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Fecha: 13 de Enero de 2019

Título del Sermón: Dios nos sacia y abastece

Versículo Bíblico: 2Reyes 4:1~7

2Re 4:1~7 1Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a

Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era

temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos

por siervos. 2 Y Eliseo le dijo: ¿ Qué te haré yo? Declárame qué tienes en

casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de

aceite. 3 El le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos,

vasijas vacías, no pocas. 4 Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en

todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte. 5 Y se fue la mujer,

y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y

ella echaba del aceite. 6 Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo

suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces

cesó el aceite. 7 Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve

y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que

quede.

Muchos hemos experimentado momentos difíciles o sufrimientos de manera

repentina. En la Palabra del día de hoy vemos que una mujer fue a buscar

a Eliseo y le clamó diciendo: “Mi marido ha muerto, he quedado viuda. É l ha


dejado mucha deuda y los acreedores me dijeron que si no pagaba de

inmediato iban a llevarse a mis hijos como esclavos. Mi esposo murió, y para

el colmo ahora mis dos hijos serán llevados como sirvientes”.

Aunque los tiempos hayan mejorado, todavía hay personas que sufren por

el pan diario, pues no tienen nada para comer. También hay personas que

tienen un familiar enfermo y, para costear los gastos del hospital se

endeudan de un día para el otro. Es difícil vivir el día al día, y esas

dificultades también los sufrimos nosotros como cristianos. No obstante,

nosotros en cualquier situación y problemas, tenemos esperanzas pues nos

sujetamos en Dios, y cuando le pedimos ayuda, él está ahípara socorrernos.

La viuda, en su desesperación fue a buscar a Eliseo quien era un profeta de

Dios. Cuando nos encontramos en adversidades, la gran mayoría de la

gente buscan aquí y allá personas que puedan resolverles sus problemas.

Sin embargo, el hombre no es un ser confiable y de quien depender. En el

libro de Salmos 146:3~5, el salmista dice:

Sal 146:3~5 3 No confiéis en los príncipes, Ni en hijo de hombre, porque no

hay en él salvación. 4 Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; En ese mismo

día perecen sus pensamientos. 5 Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el

Dios de Jacob, Cuya esperanza está en Jehová su Dios.


Una personas no puede resolver los problemas de la vida. Por lo tanto, no

busquemos ni creamos en los hombres, mas bien, busquemos solo la ayuda

de Dios y tengamos nuestras esperanzas depositadas solo en él.

1. Oremos a Dios

Cuando estamos pasando por momentos difíciles debemos orar a Dios,

pues él conoce todas nuestras necesidades. Jesús dijo en el evangelio de

San Mateo 6:31~32,

Mt 6:31~32 31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿ Qué comeremos, o qué


32
beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas

cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas

estas cosas.

Dios conoce no solo nuestras necesidades, sino también nuestras

debilidades. En Hebreos 4:15~16, dice:

He 4:15~16 15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda

compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo

según nuestra semejanza, pero sin pecado.16 Acerquémonos, pues,

confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar

gracia para el oportuno socorro.

Jesús vino como hombre, y él conoce el hambre, el cansancio, las

debilidades y las pruebas. Por lo tanto, nosotros podemos acudir a Dios en


todo momento acercándonos confiadamente al trono de la gracia y alcanzar

misericordia para el oportuno socorro.

Al orar, Dios cambia primeramente nuestros corazones y pensamientos,

para luego transformar nuestro entorno. En dificultades, si oramos a Dios, él

nos responderá.

Las personas se sienten atrapadas y no encuentran caminos en un callejón

sin salidas. Sin embargo, Dios hace sendas donde pensamos que no las

hay, y brota aguas en el desierto. El pastor Charles Spurgeon dijo: “El fin del

hombre es el comienzo de Dios”. Por lo tanto, debemos orar y clamar.

Dios prometió en responder y obrar si oramos y clamamos ante él. En el

libro de Jeremías 29:12~13, dice:

Jer 29:12~13 12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os

oiré; 13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro

corazón.

Algunas personas se preguntarán: ¿ Cómo puede ser que un hombre, siendo

temeroso de Dios y cristiano, le sucediera eso? No obstante, nosotros

debemos de saber que dentro de los sufrimientos también está la voluntad

de Dios, y que las angustian son beneficiosas para aquellos que creemos

en Dios.
A los 17 años sufrí de tuberculosis, yo cuestioné “¿ Por qué tengo que estar

enfermo? Los otros jóvenes son sanos”. Sin embargo, con el correr del

tiempo, ahora tengo la respuesta. Todo lo que sufrí y padecí fue para llegar

a ser un siervo del Señor. Siempre fui débil de salud, por lo que siempre oré

fervientemente a Dios para ser saludable. Es necesario que nosotros

busquemos y clamemos a Dios.

Creamos que todo lo Dios hace ayuda a bien, y de esa forma él obrará

grandes maravillas y milagros en nosotros.

2. Obedezcamos por medio de la fe

Si queremos recibir la respuesta de Dios es necesario que obedezcamos

por medio de la fe. Eliseo le dijo a la mujer: ¿ Qué te haré yo? Declárame

qué tienes en tu casa?, y ella respondió diciendo: Solo una vasija de aceite.

Eliseo luego de escucharla le dijo que fuera y pidiera vasijas vacías

prestadas a todos sus vecinos.

