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CATEDRÁTICO:
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN:
INTEGRANTES:
CICLO/ AULA:
2018 – I/ 203
LIMA – PERÚ
INTRODUCCIÓN
Es por las razones antes expuestas que consideramos la necesidad de investigar acerca
de este interesante y polémico tema del contrato de compraventa de bien ajeno, ya que
cuando hablamos de admitir la validez de estos contratos no significa que en la realidad
el vendedor este disponiendo de bienes que no son suyos, porque la eficacia real está
condicionada a que el verdadero propietario disponga de los bienes ya sea en favor del
vendedor o del comprador, por lo cual el único elemento distintivo de este contrato
nominado es que el bien objeto de la prestación del vendedor no le pertenece en
propiedad al momento de la celebración del contrato
.
CAPÍTULO I
1.- DEFINICIÓN:
Debemos precisar que cuando hablamos de un contrato de venta de bien ajeno, estamos
haciéndolo, precisamente, de un contrato de compraventa y no de una figura similar,
parecida o afín. Es un contrato de compraventa común y corriente, siendo su único
elemento distintivo, y el que le da el carácter de interés doctrinario, el hecho de que el
bien objeto de la prestación del vendedor no le pertenece en propiedad al momento de la
celebración del contrato. Por ello es que sostenemos la necesidad de robustecer esta
idea: estamos hablando de un contrato de compraventa, con todas las obligaciones y
efectos que genera esta figura típica regulada, en el caso peruano, por los artículos 1529
a 1601 de su Código Civil.1
1
Castillo Freyre, Mario. Los Contratos sobre bienes ajenos. Auspiciado por el Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología (CONCYTEC). Lima, 1990. pág. 207
aquélla, en la medida que ha generado diversas y encontradas posiciones. Ciertos
sistemas jurídicos aceptaron la posibilidad de celebrar válidamente contratos de venta de
bienes ajenos, mientras que otros proscribieron su validez.
Lo prescrito en el artículo 1539 del Código Civil que regula la compraventa de un bien
ajeno, no sanciona con nulidad o anulabilidad dicho contrato, sino que le otorgan al
comprador la posibilidad de rescindirlo cuando este no haya conocido que el bien era
ajeno. Sin embargo, dicha norma se refieren a la relación jurídica entre comprador y
vendedor, pero no contemplan la posición del propietario, quien se encontraría en la
facultad de invocar la nulidad del contrato, toda vez que la venta de un bien por parte de
quien no detenta su propiedad ni posee facultades para venderlo.
2 Mosqueira Medina, Edgardo. La venta de bien ajeno en el Código Civil peruano. Thémis Revista de derecho
de la PUCP. Lima, 2015, pág. 76
En tal sentido el código ha contemplado diversos supuestos de contratos referidos a
transferencia de la propiedad de bienes ajenos, pero no todos esos supuestos se refieren
a contratos de venta de bien ajeno el único artículo del Código Civil que se refiere a este
tipo de contrato es el 1539 el cual prescribe lo siguiente: ”La venta de bien ajeno es
rescindible a solicitud del comprador, salvo que hubiese sabido que no pertenecía al
vendedor o cuando este adquiera el bien, antes de la citación con la demanda”, pues este
artículo trata el caso de la venta de bien ajeno en la medida que se refiere expresamente
a dicho contrato y establece sus consecuencias. Por lo cual es importante tomar en
cuenta que la obligación del vendedor de bien ajeno será la de “transmitir la propiedad del
bien” y no la de “obtener que otro adquiera”. El vendedor deberá transmitir el bien al
comprador y dicha transmisión deberá ser verificada por el propio vendedor, es decir,
deberá personalmente realizar una adquisición derivativa del derecho de propiedad en
favor del comprador: la propiedad deberá salir de él (y no de un tercero) e ingresar en el
comprador. Si un tercero (por ejemplo, el tercero propietario del bien vendido) realizara la
transferencia de la propiedad en favor del comprador, el vendedor no podría aducir que
ha cumplido con su obligación, pues él no ha realizado la prestación. Sin embargo, no
negamos la posibilidad de que el comprador acepte que la transmisión de la propiedad a
la que se obligó el vendedor sea hecha por un tercero, salga del tercero propietario, en
dicho caso, la obligación del vendedor no será cumplida tal como estuvo pactada sino de
otra manera distinta por lo que se produciría una novación de la obligación.
a.- Ambas partes son conscientes de que están celebrando un contrato de compraventa.
Este primer elemento se refiere a que los sujetos intervinientes deben tener
plena conciencia de estar celebrando un contrato de compraventa, esta conciencia de
estar celebrando un contrato donde el objeto de la obligación es una prestación de dar,
implica un proceder con capacidad de ejercicio, esto es, aptitud, suficiencia e idoneidad
para contratar, consecuentemente, ser sujeto activo o pasivo de una relación jurídica
obligacional, en el caso de la compraventa de bien ajeno, capacidad para saber la
naturaleza especial del contrato, así como la obligación y el riesgo a asumir.
b.- Ambas partes son conscientes de que el objeto de la prestación de dar materia de la
obligación contenida en este contrato y a cargo del vendedor, es un bien que no
pertenece, en el momento de la celebración del contrato, al patrimonio del vendedor (ni
del comprador, pues estaríamos frente a un caso de compra de bien propio).
