mor-
tal. Después el chico tomó la
noticia con mucha madurez, él
mismo comenzó a hacerse las
cosas por su cuenta, a limpiar
y a preparar el desayuno, según
recuerda Adriana con alegría.
“También Dios
estaba ahí”
Ella además menciona que
durante los días de enfermedad
hubo preocupaciones, temores
Actualidad • 5
“No nos sentíamos abandonados, nosotros nos
sentimos apoyados, no nos sentimos solos, no
de decir: “Dios nos abandonó”, todo lo contario,
nos ayudó para ver muchas cosas. Él tiene un
propósito, físicamente y emocionalmente los
malestares estaban, pero también Dios estaba
ahí”.
Adriana
Recuperada de Covid-19
y momentos críticos debido a por la atención que les dieron.
las altas fiebres o dolores de Detalló que todos los días los
cuerpo, pero aun así -asevera- funcionarios los llamaban para
nunca se sintieron abandona- saber su estado y siempre estu-
dos por Dios. Cuenta que todos vieron disponibles para cual-
los días rezaban y se ponían en quier emergencia.
las manos del Señor.
Hace dos semanas fueron
“No nos sentíamos abando- dados de alta, algo que sus ve-
nados, nosotros nos sentimos cinos celebraron con cariño.
apoyados, no nos sentimos Además, aunque los deseos
solos, no de decir: “Dios nos de ver a sus familiares son
abandonó”, todo lo contario, muchos, ellos prefieren seguir
nos ayudó para ver muchas cumpliendo con las medidas
cosas. Él tiene un propósito, sanitarias y de aislamiento so-
físicamente y emocionalmen- cial, ya llegará el momento de
te los malestares estaban, pero los abrazos, por ahora Adriana
también Dios estaba ahí”. dice sentirse agradecida con
Dios y con las personas que les
Adriana aprovechó para
dieron tanto apoyo en esos mo-
agradecer al personal de salud
mentos difíciles.
 6 • Actualidad Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico

Encuentro Mundial de las Familias y

la Jornada Mundial de la Juventud

Vaticano aplaza
un año eventos
masivos
Martín Rodríguez González
mrodriguez@ecocatolico.org
La pandemia de Coronavirus obliga a
las autoridades de la Iglesia a posponer
un año dos eventos masivos, relaciona-
dos con la familia y los jóvenes.
Se trata del Encuentro Mundial de las
Familias, previsto en Roma para junio
de 2021, y la próxima Jornada Mundial
de la Juventud, programada en Lisboa
para agosto de 2022, que se celebrarán
respectivamente en junio de 2022 y en
agosto de 2023.
Así lo comunicó este 20 de abril el
director de la Oficina de Prensa de la
Santa Sede Matteo Bruni, quien declaró
que el aplazamiento tiene lugar “debi-
do a la situación sanitaria actual y a sus
consecuencias en el desplazamiento y
la reunión de los jóvenes y las fami-
lias”.
En cuanto al Encuentro Mundial de
Familias, el tema elegido es “El amor
familiar: vocación y camino de santi-
dad”. Al respecto, el Dicasterio para los
Laicos y la Familia describió “la impor-
tancia del amor familiar como vocación
y camino de santidad, para comprender
y compartir el sentido profundo y sal-
vífico de las relaciones familiares en la
vida cotidiana”, a la vez que animó a
releer las encíclicas de Francisco: Amo-
ris Laetitia y Gaudete et Exultate.
La finalidad de estos encuentros es
congregar a personas de todo el mundo,
contribuir a consolidar los lazos entre
las familias y dar testimonio sobre la
importancia vital del matrimonio y la
familia para la sociedad en su conjunto.
Desde 1994 este evento se ha celebra-
do cada tres años en ciudades como Río
de Janeiro, Manila, Valencia, Ciudad de
México y Milán. El último Encuentro
Mundial de las Familias se celebró en
La Jornada Mundial de la Juventud es el evento masivo más grande de la
Iglesia.
Dublín, Irlanda, del 25 al 28 de agosto
de 2018.
La Jornada Mundial de la Juventud
por su parte, es el evento masivo más
grande de la Iglesia, que reúne a cientos
de miles de jóvenes de todas partes del
mundo para compartir la fe.
El tema elegido por el Papa Francis-
co para la próxima JMJ de Lisboa será:
“María se levantó y partió sin demora”
(Lc 1,39), según anunció el Dicasterio
organizador el pasado 24 de junio de
2019. Este camino espiritual marcado
por el Pontífice continúa en coherencia
con la reflexión iniciada en la última
Jornada Mundial de la Juventud de Pa-
namá en 2019 y con el camino sinodal,
en particular con la Exhortación Apos-
tólica Christus vivit.
En preparación para este encuentro
mundial, cada año las diócesis cele-
bran encuentros locales. Hace apenas
tres semanas, el Santo Padre celebró la
Misa con motivo del Domingo de Ra-
mos, coincidiendo con la XXXV Jorna-
da Mundial de la Juventud, a nivel dio-
cesano, con el tema: “¡Joven, te digo,
levántate!” (cf. Lc 7:14).
En su homilía, el Pontífice aseguró
que “el drama que estamos atravesan-
do nos obliga a tomar en serio lo que
cuenta, a no perdernos en cosas insig-
nificantes, a redescubrir que la vida no
sirve, si no se sirve. Porque la vida se
mide desde el amor”.

Personal de salud pide por enfermos de Covid-19
Enfermeros entregaron
ofrenda a la Virgen de Ujarrás
Danny Solano Gómez
dsolano@ecocatolico.org
Un grupo de enfermeros del Centro
Especializado de Atención de Pacien-
tes con COVID-19 (CEACO, antiguo
CENARE) se organizó para hacer una
ofrenda el jueves 23 de abril a Nuestra
Señora de la Limpia Concepción del
Rescate de Ujarrás.
Juan Gabriel Sánchez, asistente de
enfermería, realizó una entrega sim-
bólica del tributo a La Machita para
pedir su intercesión por los enfermos
de Coronavirus.
Por razones de protocolo e higiene,
fue entregado directamente por un
miembro de la floristería, quien lo co-
locó en el Santuario Nacional ubicado
en Paraíso de Cartago.
El obsequio consistió en un ramo de
flores. Después de la entrega, Sánchez
viajó a su lugar de trabajo, donde hubo
un espacio para orar y compartir este
acto de fe.
Junto a la ofrenda se instaló una tar-
jeta con el siguiente mensaje de parte
del CEACO: “Le pedimos a la Ma-
dre de Dios, bajo el título de Nuestra
Señora de la Limpia Concepción del
Rescate de Ujarrás, su intersección
para que, en medio de esta crisis mun-
dial, nuestro Señor tenga misericordia
del mundo”. Y agrega: “Para que le dé
a todo el personal de salud mucha sa-
biduría y don de ciencia en su labor
humanística, y les conceda la protec-
ción en sus labores. Ruega por noso-
tros Madre de Dios”.
Sánchez contó que se sentía muy im-
pactado y reconoce que en un momen-
to se le salieron las lágrimas. “Desde
el momento en que se decidió hacer
el tributo y coordinar para su entrega
supe que sería un momento especial”,
reconoció.
“Ya cuando llegó el momento de
ver de lejos un Santuario quizás vacío,
La ofrenda floral quedó a los pies de
pero lleno de intenciones, lleno de fe,
Nuestra Señora de Ujarrás.
ver colocado el arreglo que es un sím-
bolo de la misma fe, en un altar donde
Dios se hace presente en la eucaristía, para describir lo que se puede sentir,
es algo que te genera mucha paz, en
es un sentimiento inexplicable. No
tengo en este momento, palabras que medio de toda esta crisis que estamos
atravesando”, concluyó.
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico Actualidad • 7

Pastores limonenses salieron al encuentro de los pobres

Sacerdotes reparten frutas entre

familias afectadas por la crisis
Laura Ávila Chacón
lavila@ecocatolico.org

Gracias a la donación que

gestionó la Curia diocesana
limonense con la empresa Del
Monte, las familias más empo-
brecidas de Limón recibieron
paquetes de frutas para que las
incluyan en su alimentación en
estos días de cuarentena. Esto
ocurrió el pasado viernes 17 de
abril en el centro de la provin-
cia y a lo largo de la semana en
otras comunidades.

Cientos de cajas de melones,

sandías, piñas y bananos fue-
ron repartidas en los pueblos
más pobres de esta diócesis,
que alberga 409 mil habitantes
en 16 parroquias. Para llegar
a algunas de las comunidades
alejadas se contó con el apoyo
de oficiales de guardacostas.

