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Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Facultad de Ciencias y Educación


Proy. Lic en Ciencias Sociales
Otras educaciones

Andrés Felipe Currea Ruiz - 20172255078


Andres Nicolas Rodriguez Serrato-20172255090
Kevin David Cruz Betancourth - 20162155280
Brayan Aldana Rivera - 20172255098

Ys
El siguiente ensayo propone una visión crítico-reflexiva en el marco del seminario «otras
educaciones», de la carrera Licenciatura en Ciencias Sociales, de la Universidad Distrital
Francisco José de Caldas, planteando un breve recorrido de los temas que se han discutido a
lo largo del seminario pero enfocándose en el artículo "Niños y jóvenes en la guerra en
Colombia. Aproximación a su reclutamiento y vinculación" para plantear una problemática
de carácter social que atañe a una población vulnerable especifica, los niños soldado, cuyos
procesos de reintegración, justicia , verdad , reparación y no repetición se vieron frustrados
por ausencia de garantías de todo carácter posible. El hilo del documento conduce hacia una
crítica enfocada en la escasez de complementos pedagógicos y propuestas educativas por
parte de las instituciones encargadas de estos procesos, finalizando con una propuesta que
ubica a la pedagogía de la memoria como un eje crucial en el éxito de los procesos de no
repetición , proporcionando una visión crítica amplia y contextualizada de la de la historia

Como primer punto , vamos a retomar y analizar las gráficas usadas por el Centro Nacional
de Memoria Histórica, en su publicación "Una guerra sin edad" donde se analiza a
profundidad las cifras aproximadas de la participación de niños, niñas y adolescentes, en el
conflicto armado interno en Colombia. En ese sentido, la cifra que propone principalmente
una aproximación a base de registros sobre la participación y utilización de niños, niñas y
jóvenes en el conflicto colombiano, en su investigación tienen un total de 16.879 registros de
reclutamiento y vinculación (CNMH, 2017. Pág. 17). Cifra que supera las que anteriormente
se habían expuesto por ONG's, UNICEF y/o la ONU, que rondaban entre 10.000 y 15.000,
que es expuesto por Ana Montoya en el trabajo que basa este escrito, pero por otro lado, la
información oficial del Instituto Colombiano de Bienestar, en el 2006 expone una cifra que
redondea 6.000 niños, niñas y adolescentes que tienen relación con el conflicto armado en
Colombia (Montoya, A. 2008. Pág. 44). Con este estudio se deja entrever que el interés del
Estado colombiano es negar un posible conflicto armado, para dejar a un lado el afrontar los
múltiples daños que ha ocasionado la guerra en Colombia.

A continuación se expondrán las gráficas, correspondientes al capítulo “anexos” del libro


“Una Guerra Sin Edad” que nos parecieron más pertinentes, y en donde el foco es más
general, en el marco temporal del conflicto armado interno, en el que también, se hace un
análisis cuantitativo del género, que nos brindan elementos claves:

Gráfica 1​. Gráfica que abarca el marco temporal del conflicto interno armado en Colombia de 1960 a
2016, sobre la participación de niños, niñas y adolescentes -menores de 18 años- en el conflicto,
tomando como referencia los 16.879 registros obtenidos por el Centro Nacional de Memoria Histórica

CNMH. (2017). Distribución por actor discriminado de


reclutamiento/desmovilización/desmovilización de personas menores de 18 años 1960-2016.
Recuperado de
http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/descargas/informes2018/una_guerra-sin-edad.pdf

En este punto es clave recalcar la participación de cada uno de los grupos armados, en el que,
si se suma el porcentaje de las guerrillas, suma un 69% de la participación en los
reclutamientos infantiles. Constituyendo un interés mayor en reforzar sus filas, y en ese
sentido la posibilidad de generar un atractivo para los niños, niñas y adolescentes hacer parte
de las guerrillas, a diferencia de otros grupos armados en Colombia.
Gráfica 2. ​Ilustración que enmarca, la vinculación por género -menores de 18 años-, a los diferentes
grupos armados que hicieron parte del conflicto armado en Colombia.

CNMH (2017). Distribución por género de posible permanencia y desvinculación/desmovilización de


personas menores de 18 años por actor armado 1961-2015. Recuperado de
http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/descargas/informes2018/una_guerra-sin-edad.pdf.

