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Psychosocial Intervention

ISSN: 1132-0559
pi@cop.es
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
España

Rueda Ruiz, Mª Begoña; Aguado Díaz, Antonio-León; Alcedo Rodríguez, Mª Ángeles


Estrés, afrontamiento y variables psicológicas intervinientes en el proceso de adaptación a la Lesión
Medular (LM): una revisión de la bibliografía
Psychosocial Intervention, vol. 17, núm. 2, 2008, pp. 109-124
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=179814018002

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Intervención Psicosocial, 2008, Vol. 17 N.° 2 Págs. 109-124. ISSN: 1132-0559

ESPACIO ABIERTO

Estrés, afrontamiento y variables psicológicas


intervinientes en el proceso de adaptación a la
Lesión Medular (LM): una revisión de la bibliografía
Stress, coping strategies and psychological
intervener variables in the adaptacion process to
the Medullary Lesion (LM): a bibliographical
review

M.ª BEGOÑA RUEDA RUIZ*


ANTONIO-LEÓN AGUADO DÍAZ**
M.ª ÁNGELES ALCEDO RODRÍGUEZ**

RESUMEN
En el siguiente artículo presentamos un recorrido por las investigaciones realizadas en
los últimos treinta años sobre el afrontamiento de la LM desde la incorporación de las teo-
rías del estrés en la psicología de la rehabilitación. Hemos revisado la evolución de su con-
cepto en el contexto rehabilitador, los resultados de sus investigaciones así como las difi-
cultades metodológicas existentes para su estudio. El afrontamiento ha demostrado ser
una variable de gran relevancia para entender el proceso de adaptación a la LM, en inte-
racción con otras variables psicológicas como las variables de personalidad y el locus de
control, ofreciendo apoyo al modelo de las diferencias individuales.

PALABRAS CLAVE
Lesión medular, Estrés, Estrategias de afrontamiento, Personalidad, Locus de control y
adaptación.

* Ayuntamiento de Getxo (Vizcaya).


** Departamento de Psicología, Universidad de Oviedo.

Intervención Psicosocial, 2008, vol. 17 n.º 2 109


Estrés, afrontamiento y variables psicológicas intervinientes en el proceso de adaptación a la Lesión Medular (LM)...

ABSTRACT
This issue presents a review of research about coping with a spinal cord lesion (SCL) in
the last thirty years, since the introduction of the stress theory in the rehabilitation psy-
chology. We have reviewed this concept in the rehabilitation context, the research results
as well as the methodological limitations for study. Coping has demonstrated to be a very
relevant variable to understanding the adaptation process to SCL, in interaction with other
psychological variables as personality and locus of control, offering support to the individ-
ual differences model.

KEY WORDS
Spinal cord lesion, Stress, Coping strategies, Personality, Locus of control and adapta-
tion.

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M.ª B. Rueda, A.-L. Aguado, M.ª Á. Alcedo

INTRODUCCIÓN: LESIÓN MEDULAR, Hewett, (1990), Buckelew, Frank, Elliott,


ESTRÉS Y PROCESO DE ADAPTACIÓN Chaney et al. (1991), Barone (1993),
Hanson, Buckelew, Hewett y O’Neal
La explicación del proceso de adapta- (1993), Meyer (1998), Soltz (1998), Elf-
ción a la LM se ha ido desarrollando con ström, Rydén et al (2002), Elfström,
las aportaciones de las diferentes teorías R ydén et al (2005), Martz, Livneh,
psicológicas hasta llegar a la incorpora- Priebe, Wuermser y Ottomanelli (2005).
ción de los estudios sobre el estrés y el
afrontamiento. La evolución del estudio Esta mayor presencia va acompañada
del afrontamiento de la LM es un claro de una defensa de la bondad del modelo
reflejo de la evolución de los modelos cognitivo del estrés para entender el pro-
teóricos que han existido en psicología ceso de adaptación a la LM, en el que el
de la rehabilitación para entender dicho afrontamiento ocupa un lugar central en
proceso de adaptación. Caracterizado clara interacción con otras variables psi-
inicialmente por la presencia de un enfo- cológicas (Gerhart, Weitzenkamp, Ken-
que psicodinámico y la convergencia teó- nedy, Glass y Charlifue, 1999; Galvin y
rica con el modelo de las etapas, para ir Godfrey, 2001; Pollard y Kennedy, 2007).
avanzando hacia la defensa de las dife- Dicho modelo quedaría representado en
rencias individuales, con la incorpora- el gráfico de la página siguiente.
ción de las variables cognitivas y el acer-
camiento a las teorías de personalidad. Elliott y Frank (1996) sugieren la con-
veniencia de que las teorías sobre la adap-
Inicialmente el afrontamiento de la LM tación a la LM adopten una perspectiva
se identificaba con los mecanismos de biopsicosocial que tenga en cuenta los
defensa y se hablaban de etapas de efectos interactivos entre la LM, los estre-
afrontamiento. Pero a finales de los años sores psicosociales y el binomio persona-
ochenta y, principalmente durante los ambiente. Ello permitiría explicar las dife-
noventa, el estudio del afrontamiento de rencias individuales, predecir la depresión
la LM experimenta un salto cuantitativo y otros indicadores de dicha adaptación.
y cualitativo, con la incorporación del Vemos así cómo la incorporación de la
modelo cognitivo del estrés y la utiliza- perspectiva del estrés y el afrontamiento
ción de instrumentos estandarizados tiene mucho que aportar al desarrollo del
para su evaluación. En general, y toman- modelo de las diferencias individuales.
do la utilización de dichos instrumentos
como criterio de referencia, diferencia- Consecuencia directa de la influencia
mos un enfoque preempírico y otro empí- de las teorías del estrés en la psicología
rico en sus investigaciones. de la rehabilitación es la consideración
de la LM como un suceso estresante
En este sentido, existe una creciente cuya aparición produce muchos cambios
presencia del afrontamiento en los estu- en la vida de la persona y le requiere
dios sobre lesionados medulares, desde grandes esfuerzos de adaptación. Su
los trabajos iniciales de Silver y Wortman naturaleza estresante se deriva de tres
(1980), Felton y Revenson (1984), a elementos principales: las diferentes
aquellos que introducen el afrontamiento fuentes de estrés, la naturaleza mixta del
como una variable central de la suceso estresante considerado como un
adaptación a la LM, como Frank, Elliott, suceso vital mayor con estresores dia-
Corcoran y Wonderlich (1987), Frank, rios, y, la dimensión objetividad - per-
Umlauf, Wonderlich, Askanazi et al. cepción subjetiva, tal y como se repre-
(1987), Buckelew, Baumstark, Frank y senta en la tabla de la página siguiente.

