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El pequeño puerquito

Primero que todo en el lejano espacio estelar donde las estrellas y las constelaciones aun no existían, vivían el sol y la
luna, ellos estaban muy aburridos porque no tenían con quien más hablar o jugar, pero luego el sol tuvo la grandiosa
idea de crear distintas constelaciones en forma de toda clase de animales que pudieran ser posibles.

Mientras ellos jugaban juntos, a lo lejos, entre los animales creados, había un puerquito que se sentía sin vida y quería
brillar como el sol, él pensaba que al tener un poco de luz podría resaltar entre los demás.

Un día el puerquito escuchó una de las conversaciones que Sol tenía con la luna, en la que el sol regalaría a todos los
animales de la constelación una estrella. Al siguiente día el sol mando a llamar a todos los animales y como dijo, regalo a
cada uno de ellos las estrellas más bonitas y brillantes que pudieran imaginar, para que pudieran brillar con intensidad
siempre, inmediatamente muy contento el puerquito se formó para recibir la suya, él imaginaba la estrella más grande y
resplandeciente de todas pero no fue así, él creyó que su estrella era una de las más pequeñas y merecía algo mejor,
inesperadamente el puerquito muy furioso exigió al señor sol que cambiara su estrella, luego el sol, se acercó a él para
explicarle que todas las estrellas eran iguales lo único diferente seria la luz interior de cada uno de ellos lo que las aria
brillar con mayor intensidad. El puerquito muy indignado no acepto lo que el sol le decía y comenzó a envidiar a los otros
animales por lo que tenían, lamentablemente para él, en algunos de ellos las estrellas lucían realmente hermosas con
colores extraordinarios. De repente el puerquito salió corriendo, no quería aceptar porque él no podía producir una
misma luz igual a la de los demás. El sol y la luna se miraron tristemente por lo ocasionado, la intención del sol con estos
regalos era hacer que todos se sintieran especiales.

Durante la noche mientras todos los animales dormían el puerquito silenciosamente aprovecho el momento para robar
todas las estrellas, pensó que nadie se daría cuenta y solo así todos serían iguales. A la mañana siguiente todos los
animales despertaron y tan pronto se dieron cuenta que las estrellas habían desaparecido se pusieron muy tristes,
porque sin ellas nadie más brillaría, y entre ellos comenzaron a discutir culpándose unos a otros por las estrellas
perdidas, compitiendo por la luz que cada uno tenía, el sol preocupado por lo ocurrido se dirigió a todos los animales y
les pidió que se tranquilizaran y en lugar de pelear buscaran por todos lados las estrellas, nadie creía posible que
desaparecieran de esa manera. El puerquito desesperado al ver que lo podían descubrir se comió todas las estrellas
como si fueran manzanas, pero luego sin darse cuenta, el puerquito comenzó a brillar intensamente, asustado intento
esconderse y corrió rápidamente para alejarse lo más posible de ellos y evitar que lo vieran, pero su luz era tan
resplandeciente que al sol no puedo evitar, el sol al verlo supo lo que había pasado pero quiso darle la oportunidad de
disculparse y explicar los motivos por los que había actuado así, el puerquito le dijo que lo único que quería era tener
una luz tan hermosa como la del sol para que todos lo admiraran, y también porque él no creía que era justo que solo el
sol pudiera tener esa virtud, El sol se enojó mucho, el esperaba que el puerquito se arrepintiera por todos los problemas
que había ocasionado entre todos los animales y muy indignado por la respuesta que tuvo del puerquito tomo uno de
sus rayos y cortó al puerquito por la pancita sacando todas las estrellas que él se había devorado, los animales no podían
creer lo que estaba pasando, la luna trato de intervenir a favor del puerquito justificando su deseo de ser especial, el sol
le dijo a la luna que no había justificación para el egoísmo y la envidia, el sol tristemente lo castigo diciendo le que si
tanto le gustaba comer todo lo que brillaba se convertiría en alcancía. Lamentablemente el puerquito no supo
arrepentirse provocando su propio daño el debió conformarse con la estrella que el sol le había regalado, aceptando el
lugar que le correspondía y no querer ser mejor que los demás para que las cosas fueran muy diferentes y el sería una,
más de las constelaciones en el cielo para brillar como los otros.

Finalmente, así fue el puerquito ahora es el animal más usado para alcancías, eventualmente podemos ver algunos otros
animales, pero el puerquito es visto en la mayoría de los casos.

La humildad es el verdadero brillo interior, trata siempre de no compárate, aprende a respetar el trabajo y los logros que
los demás tienen porque cada uno conserva su propio brillo especial. Ambiciona el deseo de mejorar cada día como
persona atesorando valores y no cosas materiales para ser recordado por tu lucha interna, solo así, podrás resaltar y
tener la luz más hermosa de todas las constelaciones.

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