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Cuestiones de periodismo escrito

Introducción

¿Por qué las cosas que ocurren unos periódicos nos las cuentan de una forma y otros de otra casi totalmente
diferente? A lo largo de este bloque vas a comprobar por qué se producen estas diferencias formales, cómo
detectarlas según sea su estructura, sus géneros, sus objetivos y la repercusión de los periódicos en función de
la calidad y de la cantidad de sus contenidos.

Los diferentes análisis formales y de contenidos se desarrollan a partir del acontecimiento: el espacio que va a
ocupar, su actualidad, la periodicidad del acontecimiento y de la publicación, la universalidad o relación del
lector para con ese hecho. Pero, al final, lo que decide si se va a publicar, dónde va a ir ubicado, con qué tipos y
tamaño de letra, con apoyos o no de imágenes, etc., es el interés del lector por ese acontecimiento y el interés
de la empresa editora del periódico por hacérselo llegar.

Además, hay que tener en cuenta las normas que rigen la actividad del periodista en la aplicación de sus
conocimientos, es decir, a la hora de elaborar las noticias mediante un lenguaje periodístico adecuado. Esas
instrucciones se encuentran en los manuales o libros de estilo que permiten desde una correcta utilización del
lenguaje a la creación de un estilo propio del medio.

Por cierto, ¿te has planteado la relación que existe entre el periodismo y la literatura? Ahora puedes conocer
las principales diferencias entre estas dos formas de comunicar.

Esquema de contenidos
En el bloque puedes acceder directamente al menú de temas del mismo a través de la pestaña desplegable de
la izquierda.

5.1 Análisis de la forma 5.6 La universalidad

5.2 Análisis de contenidos 5.7 El interés del lector

5.3 Érase una vez un acontecimiento 5.8 Los manuales de estilo

5.4 La actualidad 5.9 Literatura vs. periodismo

5.5 La periodicidad

5.1 Análisis de la forma

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Es posible que te hayas planteado alguna vez por qué las cosas que ocurren nos las cuentan unos
periódicos de una forma, y otros periódicos de otra casi totalmente diferente. Unos traen más
fotografías, otros utilizan unos cuerpos de letra más grandes para los titulares. Un investigador francés
llamado Jacques Kayser se debió hacer, también, algunas de estas preguntas, y desarrolló un método
para poder analizar la prensa escrita. Mediante diferentes técnicas de investigación, Kayser ha
aportado ciertas respuestas, sobre todo en lo referente a la presentación de los mensajes, razón por la
que su obra ha sido promocionada por la UNESCO.

La técnica de Kayser para el análisis de la forma de los mensajes está basada en un principio que
permite revelar qué es lo que un periódico quiere, o ha querido, comunicar a sus lectores, bien
mediante sus informaciones, bien a través de los artículos. ¿Para qué? Para observar la influencia que
ha ejercido en el lector una lectura normal del periódico. El método de Kayser permite estudiar la
importancia que un mensaje ha merecido para un periódico concreto en un día determinado. Y para
ello establece una valoración sobre la presentación, la ubicación, la forma de titular y la confección o
compaginación. Para entender la forma de presentación de los mensajes en la prensa escrita hay que
tener en cuenta.

1. La personalidad del periódico, es decir, a quién pertenece, su identidad jurídica, económica,


política, etc.
2. Cómo está estructurado el periódico. Qué porcentaje de página se ofrece a los textos, qué
espacios concede a los mensajes publicitarios, cuántas ilustraciones aparecen, cómo están
confeccionados los titulares, cuántas columnas se utilizan para la inserción de los contenidos,
etc.

En este bloque nos interesa aquello que se refiere a la forma de exposición de los contenidos
periodísticos, lo que no es publicidad, y que se contempla desde las diferentes secciones de redacción
como el producto de un esfuerzo intelectual que se realiza mediante el reparto del contenido general
de la publicación periódica según sean las categorías y, según Kayser, en función de diferentes
razonamientos. La distribución de las categorías se puede realizar conforme a diversos criterios, entre
los que predomina la clasificación en función de:

 Los géneros: pues como has visto en el bloque cuatro (géneros periodísticos), pueden ser
informativos, de opinión o interpretativos.
 El origen de los textos: En un periódico puedes encontrar textos históricos, literarios, artísticos,
etc., y textos puramente periodísticos.

 El ámbito geográfico: local, comarcal, provincial, regional, autonómico, nacional, europeo,


internacional, etc.

 Su objetivo: Cultural, económico, político, informativo, mixto, etc.

 Los contenidos: un periódico puede contemplar diferentes apartados o secciones como:


nacional, opinión, internacional, sucesos, cultural, educación, deportes, radio y televisión,
sociedad, política, etc.

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5.2 Análisis de contenidos

Prácticamente todos los periódicos, por ejemplo los diarios de información general, trasladan una
información basada en los mismos hechos, y lo hacen mediante textos, fotografías e infografías. Bien
es cierto que la línea editorial del periódico y los artículos de opinión son los que diferencian unos de
otros. Pero en lo que se refiere a los textos periodísticos elaborados por la redacción del medio,
cuando has tenido la oportunidad de comparar, seguramente en más de una ocasión te has
preguntado ¿Por qué hay periódicos que informan de un hecho de forma tan diferente? ¿Te has
preguntado cuál es la razón por la que una noticia aparece en un periódico en portada y en otro en la
página 24? ¿Te has dado cuenta que una noticia puede ocupar en un diario una página y en otro
apenas cuatro líneas? ¿Cuál es el motivo por el que se difunden unos hechos y no otros? Para averiguar
y poder entender algunas de estas diferencias y llegar a ciertas conclusiones que nos afectan a todos,
por las reacciones que pueden provocar (por ejemplo, por qué sigues comprando o leyendo ese
periódico), Bernard Berelson desarrolló unas técnicas de investigación que aplicó al campo de la
comunicación.

El análisis de contenido se realiza mediante una descripción objetiva, sistemática y cuantitativa y


proporciona suficientes elementos de juicio que nos ayudan a contestar a muchas de las preguntas que
nos hacemos día a día cuando leemos la prensa, e incluso nos permiten establecer una relación entre
quien escribe (el periodista), el medio (el periódico) y quien lo compra (el lector), según sean los
objetivos y las reacciones que se producen a posteriori.

Al analizar los contenidos de un periódico tienes dos opciones:

1. una cualitativa, en la que se clasifican los elementos del contenido por categorías. Aquí puedes
aplicar los criterios que apuntaba Kayser para el análisis de la forma: según el género
periodístico, el origen de la información, sus objetivos, los contenidos, etc.
2. otra cuantitativa, en la que Berelson establece unas unidades de análisis para la cuantificación,
como por ejemplo: cuántas palabras contiene el texto; cómo está estructurado el mensaje
(sujeto, verbo y predicado); las formas de expresión de los autores de esos mensajes; los
espacios que ocupan (centímetros cuadrados) sobre el total del contenido; la disposición con la
que nos encontramos esos mensajes (tres, cuatro o cinco columnas, las líneas de texto, etc.).

Para que te hagas una idea, si te pones a analizar un diario de información general, lo primero es realizar la
clasificación cualitativa, por ejemplo por temas. Puedes empezar por elegir una sección que te interese, como
por ejemplo la de información deportiva. A continuación, puedes averiguar la importancia que ese diario otorga
a este tipo de contenidos hallando el porcentaje sobre el total de páginas del periódico dedicadas a esta sección
(de un total de 64 páginas, si dedica, por ejemplo, ocho a los deportes, será el 12,5 por ciento). Y si de esas ocho
páginas, cuatro están dedicadas a tu equipo favorito, es posible que estas dos razones tengan mucho que ver en
tu decisión de leerlo todos los días.

5.3 Érase un acontecimiento

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Según la sociedad a la que pertenezcas, la forma de conocer un acontecimiento y de entenderlo será
diferente, pues cada sociedad cuenta con medios muy diferentes, con tecnologías más o menos
avanzadas, y utiliza análisis diferentes para la aplicación de esos aconteceres. Así pues, no será lo
mismo un acontecimiento para ti, que vives en España, que para un joven que vive en Sudáfrica.

Pero, ¿qué es un acontecimiento? Se define como todo lo que sucede en un espacio y tiempo concreto
y se caracteriza como accidental, singular y difícil de prever. Y para que un suceso o hecho se convierta
en acontecimiento dependemos de las normas que rigen nuestra sociedad, desde las socio-culturales,
económicas o políticas, a las informativas.

Para que no te pierdas, debes saber que existen dos grandes tipos de acontecimientos:

1. Los previsibles, como por ejemplo cuándo y dónde se va a celebrar un partido de fútbol y los
equipos que van a jugarlo.
2. Los imprevisibles, los más temidos, como sucede con los atentados terroristas o los desastres
naturales.

Los medios de comunicación son los encargados de comunicar el hecho acontecido a la sociedad.
Cuando esto se produce, y la prensa, la televisión o la radio crean el acontecimiento periodístico, o
mensaje, para difundirlo y cumplir con el papel que les corresponde, ese suceso o hecho previsto o
imprevisto se convierte en noticia.

Y como todo en la vida, de entre los muchos sucesos que ocurren, unos interesan más que otros, y se
clasifican de la siguiente manera:

 Los que afectan directamente a la vida de las personas, a la vida cotidiana. Por ejemplo, el
tiempo que va a hacer mañana o el fin de semana.
 Los que afectan desde el plano emocional o ideológico, pero no inciden en la vida cotidiana del
individuo. Por ejemplo, un accidente de autobús con muchos muertos, ocurrido en una
provincia cercana, o el triunfo del partido político en unas elecciones.

 Aquéllos que no nos afectan por ocurrir en otro tiempo y/o en otro lugar. Por ejemplo, un
terremoto en la India.

 Los que nos provocan indiferencia. Por ejemplo, el cambio de presidente en Sudán o la subida
del pan en un país lejano.

En los últimos años, los avances tecnológicos son muy notables y los medios de comunicación se
encuentran en una carrera en la que se han marcado unos objetivos, entre los que destaca buscar una
mayor implicación con el lector (en nuestro caso, el de media-prensa), mediante la actualidad, el
conocimiento, la periodicidad y el entorno, para que el interés del lector aporte una mayor capacidad
de respuesta y fidelidad.