Según detalló el obispo

diocesano Monseñor Javier
Román, quien se sumó a la re-
partición y elaboración de los
paquetes, “uno desearía hacer
más, la situación es difícil para
todos, pero siempre hay manos
solidarias como Del Monte que
nos contribuyó en esta ocasión
y para la próxima semana es-
“Las donacioneshan
peramos cuatro contenedores disminuido pero la
más de la Cámara de Expor- Divina Providencia
tadores. Dios bendiga a estas no nos ha
empresas”. “Las donaciones
han disminuido, sin embargo,
abandonado”
la Divina Providencia no nos
ha abandonado”, agregó. Mons. Javier Roman
El obispo destacó su preocu- Obispo de Limón
Monseñor Javier Román y los sacerdotes de la diócesis unieron fuerzas para elaborar los
pación por la distribución de
paquetes y repartirlos en las comunidades. Fotos cortesía.
los alimentos por parte del go-
bierno a las zonas indígenas de
la diócesis. “Si bien es cierto Por otra parte, según infor- todas las personas necesitadas Esta colaboración anima al Por ejemplo, contó el sacer-
que esa ayuda llegará a las aso- mó el sacerdote Adalberto Do- del cantón, gracias al trabajo sacerdote de cara al futuro para dote, al terminar los trabajos
ciaciones indígenas, mi pre- rati, encargado diocesano de la exhaustivo en conjunto con desarrollar proyectos igual- del día, un grupo de personas
gunta es cómo se les entregará Pastoral Social, la parroquia instituciones públicas, priva- mente en conjunto: “Me lleva de una iglesia evangélica llegó
a los indígenas de los pueblos de Siquirres se ha convertido das, ONG, la Pastoral Social a pensar que lo que nos hace a ofrecerle ayuda para limpiar
más alejados, los de difícil ac- en un centro de acopio de ayu- de la Iglesia Católica y otras falta es diálogo y buena vo- el salón parroquial.
ceso a los que se llega solo por das para las familias en nece- denominaciones, prácticamen- luntad para entender nuestros
vía aérea”, se preguntó. sidad: “Hemos identificado a te tenemos un registro único puntos de vista respetándonos
en este inmenso cantón”, dijo. unos a otros”.
 8 • Gran Tema
Resucitar de la crisis,
sin dejar a nadie atrás
Laura Ávila Chacón
lavila@ecocatolico.org
Mientras las autoridades
de los países comienzan a ver
opciones para retomar algu-
nas actividades económicas y
sociales que permitan iniciar
el retorno a la “nueva norma-
lidad” tras la crisis por la pan-
demia del Covid-19, desde la
Iglesia se levanta la voz del
Papa Francisco que pide resu-
citar sin dejar a nadie atrás.
Es lo que manifiesta en una
meditación de su puño y letra
aparecida en la edición del pa-
sado 17 de abril en la revista
católica española Vida Nueva,
en la que ofrece su hoja de ruta
para reconstruir el planeta y
conformar “la civilización del
amor” frente a “la pandemia de
la exclusión y la indiferencia”.
Del dolor a la unción
El Papa comienza consta-
tando las dudas que surgen:
“¿Cómo haremos para llevar
adelante esta situación que nos
sobrepasó completamente?”,
se pregunta, al tiempo que re-
conoce “el impacto de todo lo
que sucede, las graves conse-
cuencias que ya se reportan y
vislumbran, el dolor y el luto
por nuestros seres queridos
nos desorientan, acongojan y
paralizan”.
Sin embargo, reitera, resul-
ta conmovedor destacar la ac-
titud de las mujeres del Evan-
gelio, que frente a las dudas, el
sufrimiento, la perplejidad ante
la situación e incluso el miedo
a la persecución y a todo lo que
les podría pasar, fueron capa-
ces de ponerse en movimiento
y no dejarse paralizar por lo
que estaba aconteciendo.
Ellas son imagen, según
el Papa, de todos los que en
medio de esta crisis sanitaria
se pusieron en marcha con es-
fuerzo y sacrificio para perma-
necer en sus casas y así frenar
la difusión del virus. “Pudimos
descubrir cómo muchas perso-
nas que ya vivían y tenían que
sufrir la pandemia de la exclu-
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
“Esta es la fuente de nues-
tra alegría y esperanza, que
transforma nuestro accionar:
nuestras unciones, entregas…
nuestro velar y acompañar en
todas las formas posibles en
este tiempo, no son ni serán en
vano; no son entregas para la
muerte”.
“Esta es nuestra esperan-
za”, asegura Francisco, “la que
no nos podrá ser robada, si-
lenciada o contaminada: Toda
la vida de servicio y amor que
ustedes han entregado en este
tiempo volverá a latir de nue-
vo. Basta con abrir una ren-
dija para que la Unción que
el Señor nos quiere regalar se
expanda con una fuerza impa-
rable y nos permita contemplar
la realidad doliente con una
mirada renovadora”.
Enorme e
impostergable tarea
Si algo hemos podido
aprender en todo este tiempo,
es que nadie se salva solo, re-
itera el Papa. “Las fronteras
caen, los muros se derrumban
y todo los discursos integris-
sión y la indiferencia siguieron ridad, voluntarios, sacerdotes, tas se disuelven ante una pre-
esforzándose, acompañándose religiosas, abuelos y educado- sencia casi imperceptible que
y sosteniéndose para que esta res y tantos otros que se ani- manifiesta la fragilidad de la
situación sea (o bien, fuese) maron a entregar todo lo que que estamos hechos”. Frente a
menos dolorosa”, escribe. poseían para aportar un poco ello, dimensiona, tenemos una
de cura, de calma y alma a la enorme e impostergable tarea
Vimos, reconoce el pontí- situación. que nos espera. “Este es el
fice, la unción derramada por tiempo propicio de animarnos
médicos, enfermeros y enfer- Se trata a su juicio de una a una nueva imaginación de
meras, reponedores de góndo- unción de vida, a ejemplo de lo posible con el realismo que
las, limpiadores, cuidadores, las mujeres que fueron al se- solo el Evangelio nos puede
transportistas, fuerzas de segu- pulcro la mañana de Pascua. proporcionar”, afirma.
Las preguntas de cara al futuro
• ¿Seremos capaces de actuar responsablemente frente al hambre que
padecen tantos, sabiendo que hay alimentos para todos?
• ¿Seguiremos mirando para otro lado con un silencio cómplice ante esas
guerras alimentadas por deseos de dominio y de poder?
• ¿Estaremos dispuestos a cambiar los estilos de vida que sumergen a
tantos en la pobreza, promoviendo y animándonos a llevar una vida más
austera y humana que posibilite un reparto equitativo de los recursos?
• ¿Adoptaremos como comunidad internacional las medidas necesarias
para frenar la devastación del medio ambiente o seguiremos negando
la evidencia?
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
En este tiempo nos hemos
dado cuenta de la importan-
cia de unir a toda la familia
humana en la búsqueda de un
desarrollo sostenible e integral.
Cada acción individual, re-
cuerda, no es una acción aisla-
da, para bien o para mal, tiene
consecuencias para los demás,
porque todo está conectado en
nuestra Casa común; y si las
autoridades sanitarias ordenan
el confinamiento en los hoga-
res, es el pueblo quien lo hace
posible, consciente de su co-
rresponsabilidad para frenar la
pandemia.
Una emergencia como la
mos inmerso y permitirá volver
del Covid-19 es derrotada a su
a sentirnos artífices y protago-
juicio en primer lugar con los
nistas de una historia común y,
anticuerpos de la solidaridad,
así, responder mancomunada-
“lección que romperá todo el
mente a tantos males que aque-
fatalismo en el que nos había-
jan a millones de hermanos”.
Debemos replantear nuestro estilo de vida
Pbro. MSc, David Solano Ch.
Sociólogo
No se pueden entender
los comportamientos indi-
viduales si no se relacionan
con el contexto social en el
que producen, así como no se
entiende la historia personal
(biografía) sin sus relaciones
con la Historia Universal, al
decir de Charles Wrigth Mills,
un sociólogo norteamericano.
Con esto lo que quiero señalar
es que las actitudes solidarias
y altruistas, por un lado, y las
centradas en el individuo, que
podrían rayar en egoísmo, en-
simismamiento y desinterés
por los otros no surgen de la
nada. Ni siquiera se puede
pensar que son provocadas
por el contexto de crisis que
vivimos, sino que se vienen
fraguando desde un periodo
de tiempo que las antecede,
en las que se ha enfatizado el
valor individual, las lógicas
de la competitividad (que a
su vez se unen con las lógicas
del mercado donde obtiene y
consume el que más recursos
tiene), y se ha desplazado el
bien común como un hori-
zonte valórico y ético de las
sociedades, aclarando que por
bien común entendemos el
conjunto de condiciones so-
ciales, políticas, económicas,
culturales, ambientales que
hacen posible que las perso-
nas nos realicemos en pleni-
tud como seres humanos (cfr.
GS 26).
El proceso no es reciente,
y ya el Papa en la encíclica
Laudato Si´ había llamado la
atención acerca de los efectos
de ese “antropocentrismo mo-
derno”, cuando señala: “En la
modernidad hubo una gran
desme¬sura antropocéntri-
ca que, con otro ropaje, hoy
sigue dañando toda referen-
cia común y todo in¬tento
por fortalecer los lazos so-
ciales. Por eso ha llegado el
momento de volver a prestar
atención a la realidad con los
límites que ella impone, que
a su vez son la posibilidad de
un desarrollo hu¬mano y so-
cial más sano y fecundo” (LS
116).
En otros términos, una
consecuencia de ese antro-
pocentrismo moderno, que
afecta los vínculos humanos,
fue descrito por el sociólo-
go polaco Zygmunt Bauman
en su libro “Amor líquido”,
como “la imposibilidad de
amar al prójimo”. Sabemos
que, al menos en las socieda-
des occidentales, uno de los
quicios o pilares fundamen-
tales fue el precepto cristiano
de “amar al prójimo como a
uno mismo” (cfr. Lv 19,18 y
“No podemos permitirnos
escribir la historia presente y
futura de espaldas al sufrimien-
to de tantos”, cita el Papa. “Es
el Señor quien nos volverá a
preguntar “¿dónde está tu her-
Mc 12,33). Siendo así que se
generó un tejido social, unos
vínculos, y unas maneras de
pensar, sentir y actuar en so-
ciedad orientadas hacia el
otro, que con el proyecto de
modernidad hizo crisis, a pe-
sar de que en él se invocara la
fraternidad como un eje fun-
damental, que se vio socava-
do por la fuerza del valor de
individuo y su singularidad.
Lo cierto es que la socie-
dad no existe como una rea-
lidad dada, en el sentido de
que tenga existencia propia, o
actúe por sí sola, sino que ella
se va configurando conforme
las personas que la integra-
mos nos relacionamos e in-
teractuamos. Por eso llama la
atención que el Papa Francis-
co, desde el año 2015, nos ex-
hortara a que revisáramos la
posibilidad de cambiar por un
estilo de vida más armonioso
con nosotros mismos, con los
otros, con Dios (para los cre-
yentes) y con toda la creación,
que propiciara, como dice en
el texto ya citado, “un desa-
rrollo humano más fecundo y
sano” (Ibid.).
Al cuestionarnos por qué
en época de crisis y emer-
gencia por el COVID-19 se
hacen más evidentes los com-
portamientos egoístas, poco
solidarios, aparejados con
mano?” (Gn, 4, 9) y, en nuestra
capacidad de respuesta, ojalá
se revele el alma de nuestros
pueblos, ese reservorio de es-
peranza, fe y caridad en la que
fuimos engendrados y que, por
esfuerzos altruistas y de soli-
daridad espontánea, conviene
responder que esas “contra-
dicciones” son una caracterís-
tica de la época histórica que
nos ha tocado vivir, y las con-
tradicciones no aparecen solo
en el escenario de las actitu-
des de las personas, sino en el
comportamiento económico,
político y en las pautas cul-
turales (y hasta religiosas) de
las personas. Con esto lo que
se quiere señalar es que hay
un “tipo de ser humano” que
se ha ido produciendo con el
pasar del tiempo, cuyas acti-
tudes, formas de sentir y pen-
sar, son afines con el conglo-
merado de relaciones sociales
en las que está inmerso y que
no se asemejan al “amor al
prójimo”.
Es ahí donde creo que se
arraigan esas respuestas ante
la crisis que aparecen contra-
dictorias, y como los cambios
en la sociedad son cambios de
los individuos, que afectan a
las instituciones sociales y
de ahí al todo social, enton-
ces tenemos una vida social
plagada de contradicciones
que se manifiesta en este tipo
de actitudes de las personas,
en cuanto que individuos, y
de las personas que rigen las
instituciones sociales (las fa-
milias, las instituciones de
gobierno, las iglesias, las ins-
tituciones educativas, las ins-
tituciones económicas -con el
Gran Tema • 9
tanto tiempo, hemos anestesia-
do o silenciado”.
La globalización de la in-
diferencia, advierte el Santo
Padre, seguirá amenazando y
tentando nuestro caminar…
“Ojalá nos encuentre con los
anticuerpos necesarios de la
justicia, la caridad y la solida-
ridad. No tengamos miedo a
vivir la alternativa de la civi-
lización del amor, que es una
civilización de la esperanza:
contra la angustia y el miedo,
la tristeza y el desaliento, la pa-
sividad y el cansancio. La civi-
lización del amor se construye
cotidianamente, ininterrumpi-
damente. Supone el esfuerzo
comprometido de todos. Supo-
ne, por eso, una comprometida
comunidad de hermanos”, con-
cluye.
mercado y sus leyes de oferta
y demanda a la cabeza-…).
De cara a la crisis, y sin
jugar de “adivinador del fu-
turo”, pues no es esa la tarea
ni de las ciencias sociales ni
de las religiones, conside-
ro que ella debe llevarnos a
replantear nuestro estilo de
vida, ajetreos cotidianos, ma-
neras de relacionarnos (hoy
redimensionadas por el aisla-
miento social), en fin, nuestra
manera de ser y actuar en so-
ciedad.
No se trata de buscar jus-
tificarnos como aquel hom-
bre que preguntaba “¿Quién
es mi prójimo?” (Lc. 10,29),
sino de tomar como criterio
orientador de nuestra vida la
frase: “lo que hicieron con
uno de estos mis pequeños,
conmigo lo hicieron” (Mt 25,
40) y emprender el camino de
salida de nosotros mismos,
como una vez salió Abraham
poniendo la confianza en
Dios, para ir al encuentro del
Otro (Dios) que nos aguarda
en los otros, de manera que
al finalizar esta crisis, haya-
mos pasado “el momento de
nuestro juicio” (Papa Fran-
cisco, bendición Urbi et Orbi)
y salgamos de ella dispuestos
a vivir de maneras diferen-
tes, renovadas, transformadas
nuestra existencia personal,
familiar, comunitaria y social.
 10 •• Actualidad
10
Pbro. Fernando A. Vílchez C.
Sacerdote historiador
padrevilchez@gmail.com
El proceso de creación de diócesis en la
América española fue muy rápido: para
1511 se tienen tres diócesis, para 1536 te-
nemos catorce, para 1566 hay veintiséis
estructuras diocesanas -cuatro de ellas
metropolitanas- y para 1620 son treinta y
cuatro -con cinco sedes metropolitanas-.
Práctica distinta a las realidades america-
nas portuguesas, anglosajonas, francesas
y holandesas –que por brevedad no desa-
rrollamos en este espacio–.
Hasta 1546 todas las sedes americanas
fueron sufragáneas de la Arquidiócesis
de Sevilla; pero dada la distancia se vio la
necesidad de erigir sedes metropolitanas
en América. En 1533 y 1536, la Corona
española pensó en proyectos para crear-
las, pero se veía que no eran oportunos
aún. Fue hasta 1544 que el Consejo de
Indias elevó la petición a la Santa Sede y
el 12 de febrero de 1546 por la bula “Su-
per Universas”, el Papa Pablo III (1534-
1549) creó las tres primeras sedes me-
tropolitanas de América: México, Santo
Domingo y Lima. Para 1564 se erigió la
metropolitana de Santa Fe de Bogotá y en
1609 la de La Plata en la región de Char-
cas en Bolivia -no hay que confundirla
con Argentina-.
Para definir su extensión territorial, los
límites que se establecían eran más de-
mográficos que geográficos -recordemos
que, en cada caso, se concedía a la Coro-
na la potestad de establecerlos-. Para ello,
se usaba la práctica con base a la medida
de 15 millas alrededor de la sede catedra-
licia; el territorio que quedaba entre dos
diócesis, si era desconocido, quedaba sin
definir, lo cual generó múltiples dificulta-
des entre los obispos. Nunca una diócesis
establecida en un territorio determinado
abarcó sin más las nuevas fundaciones
que se establecían alrededor de su juris-
dicción, sino que se seguía siempre dicho
criterio.
El naciente episcopado
latinoamericano
Los obispos americanos coloniales tienen su origen en la reforma del episcopado
Santo Toribio de Mogrovejo (1579-1606): patrono del episcopado latinoame-
ricano.
Para la creación de parroquias se apli-
caba la estructura tradicional española,
eran regentadas por el clero secular y
se conducían por el Derecho Canónico
tradicional de la Iglesia, con los dos as-
pectos para el párroco del nombramiento
a perpetuidad y de la concesión del be-
neficio. También existían las doctrinas o
zonas de misión que no son parroquias,
están conformadas por indígenas, tierras
de misión a cargo de religiosos misione-
ros, que posteriormente cuando llegan a
ser parroquias pasan al clero secular.
Para el nombramiento de los obispos
americanos se siguió la normativa esta-
blecida por la reciente reforma del epis-
copado español, impulsada por los Reyes
Católicos. En la España de finales del si-
glo XV se denota el deseo de renovación
en la vida de la Iglesia -como en otros
ámbitos de este período propio de refor-
mas en la Iglesia universal, que no pode-
mos mencionar aquí-. Para ello se busca
el apoyo de Roma y la colaboración de
los mismos eclesiásticos españoles, es-
pecialmente del Cardenal Francisco Ji-
ménez de Cisneros (1436-1517), quien
trabajó en la reforma del clero, impulsan-
do en España la realización de Sínodos
diocesanos y la apertura de colegios para
la formación sacerdotal -uno de los ante-
cedentes del nacimiento de los Semina-
rios, en el ya próximo Concilio de Trento
Domingo
Domingo 26
Artículo 10
español impulsada por los Reyes Católicos.
(1545-1563), punto de llegada de todo
este movimiento de reformas eclesiales-.
Se buscó ante todo la reforma del
episcopado español, que luego se aplicó
también en América, estableciendo una
serie de criterios para la elección de los
obispos. Entre ellos: 1) La presentación
de los más “beneméritos”, es decir, de
conducta intachable y de vida ejemplar.
2) No pertenecer a familias influyen-
tes ni aristocráticas. 3) Ser “doctos”, es
decir, con una buena preparación. 4) Se
presentaba preferentemente a sacerdotes
religiosos de origen español, aunque rá-
pidamente también a los “criollos” -hi-
jos de españoles nacidos en América- y
a miembros del clero secular. 5) Con
prontitud para trasladarse a su diócesis y
residir en ella, según el mandato renova-
do en el Concilio de Trento. 6) Asumir
la obligatoriedad de la visita pastoral fre-
cuente a la diócesis y el servicio pastoral.
