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Cámara de Apelaciones- Sala Primera Civil y Comercial

AUTOS "V., M. N. C/ M., P. G. S/ ACCION MERAMENTE DECLARATIVA"


Expt. Nº 6352/F
JUZGADO DE FAMILIA CIVIL Y PENAL DE MENORES. GUALEGUAYCHÚ.

/ / / -CUERDO:-
En la ciudad de Gualeguaychú, Provincia de Entre Ríos, a los diecisiete
días del mes de abril de dos mil diecinueve, se reúnen los Señores
Miembros de la Excma. Sala Primera en lo Civil y Comercial de la Cámara
de Apelaciones de Gualeguaychú, Dres. Gustavo A. Britos, Ana Clara
Pauletti y Valeria M. Barbiero de Debeheres para conocer del recurso
interpuesto en los autos caratulados: "V. M. N. C/ M. P. G. S/ ACCION
MERAMENTE DECLARATIVA", respecto de la sentencia de fs. 295/303 vta.
De conformidad al sorteo oportunamente realizado, la votación tendrá
lugar en el siguiente orden: BRITOS, PAULETTI y BARBIERO.
Estudiados los autos la Excma. Sala propuso la siguiente
cuestión a resolver:
PRIMERA ¿Es justa la sentencia recurrida?
SEGUNDA ¿Que pronunciamiento corresponde dictar?

A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA EL SR. VOCAL DR.


