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TALLER

CONFERENCIA: Igualdad de oportunidades y política educativa


Juan Carlos Tedesco

JUAN PABLO JIMÉNEZ ORTIZ


DARWING RODRÍGUEZ OSORIO
ALDAIR TABORDA BRIEVA
Estudiantes

MARILYN DE LAS SALAS CASTRO


Docente
Reflexiones Pedagógicas: Una Mirada Humanística
Grupo 14

UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO

BARRANQUILLA, 23 DE FEBRERO DEL 2019


TALLER
CONFERENCIA: Igualdad de oportunidades y política educativa
Juan Carlos Tedesco

1. ¿Por qué profesor Tedesco advierte que es necesario revisar nuestras concepciones
sobre la igualdad de oportunidades a través de la educación en el presente?

La necesidad de replantearse el análisis de múltiples estudios que analizan la correlación entre la


educación y la igualdad de oportunidades tiene su fundamento en el hecho de que nuestra
sociedad enfrenta fuertes cambios en las estructuras culturales, políticas y económicas. Ejemplo
de ello, es que en el ámbito económico las desigualdades se han vuelto un espiral de constante
crecimiento, acompañado de segregación y división de las prácticas culturales por subgrupos
poblacionales. Este fenómeno se contrapone con las conclusiones de importantes científicos de
distintas áreas del conocimiento, quienes coinciden en que es necesario constituir unas
instituciones basadas en el principio de la justicia y “el reconocimiento de la igualdad básica de los
seres humano”.

En este sentido, el autor, exhorta a que el análisis de las dos variables previamente citadas no se
límite a comprender elementos técnicos o científicos; sino que se aborde desde una mirada ética.
Lo que permitiría responder al siguiente interrogante ¿por qué y para qué deseamos construir
socialmente donde todos tengan las mismas oportunidades?

2. ¿Por qué el profesor Tedesco hace la pregunta <<¿Cuánta equidad social es necesaria
para que haya educación exitosa?>>?.

El profesor Tedesco afirma que el éxito de las políticas educativas no se puede medir solo en
términos de “condiciones objetivas más favorables”, dichas condiciones están comprendidas como
acciones encaminadas a: incremento del gasto público en educación, aumento en el número de
docentes vinculados al sistema, aumento del gasto por alumno, entre otras. Toda vez que lo
anterior no conduce per-se a mejores resultados educativos, pues también media indicadores
relacionados con el origen social de los alumnos (entorno familiar).

Esta pregunta recobra gran importancia para el académico pues diferentes estudios sobre las
desigualdades permiten concluir que la superación de la trampa o vicios de la pobreza (presente
en la transferencia a las generaciones descendentes) es necesario intervenir en los procesos
donde se gesta el “capital cognitivo” de las personas -es decir, en las condiciones
socioeconómicas de las familias; o en otros términos, la educación formal poco incide en la
superación de las brechas sociales cuando su intervención es posterior a la generación de
desigualdades inherentes al seno del núcleo familiar.

Lo anterior pone en tela de juicio la premisa de que la educación es un factor determinante en la


promoción de la equidad social. En este sentido, afirma el docente, para mejorar el impacto de la
educación se debe tener presente las condiciones previas de cada alumno; estas últimas están
relacionadas a i) “el desarrollo cognitivo básico” (afecto en los primeros años de vida, adecuada
alimentación, acceso a servicios como saneamiento básico en agua potable y alcantarillado) y ii)
“socialización primaria adecuada” que le permita al niño realizar un tránsito armónico entre la
institución-familia hacia una institución-especializada denominada <<escuela>>, mediante un
espacio intermedio o de tránsito denominado “marco básico” adecuado.

Por ello, se recomienda que paralelo a la inversión en los proceso educativos objetivos, las
políticas también deben comprender rubros, acciones, programas y proyectos destinados a minar
las desigualdades de las familias en el acceso de recursos culturales y sociales, que les permita
a las mismas contar con procesos de socialización primaria adecuados y así lograr un desarrollo
cognitivo propicio para la educación exitosa de todos los aprendices.
3. ¿Qué comentario les merecen a ustedes el problema de la oferta o demanda en la
educación?
En el enfoque de la reforma educativa se encuentra la idea de que antes de cambiar la práctica de
la educación, tenemos que cambiar las mentalidades en todo el ecosistema. Dicho de otra forma,
necesitamos modificar la demanda en todo el ecosistema, ya que resulta insuficiente incrementar
únicamente la oferta de educación de calidad. Necesitamos que padres, jóvenes y profesores
demanden una educación de calidad (donde la calidad signifique equipar eficazmente e
predisponer a los jóvenes a actuar a favor de nuestro bienestar colectivo).