Este segundo elemento del contrato de compraventa de bien ajeno se refiere que las
partes intervinientes en su celebración sean conscientes de que el objeto del contrato es
la obligación de dar un bien ajeno, es decir, la obligación de entregar o transferir un bien
sobre el cual, el vendedor, no tiene poder de disposición ni autorización, al momento de
celebrarse el contrato. Es necesario aclarar que la compraventa del bien ajeno como acto
o norma jurídica no exige como presupuesto que el vendedor sea propietario del bien al
momento de celebrarse el contrato pero sí para cuando se cumpla la prestación, esto es,
la entrega del bien o determinación de la cosa, para su posterior cumplimiento en el
supuesto de tratarse de un bien incierto.
c.- Ambas partes son conscientes de que están contratando en el sentido que una, el
vendedor, se está obligando a transferir la propiedad de ese bien ajeno, al comprador y
éste a pagar un precio como contraprestación.
Este tercer elemento se refiere a que las partes contratantes son conscientes de
los derechos y obligaciones que asumen, siendo el contrato de compraventa de bien
ajeno una de prestaciones recíprocas, por supuesto, supeditado al hecho futuro e incierto
de la convalidación. Por un lado, el vendedor se obliga a transferir la propiedad de un
bien sobre el cual no tiene poder de disposición o autorización, al momento de celebrarse
el contrato, con el derecho a recibir el precio del comprador, por el cumplimiento de la
obligación. Por el otro, en calidad de contraprestación, el comprador se obliga a pagar un
precio, a cambio del derecho de recibir el bien del vendedor.
4.- CARACTERÍSTICAS.
4.1.- Consensual:
4.3.- Típico:
4.4.- Nominado:
La compraventa de bien ajeno puede celebrarse bajo cualquier forma, verbal o escrita, la
ley no impone una forma específica, salvo que las partes convengan un supuesto en el
cual se produce la conversión del contrato en un acto jurídico de forma necesaria, que
vale como prueba de su existencia o elemento para su estructuración, en este último
caso su inobservancia acarrea la nulidad.
4.6.- Ineficaz:
De acuerdo a lo que prescribe el artículo 1537 del nuestro Código Civil es el tipo de
contrato por el cual una de las partes se compromete a obtener que la otra adquiera la
propiedad de un bien que ambas saben que es ajeno, se rige por los artículos 1470°,
1471° y 1472°.
Se puede agregar que "la obligación del vendedor" ("deudor" para nosotros) no puede ir
más allá de comprometer su actividad para obtener el asentimiento del verdadero dueño
del bien para transferir la propiedad de éste al comprador ("acreedor" para nosotros)". De
acuerdo a lo consignado, se considera que la obligación asumida por el "deudor"
compromete su actividad para obtener que el tercero propietario le transfiera el bien al
"acreedor". Por tal razón y en la medida que el "deudor" debe obtener el asentimiento de
3 De la Puente y Lavalle, Manuel. "El Contrato Privado", Cultural Cuzco, tomo 1 Lima 1983. pág. 209
un tercero, el artículo 1537 se remite a las normas de la promesa del hecho o de la
obligación de un tercero.
b) Mediante una prestación de dar, transmitiendo el mismo "deudor" la propiedad del bien
vendido al "acreedor", para lo cual el "deudor" requerirá previamente adquirir la propiedad
del bien que se obligó a transmitir. En este caso el "deudor" obtendrá la propiedad del
bien del tercero propietario y luego la transmitirá directamente a su "acreedor",
ejecutando una prestación de dar.
Ejemplo:
“A” se obliga frente a “B” a que éste adquiera la propiedad de un bien que ambos saben
pertenece a “C”.
“A” podrá cumplir con su obligación haciendo que “C” le transfiera a “B”, para lo cual
deberá obtener el asentimiento de “C” para dicha transferencia, en cuyo caso se trataría
de una prestación de hacer que se rige por las normas de la promesa del hecho o de la
obligación de un tercero. Pero también “A” podrá adquirir el bien de “C” y transmitírselo a
“B”, en cuyo caso la prestación de “A” será una de dar en favor de “B” y no podrá regirse
por las normas a las que se remite el artículo comentado. Este segundo supuesto será
analizado en el numeral siguiente.
"En el caso del artículo 1537, si la parte que se ha comprometido adquiere después la
propiedad del bien, queda obligado en virtud de ese mismo contrato a transferir dicho
bien al acreedor, sin que valga pacto en contrario".
Aquí establece qué es lo que sucede en el supuesto que el "deudor" obligado conforme a
los términos del artículo 1537, adquiera la propiedad del bien del tercero propietario. En
dicho supuesto, señala el artículo 1538, el "deudor queda obligado a transmitir la
propiedad del bien, es decir, adquiere el bien del tercero propietario y cumple su
obligación con su "acreedor" mediante una prestación de dar. Consecuentemente, el
artículo 1538 contempla la hipótesis de cumplimiento de la obligación del "deudor"
expuesta por nosotros en la parte final del numeral precedente: mediante una prestación
de dar.
