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UNIVERSIDAD DE YACAMBÚ

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS


ESCUELA DE DERECHO
ESTUDIO INTERACTIVO A DISTANCIA

ENSAYO EVALUACIÓN UNIDAD II

Participante:
Cédula de Identidad C.I V-
Expediente CJP-
Sección: ED01DOV
Profesor:

Barquisimeto, Octubre de 2016

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Los Hechos Que Pueden Probarse y Los Que No

La doctrina jurídica ha establecido que desde el punto de vista del Juez,


los hechos son el objeto de la prueba, en tanto existen hechos susceptibles
de probarse y otros que no es necesario someterlos al análisis como
elemento probatorio. En ese particular, sostiene Rengel-Romberg (1995),
que “los datos de los cuales se sirve el Juez en su delicada labor de
sentenciar, son fundamentalmente estos dos: el derecho,…y los hechos”. Lo
anterior implica que las pruebas que las partes suministran, luego de ser
examinadas y valoradas, constituyen el insumo a partir del cual el Juez se
forma un criterio en torno los hechos y así determinar su veracidad o
falsedad.
En relación con los hechos que pueden probarse, Rosenberg, citado
por Rengel-Romberg (op.cit., pp. 240-243)), los clasifica en dos grandes
apartados: a. Hechos trascendentales, que son aquellos alegados en la
demanda y que sean presupuesto del efecto jurídico de las normas
establecidas y; b. Hechos controvertidos, los cuales en el sistema judicial
venezolano son necesarios para que la demanda subsista, y que implican la
existencia de contradicción de alguna de las partes frente a unos hechos
afirmados por la otra.
Con respecto a lo anterior, es de mencionar que lo que se prueban son
los hechos, no el derecho y en ese sentido, el demandante sólo debe probar
los hechos constitutivos del derecho que fundamenta su pretensión judicial
mientras que el demandado debe probar aquellos hechos que contrarían la
pretensión del demandante o que los dejan sin efecto, a saber: los hechos
impeditivos, modificativos y extintivos.
Con respecto a los hechos constitutivos, se trata de aquellos que
originan procesalmente la relación jurídica y que son plasmados en el libelo
de la demanda. Un ejemplo aplicable a lo afirmado, es el siguiente:

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Si un particular demanda a una empresa constructora por incumplimiento
de contrato de una obra acordada a un plazo y precio específico, su
pretensión deberá ir acompañada del contrato firmado entre las partes donde
se especifiquen plazos y costos, los elementos bancarios o de otra índole
que impliquen el pago por concepto de la obra, y las evidencias de la falta de
cumplimiento por parte del demandado.
En cuanto a los hechos extintivos, son aquellos que buscan dejar sin
efectos lo alegado y pretendido en el libelo de la demanda. Siguiendo con el
ejemplo anterior, le correspondería al demandado controvertir con pruebas
suficientes los términos del contrato con respecto a los plazos si se hubieran
estipulado, los pagos recibidos o el cumplimiento de la obra prevista.
En ese orden de ideas, los hechos modificativos, son los que inducen a
modificar la calificación jurídica alegada en autos. En secuencia con el
ejemplo ya tratado, el demandado podría presentar elementos probatorios
según los cuales, no existían plazos definidos para la obra, o que la parte
demandante presenta morosidad con el demandado por concepto de la obra.
Así mismo, con el hecho convalidativo se ratifican el efecto jurídico del
hecho alegado por otro pero no es lo mismo que hecho admitido o
reconocido. En todo caso lo que se convalida son los hechos controvertidos,
por tanto y como correlato del planteamiento ejemplificado en párrafos
anteriores, el demandado confirma con elementos de prueba, la existencia
de una relación jurídica con el demandante y la de un hecho controvertido
Por su parte, los hechos impeditivos son aquellos que menoscaban la
validez de un acto jurídico, y por tanto impiden que tenga lugar el nacimiento
del hecho constitutivo alegado por la parte demandante. Dado el ejemplo ya
tratado, supóngase que la parte demandada alegue y pruebe que la parte
activa incurrió en dolo como vicio de consentimiento.
Visto lo anterior, con base en lo expuesto por Rivera (2006), es necesario
entonces referir aquello hechos que no son objeto de prueba procesal, a
saber:

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a) Los Hechos notorios, en virtud de lo establecido en el Artículo 506 del
Código de Procedimiento Civil “Los hechos notorios no son objeto de
prueba”. Notorio es aquello cuyo conocimiento es del dominio público, o
como asevera Stein, citado por Rengel-Rombreg (op.cit., pp.254) “De dos
maneras se convierte un hecho en notorio: por la forma en que el hecho ha
sucedido, o por el modo en que el hecho sucedido ha sido divulgado”.
Ejemplos de hechos notorios: La autorización del TSJ para que el Ejecutivo
Nacional sancione el presupuesto anual de la Nación.
b) Los hechos admitidos por las partes: Cuando la parte reconoce en forma
expresa o tácita la existencia del hecho alegado por la contraparte.
c) Los hechos presumidos por la ley: En ese sentido, el Código Civil (1982),
en su artículo 1394, las define de esta forma: “Las presunciones son las
consecuencias que la ley o el Juez sacan de un hecho conocido para
establecer uno desconocido”.
d) Los hechos evidentes: Verdades axiomáticas que no ameritan discusión o
duda, verbigracia, que el río Orinoco es el más extenso de Venezuela o que
una pistola es un arma de fuego.
e) Los hechos imposibles e inverosímiles: Son aquellos que carecen de
congruencia lógica con la realidad o fundados en falsas premisas, fuera de
cualquier lógica o ley universal, como por ejemplo, afirmar que un individuo
que presenta 30 impactos de bala en su cuerpo, se suicidó.
f) Los Prohibidos por la Ley: No pueden ser objeto de prueba si existe algún
precepto legal que lo prohíba, verbigracia, que un particular haya colocado
micrófonos ocultos en la residencia de su oponente a fin de presentar la
grabación resultante como prueba.
g) Los hechos inmorales: Aquellos que van en contra de las buenas
costumbres y de las convenciones sociales atinentes a una comunidad y en
un espacio temporal definido, que además pueden variar en función de los
valores axiológicos.

