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Modelo Económico Colombiano

NRC 34132

Bryan Steven Lozada ID000426231


Brian Reinoso Morales ID 000665841
Edwin Javier Blanco Vallejo ID 000681679
Paola Andrea Ortega Meneses ID 000661599
Sindy Lorena Castillo ID 000614403
Ruth Ximena Rubiano Jiménez ID 000274712

Administración de Empresas
III Semestre
Jornada Nocturna

Lina María Andrade Restrepo


Tutor
Economista

Corporación Universitaria Minuto de Dios


IBAGUÉ – TOLIMA
2019
Introducción

En la actualidad la economía Colombiana se ve influenciada por distintos factores; entre los que
se encuentra el desempleo, la crisis económica mundial, la privatización de las empresas a manos
de extranjeros, desacuerdos políticos con los países vecinos, la deuda externa, la violencia y
guerra, entre otros. Sin embargo, esta situación no es nueva para el país, debido a que siempre ha
atravesado muchas dificultades; las cuales ha buscado solucionar estableciendo modelos
económicos.

Por lo tanto, el presente trabajo tiene como fin dar a conocer el diagnóstico de la situación del
modelo económico colombiano en la actualidad.
Modelo Económico Colombiano
En Colombia encontramos productos con precios más altos que en otros
países. Lo paradójico es que mientras todo está por las nubes y tiende a
incrementarse, los salarios son cada vez más estáticos por lo que pierden
capacidad adquisitiva, generando así un desequilibrio en el mercado
nacional.

Hay ejemplos innumerables que se presentan en todos los sectores y con


todos los productos que se comercializan en el país. Desde bienes de
consumo como ropa, zapatos, productos alimenticios, productos deportivos,
teléfonos y electrodomésticos; hasta servicios bancarios, de educación, salud
y transporte. También en los bienes industriales. Todos cuentan con un
elevado sobrecosto, un alto impuesto y un gran nivel especulativo en su
precio final.

Lo anterior ha ocasionado que la economía no crezca en los porcentajes


esperados y que incluso baje el nivel de consumo, aun cuando la inflación
esté controlada. Como consecuencia, los consumidores se ven obligados a
financiar los productos que necesitan o desean y como efecto de ello
terminan pagando exponencialmente el precio inicial, un modelo económico
que claramente tiene como principal beneficiario al sistema financiero y a los
grandes monopolios privados del país.

Balanza de pagos:
Según el Banco de la Republica, La balanza de pagos de Colombia registra los flujos reales y
financieros que el país intercambia con el resto de las economías del mundo, de acuerdo con
el Manual de Balanza de Pagos y Posición de Inversión Internacional del FMI. Presenta dos
grandes cuentas: la cuenta corriente y la cuenta financiera. La cuenta corriente contabiliza
nuestras exportaciones e importaciones de bienes y servicios, los ingresos y egresos por renta de
los factores (ingreso primario) y por transferencias corrientes (ingreso secundario). La cuenta
financiera, que presenta el mismo signo de la cuenta corriente, registra las fuentes de financiación
externa (si hay déficit corriente) o la capacidad de otorgar recursos al resto del mundo (si hay
superávit corriente). Los flujos financieros se desagregan en inversión directa, inversión de
cartera y otra Inversión (préstamos, créditos comerciales y otros movimientos financieros) y la
variación de las reservas internacionales.

Flujos de capital:
Los flujos de capital a Colombia han tenido cambios significativos en las dos últimas décadas. En
años anteriores entraron al país cantidades significativas de capital extranjero para financiar el
déficit del sector público y las inversiones en el sector eléctrico; en el sector público, la brecha de
ahorro e inversión en la primera mitad de los 80 alcanzó un nivel promedio superior al 5% del
PIB, desequilibrio que no fue compensado con el ahorro interno privado y necesitó un ahorro
externo promedio superior al 3% del PIB. Luego, en años más recientes el ahorro interno
aumentó de manera significativa y la inversión privada disminuyó, con lo cual se dio un exceso
de ahorro doméstico sobre inversión que tuvo como contrapartida una caída importante en el
ahorro externo.

Estos factores han permitido financiar el aumento del consumo y la inversión privada que se ha
presentado en los dos últimos años.

