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La lucha por la supervivencia, a lo largo del tiempo, les permitió optimizar los
recursos vegetales, animales y minerales que la naturaleza ponía a su disposición
en cada región de asentamiento. En épocas prehistóricas su dieta estuvo basada
exclusivamente en productos de la caza, pesca y recolección de plantas y frutos
apropiados.
Con el transcurso del tiempo, el consumo selectivo realizado por grupos humanos
cada vez más numerosos, contribuyó a modificar las condiciones naturales de
diversas especies vegetales. Fue lento y progresivo el proceso, de muchos miles
de años, en los cuales coexistieron la recolección y formas primitivas de
agricultura rudimentaria.
Por evidencias arqueológicas, se sabe que cada una de las civilizaciones que
florecieron en México, tenía distintas características culturales, esto por la
variedad de suelos y climas que en cada una se desarrollaron y por consiguiente
sus alimentos se adaptaban a los recursos naturales propios de cada religión.
La influencia de civilizaciones como la Olmeca, Teotihuacana, Zapoteca, Maya y
Azteca abarcó en algunos casos amplísimos territorios, con esta difusión se
originó un gran comercio así como intercambio de productos en grandes mercados
o “tianguis”.
• Básicos y primarios.
• Semillas.
• Hortalizas.
• Raíces
• Frutos
• Flores
El maíz es una planta muy evolucionada productora de una mazorca cuyo origen
ha recibido mucha atención en los últimos cien años y ha dado lugar a debates
entre los científicos. El maíz ha sido alimento, moneda y religión para el pueblo de
México y, sin embargo, la memoria histórica del origen del maíz parece haber
desaparecido para algunos mexicanos, inclusive hay quienes tienen la idea de que
el maíz proviene de Asia.
Todas las plantas se reproducen solas en la naturaleza, pero el maíz está tan
altamente domesticado que necesita la intervención del hombre para su
sobrevivencia. La ausencia del maíz en estado silvestre se explica por esta
incapacidad de la planta para reproducirse en forma natural. La mazorca, que
concentra ordenadamente las semillas y las protege con una cobertura para
beneficio de los hombres, impide que el maíz pueda dispersar naturalmente sus
semillas para preservarse; son cientos de semillas tan apretadas que si
germinaran al mismo tiempo competirían entre sí hasta aniquilarse. Sin el trabajo
humano, que separa y dispersa las semillas, el maíz desaparecería en corto
tiempo.
El maíz cocido entero, por su parte se emplea en el pozole o en los menudos; los
granos cocidos y molidos se usan en bebidas como el pozol, tejate y atole. Los
granos tostados y molidos se convierten en pinole, y fermentados se emplean para
hacer bebidas alcohólicas como el tesgüino. También se obtienen otros productos
del maíz como aceite y fécula.
Los pueblos mesoamericanos cocieron las semillas ya secas con agua y cal, que
Historia de la Gastronomía Mexicana.
A partir de la misma masa se hicieron los tamales, que se rellenaban de los más
diversos ingredientes y se envolvían en hojas secas o tiernas de mazorca de maíz
o en hojas frescas de la propia planta. Estos tamales se cocían al vapor.
Árbol de cuyo fruto se obtienen los granos que producen el chocolate. El fruto se
denomina mazorca de cacao, puede medir hasta 30 cm. de largo y 10 cm. de
grueso; tiene forma ovoide y su cáscara posee surcos y costillas longitudinales y
rugosas color verde claro, amarillo, rojo o moreno rojizo. A diferencia de otros
frutos, se desarrolla en el tronco y las ramas principales del árbol.
El nombre proviene del náhuatl cacáhuatl, derivado del maya kakaw, fruto rojo y
fuerte, probablemente porque una variedad de cacao es roja y porque se dice que
su consumo fortalecía a los mayas. Su origen se remonta unos 4,000 años en la
América tropical y subtropical. Los primeros registros de la domesticación y
utilización de la semilla procesada para su consumo indican que los responsables,
fueron los mayas quienes hace unos 2,000 años lo utilizaron como alimento y
moneda, por lo que era un símbolo de poder y riqueza. Ellos fueron los primeros
en tostar el grano y quienes desarrollaron la técnica para molerlo para obtener un
polvo que después batían fuertemente con un molinillo. Este conocimiento lo
adquirieron los aztecas, quienes también le tuvieron gran estima, al grado de exigir
cacao como impuesto a los pueblos que dominaban.