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Modelo cognitivo del estrés aplicado al proceso de adaptación a la LM (Elaboración


propia basada en Galvin y Godfrey, 2001)

La naturaleza estresante de la LM (Rueda y Aguado, 2003)

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En esta situación nueva que supone del proceso de adaptación, tanto a nivel
la LM, de aparición repentina y frecuen- teórico como clínico y metodológico.
temente traumática, las demandas estre-
santes pueden provenir de diferentes Entre las aportaciones teóricas cabe
fuentes como son: su propio organismo y destacar la despatologización del estudio
los cambios experimentados ante la apa- de la adaptación y de variables clásicas
rición de la lesión; la situación hospitala- como la depresión, la negación y la per-
ria y los tratamientos médicos a los que sonalidad. Así, la adaptación puede
se ve sometida, y el entorno social en el explicarse en términos de adecuación
que se encuentra inmersa, siendo de entre las demandas de la situación y las
especial relevancia la familia y las actitu- capacidades de la persona en interacción
des sociales. Todos estos factores deben con el ambiente, haciendo hincapié en
considerarse desde una perspectiva tem- los esfuerzos cognitivos y conductuales,
poral que se inicia en la fase aguda y y su eficacia para manejar el estrés.
continúa a lo largo de la vida. Desde esta perspectiva, la adaptación no
se operativiza sólo como la ausencia de
A pesar de la creciente atención que depresión, sino que puede incluir medi-
ha recibido el afrontamiento en el estu- ciones de ansiedad, de emociones positi-
dio de la LM, existe una falta de coheren- vas, de funcionamiento social, de calidad
cia y unanimidad en cuanto a las teorí- de vida, de percepción de bienestar y de
as, su forma de evaluación, los resulta- las estrategias de afrontamiento utiliza-
dos obtenidos, su significado y su papel das. De igual forma, aparecen conceptos
en el proceso de adaptación. De hecho, alternativos para explicar la conducta de
los planteamientos existentes en las negación en las personas con LM, como
investigaciones del afrontamiento de la la adaptación cognitiva, la expectativa de
LM adolecen de un modelo teórico apo- recuperación, la negociación con la reali-
yado en la evidencia empírica, caracteri- dad, la ilusión y la esperanza y las creen-
zándose por un pluralismo teórico y cias irreales (Rueda y Aguado, 2003).
metodológico. En trabajos anteriores Frente al modelo de las etapas, centrado
hemos revisado dichas cuestiones meto- en buscar la personalidad característica
dológicas (Rueda y Aguado, 2003). Sin del lesionado medular o los trastornos de
embargo, aunque el estudio del afronta- personalidad asociados a su aparición,
miento en lesionados medulares no ha las teorías del estrés dirigen la atención
sido sistemático y presenta frecuentes hacia el papel de las variables de perso-
limitaciones metodológicas, son muchas nalidad en la utilización de las estrate-
las aportaciones realizadas por las teorí- gias de afrontamiento para manejar el
as del estrés al estudio de los aspectos estrés. La depresión deja de ser el resul-
psicológicos de la LM, tal y como vere- tado de la LM y su impacto psicológico,
mos en el siguiente apartado. para pasar a considerarse un indicador
de la eficacia del afrontamiento.
APORTACIONES DEL ESTRÉS Y EL Este nuevo enfoque tiene implicacio-
AFRONTAMIENTO AL ESTUDIO DEL nes prácticas y lleva implícito el recono-
PROCESO DE ADAPTACIÓN A LA LM cimiento del protagonismo de la persona
en el proceso de adaptación, de tal forma
La aplicación de las teorías del estrés que no es un mero agente pasivo de la
al estudio de la LM y su consideración sucesión temporal de etapas sino un
como una situación estresante tiene agente activo en la tarea de optimizar su
implicaciones en el enfoque de estudio autonomía personal y su calidad de vida,

