Sei sulla pagina 1di 4

DIALOGO A TRES

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Oración: Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el
fuego de tu amor…………..Por Cristo nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Leer: Salmo 63(62)

EL Y ELLA: Señor inspíranos en este momento, Ayúdanos a mirarte a Ti. Ayúdanos a


mirarnos uno al otro para redescubrir la plenitud y el misterio que alguna vez sentimos
cuando nos unimos en este sacramento.
EL: Haz que seamos los suficientemente honestos para preguntarnos: ¿Donde hemos
estados juntos y hacia donde estamos yendo?
ELLA: Haz que seamos lo suficientemente valiente para preguntarnos: ¿En que hemos
fallado?
EL: Haz que seamos lo suficientemente fuertes para preguntarnos: ¿Cómo está nuestra
fe?
ELLA: Ayúdanos para que juntos nos examinemos: ¿cómo están las obras de esa fe que
decimos profesar?
EL: Ayúdanos en este dialogo contigo a revisar este compromiso adquirido bajo la luz de
tu amor, de buena voluntad y de servicio a nuestros hermanos.
ELLA: Dios Todopoderoso, colocamos en tus manos nuestra fe y amor por tu hijo
Jesucristo que se entregó por nosotros para nuestra salvación.
EL: Jesús les dijo entonces:

“Yo les digo que si tuvieran FE como un granito de mostaza, le


dirían a este cerro: quítate de ahí y ponte más allá, y el cerro
obedecería. Nada les sería imposible” (Mt 17,19-21)

EL Y ELLA: Gracias, Señor, por mostrarnos que la plenitud de la vida la encontramos


en nuestra fe. Te pedimos que en este VII Encuentro de Matrimonio Con Cristo las
parejas participantes y las parejas servidoras puedan llegar a la plenitud de la semilla de
tu verdad que tu espíritu esparce donde quiere, porque tu deseo es que todos nos
salvemos. Queremos aprovechar las gracias que nos das para dar buenos frutos de
salvación para nosotros mismos y para nuestro prójimo. Que siempre recordemos que la
aceptación de este servicio es también una gracia tuya, pues nada podemos sin ti. Amén
EL: Tener fe es “ACEPTAR” lo que Dios permite en nuestra vida aunque no lo
entendamos, aunque no nos guste. Si tuviéramos la capacidad de ver el fin desde el
principio tal como Él lo ve, entonces podríamos saber por qué a veces conduce nuestra
vida por sendas extrañas y contrarias a nuestra razón y a nuestros deseos.
ELLA: Tener fe es “DAR” cuando no tenemos, cuando nosotros mismos necesitamos.
La fe siempre saca algo valioso de lo aparentemente inexistente; puede hacer que brille el
tesoro de la generosidad en medio de la pobreza y el desamparo, llenando de gratitud
tanto al que recibe, como al que dá.
El: Tener fe es “CREER” en lugar de recurrir a la duda, que es lo más fácil. Si la llama
de la confianza se extingue, entonces ya no queda más remedio que entregarse al
desánimo. Para muchos creer en nuestras bondades, posibilidades y talentos, tanto como
en los de nuestros semejantes, es la energía que mueve nuestra vida a la salvación. Pero
todavía hay una forma más elevada de creer. Saber que nuestra vida está en las manos de
Dios y que Él es quien cuida de nosotros.
ELLA: Tener fe es “GUIAR, DIRIGIR” nuestra vida, pero no con la vista, sino con el
corazón. La razón necesita muchas evidencias para arriesgarse, el corazón necesita sólo
un rayo de esperanza. Las cosas más bellas y grandes que la vida nos regala no se pueden
ver, ni siquiera palpar, sólo se pueden acariciar con el espíritu.
EL: Tener fe es “LEVANTARSE” cuando se ha caído. Los reveses y fracasos en
cualquier área de la vida nos entristecen, pero es más triste quedarse lamentándose en el
frío suelo de la autocompasión, atrapado por la frustración y la amargura.
ELLA: Tener fe es “ARRIESGAR” todo a cambio de un sueño, de un amor, de un
ideal. Nada de lo que merece la pena en esta vida puede lograrse sin esa dosis de
sacrificio que implica desprenderse de algo o de alguien, a fin de adquirir eso que mejore
nuestro propio mundo y el de los demás.
EL: Tener fe es “VER” positivamente hacia adelante, no importa cuán incierto parezca
el futuro o cuán doloroso el pasado. Quien tiene fe hace del hoy un fundamento del
mañana y trata de vivirlo de tal manera que cuando sea parte de su pasado, pueda verlo
como un grato recuerdo.
ELLA: Tener fe es “CONFIAR” pero confiar no sólo en las cosas y en las personas,
sino en el Dios que obra, actúa y habla a través de las personas. Muchos confían en lo
material, pero viven relaciones huecas con sus semejantes. Cierto que siempre habrá
gente que lastime y traicione tu confianza, así que lo que tienes que hacer es seguir
confiando y sólo ser más cuidadoso con aquel en quien confías dos veces.
EL: Tener fe es “BUSCAR” lo imposible: sonreír cuando tus días se encuentran
nublados y tus ojos se han secado de tanto llorar. Tener fe es no dejar nunca de desnudar
tus labios con una sonrisa, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes cuándo tu
sonrisa puede dar luz y esperanza a la vida de alguien que se encuentre en peor situación
que la tuya.