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5.4 La actualidad

En más de una ocasión habrás oído que una noticia se fundamenta en la actualidad: la inmediatez de la
noticia. Por lo tanto, el tiempo es una de las claves para distinguir una noticia de otros
acontecimientos. En el mundo del periodismo, la actividad del periodista es reconocida cuando sabe
seleccionar y difundir los "hechos de actualidad" lo antes posible. Pero te preguntarás ¿cuándo una
información es noticia?. Pues:

 Cuando es reciente porque ha ocurrido hace muy poco o porque, habiendo ocurrido hace
mucho, se acaba de descubrir. El segundo caso parece de perogrullo, pero piensa en esto: si
encuentras los restos de un antepasado de hace miles de años en una cueva, se convertirá en
noticia por haberlo descubierto ahora (y tú también claro).
 Cuando se difunde o se da a conocer lo antes posible.

 Cuando circula, es decir que alcanza a un número amplio de personas y, además, es comentada
y provoca repercusiones (éxito total).

Se puede denominar, como ves, "actualidad periodística" a ciertos hechos que se producen de forma
reciente o inmediata y que se difunden a través de los medios de comunicación: prensa, radio,
televisión, etc. Y estos medios nos cuentan aquello que ocurre en nuestra sociedad, en nuestra ciudad,
en nuestro pueblo, en nuestro país, etc. Nos informan. Por lo tanto, la información está sometida por
lo actual y, además, no coincide con todos los hechos que acontecen, como no coinciden los medios a
través de los cuales se distribuye.

También te puedes preguntar ¿es lo mismo lo último que ha ocurrido que un hecho nuevo? Para poder
diferenciar la actualidad de la novedad, tan relacionadas con el tiempo en que se vive, el ahora, debes
entender que la primera, la actualidad, se corresponde con el interés, mientras que la novedad se
corresponde con el conocimiento. La actualidad es lo que interesa, lo que preocupa en un momento
determinado. La novedad es aquello que acabamos de conocer. Una información puede ser actual sin
ser novedosa y viceversa (es posible que, si te gusta un deporte y la competición se celebra el fin de
semana, aunque en la radio y la televisión te enteres de los resultados, el lunes leas la información
referida a ese acontecimiento que te interesa). La novedad no implica que el acontecimiento sea
reciente. Lo que es reciente es su conocimiento.

Existen varios tipos de actualidad: corta, media, larga y de constante duración. Hay noticias, como por
ejemplo por ejemplo un accidente aéreo, que tienen una duración de dos o tres días. Otros
acontecimientos periodísticos tienen una mayor duración, como la información de una olimpiada que,
aunque suele ocupar dos semanas, según las expectativas y consecuencias permiten estar hablando de
ellas durante meses. Y hay otros hechos de larga duración, como la aprobación de un tratado
internacional que puede prolongarse incluso años. Los de actualidad constante se refieren a temas que
la sociedad no sabe, o no puede, solucionar a corto plazo, como el hambre en África, el problema de
Oriente Medio, los problemas medioambientales a escala global o la inmigración ilegal.

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5.5 La periodicidad

La periodicidad condiciona a la actualidad, pues tiene como objeto poder seguir el variable ritmo de la
vida. La prensa ofrece a los lectores los acontecimientos periodísticos que les interesan en intervalos
fijos de tiempo. La periodicidad es la base sobre la que se apoya el periodismo, no sólo por la propia
actividad periodística basada en la actualidad, sino que además dio nombre desde sus orígenes a las
publicaciones que se editaban con una frecuencia determinada (diaria, semanal, quincenal, mensual,
etc.): el periódico.

La periodicidad tiene una enorme importancia en la actividad periodística. Por un lado, determina el
ritmo de trabajo de los diferentes periódicos, según sean diarios, semanales, mensuales, etc. Por
ejemplo, la redacción de una revista mensual no tiene porqué reunirse todos los días para elaborar los
contenidos como ocurre en un periódico diario. Y por otro, establece las necesidades laborales que la
estructura del periódico requiere: un diario, por ejemplo, mantiene una plantilla de redactores mucho
mayor que un semanario.

El periodista siempre trabaja condicionado por el tiempo, pues la actualidad de los contenidos es la
que interesa a los lectores, y cuando se ha editado y difundido un periódico, el lector quiere
encontrarse con otra entrega en la que los acontecimientos le aporten actualidad y conocimiento.

La periodicidad de la prensa escrita acaba imponiéndose y crea su propio tiempo de consumo, de


lectura, lo que hace que los lectores mantengan un ritmo en:

 La recepción o compra (por la mañana temprano o a la hora del almuerzo).


 En los momentos de lectura (con el desayuno, durante el almuerzo o por la noche antes de irse
a la cama).

 La forma de realizar la lectura: de la portada hasta el final, desde el final hacia delante o
directamente por la sección que más le interese.

Y esos lectores que están acostumbrados a leer un periódico diario o una revista mensual, sea el
mismo diario todos los días o no, terminan aceptando el mismo concepto de actualidad que les
impone, en nuestro caso, la prensa escrita.

Cuando lees un periódico diario, estás ante el ejemplo de máxima periodicidad en la prensa escrita.
Bien es cierto que un diario puede salir a la calle con más ediciones en el mismo día, sobre todo cuando
los acontecimientos son extraordinarios. Hasta hace unas décadas, los periódicos se enmarcaban en
matutinos (se ponían a la venta por la mañana) y vespertinos (por la tarde). En la actualidad,
prácticamente todos son matutinos. Las publicaciones periódicas con la mínima periodicidad son los
anuarios. Pero las cosas se han complicado últimamente en el mundo de la prensa escrita y, desde el
último tercio del siglo XX, los diarios están ofreciendo con una periodicidad fija (todos los domingos,
por ejemplo) productos atemporales como libros, fascículos, etc. Esta estrategia de comercialización
por parte de los editores de prensa ha provocado, como consecuencia de la diversidad de formatos y
de las publicaciones anexas, distintas actualidades y periodicidades.

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5.6 La universalidad

Una vez que has visto qué es la periodicidad y cómo afecta a la creación de los contenidos
periodísticos, es conveniente conocer qué es lo que la prensa escrita nos ofrece de forma periódica con
la más -al menos se intenta- rabiosa actualidad. Pero, además de la actualidad y de la periodicidad,
¿qué otra característica importante se tiene en cuenta para la elaboración de los contenidos
periodísticos?

En primer lugar, cuando lees un periódico, la noticia que más te interesa es la que se ha producido
cerca de ti y que te ayuda a participar en el día a día junto con tus amigos, compañeros y familiares. El
hecho puede haber ocurrido en tu entorno geográfico (en el instituto, en tu barrio o en tu ciudad), o
puede corresponderse con situaciones emocionales, laborales, ideológicas, etc. que te resultan
familiares. Cuando un periódico respeta este principio, cumple con el principio de universalidad.

Se entiende por universalidad la relación del lector con la realidad de su sociedad, del interés que
muestra por su mundo, y que descubre día a día gracias a los contenidos que publica un periódico. De
esta manera, cuando un diario (local, autonómico, nacional, etc.) contempla la universalidad, va a
ayudar a ese lector a adquirir conocimientos que le identifican con el grupo al que pertenece. No
obstante, existen centros de interés común que nos afectan a todos en la misma medida. Estos puntos
de contacto son los que marcan la línea de continuidad de los medios, y en la prensa escrita sirven para
crear la parte sustancial de los contenidos.

La prensa escrita y los demás medios de comunicación también, tienen como misión acercar al lector
aquellos hechos que se han generado dentro del entorno informativo presente. El lector, como te
decía en el segundo párrafo, necesita conocer su entorno presente, bien gracias a la adquisición de
múltiples y diferentes publicaciones, bien mediante el consumo de otros medios de comunicación.
Desde la prensa escrita se ofrece el mayor número posible de mensajes, de interpretaciones, de
opiniones que tienen que ver con el entorno presente del individuo y de la sociedad a la que
pertenece.

Cuando se tiene en cuenta la universalidad, en lugar de incluir absolutamente todo lo que acontece, se
produce un proceso de selección: de entre todos los hechos, algunos son más interesantes y se deben
contar. Esto provoca la homogeneidad que resulta de una voluntad política, económica y cultural
concreta, y que puedes descubrir si te compras cuatro diarios, por ejemplo los nacionales (ABC, el País,
el Mundo y la Razón). En las portadas podrás observar que aparecen casi las mismas noticias y que se
refieren a acontecimientos de interés general, aunque se presenten con grandes diferencias, desde los
titulares a la redacción de los textos.

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5.7 El interés del lector

¿Es el contenido de los periódicos consecuencia de la demanda de los lectores? ¿Los lectores solicitan
aquello que los periódicos ofrecen?, Este planteamiento, te puede resultar muy cercano al de "qué fue
primero, la gallina o el huevo". Lo cierto es que la creación de los contenidos periodísticos, su
permanencia o desaparición dependen de la tirada de ejemplares que la publicación realice y sea
rentable para la empresa que la edita. Por este motivo, los responsables de las publicaciones
periódicas se interesan más y más por conocer cómo son sus lectores.

Para los editores de periódicos la realidad establece que a los lectores hay que ofrecerles lo que
realmente desean leer, no lo que los editores piensan que sus lectores potenciales necesitan saber o
por lo que están interesados. Así pues, ¿qué le interesa al lector? Todo aquello que le afecte de forma
directa y que tenga que ver con su vida cotidiana: contenidos que sean de actualidad y tengan
universalidad.

Para que una persona se convierta en compradora / lectora de un periódico, se han de dar tres
circunstancias:

1. Que le resulte interesante lo que sucede en un lugar concreto


2. Que desee conocer lo que acontece respecto a ciertas personas, o grupos sociales, etc. (por
ejemplo, un cantante, un líder político o una ONG o un equipo de baloncesto)

3. Que tenga interés por temas muy específicos (lectores de revistas sobre motociclismo o sobre
turismo rural).

Normalmente, el interés del lector por una noticia se basa en que el hecho posea, en mayor o menor
proporción:

 actualidad
 universalidad

 prominencia (destacar a un personaje ilustre)

 curiosidad

 suspense

 emoción

 conflicto (necesario para que exista la noticia)

 consecuencias (se convierten también en noticia).

Para la prensa escrita, al igual que los demás medios de comunicación, el interés del lector se capta
mediante estrategias informativas y de comercialización. De las primeras destaca la selección de temas

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para captar la atención, que se apoya, entre otros factores, en la frecuencia del hecho, en sus
repercusiones, lo que significa, si es impresible o si contiene ciertos valores socioculturales.

