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MENTALIDAD EMPRENDEDORA

Objetivo General de Aprendizaje:


Al finalizar el capítulo, los estudiantes estarán en capacidad de interpretar en que
consiste la mentalidad emprendedora y como esta influye en el desarrollo de los
emprendedores.

Objetivos específicos de aprendizaje:


 Explicar que es mentalidad y cómo funciona.
 Reconocer la diferencia entre una creencia y un supuesto en la estructura
mental del sujeto.
 Indicar que abarca la mentalidad emprendedora.
 Explicar en qué consiste el locus de control y su relación con el poder de elegir
que tiene el emprendedor.
 Describir que es la visión y porque es importante en el proceso emprendedor.

2 MENTALIDAD EMPRENDEDORA

2.1 Mentalidad.

Según el Diccionario de la Real Academia Española, La mentalidad es entendida como


el modo de pensar o la configuración mental de una persona, el conjunto de opiniones y
representaciones mentales propias de una colectividad. En ese sentido, la mentalidad está
conformada por el conjunto de creencias y supuestos que soportan la estructura de
pensamiento de los seres humanos, su percepción del mundo que lo rodea, lo que él o ella
creen que se necesita para tener éxito y lograr lo que desea. La mentalidad, además de las
creencias y supuestos sobre sí mismo; contiene la percepción sobre las capacidades que tiene,
las expectativas, lo que se merece el sujeto en la vida y dónde y cómo encaja en el mundo.
En ese orden de ideas, las creencias y supuestos influyen en el comportamiento de las
personas.
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Para comprender mejor el funcionamiento y desarrollo de la mentalidad, es necesario


tener en cuenta los diferentes contextos socioculturales con los cuales el sujeto se ha
relacionado a lo largo de su vida. Villar (2003), señala que el individuo interioriza el
significado de ciertos elementos que se encuentran en su entorno inmediato, mediante la
interacción con ellos, para convertirlos en parte de su conducta regular. La internalización de
dichos factores, que surgen de un contexto histórico y sociocultural específico, permite que
el individuo a través de su estructura individual los asimile, les dé significado y
posteriormente refleje la información relacionada a esa internalización a través de escenarios
o situaciones similares.

Como ejemplo, Williams y McGuire (2010) argumentan que los elementos culturales
que influyen en los individuos emprendedores pueden llegar a configurar en primera
instancia su característica de “innovador”, pues estos elementos no solo influyen en cómo se
piensa sino también como se actúa, teniendo en cuenta factores que limitan las decisiones del
individuo como lo son los riesgos, la cooperación con otros individuos de su grupo social y
el análisis del costo de oportunidad.

Esto soporta la idea que aun cuando el ser humano cuenta con funciones mentales
elementales gracias a su estructura genética o biológica, con la que viene acompañado desde
su nacimiento, mediante los procesos simbólicos que surgen con las dinámicas
interpersonales, las creaciones culturales denominadas “instrumentos de mediación”, y la
interiorización de los elementos que allí intervienen, llega a desarrollar funciones mentales
superiores, las cuales le permiten participar en la configuración de su entorno y su conducta.

2.2 Creencias y Supuestos.

El estudio de los elementos que influyen en el comportamiento del individuo a través de


la configuración de su mente (relaciones con otras personas a lo largo de su vida o con
elementos de su entorno, percepciones propias de su proceso de desarrollo y del desarrollo
de su entorno), reflejan una semejanza con las representaciones sociales que se construyen
entre el individuo y su entorno social (Rodríguez, 2009, p. 107).
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De este modo, las representaciones sociales, se consideran conocimientos estrechamente


relacionados al sentido de las creencias, los supuestos y elementos simbólicos estructurados
por grupos sociales y adoptados por los esquemas mentales de cada uno individuo y son
esenciales para entender la dinámica de la conducta individual y de la sociedad en la cual se
participa.

