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CÉDULA DE
NOTIFICACIÓN
20000034849521
20000034849521
TRIBUNAL: JUZGADO FEDERAL DE ROSARIO 3, SITO EN
4889/2020 A N N N
N° ORDEN EXPTE. N° ZONA FUERO JUZGADO SECRET. COPIAS PERSONAL OBSERV.
1
artículos previstos en el Código Procesal Penal Federal que no resulten
incompatibles con el sistema procesal establecido en la Ley N° 23.984, y
que permiten un mayor goce de las garantías constitucionales para todos los
justiciables de manera uniforme en todo el territorio nacional”. Y,
específicamente con respecto a la coerción personal, se consideró: “…Que la
inmediata vigencia de las normas que fijan en qué supuestos concretos la ley
autoriza a presumir el peligro de fuga y/o de entorpecimiento - artículos 221 y
222- y de aquella que fija el catálogo de medidas de coerción a las que puede
recurrirse frente a tales supuestos y el grado de progresividad y jerarquía
existente entre ellas –artículo 210-, evitará situaciones de desigualdad entre los
justiciables en las jurisdicciones en las que se aplica el Código Procesal Penal
Federal y aquellas en las que aún no se haya implementado integralmente. |
Que la aplicación de estas pautas a los procesos en trámite bajo la ley
23.984 no encuentra impedimento, pues no afecta en modo alguno el
sistema y orden de los pasos procesales fijados por esa ley para arribar al
dictado de una decisión definitiva, ni altera los roles funcionales que esa ley le
asigna a cada uno de los órganos en el proceso…” (los destacados me
pertenecen).
A ello debe sumársele que constituye una doctrina pacífica de
la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la tarea hermenéutica que, para
la validez de la interpretación de la ley, no se le debe dar un sentido que
ponga en pugna sus disposiciones, sino el que las concilie y conduzca a una
integral armonización de sus preceptos (Fallos: 313:1149; 327:769) y que
este propósito no puede ser obviado por los jueces con motivo de las posibles
imperfecciones técnicas en la redacción del texto legal, las que deben ser
superadas en procura de una aplicación racional (Fallos: 306:940; 312:802).
Por lo tanto, a mi entender, hasta tanto se implemente
integralmente el sistema procesal fijado por el Código Procesal Penal Federal
en esta Jurisdicción Federal Rosario, las normas de los arts. 221, 222 y 210
del Código Procesal Penal Federal, implementadas por la Resolución N°
2/2019 de la Comisión Bicameral de Monitoreo e Implementación del Nuevo
Código Procesal Penal Federal, coexisten -en tanto puedan ser armonizadas
de modo coherente- con las propias del Código Procesal Penal de la Nación
que resultan de aplicación al caso (arts. 5 de la ley 27.063 y 2 del Código Civil
y Comercial de la Nación).
II.2.- Por otra parte, se debe tener presente que el derecho a
permanecer en libertad durante la tramitación de un proceso penal (arts. 18
de la CN, 7.5 y 8.2 de la CADH, 9.3 y 14.2 del PIDCyP) no constituye una regla
absoluta, y que las disposiciones legales aplicables –que citaré más adelante-
constituyen una razonable reglamentación de ese derecho.
Que, sumado a ello, en este caso se encuentra comprometida la
responsabilidad internacional del Estado argentino, que debe garantizar el
juzgamiento y la punición de los hechos de narcotráfico, de acuerdo con el
derecho internacional vinculante para nuestro país. Concretamente, la
“Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de
Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas” (aprobada por ley 24.072), que
reafirman que debe rechazarse el pedido de excarcelación del imputado.
II.3.- A lo dicho debe sumarse la implementación de los arts.
221, 222 y 210 del Código Procesal Penal Federal, a la que ya hiciera
referencia.
