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Juntos, aplastemos las curvas del racismo

La Comunidad migrante Haitiana residente en Chile observa con mucho


desdén y preocupación el rebrote de toda una serie de actos discriminatorios,
xenófobos y racistas que desde hace varios años atrás, están siendo usados por
parte de algunos sectores específicos de la vida nacional con el objetivo de, por
un lado justificar los abusos sistemáticos de los cuales ha sido víctima, y por el
otro, sindicar a sus miembros como responsables de muchas de las falencias y
debilidades estructurales de un sistema sociopolítico que en lugar de asumir
sus errores, debilidades, desatinos y carencias; se empecina en presentar a los
migrantes y demás sectores vulnerables de la vida nacional como responsables
de todos los males que aquejan a la sociedad.

Sorprende ver la sutilidad con la que está empezando a asomarse en el


horizonte del discurso político de algunas autoridades locales y municipales,
sobre todo en lo relativo a la pandemia Covid-19, algunas referencias -
abiertamente racistas- a la comunidad migrante haitiana, cuyo objetivo
primario pareciera ser proyectar en nuestros “cuerpos disidentes” el reflejo de
todo el miedo, impotencia, incertidumbre, pesar y claroscuros que por estos días
irrumpieron en el escenario de aparente tranquilidad que venía instalándose
en el panorama sociopolítico y sanitario del país. Sin afán de alimentar
polémica alguna ni victimizarnos, estamos convencidos que los últimos
acontecimientos ocurridos a raíz de la nueva pandemia de Covid-19 en lo
referente a nuestra comunidad, apuntan a una reincidencia de toda una serie
de macabros y lamentables ataques racistas perpetrados en contra de nuestra
comunidad durante el año pasado, los cuales sin lugar a dudas, venían
allanando el camino a toda una constelación de prejuicios, estigmas y demás
falacias promovidas en nuestro desmedro y cuyo objetivo principal siempre ha
sido el de imprimir en el imaginario social de la población la más que
equivocada idea según la cual la comunidad migrante residente en el país, -más
específicamente la comunidad afrodescendiente- sería, a grandes rasgos,
responsable de casi todos los males que aquejan a la sociedad: vieja costumbre
aquella que se remonta a los tiempos de la esclavitud y de la que, siglos
después, América latina no ha podido deshacerse y por lo tanto se mantiene
firme ante cualquier intento por superar el racismo con el que siempre
pretende explicar sus desacuerdos, dilemas, ambigüedades, falencias,
vicisitudes, debilidades y necesidades intrínsecas, recurriendo a la más que
aberrante y añeja estrategia según la cual habría que convertir en chivos
expiatorios a los más vulnerables, débiles, desheredados, “negros”, “indígenas”,
pobres, inmigrantes y cualquier otro grupo que no cumpliese con los criterios
raciales, estándares sociales y cánones de belleza impuestos por unas élites
más preocupadas en mantener sus privilegios y defender sus interés más allá
de los graves daños colaterales que aquello pueda entrañar.

A efecto de compartir con toda la comunidad nacional, los últimos ataques


racistas de los que hemos sido víctimas en el marco de la pandemia de Covid-19
desde su llegada al hasta el día de hoy, les invitamos a dar junto con nosotros
un pequeño y corto recorrido por el largo, angosto y espinoso camino de la
exclusión social, la xenofobia y discriminación por el que todos los días
transitamos todos y cada uno de los miembros de la comunidad haitiana
residente en Chile:

1- El día 7 de Abril del 2020, el diario La Segunda en su ya más que conocido


afán por relacionar la migración –sobre todo, la migración caribeña,
afrodescendiente – con la miseria, el desastre, la prostitución, penuria,
hambre, epidemia y pandemia; usó como foto de portada del periódico, la
imagen de una mujer afrodescendiente – en una clara alusión a la
comunidad haitiana- acompañada de un título bastante sensacionalista,
provocador además de denigrante para referirse a la emergencia sanitaria
que vive el país en lo relativo a la pandemia de Covid-19 que en esa fecha
había cobrado la vida de más de 50 personas en el país. Fue tan evidente la
voluntad de perjudicar a nuestra comunidad a través de un vil y cobarde
intento por establecer un vínculo directo entre “ser afrodescendiente,
haitiano” con tener Covid-19”. Es como si pretendiesen imprimir en el
imaginario social de la población la idea según la cual los migrantes
haitianos representáramos un foco natural de infección de una pandemia
que nació a miles de kilómetros de las costas haitianas; la que por desgracia
de toda la humanidad, a día de hoy ha matado a más de ciento cincuenta
mil (150.000) personas en todo el planeta.

