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Como se ha dicho anteriormente, el bioquímico Joe Dispenza (2005-2007) refiere que al adquirir
una nueva información es posible establecer nuevas conexiones neuronales y desaparecer
aquellas que no utilizamos, ya que el cerebro empieza una reestructuración basada en el
pensamiento, el cual provoca reacciones químicas que pueden conducir a determinados
comportamientos y sensaciones, bien sean positivas o negativas, y que al aprender sobre la
efectividad de dichos pensamientos, es posible reprogramar y desarrollar comportamientos
nuevos en el cerebro. Este autor ratifica que fabricamos sustancias químicas cada vez que
pensamos y que dichas sustancias a su vez nos llevan a sentir cómo estamos pensando; “en el
momento en que empezamos a sentir de la manera en que pensamos, empezamos a pensar de la
manera en que nos sentimos, y eso produce aún más química”
Es por esto que, basados en la imagen inicial dada por el cliente y luego de revisar su situación
personal con cada uno de los miembros de la familia nuclear ( representados a través de las
siluetas), podemos comenzar la reprogramación, con la intención de que la persona visualice la
imagen, la entienda primero, luego visualice el orden familiar y trabaje en ello durante una o dos
semanas, basándose en pensamientos positivos y aceptación ante su familia; con lo cual podrá
interiorizar el nuevo esquema presentado, y crear nuevas redes neuronales que lo lleven a pensar
y sentirse en armonía con estos cambios. Se ha observado que hay clientes que manifiestan
cambios para siguiente sesión, sin embargo, hay otros que requieren de un tiempo mayor, por lo
que en definitiva esto va a depender del ritmo de trabajo de cada quien, así como del compromiso
que tenga con su propio proceso terapéutico.
Veamos ahora las técnicas de reprogramación propuestas. Durante la práctica del trabajo con los
muñequitos, se puede desarrollar tres maneras de iniciar la reprogramación, en la que propongo
nos adaptemos a la situación particular de cada quien y al contexto terapéutico del momento. Es
por esto que me permito describirles cada una de ellas, a fin de que el ayudador implemente la
que considere según su criterio profesional. Lo importante es que inicie un trabajo de
reprogramación a través de la nueva imagen dada con las siluetas, claro está, apoyándose siempre
en el abordaje terapéutico, sin olvidar que se trata solo de un dispositivo terapéutico, no de un
mecanismo para proveer cambios mágicos.
La primera técnica se considera la más práctica de las tres (no por esto la más afectiva). La misma
es implementada con aquellos pacientes que de alguna manera creemos que tienen alguna
resistencia al cambio; Tomando como base la información que el cliente suministró que no
tendrán otro momento terapéutico; cuando no se dispone de mucho tiempo, o sólo como
preámbulo de lo que será la siguiente sesión terapéutica.
Luego del trabajo con el cliente, donde se ha reprogramado la nueva imagen interna y le hemos
dado la interpretación de la imagen generada, se le muestra esa imagen de familia estructurada. Y
se le pide que la visualice y la internalice dándole a cada quien su respectivo lugar y se sugiere
crear un anclaje con la entrega de parte del material empleado en la terapia, ya que en este
momento es posible y recomendable ayudar al cliente creando un anclaje físico de esta
distribución, entregándole 4 siluetas que sustituyan las anteriores (de igual color y quizás de otro
material como papel o goma), para que las coloque en un lugar visible en su casa u oficina y así
permitirle continuar con el trabajo de manera visual, apoyándose además en afirmaciones
positivas que lo conduzca a la reprogramación de sus pensamientos, lo cual se apoya en lo
expuesto anteriormente: lo que experimentamos por medio de nuestros sentidos, se convierte en
aquello en lo que podemos basarnos para formular y fortalecer nuestras conexiones.
Por lo que se busca con esto que el paciente mantenga la imagen estructurada de la familia en la
que cada miembro ocupa su lugar, lo cual le permite llevar este orden a su estructura interna para
hacerla cada vez más consciente. Si se considera que no habrá otro momento terapéutico o que
pasará un tiempo antes de continuar con el mismo, se puede dejar el trabajo hasta este punto. Si
por el contrario, se considera que habrá una continuidad, es recomendable se concluya la sesión
con la distribución dada por la persona, interpretándola sin mostrarle el orden familiar. Con esto
se mueve al paciente emocionalmente y se le permite el insight sobre el porqué de su
comportamiento o patrón de conducta. En la siguiente sesión se puede retomar la gráfica dada
por este, seguir el análisis terapéutico y reestructurar el orden familiar.
Cerrando procesos.
“Papá / Mamá / hermano, ahora entiendo que lo que hiciste, lo hiciste porque no tenías otras
herramientas o conocimientos diferentes para hacerlo, lo hiciste desde tu nivel de conciencia. O
“papá / mamá / hermano, te honro por lo que me hiciste y me honro por haberlo permitido,
porque siendo un(a) niño(a) no tenía la fortaleza / sabiduría / madurez / herramientas para
entenderlo o defenderme de esto.
Es muy probable que el paciente se sienta removido ante esta situación, con lo que se busca que
luego que drene dichas emociones pueda ahora reconciliarse con la figura que visualiza al frente.
Luego de esto se repite la misma visualización con el otro representante padre / madre / hermano.
Al finalizar, en lo particular les pido a los pacientes que se imaginen a ambos padres al frente de
ellos y les manifiesten:
“papá, mamá, gracias, los honro porque a pesar de todo me dieron lo más importante que
tengo: la vida. Y con ustedes honro a todos los hombres / mujeres en mi vida “, “Ahora entiendo
que esa era su historia y no la mía, por eso hoy me permito apropiarme de mi vida. De ahora en
adelante me permito hacerlo diferente”
Ha sido tan difícil para ti como para mí. Como tú lo hiciste para mí está bien, pero ahora por
favor, dame tu bendición si lo hago diferente.