Estas representaciones surgen a través de la interacción con el entorno, y permiten darle


un sentido a dicha interacción, es decir, permiten percibir y darle significado a todos los
sucesos que impactan y configuran la realidad social, para en últimas reforzar o configurar
los comportamientos del sujeto. (Vergara, 2008).

Según Da Ponte (1999), las creencias son vistas como una verdad absoluta, con cargas
afectivas para el sujeto; pueden llegar a influenciar en gran medida su comportamiento,
teniendo en cuenta el escenario y el momento en que este se encuentra. Al ser percibidas por
el sujeto de manera firme y segura, este les da todo el crédito como hechos seguros o ciertos
y las apropia como verdades. Las creencias influyen en los estados de ánimo de las personas,
y hacen que sean asumidas como verdades, pues se perciben como hechos sin ni siquiera ser
cuestionados; así sean inexactos, obsoletos o falsos.

El conjunto de creencias influye inevitablemente en el pensamiento, acciones y


comportamiento que los individuos asumen frente al mundo. Algunos ejemplos de creencias,
que ayudarán a comprender mejor el concepto son: “Los costeños son perezosos”, “Los
hombres son unos sinvergüenzas”, “Las mujeres son unas bandidas”, “Al que madruga Dios
le ayuda”, “Los hijos vienen con el pan debajo del brazo”, “Soy un aturdido para las
matemáticas”, “No soy bueno en inglés”.

Los supuestos en cambio, son los pensamientos resultados de las interpretaciones que
hace el individuo de su mundo real. Estas interpretaciones o supuestos pueden no ser del todo
ciertos y en ocasiones pueden refutarse entre sí, lo que lleva a la persona a revaluarlos y a
desechar el supuesto que tiene menos credibilidad. Escandell (1993), plantea que los
supuestos tienen varios niveles de relevancia que pueden ser definidos a través de las
circunstancias, el momento en el que son definidos y finalmente su historia. Es decir, la forma
en que se adquieren por el individuo o por el papel o rol que representa la persona que le
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transfirió dicha interpretación, a mayor relación de poder de quien lo trasfiere, mayor es la


adquisición de este. En ese sentido, Los supuestos, son considerados verdaderos o reales sin
la seguridad que así sea, son ideas que se dan por sentadas, aun cuando no se hayan
comprobado. Por ello hay que ponerlos a prueba, “intentarlo”, para poder saber si son ciertos
o no. Los supuestos se fundamentan generalmente en ideas de otras personas, generan formas
familiares de pensar y de actuar a grupos humanos determinados. Algunos ejemplos de
supuestos son: “Todos mis estudiantes ganarán la asignatura en este periodo académico”, “Al
graduarme, obtendré el empleo mejor pagado”, “Cuando aprenda lo que deseo seré feliz”.

El conjunto de creencias y supuestos se van consolidando en la mentalidad de la


persona desde la primera infancia1; a partir de lo que el sujeto percibe y recibe de los amigos,
la familia y la comunidad, generalmente de personas que son figuras de autoridad para el

niño. Las creencias y supuestos se aprenden con el tiempo, a partir de lo que “otros” dijeron;
y de cómo se interpretan las experiencias vividas, sean agradables o no, Las creencias y
supuestos generalmente limitan la forma de hacer las cosas, pues el ser humano tiende a
aferrarse a ellas, aún si estas no fueran provechosas para su desarrollo o bienestar, pues

1
Para la UNESCO la primera infancia es el periodo que va desde que el niño nace hasta que cumple ocho años de edad.
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generalmente no se es consciente que están ahí, ni cómo llegaron a ser parte de su estructura
mental.