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y ello dependerá de su eficacia para el estrés, independientemente de los


manejar el estrés. Consecuentemente, en resultados, cuyas funciones principales
el área de la intervención clínica, se recu- son la resolución de problemas y el con-
pera el papel activo de los profesionales trol emocional. Los grandes debates
que son agentes rehabilitadores, promo- sobre los que ha girado el desarrollo teó-
tores de estrategias de afrontamiento efi- rico del afrontamiento son: la definición
caces y del sentido de control en los de su constructo y dimensiones, su esta-
pacientes, en su tarea de ofrecer apoyo bilidad, generalidad vs especificidad, y
durante la rehabilitación y facilitar el rasgo vs estado.
proceso de adaptación, en consonancia
con el trabajo de King y Kennedy (1999). Abandonando los planteamientos
absolutistas del debate sobre el afronta-
Junto a las aportaciones teóricas y miento como rasgo o como proceso, la
clínicas que hemos señalado, los estu- investigación se debe centrar en analizar
dios del afrontamiento han promovido hasta qué punto las estrategias de afron-
también la introducción de nuevos ins- tamiento son una función de la persona
trumentos que permiten avanzar en la o del entorno y estudiar la interacción
operativización del proceso de adapta- entre ambos. En este sentido, el afronta-
ción a la LM que complementan los miento constituye el resultado de una
cuestionarios tradicionalmente utilizados combinación de disposiciones personales
de depresión y de personalidad. y demandas ambientales, de manera que
sólo desde su interacción podemos expli-
Para entender estos logros y aporta- car las diferencias individuales encontra-
ciones en el estudio de las personas con das. Por ello, una comprensión global del
LM vamos a profundizar en el panorama afrontamiento requiere el estudio de las
actual de las investigaciones sobre el estrategias de afrontamiento en relación
afrontamiento de la LM, sus limitacio- con las variables de personalidad, así
nes metodológicas y los resultados ofre- como la realización de estudios específi-
cidos. cos de afrontamiento en las diferentes
situaciones que aparecen en la vida de
una persona con LM.
ALGUNAS CLAVES PARA ENTENDER
EL ESTUDIO DEL AFRONTAMIENTO Gran parte de las investigaciones se
DE LA LM ha centrado en el estudio de la eficacia
del afrontamiento de la LM y los diferen-
El afrontamiento es un constructo de tes intentos de clasificar las múltiples
naturaleza cognitivo-conductual, multi- estrategias encontradas. Todos estos
dimensional y multicondicionado, que aspectos presentan matices que hay que
presenta cierta estabilidad por su estre- tener en cuenta cuando hablamos del
cha relación con las variables de perso- afrontamiento de la LM en el contexto
nalidad, a la vez que dinamismo en fun- rehabilitador.
ción de la situación. Podemos hablar de
la naturaleza mixta del afrontamiento En primer lugar, la eficacia del afron-
que incluye cierta estabilidad y un com- tamiento no es una característica intrín-
ponente situacional en las estrategias seca del propio afrontamiento o de sus
utilizadas para manejar el estrés. estrategias, sino que se construye en la
interacción de la persona con el ambien-
En la definición de afrontamiento se te, presentando gran variabilidad en fun-
incluyen todos los esfuerzos por manejar ción de las diferencias individuales, la

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situación y el momento. Es decir, lo que permanentes, aspectos importantes en