GUSTAVO A. BRITOS, DIJO:
Vienen los presentes a despacho para resolver el recurso de
apelación interpuesto por el actor reconvenido, Sr. M. N. V., contra la
sentencia de fs. 295/300 vta., en cuanto hizo lugar a la acción por daños
y perjuicios promovida por la demandada reconviniente, en
representación de la menor A. V., condenándolo a abonar, en el término
de 10 días, la suma de $250.000 en concepto de daño moral; y $74.000
por daños materiales, con más intereses conforme tasa que percibe el
BNA en préstamos en pesos a 30 días, hasta su efectivo pago.
1-)El fallo, luego de repasar el marco jurídico aplicable a los
daños y perjuicios que derivan de la omisión voluntaria en el
reconocimiento de la filiación analizó, conforme lineamientos de esta
Sala, que se verificaban en la especie los presupuestos de la
responsabilidad civil. Indicó que en el caso el factor de atribución ligado a
la antijuricidad (conocimiento de la paternidad) se acreditó con la prueba
testimonial conteste en la existencia de una relación sentimental entre V.
y M., a lo que adicionó que el propio V. reconoció que observó a la
accionante embarazada. Ponderó que también se acreditó ADN negativo
con las otras personas que mantuvo relación (I. y V.), y razonó que con
tales constancias no aparece racional la duda de V. hasta el 16 de
octubre, fecha en que inició el proceso. Advirtió además que hubo un
exceso en la defensa de Veronesi, contrario a los pactos internacionales
tendientes a erradicar todas formas de discriminación contra la mujer. En
razón de ello y valorados los testimonios propuestos por la Sra. M.,
conforme las pautas del art. 711 del CCC, entendió que dado el
conocimiento del embarazo, parto, y vida posterior de quien se comprobó
científicamente es hija, se encontraba configurado el presupuesto
subjetivo. Cuantificó el daño moral de acuerdo a doctrina de Sala que
reseñó y analizó los daños materiales, conforme testimonial e
informativa, conforme los gastos que erogara la niña, cubiertos por la
progenitora y los cuantificó en $74.000 (suma que obtuvo de deducir los
alimentos ya abonados).
2-)En el escrito recursivo (fs. 317/332), el actor se quejó de la
valoración probatoria, a la que tachó de errónea y arbitraria. Sostuvo que
no surge de la testimonial cómo se ponderó la existencia de una relación
sentimental entre él y M., transcribió parte pertinente de los testigos E.,
D., B. y M., quienes a la pregunta concreta señalaron no tener
conocimiento. Criticó la interpretación del sentenciante por cuanto su
parte acreditó la existencia de la relaciones sentimentales públicas que M.
mantuvo con V. e I.. Señaló que la propia actora reconoció (declaración
de parte, fs. 163) que mantuvo relaciones sexuales con el primero de los
nombrados al tiempo de la concepción. Destacó los testimonios de Z. y
R., dijo que con el primero se acreditó que tomó conocimiento de la
probabilidad de la paternidad en un asado a fines de septiembre de 2016
por los dichos de M. C., y con el segundo (R., Intimo amigo de V.) la
relación de pareja de éste y M. y la interrupción abrupta luego del ADN
negativo. Rescató que se trata de un testimonio detallado, con suficiente
razón de sus dichos. Relativo a los amigos y parientes de la contraria
refirió que, sin perjuicio de lo dispuesto por el art. 711 del CCC, todos
indican que lo declarado lo saben por los dichos de M. e incluso señalan
que tuvieron por confirmada la paternidad luego de las realización de los
ADN. Afirmó, que su parte no pudo tener conocimiento de los ADN
negativos de terceros hasta octubre de 2016. Criticó falta de motivación
acorde a los hechos conducentes establecidos en la audiencia preliminar,
y que no se consideraron las omisiones en la demanda por daños y
perjuicios promovida por M.. En síntesis, postuló que no hubo
extralimitación en su defensa o intento de descalificación, ni se trató a M.
de promiscua, se relataron hechos reconociendo la libertad sexual de la
mujer. Concluyó que la prueba incorporada demuestra que existió duda
razonable respecto de su paternidad. En forma subsidiaria, a efectos de
determinar los daños, peticionó se considere la fecha del último ADN
negativo (4/07/2016) hasta la intimación a realizar el examen en fecha
11/10/2016, que es un breve lapso de 90 días, y en defecto de lo
anterior relativo al daño material, que no existió prueba dirimente que lo
acredite. Hizo reserva del caso federal.
3-)En responde de fs. 340/343 vta., M. mocionó la deserción
del recurso por no contener un crítica concreta y razonada del fallo (art.
257 del CPCC), que se trata de una mera discrepancia subjetiva con una
visión parcializada del decisorio sin detallar los errores, omisiones y
demás deficiencias que el mismo contiene. En forma subsidiaria contestó
que la conducta procesal del accionado fue valorada conforme doctrina de
la cámara por cuanto, aún admitiendo la prueba biológica, el accionado
excedió su derecho de defensa pues postuló la deshonestidad de la
madre en forma humillante. Añadió que dado que mantenían relaciones
