Con paciencia disminuirás el número de tus enemigos y aumentarás el de tus
amigos, haciéndolos también amigos de Jesucristo. (V,512). Sin paciencia nunca podremos llegar a ser santos. (XII, 606). Trabajad, pero siempre con la dulzura de San Francisco de Sales, y con la paciencia de Job. (XV, 680). Tú, como Director, debes ser modelo de paciencia con los hermanos que están bajo tus cuidados. (XVII, 266). Una hora de paciencia vale más que un día de ayuno La fuerza del sacerdote consiste en la paciencia y en el perdón. (IV, 628). Hay que tener la paciencia como compañera inseparable. (XII, 455). Impacientándose…, no se obtiene que la obra se realice y mucho menos si corregimos con cólera. (XII, 456). La paciencia es absolutamente necesaria para vencer al mundo y asegurar la victoria para ganar el paraíso. (XV, 608). Lo que santifica no es el sufrimiento, sino la paciencia. (XVIII, 129).