Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Ahora bien, todo ello requiere de una organización que, como tal, es el conjunto de
los medios humanos y materiales disponibles, en función de la consecución de un fin,
precisando dependencias e interrelaciones entre los distintos componentes de la
organización.
1. Oficinas para:
• Jefe de enfermeras
• Subjefes de enfermeras
Imagen nº1
Recursos humanos
En este sentido, esto se traduce en que la organización de los recursos humanos está
representada en forma de pirámide, en la que se define los niveles jerárquicos y la
composición de cada nivel, delimitando su responsabilidad y autoridad.
En pocas palabras, esto indica que los mayores niveles jerárquicos se encuentran en
la cima del modelo de organización, mientras que los niveles jerárquicos más bajos se
localizan en la base del modelo, y las demás escalas intermedias, en la parte intermedia.
Por su parte, Fernando Lamata Cotanda indica “los profesionales que se sitúan en
la base: auxiliares, técnicos y enfermeras son los que llevan a cabo y ejecutan el trabajo
básico, para el cual el departamento fue organizado. El personal situado en el nivel
medio del modelo, jefes de equipo y supervisores, son responsables de la toma de
decisiones programadas que dirigen las actividades cotidianas de la organización. El
personal que se encuentra en la parte superior, la dirección de enfermería, subdirectores
y adjuntos o supervisores de área, están implicados en la toma de decisiones no
programadas, responden a establecer objetivos, motivar a el personal y evaluar el
rendimiento del departamento”.
Recursos materiales
Antes de iniciar con el cálculo del personal por servicio según categoría de cargo,
es necesario e importante destacar que dicho calculo se encuentra inmerso dentro de la
programación de plantilla; por esta razón, en esta sección se estará describiendo todo lo
correspondiente a la programación de plantilla, hasta llegar al punto que compete en este
trabajo que es el “calculo del personal por servicio según categorías de cargo”.
Programación de la plantilla
¿Para qué período se prepara la programación: una, dos, cuatro o seis semanas?
¿Habrá dos días libres cada semana o una media global de dos días cada semana?
¿Se requerirá la ayuda a tiempo parcial para trabajar los fines de semana? Si es así,
¿con qué frecuencia?
Ahora bien, a la luz de lo expuesto procederemos a dar respuesta a cada una de estas
interrogantes iniciando con la programación centralizada, descentralizada y
autoprogramación; después continuaremos con turnos de trabajo rotativos o alternos,
turnos permanentes, programación de bloque o cíclica, programación variable de la
plantilla, semana laboral de turnos de ocho horas durante cinco días, semana laboral de
turnos de diez horas durante cuatro días, diez horas diarias más turnos de cinco a seis
horas, semana laboral de turnos de diez horas durante siete días, semana laboral de turnos
de doce horas durante siete días, plan Baylor, variaciones y variables que afectan a la
planificación de la plantilla; posteriormente explicaremos los estudios de planificación de
plantilla, los sistemas de clasificación de los pacientes, los modelos de tiempo y las
formulas de planificación de plantilla o calculo de personal por servicio según categoría
de cargos; finalmente para terminar con este apartado expondremos la planificación para
atender las necesidades fluctuantes y el cálculo de material o equipo.
Programación centralizada
Por otra parte, los problemas de organización y dirección pueden ser reducidos
cuándo: 1) la filosofía y las metas del servicio de enfermería son identificadas; 2) las
metas, objetivos y estructura organizativa son definidas; 3) se establecen las políticas de
programación; 4) se fijan los estándares de las prácticas de cuidados de enfermería; 5) la
agudeza de los cuidados se determina en relación a las necesidades de plantilla; 6) las
necesidades del paciente, las políticas del personal relativas a las vacaciones y a los
permisos, y el desarrollo de la plantilla son cuestiones a tener en cuenta a la hora de
realizar las programaciones de personal, y 7) se mide la calidad de los cuidados.