7) La “limpieza de sangre”, es decir, sin
relación consanguínea alguna con judíos
o musulmanes -propio del momento his-
tórico de la reconquista que hemos men-
cionado-. 8) Prestar el juramento de fi-
delidad al Rey y de respeto al Patronato.
Los obispos americanos tuvieron que
enfrentar un sin fin de dificultades en sus
diócesis, como es la realidad misionera
de cada una de ellas, su gran extensión,
la indefinición de los límites diocesa-
26 de
de abril 2020 -- Eco
abril 2020 Eco Católico
Católico
nos, el número siempre insuficiente de
clero, las enormes distancias que produ-
cían problemas de comunicación entre
los obispos y era inexistente con Roma
en razón del Patronato; en ocasiones
la vacancia en las sedes se prolongaba
mucho dado el proceso para proveerlas;
aparte de los problemas surgidos por la
exención de la jurisdicción episcopal por
parte de los religiosos, y particularmen-
te, las diferencias con los gobernadores y
encomenderos, sobre todo por el maltrato
a los indígenas en contra de la legislación
española.
En términos generales, tenemos que
decir que las egregias figuras episcopales
americanas del período colonial consti-
tuyeron un episcopado mucho más pas-
toral -con muy pocas y raras excepcio-
nes-, distinto al de los antiguos obispos
príncipes del Imperio germánico, o de los
Obispos nobles de Francia, de Italia y del
resto de Europa.
Los obispos americanos que, en gene-
ral, fueron auténticos misioneros y pas-
tores, se entregaron a la defensa de los
indígenas, prestando un extraordinario
servicio a la causa de la evangelización.
Cabe mencionar a -de cada uno pueden
escribirse capítulos enteros-: Fray Juan
de Zumárraga O.F.M. primer Obispo y
Arzobispo de México (1530-1548), el
Obispo Francisco Marroquín Hurtado
primer Obispo de Guatemala (1534-
1563), el Obispo Cristóbal de Pedraza
segundo Obispo de Comayagua en Hon-
duras (1541-1555), Fray Bartolomé de
Las Casas O.P. tercer Obispo de Chiapas
(1543-1550), Fray Antonio de Valdivie-
so O.P. tercer Obispo de León de Nica-
ragua (1544-1550) -primer Obispo már-
tir de Centroamérica y de América, que
mencionaremos más adelante- y Santo
Toribio de Mogrovejo segundo Arzo-
bispo de Lima (1579-1606), patrono del
episcopado latinoamericano. Entre tantos
otros, “intrépidos luchadores por la justi-
cia, evangelizadores de la paz…” (Puebla
#8).
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
El ser humano es
fundamento y fin
de la sociedad
Mons. José Manuel Garita H.
Obispo de Ciudad Quesada
Como personas de fe, crea-
das a imagen y semejanza de
Dios, sabemos que estamos en
sus manos, que Él guía nues-
tras vidas. Como lo dice su Pa-
labra en 2 Samuel 22, 33: “Él
es el Dios que me ciñe de valor
y hace intachable mi camino”.
Por eso, al tiempo que en-
frentamos la crisis provocada
por el coronavirus, y acatamos
las medidas sanitarias, pone-
mos la esperanza en el Señor
de que esta pandemia dejará
de golpear a la humanidad, y
a la vez debemos prepararnos
también para que, como decía
hace una semana, nos mostre-
mos con una actitud de cam-
bio, con una vida nueva, con
un compromiso de mejorar
nuestra sociedad.
Decía el Papa Francisco en
su homilía al celebrar la Fies-
ta de la Divina Misericordia:
“Ahora, mientras pensamos en
una lenta y ardua recuperación
de la pandemia, se insinúa jus-
tamente este peligro: olvidar
al que se quedó atrás. El ries-
go es que nos golpee un virus
todavía peor, el del egoísmo
indiferente, que se transmite
al pensar que la vida mejora si
me va mejor a mí, que todo irá
bien si me va bien a mí”.
El Santo Padre manifestaba
estas palabras porque afirmaba
que “la misericordia no aban-
dona a quien se queda atrás”.
Esta es la actitud que todos de-
bemos tener.
En estos momentos, en Cos-
ta Rica hay una serie de necesi-
dades inmediatas que resolver,
de personas que se quedaron
sin empleo, sin posibilidad de
llevar el sustento a sus hoga-
res. Aunado a esto, sabemos de
la crisis que ya de por sí existía
de desempleo, de cientos de
miles de personas en pobreza.
Ahora, a nadie de ellos pode-
mos dejar atrás.
Se corre el riesgo de buscar
el propio beneficio, de discri-
minar entre sectores, de “lle-
var agua al propio molino” o
de buscar ciertos criterios que
beneficien a unos y descuiden
a otros.
En época de la II Guerra
Mundial, decía el Papa Pío
XII, en un radiomensaje emiti-
do el 24 de diciembre de 1944,
que el hombre “lejos de ser
objeto y elemento pasivo de la
vida social, es, por el contra-
rio, y debe ser y seguir siendo,
su agente, su fundamento y su
fin”. Agregaba su Santidad Pío
XII: “la búsqueda de los inte-
reses particulares hace perder
de vista y pone en peligro el
verdadero bien común”.
Hoy más que nunca el llama-
do al bien común se hace más
fuerte, más necesario y más ur-
gente. Son muchos los sectores
sociales rezagados, no sólo a
causa de la pandemia, sino ya
desde antes.
El llamado de atención es a
que todos los sectores se unan
en este frente de bien común.
Hoy más que nunca sabemos
que muchas personas queda-
ron desprotegidas y es respon-
sabilidad de toda la sociedad
abogar por cuidar unos de
otros.
El Papa Francisco declaraba
el domingo anterior: “esta pan-
demia nos recuerda que no hay
diferencias ni fronteras entre
los que sufren: todos somos
frágiles, iguales y valiosos.
Que lo que está pasando nos
sacuda por dentro. Es tiempo
de eliminar las desigualdades,
de reparar la injusticia que
mina de raíz la salud de toda la
humanidad”.
Que Dios, en su infinita mi-
sericordia, nos proteja de este
mal del coronavirus y nos abra
el entendimiento para que el
ser humano sea el centro de
toda decisión entre las autori-
dades gubernamentales y los
sectores económicos con más
posibilidades.
El drama migrante en
tiempos de Covid
U
na de las primeras
medidas tomadas
por los gobiernos
ante la expansión de la pan-
demia de Coronavirus fue el
cierre de sus fronteras. Algu-
nos podrían quedarse con la
imagen de aeropuertos vacíos
y hoteles cerrados, sin embar-
go se trata de una decisión que
tiene una contraparte dramáti-
ca entre quienes conformaban,
hasta hace poco, los habituales
flujos humanos motivados por
la pobreza, desempleo y la in-
seguridad.
Naciones como Estados
Unidos, tradicionalmente re-
ceptora de migrantes, anunció
el cierre total de sus fronteras,
así como la expulsion inme-
diata de quienes intenten rom-
per el cerco militar impuesto.
En Costa Rica ambas líneas
fronterizas, pero especialmen-
te la norte, han visto redoblada
la seguridad para evitar que
extranjeros, especialmente ni-
caraguenses, ingresen al país.
Las razones sanitarias son
claras, entendibles e incluso
justificables, sin embargo no
se puede desconocer que de-
trás del fenómeno migratorio
existe toda una realidad de
exclusión social que afecta a
quienes, históricamente han
vivido en las peores condicio-
nes de vulnerabilidad y margi-
nación.
¿Cómo combinar el deber
de protección nacional ante la
pandemia y la consideración
debida a quien solo busca un
lugar donde pueda tener refu-
gio, comida y paz? La respues-
ta no es sencilla ni se puede
improvisar. Es un tema en el
que se debe considerar la dig-
nidad humana y los derechos
junto a la obligación de tomar
acciones para evitar que los
contagios de Covid-19 se sal-
gan del control.
No se puede desconocer
tampoco la doble o triple vic-
timización de los migrantes
en la crisis sanitaria actual.
En particular quienes buscan
llegar a nuestro país desde Ni-
caragua, país donde el régimen
ha preferido mirar para otro
lado en lugar de asumir su res-
ponsabilidad ante la pandemia,
vulnerando el derecho a la sa-
lud de la población.
Los migrantes que ya están
en el país, muchos en condi-
ción irregular, son de hecho de
los grupos más expuestos ante
la crisis sanitaria, por el difícil
acceso a medios económicos
para poder acatar instruccio-
nes como quedarse en casa así
como las medidas de higiene.
Fueron de los primeros que
se quedaron sin trabajo ante el
recorte de puestos en las em-
presas. Muchos se ganan la
vida informalmente en ventas
ambulantes recorriendo calles
y ciudades, donde hay muchas
menos personas por la cuaren-
tena. Otro tanto sirve en casas,
de donde la gran mayoría han
sido cesadas por el mismo te-
mor al contagio.
Grupos de Iglesia que tra-
bajan de cerca con las fami-
lias migrantes en comunida-
des marginales reportan una
situación humanitaria grave,
Editorial • 11
que raya en el hecho de que ya
hay personas pasando hambre
a causa de las consecuencias
económicas de la pandemia.
Son muchos y muy dignos
de admirar los esfuerzos que el
propio gobierno, las institucio-
nes, organizaciones, iglesias,
empresas y personas llevan
adelante para salir en ayuda de
los afectados por la crisis. La
solidaridad se ha multiplicado,
como un signo inequívoco de
que en el corazón de los costa-
rricenses subsisten los princi-
pios humanos y cristianos más
esenciales.
Sin embargo, la compleja
situación de los hermanos y
hermanas migrantes merece
una atención especial. Muchos
no son visibles a los instru-
mentos oficiales de medición
de pobreza ni tienen un acce-
so igualitario a la tecnología
para gestionar apoyos, otros
prefieren no hacerse notar bajo
las persistentes y enfermizas
expresiones xenofóbicas que
algunos insisten en proferir.
Como ha insistido el Papa
Francisco, vivimos un tiempo
para acoger y para integrar,
para reconocernos como fa-
milia humana, en la fragilidad
que nos une y en el deber de
velar unos por otros.
12 • Opinión
Cuerpos e historias
en tiempos del
Coronavirus
Antonio Spadaro SJ
Sacerdote jesuita italiano
El clima de expectación
y suspenso precisamente de
estos días de Coronavirus es
un desafío para nuestras rela-
ciones. Una de las cosas más
extrañas es el hecho de que,
cuando conoces a una perso-
na querida, nunca sabes qué
hacer. ¿Cómo nos saludamos
en la época del Coronavirus?
Habitualmente, nuestras
expresiones gestuales no
estipulan reverencias. Las
sonrisas están incluidas, pero
acompañadas comúnmen-
te de gestos con las manos.
Cuando nos saludamos des-
pués, nos damos la mano
para decir “adiós”. Pero
cuando estás a un metro de
distancia no puedes hacer
eso. Es ridículo. Los ameri-
canos inventaron el “apretón
de manos romano”, el estilo
de apretón de manos que une,
no las manos, sino los codos.
Pero no. Para muchos la
única salida es caer en la ver-
güenza y decir algo así como
“y ya nos dijeron que no
debemos tocarnos...”. Y así
nos sonreímos y seguimos
hablando. Sin embargo, sen-
timos que la distancia pesa
sobre nosotros. Y la cercanía
nos preocupa.
Las relaciones se convier-
ten en un tema de reflexión.
También porque hay que
luchar contra el instinto. Lo
sabes: si amas y quieres pro-
teger, no debes estar cerca,
sino lejos.
Tenemos que reconstruir la
forma en que tratamos nues-
tro espacio y a otras personas
en términos de proximidad
en esta situación actual. No
sabemos dónde está el virus,
ni siquiera sabemos si al-
guien lo tiene en su cuerpo.
Ya no hay lugar para la para-
noia que en su lugar tiene un
objeto. La ansiedad permane-
ce. O la actitud de “fanfarro-
neo vigilante” de los que no
quieren estar condicionados
a mucho, pero saben que de-
ben ser cuidadosos con ellos
mismos, pero sobre todo con
los demás. No estamos ha-
blando de los irresponsables
aquí, pero ellos también es-
tán allí, tal vez. No obstante,
dado que no sabemos dónde
está el virus, debemos rein-
ventarnos el significado de
distancia y proximidad.
En cambio, hablamos mu-
cho, en estos tiempos de cua-
rentena impuesta o elegida,
y luego de amarga soledad,
no acostumbrados al trabajo
inteligente decimos mucho.
Hablamos por teléfono, por
videoconferencia, chatea-
mos. Necesitamos confirmar
los lazos emocionales por-
que nos salvan... Y los lazos
emocionales se construyen
gracias a las historias.
Las historias pasan por alto
las máscaras revelando el
rostro de los que están a mi
lado, su vida. El rostro que se
narra finalmente se descubre
y es descubierto.
En esta época de ritos mo-
dificados, prácticas rotas,
hábitos dispersos por el mal,
las historias sustituyen a los
cuerpos que, transubstancia-
dos de los apegos deseados
en potenciales infecciones,
no se pueden arrimar, sino
que se saludan solo a dis-
tancia. Excepto ellos que no
comparten el mismo techo,
como las familias o las co-
munidades, ambos posibles
sitios de cuarentena que mez-
clan ritmos, relaciones, pesa-
dillas y deseos.
Publicado en Medium el 9 de
marzo. Traducción de Marcelo
Alarcón.
¿Ya descubriste el sueño
de Dios para tu vida?
Reyner Javier Neira Ríos
Seminarista, Diócesis de Tilarán-Liberia
“Hay dos días importan-
tes en la vida de una perso-
na: El día que nace y el día
en que descubre para qué”.
Mi nombre es Reyner Javier
Neira Ríos, y respecto al pri-
mer momento importante de
mi vida tendría que comentar-
les que nací un 2 de setiembre
de 1996, en Liberia, Guana-
caste. Soy el menor de tres
hermanos y provengo de la
Ciudad de Cañas, Guanacas-
te. Curiosamente el segundo
momento importante estuvo
muy cerca del primero. Con
tan solo 4 años de edad, un 13
de junio del 2000, experimenté
un acontecimiento límite: sufrí
una intoxicación al ingerir por
accidente aguarrás, esto dege-
neró en otras complicaciones
que me ocasionaron un paro
cardiorrespiratorio. Gracias a
las oraciones de mi comuni-
dad y la intervención médica
pude superar esta situación
que puso mi vida en peligro de
muerte. A pesar de que fue un
momento muy difícil del cuál
apenas tenía conciencia, pude
sentir en él la gloria de Dios.
Es así que desde muy pequeño
interpreté esta segunda opor-
tunidad de vida, como un don
de Dios para ponerlo a su ser-
vicio. En el ser salvado por el
Señor, cuando me encontraba
al borde de la muerte, me sentí
profundamente amado y per-
donado, en ese momento en
particular descubrí el para qué
de mi vida. Al hacer experien-
cia personal del amor de Dios,
me sentí llamado y enviado, a
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
Seminario Nacional Nuestra
Señora de los ángeles
… de la alegría de la vocación
amar con la misma radicalidad
y totalidad con que me siento
amado por Cristo. Es por esta
razón, que desde muy pequeño
siento que Dios colocó en mi
vida la semilla de la vocación a
entregarme a Él por completo.
Esto también se lo debo a mis
padres que procuraron educar-
nos rectamente en los valores
cristianos principalmente con
su ejemplo. En mi niñez y ado-
lescencia me caractericé por
ser responsable y disciplinado
con mis deberes, a veces pe-
cando inclusive de perfeccio-
nismo. Mi vida era ganar bue-
nas calificaciones y siempre
ser ejemplo a seguir para los
demás, era realmente cerrado
en mí mismo, puede decirse
que era muy soberbio.
Al entrar al colegio me tuve
que abrir a la existencia del
otro, a saber, que no soy una
isla solitaria, sino que estoy
acompañado, y que mi vida
no fue rescatada para hacerme
feliz a mí mismo, sino que fue
rescatada para participar en
la construcción de la civiliza-
ción del amor. Fue ahí donde
encontré la clave: mi verdad
no la determino yo mismo, ni
mi placer egoísta la establece,
sino que la verdad de mi vida
está en su origen, en que real-
mente ella no me pertenece,
sino que es un don, un regalo,
una bendición que debe estar al
servicio de los demás. Dios me
amó primero y por eso me creó
para que yo amará y sirviera a
los demás. Es así que, al abrir-
me a Dios y a los demás descu-
brí que la verdadera alegría y
la felicidad las encontraba, en
el amor y en el servicio, ahí en-
contré mi vocación-misión. Mi
existencia entera tuvo razón de
ser en el momento que decidí
seguir a Cristo voluntariamen-
te en la Confirmación un 11
de agosto del 2011. Desde ese
momento mi vida se expandió
y retomó su color, asumí nue-
vamente un proyecto, un ideal,
una ilusión: La vida en Dios y
desde Dios.
Desde mi testimonio, quiero
mostrarte que todos somos vo-
cacionados. La vida en sí mis-
ma es vocación. En mi caso,
estoy discerniendo una posible
vocación sacerdotal la cual in-
terpreto como una llamada a
Amar como Cristo y a ser ama-
do por Él. Y tú, ¿ya descubriste
el plan, la misión, el sueño de
Dios para tu vida? Atrévete a
iniciar una vida vocacional lle-
na de sentido y fructífera. No
eches tus talentos en saco roto,
por el contrario ¡pregúntale al
Señor que quiere de ti y dis-
ponte al servicio!
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
En diálogo
Monseñor José Rafael Quirós
Arzobispo de San José
Reconstruirnos
Un plan para resucitar
después de la pandemia
“Dios jamás abandona a su pueblo, es-
pecialmente cuando el dolor se hace más
presente”. Con esta profunda convicción
el Papa Francisco nos alienta a enfrentar,
ya no sólo esta Pascua marcada por el Co-
ronavirus, sino el difícil horizonte que se
avecina.
En efecto, superada la imprevista cri-
sis sanitaria causada por el Covid-19, las
afectaciones en el orden económico y so-
cial, de forma global, se harán sentir, pero,
lejos de encarar con escepticismo esta si-
tuación, el creyente percibe la presencia
gozosa del Señor que sale a su encuentro
para transformar su duelo en alegría y ser
consolado en medio de la aflicción.
Es esta la certeza que anima nuestra fe
pascual pues el Señor quiere hacernos par-
ticipes de la condición de resucitados que
nos espera, como a aquellas mujeres que,
al llegar al sepulcro, son invitadas por el
mismo Jesús a experimentar un regocijo
inmenso: ‘Alégrense’ (Mt 28, 9).
Hoy pareciera que todo nos habla de
desconfianza y adversidad y, como insiste
el Santo Padre: “Invitar a la alegría pu-
diera parecer una provocación, e incluso,
una broma de mal gusto ante las graves
consecuencias que estamos sufriendo” …
aún más, “no son pocos los que podrían
pensarlo, al igual que los discípulos de
Emaús, como un gesto de ignorancia o de
irresponsabilidad (cfr. Lc 24, 17-19).”
Francisco nos lleva a una interrogante:
¿Cómo haremos para llevar adelante esta
situación que nos sobrepasó completa-
mente? y, con claridad nos responde: “Es
la pesantez de la piedra del sepulcro que
se impone ante el futuro y que amenaza,
con su realismo, sepultar toda esperanza
… esa pesantez que parece tener la última
palabra”; sin embargo, es el Señor quien
con su aliento de vida, en esta tierra de-
solada se “empeña en regenerar la belleza
y hacer renacer la esperanza: “Mirad que
realizo algo nuevo, ya está brotando, ¿no
lo notan?” (Is 43, 18b).
Con el Covid19 la mayoría, en acti-
tud humilde, hemos constatado nuestra
