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DISEÑO Y PRODUCCIÓN MUSICAL

La música se compara a la arquitectura, las dos son arte, comienzan con una hoja en
blanco, salen de la mente y del corazón y las dos se ven construidas. La música al igual
que el diseño se estructura de la misma manera teniendo una base, guías y conceptos,
puede tener espacios blancos, inclusive denotar colores. Un tema musical con un mal
concepto de forma y fondo y un mal diseño, termina siendo un tema que no queda en el
oído y mucho menos en la mente humana. Para poder comprender lo que es diseño
musical antes debemos repasar ciertos aspectos básicos que se describen a continuación:
La inspiración y la espiritualidad del arte musical se han desarrollado desde sus orígenes
con la limitación de una serie de normas y variables, que en su conjunto constituyen la
multiforme y global disciplina de la composición musical. Las técnicas compositivas, que a
lo largo de la historia han experimentado variaciones de toda índole, representan, pues, la
base estructural de la creación musical.
El término composición musical agrupa todas las facetas del arte de crear y reproducir
sobre partitura cualquier tipo de obra musical. En su ámbito se encuadran los
compositores, de quienes se presupone un completo conocimiento de todas las disciplinas
que conforman el mundo de la música, así como un desarrollado grado de sensibilidad e
inspiración musicales.
Elementos compositivos
Dentro de la composición musical destaca por su importancia la adecuada elección de la
escala de sonidos que se desea utilizar. Tal determinación condiciona la sucesión de
sonidos susceptibles de medida que intervienen en la creación musical.
El acto creativo de una pieza musical consiste en la reunión lógica y ordenada de una serie
de sonidos y tonos que combinados producen lo que los oídos perciben como sonido
musical. Así, los sonidos ideados por el autor, unidos sucesivamente, conforman una
melodía que, al variar alguno de los elementos que la integran, da lugar a una
modificación estructural. Ésta, a su vez, produce una nueva composición, diferente de la
anterior en sonido y tonalidad.
La armonía, el compás, el ritmo y la instrumentación de las composiciones conforman,
junto con la melodía, la esencia de la creación musical. Cada uno de estos aspectos ha de
considerarse en función de los otros, complementándose y engarzando toda su precisión
en un cuerpo único. De no ser así, la obra deseada nunca tendrá la estructura ni la forma
requerida por el compositor, cuya inspiración es el origen del correcto orden de las notas
empleadas. La melodía queda definida por una serie de notas encadenadas elegidas entre
la notación de la escala aceptada como convención dentro del lenguaje musical. La
utilización de las mismas escalas por parte de los compositores constituyó un hito en la
evolución cultural de la música. La importancia de tal unificación de criterio resulta
evidente, ya que, si cada creador imaginara y compusiera con escalas diferentes, el
resultado no sería inteligible por los demás.
Para que la expresión musical sea perfecta, la melodía tiene que acompañarse de la
armonía; esta disciplina musical permite, con la lectura vertical de los acordes empleados,
la reunión de diversos sonidos simultáneos, lo que amplía de modo notable el campo de
posibilidades acústicas abierto al compositor.
De la cabal e inteligente combinación de la ciencia de la armonía, del sentido elegante de
los compases y de la belleza de la melodías usadas surge, con la fuerza intempestuosa de
la razón, el verdadero genio musical.
La variante temporal de la creación la constituyen el compás y el ritmo, elementos sin los
cuales el tiempo no tendría cabida en el ámbito de la música, lo que representaría una
contradicción, ya que, obviamente, toda expresión musical requiere de modo inevitable
una situación espacial y temporal. El compás es el factor compositivo encargado de
