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UNVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES


GEOPOLÍTICA Y COMUNICACIÓN

EL IMPERIO AMERICANO

MARTÍNEZ MEDRANO DAVID ALFONSO


2020
El estudio de las Ciencias de la Comunicación se ha desarrollado más que ninguna
otra disciplina en las últimas décadas: los medios de comunicación de masas y la
globalización de las redes han convertido en una prioridad emergente la necesidad
de conocer los procesos comunicativos humanos. Sin embargo, la mayoría de los
estudiosos de la comunicación se ha dedicado únicamente al estudio de sus
diferentes géneros o personajes trascendentes en los medios particulares;
lamentablemente, son pocos los interesados en la relación histórica entre
comunicación y sociedad, la cual constituye la visión del presente ensayo: El estudio
y cambio en los medios de comunicación en un periodo específico (mediados del
siglo XX) desde un punto de vista del estudio social, sin especificar en la evolución
técnica de los medios de comunicación. Por lo tanto, se argumentará primero sobre
el papel de la comunicación en el periodo bélico; posteriormente sobre la imposición
americana en el Nuevo Orden Mundial y la reacción de los países no desarrollados;
y se concluirá con un ejemplo mexicano para presentar una propuesta para llevar a
cabo una economía competitiva.
El Siglo XX ha sido uno de los siglos más importantes en la historia de la
humanidad: cambió el rumbo del estudio y del trabajo así como el nombre de la era
moderna a la era contemporánea, y un siglo lleno de cambios sólo era posible con
revoluciones y guerras importantes alrededor del mundo. Por lo tanto, no se puede
hablar de cualquier tema de estudio histórico relacionado al Siglo XX sin tomar en
cuenta sus más importantes sucesos bélicos, ya que, como decía el gran pensador
florentino, “la razón principal de la pérdida del Estado se halla siempre en el
descuido de este arte [la guerra]” (Maquiavelo, p. 99).
Hoy en día se sabe que los intereses económicos y el control del mercado
mundial fueron las razones de las principales guerras del siglo pasado; contrario a
los conflictos ideológicos que se creían antes en el pensamiento romántico
característico de aquella época. Éste constituye un ejemplo del poder de la
comunicación en el movimiento de los ejércitos: en ambas guerras mundiales, el
poder comunicativo más importante era el de la prensa y la propaganda, lo que le
dio prioridad a la comunicación como objeto de estudio. “La propaganda se hizo
necesaria porque el soldado y el ciudadano se habían convertido en la misma
persona, y la población, en general, que se creía así misma apacible, pedía a sus
dirigentes razones para convertirse en soldado.” (Aron, 1958).
Los países enfrentados utilizaban la comunicación para aumentar la moral
del pueblo ante la guerra. Los Estados Unidos y Gran Bretaña se consolidaron como
los ganadores de aquellos conflictos porque usaban el factor sentimental, mientras
que Alemania y los países socialistas incitaban al pueblo al razonamiento. Este
método sigue mostrando su eficacia, pues las megaempresas de comunicación y
entretenimiento se han basado en vender sentimientos como si fuesen productos.
Las guerras, además de constantes cambios, propiciaron constantes
innovaciones. En el corto periodo entre guerras hubo revoluciones y batallas entre
los medios de comunicación que peleaban para su supervivencia: La prensa al
radio, la radio al cine, el cine a la televisión y, hoy en día, la televisión al Internet y
los medios digitales. La competencia por predominar en el lugar donde se ejerce el
poder, impulsada por el capitalismo y la ideología neoliberal, hizo que el mercado
de los medios ofreciera nuevas actualizaciones tecnológicas a una velocidad
amenazante.
Así, gracias a los medios de comunicación, Estados Unidos se consolidó
como la potencia económica y política más grande del mundo después de la
Segunda Guerra Mundial. El país norteamericano constituía su hegemonía a través
de las empresas trasnacionales que sacramentaron el American way of life a través
del cine y la televisión, pues los medios audiovisuales ya eran mucho más
consumidos que la prensa y el radio. El maestro Bordería Ortiz definía a esta nueva
imposición ideológica como “un paquete en el que, junto a la democracia, se
identificaban el bienestar y el consumo de masas, la igualdad de oportunidades y la
posibilidad de alcanzar el triunfo económico y social.” (Bordería Ortiz, p. 157).1 Sin
embargo, el sistema económico significaba un nuevo renacimiento:

El nuevo orden, tanto informativo como económico, parten del principio de


libertad que imponen los Estados Unidos […] que no era más que la reactualización del
viejo modelo del liberalismo del siglo XVII y XVIII. Esa idea de libre información en el

