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En lo principal: querella por desacato;


Primer otrosí: solicita diligencias urgentes;
Segundo otrosí: acompaña documentos;
Tercer otrosí: téngase presente;
Cuarto otrosí: propone forma de notificar;
Quinto otrosí: patrocinio y poder.

&&&&&&&&&&&&&&&

A
Sr. Juez de Letras del
Juzgado de Garantía de Antofagasta

Rhody Alejandro Santibáñez Zuleta, chileno, divorciado, vendedor industrial, C.I.


N°10.904.058-4, domiciliado para los efectos de esta presentación en Jorge
Washington N° 2675, oficina N°501, Antofagasta; a su VS., respetuosamente digo,
que:

Por este acto, vengo a pedir a VS., tener por interpuesta querella criminal en
calidad de autores contra don Mario Rozas Córdova, chileno, casado, R.U.T. N°
10.943.125-7, General Director de Carabineros de Chile; y a don Ramón Alvarado
Donoso, chileno, casado, R.U.T. N°10.380.938-K, General de Carabineros, quien
ocupa el cargo de Secretario de la misma institución; ambos con domicilio en la
comuna y ciudad de Santiago, en calle Paseo Bulnes N°80, oficina N°113; y en
contra de todos aquellos que resulten responsables en calidad de autores,
cómplices o encubridores del delito de desacato previsto y sancionado en el ya
citado artículo 240 Inc. 2° del CPC, además de todos aquellos que sean responsables
del incumplimiento del fallo firme y ejecutoriado, acorde a lo dispuesto en los
artículos 111 incisos 1º y 113 del Código Procesal Penal (CPP); O EN SUBSIDIO,
conforme a lo dispuesto en el artículo 111 inciso 2º y en el Art. 113 ambos del CPP, en el
ejercicio de la acción popular conferida a cualquier persona para perseguir los delitos
que atentan contra la probidad pública cometidos por funcionarios del Estado de Chile
siendo la víctima es quien tiene como mandato constitucional la recta administración
de justicia, en la especie este tribunal; en ambos casos en lo establecido para el
incumplimiento de la sentencia, en causa que se detallará, según las circunstancias
de hecho y de derecho que se expondrán:
2

I.- Hechos.
A.- Antecedentes a tener en consideración.
El compareciente es padre de la víctima Rhody Alejandro Santibáñez Lizana
de los hechos que a continuación se describirán, que a la fecha de los mismos era
menor de edad.

B.- Antecedentes previos.


En causa incoada por torturas seguida de lesiones, R.I.T. O-327-2018, tramitada
en el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Antofagasta, el cual dictó un fallo el
10/06/2019, en cuyo considerando duodécimo de tal resolución estableció los
siguientes hechos1:
“I.- El día domingo 13 de abril de 2014, durante la jornada de la tarde, y raíz del término del
Campeonato Nacional de Fútbol, en la Plaza Sotomayor de esta ciudad se llevaron a cabo celebraciones
públicas con alta concurrencia de adeptos y aficionados del equipo que había obtenido el título de
Campeón. Fue así que, entre los asistentes se encontraba Rhody Alejandro Santibáñez Lizana, nacido el
03 de junio de 1996 quien, por causas indeterminadas, fue detenido por el personal policial que se
apostó en el lugar. Posteriormente, fue trasladado a un radio patrulla estacionado en las inmediaciones y
ya en él, conducido hasta las dependencias de la 3° Comisaría de esta ciudad. En el trayecto Santibáñez
Lizana, quien iba esposado, mantuvo con la funcionaria de carabineros una interacción verbal agresiva,
teñida de insultos con mofas por la condición de colocolino de la víctima y descalificaciones mutuas, lo
que llevó a la agente a golpearlo en la cabeza con su casco.
II.- En dependencias de la 3° Comisaría, el menor fue ubicado en un pasillo frente al módulo del
suboficial de guardia, quien se percató de una herida que sangraba de su mano derecha, determinándolo
a disponer su inmediato traslado al Hospital Regional de Antofagasta para la constatación de sus
lesiones. Fue así como la Central de Comunicaciones, envió un dispositivo policial para su traslado junto
a otros 3 detenidos adultos hasta el recinto hospitalario, lo que estuvo a cargo de la patrulla liderada por
el entonces Subteniente Luis Arias Arellano, conformada además por el carabinero Julián Minio Morales
y otro funcionario que oficiaba de conductor. Mientras esperaba que lo trasladaran al recinto hospitalario,
Rhody Santibáñez se percató que la funcionaria que lo condujo a la comisaría conversó con el acusado
Arias.
III.- Cerca de las 17:00 horas de la jornada del domingo, los detenidos a cargo de Arias Arellano
arribaron al Hospital Regional, aparcando el furgón en la entrada del servicio de urgencias del recinto.
Cuando procedieron a bajar a Rhody Santibáñez, quien en todo momento iba esposado con las manos
en la espalda, el encausado Arias lo hizo tomándolo del cuello al punto de botarlo al suelo y no contento
con ello, le aplastó con la rodilla su espalda y con sus manos el costado izquierdo de su rostro,
generándoles escoriaciones. Luego, fue levantado bruscamente por Arias, y conducido hacia unos
contenedores, oportunidad en que azotó su cara contra la pared de uno de los habitáculos, mientras le
profería insultos como “indio culiao”, “colocolino conchetumadre”, “pendejo insolente”, “pendejo culiao”,
amenazándolo además con que “si no se quedaba tranquilo, en la comisaría le iba a ir peor.”

1 Cita y transcripción textual de tal considerando.


3

IV.- Acto seguido, el acusado Arias condujo a la víctima hasta un pasillo ubicado fuera del acceso
a la denominada “Sala de categorización”, y como quiera que se quejaba enérgicamente de los malos
tratamientos recibidos el subteniente Arias, le hizo una especie de zancadilla, botándolo al suelo y en
esas circunstancias junto al acusado Julián Minio Morales, lo golpearon con patadas en diversas partes
de su cuerpo. Luego, el acusado Arias lo tomó del cuello y lo levantó, asfixiándolo, dado lo cual, y para
interrumpir esa acción, Santibáñez se hizo el desmayado, cayendo nuevamente al suelo y habiendo ya la
médico de turno revisado a los otros detenidos, despachándolos, observó a la víctima disponiendo de
inmediato que fuera ingresado a la sala de urgencia.
V.- Posterior a su ingreso a la referida sala, Santibáñez Lizana fue ubicado en la camilla del
último box, toda vez que las otras estaban ocupadas con otros pacientes, manteniéndose siempre
custodiado por ambos encausados, con las manos esposadas en la espalda. La médico de turno efectuó
una primera constatación de lesiones, la que tuvo lugar a las 17:39 horas, consignando que éste tenía
escoriaciones faciales izquierda y herida contusa mano derecha, disponiendo como tratamiento el aseo y
sutura de esta última, a cargo de una auxiliar paramédico y para ello los acusados cambiaron la posición
de las esposas, dejando la mano izquierda de Rhody esposada a la camilla. Terminado el aseo
quirúrgico y sutura, volvieron los acusados a esposarle las manos a la espalda. Al efecto, cabe hacer
presente que el ofendido, desde que ingresó al box de urgencias siguió reclamando, a viva voz, los
malos tratos que le estaban dando los policías que lo custodiaban, solicitando infructuosamente, a la par,
poder contactarse con su padre e ir al baño, peticiones que fueron desoídas por los acusados, quienes le
respondían con burlas, insultos y descalificaciones a su persona, denostando abiertamente su afición a
su equipo de fútbol favorito.
VI.- Mientras, se gestionaba la atención de Santibáñez Lizana, quien esperaba en el mismo lugar
de la sala en que fue atendido, siempre con las manos esposadas en la espalda, aprovechándose de la
ausencia transitoria de la médico de turno y de la auxiliar que le practicó las curaciones, Arias Arellano
premunido de una lapicera que le entregó el Carabinero Minio Morales, le dibujó en uno de sus brazos el
símbolo del equipo Universidad de Chile, rival del equipo favorito de Rhody, para luego afirmar que
“ahora iba a ser de la U”, preguntándole a Minio si le pegaba o no “a este colocolino conchetumadre”, a
lo que éste respondió “hágalo cagar no más mi Teniente”, para luego propinarle un golpe de puño en el
rostro de Santibáñez, provocándole hemorragia nasal e incluso que no se pudiera aguantar y que se
defecara y orinara en sus pantalones. A los pocos instantes de sucedido este hecho, retornó al box la
médico de turno quien, impactada, inquirió a los acusados de lo que había ocurrido, para luego brindar a
la víctima atención inmediata, además de gestionar llamados telefónicos al padre del menor afectado,
manteniéndolo en el intertanto hospitalizado y dando cuenta de lo ocurrido a su superior. Acto seguido, la
misma profesional consignó una segunda constatación de lesiones, a las 18:10 horas, consistente en
“contusión nasal-fx nasal, epistaxis secundaria, RX huesos nasales. Nota: Durante su estadía en box de
UE pacientes y personal presencian acto de violencia por parte de carabineros hacia el detenido
encontrándose éste esposado. Se comunicará de la situación al jefe de turno”.
La víctima no sólo resultó con las lesiones físicas arriba señaladas, sino que además con
secuelas psíquicas como lo es el trastorno de stress Post traumático moderado y Crónico, que le detectó
la psicóloga del Servicio Médico Legal de Iquique, quien lo examinó siguiendo para estos efectos, los
parámetros que establece el Protocolo de Estambul, para la investigación y documentación de la tortura,
castigos y tratamientos crueles, inhumanos y degradantes.”