marcar el tiempo de las frases que originan la pieza creada y de situar la secuencia en el
orden del tiempo elegido por el autor. Como pausa regular, el compás es el agente
primero y motor que permite, en principio, diferenciar los distintos fragmentos de la
creación en las partituras de las composiciones musicales. Por su parte, el ritmo ha de
regular la relación que guardan entre sí los tiempos de los diferentes movimientos y
fragmentos integrantes de la composición.
El acto compositivo resulta impensable sin las medidas que el compás conlleva, pero es
igualmente inimaginable sin la instrumentación de las armónicas melodías de las piezas.
La elección de los instrumentos constituye un aspecto fundamental al elaborar el sonido
perfecto de las creaciones, ya que aquéllos presentan diferentes tonos según sean de la
familia de las cuerdas, los llamados cordófonos, de viento o aerófonos y de percusión,
también llamados idiófonos y membranófonos.
Entre la pieza ideada y los instrumentos elegidos para ejecutarla tiene que existir una
clara correspondencia, de modo que el sonido deseado no se altere bajo ningún concepto,
como consecuencia de una eventual incorrección en la elección de los mismos.
Principios de la composición musical
Componer es pintar con el aire. Los sonidos se mueven en el aire conformando la paleta
sonora del compositor. Las vibraciones buscan la complicidad con la emoción del oyente y
la expresión intima de un lenguaje personal, en un instante entre el recuerdo del pasado y
el futuro que se intuye. El arte de la composición es una disciplina, buena parte de la cual
presenta un carácter científico y técnico, y requiere un conocimiento especializado y
profundo de la totalidad de las ramas que integran el arte de la música. Por otro lado
también tiene un carácter creativo que dependerá del genio creador del artista, lo que
permitirá que la pieza musical realizada puede alcanzar niveles ilimitados de perfección y
sensibilidad.
LA CREATIVIDAD
La creatividad es un subconjunto de la inteligencia, formado por aquellas funciones que
facilitan la creación, diseño, invención, imaginación, etc. de nuevos conceptos o ideas. Se
dice que la creatividad es una función del lado derecho del cerebro humano, de donde el
lado izquierdo produce una idea lógica y el derecho la moldea, pero para que esto suceda
se debe activar o motivar a usar el lado derecho de nuestro cerebro, haciendo actividades
que este lado controla, algunas de estas actividades son: caminar, correr, escuchar
música, dibujar, hacer manualidades o pintar, reír, no hacer nada, reflexionar, romper con
la rutina en las cosas que cotidianamente hacemos.
LA INSPIRACIÓN:
Es el efecto de sentir del artista que le hace producir espontáneamente y como sin
esfuerzo. La inspiración es el momento preciso en que la mente sin ataduras imagina.
Existen ciertas barreras que nos bloquean y limitan nuestra capacidad de inspirarnos:
 El pensamiento lógico.
 Seguir las reglas.
 Querer ser práctico.
 Tratar de encontrar la respuesta correcta a todo.
 Auto limitarse con expresiones como no soy creativo, etc.
FORMAS MUSICALES
Las formas musicales son abstracciones teóricas que permiten, desde el punto de vista de
la estética y la musicología, analizar la estructura global de una composición. En un plano
más amplio, se incluyen dentro de las formas musicales las variedades de una clasificación
tipológica de las obras en función de sus características técnicas y de origen, llamadas
géneros.
Formas musicales libres
Son las expresiones musicales que no están sujetas a estructuras definidas ni
predeterminadas.
Formas musicales organizadas
Estas se refieren a la confluencia de letra y melodía de una canción. Hay canciones que
constan de varias estrofas, la combinación de ellas y su melodía hace que las
composiciones musicales se clasifiquen en: forma A, forma AB, forma ABA, y forma
RONDÓ.