1 Para un estudio más profundo sobre la imposición de ideologías, véase la obra de Chomsky (2004)

y la de Mattelart y Dorfman (1979)


mundo había inspirado la Carta fundacional de las Naciones Unidas y los distintos
acuerdos internacionales de la posguerra, y para los norteamericanos representaba un
elemento esencial a través del cual reforzar y extender su hegemonía política y cultural
por el planeta. (Bordería Ortiz, p.158)

El renacimiento de la corriente liberal —es decir, el neoliberalismo— fomentó


las actividades consumistas. Este movimiento se realizó ya consolidado el triunfo
del Primer Mundo en la guerra y en la política y representó la instauración de un
Nuevo Orden Económico Mundial, el cual dio paso a la creación de la Organización
de las Naciones Unidas y de distintas instituciones que son controladas, hasta el
día de hoy, por los triunfantes de los conflictos bélicos que garantizan su control
económico sobre todo el planeta, estando Estados Unidos a la cabeza del mando.
Asimismo, el Nuevo Orden Mundial Económico trajo consigo un Nuevo Orden
Mundial Informativo, en el que Estados Unidos cedió todo el control de la
información al sector privado:

Los medios de comunicación debían guiarse por el principio de libertad de


información y lógica del mercado. Debían ser libres para ejercer su función informativa
y al tiempo convertirse en formas de negocio a través de las cuáles el sistema
prosperase. Pero al mismo tiempo, y en virtud de las experiencias comentadas, se
reconocía su carácter estratégico en la sociedad y su contribución esencial en la
estabilidad del orden social. Los medios, dentro de su libertad, debían cooperar y
trabajar en la creación de un consenso social, en el asentamiento definitivo de la
democracia, en definitiva, colaborando en la gran percepción social de estar viviendo en
la mejor sociedad posible, evitando las tendensiones y radicalismos de las épocas
anteriores. (Bordería Ortiz, p. 159)

Académicos como Noam Chomsky (2004) critican fuertemente la supremacía


estadounidense. Entre sus críticas, el conflicto más evidente es el moral, pues el
hecho de una hegemonía política, economía e informática por parte del Primer
Mundo resulta contradictoria para una ideología de libre mercado: “En el mundo
real, Estados Unidos nunca ha apoyado los mercados libres, desde su historia más
temprana hasta los años de Reagan, en que establecieron nuevos estándares de
proteccionismo e intervención estatal en la economía, contrario a muchas ilusiones”
(Chomsky, p. 26).2
Como respuesta a la unilateralidad de la información, los Países No
Alineados presentaron el Informe McBride que, entre varias peticiones, exigía la
creación de un Nuevo Orden Informativo en el que los países del Tercer Mundo
pudiesen brindar información internacional entre los diferentes medios de
comunicación; de igual manera, se solicitaba apoyo económico por parte del Primer
Mundo y la formalización de las profesiones y trabajos relacionados a la
comunicación y el periodismo. Lamentablemente, el informe fue acusado de
totalitario y antidemocrático, lo que conllevó a su desaparición y a la salida de los
Estados Unidos e Inglaterra de la UNESCO durante las administraciones del
presidente Reagan y la primera ministra Margaret Thatcher.
Por consiguiente, como desde 1980 no ha habido una discusión ni tratados
internacionales acerca de las leyes en la comunicación, las empresas informativas
del Primer Mundo continúan prevaleciendo sobre las del Tercer Mundo; los Estados
censuran toda la información; no existe diversidad de contenido; la demanda se ha
vuelto exclusiva para los sectores privados y existe una fuerte dependencia en el
campo informativo que divide a los países desarrollados y subdesarrollados.
Como muestra, el ejemplo mexicano ante la globalización es bastante
ilustrativo. Tras la caída del muro de Berlín, la economía se sectorizó en bloques
económicos posicionados en las grandes potencias mundiales, por lo que para tener
una economía estable era necesario crear tratados políticos con tales sectores y
México, forzosamente, tenía que hacerlo con su vecino del norte. La introducción
de México al neoliberalismo y a la globalización es narrado por su máximo
exponente: el jefe de Estado mexicano que consolidó la creación del Tratado de
Libre Comercio:

2 Es preciso mencionar que la supremacía de los Estados Unidos se encuentra en peligro, pues “El
orden mundial, económico, político e ideológico norteamericano está encontrado hacia el inicio del siglo
veintiuno, después de haber rebasado a su antagónico comunista al final del siglo anterior, un rival que emerge
con fuerza, aprovechando las ‘reglas del juego’ establecidas por el imperio americano, oponente que si bien no
domina las relaciones institucionales internacionales de poder, si comienza a determinar o por menos interferir
en las relaciones de mercado internacionales, y al cual sólo falta avanzar en la conformación de un cuerpo
ideológico que lo legitime internacionalmente para poder acaso en un futuro consolidarse como el nuevo
hegemón histórico internacional: El nuevo imperio Chino mundial.” (Cárdenas Cabello, p. 80).
Mientras que para algunos se abrían regiones, para nosotros amenazaban con
cerrarse. […] debido a la realidad geopolítica y a las nuevas circunstancias históricas,
económicas y culturales, en lugar de anteponer diferencias teníamos que proponer en
México un enfoque constructivo para plantear los complejos asuntos bilaterales. Podría
decirse que era una cuestión de Realpolitik. (Salinas de Gortari, pp. 97-98).

