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Reseña: Martha C. Nussbaum, Sin fines de lucro.

Por qué las democracias necesitan de las


humanidades, Buenos Aires, Katz Editores, 2011.

Martha C. Sussbaum (n. 1947) es una reconocida filósofa estadounidense. En sus numerosos libros y
artículos ha abordado temáticas muy variadas, incluyendo el estudio de la filosofía grecorromana, la
teoría política, la igualdad de género, la India contemporánea y la defensa de las humanidades en el
contexto educativo. Actualmente detenta la cátedra Ernst Freund sobre derecho y ética en la Universidad
de Chicago1. En su libro Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades,
publicado originalmente en 2010, se propuso realizar un manifiesto en favor de la inclusión de las
humanidades y las artes en los currículos educativos primarios, secundarios y terciarios.

Nussbaum arguye que las democracias requieren ciudadanos informados y empáticos para su correcto
funcionamiento, cualidades cuyo desarrollo es incentivado mediante la inclusión de dichas disciplinas en
los procesos educativos. Según la autora, el modelo de desarrollo predominante en la actualidad, el cual
da primacía al crecimiento económico, no es correlativo con una mejora de la calidad de vida de los
individuos o con el desarrollo de las libertades políticas. Acorde a los objetivos de dicho modelo, las
políticas educativas han incentivado esquemas formativos que privilegian la formación técnica en
detrimento de aquellas consideradas inútiles, como las humanidades y las artes. En contra de esta
tendencia, Nussbaum propone un modelo de desarrollo humano donde, sin restar relevancia a los
saberes técnicos, se preste mayor importancia al contenido humanístico. Ello buscando la consecución
de cuatro objetivos principales: 1. La formación de ciudadanos con espíritu crítico capaces de pensar y
decidir por sí mismos; 2. El desarrollo de sujetos con capacidad de empatía, sin la cual es imposible
convivir en naciones tan heterogéneas como las modernas; 3. La creación de un sentido de lo global en
la ciudadanía, fundamental para subsistir en un mundo cada vez más interconectado y 4. La
incentivación de la creatividad y la innovación, cualidades necesarias para la dinamización de las
empresas y por lo tanto de evidente interés económico.

En general concuerdo con lo propuesto por Nussbaum, no obstante, considero que su análisis desconoce
la particularidad de los contextos donde podrían aplicarse sus ideas. Si bien es cierto que la autora
analiza experiencias educativas estadounidenses, europeas y de la India, en su argumentación realmente
1
David Skinner, “Martha C. Nussbaum”, National Endowment for the Humanities, acceso el 27 de enero de 2020,
https://www.neh.gov/about/awards/jefferson-lecture/martha-nussbaum-biography.

1
no incluye los condicionamientos socioeconómicos de cada sociedad y las relaciones de poder y
dependencia entre los diferentes Estados. Para Nussbaum, las fuerzas que debe contrarrestar el modelo
de desarrollo humano propuesto –la tendencia a la jerarquización, el sentido de repugnancia que
conduciría a la exclusión, etc.– harían parte de la naturaleza humana y por lo tanto son un problema
generalizado. En contra de esta homogeneización de la problemática, debe insistirse que el sentido de la
difusión de una educación técnica dirigida al desarrollo económico, o su contraparte crítica humanista,
varia sustancialmente en cada contexto y coyuntura. Por ejemplo, Nussbaum valora positivamente la
formación universitaria estadounidense, destacando la participación de los capitales filantrópicos en su
sostenimiento. Sin embargo, pareciera ignorar que ese mismo sistema ha sometido al yugo de deudas
exorbitantes a muchos estudiantes norteamericanos y que sería imposible de aplicar en sociedades donde
los capitales privados no puedan asumir una carga de la misma envergadura para su mantenimiento.
Desde este mismo punto de vista podría cuestionarse a Nussbaum cuando afirma que “la mayoría de
nosotros no elegiría vivir en una nación próspera que hubiera dejado de ser democrática” 2. Si bien esto
podría afirmarse desde la perspectiva de las naciones del Norte Global, y esto ya es relativo, el éxito
económico de Estados como Singapur, China o las monarquías petroleras del Medio Oriente evidencia
que la democracia no es la única ruta para el tan anhelado desarrollo.

Diez años después de escrito Sin ánimo de lucro, la situación anunciada por la autora es aún más
angustiante. Actualmente no solo se experimenta una crisis de la educación, sino también del sistema
político de las democracias liberales, como evidencia la proliferación de experiencias populistas y
nacionalistas. Nussbaum enunciaba la experiencia del Estado de Gujarat como ejemplo del peligro de la
proliferación de una educación técnica sin sentido crítico, allí un “conjunto de ingenieros dóciles” pudo
transformarse en “una fuerza asesina capaz de implementar políticas racistas y antidemocráticas” 3. Esto
ocurrió en 2002, cuando fueron asesinados alrededor de dos mil ciudadanos musulmanes. Entonces se
acusó al gobernador Narendra Modi de haber incentivado los ataques, hoy en día Modi es el primer
ministro de la India. La crisis detectada por Nussbaum solo parece haber empeorado.
Santiago Robledo

2
Martha C. Nussbaum, Sin fines de lucro. Por qué las democracias necesitan de las humanidades (Buenos Aires, Katz
Editores, 2011): 30.
3
Martha C. Nussbaum, Sin fines de lucro, 188.

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