sexuales en forma habitual, era su obligación cerciorarse por iniciativa
propia si era su hija, no un año después del nacimiento de la menor.
Resaltó que pese al extenso escrito recursivo en ningún modo pudo
refutar ni dar certeza de que no supiera de la existencia del embarazo y
nacimiento de A.. Citó doctrina y jurisprudencia en la materia. Solicitó se
rechacen los agravios y se confirme la sentencia.
4-)En relación al pedido de deserción instado por la apelada,
cabe exponer que la conclusión a ello resultara de la ponderación que a
posteriori se realice del contenido de los agravios formulados por el
recurrente, resultando prematuro expedirse en primer orden.
Viene cuestionado por el actor reconvenido, se encuentre
acreditado en autos el factor de atribución del daño criticando, para ello,
la valoración probatoria relacionada con el conocimiento que tuviera
Veronesi de que le era atribuida la paternidad de la niña A. M., excusando
su conducta omisiva en la ocultación de dicha información por parte de la
progenitora, como asimismo en fundadas razones para dudar sobre su
paternidad.
En la materia, la procedencia del reclamo de daños está
condicionada a la prueba de todos los elementos de la responsabilidad
civil, esto es: antijuridicidad, imputabilidad merced a un factor de
imputación que permita atribuirla, nexo causal y existencia del daño.
Entre aquellos debe comenzarse por la existencia de una
conducta antijurídica, la cual en el caso conforme se ha concluido de
manera unánime por doctrina y jurisprudencia se configura por la omisión
en la obligación de reconocer la paternidad del hijo, para seguir con el
análisis del factor de imputación, para recién analizar luego los daños
invocados, si éstos pudieran serle imputables al reconvenido.
Del factor de atribución se ha explicado ( "Expte Nro. 1349/F,
del 22/12/2008, en "Expte. Nro. 1281/F del 28/11/08; Expt.Nº 2248/F
del 9/08/2010; Expt.Nº 2295/F del 10/09/2010, entre muchos otros) que
esta Sala participa de la corriente que sostiene que en este ámbito, la
responsabilidad es de tipo subjetiva, y con ello es necesario comprobar la
culpa o dolo en el sujeto al que se le atribuye la conducta antijurídica
para que se configure la responsabilidad civil del progenitor por los daños
que hubiere causado en el hijo la ausencia de reconocimiento tempestivo;
conducta que supone el conocimiento de la existencia de esa
descendencia.
De modo que, aún atendiendo a que en el caso se deba tener
por configurada la conducta antijurídica por la falta de reconocimiento
generadora de daños ipso iure como supra se adelantó, lo concreto es
que, con el objeto de poder atribuir al accionado las consecuencias de esa
conducta, debió haber incurrido en culpa o dolo de su parte en la falta de
cumplimiento de la obligación de reconocer a su hija, para recién a partir
de allí responsabilizarlo; deviene entonces necesario acreditar el
conocimiento del hecho generador de la obligación de reconocer al hijo
como presupuesto para atribuir culpa o dolo en su incumplimiento por
omisión.
En esa tarea, adelanto advertir que la ponderación de la prueba
producida en autos no autoriza a tener por acreditado que V. haya sido
informado en tiempo previo a la acción de la procreación de quien resulta
su hija, y que tampoco permite arribar a esa conclusión la certeza de la
relación sexual que necesariamente debieron mantener los progenitores a
la luz del resultado de la prueba de ADN.
En efecto, no encuentro que las declaraciones testimoniales
ofrecidas por la reconviniente acrediten tal extremo. Por el contrario
valoradas en su conjunto y teniendo en cuenta la actitud de las partes en
el caso, es la versión del actor la que aparece comprobada.
Y es que ninguno de los testigos ofrecidos por la Sra. M. supo
explicar el tipo de relación que uniera a las partes, ni tampoco cómo fue
informado V. de la paternidad que se le atribuía.
Los testigos E. (fs. 174/175 vta.) R. (fs. 207/209; Díaz
210/211; B. (fs. 213/214) y M. (fs. 232/233 vta.) tienen conocimiento,
en general, a partir de lo que les cuenta M..
E. afirma que el padre es V. M. porque la Sra. M. le contó de la
existencia de un ADN positivo que confirma su paternidad "...hace un
mes, dos meses...", refiriendo a meses previos a la declaración, vio a la
Sra. P. M. "...una noche cenando..." con M. V. "...es el único indicio que
tengo..." (respuesta a la quinta), a la pregunta decimoprimera reitera
que fue Paola quien le contó que tenía contacto con el padre y que este
"...sabía de la chiquita y sí le pidió personalmente y también a través de
amigos comunes para lograr que el padre se hiciera cargo
económicamente de la nena..." desconociendo toda información
relacionada con los ADN de que da cuentas el informe de fs. 103/124,
como también quién acompañó a P. M. durante el parto de la niña.
El testigo R. desmiente la versión dada al reconvenir,
presentando a V. como quien se suponía era el padre de la niña porque él
mismo se lo dijo, fue quien acompañó a P. M. en el parto y creyó ser el
padre de la niña hasta que tuvo el resultado del ADN, brinda razón de sus