fragilidad y finitud y debemos asumir el
impacto y las graves consecuencias de lo
que estamos viviendo. Este es el tiempo
favorable del Señor: tiempo para “unir a
toda la familia humana en la búsqueda de
un desarrollo sostenible e integral”, tiem-
po para superar la indiferencia y el nefasto
individualismo que entrañaba esta genera-
ción.
Hago también mía esta inquietud del
Papa: ¿Estaremos dispuestos a cambiar los
estilos de vida que sumergen a tantos en la
pobreza, promoviendo y animándonos a
llevar una vida más austera y humana que
posibilite un reparto equitativo de los re-
cursos? Todos debemos preguntarnos: ¿A
qué estoy dispuesto a renunciar? ¿Puedo
renunciar a esa existencia cómoda, apática
y frívola? ¿Optaré, en adelante, por lo que
es esencial, a saber, mi vida y toda vida
humana desde el momento de la concep-
ción, mi familia, los otros?
Si la Cuaresma, vivida en el contexto
de confinamiento, significó un llamado
ensordecedor a la conversión, a contraco-
rriente al estilo de vida superficial, desor-
denado e ilusorio, que nos arrastraba, la
Pascua vivida en actitud de liberación y
reconstrucción, nos exige poner nuestra
mirada en lo más alto de la vida cristiana
“y no es una simple decisión moral que
rectifica las conductas, sino una elección
de fe, que nos lleva a la íntima unidad con
Jesús.”
Es que también, desde el punto de vista
técnico en lo económico y social, han de
dejarse los espacios suficientes a la glo-
balización de la solidaridad. No dejemos
pasar la opotunidad, para dejar el espacio
que ocupamos, como uno de los países
más desiguales de América Latina.
Que a los virus morales que hoy ame-
nazan a la humanidad, “podamos hacerle
frente con los anticuerpos necesarios de
la justicia, la caridad y la solidaridad” y
con Francisco anhelo que “en este tiempo
de tribulación y luto … allí donde estés,
puedas hacer la experiencia de Jesús, que
sale a tu encuentro, te saluda y te dice:
“Alégrate”.
Papa Francisco, Meditación, “Un plan para resucitar”, Pascua 2020
1
El papa Benedicto XVI Miércoles de Ceniza, 17 de febrero de 2010.
2
Lic. Lisandra Chaves / flordejesusamor@gmail.com
La Revista Vida Nueva Digital pu-
blicó un documento del Papa Francisco
llamado “Un plan para resucitar”, una
reflexión inédita del Pontífice para la
Pascua que nos está tocando vivir frente
a este virus.
El Papa comienza el documento ha-
blando de un tema que he estado tratan-
do en esta columna: la preciosa actitud
de las mujeres en la Resurrección. “Por
amor al Maestro y con ese típico, insusti-
tuible y bendito genio femenino, fueron
capaces de asumir la vida como venía,
sortear astutamente los obstáculos para
estar cerca de su Señor. A diferencia de
muchos de los Apóstoles que huyeron
presos del miedo y la inseguridad, que
negaron al Señor y escaparon (cfr. Jn18,
25-27) ellas, sin evadirse ni ignorar lo
que sucedía, sin huir ni escapar…, su-
pieron simplemente estar y acompañar”.
El Pontífice compara la actitud de
las mujeres con todos los que hoy es-
tán ayudándose mutuamente para salir
adelante en medio de la adversidad. En
el caso de las mujeres, el estar junto al
sepulcro con el Señor, en la mayor des-
esperanza, no era vana, nos dice el Papa
que les permitió ser ungidas por la Re-
surrección. “…no estaban solas, Él es-
taba vivo y las precedía en su caminar.
Solo una noticia desbordante era capaz
de romper el círculo que les impedía ver
que la piedra ya había sido corrida y el
perfume derramado tenía mayor capa-
cidad de expansión que aquello que las
amenazaba. Esta es la fuente de nuestra
alegría y nuestra esperanza que transfor-
ma nuestro accionar”.
No es en vano todos los esfuerzos que
hacemos para cuidar y acompañar a los
demás en este tiempo difícil. El Papa
toma en cuenta a todos, doctores, en-
fermeras, sacerdotes, religiosos, traba-
jadores de farmacias y supermercados,
transportistas, en fin, los que estamos
tratando de ayudarnos para salir ade-
lante, incluso quedándonos en casa para
proteger a los demás.
Opinión • 13
“No estamos solos, el Señor nos pre-
cede en nuestro caminar removiendo las
piedras que nos paralizan. Esta buena
noticia hizo que esas mujeres volvieran
sobres sus pasos a buscar a los Apósto-
les y a los discípulos que permanecían
escondidos para contarles: la vida arran-
cada, destruida, aniquilada en la cruz ha
despertado y vuelve a latir de nuevo”.
El Papa Francisco nos dice que esta
es nuestra esperanza y que nadie nos la
puede quitar. “Dios jamás abandona a su
pueblo, está siempre junto a él, especial-
mente cuando el dolor se hace más pre-
sente. Si algo hemos podido aprender en
este tiempo, es que nadie se salva solo.
Las fronteras caen, los muros se derrum-
ban y todos los discursos integristas se
disuelven ante una presencia casi imper-
ceptible que manifiesta la fragilidad de
la que estamos hechos “.
También nos recuerda que el soplo
del Espíritu abre horizontes, despierta la
creatividad y nos renueva en fraternidad
para decir presente ante la enorme e im-
postergable tarea que nos espera. “Este
es el tiempo favorable del Señor que nos
pide no conformarnos ni contentarnos y
menos justificarnos con lógicas sustitu-
tivas o paliativas que impiden asumir el
impacto y las graves consecuencias de
lo que estamos viviendo” nos dice el
Pontífice.
El Papa termina su reflexión recor-
dándonos que todo está conectado en
nuestra Casa Común. “Una emergencia
como la del Covid-19 es derrotada en
primer lugar con los anticuerpos de la
solidaridad… no podemos permitirnos
escribir la historia presente y futura de
espaldas al sufrimiento de tantos. Es
el Señor quien nos volverá a preguntar
¿dónde está tu hermano? (Gn 4, 9). No
tengamos miedo a vivir la alternativa de
la civilización del amor”. Esta civiliza-
ción supone una comunidad de herma-
nos, es importante reflexionar si real-
mente lo somos o qué debemos cambiar
para serlo.
 14 • Opinión
Quince años de la partida de un Pastor
Pbro. Fernando A. Vílchez
Campos.
Sacerdote historiador
padrevilchez@gmail.com
Román Estanislao Arrie-
ta Villalobos nació el 13 de
noviembre de 1924 en San
Antonio de Belén de He-
redia. Ordenado presbítero
el 18 de diciembre de 1948
en Alajuela. Especializado
en Educación en la Univer-
sidad Católica de América
en Washington D.C. Como
joven sacerdote impulsó la
catequesis y la misión en di-
versas regiones del país, par-
ticularmente en la zona norte.
El 12 de agosto de 1961 fue
elegido primer Obispo de Ti-
larán, ordenado el 21 de se-
tiembre, tomó posesión el 12
de octubre siguiente, con 36
años y 12 de sacerdocio.
Como Obispo de Tilarán
(1961-1979) desplegó una
ardua labor misionera en las
provincias de Guanacaste y
de Puntarenas, organizó el
naciente gobierno diocesano,
promovió las vocaciones sa-
cerdotales y laicales y erigió
nuevas parroquias.
Participó en los cuatro pe-
ríodos de sesiones del Conci-
lio Vaticano II (1962-1965),
en la Conferencia de Mede-
llín (1968) y en la de Puebla
(1979). Fue Vicepresidente
del Consejo Episcopal Lati-
noamericano (CELAM).
El 10 de julio de 1979 fue
nombrado V° Arzobispo Me-
tropolitano de San José, con
54 años, tomó posesión el 2
de agosto en la Basílica de
Nuestra Señora de los Ánge-
les.
Como Presidente del Se-
cretariado Episcopal de
Centroamérica (SEDAC)
le correspondió organizar y
acompañar la histórica visita
del Papa San Juan Pablo II
(1978-2005) a Costa Rica y
a Centroamérica en marzo de
1983. Fue miembro consul-
tor de la Comisión Pontificia
para la redacción del nuevo
Código de Derecho Canónico
(1983).
En 1981 convocó al V°
Sínodo Arquidiocesano, pro-
mulgado en 1985, que marca
la vida jurídica y pastoral ar-
quidiocesana hasta la fecha y
señala el inicio de los esfuer-
zos por articular una pastoral
orgánica.
Como Presidente de la
Conferencia Episcopal
(1970-2000) amplió las ins-
talaciones del Seminario Ma-
yor -habitaciones, gimnasio,
biblioteca y Curso Introduc-
torio-, dado el gran aumento
de las vocaciones sacerdo-
tales en los años ’80 y ’90.
Impulsó la construcción de
la Sede de la Conferencia
Episcopal en San José. Creó
Servicios Pastorales -fondo
común de la Iglesia con pro-
yección pastoral-, el Servicio
de Seguridad Social del Cle-
ro, la Universidad Católica
de Costa Rica Anselmo Llo-
rente y Lafuente, la Casa de
la Esperanza -para enfermos
de SIDA- y la Posada Belén
-para madres adolescentes-.
Amplió la preparación aca-
démica de los sacerdotes, con
la especialización de muchos
de ellos en el extranjero y
en los más diversos campos,
para el servicio de la Pro-
vincia Eclesiástica, de la Ar-
quidiócesis y del Seminario.
Fue un Arzobispo siempre
cercano a su presbiterio, con
un contacto directo y perso-
nal con cada sacerdote que se
acercaba a su padre y pastor.
Erigió numerosas parro-
quias y consagró numerosos
templos parroquiales. Fue
cercano a las comunidades
parroquiales, particularmen-
El 8 de marzo del 2005 falleció Mons.
Román Arrieta Villalobos. Un gran pastor,
cercano a sus fieles, padre de sus liar a Mons. Antonio Troyo
sacerdotes y defensor de las causas justas, Calderón durante todo su
que sirvió fielmente a la Iglesia y a su patria. episcopado (1979-2002), su
te con ocasión de las Fiestas
Patronales y de las Confirma-
ciones.
Reconstruyó la Iglesia Ca-
tedral Metropolitana, renovó
el edificio de la Curia Me-
tropolitana, reconstruyó el
anexo en Las Ánimas para
el Archivo Eclesiástico Ar-
quidiocesano y el Instituto
Arquidiocesano de Inves-
tigación Bernardo Augusto
Thiel, fundado por él.
Aplicando el V° Sínodo
animó el trabajo coordinado
de los equipos sacerdotales,
luego convertidos en Vica-
rias Foráneas, como un fuer-
te dinamismo para la pasto-
ral. Creó e impulsó el trabajo
de las Vicarías Episcopales
-Profética, Litúrgica, Social,
de la Vida Consagrada y de la
Fuerza Pública, reservándose
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
Tuvo como Obispo Auxi-
para sí el acompañamiento al
clero-. Convocó a la prime-
ra Asamblea Arquidiocesana
de Pastoral en 1995, que dio
nuevo impulso al V° Sínodo,
con diversos intentos por
configurar un Plan Arquidio-
cesano de Pastoral.
Fue llamado en muchas
ocasiones como mediador
en conflictos sociales entre
trabajadores y el Gobierno o
empresarios, siendo ejemplo
de negociación y concilia-
ción entre las partes. En nu-
merosas ocasiones denunció
con valentía algunas acciones
gubernamentales que atenta-
ban contra el bien común y la
paz social del país.
Proyectó su magisterio a
través de una presencia cons-
tante y permanente en los
medios de comunicación so-
cial, con escritos en diversos
periódicos nacionales y por
medio de la radio y de la te-
levisión. Escribió y suscribió
numerosas cartas pastorales a
título personal y como Presi-
dente de la Conferencia Epis-
copal.
Convocó y presidió el III
Congreso Eucarístico Nacio-
nal y la misión eucarística
mariana en 1992, con ocasión
de los 500 años de evangeli-
zación en América. Celebró
los 350 años del hallazgo de
la imagen de la Virgen de los
Ángeles en Cartago en 1985,
el Año Universal Mariano en-
tre 1987 y 1988 y el Jubileo
del Año 2000.
En el año 2001 tuvo que
enfrentar los difíciles acon-
tecimientos que concluyeron
en el cierre de la emisora Ra-
dio María de Guadalupe.
Vicario General y Moderador
de la Curia Metropolitana,
quien apoyó fielmente toda
su labor pastoral.
El 13 de julio del 2002 el
Papa San Juan Pablo II (1978-
2005) acepta su renuncia por
razones de edad, pasando a
ser Administrador Apostólico
Sede Vacante hasta el 18 de
octubre del 2002, en que pasó
a ser Arzobispo emérito de
San José -el segundo de nues-
tra historia-. Tenía entonces
76 años y 23 de episcopado
en la Arquidiócesis de San
José y 41 de vida episcopal.
Murió el 8 de marzo del 2005
en San Antonio de Belén de
Heredia, a los 80 años. Un
gran pastor, cercano a sus fie-
les, padre de sus sacerdotes y
defensor de las causas justas,
que sirvió fielmente a la Igle-
sia y a su patria.
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
Es la hora de la ¿Qué haré
presencia con mi
libertad?
Pbro. Msc. Víctor Manuel Sa-
las Hidalgo
Vicario Parroquial en Sardinal de
Puntarenas
Son tiempos nuevos, por
lo que se necesitan respues-
tas nuevas. Es la hora de los
gestos, más que de las pala-
bras. Es la hora de la Palabra
que anima. Hay una situación
social que tenemos que dar
respuesta desde la fe: pérdida
del trabajo, temor al contagio,
enfrentarnos a la realidad de
la solidaridad en la que pode-
mos con un gesto pequeño co-
laborar con todos para cuidar
los demás: quedarse en casa.
No se quiere de ningún modo
desvalorizar los esfuerzos que
se hacen para acompañar al
Pueblo de Dios en esta hora
difícil de la humanidad. Pero
hay que tener cuidado que no
todo se reduzca a los temores
internos de la Iglesia: el asunto
económico y la celebración del
sacramento de la Eucarística.
Tiene que haber algo más. Es
la hora de la Palabra y la hora
de la solidaridad como impul-
so que fortalece la vida y hace
conexión con la vida cotidiana
y el pan de la solidaridad, que
el Papa Francisco de una ma-
nera muy rápida gestiona: do-
naciones en lugar de solicitar
ayuda, ofrece ayuda.
Grita en favor de que cesen
las discordias entre países y
como caminante débil ruega
despojado de todo, mostrando
su pequeñez y su fragilidad,
se hace presente en medio de
todos los seres humanos. Esa
caminata del Papa Francisco,
solo por la plaza de San Pedro
hacia la Imagen de Nuestra
Señora y hacia el Crucificado,
jamás se borrará de nuestros
corazones, de nuestra mente ni
de nuestra piel. Toda la huma-
nidad caminaba hacia Cristo y
con Cristo.
No todo lo que llamamos
evangelización toca solo al sa-
cramento, sino a la presencia
vivificadora en medio de la
humanidad. Curando heridas,
provocando sentidos, llaman-
do a la sensatez, prestando sus
medios e instrumentos. Ofre-
ciendo caminar juntos como
una familia humana, que los
hermanos entiendan a una co-
munidad eclesial que expresa:
aquí estamos para darles la
mano.
Aparecen chispazos acerta-
dos, pero falta reflexión, para
descubrir cuál es la respuesta
oportuna desde la fe? Cierta-
mente los creyentes agradecen
el sinnúmero de celebraciones
por las redes sociales y por te-
levisión. Eso está bien. Pero y
ahora qué? Tenemos que de-
jarnos impactar por el dolor y
las experiencias humanas para
darles una respuesta de fe. Eso
es lo que realiza Jesús y aún
pregunta: qué quieres que haga
por ti? Siempre Jesús atento al
dolor, al desprecio, al sufri-
miento, al miedo que se vuelve
irracional, en donde ninguna
respuesta parece satisfacer y
Jesús serenamente caminan-
do por las calles y poblados
al encuentro del que se siente
sin fuerzas, ofrece su presen-
cia. Aquí hay una pista para la
Iglesia, como comunidad de
creyentes, busque los mejores
caminos entre todos a partir
del encuentro con la Palabra, y
se produzcan encuentros entre
los hermanos. Ahora que hay
tantas formas de comunidades
virtuales provocar la conversa-
ción y el diálogo de cómo nos
sentimos, cómo estamos vi-
viendo esta experiencia, no es
necesario que seamos expertos
en las ciencias del comporta-
miento humano, entre todos
vitalmente en pequeñas comu-
nidades virtuales, iluminados
por la Palabra y por la mirada
a través de los medios virtua-
les, encontrarnos con lo mejor
de nosotros.
Hay tantos profesionales
que integrados alrededor de
la fuerza de nuestros pastores,
podrían prestar tanta ayuda en
estos momentos en donde los
medios de comunicación lle-
nan de información y las redes
sociales de desinformación y
saturan hasta el cansancio, en
ese momentos necesitamos
que nos orienten, que nos oi-
gan, que nos den pistas, que
nos propicien lugares virtuales
de encuentro. Es así que las
pequeñas comunidades virtua-
les adquieren un papel impor-
tante hoy, en torno a la vida y
la Palabra, para poder encon-
trarnos como humanidad. Y
cómo todos estamos en la mis-
ma barca, no importa nuestra
denominación o increencia,
nos basta el estar viviendo un
momento que es de tinieblas
pero tiene que convertirse en
lugar de encuentro amoroso de
todos los seres humanos.
Guadalupe Ma. Araya M.
guadalupeam1947@gmail.com
Dios, en su infinita bon-
dad, creó a sus seres vivien-
tes y celestes y les dotó de
plena libertad. Así que como
sus criaturas… somos libres.
Nos dio unos Mandamientos
para protección y guía en
nuestras decisiones. Manda-
mientos llenos del celo di-
vino para cuidar del hombre
(varón y mujer) y evitarle
sufrimiento. Nos presenta
dos caminos a escoger, el
del bien o el del mal. Sabe-
mos que uno lleva a la vida
y el otro a la muerte (Cf. Dt
30,15)
Tal vez, si se ha inclinado
la vida por el sendero del
mal, se puede temer que no
hay vuelta atrás, siendo que
siempre encontrará la mise-
ricordia divina para resucitar
su vida de pecado, tentacio-
nes y debilidades.
La libertad es de un valor
incalculable, supera toda es-
timación humana, y Dios lo
sabe y lo dio como regalo a
su creación.
Somos libres…sí. ¿A
quién se le puede ofrecer esa
libertad para que en justicia
lo honre?
¿Al mundo de la riqueza
y placeres nocivos, de las
adicciones, de la corrupción,
del odio, de la venganza, de
la maldad? ¿Al dueño de
este mundo que paga con
“llamativos espejismos” que
terminan en dolor y muerte?
¿Qué nos enseña el Evan-
gelio? Dijo María: “yo soy
Opinión • 15
La libertad es de un
valor incalculable,
supera toda
estimación humana,
y Dios lo sabe y lo dio
como regalo a su
creación.
la servidora del Señor, há-
gase en mí tal como has di-
cho” (Lc 1,38). Jesús decía:
“Abbá, Padre, si para ti todo
es posible, aparta de mí esta
copa. Pero no se haga lo que
yo quiero, sino lo que quie-
res tú” (Mc 14,36).
Ambos ofrecieron su liber-
tad a Dios y ello fue en bene-
ficio de la humanidad. ¿Qué
sufrieron?, sí… pero recibie-
ron una fortaleza con sello
divino para llevar a cabo su
misión. María fue capaz de
llegar hasta el pie de su hijo
crucificado y Jesús fue capaz
de beber esa copa y alcan-
zarnos la salvación.
“Es mejor sufrir por hacer
el bien, si tal es la voluntad
de Dios, que (sufrir) por ha-
cer el mal” (1 Pe 3,17). Je-
sús nos enseña del Padre:
“Porque él hace brillar su
sol sobre malos y buenos, y
envía la lluvia sobre justos y
pecadores” (Mt 5,45). ¿Nos
presenta su misericordia?
Ofrezcamos nuestra liber-
tad a Dios, “pues él quiere
que todos los hombres se
salven y lleguen al conoci-
miento de la verdad” (1Tim
2,4).
 16 • Santo Padre Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico

Catequesis del
Papa Francisco
Catequesis en audiencia general, miércoles 22 de abril, 2020

Hemos fallado en
si nosotros hemos deteriorado
la Tierra, la respuesta será muy
contundente.
estaba muy bien” (Gn 1:31).
Cuando vemos estas tragedias
naturales que son la respuesta
de la tierra a nuestro maltrato,

custodiar la Tierra
Celebramos el 22 de abril
la 50ª Jornada Mundial de la
Tierra, Es una oportunidad
para renovar nuestro compro-
miso de amar nuestra casa co-
mún y de cuidarla junto con
los miembros más débiles de
nuestra familia. Como la trá-
gica pandemia de Coronavirus
nos está demostrando, sólo
juntos y haciéndonos cargo de
los más débiles podemos ven-
cer los desafíos globales. La
carta encíclica Laudato si’ tie-
ne precisamente este subtítulo:
“sobre el cuidado de nuestra
casa común”. Hoy reflexiona-
remos juntos sobre esta res-
ponsabilidad que caracteriza
“nuestro paso por esta tierra”
(LS, 160). Tenemos que crecer
en la conciencia del cuidado de
nuestra casa común.
débiles, a imitación del amor
de Dios por nosotros, mani-
festado en su Hijo Jesús, que
se hizo hombre para compartir
con nosotros esta situación y
salvarnos.
Por egoísmo hemos falla-
do en nuestra responsabilidad
como custodios y administra-
dores de la Tierra. “Basta mi-
rar la realidad con sinceridad
para ver que hay un gran de-
terioro de nuestra casa común”
(ibíd., 61). La hemos contami-
nado y saqueado, poniendo en
peligro nuestra misma vida.
Por eso, se han formado varios
movimientos internacionales y
locales para despertar las con-
ciencias. Aprecio sinceramen-
te estas iniciativas, y todavía
será necesario que nuestros
niños salgan a las calles para
enseñarnos lo que es obvio, es
decir, que no hay futuro para
nosotros si destruimos el me-
dio ambiente que nos sostiene.
Hemos fallado en custodiar
la Tierra, nuestra casa jardín,
y en custodiar a nuestros her-
manos. Hemos pecado contra
la Tierra, contra nuestro próji-
mo y, en fin, contra el Creador,
el Padre bueno que provee a
cada uno y quiere que vivamos
juntos en comunión y prospe-
ridad. ¿Y cómo reacciona la
Tierra? Hay un dicho español,
que es muy claro, al respecto y
dice así: “Dios perdona siem-
pre, nosotros, los hombres
algunas veces perdonamos,
otras no; la tierra no perdona
nunca”. La Tierra no perdona,
¿Cómo podemos restau-
rar una relación armoniosa
con la Tierra y el resto de la
humanidad? Una relación ar-
moniosa… Perdemos muchas
veces la visión de la armonía:
la armonía es obra del Espíritu
Santo. También en la casa co-
mún, en la Tierra, también en
nuestra relación con la gente,
con el prójimo, con los más
pobres, ¿cómo podemos res-
taurar esta armonía? Necesi-
tamos una nueva forma de ver
nuestra casa común. Enten-
dámonos: la Tierra no es un
depósito de recursos para ser
explotados. Para nosotros los
creyentes el mundo natural es
el “Evangelio de la Creación”,
que expresa la potencia crea-
dora de Dios para plasmar la
vida humana y hacer que el
mundo exista junto con lo que
contiene para sostener a la
humanidad. El relato bíblico
de la creación concluye de la
siguiente manera: “Vio Dios
cuanto había hecho, y todo
yo pienso: “Si ahora pregunta-
se al Señor que piensa, no creo
que me dijera que todo está
muy bien”. ¡Nosotros hemos
arruinado la obra del Señor!
Al celebrar la Jornada Mun-
dial de la Tierra estamos lla-
mados a reencontrar el sentido
de respeto sagrado por la Tie-
rra, porque no es solo nuestra
casa, sino también la casa de
Dios. ¡De esto surge en noso-
tros la conciencia de estar en
tierra sagrada!
En este tiempo pascual de
renovación, comprometámo-
nos a amar y apreciar el mag-
nífico regalo de la Tierra, nues-
tra casa común, y a cuidar de
todos los miembros de la fami-
lia humana. Como hermanos
y hermanas que somos implo-
remos juntos a nuestro Padre
celestial: “Envía tu Espíritu y
renueva la faz de la tierra” (cf.
Sal 104,30).