En ese sentido, la Comisión Bicameral de Monitoreo e
Implementación del Nuevo Código Procesal Penal Federal en su Resolución
N° 2/2019 consideró que: “…este HONORABLE CONGRESO DE LA NACIÓN, (…)
fijó pautas concretas para regular las restricciones a la libertad durante el
proceso (…), permitiendo tal restricción en caso de que exista peligro de fuga o
de entorpecimiento. A su vez, y a fin de regular de forma precisa y concreta
frente a qué circunstancias fácticas verificadas en el proceso se podría presumir
ese riesgo, efectuó luego una descripción precisa y circunstanciada de estos
supuestos en los artículos 221 y 222 de ese Código Procesal Penal Federal.
Adicionalmente se fijó en el artículo 210 un minucioso y detallado catálogo de
medidas de coerción personal a las que se puede recurrir para el
aseguramiento del proceso ante los supuestos descriptos en los artículos 221 y
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222 citados, estableciendo normativamente un grado de progresividad y
jerarquía de estas medidas que el juzgador debe contemplar en todos los
casos…”.
II.4.- Así, de las constancias a las que pudo acceder en tiempo
útil esta Fiscalía en el limitadísimo plazo para expedirse al respecto (arts.
331, segundo párrafo, y 163 del CPPN), no se advierte -al menos por el
momento- la existencia de indicios (circunstancias fácticas verificadas en el
proceso) que justifican la grave sospecha de la existencia de peligro o riesgo
de entorpecimiento de la investigación en el proceso por parte del imputado
(art. 222 del CPPF).
II.5.- Con respecto al peligro de fuga del imputado, éste puede
tenerse por acreditado, en tanto se verifica la existencia de varias de las
pautas previstas por el art. 221 del Código Procesal Penal Federal para
presumir su existencia –que serán abordadas seguida y separadamente- y
que deben motivar, en mi opinión, la denegatoria de la excarcelación
peticionada.
Así con respecto al: “Arraigo, determinado por el domicilio,
residencia habitual, asiento de la familia y de sus negocios o trabajo, y las
facilidades para abandonar el país o permanecer oculto;” (art. 221 inc.
“a” del CPPF).
Debe tenerse en cuenta que hasta el momento no se ha
incorporado a la presente causa información fehaciente acerca de los
vínculos personales o familiares del imputado (dice expresamente el
defensor que carece de contención familiar alguna), ni del modo en que el
mismo se gana lícitamente la vida, ni otra información que evidencie arraigo
y autorice a pronosticar que se mantendrá sujeto a los resultados del
proceso. Ni siquiera se recibió el informe del Registro Nacional de
Reincidencia o la plantilla prontuarial del imputado.
No obstante ello, en primer lugar es menester indicar que
desde el inicio de la causa el imputado ha sido reticente a indicar cuál es su
verdadero domicilio. Cuando fue detenido el Sr. WEBEKE respondió con
evasivas por lo que en el parte preventivo 133/2020 se informó el que surgía
de su DNI, el cual difiere con el aportado al momento de prestar declaración
indagatoria: el de su DNI es el ubicado en Jujuy 4046 de Santa Fe Capital y
el aportado es el sito en San José 10400 del Barrio Favoloro, de la ciudad
de Santa Fe Capital. Abundado, el lugar donde pretende cumplir la prisión
domiciliaria es también distinto a estos dos siendo este el de Pavón 2838 de
la ciudad de Santa Fe.
Además, del análisis de las constancias acompañadas por la
defensa surgen otros domicilios, como ser el de Oroño 516 de Santa Fe
Capital (informe con fecha 12/12/2018) y el de 9 de Julio 3020 de Santa Fe
Capital (actuación notarial del 12/03/2014) pero ese mismo año existe una
constatación judicial del 21/05/2014 que indica que ya no vive en el mismo.
Del informe ambiental realizado en los presentes no surge
información que sea de interés puesto que el imputado NO VIVE EN DICHO
DOMICILIO y el entrevistado sabe poco y anda de él.
En conclusión, lejos está de haberse demostrado arraigo, lo que
determina también el peligro de fuga.
Por otra parte, con relación a: “Las circunstancias y
naturaleza del hecho, la pena que se espera como resultado del
procedimiento, la imposibilidad de condenación condicional, la
constatación de detenciones previas, y la posibilidad de declaración de
reincidencia por delitos dolosos;” (art. 221 inc. “b” del CPPF).