En los últimos tiempos los medios de comunicación tienen en cuenta que el interés de los lectores se
inclina por:

 Contenidos deportivos, sobre todo el fútbol.


 Contenidos de sociedad, lo que se conoce como "prensa rosa" o "del corazón". En este
apartado se recogen los contenidos en los que lo privado ocupa un lugar importante: la vida de
personajes públicos, de los deportistas, de los propios periodistas convertidos en primeros
actores de la comunicación, etc.

5.9 Literatura y periodismo

¿Te has planteado qué relación existe entre el periodismo y la literatura? Puede que seas de los que
piensas que son mundos y estilos totalmente diferentes, pero a lo mejor consideras que uno es
consecuencia del otro ¿Crees que, aunque son mundos diferentes, tienen puntos en común? Es muy
complicado llegar a una conclusión definitiva y, como ejemplo, si buscas un sinónimo de literatura
verás cómo aparece el término periodismo.

Mas, vamos por partes. El periodismo tiene que contar y explicar los hechos que suceden en la
realidad. La literatura suele explicar hechos de ficción. Pero tienes razón si piensas que hay textos
periodísticos basados en técnicas literarias y novelas que se construyen sobre hechos reales. De nuevo
puedes apreciar lo difícil que resulta diferenciar el lenguaje periodístico del literario. Incluso, muchos
escritores participan con sus opiniones y estilos en las publicaciones periódicas de información, como
hicieron en los orígenes Mariano José de Larra y José Ortega y Gassett o, en la actualidad, Fernando
Lázaro Carreter, Antonio Gala y Francisco Umbral.

Existen ciertos rasgos del lenguaje periodístico que ya conoces: concisión, claridad y rapidez son
imprescindibles para que se cumpla la función informativa.

Periodismo y literatura son dos formas de comunicar que presentan unas diferencias importantes:

1. Mientras que el literato puede dedicar todo el tiempo que necesite (un mes, un año, dos años)
para escribir una novela, el periodista tiene que realizar su trabajo en un plazo breve y
definitivo.
2. El escritor se dirige a un público universal, pero el periodista escribe para el lector de un
periódico, que suele estar definido y además suele ser muy fiel.

3. El mensaje literario no tiene límites de espacio y tiempo. El texto que elabora el periodista está
sometido por la actualidad espacio-temporal.

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4. Generalmente, literatura e información satisfacen necesidades distintas: el lector de prensa lee
para recibir información sobre acontecimientos cotidianos que pueden afectarle
inmediatamente, mientras que el lector de literatura puede buscar un satisfacción lúdica o una
expansión más especializada de su conocimiento.

5. El escritor literario puede experimentar libremente con el lenguaje, puede dar prioridad a la
forma sobre la función. El periodista debe ceñirse y dar prioridad a la función en el uso del
lenguaje.

6. El autor de una obra literaria puede sentir la presión de la editorial que le ha encargado el
trabajo, pero suele realizar su trabajo sin reglas laborales. El periodista se debe, por lo general,
a un trabajo de producción diario que le impone la empresa editora del periódico, lo que
significa formar parte de una estructura organizativa y la realización de la actividad en un lugar
de trabajo concreto, aunque esto último va admitiendo modelos alternativos en virtud del
desarrollo de las nuevas tecnologías.

El lenguaje periodístico, al contrario que la literatura, es un lenguaje mixto que incorpora comunicación verbal y
comunicación visual. El periodista puede ofrecer el texto informativo apoyado con recursos tipográficos,
fotográficos e infográficos (dibujos, diagramas, esquemas, planos de localización, etc), lo que confiere a éste una
mayor complejidad en la compaginación o maquetación de los contenidos. Todos los componentes tienen un
significado que se debe desentrañar contemplándolos como un todo.

4. Géneros periodísticos

Un género periodístico es una forma literaria que se emplea para contar cosas de actualidad a través
de un periódico. Estos géneros tienen su origen en la historia del periodismo y existen varias etapas. Si
te pones a leer un periódico verás que contiene noticias, artículos, fotografías, anuncios, etc.

En la prensa se diferencian tres tipos de géneros periodísticos: informativo, opinión e interpretativo.


No es fácil diferenciar unos de otros. Para eso está Media Prensa y, más exactamente, este bloque.

El género informativo se fundamenta en las noticias y en los reportajes objetivos. La noticia es el relato
de un acontecimiento de actualidad que suscita interés público. El reportaje objetivo es un relato que
describe un hecho sin incluir opinión o valoración del periodista.

El género de opinión en los editoriales y los artículos de opinión. El editorial es el artículo de opinión
del periódico. Los artículos o comentarios de opinión, cada vez con más presencia, como habrás
observado, constituyen el planteamiento personal de quien lo escribe sobre un tema de actualidad.

El género interpretativo combina la información con la opinión y de ese cóctel surgen las crónicas, los
reportajes interpretativos, las entrevistas, etc. Si tienes que hacer una entrevista a alguien para el

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periódico del instituto, no te olvides de leer este bloque, pues te ayudará a definir la técnica para
realizar una buena entrevista de personalidad.

Como en nuestros días está todo muy liado, y en la prensa se pueden distinguir los contenidos según
sea el grado de especialización, este bloque te aportará algunas respuestas sobre el periodismo
especializado y lo importante que resulta ir pensando en adquirir conocimientos sobre ciertos sectores
o temáticas sociales para ser competitivo y demostrar lo capacitado que estás.

4.1 El origen de los géneros

Los géneros periodísticos aparecen vinculados, desde un principio, a la prensa escrita. Por este motivo,
cuando te preguntes ¿qué es un género periodístico? debes saber que son las diferentes formas
literarias que se emplean para contar cosas de actualidad, siempre que después aparezcan en algún
medio de comunicación, en nuestro caso la prensa escrita.

Los géneros están clasificados en dos grandes apartados. Por un lado, los que se refieren a los relatos
que cuentan los hechos, y por otro, a los comentarios que se utilizan para ofrecer ideas.

El origen de los géneros periodísticos ha estado muy relacionado con la historia del periodismo y, a
partir de mediados del siglo XIX, se conocen varias etapas:

a) la del periodismo ideológico , que predomina en todo el mundo hasta el fin de la Primera Guerra
Mundial. Es doctrinal y moralizador, al servicio de ideas políticas o religiosas. Es una etapa en la que la
prensa aportaba muy pocas informaciones y muchos comentarios.

b) la del periodismo informativo , que surge sobre 1870, paralelo al periodismo ideológico, y que se irá
perfilando a partir de 1914, primero en Inglaterra y después en EEUU, como un periodismo que se
apoya sobre todo en la narración o en el relato de los hechos. Esta etapa ha sido denominada como "la
Edad de Oro de la Prensa", en la que los hechos se imponen a los comentarios. Los anglosajones lo
llaman story , y da paso a lo que hoy conoces como información "pura y dura", aunque en este género
periodístico informativo también entran los reportajes y las crónicas, con sus respectivas variantes.

c) a partir de 1945, cuando termina la Segunda Guerra Mundial, se inicia la etapa del periodismo de
explicación . Se busca una mayor profundidad en las informaciones, para lo que el periodista utiliza
una mezcla entre el relato y el comentario ¿Para qué? te preguntarás. Para que el lector, mediante una
narración objetiva de los hechos, entienda los juicios de valor de forma fácil y rápida. Esta forma de
contar cosas se aprecia, sobre todo, en el género del reportaje en profundidad.

Si te pones a leer un periódico impreso, observarás diferentes formas de presentar las informaciones:

1. las noticias o relatos de hechos


2. los comentarios o artículos, que permiten desarrollar determinadas ideas

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3. las fotografías

4. los anuncios

Los anuncios corresponden al apartado de Media Publicidad, pero las noticias y los artículos, sea cual
sea su periodicidad, sí conviene diferenciarlos dado que contemplan estilos diferentes, tienen una
finalidad distinta y, además, una disposición psicológica particular por parte de quien los realiza.

4.2 Información y opinión

En la prensa podemos diferenciar tres tipos de géneros periodísticos: género informativo, género de
opinión y género interpretativo. Este último surge como género híbrido entre la información y la
opinión y adopta distintas formas periodísticas.

No te preocupes si en un principio te cuesta diferenciar unos géneros de otros. Pero si quieres ser un
buen lector de prensa (e incluso un futuro periodista) debes saber distinguir con claridad la
información y la opinión que aparecen en las páginas de los periódicos.

Los diarios y las revistas incluyen entre sus contenidos páginas reservadas a la información (noticias,
reportajes objetivos); otras se reservan para ofrecer opiniones sobre las noticias de actualidad
(editoriales, columnas, artículos de opinión); también podemos encontrar fórmulas periodísticas que
interpretan la realidad, combinando los datos informativos con determinados enfoques y juicios
personales del propio periodista (crónicas, reportajes interpretativos, entrevistas). En la prensa se
pueden distinguir tres actitudes diferentes: informar, opinar e interpretar.

Todas ellas son válidas desde un punto de vista periodístico. Si bien el lector no debe encontrar
ninguna dificultad para distinguir cuándo se encuentra ante una información o noticia y cuándo ante
un artículo de opinión. Los géneros periodísticos, los estilos lingüísticos utilizados, tienen como una de
sus finalidades que el lector de prensa pueda diferenciar estas actitudes.

Los periódicos y revistas, generalmente para diferenciar con mayor claridad la información de la
opinión, dedican unas páginas específicas para agrupar todos los contenidos que podríamos clasificar
como opinión. Si estás leyendo una de esas páginas, sabes que se te ofrecen unos puntos de vista
determinados sobre diversas noticias, siempre con una finalidad implícita por parte del articulista de
convencer al lector de lo acertado de su postura. Sin embargo, se supone que el resto del espacio del
periódico o revista se destina a la información y, en todo caso, a la interpretación.

En ocasiones, artículos de opinión y noticias comparten una misma página, pero en esos casos se
pueden distinguir tipográficamente con claridad: se utilizan tipos de letra diferentes, se enmarcan los
artículos, etc.

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Si prestas un poco de atención, cuando leas un periódico puedes darte cuenta de que el periodista
tiene una actitud esencialmente informativa, de carácter explicativo, cuando escribe una noticia. Sin
embargo, el editorialista o columnista de opinión lo que hace es abogar por unos principios o
planteamientos empresariales, por lo que tratará de convencernos de sus propias ideas.

