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MANUAL PARA MONITORES

1.- IMPORTANCIA DEL MONITOR.


 
El servicio que un monitor realiza en la celebración es muy antiguo, aunque el
nombre sea actual. El monitor guía con sencillez al pueblo en la celebración.
La palabra “monición” viene de latín que significa exhortar, advertir. En la liturgia,
las moniciones son palabras que no se dirigen a Dios sino a la comunidad para
explicarle algo o invitarla a algún gesto o actitud.

TRES CLASES DE INTERVENCIÓN DE UN MONITOR.


*. INDICATIVAS:  Señala las posturas corporales, el modo de realizar una
procesión.
*.- EXHORTATIVAS: invitan a hacer algo (canto, oración, comunión) con la
debida actitud espiritual.
*.- EXPLICATIVAS: como las que se hacen antes de las lecturas para situar su
contexto histórico y que se entienda mejor.
Las moniciones la puede realizar un laico preparado.
El monitor ha de iniciar con palabras breves, humanas y espirituales en donde
trata de motivar la celebración que comienza, conectarla con la vida, con la fiesta,
o las circunstancias específicas del día.
Antiguamente este servicio lo asumía el diácono como intermediario entre el
sacerdote y la comunidad. Solo desde el Vaticano II ha tomado forma más
concreta la figura del monitor. El Misal lo define como “el comentarista que hace
las explicaciones y da advertencias a los fieles para introducirlos en la celebración
y disponerlos a entenderla mejor” “Misal. 68”.
Algunas moniciones son propias del celebrante, como la de entrada y la invitación
a los diversos momentos de oración. Otras son propias del diacono (si lo hay),
como las organizativas, las peticiones de la oración de los fieles, la invitación a
darse la paz y la despedida final.
Los demás se pueden encomendar a los laicos.
El lugar del monitor no es el ambón, sino un lugar diferente o un atril con
micrófonos lateral. Y es mejor que esté fuera del presbiterio (misal, 68). El ambón,
que debe ser más destacado, se reserva para la proclamación de la Palabra de
Dios.
Las moniciones en la celebración deben ser breves y bien preparadas. Las
moniciones a las lecturas deben ser “breves y apropiadas, sencillas, fieles al texto
y preparadas minuciosamente” (leccionario, 15). Normalmente deben de estar
escritas y aprobadas antes por el celebrante (leccionario, 57).

MONICIONES DELPRESIDENTE Y DEL DIACONO


Algunas moniciones son más propias del presidente, porque guían a la comunidad
en sus actitudes interiores. Así la monición de entrada. Después del saludo, trata
de motivar a la asamblea sobre el sentido de la celebración con palabras breves,
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humanas y espirituales a la vez. No es una homilía sino una monición breve que
cree conciencia de lo que van a celebrar. Se ha hecho muy común comenzar con
una monición hecha por un laico antes del canto de entrada, pero no es bueno
hacerla siempre sino en días muy especiales. El presidente no debe prescindir de la
suya. A lo largo de la Eucaristía el presidente invita varias veces a la oración: acto
penitencial, oración colecta, ofrendas, postcomunión, Plegaria universal,
Padrenuestro…. La monición más breve es “oremos”. El presidente puede adaptar
estas moniciones pero deben ser breves. Las intenciones “litanicas” del acto
penitencial y de la Plegaria universal es mejor que las diga otro ministro. Si antes
de la Plegaria eucarística se hace una monición, es mas propio que la haga el
presidente.
Al diácono se le encomienda algunas moniciones relacionadas con la marcha de la
celebración, como: “dense fraternalmente la paz”, “pueden ir en paz”, “pónganse
de rodillas” o “pueden levantarse”. También son propias del diacono las intenciones
de la Plegaria universal, a las que toda la asamblea responde con su oración a
Dios.
LAS MONICIONES ANTES DE LAS LECTURAS.

Otras moniciones las puede hacer laicos. Antes de las lecturas se puede hacer una
en conjunto para todas ellas, sobre todo si tienen unidad entre sí, como en las
grandes fiestas. También se puede hacer una para cada lectura o para algunas de
ellas.
Son breves introducciones del monitor que ayudan a que la comunidad escuche
con más atención. No es fácil hacerlas bien. No deben ser largas, ni resumir el
mensaje del texto como si fuera una breve homilía. No se trata de adelantar o
resumir el contenido, sino de motivar el interés y la escucha con fe. A veces se
puede resumir brevemente el contexto histórico de la lectura o su sentido litúrgico.
Otras veces pueden partir de las circunstancias de la asamblea y presentar la
lectura como respuesta a nuestros problemas. La monición sólo subraya que la
lectura tiene interés para nosotros. Es como “abrir el apetito” antes de degustar los
manjares.
MONICION AL SALMO RESPONSORIAL

Puede ser conveniente hacer una monición breve antes del Salmo responsorial que
sugiera los sentimientos y el sentido del salmo (leccionario, 19). El salmo prolonga
el mensaje y la actitud que suscita la primera lectura. Si hay monición al
Evangelio, se dice antes del canto del aleluya o la aclamación.

