Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
EN SU NOMBRE
JUZGADO SUPERIOR EN LO CIVIL Y CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
DE LA REGIÓN CENTRO OCCIDENTAL
EXP. Nº KE01-X-2015-000029
I
DE LA DEMANDA POR ABSTENCIÓN INTENTADA
Y DE LA MEDIDA CAUTELAR SOLICITADA
Que “tal omisión constituye una violación constitucional no solo del artículo 51, por
el derecho a la petición y a la respuesta oportuna y adecuada, sino también al 89 por
el derecho a la protección del trabajo y al 143 al derecho a ser informado oportuna y
verazmente consagrados en nuestra Carta Magna (...)”.
Que “(...) Después de consignar todos y cada uno de los documentos exigidos por la
Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) para el ingreso del
Personal Académico al IPB mediante Concurso de Oposición, convocado
públicamente, a efectuarse en el mes de noviembre del 2014, presenta[ron] cada uno
de [ellos] las correspondientes pruebas tanto de conocimiento como de aptitud
pedagógica para obtener de esta forma la puntuación que [los] acreditara como
ganadores de los respectivos concursos ofertados por la Universidad (…) Ahora bien,
de los 116 cargos sometidos a concursos, 97 aspirantes resulta[ron] ganadores en los
diferentes cursos y/o fases ofertados, y obtuvi[eron] con ello el derecho a
incorporar[se] al desempeño de los cargos como personal ordinario con estabilidad
plena, en la fecha prevista por el Instituto Pedagógico de Barquisimeto “Luis Beltrán
Prieto Figueroa”, que fue el Primero (1°) de marzo de 2015 tal como consta en la
Resolución N° 2014-06-1247 extraordinario de fecha 27 de noviembre de 2014,
emanada del Consejo Directivo como máxima instancia institucional (…)”.
(Mayúsculas y negrillas de la cita, corchetes agregados).
Que “(…) a 79 profesores les llego la Resolución formal del Consejo Universitario
acreditándolos como ganadores y con el derecho a la incorporación a la fecha
prevista, tal como ya ocurrió, y fueron incorporados a la universidad (…) esta
situación de incumplimiento del Consejo Universitario [les] genera zozobra y gran
preocupación, por ser violatoria de [sus] derechos y porque, con el transcurrir desde
el 1° de marzo de 2015, se hace latente la amenaza de que no ser[án] reconocidos
como miembros del personal ordinario de la Universidad, habida cuenta que el actual
semestre comenzó el 22/04/2015 y de acuerdo con el artículo 27 de la Normativa
Especial que Reglamenta los Concursos de Oposición de la UPEL debi[eron]
incoporar[se] como miembros del personal académico, en periodo de prueba, en el
período académico ordinario siguiente al de la realización del concurso respectivo, y
de no hacerlo [pierden] tal condición”. (Corchetes agregados).
II
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
Así, las medidas cautelares son un instrumento que sirve para evitar que la justicia
pierda su eficacia, y se adoptan con la finalidad de asegurar provisionalmente los
bienes, la situación jurídica, el derecho o el interés de que se trate, para que la
sentencia en su caso, pueda ser ejecutada eficaz e íntegramente. A través de estas
medidas el juez, en cada caso concreto, utiliza los medios que sean necesarios para
que el derecho, cuya tutela se solicita, permanezca íntegro durante el tiempo que dure
el proceso, de tal manera que sea posible ejecutar, en su momento, la sentencia que
reconozca tal derecho.
Precisado lo anterior, advierte este Juzgado que los requisitos necesarios para el
otorgamiento de las medidas cautelares, son la apariencia de buen derecho (fumus
boni iuris) y el riesgo manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo
(periculum in mora), por cuanto se dispone como finalidad de las medidas cautelares
garantizar las resultas del juicio. En este sentido, se observa que la exigencia de
ambos requisitos es consustancial a la naturaleza jurídica de toda medida cautelar,
tanto así que si el legislador prescindiera de alguno de tales supuestos, estaría
desnaturalizando la esencia misma de las cautelas (CALAMANDREI, Piero.