La información, la interpretación y la opinión que encontramos en la prensa enriquecen nuestra visión


de la actualidad. Son actitudes y géneros que se complementan pues cada uno desempeña sus propias
funciones. El problema surge si el lector confunde una opinión personal de un colaborador del
periódico con un dato informativo que se supone objetivo y veraz.

4.3 La noticia

Las noticias o informaciones constituyen, junto a los reportajes objetivos, los géneros informativos. La
noticia es el relato de un acontecimiento de actualidad que suscita el interés del público. El periodista
tiene la responsabilidad de relatar con la mayor objetividad y veracidad posible cómo se han producido
esos acontecimientos o hechos.

La noticia tiene unas funciones claramente delimitadas y el periodista trata de cumplirlas con el mayor
rigor profesional. El lector recibe la información sin ningún tipo de valoración personal u opinión del
periodista que ha redactado la noticia.

Cuando te dispongas a redactar una noticia no debes pretender ser el más original o el más creativo
sino el más preciso, veraz y objetivo. El estilo lingüístico utilizado está claramente definido por las
siguientes normas: claro, concreto y conciso (las tres ces).

El periodista ordena los datos en la narración de la noticia en orden decreciente a su importancia:


parte de los datos más importantes para llegar hasta aquellos menos significativos que cerrarán el
cuerpo de su noticia. Las noticias siguen una estructura de pirámide invertida.

En la noticia se deben incluir los datos esenciales para la comprensión del acontecimiento. Se tiene que
proporcionar al público las respuestas a las llamadas 5 W: Quién, qué, cuándo, dónde, por qué ( w ho,
w hat, w hen, w here, w hy, a las que, como vimos en el epígrafe 3.5, se puede añadir el Cómo (Ho w ).

La redacción de la noticia presenta unas pautas rígidas con escaso margen para la creatividad u
originalidad por parte del profesional de la información. Sin embargo, es el género que con mayor
eficacia cumple la función que podemos considerar prioritaria para el periodista: la de informar.

La noticia se compone de tres partes: titular, lead o entradilla y cuerpo de la noticia.

4.4 El reportaje

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Se pueden distinguir dos tipos de reportajes: el reportaje objetivo y el reportaje interpretativo. Cada
uno de ellos pertenece a un género periodístico. El reportaje objetivo es considerado un género
informativo, mientras que el reportaje interpretativo se clasifica como género interpretativo.

El reportaje objetivo cumple en gran parte las mismas funciones que la noticia. Presenta bastantes
elementos comunes, sobre todo que el periodista mantiene la objetividad en la presentación de los
hechos. Es un relato descriptivo que no debe incluir opiniones personales o valoraciones del periodista,
si bien este tipo de reportaje tiene sus propios rasgos característicos que le diferencian de la noticia.
Quizá el más evidente es que su extensión generalmente es mayor. El reportaje, por tanto, permite al
periodista ofrecer un mayor número de datos complementarios que cuando redacta una noticia en la
que debe ceñirse a los elementos esenciales, dada la limitación de espacio con la que trabaja.

También encontramos diferencias en lo que se refiere al lenguaje. En el caso de la noticia ya sabes que
se aplican unas normas estrictas y un lenguaje bastante definido. En el reportaje el periodista disfruta
de una mayor libertad expresiva siempre limitada por la función de informar. Si escribes un reportaje,
podrás utilizar algunas estructuras sintácticas poco frecuentes en las noticias, o elaborar descripciones
más creativas, pero no se te puede olvidar que lo que pretendes ante todo es informar con
profundidad al lector de unos hechos determinados. Si nuestra creatividad supone una dificultad
añadida para que el lector pueda recibir esos datos informativos de un modo claro y directo, nos
habremos equivocado en el planteamiento. Siguen siendo válidas para el reportaje las siguientes
normas que rigen la noticia: objetividad, claridad y precisión.

El reportaje objetivo consta de dos partes: el lead y el cuerpo del mismo. El lead del reportaje pretende
ganar la atención del lector desde la primera frase, a diferencia del lead de la noticia que tiene como
función prioritaria condensar la esencia de la noticia. No es necesario que el lead del reportaje reúna
los datos esenciales de los acontecimientos o hechos que se describen. Pretende atrapar el interés del
lector para que continúe la lectura del reportaje. Para ello puede aplicar distintas fórmulas de lead
utilizando: la ironía, el contraste o la sorpresa. Cuando el periodista lo considere oportuno podrá
utilizar también el lead informativo característico de la noticia.

En el cuerpo del reportaje el periodista tampoco tiene que ceñirse a la estructura de la pirámide
invertida casi obligatoria en las noticias. Además de aplicar esta estructura cuando la estime
conveniente, el periodista puede combinar datos esenciales con datos complementarios para
mantener el interés del lector y la intensidad del relato. Recuerda entonces que en el reportaje no es
obligatoria la exposición de los datos en estricto orden decreciente de importancia.

Dentro del reportaje objetivo distintos autores diferencian distintos tipos de modalidades como
pueden ser: el reportaje de acontecimiento, el reportaje de acción, el reportaje corto, etc.

El otro gran tipo de reportaje es el reportaje interpretativo que sí presenta unas diferencias muy
significativas frente al objetivo. El reportaje interpretativo pertenece a los llamados géneros híbridos o
interpretativos, combinando componentes propios de los géneros informativos con otros utilizados en
los géneros de opinión.

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En el reportaje interpretativo el periodista relata un hecho de actualidad pero introduce también
determinados juicios de valor. El periodista se permite abandonar la estricta objetividad utilizando
elementos subjetivos. El movimiento llamado "Nuevo periodismo", que surgió en EEUU en los años 60,
desarrolló este tipo de reportajes rompiendo muchos de los tabúes y normas que regían el periodismo.

Los reportajes interpretativos suelen tener una gran creatividad: la libertad lingüística es total, la
estructura del relato es libre. El autor puede llegar a recrearse con su propio estilo literario buscando la
originalidad. Todo, o casi todo, le está permitido siempre y cuando interese al lector. En España
tenemos grandes autores de este tipo de reportajes; por citar alguno, destacan los de Juan José Millás
o Manuel Rivas en las páginas del suplemento dominical de El País

4.5 La entrevista

La entrevista puede ser considerada como un tipo específico de reportaje. Si bien sus elementos
característicos también pueden convertirla en un género periodístico totalmente diferenciado. Lo que
interesa es tener claro que la entrevista pertenece a los géneros interpretativos.

La entrevista es un género que está muy presente hoy en día en la prensa. Tanto los periódicos como
los semanarios u otro tipo de revistas dedican muchas de sus páginas a ofrecer a sus lectores
entrevistas con aquellos personajes públicos que se consideran relevantes. Permiten al lector un
acercamiento virtual, un conocimiento directo de aquellos personajes que le resultan interesantes,
admirados, queridos...

Existen distintos tipos de entrevistas, pero la entrevista periodística por excelencia es la que se conoce
como entrevista de personalidad. El periodista, en este caso, trata de recoger con veracidad la
personalidad del personaje entrevistado. Comparte con sus lectores aquellos elementos más
significativos de la conversación que ha mantenido con ese personaje.

La técnica de redacción de la entrevista consiste en alternar las descripciones o consideraciones que


realiza el periodista con las palabras textuales del entrevistado. Esa combinación permite que el lector
pueda penetrar en la psicología del personaje. El periodista introduce en sus consideraciones
elementos interpretativos.

Las entrevistas de personalidad suelen contar con una extensión considerable que puede alcanzar
distintas páginas y suelen ir acompañadas de un reportaje fotográfico que retrata la imagen del
entrevistado, mientras que el texto de la entrevista pretende retratar el "espíritu" del mismo.

Los periodistas que realizan este tipo de entrevistas deben saber persuadir al entrevistado y crear un
clima de conversación lo suficientemente agradable para que el personaje se muestre tal y como es en
realidad. Posiblemente las entrevistas preferidas por los lectores son aquellas en las que los

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entrevistados muestran su verdadera personalidad, muchas veces oculta tras una imagen pública
determinada.

Conseguir extraer opiniones interesantes y sinceras del entrevistado depende en gran parte de la
destreza y la psicología del propio periodista. La entrevista siempre debe transcurrir como una
conversación grata para el entrevistado. En muchas ocasiones el entrevistado parte de una actitud
desconfiada pero las preguntas y la conversación del periodista consiguen un talante mucho más
expresivo y sincero por su parte.

Para obtener una buena entrevista, el periodista necesita en primer lugar una buena documentación
sobre el personaje. Necesita conocer aquellos pasajes más interesantes de su vida y de su obra para
poder realizar preguntas profundas e interesantes. El periodista puede llevar un guión con las
preguntas que previamente ha pensado y formularlas a lo largo de la conversación, pero no debe
olvidar que en el transcurso de la misma, y ligadas a las respuestas, pueden aparecer nuevos temas
interesantes sobre los que es conveniente improvisar nuevas cuestiones. Es fundamental prestar
atención a la respuesta que nos ofrece el entrevistado, un error muy común es que el periodista
enuncie su pregunta y mientras le contestan tan sólo se preocupa de pensar cuál será la siguiente
pregunta que va a formular.

Si realizas alguna entrevista, puedes tomar notas y, si te lo permite el entrevistado, grabar la


conversación. Todo ello te resultará muy útil a la hora de redactar la entrevista, pero no olvides que no
debes distraer nunca al entrevistado con la manipulación de la grabadora, el cambio de cinta, etc.
Tampoco debes fijar tu mirada en la libreta de las notas. No te olvides que estás conversando con ese
personaje y que es a él a quien debes mirar, manifestándole tu atención. ¿A que tú tampoco harías una
confidencia, ni te mostrarías excesivamente expresivo con una persona que te da la impresión que no
escucha porque parece pensar en otra cosa y no te mira directamente?

El buen periodista sabe comportarse con la mayor naturalidad y educación con el entrevistado sin que
ello le impida realizar preguntas presumiblemente incómodas o comprometidas y guiar la
conversación.

Para la redacción de la entrevista no es obligatorio ceñirse al orden estrictamente cronológico en que


se han ofrecido las respuestas. Podemos romper ese orden, buscando agrupar las respuestas por
temas, momentos de la biografía del personaje, etc. Pero sí tienes la obligación ética y profesional de
ser fiel y veraz con las palabras del entrevistado.