Con este nombre se conocen varios frutos que tienen diferentes colores, tamaños
y formas según la variedad a la que pertenezcan o su grado de desarrollo. Desde
siempre ha sido una hortaliza muy importante en la cocina mexicana. Las más
utilizadas son las llamadas calabacita criolla, calabacita italiana, calabaza de
Castilla y calabaza melón.
La gran mayoría de los chiles se comen frescos y secos, con usos gastronómicos
normalmente diferentes; frescos tienen un nombre y secos otro. El chile poblano
se convierte en ancho, el jalapeño en chipotle, el chilaca en pasilla y el bola en
cascabel, entre otros ejemplos.
El frijol fue otro grano de amplio consumo entre los indígenas. Esta leguminosa
actuaba como un importante complemento alimenticio, pues contiene aminoácidos
esenciales de los que carece la planta del maíz. Se consumía cocido en caldo,
como harina, como relleno de tamales y tacos, con chile, hervido con sal y
epazote, preferentemente como relleno de tamales y tacos, acompañado de
chiles, cocido como caldo y en forma de harina. La semilla se podía comer tierna
con todo y la vaina, como ejote. Se hervía con sal de tequezquite y epazote.
Existían numerosas variedades de frijoles; una de ellas el ayocote que se usaba
para elaborar imágenes de dioses.
• Amaranto
indígenas. Este grano es tan rico en calorías y carbohidratos como el maíz, tiene
un mayor contenido de proteínas y resiste sequías y heladas.
De la planta del huautli podían aprovecharse las semillas, hojas, tallo y flores; sin
embargo se requería de cuidados especiales.
Con todo y sus limitaciones, el amaranto fue uno de los cultivos más extendidos
en el centro de México hasta la llegada de los europeos. La forma más común de
prepararlo era molerlo hasta hacer una harina, que después se amasaba con maíz
y miel; esta mezcla se conocía como tzoalli, y se usaba principalmente para
elaborar imágenes de dioses, que luego de ser adoradas se consumían
ritualmente. El amaranto podía comerse tostado y apelmazado con miel de
maguey o tostado y molido a manera de pinole. Con su harina se hacían tortillas y
tamales.
Fruto de una yerba que llaman xaltomatlxihuitl, y puede ser blanco o negro, con
mucho jugo; redonda y muy dulce.
Fruto globoso de forma esférica u ovoide, color verde cuando está fresco y rojo
cuando madura. Su pulpa es jugosa y con numerosas semillas, tiene sabor ácido y
algo dulzón. Muy cultivado y difundido por toda Mesoamérica antes de la llegada
de los españoles, quienes lo introdujeron con gran éxito en la Europa del siglo XVI.
Su nombre proviene del náhuatl xitómatl, de xictli, ombligo y tómatl, tomate, es
decir, tomate con ombligo. Este nombre lo recibía por la cicatriz que deja el
pedúnculo al momento de desprenderse de la planta.
También se conoce como tomate rojo, y en los estados del Golfo y el Sureste lo
llaman tomate; por eso hay que tener cuidado de no confundirlo con el llamado
tomate verde o tomate de cáscara.
Especie de fruto endémico de México. El fruto crece rodeado del cáliz de la flor, y
es pequeño y de color verde. Se emplea en muchas salsas de la cocina mexicana
tradicional. No debe confundirse con los jitomates verdes, es decir, sin madurar,
ya que éstos no son comestibles y pueden llegar a ser tóxicos. El tomate verde es
conocido también como tomatillo, tomate de cáscara, tomate de fresadilla, tomate
milpero o miltomate.
Sus flores son amarillo-verdosas, y sus frutos dan unas vainas de 10 a 20 cm. de
largo, gruesas en la madurez, de color pardo o amarillento. Son bastante dulces y
forman una pasta, que se come, y llaman mezquitamal. La goma del mezquite, o
sea el jugo seco de las ramas, fue, en gránulos o trozos, el copal o incienso que
los indios quemaban y hacían echar humo frente a sus dioses de piedra. De las
florecillas aromáticas, que se agrupan en espigas, se extrae una miel de calidad
especial y alimenticia.