Otro aspecto a señalar en este epígrafe es el mencionado por la autora Ann Marriner
Tomey sobre la utilización de las computadoras en la programación centralizada. Ella
expresa que las computadoras también pueden ser empleadas en la programación
centralizada y que antes de poner en práctica un sistema por computadora se realice un
análisis de políticas y procedimientos, y se recojan datos acerca de la línea de base. Las
políticas del servicio de enfermería respecto a la naturaleza de la programación turnos
seguidos, alternantes o rotatorios; la frecuencia de la alternación o rotación de turnos; la
extensión del trabajo; la secuencia de fines de semana libres, y el uso de ayuda a tiempo
parcial; son factores constantes en el sistema del proceso de información. Las variables
como el censo, la gravedad de las condiciones de los pacientes, los requerimientos
especiales, las asignaciones especiales, las vacaciones y las fiestas pueden incluirse en la
computadora.
Programación descentralizada
Autoprogramación
Aunque los turnos continuados son usados por algunas instituciones o para parte
del personal dentro de las instituciones, los turnos rotativos de trabajo resultan corrientes
en las plantillas de personal de enfermería. La frecuencia de la alternancia entre días y
tardes, o días y noches, o la rotación entre los tres turnos varía de una institución a otra.
Algunos miembros del personal de enfermería pueden incluso llegar a trabajar en los tres
turnos en el plazo de siete días.
No obstante, los turnos de trabajo rotativo o alterno producen estrés en las plantillas
de personal de enfermería. Las referencias ambientales, tales como el amanecer y el
atardecer, fluctúan en un ciclo predecible. Los instrumentos que designan las horas, los
minutos y los segundos se corresponden con el ciclo diario natural y permiten el
conocimiento de la propia localización dentro de ese ciclo. Las rutinas sociales y laborales
se sincronizan con los ritmos circadianos a medida que los ritmos del cuerpo se ajustan
para coincidir con las actividades usuales. Así, cuando las condiciones ambientales
cambian por medio de la alternación de las horas de trabajo, las horas de sueño, la de
levantarse, las de comida y las de la realización de actividades sociales y recreativas, el
cuerpo debe acomodarse a esos cambios. Los ritmos del cuerpo necesitan tiempo para
ajustarse a la discrepancia entre el ciclo de actividad de una persona y las nuevas
demandas del entorno. La capacidad de las funciones corporales para ajustarse a los
cambios varía considerablemente de un individuo a otro. La adaptación de una persona a
un ciclo de sueño diferente puede tardar desde sólo dos a tres días hasta dos semanas.
Por esta razón, no es extraño que se mencione que los turnos de trabajo rotativo o
alterno afectan a la salud del personal de enfermería y a la calidad de su trabajo.
Ocasionan estrés, y el personal puede quejarse de sufrir cansancio y nerviosismo cuando
intenta dormir, debilidad o somnolencia en horas inconvenientes, anorexia, alteraciones
digestivas, quebranto en los hábitos intestinales, fatiga, retardo en el tiempo de reacción,
menor rendimiento laboral y malas propensiones. También se producen cambios en la
temperatura, en la presión sanguínea y en los ciclos de excreción y orina, así como una
menor resistencia a la enfermedad. Todo esto resulta en un aumento de los errores de
meditación, fallos en el manejo del equipamiento y el incremento de la probabilidad de
la comisión de errores en la solución de problemas.
Turnos permanentes
Las rotaciones establecidas cuentan con varias ventajas. El personal conoce sus
programaciones con antelación y por consiguiente puede planificar su vida personal. Las
ausencias debido a los acontecimientos sociales se reducen debido a que la plantilla puede
planificar sus actividades sociales alrededor de sus programaciones y horarias laborales.
También se experimenta una reducción en la preocupación respecto a la planificación de
plantilla, el tiempo empleado en la programación, en el de mantenimiento de la misma y
en el conflicto que pueda surgir por los días libres preferidos. Igualmente, la plantilla
recibe un trato más equitativo a través de una distribución justa de los días de trabajo
populares e impopulares. La programación del número y la combinación adecuada del
personal se simplifica. Una vez que se ha determinado la combinación adecuada, ésta se
repite. Esto ayuda a establecer grupos de trabajo estables y reduce las fluctuaciones,
promoviéndose de este modo el espíritu de equipo y la continuidad de cuidados. Un
descenso en la flexibilidad de la composición de la plantilla, sin embargo, puede llegar a
ser percibido como un inconveniente.
