SEMINARIO MAYOR ARQUIDIÓCESANO

“SAN LEÓN MAGNO”

Cuenca – Ecuador

RESUMEN

Se trata de una exhortación apostólica publicada por el Papa Juan Pablo II el 25 de

marzo de 1992, como fruto del Sínodo de Obispos de 1990. Lleva por título "sobre la
formación de los sacerdotes en la situación actual", y consta de seis capítulos: en el
primero se describen los desafíos del final del segundo milenio en relación a la
formación; en el segundo, se recuerda la naturaleza y misión del sacerdocio ministerial;
un tercer capítulo hace referencia a la formación espiritual del sacerdote; el capítulo
cuarto habla de la pastoral; el quinto, de la formación de los candidatos al sacerdocio, y
el sexto capítulo, de la formación permanente de los presbíteros.

Ofrecer una síntesis recia de la teología y la espiritualidad del sacerdote, el tema de

las dimensiones de la formación: humana, intelectual, espiritual y pastoral. Y una muy
importante: un largo capítulo dedicado a la formación permanente, desde la
ordenación hasta el final de la vida

El sacerdocio desde la perspectiva de la acción del Espíritu Santo, que marca y envía,
haciendo al sacerdote «trasparencia», «epifanía» de Cristo Pastor, Cabeza y Esposo de
la Iglesia. Y el Espíritu no sólo marca el ser en el momento de la ordenación, sino
acompaña el ejercicio del ministerio, y la vida toda del sacerdote.

“En la exhortación apostólica para la formación de los sacerdotes, Pastores dabo

vobis (PDV), de 1992, San Juan Pablo II indicaba las cuatro dimensiones (humana,
espiritual, intelectual y pastoral) que deben estar presentes en la formación en el
seminario; posteriormente, en 1996, la Conferencia Episcopal Española en su Plan
de Formación para los Seminarios Mayores añadirá una quinta: la dimensión
comunitaria.”

IDEAS PRINCIPALES

 Dios cumple su palabra. Es la promesa de Cristo y en el espíritu santo ser fieles

en su gracia.

 Permanecer fieles. Mantener condiciones para que la semilla eche raíces; en la

oración, también en la formación de los sacerdotes porque es la máxima
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importancia para el futuro de la evangelización para así continuar con la acción

de Cristo.

 la Iglesia es el nuevo es fuerzo de la formación.

 Nueva formación. Identidad del sacerdote, su itinerario formativo y estilo de

vida que el presbítero debe de tener una formación permanente, debido a los
grandes cambios, porque los laicos les piden que se formen para ser ayudados
por ellos.

 La mirada del sacerdote tiene que estar en Jesucristo, porque él es la clave en la

formación nos da un conocimiento recto y profundo de la naturaleza y misión
del sacerdocio ministerial.

 El presbítero está inserto sacramentalmente en la comunión con obispo y con

otros presbíteros, para servir al Pueblo de Dios que es la Iglesia y atraer a todos
a Cristo.

 El presbítero debe de tener una relación fundamenta con Cristo, cabeza y pastor.

 Debe de estar al servicio de la Iglesia y del mundo.

 La vida espiritual del sacerdote: debe de tener una vocación específica a la

santidad.

 La vida espiritual es el ejercicio del ministro.

 Todos los sacerdotes han de tener la mentalidad de misioneros aunque

pertenezcan a una iglesia particular.

DIMENSIONES DE LA FORMACIÓN SACERDOTAL

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1. La formación humana: conocer el alma humana, las cualidades humanas

necesarias, capacidad de relacionarse con los demás (valor de comunión)
madurez afectiva (educación sexual, amor vivo y personal a Jesucristo, celibato,
afecto fraterno) educar la conciencia moral por amor.

2. La formación espiritual: apertura de trascendencia Hijos en el Hijo, proceso

educativo relación y comunión con Dios; buscar a cristo como amigo.

3. La formación intelectual: es la participación de la inteligencia divina en su

adhesión a Dios; nueva evangelización, pluralismo eclesial, unidad del proceso
educativo: filosofía amor a la verdad que es la ciencia del hombre; teología:
participación de la mente de Cristo y de la vida de la iglesia, estudiar la palabra
para hacerla vida.

4. La formación pastoral: Es comunicar la caridad de cristo, por medio de su

palabra, culto y pastor; también reflexión sobre el evangelio de la Iglesia en su
vida diaria, con la fuerza del espíritu santo en comunión con la caridad pastoral
de Jesús.

REFLEXIÓN PERSONAL.

Que los candidatos al sacerdocio, los formando y los presbíteros ya ordenados;

deben de mantener vivo su proceso en todas las dimensiones, como de su
específica orientación vital tanto intra como extra a partir de la caridad pastoral
de Jesús en forma general e integral.

El camino hacia la madurez no requiere solo que el continúe profundizando los

diversos aspectos de formación sino que exige también que sepa integrar cada
vez más armoniosamente estos aspectos entre si alcanzando la unidad interior
que garantiza la caridad pastoral. La formación permanente ayuda al sacerdote a
superar la tentación de llevar su ministerio a un activismo finalizando en si
mismo una presentación impersonal de servicio, a una especie de empleo en la
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organización eclesiástica, ayuda al sacerdote a custodiar el ministerio del que es

portados para el bien de la iglesia y de la humanidad