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Concepción del estado según Thomas Hobbes

“La naturaleza (el arte con que Dios ha hecho y gobierna el mundo) esta imitada de

tal modo, como en otras muchas cosas, por el arte del hombre, que este puede crear

un animal artificial” [CITATION Tho \l 9226 ] el estado de naturaleza es un concepto

de moral y filosofía política, especialmente en terrenos en donde se considera que

las normas, y derechos del ser humano son propios de la naturaleza del ser

humano, y anteriores a cualquier derecho. Hobbes busca una solución para la

inestabilidad y la inseguridad de la nación, descompone los comportamientos

humanos parte desde la anarquía, natural para desplegar un contrato social que

aportara la paz civil.

Para Thomas Hobbes, la concepción de estado es un punto de partida que trata de

establecer la justicia o injusticia de las acciones humanas, y los conceptos originales

de justicia y estado. Donde solo se puede demostrar como consecuencia, lo posible

y lo necesario de la voluntad colectiva para llegar a una satisfactoria conclusión. El

interés político de Hobbes se anima y exalta con las adversidades de Inglaterra es

entonces cuando la idea construye su LEVIATÁN, libro en el cual se desarrolla la

teoría integral de la gobernación civil, en relación con la crisis política resultante de

la guerra.

El LEVIATÁN, es un monstruo integrado por los seres humanos, dotado de una vida

cuyo origen brota de las razones humanas, pero bajo la presión de las

circunstancias y las necesidades de caen, por obra de las pasiones, en la guerra civil

y en la muerte, Y sobre todo cuando afirmó que el nuevo estado ingles debería

excluir con firmeza todos los defectos orgánicos del antiguo estado, y ser netamente

racionalista y laico porque se debe basar en un modelo político optimo y realista.


Hobbes, desarrolla su idea del pacto social, que fue desarrollado por los hombres

como garantía de la seguridad individual y como forma de poner fin a los conflictos

que, por naturaleza, generan estos intereses individuales. Así, a las pasiones

naturales del hombre se oponen las leyes morales, siendo a su vez leyes naturales.

Sin embargo, este pacto implica ceder todos los derechos individuales al

gobernante, para garantizar la paz entre los hombres, que si usaron sus derechos

con amplitud perjudicaron a sus semejantes, al ser hombre malo por naturaleza, o

en sus palabras “ser el hombre el lobo del hombre”. Por eso, el Estado debería ser

absolutista, para imponer a los malvados un comportamiento adecuado al bien

social.

El pacto social se basa entonces en la suma de todos los intereses individuales.

Este es el interés privado que nace del bien público así que, aunque el individuo vea

un beneficio desde su punto de vista solo puede lograrlo al integrarse al pacto.

Para el filósofo Hobbes, el ciudadano es un ser que busca su propio beneficio que

solamente está motivado por sus intereses individuales y en su búsqueda de poder

fija sus relaciones entre individuos y sociedad, lo cual lo conduce a una lucha de

todos contra todos. Para Hobbes si dos seres humanos desean lo mismo cada uno

busca obtener el poder forzándose para eliminar o someter al otro.

Todos los hombres son por naturaleza igualmente razonables, cuando se trata de

evaluar cual es el mejor medio para conservarse así mismo.

Así pues, dentro de la naturaleza del hombre se hallan tres causas principales de

desacuerdo o discordia. La primera, es la competencia, que causa un impulso a los

hombres de atacarse para así poder lograr un beneficio; la segunda, es la


desconfianza; y la tercera, es la gloria. Con todas estas causas es notorio que

durante

el tiempo en el que el individuo en este caso los ciudadanos vivan sin un poder que

los intimide a todos se encontraran en lucha de todos contra todos como dijimos

anteriormente.

Thomas, determina al ciudadano como súbditos, es decir, aquellas personas que

están sujetas a la autoridad del gobernante y por ende están obligados a obedecerlo

en cada una de sus exigencias.