La semana laboral de cinco días y 40 horas se hizo popular a finales de los años 40.
Supuso un cambio radical de la semana de diez horas diarias durante cinco días, en la cual
se contenían jornadas partidas y pocos días de fiesta. Desde entonces el nuevo modelo
mencionado ha predominado. Los turnos van generalmente desde las 7.00 a las 15.30
horas, de 15.00 a 23.30 horas y de 23.00 a 7.30 horas, estableciéndose media hora para
comer y otra media de coincidencia de turnos para asegurar la continuidad de los
cuidados.
El turno de doce horas, comenzando a las 7.00 o a las 7.30 horas y terminando a las
19.00 o a las 19.30 horas, ha sido adoptado por algunas instituciones. El mejor uso del
personal de enfermería reduce los requerimientos de la planificación de la plantilla; esto
reduce por consiguiente el costo diario por paciente. El personal de enfermería siente que
logra conocer mejor a los pacientes gracias a la mayor cantidad de tiempo que pasa con
ellos. Los trabajadores tienen más tiempo para ocuparse de nuevas admisiones antes del
cambio de turno y sienten que pueden proporcionar un cuidado al paciente mejor gracias
a que no se encuentran tan acelerados. El personal encuentra que se producen menos
vacíos de comunicación y que se da una mejor continuidad de los cuidados. Por
consiguiente, las relaciones entre la enfermera y el paciente son mejores, así como la
satisfacción laboral y la moral.
Las relaciones laborales también mejoran. El personal trabaja con el mismo grupo
de gente, de manera que es posible el desarrollo de equipo. Igualmente se producen menos
fricciones y no existe un turno de 15.00 a 23.00 horas al que echarle la culpa de los
problemas. La reducción de la necesidad de realizar informes a diario trae consigo una
menor confusión respecto a las órdenes de los facultativos y sobre los cambios en los
procedimientos y las rutinas. Se requiere menos tiempo para la planificación de la
plantilla, quedándoles así más tiempo a los supervisores y a las enfermeras jefe para el
desempeño de otras obligaciones.
El tiempo libre total se incrementa con un aumento de la utilidad del mismo.
También se reduce el tiempo de desplazamientos. Existen menos gastos personales por el
cuidado de los niños a cargo de una “canguro”, el gas y las comidas. El personal de
enfermería encuentra que tiene más tiempo para relajarse, disfrutar de sus días libres y
que puede regresar a sus trabajos recuperado. La flexibilidad en la programación del
personal mejora la moral de la plantilla.
Algunas enfermeras se quejan de que el tiempo extra con el que cuentan para
mejorar su formación e investigar resulta aburrido. El agotamiento mental y la tensión
aumentan al final de la semana laboral. En algunos casos se ha detectado un incremento
en el número de accidentes y errores de medicación menores. En otros casos, sin embargo,
no se ha apreciado ese incremento como resultado de una fatiga acumulada. El personal
de enfermería también se queja de que su vida familiar y social se resiente durante la
semana en que trabajan.
El plan Baylor
Algunos hospitales establecen turnos de doce horas durante los fines de semana. De
este modo hay menos gente que tiene que trabajar esos días y, por consiguiente, la
plantilla puede disfrutar de fines de semana libres con mayor frecuencia.
Variaciones
Los trabajos compartidos en los que dos enfermeras a tiempo parcial cubren
conjuntamente un puesto de jornada completa, los medios turnos en los que dos
trabajadores trabajan cuatro horas cada uno para completar un turno de ocho horas, los
turnos en horas no tradicionales, tales como de 9.00 a 17.00 horas o de 10.00 a 18.00
horas, y la programación de ocho o menos horas alternas durante los períodos de más
trabajo constituyen también opciones a considerar.