4.- PARA QUE SIRVE EL MONITOR.


 Debe coordinar de acuerdo con el presidente los varios momentos de una
celebración.
 De él depende la belleza, la sencillez y el orden de la celebración.
 Lleva el ritmo de la celebración, no se adelante ni se retrase.

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 Su servicio a la comunidad requiere un lugar adecuado, visible, delante de
todos, no voz anónima, sin subirse al ambón, el ambón es el lugar reservado
para el anuncio de la palabra.
 Que sea un lugar no tan destacado como el ambón o la sede del presidente.
 La presencia del monitor ayuda a la comunidad a captar dónde está en cada
momento de la celebración.
*.- Se requiere que esté atento a la celebración y no esté distrayendo a la
comunidad, buscando hojas de cantos o moniciones.
LO MÁS IMPORTANTE DE SU TRABAJO LO HACE ANTES DE LA CELEBRACIÓN.
*.- Póngase de acuerdo con el presidente antes de la celebración sobre todo lo que
se tiene preparado, llevar en orden todo el material.
*.- El monitor debe tener una buena formación litúrgica.
*.- Un monitor no puede dirigir una celebración si no conoce su estructura.
*.- Debe estar bien preparado y presentado ya que está a la vista de la asamblea.
*.- Debe recibir de buen modo los comentarios que le hagan después de su
participación.
*.- No debe desanimarse por las críticas.

CARACTERISTICASO CUALIDADES DE UNA BUENA MONICION.

Todos los documentos litúrgicos insisten en que las moniciones sean breves.

BREVES: Llevar bien preparados sus comentarios, con una sobriedad que los haga
asimilables.

CLARAS: Que las palabras sean eficaces, pensadas de antemano, evitando las


exageraciones y que digan solamente lo necesario.

DISCRETAS.  No hace falta que se hagan todas las posibles, sino las que parezcan
más convenientes y que no siempre sean las mismas. Es bueno variar

PEDAGOGICAS: Deben producir el efecto deseado, despertar el interés por la


lectura y suscitar un diálogo interior con Dios ante un canto o un gesto.

PREPARADAS: Normalmente por escrito y en coordinación con el presidente.

UNIDAD:  Es conveniente que las diga todas una misma persona para evitar la
dispersión, para dar una unidad al conjunto de la celebración.
No se deben hacer desde el ambón sino desde otro lugar y mejor fuera del
presbiterio.

ADECUADAS:  Las moniciones que ofrecen las hojas pastorales como “El pan de la
Palabra” son materiales para ser elaboradas en concreto en cada lugar. Son
sugerencias que pueden acomodarse a la realidad de la asamblea, pero debe
hacerlo alguien que entienda el sentido de la liturgia. No es bueno tomar la
costumbre de leerlas tal como están. En cada parroquia se deben acomodar a las
circunstancias de la comunidad.
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APOYO:  La monición no está llamada a utilizarse siempre.
*.- La monición no es un elemento constitutivo de la celebración, sino un subsidio
a la misma.
*.- La monición debe hacerse únicamente si lo exige o por lo menos lo aconseja.

APROVADAS: Que la monición tenga su aprobación del que preside dándoles un


carácter de oficialidad y eclesialidad.

ORIENTADORAS:  Las moniciones deben servir para ubicar el texto que se va a leer.
FIELES AL TEXTO:  Cada pasaje tiene su propio tono y cada gesto ritual su
finalidad. No andarse por las ramas; fidelidad al texto o rito.

SENCILLAS:  Evitar que la monición invada excesivamente el ambiente celebrativo


y convierta la monición en nueva homilía. Evitar frases complicadas

OPORTUNAS:  El monitor debe saber dar los adecuados silencios para una mejor
asimilación de la palabra.

BIEN DICHAS: Las moniciones pueden leerse o decirse de memoria.

PUNTUALES:  Las moniciones deben estar a tiempo a si como el monitor.


*.- El monitor no tiene que leer las lecturas ni viceversa.

N.B.-  Hay que distinguir lo que es palabra nuestra y lo que es palabra de Dios.

EL ANIMADOR DE LA LITURGIA
El principal animador es el presidente. Pero es bueno que intervengan laicos como
animadores. El animador coordina, de acuerdo con el presidente, los varios
ministerios de la liturgia: cantos, intenciones de la Plegaria universal, las
moniciones. Es como un maestro de ceremonias que todo lo coordina, a veces con
una mirada o un gesto, para que todos los actores funcionen debidamente. Es
como un director de orquesta. Debe ser discreto y no hacerse notar.
Ha tener paciencia, aunque no todo salga bien y disimular los errores. Debe ser
respetado por la comunidad, pero no sobreponerse al presidente ni asumir
demasiado protagonismo. Y tratar de que cada vez vayan interviniendo diferentes
personas.
Debe de estar en un lugar lateral visible, no en el ambón y disponer de un
micrófono. Y antes de la celebración debe tenerlo todo preparado y coordinado con
todos los actores. Por eso necesita más que otros una formación especial, sobre
todo litúrgica. Y debe escuchar a los demás: a los diversos ministros y a los fieles.
Si está preparado, puede ser él quien coordine a todos los ministros (acólitos,
lectores, monitores, cantores…) y tener con ellos charlas de formación y ensayos
para las celebraciones. Puede también asumir roles que en otros sitios hace el
sacristán: encender el amplificador, los micrófonos, las luces, el incensario,
disponer la cruz alzada y los ciriales para la procesión de entrada y ordenar a los
que la integran, poner en su sitio el misal, el leccionario, las ofrendas de pan y
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vino y los vasos sagrados, disponer las vestiduras del presidente, los encargados
de las ofrendas…