2- En la fecha del 09 de Abril del 2020, la municipalidad de Quilicura en su


página Facebook, publicó diversas fotos en las que se veía el frontis de unas
viviendas supuestamente ubicadas en un pasaje bien conocido de dicha
comuna, donde según los autores de la publicación, vivirían 14 miembros de
la comunidad haitiana residente en la comuna, quienes horas antes habían
sido diagnosticados de Covid-19. Publicación aquella que suscitó mucha
controversia, al punto de provocar una avalancha de comentarios los cuales
oponían a varios miembros de la comunidad haitiana residente en el país a
un grupúsculo de personas que vieron en la publicación de la municipalidad
de Quilicura un estímulo a sus más primitivos instintos racistas y
xenófobos. El día siguiente, a la gran sorpresa de toda la comunidad
nacional, la municipalidad de Quilicura había tomado la decisión de borrar
de las redes sociales su más que controversial, xenófobo y racista
publicación, la cual infringiendo así todas las normativas, el marco
regulatorio e institucional vigente en el país en lo relativo al resguardo,
protección, manejo y administración de los datos confidenciales y privacidad
de cualquier persona y/o grupo de persona dentro del ejercicio del derecho a
cualquier tipo de datos relacionados con sus cuidados de salud. (ley 20.584
sobre los derechos y deberes de los pacientes, Ley 21.096 sobre la protección
de los datos personales, Ley 20.609 o ley antidiscriminación – Ley Zamudio-,
entre otras).
Cabe destacar que semejantes actos discriminatorios perpetrados en contra
de la comunidad haitiana residente en Chile, además de rebasar todos los
límites de la institucionalidad vigente para tal efecto, se constituye, a
nuestros ojos, en un acto deliberado de agresión moral, psicológica hasta
física en contra de cada uno de los miembros de la comunidad haitiana en
Chile considerando que el mismo podría fácilmente ser usado por parte de
grupos xenófobos y racistas en cualquier rincón del país para perseguir
físicamente a cada uno de los haitianos que vivimos en la delimitaciones
territoriales de Chile.

3- Por último, el hecho ocurrido el día 16 de Abril en las dependencias de una


sucursal de la Administradora de Fondos de Cesantía (AFC) donde fue
humillado ante las cámaras de la prensa, un ciudadano haitiano que acudió
a hacer unos trámites relativos a sus fondos de cesantía; quien sin el más
mínimo respeto que se merece cualquier ser humano, fue humillado por los
funcionarios de la AFC, quienes alegaron que el paciente era portador del
virus del Covid-19 (SARS-CoV2) y que el mismo representaba un peligro
para la salud pública de todos aquellos que se encontraban en la oficina,
motivo por el cual el ciudadano haitiano quien varios días antes del suceso
había sido dado de alta por el Covid-19 tras haber cumplido a rajatabla y
durante más de dos semanas, con un estricto régimen de aislamiento
instaurado por el equipo médico que lo trataba: el cual terminó por darle el
alta en la fecha del 08 de Abril del 2020 (según consta en los documentos
oficiales según las palabras del propio alcalde de la comuna donde reside el
paciente.
A raíz de estos más que lamentables e humillantes sucesos, a nosotros como
miembros de la comunidad haitiana no nos queda más que plantear las
siguientes preguntas a las autoridades del país; toda una constelación de
preguntas viejas, las cuales a pesar de haber sido planteadas en varias
oportunidades anteriores – a raíz de anteriores casos de abusos
institucionales y actos racistas perpetrados en contra de nuestra comunidad
cuyos desenlaces resultaron ser fatales (Johane Florvil, Olguine Isema,
Joseph Henri, Rebecca Pierre, Emaus Louis entre otros); siguen sin siquiera
un esbozo de respuesta por parte de las autoridades políticas del país:

a- ¿Por qué no se actualizó en la base de datos sobre los pacientes Covid-19,


la situación de salud del paciente si aproximadamente ocho (8) días
antes del lamentable suceso, él fue dado de alta por lo tanto clínicamente
y virológicamente considerado como “curado” o “recuperado” de la
enfermedad?

b- ¿Por qué nadie quiso prestar atención a lo que el paciente – dentro de


sus limitaciones lingüísticas, intentaba comunicar a los funcionarios de
la Administradora de Fondos de Cesantía?

c- ¿Por qué si el paciente tenía en su celular una imagen en formato digital


del documento oficial de alta, nadie se molestó en revisarlo?

d- ¿Cuál es el protocolo administrativo usado por las autoridades sanitarias


al momento de dar de alta a un paciente Covid-19 positivo? Quienes se
encargan de manejar, administrar y actualizar la base de datos donde
son recopilados y almacenados todos los datos relativos a la evolución en
el tiempo de la situación clínica de los pacientes Covid-19? ¿Por qué aún
después de más de 8 días después del alta, el paciente seguía
apareciendo en la base de datos como un paciente Covid-19 activo?

e- Y finalmente ¿por qué el funcionario de la AFC a pesar de tener acceso a


una información tan sensible, no se dio la molestia de entrar en contacto
con las autoridades regionales y/o comunales de salud para intentar
corroborar la información que el paciente la victimas a duras penas
intentaba comunicarle?

..Y por último preguntarnos si no sería urgentemente necesario que entre


todos asumiéramos el desafío de aplanar la curva del racismo, empezando
por decretar el confinamiento total y definitivo del desprecio, estigmas,
prejuicios, discursos xenófobos, con los que se suele tratar a los migrantes,
indígenas, pobres, afrodescendientes, migrantes y demás “condenados del
sistema” independientemente de su procedencia, raza, religión, etnia y
origen nacional.

Juntos, aplastemos las curvas del racismo.

Red de Organizaciones Migrantes Haitianas en Chile

Firman Declaración

 ADUENAM.
 Organización Sociocultural Haitiana en Chile (OSHEC).
 Micro Sesiones Negras.
 Espacio de Reflexión Haití – Chile.
 Movimientos Mujeres Migrantes (3M).
 Kinanm Company.
 Iniciativa Haitiana por la Inclusión en Chile (IHIC)
 Femme Haitienne Au Chili.
 Fundación Timon yo.
 Hebdo TV.
 Voz Migrante Chile.
 InfoSalud.

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