Este compareciente fue representado por los letrados don Aquiles Cerda
Iturriaga y don Rolando Lorca Silva, en su calidad de padre de la víctima (quien era
4

menor de edad a la fecha de los hechos) en la acción penal, junto a estos


querellantes, así también participó en igual calidad el Instituto Nacional de Derechos
Humanos.
Por tales hechos, en la parte resolutiva del fallo se dispuso condenar a Julián
Aarón Minio Morales, R.U.T. N° 17.806.854-7, “…a la pena de tres (3) años de presidio menor en
su grado medio, más las penas accesorias del artículo 30 del Código Penal, esto es, la de suspensión de
cargo u oficio público durante el tiempo de la condena, como autor del delito consumado de tormentos o
apremios ilegítimos, previsto y sancionado en el artículo 150 A inciso 1° del Código Penal…”
Seguidamente en numeral II de lo resuelto, condenó a Luis Guillermo Agustín
Arias Arellano, R.U.T. N° 17.321.873-7, “…a la pena de quinientos cuarenta y un (541) días de
presidio menor en su grado medio, más las penas accesorias del artículo 30 del Código Penal, esto es, la
de suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena, como autor del delito
consumado de tormentos o apremios ilegítimos, previsto y sancionado en el artículo 150 A inciso 1° del
Código Penal, perpetrado en esta ciudad el día 13 de abril de 2014.”
De forma tal que se impuso junto a la pena principal –la que fuera remitida-
otra sanción anexa, “suspensión de cargo u oficio público”, -carabineros en servicio
activo al momento de los hechos y en la actualidad- y de modo expreso se dispuso
la: “…suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena, como autores del delito
consumado de tormentos o apremios ilegítimos, previsto y sancionado en el artículo 150 A inciso 1° del
Código Penal, perpetrado en esta ciudad el día 13 de abril de 2014.”.
No obstante, existir condena con una explicita suspensión de cargo u oficio
público; esta se encuentra incumplida, manteniendo la condición de carabineros en
servicio activo, este es un oficio público.

C.- Hechos que configuran el delito de desacato.


Aun cuando el fallo citado se encuentra firme y ejecutoriado, dispuso la
suspensión de los condenados por el tiempo que dure la sanción y que no se ha
llevado a cabo, esto por resolución expresa de las autoridades máximas de
Carabineros acorde a informe de la Dirección de Justicia de Carabineros.
El argumento de Carabineros se analizará y transcribirá en sus partes
fundamentales, el cual contradice la calidad de la condena, la pena y la
jurisprudencia, que es la base de esta querella por desacato.
El veredicto se acompaña in extenso, en el segundo otrosí.
En carta del 18 de octubre del año 2019, los letrados don Rolando Lorca Silva,
y don Aquiles Cerda Iturriaga, en mi representación, procedieron a remitirle al Sr.
5

General Director de Carabineros de Chile, carta certificada en la cual se pedía en


relación a los dos referidos condenados:
“(…) nos permitirnos ejercer el derecho de petición, para que en vuestra función de autoridad
máxima de Carabineros de Chile, disponga las medidas administrativas necesarias para hacer efectiva la
responsabilidad administrativa y funcional de los involucrados, consistente en dar la baja efectiva a esos
funcionarios en actual ejercicio, debido a un hecho querido y buscado por ellos, constitutivo de delito de
apremios ilegítimos, con carácter de tortura, en la persona de un menor de edad, el día 13 de abril del
año 2014, hecho por el cual ya fueron juzgado y condenados. ”
Tal misiva fue respondida por escrito con fecha 9 de enero del año en curso,
esto 83 días desde su remisión y firmada por don Ramón Alvarado Donoso, General
de Carabineros, Secretario General de Carabineros de Chile.
En la misma, este funcionario público señala de modo claro reconoce que los
condenados, AUN continúan cumpliendo funciones en tal institución, contradiciendo
la condena dictada, la que expresamente involucraba la pena de suspensión de
cargo u oficio público durante el tiempo de la condena, como autores del delito
consumado de tormentos o apremios ilegítimos perpetrado en Antofagasta el día 13
de abril de 2014, en la persona de mi representado.
En base a lo informado por la Dirección de Justicia de Carabineros, el
Secretario General manifiesta como argumentos sobre incumplimiento de la
sentencia, que:
ARG. 1.- Por sumario administrativo interno de Carabineros el teniente Arias, fue

sancionado con una medida disciplinaria y el cabo Minio fue sobreseído.

Un funcionario público que sea condenado penalmente, por regla general constituye una
inhabilidad sobreviniente, le obliga cesar en el cargo; sin embargo –agrega- en el evento
de gozar de un beneficio de una pena sustitutiva acorde a la ley 18.216, no existe
impedimento para que continúe ejerciendo sus funciones. Para ello aduce la
jurisprudencia administrativa de la Contraloría General de la Republica contenida en
Dictamen N° 7.896 del 2018.
ARG. 2.- Fundando su punto de vista indica que los condenados fueron
beneficiados por la Ley 18.216, lo que implica que no existe causal de
inhabilidad sobreviniente.

Porque la Institución instruyó sumario administrativo y su resolución fue uno sobreseído y


el otro sancionado. Lo que si se reabriera el proceso se vulneraría el principio de non bis
in ídem.
6

ARG. 3.- La reapertura del proceso solo sería posible si existiera un causal de

invalidación lo que no se configura, estando transcurrido el plazo de 2 años que


establece el art. 55 de la Ley 19.880.
ARG. 4.- La sanción penal es distinta de la administrativa y por ello -aun siendo
condenados- no implica necesariamente que deben ser eliminados de la
institución.

Esto son los argumentos de Carabineros de Chile, lo que revisará más


adelante, al referir el derecho aplicable a este desacato.

En audiencia celebrada el pasado 15 de enero, en autos destinados a exigir el


cumplimiento efectivo de la sentencia, R.I.T. 9311-2014 y R.U.C. Nº 1400364225-K; el Sr.
Juez de la audiencia, don Francisco Lanas Jopia, ordenó remitir los antecedentes
presentados por estos letrados en escrito de la misma fecha, al Ministerio Público
para efectos de iniciar la investigación del incumplimiento y omisión del deber de
acatar lo resuelto en sede penal.
Estos hechos o situación configuran el delito de desacato, que se encarta en
esta querella, para que la Fiscalía ejerza sus facultades y cumpla con su deber legal
de oficio para estos efectos, con el mérito del documento referido en lo principal de
este escrito, de denunciar los hechos descritos previamente como delito, según los
Art. 172, Art. 173, Art. 174 y Art. 175 letra b), todos del Código Procesal Penal y art. 240
inciso 2° CPC.