dichos explicando que tuvo conocimiento del nacimiento de A. porque el
propio V. le mandó una foto "...con el ambo que le pusieron para entrar
en la sala de parto y me puso una frase así como "preparándonos para
recibir a A." fue muy gracioso porque no lo tenía así como papá...",
explicando luego que P. M. tuvo una relación de varios años con V. y que
terminada ésta se relacionó con L. I., sin ninguna referencia a V.i,
inclusive agrega que "...Al día de la fecha no se quien es el padre de A. y
como mucha gente de esta ciudad que se debe haber enterado el rumor,
yo me enteré por el Tano (en referencia a V.), no hace mucho, harán dos
semanas...me hizo el comentario de que los rumores eran de que el
señor V. era el papá de A...."; inclusive agrega que con V. pensaron que
el padre era Irigoyen que fue la pareja que tuvo después P. y que V.,
luego del conocimiento del resultado del ADN, no tuvo mas contacto con
M. y con la niña.
D., en respuesta a la cuarta manifiesta saber que el padre de
A. es V. porque se lo dijo P. y se comentaba también en el ambiente de
trabajo de M., agregando que vió salir a M. V. del departamento de P.
cuando ella estaba embarazada "...varias veces..." a la décima refiere
que fue la propia M. quien le contó que le pidió a V. que reconozca a la
niña pero que él no quería, concretando luego que lo vió salir del
departamento con P. en dos oportunidades (a la decimotercera)
ignorando cualquier otro dato que tenga relación con las parejas de la
Sra. M., los análisis de ADN y el nacimiento de la niña.
B. luego de señalar que si bien conoce a M. desde 2009,
empezaron a frecuentarse después que nació A. sabe de la paternidad
por los dichos de ésta.
Solo M., vecina de M., dice haber visto a V. en el
departamento de M. dos o tres veces cuando ésta estaba embarazada
"...siempre era como que estaban enojados...", conoce también a las
parejas anteriores de P. y que V. era el que la cuidaba durante el
embarazo y quien la acompañó en el parte destacando que eran solo
amigos, negando saber de análisis de ADN previos.
Dichos testimonios no dan cuenta de la forma en la que
Veronesi supo que se le atribuía la paternidad de la niña ni siquiera de
una manera indiciaria de la que pueda deducirse dicho conocimiento, la
mayoría de los testigos ni siquiera conoce a V. y son renuentes al
declarar sobre otras relaciones de la Sra. M. inclusive de aquellos a
quienes se analizó científicamente como presuntos padres. El
desconocimiento manifestado, la reticencia general en brindar mayores
detalles y la razón de los dichos de los testigos (por dichos de la Sra. M.),
son insuficientes para probar la culpa o el dolo en la falta de
reconocimiento antes explicado.
Por el contrario los testimonios evaluados conjuntamente con
los dos exámenes de ADN negativos que tuvieron como padres presuntos
a V. e Irigoyen (fs. 103/124) y que son anteriores al de autos, pues las
extracciones a tenor de lo informado a fs. 103 se realizaron con el Sr. V.
el día 29/10/2015 y los resultados se entregaron a la Sra. M. el día
2/12/2015 y con Irigoyen el día 16/05/2016 y los resultados retirados
por éste el 4/7/2016, conjugados con el comportamiento de V. apoyado
por la versión del testigo R., coincidente también con lo declarado por la
Sra. Monzón a fs. 163 y vta. en cuanto a que V. supuso que la niña podía
ser suya (respuesta a la sexta) pues según respuesta a la quinta se vió
con él y tuvo relaciones sexuales, dan apoyo a la versión del actor al
promover la acción declarativa de certeza.
A mayor abundamiento la conducta observada por V. al
interponer la demanda solo meses después del resultado negativo del
último análisis, autoriza a suponer que la paternidad le fue atribuida
luego de haber tomado conocimiento de ambos resultados negativos.
Dicha evaluación habilita a concluir que el factor de imputación
de responsabilidad en tanto, como se explicó, requiere del conocimiento
previo de la paternidad que se le atribuía, no se encuentra configurado en
la especie en atención al comportamiento de la Sra. M. a que hacen
referencia las testigos, cuyos dichos no han sido merecedores de ataque
alguno a través de las vías procesales pertinentes, sin que se aprecien en
autos otras probanzas que descalifiquen los relatos referidos coincidentes
además con la necesidad de despejar la posibilidad de otras
paternidades.
En conclusión, encuentro no acreditado que V. haya tenido
-con anterioridad a la promoción de autos- conocimiento de que el
nacimiento de la niña fuera el resultado de la relación que mantuviera
con su madre y, por ello, no puede imputársele ni siquiera a título de
culpa, la omisión en el cumplimiento de la obligación de reconocer a su
hija.
Propongo entonces revocar los puntos IV y V.- de la sentencia
apelada desestimando la acción de daños y perjuicios morales y
materiales, imponiendo las costas por la acción de daños y perjuicios a la
reconviniente perdidosa (art. 65 CPCC), readecuando la regulación de
honorarios en función de la norma del art. 271 CPCC y regulando los del
recurso.
ASI VOTO.

