Sei sulla pagina 1di 3

TAMBIÉN


SERÁS
Isabela Figueroa
TAMBIÉN

SERÁS
Isabela Figueroa
You’ll be older too bilidades reproductivas, me encontraré
And if you say the word más cerca de un final que de un inicio.
I could stay with you
The Beatles, 1967. Mi madre decidió afrontar la amenaza
de la impermanencia desde la intangi-
bilidad de su belleza. Cirugías estéticas,
Los reyes de ese mundo son ancianos vitaminas y caminatas religiosas a cada
Todo volverá a ser grande y violento mañana de las semanas que vuelan. Su
También tu serás grande estrategia es un éxito, y ella es beldad de
R. M. Rilke, 1903. ojos verdes a lo alto de sus casi 80 años.
Una estrategia exitosa que no me sirve.
En mi juventud mis tácticas de super-
vivencia social me llevaron a buscar la
Menopausia. Amarga palabra. Del grie- belleza en otra parte.
go mens y pausi, indica el final del mun-
do de los ciclos mensuales femeninos. Crecida suburbana e interiorana en el
Según la enciclopedia popular Wikipedia, sur de América del Sur, comprendí muy
es un proceso que ocasiona un reajuste temprano que mi aceptación social no
de rol -en la familia o comunidad- por la se daría por la apostura de mis tetas o la
toma de consciencia de la vulnerabilidad sabrosura de mi culo. Cuando tenía 11 o
de la vida. Vivir es riesgoso. A cualquier 12 años, un compañero me dijo “eres la
hora podemos morir. chica más bella de la clase, si yo fuese tu
novio te llevaría a correr todos los días
Tengo 47 años y estoy acercándome a la hasta la playa”. Un alago a mi rostro, un
menopausia. Mi cuerpo lo dice todos los reproche a mi talla. ¿Qué podría hacer?
días. Habituarse a las gafas presbiciria- Mais au bout du corps, l’esprit, me dijo
nas, a la piel que poco a poco pierde su Paul Valéry. El espíritu me salvaría de la
brillo y firmeza, al pelo cada vez más gris, esquizofrenia atribuida a mi cuerpo.
al cansancio de ciertos días. Adaptarse
a perecer. El fin de la vida; el cuerpo me El compañerito me ayudó. Junto a otros
lo recuerda. Aunque rellenara mis tetas, y otras, me obligó, por medio del dolor,
pintara mi pelo o planchara mi rostro, a buscar lugares alternos donde acoplar-
eventualmente llegaría la ausencia de me como adolescente y luego como una
lunas, acompañada por el testimonio de joven mujer. En la música ochentera de
una hija que crece y me florece en ella. cinta-casete y en la literatura de inicia-
También persistirían la pérdida gradual de ción, al lado de mis también desen-
visión y mis manos que empiezan a verse cajados amigos que con inteligencia,
viejas. No hay remedio. Finalizando posi- angustia y alegría me acompañaron en
aquellas búsquedas preliminares. Tam- paso a paso la escalera, cuenta regresiva
bién me acompañaron en la bohemia, en para ser de los gusanos la comida (Vie-
las drogas y en el alcohol. Tanta distancia ja, 2018). Todas envejecemos, incluso
quise tomar de lo que me era propuesto las maravillosas como ella. Entonces An-
como femenino, que mi iniciación sexual drea nos deja, finalmente, igualarnos a
fue voluntariamente patética. Quería, ella. Porque las divas quizá se enamoren
más que todo, librarme de la “virgini- mejor que las comunes (¿como no?),
dad”, una carne sin transcendencia, más vivan con más delirio y rock’n roll, pero
estorbo que tesoro. Los jóvenes que a esa esquina también llegan, con sus
estaban disponibles a la vuelta, eran tan cuerpos. ¿Para que me sirve mi cuerpo?
o más confusos que yo. A los buenos Para salir en bikini y que todos me ad-
chicos los hacía de amigos: ¿para qué miren, ¿o pa’ sentir la brisa sin ninguna
perderlos en los descaminos de la pasión prisa? Gracias, Diva. Asimismo Gilberto
inmatura? Gil, quien me enseñó a amar con lige-
reza y optimismo, ha dicho que grabó
Acercarme a la menopausia no me trae su primer “disco de viejo” (Ok, ok, ok,
tantos dramas con el aspecto de mi 2018). ¿Quieren mi opinión?, pregunta
cuerpo, forjé belleza y feminidad en otros Gil. Espero que minha alma seja nobre o
lugares. Me molesta la permanencia de suficiente enquanto eu estiver vivo. Ok,
las gafas. También algún cansancio de Gil. Comprendo y suscribo. El Gran Ma-
ciertos días. Por ahora es sólo eso. Pero yor Pepe Mujica se retiró del escenario
hay una gran novedad que me asombra político porque hay un tiempo para mo-
gratamente. Empecé a percibir y escu- rir, dijo. Y él no quiere hacerlo dentro de
char el fin de la vida. Mi cuerpo me hace un salón de egos. Morir en paz y con los
vivir lo perecedero, y esa consciencia suyos es parte del buenvivir. La muerte
corporal trae preguntas serias. ¿Qué es siempre fue el único futuro predecible.
lo que tengo por delante ahora, cuan- La decadencia nos hace comprender: tú
do se desvanece la juventud? Si todo también serás. And that’s ok.
sale como con mis ancestros longevos,
tendré unos 30 o 40 años más de enveje-
cimiento. La decadencia recién empieza,
¿cómo la viviré? ¿Cómo se supone que
envejece el cuerpo de un alma libre?

El término menopausia es infeliz porque


sólo apunta lo que se termina. Nom-
bre que la medicina patriarcal da a un
proceso exclusivamente femenino, que
no es lineal ni tajante. Cierto que es el fin
de la vida reproductiva, pero es además
una transformación rica y profunda en el
templo de la mujer. Es un duelo también.
Duele transformar. Como un parto al
revés y bastante más largo. No siendo
más necesarias las crecientes y bajantes
de la luna, el agua va pausando y empe-
zamos a contemplar. Recién comprendo
lo que no podía ver allá en los ochentas o
noventas: mi cuerpo no es más ni menos
que la carga genética que todas traemos
y llevamos, de aquí hacia allá en la ruta
del tiempo. No es posible detener ni el
cuerpo ni el tiempo, sólo atravesarlos.

Al igual que cuando devenía joven, ahora


también cuento con unas guías que cris-
petean por ahí. Andrea Echeverri lamenta
hermosamente de su vida malparida de
la juventud asesina, una calavera bajando

Potrebbero piacerti anche