La semilla del Ramón fue usada durante la civilización maya como nuez
comestible. En regiones del oeste de Jalisco se consume desde tiempos remotos
como bebida semejante al café, aunque más nutritiva y sin el poder estimulante de
éste. El fruto también es alimento para varias especies animales.
La semilla puede ser molida para hacer pan. Tostadas y molidas pueden usarse
como sustituto de café. La pulpa del fruto es comestible. La semillas hervidas o
tostadas tienen sabor parecido a las castañas y son muy nutritivas; se comen
solas o con maíz, miel y plátanos.
Esta planta esta asociada con la cultura maya, conocida en la lengua maya como
chay; era consumida desde tiempos inmemoriales en mezcla con maíz y semillas
de calabaza, simulando a un tamal, siendo su propósito el lograr un equilibrio
nutricional a través de este alimento medicinal. Durante varios siglos, constituyó
un alimento primordial en la alimentación maya.
El chayote erizo, también llamado chayote espino, es de color verde oscuro, con
piel gruesa cubierta de espinas en toda la superficie. Es de forma globosa, más
Historia de la Gastronomía Mexicana.
grande que el anterior; comúnmente rebasa los 500g. Su pulpa es de color verde
oscura, ligeramente más clara que la piel; su sabor, delicado, pero con más
carácter que el chayote común. Ambos se utilizan igual: sólo se cuecen en agua
con sal y se comen como verdura.
El chayote amarillo o chayotito blanco, llamado así por su color amarillo pálido, es
un chayote pequeño que no rebasa los 12 cm. de largo. Se vende en los
mercados del centro del país, pero no es muy utilizado en la cocina regional.
Hongo parásito que se desarrolla sobre las mazorcas tiernas y degeneradas del
maíz, aparece como un tumor de forma globosa, grisáceo por fuera y negro en su
interior. Abunda de julio a septiembre, que es la temporada de lluvias en el centro
del país. También se le conoce como huitlacoche, hongo del maíz, papíotl y
pupoiol.
Su nombre se deriva del náhuatl cuítlatl, excremento y, cochtli, dormido, esto es:
excremento dormido. Aunque hoy parezca extraño nombrar así a un alimento,
para los antiguos mexicanos el excremento no era un desecho, sino un destilado
de los alimentos, y por lo tanto podía considerarse como materia útil.
El cuitlacoche es uno de los hongos más gustados para los mexicanos del centro
de país, tal vez el más importante.
Normalmente se consumen las hojas, las ramas, las flores y las semillas del
huauzontle. Aunque como platillo se consume en todo México es más común en el
centro del país, especialmente en los estados de Tlaxcala , en el Estado de
México y el sur del Distrito federal.
• Quelites.
Los indígenas del área llamaron quelites a las hierbas verdes comestibles. Para
clasificarlos, a ese nombre genérico se unía otra palabra, que precisaba
características adicionales de las plantas. Así, el cuacuhquelite es un quelite que
crece bajo los árboles y el huauhquelite , la hoja del amaranto.
Raices
Origen de la jícama:
Historia de la Gastronomía Mexicana.
Frutos
Los frutos agrios se clasificaron como xoxotl . Los frutos dulces fueron zapotl .
Es un fruto de forma oval, redonda o periforme muy utilizado en todo México, del
que existen muchas variedades. Su pulpa es color verde pálido o amarillento y de
textura mantequillosa.
Cultivado hacia el 7000 a. C., se sabe que ha existido por más de 50,000 años en
las laderas volcánicas de Centro América y parte de lo que hoy es México. El fruto
crece en el árbol del mismo nombre, de tallo leñoso y corteza aromática. Sus
hojas se utilizan como hierba aromática en tamales y diversos guisos. En la cocina
mexicana sus usos son innumerables, empezando por el tradicional guacamole y
las rebanadas de aguacate que se sirven para acompañar prácticamente cualquier
alimento, pasando por su uso en cremas frías, ensaladas, aderezos, guarniciones,
salsas, rellenos, tortas, ceviches, cócteles de mariscos, pozoles, caldos y sopas,
también acompaña carnes asadas, o se puede consumir solamente con tortillas de
maíz y una pizca de sal.