es eficaz para una persona puede no nuestra población de estudio. Por todo
serlo para otra; lo que es eficaz para ello, parece adecuado el estudio específi-
afrontar una situación concreta no es co del afrontamiento en el entorno reha-
generalizable a otras situaciones, y lo bilitador y el análisis individualizado de
que resultó eficaz en un momento dado, cada persona.
puede no serlo ahora.
El afrontamiento de la LM se podría
Se suele aceptar que las estrategias de estudiar de muchas formas, con un enfo-
afrontamiento son eficaces si contribu- que general o específico. Podemos valorar
yen al bienestar fisiológico, psicológico y el afrontamiento de las relaciones inter-
social de la persona. La eficacia de las personales, de las barreras de accesibili-
estrategias de afrontamiento descansa dad o de las dificultades en el trabajo, y
en su habilidad para manejar y reducir pueden utilizarse diferentes estrategias
el malestar inmediato, así como en sus para afrontar síntomas esporádicos o
efectos a largo plazo, en términos de intermitentes como el dolor o las infeccio-
bienestar psicológico y en el estado de nes urinarias, y secuelas crónicas como
salud (Snyder, 1999). La bibliografía al la falta de sensibilidad, la movilidad redu-
uso muestra cómo los indicadores de la cida o la presencia de barreras arquitec-
eficacia del afrontamiento de la LM más tónicas. Así, sería interesante investigar
utilizados han sido el bienestar psicológi- el afrontamiento de la LM desde una
co y los estados emocionales de ansiedad perspectiva complementaria que contem-
y depresión. ple tanto el afrontamiento general, a lo
largo del tiempo con el afrontamiento
Dada la naturaleza multicondicionada específico, en diferentes situaciones y esfe-
del afrontamiento, al valorar su eficacia ras de la vida. En este sentido, Visser,
hay que tener en cuenta factores como el van den Berg-Emons, Sluis, Bergen, Stam
área de actividad, en su doble faceta de y Bussman (2008) han estudiado las
manejo de la ansiedad emocional y de la barreras y los elementos facilitadores que
situación problema, el momento en el las personas con LM se encuentran al
tiempo, a corto y a largo plazo, y el con- finalizar la rehabilitación hospitalaria.
texto, que incluye las variables del entor-
no; a lo que hay que añadir la importan-
cia de la percepción subjetiva de dicha ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO
eficacia (autoeficacia percibida) y el signi- UTILIZADAS POR LAS PERSONAS CON
ficado personal de la acción y sus conse- LM
cuencias.
Frente a las afirmaciones iniciales que
Todo lo anterior nos remite a la defendían la existencia de un afronta-
importancia del momento de evaluación miento específico, actualmente se reco-
en el contexto rehabilitador. Por ejemplo, noce que la relación unívoca entre afron-
no es lo mismo el afrontamiento de la LM tamiento y discapacidad es muy simplis-
en la fase aguda de hospitalización que ta y que la respuesta a la LM está fuerte-
en la fase crónica, en el momento de la mente mediatizada por la interacción con
rehabilitación hospitalaria que en de la otras variables psicológicas. Todo parece
vuelta a casa. Diferentes formas de apuntar hacia la existencia de diferen-
afrontamiento pueden ser eficaces para cias individuales en las estrategias utili-
manejar los estresores agudos o tempo- zadas por los lesionados medulares para
rales, pero no los estresores crónicos o manejar el estrés.

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Existe evidencia de que las estrategias gias en el proceso de adaptación, descui-


de afrontamiento utilizadas por los lesio- dando el estudio de los instrumentos de
nados medulares no dependen del nivel evaluación del afrontamiento y su ade-
ni del tipo de lesión, sino de patrones de cuación para esta población. Los estu-
afrontamiento diversos que se pueden dios sobre el afrontamiento de la LM
explicar en función de otras variables, confirman la tendencia a la diversidad de
pero no por la lesión en sí misma (Frank, las estrategias utilizadas y la falta de
Umlauf et al., 1987; Buckelew et al., consenso sobre su descripción y clasifi-
1990; Reidy et al., 1991; Hancock et al., cación.
1993; Kennedy et al., 1995 ; Elfström,
Kreuter et al., 2002 ; Rueda y Aguado, Entre las conductas de afrontamiento
2003; Elfström et al., 2005). La etiología, más eficaces y asociadas con un mayor
por su parte produce algunas diferencias bienestar en las personas con LM se
leves en el afrontamiento actual, y el encuentran la resolución de problemas,
impacto en el momento de aparición la planificación y la reestructuración cog-
parece ser mayor en las LM altas inde- nitiva (Buckelew et al., 1990; Elliott,
pendientemente de que sean completas o Godshall et al., 1991; Hanson et al.,
incompletas. En este sentido, la natura- 1993) y la búsqueda de apoyo social
leza traumática de la LM parece influir (Coca, 1990; Reidy et al., 1991; Moore et
en la “aceptación -conformismo y sereni- al., 1994; Kennedy et al., 1995). Junto a
dad”, siendo las de origen deportivo las éstas, la revaloración positiva, el distan-
que mayores puntuaciones presentan en ciamiento, el autocontrol y la confronta-
esta estrategia. La presencia de compli- ción (Warner, 1989; Reidy et al., 1991;
caciones médicas parece asociarse a una Barone, 1993; Dias de Carvalho et al.,
peor adaptación en el momento actual, 1998; Carroll, 1999), así como la acepta-
reflejada en una menor “aceptación” y ción (Kennedy et al., 1995; Dias de Car-
una mayor “inevitabilidad con futuro valho et al., 1998; Elfström, Kreuter et
negativo” (Rueda y Aguado, 2003). al., 2002), la aceptación de la responsabi-
lidad (Reidy et al., 1991) y el espíritu de
El análisis del papel de las variables lucha (Elfström, Kreuter et al., 2002)
sociodemográficas parece sugerir que no parecen de utilidad para afrontar la LM.
hay diferencias de afrontamiento en fun- La búsqueda de información también es
ción del sexo, los jóvenes parecen adap- eficaz, aunque según el momento en el
tarse mejor, el impacto de la LM y el papel proceso de adaptación, siendo más adap-
de la familia parecen ser mayores en fun- tativa transcurridos unos meses después
ción de la edad. La influencia del estado de la lesión (Buckelew et al., 1990), en
civil parece ser mayor en el momento de consonancia con los resultados de Felton
aparición de la LM y la presencia de pare- et al. (1984) sobre el afrontamiento de
ja para explicar algunas diferencias. Res- las enfermedades crónicas.
pecto al nivel de estudios es la ausencia
de estudios el factor que produce diferen- Por otro lado, las estrategias de afron-
cias que se reflejan en el uso de las estra- tamiento menos eficaces y asociadas a
tegias de manejo de la información. una mayor depresión o ansiedad son las
conductas de escape-evitación (Warner,
En general, los estudios del afronta- 1989; Coca, 1990; Reidy et al., 1991;
miento de la LM se han centrado en la Barone, 1993; Moore et al., 1994; Meyer,
búsqueda de las estrategias utilizadas 1998; Carroll, 1999), la minimización de
por este colectivo y, principalmente, en el la amenaza (Buckelew et al., 1990,
análisis de la eficacia de dichas estrate- 1991), la desvinculación conductual (Ken-