Aumentar el acceso y la asistencia a la escuela sigue siendo un problema relevante en numerosos


países y poblaciones. Sin embargo, debido a que para muchos el acceso ha aumentado, también
está incrementándose la apreciación de que la calidad de la escolaridad (la calidad de la
experiencia escolar que produce resultados) es un problema urgente que está demostrando ser
muy difícil de resolver a gran escala.

Está demostrado en todo el mundo que la repitencia no solo no es una solución, sino que agrava
el problema. Si uno hace repetir a un chico y lo vuelve a poner en el mismo grado, ya tiene sobre
edad y la experiencia del fracaso no es la solución. Claro que bajar el nivel tampoco lo es. ¿Cómo
puede ser que los chicos no aprendan a leer y a escribir bien? La pregunta es por qué no
aprenden y hay que trabajar en esa discusión. Hoy deberíamos estar discutiendo todas estas
cosas: cómo mejorar las estrategias de enseñanza de la lectura y la escritura, cómo mejorar la
enseñanza de ciencia, qué hacer con la formación docente.

Si no hay una discusión pública, tampoco va a haber una demanda. Estamos haciendo una
discusión entre técnicos que no trasciende y no toma estado público. Necesitamos una demanda
educativa más calificada, que los padres salgan a pedir calidad de la educación y no que cuando
un maestro se pone un poquito más exigente se peleen con el maestro.

Así como la educación contribuye a la equidad social, también necesitamos equidad social para
que haya educación. Por eso creo que esta idea de una educación pública de calidad debe formar
parte de un proyecto de sociedad, no como proyecto meramente pedagógico, sino como proyecto
de una sociedad más justa.

4. ¿Qué debe hacer una política educativa, que pretenda asumir el riesgo de la
subjetividad, para garantizar la igualdad de oportunidades?

La idea de la sociedad como un organismo, ya no tiene validez. La sociedad no funciona


mecánicamente, en forma natural, como si se tratara de un organismo vivo. La solidaridad que
exigen las relaciones sociales es una solidaridad consciente, reflexiva. Nuestro desempeño social
es mucho más reflexivo hoy que en el pasado, exige manejo de mucha información pero también
exige mayor compromiso ético.

Algo falta en los estilos tradicionales de hacer política. Frente a tantas medidas "objetivas" que
afectan lo material, lo que falta, lo que quedaría por intentar, es un mayor reconocimiento de la
dimensión subjetiva en las políticas educativas. Si nos limitamos a tratar de obtener mejores
resultados afectando solamente lo material (por ejemplo, mayores recursos para infraestructura,
equipamiento, materiales didácticos, libros, mejores horarios, etc.), estamos evadiendo la
subjetividad de los principales actores del proceso pedagógico: los docentes y los alumnos1.

Hablar de políticas de subjetividad no quiere decir normar conductas, pero la subjetividad es


preocupación pública, es de todos. Antes lo subjetivo y lo público estaban separados. Lo subjetivo

1
Porter G, L. (2006). Políticas de subjetividad para la igualdad de oportunidades educativas. Revista electrónica de investigación
educativa, 8(1). http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1607-40412006000100011
quedaba relegado al ámbito de la persona, de la familia, mientras que lo público trataba de los
valores universales. Hoy, en la medida en que quiero respetar la diversidad, la identidad del otro,
me tengo que ocupar de la subjetividad. No para imponerle al otro mi subjetividad, sino para
conocerla y que me conozca. Hoy la escuela es un sitio que permite la convivencia de
subjetividades diferentes.

Un política educativa subjetiva debe incluir lineamientos que tengan como enfoque educar para la
vida, para un nuevo tipo de ciudadanía y no sólo para los mercados de trabajo; generar un
conocimiento pertinente, esto es, en contexto, que sea significativo para las personas en su medio
cultural; ofrecer una formación ética y solidaria, frente a los valores centrados en las mercancías,
el consumo y la superficialidad; proveer de un sentido poético a la vida, ligado al disfrute, al arte,
la participación, el juego y la celebración, y no sólo de carácter utilitarista; promover la autonomía
individual (que sustenta la autoformación) y social (que reduce la dependencia del exterior y
genera el desarrollo endógeno y autogestivo) (Guillaumín, 2005).

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