Hay otros tipos de entrevistas como las realizadas a modo de test o cuestionario fijo, entrevistas de
declaraciones, etc.

4.6 La crónica

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La crónica periodística se considera un género interpretativo. En la prensa española encontramos
abundantes crónicas, aunque posiblemente hasta ahora podías confundirlas con noticias o incluso con
artículos. Apréndete las siguientes características de la crónica y así podrás identificarlas sin ninguna
dificultad:

 En España consideramos crónica la narración de una noticia en la que se incorporan ciertos


elementos de valoración e interpretativos, aunque estos siempre tienen un carácter secundario
frente a los elementos estrictamente informativos. Como ves nos encontramos de nuevo con
un género híbrido, como también lo son el reportaje interpretativo o la entrevista.

 La crónica presenta, además, la peculiaridad de que tiene siempre una cierta continuidad,
aparece con una determinada periodicidad. Bien sea por el periodista que la firma o por la
temática que trata. Por ejemplo, es fácil encontrar en la mayoría de los periódicos la crónica
taurina del día, o la crónica de sociedad. El lector interesado en esos temas busca todos los días
esas crónicas. En otras ocasiones hablamos de crónicas firmadas por determinado periodista
que aparecen con cierta regularidad, como las crónicas del corresponsal del periódico en Nueva
York.

 Esta continuidad genera cierta familiaridad entre el cronista y el lector. El lector conoce
perfectamente el estilo de su cronista taurino favorito, o reconoce las informaciones firmadas
por el corresponsal. Esta familiaridad permite al cronista escribir en un tono directo, e incluso
llano y desenfadado, que no resultaría admisible para la redacción de una noticia.

 El estilo de la crónica es objetivo al igual que el de la noticia, pero el periodista se permite una
mayor libertad expresiva en el uso del lenguaje, hasta el punto de crear un estilo personal.
También puede estructurar la crónica con libertad, sin aplicar la pirámide invertida con la
intención de mantener el interés desde la primera hasta la última línea.

En la prensa encontramos distintos tipos de crónicas y todas ellas reúnen las características citadas
diferenciándose por los temas que tratan: crónicas de sucesos, crónicas deportivas, crónicas taurinas,
crónicas de corresponsales fijos en el extranjero, crónicas de corresponsales en otras provincias,
crónicas de enviados especiales, crónicas políticas, crónicas de viajes, crónicas de sociedad, etc.

El corresponsal fijo en una ciudad extranjera es el periodista que el medio destina a un determinado
país para obtener una información completa, y en muchos casos exclusiva, de lo que allí pueda
suceder. Este periodista que actúa como corresponsal debe conocer perfectamente todos los
elementos políticos, culturales, económicos, etc, del país en el que va a trabajar para poder interpretar
correctamente las informaciones que allí se producen. También debe esforzarse por ofrecer crónicas
que contengan informaciones exclusivas o enfoques propios no facilitados por las agencias de noticias
u otros medios de comunicación.

Las crónicas del enviado especial tratan de cumplir las mismas funciones descritas para los
corresponsales, pero en este caso se trata de periodistas que el medio envía temporalmente para
cubrir determinada información que se está produciendo, o que se presume que en breve se pueda
producir, en una zona geográfica determinada. Los enviados especiales cuentan con la desventaja,

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frente a los corresponsales fijos, de que necesitan conocer con rapidez las circunstancias de ese
entorno, en muchos casos desconocido hasta entonces, para poder informar con eficacia.

4.7 El editorial

La prensa añade a sus funciones de informar e interpretar una tercera que es la de opinar acerca de la
actualidad. Distintas fórmulas periodísticas, que se pueden definir como géneros de opinión, tratan de
desarrollar esta función.

Una de estas fórmulas es la del editorial. El editorial es un artículo de opinión que no va firmado por
ninguna persona pero que recoge la opinión institucional y colectiva del periódico o revista. Ese
carácter institucional otorga a este tipo de artículos una gran trascendencia pública. Los lectores
pueden conocer la opinión abierta y directa del medio sobre distintos temas de actualidad, así como
sus planteamientos ideológicos implícitos.

Todos los editoriales opinan acerca de noticias aparecidas en ese mismo número o en números
recientes. Los temas de actualidad tratados en un editorial suelen ser aquellos que entrañan una
mayor trascendencia y una gran importancia. Pueden versar sobre asuntos políticos, económicos,
sociales, etc.

Se pueden encontrar editoriales más polémicos, más fríos, más contundentes, más explicativos, más
expositivos o más combativos, según sea la postura sostenida por el medio.

Los periodistas que elaboran los editoriales suelen estar especializados en esa tarea y gozan de la
absoluta confianza del Director. Los periódicos cuentan con un Consejo editorial que debate, perfila y
decide cuáles van a ser las opiniones institucionales que se van a defender ante la opinión pública
mediante los editoriales. Los editoriales del día están agrupados en la que se denomina página
editorial.

El editorialista goza de gran libertad expresiva sin olvidar la necesidad de ser claro y preciso. El estilo
suele ser grave y digno, acorde con la importancia del tema tratado. Nunca se utiliza el yo personal del
periodista que lo escribe ya que se expresa la opinión colectiva del periódico o revista.

En el editorial no se utilizan los párrafos introductorios, el espacio disponible es limitado y se afronta


desde la primera frase el tema sobre el que se pretende opinar. Cualquier editorial suele contener: una
primera parte que enuncia y recuerda el tema, una segunda en la que se desarrolla el análisis y la
interpretación que suscita y se finaliza con una tercera con la presentación de una postura y una
opinión concreta. Esta opinión puede formularse a modo de solución, pronóstico o crítica. En este tipo
de artículos resultan especialmente decisivos, para conseguir el propósito editorializante, el primer y
último párrafo.

Para redactar un editorial, el periodista debe conocer con profundidad el tema sobre el que se va a
opinar a fin de que la opinión del periódico nunca resulte contradictoria, incoherente o con escasa
argumentación ya que esto dañaría la credibilidad general de la publicación.

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Los periódicos reservan los editoriales para opinar sobre los temas más importantes, pero cuentan con
otras fórmulas para emitir opiniones institucionales sobre temas de menor calado o para hacerlo de un
modo un tanto más ligero y menos profundo sobre asuntos de gran interés. Entre estas modalidades
podemos citar los sueltos o los breves , artículos al estilo de aguijones, y laureles, en los que el
periódico premia o castiga determinados comportamientos de personas o instituciones.

4.8 El artículo de opinión

El artículo de opinión tiene una gran presencia en la prensa. En este tipo de artículos se emiten
opiniones concretas suscitadas por un tema de actualidad.

Las funciones del artículo son similares a las del editorial. En él se ofrecen valoraciones, opiniones y
análisis sobre diversas noticias. A diferencia del editorial, el artículo va firmado y representa la opinión
particular de su autor. En ocasiones, incluso esta opinión puede disentir manifiestamente de la postura
institucional del periódico expresada en sus editoriales. Otra diferencia que debes tener en cuenta es
que los temas tratados en los artículos pueden ser mucho más variados puesto que los editoriales sólo
abordan noticias que poseen una gran relevancia.

La libertad expresiva de la que gozan los articulistas es casi total, desde luego mucho mayor que la de
los editorialistas. El articulista puede elegir el tono, la perspectiva, la seriedad, etc, con la que piensa
dirigirse a sus lectores, mientras que el editorialista siempre está sometido en su escritura a cierta
solemnidad.

El artículo de opinión está estrechamente ligado al autor, por ello su credibilidad y capacidad de
influencia dependen del prestigio y autoridad que merezca esa firma a los lectores.

Los artículos suelen tener una extensión entre las quinientas y las ochocientas palabras y no tienen por
qué ser escritos por periodistas. Cualquier otro profesional puede expresarse mediante un artículo de
opinión. Pero sean periodistas o no, los articulistas suelen ser profesionales contrastados con muchos
años de experiencia y una trayectoria conocida por la opinión pública.

Podemos distinguir dos tipos de articulistas: los que abordan cualquier tema o asunto de actualidad y
publican sus artículos con una determinada periodicidad, y los que publican, de forma periódica u
ocasional, artículos referidos a aquellos asuntos que pertenecen a su especialidad.

Dentro del artículo de opinión se pueden distinguir las columnas personales. Las columnas son
espacios reservados por los periódicos y revistas a escritores de notable prestigio, con una periodicidad
regular. La libertad expresiva en estos casos es total con dos únicas limitaciones: el número de palabras
establecido por el periódico y la claridad debida a los lectores. Constituyen un género híbrido entre la
literatura y el periodismo.

El columnista debe reunir dos cualidades: un dominio virtuoso del lenguaje, que materializa en un
estilo propio, y una capacidad para ofrecer una perspectiva única y diferente sobre hechos conocidos
que pertenecen a la actualidad. El grado de complicidad que el columnista adquiere con sus lectores es

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muy elevado. España cuenta con magníficos columnistas que debes leer; por citar algunos: Francisco
Umbral, Maruja Torres, Vázquez Montalban, Jaime Capmany, etc. Elige tus favoritos.

Lorenzo Gomís, importante periodista y articulista, escribió: "Una columna periodística está llena de
tiempo. Es un recuadro con tiempo dentro. Es una botella como esas que se echan al mar, desde una
isla, para que un barco que pase la encuentre y lea el mensaje".

4.9 La crítica

Otro género periodístico que podemos diferenciar en nuestra prensa es la crítica. La critica cumple una
labor de interpretación de diversos acontecimientos culturales.

La crítica periodística cumple tres funciones simultaneas: informa, orienta y educa a los lectores. La
sección cultural y de espectáculos concentra la mayor parte de las críticas que aparecen en el
periódico, aunque dentro de esta sección encontramos todos los géneros periodísticos: noticias (un
ejemplo son las reseñas culturales), reportajes, entrevistas, crónicas y también críticas.

Hoy en día la producción cultural y artística es altísima, al menos analizada desde valores estrictamente
cuantitativos. Los estrenos cinematográficos semanales desbordan incluso a los propios cinéfilos. Las
empresas editoriales ofrecen mensualmente cientos de novedades que están disponibles en las
librerías en un corto espacio de tiempo. El número de exposiciones que pueden ser visitadas en
cualquier capital de provincia es muy abundante. Desde luego esta gran oferta cultural es
enriquecedora para la sociedad pero también conlleva una serie de riesgos, probablemente el más
importante sea el de la confusión. La crítica adquiere cada vez una mayor importancia, precisamente
porque su principal tarea es la de orientar al público y filtrar, en cierto modo, aquellas obras que
reúnen unas mínimas cualidades artísticas.