Cuando el "deudor" adquiriese el bien del tercero propietario, en virtud del mismo contrato
que contenía la obligación de "obtener que el otro adquiera", el "deudor" queda obligado
a "transferir dicho bien al acreedor". Dicha obligación de "transferir la propiedad a su
acreedor" es similar a la obligación del vendedor en la compraventa, Según el artículo
1529 del código, por mandato legal, la obligación de obtener que el otro adquiera se
convierte en una obligación de transmitir, por lo que el contrato innominado contemplado
en el artículo 1537 se convierte en un contrato de compraventa, en la medida que,
obviamente, el "acreedor" estará obligado a pagar el precio al "deudor". Nos encontramos
pues ante la figura de una conversión legal de la obligación.
Cuando al celebrarse un contrato en los términos del artículo 1537, se establecerán dos
prestaciones en favor del "deudor" y a cargo del "acreedor".
En la medida que el "deudor" adquiera la propiedad del bien y por lo tanto su obligación
de "obtener que el otro adquiera" se convierta en una de "transmitir la propiedad del
bien", surge la interrogante de si el "acreedor" continuará obligado a entregar las dos
prestaciones al "deudor". Tal duda surge del hecho de que el "deudor" debería recibir la
"remuneración" una de las prestaciones en su favor indicada en el numeral precedente a
cambio de su prestación de hacer consistente en convencer al tercero propietario de que
trasmita la propiedad de su bien al "acreedor". Esta última prestación mencionada no ha
sido realizada por el "deudor" pues éste, en todo caso, de lo que ha convencido al tercero
propietario es de que le transfiera a el mismo el bien.
En el supuesto mencionado y una vez convertida la obligación del "deudor" en una de
transmitir conforme al artículo 1538 el "acreedor" continuará obligado a entregar al
"deudor" la prestación consistente en la "remuneración" como es obvio el precio de todas
maneras deberá pagarse en la medida que si bien la prestación de hacer del "deudor" no
se realizó exactamente como se suponía debía realizarse, la finalidad del contrato se
cumplió y la obligación del "deudor" también, en la medida que el "acreedor" llegó a
adquirir la propiedad del bien.
LA RESCISIÓN:
MECANISMO LEGAL OTORGADO A FAVOR DEL COMPRADOR
Por tanto, para analizar la procedencia de la acción rescisoria en la venta de bien ajeno
(en sentido estricto), es importante precisar cuál es el perjuicio que sufre dicho comprador
al momento de celebrar el contrato y que ha llevado al legislador a instituir la rescisión
como mecanismo legal a favor del adquirente.
De la Puente4 sostiene que, “si el comprador ignora que el bien no pertenece al vendedor
en dicho momento (al celebrar el contrato), no puede conocer que el vendedor no se está
obligando a transferirle la propiedad del bien, que es la finalidad del contrato de
compraventa, sino únicamente se está obligando a obtener el asentimiento del verdadero
4
DE LA PUENTE, Manuel. Exposición de Motivos y comentarios-compraventa. Parte III, Vol. VI, p. 210.
dueño, o sea algo que no depende de su voluntad, por lo cual la posibilidad del
comprador de obtener la propiedad del bien es bastante remota”.
En ese contexto, podemos señalar que la razón de ser de la rescisión regulada por el
legislador radica en el desconocimiento del adquirente de la ajenidad del bien, es decir,
que el vendedor no es el verdadero propietario del bien y, por consiguiente, existe cierta
inseguridad y/o riesgo respecto a la posibilidad de que el vendedor llegue a cumplir con
su obligación de transmitir la propiedad del bien.
Puede darse que en el curso del plazo suspensivo inicial a que debe estar sujeto todo
contrato de compraventa de bien ajeno, el comprador conozca que el bien es ajeno y
que, consecuentemente, el vendedor tendrá que adquirir la propiedad del bien de su
verdadero dueño para luego transferirla oportunamente al comprador.
Se ha visto que en la compraventa de bien ajeno el comprador se encuentra en la
incertidumbre respecto a si el bien pertenece o no al vendedor.
El conocimiento de la ajenidad del bien hace cesar esa incertidumbre, pero en un sentido
desfavorable para el comprador desde que sabrá que el vendedor no está actualmente
en aptitud de transferirle directamente la propiedad del bien, sino que dicho vendedor
tendrá que seguir el azaroso camino de obtener que el verdadero dueño le adjudique la
propiedad del bien, para él, a su vez, transferirla al comprador. Este camino es azaroso
por cuanto existe el álea o riesgo de que el verdadero dueño no adjudique la propiedad
del bien al vendedor.
Tomando esto en consideración y con la finalidad de paliar el impacto del riesgo que
corre el comprador, el artículo1539° del Código Civil le concede la opción entre mantener
la vigencia del contrato de compraventa o solicitar su rescisión, con lo cual el comprador
quedará liberado de su obligación de pagar el precio.
La rescisión de los contratos, está contenida en el artículo 1370° del Código Civil, el cual
establece que se deja sin efecto un contrato por causal existente al momento de su
celebración.
En virtud del artículo 1372° del Código Civil, se establece que la rescisión de un contrato
tiene efecto desde la celebración del mismo, salvo disposición o pacto en contrario, y no
perjudicando en modo alguno los derechos de terceros adquiridos de buena fe.