Los directivos son responsables de la ejecución del presupuesto para atender las
necesidades de la plantilla de la unidad, incluyendo fines de semana, fiestas, vacaciones
y cobertura de bajas por enfermedad a través tanto de períodos de mucho como de poco
trabajo.
Modelos de tiempo
Cuando se establecen los modelos de tiempo para los cuidados de enfermería, deben
tomarse en consideración tanto los cuidados directos como los indirectos. El cuidado
directo supone el contacto con el paciente, e incluye la alimentación, el baño, el
tratamiento y la aplicación de la medicación. El cuidado indirecto se refiere a todas las
actividades que no son cuidados directos, tales como la preparación de las medicaciones
y los tratamientos y su limpieza, el trabajo clínico, la realización de informes, las
comunicaciones y las pausas para comer o descansar.
Una vez que el número y el tipo de las actividades de cuidados requeridos por cada
paciente se han identificado, y se ha calculado el tiempo que llevará la realización de las
actividades, puede añadirse el tiempo requerido por todos los pacientes de una unidad y
dividirlo entre el número de horas de trabajo productivo de un turno para determinar el
número de personal necesario. La combinación de personal de enfermería puede
predecirse estableciendo en categorías los cuidados necesarios según las cualificaciones
necesarias para proporcionarlos, sumando el tiempo en cada categoría, dividiéndolo entre
las horas productivas en un turno y obteniendo el número de tipos de personal específicos
requeridos para atender las necesidades de los pacientes. Una vez que se ha alcanzado
esto, se puede cobrar a los pacientes por el nivel de cuidados que requieren.
Fórmulas de planificación de plantilla y cálculo del personal por servicio según
categorías de cargos.
Es importante resaltar en este momento que esta cifra no contempla las vacaciones,
días de fiesta, el absentismo o el tiempo de desarrollo de plantilla.
Vale decir, que puede desarrollarse una regla de cálculo de planificación de plantilla
con el fin de ahorrar tiempo a la hora de computar el número de puestos presupuestados
necesarios para mantenerse dentro de los parámetros establecidos. Para ello ha de
prepararse una tabla en la que se identifique el número de personas de servicio necesarias,
el número de personas necesarias para cubrir los días libres y el de personas necesarias
para cubrir los días adicionales libres por vacaciones, fiestas, enfermedad o marchas del
personal. Por ejemplo:
Número Número 15,6 días 18,2 días 20,8 días 23,4 días
necesario de necesario extra * 6% extra + extra + extra +
servicio para cubrir 7% 8% 9%
los días
libres
1 1,4 1,46 1,47 1,48 1,49
2 2,8 2,92 2,94 2,96 2,98
3 4,2 4,38 4,41 4,44 4,47
4 5,6 5,84 5,88 5,92 5,96
5 7,0 7,30 7,35 7,40 7,45
Por otro lado, para Diego Ayuso Murillo a la hora de analizar las necesidades de
plantilla es fundamental el estudio del trabajo de enfermería. Según el mismo, el trabajo
de enfermería presenta una cierta variedad de descripciones sobre las tareas y actividades
que realiza el equipo de enfermería. Algunos ejemplos que el mismo menciona son el de
Hendrikson y el de Hurst. El de Hendrikson (en los años 90) consistió en dividir el trabajo
de enfermería en 12 grupos de tarea (con el paciente, historia clínica, preparación de
tratamientos, cambio de turno, interacción profesional, diversas actividades clínicas,
revisión de ordenes medicas, actividades del servicio, trabajo administrativo,
comunicaciones telefónicas, suministros, diversas no clínicas) y a través de un estudio en
un hospital calculó el tiempo promedio que las enfermeras de ese hospital dedicaban a
cada grupo de tareas. El de Hurst (1992), se baso en la clasificación de las actividades de
enfermería en cuatro grupos: directos, indirectos, actividades que no son de enfermería y
tiempo personal.