LA COMPOSICIÓN Y LA PRODUCCIÓN DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA

La Producción Musical: Es el conjunto de todos los elementos y procesos que


determinan la forma final de una pieza musical en el ámbito de la industria discográfica.
En la industria musical, un productor musical juega varios papeles, como controlar las
sesiones de grabación, el instruir y el guiar a los intérpretes, reunir las ideas del proyecto,
dirigir la creatividad y el supervisar la grabación, la mezcla, y el proceso de masterización.
El papel del productor es esencial ya no para el mero éxito, sino para la calidad de un
tema, en la música un productor es como en el cine es el director.
El primer paso para iniciar una producción musical es componer las canciones, donde la
presencia del productor musical no es indispensable, pero sí es bueno que, una vez
creadas por el o los artistas, éstas sean escuchadas detenidamente por él. Muy
seguramente el productor encontrará virtudes y defectos a cada canción y buscará
adecuar o arreglar los temas a fin de que tengan mejores posibilidades comerciales y de
éxito radial, igualmente tendrá en cuenta la identidad del artista y el modo de potenciarla
mejor a través del sonido.

PROCESOS EN LA PRODUCCIÓN MUSICAL.


Desde siempre, pero actualmente con más intensidad, los músicos compositores disponen
de muchas posibilidades a la hora de concretar su propuesta musical. Aun teniendo ideas
claras sobre lo que se quiere expresar y cómo se quiere que suene, entre la idea inicial y
el resultado final hallamos un espacio ocupado por el proceso de la Producción Musical.
Desde lo procedimental, la producción musical puede clasificarse en tres etapas
actualmente bien definidas. Estas son las etapas de Pre-producción, producción en estudio
y post-producción.
La fase de preproducción
El proceso de producción musical empieza en el momento en el que el productor recibe la
propuesta musical, ya sea en formato de audio o en partitura. En ese momento comienza
la fase de preproducción.
Durante la preproducción el productor debe estar en contacto directo con el compositor
y los músicos implicados, ya que esta fase tiene casi totalmente un carácter artístico. En
este momento es cuando se decide que temas compondrán la producción discográfica,
que arreglos musicales son necesarios y que músicos intervendrán en la producción. Sin
embargo, aunque como hemos dicho, la preproducción tiene una gran carga artística, el
productor va a tener también que decidir sobre aspectos técnicos y financieros.
El productor, en función de la forma que quiere que tenga la obra finalizada va a tener que
decidir que ingenieros va a emplear en la producción, con qué instrumentos va a tener
que contar en las sesiones de grabación y en que estudios se va a desarrollar la grabación,
la mezcla y la masterización. Además el productor debe planificar todo el proceso de
producción y lo que se va a tener que invertir para realizar la producción. Para ello deberá
definir los calendarios y los costes que se necesita cubrir al iniciar la etapa de producción.
En el momento en el que se termine la preproducción, el productor debe tener todo listo
para entrar a grabar en el estudio o estudios elegidos. Durante el proceso de
preproducción se suelen realizar una serie de grabaciones llamadas maquetas. Estas
grabaciones no tienen que tener una gran calidad sonora ni musical, de hecho se suelen
componer de primeras tomas sin revisar, las cuales se usan para determinar todas las
pistas que se van a grabar durante la fase de producción y para valorar de forma objetiva
todos los arreglos musicales que se han introducido durante la preproducción. En algunas
ocasiones estas maquetas se graban y se mezclan en salas especializadas dentro de los
mismos estudios donde se va a realizar la grabación de la obra musical o se realizan en
pequeños estudios situados en la zona geográfica de origen de los músicos con el fin de
reducir los costes.
La fase de producción
Si la fase de preproducción podemos considerar que va a determinar el 90% de la calidad
artística de la propuesta musical, podemos decir que la fase de producción determina el
90% de la calidad técnica. Básicamente la fase de producción  consiste en registrar los
diferentes instrumentos musicales y elementos que componen la producción musical. Para
que la calidad artística de la obra no se pierda durante la grabación hay que lograr que los
músicos consigan una correcta interpretación musical en todas las tomas. Para ello es muy
importante que las condiciones de trabajo sean las adecuadas, ya que el trabajo en un
estudio de grabación puede llegar a ser muy estresante y cualquier contrariedad que sufra
el músico mermará la calidad musical de las pistas grabadas. Por tanto es de vital