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nedy et al., 1995), el distanciamiento ción, la aceptación y la negación. A la luz


mental y la supresión de actividades de estos resultados cobran protagonismo
(Lude, Kennedy, Evans, Lude y Beedie, variables como el locus, la valoración de
2005), el pensamiento desiderativo los recursos y la autoeficacia percibida.
(Frank et al., 1987; Buckelew et al.,
1990, 1991; Hanson et al., 1993; Moore Las implicaciones derivadas de estos
et al., 1994), la dependencia social (Elfs- resultados para la psicología de la reha-
tröm, Kreuter et al., 2002), la confronta- bilitación sugieren la conveniencia de
ción y la culpabilización (Dias de Carval- promocionar la utilización de determina-
ho et al., 1998), así como la preocupación das estrategias de afrontamiento que son
mental por la causa de la lesión y su evi- eficaces. King y Kennedy (1999) ofrecen
tabilidad (Van Den Bout et al., 1988) datos preliminares sobre la utilidad de
programas de entrenamiento del afronta-
Además, se ha observado que un alto miento para el proceso de adaptación en
nivel de esperanza y cierto grado de opti- personas con LM.
mismo pueden ser eficaces en la adapta-
ción a la LM si se combinan con estrate- Sin embargo, hay que distinguir la efi-
gias de afrontamiento centradas en el cacia del afrontamiento a corto plazo de
problema y en la búsqueda de solucio- su eficacia a largo plazo. Los estudios
nes, de ayuda, consejo o apoyo social generales del afrontamiento sugieren que
(Moore et al., 1994). la importancia de algunas estrategias de
afrontamiento cambia con el tiempo, apo-
Englobando los resultados anteriores, yando la idea del afrontamiento como un
existe bastante consenso entre los auto- proceso dinámico que se va modificando
res al afirmar que, en general, el afronta- para responder a las necesidades cam-
miento activo y centrado en la resolución biantes de la persona. En este sentido,
de problemas está asociado a menores hay evidencia de que con el paso del
índices de depresión, mientras que el tiempo las estrategias centradas en la
afrontamiento pasivo, que incluye prin- emoción, la búsqueda de información y de
cipalmente las estrategias de evitación o reestructuración cognitiva se asocian con
centradas en la emoción, suele ir acom- un mayor bienestar en personas con LM
pañado de mayor malestar psicológico (Buckelew et al., 1990; Hanson et al.,
(Frank et al., 1987; Coca, 1990; Bucke- 1993). Los lesionados medulares agudos
lew et al., 1990, 1991; Elliott, Godshall tienen más probabilidad de utilizar las
et al., 1991; Reidy et al., 1991; Barone, estrategias de apoyo social (tanto emocio-
1993; Moore et al., 1994; Kennedy et al., nal como instrumental). En nuestra
1995; Meyer, 1998; Soltz, 1998; Carroll, investigación hemos encontrado un afron-
1999; Rueda y Aguado, 2003, Elfström tamiento actual más caracterizado por
et al, 2005). Sin embargo, también influ- estrategias activas y de resolución de pro-
ye la posibilidad de modificar la situa- blemas, mayor aceptación y reestructura-
ción. Así, cuando la persona considera ción cognitiva; y un afrontamiento reme-
que la situación es susceptible de cam- morado en el que predominan las estrate-
bio tiende a utilizar estrategias de afron- gias de corte emotivo y existe una mayor
tamiento activo, como la planificación, la negación, a la vez que coexisten las estra-
supresión de actividades competitivas o tegias de resolución de problemas y las
la búsqueda de apoyo social instrumen- cognitivas (Rueda y Aguado, 2003).
tal; mientras que si considera que no
puede intervenir, aumenta la utilización En este sentido, a pesar de la eviden-
de las estrategias centradas en la emo- cia de una dinámica del afrontamiento