La tarea del crítico es siempre controvertida y no debes olvidar que se mueve en el territorio de la
opinión personal, de la valoración subjetiva. Puedes leer dos críticas distintas sobre un mismo libro con
juicios contrapuestos. Mientras que para un critico un texto puede ser una obra menor de un gran
escritor, para el otro merece la calificación de obra maestra. Esta libertad del crítico a la hora de aplicar
sus propios criterios artísticos a la obra analizada beneficia a los lectores que así pueden elegir aquellos
críticos que merecen su credibilidad y que se adecúan a sus propios gustos.

Resulta imprescindible, para el periodista que se dedica a la crítica, una gran especialización en aquella
temática que trata. El crítico es un especialista, o al menos debería serlo, en la materia que analiza.
Debe fundamentar y probar aquello que afirma, sin caer en el dogmatismo ni en la opinión totalitaria.

La crítica periodística es un género diferenciado del periodismo por las funciones específicas que
cumple y también por una serie de características propias: debe ser breve pero no superficial, ágil y
rápida pero al mismo tiempo reflexiva, profunda y argumentada. Su tono cultural es elevado pero
obligatoriamente debe ser inteligible, comprensible para cualquier lector: el crítico no debe olvidar que
no escribe para especialistas.

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El crítico debe ser fiel a elevadas exigencias en cuanto a su ética profesional, no puede dejarse influir
por sus propios intereses o debilidades personales a la hora de realizar su interpretación y juicio sobre
la obra artística. Ni para elogiar gratuitamente, actuando más de propagandista que de crítico, ni
atacando injustificadamente con la intención de ridiculizar y perjudicar a la obra y a su autor. Su actitud
debe partir de la ecuanimidad y el respeto a aquello que juzga, aunque exprese las carencias y defectos
que bajo su criterio presenta. Debe ser positivo, resaltando las cualidades de lo que juzga en primer
lugar y después referirse a las carencias y las valoraciones negativas.

Si quieres convertirte en un buen crítico, ten en cuenta que debes reunir las siguientes tres cualidades:
en primer lugar una gran afición y sensibilidad por el arte que elijas para ejercer la crítica, un profundo
conocimiento del mismo y unos sólidos criterios propios.

Las páginas dedicadas a la cultura y los espectáculos, así como los suplementos culturales semanales,
son los espacios donde la crítica se desarrolla con una mayor intensidad. También abundan en
cualquier tipo de revistas, especialmente en aquellas especializadas en el arte y la cultura.

Existen distintos tipos de críticas en función de la temática que abordan: crítica literaria, crítica
cinematográfica, crítica teatral, crítica musical, crítica de arte (pintura, escultura y arquitectura). En
último lugar debemos destacar la crítica de radio y televisión, que se encarga de valorar sus respectivos
programas.

4.10 Periodismo especializado

Al margen de los géneros, en la prensa también podemos distinguir los contenidos en función de su
grado de especialización. La complejidad de la actualidad y, en general, de nuestras sociedades ha
provocado que la prensa y los periodistas evolucionen hacia unos mayores niveles de especialización.

Existen publicaciones con una temática genérica y diversa y otras publicaciones que optan por
especializarse en una materia de la cual se proponen informar en profundidad a sus lectores. Esa
decisión repercute directamente en el trabajo periodístico y en los mercados informativos.

Esta es una distinción evidente que podemos establecer en el campo de la prensa, pero incluso en un
periódico de información general se establecen secciones con una intención de clasificar y especializar
sus noticias. Los periodistas, sin olvidarse de tener una visión amplia de la actualidad, necesitan cada
vez con mayor intensidad un conocimiento profundo de aquella parcela concreta sobre la que
informan a sus lectores.

Un periodista que escribe en la sección de economía requiere un alto grado de especialización en esa
materia para poder comprender y comunicar con eficacia todas aquellas noticias de actualidad que
repercutan en el mundo económico. Lo mismo sucede con un periodista especializado en deporte o
con otro en política nacional, salud, ciencia, educación, etc.

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Los grandes periódicos tratan de competir con los medios informativos audiovisuales (radio y TV) o
digitales (información disponible en Internet) ofreciendo a sus lectores una completa información,
acompañada de interpretación y opinión. Son cada vez más importantes los cuadernillos o
suplementos semanales que se dedican a ofrecer noticias sobre un tema determinado: economía y
trabajo, ciencia y tecnología, salud, cultura, educación, etc.

En las redacciones de los periódicos y revistas conviven los periodistas llamados generalistas,
dispuestos a cubrir e informar sobre cualquier noticia, y aquellos otros especializados en una temática
concreta. Para el funcionamiento de la prensa, ambos profesionales son imprescindibles.

El periodista especializado combina una experiencia profesional y un amplio conocimiento en una


determinada área de especialización con la aplicación de los conocimientos periodísticos generales que
le permiten informar al público con eficacia. Esta segunda capacidad le diferencia de los profesionales
especialistas, que no son periodistas pero colaboran con los medios de comunicación como articulistas
o asesores por lo que no dominan el lenguaje periodístico ni otros muchos conocimientos específicos
que maneja el periodista para informar con claridad, incluso sobre aquellas noticias más complejas.

Pero los medios escritos también pueden optar por especializar sus contenidos de una forma absoluta.
Así podemos comprar en los kioscos revistas del corazón (que sólo informan sobre las noticias
denominadas "rosa" o "del corazón"), revistas de informática, revistas dedicadas al deporte en general
o a un deporte concreto, revistas científicas, paracientíficas, etc. Este tipo de prensa cuenta con un
público más homogéneo que el que puede tener una revista de información general y eso tiene una
serie de beneficios empresariales en lo que se refiere a la venta de publicidad, conocimiento de la
audiencia, etc.

Existen también periódicos diarios y semanales especializados en información médica ( Diario Médico ),
económica ( Cinco Días, Expansión ), deportiva ( Marca, AS, Sport, Mundo Deportivo ), en información
para jóvenes estudiantes ( Magisterio, Gaceta Universitaria, Menos 20, Menos 25 ), etc.

4.7 El editorial
La prensa añade a sus funciones de informar e interpretar una tercera que es la de opinar acerca de la
actualidad. Distintas fórmulas periodísticas, que se pueden definir como géneros de opinión, tratan de
desarrollar esta función.

Una de estas fórmulas es la del editorial. El editorial es un artículo de opinión que no va firmado por
ninguna persona pero que recoge la opinión institucional y colectiva del periódico o revista. Ese carácter
institucional otorga a este tipo de artículos una gran trascendencia pública. Los lectores pueden conocer la
opinión abierta y directa del medio sobre distintos temas de actualidad, así como sus planteamientos
ideológicos implícitos.

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Todos los editoriales opinan acerca de noticias aparecidas en ese mismo número o en números recientes.
Los temas de actualidad tratados en un editorial suelen ser aquellos que entrañan una mayor
trascendencia y una gran importancia. Pueden versar sobre asuntos políticos, económicos, sociales, etc.

Se pueden encontrar editoriales más polémicos, más fríos, más contundentes, más explicativos, más
expositivos o más combativos, según sea la postura sostenida por el medio.

Los periodistas que elaboran los editoriales suelen estar especializados en esa tarea y gozan de la absoluta
confianza del Director. Los periódicos cuentan con un Consejo editorial que debate, perfila y decide cuáles
van a ser las opiniones institucionales que se van a defender ante la opinión pública mediante los
editoriales. Los editoriales del día están agrupados en la que se denomina página editorial.

El editorialista goza de gran libertad expresiva sin olvidar la necesidad de ser claro y preciso. El estilo suele
ser grave y digno, acorde con la importancia del tema tratado. Nunca se utiliza el yo personal del
periodista que lo escribe ya que se expresa la opinión colectiva del periódico o revista.

En el editorial no se utilizan los párrafos introductorios, el espacio disponible es limitado y se afronta desde
la primera frase el tema sobre el que se pretende opinar. Cualquier editorial suele contener: una primera
parte que enuncia y recuerda el tema, una segunda en la que se desarrolla el análisis y la interpretación
que suscita y se finaliza con una tercera con la presentación de una postura y una opinión concreta. Esta
opinión puede formularse a modo de solución, pronóstico o crítica. En este tipo de artículos resultan
especialmente decisivos, para conseguir el propósito editorializante, el primer y último párrafo.

Para redactar un editorial, el periodista debe conocer con profundidad el tema sobre el que se va a opinar
a fin de que la opinión del periódico nunca resulte contradictoria, incoherente o con escasa argumentación
ya que esto dañaría la credibilidad general de la publicación.

Los periódicos reservan los editoriales para opinar sobre los temas más importantes, pero cuentan con
otras fórmulas para emitir opiniones institucionales sobre temas de menor calado o para hacerlo de un
modo un tanto más ligero y menos profundo sobre asuntos de gran interés. Entre estas modalidades
podemos citar los sueltos o los breves, artículos al estilo de aguijones, y laureles, en los que el periódico
premia o castiga determinados comportamientos de personas o instituciones.

4.8 El artículo de opinión


El artículo de opinión tiene una gran presencia en la prensa. En este tipo de artículos se emiten
opiniones concretas suscitadas por un tema de actualidad.

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Las funciones del artículo son similares a las del editorial. En él se ofrecen valoraciones, opiniones y
análisis sobre diversas noticias. A diferencia del editorial, el artículo va firmado y representa la opinión
particular de su autor. En ocasiones, incluso esta opinión puede disentir manifiestamente de la postura
institucional del periódico expresada en sus editoriales. Otra diferencia que debes tener en cuenta es
que los temas tratados en los artículos pueden ser mucho más variados puesto que los editoriales sólo
abordan noticias que poseen una gran relevancia.

La libertad expresiva de la que gozan los articulistas es casi total, desde luego mucho mayor que la de
los editorialistas. El articulista puede elegir el tono, la perspectiva, la seriedad, etc, con la que piensa
dirigirse a sus lectores, mientras que el editorialista siempre está sometido en su escritura a cierta
solemnidad.