importancia que el estudio ofrezca un ambiente de trabajo relajado mediante una estética
adecuada, unas condiciones de temperatura y humedad óptimas, la escucha del retorno
durante la grabación de las tomas debe ser la correcta. También es muy importante que el
trato entre el personal implicado en la grabación sea correcto y que no se dé pie a
tensiones personales que puedan retrasar la producción y echen por tierra la calidad
musical de la obra. Además cualquier problema técnico que pueda surgir debe quedar
subsanado rápidamente para que el músico no pierda la concentración.
Mucha gente subestima la fase de producción alegando aquello de "ya lo arreglamos en
las ediciones, en la mezcla". Esto es un grave error. Por un lado cuando se realizan las
tomas por instrumentos es muy importante que no se hagan las cosas "porque si". Se
debe tener claro donde se quiere llegar con el sonido, para que éste no quede fuera de
lugar.
Por otro lado las interpretaciones son muy importantes. Es un hecho el que durante las
ediciones se corrigen cosas, pero una cosa es corregir y otra crear algo totalmente nuevo
a partir de algo mal interpretado. Hay que tener en cuenta que repetir una toma lleva
poco tiempo, pero editar algo que está mal grabado lleva mucho, con el consiguiente
coste que eso implica. También hay que tener en cuenta que esta fase es la más cara de
todas, ya que hay implicado mucho personal, mucho equipo y diferentes instalaciones.
Por tanto cualquier retraso puede acarrear importantes trastornos financieros, por lo que
es de vital importancia cumplir con toda la planificación proyectada durante la fase de
preproducción.
Como resultado de la fase de producción se obtiene el máster de grabación, el cual suele
ser de gran ''tamaño'' ya que se compone de todas las pistas de todos los temas que
componen la obra musical.
La fase de postproducción
Una vez que se ha realizado la grabación de todas las pistas comienza la última etapa del
proceso de producción musical: la fase de postproducción. Durante esta fase se llevan
a cabo tres procesos fundamentales: las ediciones, la mezcla y la masterización.
El primer paso de la postproducción es la edición de las pistas grabadas. En ella se lleva a
cabo correcciones en tiempo y tono, limpieza de ruidos, elección de las mejores tomas,
secuenciación de las tomas, etc.
Durante el proceso de mezcla se manipulan las pistas del máster de grabación hasta que
se obtiene el sonido deseado en cada tema. Hay que tener en cuenta que si durante el
proceso de grabación lo que importaba era la calidad sonora de cada pista de forma
individual, durante el proceso de mezcla lo que importa es el sonido de cada uno de los
temas de los que se compone la producción de forma independiente. Por tanto habrá que
modificar el sonido de cada una de las pistas que compone un tema hasta alcanzar el
sonido en cada una que contribuya al ambiente sónico que se desea en el tema. Para ello
el ingeniero de mezcla cuenta con todo el arsenal de procesadores que posea el estudio
en el que se realizan las mezclas (ecualizadores, procesadores de dinámica, delays,...).
Como resultado del proceso de mezcla se obtienen los diferentes archivos o grabaciones
en cinta estéreo correspondientes a los temas.
El proceso de masterización tiene como función adecuar el máster de mezcla para su
explotación y difusión comercial. En el proceso de masterización por tanto se modifican las
pistas estéreo correspondiente a cada tema, intentando conseguir que el sonido de la
producción como conjunto de todos los temas tenga un sonido aceptable en cualquier
equipo de reproducción y que haya cohesión, minimizando las diferencias sonoras entre
tema y tema.
La masterización también incluye el montaje final de la producción, definiendo el orden de
los temas, la separación que hay entre ellos, limpiando inicios y finales de los temas y
realizando fades donde los hubiera... Además es ingeniero de mastering es el encargado
de introducir los códigos necesarios para que la obra pueda ser reproducida en cualquier
aparato doméstico. Como resultado se obtiene el máster (aunque en realidad es un
premáster, ya que el máster real lo realizan en la planta duplicadora). Ese premáster es el
soporte que se enviará a la fábrica duplicadora y supone el final del proceso de
producción.
Agentes implicados en cada una de las fases
Fase de preproducción:
1. Compositor
2. Productor
3. Arreglista
4. Técnico del estudio donde se realicen las maquetas
 Fase de producción.
1. Compositor
2. Productor
3. Intérpretes
4. Ingeniero de grabación
5. Asistente de grabación
 Fase de postproducción
1. Productor
2. Técnico de ediciones
3. Ingeniero de mezcla
4. Ingeniero de mastering