El LEVIATÁN es el “monstruo” al que le transferimos nuestros derechos y le damos

la facultad de gobernarnos con algo más que nuestro consentimiento. Mencionamos

al estado como un “monstruo” para hacer énfasis en la forma en como el estado nos

gobierna sin tener en cuenta las opiniones del pueblo, vulnerando así los derechos

que tenemos.

Hobbes define al estado como:

Una persona de cuyos actos una gran multitud, por pactos minutos, realizados entre sí,

haciendo instituida por cada una como autor, al objeto de que pueda utilizar la

fortaleza y medio de todos, como lo juzgue oportuno para asegurar la paz y defensa

común. [ CITATION Tho \l 9226 ]

Sin lugar a dudas es llamativa la visión absolutista de Hobbes. Si bien este Dios

mortal llamado Estado es un mal es uno de aquellos males considerados

necesarios. Tanto así que no existe posibilidades de discrepancias respecto a las

actuaciones futuras que pueda llegar a realizar este Soberano. Si cumple con las

funciones primordiales como son el mantenimiento de la seguridad y la paz, jamás

podría haber posibilidades de rebelión o desobediencia civil contra este.


Todo lo anterior se puede relacionar en algunos aspectos a la realidad actual de

Colombia. Una sociedad que de manera permanente se reinventa, se organiza para

que vayan surgiendo pactos políticos que incluyen nuevos actores, pero aun así el

Estado no logra garantizar los mínimos de vida, seguridad y paz.

En ese sentido, la situación de muchos líderes sociales en distintas regiones del país

que vienen siendo asesinados de manera sistemática, con patrones ideológicos

comunes como son la defensa de sus derechos humanos fundamentales al acceso a

la tierra, al desarrollo rural, al reconocimiento a la calidad de víctimas del conflicto

armado; es lo más parecido al estado de guerra inicial relatado por Hobbes.

Teniendo en cuenta la teoría de Thomas Hobbes podemos encontrar muchas

similitudes con la constitución política actual de Colombia tales como: primero, el

ciudadano no puede cambiar de forma radical la forma en que gobiernan; segundo,

nadie sin injusticia puede protestar contra la decisión tomada por la mayoría; tercero,

el ciudadano no podrá acusar los actos del gobernante o como lo llama Hobbes del

soberano; quinto, las decisiones tomadas por el soberano podrán ser castigadas por

el ciudadano; sexto, el gobierno es juez de lo que es necesario para la paz y la

defensa del pueblo.

Hobbes describe al estado de naturaleza como “el estado del todos contra todos”.

En nuestra realidad, sería “el estado de colombianos contra colombianos”. El estado

por más leyes y promueva, nunca será capaz de garantizarle a los colombianos

una vida tranquila, y mucho menos, podrá garantizar la misma vida.

Colombia es un estado legal, pero no legítimo. Pues en muchas oportunidades se ve

quebrantado el contrato, tanto por los súbditos como por los soberanos. También se
concluye que lastimosamente, aunque seamos un estado legal, aún seguimos

teniendo el mismo miedo que las personas del siglo en el que se escribió El Leviatán

tenían, y es a morir de una manera violenta. Anteriormente, las muertes violentas

eran por ideales políticos, por conflictos bélicos revolucionarios, las mismas que hoy

en día.
Bibliografía
Hobbes, T. (2000). El Leviatán: o la materia, forma y poder de una republica eclesiastica y

civil. Buenos Aires: Fondo de cultura economica.


Parcial 1

Concepción del Estado según Thomas Hobbes

Integrantes

Baleta Pulgarin Danna (T00062969)

Botello Meza Lesly (T00061265)

Estrada Rivera Jesus (T00062346)

Universidad Tecnologica de Bolivar

Psicologia

Constitución politica

Cartagena de indias, Bolivar

Marzo 04 del 2020

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