Vázquez Núñez Joaquín

Carácter de la obra La verdad sospechosa de Juan Ruiz de Alarcón

Para poder hablar del carácter de esta obra teatral, podríamos bien iniciar por su

género dentro del teatro el cual es de comedia, y queda claro al ir avanzando el

texto, pues podríamos hablar de una comedia de enredos pues la trama gira en

torno a ridiculizar la figura del mentiroso don García, centro de todos los vicios, y

esto puede apreciarse o interpretarse en el momento en que Tristán confunde a

Jacinta con Lucrecia, de quien se ha enamorado don García.

Esto marca un carácter de ligereza en la obra, aunque no por decir que este

sea su carácter signifique que deje de ser una gran obra. Dado a que Tristán le ha

llevado a Jacinta en lugar de Lucrecia a Don García, se desata una ola de

mentiras y situaciones que serán las encargadas de dar sentido a la obra.

Al momento de hablar de mentiras en la obra, podemos notar

inmediatamente otro de caracteres de la obra misma, que pese a la crítica actual

lo ha descartado, no deja de estar presente en el texto. Lo que busca o pretende

Alarcón con su obra es el moralizar a cerca de lo que puede causar las mentiras, o

al menos esa es la sensación que me transmite con la última línea de su obra “[…]

en la boca del que mentir acostumbra, es la verdad sospechosa.” 1

Y es que está línea me remite a textos como el cuento de Pedro y el lobo,

en donde la mentira juega un papel fundamental a lo largo del cuento, tanto así

que en cuando el personaje de Juan dice la verdad, nadie le cree y esto

desemboca en que el lobo se almuerce al pobre.

1
Ruiz de Alarcón, J. La verdad sospechosa. Dominio Público. Recuperado de www.amazon.com
Vázquez Núñez Joaquín

Y bueno, en la obra todos los personajes poseen un gran sentido de la

moralidad, en especial don Beltrán, algo muy característico de los personajes de

esa época (1618 y 1621), aunque bien la intención de Alarcón no fue construir un

diálogo con carácter didáctico como suelen serlo los texto moralizantes, más bien

los enredos de la comedia se basan en la tolerancia que muchos personajes

otorgan a las mentiras de don García, aunque también hay otros estudiosos que

analizan a don García como figura ambivalente.

Es al mismo tiempo un gallardo galán enamorado que idealiza a su dama y

debe ser premiado con el matrimonio; pero es también una figura mentirosa que

debe de ser castigada.

Para concluir podríamos hablar de estos dos grandes caracteres de la obra;

el de la ligereza de la obra, propio de una comedia de enredos, así como el

carácter moralizante que existe en el infradiscurso del texto y que no es tan fácil

de ser percibido al primer contacto.