Nuestro Código Civil establece tres normas en las cuales trata acerca de la rescisión:
11.1.- LA NULIDAD
La venta de bien ajeno está regulada y admitida en el artículo 1409° del Código Civil, el
cual señala lo siguiente:
En ese contexto, nuestra legislación permite esta clase de venta, por lo que estaríamos
frente a un contrato válido siempre y cuando cumpla, además, con los los elementos
(agente capaz, objeto física y jurídicamente posible, fin licito, observancia prescrita por la
norma), presupuestos (sujetos y objeto) y requisitos (manifestación de la voluntad, agente
capaz, objeto física y jurídicamente posible, fin licito, forma prescrita de la ley y acorde al
orden público y las buenas costumbres) del acto jurídico.
Al respecto, un sector de la doctrina sostiene que la venta de bien ajeno puede ser objeto
de una acción de nulidad bajo la causal de fin ilícito y objeto jurídicamente imposible, los
cuales analizaremos en las siguientes líneas.
a.-El problema del fin ilícito
La finalidad del acto jurídico se da en relación con cada acto jurídico en particular, según
su especie y nominación, para producir la relación jurídica correspondiente y los efectos
que constituyen el propósito del o de los celebrantes del acto y los que le asigne el
ordenamiento jurídico5.
En el caso de la venta de bien ajeno ambas partes ponen de manifiesta negociar un bien
sin importar la ajenidad, por lo ambos buscan obtener decir un provecho efectivo que
será, por un lado, el pago y, por el otro, la transferencia; motivo por el cual no podemos
hablar de un fin ilícito, aunado al hecho que nuestra legislación permite la venta de bien
ajeno.
Sobre el particular, consideramos que ésta causal no reviste mayor análisis, pues el
artículo 1409° del Código Civil permite la venta de bien ajeno.
11.2.- LA ANULABILIDAD
Otro sector de la doctrina sostiene que el vendedor comete dolo en perjuicio del
adquirente, motivo por el cual debe anularse.
Atendiendo a ello, pasaremos a analizar el error y el dolo como causal de anulación del
acto jurídico en lo que respecta a la venta de bien ajeno.
5 VIDAL RAMIREZ, Fernando. El acto jurídico. Editorial Gaceta Jurídica. 8va. Edición. Lima, 2011, pág.128.
a.- El problema del error
A diferencia del error obstativo, el error vicio o error indiferente, sí es un verdadero vicio
de la voluntad. El motivo es un concepto jurídico que abstrae una porción de la realidad,
consistente en la parte psicológica de los individuos.
El código Civil prescribe, en el artículo 201°, que el error sólo será susceptible de anular
el acto jurídico cuando sea esencial y conocible por la otra parte.
Al respecto, Mario castillo Freyre6 señala que, el bien que sea ajeno puede encuadrar
perfectamente dentro de lo que es una cualidad (error in cualitate). Se trata de un
circunstancia, si bien no natural, sí adquirida del bien. Y es adquirida en virtud de la
normativa legal que establece, qué es un bien, la existencia del derecho de propiedad y
los modos de adquisición y transmisión de dicho derecho. Es decir, es una cualidad o
característica que le ha sido dada por el Derecho.
Sin embargo, no coincidimos con la opinión del citado autor, por cuanto la ajenidad del
bien no es una cualidad, es decir, no es algo querido por el comprador, por el contrario,
es un hecho que el comprador desconoce y que en caso de conocerlo puede solicitar la
rescisión.
La cualidad del bien es algo en substancia otorgado por la voluntad de las partes, en este
caso, es la norma quien confiere este rasgo característico cuya voluntad, en especial del
comprador, no ha nacido, es decir, que no ha querido adquirir un bien ajeno; motivo por el
cual descartamos que se trate de éste supuesto de error.
6 CASTILLO FREYRE, Mario. Los contratos sobre bienes ajenos. Lima, 1990, pág.178.
Por otro lado, tampoco se trataría de un error in personae, toda vez que el comprador lo
que pretende es adquirir el bien, siéndole indiferente quien se lo transfiera, salvo que
suceda lo contrario, lo cual en estos casos es poco imaginativo, por cuanto en todo
contrato de compraventa los elementos esenciales son el precio y el objeto, siendo
indiferente con quien se celebre, aunado al hecho que la venta de bien ajeno está permita
por el Código Civil vigente (Artículo 1409°).
Pero en este contrato se debe partir de la buena fe, no manifestando cosas irreales sino
algo acorde a la realidad, que no resulte perjudicial para el comprador, pues, en este
caso, el perjuicio se ha puesto de manifiesto.
11.3.- LA RESOLUCIÓN
Debe tenerse presente que el conocimiento por el comprador durante el plazo suspensivo
inicial de la ajenidad del bien no significa que el vendedor haya incumplido su obligación
de transferirle la propiedad, desde que esa obligación solo va a ser exigible al
vencimiento de dicho plazo. No cabe, pues, entablar dentro de tal lapso una acción de
resolución judicial por incumplimiento del vendedor.
Pero si al vencimiento del plazo suspensivo inicial a que debe estar sometido todo
contrato de compraventa de bien ajeno, el vendedor no ha transferido al comprador la
propiedad del bien por no haber podido adquirirlo de su verdadero dueño, el vendedor ha
incumplido su obligación en tal sentido dentro del indicado plazo, por lo cual procede que
el comprador demande la resolución del contrato por incumplimiento.
