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ffiT &rffiffi rffikm

f tr §m ffiffiwreffi

Scintilla in uilla labórat;renam parat. Horatia uillam intrat; Scintillam salütat.

Horatia Scintillam iuuat; aquam in uillam portat. Argus uillam intrat et Horatiam salutat.

Obserq-,a eL cambio de desinencias en las sigtientes palabras: Horati-a


Scintill-am. ¿Por qué crees que se produce este cambio/ Compáralo con Io q',,..
sucede en caste|lano: «nosotros Los aludamosr, oellos nos aludan, .
[§ §Wmr*r§ma&§wo y acusatlvo
Los pies de las figuras de la página anterior ilustran un tercer modelo de
oración. Fíjate en el siguiente ejemplo:
Puella Scintillam salütat
La niña saluda a Escintila.
El, uerbo salutat describe la acción de la oración y puella, el sujeto, indica
quién realiza la acción.
Sin embargo, para completar el sentido necesitamos saber a quién está
saludando la niña: Scintillam (a Escintiia). Este elemento de la oración se
denomina complemento directo del verbo.
Observa que el sujeto acaba en -a, y el complemento, en -am. Así:
sj En Scintill-a Horati.am uocat (Escintila llama a Horacia), Scintill-a es el
sujeto, y Horati.am, el complemento de uocat.
&J En Horati-a Scintill.am uocat (Horacia llama a Escintila), Horati-a es el
sujeto, y Scintill.am, el complemento.
Las distintas desinencias de los sustantivos (y adjetivos) muestran en qué
c¿¿so están. Los casos tienen nombres específicos:
# El caso del sujeto, con la desinencia.ar se llama nominatiuo.
§ El caso del complemento, con la desinencia -árnr se denomina acl,Lsatiuo.
Deberás prestar mucha atención a las desinencias de las palabras, ya que
determinan el sentido de las oraciones en latín.

§§ Copia en tu cuaderno las siguientes oraciones en latín. Rellena los huecos con las
desinencias correctas y traduce:
*J Horati_ in uilla labórat.
#J Puella Scintill_ uocat.
<j Scintill- uill- intrat.
dJ Filia Scintill_ salütat.
e; Puella cen_ parat.
fJ Scintilla fili_ laudat.
gÉ Argus uillam intrat et cen_ deuorat.

§§ En las siguientes oraciones, sustituye la palabra que aparece entre paréntesis por
la forma latina correspondiente y traduce la oración completa:
+j Scintilla filiam (llama).
*j Horatia uillam (entra) et (a Esci nti la) salutat.
<J Horatia Scintillam (ayuda).
#j Scintilla Horatiam laudat et fabulam (cuenta).
cJ Horatia (feliz) est.
fj Quintus (la cena) paral.
3?,f Quintus Horatiam (ayuda).
§§ Traduce al latín las siguientes.oraciones:
<=3 Horacia lleva agua a la casa.
*é Está cansada pero se da prisa.

sJ Entra en la casa y llama a Escintila.


#J Escintila saluda a Horacia.
* Quinto alaba a Horacia.

Argo roba la cena s}


tE(Ttj&& Y TmA0{l(c10tr{
F ¿Qué es (a) una persona iractmda, (b) un discurso laud.atorio,
(c) una frut:
acl,Losa, (d) un ordenador porntí\, (e) el amor flial, (f) ur.a salutación amis-
tosa? ¿De qué palabras latinas derivan los términos en cursiva?
Traduce las siguientes oraciones:
*É Horatia Scintillam uocat.
*i Scintilla puellam salütat.
sj Puella Scintillam iuuat.
dj Filiam laudat Scintilla. (¡Fíjatebien enlns desinencias!)

iuuat él/ella ayuda

laudat él/ella alaba

nanat él/ella cuenta

parat él/ella prepara

portat él/ella lleva

salütat él/ella saluda

uocat éllella llama

Advcrbic

in (+arus.) a,en,dentro de

(aue ranem! Mosaico pompeyano (i\iluseo Arqueológico National, Nápoles).

&mec xos* r"A (§N&

Lee la siguiente historia en voz alta y tradúcela:


(e§§at efá ociosa Scintilla in uilla labóra! cenam parat. Fessa est. Horatia in uia cessat.
ar¡dil oye Scintilla filiam uocat. Puella uillam intrat et Scintillam iuuaU aquam in
spe(t&t mira uillam portat. Scintilla filiam laudat.
eam rapit la roba Cena paráta est. Scintilla filiam uocat et fabulam narrat. Horatia
fugit huye fabulam laeta audit. Mox Argus uillam intrat. Cenam spectat; subito eam
aliam otra rapit et deuorat. Scintilla iráta est;Argus in uiam fugit. Scintilla aliam cenam
parat.

R EsPoN§§ Lnrl rt! r {§espiomd*enlatfn}'---'-


§ Qu¡s (¿quién?) cenam parat?

E Quomodo (¿cómo7) Horatia Scintillam iuuat?