Intervención Psicosocial, 2008, vol. 17 n.º 2 117


Estrés, afrontamiento y variables psicológicas intervinientes en el proceso de adaptación a la Lesión Medular (LM)...

con el paso del tiempo, la comparación valoración de esos resultados influyen en


del afrontamiento actual y rememorado la utilización posterior de esas u otras
ha revelado un alto porcentaje de estra- estrategias, en consonancia con el mode-
tegias que son comunes a lo largo del lo cognitivo del estrés que mencionába-
proceso de adaptación a la LM. Todo mos en apartados anteriores.
parece apuntar a que las estrategias cen-
tradas en la emoción son reflejo del Los análisis de las puntuaciones de
grado de adaptación y de los niveles de depresión en nuestra investigación con-
estrés, mientras que las estrategias de firman esa relación bidireccional entre el
resolución de problemas, la búsqueda de afrontamiento y la depresión de tal
información, la reestructuración cogniti- forma que el grado de depresión no se
va, las conductas de interacción social, interprete únicamente como indicador de
el olvido como alejamiento, los pensa- la eficacia del afrontamiento, sino como
mientos reconfortantes, la religión o un un factor que también puede influir en
ideal de vida son útiles para manejar el las estrategias utilizadas. Así, hemos
estrés, independientemente del tiempo encontrado estrategias que se relacionan
transcurrido desde la lesión. Por lo tanto con el grado de depresión y que son
hablamos de una dinámica en las estra- reflejo del estado emocional. Por un lado,
tegias de afrontamiento utilizadas en tenemos la «inevitabilidad con futuro
función del curso de la rehabilitación y negativo», el «impacto intenso y negativo
del paso del tiempo, junto a cierta esta- de enfermedad» en sentido negativo y,
bilidad, defendida también por autores por otro, la «aceptación, conformismo y
como Hanson et al. (1993) y Pollard y serenidad», el «enganche con la vida con
Kennedy (2007). hedonismo» o la «entereza con siempre es
posible un peor» en sentido positivo.
La variable edad en el momento de
aparición de la LM es otro factor a tener Como venimos defendiendo a lo largo
en cuenta para entender la eficacia del de este artículo, las diferencias de afron-
afrontamiento. Diversos autores han tamiento encontradas en las personas
sugerido que las personas jóvenes con con LM hay que entenderlas en interac-
LM suelen utilizar estrategias de afronta- ción con otras variables psicológicas
miento diferentes a las de los lesionados como el locus de control y las variables
medulares de edad avanzada (Galvin y de personalidad. Así, hay evidencia que
Godfrey, 2001; Elfström, Kreuter et al., apoya la existencia de diferencias indivi-
2002). No parece descabellado pensar duales en las estrategias de afrontamien-
que en el transcurso vital, el lesionado to utilizadas en función de las expectati-
medular puede realizar cambios en su vas de control de los lesionados medula-
afrontamiento en función de las diferen- res (Frank, y Elliott, 1987; Frank,
tes situaciones a las que se enfrenta y Umlauf et al., 1987; Buckelew et al.,
sus necesidades en ese momento. 1990; Barone, 1993; Hancock et al.,
1993; Craig et al., 1994; Rueda y Agua-
Junto a la multidimensionalidad hay do, 2003).
que destacar la bidireccionalidad de la
relación afrontamiento-depresión y su Las personas con LM con un locus
naturaleza interactiva, tal como se ha interno se adaptan mejor, tienen mayor
sugerido (Buckelew et al., 1990; Kennedy eficacia percibida y utilizan estrategias
et al. 1995 y Galvin y Godfrey, 2001). de afrontamiento activo; mientras que
Las estrategias de afrontamiento utiliza- las personas con locus externo utilizan
das, los resultados que producen y la más las estrategias de pensamiento de-