A los fines del análisis de esta pauta, resulta que la conducta de
WEBEKE fue calificada provisoriamente como coautor del delito de tráfico de
estupefacientes en la modalidad de tenencia del mismo con fines de
comercio, hecho calificado dentro de las previsiones del art. 5 inc. “c” de la ley
23.737 (art. 318 del CPPN).
Además, también surge de las actuaciones que el imputado fue
detenido con una enorme cantidad de estupefacientes (casi 5 kilogramos de
cocaína) lo que da cuenta que el mismo seguramente comercializaba la droga
en cuestión, por lo cual la duración de su encerramiento cautelar no excede lo
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razonable de acuerdo al grave delito que se le imputa y tampoco sobrepasa la
pauta temporal prevista por el art. 1° de la ley 24.390.
A ello debe sumarse –conforme surge de las actuaciones
elevadas al expte. principal mediante el sistema lex 100- que en el domicilio
que el imputado aportó en su indagatoria como su lugar de residencia (San
José 10462 –en la indagatoria dijo 10400- del Barrio Favoloro, de la
ciudad de Santa Fe Capital) la justicia federal de dicha ciudad secuestró
documentación que lo ligan al mismo y 494 gramos de cocaína el
08/04/2020.
En consecuencia, las circunstancias del hecho autorizan a
presumir la futura imposición de una pena de prisión grave como resultado
del proceso, como así también la imposibilidad de condenación condicional,
ya que el mínimo de la pena contemplada en abstracto para el delito de que
se trata excede los tres años de prisión (arts. 26 del CP y 5 de la ley 23.737).
Por último, debe apreciarse: “El comportamiento del
imputado durante el procedimiento en cuestión, otro anterior o que se
encuentre en trámite; en particular, si incurrió en rebeldía o si ocultó o
proporcionó falsa información sobre su identidad o domicilio, en la
medida en que cualquiera de estas circunstancias permitan presumir que
no se someterá a la persecución penal.” (art. 221 inc. “c” del CPPF).
En tal sentido también es necesario traer a colación lo señalado
anteriormente, en cuanto a que el imputado se negó a brindar su
domicilio al momento de ser detenido, seguramente porque en el mismo
tenía la señalada cantidad de estupefaciente que luego fue secuestrado en el
marco de la causa FRO 33835/19.
II.6.- En lo que respecta al marco de emergencia por la
pandemia mundial COVID19, debe señalarse que, hasta ahora no se verifican
contagios en las cárceles de nuestro país.
En el caso de que eso si sucediera en algún momento, “el virus
no debería circular en la prisión si se cumple con las medidas adecuadas de
profilaxis, tal como se desprende de lo informado en la presente causa, en
relación a que las autoridades del Servicio Penitenciario Federal tomaron
medidas sanitarias a tales fines” (CAMARA FEDERAL DE ROSARIO – SALA B
Ac. P./Int. Rosario, 2 de abril de 2020. “Incidente de prisión domiciliaria de
PAZ, Luis Alberto en autos PAZ, Luis Alberto s/ infracción ley 23737”, nro.
FRO 48363/2017/15/CA6.O).
Por otro lado, en su pedido de morigeración de prisión solicita
su detención domiciliaria y el domicilio del encartado se encuentra sito en la
provincia de Santa Fe, en la cual se reportaron numerosos casos de
coronavirus (es una de las tres provincias con mayores contagios del país) y
padece circulación comunitaria del virus y asimismo para que se pueda
efectivizar la pretendida morigeración de la prisión, debe efectuarse el
traslado lo que claramente aumenta de forma considerable las posibilidades
de contagio.
En relación a esta cuestión, es de público conocimiento que
conforme las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud se ha
dispuesto una cuarentena obligatoria tendiente a evitar precisamente la
circulación de personas, atento que ello acelera la transmisión del virus.