Para ello, debe existir un lapso prudente entre la interpelación al deudor y la demanda de
resolución para permitir al deudor cumplir en ese lapso, pues sería injusto no dejar al
deudor el tiempo necesario para el cumplimiento.
El artículo 1539° del Código Civil únicamente se ha referido a la acción de rescisión que
tiene el comprador frente al vendedor en caso de conocer la ajenidad del bien. Sin
embargo, no ha ocurrido lo mismo respecto a los mecanismos legales que podría utilizar
el verdadero propietario del bien cuando toma conocimiento y rechaza éste tipo de venta,
por tratarse de un bien de su propiedad.
No obstante, consideramos una decisión errada por los tribunales de justicia, pues, como
se ha señalado nuestra legislación si permite la venta del bien ajeno, resultando
incoherente pretender una nulidad por la causal de objeto jurídicamente imposible o
contrario a las normas de orden público y a las buenas costumbres.
Tal vez y el más controversial de las causales sea el fin ilícito. Sin embargo,
consideramos que ello tampoco debería ser admitido, pues, todo bien es posible de
circular dentro del tráfico comercial mientras existe de forma determinada o determinable,
como lo sería un bien ajeno.
En ese orden ideas, consideramos que el tercero, propietario del bien, podría invocar
perfectamente una acción de ineficacia en sentido estricto, toda vez que el vendedor no
tiene la propiedad del bien.
Esto guarda consistencia con el derecho de comprador que actuó de buena fe, pues,
desconocía de la ajenidad del bien. De sostenerse hasta hoy una nulidad en estos casos
originaria una inseguridad jurídica para el comprador, quien podría terminar
perjudicándose económicamente ante una acción de nulidad, dejándose liberado a un
vendedor que posiblemente desaparezca.
CAPÍTULO IV
CASO PRÁCTICO
Es materia del presente caso un proceso de nulidad de acto jurídico, en donde la parte
demandante, Yna Liz Helen Chauca Solano, interpuso recurso de casación, contra la
sentencia de vista de fecha veintidós de julio de dos mil trece, expedida por Tercera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revocó la sentencia apelada que
declaró fundada en parte la demanda y reformándola declara infundada la demanda
interpuesta por su parte.
ANTECEDENTES DEMANDA:
Según escrito de fojas cincuentitres, Yna Liz Helen Chauca Solano a través de su
representante Donato Amador Chauca Gonzáles plantea como pretensión principal la
nulidad del acto jurídico de compra venta contenido en la Escritura Pública de fecha once
de mayo de mil novecientos noventa y nueve, en el que se pretende vender el inmueble
ubicado en la calle los Mochicas manzana seiscientos diez, lote nueve Urbanización San
Pablo, distrito de La Victoria; inmueble que constituye una unidad inmobiliaria con los
números seiscientos dieciocho, seiscientos veintidós, seiscientos veinticuatro, seiscientos
veintiséis de la calle los Mochicas, según certificación municipal; contra Rosa Valentina
León Cerna viuda de Salhuana, Rosaura Evarista Salhuana León, Lidia Guadalupe
Salhuana León y Medios & Vidrios Sociedad Anónima Cerrada. Planeta como
pretensiones accesorias indemnización por daños y perjuicios ascendente a treinta y tres
mil dólares americanos pagables en forma solidaria y la restitución del inmueble. El
demandante sostiene como soporte de su pretensión que: 1. El acto que se pretende
nulificar, es el contenido en la Escritura Pública del once de mayo de mil novecientos
noventinueve, en la que consta que por minuta de fecha veintidós de abril de mil
novecientos noventinueve, Rosa León Cerna viuda de Salhuana y sus hijas Rosaura
Evarista y Lidia Guadalupe Salhuana León; vendieron el inmueble sub litis a favor de
Medios & Vidrios Sociedad Anónima Cerrada, en la que se consigna que las vendedoras
adquirieron el inmueble por derecho sucesorio de quien en vida fuera Augurio Salhuana
Cafferata, lo cual es errado, por cuando el referido finado y la demandada Rosa León
Cerna fueron vencidos por el demandante en un juicio de retracto sobre el mismo
inmueble, por tanto, fueron subrogados en sus derechos y obligaciones del mismo. 2.
