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BOLILLA 15: ELEMENTOS DE RESPONSABILIDAD CIVIL: FACTORES OBJETIVOS DE LA RESPONSABILIDAD.

FACTORES OBJETIVOS DE RESPONSABILIDAD CONCEPTO.


La regla en el dcho Argentino es el factor de atribución objetivo, la culpa es el principio general, q un factor sea
subjetivo quiere decir q para ser responsable la persona que causa el daño debe existir al menos culpa y q esta debe
ser demostrada por la victima.
Un factor de atribución es objetivo, cuando no es necesaria la presencia de culpa, sino q basta con la mera causación
del daño. Al victimario no le esta permitida la prueba de falta de culpa sino únicamente la ruptura de la cadena
causal. Estas deben estar previstas en la ley, dado su carácter excepcional.
En las hipótesis de atribución objetiva de responsabilidad, la ilicitud no está en el acto, que resulta ajeno a toda
conducta consiente (riesgo de la cosa, garantía del principal, acto involuntario), sino que la ilicitud se halla
potencialmente y se manifiesta en el hecho de no indemnizar el daño causado.
Los factores objetivos de responsabilidad admitidos por la ley como fundamento del deber de indemnizar son:

 Garantía
 Riesgo (unidad 16)
 Equidad
 El abuso del dcho
 Y el exceso de la normal tolerancia entre vecinos

Art 1722. El factor de atribución es objetivo cuando la culpa del agente es irrelevante a los efectos de atribuir
responsabilidad. En tales casos, el responsable se libera demostrando la causa ajena, excepto disposición legal en
contrario.

SECTORES DE APLICACIÓN DEL FACTOR GARANTIA.


En el ámbito de la responsabilidad extracontractual funciona este factor objetivo en el supuesto de la
responsabilidad indirecta del principal por el daño causado por sus dependientes. Art 1753. El principal responde
objetivamente por los daños que causen los que están bajo su dependencia, o las personas de las cuales se sirve
para el cumplimiento de sus obligaciones, cuando el hecho dañoso acaece en ejercicio o con ocasión de las
funciones encomendadas.
La falta de discernimiento del dependiente no excusa al principal.
La responsabilidad del principal es concurrente con la del dependiente.

HECHO DEL DEPENDIENTE


En una relación de dependencia el principal debe garantizar a los 3ros damnificados la reparación de los daños
cometidos por su dependiente. Si se cumplen determinadas condiciones.

_ FUNDAMENTO
a) Doctrinas subjetivistas.- fundamentan la responsabilidad del principal por el hecho del dependiente en la idea de
culpabilidad.

1. Culpa «in eligenda»: Basada en el pensamiento de Pothier y en el Código de Francia, sostiene q la


responsabilidad del principal por el hecho del dependiente anida en la omisión de adoptar la diligencia del caso al
seleccionarlo y designarlo lo cual se plasmaría en una culpa.
La relación de causalidad se plasma indirectamente, el principal responde por un daño q él no causó directamente sí
de modo indirecto, pues si él hubiera elegido bien o adecuadamente al dependiente, éste no habría obrado
antijurídicamente.

2. Culpa «in vigilando». El fundamento de la responsabilidad del principal radicaría en la vigilancia insuficiente del
principal respecto de la conducta del dependiente. Quien se vale de 3ros para ampliar su esfera de acción, debe
adoptar las medidas pertinentes para q la fluctuación de estosúltimos no se desorbite, causando daños a terceros.
De ocurrir esto último,el principal ve comprometida su responsabilidad porq ha permitido q alguien sujeto a sus
órdenes cause el daño. El centro de la cuestión radicaría en el acto de impartir instrucciones y de controlar el
cumplimiento de las mismas por el subordinado.

3.- Doctrina de la culpa in eligendo o in vigilando: combina las doctrinas anteriores. La responsabilidad del principal
se funda en una presunción (legal) de culpa en la elección, o en la vigilancia del dependiente, pudiendo concurrir
ambas circunstancias. No interesa identificar cuál es el tipo específico de culpa en q ha incurrido.
La mayoría de los autores q se enrolan dentro de esta corriente aceptan q la responsabilidad del principal es
inexcusable, lo cual conduce a una variante de esta posición, más rígida la teoría de la presunción legal de culpa q
afirman q la responsabilidadq se impone al principal está alcanzada por los mismos principios y fundamentos q la q
proviene del hecho personal.