Otro ejemplo que presenta, quizás el más interesante, es el del sistema de PRN
(Projet the Recherche in Nursing) desarrollado por la Universidad de Montreal en Canadá.
En sí este sistema se divide en tres módulos: cuidados directos, información sobre el
paciente y tareas administrativas, mantenimiento y desplazamiento.
Los desplazamientos, tanto con el enfermo como sin él, son contabilizados.
En fin, la base del sistema PRN es considerar las actividades que deben realizarse
para el paciente; estas actividades están agrupadas en ocho tipos de necesidades:
respiración, alimentación y rehidratación, eliminación, higiene y confort, comunicación,
tratamientos y métodos de diagnostico. Posteriormente, para cada tipo de necesidad se
determina las posibles acciones de enfermería y se tipifican en 249 intervenciones de
enfermería. Cada intervención ha sido ponderada según un número de puntos. Cada punto
representa un periodo de tiempo de 5 minutos. Por ejemplo, una medición de los signos
vitales realizada de una a tres veces al día recibe 1 punto, y una sesión de hemodiálisis
recibe 21 puntos. Es decir, en el sistema PRN se ha hecho un esfuerzo de pautar cada
intervención de enfermería y calificarla con un número de puntos. Estos puntos son un
estándar de utilización del tiempo de enfermería.
Por otro lado, los estándares más sencillos son los que adjudican un número de
horas de enfermería a un paciente en función del servicio donde estaba hospitalizado. En
este sistema se utiliza el servicio como una aproximación a la dependencia del paciente y
el número de horas varía según la especialidad médica del paciente. Algunos de los
estándares publicados son los siguientes:
Guía para la dotación del personal: M. Paetznck. Cuaderno de Salud Pública. OMS,
nº 31; Medicina, 2,5 horas de enfermería en 24 horas; Cirugía. 3,5; Pediatría, 3;
Obstetricia, 2.
Dentro de esta perspectiva, esta autora toma como referencia los siguientes tiempos
para el cálculo de plantilla:
Dicho esto, se prosigue a exponer las formas en que esta autora distribuye y calcula
la plantilla:
• Pediatría: 80% del tiempo aportado por enfermeras y 20% por auxiliares.
• Medicina: 55% del tiempo aportado por enfermeras y 45% por auxiliares.
• Cirugía: 70 % aportado por enfermeras у 30% por auxiliares.
• Puérperas: 60 % aportado por enfermeras 40% por auxiliares.
• Recién nacidos: 75% aportado por enfermeras y 25% por auxiliares.
• Cuidados intermedios: 50% tiempo aportado de enfermeras y 50% por
auxiliares.
• Cuidados mínimos: 20% aportado por enfermeras y 80% por auxiliares.
Enfermeras:
Auxiliares de enfermería:
Conocido el número de horas por categoría y turno de trabajo, se dividen por las
horas aportadas en cada turno por cada puesto, para obtener el número de puestos
necesarios:
No hay que confundir puestos y plantilla. Los puestos o presencias deberán estar
ocupados todos los días del año, y es obvio que el personal tiene sus días libres, sus
festivos y tiene un mes de vacaciones. Para calcular la plantilla se calculan las horas por
año de cada puesto, y se dividen por la jornada anual de trabajo de cada trabajador.
Así pues, este autor refiere que se procura acercarse a un cálculo real de plantilla,
basándose en datos relativos a la proporcionalidad que hoy en día el sistema sanitario
guarda. Entre ellos están los conferidos por la OMS:
Tiempo Auxiliar
Tipo de cuidados (24 Enfermeras enfermerí
paciente h) a
Medicina 3 horas 60 % 40 %
Cirugía 3 horas 70 % 30%
Puérperas 2.5 horas 60 % 40 7«
Recién nacido 2 horas 75 % 25 %
sano
Pediatría 4 horas 80 % 20 7o
Y los aportados por resultados de estudios en España, que son estándares de tiempo
requeridos para el cuidado (Ver cuadro nº 2).