El artículo de opinión está estrechamente ligado al autor, por ello su credibilidad y capacidad de
influencia dependen del prestigio y autoridad que merezca esa firma a los lectores.

Los artículos suelen tener una extensión entre las quinientas y las ochocientas palabras y no tienen por
qué ser escritos por periodistas. Cualquier otro profesional puede expresarse mediante un artículo de
opinión. Pero sean periodistas o no, los articulistas suelen ser profesionales contrastados con muchos
años de experiencia y una trayectoria conocida por la opinión pública.

Podemos distinguir dos tipos de articulistas: los que abordan cualquier tema o asunto de actualidad y
publican sus artículos con una determinada periodicidad, y los que publican, de forma periódica u
ocasional, artículos referidos a aquellos asuntos que pertenecen a su especialidad.

Dentro del artículo de opinión se pueden distinguir las columnas personales. Las columnas son
espacios reservados por los periódicos y revistas a escritores de notable prestigio, con una periodicidad
regular. La libertad expresiva en estos casos es total con dos únicas limitaciones: el número de palabras
establecido por el periódico y la claridad debida a los lectores. Constituyen un género híbrido entre la
literatura y el periodismo.

El columnista debe reunir dos cualidades: un dominio virtuoso del lenguaje, que materializa en un
estilo propio, y una capacidad para ofrecer una perspectiva única y diferente sobre hechos conocidos
que pertenecen a la actualidad. El grado de complicidad que el columnista adquiere con sus lectores es
muy elevado. España cuenta con magníficos columnistas que debes leer; por citar algunos: Francisco
Umbral, Maruja Torres, Vázquez Montalban, Jaime Capmany, etc. Elige tus favoritos.

Lorenzo Gomís, importante periodista y articulista, escribió: "Una columna periodística está llena de tiempo. Es
un recuadro con tiempo dentro. Es una botella como esas que se echan al mar, desde una isla, para que un
barco que pase la encuentre y lea el mensaje".

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4.9 La crítica
Otro género periodístico que podemos diferenciar en nuestra prensa es la crítica. La critica cumple una
labor de interpretación de diversos acontecimientos culturales.

La crítica periodística cumple tres funciones simultaneas: informa, orienta y educa a los lectores. La
sección cultural y de espectáculos concentra la mayor parte de las críticas que aparecen en el
periódico, aunque dentro de esta sección encontramos todos los géneros periodísticos: noticias (un
ejemplo son las reseñas culturales), reportajes, entrevistas, crónicas y también críticas.

Hoy en día la producción cultural y artística es altísima, al menos analizada desde valores estrictamente
cuantitativos. Los estrenos cinematográficos semanales desbordan incluso a los propios cinéfilos. Las
empresas editoriales ofrecen mensualmente cientos de novedades que están disponibles en las
librerías en un corto espacio de tiempo. El número de exposiciones que pueden ser visitadas en
cualquier capital de provincia es muy abundante. Desde luego esta gran oferta cultural es
enriquecedora para la sociedad pero también conlleva una serie de riesgos, probablemente el más
importante sea el de la confusión. La crítica adquiere cada vez una mayor importancia, precisamente
porque su principal tarea es la de orientar al público y filtrar, en cierto modo, aquellas obras que
reúnen unas mínimas cualidades artísticas.

La tarea del crítico es siempre controvertida y no debes olvidar que se mueve en el territorio de la
opinión personal, de la valoración subjetiva. Puedes leer dos críticas distintas sobre un mismo libro con
juicios contrapuestos. Mientras que para un crítico un texto puede ser una obra menor de un gran
escritor, para el otro merece la calificación de obra maestra. Esta libertad del crítico a la hora de aplicar
sus propios criterios artísticos a la obra analizada beneficia a los lectores que así pueden elegir aquellos
críticos que merecen su credibilidad y que se adecúan a sus propios gustos.

Resulta imprescindible, para el periodista que se dedica a la crítica, una gran especialización en aquella
temática que trata. El crítico es un especialista, o al menos debería serlo, en la materia que analiza.
Debe fundamentar y probar aquello que afirma, sin caer en el dogmatismo ni en la opinión totalitaria.

La crítica periodística es un género diferenciado del periodismo por las funciones específicas que
cumple y también por una serie de características propias: debe ser breve pero no superficial, ágil y
rápida pero al mismo tiempo reflexiva, profunda y argumentada. Su tono cultural es elevado pero
obligatoriamente debe ser inteligible, comprensible para cualquier lector: el crítico no debe olvidar que
no escribe para especialistas.

El crítico debe ser fiel a elevadas exigencias en cuanto a su ética profesional, no puede dejarse influir
por sus propios intereses o debilidades personales a la hora de realizar su interpretación y juicio sobre
la obra artística. Ni para elogiar gratuitamente, actuando más de propagandista que de crítico, ni
atacando injustificadamente con la intención de ridiculizar y perjudicar a la obra y a su autor. Su actitud
debe partir de la ecuanimidad y el respeto a aquello que juzga, aunque exprese las carencias y defectos
que bajo su criterio presenta. Debe ser positivo, resaltando las cualidades de lo que juzga en primer
lugar y después referirse a las carencias y las valoraciones negativas.

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Si quieres convertirte en un buen crítico, ten en cuenta que debes reunir las siguientes tres cualidades:
en primer lugar una gran afición y sensibilidad por el arte que elijas para ejercer la crítica, un profundo
conocimiento del mismo y unos sólidos criterios propios.

Las páginas dedicadas a la cultura y los espectáculos, así como los suplementos culturales semanales,
son los espacios donde la crítica se desarrolla con una mayor intensidad. También abundan en
cualquier tipo de revistas, especialmente en aquellas especializadas en el arte y la cultura.

Existen distintos tipos de críticas en función de la temática que abordan: crítica literaria, crítica
cinematográfica, crítica teatral, crítica musical, crítica de arte (pintura, escultura y arquitectura). En
último lugar debemos destacar la crítica de radio y televisión, que se encarga de valorar sus respectivos
programas.

4.10 Periodismo especializado


Al margen de los géneros, en la prensa también podemos distinguir los contenidos en función de su grado
de especialización. La complejidad de la actualidad y, en general, de nuestras sociedades ha provocado
que la prensa y los periodistas evolucionen hacia unos mayores niveles de especialización.

Existen publicaciones con una temática genérica y diversa y otras publicaciones que optan por
especializarse en una materia de la cual se proponen informar en profundidad a sus lectores. Esa decisión
repercute directamente en el trabajo periodístico y en los mercados informativos.

Esta es una distinción evidente que podemos establecer en el campo de la prensa, pero incluso en un
periódico de información general se establecen secciones con una intención de clasificar y especializar sus
noticias. Los periodistas, sin olvidarse de tener una visión amplia de la actualidad, necesitan cada vez con
mayor intensidad un conocimiento profundo de aquella parcela concreta sobre la que informan a sus
lectores.

Un periodista que escribe en la sección de economía requiere un alto grado de especialización en esa
materia para poder comprender y comunicar con eficacia todas aquellas noticias de actualidad que
repercutan en el mundo económico. Lo mismo sucede con un periodista especializado en deporte o con
otro en política nacional, salud, ciencia, educación, etc.

Los grandes periódicos tratan de competir con los medios informativos audiovisuales (radio y TV) o
digitales (información disponible en Internet) ofreciendo a sus lectores una completa información,
acompañada de interpretación y opinión. Son cada vez más importantes los cuadernillos o suplementos
semanales que se dedican a ofrecer noticias sobre un tema determinado: economía y trabajo, ciencia y
tecnología, salud, cultura, educación, etc.

En las redacciones de los periódicos y revistas conviven los periodistas llamados generalistas, dispuestos a
cubrir e informar sobre cualquier noticia, y aquellos otros especializados en una temática concreta. Para el
funcionamiento de la prensa, ambos profesionales son imprescindibles.

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El periodista especializado combina una experiencia profesional y un amplio conocimiento en una
determinada área de especialización con la aplicación de los conocimientos periodísticos generales que le
permiten informar al público con eficacia. Esta segunda capacidad le diferencia de los profesionales
especialistas, que no son periodistas pero colaboran con los medios de comunicación como articulistas o
asesores por lo que no dominan el lenguaje periodístico ni otros muchos conocimientos específicos que
maneja el periodista para informar con claridad, incluso sobre aquellas noticias más complejas.

Pero los medios escritos también pueden optar por especializar sus contenidos de una forma absoluta. Así
podemos comprar en los kioscos revistas del corazón (que sólo informan sobre las noticias denominadas
"rosa" o "del corazón"), revistas de informática, revistas dedicadas al deporte en general o a un deporte
concreto, revistas científicas, paracientíficas, etc. Este tipo de prensa cuenta con un público más
homogéneo que el que puede tener una revista de información general y eso tiene una serie de beneficios
empresariales en lo que se refiere a la venta de publicidad, conocimiento de la audiencia, etc.

Existen también periódicos diarios y semanales especializados en información médica (Diario Médico),
económica (Cinco Días, Expansión), deportiva (Marca, AS, Sport, Mundo Deportivo), en información para
jóvenes estudiantes (Magisterio, Gaceta Universitaria, Menos 20, Menos 25), etc.

Cómo Elaborar un Texto Argumentativo

Reglas para una discusión crítica


Autor: Profa. Cora Amorin González (Uruguay) - 02/04/2007 - 362057 lecturas.

La filosofía lleva a cabo su tarea crítica dirigiéndose a todos los saberes y prácticas que encuadran su
inscripción histórica y cultural. La crítica filosófica reviste así un carácter universal y radical, pero
también procede metódica y sistemáticamente, valiéndose de un conjunto de disposiciones y
recursos conceptuales que le dan identidad y especificidad”.(1)

La principal tarea de la Lógica es la de averiguar cómo la verdad de una determinada proposición está
conectada con la verdad de otra. En lógica habitualmente se trabaja con grupos de proposiciones
relacionadas. Las proposiciones son expresiones declarativas del lenguaje informativo de las que se
tiene sentido manifestar verdad o falsedad.

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El argumento es el contenido que se emplea para demostrar aquello que se afirma o niega de algo. Es
un conjunto de varias proposiciones ligadas con vínculos de subordinación, y tal vez de coordinación,
que una de ellas se suponga inferida de las otras que se suponen como garantía de aceptabilidad. El
objetivo del argumento es probar una conclusión discutible.