LOS AVISOS.
Es bueno comunicar en la celebración las actividades de la parroquia para crear
corresponsabilidad. Así es bueno anunciar: inscripción y horario de catequesis,
cursos de formación, fiestas diocesanas o parroquiales….etc. pero estos avisos no
deben hacerse en la homilía o al terminar ésta. El momento de hacer los avisos es
después de la oración poscomunión y antes de la bendición final. Las puede hacer
el sacerdote o, en coordinación con él, un laico. Deben ser también breves y
discretas.

OBJETIVO DE LAS MONICIONES LITÚRGICAS


Las moniciones en la Misa son una motivación a participar y vivir el Misterio de
Cristo celebrado en la Eucaristía.
No se trata de una introducción, ni resumen de las lecturas o de impartir una
profunda catequesis. Simplemente su finalidad es ambientar e invitar, con
comentarios breves, concisos y claros.

MOMENTOS DE MONICIÓN
Entrada –Es una invitación a la Asamblea a participar de manera consciente,
activa y fructuosa de la Santa Misa. Se puede hacer mención particular del
momento litúrgico, fiesta o solemnidad en referencia al mensaje central del
mensaje evangélico.
Eje: Hoy celebramos la Resurrección del Señor. Cristo es nuestra Pascua, pues ha
muerto y resucitado, dando ese paso para darnos vida y vida en abundancia. Nos
disponemos a Participar llenos de gozo de esta Santa Eucaristía.
(La Monición de entrada puede hacerse antes de la Antífona o Canto de Entrada o después
del Saludo del Celebrante).

Antes de las Lecturas y del Evangelio –Se hace un breve comentario del
mensaje central de cada lectura y del Evangelio, instando a escuchar atentamente
la Palabra de Dios.
Eje: El apóstol Pablo exhorta a la comunidad cristiana de Éfeso a desarraigar el
hombre viejo y revestirse del hombre nuevo, según Dios.
Eje: En el Evangelio Jesús se muestra como el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas.
(Se puede hacer una Monición antes de cada lectura y del Evangelio, todo de acuerdo con
el sacerdote de la Parroquia).

Liturgia Eucarística –Se realiza en el momento de la Presentación de Ofrendas


invitando al pueblo a entregarse totalmente junto a la ofrenda del pan y del vino.
Ejem: En cada Misa se realiza el Milagro de la Eucaristía: el pan y el vino se
convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo. Presentémonos como ofrenda viva
junto a estos dones, para ser también transformados en el Señor.
Antes de la Comunión –Es una invitación a participar del Banquete Eucarístico
con la debida preparación y disposición.

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Eje: Los discípulos de Emaús reconocieron a Jesús en la Fracción del Pan. Al
participar de este Banquete Eucarístico podemos también reconocerle, porque El
aquí esta.

Despedida –Es una breve exhortación a hacer vida lo que hemos celebrado.
Ejem: Vayamos a anunciarles a todos, que Cristo vive ¡Ha resucitado!
(Se puede hacer antes o después de la Bendición)

Criterios para monitar


-Redacción de Moniciones. Muchos equipos de Liturgia toman las moniciones de
organismos de la Iglesia de Pastoral Litúrgica. Sin embargo también pueden
hacerse y ese es el motivo de este pequeño tratado: el de orientar para la
redacción de las moniciones bajo el asesoramiento de un sacerdote o de alguna
persona experta que ha sido puesta para asesorar la Animación Litúrgica
Parroquial.
Las moniciones hechas por el coordinador de Liturgia, o en equipo o por una
persona designada, siempre antes de hacerse en Misa deben presentarse al
sacerdote para que el las autorice e indique como hacerse.
-Moniciones en tiempos Especiales o Fiestas. Por ejemplo en la Celebración de
Sacramentos dentro o fuera de Misa, en tiempos fuertes de la Liturgia como la
Semana Santa donde puede haber monición antes del Gloria el Jueves Santo, en el
momento de la Cruz el Viernes Santo o para el Pregón Pascual en la Vigilia del
Sábado…
-El Monitor.
Cualidades humanas: Capacidad de animar, que sensibilice lo que esta diciendo
de manera equilibrada y de excelente presentación física (bien vestido).
Cualidades técnicas: Arte de tomar el micrófono, saber como estar de pie, que
sepa modular la voz.

Cualidades espirituales: Persona que sea enamorada de la Eucaristía, de vida


orante capaz de transmitir esa presencia de Dios a los demás y que esté en
proceso de conversión (testimonio de vida).

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