Tiempo Auxiliar
Tipo de paciente cuidados (24 Enfermera enfermer
h) s ía
Cuidados 1.5 huras 20 % 80 %
mínimos
Cuidados 3-4 huras 50 % 50 %
intermedios
Cuidados 9 horas 75 % 25 %
intensivos
Ambas distribuciones utilizan como criterio común las horas de dedicación directa
por paciente y día de cuidados, lo que es aconsejado como estándar genérico que será
necesario ajustar para cada tipo de centro y nivel asistencial.
Asimismo, este autor indica que existen diversas fórmulas que facilitan el cálculo
de las plantillas en cada una de las unidades en función de los tiempos de dedicación y
categoría profesional:
Núm. de horas necesarias (PT x días x horas jornada) Jornada laboral anual
Otro aspecto que toca este autor es la ponderación de los planes de cuidado
estandarizados para los GRD. Este refiere que el desarrollo de planes de cuidados
estandarizados para los GRD más frecuentes y su soporte informático está permitiendo
ya la ponderación de los tiempos de cuidados consumidos para las situaciones de salud
más frecuentes en cada uno de los días de su hospitalización, aproximándonos de una
forma mucho más efectiva al cálculo de la plantilla necesaria.
Así pues, podemos calcular el tiempo de atención directa por tres mecanismos,
todos ellos basados en el Proyecto Signo II:
De esta forma el cálculo de plantilla se puede hacer de manera mucho más precisa,
ya que los tiempos de ejecución, sumados al tiempo de atención y gestión indirecta de
cuidados, nos darán el cómputo total de minutos necesarios de cuidados en una Unidad
de Enfermería concreta, para un paciente concreto o para la resolución de un diagnóstico
de enfermería. A continuación se ofrece una fórmula para el cálculo del personal
necesario para asegurar la continuidad de cuidados de enfermería en una unidad.
Categoría
La jefe de los servicios de enfermería debe ser una enfermera con tiempo exclusivo,
y en hospitales de más de 100 camas debe nombrarse una subjefe. El personal de
supervisoras se calcula tomando como base lo siguiente: una supervisora por cada 60
camas para los turnos matutino y vespertino; una supervisora por cada 90 camas para el
turno nocturno. Sin embargo, también se debe considerar el tipo de pacientes, la ubicación
de las áreas de trabajo que se van a supervisar, etcétera.
El personal de jefes de sección se calcula considerando que debe haber un jefe para
cada sección, y si el número de camas es mayor de 35, se recomienda solicitar un auxiliar,
administrativo para que colabore con ella.
Servicios Horas
Medicina 3.0
Cirugía 3.5
Ginecoobstetricia 2.5
Pediatría 4.0
Cuadro. Nº 5. Índices generales para la atención de pacientes. Camas no censables
Servicios Horas
Cuidados intensivos 6
Cuidados intermedios* 3
Recién nacidos normales 1.5
Cuidados custodiales** 2
Prematuros 5.0
Porcentaje
Turnos Porcentaje
Matutino 50%
Vespertino 30%
Nocturno 20%
Cada sala de expulsión debe tener una enfermera especializada o partera y u auxiliar
de enfermería las 24 horas.
Cirugía, hospitalización 4
Medicina interna 3
Ginecoobstetricia 3
Pediatría Prematuros 5
Terapia intensiva 6
Urgencias 10
Unidad quirúrgica 8
Central de equipos y esterilización Una enfermera instrumentista y una circulante por
sala. Igual para tocoquirúrgica y expulsión. Un jefe
de sala y ocho auxiliares por 100 camas
Urgencias
Unidad quirúrgica
CEYE
Indicadores por turno de trabajo:
Matutino 40
Vespertino 30
Nocturno 30
Otro aporte de esta autora es el cálculo del ausentismo, el cual define como la
operación numérica para calcular ausencias previsibles en la dotación de personal de
enfermería necesario en los servicios. De acuerdo a ésta el ausentismo es la condición que
se da cuando el personal no acude al Trabajo. Algunos factores que influyen para
ocasionar ausentismo son:
• Sexo. Existe una razón estadística que prueba mayor ausentismo en el sexo
femenino.