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La costumbre como tema de la prueba en Venezuela ¿lo establece la
normativa venezolana?
Las costumbres no son más que conductas reiteradas, observaciones
repetidas y uniformes de la colectividad, con la convicción de que obedece a
una obligación jurídica.
El gran jurista Devis Echandía (1993), afirma que la “La necesidad de la
prueba procesal de la costumbre, cuando suple a la ley o la complementa,
depende de la política legislativa adoptada en cada país”. Ahora bien, en el
caso venezolano la costumbre como tema de la prueba no aparece de
manera homogénea en la estructura normativa patria ya que no existe una
regulación normativa que exija la prueba o la haga innecesaria, de manera
que si es contradicha por la otra parte a la que la alega, el juez debe aceptar
su verificación, e incluso, en caso de dudas, los autores hablan de la
posibilidad de inquirirla de oficio.
Sin embargo, el maestro Carnelutti citado por Devis (op. cit., pp. 196)
considera que la prueba de la costumbre es necesaria, pero que la actividad
de las partes tendiente a la demostración de la costumbre es auxiliar y el juez
goza de facultades inquisitivas.
En cuanto al ordenamiento jurídico venezolano, en raras ocasiones, la
costumbre figura como fuente, salvo en los casos en los que la misma ley lo
permite. Ejemplos: El Artículo 684 del Código Civil Venezolano referente a
las medianerías, estipula que se regirán “por las ordenanzas y usos locales”.
Por su parte, una de las fuentes del Derecho Mercantil es la costumbre
mercantil, la encontramos reflejada en los artículos 9, 108, 112 y 167 del
Código de Comercio.
En conclusión, en la normativa patria, la costumbre no es derecho, es un
hecho, según la mayoría de los autores, en consecuencia debe ser alegada
por la parte interesada y debe ser probada como cualquier hecho, aunque las
mayoría de los autores está de acuerdo en que “si las partes la alegan, pero
no la prueban, puede el juez de oficio investigarla” (Rivera, 2009: 198).

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La Carga de la prueba: Definición, Importancia y Fundamentos.
La carga de la prueba, podría definirse como la conducta que debe
desplegar las partes contendientes, en presentar los elementos que le
permitan sustentar sus alegatos ante el Juez y que en caso de no consignar
los objetos de prueba correspondientes, la decisión jurídica operaría en su
contra. En pocas palabras, aquí opera la máxima de quien alega debe
probar, por tanto en un proceso ambas partes pueden probar tanto los
hechos que fundamentan su pretensión y en el caso de la parte pasiva, los
hechos en que se basa su defensa. Rengel-Romberg (op. cit., pp. 294), lo
sintetiza con la frase “las partes tienen la carga de probar sus respectivas
afirmaciones de hecho”.
La importancia de la carga de la prueba radica en que es un mecanismo
para que el juez pueda decidir en caso de que nada probaran las partes,
pues si no decide incurre en un vicio grave que se llama absolución de la
instancia, es decir, no dar sentencia o no resolver el conflicto de las partes
además de ofrecer un justo equilibrio a las partes controvertidas.
La carga de la prueba como institución tiene unas bases legales
sustentadas en el Artículo 506 del Código de Procedimiento Civil y 1354 del
Código Civil. Funciona como una regla de conducta para el juez y para las
partes. En primer lugar para el juez, que le indica cómo debe fallar cuando no
hay pruebas de los hechos sobre los cuales debe basar su decisión.
En segundo lugar para las partes, porque les impone los hechos que
deben llevar las partes nada más por alegarlas, cada parte debe probar los
hechos que alega, para que sean considerados como ciertos por el juez y
sirvan de fundamento a sus pretensiones o excepciones.
Si la parte no prueba los hechos que alega, la decisión del juez va a
tender indefectiblemente a que ir en su contra, siempre que sobre sus
hombros esté la carga de probar, por lo tanto le corresponde probar para
evitar consecuencias adversas dado que sus reglas sólo van a servir en caso
de que no haya pruebas.

6
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, con la Enmienda Nº


1. (2009). Gaceta Oficial Extraordinario Nº 5.908, 19 de Febrero de
2009: Caracas.

Código Civil de Venezuela. (1982). Gaceta Oficial N° 2.990 Extraordinaria de


fecha 26 de junio de 1982: Caracas.

Código de Comercio (1955). Gaceta Oficial N° 475 Extraordinaria de fecha 21


de diciembre de 1955: Caracas

Código de Procedimiento Civil (1990). Gaceta Oficial N° 4.209 Extraordinaria


de fecha 18 de septiembre de 1990: Caracas

Devis E., H. (1993). Teoría general de la prueba judicial. Biblioteca Jurídica:


Caracas.

Regel-Romberg, A. (1997). Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano.


Editorial Arte: Caracas.

Rivera M., R. (2006). Las pruebas en el derecho venezolano: Referidas a los


procedimientos civil, penal, agrario, laboral, de niños y adolescentes, 4ª
edición. Librería J. Rincón G.: Barquisimeto

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