Cicerón definía la argumentación como “el discurso mediante el cual se aducen pruebas para dar
crédito, autoridad y fundamento a nuestra proposición”.

Un argumento es una forma de inferencia especial. Copi nos dice que: “A cada inferencia posible
corresponde un argumento (...) Un argumento puede inferirse como un grupo cualquiera de
proposiciones o enunciados de los cuales se afirma que hay uno que se sigue de los demás
considerando a estos como fundamento de la verdad de aquel”.(2)

¿En qué se distingue un argumento de un razonamiento?


Con frecuencia aparecen como sinónimos, pero no todos los razonamientos son argumentos. Se
diferencian por su ámbito de influencia. Se razona para si mismo; se argumenta para los demás.
Razonamos antes de argumentar y nuestro argumento trata de expresar lo mejor del razonamiento. 

Un argumento, pues, es la manifestación externa de un razonamiento, su proyección social, una


herramienta de persuasión. Argumentamos para que las ideas puedan ser compartidas. Se justifica la
conclusión en términos comprensibles y persuasivos para los demás. De un razonamiento a un argumento
media la misma distancia que va de un pensamiento a su expresión oral. Aunque con frecuencia se
emplean como sinónimos, como se ve, son cosas distintas. Un argumento es una serie de declaraciones
que individualmente o en conjunto dan pruebas de otra manifestación.

La argumentación y la comunicación están estrechamente relacionadas: se comunica para informar


algo y esta exposición se puede argumentar para convencer y persuadir de alguna propuesta. Ambas
se pueden presentar de forma independiente.

Los modos de exponer una argumentación puede ser: a) deductiva o analítica: de lo general a lo
concreto. La tesis se expone al comienzo y, a continuación, se ofrecen los argumentos de apoyo; b)
inductiva o sintética: Se comienza por los datos y argumentos y se coloca la tesis o conclusión al final;
es decir, de una serie de consideraciones se extrae una idea final; c) paralela: pretende manifestar de
forma encadenada ideas indiscutibles (verdaderas o falsas), que no están subordinadas unas a otras
por su contenido, no demuestra hipótesis ni saca conclusiones; un ejemplo de este modo se presenta
de la siguiente manera, “los jóvenes buscan respuestas en la filosofía, pero ocurre que cada respuesta

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suscita nuevas preguntas. Al que esto le sucede, será un estudioso de la filosofía durante toda su
vida”. 

El término argumentación, muy usado en los últimos tiempo se refiere a la acción en la cual se emplea
un argumento. El Profesor Stephen Toulmin señala que es “La actividad total de plantear pretensiones,
ponerlas en cuestión, respaldarlas produciendo razones, criticando esas razones, refutando esas
críticas, etc. … La secuencia de pretensiones y razones encadenadas que, entre ellas, establecen el
contenido y la fuerza de la proposición a favor de la que argumenta un determinado hablante; …
interacciones humanas a través de las cuales se formulan, debaten y/o se da vuelta a tales tramos de
razonamiento”.(3)

La argumentación y la exposición están estrechamente relacionadas: se expone para informar y esta


exposición se puede argumentar para convencer y persuadir de alguna propuesta. Ambas se pueden
presentar de forma independiente.

La capacidad de argumentar es un rasgo definitorio del ser humano que se desarrolla lingüísticamente.
Desde sus orígenes, la filosofía se ha ocupado de ello, estudiando los distintos tipos de discurso de los
que se sirve la literatura, la política o la ciencia, pero tratando de crear, a su vez, un lenguaje
formalizado que despeje al razonamiento de las ambigüedades e imprecisiones a las que con
frecuencia lo sujeta la retórica del lenguaje natural. Este camino es el de la lógica, averiguar como se
relaciona la estructura del pensamiento con la “realidad”.

Cuando se habla de argumentos se pueden considerar: 1) pruebas dialécticas en las que se intenta
refutar a un adversario o convencerlo de la verdad de la opinión mantenida por el argumentador. 2)
como razonamiento encaminado ante todo al convencimiento o la persuasión.

Es importante aprender a distinguir a los argumentos de meros grupos de proposiciones que no


cumplen con los requisitos necesarios para hablar de argumentos. Éstos consisten en grupos de
proposiciones en los que hay algunas que actúan como premisas que, en virtud de la inferencia lógica,
justifican otra proposición que llamamos conclusión.

Para decidir si se  está  ante un argumento o no, simplemente se apelará al sentido común y a un
análisis del texto sobre el que hay que decidir, centrándose en los siguientes aspectos:

1.  El texto, ¿tiene una conclusión?. Si es así, ¿cuál es?

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2.  El texto ¿ofrece razones que apoyen la conclusión?, es decir, ¿hay premisas? Si es así ¿cuáles son?

3.  El texto ¿presume que hay una relación entre premisas y conclusiones? ¿Se infiere éstas de
aquéllas?

Un texto argumentativo consta de: 


1. Tesis. Es la idea fundamental en torno a la que se reflexiona; puede aparecer al principio o al final
del texto. Ha de presentarse clara y objetivamente. Puede encerrar en sí varias ideas.  

2. Cuerpo. Despliega la idea o ideas que se pretende demostrar desde dos perspectivas: una de
defensa (se van ofreciendo los argumentos para confirmarla) de ellas, y otra de refutación contra
previsibles objeciones que podría hacer el adversario.  La primera no debe faltar.

3. Conclusión. En la demostración se reflexiona sobre el tema desde todos los ángulos, hasta llegar al
objetivo deseado, que se ofrece como conclusión a menudo anunciada al comienzo del escrito. Puede
presentarse de varias formas: 

· Afirmando la idea principal. El contenido que  se desarrolla asume el rango de tesis porque explica el
problema o los fenómenos que se tratan en una idea general.

· Como propuesta sugerente. Este tipo de conclusión se distingue porque el escrito, si bien recoge en
síntesis la idea sustancial de la exposición, no llega a hacer definitivo su razonamiento o a completar su
información. Se asientan sugerencias para futuros trabajos, abriendo caminos hacia otras perspectivas
antes de poner punto final al propio texto.

Lo que distingue a un argumento de una mera colección de proposiciones es la inferencia que se


supone que las une. Inferir (implicar) es derivar una consecuencia o deducir algo de otra realidad, de
una verdad conocida se pasa a otra no conocida. 

Decálogo para elaborar un texto argumentativo.


Texto = cualquier forma de comunicación.

1.  Determinar claramente cuál es la idea central del ‘texto’ que se va a sostener.

2.  Definir el receptor a quien va dirigido. Es frecuente el empleo de tecnicismos correspondientes a la


disciplina de la que trate el texto, lo que obliga a considerar y clarificar el significado de los términos
empleados.

3.  Cualquier afirmación ha de estar sustentada por una serie de argumentos, por lo que habrá que
buscar todos los argumentos posibles a favor de la tesis.

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4.  Tener en consideración las opiniones, creencias y valores del destinatario para elegir aquellos
argumentos que mejor puedan convencerle y desestimar los restantes.

5.  Deben preverse las posibles objeciones del adversario a dichos argumentos. La ironía da por
verdadera y seria una afirmación evidentemente falsa; tiene como finalidad reprochar algo al
interlocutor, o hacerle partícipe de la burla o indignación del autor.

6.  Una buena introducción para hacer significativo el proceso, contribuye a captar la aprobación del
otro. La comprensión hace posible cualquier forma de conocimiento.  

7.  El orden de los argumentos es un factor esencial. En beneficio del mismo, se evitarán las
divagaciones, que podrían entorpecer la comprensión. Los argumentos más sólidos se deben incluir al
final.

8.  La conclusión debe tener fuerza e interés para ganar la complacencia del auditorio.

9.  Emplear el lenguaje de forma adecuada, concisa y clara, sin renunciar a la ayuda que pueden
proporcionar los recursos literarios. Es indudable que un texto debidamente fragmentado en párrafos
es más fácilmente interpretado y asimilado que un texto indiviso.

10. Si la exposición es oral, conviene memorizar de modo general el texto para producir una buena
impresión de seguridad en los oyentes.

Técnicas argumentativas
1. Relación de causa/efecto.

2. Citas o argumentos de autoridad.

3. Refranes.

4. Máximas.

5. Ejemplos.

6. Fábulas.

Las REGLAS de una DISCUSIÓN CRÌTICA.


1. "Las partes no deben impedirse unas a otras al presentar puntos de vista o ponerlos en duda".

2.  "Una parte que presenta un punto de vista está obligada a defenderlo si la otra parte le solicita
hacerlo".

3.  “El ataque de una parte en contra de un punto de vista debe referirse al punto de vista que
realmente ha sido presentado por la otra parte".

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4.  "Una parte sólo puede defender su punto de vista presentando una argumentación que esté
relacionada con ese punto de vista".

5.  "Una parte no puede presentar algo falsamente como si fuera una premisa dejada implícita por la
otra parte, ni puede negar una premisa que el mismo ha dejado implícita".

6.  "Una parte no puede presentar falsamente una premisa como si fuera un punto de aceptado, ni
puede negar una premisa que representa un punto de vista aceptado".

7.  "Una parte no puede considerar que un punto de vista ha sido defendido concluyentemente si la
defensa no se ha llevado a cabo por medio de un esquema argumentativo apropiado que se haya
aplicado correctamente".

8.  "En su argumentación las partes sólo pueden usar argumentos que sean lógicamente válidos o que
sean susceptibles de ser validados explicitando una o más premisas implícitas".

9.  "Una defensa fallida de un punto de vista debe tener como resultado que la parte que lo presentó
se retracte de él y una defensa concluyente debe tener como resultado el que la otra parte se retracte
de sus dudas acerca del punto de vista".

10. "Las partes no deben usar formulaciones que resulten insuficientemente claras o confusamente
ambiguas y deben interpretar las formulaciones de la parte contraria tan cuidadosa y tan exactamente
como les sea posible".

Argumentación, comunicación y Falacias. Una perspectiva pragma-dialéctica. Frans Van Esmeren y Rob
Grootendodrst, Santiago de Chile, Ed. de la Univ. Cat. de Chile.  

1) Cerletti – Kohan , “La filosofía en la escuela” 1996, pág. 94

2) Introducción a la Lógica (Eudeba, Buenos Aires, 1962)

3)  Toulmin – “los usos de la argumentación” 1958

Fuente:
PortalFitness.com
http://www.portalfitness.com

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