“Providencias Cautelares”, traducción de Santiago Sentis Melendo. Buenos Aires:
Editorial Bibliográfica Argentina, 1984. p. 69 y s).
Siendo ello así, es necesario precisar que las medidas cautelares están dirigidas a
preservar el derecho del solicitante asegurándole la ejecución del fallo definitivo,
pero no puede este mecanismo cautelar utilizarse para obtener un pronunciamiento
idéntico al perseguido con la acción principal. Ello tiene sustento en la circunstancia
de que se distorsionaría el objetivo de la tutela cautelar ya que -se reitera-
indefectiblemente de acordarse lo solicitado, esto es, que la Administración actúe o
dicte determinado acto administrativo, no se estaría precaviendo un eventual daño,
sino creando o constituyendo una situación que se hace invariable o inmutable a
favor del recurrente. (Vid. Sentencia Nº 1508 de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia de fecha 6 de junio de 2003. Exp. 02-2193; caso: Jesús Alberto
Díaz Peña).
En ese sentido, observa quien juzga, que la medida cautelar solicitada en la presente
causa resulta a todas luces improcedente pues lo contrario implicaría un
pronunciamiento sobre el fondo del asunto que vaciaría de contenido la sentencia
definitiva que será emitida por este Juzgado; así, en el presente asunto se evidencia
que más allá de la identidad y homogeneidad que puede -o debe- existir entre la
pretensión principal y la solicitud cautelar, se evidencia en el caso bajo análisis que
estas son idénticas, dado que ambas están dirigidas a la obtención por parte del
ciudadano Raúl Edecio López Sayazo, en su condición de Rector y Presidente del
Consejo Universitario de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, de lo
siguiente: i) respuesta inmediata sobre la Resolución del Consejo Universitario que
les acredita a los demandantes como profesores Instructores a tiempo completo en la
UPEL; y, ii) pronunciamiento con relación a las Resoluciones mediante las cuales se
les acredita a los demandantes como profesores a tiempo completo UPEL, después
de haber sido declarados ganadores de los concursos de oposición 2014 por el
Consejo Directivo del Instituto Pedagógico de Barquisimeto “Luis Beltrán Prieto
Figueroa”; es decir, se persigue exactamente lo mismo con la petición cautelar y la
pretensión principal, situación que constituye una limitante para el juez en materia
cautelar, en atención a lo establecido en el artículo 104 de la Ley Orgánica de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa. (Cfr. Sentencia Nº 00702 de la Sala
Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 21 de mayo de
2009. Exp. 2002-0500; caso: BOKHSIBIKA).
Con relación a lo anterior, ha advertido la Sala Político Administrativa del Tribunal
Supremo de Justicia que el objeto de la pretensión cautelar no puede ser el mismo
que el de la pretensión principal, por cuanto la decisión sobre este último se dicta una
vez concluido el debate sobre los hechos controvertidos, mientras que la decisión
sobre aquél se dicta prima facie. (Vid. Sentencia Nº 00069 de la Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 16 de enero de 2008. Exp.
2007-0125; caso: Concejo Municipal del Municipio Caroní del Estado Bolívar y
Alcaldía del Municipio Caroní del Estado Bolívar).
Más aún cuando se demanda a la Administración por una presunta abstención -como
en el caso de marras- la causa es tramitada mediante el procedimiento breve
contenido en la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa del año
2010, pudiendo ser resuelto el mismo en un tiempo prudencial; en efecto, como
apunta el autor Ramos González, el referido procedimiento breve, se yergue, más
que como un procedimiento formal para tramitar las demandas de los ciudadanos y
ciudadanas, como una auténtica garantía para estos y estas en la defensa de sus
derechos individuales y colectivos, esto es en gran medida por su celeridad, la
oportunidad de ser oído en audiencia así como la posibilidad de conciliación.
(RAMOS GONZÁLEZ, Emilio. Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa, Comentada. Fundación Gaceta Forense, Edición y Publicaciones.
Tribunal Supremo de Justicia. Caracas, Venezuela, 2013. Pág. 522).
III
DECISIÓN