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siderativo, el afrontamiento mixto y de deficitarios en las investigaciones con


crecimiento y la autoculpa. De hecho, la ausencia de una metodología diferencial
confianza de los lesionados medulares en y de estudios longitudinales, y una utili-
sus estrategias de resolución de proble- zación de instrumentos de escasa validez
mas se relaciona con la realización de para la LM.
autocuidados y una menor incidencia de
complicaciones secundarias a la LM Así, ante las dificultades de captación
(Richards et al., 2002). de la muestra, es frecuente la realización
de los estudios con muestras de conve-
También se ha demostrado la relación niencia pequeñas y heterogéneas, obteni-
entre el afrontamiento y las variables de das frecuentemente durante la fase de
personalidad E-N, en estrecha relación hospitalización, que no consideran
con el locus. Así, E y el locus interno se aspectos relevantes como son la edad, la
relacionan con estrategias activas y de etiología de la LM y otras variables socio-
resolución de problemas, mientras que N demográficas. La única variable que
y el locus externo se asocian con estrate- suele estar bien representada es el sexo,
gias centradas en la emoción, que refle- con una mayor presencia de hombres
jan un mayor malestar psicológico y un (80% de hombres y 20% de mujeres).
mayor impacto de la LM (Rueda y Agua- Respecto a la etiología de la LM, existe
do, 2003). un predominio de investigaciones de la
LM traumática, sin apenas presencia de
La importancia del afrontamiento en LM de etiología tumoral o secundaria a
la rehabilitación y adaptación a la LM otros procesos patológicos. La mayoría
queda reflejada en la diversidad de de los estudios no controlan la existencia
temas con los que se ha investigado. de psicopatología previa a la lesión, la
Algunos estudios han abordado el estu- presencia de dificultades económicas, las
dio del afrontamiento de la LM y su rela- variables médicas y terapéuticas (rein-
ción con el dolor (Raichle, Hanley y Jen- gresos y complicaciones médicas), del
sen, 2007), el estrés postraumático (Lude entorno de procedencia y el apoyo fami-
et al., 2005), la resistencia personal (Kin- liar.
der, 2005), adaptación de pareja y carga
de la persona cuidadora (Chan, Lee y Respecto al tamaño de las muestras,
Lie-Mak, 2000), percepción del paciente es frecuente la realización de los estu-
y los profesionales (Siösteen, Kreuter, dios con muestras pequeñas, que pue-
Lampic y Persson, 2005). den variar desde los 6 sujetos de Pereira
y Araujo (2005) hasta los 257 de Wine-
man, Duran y Steiner (1994), siendo la
DIFICULTADES PARA EL ESTUDIO composición media de la muestra de las
DEL AFRONTAMIENTO DE LAS investigaciones alrededor de los 50 suje-
PERSONAS CON LM tos. Excepto los estudios que consiguen
valorar a más de cien lesionados medu-
El análisis de las investigaciones revi- lares, las demás investigaciones se reali-
sadas revela la existencia de frecuentes zan con muestras pequeñas y a menudo
deficiencias metodológicas en los estu- poco representativas.
dios del afrontamiento de la LM, entre
las que cabe destacar la composición de El tiempo de evolución desde la apari-
la muestra, la presencia de variables de ción de la lesión presenta también gran
confundio, el momento de evaluación, variabilidad, predominando la investiga-
junto a la frecuente presencia de diseños ción durante la hospitalización y en los

Intervención Psicosocial, 2008, vol. 17 n.º 2 119


Estrés, afrontamiento y variables psicológicas intervinientes en el proceso de adaptación a la Lesión Medular (LM)...

primeros dieciocho meses desde la apa- agudos y de larga evolución con estudios
rición de la lesión. En general, los estu- longitudinales de seguimiento que reali-
dios de evaluación única tienen una cen mediciones objetivas del afronta-
mayor presencia de muestras de lesio- miento a lo largo del tiempo.
nados medulares de larga evolución
(desde dos años hasta veintidos años En este sentido, destacables son los
después de la LM), mientras que las los estudios de McColl y Skinner (1995)
investigaciones que realizan varias eva- que realizaron tres mediciones en doce
luaciones han elegido preferentemente meses, de Craig et al. (1994) que evalua-
muestras de lesionados medulares agu- ron tres veces en un período de dos
dos, ya sea durante la hospitalización o años, y de Hancock et al. (1993), quienes
en períodos cercanos al alta. Algunos realizaron cuatro evaluaciones. Un tra-
autores incluyen de forma indiferencia- bajo reciente de Pollard y Kennedy
da lesionados medulares agudos y no (2007) ha hecho seguimiento al cabo de
agudos en las muestras. A este respecto, 10 años después del alta.
hay que considerar las dificultades deri-
vadas de comparar grupos de LM agu- En ocasiones anteriores hemos revisa-
dos y de larga evolución, asumiendo que do los instrumentos utilizados para la
representan muestras de una misma evaluación del afrontamiento en perso-
población en diferentes momentos (por nas con LM (Rueda y Aguado, 2003;
las variables debidas al curso de la Rueda, Aguado y Alcedo, 2004). La ten-
rehabilitación y las posibles complica- dencia general ha sido la utilización de
ciones médicas, así como posibles estre- cuestionarios generales de afrontamien-
sores concurrentes en la fase aguda, to, la aplicación de algunos cuestionarios
como la pérdida de seres queridos en el construidos en el área de la salud y la
accidente, la incertidumbre sobre el ausencia de instrumentos específicos
futuro laboral, la situación económica, para evaluar el afrontamiento de la LM.
la reacción de la familia, etc). Existe un predominio absoluto del ins-
trumento creado por Folkman y Lazarus,
Existe una escasa frecuencia de estu- el WOC-Ways of Doping. Otros instru-
dios de seguimiento del afrontamiento de mentos generales de afrontamiento utili-
la LM y la mayoría de los estudios son zados en personas con LM han sido el
correlacionales, realizados durante la COPE y el CSQ-Coping Strategies Ques-
fase aguda de la rehabilitación. Así tionnaire. También se han utilizado ins-
mismo, la relación entre el afrontamiento trumentos del área de la salud para eva-
y la adaptación se ha estudiado princi- luar el afrontamiento de la LM, cuya vali-
palmente a través de estudios transver- dez para la población con LM es cuestio-
sales de evaluación única y son pocos los nable, el MAC-Mental Adjustment to Can-
estudios que tienen un diseño de multie- cer y el Coping Assessment Scale, cons-
valuación de seguimiento. Como hemos truidos para poblaciones clínicas.
visto anteriormente el afrontamiento y
las variables relacionadas con su eficacia Sin embargo, las divergencias en la
en la fase aguda pueden ser bastante operativización del afrontamiento de la
diferentes que en otros momentos de la LM plantea la necesidad de llegar a una
rehabilitación y que la utilidad de las definición única del afrontamiento y ade-
estrategias cambia con el tiempo. En cuar los instrumentos de medición de la
cualquier caso, son necesarias futuras misma, de tal forma que tengan validez
investigaciones que combinen el estudio para su estudio en el entorno rehabilita-
transversal de lesionados medulares dor y sean sensibles a las características