II.- El derecho.

Atendida la situación derivada de este hecho, los involucrados, la posición de


los querellados respecto de su condena y su incumplimiento, sostenido por las
máximas autoridades de Carabineros de Chile y especialmente el carácter de
fuerza pública encargados de hacer efectivas las sentencias judiciales. Esta
Institución se ha negado a llevar a cumplir lo resuelto en el juicio.
Haremos una introducción a la norma penal infringida, sus fuentes, aspectos
constitucionales y otras aristas, que involucran estas conductas ilegales que
quebrantan de modo directo, querido y niega eficacia a lo resuelto expresamente
por un Poder del Estado.
Además de atribuirse un derecho que no le asiste: darle interpretación y
valoración a una sentencia penal, para finalmente darle un carácter que no posee.
7

El delito de desacato2 se encuentra regulado en el Art. 240, inciso segundo, del


Código de Procedimiento Civil, no obstante ubicarse en el compendio de normas
adjetivas civiles, tipifica un ilícito penal que en la práctica recibe la denominación
de desacato o para nosotros desacato común.

A.- Concepto.
Se iniciará el análisis del tipo penal de desacato, partiendo por su concepto
que se examinará desde diversos aspectos, en lo gramatical, doctrinal,
jurisprudencial y administrativo, para determinar su contenido atendida la gravedad
de los involucrados en este ilícito penal.
GRAMATICAL.
 Acorde al Diccionario de la Real Academia, significa:
Desacatar De des- y acatar.
1. tr. Faltar a la reverencia o respeto que se debe a alguien. U. t. c. prnl.
2. tr. No acatar una norma, ley, orden, etc.

 Diccionario de la lengua española 2005 Espasa-Calpe:


Desacato. Desobediencia a una autoridad:
la iglesia le acusó de desacato a la jerarquía.
Falta de respeto a los superiores:
este desacato a su coordinador le costará caro.
Derecho: Delito que se comete calumniando, injuriando, insultando o amenazando a una autoridad o un
funcionario público en el ejercicio de sus funciones:
desacato a un tribunal.

 Diccionario Jurídico Español, Consejo General de Poder Judicial Español.


 Desacato o Desobediencia

 Indisciplina o resistencia contra tribunales o jueces militares.

 ACATAR que es el aspecto positivo de esta conducta se define:


Cumplir, dar cumplimiento a una decisión o disposición.
Aceptar con sumisión una decisión de una institución, órgano o autoridad pública.
Diccionario de la Real Academia Española, Diccionario Jurídico Español, Consejo General de Poder Judicial Español.

B.- El tipo penal.


Este tipo penal curiosamente se encuentra en el inciso 2° del artículo 240 del
Código de Procedimiento Civil, este describe la conducta punible e indica la
sanción que habrá de imponérsele al infractor.

“Art. 240. Cumplida una resolución, el tribunal tendrá facultad para decretar las medidas
tendientes a dejar sin efecto todo lo que se haga en contravención a lo ejecutado.
El que quebrante lo ordenado cumplir será sancionado con reclusión menor en su grado
medio a máximo.”

2 Aguayo Sáez, Eric. “Presupuestos típicos del delito de desacato en contexto de violencia de intrafamiliar”. Tesis
de Magister. Prof. Guía: Ovalle Madrid, G. Magister en Derecho con mención en Derecho Penal. Facultad de Derecho.
Universidad de Chile. Puerto Montt, Mayo 2016.
8

B.1.- Doctrina.
Un estudio sobre esta materia señala, que3:

“El bien jurídico protegido por este injusto es la recta administración de justicia, esto es, el “interés
público en la fiabilidad del establecimiento de los hechos en los procesos judiciales y en ciertas otras
actuaciones judiciales”4.
El fuerte sentido de la expresión “quebrantar” y de las demás exigencias para la realización del tipo
induce a pensar que en cuanto al elemento subjetivo del tipo penal, sólo es posible cometer este delito
con dolo directo, lo que descarta la posibilidad de su comisión con dolo eventual, no siendo por ello
exigible al infractor la representación de la posibilidad del incumplir con su conducta lo mandatado 5. Por
supuesto mucho menos procede la imprudencia para constituir el tipo penal.
Para configurar el delito de desacato no basta un mero incumplimiento de la orden o resolución judicial,
sino que debe ser resultado de una actitud contumaz y desafiante por parte del agente hacia las
decisiones judiciales dirigida a violentar la acción de la Justicia.6
La acción típica del delito de desacato consiste en que el agente “quebrante lo ordenado a cumplir ”

B.2.- Aspecto constitucional:


Nuestra Carta Magna establece respecto de Carabineros de Chile:
“Capítulo XI
FUERZAS ARMADAS, DE ORDEN Y SEGURIDAD PÚBLICA
Artículo 101.- Las Fuerzas Armadas dependientes del Ministerio encargado de la Defensa
Nacional están constituidas única y exclusivamente por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. Existen
para la defensa de la patria y son esenciales para la seguridad nacional.
Las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública están integradas sólo por Carabineros e
Investigaciones. Constituyen la fuerza pública y existen para dar eficacia al derecho, garantizar el
orden público y la seguridad pública interior, en la forma que lo determinen sus respectivas leyes
orgánicas. Dependen del Ministerio encargado de la Seguridad Pública.
Las Fuerzas Armadas y Carabineros, como cuerpos armados, son esencialmente
obedientes y no deliberantes.
Las fuerzas dependientes de los Ministerios encargados de la Defensa Nacional y de la
Seguridad Pública son, además, profesionales, jerarquizadas y disciplinadas.”

3
Fuente: DEFENSORIAS REGIONALES MINUTA REGIONAL “El delito de desacato y la ley 20.066: Distintos criterios
interpretativos” N° 2/2010/Diciembre
4
Politoff, S.; Matus, J.P.; Ramírez, C.: “Lecciones de Derecho Penal Chileno, Parte Especial” (Santiago: Editorial Jurídica de
Chile, 2004), p. 503.
5
Cfr. Briceño, S.: El delito de desacato del artículo 240 inciso 2° del Código de Procedimiento Civil. Departamento de
Estudios, Defensoría Nacional.
6
Disponible en Internet: http://www.dpp.cl. (Consulta 05 11 Tribunal del Juicio Oral en lo Penal de Valdivia, RIT 173-09 de
18 de marzo de 2010.septiembre 2010).
9

La Ley Orgánica Constitucional de Carabineros ha normado la función


de ese cuerpo en lo respectivo en los artículos que se encartan:

“Artículo 2°.- Carabineros de Chile como cuerpo policial armado es esencialmente obediente, no
deliberante, profesional, jerarquizado y disciplinado y su personal estará sometido a las normas
básicas establecidas en la presente ley orgánica, su Estatuto, Código de Justicia Militar y
reglamentación interna.
…..

Artículo 4°.- Carabineros de Chile prestará a las autoridades judiciales el auxilio de la fuerza
pública que éstas soliciten en el ejercicio de sus atribuciones.
Además, colaborará con los fiscales del Ministerio Público en la investigación de los
delitos cuando así lo dispongan, sin perjuicio de las actuaciones que en virtud de la ley le
corresponde realizar sin mediar instrucciones particulares de los fiscales. Deberá cumplir sin
más trámite sus órdenes y no podrá calificar su fundamento, oportunidad, justicia o legalidad,
salvo requerir la exhibición de la autorización judicial previa, en su caso.”

Desde la perspectiva constitucional como de la ley orgánica, además de la


norma básica de este delito, Art. 240 inciso 2° del Código de Procedimiento Civil, se
trata de un figura autosuficiente, esto es, que cumple con los requisitos de legalidad
y tipicidad, pues la ley ha creado el hecho punible y fija su penalidad, como ha sido
resuelto jurisprudencialmente7. Agrega el mismo fallo, que resulta irrelevante que
dicha disposición legal e incluso la modificación introducida a esta norma por la ley
N°18.705 no explicitase la denominación de delito para referirse al desacato, por
cuanto la tipificación de la conducta, su descripción normativa, es clara y precisa,
cumpliendo satisfactoriamente la exigencia constitucional de legalidad y tipicidad.