Abundando, el informe de la Dra. FLORENCIA OLIVIERI (Medica de
la Excelentísima Cámara Federal de Rosario) señala expresamente que “Por
lo que concluyo en base a la observación de datos escritos presentados y bajo
la perspectiva médico legal sobre lo solicitado “realice el informe previsto en el
art 33 de la ley 24.660”, que el Sr. WEBEKE REINALDO ARSENIO cursa con
enfermedades crónicas tratables con medicación farmacológica, dieta y
ejercicio físico, que no revisten gravedad ante el cumplimiento del tratamiento,
por lo que no se observan impedimentos para su permanencia en el alojamiento
carcelario, mientras cumpla con el tratamiento médico.”
En virtud de lo expuesto entiendo que la pandemia o las
enfermedades del imputado no son un argumento válido para solicitar la
excarcelación o prisión domiciliaria del mismo.
II.7.- Compromisos internacionales: Trascendiendo las
cuestiones hasta aquí reseñadas, no pueden dejar de mencionarse en el
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análisis que aquí se realiza, las obligaciones de derecho internacional que ha
asumido el Estado Argentino en la investigación y enjuiciamiento de delitos
emparentados con la criminalidad organizada, en el caso concreto la
narcocriminalidad.
Ciertamente, en causas ligadas a esta especial forma de
criminalidad, los jueces deben tener un especial deber de cuidado, en tanto
debe garantizarse el efectivo juzgamiento de quienes son imputados por
delitos tan graves como el investigado en las actuaciones principales, lo cual
constituye “un parámetro al que debe atenderse al momento de resolverse
sobre la procedencia del beneficio de que se trata y la ratificación por parte del
Estado Argentino de la Convención de Naciones Unidas contra el tráfico de
estupefacientes y sustancias psicotrópicas impone la necesidad de tener en
cuenta el singular daño social que generan estos delitos y el crecimiento de
tales actividades criminales de extrema potencialidad lesiva para el cuerpo
social” (CNCP, Sala III, causa n° 11.502, “MIÑO, JUAN RAMIRO s/recurso de
casación”, rta. el 05/11/09).
En tal sentido la Convención de 1988 establece en su artículo
3.9 la obligación de los Estados partes de adoptar “medidas adecuadas,
conforme a lo previsto en su propio ordenamiento jurídico, para que la persona
que haya sido acusada o declarada culpable de alguno de los delitos tipificados
de conformidad con el párrafo 1 del presente artículo, que se encuentre en el
territorio de dicha Parte, comparezca en el proceso penal correspondiente…”;
criterio receptado también por el artículo 11.3 de la Convención de las
Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional.
Estos compromisos también deben guiar las decisiones
judiciales para evitar la responsabilidad internacional del Estado argentino
pues, como ha señalado la CIDH “el Estado es responsable por los actos del
Poder Judicial aún en los casos en los que actúe más allá de su autoridad,
independientemente de la postura de sus otros órganos; si bien internamente
los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial son distintos e independientes, todos
ellos conforman una unidad indivisible y por lo mismo el Estado debe asumir la
responsabilidad internacional por los actos de los órganos del poder público
que transgredan los compromisos internacionales” (Corte IDH. Caso “La Última
Tentación de Cristo“(OLMEDO BUSTOS y otros Vs. Chile. Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 5/02/ 2001. Serie C No. 73. Apartado 61 i).
En síntesis, estos compromisos internacionales asumidos por el
Estado Nacional no serían posibles de cumplir si se exime de prisión a
aquellos que se encuentran siendo investigados por infracciones a la ley
23.737 y que por la gravedad del delito, la pena que se les atribuye y demás
circunstancias analizadas existen los llamados riesgos procesales.
II.8.- En definitiva, esta Fiscalía Federal entiende que,
habiéndose constatado la existencia de varias de las pautas legales referidas
(art. 221, CPPF) de acuerdo a la motivación realizada, éstas autorizan a
presumir el peligro de fuga por parte del imputado y que éste resulta grave.