RECURSOS TECNOLÓGICOS PARA LA PRODUCCIÓN MUSICAL


Hoy en día, la utilización de medios digitales en la creación, síntesis y producción musical
constituye un recurso infaltable para cualquier rol relacionado con la música. Durante la
grabación, se realiza un proceso de transducción en el cual la señal de audio es
transformada en variaciones de voltaje que pueden almacenarse de distintos modos. En
principio, es se observa la existencia de dos tipos de grabación diametralmente opuestas:
la analógica y la digital. Lo que determina la presencia de una grabación analógica o
digital no es el soporte usado, sino el tipo de señal grabada en él.
Las señales analógicas se llaman así porque son "análogas" a la forma de la señal original.
Es decir, si observásemos la señal acústica original, ésta equivaldría a la señal resultante
(ya sea mecánica, magnética u óptica) en su forma.
Por el contrario, la señal digital se traduce en códigos binarios que ya no tienen forma,
sino que son una mera sucesión de ceros y unos (valores discretos) que, ya nada tienen
que ver con la señal que los ha originado, aunque puedan reproducirla.
A continuación mencionaremos los recursos técnicos actualmente utilizados en una
grabación digital.
 El ordenador.
Un ordenador equipado con el hardware y software necesario puede realizar las
funciones de grabador multipista, editor de audio/MIDI, módulo de sonidos, mesa de
mezclas, sampler, ecualizador y procesador de efectos y dinámica. Aspectos como la
cantidad de RAM, la velocidad de transferencia del disco duro, los tipos de conexión, el
nivel de ruido y las posibilidades de expansión que nos ofrece serán claves para
convertirlo en una estación de trabajo de audio digital.
 La tarjeta de sonido
Es el dispositivo encargado de convertir el audio de entrada al ordenador en datos
digitales y convertir esos datos en una señal analógica de salida para poder
escucharlos. Cualquier ordenador dispone de una, pero suele estar limitada a dos o tres
conexiones en formato minijack y con una calidad muy discreta. La tarjeta ideal a la
hora de
 el software de grabación (DAW)
Un DAW (Digital Audio Workstation). Se trata de un programa que nos permite grabar
audio digital multipista, secuenciar instrumentos virtuales MIDI y aplicar procesos de
dinámica y efectos a las pistas. Actualmente disponemos de muchas alternativas para
iniciarnos y profundizar hasta llegar a niveles profesionales en este tipo de programas.
Elige el que te resulte más práctico y a ser posible en su versión más sencilla. No te
preocupes si no es el más conocido o el que tiene más prestigio a no ser que quieras
trabajar como técnico de sonido en un estudio de grabación profesional. Lo importante
no es el programa, sino lo que haces con él. Todo lo que aprendas te servirá, y mucho,
si más adelante decides iniciarte con otro software.
Estaciones de trabajo de audio digital (DAW)
 Pro Tools (Mac/PC): El estándar en grabación digital y mezcla en estudio
profesional. Uno de los pioneros en cuanto a edición de audio y opciones para post-
producción audiovisual. Actualmente se puede utilizar con cualquier tarjeta de audio
Asio o Core Audio.
 Cubase/Nuendo (Mac/PC): Dos programas de la empresa Steinberg. Cubase
destaca por su trayectoria como secuenciador audio/MIDI para compositores y por la
creación de uno de los protocolos de comunicación más utilizados por instrumentos
y plugins actuales: el VST. Nuendo, por su parte, nos ofrece más posibilidades en
cuanto a audio multicanal y post-producción audiovisual.
 Logic Studio (Mac): Software exclusivo para Mac desde el 2002, momento en que
Apple adquiere Emagic, la empresa que lo desarrolla. Destaca por la calidad de los
instrumentos y efectos que incluye, y las posibilidades que nos ofrece en cuanto a
configuración. Junto a Cubase es uno de los más utilizados por compositores y
productores musicales en home estudio.
 Reaper (Mac/PC): Uno de los más recientes y más prometedores DAWs del
mercado. El software desarrollado por el creador del mítico WinAmp, destaca por
encima del resto en su política de precios con dos tarifas, ambas muy competitivas,
dependiendo del partido profesional que le saques. Un producto de muy alta calidad
a un precio más que asequible. 
 Ableton Live (Mac/PC): El software creado en 2001 revolucionó la forma de
trabajar con loops de audio ofreciendo al usuario una forma práctica e intuitiva de
realizar funciones que en otros programas requerían de más conocimientos
técnicos.
Sin duda es uno de los que más herramientas creativas nos ofrecen tanto para
home estudio como para directo. 
 Digital Performer (Mac): Otra de las alternativas exclusiva para usuarios de la
plataforma de Apple. El software desarrollado por MOTU, uno de los fabricantes más
conocidos de tarjetas de audio, quizás no es tan popular como los tres primeros
pero está a la misma altura que el resto trabajando con audio digital, MIDI y
audiovisual.
 Sonar (PC): Software desarrollado por la compañía Cakewalk. Desde su primera
versión para el sistema operativo DOS en 1987 hasta la actual (Sonar X1), ha
conseguido un gran número de usuarios incondicionales.
 FL Studio (PC): Nació como Fruity Loops, un software secuenciador de batería por
pasos, y fue desarrollando todas las funciones hasta convertirse en una herramienta
completa de producción musical. Hay que destacar su política de actualizaciones
gratuitas tras la compra.
 Studio One (Mac/PC) Una alternativa multiplataforma desarrollada por la compañía
PreSonus. Con unas características totalmente profesionales, en poco tiempo se ha
convertido en una de las opciones a tener en cuenta. Demo de Studio One.
Otros: Adobe Audition (Mac/PC), Mackie Traktion (Mac/PC) demo, ACID
Pro (PC) demo, Orion(PC) demo.
Programas gratuitos (freeware):
 GarageBand (Mac): DAW muy completo, incluido en el sistema operativo de Mac
desde 2004.
 Free ACID Xpress (PC): Versión básica y gratuita del programa ACID. Nos permite
trabajar con loops y grabar audio multipista. Página de descarga
Programas bajo licencia GNU (software libre):
 Audacity (PC/Mac/Linux): Programa gratuito y muy sencillo que nos permite grabar
y editar audio multipista sin llegar a considerarse un DAW. Página de descarga.
 Ardour (Linux/Mac): Software distribuido bajo licencia GNU con todas las funciones
y características de un DAW profesional. La alternativa de código libre para usuarios
de la plataforma Linux. Página de descarga.
 Rosegarden (Linux): Secuenciador Audio/MIDI con editor de partituras, también de
código libre, orientado a compositores. Página de descarga.

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