Fuente: Elaboración propia

2.3 Mentalidad Emprendedora.

Aprender de emprendimiento implica comprender cómo funciona la mentalidad del


emprendedor. Autores como Neneh (2012), consideran que la mentalidad emprendedora es
la manera en el que el individuo se manifiesta como capaz de identificar oportunidades en un
entorno cambiante, con el fin de desarrollar ideas innovadoras y llevar a cabo acciones que
le permitan alcanzar determinados beneficios a través del cambio. Este autor recupera dos
conceptos de Dweck (2000), quien plantea dos formas de mentalidad, la mentalidad fija y la
mentalidad de crecimiento, siendo esta última la más relacionada con la mentalidad
emprendedora, pues ambas, la mentalidad de crecimiento y la mentalidad emprendedora,
comparten atributos como el aprendizaje orientado al futuro y la versatilidad frente al cambio
en diferentes escenarios o situaciones.

Para Fernández y De la Riva (2014), la mentalidad y la personalidad emprendedora son


la agrupación de diferentes atributos que le permiten al emprendedor ser competitivo en un
ambiente dinámico de constante incertidumbre. La mentalidad emprendedora sobresale por
su fuerte liderazgo, creatividad, capacidad de llevar a cabo planes con determinación,
disciplina, motivación, confianza y seguridad a través de la evaluación de oportunidades, la
aceptación de la incertidumbre y la toma de riesgos.

Una persona con mentalidad emprendedora puede, por lo tanto, aceptar y apropiarse de
su capacidad para desarrollar un proyecto o una iniciativa con objetivos específicos y con la
intención de obtener resultados. Por ello, con los años, se ha legitimado que el fenómeno del
emprendimiento es el motor de desarrollo económico de las naciones y la manifestación del
cambio social de los países (Rosa y Bowes, 1990).

Por lo anterior, es importante hacerse consciente de lo que hace parte de la estructura


mental de la persona, dirigir la atención al grupo de creencias y supuestos que se tienen, pues
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este conjunto de premisas, inducen de forma casi automática a la persona a elegir, a tomar
elecciones que le llevarán invariablemente a la acción, y debe tenerse presente que toda
acción o comportamiento genera una reacción o resultado, por la ley de causa y efecto.

En ese sentido, -las experiencias vividas- son el resultado de las acciones realizadas de
manera consciente o inconsciente por el sujeto, y el resultado de esas acciones, lo lleva
invariablemente a modificar o reafirmar el conjunto de creencias y supuestos que conforman
su estructura mental. La mente humana funciona de esta manera, cíclicamente, la mayoría de
las veces de forma inconscientemente, como si fuera en “modo automático”, pues la mayoría
de las personas no son conscientes de cuáles son sus creencias y supuestos, y mucho menos
de cómo estas afectan su manera de leer la realidad y responder ante los acontecimientos de
la vida. En el siguiente gráfico se puede apreciar el ciclo de la mentalidad.

Fuente: Elaboración propia.

Mientras el sujeto no tome consciencia e identifique claramente las afirmaciones que


hacen parte del conjunto de creencias y supuestos que tiene, sin juicios de valor2, sobre si
son adecuadas, pertinentes, bien o mal intencionadas, aceptadas social y moralmente; estas
seguirán ahí, como parte de su estructura mental, de forma “invisible”, pero con toda la fuerza
para permear e influir en la forma como se elige un comportamiento u otro, de manera

2Entendidocomo el juicio en el que se atribuye un valor de manera subjetiva a una situación, pensamiento,
comportamiento, actitud, calificándolo o descalificándolo.
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inconsciente y automática, y como consecuencia de ello, afectando la manera como se toman


decisiones.

Es muy importante tener presente que la mentalidad emprendedora se caracteriza


porque los emprendedores tienen una predisposición natural a desafiar las creencias y por
ende el “statu quo”3; generalmente aceptado por los demás. Además, es muy común en ellos,
poner de manera permanente a prueba sus supuestos y los de quienes los rodean, lo que, con
una buena dosis de curiosidad, sumado a una férrea voluntad, con frecuencia los lleva a tener
éxito, en el desarrollo de su emprendimiento.