Ocho años antes del acto jurídico en cuestión, ya habían sido subrogados, por cuanto el
proceso sobre retracto culminó mediante ejecutoria suprema del doce de abril de mil
novecientos noventa y uno. 3. Se evidencia el fin ilícito, por cuanto las demandas han
vendido un inmueble que saben no les pertenece, dándose la figura denominada como
“la causa falsa” o “causa putativa” donde el acto jurídico no se da en realidad. 4. Que,
resulta incuestionable el tracto sucesivo registral de transmisión de la propiedad del
inmueble a favor del demandante, cuyo origen está en el proceso de retracto; que si bien
declaró fundada la demanda a su favor, sin embargo no se llegó a ejecutar lo resuelto por
la Corte Suprema, hasta que el Tribunal Constitucional por resolución de fecha quince de
enero de mil novecientos noventa y ocho se ordenó en definitiva llevar a cabo la referida
ejecución de sentencia, así como el otorgamiento de escritura pública, otorgada por el
cincuenta y dos - B Juzgado Especializado Civil de Lima, y es en dicho momento en el
año mil novecientos noventa y nueve, en que los emplazados ilícitamente realizan el acto
jurídico materia de su pretensión, con la finalidad de ser beneficiados ilícitamente. 5. El
acto ilícito radica además en que la codemandada Lidia Guadalupe Salhuana León es
cónyuge del gerente general y accionista de la empresa Medios & Vidrios Sociedad
Anónima Cerrada, que fi gura como compradora, Mario César Espinoza Navaro, quien
además suscribió la minuta y escritura pública, en representación de la empresa; tal
como lo acredita con la copia literal de la partida electrónica uno uno cero siete seis
nueve siete y las partidas de nacimiento de los hijos de las referidas personas, nacidos
en el año mil novecientos noventa y cinco y mil novecientos noventa y nueve. 6. El
representante de la empresa compradora, que firma la minuta y escritura pública, como
pariente de los codemandados sabían perfectamente que el inmueble no les pertenecía,
por lo que resulta evidente la nulidad de acto jurídico pues se transfiere el inmueble al
yerno, cuñado y esposo de las vendedoras y dueño y gerente general de la empresa
Medios & Vidrios Sociedad Anónima Cerrada. 7. Respecto a la indemnización por daños
y perjuicios: la transferencia ilícita que pretende nulificar, le ha generado un perjuicio al no
poder ejercer el libre uso y usufructo del inmueble, así como su libre valuación y
disposición. Que ha dejado de percibir por innumerables acciones legales iniciadas desde
el retracto ganado por el demandante, lo que a la fecha de la demanda asciende a treinta
y tres mil dólares americanos; que deberá ser pagado de manera solidaria por los
demandados. 8. Respecto de la restitución del bien: habiendo ganado el proceso de
retracto, le asiste el legítimo derecho a la posesión del mismo, el que se ve perjudicado
con la compra venta que pretende nulificar; que el inmueble se encuentra debidamente
identificado.
CONTESTACION DE LA DEMANDA:
El codemandado Medios & Vidrios Sociedad Anónima Cerrada mediante escrito de fojas
ochenta y cinco, subsanada a fojas ciento sesenta y siete contesta la demanda
negándola en todos sus extremos, señala como fundamento principal que: 1. Es falso que
la transferencia realizada a su favor tenga un fin ilícito, por cuanto, se trata de un bien
que está dentro del comercio, es decir su comercio no está prohibido por alguna Ley. 2.
Su representada adquirió el inmueble de las propietarias registrales y por ende el
inmueble fue adquirido válida y legalmente, 3. Basta leer el título de adquisición del
accionante que es de fecha posterior a la adquisición de su representada, pues adquiere
el tres de junio de mil novecientos noventa y nueve mediante Escritura Pública
complementada el once de enero del año dos mil, mientras que su representada adquirió
el once de mayo de mil novecientos noventa y nueve. Por tanto es primero en el derecho.
Por tanto no puede haber ilicitud en el fin del contrato. 4. que, no es cónyuge de doña
Lidia Guadalupe Salhuana León, y mayor abundamiento el inmueble no fue adquirido
para sí sino que actuó en representación de una persona jurídica cuya existencia y
patrimonio es autónomo a sus mandatarios y accionistas, tal como lo establece el Artículo
setenta y ocho del Código Procesal Civil. 5. Respecto a la pretensión de indemnización,
ésta carece de fundamento, por cuanto ni los hechos, ni el monto, ni la relación causal
que se alega están probados con medios probatorios idóneos. 6. Con relación a la
pretensión de restitución, no tiene posibilidad de éxito por cuanto ha acreditado que el
derecho de adquisición de su representada es anterior a la adquisición del derecho del
accionante; por lo que no puede ser desalojada de su propio inmueble. La codemandada
Rosa Valentina León Cerna viuda de Salhuana, mediante escrito de fojas noventa y ocho
subsanada a fojas cientos sesenta y dos contesta la demanda; señala como fundamento
principal que: 1. El demandante omite referir que el proceso sobre retracto no había
concluido aun el once de mayo de mil novecientos noventa y nueve; y que incluso el
testimonio de escritura pública a favor del accionante fue declarado nulo mediante