B.3.- Bienes jurídicos protegidos.


Los bienes jurídicos, son intereses individuales o colectivos, juzgados
indispensables para la convivencia social.8
Los bienes jurídicos que protege este delito, es en definitiva la correcta
administración de justicia, su efectivo cumplimiento o, en otros términos, la seguridad

7
Ministerio Público contra Hernández Cáceres (2006): Corte de Apelaciones de Santiago, Reforma Procesal Penal; Rol
Corte N° 799-2006, 23 de mayo de 2006. http://corte.poderjudicial.cl/SITCORTEPORWEB/

8
POLITOFF, Sergio, MATUS, Jean Pierre, RAMÍREZ María. Lecciones de derecho Penal Chileno. Parte general. Santiago,
Editorial Jurídica de Chile. 2003. p 613.
10

y certeza jurídica propia de un Estado de Derecho, lo tutelado por ilícito del


desacato.9
Cuando se quebranta lo ordenado cumplir, se atenta contra la administración
de justicia, por consiguiente se transgrede la función jurisdiccional, que de acuerdo
a nuestra Constitución; es la actuación hecha por la autoridad judicial, previa
investidura regular, dentro de su competencia y en la forma prescrita por la
Constitución y la Ley, para conocer de las causas civiles y criminales, de resolverlas y
hacer ejecutar lo juzgado.10

B.4.- Sujeto pasivo.


El sujeto pasivo es el titular del bien jurídico ofendido con el delito 11. En
consecuencia para determinarlo, debemos atender al bien jurídico protegido, y por
consiguiente se puede decir que corresponde al juez o Tribunal con potestad
jurisdiccional del cual emana lo ordenado cumplir a través del pronunciamiento de
una resolución judicial válidamente emitida. Dicho de otro modo, el sujeto pasivo es
quien tiene como mandato constitucional la recta administración de justicia, en la
especie este tribunal.

B.5.- Conducta típica.


La conducta típica en el delito de desacato es: “quebrantar lo ordenado
cumplir”, esto es: “traspasar, violar una ley, palabra u obligación”. Con todo, precisar
este precepto trae aparejadas serias dificultades, particularmente referidas a la
necesaria delimitación de su tenor literal de gran amplitud, que puede llevar a
sostener que el delito consiste en cualquier quebrantamiento de un mandato del
tribunal, extendiéndose así más allá de los límites de lo genuinamente penal.12
La acción, más no en el resto de las categorías del tipo, que a entender del
profesor Enrique Cury son el resultado y nexo causal, pues, el delito de desacato es
un delito formal o de mera actividad, cuya comisión depende de la sola realización

9 Sentencia definitiva, de fecha 29/04/08, recaída en Juicio Oral, dictada por el Tribunal Oral En Lo Penal Concepción, RIT N°112-2008. Archivos
jurisprudencia Tribunal de Juicio Oral En Lo Penal; http://www.intranet.pjud/

10 Inciso 1° del artículo 7 e inciso 1° del artículo 76 de la Constitución Política de la república de Chile de 1980.

11 ETCHEVERRY Orthusteguy, Alfredo. Derecho Parte Especial, tomo IV, editorial jurídica de Chile, 3era Edición, Santiago de Chile, 1998

12 HERNÁNDEZ Basualto, Héctor. Alcances del delito de desacato en el contexto de la ley de violencia intrafamiliar,
Informes En Derecho, Doctrina Procesal Penal 2010, Defensoría Penal Pública(N°8), 2011. p. 242.
11

de una conducta con prescindencia de cualquier resultado. En consecuencia, la


sola verificación de la acción consuma el delito.13
En cuanto a la clase de resolución judicial susceptible de quebrantar para
configurar el delito,
La jurisprudencia se ha ido uniformando, al sostener que el Art. 240 Inc. 2°,
(CPC) no configura, en sentido estricto, una norma de procedimiento, ni tampoco
establece un apremio, sino tan sólo tipifica un delito que el legislador crea para
sancionar a quienes quebranten lo ordenado cumplir por un tribunal, cualquiera sea
éste, por lo que no sólo puede asociarse con el desconocimiento de resoluciones
dictadas en causas de naturaleza civil, sino que también penal, siendo recogida tal
razonamiento interpretativo por la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago.14
En suma: este delito se presenta por el contravenir o incumplir una sentencia
penal de un Tribunal de la Republica, firme y ejecutoriada, a la cual un Institución,
como Carabineros de Chile, no tiene facultad alguna para ello, y hace una
valoración negándose a cumplirla, lo que es ilegal y origina por esta conducta el
delito querellado.
Por otra parte, es la propia Institución encargada de llevar a cabo lo resuelto
por los Tribunales, sin derecho alguno de análisis, valoración o facultad para
incumplirla, por lo que tal conducta tipica es ilegal y origina -sin duda- el delito de
desacato.
ASPECTO ADMINISTRATIVO:
Citaremos dictamen de la Contraloría General de la Republica sobre la
materia, atendida la existencia de una distinción e independencia entre la
responsabilidad Administrativa y la Penal.
DICTAMEN N° 026247N85 del 14-11-198515
“No procede dejar sin efecto medida de destitución aplicada a ex funcionario de SERVIU que incurrió en
actuaciones que revestían carácter de delito ministerial, las que sirvieron de base para ser condenado por la
justicia ordinaria a la pena de suspensión del empleo, porque esta última sanción impuesta en forma accesoria o
principal, no confiere derecho a los afectados para ser reincorporados a sus cargos cuando han sido castigados

13 FERNÁNDEZ Moraga, Rodrigo; “Las medidas cautelares en delitos de violencia intrafamiliar y el delito de
desacato”; Revista Jurídica Del Ministerio Publico, N°44, septiembre de 2010, p. 242

14Ministerio Público contra Hernández Cáceres (2006): Corte de Apelaciones de Santiago, 23 mayo 2006. Rol Corte N°
799-2006.

15
Aplica dictámenes 2450/82, 66724/78, Acción Dictamen Año dfl 338/60 art/176 inc/1 dfl 338/60 art/188 lt/b dfl 338/60
art/187 lt/c dl 1305/75 art/25
12

con medidas administrativas expulsivas. Además, según principio de independencia de la responsabilidad


civil, penal y administrativa, fuera de las excepciones consagradas en la ley, no procede atribuir a fallos
de los tribunales la consecuencia de obligar a la jefatura del servicio a reconsiderar sanción expulsiva
decretada, como asimismo, tratándose de un delito ministerial, no existe precepto legal que permita
prescindir de la destitución. Principio examinado no produce el no acatamiento de sentencias que condenen a
la suspensión del empleo, ya que propósito de la resolución judicial se alcanza plenamente con la medida
expulsiva que hace desaparecer el supuesto esencial de la suspensión cual es la mantención del servidor en el
empleo.”

En este caso, la sentencia firme y ejecutoriada de autos dictada por el Tribunal


de Juicio Oral en lo Penal, que debe cumplirse por el Juzgado de Garantía de
Antofagasta y en concreto hacerla efectiva por Carabineros de Chile, sin valoración
alguna.

B.6.- Sujeto activo.