Luego de esta visualización y reprogramación del lugar de sus padres, se le pide a la persona que
visualice a sus hermanos y les exprese los sentimientos que tiene hacia ellos, al igual que lo hiciera
anteriormente con sus padres. Puede concluir diciendo:
“Hermano(s), ahora recordé que soy tan igual a ti, ni mejor ni peor, solamente iguales y que
todos tenemos un lugar en nuestro sistema.”
Visualizando un camino.
Al finalizar esta actividad, donde la persona se ha permitido desahogarse emocionalmente, les
podemos pedir que se visualicen dando unos pasos delante de su familia (en este momento
podemos adelantar la imagen que los representa, como símbolo de la acción que le sugerimos).
Seguidamente los llevamos a que se imaginen delante de sí un camino tan hermoso como lo
deseen: lleno de colores, paisajes, personas, situaciones…en fin, tan rico y colorido como lo
quieran, con las personas que quieren esperándolos al frente, bien sea su pareja, hijos o las
personas con quienes deseen reconciliarse. Les permitimos un tiempo breve para que puedan
visualizar en detalle lo que deseen. Para finalizar, les indicamos que se permitan quedarse con ese
camino visualizado y ese sentimiento de agrado y tranquilidad con los miembros de su familia.
También le podemos sugerir que afirme lo siguiente:
Me doy permiso para dar un paso hacia adelante, apropiarme de mi historia y vivirla en la
libertad de mi ser.
Para concluir se le puede entregar el anclaje que lo representa a sí mismo y se le puede indicar
que lo cargue consigo o lo coloque en un lugar visible de su casa por unos días, como símbolo
físico para anclar ese momento de reprogramación y de una nueva manera de hacer su historia
(¡en libertad!).
Ante la expresión del sentimiento que se ha venido callando, estamos abriendo un proceso en el
cliente, y lo más probable es que llore con esto, por lo que es conveniente hacerle ver la
importancia de que libere la emoción que lo acompaña y haga catarsis. “Permítete decirles a tus
padres lo que no les has dicho antes, suelta esas emociones, no te quedes con ellas”
Si la persona tiene mucho que decir, puede manifestarlo: “mamá me abandonaste…hoy recordé
que tu abandono (o las circunstancias que sean) me trajo dolor, tristeza, y lo acepto”. Una vez que
acepta las situaciones dadas con su madre le puede decir “mamá, asiento tu vida y el precio que
pagaste”. “me hago libre de ti y te hago libre de mi…te amo…gracias”
Liberando la emoción.
Para lograr hacer el cambio hay que liberar la emoción. Luego que la persona drena las emociones
que tenía ocultas, vamos nuevamente al origen, a la esencia de la familia, y una vez reestructurada
la imagen inicial podemos continuar.
¿Qué le voy a decir a papá y a mamá? “Papá, mamá, los honro, no importa la manera como lo
hayan hecho, lo importante es que gracias a ustedes estoy aquí, ¡los amo!” “Gracias porque a
pesar de todo me dieron la vida”
Así reconoce que no importa la historia que haya vivido, simplemente gracias a ellos estas aquí…
¡eso ya es bastante! Por lo general las personas entran como en un alivio y aceptación y suelen
decir: “bueno, si es verdad, lo más grande que hicieron mis padres fue permitirme estar aquí,
darme la vida”
Si el niño estuvo abandonado o la mamá nunca le prestó atención, ese niño graba en su
inconsciente sentimiento de rabia, abandono, soledad; por lo que entonces lo más probable es
que sea una persona miedosa, insegura o con resentimientos. Una vez identificadas estas
emociones negativas le vamos a permitir que evoque a su niño interno un instante, para sacar
estos sentimientos, luego así como lo exterioriza, le pedimos que se diga a sí mismo guiado por el
ayudador:
“Todo está bien (nombre del paciente) ya no tienes por qué tener miedo, ya no estarás solo,
ahora estoy aquí para cuidarte y amarte”
Hablaremos en presente porque el niño está siempre en presente “no te preocupes, yo te amo,
estoy aquí” Con esto no se espera que la vida cambie, sólo que la persona comience a crear una
alineación positiva hacia su interioridad, y las cosas comiencen a estructurarse de manera
ordenada y adecuada, ya que ha estructurado a su familia dentro de sí. Luego podremos seguir
con los hermanos.
Tanto hombres como mujeres de ahora en adelante son quienes van a elegir qué lugar van a
ocupar: esposos, amigos, compañeros, novios…Esto ya es elección de cada quien, lo importante es
que tienen un lugar y que más nunca lo van a dejar vació. Serán ellos quienes elijan
conscientemente cual ocuparán de ahora en adelante.
Como resultado del trabajo logrado se busca que la persona entre en un estado de comprensión
de sus maneras de relacionarse, de lo que venía repitiendo por tanto tiempo, para pueda así
hacerse libre de esto de sus problemas, para que entienda y pueda decir: “¡si, es verdad, esa parte
no la recordaba! “ Y pueda ahora empezar a tomar el control de su vida con mayor conciencia.
Reitero que con esto no se busca un cambio mágico en la persona, sin embargo es posible ver
actitudes positivas y conductas favorables en corto tiempo. También hay que tener presente que,
como todo proceso terapéutico, no todos los pacientes presentan los mismos ritmos de avance en
la resolución de sus conflictos.