resolución número dieciséis del veinte de setiembre de mil novecientos noventinueve; en
consecuencia la venta se efectuó estando vigente el derecho de la suscrita, 2. Más aun
teniendo en cuenta que el demandante ha obtenido una inscripción fraudulenta del
derecho de propiedad del bien sub litis, teniéndose que para evadir se descubra el fraude
ha transferido el inmueble repetidas veces. El demandante adquirió el inmueble por
Escritura Pública del tres de junio de mil novecientos noventinueve y su complementaria
del once de enero del dos mil, luego el mismo demandante el dos de julio de mil
novecientos noventa y nueve, transfiere a favor del estudiante Manuel Gonzáles Salinas,
quien a su vez lo transfirió a favor de la hija del demandante, de nombre Yna Liz Helen
Chauca Solano mediante Escritura Pública del seis de julio del dos mil uno, quien da
poder al demandante para iniciar estas acciones judiciales. 3. No es cierto que la venta a
favor de su representada sea simulada. 4. Es falso que su hija codemandada Lidia
Guadalupe Salhuana León, sea esposa del señor Mario Espinosa Novaro, por cuanto la
única prueba para acreditar una relación conyugal es la partida de matrimonio, que el
demandante no se preocupa en ofrecer como medios probatorio. 5. No se puede dejar de
apreciar que Medios & Vidrios Sociedad Anónima Cerrada es una persona jurídica con
existencia independiente y autónoma de sus accionistas y/o representantes legales,
conforme al artículo setenta y ocho del Código Civil. 6. Asimismo formula reconvención,
planteando como pretensión principal: se declare la nulidad de la Escritura Pública de
Compra Venta de fecha tres de junio de mil novecientos noventinueve y su aclaración de
fecha once de enero del año dos mil, y de su inscripción registral - asiendo C cero cero
cero cero uno de la partida número uno uno cero dos seis siete ocho, celebrada por el
Juez del cincuenta y dos Juzgado Civil de Lima a favor de don Amador Donato Chauca
Gonzáles y su cónyuge Teresa Nakamatsu Nakamatsu. Como pretensión accesoria:
nulidad de la escritura pública y de las inscripción registral asiento C dos de la partida uno
uno uno cero dos seis siete ocho del Registro de Propiedad Inmueble, de fecha dos de
julio de mil novecientos noventa y nueve, celebrada por Amador Donato Chauca
Gonzáles y su cónyuge Teresa Nakamatsu Nakamatsu a favor de Manuel Rolando
Gonzáles Salinas, con respecto del inmueble signado como el lote número nueve, de la
manzana seiscientos diez – Urbanización San Pablo – la Victoria. Y como segunda
pretensión accesoria: nulidad de la Escritura Pública de compra venta de fecha seis de
julio del dos mil uno, y su respectiva inscripción, asiento C cero cero cero cero cinco de la
partida numero uno uno uno cero dos seis siete ocho otorgada por Manuel Rolando
Gonzáles Salinas a favor de Yna Liz Helen Chauca Solano. Expresa como fundamentos:
a. Fue inquilina del pasaje Los Mochicas seiscientos dieciocho – distrito de La Victoria,
que formaba parte de un inmueble de mayor extensión que comprendía los numerales
seiscientos dieciocho, seiscientos veintidós y seiscientos veinte cuatro, inmueble de
propiedad de don Mauricio Trejo y Rebeca Paredes de Trejo. b. En su calidad de
inquilinos les asistía el derecho de primera opción de compra, por ello el referido
propietario le ofreció el número seiscientos dieciocho a Geracino Zegarra el numeral
seiscientos veintidós y al demandado Amador Chauca Gonzáles el número seiscientos
veinticuatro c. Como los otros inquilinos, entre ellos el demandado Amador Chauca no
llegaron a un acuerdo con el anterior propietario, éste le ofreció todo el inmueble, los tres
números, lo que se concretó en la compra venta contenida en la Escritura Pública del
trece de junio de mil novecientos ochenta y uno, debidamente inscrita. d. Amador Chauca
Gonzáles interpuso demanda de retracto por el cincuenta por ciento del bien, el otro
pertenecía a la recurrente y a su esposo Augurio Salhuana Caferata; dicho proceso se
declara nulo, y nuevamente se interpone demanda aclaratoria rectificatoria a la anterior,
es decir por un cincuenta por ciento de la que se pagó. En primera y segunda instancia
se declaró improcedente la demanda, mientras que en la Corte Suprema se declara
fundada la demanda disponiendo la subrogación de derechos y obligaciones, pero esta
vez también en lo que correspondía a la recurrente y esposo, emitiéndose una sentencia
extra petita. e. En ejecución de sentencia, el juez pretendió interpretar la ejecutoria, y
decidió que solo debía retraerse lo que Amador Chauca Gonzáles ocupaba como
inquilino, decisión que fue confirmada por la segunda instancia. El codemandado Amador
Chauca Gonzáles interpuso recuro de amparo contra la decisión emitida en ejecución de
sentencia, en la cual solo se emplazó al Juez, lo que llegó al Tribunal Constitucional
quien dispuso que se cumpla con la ejecutoria suprema, con lo que se concretó el abuso
del derecho que la Ley no puede amparar, la que permitió adueñarse de todo el
inmueble. La subrogación de los derechos y obligaciones de la compra venta del
inmueble sub Litis a favor de Amador Chauca Gonzáles, contiene un error por cuanto
solo podía retraer la parte que ocupaba conforme al artículo veintidós de la Ley veintiún