120 Intervención Psicosocial, 2008, vol. 17 n.º 2


M.ª B. Rueda, A.-L. Aguado, M.ª Á. Alcedo

de la propia LM. Es necesario saber qué cia de esta variable en interacción con
entendemos por afrontamiento de la LM otras variables psicológicas.
y cómo vamos a medirlo, para lo cual, un
requisito previo es la realización de estu- Los datos anteriormente expuestos
dios de validación de los instrumentos apoyan las siguientes conclusiones sobre
generales de afrontamiento para la el afrontamiento de las personas con LM:
población con LM y la construcción de
instrumentos específicos. • No hay un afrontamiento específico
utilizado por las personas con LM,
En este sentido, contamos con expe- sino que hablamos de diferencias
riencias de construcción de escalas individuales.
específicas para la evaluación de perso-
nas con LM, como son los trabajos del • El afrontamiento no se relaciona
equipo de Aguado cuya Escala Multidi- con las variables clínicas. Sin
mensional de Evaluación de Lesionados embargo, las variables psicológicas,
medulares EMELM (Aguado y Alcedo, y entre ellas el afrontamiento, tie-
1999) incluye dos cuestionarios de nen gran poder predictivo de la
afrontamento actual y rememorado adaptación a la LM.
(Rueda, 2001; Aguado y Rueda, 2003); o
el trabajo del equipo de Elfström de cre- • Hay diferencias entre el afronta-
ación de escalas específicas para la eva- miento actual y el rememorado, por
luación de afrontamiento, consecuencias lo que parece existir cierta dinámica
psicológicas (Elfström, R ydén et al. con el paso del tiempo.
(2002), o calidad de vida en personas
con LM (Elfström et al., 2005). • Junto a esta naturaleza dinámica,
parece existir ciertas tendencias
estables en las estrategias de afron-
CONCLUSIONES tamiento utilizadas, relacionadas
con las variables de personalidad.
En general, podemos afirmar la cre-
ciente presencia del afrontamiento en los • Aunque hay diferencias individuales
estudios de la LM, a pesar de que la psi- en el afrontamiento utilizado, algu-
cología de la rehabilitación no ha realiza- nas estrategias han mostrado ser
do una aplicación sistemática de las teo- más eficaces que otras.
rías del estrés al estudio de la LM, ni
existe una modelo elaborado que integre Para concluir, podemos decir que el
la variable afrontamiento y explique su afrontamiento de la LM constituye una
papel dentro del proceso de adaptación. línea esperanzadora de investigación que
Se reconoce su importancia dentro de las debe seguir avanzando tanto en la elabo-
variables psicológicas pero sin una clara ración teórica de un modelo coherente
delimitación conceptual ni una operativi- que lo ubique dentro de la psicología de
zación consensuada. La bibliografía la rehabilitación y sus variables tradicio-
muestra las frecuentes deficiencias nales de estudio, como en la elaboración
metodológicas en su estudio, a la vez que o adaptación de instrumentos válidos
ofrece evidencia que apoya la importan- para su medición.

Intervención Psicosocial, 2008, vol. 17 n.º 2 121


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