Estamos hechos de mate-

ria terrestre, y los frutos de la
tierra sostienen nuestra vida.
Pero, como nos recuerda el
Libro del Génesis, no somos
simplemente “terrestres”:
también llevamos dentro de
nosotros el soplo vital que vie- Necesitamos una nueva
ne de Dios (cf. Gn 2:4-7). Vi- forma de ver nuestra casa
vimos, pues, en la casa común común. Entendámonos: la
como una familia humana y
Tierra no es un depósito de
en la biodiversidad con las
otras criaturas de Dios. Como recursos para ser explotados.
imago Dei, imagen de Dios,
estamos llamados a cuidar y
respetar a todas las criaturas y
a nutrir amor y compasión por
nuestros hermanos y herma-
nas, especialmente por los más
 Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”. - 1 Juan 4:19
Mons. Arjan Dodaj, obispo auxiliar electo de Tirana, Albania
De inmigrante ateo a obispo auxiliar
Martín Rodríguez González
mrodriguez@ecocatolico.org
El 9 de abril anterior, el
Papa Francisco nombró
obispo auxiliar de Tirana, en
Albania, al sacerdote Arjan
Dodaj. La noticia pudo haber
sido una más entre el conjun-
to de nombramientos de nue-
vos pastores que regularmen-
te hace el Santo Padre para las
diócesis del mundo, de acuer-
do con las necesidades pasto-
rales que se van presentando.
Pero la designación tiene
una historia digna de con-
tar. Dodaj, de 43 años, es un
sacerdote que recién regre-
só a su patria hace tres años,
pues llegó a Italia en 1993 en
un barco de inmigrantes, fue
soldador y en este país redes-
cubrió la fe que su abuela le
transmitió cantando cuando
era pequeño. Luego de un
acompañamiento espiritual
abandonó el ateísmo con el
que creció en su juventud y
fue ordenado sacerdote por
San Juan Pablo II.
El director del Dicasterio
para la Comunicación de la
Santa Sede, el periodista An-
drea Tornielli, habló con el
recién designado Monseñor
Arjan y su sorpresa por el
nombramiento papal, afirma,
se podía sentir a través del te-
léfono.
Arjan nació y creció en una
familia comunista albanesa
y fue educado en el ateísmo.
“Nací en un contexto donde
desafortunadamente todas las
El joven Arjan, con apenas 16 años, cruzó el mar Adriático buscando un futuro y la forma de
ayudar a su pobre familia. Foto: VaticanNews.
señales que recordaban la fe
fueron prohibidas. En los pri-
meros años de mi vida, nunca
escuché de la existencia de
Dios. Desafortunadamente,
mis padres se vieron terrible-
mente afectados por el efec-
to del comunismo. Pero los
abuelos rezaban al Señor”.
Es precisamente la abuela
materna quien le inculcó las
primeras palabras de fe. “Mi
primer encuentro con las co-
sas de Dios es como un es-
tribillo dentro de mi cabeza,
dentro de mi alma. Mi abuela
era libre a pesar de las amena-
zas y vivió la experiencia de
la oración. En su época, sin
saber escribir, aprendían las
oraciones cantando. Por tanto,
sabían las oraciones con rima,
conocían la doctrina. Solo
cuando llegué a Italia descu-
brí que muchas cosas, sobre
los sacramentos por ejemplo,
ella me las decía cantando
en casa, mientras trabajaba,
mientras limpiaba. Gracias
a eso yo también lo aprendí.
Aprendí la segunda parte del
Ave María. Siempre me hacía
decir el segundo verso. Así es
como me transmitía Dios”,
contó el nuevo obispo al di-
rector vaticano.
Sobre su viaje, Mons. Arjan
recuerda haber partido el 15
de setiembre de 1993. “Gra-
cias a Dios, el mar estaba muy
tranquilo, el Señor nos preser-
vó. Recuerdo muy bien que
en ese momento toda mi exis-
tencia, mi historia realmente
estaba migrando, ya que nos
separamos de esa costa, con
ese cielo lleno de estrellas,
esa noche. Dentro de mí sentí
la lágrima con esos lazos, con
esa vida, con esa familia”,
afirma.
Como se puede entender,
el obispo posee una sensibili-
dad hacia el drama migrante:
“Hoy se ve llegar a muchas
personas en barcos. ¡Creo que
deberíamos pensar en estas
lágrimas, estos sacrificios, es-
tas dolorosas vicisitudes, por-
que si no fueran dolorosas no
vendrían!”.
Gracias a los amigos que
emigraron a Italia justo antes
que él, Arjan encuentra refu-
gio en el área de Cuneo, en
Dronero, donde se convier-
te en aprendiz de soldador:
“Soldábamos las estructuras
de las bicicletas. Luego tam-
bién hice muchos otros traba-
jos, en construcción y jardine-
ría, para poder mantener a mi
familia porque éramos muy
Testimonio • 17
pobres”, afirma. Otros amigos
lo invitaron a un encuentro en
la parroquia. “¡Realmente me
encontré muy a gusto! Encon-
tré la familiaridad que necesi-
taba en esa fase muy delicada
de mi juventud”, agrega.
Arjan fue bautizado y en
1997 pidió ser aceptado en la
Fraternidad Sacerdotal de los
Hijos de la Cruz, Comunidad
Casa di María, en Roma, don-
de se preparó para ser sacer-
dote. Diez años después de
su desembarco en Italia, el
Papa Wojtyla, San Juan Pablo
II, puso sus manos sobre su
cabeza en la Basílica de San
Pedro.
Trabajó en varias parro-
quias y se convirtió en cape-
llán de la comunidad alba-
nesa en Roma. En 2017, el
Arzobispo de Tirana, George
Anthony Frendo, pidió que el
Padre Arjan pudiera servir en
la diócesis, donde recibió el
anuncio de su nombramiento
como obispo auxiliar.
“Soy sincero... nunca, ja-
más, habría pensado o de-
seado tal cosa. Estaba muy
feliz de vivir el contexto pa-
rroquial, el contexto familiar
diario que siempre he vivido,
con mi comunidad, con los
feligreses, con las personas
que nos han confiado. Ahora
ha sucedido esta nueva lla-
mada, este nombramiento del
Santo Padre Francisco. La he
recibido con confianza en el
Señor, en Nuestra Señora y
con obediencia a la Iglesia”,
concluyó el nuevo pastor.
 18 • Lectio divina
Lo reconocieron al partir el pan
Oración inicial
Señor Jesús, envía tu Espíritu,
para que Él nos ayude a leer la
Biblia en el mismo modo con el
cual Tú la has leído a los discí-
pulos en el camino de Emaús.
Con la luz de la Palabra, escrita
en la Biblia, Tú les ayudaste a
descubrir la presencia de Dios
en los acontecimientos dolo-
rosos de tu condena y muerte.
Así, la cruz, que parecía ser el
final de toda esperanza, apareció
para ellos como fuente de vida
y resurrección. Que tu palabra
nos oriente a fin de que también
nosotros, como los discípulos
de Emaús, podamos experimen-
tar la fuerza de tu resurrección
y testimoniar a los otros que Tú
estás vivo en medio de nosotros
como fuente de fraternidad, de
justicia y de paz. Te lo pedimos
a Tí, Jesús, Hijo de María, que
nos has revelado al Padre y en-
viado tu Espíritu.
Amén.
El texto
Del santo Evangelio según
San Lucas 24, 13-35
Al anochecer del día de la
reEl mismo día de la resurrec-
ción, iban dos de los discípulos
hacia un pueblo llamado Emaús,
situado a unos once kilómetros
de Jerusalén, y comentaban todo
lo que había sucedido.
Mientras conversaban y dis-
cutían, Jesús se les acercó y co-
Lecturas: Hech 2, 14. 22-33 / Sal 15 / 1 Pe1, 17-21 / Lc 24, 13-35 • Ciclo A • III Domingo de Pascua
San Lucas nos presenta el co-
nocido texto de los discípulos
de Emaús, que se encontraron
con un misterioso caminante,
que resultó, nada más y nada
menos, que el mismo Cristo Re-
sucitado (Lc 24,13-35). Jesús se
hace el encontradizo primero,
para luego convertirse en ca-
minante e interlocutor de aque-
llos peregrinos a Emaús, luego
menzó a caminar con ellos; pero
los ojos de los dos discípulos
estaban velados y no lo reco-
nocieron. Él les preguntó: “¿De
qué cosas vienen hablando, tan
llenos de tristeza?”
Uno de ellos, llamado Cleo-
fás, le respondió: “¿Eres tú el
único forastero que no sabe lo
que ha sucedido estos días en
Jerusalén?” Él les preguntó:
“¿Qué cosa?” Ellos le respon-
dieron: “Lo de Jesús el nazare-
no, que era un profeta poderoso
en obras y palabras, ante Dios y
ante todo el pueblo. Cómo los
sumos sacerdotes y nuestros
jefes lo entregaron para que lo
condenaran a muerte, y lo cruci-
ficaron. Nosotros esperábamos
que él sería el libertador de Is-
rael, y sin embargo, han pasa-
do ya tres días desde que estas
cosas sucedieron. Es cierto que
algunas mujeres de nuestro gru-
po nos han desconcertado, pues
fueron de madrugada al sepul-
cro, no encontraron el cuerpo
y llegaron contando que se les
habían aparecido unos ángeles,
que les dijeron que estaba vivo.
Algunos de nuestros compañe-
ros fueron al sepulcro y hallaron
todo como habían dicho las mu-
jeres, pero a él no lo vieron”.
Entonces Jesús les dijo: “¡Qué
insensatos son ustedes y qué du-
ros de corazón para creer todo
lo anunciado por los profetas!
¿Acaso no era necesario que el
Mesías padeciera todo esto y así
entrara en su gloria?” Y comen-
zando por Moisés y siguiendo
Comentario al Evangelio
Los discípulos de Emaús
catequista de la Palabra, segui-
damente como invitado a cenar
con ellos, anfitrión que sirve a la
mesa, donde es reconocido por
sus discípulos como el Señor re-
sucitado… Al final, lo encontra-
rán con el resto de los discípulos
en la comunidad de Jerusalén
(Lc 24,36).
con todos los profetas, les expli-
có todos los pasajes de la Escri-
tura que se referían a él.
Ya cerca del pueblo a donde
se dirigían, él hizo como que iba
más lejos; pero ellos le insis-
tieron, diciendo: “Quédate con
nosotros, porque ya es tarde y
pronto va a oscurecer”. Y entró
para quedarse con ellos. Cuando
estaban a la mesa, tomó un pan,
pronunció la bendición, lo par-
tió y se lo dio. Entonces se les
abrieron los ojos y lo reconocie-
ron, pero él se les desapareció.
Y ellos se decían el uno al otro:
“¡Con razón nuestro corazón ar-
día, mientras nos hablaba por el
camino y nos explicaba las Es-
crituras!”
Se levantaron inmediatamente
y regresaron a Jerusalén, donde
encontraron reunidos a los Once
con sus compañeros, los cuales
les dijeron: “De veras ha resu-
A los cristianos de la comuni-
dad primitiva, a la que escribía
San Lucas, les interesaba saber
cómo descubrir a Jesús Resu-
citado en su realidad cotidiana.
Por eso el Evangelista, con este
bello pasaje, les enseñaba que,
en primer lugar, a Jesús se le
puede descubrir en los aconteci-
mientos de la vida y en la reali-
dad donde viven (Lc 24,17-24).
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
citado el Señor y se le ha apa-
recido a Simón”. Entonces ellos
contaron lo que les había pasado
por el camino y cómo lo habían
reconocido al partir el pan.
Palabra del Señor.
Un momento
de silencio
Para depositar la Palabra en
nuestro corazón.
Algunas preguntas
a) ¿Cuál es el punto que te ha
gustado más y porqué?
b) ¿Cuáles son los pasos de
interpretación de la Escritura
seguida por Jesús, desde el en-
cuentro con los dos amigos por
En segundo lugar, en las Es-
crituras, pues Cristo se dirige a
ellos por medio de la Palabra,
fuente de vida y luz que los ilu-
mina (Lc 24,25-27). En tercer
lugar, lo pueden encontrar en
la fracción del pan que en San
Lucas designa el banquete eu-
carístico (Lc 24,2-31; ver Hech
2,42). Y finalmente, en la comu-
nidad eclesial (Lc 24,31-35). Y
el camino, hasta el regreso de
los discípulos a la comunidad de
Jerusalén?
c) ¿Cuál es la situación en la
que Jesús encuentra a los discí-
pulos?
d) ¿Cuáles son las semejanzas
y cuáles las diferencias entre la
situación de los dos discípulos y
nuestra situación actual? ¿Cuá-
les son hoy los factores que
ponen en crisis nuestra fe y nos
causan tristeza?
e) ¿Cuál fue el resultado en
la vida de los dos discípulos de
la lectura de la Biblia hecha por
Jesús?
f) ¿En qué puntos la interpre-
tación hecha por Jesús critica
nuestra manera de leer la Biblia
y en qué puntos la confirma?
Oración final
Señor Jesús, te damos gracias
por tu Palabra que nos ha hecho
ver mejor la voluntad del Pa-
dre. Haz que tu Espíritu ilumine
nuestras acciones y nos comuni-
que la fuerza para seguir lo que
Tu Palabra nos ha hecho ver.
Haz que nosotros como María,
tu Madre, podamos no sólo es-
cuchar, sino también poner en
práctica la Palabra. Tú que vives
y reinas con el Padre en la uni-
dad del Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.
todo ello, a la luz de la resurrec-
ción de Jesús.
En la vida, en la Palabra, la
Eucaristía y la comunidad, se
nos “aparece” o manifiesta el
Señor Resucitado. Ojalá que,
habiéndolo encontrado, lo po-
damos anunciar al mundo, que
tanto lo necesita.
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
El leproso
agradecido
Esta bella historia ha de ayudarnos siempre a ser agradecidos con Dios y
con los demás ¿Lo hacemos de corazón? ¿En qué nos debemos distinguir
los cristianos? (Col 3,15)
Pbro. Mario Montes M.
Animación bíblica, Cenacat
Vamos a conocer al leproso
agradecido, cuya historia la
encontramos en Lc 17,11-19.
En el domingo 9 de octubre lo
habíamos presentado, acompa-
ñado por sus compañeros en-
fermos, y el relato correspon-
de al Domingo 28 del Tiempo
Ordinario. El año pasado es-
cuchamos su Evangelio, el
domingo 13 de octubre 2019.
Veamos:
Mientras se dirigía a Jerusa-
lén, Jesús pasaba a través de
Samaría y Galilea. Al entrar
en un poblado, le salieron al
encuentro diez leprosos, que
se detuvieron a distancia y
empezaron a gritarle: “Jesús,
Maestro, ten compasión de no-
sotros”. Al verlos, Jesús les
dijo: “Vayan a presentarse a
los sacerdotes”. Y en el cami-
no quedaron purificados.
Uno de ellos, al comprobar
que estaba curado, volvió
atrás alabando a Dios en voz
alta y se arrojó a los pies de
Jesús con el rostro en tierra,
dándole gracias. Era un sa-
maritano. Jesús le dijo enton-
ces: “¿Cómo, no quedaron
purificados los diez? Los otros
nueve, ¿dónde están? ¿Nin-
guno volvió a dar gracias a
Dios, sino este extranjero?”.
Y agregó: “Levántate y vete,
tu fe te ha salvado”.
Los costarricenses,
un pueblo agradecido
Una de las más bellas cualida-
des de los costarricenses, es la
de ser agradecidos. Siempre
estamos dando las gracias,
por los favores y servicios que
nos hacen, aunque sea el más
mínimo. Por todo decimos a
cada rato: “Muchas gracias” o
“Dios se lo pague”, a tal punto
que los extranjeros que nos vi-
sitan o nos van conociendo, se
sorprenden de ello.
Esto nos distingue de los de-
más pueblos del mundo, pues
sabemos ser un pueblo agra-
decido, que vive aquello del
refrán que dice: “es de bien
nacidos ser agradecidos”. Por
eso, esta historia del leproso
agradecido, refleja uno de los
más nobles sentimientos del
ser humano, del que podemos
hacer gala los “ticos”
Una narración en
cuatro momentos
La historia de los leprosos cu-
rados por Jesús la podemos ver
en cuatro momentos claves:
1. Lucas 17,12-13: El grito de
los leprosos. Diez leprosos se
acercan a Jesús, se detienen
a distancia y gritan: “Jesús,
Maestro, ten compasión de no-
sotros”. Como bien sabemos,
el leproso en los tiempos bí-
blicos era una persona exclui-
da, marginada y despreciada,
sin el derecho a vivir con su
familia. Según la ley de la pu-
reza, los leprosos debían de ir
con el vestido roto y el cabello
desgreñado o suelto gritando:
“¡Impuro! ¡Impuro!” (ver Lev
13,45-46). Para los leprosos, la
busca de un tratamiento, sig-
nificaba lo mismo que buscar
la pureza para poder ser rein-
tegrados en la comunidad. No
podían acercarse a los otros.
Si un leproso tocaba a alguien,
le causaba impureza y creaba
un impedimento para la que
la persona pudiera dirigirse a
Dios. Por eso, a través de este
grito, ellos expresaban la fe
en que Jesús podía curarlos y
devolverles la pureza. Obtener
la pureza significaba sentirse,
de nuevo, acogido por Dios y
poderse dirigir a Él para reci-
bir la bendición prometida a
Abrahán.
2. Lucas 17,14: La respuesta
de Jesús y la sanación. Jesús
responde: “Vayan a presentar-
se a los sacerdotes” (Mc 1,44).
Era el sacerdote judío, quien
debía verificar la curación y
dar el certificado de pureza
(Lev 14,1-32). La respuesta
de Jesús exigía mucha fe de
parte de los leprosos. Deben
ir donde el sacerdote como si
ya estuvieran curados, cuando,
en realidad, su cuerpo seguía
cubierto de lepra. Pero ellos
creen en la palabra de Jesús y
se dirigen donde el sacerdote.
Y ocurre que mientras van de
camino, se manifiesta la cura-
ción. Quedan purificados. Esta
curación nos recuerda la histo-
ria de la purificación de Naa-
mán de Siria, que también era
leproso (2 Re 5,9-10). El pro-
feta Eliseo mandó al hombre a
que se lavara en el río Jordán.
Aquel general sirio, tenía que
creer en la palabra del profe-
ta. Jesús ordena a los diez le-
prosos que se presenten a los
sacerdotes. Ellos tenían que
creer en la palabra de Jesús.
El samaritano representa a las personas que
tienen la conciencia clara de que nosotros, los
seres humanos, no tenemos mérito ni crédito
ante Dios. Todo es gracia, empezando por el
3. Lucas 17,15-16: la reacción
del samaritano. “Uno de ellos,
al comprobar que estaba cu-
rado, volvió atrás alabando a
Dios en voz alta y se arrojó a
los pies de Jesús con el rostro
en tierra, dándole gracias. Era
un samaritano.” ¿Por qué los
otros no volvieron? ¿Por qué
sólo el samaritano? En la opi-
nión de los judíos de Jerusalén,
el samaritano no observaba la
ley como era debido. Entre los
judíos, había la tendencia a ob-
servar la ley para poder mere-
cer o conquistar la justicia (Lc
18,9-14). Por la observancia,
ellos iban acumulando “crédi-
tos” ante Dios. La gratitud y la
gratuidad no forman parte del
vocabulario de las personas,
que viven así su relación con
Dios. Tal vez sea por esto que
aquellos nueve hombres no
agradecieron a Jesús o a Dios
el beneficio recibido. El sama-
ritano representa a las personas
que tienen la conciencia clara
de que nosotros, los seres hu-
manos, no tenemos mérito ni
crédito ante Dios. Todo es gra-
cia, empezando por el don de
la vida.
Sagradas Escrituras• 19
don de la vida.
4. Lucas 17,17-19: La obser-
vación final de Jesús. Jesús se
extraña: “¿Cómo, no queda-
ron purificados los diez? Los
otros nueve, ¿dónde están?
¿Ninguno volvió a dar gracias
a Dios, sino este extranjero?”
Para Jesús, agradecer a los de-
más por el beneficio recibido,
es una manera de dar a Dios la
alabanza que le es debida. En
este punto, los samaritanos da-
ban lecciones a los judíos. Hoy
son los pobres o los enfermos,
los que desempeñan el papel
del samaritano y nos ayudan a
redescubrir esta dimensión de
la gratuidad de la vida. Todo
lo que recibimos tenemos que
verlo como un don de Dios,
que llega a nosotros a través
del hermano. El modelo es el
leproso agradecido.
Nosotros: ¿acostumbramos
agradecer a las personas?
¿agradecemos por simple cos-
tumbre o por convicción? Y
en la oración a Dios: ¿agrade-
cemos sus dones o nos olvi-
damos de hacerlo? Pensemos
hoy: ¿cómo transmitir a los de-
más la importancia de vivir en
la gratitud y en la gratuidad?
20 • Tus dudas
¡Mereces una respuesta!
¿Por qué cambian a los padres de parroquia?
“Monseñor, mi pregunta es esta: ¿Por qué a los sacerdotes los cambian de comunidad cada 4 años? Le agradezco su respuesta”.
Monseñor Vittorino
Girardi S.
Obispo emérito de Tilarán-Liberia
Puede ser que en su parroquia de
hecho hayan cambiado a los sacerdo-
tes cada cuatro años, pero esa no es la
norma. El Concilio Vaticano II, en el
Decreto sobre la vida y el ministerio
de los Obispos, que se titula Christus
Dominus, en el número 31 estable-
ce el siguiente criterio: “Como quiera
que toda la razón del cargo parroquial
es el bien de las almas, con el fin de
que el Obispo pueda proceder más fá-
cil y adecuadamente a la provisión de
las parroquias, suprímase cualquier
supuesto derecho para ser nombrado a
tal cargo y permanecer en él”. Esa es la
norma suprema de todo encargo en la
Iglesia: el bien de las almas. Esto vale
no sólo para los párrocos, sino también
para los otros sacerdotes que sean en-
viados a prestar su servicio pastoral en
una parroquia. Es obvio que se exija
una mayor estabilidad para un párroco
que para un vicario, u otros sacerdotes
residentes en el territorio de la misma
parroquia y que presten ahí su ayuda.
¿Se debe usar siempre la casulla?
“He tenido la oportunidad de participar en la Celebración de la Santa Misa durante la semana en…
Me llama mucho la atención que el sacerdote celebre sólo con el alba y la estola y no use la casulla. A
mí me resulta un poco incómodo ver como debajo del alba se traslucen los “jeans” y la camiseta. ¿Hay
alguna situación especial por la que los sacerdotes puedan prescindir de usar los ornamentos en la
Celebración de la Santa Eucaristía?”.
Cuando varios sacerdotes concele-
bran, el que preside se reviste del alba,
estola y casulla, mientras que los de-
más sólo usan el alba y la estola. Si hay
la posibilidad, también los dos sacerdo-
tes que están al lado del que preside,
se revisten con la casulla, además del
alba y de la estola. Hay otras circuns-
tancias que justifican que el sacerdote
no se revista de todos los ornamentos
destinados a la celebración, como por
ejemplo si está en cama por enferme-
dad y celebra (y en tal caso bastará que
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
Se presupone que el párroco tenga un
plan pastoral cuya realización impli-
que un tiempo adecuado, no demasia-
do breve. Sin embargo, todo y siempre
use la estola), o si está de viaje y en la
capilla o templo en que va a celebrar
no disponen de todos los ornamentos…
Sin embargo, en las circunstancias nor-
males, no hay razón para dejar de re-
vestirse con todos los ornamentos esta-
blecidos. El sentido y el significado de
que el sacerdote “se revista”, son bien
claros: se quiere expresar que debe
darse un “corte” entre las acciones or-
dinarias, aunque muy dignas, y las sa-
gradas, como sagrada es la Celebración
de la Eucaristía. Es propio del espíritu
Ana Cecilia Sánchez – Heredia
salvaguardando aquel criterio funda-
mental que en el ambiente eclesiástico
se acostumbra repetir en latín: “supre-
ma lex, bonum animarum”; esa es la
ley suprema, el bien de las almas, por
lo cual el Obispo podría encontrarse en
la necesidad de cambiar a un párroco
-y con mayor razón a los que no lo son-
antes de lo previsto.
Si el “bien de las almas” exige que
el párroco y sus colaboradores tengan
una adecuada estabilidad, es igualmen-
te verdad que durar “demasiados” años
en la misma parroquia, tiene sus incon-
venientes, como son el agotamiento de
la propia creatividad, el riesgo de la
rutina, la disminución de las propias
energías, el surgir de contrastes con al-
gún sector de la parroquia, etc., etc. Por
lo cual, aunque no haya razones “de
peso”, conviene que un párroco cambie
de lugar después de un período sufi-
cientemente largo que le haya permi-
tido el “dar lo mejor de sí” a sus fieles.
Isabel Campos - San José
humano exigir ese “corte” o salto, de
un nivel que consideramos “profano”,
a otro que es sagrado. Usted misma, y
ciertamente no es la única feligrés que
lo experimenta, se siente “incómoda”
cuando a través del alba se traslucen las
vestimentas ordinarias… Es como lo
hace observar usted en su correo (aquí
lo resumí un poco): “el hábito no hace
al monje, pero lo viste como es debi-
do”.
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico Cine con valores • 21

Milagro en la
Celda 7
Danny Solano Gómez
dsolano@ecocatolico.org

Esta película ha sido tendencia en

redes sociales desde el inicio de las
medidas de aislamiento social, sobre
todo con comentarios respecto a la
cantidad de lágrimas que derramaron
sus espectadores.

Es el melodrama, Milagro en la Cel-

da 7, disponible en la plataforma Net-
flix, un filme turco estrenado en 2019.
Se trata de un remake de una produc-
ción coreana realizada 10 años atrás
con el mismo título. También hay otras
tres versiones: una de la India, otra de
Filipinas y otra de Indonesia.
La película destaca por la inocencia
Cuenta la historia de Memo (Aras
de sus protagonistas.
Bulut Iynemli) un padre con discapa-
cidad mental que vive junto a su hija
Ova (Nisa Sofiya Aksongur), de seis niño pequeño, como lo haría Jesús.
años, y la abuela de él. Sus vidas cam- Ova sabe que su papá no es como los
bian cuando el hombre es acusado in- demás, se comporta diferente, es moti-
justamente de asesinar a la hija de un vo constante de burlas y bromas, pero
militar de alto rango. Ova hará lo im- orgullo y razón de vivir de esta niña a
posible para ver a su papá libre. la que le sobra la alegría”.