El concepto de sujeto activo proporcionado por la doctrina, es aquél que
ejecuta la conducta punible, y se encuentra en una relación especialmente
relevante respecto de alguno de los hechos previstos como delitos en la Parte
Especial o que constituyen fases de imperfecta ejecución de los mismos.16 Autor en
este sentido, es aquel a quien se puede imputar uno de tales hechos como suyo. 17
Al utilizar el Art. 240 del Código de Procedimiento Civil la expresión: “el que
quebrantare lo ordenado a cumplir”, no se indica calidad especial que deba revestir
el hechor para perpetrar el ilícito, pudiendo ser un hombre o mujer capaz
penalmente, siendo necesario que a su respecto se haya dictado una resolución
judicial que deba cumplir sea imperativa o prohibitiva. De igual manera se requiere
que el sujeto activo haya sido legalmente notificado. En lo que respecta a la
notificación de la resolución, digamos por ahora, implica que el individuo conozca la

16 MIR PUIG, Santiago. Derecho Penal Parte General, Editorial IB de F, Montevideo-Buenos Aires, 2007. p 365.

17 En este mismo sentido, para el profesor Labatut Glena, Gustavo, “Recibe el calificativo de autor inmediato el
individuo que ejecuta por sí mismo la acción constitutiva del tipo delictivo, haciendo realidad la hipótesis descrita en él.
Según lo expresa en su obra Derecho Penal Parte General, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, año 1951. El profesor
Etcheverry por su parte, en su obra Derecho Penal Parte General, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 3era edición, año
1997, señala como autor al que ejecuta la acción descrita o provoca el resultado contemplado en precepto respectivo. El
profesor Cury, en su obra derecho Penal Parte General, sexta Edición, Editorial Universidad Católica de Chile, año 2001, se
refiere al autor o autores como aquellos sujetos que realizan una parte de la acción típica.
13

regla jurídica, que en el caso del desacato es el contenido de la resolución judicial


para que pueda ajustar a ella su conducta.18

B.7.- Análisis respecto del fallo no cumplido.

La sentencia condenó a JULIÁN AARON MINIO MORALES, a la pena de


quinientos cuarenta y un (541) días y a LUIS GUILLERMO AGUSTÍN ARIAS ARELLANO a
la pena de tres (3) años de presidio, además ambos con las penas accesorias del
artículo 30 del Código Penal, esto es la suspensión de cargo u oficio público durante
el tiempo de la condena. Ambos como autores del delito consumado de tormentos
o apremios ilegítimos, previsto y sancionado en artículo 150 A inciso 1° del Código
Penal.
Las existencia de una pena principal y otra accesoria, frente a la remisión
condicional tiene efectos diferentes y no como sostiene la misiva de Carabineros.
Al efecto citamos la jurisprudencia sobre esta distinción y sus efectos:
Fallo 8.542-2010 del 06/04/2011, Tercera Sala de la Excma. Corte Suprema, que
resumido sostiene: el beneficio de remisión condicional únicamente suspende
ejecución de pena corporal pero no alcanza a la accesoria de suspensión de cargo
u oficio público.
Los argumentos de Carabineros son, según el resumen ya hecho y que se
repite para la mejor comprensión:

ARG. 1.- Por sumario administrativo interno de Carabineros el teniente Arias, fue sancionado con una medida
disciplinaria y el cabo Minio fue sobreseído.
Un funcionario público que sea condenado penalmente, por regla general constituye una inhabilidad sobreviniente,
le obliga cesar en el cargo; sin embargo –agrega- en el evento de gozar de un beneficio de una pena
sustitutiva acorde a la ley 18.216, no existe impedimento para que continúe ejerciendo sus funciones. Para
ello aduce la jurisprudencia administrativa de la Contraloría General de la Republica contenida en Dictamen N°
7.896 del 2018.
ARG. 2.- Fundando su punto de vista indica que los condenados fueron beneficiados por la Ley 18.216, lo que
implica que no existe causal de inhabilidad sobreviniente.
Porque la Institución instruyó sumario administrativo y su resolución fue uno sobreseído y el otro sancionado. Lo
que si se reabriera el proceso se vulneraría el principio de non bis in ídem.
ARG. 3.- La reapertura del proceso solo sería posible si existiera un causal de invalidación lo que no se configura,
estando transcurrido el plazo de 2 años que establece el art. 55 de la Ley 19.880.

18 FERNÁNDEZ Stevens, Gabriela. Desacato, análisis de jurisprudencia. Estudio Interno Base de Datos Archivos
Jurídicos, Fiscalía Regional del Biobío. Diciembre 2008, p. 1.
14

ARG. 4.-La sanción penal es distinta de la administrativa y por ello -aun siendo condenados- no implica
necesariamente que deben ser eliminados de la institución.

El fallo encartado contradice lo manifestado por el Secretario General de


Carabineros, General Ramón Alvarado Donoso.
Puesto que lo resuelto y cuyo cumplimiento se pide fue y es claro y preciso ya
que distingue entre la pena aplicada y la de suspensión de cargo y oficio público.
La sentencia referida, rol 8.542-2010, 06/04/2011, Corte Suprema determinó al
efecto que, sólo cabe concluir que el beneficio de la remisión condicional
únicamente suspende la ejecución de la pena corporal impuesta, pero no alcanza a
la accesoria de suspensión de cargo u oficio público, además el fallo refiere –en
considerando 9°- las normas analizadas, no siendo posible inferir que sus efectos
abarquen, también, la suspensión de la ejecución de las penas accesorias. Así se
transcribe el considerando respectivo:

“NOVENO: Que no obstante, en consideración a lo informado por la Fiscal Judicial, a fojas 46, y pudiendo
entenderse que el reclamo de ilegalidad se refiere a la vulneración de disposiciones de la ley 18.216, que
establece medidas alternativas a las penas, útil resulta dejar establecido el alcance que debe darse, a juicio de
esta Corte, a las normas pertinentes del mencionado texto legal, en particular a la remisión condicional de la
pena, en relación a la penas accesorias de suspensión de cargo u oficio público. Al respecto cabe consignar, en
primer lugar, que del claro contenido de la norma prevista en el artículo 1 del precitado texto legal, se infiere que
las medidas alternativas están referidas expresamente a la ejecución de las penas privativas o restrictivas de
libertad; enseguida, debe tenerse en cuenta que, en concepto del artículo 3 de la misma ley, "la remisión
condicional de la pena consiste en la suspensión, por el tribunal que la impuso, de la ejecución de una pena
privativa o restrictiva de libertad, y en la discreta observación y asistencia del condenado por la autoridad
administrativa durante cierto tiempo"; y, en fin, además, es preciso tener presente que la letra a) del artículo 4 del
citado texto legal señala, como uno de los requisitos para obtener la remisión condicional, que la pena privativa o
restrictiva de libertad impuesta por la sentencia no debe exceder de tres años; en consecuencia, la
interpretación armónica y sistemática de las disposiciones legales aludidas, sólo conduce a concluir que
el beneficio de la remisión condicional únicamente suspende la ejecución de la pena corporal impuesta,
pero no alcanza a la accesoria de suspensión de cargo u oficio público, puesto que ésta no se encuentra
contemplada en el ámbito de aplicación de tales normas, de modo que el decreto municipal por el que se
suspende de sus funciones al empleado reclamante, condenado a la pena de trescientos días de presidio menor
en su grado mínimo, con la accesoria de suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena, no
resulta ilegal, aunque se haya concedido el referido beneficio; y, por tanto, la resolución de la autoridad municipal,
se encuentra ajustada a derecho, toda vez que, en virtud del Decreto Alcaldicio objeto del presente reclamo, el
Alcalde se ha limitado a dar cumplimiento a la ejecución de la pena accesoria decretada en una sentencia judicial
15

ejecutoriada, que le ha sido debidamente comunicada por el Juzgado de Garantía competente, debiéndose tener
presente, asimismo, que el aludido acto administrativo ha sido dictado dentro del ámbito de sus atribuciones. ”

Otro fallo en igual sentido, Rol 2.948-2006, del 04/07/2016, 3ª Sala, Excma. Corte
Suprema: REMISIÓN CONDICIONAL DE LA PENA SÓLO ALCANZA A PENA CORPORAL
IMPUESTA PERO NO A ACCESORIA DE SUSPENSIÓN DE CARGO U OFICIO PÚBLICO.-

En la sentencia se lee:

SÉPTIMO: Que, desde luego, no debe perderse de vista que estamos ante un problema de ejecución o
cumplimiento de la pena accesoria de suspensión de cargo y oficio público impuesta por sentencia
ejecutoriada, que no ha sido cumplida por los funcionarios recurrentes. Ello supone, por lo demás, no
percibir las remuneraciones por el lapso de quinientos cuarenta y un días, como consecuencia de la
suspensión de sus funciones. Por otra parte, la pena accesoria no está prescrita. Por último, es
necesario consignar que la remisión condicional de la pena sólo alcanza a la pena corporal impuesta;
pero no a la accesoria de suspensión de cargo u oficio público, la que, tal como se ordenó por el Tribunal
de San José de la Mariquina, debe ser cumplida “en forma efectiva”.