A LA MISMA CUESTIÓN PLANTEADA LA SRA. VOCAL DRA. ANA


CLARA PAULETTI, DIJO:-
Que adhiere al voto precedente por iguales fundamentos.

A LA MISMA CUESTIÓN PLANTEADA LA SRA. VOCAL DRA. VALERIA


M. BARBIERO DE DEBEHERES, DIJO:-
Que existiendo mayoría hace uso de la facultad de abstenerse
de emitir su voto, conforme lo autorizado por el art. 47 de la L.O.P.J.
(texto según Ley 9234).

A LA SEGUNDA CUESTIÓN PLANTEADA EL SR. VOCAL DR.


GUSTAVO A. BRITOS, DIJO:
Atento el resultado al que se arriba al tratar la cuestión
precedente, corresponde dictar sentencia admitiendo el recurso de
apelación interpuesto por M. N. V. y revocar el punto IV de la sentencia
recurrida, rechazar la pretensión por daños y perjuicios con costas a la
reconviniente, dejar sin efecto los honorarios regulados en relación a la
referida pretensión y producir nueva de acuerdo a lo aquí propuesto.
ASI VOTO.

A LA MISMA CUESTIÓN PLANTEADA LA SRA. VOCAL DRA. ANA


CLARA PAULETTI, DIJO:-
Que, por compartir los argumentos, adhiere a la solución
propuesta por el preopinante.

A LA MISMA CUESTIÓN PLANTEADA LA SRA. VOCAL DRA. VALERIA


M. BARBIERO de DEBEHERES, DIJO:-
Que existiendo mayoría hace uso de la facultad de abstenerse
de emitir su voto, conforme lo autorizado por el art. 47 de la L.O.P.J.
(texto según Ley 9234).
Con lo que se dio por terminado el acto, quedando acordada la
Sentencia siguiente:

GUSTAVO A. BRITOS SI///

///GUEN LAS FIRMAS

ANA CLARA PAULETTI VALERIA M. BARBIERO de DEBEHERES


(Abstención)

ante mi:
DANIELA A. BADARACCO
Secretaria

SENTENCIA:
GUALEGUAYCHU, 17 de abril de 2019.
Y VISTO:
Por los fundamentos del Acuerdo que antecede, por mayoría;
SE RESUELVE:-
1.-ADMITIR el recurso de apelación interpuesto por M. N. V. y
revocar el punto IV de la sentencia de fs. 295/300 vta., rechazando la
pretensión por daños y perjuicios, con costas a la reconviniente
2.-DEJAR sin efecto los honorarios regulados V.- de la
sentencia de fs. 295/300 vta. y REGULAR los honorarios profesionales
de la primera instancia a los Dres. M. A. A., M. C. C. y M. R. C. en las
sumas de PESOS TREINTA MIL CUATROCIENTOS SETENTA Y TRES CON
TREINTA CENTAVOS ($30.473,30=57,49J), para cada uno de ellos y del
Dr. L. F. en la suma de PESOS CIENTO TREINTA MIL SEISCIENTOS
($130.600=246,41J) arts. 2, 3, 5, 7, 13, 14, 30, 31, y concs. de la Ley
7046.
3.-REGULAR los honorarios del recurso a los Dres. L. F. en la
suma de PESOS CINCUENTA Y DOS MIL DOSCIENTOS CUARENTA
($52.240=98,56J) y a la Dra. M. V. G., en la suma de PESOS TREINTA Y
SEIS MIL QUINIENTOS SESENTA Y OCHO ($36.568,00=68,99J), art. 64
LA.
4.-REGISTRAR, notificar y, oportunamente, bajar.

GUSTAVO A. BRITOS
ANA CLARA PAULETTI VALERIA M. BARBIERO DE DEBEHERES

ante mi:

DANIELA A. BADARACCO
Secretaria

En .../.../... se registró en soporte informático (Acuerdo S.T.J Nº 20/09


del 23/06/09 Punto 7). Conste.

DANIELA A. BADARACCO
Secretaria

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