Es película inmediatamente remite a De acuerdo con Camargo, la inocen-

otra que relataba la historia de un pa-
dre con discapacidad mental que lucha
por mantener la custodia de su hija,
“Yo soy Sam”, interpretada por Sean
Penn y Dakota Fanning.
La mayoría de las críticas son posi-
tivas, mientras hay quienes alaban el
guión como conmovedor y califican
las actuaciones de excelentes, otros
la consideran sensiblera y hecha con
la intención de provocar el llanto con
todos los recursos posibles.
Nory Camargo, colaboradora de
Catholic-Link, escribió: “Memo se
comporta como un niño a causa de
su discapacidad intelectual. Juega, ríe
y perdona tan fácil como lo hace un
cia de ambos protagonistas es lo que
ha generado que “Milagro en la Celda
7” haya conmovido tanto al público.
“No es común que veamos a una per-
sona a la que los insultos y maltratos
no le dañan el corazón. ¿Qué pasaría si
todos tuviéramos la capacidad de per-
donar y amar como Memo?”, reseña.
También señala que “Milagro en la
Celda 7” es “una maravillosa historia
que nos permite a todos reflexionar
profundamente. En el dolor, en el va-
lor de la justicia, en el coraje que se
necesita para luchar por la verdad. En
la dicha que hay en dar la vida por el
otro, en recordar que son las cosas pe-
queñas las que llenan de sentido nues-
tra existencia”.
22 • Iglesia hoy
Proyecto Corazón Vicentino a Distancia “COVID”
Carisma vicentino cambia
vidas en Los Cuadros
La Casa de Misión es una más en Los Cuadros. Fotos cortesía.
Laura Ávila Chacón
lavila@ecocatolico.org
La imagen de San Vicente de Paúl
y un crucifijo en la pared son las se-
ñales con las que las familias de Los
Cuadros, en Purral de Goicoechea,
identifican la Casa de Misión desde
la cual los Misioneros Vicentinos
impulsan la evangelización en esta
comunidad.
Se trata de una estructura de ma-
dera y zinc como todas las casas a
su alrededor. En ella los sacerdotes,
laicos y seminaristas vicentinos co-
menzaron a poner en práctica lo que
se conoce como un “cambio sistémi-
co”, que busca impactar la vida de las
personas y motivarlas a una transfor-
mación radical de las condiciones de
vida que las mantienen en estado de
vulnerabilidad social, todo de acuer-
do con el Evangelio.
Para llevar adelante este proyecto,
los misioneros cuentan con el apoyo
de las Hermanas de la Caridad de la
Madre Teresa de Calcuta y de la Pa-
rroquia de Purral.
Según explicó al Eco Católico el
Pbro. Rolando Gutiérrez CM, se ini-
ció el año pasado. El asentamiento
está habitado por familias costarri-
censes y migrantes, y muchos de sus
integrantes trabajan informalmente
en ventas ambulantes, con lo cual
llevan alimento a sus hijos e hijas. Se
trata de uno de los grupos más afec-
tados por la cuarentena ante la pan-
demia de Covid-19, pues no pueden
El proyecto tiene un carácter
asistencial ante la emergencia.
salir a vender e incluso los misione-
ros han llegado a saber que algunas
personas están pasando hambre.
Ante esta realidad, formularon
un proyecto que llamaron precisa-
mente COVID (Corazón Vicentino a
Distancia), que tiene en esta primera
etapa un carácter asistencial para su-
plir las necesidades inmediatas de las
familias, como son los alimentos. De
este modo, puntualizó el Padre Gu-
tiérrez, se orienta el trabajo que ha
pedido el Papa de estar cerca de los
que sufren en la crisis y tenderles la
mano.
En concreto están ayudando a 13
familias, pero la idea es ir creciendo
en capacidad, conforme las personas
se enteren y se sumen a la ayuda. En
principio, COVID funcionará por
tres meses, antes de retomar el enfo-
que inicial de la casa de misión. Sin
embargo, si la emergencia perdura, el
proyecto seguiría adelante.
Si usted desea colaborar puede
llamar al 2229-6960 o bien dejar sus
donativos en el Seminario San Vicen-
te Paúl, 150 metros al este de Jimé-
nez y Tanzi en Ipís de Goicoechea.
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
Para las personas que atiende la Pastoral Social en
la Diócesis de Alajuela
Artesanas solidarias
confeccionan mascarillas
Cada mascarilla se entrega con un
mensaje como este.
Laura Ávila Chacón
lavila@ecocatolico.org
Un grupo de artesanas solidarias
confeccionan mascarillas para los gru-
pos en condición de vulnerabilidad que
acoge la Iglesia en Alajuela a través de
la Pastoral Social diocesana.
La idea emula el proyecto “Un ga-
llito con Jesús” realizado en Guanacas-
te por el Padre Luis Gardenio Murillo
y varios fieles, quienes elaboraron mas-
carillas ante la crisis del Covid-19.
Según destacó Maurene Mora, abo-
gada que forma parte del proyecto, son
cinco costureras las que participan. El
grupo entregó un primer pedido, para
el cual tomaron de sus propios recursos
para comprar las telas. En otras oca-
siones han recibido donaciones para
grupos específicos como personas en
situación de calle.
Han entregado un total de 500 mas-
carillas, de esas, 160 fueron donadas al
Hogar Manos Abiertas, una obra social
de la Iglesia en la diócesis alajuelense
que atiende a personas con discapaci-
dad en estado de abandono.
Las mascarillas se elaboran con tres
capas: una tela antifluidos, el fieltro y
el algodón para las partes internas, ade-
más del elástico que se usa para que se
sostengan en las orejas de la persona.
Cada una lleva un mensaje de esperan-
za y se entregan en una bolsita.
El proyecto permite hacer vida la
frase: “Tú me ayudas, yo te ayudo y
todos nos ayudamos”.
Actualmente se pretende gestionar
su entrega en las cárceles de la provin-
cia, por medio de la Pastoral Peniten-
ciaria.
A pesar de que la crisis por el Co-
vid-19 mantiene en vilo a muchos ho-
gares costarricenses, en el de estas cos-
tureras se respira armonía y amor, pues
toda la familia se involucra: “Unos cor-
tan, otros hacen moldes, otros cosen,
los niños escriben mensajes, este traba-
jo nos ha unido mucho”, afirmó Mora,
quien aclaró que se trata de donaciones
gratuitas.
El Padre Marco Oviedo, delegado
de Pastoral Social en Alajuela, dijo que
la idea surgió de las costureras para
aportar su granito de arena a la situa-
ción de emergencia.
En este mismo sentido solidario, ex-
puso el Padre Oviedo, se pensó en la
creación de un “Huerto Móvil”, que re-
coge alimentos entre las parroquias, el
comercio y los agentes de pastoral para
llevarlos a las familias que han queda-
do sin ingresos estas semanas.
El sacerdote destacó que sólo en la
Parroquia Sagrado Corazón de Jesús se
entregaron cerca de 100 diarios con la
ayuda de Dios y la buena voluntad de
los fieles, “pero esta ayuda no es solo
por Covid-19 sino que desde mucho
antes las parroquias entregan diarios”.
Mencionó también la de Grecia, que
entrega más de 400 diarios. “Hoy, esta
diócesis ha entregado cerca de 3000
diarios”, resumió el sacerdote.
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
Ante imposibilidad para celebrar la romería se realizaron actividades en línea
Paraiseños honraron virtualmente a la Virgen
Danny Solano Gómez
dsolano@ecocatolico.org
Este año, los vecinos de Paraíso de
Cartago no pudieron celebrar su tradi-
cional romería al Valle de Ujarrás con
la imagen de la Virgen del Rescate,
pero no por esto dejaron de rendirle ho-
nor a su patrona.
Este Segundo Domingo de Pascua,
el Santuario Nacional Nuestra Señora
de la Limpia Concepción del Rescate
de Ujarrás realizó una transmisión en
vivo, a través de su página de Face-
book, para conmemorar los 354 años
del Milagro de Quebrada Honda.
Se pasaron videos con canciones e
interpretaciones teatrales en los que se
narraron los acontecimientos relaciona-
dos con “La Machita”, como le llaman
cariñosamente.
Se rememoró que, en abril de 1666,
unos 700 piratas, liderados por Eduard
Mansfield y Henry Morgan, entraron
por Matina, con la intención de avan-
zar hacia Cartago y al Pacífico para sa-
quear y arrasar todo a su paso.
De acuerdo con la información del
Santuario, un indígena conocido como
Esteban Yapirí logró prevenir a las au-
toridades en Turrialba.
Los pobladores de Ujarrás se prepa-
raron entonces para presentar batalla,
mientras en los templos y en las calles
se invocaba la protección e intercesión
de María Santísima.
El día de la lucha, cuando los piratas
se preparaban para pelear, de manera
inexplicable comenzaron a huir. Según
se relata, no hubo heridos ni muertos.
Obispo oró por fin de la pandemia y
por Allison Bonilla
Una vez transmitidos los videos se
procedió a la celebración de la Santa
Eucaristía en el Santuario Nacional,
presidida por Mons. Mario Quirós,
Obispo de Cartago, quien pidió por el
fin de la pandemia, por la protección
del personal sanitario y por las perso-
nas que sufren de los males causados
por el virus. Como intención especial,
se rogó por la aparición de la joven
Allison Bonilla, quien desapareció el
4 de marzo pasado cuando regresaba
Con la participación de actores y
músicos, a través de videos se na-
rraron los acontecimientos relacio-
nados con la imagen de Nuestra Se-
ñora de Ujarrás.
Los habitantes atribuyeron estos su-
cesos a la intervención de Nuestra Se-
ñora del Rescate. El acontecimiento se
recuerda como el Milagro de Quebrada
Honda.
Durante la transmisión, a través de
las pinturas del artista Marco Aurelio
Aguilar, colocadas en las paredes del
Santuario Nacional, se contó cómo
ocurrieron aquellos sucesos.
La Chapetona, como también le lla-
man cariñosamente, fue hallada por un
indígena. Mientras él pescaba observó
una caja que flotaba en el agua, esta
a su casa desde el Colegio Nocturno
de Cachí.
“En este Segundo Domingo de
Pascua, hemos acostumbrado hacer
nuestra tradicional romería al Valle de
Ujarrás, cuna de nuestro pueblo, lugar
donde se inicia nuestra vida en la fe
religiosa, histórica, cultural, social…
en todos los aspectos”, expresó Mon-
señor.
Y agregó: “Un día como hoy, po-
dríamos decir distinto, pero aun con
Monseñor Mario Quirós, Obispo dio-
cesano de Cartago, presidió la Euca-
ristía. Fotos cortesía.
contenía la imagen, dio aviso a los mi-
sioneros españoles y luego se procedió
a erigir una capilla.
Luego se construyó un templo de
calicanto en Ujarrás, cuyas ruinas aún
existen y es donde tradicionalmente
peregrinan los romeros desde el San-
tuario Nacional ubicado en Paraíso.
Aclaraciones históricas
El sacerdote e historiador, Pbro.
Manuel Benavides, aclaró que el tem-
plo histórico templo histórico dedicado
ese espíritu, arraigados en el Señor,
rindiendo la gloria y alabanzas a Ma-
ría, Nuestra Señora de Ujarrás, a quien
nuestros antepasados han venerado”.
El párroco de Paraíso, Pbro. Mel-
vin Mora, por su parte, comentó: “El
hecho de que no se haya hecho la
Romería no quiere decir que el amor
a María se pierda, al contrario, tiene
que ser fuerte ese amor, sabiendo que
ella nos ampara, nos cuida, pidiéndole
siempre que nos acerque más a su hijo
Jesucristo”.
Una vez finalizada la celebración
eucarística, se procedió al rezo del
Santo Rosario, frente a la imagen de
Iglesia hoy • 23
a la Virgen existió desde mucho tiempo
atrás, pero se sustituyó por el actual en
torno a 1680 por razones normales en
cuanto a capacidad poblacional.
Detalló, además, que a partir de
1790, debido a una peste de viruela,
el ayuntamiento de Cartago asumió la
devoción y le hizo promesa de la misa
jurada para pedir su auxilio.
Por otro lado, sobre el traslado de
los habitantes, explicó que la población
fue obligada a irse a los Riachuelos,
cerca de los Llanos de Santa Lucía, en
1832.
Lo anterior -declara el investigador-
no se debió a las pestes de fiebres como
se dijo oficialmente en la época, sino
como una acción para debilitar a Uja-
rrás y apoderarse de sus tierras por inte-
reses económicos que producía la caña
de azúcar, el tabaco y luego el café.
Asimismo, mencionó que después
del traslado, debido a los desórdenes
que se daban en la romería, el obispo
Mons. Anselmo Llorente, los liberó de
la promesa hecha en 1852.
“Sin embargo, los paraiseños, año-
rando su antigua casa, volvieron a ha-
cer la romería en 1897 pero en el mes
de febrero, por la fiesta patronal que ce-
lebra hasta hoy a la Candelaria. No lo
hicieron relacionándola con los piratas
sino con el traslado, hasta que Eladio
Prado en 1924 los convenció de pasarla
al mes de abril”, comentó el historiador.
Asimismo, el templo “no fue centro
de peregrinación desde el inicio, sino
después y especialmente a partir de
1666”.
Nuestra Señora del Rescate de Uja-
rrás. Se oró “por los policías que salen
a las calles para cuidarnos, para que
ella interceda por sus ellos y los libre
todo peligro”.
Cabe recordar que el 9 de abril de
1962, se declaró a la Virgen de Ujarrás
como Capitana General de la Fuerza
Pública y de los cuerpos de Seguridad
de Costa Rica
A la capitana se le dedicó un último
canto antes del cierre. La cantante líri-
ca paraiseña María José Cordero Que-
sada, interpretó el Ave María de Franz
Schubert.
 24 • Iglesia hoy Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico

El Santo Padre invita a los fieles a crecer en la familiaridad con el Señor

“Una familiaridad sin los

sacramentos es peligrosa”
Sofía Solano Gómez
ssolano@ecocatolico.org
Sobre una fe gnóstica, sin comuni-
dad y sin contacto humano real, vivida
sólo a través de transmisiones en directo
que “viralizan” los sacramentos, advir-
tió el Santo Padre Francisco el pasado
17 de abril, en la Misa en Casa Santa
Marta a la luz del Evangelio Jn 21 1-14.
En un llamado a crecer en familiari-
dad como lo hicieron los discípulos con
Jesús, el Papa expuso que una familia-
ridad sin comunidad, sin Iglesia, sin los
sacramentos, es peligrosa y puede con-
vertirse en una familiaridad gnóstica,
separada del pueblo de Dios.
Hizo notar que en esta pandemia la
comunicación se mantiene a través de
los distintos medios, pero que cierta-
mente no estamos juntos, sino espiri-
tualmente juntos. Hay una participación
no presencial de las celebraciones y la
comunión es solo espiritual.
“Esta familiaridad con el Señor, de
los cristianos, es siempre comunitaria.
Sí, es íntimo, es personal, pero en co-
munidad. Una familiaridad sin comu-
nidad, una familiaridad sin pan, una
familiaridad sin la Iglesia, sin el pueblo,
sin los sacramentos es peligrosa”, advir-
tió el Vicario de Cristo. “Lo ideal de la
Iglesia agregó el Papa- es estar siempre
con el pueblo y con los sacramentos”.
La pandemia nos ha replanteado el modo de vivir y de relacionarnos, incluida
la vivencia de la fe.
“Los riesgos existen, pero
uno decide”
Consultado Monseñor Vittorino Gi-
rardi, obispo emérito de la Diócesis de
Tilarán-Liberia sobre la existencia de
estos riesgos en la pandemia que vivi-
mos, el prelado expresó que estas situa-
ciones siempre traen ventajas y desven-
tajas.
Subrayó como desventaja el riesgo
de perder el hambre de la celebración
comunitaria, según dijo, el que exista
una conformidad con solo ver. No obs-
tante, frente a esa desventaja ejemplifi-
có el caso de familias que se reúnen en-
torno a una mesa, colocan flores o algún
signo religioso y oran juntos.
De esta manera, señaló “los riesgos
los hay, todo es ventaja y todo puede ser
desventaja, finalmente el que decide es
cada uno de nosotros, con aprovechar
las distintas circunstancias todo lo que
sea posible para alimentar la propia fe”.
Por su parte, el Pbro. Manuel Enri-
que Chavarría, especialista en pastoral
y formador del Seminario Nacional
Nuestra Señora de los Ángeles, comen-
tó que la pandemia nos ha replanteado
el modo de vivir y de relacionarnos, por
lo que dicha situación incide también en
la fe.
El haberse visto modificada la prác-
tica del cristianismo, concretamente la
Eucaristía, el sacerdote opina que los
medios de difusión para participar de
las celebraciones han de ser remediales,
para ocasiones como las que vivimos
ahora.
“La normalidad de la relación cris-
tiana es el trato personal y la cercanía
física, incluso, es principio de la actua-
ción de Dios: se hace hombre, se acerca,
se encarna. Sin embargo, hay un punto
abierto para la discusión teológica y es
qué tan distante se está y qué tan cerca-
no con respecto al lugar de la presiden-
cia de la celebración, como para que se
pueda decir que la persona está partici-
pando”, dijo el Pbro. Chavarría.
La situación actual -agregó- permite
pensar en la participación más que en
términos espaciales o geográficos, en
términos temporales: la simultaneidad.
“Dios no solo actúa en un aquí que pue-
de ampliarse espacialmente hablando,
anulando distancias, también actúa en
un ahora, un “ya”, en el tiempo que es
de salvación”, manifestó.
Finalmente, con el deseo de partici-
par de la celebración eucarística como
fuente y cumbre de la vida religiosa,
Monseñor Vittorino dijo que sin restarle
valor a la única posibilidad que hay por
ahora de la celebración difundida por
medio de la tecnología, ojalá los sacer-
dotes que celebren lo hagan con enorme
amor, enorme devoción y fe, y que, oja-
lá, en nuestras familias se consolide la
iglesia doméstica, expresión muy utili-
zada por san Juan Pablo II, en referencia
a la familia.