Con la evolución de las nuevas tecnologías, artes y medios de comunicación,


la dependencia de los países en desarrollo es todavía más notoria hacia el Primer
Mundo. Las idealizaciones de los países desarrollados son cada vez más fuertes y
la privatización de empresas y mano de obra a otros países es considerado como
un robo, pues se trata de un intercambio económico constante entre países que
llega a generar desequilibrio en la balanza de pagos.
No estorba mencionar que todo lo escrito en las líneas anteriores representa
explícitamente la importancia del estudio de los procesos comunicativos en tanto
estos construyen la realidad social. Parafraseando a uno de los padres de las
Ciencias de la Comunicación: no es posible no comunicar, ya que toda conducta es
comunicación. Así, “la comunicación no es sólo cuestión de acciones y reacciones;
es algo más complejo, y debe pensarse desde un enfoque sistémico, a partir del
concepto de intercambio” (Rizo García, p.5).
Noam Chomsky (2004) proponía un cambio ideológico, un movimiento social
internacional de corte marxista, para combatir la supremacía blanca. En una opinión,
se considera mejor seguir el ejemplo de China y las reglas del juego neoliberal, con
apoyo de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, para la
creación de un contenido variado, original y de calidad que pueda ser
comercializado al extranjero y así obtener ventaja en el darwinismo en el que se ha
convertido el Nuevo Orden Económico e Informativo. Asimismo, es necesario
establecer nuevos tratados políticos y económicos con otros países, con el resto de
América Latina o con otros sectores económicos importantes como el mercado
asiático, el cual parece ser el próximo en la fila del control económico mundial.
Dar un retroceso al capitalismo en pleno Siglo XXI es una tarea prácticamente
imposible, así como cambiar la “ideología acomodada a las necesidades del
privilegio y poder, que celebra la ganancia privada como el valor humano supremo
que niega los derechos de la gente más allá de lo que ésta puede salvar en el
mercado laboral” (Chomsky, p.42). Por lo que la única manera de crear una
economía, una política, una comunicación o, en resumen, una organización de
Estado competitiva en esta guerra comercial, es seguir el pensamiento del escritor
chino Sun Tzu: si no puedes contra el enemigo, únetele.

BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS
 Aron, R. (1958). Un siglo de guerra total. Hispano Europea

 Bordería Ortiz, F., Martínez Gallego, A., Y Laguna Platero, E. (2015).

Historia Social de la Comunicación. Editorial Síntesis S.A.

 Cárdenas Cabello, F. (2016). “La denuncia del orden mundial. La

globalización desde la perspectiva de Noam Chomsky”. En Márquez

Muñoz, F. Y Domínguez Uribe, A. (Coords.) Grandes pensadores de la

Globalización. Tomo I Mann, Chomsky, Chua, Girard. Grandes autores de

la globalización. (pp.63-82). México: Universidad Nacional Autónoma de

México.

 Chomsky, N. “Democracia y Mercados en el Nuevo Orden Mundial” en

Chomsky, N. Y Dieterich, H. (2004). La Aldea Global (pp.13-44).

Txalaparta.

 Maquiavelo, N. (2017). El Príncipe. México: Editores Mexicanos Unidos

S.A.

 Mattelart, A. y Dorfman, A. (1979). Para leer al pato Donald.

Comunicación de masas y colonialismo. México: Siglo XXI.

 Ortega, C., Reyes Matta, F., Casullo, N. & Roncagliolo, R. (Marzo - Abril

1981). “Nuevo orden informativo internacional” en Nueva Sociedad (53).

Recuperado de: http://nuso.org/revista/53/modelos-economicos/


 Rueda Laffond, J.C., Galán Fajardo, E. y Rubio Moraga, A.L. (2014).

Historia de los medios de comunicación. Alianza.

 Salinas De Gortari, C. (2017). Aliados y Adversarios. TLCAN 1988-2017.

Penguin Random House.

 Rizo García, M. (2011, febrero-abril). “Pensamiento sistémico y

comunicación. La Teoría de la comunicación humana de Paul Watzlawick

como obra organizadora del pensamiento sobre la dimensión

interpersonal de la comunicación” en Razón y Palabra (75).

http://www.razonypalabra.org.mx/N/N75/monotematico_75/29_Rizo_M7

5.pdf

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