En este punto hay dos elementos claves que destacar; por un lado, que dos de los grupos
armados¹1 no hicieron parte fundamental en el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes
en Colombia, con cifras que claramente están muy reducidas en comparación con los otros
grupos armados en cuestión.

El segundo punto clave, es que se presentan profundas diferencias en el reclutamiento desde


el punto de vista de género; es claro que las cuatro guerrillas que se presentan con números
que equivalen, en un aproximado al 50% de mujeres, con respecto de los hombres, o casi
igualando el número de hombres (en el caso del EPL y ERP). En cambio, en la gráfica
dedicada a los paramilitares, se ve una diferencia abismal, pues el cuerpo femenino menor de
edad, claramente, no conforma ni un cuarto del cuerpo masculino que configuran los grupos
armados paramilitares, en ese sentido, es clave tener en cuenta que el cuerpo femenino cobra
más valor en los grupos armados guerrilleros, que en los grupos paramilitares.

Para tener en cuenta igualmente que los datos que se encontraron sobre el reclutamiento o
incorporación de niños al ejército nacional de Colombia fueron muy distorsionados y en
ciertos casos debido al lenguaje utilizado, por que en los datos que fueron recogidos en el

1
​ERP: Ejército Revolucionario del Pueblo, activa desde 1985 a 2007, compuesto por disidencias del ELN, de
ideología maoísta.
​EPL: Ejército Popular de Liberación, activa de 1967 al presente, en el 2013 un aproximado del 90% de los
militantes se desmovilizaron, y sus actuales integrantes conforman una milicia en el Norte de Santander, de
ideología marxista-leninista.
texto "una guerra sin edad" tan solo 3 niños fueron reclutados por parte del ejército cuando es
conocida la influencia que ha tenido el ejército como actor armado en el uso de menores
como herramientas de guerra, ya sea para la obtención de información, la retención de estos
y posterior asesinato o desaparición como política estatal, al igual que la política de
incorporación al ejército cuando aún el joven se encuentra en la escuela y de cómo esta
última es partícipe del envío de soldados al frente, con el hecho de que la escuela sirva como
ese puente entre el joven y un arma, cuestiona altamente tu carácter y papel en la sociedad
colombiana, más allá de los datos que puedan encontrarse al respecto lo importante es buscar
que la escuela asuma ese compromiso de la no repetición dejando a un lado esta práctica y
buscar mejores alternativas para la creación de un proyecto de vida para sus estudiantes, pero
los escenarios de conflicto en Colombia a raíz de los diferentes acuerdos de paz, inicialmente
con los paramilitares y luego con las guerrillas llevó a que los escenarios de violencia y los
actores de la misma cambiarán y se generan incluso muchos más y que los riesgos de que los
niños ingresen a las filas de estos son mucho mayores, una por las condiciones socio
económicas que se presentan en las regiones más apartadas de Colombia y el deseo del
menor por ser partícipe de un grupo, de hecho como se sabe pueden haber múltiples factores
que contribuyen a la vinculación del menor con el grupo armado y es por ello que centramos
en un punto el análisis de este fenómeno con el actor más reciente.

Las Bacrim como punto a analizar, en el reclutamiento y vinculación al conflicto


armado y el narcotráfico en Colombia.

Para el grupo de trabajo ha parecido un punto clave, el análisis de las Bacrim, o bien Bandas
Emergentes en Colombia, o Bandas Criminales, las bacrim son grupos organizados que
empiezan a surgir luego del proceso de paz que se organizó con el gobierno colombiano y las
Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en el año 2006, en el marco de la presidencia de
Álvaro Uribe Vélez, en el que empiezan a surgir grupos criminales organizados, con el fin de
mantener y abrir nuevas rutas de narcotráfico que eran lideradas por los grupos paramilitares,
en ese sentido, para entender el fenómeno del reclutamiento actualmente, es necesario
entender la propia coyuntura histórica que se vivió en la desmovilización de las fuerzas
paramilitares en Colombia. Un modo de hacerlo es observar las cifras, del crecimiento de
miembros de las bacrim, y por otro lado, la cantidad de grupos organizados en el país.
Siguiendo la idea propuesta por Carlos Andrés Prieto en su artículo “Las Bacrim y el crimen
organizado en Colombia”, hay grupos rearmados, que básicamente fueron parte del proceso
de paz y se rearman, para hacer parte de las bacrim. Y por otro lado, disidencias, personas
que no hacen parte del acuerdo, que también siguen el ideal criminal y se integran a las filas
de las bandas criminales.