Producto Interno Bruto:


Para el año 2016, el Producto Interno Bruto de Colombia estaba ponderado en 283 billones de
dólares americanos, y en los últimos 5 años la economía colombiana ha experimentado un
crecimiento de 3,68% en promedio.
La economía colombiana se fundamenta en el libre comercio. Para el 2016 Colombia percibió
más de 31,4 billones de dólares americanos en exportaciones, siendo el petróleo el principal rubro
de exportación, con más del 45% de las exportaciones de ese país.

Petróleo:
El mercado del petróleo ha experimentado cambios profundos en los años recientes, debido al
desarrollo de nuevas tecnología de producción, asociadas al “fracking”, es decir, a la extracción
del petróleo enquistado en las rocas, que ha modificado de manera fundamental el papel de los
Estados Unidos en el mercado petrolero.

La gasolina en Colombia es de las más caras del planeta si se compara con el


salario mínimo y eso es innegable. De hecho, se calcula que en Colombia el
galón de combustible le cuesta al consumidor el 20% de su ingreso promedio
diario. Por el contrario, en EE.UU. y Corea del Sur que importan petróleo de
nuestro país, la gasolina se vende a un precio mucho menor el cual baja a la
par de la cotización internacional. Es absurdo que mientras más producimos
petróleo y más baja de precio en los mercados internacionales, más cara sea
la gasolina y que las únicas que ganen sean las empresas extractivas y
distribuidoras las cuales se enriquecen con nuestros recursos sin
beneficiarnos.

Inflación:
Durante todo el 2018 se observó un comportamiento estable del nivel de precios de la economía,
con cifras dentro del rango meta del Banco de la República. En noviembre la inflación anual si
situó en 3,27%, cifra inferior a la reportada en el mismo mes del 2017 (4,12%).

Este positivo desempeño se explica en buena parte por los bajos precios de los bienes de origen
industrial, los cuales crecieron apenas 0,9% anualizado a noviembre. Por su parte, los precios de
los servicios de origen público (incluye servicios públicos, telefonía, correo, salud, educación y
transporte) aumentaron 6,0%, nivel que se mantenido relativamente estable desde marzo de 2016.
De otro lado, los precios de los servicios privados (3,4%) y los bienes de origen agropecuario
(3,6%) aumentaron ligeramente por encima del promedio del IPC.

Precios:
El escenario inflacionario actual se refleja de manera clara en el gasto de los hogares en el último
semestre del año. 2016 cierra con un ligero decrecimiento en volumen de nuestra canasta (-0,2%),
que debido al incremento sostenido en precios (7,1%), mantiene el crecimiento en valor (6,5%).
Este contexto de encarecimiento y desaceleración del consumo se acentúa aún más con una
reforma tributaria que grava con IVA del 19% el 54% de las líneas de producto y servicio que
componen la canasta familiar.

En Colombia la ejecución del precio es compleja si se tiene en cuenta que el 46% de las ventas se
concentra en el Canal Tradicional y sólo el 28% en Supermercados de Cadena. En estos últimos,
trasladar la estrategia del papel a la realidad es relativamente sencillo dado que el proceso se
centraliza en pocos clientes mientras que accionar en los más de 322 mil tenderos del país resulta
una labor ardua.

Casos reales:
Bebidas deportivas: un ítem de esta categoría tiene un precio sugerido de $2.400. Sólo 10% de las
tiendas donde el ítem está presente respeta dicho precio, mientras que un 81% lo vende 10% más
caro y otro 7% con un diferencial de 20%.
Cremas dentales: del total de las tiendas manejantes de un producto de esta categoría cuyo punto
de precio es de $1.500, sólo el 24% ejecuta de manera puntual la estrategia y otro 24% supera el
precio en 20%.
Pasabocas: En el sur de Bogotá, sólo el 27% de las tiendas manejantes de un producto de esta
categoría que tiene como precio sugerido $1.400 lo vende a este precio, mientras que 73% lo
maneja hasta 7% más costoso. Cambios en el precio por gramo dificultan la ejecución.

Desempleo:
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) reveló que la tasa de desempleo
de enero de 2019 fue de 12,8 %. Se trata del reporte de desocupación más alto para este mes
(enero) desde el 2011, por lo que es inevitable preguntarse si está pasando algo en la economía
colombiana que explique estos indicadores laborales. 
Dos millones novecientos cuarenta y cuatro mil personas en Colombia (2'944.000) están en
situación de desempleo, expresa el informe. La población joven y las mujeres siguen siendo las
más afectadas. Hay incremento en la desocupación en el campo.
En las 13 ciudades principales y áreas metropolitanas la cifra se ubicó en 12,4 por ciento.
Si se mira desde el trimestre, la ciudad con mayor tasa de desempleo fue Quibdó, con 20,3 por
ciento, mientras que la de menor indicador fue Barranquilla, con 7,8 por ciento. En la capital del
país el desempleo fue de 12,9 por ciento.