mil novecientos treinta y ocho, la cual es norma de carácter público y de obligatorio
cumplimiento; por tanto el acto jurídico que escolta a Amador Chauca Gonzáles está
sancionado con nulidad conforme al artículo doscientos diecinueve inciso ocho del
Código Civil. Las transferencias posteriores a la realizada en favor de Amador Chauca
Gonzáles, son nulas por ser simuladas. Es así que Manuel Gonzales Salinas nunca
ingresó al bien y el precio nunca fue pagado, siendo Amador Chauca Gonzáles quien se
presenta ante la recurrente como propietario del bien cursando cartas notariales. La co
demandada Rosaura Evarista Salhuana León, mediante escrito de fojas ciento treinta y
seis contesta la demanda; señala como fundamento principal que: 1. Es falso que haya
sido vencida en el proceso de retracto, por cuanto no formó parte del mismo. 2. El
razonamiento del actor contiene una contradicción garrafal por cuanto el pretende hacer
pensar que el acto jurídico tiene un fin ilícito porque ha sido un acto simulado, lo que es
falso. El acto jurídico simulado no puede ser sustento de fin ilícito, por cuanto pues
nuestra legislación reconoce el acto simulado como una forma válida del acto jurídico,
pues no lo prohíbe, sino que señala quiénes pueden demandar su nulidad, conforme al
artículo ciento noventa y tres del Código Procesal Civil y que puede ser objeto de
confirmación. 3. Es falso que la compra venta cuya nulidad se peticiona, el accionante
tenga un fin ilícito, pues se estaba transfiriendo un inmueble cuyo comercio no está
prohibido, más aun, el actor alega que el fin ilícito se evidencia al “…simular vender lo
que sabe no le pertenece y jamás le ha pertenecido…”. 4. La compra venta materia de
nulidad es anterior al título de adquisición a favor del señor Donato Amador Chauca
Gonzáles que se efectuó por Escritura Pública del tres de junio de mil novecientos
noventinueve; y sus posteriores adquirientes, situación que ha sido reconocida por la
Corte Suprema en el proceso de desalojo que le iniciara el actor. 5. Respecto a la
indemnización no tiene sustento, por cuanto la parte demandante ostenta un título
obtenido mediante fraude procesal, y además contradice una resolución judicial que
señala que su posesión es legítima, en el proceso por desalojo. 6. Respecto de la
indemnización la demanda debe ser declarada infundada por cuanto se encuentra en
posesión del inmueble en ejercicio de su derecho de posesión reconocido por la Corte
Suprema en el proceso de desalojo seguido por el demandante. La reconvenida Yna Liz
Helen Chauca Solano, mediante escrito de fojas ciento noventa y cinco contesta la
reconvención; señala como fundamento principal que: 1. La reconviniente pretende
oponer la preexistencia de un acto jurídico que no tiene eficacia, y que no puede
contraponer la autoridad de cosa juzgada. 2. La reconviniente viene ocupando el
inmueble sin abonar merced conductiva. 3. Lo resuelto por la Corte Suprema y el Tribunal
Constitucional no son sujeto de revisión por cuanto se estaría afectando la autoridad de
cosa juzgada que alcanzan a las partes y a quienes deriven sus derechos y adquieren
inmutabilidad.
Así también, la validez de la venta de cosa ajena implica, aceptar un contrato en virtud
del cual el interés del comprador en adquirir determinado bien está garantizado por una
persona distinta del propietario, aunque no sea ella de quien finalmente dependa la
transferencia, sino más bien de este último.
1. Castillo Freyre, Mario. Los Contratos sobre bienes ajenos. CONCYTEC. Lima,
1990.
2. Castillo Freyre, Mario. Estudios sobre el Contrato de Compraventa. Ediciones
Legales, Lima, 2003.
3. Castillo Freyre, Mario. La venta de bien ajeno: 20 años después. Caballero
Bustamante, Lima, 2010.
4. Castillo Freyre, Mario. Revista Diálogo con la jurisprudencia, N° 150. Gaceta
Jurídica, Lima, marzo 2011.
5. De la Puente y Lavalle, Manuel. "El Contrato Privado", Cultural Cuzco, tomo 1
Lima 1983.
6. De la Puente y Lavalle, Manuel. Estudios sobre el contrato de compraventa.
Gaceta Jurídica, Lima, 1999.
7. Ledesma Narvaez, Marianela. Comentarios al código procesal civil. Gaceta
Jurídica, Lima, 2008.
8. Mosqueira Medina, Edgardo. La venta de bien ajeno en el Código Civil peruano.
Thémis Revista de derecho de la PUCP. Lima, 2015
9. Torres Vásquez, Aníbal. Acto Jurídico. Editorial San Marcos, Lima, 1998.
10. Revista Actualidad Jurídica, N° 198 Gaceta Jurídica, Lima, mayo 2010
11. Reynaldo Tantaleán Odar, ¿Y si vendo lo que no es mío?. Revista Actualidad Civil
N° 13. Lima, julio 2015.
12. Vidal Rámirez, Fernando. El acto jurídico. Editorial Gaceta Jurídica. 8va. Edición.
Lima, 2011
13. Zuñiga Palomino, Mario, El comprador en la “venta de bien ajeno”: ¡dueño de la
nada! Análisis conceptual y funcional de recientes criterios jurisprudenciales.
Revista Actualidad Civil N° 13, Lima, julio 2015.
INDICE
CAPÍTULO I
1.- DEFINICIÓN:
1.1.- Aspectos históricos.
1.2.- Aproximaciones conceptuales.
2.- EL CONTRATO DE VENTA DE BIEN AJENO EN NUESTRO ORDENAMIENTO
JURÍDICO.
3.- ELEMENTOS DEL CONTRATO DE VENTA DE BIEN AJENO.
4.- CARACTERÍSTICAS.
4.1.- Consensual:
4.2.- Oneroso:
4.3.- Típico:
4.4.- Nominado:
4.5.- Libertad de forma:
4.6.- Ineficaz:
CAPÍTULO II
CAPÍTULO III
CAPÍTULO IV
CASO PRÁCTICO