OCTAVO: Que, en consecuencia, el Decreto Municipal impugnado por la acción de protección no es


ilegal ni arbitrario, pues se ha limitado a cumplir con una resolución judicial, por lo cual no puede
estimarse que se haya privado, perturbado o amenazado algún derecho constitucional.
En efecto, no es ilegal, pues el Decreto impugnado de protección ha sido dictado dentro del
ámbito de las atribuciones del Alcalde, a objeto de dar, precisamente, cumplimiento a la ejecución de las
penas accesorias de suspensión de cargos u oficios públicos a que fueron condenados los recurrentes;
por otra parte, no es arbitrario, pues el Decreto recurrido de protección ha sido debidamente fundado, y
los motivos aducidos han sido legítimos.
En otro caso, no podría darse cumplimiento a la ejecución de la pena accesoria impuesta por
sentencia ejecutoriada que se encuentra pendiente, y, más aún, si no se encuentra prescrita.

NOVENO: Que, a mayor abundamiento, no puede verse en el Decreto recurrido una infracción del
principio de igualdad ante la ley, la libertad de trabajo o el derecho de propiedad, por lo ya razonado con
precedencia.
En efecto, no puede decirse que exista un derecho de propiedad sobre el empleo que pueda ser
protegido en las Garantías Constitucionales de libertad de trabajo y su protección, del artículo 19 núm.
16 o del derecho de propiedad del núm. 24 del mismo artículo. La primera garantía dice relación con la
posibilidad y opción de toda persona de contratar libremente sus servicios y la de elegir de la misma
manera el trabajo que desea y pretende desempeñar; la segunda, el derecho del funcionario a
permanecer en su cargo (derecho a la función pública o derecho a la estabilidad en el empleo), pero que
tiene como limitación la circunstancia de que no medie una causa legal de expiración o suspensión de
sus funciones.”.

Atendida la jurisprudencia, el General de Carabineros que rúbrica la carta


aludida, se convierte en el sujeto activo de este delito de desacato, dado que
16

comunica una decisión que implica no cumplir lo ordenado por el tribunal en la


sentencia citada.
Por otra parte, Carabineros no considera algunos aspectos básicos, como:
1.- Lo pedido es cumplir lo resuelto en el fallo respecto de los condenados, a
quienes se les aplicó además del castigo penal, las accesorias del artículo 30 del
Código Penal, la de suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la
condena, como autores del delito consumado de tormentos o apremios ilegítimos.
2.- Tal pena no se encuentra remitida y el beneficio concedido solo se refiere a
la privación de libertad. Por lo que la suspensión se debe cumplir por encontrarse
firme y ejecutoriada, pero incumplida por voluntad expresa de las autoridades de
Carabineros.
3.- No hay alusión alguna respecto del sumario administrativo que es facultad
de Carabineros y su sanción no está discusión.
4.- El juicio penal y el sumario administrativo son dos procesos diferentes, uno
busca establecer la responsabilidad penal y el otro la institucional o administrativa,
de ahí que ambos tienen distintas ejecución y penas. Estos son independientes y
tienen fines diferentes como se indicó.
5.- La suspensión del empleo o función pública se debe hacer efectiva ya que
es consecuencia de una sentencia penal incumplida arbitraria y erróneamente.

B.8.- Subjetividad del tipo.


La concurrencia del elemento subjetivo en su estructura típica es
determinante.
En un primer análisis de la faz subjetiva del tipo, parece adecuado suponer
que en el delito de desacato, al igual que cualquier otro delito de aquellos
denominados dolosos19, es posible satisfacer su faz subjetiva a través de dolo directo,
esto es, además de una conducta material, el conocimiento del hecho que integra
el tipo acompañado de la voluntad de realizarlo, entendiéndolo así al menos en
este estadio de la actividad formativa.
Se plantea asimismo al dolo cómo único elemento subjetivo posible
descartando a la culpa, entendiendo por éste, el conocimiento (saber) y voluntad
(querer) de los elementos del tipo objetivo20; o bien, el conocimiento del hecho que

19
GARRIDO Montt, Mario. Nociones Fundamentales De La teoría Del Delito.1era Edición. Santiago, Editorial Jurídica De
Chile, 1992. p. 45.

20
ROXIN Claus. Derecho Penal Parte General, Tomo I, Reimpresión de la primera impresión, editorial Civitas, 1997. P.308.
17

integra el tipo, acompañado por la voluntad de realizarlo o, al menos, por la


aceptación de que sobrevenga el resultado como consecuencia de la actuación
voluntaria.21
De estos conceptos se desprende que para que el dolo se configure se
requiere de un elemento intelectual (el conocimiento del hecho que integra el tipo
legal) y de otro volitivo (la voluntad de realizarlo o, al menos, la aceptación de que
sobrevenga el resultado como consecuencia de su actuación voluntaria), lo que se
cumple en este caso.
Las hipótesis antes referidas, posee sustento en la medida en que resulta
exigible al sujeto activo del delito un conocimiento previo de la resolución judicial
que se debe cumplir, y la conducta del ejecutor del ilícito, no sería sino la voluntad
manifestada de “incumplir” lo ordenado por la resolución judicial lo que se deduce
claramente de la carta emanada de la autoridad ya referida de Carabineros.
El objeto del conocimiento se encuentra delimitado, y aún más cuando la
jurisprudencia ha exigido como requisito probatorio de tal conocimiento una
“notificación personal”, no sólo indiciaria sino que signifique prueba directa formal
del conocimiento de la resolución por parte del sujeto activo.22 En base al mismo
conocimiento, una vez firme aquel, la exteriorización de la conducta no puede
significar sino la concurrencia del elemento volitivo del dolo, lo que se configura en
estos autos al existir una referencia clara y precisa de la sentencia condenatoria en
la referida misiva del pasado 9 de enero.
De esta manera, como cierta jurisprudencia afirma que debe necesariamente
existir una intención pertinaz, positiva y manifiesta de quebrantar lo ordenado
cumplir por un tribunal, con un propósito cierto y evidente de ignorar lo resuelto,
poniendo en riesgo la esencia de la jurisdicción.23
Así se logra observar la necesidad de contar con el elemento intelectual y
volitivo. En cuanto al elemento intelectual se hace preciso entonces que el hechor

21
CURY Urzúa, Enrique. Derecho Penal Parte General. Sexta Edición. Santiago. Editorial Universidad Católica de Chile,
p.303

22
Así se ha resuelto por nuestra jurisprudencia: Ministerio Publico contra Cárdenas Aro (2012 Tribunal Oral en Lo Penal de
Castro, 05 junio 2012, RUC 1200024591-5; Ministerio Publico contra Dumenez Catelicán (2008) Tribunal Oral En Lo Penal
de Coyhaique, 18 enero 208, RUC 0800180999-8, Corte de Apelaciones de Coyhaique, reforma procesal penal, ROL59-
2008. http://corte.poderjudicial.cl/SITCORTEPORWEB/

23
Ministerio Público contra Godoy Díaz (2009) Tribunal Oral En Lo Penal De Valdivia 31 agosto 2009, RUC N°0800840871-
9, Corte de Apelaciones de Valdivia, Reforma procesal penal, ROL CORTE 424-2009, 26 de octubre de 2009.
http://corte.poderjudicial.cl/SITCORTEPORWEB/; Ministerio Publico contra Cárdenas Aro (2012 Tribunal Oral en Lo Penal
de Castro, Op. Cit.
18

del ilícito en estudio, conozca todas las características del hecho típico, sean
descriptivas o normativas, exigiéndose además que este conocimiento de los hechos
integrantes del hecho típico sea actual24, esto es, en palabras del profesor Cury, que
debe existir al momento de la ejecución de la acción, lo que se materializa en la
carta ya mencionada.
El dolo debe abarcar, todas las circunstancias que integran la descripción del
delito, aun cuando sólo en sus rasgos esenciales, desde que no es posible para el
hombre común, conocer todos los detalles de la realidad. Entonces, para actuar
dolosamente el sujeto debe saber que está realizando el hecho típico, en otras
palabras conocer los elementos del tipo objetivo, lo que se refuerza en la ya
delictual misiva.25
El dolo también exige la presencia de un elemento volitivo, el querer, por
cuanto el sólo saber o conocer no basta para hablar de dolo, sino que el agente,
además, debe querer la realización del hecho típico y asumirlo como consecuencia
de su conducta, sea éste a través de actos positivos de inobservancia en el
cumplimiento de una orden judicial, o bien mediante el simple no cumplimiento de
tal orden.26