No obstante, el informe del Dane muestra que Bogotá fue la ciudad que más ha mejorado en
términos de informalidad. En esta zona del país se ubica en 39,3 por ciento, mientras que, en
Cúcuta, donde está la mayor presión del flujo migratorio venezolano, se acerca al 70 % (69,8 %).
El fenómeno que está ocurriendo con el desempleo de los venezolanos es clave para Colombia,
que trabaja en políticas públicas para enfrentar la migración. Según el Dane, el 74 por ciento de la
población que llega está entre 10 y 54 años, una edad altamente productiva que, precisamente
puede generar presión en los resultados del desempleo, indicó Juan Daniel Oviedo, director del
Dane.
El nivel educativo de las personas que hace 12 meses vivían en Venezuela y ahora están en
nuestro país, se concentra en la formación media.
De los más de 660 mil venezolanos que se registran en la lista de migrantes, más de la mitad
estuvieron ocupados, principalmente en fábricas, oficinas y ventas ambulantes

Política fiscal y monetaria:


Una política fiscal es expansiva, cuando el estado aumenta sus gastos y/o reduce los impuestos, lo
que trae como consecuencia, que tanto los inversionistas como los consumidores dispongan de
más recursos para ofrecer y adquirir bienes y servicios. Una política fiscal contraccionista tiene
los efectos contrarios en la oferta y la demanda agregada Por su parte, una politica monetaria es
expansiva cuando el dinero en circulación en la econonía aumenta, lo que trae como resultado
una caída en las tasas de interés con el respectivo beneficio para los inversionistas y a los
consumidores, quienes consiguen créditos más baratos. Una política monetaria contraccionista
tiene efectos opuestos sobre los agentes económicos. Claro que estas políticas se pueden
combinar de muchas maneras para lograr una expansión económica, sin correr el riesgo de que la
tasa de inflación se desborde.
En Colombia, la política fiscal la elabora el Congreso Nacional y la política monetaria la Junta
Directiva del Banco de la Republica. Esta estructura, si bien es cierto no es exclusiva de nuestro
país, explica en gran medida la dificultad para que estas políticas sean oportunas,
complementarias y efectivas.

Otras razones por la cual la política monetaria expansiva es poco efectiva es que el gobierno
puede aprovechar esta mayor liquidez para cubrir el deficit fiscal, eludiando así la
responsabilidad de asumir una mayor disciplina fiscal y por las restricciones que impone el sector
financiero a los individuos y las empresas que desean recurrir al crédito.
Se puede concluir entonces que la estructuración y aplicación de las políticas fiscal y monetaria
en Colombia enfrentan grandes limitantes para lograr que la economía se estabilice y para
promover un crecimiento continuo a mediano y largo plazo.
Conclusiones
 Colombia necesita repensar seriamente su modelo económico. El actual modelo no sólo
no logra elevar los niveles de bienestar, eliminar la pobreza y reducir la brecha de
distribución de la riqueza, sino que, adicionalmente, no es sostenible en el largo plazo.

 Para mantener y mejorar los niveles de cobertura en servicios sociales y capacidad de


compra de la población, es necesario incrementar el empleo formal y mejorar sus niveles
de remuneración. Pero esto no va a suceder en una economía desindustrializada, cuyas
exportaciones dependen de la minería; y que fija sus mayores posibilidades de empleo en
la construcción y en los servicios, estos últimos con altos niveles de informalidad.
Bibliografía
1. Economía con aplicaciones a Latinoamericana, Paul A. Samuelson – William D.
Nordhaus.

2. Colombia (2017) The Heritage Foundation. Washington DC, EEUU. Recuperado de:
heritage.org

3. Colombia’s Economy (2011). Embassy of Colombia. Washington DC, EEUU.


Recuperado de: colombiaemb.org

4. OECD Economic Outlook, Summary Colombia (2017). Organisation for Economic Co-
operation and Development. Paris, Francia. Recuperado de: oecd.org

5. www.eltiempo.com/economia/sectores/tasa-de-desempleo-en-colombia-en-febrero-del-
2019-343250

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