En ese sentido, para los emprendedores es vital volver a imaginar su futuro, re-
inventarse, y para ello, es importante hacerse consciente de las creencias y supuestos que
hacen parte de su estructura mental; pues estos, una vez identificados, se pueden revaluar,
modificar y hasta eliminar de la mente de forma consciente, como resultado de un ejercicio
riguroso y constante análisis, reflexión e introspección; si se llega a concluir que quizás esas
creencias y supuestos fueron útiles en algún momento de la vida pero que actualmente no
generan valor y en vez de ayudar al crecimiento personal y profesional, pueden convertirse
en un obstáculo, un lastre para sí mismo.

2.4 El Poder que el emprendedor tiene de Elegir.

Figueroa (2005), plantea que el hombre tiene la capacidad de afectar su entorno a


través de su comportamiento, es por ello que considera necesario que las elecciones de los
individuos reflejen conciencia, validez ética y moral. El sujeto y su capacidad de elegir se
ven permeados por diferentes factores como la genética, el contexto socio-económico, las
experiencias que dan cuenta de elecciones, y las consecuencias de estas, entre otros. Estos
factores pueden influenciar en diferente medida el comportamiento del individuo frente a
determinados estímulos. Sin embargo, el estado de conciencia y razonamiento que posee el
sujeto, le brinda la posibilidad de decidir en total libertad y por voluntad propia cuál será
postura frente a dichas experiencias.

3Expresión latina con que se hace referencia al estado o situación de ciertas cosas, como la economía, las relaciones
sociales o la cultura, en un momento determinado.
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Al hacerse consciente de que toda acción (causa) genera un resultado (efecto); es


importante comprender que, entre ellos, siempre existe un “espacio”, y que, en ese espacio,
está la capacidad de elegir que tiene el ser humano, elegir la respuesta que se tiene ante la
situación que se está viviendo. Esta capacidad que tiene el individuo de escoger la manera
como responde a sus circunstancias es quizás el poder más grande que tiene, pues son las
decisiones que se toman en el diario vivir, las que finalmente determinan el resultado de la
vida del sujeto. Es en este poder de elegir, donde radica LA LIBERTAD que puede tener el
ser humano.

2.4.1 Causa y Efecto.

Los estímulos recibidos por los individuos contribuyen a la manera como se estructura
su respuesta y proceso de aprendizaje. Es por esta razón que Gagné (1985), emplea la relación
estímulo versus respuesta en su definición de las cuatro categorías de la información. La
primera se denomina “atención” y se refiere al encuentro directo entre el estímulo y el
individuo; la segunda denominada “codificación”, se basa en la representación de dicho
estímulo según su estructuración mental; la tercera se denomina “almacenamiento” y se
refiere al archivo de aquella información codificada relacionada con los estímulos; la última
categoría denominada “recuperación” es la más relacionada con la respuesta del individuo al
estímulo recibido, pues este emplea la información procesada para el ejercicio de su respuesta
frente a otros estímulos.

Cuando se habla de una causa o un estímulo, se refiere a las circunstancias que rodean
a la persona, situaciones, eventos o hechos específicos de su vida diaria. Es importante tener
presente que un estímulo siempre genera una respuesta o efecto, y que este, puede presentarse
de dos maneras, como una reacción o como una respuesta.

Cuando se habla de una reacción, esta se entiende como una acción, que carece de
intención consciente4, por ello la reacción es automática e impulsiva, la persona no está en

4 Según el diccionario de la Real Academia Española, consciencia es entendida como la capacidad de tener conocimiento
de algo, o darse cuenta de algo, especialmente de los propios actos y sus consecuencias, ser consciente se relaciona con la
facultad de reconocer la realidad en la que se encuentra un sujeto.
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su centro5, está en la periferia, va en automático, realiza sus tareas de forma rutinaria y sin
pensar. Esta forma de reaccionar generalmente viene de patrones previamente aprendidos en
la primera infancia, y se presenta con una carga emocional fuerte, además de excusas y
justificaciones sobre el porqué de su proceder; o en su defecto, viene acompañada de culpar
a otros (padres, hermanos, amigos, pareja, compañeros, jefes), transfiriéndole a terceros la
responsabilidad del comportamiento presentado.