B.9.- Falta a la probidad en los hechos descritos por parte de las autoridades de
carabineros querelladas.27
Actualmente el marco jurídico básico, que regula la probidad administrativa
es el siguiente: Por una parte, el Art. 8° de la Constitución Política de la República
que previene que “El ejercicio de las funciones públicas obliga a sus titulares a dar estricto
cumplimiento al principio de probidad en todas sus actuaciones ”.
A continuación, el Inc. 2° del Art. 3° de la Ley de Bases señala los principios que
debe observar la Administración del Estado, entre los cuales se encuentra el de
probidad administrativa, mencionado en el Inc. 1° de su Art. 13, conforme al cual
“Los funcionarios de la Administración del Estado deberán observar el principio de probidad
administrativa y, en particular, las normas generales y especiales que lo regulan. ”. Esta referencia a
24
CURY Urzúa, Enrique. Derecho Penal Parte General. Sexta Edición. Santiago. Editorial Universidad Católica de Chile,
p.308.

25
FERNÁNDEZ Stevens, Gabriela. Desacato, análisis de jurisprudencia. Estudio Interno Base de Datos Archivos Jurídicos,
Fiscalía Regional del Biobío. Diciembre 2008, p. 4.

26 Ídem anterior.

27
Pallavicini Magnère, Julio. “El principio de probidad administrativa en la jurisprudencia de la Contraloría General“.
Revista de derecho público / vol. 78, 1°sem. 2013. Pag. 117 – 135.
19

las ‘normas especiales’ se relaciona con el hecho que el Inc. 2° del Art. 43 previene
que “Cuando las características de su ejercicio lo requieran, podrán existir estatutos de carácter
especial para determinadas profesiones o actividades”. Estos ‘estatutos especiales’ están
mayoritariamente mencionados en el Art. 162 del Estatuto Administrativo, el cual
finaliza señalando que los funcionarios afectos a esos textos particulares “se sujetarán a
las normas de este Estatuto Administrativo en los aspectos o materias no regulados por sus estatutos
especiales.”.
Además, el Inc. 1° del Art. 52 de la ley N° 18.575 previene que “Las autoridades de
la Administración del Estado, cualquiera que sea la denominación con que las designen la Constitución y
las leyes, y los funcionarios de la Administración Pública, sean de planta o a contrata, deberán dar
estricto cumplimiento al principio de la probidad administrativa ”, como es del caso, y añade su
Inc. 2° que este principio “consiste en observar una conducta funcionaria intachable y un
desempeño honesto y leal de la función o cargo, con preeminencia del interés general sobre el
particular.”, por lo que su inobservancia, según su Inc. 3°, “acarreará las responsabilidades y
sanciones que determinen la Constitución, las leyes y el párrafo 4° de este Título, en su caso. ” Lo que
es aplicable a la actuación ilegal de los querellados.
Entonces, este principio pivota sobre la base del ‘interés general’, el que,
conforme al Art. 53, exige el empleo de medios idóneos de diagnóstico, decisión y
control, para concretar, dentro del orden jurídico, una gestión eficiente y eficaz. Es
interesante hacer notar que el legislador orgánico se preocupó de definir cómo se
expresa este interés general, entre las cuales figuran dos en relación a la especie:
i.- En la rectitud de ejecución de las normas, planes, programas y acciones;
ii.- En la expedición en el cumplimiento de sus funciones legales.
Finalmente, el artículo 62 de la misma ley N°18.575 tipifica un conjunto de
actuaciones que afectan esta obligación. Señala en lo pertinente para este caso,
que “Contravienen especialmente el principio de la probidad administrativa, las siguientes conductas:
1.- ….
8.- Contravenir los deberes de eficiencia, eficacia y legalidad que rigen el desempeño de los cargos
públicos, con grave entorpecimiento del servicio o del ejercicio de los derechos ciudadanos ante la
Administración, y
….”.
Se deben destacar solo dos ideas. La primera es la amplitud que la
jurisprudencia ha dado a este deber. Así ha sostenido que este Art. 62 dispone que
contravienen especialmente el principio de probidad las conductas que a
continuación enumera, lo que demuestra que el legislador no ha limitado a un
20

número determinado las actuaciones funcionarias que vulneran dicha directriz de


desempeño, sino que, por el contrario, se ha preocupado de dejar claramente
establecido cuáles conductas no pueden dejar de ser consideradas como una
transgresión del referido principio28.
La segunda es que el Art. 125 del Estatuto Administrativo indica que “La
destitución es la decisión de la autoridad facultada para hacer el nombramiento de poner término a los
servicios de un funcionario.”. A continuación, y esto es lo que interesa destacar, añade
que esta medida disciplinaria procede “sólo cuando los hechos constitutivos de la infracción
vulneren gravemente el principio de probidad administrativa”, como es del caso, la causal
contemplada en el literal c) que señala “Condena por crimen o simple delito;…”.
La pregunta entonces es si la expresión contravienen especialmente el
principio de la probidad administrativa debe entenderse vinculada con la
consecuencia que implica vulnerar gravemente el principio de probidad
administrativa. Dicho de otro modo, si un funcionario incurre en alguna de las
conductas definidas por el artículo 62 de la ley N° 18.575 debe necesariamente ser
destituido conforme al artículo 125 del Estatuto Administrativo, lo que debe ocurrir en
la especie.
La Contraloría analizó el caso de una funcionaria respecto de la cual se
instruyó un proceso disciplinario del cual resultó evidente que ella realizó diversas
contrataciones sin sujetarse a los procedimientos de contratación que exigen la ley
N° 19.886, de Bases sobre Contratos Administrativos de Suministro y Prestación de
Servicios, y su reglamento, normativa que resultaba aplicable a los hechos por los
cuales se dispuso el procedimiento sumarial. El servicio se limitó a aplicar a la
infractora una “multa consistente en la privación de un 20% de su remuneración mensual”.
Pues bien, la Contraloría General sostuvo que la funcionaria incurrió en
conductas que “contravienen especialmente el principio de la probidad administrativa, previstas en
los artículos 62, N° 7, y 8 de la ley N° 18.575, …, en relación con lo dispuesto en el artículo 52 de la
misma ley.”. En virtud de ello concluyó que “teniendo en cuenta que ha quedado
fehacientemente acreditada la efectiva responsabilidad de la inculpada en las actuaciones anómalas que
le fueran imputadas, esta Entidad Fiscalizadora debe concluir que la medida disciplinaria correctiva
dispuesta en la especie, no condice con la entidad de aquellas, las que configuran una grave falta al
principio de probidad administrativa, que amerita ser sancionada con la destitución de su cargo, acorde

28
Dictámenes de Contraloría General de la República N°s. 49.659/11, 42.592/11, 34.834/10, 7.727/10, 61.379/08,
49.580/08, 26.949/07, 5.670/07, 58.851/04, 40.152/04, 16.115/04, 39.410/03 y 30.733/00).
21

con lo establecido en el inciso segundo del artículo 125 de la ley N° 18.834, sobre Estatuto
Administrativo.”.
Finalizó agregando que “cuando la ley asigna una medida disciplinaria específica para
determinada infracción, la autoridad administrativa se encuentra en el imperativo de disponerla, no
pudiendo ejercer las atribuciones privativas que le permiten determinar aquélla que, a su juicio,
merecería el comportamiento anómalo observado por la afectada, ni menos ponderar circunstancias que
eventualmente podrían aminorar su responsabilidad funcionaria. En este mismo orden de ideas,
conviene precisar que si bien el inciso final del artículo 121 de la ley N° 18.834, sobre Estatuto
Administrativo, establece que las medidas disciplinarias se aplicarán tomando en cuenta la gravedad de
la falta y las circunstancias atenuantes o agravantes que arroje el mérito de los antecedentes, tal
disposición sólo rige para las infracciones que pueden ser sancionadas con cualquiera de las medidas
que en dicho precepto se señalan, pero no respecto de aquellas faltas administrativas que sólo pueden
ser castigadas con una sanción específica fijada por la ley, como ocurre en la situación de la especie. ”29.
En suma, la jurisprudencia administrativa entiende, que toda infracción al
artículo 62 de la ley N° 18.575 debe necesariamente ser castigada con la medida de
destitución que contempla el artículo 125 del Estatuto, como debió acontecer en la
especie, cuestiones que no realizaron los querellados.