En el texto anteriormente mencionado, uno de los elementos de donde Prieto va seguir su


idea, es en un reporte de la policía nacional, en el año 2012.
​ obre el crecimiento de integrantes de las bandas criminales y el crecimiento del número de
Gráfica 3. S
bandas criminales en Colombia en el marco temporal de 2006 (luego del proceso de paz) hasta el 2012.

Citado por Prieto, C. (2013) del informe de Policía Nacional 2012. Bacrim: cantidad de integrantes y
número de grupos, 2006-2012. recuperado de:
https://library.fes.de/pdf-files/bueros/la-seguridad/09714.pdf.

En este gráfico queda en claro el crecimiento que van teniendo las bacrim en el marco
temporal expuesto, es sí como se puede afirmar, que son las que después del proceso de paz,
toman el lugar de reclutamiento forzado, o desde la persuasión, y en uno de los casos que
analizaremos más adelante queda clarificado. En los análisis que se hacen sobre el conflicto
armado interno, no se ha tocado en profundidad el tema de las bacrim y sus modos de
reclutamiento, que también afectan a los niños, niñas y adolescentes en todo el país.

Las Bacrim, organizaciones que afectan y violentan los derechos de los niños, niñas y
adolescentes en Ciudad Bolívar, Bogotá.

Apoyándonos en un artículo de prensa de Blu Radio, donde se hace la denuncia pública de la


presencia de las Bacrim en Ciudad Bolívar, luego que el actual alcalde Enrique Peñalosa lo
negara, apoyado en el Ministerio de Defensa, pensamos, en reforzar la denuncia, sino también
hacer un análisis del reclutamiento que se lleva a cabo en ese lugar, según testimonios
recogidos por Blu Radio.

En dichos testimonios, uno de los entrevistados, dice que haciendo un análisis con sus amigos
del barrio, se dieron cuenta de las formas de reclutamiento que ejercen las Bacrim en dicho
lugar, en el que se apoya el periodista: “Nos pusimos a hacer un análisis con los caleños, con
los paisas, con los raperos, y descubrimos: Los manes están en un territorio, descubren
familias, tienen que ser numerosas, dos, tres o cuatro hijos, sobre todo las familias pobres de
la loma. Familias desplazadas de poca educación: llegan esos manes que son medio
paramilitares estatales”. Antes de analizar, hay otro testimonio clave que devela la existencia
de las bacrim, y cuáles son -en términos de posibilidad- las que habitan en la localidad: “La
guerrilla no se ha acabado, simplemente cambió de nombre, ahora las llamamos Bacrim, pero
es las mismas Farc, el Eln, ellos manejan todo, son los que manejan, traen, comercializan,
necesitamos armas, necesitamos un sicario para que mate a tal persona, listo, ya está, la vida
no vale nada, eso depende de quien sea”. Y sigue la idea:“Se llega, se le habla, somos tales,
tales, necesitamos protegerlos a ustedes de los demás, entonces necesitamos que nos
colaboren. Si no es con nosotros saben que vienen más. Son paracos, Farc, Bacrim, que son
otros nombres para lo que tenemos en Colombia” (Rodríguez, U. 7 de mayo de 2018. Así
estarían reclutando jóvenes en Ciudad Bolívar para delinquir en bacrim. Blu Radio. Portal
virtual).

Primero, cabe aclarar, que luego del proceso de paz que se lleva a cabo entre el Estado
colombiano y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, en el
momento, y ahora, Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, las disidencias de la
guerrilla que siguen en armas, empiezan a ser consideradas como bacrim, y configuran
también una red de narcotráfico alrededor del país, esto conlleva a que se genere un nuevo
escenario en los que la participación de menores se verá inducida por la falta de cobertura de
las funciones del estado y la apropiación de estas funciones por parte de las disidencias y se
vuelvan a ver cómo el poder en dichas tierras.