Si pensamos humanamente es imposible de entender lo que Eliseo hacía,

pero esta mujer obedeció al profeta. Luego, de juntar todas las vasijas,

ocurrió un gran milagro, pues todas las vasijas se llenaron de aceite.

Cada uno de nosotros podemos experimentar grandes milagros si

clamamos y pedimos a Dios. Esta mujer creía completamente que Dios

obraría a través de Eliseo, pues de otra forma no hubiera prestado tantas


vasijas vacías. Por lo que vemos, ella prestó muchas vasijas vacías, y

obtuvo mucho aceite para saldar su gran deuda, ya que si ésta no era

pagada sus dos hijos debían ser vendidos como esclavos. De igual manera,

nosotros debemos ser vasijas preparadas y vacías para recibir mucho de

Dios, sea espiritual o material.

Cuando Dios quiere obrar y bendecirnos nos pregunta qué es lo que

tenemos. Eliseo le preguntó a la viuda: ¿ Qué tienes en tu casa? Y la mujer

utilizó el aceite, lo único que tenía, y así experimentó el milagro.

¿ Qué es lo que tenemos nosotros? Nosotros tenemos el poderoso nombre

de Jesús, que nos salva del pecado, sana y reprende demonios. Dios obra

y hace sus milagros por medio de Jesucristo en nuestras vidas.

En Hechos de los Apóstoles 2:38, dice:


38
Hch 2:38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros

en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don

del Espíritu Santo.

Asimismo, en el nombre de Jesús hay sanidad. Si vemos en Hechos de los

Apóstoles 9:33~34, vemos la historia de un paralítico llamado Eneas:

Hch 9:33~34 33 Y halló allía uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años

que estaba en cama, pues era paralítico. 34 Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo

te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó.


También, el nombre de Jesús reprende y echa fuera demonios. En Hechos

de los Apóstoles, capítulo 16, vemos que una muchacha que tenía espíritu

de adivinación seguía a Pablo y Silas para molestarlos. Pero desagradando

a Pablo, éste se volvío y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de

Jesucristo, que salgas de ella. Y en ese mismo instante salió de ella.

Dios nos ha dado este maravilloso y poderoso nombre sobretodo nombre.

Por lo tanto, en el nombre de Jesús somos salvos del pecado y la muerte,

sanamos enfermedades, y reprendemos demonios.

3. Dios nos abastece

Si oramos por fe, Dios nos sacia, nos abastece y nos satisface en todas las

necesidades de nuestras vidas.

Nosotros siempre nos preocupamos por todo, qué comeremos o qué

beberemos, pero Dios ya sabe todo lo que necesitamos. Por eso Jesús dijo

en San Mateo 6:31~32, así:


31
Mt 6:31~32 No os afanéis, pues, diciendo: ¿ Qué comeremos, o qué
32
beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas

cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas

estas cosas.

Cuando Jesús ministró en esta tierra muchas personas le siguieron. Un día,

muchas personas escuchaban las enseñanzas de Jesús, y fue avanzando


la hora haciéndose oscuro. Jesús ordenó a sus discípulos que den algo de

comer a la multitud. En ese instante, Felipe dijo: ¿ De dónde compraremos

pan para que coman todos ellos? No obstante, Jesús hizo un gran milagro

alimentando a cinco mil hombres, y aún sobrando canastas, con tan solo

cinco panes y dos pececillos.

Dios, en su gran misericordia, nos da todo, porque somos sus hijos, así

como los padres desean darles todo y lo mejor a sus hijos. Por lo tanto,

debemos ser fieles y buscarle a Dios.

Aunque el aceite sea poca, si Dios obra, suceden milagros de abundancia,

así como con solo cinco panes y dos pececillos Jesús ha hecho grandes

milagros para alimentar a muchas personas.

En la actualidad, hay muchas personas que se quejan por sus carencias.

Según un anunció que se publicó hace unos días, la deuda per cápita en

Corea del Sur es de 40 millones de wones. No importa cuánto uno se

esfuerce, las personas viven endeudadas. Entonces, ¿ Es mejor tener

mucha plata? Tampoco esa es la respuesta, pues teniendo mucho dinero lo

mismo se siente la carencia y necesidad. No porque uno haya resuelto el

qué comer y qué beber esa vida está satisfecha y llena.

Una vida es llena y satisfecha solamente cuando se encuentra con el Señor.

Al creer en Jesús y recibirle como salvador personal, ese corazón vacío se


llena con el quíntuple evangelio y la triple bendición que solamente Jesús la

da.

La respuesta a todas las preguntas de la vida está en la cruz de Jesús.

No nos desanimemos si nos encontramos con algún problema o dificultad

en este año, al contrario, oremos confiados en Dios, y asíél llenará nuestros

corazones con sus fuerzas, y nos ayudará.

Oremos: Dios Padre lleno de amor y gran misericordia. Nosotros cada

día estamos viviendo una vida de carencia. Venimos ante tu presencia

con nuestras manos levantadas, pues nada y nadie puede llenar

nuestras vidas, excepto tú Señor.

Oramos y clamamos delante de la cruz del Calvario. Llena todas

nuestras necesidades y carencias con tu gran amor e infinita gracia.

Somos débiles, por lo que necesitamos de tu ayuda para que nos

sostengas día a día. Llénanos con tu Santo Espíritu y con tu

esperanzas. Todo esto te lo pedimos en el nombre de nuestro Señor

Jesucristo. Amén.

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