E Quis uillam intrat? Cur (¿por qué?) Scintilla iráta est? (quod porque)

@} Caput secundum
fumm wffiw§ffiffiffi%

ffi-,
€- omo cua/quier esposa de un campesino romanoi la madre de euinto tenía que tra-
=@'*ba)ar en condiciones muy difÍciles. Si su familia era tan pobre como el mismo Horacio
decÍa, viviría en una casa que probabiemente constaba de una única habitación, con un
hogar en e centro para el fuego y un agujero en el techo por donde salía e humo. se
levantaría muy temprano, antes lncluso de amanece¡ avivaría las cenizas del fuego de 1a
noche anterior y encendería el candil. Luego, comenzaría a hilar y a tejer Ja lana para con
fecclonar sus propias ropas y las del resto de la familia,y continuaria trabajando durante la
mayor parte del dia. si tenía una hi.ja, ésta la ayudaría en sus tareas y ambas charlarían
mientras trabajaban la lana para ali-
viar ias largas horas dedicadas a tejer
e hilar, En aigún momento de dia,el a
o su hija tendrían que ir a la fuente,
situada en el centro de a pob ación,
para traer agua. Allí se detendría un
ilslarle pa.a char ar con sus convec -
nas antes de vo ver a casa con el cán-
taro lieno.
La madre de Quinto quizá tuviera
que preparar un sencillo desayuno
para su marido antes de que éste par
tiera hacia el campo. Así mismo,
debia enviarle el almuerzo a 1íy tener
lista a cena, a comida más impor-
tante del día, cuando regresaba a casa
por a tarde. Además, debía atender
también a las tareas domésticas y cul
dar de los hijos. Su vida era dificil y
agotadora. la antigua Roma era en
gran medida un mundo de hombres;
la función más importante reservada
a la mujer consistía en gestar y criar
nuevas generaciones de ciudadanos
romanos. A diferencia de os hijos
varones,tras corcLr a ensera.lTa
prlmaria, as niñas abandonaban la
escuela y permanecian en sus hoga-
res, donde ia mad re o u n esclavo
capacitado para ello se encargaba de
contlnuar su educaclón.
Los matrimonios eran concerta
dos por los padres de los jóvenes y
solían celebrarse a una edad muv Mujer romana con sus criados. Mosaico procedente
de (entocelle, en las proximidades de Roma
temprana. La edad egal mínima para contraer matrimonio era de doce años para las muje-
(Ku nsth istorisches Museum, Viena).
res y de catorce para los hombres; la mayoría de las muchachas se convertian en esposas
antes de cumplir los dieciséis.
La hija de Cicerón,Tulia,que aparecerá en nuestra historia más adelante,estaba prome-
tida a los nueve,y cuando murió a la edad de 30 años ya se habia casado tres veces.
Como sucede en la actua idad en muchas culturas no occidentales, la mujer y e marido
apenas se habían visto antes del casamiento.Sin embargo, no hay razón para creer que esta
costumbre condujera normalmente al fracaso matrlmonial (no es conveniente aplicar crite-
rlos modernos al aproximarnos a una cultura desarrollada hace 2OO0 años).

Argo roba ia cena &


Aunque la vida de las mujeres romanas puede parecernos hoy limitada y aburrida, no
Ostentación del cortejo
era muy distinta a la de nuestras abuelas en la primera mitad del siglo xx. Eso no significaba,
de Emilia
sin embargo,que carecieran de influencia ni que se ignorara el papel que desempeñaban
Esta mujer dejó muchas riquezas [...]. en la sociedad.
Emrlia,que asíse llamaba la difunta citada,
Muchos matrimonios disfrutaron de una armoniosa vida en común. En una lápida sepul-
era verdaderamente espléndida cuando
cral se puede leer la siguiente inscripción:
salta de su mansión para los ceremonias
que conciernen a las mujeres;había parti- A Urbano,la más dulce,casto y excepcional de los esposas,que nunca ho
cipado en la fortuna de Escipión cuando sido superoda y merece recibir honores por hober vivido conmigo hosta su
éste estaba en el ópice de su prosperidad. últ¡mo dío con lo moyor omistod y sencillez. Su ofecto se correspondía con
Ademós de los aderezos que lucía en su su laboriosidad.Yo inscribí estos polobras poro que quienes los leon com-
cuerpo y de los adornos del carro, los prendon cuónto nos amóbamos el uno ol otro.
y todo lo restante, ya de
cest¡llos, los vasos Otra dedicatoria, inscrita por un liberto de Roma sobre la tumba de su mujer, reza así:
oro ya de plato, requerido para el sacrifi- Esto mujer,que murió ontes queyo,fue mi único esposo:de cuerpo costo,
cio en estas ocasiones, todo lo cual la me amó y fue lo señora de mi corozón; vivió fielmente con su esposo, que le
precedía en la pompa solemne,la seguía fue fiel y nunca faltó a su deber en los momentos difíciles.
un número adecuado de esclavos y de
Los monumentos funerarios muestran con frecuencia a los esposos acompañados por sus
criados.
constituía la norma en la socledad romana,y muchas mujeres encon-
hi.jos: la familia nuclear
Poualo
traron la plenitud cuidando de su familia. No todas las tareas que realizaban eran aburri-
r,,,o. rllÍli'í^il;áÍ das.Tejer era un arte creativo que requería habilidad y la administración de la casa familiar
Madrid, Gredos, 1 983, p.372
era un trabajo de responsabilldad.Algunos autores clásicos tildaban de «chismorreo» las
conversaciones mantenidas por las mujeres durante estas tareas, pero en realidad intercam-
biaban en ellas valiosas informaciones, además de ofrecerse apoyo mutuo y ayuda práctica.
Por otra parte, las mujeres gozaban de plena libertad para ir a donde quisieran. Siempre
que las escoltara un hombre (un esclavo, por ejemplo), podían acudir a las tiendas, visitar los
templos y frecuentar los festivales y espectáculos públicos que se celebraban con regulari-
dad. Aslstían también a los banquetes en compañía de sus maridos. De hecho, a pesar de las
leyes que ponían límites a ciertas parcelas de sus vidas y que se fueron mitigando en t¡em-
pos de Horacio, no llevaron una vida muy diferente de la de otras mujeres occldentales has-
ta el movimiento de liberación femenina del siglo xx.

