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31-1-
2020
Sacbe’ob
Caminos Blancos
La estructura de un sacbé consiste en una base de grandes piedras al fondo y grava en la superficie,
donde se reviste con una capa de aproximadamente 10 cm de polvo de la piedra caliza, el cual es color
blanco. Esta estructura se ve confinada por un par de muros de contención de aproximadamente 83 cm
hechos de mampostería de grandes piedras. El sacbé consigue una elevación de 1 metro con respecto al
nivel del terreno.
Todo parece indicar que el proceso constructivo comenzaba con la construcción de ambos muros de
contención, los cuales se trazaban de forma ortogonal a la estructura que conducen, en el interior de
éstos se procedía a rellenar con piedras y grava, hasta finalmente hacer un revestimiento de polvo de
piedra caliza.
El transporte de bienes para su comercio se daba por medio de tracción humana, es decir, una sección
de la población se dedicaba principalmente a transportar productos a través de estos caminos. Por lo
general esto se hacía a horas entradas en la noche, porque entonces no hay tanto calor, el color blanco
de la piedra caliza que recubre el sacbé le permite reflejar la luz de la luna, lo que permitía seguir la
ruta sin problemas. Estos fueron construidos con tal elevación para evitar inundaciones.
Las exploraciones arqueológicas en Aké mostraron la existencia de caminos cortos entre grupos de
edificios desde el Preclásico Tardío (300 a.C.-250 d.C.). Había caminos interiores en muchos lugares
del área maya, que pueden considerarse como los que originaron los grandes caminos exteriores que
enlazaron ciudades en el Clásico Tardío, entre 600 y 800 d.C.
Todos los sitios importantes tuvieron plazas centrales, de donde salieron o por donde pasaron los
sacbe’ob exteriores.
CONSTRUCCIÓN MAYA
Todos los edificios mayas, así como las subestructuras, están compuestos por un número de elementos
discernibles cuyo ordenamiento al parecer depende de un conjunto de normas explícitas. El modelo
constructivo consta de una base, un paramento inferior, otro superior y, a veces, una crestería. Cada
uno de estos componentes se articula cuidadosamente a través de unas molduras salidas -en la base, la
parte media y las cornisas-, las cuales dividen la fachada en una serie de franjas horizontales. Nada es
fortuito en tal composición; los detalles son planeados previamente, así como la proporción de cada
elemento -sea pared, vano o moldura- y se han ajustado con cuidado para lograr un conjunto armónico.
El mismo sentido de unidad prevalece en todo el asentamiento, y a pesar de las alteraciones que a veces
se producen debido a rasgos fortuitos de la topografía, siempre obedece a un presupuesto rectilíneo
La unidad básica de la planeación maya fue el patio rectilíneo, la plaza o la terraza, que colindaban en
uno o más lados con los edificios de piedra. Esta forma básica se elaboró a lo largo de un milenio y
culmina con la construcción de grandes ciudades como Copán, Tikal, Yaxchilán, Palenque, Becán,
Santa Rosa Xtampak, Uxmal y Chichén Itzá, donde la construcción y planeación alcanzan su
esplendor. En estos grandes asentamientos las estructuras y edificios de mampostería en piedra, de
todos tipos, se cuentan por cientos.