Pizarro establece q estas normas no son aplicables porq en el dcho argentino, ninguna norma establece q la
responsabilidad extracontractual del principal por el hecho del dependiente deba sustentarse en la culpa.

b) Doctrinas objetivistas.- hacen abstracción de la idea de culpabilidad a la hora de imputar.

1. La teoría de la sustitución o del instrumento. La responsabilidad (indirecta) del principal por el hecho del
dependiente obedecería a q este último es un instrumento de aquél. Señala Orgaz q: "En este campo de las
funciones, el dependiente no es mas q una prolongación del patrón mismo; jurídicamente es éste, en realidad, quien
obra por intermedio de su dependiente". Habría una fuerte identificación practica entre el dependiente y el
subordinado q actua en el ámbito de la función encomendada, por lo q se considera q han sido realizados por el
mismo.
No da razones por la q justifica esta responsabilidad.

2. Teoría de la representación. Es muy próxima a la anterior teoría. El principal responde por el dependiente en
razón de existir una suerte de representación en la acción de aquél por este último. Se afirma q ello conduce a una
especie de responsabilidad del representado, por los daños que causó su representante en orden al negocio objeto
de la representación. Se produciría una suerte de confusión jurídica de la personalidad de ambos sujetos.

3. Teoría de la obligación legal de garantía. [TRIGO, BUSTAMANTE ALSINA, KEMELMAJER DE CARLUCCI, LOPEZ
HERRERA]. Conforme a ella, "el verdadero fundamento de la responsabilidad del comitente estaría en la idea de
'garantía' hacia los 3ros: se trataría de una obligación legal de garantía, impuesta por consideraciones de justicia y de
interés social, y como medio de brindar una más eficaz protección a la víctima ante la posible insolvencia del autor
directo del daño.
Concebida de tal modo la cuestión, la ley convertiría al principal en garante (transitorio) frente a 3ros de la actividad
de sus subordinados, por razones de utilidad social, siendo dicha atribución formulada con total abstracción de la
idea de culpabilidad y sobre la base de un factor objetivo de atribución que sería la garantía.
Habría una suerte de propagación sobre él de los efectos del acto dañoso del dependiente realizado en ejercicio o
con ocasión de sus funciones lo cual conduce a responsabilizar al principal sólo si se prueba la responsabilidad del
dependiente.

4. La doctrina del riesgo creado. (Pizarro).- De acuerdo con esta doctrina quien se vale de dependientes para
desplegar sus actividades debe asumir el riesgo de las contingencias dañosas q la conducta de éstos genere con
relación a 3ros, en ejercicio o con ocasión de sus funciones. Tal situación supone, la necesidad de q el comitente
asuma el riesgo de la actividad por él creado frente a terceros.
Por lo q quien se vale de dependientes para elongar su esfera de acción realiza una actividad riesgosa, lleva
aparejada un correlativo aumento de las posibilidades de daño, en los cuales se comprende los q el dependiente
pueda causar. Este riesgo no difiere del q proviene de las cosas.

CONDICIONES PARA EL FUNCIONAMIENTO DE ESTA RESPONSABILIDAD.


El principal no responde siempre por el hecho del dependiente, sino cuando se dan las siguientes condiciones,
además del daño causado a un 3ro:
1. Relación de dependencia: El autor del daño debe estar en relación de dependencia con el civilmente
responsable, lo q quiere decir q debe obrar por cuenta de otro. No se debe extender únicamente a la
relación de dependencia laboral, la noción es más amplia y comprende situaciones en q el principal tiene un
poder de mando o control y q esas instrucciones satisfagan el interés de quien las manda.
No es requisito la subordinación económica, ni la remuneración por el trabajo. La dependencia incluso,
puede ser transitoria u ocasional. Si es necesario q la orden sea licita, si es ilícita no hay responsabilidad
refleja sino directa del dependiente.
La responsabilidad del principal por el dependiente cesa en caso de contratos en los cuales el dependiente
es un empresario q realiza sus actividades bajo su propio riesgo y sin recibir instrucciones (ej: el pasajero de
un taxi, no es responsable si el taxista atropella a un peatón, si tiene la responsabilidad la agencia de
remises)
2. Ejercicio de la función: El principal no responderá de cualquier daño q cause su subordinado, sino solamente
de aquellos que tengan relación con la función encomendada. El deber de garantía no puede extenderse
sino a aquellos daños que pudieren ocasionarse cuando el dependiente está cumpliendo una actividad en
interés del principal.
No es fácil determinar cuáles son los límites de la función encomendada por el principal, hasta dónde llega el
razonable interés de éste, de modo de atribuirle responsabilidad por los actos que ejecuta el dependiente. Al
respecto existen dos posiciones doctrinarias: una restrictiva, que sólo admite la responsabilidad del principal
cuando los hechos ilícitos del dependiente lo han sido en el ejercicio de la función encomendada, aun
cuando ella fuere ejercida irregular o abusivamente; la otra doctrina se aproxima bastante a la teoría
objetiva del riesgo creado, y propicia esta responsabilidad cuando el acto ilícito del dependiente ha sido
causado con motivo o en ocasión de la función.