las Bodos Aklobromlinor (Bibl¡oteca Vaticana, Roma).


La historia romana está llena de nombres de mujeres, procedentes de las clases altas (no
es el caso de la madre de Quinto), que se hicieron célebres gracias a su fuerte personalidad.
La mujer, la madre o la hermana de un político podía ejercer una influencia considerable
poniendo en juego sus contactos. Muchas mujeres romanas poseÍan una educación esme-
rada y una gran inteligencia. Los esclavos llamaban a su ama domina (<mi señora») y era ella
la encargada de recibir a las visitas. Cenaba con su marido en casa o lo acompañaba a cenar
fuera. Cuando salía, lo hacía en litera, una especie de silla transportable cubierta con corti-
nas, o caminaba precedida de un esclavo que le abría paso en la calle. Podía divorciarse con
facilidad (bastaba con el simple argumento de un marido insoportable) y recuperar la dote
que había aportado al matrimonio, lo que ponÍa a una mujer rica en una posición de fuerza.

ACTlVIDADES
II Quinto, que permaneció soltero, escribió: «Una esposa con dote gobierna a su
marido», ¿A qué crees que se refería?

fl ¿Cuáles te parecen las diferencias más notables entre la posición de las mujeres
de entonces frente a las de hoy? ¿Qué rasgos comparten la mujer romana y la
actual que sean ajenos a las de otros períodos históricos?

@ Caput secundum
Sent*ntiae Latrnae

§ Aequálem uxórem quaere Busca una esposa iqual a ti.


§ Argentum accépi dote, imperium uendidi (Ptttlo,Asinaria,BT) Recibí dinero con
ia dote, pero vendí mi autoridad.

Mujer de la nobleza romana (Museo Arqueológiro


Nacional, Nápole$.

Sempronia, una «revolucionaria»


Se dice que en esta ocasión se adhiileron a él muchas gentes de todos los órdenes,incluso

algunas mujeres que al principro habían hecho frente a sus enormes gastos con el comercio
de su cuerpo [...]. Por medio de ellas creía Catiltna que podría sublevar a los esclavos de la
ciudad, incendiaila y ganarse a sus maridos o matarlos. Pues bien, entre éstas figuraba Sem-
pronia, que había cometida numerasos y frecuentes delitos de una audacia varonil, Esta
mujer fue muy afortunada en famtlta, en belleza y ademós en espaso e hijos;conocedora de
la literatura gilega y lattna, sabía cantar, danzar con mós soltura de lo que necesita una
mujer honrada y otras muchas artes que san ¡nstrumenta de la lujuria. Claro que siempre le
fue todo mós agradable que la honra y el pudor: no se podría decidir fócilmente si cuidaba
menos de su dinero o de su reputación;su pasión era tan intensa que can mós frecuencta
solicitaba a los hombres, que era solicitada de ellos. Pues bien, ésta ya vartas veces antes
había quebrantado su fe, había negado con juramento préstamos, había sabido de críme-
nes: se había ido precipitanda con la lujuria y la miserta. Pero su espíritu era distinguido:
pod[a escribir versos, promover chanzas, servirse de un lenguaje humtlde, tterno o provacante;
realmente tenía mucha simpatía y mucha gracia.
SlLusro
Conjuroció n de Coti I i n o 24
(trad. Manuel C. Dhz Y Dhz)
lMadrld, Gredos, 1 985

§f, A partir de los datos del texto, deduce qué comportam¡entos serían adecuados
en una «mujer honrada» según Salustio.

§fi ¿Cuáles son los «delitos de una audacia varonil» a los que se refiere el autor?

§tr! ¿En qué medida difiere Sempronia del modelo que representa la madre de
Quinto? ¿Qué aspectos de su comportamiento te parecen más chocantes o curiosos?

Argo roba la cena @

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