Cuando el sujeto reacciona, pasa por alto el poder de elegir que tiene ante la situación
que se le presenta, le entrega el poder de su existencia a un tercero, y, por ende, se ubica en
la posición de víctima; teniendo en cuenta que para quien elige reaccionar, puede ser más
cómodo justificarse y culpar a otros por su reacción que asumir la responsabilidad de asumir
el poder que tiene frente a la situación o estímulo que enfrenta. Según Tipping (2010),
reconocido coach en desarrollo humano, a veces escoger vivir en Victimilandia 6 es más
cómodo para el sujeto que el reto de asumir con responsabilidad su vida.

5 Cuando una persona está en su centro, está tranquila, serena, calmada, pausada, consciente.
6
Entendida por Colin Tipping como la tierra donde se es víctima de las circunstancias, de los padres, lo que me hicieron cuando niñ@,
los compañeros, lo amigos, la vida…
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Cuando la persona responde, se presenta un comportamiento proactivo, en el que se


está consciente de la manera como reconoce los hechos, esta respuesta evidencia la
congruencia entre los pensamientos, sentimientos y acciones del sujeto. Cuando la persona
responde, ejerce su poder de elegir a plenitud.

Fuente: Elaboración propia.

2.5 Locus de Control.

La personalidad del sujeto se ve influenciada por el ambiente en el que este se


desenvuelve, lo que lo lleva a adoptar actitudes y comportamientos frente a diversos
escenarios, es decir, a ejercer control sobre una situación cuando cree que es posible hacerlo.
El locus de control se puede definir como la creencia que tiene el individuo frente a la
organización de su mundo, es decir, el compendio de actitudes frente a los factores que
influyen en su propia vida y el control que él cree puede ejercer sobre ella, teniendo en cuenta
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las consecuencias de su conducta (Casique y López, 2007). La creencia sobre el control que
se puede ejercer para intervenir un suceso, puede determinar la reacción o la respuesta del
sujeto a determinado estimulo, dependiendo de si el individuo sitúa el poder de controlar una
situación, dentro o fuera de su alcance (Oros, 2005).

Los individuos pueden tener dos tipos de control relacionados con los sucesos que
pueden reforzar su conducta: el control interno y el control externo. Penhall (como se citó en
Casique y López, 2007) diferenció ambos conceptos explicando que para el control interno,
el individuo percibe que los eventos que influyen en su vida tienen estrecha relación con las
conductas que este adopta, mientras que para el control externo, el individuo considera que
los eventos son ajenos a su capacidad de actuar, es decir, se encuentran únicamente
modificados por fuerzas accidentales ajenas a él, como el destino o la suerte.

Cuando se trata de locus de control interno, el individuo percibe que lo que sucede a
su alrededor es consecuencia directa de su conducta, y por ello, se siente el único responsable
de sus resultados, creencias, comportamientos y acciones. Un sujeto con locus de control
interno entiende la conexión existente entre causa y efecto, y considera que siempre tiene
opciones, sin importar las circunstancias en las que se encuentre.

El locus de control interno, es una importante competencia emprendedora, es la


capacidad que tiene el sujeto de controlar sus propias emociones y reacciones, sin que ello
signifique la anulación de las mismas, sino el control sobre la aparición e intensidad de sus
respuestas emotivas frente a una situación determinada. Según Kirby (2004), reconocido
investigador en emprendimiento, esta es una de las competencias fundamentales del
emprendedor. El emprendedor se caracteriza por tener un locus de control interno, pues
considera que la orientación y consecución de sus logros depende de su propio
comportamiento y características individuales.