Baya verdosa, con pepitas negras y pulpa blanca, de sabor muy agradable. Su
tamaño varía desde el de una manzana al de un melón. Se ha de consumir
cuando está madura, porque se pudre con facilidad. Los indígenas prehispánicos
preparaban una bebida refrescante y estomacal, partiendo en trozos pequeños 6
chirimoyas medianas, maduras pero firmes, lavadas y secas; le añadían el jugo de
una piña pequeña, descascarada y molida más 100 gramos de miel de abeja o de
avispas.
Es una variedad mexicana del llamado corozo de América Central y Belice, el coco
de aceite que se halla silvestre en las tierras y costas cálidas del sureste
mexicano. El fruto es llamado también coquito de aceite. Los indígenas
prehispánicos consumieron en su alimentación grandes cantidades de coco de
agua y coquito de aceite.
Comestible en fresco, su sabor es dulce, cocida la pulpa con azúcar o dulce (miel),
se produce el dulce mexicano llamado guayabete. Las semillas son numerosas,
Historia de la Gastronomía Mexicana.
• Zapote
chicozapotes grandes, sin sus semillas, agregándoles medio vaso de pulque y otro
medio de leche de perra o de venado. Lo agitaban todo bien, hasta que espesaba,
y luego lo dejaban reposar en una jícara extendida, adornando por encima con
trocitos de cacahuates. Otro “dulce de chicozapote con chocolate” lo preparaban
así: en una pequeña cazuela ponían 150 gramos de chocolate, cortado en trocitos
y una vaina de vainilla, más 2 cucharadas de leche de perra o de venado; lo
dejaban derretir a fuego lento, durante 5 minutos, moviendo con la paleta o
cuchara de madera. Tomaban 24 trozos grandes de tortillas de maíz tostadas, y
colocaban 4 de ellas en torno a 6 cazuelitas de barro; llenaban las cazuelitas con
pulpa fresca de chicozapote; vertían por encima la salsa de chocolate tibia y se
dejaba enfriar. Entonces adornaban las cazuelitas con cacahuates desmenudos y
capulines bañados en algún almíbar de mieles de maíz o maguey.
Es una hoja en forma de corazón, de textura suave delgada con un color fuerte de
la cara y opaco en el reverso, el tamaño varía dependiendo el lugar donde crece,
desde 10 hasta mas de 25 cm. de diámetro; tiene un aroma y sabor anisado, es de
la época prehispánica, originaria de México, y en aquélla época se utilizaba para
dar aroma al chocolate, hoy en día se le agrega a los tamales, cerdo, pescado en
las regiones del estado de Veracruz, Tabasco, Oaxaca y Chipas, en moles como
el amarilito, tamal de iguana, pipián verde, frijol con chile. Se emplea también
como anestésico local y estimulante.
Es de color verde oscuro, con aroma muy especial, sus hojas son alargadas. Se
sigue utilizando para sazonar y condimentar algunas comidas. Uno de los usos
más importantes que se le da ahorita a nivel industrial, es para la producción de
aceite esencial.
Los antiguos indígenas llamaron a la planta tlilxochitl, por su flor o flor negra, y la
emplearon para perfumar su bebida de cacao, el chocolate.
Flores
La flor de calabaza fue usada como relleno en tortillas y tamales, la flor de la yuca,
del maguey, la flor del frijol y del colorín que se comían cocidas con sal. Otras
flores utilizadas como alimento era la flor de la biznaga y la orejuela. Cabe aclarar
Historia de la Gastronomía Mexicana.
Al fruto que nace del cactus llamado biznaga, se le conoce como cabuche. Se
trata de pequeños botones ligeramente ácidos y de color verde claro que se
comen en sopas y ensaladas. Cuando la biznaga se cuece en azúcar se
transforma en la fruta cubierta conocida como acitrón.
Los Colorines o gasparitos, son esas pequeñas flores que caen de los árboles con
el viento entre el mes de febrero y marzo, cuyas flores son comestibles, sobre todo
en la cocina veracruzana. También son conocidos como espaditas o zompantles.