“Los riesgos los hay, todo es ventaja

y todo puede ser desventaja,
finalmente el que decide es cada
uno de nosotros, con aprovechar
las distintas circunstancias todo lo
que sea posible para alimentar la
propia fe”.
Mons. Vittorino Girardi S.
Obispo emérito de Tilarán-Liberia
“La normalidad de la relación
cristiana es el trato personal y la
cercanía física, incluso, es principio
de la actuación de Dios: se hace
hombre, se acerca, se encarna”.
Pbro. Manuel Enrique Chavarría
Formador, Seminario Nacional
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
Para las familias afectadas por la crisis
Donan a Caritas
Nacional 30 mil
dólares en alimentos
Laura Ávila Chacón
lavila@ecocatolico.org
La Fundación Price Filanthropies,
asociada la cadena de supermercados
Pricesmart, donó 30 mil dólares en ali-
mentos a la Pastoral Social Nacional,
que serán distribuidos en todo el país a
las familias afectadas económicamente
por el Covid-19.
Según explicó el sacerdote David
Solano, delegado para la negociación
por el obispo presidente de la Pastoral
Social-Caritas Nacional, Mons. Da-
niel Francisco Blanco, la donación se
hizo efectiva luego de varias semanas
de diálogo, pues se buscaba una con-
traparte en Costa Rica para llevar ade-
lante este proyecto de carácter social en
medio de la emergencia ocasionada por
Covid-19.
“Nos tomamos dos semanas y me-
dia viendo condiciones y explicándole
a la fundación que dentro de la Iglesia
somos una red que tiene experiencia en
asistencia solidaria de familias necesi-
tadas y que podemos llevar los alimen-
tos a las que no han recibido ayuda”,
expuso.
Esta donación es una experiencia
piloto en Costa Rica, sin embargo, se-
gún explicó el Pbro. Solano, “se piensa
extender a toda la región centroameri-
cana”. En algunos países, dijo, se con-
tarán como medio de canalización de
la donación a las Pastorales Sociales-
Caritas, pues son asociaciones civiles
Iglesia hoy • 25
El Padre David Solano (izquierda), llevó adelante la negociación y recibió la
donación a nombre de la Pastoral Social. Fotos cortesía.
sin fines de lucro con experiencia acre- parroquiales. “Es una ayuda importante
ditada en la gestión de emergencias y para quienes no tienen absolutamente
ayuda a las familias en situación de nada que comer”, explicó el Padre So-
pobreza. lano.
Cada caja donada contiene una bol- Cada beneficiado deberá llenar un
sa de arroz de 2 kilos, una bolsa de fri- registro con su nombre y apellidos,
joles de 2 kilos, dos paquetes de frijol cédula y número de teléfono, pues se
molido rojo, una bolsa de azúcar de dos debe presentar un control según se defi-
kilos, una bolsa de café, sal, aceite, 2 nió en el proceso de cooperación.
latas de atún, leche y galletas saladas.
El convenio fue firmado por Mons.
Cada diócesis en nuestro país recibi- Daniel Francisco Blanco, obispo auxi-
rá aproximadamente 100 cajas que se- liar de San José y la fundación. Se esti-
rán distribuidas a través de las oficinas pula un plazo entre el 8 de abril y 3 de
locales de Pastoral Social, diocesanas o junio para distribuir las cajas.
 26 • Iglesia en el mundo
A pedido del Papa Francisco
Creada Comisión BREVES
Covid-19 para
afrontar el futuro
El objetivo será expresar la preocupación y el amor de la Iglesia por la entera
familia humana frente a la pandemia.
CIUDAD DEL VATICANO. El Papa
Francisco solicitó al Dicasterio para el
Servicio del Desarrollo Humano Inte-
gral (DSSUI) que creara una Comisión,
en colaboración con otros departamen-
tos de la Curia Romana, para expresar
la preocupación y el amor de la Iglesia
por la entera familia humana frente a la
pandemia de Covid-19, sobre todo a tra-
vés del análisis y la reflexión sobre los
desafíos socioeconómicos y culturales
del futuro y la propuesta de pautas para
enfrentarlos.
Dicha Comisión, formada por el
Prefecto Cardenal Peter K. A. Turkson,
por Mons. Bruno-Marie Duffé y por el
Vicesecretario, Don Augusto Zampini,
prevé 5 grupos de trabajo cuyos objeti-
vos fueron presentados al Papa el pasa-
do 27 de marzo de 2020.
El primer grupo se dedicará a escu-
char y apoyar a las Iglesias locales, en
un servicio que las convierte en prota-
gonistas de las situaciones en las que
viven en cooperación con Caritas Inter-
nationalis. El grupo tiene la tarea de co-
laborar positivamente con iniciativas de
caridad promovidas por otras realidades
de la Santa Sede, como la Limosnería
Apostólica, la Congregación para la
Evangelización de los Pueblos y la Far-
macia del Vaticano.
El grupo 2 se ocupará de la investi-
gación y el estudio de la pandemia, para
reflexionar sobre la sociedad y el mun-
do posterior a Covid-19, particularmen-
te en los sectores del medio ambiente, la
economía, el trabajo, la salud, la políti-
ca, la comunicación y la seguridad. Los
socios de este grupo serán las Acade-
mias Pontificias para la Vida y las Cien-
cias junto con varias organizaciones que
ya colaboran con el DSSUI.
El grupo 3 tendrá como tarea in-
formar sobre el trabajo llevado a cabo
por los Grupos. Además, promoverá la
comunicación con las Iglesias locales,
ayudándoles a responder de manera au-
téntica y creíble al mundo posterior a
Covid-19.
El grupo 4 apoyará a la Santa Sede
en sus actividades y relaciones con los
países y organismos internacionales,
comunicándoles los frutos de la investi-
gación, el diálogo y de los reflejos pro-
ducidos.
El último grupo, coordinado por DS-
SUI, será el responsable de la financia-
ción para apoyar la asistencia de la Co-
misión Covid-19 a las iglesias locales y
las organizaciones católicas, así como
de sus actividades de investigación,
análisis y comunicación. (VaticanNews)
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
Vaticano planea reactivación tras la crisis
CIUDAD DEL VATICANO. El Papa Francisco ha decidido iniciar a partir de
mayo “la gradual reactivación de los servicios ordinarios” del Vaticano “sal-
vaguardando las precauciones sanitarias adoptadas para limitar el contagio” en
una segunda fase de la emergencia causada por la pandemia de Coronavirus.
El Santo Padre tomó esta decisión tras reunirse el 22 de abril en el Aula del
Sínodo con el Secretario de Estado de la Santa Sede, Cardenal Pietro Parolin,
junto con los jefes de los Dicasterios y entes de la Santa Sede. Según la Sala de
Prensa de la Santa Sede, el objetivo es “garantizar el servicio al Santo Padre y
a la Iglesia universal”. Se informa además que en la reunión “se ha subrayado
el esfuerzo realizado por la Santa Sede para hacer frente a la crisis de forma
sostenible”. (Aciprensa)
El pecado nos vuelve
“murciélagos humanos”
CIUDAD DEL VATICANO. El Papa Francisco lamentó que hay personas
que prefieren las tinieblas a la luz, personas cegadas por el pecado, porque el
pecado ciega, y convierte a los hombres en “murciélagos humanos que sólo
saben moverse en la noche”. Así se expresó el Pontífice durante la Misa del
22 de abril en la Casa Santa Marta. En la homilía, el Santo Padre señaló que
“también nosotros cuando estamos en pecado nos encontramos en este estado
toleramos la luz. Es más cómodo para nosotros vivir en las tinieblas. La luz
nos abofetea, nos hace ver aquello que no queremos ver”. Pero lo peor “es que
los ojos del alma, de tanto mirar en las tinieblas, se habitúan, hasta el punto de
que terminan por ignorar qué es la luz. Pierden el sentido de la luz, porque me
acostumbro más a las tinieblas”. (Aciprensa)
Obispo hospitalizado por Covid-19
BURGOS. El Obispo Emérito de la Diócesis de Jaén (España), Mons. Ra-
món del Hoyo López, se encuentra ingresado a causa del Covid-19 en la ciu-
dad española de Burgos. El actual Obispo de Jaén, Mons. Amadeo Rodríguez,
informó “con gran pesar” en un comunicado que Mons. Ramón del Hoyo se
encuentra “hospitalizado en Burgos, víctima del Coronavirus”. “Ayer tarde
me comunicó que había dado positivo en el test y que estaba diagnosticado de
neumonía”, precisó Mons. Rodríguez. Aseguró que estarán en comunicación
mientras el Obispo Emérito de Jaén pueda. “Ya estamos al habla con la Dióce-
sis de Burgos, con su familia y con los capellanes del hospital, para que estén
atentos y no le falte de nada”, expresó. (Aciprensa)
Domingo 26 de abril 2020 - Eco Católico
Aumentan los ataques
terroristas en plena pandemia
CIUDAD DEL VATICANO.
En los países africanos ya afec-
tados por la inestabilidad, los
representantes de las Iglesias
locales por medio del Servicio
Católico de Noticias han ex-
presado su preocupación por el
aumento de la inseguridad tam-
bién debido a las disposiciones
posteriores a la propagación
del Coronavirus
Los sacerdotes católicos de
la región del Sahel, por ejem-
plo, hacen un llamamiento
sobre el riesgo de que los in-
surgentes islamistas puedan
intensificar los ataques duran-
te la pandemia de Covid-19,
aprovechando el hecho de que
la policía y las fuerzas del ejér-
cito están involucradas en otras
actividades.
En todo el continente, la
inestabilidad política y la in-
seguridad constante harán de
la lucha de Covid-19 en el país
“una misión muy difícil”, ad-
vierte Monseñor Giorgio Ber-
tin, Administrador Apostólico
de Somalia: “Las instituciones
gubernamentales deberían ha-
cer lo mejor posible para tomar
medidas al menos en áreas que
logran controlar y bloquear ca-
rreteras que conducen a áreas
rurales controladas por al-Sha-
bab”, dijo.
Burkina Faso
El padre Constantin Sere,
secretario general de Caritas
Burkina Faso, dijo al Servicio
de Noticias Católicas que mu-
chas comunidades en el país
“no tienen los medios para pro-
tegerse del Coronavirus”, y que
ellos están trabajando “lo más
ampliamente posible, creando
conciencia y apoyando a las
personas en mayor riesgo, pero
los terroristas siguen activos,
Denuncian las Iglesias locales de África
Los sacerdotes católicos de la región del Sahel hacen un llamamiento
sobre el riesgo de que los insurgentes islamistas puedan intensificar los
ataques durante la pandemia de Covid-19, aprovechando el hecho
de que la policía y las fuerzas del ejército están involucradas en otras
y con las fuerzas de seguridad
desplegadas para hacer res-
petar el toque de queda en los
territorios afectados”, “exis-
te el peligro - puntualiza - de
que haya menos soldados en el
frente para combatirlos”.
De hecho, los ataques de
múltiples grupos armados, al-
gunos de los cuales afirman
tener vínculos con al-Qaeda y
militantes del Estado Islámico,
intensificaron los ataques en
Burkina Faso, Malí y Níger en
abril. El Padre Sere dijo que la
violencia fue peor en las áreas
centrales y septentrionales del
país sin litoral, y agregó que
la llegada de Covid-19 “creó
una situación favorable para
los terroristas” y también tes-
tificó que miles de familias no
han podido cultivar sus campos
debido a la violencia: “Hay un
actividades.
toque de queda en los centros
habitados y esto podría obsta-
culizar a los terroristas, espe-
cialmente en la noche, pero una
gran cantidad de personas aún
tendrá que enfrentar el hambre
después de la actual temporada
de lluvias a causa de la ofensi-
va terrorista, dijo, hay muchas
facciones rebeldes, y todas
persiguen sus objetivos sin una
sola estructura de comando o
un conjunto unificado de ideas,
pero a pesar de la pandemia,
parecen permanecer activas”.
Mali
En el vecino Mali, Monse-
ñor Edmond Dembele, secre-
tario general de la Unión de
Sacerdotes local, dijo que la
Iglesia teme el deterioro de la
seguridad: “Se esperaba que
esta pandemia pudiera calmar
la situación, dado que los gru-
pos armados también serían
vulnerables, pero los ataques
y los secuestros están causan-
do alarma”, dijo, especificando
que este no es un conflicto in-
terreligioso, porque “los cris-
tianos no han sido particular-
mente atacados, pero, al igual
que todos los malienses, están
muy expuestos a la amenaza
terrorista”.
Níger
También en Níger, donde 67
soldados y atacantes murieron
en una batalla el pasado 2 de
abril, la situación está empeo-
rando: un sacerdote de la Socie-
Iglesia en el mundo • 27
dad de Misiones Africanas dijo
a la agencia de noticias Fides
que el “cese al fuego mundial”
que pidió tanto el Papa como
la ONU durante la pandemia
de Coronavirus fue “casi com-
pletamente desconocido”: “El
terrorismo yihadista sigue en-
sangrentando esta tierra y co-
brándose cientos de víctimas”,
dijo el Padre Mauro Armanino
el 18 de abril pasado.
Además dijo que “hay una
gran preocupación por posibles
epidemias de contagio en áreas
donde hay enfrentamientos ar-
mados. Toda la población, ya
agotada por la miseria y la en-
fermedad, está pidiendo paz”.
El arzobispo metropolitano
de Uagadugú, el cardenal Phi-
lippe Nakellentuba Ouédraogo,
actualmente en recuperación
tras ser hospitalizado por dar
positivo en Covid-19, en su
mensaje de Pascua a la pobla-
ción lanzó un llamamiento a
la “solidaridad local, regional
e internacional” para salvar
vidas humanas durante la pan-
demia, pero también instó “a la
reconciliación, la justicia y la
paz”, y a poner fin a los “asesi-
natos perpetrados por las fuer-
zas del mal”.
Michael Stulman, de los
servicios de ayuda católicos
de la Conferencia Episcopal de
los Estados Unidos, confirmó
que los bloqueos económicos
y el aumento de los precios
hicieron a las poblaciones vul-
nerables “más que nunca ne-
cesitadas de asistencia”, como
el acceso al agua potable, a los
suministros de higiene y a los
servicios de salud: “Las fami-
lias ya estaban luchando con el
impacto de la violencia y la in-
seguridad alimentaria antes de
Covid-19; ahora están hacien-
do frente a otro golpe más sus
vidas”, dijo.