Timmons y Spinelli (2007) aseguran que el emprendedor se caracteriza por tener un


locus de control interno, ya que el emprendedor asume la responsabilidad que tienen sus
acciones en el resultado del proceso de emprender y rechaza que el éxito de sus iniciativas
sea fruto de acontecimientos “accidentales” liderados por la suerte, la casualidad o el azar.
Esto le permite al emprendedor ser consciente que sus acciones representan un cambio en lo
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que sucede a su alrededor y es por esta razón que al desarrollar su propia visión de lo que
desea lograr, el emprendedor se enfoca en grandes proyectos a largo plazo, sin dejar de ser
realista y consciente de que elementos están a su alcance para llevar a cabo sus objetivos.

Alan Gibb (2005), expone cómo la persona emprendedora debe creer y saber que las
recompensas provienen de sus propios esfuerzos y su compromiso hacia el trabajo, y como
consecuencia de esta certeza, considerarse capaz de hacer que “las cosas sucedan”. En este
orden de ideas, los estudios sobre mentalidad emprendedora han encontrado que estos
sujetos, los emprendedores, se caracterizan por tener un locus de control interno, ellos saben
y reconocen que su vida y sus resultados dependen única y exclusivamente de sí mismos. En
este sentido, existe una mayor responsabilidad de parte del emprendedor, al saber que es él
quien está “dirigiendo” su propia vida.

En contraste, las personas con locus de control externo, o perfil de externalidad,


perciben los eventos de su vida de forma independiente a su comportamiento, los asocian con
el azar, la suerte, o el destino. Esto nutre la mentalidad reactiva, que se caracteriza porque
induce al sujeto a reaccionar. La persona se enfoca en lo que no puede hacer, en las variables
sobre las que no tiene control, y por ello se declara impotente ante las circunstancias, se
enfoca en lo que no puede controlar, como por ejemplo el comportamiento de otras personas,
la manera como le hablan los demás, las condiciones externas como el clima, la economía,
lo que sucede a su alrededor, sin lograr comprender la conexión existente entre el estímulo y
la respuesta. El sujeto sencillamente reacciona, el espacio entre el estímulo y la respuesta es
muy pequeño, casi inexistente.
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Fuente: Elaboración propia.

2.6 El Poder de una Visión y la Mentalidad Emprendedora.

Otra característica importante de la mentalidad emprendedora es la capacidad que el


emprendedor tiene de desarrollar una Visión. Una visión corresponde al sueño que se tiene,
como se desea ser reconocido, que se desea alcanzar o lograr en la vida, cual es el sueño que
moviliza la sensación de felicidad en el sujeto, es decir, la visión está relacionada con lo que
hace feliz a la persona. Los emprendedores tienen la capacidad de imaginar con gran claridad
la vida que desean tener, y reconocen por ello, la importancia de hacerse conscientes de sus
creencias y supuestos, pues saben que estos influyen en la manera como leen la realidad y
responden a ella.

La visión que propone el emprendedor puede enfrentar distintos retos, por ello, debe
tener un enfoque multidisciplinario que tenga en cuenta las variables y cambios que puedan
llegar afectar su realización. Orrego (2008) establece que la visión, se apoya en la correcta
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movilización de recursos para lograr una meta u objetivo bajo observaciones estrictamente
racionales. Por otro lado, la visión generada por el emprendedor tiene un alto componente de
ingenio, creatividad y es estructurada una vez se identifican los requerimientos necesarios
para llevar a cabo la iniciativa.

Para Kirby (2004), la orientación al logro y a las oportunidades, están ligados


fuertemente con la visión - el sueño que se tiene -. Corresponden a la fuerte necesidad que
presenta el emprendedor de lograr sus objetivos, metas, sueños y la posibilidad de alcanzar
el éxito, así como a la habilidad para identificar oportunidades y hacerlas realidad.
Emprendedores con una fuerte orientación al logro y a las oportunidades ejercen un
considerable esfuerzo y persisten ante problemas y dificultades, hasta lograr la meta.

2.7 Actividades de Aprendizaje.


2.7.1 Video.

Accede al siguiente link: https://youtu.be/ovHjcJBXi6o. Después de verlo con atención,


responde las siguientes preguntas:

- ¿Cuál es la idea principal de este video?


- ¿De qué se arrepienten la mayoría de las personas cuando sienten que se acerca su
muerte?
- ¿Por qué es importante recuperar el sueño que tenemos en nuestra vida?

2.7.2 Preguntas para Discusión.

Esta actividad tiene como propósito, asegurar el proceso de entendimiento y comprensión


de los conceptos revisados en el capítulo mentalidad emprendedora, el objetivo no es escribir
textualmente los conceptos de los que se habla en cada pregunta, es, que se describan
situaciones en las que se puedan evidenciar la presencia de dichos conceptos en el
comportamiento humano. Organícese en grupos de trabajo, lea y discuta, antes de responder.

1. Describan un ejemplo de cómo, las creencias acerca del mundo pueden limitar las
opciones de desarrollo en la vida de una persona.
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2. Refieran alguna creencia de la que, generalmente no se es muy consciente, pero puede


llevar a una persona a reaccionar en lugar de responder.
3. ¿Cómo puede el comportamiento “responder”, en vez de “reaccionar”, empoderar7 a
una persona?
4. Presenten un ejemplo de cómo las creencias sobre el mundo que rodea a una persona
pueden influenciar su visión o los objetivos que se propone.
5. Describan la diferencia en el comportamiento que muestra una persona con locus de
control interno y una con locus de control externo.
6. Relaten los supuestos o creencias que están detrás del comportamiento propio del
locus de control interno y externo.
7. ¿Por qué comprender la diferencia entre el locus de control interno y externo es
importante para el desarrollo de una mentalidad emprendedora?
8. Proporcionen tres ejemplos de situaciones o circunstancias que una persona puede
controlar y tres ejemplos de las que no puede controlar.
9. De un ejemplo de una creencia específica que puede tener una persona con locus de
control interno.
10. ¿Cómo tener claridad sobre los sueños y la visión que se quiere alcanzar en la vida,
influencia las decisiones de una persona?

2.7.3 Mi inventario de creencias y supuestos.

Una vez comprendida la importancia de reconocer las creencias y supuestos que hacen
parte de la mentalidad de las personas, realice esta actividad, de carácter individual, con el
objetivo de comenzar a identificar y reconocer las creencias y supuestos que usted tiene.

Para el desarrollo satisfactorio de este ejercicio, es importante que se ubique en un lugar


tranquilo, relajado, y sin juicios de valor 8 de ninguna naturaleza, escriba el inventario de al
menos 10 creencias y 10 supuestos que hacen parte de su estructura mental. Evite calificarlos,

7
Viene de “empowerment”, hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social.
8Entendido como el juicio en el que se atribuye un valor de manera subjetiva a una situación, pensamiento,
comportamiento, actitud, calificándolo o descalificándolo.
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criticarlos o cuestionarlos, sencillamente escríbalos, permítase plasmarlos en el siguiente


cuadro.

Para ayudarse a identificarlos, responda a las siguientes preguntas: Usted qué piensa
del trabajo, el ocio, las relaciones amorosas, las mujeres, los hombres, el noviazgo, el
matrimonio, la diversión, el esfuerzo, el éxito, la religión, la política, el sexo, su sexualidad,
su espiritualidad, etc. Hágase tantas preguntas como vaya viendo que aparecen esas ideas en
su mente y sin valorarlas sencillamente plásmelas en el papel. ¡Éxitos!

CREENCIAS SUPUESTOS

1° 1°

2° 2°

3° 3°

4° 4°

5° 5°

6° 6°

7° 7°

8° 8°

9° 9°

10° 10°
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2.8 Bibliografía.

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