Por tanto:
En virtud de lo expuesto y según el mérito del contenido de las normas legales
invocadas y de lo dispuesto en los Arts. 1°, 15, 18, 21, 24, 25, 30, 39, 50, 62, 67, 68, 70,
74, 94, 96, 103, 468 y 471 del Código Penal; 1°, 2°, 4°, 36, 45, 47, 59, 60, 61, 62, 67, Inc.
2° del Art. 111, Art. 172, Art. 173, Art. 174 y Art. 175 letra b), todos del Código Procesal
Penal; Art.240 del CPC y demás disposiciones legales citadas, como la doctrina y la
jurisprudencia;
Pido a US.: tener por interpuesta querello criminal acorde a lo referido en
contra de don Mario Rozas Córdova, General Director de Carabineros de Chile; y a
don Ramón Alvarado Donoso, General de Carabineros que ocupa el cargo de
Secretario de la misma institución, ya individualizados, y en contra de todos aquellos
que resulten responsables en calidad de autores, cómplices o encubridores del
delito de desacato previsto y sancionado en el Inc. 2° del Art. 240 del Código de
Procedimiento Civil, cometido en perjuicio del Juzgado de Garantía de Antofagasta
durante la etapa de ejecución de la sentencia o cumplimiento de la causa R.I.T. O-
9311-2014, y en contra de la recta administración de la justicia, para que en

29
Dictamen N° 49.465/06.
22

definitivo sean condenados cada uno de los querellados y a todos quienes resulten
responsables por diversos grados de participación en la consumación de tal ilícito al
máximo de las penas que establece la ley, accesorias legales, pagos de los
perjuicios y demás indemnizaciones legales según acción civil que deduciré
oportunamente.
Con expresa condenación al pago de las costas de la causa; atendida la
misiva de estos letrados, enviada para evitar el cumplimiento compulsivo.

Primer otrosí: sírvase SS., disponer, que:


1.- Se emita orden que exija el cumplimiento inmediato, efectivo y obligatorio por
parte de Carabineros de la suspensión de los condenados Julián Aarón Minio
Morales y Luis Guillermo Agustín Arias Arellano, por el tiempo que duró la condena, la
se encuentra incumplida arbitrariamente.
2.- Se oficie a Carabineros para que haga llegar el citado Dictamen 7.896 del 2018.
3.- Se oficie al Juzgado de Garantía de Antofagasta, para que informe la fecha en
que se envió oficio a Carabineros de Chile comunicándole el fallo condenatorio que
afecta a Julián Aarón Minio Morales, R.U.T. 17.806.854-7 y don Luis Guillermo Agustín
Arias Arellano, R.U.T. 17.321.873-7, dentro de la tramitación de la causa R.I.T. 9311-
2014 y R.U.C. Nº 1400364225-K.
4.- El Ministerio Público que practique, a lo menos las siguientes diligencias
investigativas:
i.- se cite a declarar sobre los hechos expuestos en la querella, a don Mario Rozas
Córdova, General Director de Carabineros de Chile; y a don Ramón Alvarado
Donoso, General de Carabineros que ocupa el cargo de Secretario de la misma
institución, para que reconozca el primero que ordenó al segundo, la redacción de
la carta acompañada en el segundo otrosí de esta querella bajo el N°4, y que el
segundo de los nombrados reconozca la rúbrica en la misma.
ii.- Se obtenga del Sr. Alvarado Donoso, sí a la fecha los condenados Julián Aarón
Minio Morales, R.U.T. N°17.806.854-7 y Luis Guillermo Agustín Arias Arellano, R.U.T. N°
17.321.873-7, han sido suspendido o no de su calidad de funcionarios públicos.

Segundo otrosí: sírvase VS., tener por acompañados los siguientes documentos:
1.- Copia autorizada de sentencia dictada con fecha 10 de junio del año 2019 por el
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Antofagasta, en la causa R.I.T. O-327-2018.
2.- Certificación de ejecutoria hecha el 31 de julio del año 2019 de la sentencia
dictada en la causa R.I.T. O-327-2018 con fecha 10 de junio 2019.
23

3.- Acta de audiencia de discusión de pago de costas, celebrada el pasado 15 de


enero en la causa que se tramita en este tribunal bajo el R.I.T. 9311-2014 y
R.U.C.1400364225-K.
4.- Copia de carta dirigida a los letrados comparecientes que representamos a los
querellantes de estos autos, de fecha 9 de enero del año en curso, suscrita por don
Ramón Alvarado Donoso, General de Carabineros que ocupa el cargo de Secretario
General de Carabineros de Chile.
5.- Carta del 18 de enero del año 2019 enviada por estos abogados querellantes, a
don Mario Rozas Córdova, General Director de Carabineros de Chile.
6.- Copias simples de las sentencias dictadas por la Excma. Corte Suprema
encartadas en lo principal de esta acción penal por desacato, en causa rol 8452-
2010 y rol 2948-2006.
7.- Copia simple de dictamen de la Contraloría General de la República
N°029133N18 dictado con fecha 23 de noviembre de 2018.
8.- Copia simple de dictamen de la Contraloría General de la República
N°049465N06 dictado con fecha 19 de octubre de 2006.
9.- Copia simple de antecedentes de la búsqueda negativa en la página web del
órgano contralor que acredita la inexistencia del dictamen de Contraloría General
de la República referido por Carabineros en su carta del pasado 9 de enero, N°
7.896 – 2018.
10.- Certificado de nacimiento de don Rhody Alejandro Santibáñez Lizana R.U.N. N°
19.396.262-9, cuya fecha de nacimiento es el 3 Junio 1996, en el cual consta que el
compareciente es su padre.

Tercer otrosí: solicito a VS., tener presente que en la causa cuya tramitación se lleva
hoy en la etapa de cumplimiento de sentencia, R.I.T. 9311-2014 y R.U.C. Nº
1400364225-K, en la audiencia celebrada el pasado 15 de enero, el Sr. Juez que
presidió tal audiencia, don Francisco Lanas Jopia, ordenó remitir los antecedentes
que estos profesionales aportaron en su escrito de la misma fecha ya dicha al
Ministerio Público para efectos del inicio de la investigación de los mismos, que son
los que configuran el delito que se denuncia en esta querella.

Cuarto otrosí: pido a VS., tenga presente que se notifiquen las resoluciones que se
dicten en el desarrollo del proceso a los correo electrónico, de los letrados
patrocinadores:
abogado.lorcasilva@gmail.com
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aquilescerda@yahoo.es

Quinto otrosí: solicito a VS., tener presente que por este acto, vengo en conferir
patrocinio y poder para representarnos en estos autos en los abogados Aquiles
Cerda Iturriaga, R.U.T. N° 3.902.525-6, y don Rolando Héctor Lorca Silva, cédula de
identidad N°10.332.848-9, ambos domiciliados en calle Jorge Washington N°2675,
oficina N°501 de Antofagasta, pudiendo ambos obrar con todas y cada una de las
facultades contenidas en ambos incisos del artículo 7° del Código de Procedimiento
Civil, especialmente las de desistirse en primera instancia de la acción deducida,
aceptar la demanda contraria, absolver posiciones, renunciar los recursos o los
términos legales, transigir, avenir, conciliar, comprometer, otorgar a los árbitros
facultades de arbitradores, aprobar convenios y expresamente percibir, así como
también la facultad de delegar este mandato, sin necesidad de comunicar al
poderdante, como reasumir de manera conjunta o separadamente la
representación conferida.

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