Una vez se leyeron los testimonios de personas que aseguran ser trabajadores de las mismas
Bacrim, cómplices o denunciantes, queda en claro que en el territorio en cuestión existe la
permanencia de diferentes “bandos” que contienen en sí distintos ideales, y que ponen en
peligro la integridad de los habitantes, pues es así como se empiezan a configurar las
“fronteras invisibles”. Por otro lado, cuando se asegura que las familias que han de ser
reclutadas tienen que ser numerosas, también se afirma la vulnerabilidad de los niños, niñas y
adolescentes de Ciudad Bolívar y al igual que observamos en los análisis sobre los grupos
armados guerrilleros y paramilitares, están siendo objeto de poder para el conflicto que ha ido
configurando el narcotráfico. En ese sentido, la propuesta es exigir al gobierno colombiano
que tome acciones sobre los derechos que están siendo privados, por estas organizaciones que
buscan dañar las estructuras sociales, para abrir vías al narcotráfico, reclutando y asesinando
por donde les plazca, sin casi medidas del gobierno colombiano.

Entre la voluntariedad y la obligatoriedad

Dentro de lo ya mencionado anteriormente los grupos armados han utilizado en el recorrido


del conflicto armado técnicas para asegurar número de adeptos, en este caso como lo
menciona el libro Niños y jóvenes en la guerra en Colombia, aproximación a su
reclutamiento y vinculación estas van desde el engaño, la seguridad, suplencia de
necesidades en este texto se hacen aseveraciones de este tipo, pero hay relatos en esa verdad
profunda colombiana wue desmienten algunos de los hechos más hablados durante el
conflicto.
En este caso la organización Farc Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia en voz de
algunos de sus guerrilleros, militantes y milicianos narran de su interés en pertenecer allí, de
las complicaciones y necesidadesa las que sometidos de ellos y su familias además de haber
sido causantes del haber participando de la guerra, pero no solo causantes si no también
motivantes para escoger un camino y llegar a tomar decisiones en algunos casos en
contrariedad de pensamientos familiares que pretendían ayudarle económicamente, caminos
que condujeron a las trincheras por la libertad
Salí del seno de un hogar con una madre, un padre, unos hermanos, una familia
humilde y trabajadora a la edad de los trece años quiero dejar constancia que a mí no
me ingresaron obligado, más bien yo los obligue a que me ingresaran, prácticamente
los obligue porque ellos no querían, porque violaban nuestras normas de
reclutamiento (Adrada Buitron, Mendoza , García, & Rodríguez, 2018)
Estas palabras y pensamientos de su corta edad dan una visión intencionada del querer
pertenecer aun sin dar un motivo alguno, existe una convicción del haber analizado su
contexto afirman varios de los autores del libro por dentro de una guerrilla.
En este sentido y en contra posición a lo que se afirma en una cita del texto Niños y jóvenes
en la guerra en Colombia, aproximación a su reclutamiento y vinculación (Montoya Ruiz,
2008)por parte de Rangel y rubio que plantean que si las armas son la única opción entonces
no podríamos hablar de voluntariedad al ingresar al grupo armado o que si existe el deseo de
salir y se les niega no se puede hablar de voluntariedad, sin embargo en los testimonios que
han entretejido esa verdad que han ocultado los medios de comunicación tradicionales
entonces hablar de obligatoriedad en todos los casos de los niños soldados también sería
imprudente ya que como lo afirma otro autor de una guerrilla por dentro .
en esas vino un muchacho y me trajo chocolate con galletas, me dieron almuerzo, dije
esto está bueno solté la risa…luego llego un mando hablar conmigo como usted es
menor de edad le voy a dar un consejo ¿usted porque ingresa a las Farc?-, yo le
respondí:- tomé la decisión de venirme, no sé cómo es allá , pero tome la decisión -.al
yo responderle eso me respondió – le vamos a dar una oportunidad para que se
devuelva con su familia me dijo, por eso digo yo que es mentira que a uno se lo
llevaba engañado porque a mí me explicaron todo, que en algunas ocasiones había que
andar de noche, ir al combate, cargar heridos, y a cualquier momento lo podían herir o
matar, hacer de comer entre otras labores que habían en la guerrilla… me quede
pensando un tantico y luego el mando me pregunto- ¿usted qué piensa? Respondo: yo
no me devuelvo, estoy decidido quedarme. (Adrada Buitron, Mendoza , García, &
Rodríguez, 2018)
Entonces apoyados en esto podemos decir que si hay voluntariedad que hay motivaciones
reales que llevan a tomar decisiones radicales pero que en el momento de pensarlo se
convierte en planes de vida que contribuyen al ideal de un mejor vivir. El mismo autor afirma
que aunque tenía la posibilidad de quedarse en una finca administrándola, decide irse a la
insurgencia.
Usted tiene mujer vallase con esa china para allá a la finca, ahí hay buena hoja de
coca, pero toca limpiarla también le doy para ganado para que usted vaya trabaje y se
plante, pero no se vaya- yo le dije: no tío es que la verdad ya tomé la decisión y no me
ataja nadie. (Adrada Buitron, Mendoza , García, & Rodríguez, 2018)
En otros casos se ve que la vida social toma una alta importancia ya que la distribución
desigual de roles en la sociedad colombiana siempre han vulnerado a la mujer, esta otra
forma de convivencia, esta cultura Fariana fue la que motivó a mujeres, niñas en su momento
a pertenecer a las filas de la insurgencia de las Farc-ep.