SE HA CRITICADO A ESTAS DOS POSICIONES, CONSIDERÁNDOLAS DE FORMULACIÓN ESTRICTA Y EXTERNA, Y, POR LO


TANTO, INSATISFACTORIA.

BORDA dice que limitar la responsabilidad al supuesto estricto del daño ocasionado en ejercicio de las funciones,
dejaría sin reparación múltiples daños en que la responsabilidad del principal parece imponerse. Ej, el supuesto del
guarda de ómnibus que a raíz de un incidente circunstancial con un pasajero, lo lesiona. En este ejemplo se advierte
que el guarda no actúa en el ejercicio de sus funciones; pero si la violencia se ha originado en una discusión sobre
cuestiones del transporte, es razonable que el principal responda. Dice el mismo autor que también resultaría
inadecuado el concepto demasiado amplio y vago del daño realizado en ocasión del trabajo. Ej, si el guarda de
ómnibus que ha jurado matar a su enemigo, lo encuentra en el vehículo y cumple su amenaza, parece justo eximir de
responsabilidad al principal, no obstante que el daño ocurrió con ocasión del trabajo. En conclusión, considera que
la responsabilidad del principal debe admitirse siempre que haya una razonable relación entre la función y el daño.

BUSTAMANTE ALSINA considera que es fundamental que el hecho se haya ejecutado en el ejercicio de la función
encomendada, no bastando que ella hubiese sido mera ocasión para cometer el daño. Si esta responsabilidad se
funda en un deber de garantía, el principal debe asumir el daño ocasionado por su dependiente actuando en vista
del fin fijado por aquél, o utilizando los medios puestos a su disposición, aunque hubiese actuado contra la
prohibición del principal o con abuso de las funciones. La responsabilidad del principal cesa, sin embargo, cuando el
3ro víctima del daño sabía o debía saber que el dependiente actuaba en su nombre personal, y no en el ejercicio de
sus funciones.

3. Acto ilícito del subordinado: El hecho del subordinado debe ser ilícito. El principal es responsable si su
dependiente tmb lo es. Esto debe ser entendido en sentido amplio incluyendo a los cuasidelitos y a los
delitos q cometa el empleado, como los casos de responsabilidad por riesgo. También se abarca aquellos
casos en los cuales el empleado responde por las cosas propias q utiliza (ej si se contrata a alguien para q
realice un trabajo utilizando cosas riesgosas de su propiedad como un auto).

2. RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL
A. OBLIGACION DE SEGURIDAD.
Ha sido definida como “el deber secundario q, expresa o tácitamente, asumen las partes en ciertos contratos, de
preservar a las personas y bienes de sus co-contratantes, respecto de los daños q puedan ocasionarse durante su
ejecución”.
La obligación de seguridad puede ser tácita, en la mayoría de los contratos así lo es, porq no hace falta q las partes
expresamente la incluyan en el contrato.
En algunos casos la garantía es expresa, ya sea porq se ha pactado o porq así lo dice la ley, como la obligación de
custodiar la cosa dada en depósito o los elementos q el viajero introduce en el hotel. Existen otros contratos donde
las partes tienen interés en q se cumpla una prestación principal, pero dan por supuesto además q no sufrirán daños
en su persona o bienes. Así, la persona que compra una entrada en el cine no sólo espera ver una película, con un
buen sonido y sin cortes, sino que también entiende que el empresario tendrá sus matafuegos cargados, o
señalizadas las salidas para incendio. En este ejemplo la persona ha pactado una prestación a su favor también tiene
dcho a q se le garantice su seguridad, aunq no haya dicho una palabra al contratar o la ley no prevea ese supuesto. El
fundamento de esto es la buena fe.

La obligación de seguridad, tal como se la conoce en Argentina, es una creación pretoriana francesa. Con la reforma
de la ley 17.711, incorporar la buena fe en el primer párrafo del art. 961, de donde deriva la obligación de seguridad:
“Los contratos deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse de buena fe. Obligan no sólo a lo que está formalmente
expresado, sino a todas las consecuencias que puedan considerarse comprendidas en ellos, con los alcances en que
razonablemente se habría obligado un contratante cuidadoso y previsor .”.
La obligación de seguridad crea un deber positivo de actuar para proteger a otros:

a) Cuando el deudor crea una situación de riesgo q sólo él controla, como el fabricante de un medicamento.
b) Cuando hay una relación especial entre las partes, como el dueño de un colegio respecto de los alumnos.
c) Cuando el deudor está en mejores condiciones (normalmente porque puede hacerlo a un menor costo) de
evitar el daño, como el organizador de un recital de rock, q está en mejores condiciones que el público de evitar
que se vendan bebidas alcohólicas.

RESPONSABILIDAD DE LOS PROPIETARIOS DE ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS. DAÑOS SUFRIDOS Y CAUSADOS POR


LOS ALUMNOS.
Los padres en ejercicio de la patria potestad, tienen el deber de educar a sus hijos, para lo cual deben recurrir a
establecimientos expresamente habilitados para impartir educación. Si bien el interés principal de los padres es q sus
hijos sean educados, pesa sobre la institución educativa una obligación accesoria y tácita de seguridad, q quiere decir
q se garantiza q mientras el alumno está bajo la autoridad escolar no sufrirá daños, así no esté pactado o incluso si
no existe contrato escrito de enseñanza. Además, los daños q sufra deberá absorberlos la entidad educativa. El
régimen argentino previsto en el art. 1767 dice: “El titular de un establecimiento educativo responde por el daño
causado o sufrido por sus alumnos menores de edad cuando se hallen o deban hallarse bajo el control de la
autoridad escolar. La responsabilidad es objetiva y se exime sólo con la prueba del caso fortuito.
El establecimiento educativo debe contratar un seguro de responsabilidad civil, de acuerdo a los requisitos que fije la
autoridad en materia aseguradora.
Esta norma no se aplica a los establecimientos de educación superior o universitaria”.

Condiciones de aplicación de esta responsabilidad:

1)Establecimientos comprendidos: escuelas públicas y privadas, gratuitas o pagas, subsidiadas o no, escuelas para
niños con capacidades diferentes, sin distinción alguna. Están comprendidos todos los niveles (Inicial, EGB1, EGB2,
EGB3), estando sólo exceptuada la educación terciaria y la universitaria. La razón de la excepción es q la vigilancia es
más difícil en este tipo de instituciones, y normalmente la concurrencia es de alumnos q se encuentran muy cercanos
a la mayoría de edad, o q la han sobrepasado.
La jurisprudencia nacional ha interpretado q la expresión “establecimientos educativos”, alcanza a todas las
organizaciones establecidas para impartir enseñanza, sin que sea procedente limitar su alcance a aquellas q estén
encuadradas dentro de la Ley Federal de Educación.
Lo importante es que haya transmisión de conocimiento (profesor y alumno), por eso no se aplicaría a las guarderías
según algunos autores porq no hay transmisión de conocimiento.

2)Sujetos pasivos comprendidos: El principal responsable es ahora el propietario del establecimiento educativo. Esto
es, el dueño, o quien figurare inscripto como tal ante la autoridad respectiva, o sea la persona q organiza y gestiona
el desarrollo de la actividad educativa en su propio interés. No quiere decir dueño del inmueble o de las
instalaciones, sino del colegio o escuela en sí. La responsabilidad del propietario es objetiva, ya que únicamente
puede eximirse probando el caso fortuito.
La culpa de los directores y maestros ahora tendrá lugar cuando sean demandados en forma concurrente con el
propietario, cuando el propietario repita el daño contra su dependiente y cuando los padres decidan demandarlos
por insuficiente o falta de seguro por parte del establecimiento.

3)Tipo de responsabilidad y factor de atribución: El propietario del establecimiento tiene responsabilidad objetiva y
el factor de atribución es el riesgo creado. Es quien recoge los beneficios; por lo tanto, soporta el riesgo. Respecto
de los beneficios, debe entenderse no sólo a los económicos sino los altruistas, como sería el caso de los colegios
confesionales, en los cuales la motivación económica pasa a segundo plano, porque lo principal es la educación en la
fe o en determinadas creencias.
Respecto del director y del maestro, la responsabilidad es ahora subjetiva, por lo que deberá probarse al menos la
culpa.
Ejemplo: Así, en un caso en que un menor se accidentó en un tobogán del jardín de infantes, se resolvió que toda la
diligencia puesta por las autoridades educativas y la maestra, no excusa, porque el factor es objetivo.

4)Tipo de daños: Los daños comprendidos son todos los q sean causados o sufridos por sus alumnos en su integridad
física, psíquica o sexual. Comprende los daños q cause un alumno a otro, los q se cause a sí mismo, los q sufra por
hecho de las cosas de propiedad de la escuela (escaleras, ventanas) y los q sufra por hecho de 3ros dentro del
establecimiento, aun de aquellos por los q no se debe responder, siempre q el hecho no sea inevitable o
imprevisible.
El colegio responde por los daños que sufra el alumno, por ej, a manos de hermanos mayores de otros alumnos o
familiares de otro alumno. La responsabilidad incluso se la ha extendido al alumno q es investido por un automóvil al
momento de la salida de la escuela, pues si bien dicho siniestro ocurrió fuera del ámbito del establecimiento, no
habría transcurrido un considerable lapso de tiempo desde el horario de salida, lo cual lo obligaba a los docentes a
ejercer la guarda efectiva sobre los alumnos durante ese período.

5)Actividades comprendidas: El establecimiento es responsable de todos los daños q sufra el alumno mientras esté
bajo la autoridad educativa, como clases de educación física, partidos de fútbol organizadas por el colegio,
campeonatos intercolegiales, incluido el recreo, el cual suele ser uno de los momentos donde más daños pueden
suceder. El ámbito escolar debe ser entendido con criterio amplio. Incluso es responsable cuando permite al alumno
salir del establecimiento en forma temporaria por “hora libre”, siempre que sea dentro del horario escolar. No
tendría a su cargo los daños si el alumno falta al colegio sin avisar a sus padres (“ratearse”).
El establecimiento educativo responde incluso si los daños fueron causados por un alumno de otro colegio durante
un partido intercolegial.
El colegio no responde, si el alumno no está bajo la actividad escolar, en el caso de una excursión q no fue
organizada por el instituto sino por los padres de los alumnos, ningún docente tomó parte en ella en representación
de la escuela y tampoco el viaje era de interés educativo.

6)Causal de eximición: La ley es muy rigurosa respecto del propietario, quien sólo se excusa de responder por caso
fortuito. Como contrapartida, el Código le impone la obligación de asegurarse, lo q suele estar incluido en la cuota de
algunos colegios, siendo trasladado a los padres, pues la ley no lo prohíbe. No podrá invocar la culpa de la víctima, ni
de un tercero, salvo que el hecho asuma características de inevitabilidad o imprevisibilidad. Ya no es causal de
irresponsabilidad no haber podido impedir el daño “con la autoridad que su calidad les confería y con el cuidado que
era de su deber poner”, si no hay caso fortuito.
B. OBLIGACION DE GARANTIA.
Principio general de responsabilidad por el hecho ajeno.

En el supuesto de los daños q pueda experimentar el acreedor en sus bienes, como consecuencia de la intervención
de dependientes o subordinados del deudor en la ejecución de la prestación, la obligación de seguridad se convierte
en una obligación de garantía. Se llama así porque la culpa o dolo del dependiente puede comprometer su
responsabilidad personal por el hecho propio en la órbita extracontractual, pero desde q ese hecho ha sido
ejecutado en el cumplimiento del contrato del deudor a quien el dependiente representa, ese deudor es también
responsable contractualmente por una obligación de garantía.

La obligación de garantía a cargo del deudor está implícita por el solo hecho de haber implicado a otro en la
ejecución de la obligación.
En ciertos supuestos el deudor (y en su caso el acreedor) responden también en igual medida que por su propia
conducta, de la conducta de sus representantes y auxiliares.

En esta materia no existen en nuestro derecho reglas generales. Ha sido contemplada en el Código en situaciones
particulares tales como la responsabilidad de los posaderos , de los transportistas , del locatario y del empresario en
la locación de obra.

Los principios contenidos en dichas reglas particulares deben ser generalizados, estableciéndose un sistema de
responsabilidad contractual por el hecho ajeno, según la intervención que el tercero ha tenido en la ejecución del
contrato.

1) Intervención por sí mismo: Cuando un 3ro interviene por sí mismo en el cumplimiento de un contrato e impide
con ello que el deudor cumpla con su obligación, este último se libera de la responsabilidad siempre que el hecho del
tercero constituya un caso fortuito o de fuerza mayor.
Sin embargo, el deudor sería responsable si hubiese podido o debido evitar esa intervención; en tal caso la ley le
impone el deber de garantizar al acreedor contra la acción de esos terceros.

2) Tercero encargado por la ley o el deudor:

_ Representantes legales: El representante legal del deudor compromete la responsabilidad de éste en la ejecución
del contrato. Esta solución corresponde por la identificación de las personas del representante y representado frente
a 3ros, en relación a los actos ilícitos.

_ Representantes convencionales: interviene por encargo del deudor o con su consentimiento. En estos supuestos
no es necesario q el 3ro q ejecuta la obligación sea o no dependiente del deudor. Así, puede ser un mandatario o un
empresario independiente, a quien el deudor encarga la ejecución de la obligación. Las condiciones para q funcione
esta responsabilidad son: a) Encargo del deudor; b) que el representante o auxiliar actúe en el cumplimiento de la
obligación del deudor; si no fuera así, sólo puede comprometer la responsabilidad del deudor como principal si
existe relación de dependencia, y el auxiliar ha cometido un acto ilícito en el ejercicio de la función.

3) Empleo ilícito de representantes y auxiliares: Si un deudor q está obligado a cumplir personalmente emplea
ilícitamente a otras personas como auxiliares en la ejecución, este solo hecho constituye una violación culposa de la
obligación, y por consiguiente el deudor responde de todos los daños causados. En este supuesto no se trata de la
responsabilidad por el hecho de 3ros, sino de la que incumbe por el propio hecho.

Casos legales de obligación de garantía:


Hay casos en q la obligación de garantía está impuesta específicamente por la ley con referencia a determinados
contratos. Esa obligación de garantía no pierde por ello el carácter de obligación accesoria de aquellas otras
obligaciones q son esenciales de acuerdo a la naturaleza del contrato respectivo. Así, por ejemplo, en el contrato de
hospedaje existe una obligación de seguridad impuesta al posadero que se concreta en la obligación de garantía
respecto al daño q pudiera causarse por sus agentes o empleados en los efectos de los que se alojan en el hotel. Lo
mismo sucede en el transporte con relación al daño que puedan sufrir las cosas transportadas como consecuencia de
hechos de sus subordinados.

Esta responsabilidad surge en la órbita contractual, pues el responsable y el eventual damnificado están vinculados
por un contrato, y además el daño resulta causado en la ejecución misma de los deberes que la naturaleza impone al
responsable.

Responsabilidad de los dueños de hoteles y casas públicas de hospedaje: Su responsabilidad nace precisamente del
hecho de q tienen los deberes q se originan en el depósito necesario. Por ello son responsables de todo daño o
pérdida q sufran los efectos de toda clase introducidos en las posadas, sea por culpa de sus dependientes o de las
mismas personas que se alojan en la casa.

Art 1369. El depó sito en los hoteles tiene lugar por la introducció n en ellos de los efectos de los viajeros,
aunque no los entreguen expresamente al hotelero o sus dependientes y aunque aquéllos tengan las llaves de
las habitaciones donde se hallen tales efectos.

Art 1370. El hotelero responde al viajero por los dañ os y pérdidas sufridos en:
a. los efectos introducidos en el hotel;
b. el vehículo guardado en el establecimiento, en garajes u otros lugares adecuados puestos a disposició n del
viajero por el hotelero.

Art 1371. El hotelero no responde si los dañ os o pérdidas son causados por caso fortuito o fuerza mayor ajena a
la actividad hotelera.
Tampoco responde por las cosas dejadas en los vehículos de los viajeros.

ART 1372. El viajero que lleve consigo efectos de valor superior al que ordinariamente llevan los pasajeros
debe hacerlo saber al hotelero y guardarlos en las cajas de seguridad que se encuentren a su disposició n en el
establecimiento. En este caso, la responsabilidad del hotelero se limita al valor declarado de los efectos
depositados.

ART 1373. Si los efectos de los pasajeros son excesivamente valiosos en relació n con la importancia del
establecimiento, o su guarda causa molestias extraordinarias, los hoteleros pueden negarse a recibirlos.

ART 1374. Excepto lo dispuesto en los artículos 1372 y 1373, toda clá usula que excluya o limite la
responsabilidad del hotelero se tiene por no escrita.

ART 1375. Las normas de esta Secció n se aplican a los hospitales, sanatorios, casas de salud y deporte,
restaurantes, garajes, lugares y playas de estacionamiento y otros establecimientos similares que prestan sus
servicios a título oneroso.
La eximente prevista en la ú ltima frase del artículo 1371 no rige para los garajes, lugares y playas de
estacionamiento que prestan sus servicios a título oneroso.

ART 1376.Los propietarios de casas de depó sito son responsables de la conservació n de las cosas allí
depositadas, excepto que prueben que la pérdida, la disminució n o la avería ha derivado de la naturaleza de
dichas cosas, de vicio propio de ellas o de los de su embalaje, o de caso fortuito externo a su actividad.
La tasació n de los dañ os se hace por peritos arbitradores.

ART 1377. Los propietarios mencionados en el artículo 1376 deben:


a. dar recibo por las cosas que les son entregadas para su custodia, en el que se describa su naturaleza, calidad,
peso, cantidad o medida;
b. permitir la inspecció n de las cosas recibidas en depó sito al depositante y a quien éste indique.

Responsabilidad de capitanes de buques y agentes de transportes terrestres: También es contractual respecto del
daño causado por la gente de la tripulación en los efectos embarcados, o cuando se extravían; e igualmente la
responsabilidad de los agentes de transportes terrestres, respecto del daño o extravío de los efectos que reciben
para ser transportados . Le son aplicables los mismos principios de los dueños de hoteles.
_ Fundamento de la responsabilidad: Es objetiva, y la responsabilidad del dueño de hotel, capitán de buque o agente
de transporte puede excusarse con la demostración de una causa ajena a los deberes contractuales de conservación
y transporte de las cosas confiadas a aquéllos. Solamente por la existencia de hechos que demuestren la
interrupción del nexo causal podrá liberarse el presunto responsable.

Es, desde luego, una responsabilidad de garantía que está comprendida en la esencia misma del contrato, aunque
nada se hubiese estipulado, como ocurre en la mera introducción de las cosas de los viajeros en el depósito en
hoteles.

Obligación de seguridad con respecto al objeto: Hay supuestos en que la obligación de seguridad es una obligación
principal que está en la esencia misma del contrato y existe en relación a la cosa que constituye el objeto de la
prestación. Por ejemplo, la obligación de conservar la cosa para ser restituida a su dueño en los contratos de
locación, en el depósito, en el comodato. Esta obligación de seguridad puede dar lugar a una responsabilidad por
culpa si la cosa se pierde o se deteriora por falta de cuidado en la conservación de la misma.

Sin embargo, aun dentro de este ámbito contractual parece haberse hallado una responsabilidad de tipo objetivo en
el caso particular de las obligaciones del garajista, en cuanto a la restitución del vehículo guardado en un garaje. Así
ha sucedido que hurtado un automóvil del garaje donde se hallaba se estableció la responsabilidad del garajista,
salvo la prueba, a su cargo, de la fuerza mayor o el caso fortuito. En términos que no admiten dudas, se ha declarado
que mediante la entrega del automotor a su depositario y su recepción por éste, se transfiere la custodia y guarda
jurídica. El depositario está obligado a conservarlo y restituirlo sin deterioro a su dueño cuando así se solicitare, bajo
responsabilidad en caso de no hacerlo, por daños y perjuicios, si no medió caso fortuito o fuerza mayor.

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