ELLA: Tener fe es “ANDAR” por los caminos de la vida de la misma forma en que lo
hace un niño. Tomados de la mano de nuestro padre. Tener fe es dejar nuestros
problemas en manos de DIOS y arrojarnos a sus brazos antes que al abismo de la
desesperación. Fe es descansar en Él para que nos cargue, en vez de cargar nosotros
nuestra propia colección de problemas.

EL Y ELLA: ¿Aceptamos con fe la voluntad de Dios? ¿Le dedicamos tiempo a Dios en


la oración? ¿Hemos faltado a misa los domingos? ¿Nos avergüenza de aparecer creyente
ante los demás? ¿Hemos asumido nuestro compromiso con la Iglesia? , ¿Nos hemos
esforzados por llevar a Cristo a nuestros hogares? ¿Visito a Jesús en el sagrario o le
saludo cuando veo una iglesia?

Lectura Bíblica: (Santiago 2, 14-24)

Pausa para meditar y comentar…………

EL Y ELLA: Oh Dios, nuestro padre celestial, omnipotente Dios, que las palabras que
hemos oído hoy, sean, por tu gracia, de tal manera injertadas en nuestros corazones, que
produzcan en nosotros los frutos de una buena vida, para el honor y gloria de tu Nombre;
por Jesucristo nuestro Señor. Amén
ORACIÓN FINAL

EL : Oh Jesús Redentor, autor y consumador de nuestra fe, te suplicamos desde lo


profundo de nuestro corazón que no permitas que se extinga la hermosa luz de nuestra fe.
Acuérdate de tus antiguas misericordias; mira compasivo la viña que tú mismo plantaste
con tu diestra, que ha sido regada con la sangre de miles y miles de mártires, con las
lágrimas de generosos penitentes y las fatigas de celosos apóstoles y fecunda oración de
tantos cristianos fieles.

ELLA: Aunque nos aflijan las enfermedades, nos consuman los disgustos, nos afecten
los infortunios, pero que no nos falte la fe; porque ricos con este don precioso,
soportaremos con gusto todo dolor y nada podrá alterar nuestra felicidad. Por el
contrario, sin la gracia de la fe, nuestra desventura no tendría límites.

ELLA y EL : Oh Jesús, autor y consumador de nuestra fe, consérvanos dentro de la nave


de Pedro, fieles a su sucesor, para que se construya la unidad de la Iglesia, se promueva
su santidad y se dilate en bien de todos los pueblos. Concédenos la paz y la unidad.
Confórtanos y consérvanos en tu santo servicio, para que por Ti y en Ti vivamos siempre.
Amén

PADRE NUESTRO

GLORIA

Potrebbero piacerti anche