El rol de la mujer allí también se desenvolvió, las niñas en el marco del conflicto fueron
objetos de abuso desde los militares que pagaban o usaban su poder oficial para generar
favores y así poder abusar de ellas o los para militares usaban su cuerpo como objeto de
poder en el cual perpetraron cualquier tipo de horrores y abusos dejando huella de aviso por
todo el territorio colombiano, la guerrilla de las Farc permitió un mundo distinto donde la
construcción como personas iba más allá de la sexualidad o el género, claramente habían
marcos por la cultura que se ha arraigado en Colombia históricamente, pero en esas montañas
los hombres y mujeres giraban en torno a la colectividad así que ellas en el documental
NUNCA INVISIBLES creado por mujeres Farianas resaltan en muchas de sus versiones que
ver a hombres asumir tareas relegadas a las mujeres, ver como el trato en todos los rangos
eran iguales, esta convivencia y forma de construir sociedad fue lo que encendió la llamarada
roja de la insurgencia Fariana, del feminismo insurgente. La paz con justicia social era lo que
hacía mover a la guerrillerada.

Los procesos pedagógicos deben cumplir un papel fundamental en todo cambio social que se
piense realizar, las nulas garantías en los procesos de reconstrucción de relatos y búsqueda de
la verdad son evidencia de la clara intención del estado colombiano por censurar , ocultar la
verdad y manipular la memoria , siendo esta última un campo de batalla constante entre
discursos de poder y discursos populares. La pedagogía de la memoria propone una estrategia
que permite el conocimiento de los sucesos desde sus actores directos con un enfoque en la
enseñanza y promoción en Derechos humanos,este enfoque en materia de derechos apunta a
la capacitación a funcionarios públicos y estatales, creemos pertinente que esta capacitación
debe aplicarse en colombia puesto que las entidades e instituciones del estado se han visto
frecuentemente en el papel de victimario y no como un garante legal y juridico de la
aplicación y promoción de los derechos humanos , esto se refleja en los constantes procesos
de censura y los silencios por parte del gobierno colombiano.
El país atraviesa una coyuntura histórica en la cual la verdad y, principalmente , sus puntos de
enunciación se encuentran en disputa debido a intereses de poder politico, económico y social
, la no repetición se convierte en un punto fundamental en el futuro estudio de las relaciones
sociales producto de los procesos de posconflicto al ser garante y evidencia de la memoria
histórica de los colombianos , mantener la paz necesita de un compromiso completo por parte
de las instituciones sociales y un trabajo constante y exhaustivo de la docencia en la
aplicación y estudio de esta “otra educación” que permitirá un avance en materia de derechos
humanos y más aún , en la búsqueda transparente de la verdad que avanza hacia a la
construcción de una sociedad crítica , que conoce de dónde viene , hacia dónde va y cómo
puede forjar un espacio y territorio en donde la memoria no permita que la violencia no
quede perdida en el olvido.

Bibliografía :

● Histórica, C. N. (2017). Una guerra sin edad: Informe nacional de reclutamiento y


utilización de niños, niñas y adolescentes en el conflicto armado colombiano . Bogotá,
Colombia : Panamericana Formas e Impresos S.A.
● Prieto, C. A. (2013). Las Bacrim y el crimen organizado en Colombia. Friedrich Ebert
Stiftung, 1-19.
● Rodríguez, U. (07 de Mayo de 2018). Así estarían reclutando jóvenes en Ciudad
Bolívar para delinquir en bacrim. Blu Radio .

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