• Motivación. El ausentismo aumenta cuando el trabajo no es satisfactorio.
• Económicos. Cuando una persona tiene dos o más trabajos para satisfacer
necesidades económicas, el ausentismo aumenta.
• Ambiente físico. Un ambiente deprimente se relaciona con ausentismo.
• Accidentes. Los accidentes, y en general los problemas de salud, producen
ausentismo.
Sextos días 52
Séptimos días 52
Vacaciones 20
Días económicos 9
Total = 144
Los días efectivos de trabajo se calculan como sigue: de 365 días se descuentan 144
por ausencias previsibles: resultan 221 días:
A = ausencias previsibles
Otra opción es contar con una plantilla a jornada completa que realice turnos dobles
y haga horas extra. La enfermera ya está orientada hacia esa área, por lo que se facilita la
continuidad del cuidado. Sin embargo, también existen inconvenientes. Aumentan los
costos institucionales, el personal se cansa, y con la fatiga aumenta la probabilidad de
cometer errores, y las horas extra pueden interferir en las vidas privadas del personal.
Por desgracia, los servicios de ayuda temporal también cuentan con algunos
inconvenientes. El ajuste entre las credenciales y cualificaciones con las asignaciones y
la orientación a dichas asignaciones constituye un serio problema. Aunque algunos
servicios de enfermería de ayuda temporal tienen un fichero de orientación sobre la
información y los manuales de procedimiento de sus instituciones clientes, su uso puede
ser opcional. Además, a la plantilla regular probablemente le llevará un tiempo
considerable orientar a la ayuda temporal en su trabajo; es probable que los errores
aumenten y la continuidad de los cuidados se vea comprometida. Las enfermeras
temporales consiguen los turnos preferidos, dejando para la plantilla regular un mayor
número de las horas menos atractivas. Por consiguiente, la moral puede reducirse.
Pueden tomarse muchas acciones para aumentar los ingresos mientras se mantienen
o se reducen los gastos. También puede resultar de ayuda el reconocimiento de la
necesidad de mejorar, la implicación de la plantilla, la búsqueda de ideas y
recomendaciones para la plantilla, la creación de desafíos, el interés de la dirección en las
realizaciones y preocupaciones de la plantilla y el elogio y la recompensa del buen
rendimiento. La evaluación de los problemas, recursos y realidades de la organización, el
uso de análisis gráficos de trabajo y procedimientos de simplificación de trabajo, la
mejora en el uso del tiempo ayudando al personal a mantener y analizar diarios de tiempo
y la reducción del tiempo de espera pueden aportar resultados positivos. Existen muchas
vías para mejorar la productividad: establecer un clima propicio preguntando al personal
qué les ayudaría a ser más productivos y llevar a cabo sus ideas. Establecer objetivos para
aumentar los ingresos. Hacer que el personal establezca objetivos personales y mida su
propio rendimiento. Buscar nuevos enfoques a viejos problemas y mejorar los productos
y los servicios. El desarrollo de plantilla, la atención al proceso, los aspectos éticos y
estéticos fomentan la productividad a través de la atención a realizar las cosas correctas
del modo adecuado.
De igual forma ésta indica que al calcular el equipo y material necesarios se deben
tomar en cuenta los siguientes factores:
Por último clasifica los materiales por su localización y por su servicio, muestra
unos indicadores y recomendaciones.
Clasificación:
Por su localización:
Material y equipo en almacén. Es equipo nuevo para renovar y mantener el que está
operando.
Por su servicio:
Equipo fijo. El que está instalado en un sitio dado y no puede movilizarse según
necesidad. Equipo clínico. El usual para tratamiento o exploración. Equipo rojo. Equipo
especial para casos de urgencia o reanimación.
Indicadores:
Ropa de cama:
Proceso de lavado y renovación de ropa de cama: 1 juego por cada 10: se sustituye
cada seis meses.
Recomendaciones: