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Cindy
viviana
Podemos definir el servicio al cliente como un concepto que engloba todas aquellas
estrategias, actividades y procesos orientados a satisfacer a las necesidades de los usuarios
de un producto o servicio.
Además, está directamente relacionado con suplir las necesidades de los consumidores y
ayudarlos a resolver problemas y dilemas.
Y, aunque se dice de forma sencilla, todo esto abarca múltiples factores y aspectos que van
más allá de un buen producto, como:
personalización;
amabilidad;
rapidez;
seguridad;
seguimiento;
eficacia,
entre otros.
Sin más preámbulos, a continuación te hablaremos sobre 7 ventajas o aspectos del servicio
al cliente que demuestran lo importante que resulta este concepto para las empresas y
marcas.
1. Mejora la experiencia del consumidor
El consumidor de hoy no solo busca un buen producto o servicio, sino que también
demanda una excelente experiencia, y en eso se centra la atención al cliente.
Aplicar este concepto permite llevar a los clientes al más alto punto de satisfacción,
convirtiéndolos en consumidores fieles e, incluso, en embajadores de las marcas.
Si le ofreces a un usuario todo lo que necesita y realmente muestras preocupación por sus
problemas e inquietudes, ¿por qué pensaría en sustituirte por otra alternativa comercial?
2. Reduce las fricciones con la empresa
En la actualidad, el Marketing Digital, específicamente el Inbound Marketing, le está dando
una gran importancia al concepto del Touchpoint, es decir, los puntos de contacto entre una
marca y el público.
¿Cuál es la razón de esto? Sencillo: un buen servicio debe enfocarse en reducir las
fricciones, como se le conoce a todas aquellas situaciones o aspectos que pueden incomodar
o molestar al cliente, que lo lleva a pensar en dirigir sus consumos a una empresa diferente.
Por esa razón, optimizar la atención al cliente te ayudará a satisfacer las necesidades
específicas de la persona en las diferentes etapas y puntos de interacción con la marca.
Aumento de ingresos
Un servicio al cliente de buena calidad significa un aumento de ingresos y ésto se traduce
en ventas adicionales. Cuando el servicio al cliente cumple o supera las expectativas de los
clientes, éste puede confiar en las habilidades de la compañía y por lo tanto inclinarse a
gastar más dinero comprando sus productos y servicios, lo cual puede traducirse
directamente a los «resultados finales» de la compañía.
Mejor reputación
Las compañías son conocidas por el servicio que proveen. Cuando los clientes tienen una
mala experiencia con una compañía, se lo dirán a sus amigos, vecinos y a cualquiera que
los escuche. Cuando tienen una interacción positiva, también compartirán esta información.
A través del uso de blogs, páginas web y redes sociales, los clientes comunican sus
interacciones con una compañía y sus productos y servicios. Un buen servicio al clientele
da a tu compañía una buena reputación.
Empleados involucrados
Un buen servicio al cliente significa que los empleados están gastando tiempo usando sus
habilidades para mejorar el negocio. En vez de enfrentarse con el mismo problema
repetidamente, los empleados toman los pasos necesarios para satisfacer al cliente pero
también para prevenir que el problema ocurra de nuevo. El empleado deja una impresión
positiva en el cliente, lo que afecta directamente a las operaciones de la compañía y gana un
sentido de logro. Es una situación en la que todos ganan: el cliente, la compañía y el
empleado.
Tipos declientes
3) Clientes indiferentes:
Este grupo de consumidores se caracteriza por tener una actitud neutral hacia un
producto. No sienten ni atracción ni rechazo hacia lo que les ofrecemos. Son de los más
difíciles de captar, pues implica un doble esfuerzo: el de sacarlos de su esquema y el de
seducirlos con nuestra propuesta. Aun así, pocos acaban por sumarse a una determinada
marca.
4) Clientes rehenes:
La característica principal de estos clientes es que, aun cuando no están del todo contentos
con la marca, permanecen ligados a ella. Es decir, no se atreven a romper completamente
el vínculo. Esto se debe a factores como el monopolio de una empresa en ciertos sectores
comerciales o la falta de mejores alternativas. No se recomienda mantener un cliente en
estas condiciones, pues en cuanto aparezca una oferta que le seduzca y suponga mejores
garantías, no dudará un segundo en mudarse de compañía.
5) Clientes mercenarios:
Son los que no priorizan la calidad del producto ni sus características, sino más bien
las condiciones en las que éste se ofrece. Por ejemplo, no dudan en cambiar de marca si les
ofrecen un precio más bajo. No tienen preferencia por alguna oferta en concreto ni
demuestran niveles de fidelidad.
7) Agresivos:
Es el cliente fácilmente irritable y que siempre quiere que le den la razón, aun cuando no la
tenga. Tiene un carácter fuerte, difícil, y para seducirlo o ganarse su confianza es necesario
emplear todos nuestros recursos. Al menor error o fallo, es posible que se dé de baja de
nuestro servicio. Sin embargo, también es posible que su actitud sólo sea una manera de
exigir un buen servicio y que no efectúe su plan de marcharse a otra compañía.
8) Clientes impacientes:
A este cliente no lo mueven los detalles ni las explicaciones; lo que realmente le importan
son las soluciones a su problema. Se quedará con la marca que sepa atender con mayor
rapidez sus solicitudes.
9) Clientes indecisos:
Se ubican en el mismo espectro que los clientes indiferentes, pero a diferencia de éstos sí
que demuestran algún interés por lo que se le ofrece. El asunto no es que presten
atención; el tema pasa por seducirlos para que realicen una buena elección. Les cuesta
decidir, generalmente entre dos o más opciones, y por ello la mejor manera de captarlos es
a través de un discurso breve, eficaz y directo.