Que, en su consecuencia, resulta adecuado -en este caso
concreto y con carácter excepcional-, para los altos fines del proceso y a su
anclaje constitucional de “afianzar la justicia” (preámbulo CN), que REINALDO
ARSENIO WEBEKE se mantenga cautelar y provisionalmente en prisión
preventiva (arts. 280 del CPPN y 221 y 210 inc. “k” del CPPF). Ello así, para
conculcar el peligro de fuga, asegurar el curso del proceso -especialmente la
realización del juicio- y, en su caso, la aplicación de la ley sustantiva.
III.- Petición:
Tenga por contestada la vista corrida de acuerdo a los
fundamentos más arriba expuestos, denegándose la excarcelación
peticionada.-
Fiscalía Federal N° 2, 20 de abril de 2020.
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cada caso. Así se puede afirmar que dicha enumeración gradúa
de menor a mayor las medidas a tomar culminando en el inc. j)
con la imposición de la prisión preventiva en caso de que las
medidas anteriores no fueren suficientes para asegurar los
fines indicados.
La finalidad de las disposiciones citadas, es
morigerar las consecuencias de la prisión preventiva, en este
sentido, prestigiosa doctrina, afirma que: “…la Corte ha
sostenido claros criterios sobre su provisionalidad y sobre
la necesidad de revisiones periódicas, una interpretación
superadora del problema que se plantea frente a los
principios de necesidad y proporcionalidad que limitan la
consecución de los fines legítimos de evitar la fuga o el
entorpecimiento de la investigación” (Código Procesal Penal
ley 27.063 – Análisis doctrinario y jurisprudencial Roberto
Daray, primera edición, editorial Hammurabbi,2019, pág. 100),
es decir que atento la existencia de esta nueva normativa es
necesario hacer una revisión de la prisión preventiva del
imputado a fin de ver la posibilidad de otorgar alguno de los
nuevos institutos que morigeren proporcionalmente las
consecuencias de la misma y que proporcione la seguridad de
la consecución de los fines del proceso.
II. A la luz de esta nueva modificación
normativa, debemos realizar un examen de la cuestión para
determinar si en el caso particular de Reinaldo Arsenio
Webeke se dan los supuestos establecidos en los arts. 211 y
222 del nuevo Código Procesal Penal Federal.
En el presente caso, si bien se encuentra
acreditado con el informe ambiental practicado en este
incidente que el imputado tiene arraigo –compuesto por
domicilio fijo en el que convive con un amigo y un ingreso
fijo como pensionado- y que del informe del Registro Nacional
de Reincidencia surge que no tiene antecedente penales de
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Poder Judicial de la Nación
JUZGADO FEDERAL DE ROSARIO 3 - SECRETARIA A
FRO 4889/2020/1
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Por otro lado, en cuanto a la prisión
domiciliaria solicitada en forma subsidiaria, la Dra.
Florencia Olivieri, Médica del Gabinete Psicofísico y Social
de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, en el informe
previsto del art. 33 de la ley 24.660 luego de un examen de
los estudios médicos aportados por la defensa, concluye “…
que el Sr. Reinaldo Arsenio Webeke cursa enfermedades
crónicas tratables con medicación farmacológica, dieta y
ejercicio físico, que no revisten gravedad ante el
cumplimiento del tratamiento, por lo que no se observan
impedimentos para su permanencia en el alojamiento
carcelario, mientras cumpla con el tratamiento médico”.
Así, estando en vigencia los arts. 210,
221/222 del CPPF teniendo en cuenta todo lo hasta aquí
apuntado, hace necesario la aplicación de la medida
establecida en el art. 210 inc. j) del Código mencionado ya
que los otros supuestos no son suficientes para asegurar los
fines de este proceso.
Por lo expuesto precedentemente, considero
que corresponde denegar la prisión domiciliaria solicitada en
forma subsidiaria por la defensa de Reinaldo Arsenio Webeke.
Por ello,
SE RESUELVE:
Denegar los pedidos de excarcelación y
prisión domiciliaria subsidiaria solicitados en favor de
REINALDO ARSENIO WEBEKE DNI. NRO. 30.166.067, conforme art.
316 y 317 del C.P.P.N.; 210, 221 y 222 del C.P.P.F.
Insértese y hágase saber.
MCC
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